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En perseguirme, Mundo , ¿qué interesas? P oemas , prosa y recetas de Sor Juana Inés de la Cruz
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En Perseguirme, Mundo, ¿qué Interesas?

Jul 24, 2016

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Poemas, prosa y recetas de Sor Juana Inés de la Cruz.
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  • En perseguirme, Mundo, qu interesas?

    Poemas, prosa y recetas de Sor Juana Ins de la Cruze

    n perseguirm

    e, mu

    ndo,

    qu

    interesas?

  • Primera edicin, Saltillo, 2015

    Gobierno del Estado de Coahuila de Zaragoza Secretara de Cultura de Coahuila

    edicin: Ruth Castrodiseo e ilustraciones: Estefana Nict Estrada

    correccin: Alejandro Beltrn

    Impreso y hecho en Mxico

  • E , M , ?

    P , S J I C

  • El Encuentro Internacional de Poesa Manuel Acua, en su tercera edicin, se ha consolidado como el referente cultural ms importante en el noreste del pas. Surgi en el marco del gran homenaje realizado con motivo del 140 aniversario luctuoso de nuestro bardo saltillense, que se conmemor en el ao 2013.

    A lo largo de sus tres ediciones habr reunido a 108 poetas, 27 han sido extranjeros, procedentes de 19 naciones (Portugal, Italia, Espaa, Per, Cuba, Chile, Colombia, Corea, Brasil, Francia, Estados Unidos, Blgica, Uruguay, Marruecos, Kosovo, Irn, Argentina e Israel).

    El EIP ha sido una importante actividad cultural que pone en alto a Coahuila, y que demuestra el compromiso de la actual administracin estatal con una poltica pblica que busca mejores condiciones de vida en nuestra entidad, donde el desarrollo cultural y las actividades artsticas se ubican entre los principales factores para el logro de ese objetivo.

    Entraables lecturas, conferencias de altsima calidad, memoria de los grandes poetas y su obra, talleres para pblico infantil, juvenil y adulto, actividades en espacios comunitarios y pblicos, y este libro de Sor Juana, a quien homenajeamos en esta ocasin, por el 320 aniversario luctuoso; todo eso forma parte de un encuentro que aglutina voluntades, conocimiento y la sensibilidad de aquellos para quienes la poesa representa una de las ms sublimes formas de creacin humana.

    Lic. Ana Sofa Garca CamilSecretaria de Cultura

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    La vida de Sor Juana ha llamado la atencin de sus lectores porque a cualquiera impresiona su espritu insaciable de conocimiento en una poca en la que simplemente no era bien visto que las mujeres estudiaran. Desde nia ella misma cuenta hizo de los libros y la lectura sus mejores aliados. Entre el matrimonio y el convento eligi, no la mejor opcin, sino la que le permitira tener una habitacin hasta cierto punto propia (como dira Virginia Woolf) y en la que tendra tiempo de ocio para seguir con sus estudios autodidactas. Fue ella quien se cortaba el cabello para obligarse, en el tiempo en que ste creca, a aprender cierto tema, cierta disciplina. Fue ella la que dej de comer queso porque, en aquellos das, corra el rumor de que no propiciaba la inteligencia. Fue quien impresion a temprana edad a cuarenta letrados de la universidad. Fue ella la que gan premios literarios bajo pseudnimo. Fue quien acumul miles de libros, instrumentos musicales y artilugios cientficos en su cuarto-estudio. Fue

    Presentacin

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    a quien le encargaban y pagaban cientos de composiciones poticas y teatrales para la Corte y para eventos religiosos.

    Alguien como ella, aunque lo hubiera preferido, no poda ocultarse: destacaban demasiado su inteligencia y su disciplina. Y como era de esperarse, no todos vieron con buenos ojos su dedicacin. Sus superiores intentaron que se ocupara de otras actividades dentro del convento que la alejaran de esas intensas lecturas y la enviaban a hacer labores de cocina y servicios religiosos que frecuentemente evada. Juana Ins dijo que lea tambin fuera de los libros porque en la realidad comprobaba todas las ciencias que ya haba estudiado. Mientras ms evidente hizo su capacidad de anlisis y crtica ms problemas se gan. La ltima advertencia a su inteligencia transgresora le exigi deshacerse de sus libros y entregarse a la vida piadosa. Antes de obedecer y decir adis a sus motivaciones vitales, escribi una extensa carta en la que destac, ms que en toda su obra, lo que realmente senta: un mundo que la persigui porque anhelaba no saber ms sino ignorar menos.

    Este libro es un pequeo homenaje a ella, realizado en el marco del Tercer Encuentro Internacional de Poesa Manuel Acua 2015, a 320 aos de su muerte. Uno de los principales objetivos del EIP y del Programa Estatal de Fomento a la Lectura, es difundir la obra literaria de autores destacados y, sobre todo, acercar a ms coahuilenses a la lectura. La recopilacin de poemas y textos aqu presentados busca abrir ventanas a una obra que contina vigente por su trascendencia esttica y humana, donde asoma un ejemplo de vida que asume compromisos con la lectura y la escritura como estrategia de supervivencia en la aventura de la integridad intelectual.

    En las primeras pginas aparecen notas biogrficas; le sigue una seleccin de poemas de amor y desamor; luego un apartado de textos, entre poemas y prosa, que posicionan a una Sor Juana en apasionada defensa del conocimiento y el saber; cerramos con algunas recetas atribuidas a su pluma. Estos tres ltimos apartados incluyen breves notas complementarias que harn ms cercana y sencilla la lectura.

  • 8

  • 9

    vidanotas sobre

    obra&

  • 11

    Juana de Asbaje y Ramrez, hija del capitn don Pedro Manuel de Asbaje y de Isabel Ramrez de Santillana, naci el 12 de noviembre de 1648.

  • 12

    Juana se cri al lado de don Pedro Ramrez, su abuelo materno, en las cercanas de la Hacienda de Panoayan.

  • 13

    Antes de cumplir los tres aos, se le encendi el deseo por la lectura y tom clases en la Amiga, cerca de Amecameca.

  • 14

    En su casa, lea los libros de su abuelo. A los siete aos, le pidi a su mam que la enviara a cursar la universidad; a los ocho, ya rimaba una loa eucarstica.

  • 15

    Sor Juana dej de comer queso porque corran rumores de que volva tontas a las personas, y a ella le importaba ms el saber que el comer.

  • 16

    En 1667 ingres con las Carmelitas Descalzas, durando solamente algunos meses, pues enferm debido a la austeridad en la que viva.

  • 17

    Ya a los 17 aos, en 1665, era dama de la virreina Marquesa de Mancera en el Palacio, donde encantaba a la corte con su gentileza e inteligencia.

  • 18

    El virrey organiz un examen en el que 40 letrados de la universidad sometieron a Sor Juana a un interrogatorio, y dada su inteligencia y brillantez, sali triunfante.

  • 19

    Juana Ins cortaba de cuatro a seis dedos de su pelo como ley para aprender. Si cuando ste le creciera, todava no aprenda lo que se haba propuesto, lo volva a cortar.

  • 20

    En Mxico, probablemente en casa de su ta doa Mara Ramrez, casada con don Juan de Mata, tom 20 lecciones de latn del Pbro. Br. Martn de Olivas, mismas que le bastaron para escribir sus poemas latinos.

  • 21

  • 22

    La obra de Sor Juana Ins de la Cruz abarca diferentes gneros literarios. Escribi poemas lricos, cortesanos, filosficos,

    amorosos, sonetos, romances,

    redondillas; adems de obras de teatro

    como Los empeos de una casa, Amor es

    ms laberinto y La segunda Celestina; en

    prosa escribi La Respuesta a Sor Filotea de

    la Cruz, Explicacin del arco, entre otros

    textos.

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    poetaSor Juana

  • 24

    Los siguientes poemas son, en su gran mayora, sonetos, pero tambin se incluye una muestra de lira, romance, redondilla y glosa que tratan el tema amor-desamor.

  • Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba, como en tu rostro y tus acciones va que con palabras no te persuada, que el corazn me vieses deseaba; y Amor, que mis intentos ayudaba, venci lo que imposible pareca: pues entre el llanto, que el dolor verta, el corazn deshecho destilaba. Baste ya de rigores, mi bien, baste; no te atormenten ms celos tiranos, ni el vil recelo tu quietud contraste con sombras necias, con indicios vanos, pues ya en lquido humor viste y tocaste mi corazn deshecho entre tus manos.

    En que satisface un recelo con la retrica del llanto

    25

  • 26 Sor Juana poeta

    Detente, sombra de mi bien esquivo, imagen del hechizo que ms quiero, bella ilusin por quien alegre muero, dulce ficcin por quien penosa vivo.

    Si al imn de tus gracias, atractivo, sirve mi pecho de obediente acero, para qu me enamoras lisonjero si has de burlarme luego fugitivo?

    Mas blasonar no puedes, satisfecho, de que triunfa de m tu tirana: que aunque dejas burlado el lazo estrecho

    que tu forma fantstica cea, poco importa burlar brazos y pecho si te labra prisin mi fantasa.

    Que contiene una fantasa contenta con amor decente.

  • 27 Sor Juana poeta

    Yo no puedo tenerte ni dejarte, ni s por qu, al dejarte o al tenerte, se encuentra un no s qu para quererte y muchos s s qu para olvidarte. Pues ni quieres dejarme ni enmendarte, yo templar mi corazn de suerte que la mitad se incline a aborrecerte aunque la otra mitad se incline a amarte. Si ello es fuerza querernos, haya modo, que es morir el estar siempre riendo: no se hable ms en celo y en sospecha, y quien da la mitad, no quiera el todo; y cuando me la ests all haciendo, sabe que estoy haciendo la deshecha.

    Que da medio para amar sin mucha pena.

  • 28 Sor Juana poeta

    Al que ingrato me deja, busco amante; al que amante me sigue, dejo ingrata; constante adoro a quien mi amor maltrata; maltrato a quien mi amor busca constante.

    Al que trato de amor, hallo diamante, y soy diamante al que de amor me trata; triunfante quiero ver al que me mata, y mato al que me quiere ver triunfante.

    Si a ste pago, padece mi deseo; si ruego a aqul, mi pundonor enojo: de entrambos modos infeliz me veo.

    Pero yo, por mejor partido, escojo de quien no quiero, ser violento empleo, que, de quien no me quiere, vil despojo.

    Prosigue el mismo asunto, y determina que prevalezca la razn contra el gusto.

  • 29 Sor Juana poeta

    Amor empieza por desasosiego, solicitud, ardores y desvelos; crece con riesgos, lances y recelos, sustntase de llantos y de ruego.

    Doctrnanle tibiezas y despego, conserva el sr entre engaosos velos, hasta que con agravios o con celos apaga con sus lgrimas su fuego.

    Su principio, su medio y fin es ste; pues por qu, Alcino, sientes el desvo de Celia que otro tiempo bien te quiso?

    Qu razn hay de que dolor te cueste, pues no te enga Amor, Alcino mo, sino que lleg el trmino preciso?

    Que consuela a un celoso, epilogando la serie de los amores.

  • 30 Sor Juana poeta

    Con el dolor de la mortal herida, de un agravio de amor me lamentaba; y por ver si la muerte se llegaba, procuraba que fuese ms crecida.

    Toda en el mal el alma divertida, pena por pena su dolor sumaba, y en cada circunstancia ponderaba que sobraban mil muertes a una vida.

    Y cuando, al golpe de uno y otro tiro, rendido el corazn daba penoso seas de dar el ltimo suspiro,

    no s con qu destino prodigioso volv a mi acuerdo y dije: Qu me admiro? Quin en amor ha sido ms dichoso?

    De una reflexin cuerda con que mitiga el dolor de una pasin.

  • 31 Sor Juana poeta

    El ausente, el celoso, se provoca, aqul con sentimiento, ste con ira; presume ste la ofensa que no mira, y siente aqul la realidad que toca. ste templa, tal vez, su furia loca, cuando el discurso en su favor delira; y sin intermisin aqul suspira, pues nada a su dolor la fuerza apoca. ste aflige dudoso su paciencia, y aqul padece ciertos sus desvelos; ste al dolor opone resistencia, aqul, sin ella, sufre desconsuelos; y si es pena de dao, al fin, la ausencia, luego es mayor tormento que los celos.

    Slo con aguda ingeniosidad esfuerza el dictamen de que sea la ausencia mayor mal que los celos.

  • 32 Sor Juana poeta

    Dices que yo te olvido, Celio, y mientes en decir que me acuerdo de olvidarte, pues no hay en mi memoria alguna parte en que, aun como olvidado, te presentes. Mis pensamientos son tan diferentes y en todo tan ajenos de tratarte, que ni saben si pueden agraviarte, ni, si te olvidan, saben si lo sientes. Si t fueras capaz de ser querido, fueras capaz de olvido; y ya era gloria, al menos, la potencia de haber sido. Mas tan lejos ests de esa victoria, que aqueste no acordarme no es olvido sino una negacin de la memoria.

    No quiere pasar por olvido lo descuidado.

  • 33 Sor Juana poeta

    Feliciano me adora y le aborrezco; Lisardo me aborrece y yo le adoro; por quien no me apetece ingrato, lloro, y al que me llora tierno, no apetezco. A quien ms me desdora, el alma ofrezco; a quien me ofrece vctimas, desdoro; desprecio al que enriquece mi decoro, y al que le hace desprecios, enriquezco. Si con mi ofensa al uno reconvengo, me reconviene el otro a m, ofendido; y al padecer de todos modos vengo, pues ambos atormentan mi sentido: aquste, con pedir lo que no tengo; y aqul, con no tener lo que le pido.

    Contina el mismo asunto y aun le expresa con ms viva elegancia.

  • 34 Sor Juana poeta

    Yo adoroa Lysi, pero no pretendo que Lysi corresponda mi fineza; pues si juzgo posible su belleza, a su decoro y mi aprehensin ofendo.

    No emprender, solamente, es lo que emprendo: pues s que a merecer tanta grandeza ningn mrito basta, y es simpleza obrar contra lo mismo que yo entiendo.

    Como cosa concibo tan sagrada su beldad, que no quiere mi osada a la esperanza dar ni aun leve entrada:

    pues cediendo a la suya mi alegra, por no llegarla a ver mal empleada, aun pienso que sintiera verla ma.

    Que explica la ms sublime calidad de amor.

  • 35 Sor Juana poeta

    Yo nodudo, Lisarda, que te quiero, aunque s que me tienes agraviado; mas estoy tan amante y tan airado, que afectos que distingo no prefiero. De ver que odio y amor te tengo, infiero que ninguno estar puede en sumo grado, pues no le puede el odio haber ganado sin haberle perdido amor primero.

    Y si piensas que el alma que te quiso ha de estar siempre a tu aficin ligada, de tu satisfaccin vana te aviso: pues si el amor al odio ha dado entrada, el que baj de sumo a ser remiso, de lo remiso pasar a ser nada.

    Un celoso refiere el comn pesar que todos padecen, y advierte a la causa el fin que

    puede tener la lucha de afectos encontrados.

  • 36 Sor Juana poeta

    Fabio: en el ser de todos adoradas, son todas las beldades ambiciosas; porque tienen las aras por ociosas si no las ven de vctimas colmadas. Y as, si de uno solo son amadas, viven de la Fortuna querellosas, porque piensan que ms que ser hermosas constituyen deidad el ser rogadas. Mas yo soy en aquesto tan medida, que en viendo a muchos, mi atencin zozobra, y slo quiero ser correspondida de aqul que de mi amor rditos cobra; porque es la sal del gusto el ser querida: que daa lo que falta y lo que sobra.

    Ensea cmo un solo empleo en amar es razn y conveniencia.

  • 37 Sor Juana poeta

    Cuando mi error y tu vileza veo, contemplo, Silvio, de mi amor errado, cun grave es la malicia del pecado, cun violenta la fuerza de un deseo. A mi mesma memoria apenas creo que pudiese caber en mi cuidado la ltima lnea de lo despreciado, el trmino final de un mal empleo. Yo bien quisiera, cuando llego a verte, viendo mi infame amor, poder negarlo; mas luego la razn justa me advierte que slo se remedia en publicarlo: porque del gran delito de quererte slo es bastante pena, confesarlo.

    De amor, puesto antes en sujeto indigno, es enmienda blasonar del arrepentimiento.

  • 38 Sor Juana poeta

    Silvio, yo te aborrezco, y aun condeno el que ests de esta suerte en mi sentido: que infama al hierro el escorpin herido, y a quien lo huella, mancha inmundo el cieno. Eres como el mortfero veneno que daa a quien lo vierte inadvertido, y en fin eres tan malo y fementido que aun para aborrecido no eres bueno. Tu aspecto vil a mi memoria ofrezco, aunque con susto me lo contradice, por darme yo la pena que merezco: pues cuando considero lo que hice, no slo a ti, corrida, te aborrezco, pero a m por el tiempo que te quise.

    Prosigue en su pesar; y dice que aun no quisiera aborrecer a tan indigno sujeto, por

    no tenerle as an cerca del corazn.

  • 39 Sor Juana poeta

    Que no me quiera Fabio, al verse amado, es dolor sin igual en m sentido; mas que me quiera Silvio, aborrecido, es menor mal, mas no menos enfado. Qu sufrimiento no estar cansado si siempre le resuenan al odo tras la vana arrogancia de un querido, el cansado gemir de un desdeado? Si de Silvio me cansa el rendimiento, a Fabio canso con estar rendida; si de ste busco el agradecimiento, a m me busca el otro agradecida: por activa y pasiva es mi tormento, pues padezco en querer y en ser querida.

    Resuelve la cuestin de cul sea pesar ms molesto en encontradas correspondencias,

    amar o aborrecer.

  • 40 Sor Juana poeta

    Qu es esto, Alcino? Cmo tu cordura se deja as vencer de un mal celoso, haciendo con extremos de furioso demostraciones ms que de locura? En qu te ofendi Celia, si se apura? O por qu al Amor culpas de engaoso, si no asegur nunca poderoso la eterna posesin de su hermosura? La posesin de cosas temporales, temporal es, Alcino, y es abuso el querer conservarlas siempre iguales. Con que tu error o tu ignorancia acuso, pues Fortuna y Amor, de cosas tales la propiedad no han dado, sino el uso.

    Aunque en vano, quiere reducir a mtodo racional el pesar de un celoso.

  • 41 Sor Juana poeta

    Efectos muy penosos de amor, y que no por grandes se igualan con las prendas

    de quien le causa.

    Vesme, Alcino, que atada a la cadena de Amor, paso en sus hierros aherrojada msera esclavitud, desesperada de libertad, y de consuelo ajena? Ves de dolor y angustia el alma llena, de tan fieros tormentos lastimada, y entre las vivas llamas abrasada juzgarse por indigna de su pena? Vesme seguir sin alma un desatino que yo misma condeno por extrao? Vesme derramar sangre en el camino, siguiendo los vestigios de un engao? Muy admirado ests? Pues ves, Alcino? Ms merece la causa de mi dao.

    Soneto. Es una composicin lrica de catorce versos formados por once slabas (endecaslabos), agrupados en dos cuartetos con rima ABBA, ABBA (el primer verso rima con el cuarto y el segundo con el tercero) y dos tercetos CDC, DCD (el primer verso rima con el tercero, el segundo con el cuarto, aunque puede haber variaciones).

  • 42 Sor Juana poeta

    Amado dueo mo,escucha un rato mis cansadas quejas,pues del viento las fo,que breve las conduzca a tus orejas,si no se desvanece el triste acentocomo mis esperanzas en el viento.

    yeme con los ojos,ya que estn tan distantes los odos,y de ausentes enojosen ecos, de mi pluma mis gemidos;y ya que a ti no llega mi voz ruda,yeme sordo, pues me quejo muda. Si del campo te agradas,goza de sus frescuras venturosas,sin que aquestas cansadaslgrimas te detengan, enfadosas;que en l vers, si atento te entretienes,ejemplos de mis males y mis bienes.

    Que expresa sentimientos de ausente.

  • 43 Sor Juana poeta

    Si el arroyo parleroves, galn de las flores en el prado,que, amante y lisonjero,a cuantas mira intima su cuidado,en su corriente mi dolor te avisaque a costa de mi llanto tiene risa.

    Si ves que triste llorasu esperanza marchita, en ramo verde,trtola gemidora,en l y en ella mi dolor te acuerde,que imitan, con verdor y con lamento,l mi esperanza y ella mi tormento. Si la flor delicada,si la pea, que altiva no consientedel tiempo ser hollada,ambas me imitan, aunque variamente,ya con fragilidad, ya con dureza,mi dicha aqulla y sta mi firmeza.

    Si ves el ciervo heridoque baja por el monte, acelerado,buscando, dolorido,alivio al mal en un arroyo helado,y sediento al cristal se precipita,no en el alivio, en el dolor me imita.

  • 44 Sor Juana poeta

    Si la liebre encogidahuye medrosa de los galgos fieros,y por salvar la vidano deja estampa de los pies ligeros,tal mi esperanza, en dudas y recelos,se ve acosada de villanos celos. Si ves el cielo claro,tal es la sencillez del alma ma;y si, de luz avaro,de tinieblas se emboza el claro da,es con su obscuridad y su inclemencia,imagen de mi vida en esta ausencia. As que, Fabio amado,saber puedes mis males sin costartela noticia cuidado,pues puedes de los campos informarte;y pues yo a todo mi dolor ajusto,saber mi pena sin dejar tu gusto. Mas cundo, ay gloria ma!,merecer gozar tu luz serena?Cundo llegar el daque pongas dulce fin a tanta pena?

  • 45 Sor Juana poeta

    Cundo ver tus ojos, dulce encanto,y de los mos quitars el llanto? Cundo tu voz sonoraherir mis odos, delicada,y el alma que te adora,de inundacin de gozos anegada,a recibirte con amante prisasaldr a los ojos desatada en risa? Cundo tu luz hermosarevestir de gloria mis sentidos?Y cundo yo, dichosa,mis suspiros dar por bien perdidos,teniendo en poco el precio de mi llanto,que tanto ha de penar quien goza tanto? Cundo de tu apaciblerostro alegre ver el semblante afable,y aquel bien indeciblea toda humana pluma inexplicable,que mal se ceir a lo definidolo que no cabe en todo lo sentido? Vn, pues, mi prenda amada:que ya fallece mi cansada vida

  • 46 Sor Juana poeta

    de esta ausencia pesada;vn, pues: que mientras tarda tu venida,aunque me cueste su verdor enojos,regar mi esperanza con mis ojos.

    Liras. Son estrofas de seis versos con diferente medida

    silbicas, en la que los cuatro primeros versos riman alternadamente

    (el primero con el tercero y el segundo

    con el cuarto) y los dos ltimos entre ellos.

  • 47 Sor Juana poeta

    Amante dulce del alma,Bien soberano a que aspiro;t que sabes las ofensascastigar a beneficios; Divino Imn en que adoro:hoy, que tan propicio os miro,que me animis a la osadade poder llamaros mo;

    hoy, que en unin amorosapareci a vuestro cario,que si no estabais en m, era poco estar conmigo;

    hoy, que para examinarel afecto con que os sirvo,al corazn en personahabis entrado Vos mismo,

    Que califica de amorosas acciones todas las de Cristo para con las almas: en afectos amorosos

    a Cristo Sacramentado, da de Comunin.

  • 48 Sor Juana poeta

    pregunto: Es amor o celostan cuidadoso escrutinio?Que quien lo registra todo,da de sospechar indicios. Mas ay, brbara ignorante,y qu de errores he dicho,como si el estorbo humanoobstara al Lince Divino! Para ver los corazones,no es menester asistirlos;que para Vos, son patenteslas entraas del Abismo. Con una intuicin, presentetenis, en vuestro registro,el infinito pasadohasta el presente finito. Luego no necesitabais, para ver el pecho mo,si lo estis mirando sabio,entrar a mirarlo fino. Luego es amor, no celos,lo que en Vos miro.

    Romance. Son estrofas con versos

    octoslabos con rima asonante en los versos

    pares y los versos impares quedan libres.

  • 49 Sor Juana poeta

    Excusndose de un silencio, en ocasin de un precepto para que le rompa.

    Pedirte, Seora, quierode mi silencio perdn,si lo que ha sido atencinle hace parecer grosero.

    Y no me podrs culparsi hasta aqu mi proceder,por ocuparse en querer,se ha olvidado de explicar.

    Que en mi amorosa pasinno fu descuido, ni mengua,quitar el uso a la lenguapor drselo al corazn.

    Ni de explicarme dejaba: que, como la pasin maac en el alma te va,ac en el alma te hablaba.

  • 50 Sor Juana poeta

    Y en esta idea notabledichosamente viva;porque en mi mano tenael fingirte favorable.

    Con traza tan peregrinavivi mi esperanza vana;pues te pudo hacer humanaconcibindote divina.

    Oh cun loco llegu a vermeen tus dichosos amores,que, aun fingidos, tus favorespudieron enloquecerme!

    Oh cmo, en tu Sol hermosomi ardiente afecto encendido,por cebarse en lo lucido,olvid lo peligroso!

    Perdona, si atrevimientofu atreverme a tu ardor puro;que no hay sagrado segurode culpas de pensamiento.

  • 51 Sor Juana poeta

    De esta manera engaaba la loca esperanza ma,y dentro de m tenatodo el bien que deseaba.

    Mas ya tu precepto graverompe mi silencio mudo;que l solamente ser pudode mi respeto la llave.

    Y aunque el amar tu bellezaes delito sin disculpa,castgueseme la culpaprimero que la tibieza.

    No quieras, pues, rigurosa,que, estando ya declarada,sea de veras desdichadaquien fu de burlas dichosa.

    Si culpas mi desacato,culpa tambin tu licencia; que si es mala mi obediencia,no fu justo tu mandato.

  • 52 Sor Juana poeta

    Y si es culpable mi intento,ser mi afecto precito;porque es amarte un delitode que nunca me arrepiento.

    Esto es mis afectos hallo,y ms, que explicar no s;mas t, de lo que call,inferirs lo que callo.

    Redondilla. Son estrofas de cuatro

    versos octoslabos con rima consonante

    ABBA (el primer verso rima con el cuarto y el

    segundo con el tercero).

  • 53 Sor Juana poeta

    En que describe racionalmente los efectos irracionales del amor.

    Este amoroso tormento que en mi corazn se ve, s que lo siento, y no s la causa por que lo siento.

    Siento una grave agona por lograr un devaneo que empieza como deseo y pra en melancola.

    Y cuando con ms terneza mi infeliz estado lloro, s que estoy triste e ignoro la causa de mi tristeza.

    Siento un anhelo tirano por la ocasin a que aspiro, y cuando cerca la miro yo misma aparto la mano.

  • 54 Sor Juana poeta

    Porque, si acaso se ofrece, despus de tanto desvelo, la desazona el recelo o el susto la desvanece.

    Y si alguna vez sin susto consigo tal posesin, cualquiera leve ocasin me malogra todo el gusto.

    Siento mal del mismo bien con receloso temor, y me obliga el mismo amor tal vez a mostrar desdn.

    Cualquier leve ocasin labra en mi pecho, de manera, que el que imposibles venciera se irrita de una palabra.

    Con poca causa ofendida, suelo, en mitad de mi amor, negar un leve favor a quien le diera la vida.

  • 55 Sor Juana poeta

    Ya sufrida, ya irritada, con contrarias penas lucho: que por l sufrir mucho, y con l sufrir nada.

    No s en qu lgica cabe el que tal cuestin se pruebe: que por l lo grave es leve y con l lo leve es grave.

    Sin bastantes fundamentos forman mis tristes cuidados, de conceptos engaados, un monte de sentimientos;

    y en aquel fiero conjunto hallo, cuando se derriba, que aquella mquina altiva slo estribaba en un punto.

    Tal vez el dolor me engaa y presumo, sin razn, que no habr satisfaccin que pueda templar mi saa;

  • 56 Sor Juana poeta

    y cuando a averiguar llego el agravio porque rio, es como espanto de nio que pra en burlas y juego.

    Y aunque el desengao toco, con la misma pena lucho de ver que padezco mucho padeciendo por tan poco.

    A vengarse se abalanza tal vez el alma ofendida; y despus, arrepentida, toma de m otra venganza.

    Y si al desdn satisfago, es con tan ambiguo error, que yo pienso que es rigor y se remata en halago.

    Hasta el labio desatento suele, equvoco, tal vez, por usar de la altivez encontrar el rendimiento.

  • 57 Sor Juana poeta

    Cuando por soada culpa con ms enojo me incito, yo le acrimino el delito y le busco la disculpa.

    No huyo el mal ni busco el bien: porque, en mi confuso error, ni me asegura el amor ni me despecha el desdn.

    En mi ciego devaneo, bien hallada con mi engao, solicito el desengao y no encontrarlo deseo.

    Si alguno mis quejas oye, ms a decirlas me obliga porque me las contradiga, que no porque las apoye.

    Porque si con la pasin algo contra mi amor digo, es mi mayor enemigo quien me concede razn.

  • 58 Sor Juana poeta

    Y si acaso en mi provecho hallo la razn propicia, me embaraza la justicia y ando cediendo el derecho.

    Nunca hallo gusto cumplido, porque, entre alivio y dolor, hallo culpa en el amor y disculpa en el olvido.

    Esto de mi pena dura es algo del dolor fiero; y mucho ms no refiero porque pasa de locura.

    Si acaso me contradigo en este confuso error, aqul que tuviere amor entender lo que digo.

  • 59 Sor Juana poeta

    Muestra a la Hermosura el evidente riesgo de despreciada despus de poseda.

    Rosa que al prado, encarnada,te ostentas presuntosade grana y carmn baada:campa lozana y gustosa;pero no, que siendo hermosatambin sers desdichada.

    Ves, de tu candor, que apuraal Alba el primer albor?Pues tanto el riesgo es mayorcuanto es mayor la hermosura.No vivas de ello segura:que si consientes, errada,que te corte mano osadapor gozar beldad y olor,en perdindose el colortambin sers desdichada.

    Ves a aqul que ms indiciade seguro en su fineza?Pues no estima la belleza

  • 60 Sor Juana poeta

    ms de en cuanto la codicia.Huye la astuta caricia;que si, necia y confada,te aseguras en lo amada,te hallars despus corrida;que, en llegando a poseda,tambin sers desdichada.

    A ninguno tu beldadentregues, que es sinraznque sirva tu perfeccinde triunfo a su vanidad.Goza la celebridadcomn, sin verte empleadaen quien, despus de lograda,no te acierte a venerar;que, en siendo particular,tambin sers desdichada.

    Glosa. Son estrofas compuestas por diez

    versos en los que el ltimo o el primer verso se repite en cada estrofa

  • 61 Sor Juana poeta

    Arguye de inconsecuentes el gusto y la censura de los hombres que en las mujeres acusan lo que causan.

    Hombres necios que acusis a la mujer sin razn, sin ver que sois la ocasin de lo mismo que culpis:

    si con ansia sin igual solicitis su desdn, por qu queris que obren bien si las incitis al mal?

    Combats su resistencia y luego, con gravedad, decs que fu liviandad lo que hizo la diligencia.

    Parecer quiere el denuedo de vuestro parecer loco, al nio que pone el coco y luego le tiene miedo.

  • 62 Sor Juana poeta

    Queris, con presuncin necia, hallar a la que buscis, para pretendida, Thais, y en la posesin, Lucrecia.

    Qu humor puede ser ms raro que el que, falto de consejo, l mismo empaa el espejo, y siente que no est claro?

    Con el favor y el desdn tenis condicin igual, quejndoos, si os tratan mal, burlndoos, si os quieren bien.

    Opinin, ninguna gana; pues la que ms se recata, si no os admite, es ingrata, y si os admite, es liviana.

    Siempre tan necios andis que, con desigual nivel, a una culpis por crel y a otra por fcil culpis.

  • 63 Sor Juana poeta

    Pues cmo ha de estar templada la que vuestro amor pretende, si la que es ingrata, ofende, y la que es fcil, enfada?

    Mas, entre el enfado y pena que vuestro gusto refiere, bien haya la que no os quiere y quejaos en hora buena.

    Dan vuestras amantes penas a sus libertades alas, y despus de hacerlas malas las queris hallar muy buenas.

    Cul mayor culpa ha tenido en una pasin errada: la que cae de rogada, o el que ruega de cado?

    O cul es ms de culpar, aunque cualquiera mal haga: la que peca por la paga, o el que paga por pecar?

  • 64 Sor Juana poeta

    Pues para qu os espantis de la culpa que tenis? Queredlas cual las hacis o hacedlas cual las buscis.

    Dejad de solicitar, y despus, con ms razn, acusaris la aficin de la que os fuere a rogar.

    Bien con muchas armas fundo que lidia vuestra arrogancia, pues en promesa e instancia juntis diablo, carne y mundo.

  • 65

    El poema fue una ruptura histrica y un comienzo, por primera vez en la historia de nuestra literatura una mujer

    habla en nombre propio, defiende a su

    sexo y, gracias a su inteligencia, usando

    las mismas armas que sus detractores,

    acusa a los hombres de los mismos vicios

    que ellos achacan a las mujeres. En esto

    Sor Juana se adelanta a su tiempo: no

    hay nada parecido, en el siglo XVII, en la

    literatura femenina de Francia, Italia e

    Inglaterra.

    Paz, Octavio. Sor Juana Ins de la Cruz o las trampas de la fe. Mxico: FCE, 1982, pgs. 399-400.

  • 66

  • 67

    PERSEGUIDASor Juana

  • 68

  • En perseguirme, Mundo, qu interesas?En qu te ofendo, cuando slo intentoponer bellezas en mi entendimientoy no mi entendimiento en las bellezas?

    Yo no estimo tesoros ni riquezas;y as, siempre me causa ms contentoponer riquezas en mi pensamientoque no mi pensamiento en las riquezas.

    Y no estimo hermosura que, vencida,es despojo civil de las edades,ni riqueza me agrada fementida,

    teniendo por mejor, en mis verdades,consumir vanidades de la vidaque consumir la vida en vanidades.

    Qujase de la suerte: insina su aversin a los vicios, y justif ica

    su divertimiento a las Musas.

    69

  • 70 Sor Juana perseguida

    Finjamos que soy feliz,triste Pensamiento, un rato;quiz podris persuadirme,aunque yo s lo contrario:

    que pues slo en la aprehensindicen que estriban los daos,si os imaginis dichosono seris tan desdichado.

    Srvame el entendimientoalguna vez de descanso, y no siempre est el ingeniocon el provecho encontrado.

    Todo el mundo es opinionesde pareceres tan varios,que lo que el uno que es negro,el otro prueba que es blanco.

    Acusa a la hidropesa de mucha ciencia, que teme intil aun para saber y nociva para vivir.

  • 71 Sor Juana perseguida

    A unos sirve de atractivolo que otro concibe enfado;y lo que ste por alivio,aqul tiene por trabajo.

    El que est triste, censuraal alegre de liviano;y el que esta alegre se burlade ver al triste penando.

    Los dos Filsofos Griegosbien esta verdad probaron:pues lo que en el uno risa,causaba en el otro llanto.

    Clebre su oposicinha sido por siglos tantos,sin que cul acert, est hasta agora averiguado;

    antes, en sus dos banderasel mundo todo alistado,conforme el humor le dicta,sigue cada cual el bando.

  • 72 Sor Juana perseguida

    Uno dice que de risaslo es digno el mundo vario;y otro, que sus infortuniosson slo para llorados.

    Para todo se halla pruebay razn en que fundarlo;y no hay razn para nada,de haber razn para tanto.

    Todos son iguales jueces;y siendo iguales y varios,no hay quien pueda decidircul es lo ms acertado.

    Pues, si no hay quien lo sentencie,por qu pensis, vos, errado,que os cometi Dios a vosla decisin de los casos?

    O por qu, contra vos mismo,severamente inhumano,entre lo amargo y lo dulce,queris elegir lo amargo?

    Si es mo mi entendimiento,por qu siempre he de encontrarlo

  • 73 Sor Juana perseguida

    tan torpe para el alivio,tan agudo para el dao?

    El discurso es un aceroque sirve por ambos cabos:de dar muerte, por la punta;por el pomo, de resguardo.

    Si vos, sabiendo el peligro,queris por la punta usarlo,qu culpa tiene el acerodel mal uso de la mano?

    No es saber, saber hacerdiscursos sutiles, vanos;que el saber consiste sloen elegir lo ms sano.

    Especular las desdichasy examinar los presagios,slo sirve de que el malcrezca con anticiparlo.

    En los trabajos futuros,la atencin, sutilizando,ms formidable que el riesgosuele fingir el amago.

  • 74 Sor Juana perseguida

    Qu feliz es la ignoranciadel que, indoctamente sabio,halla de lo que padece,en lo que ignora, sagrado!

    No siempre suben segurosvuelos del ingenio osados,que buscan trono en el fuegoy hallan sepulcro en el llanto.

    Tambin es vicio el saber:que si no se va atajando,cuando menos se conocees ms nocivo el estrago;

    y si el vuelo no le abaten,en sutilezas cebado,por cuidar de lo curiosoolvida lo necesario.

    Si culta mano no impidecrecer al rbol copado,quita la substancia al frutola locura de los ramos.

    Si andar a nave ligerano estorba lastre pesado,

  • 75 Sor Juana perseguida

    sirve el vuelo de que seael precipicio ms alto.

    En amenidad intil,qu importa al florido campo,si no halla fruto el Otoo,que ostente flores el Mayo?

    De qu le sirve al ingenioel producir muchos partos,si a la multitud se sigueel malogro de abortarlos?

    Y a esta desdicha por fuerzaha de seguirse el fracasode quedar el que produce,si no muerto, lastimado.

    El ingenio es como el fuego:que, con la materia ingrato,tanto la consume mscuanto l se ostenta ms claro.

    Es de su propio Seortan rebelado vasallo,que convierte en sus ofensaslas armas de su resguardo.

  • 76 Sor Juana perseguida

    Este psimo ejercicio,este duro afn pesado,a los ojos de los hombresdio Dios para ejercitarlos.

    Qu loca ambicin nos llevade nosotros olvidados?Si es para vivir tan poco,de qu sirve saber tanto?

    Oh, si como hay de saber,hubiera algn seminarioo escuela donde a ignorarse ensearan los trabajos!

    Qu felizmente vivierael que, flojamente cauto,burlara las amenazasdel influjo de los astros!

    Aprendamos a ignorar,Pensamiento, pues hallamosque cuanto aado al discurso,tanto le usurpo a los aos.

  • 77

    Sor Juana escribi un texto conocido como Carta Atenagrica, en la que impugn un sermn del P. Antonio de Vieyra. Esto provoc que el Obispo de Puebla, D. Manuel Fernndez de Santa Cruz, bajo el pseudnimo de Sor Filotea, le escribiera una carta pidindole, entre otras cosas, que se alejara de las letras profanas y se dedicara de lleno a la religin.

    En su defensa, Sor Juana escribi una carta conocida como Respuesta de la poetisa a la muy ilustre Sor Filotea de la Cruz en 1691. En ella abog por los derechos culturales de la mujer y afirm su derecho a impugnar dicho sermn. La carta tambin es un documento autobiogrfico, en el que defiende el derecho a la educacin para las de su gnero. Asimismo, deja ver su amor y dedicacin al estudio desde nia, y una inclinacin por las letras, las ciencias y la msica.

  • 78 Sor Juana perseguida

    1 .-Perdonad, Seora ma, la digresin que me arrebat la fuerza de la verdad; y si la he de confesar toda, tambin es buscar efugios para huir la dificultad de responder, y casi me he determinado a dejarlo al silencio; pero como ste es cosa negativa, aunque explica mucho con el nfasis de no explicar, es necesario ponerle algn breve rtulo para que se entienda lo que se pretende que el silencio diga; y si no, dir nada el silencio, porque se es su propio oficio: decir nada. Fue arrebatado el Sagrado Vaso de Eleccin al tercer Cielo, y habiendo visto los arcanos secretos de Dios dice: Audivit arcana Dei, quae no licet homini loqui. No dice lo que vio, pero dice que no lo puede decir; de manera que aquellas cosas que no se pueden decir, es menester decir siquiera que no se pueden decir, para que se entienda que el callar no es no haber qu decir, sino no caber en las voces lo mucho que hay que decir []

    Fragmentos de La Respuesta de la poetisa a la muy ilustre Sor Filotea de la Cruz

  • 79 Sor Juana perseguida

    2.- [] Y, a la verdad, yo nunca he escrito sino violentada y forzada y slo por dar gusto a otros; no slo sin complacencia, sino con positiva repugnancia, porque nunca he juzgado de m que tenga el caudal de letras e ingenio que pide la obligacin de quien escribe; y as, es la ordinaria respuesta a los que me instan, y ms si es asunto sagrado: Qu entendimiento tengo yo, qu estudio, qu materiales, ni qu noticias para eso, sino cuatro bachilleras superficiales? Dejen eso para quien lo entienda, que yo no quiero ruido con el Santo Oficio, que soy ignorante y tiemblo de decir alguna proposicin malsonante o torcer la genuina inteligencia de algn lugar. Yo no estudio para escribir, ni menos para ensear (que fuera en m desmedida soberbia), sino slo por ver si con estudiar ignoro menos. As lo respondo y as lo siento []

    3.-Prosiguiendo en la narracin de mi inclinacin, de que os quiero dar entera noticia, digo que no haba cumplido los tres aos de mi edad cuando enviando mi madre a una hermana ma, mayor que yo, a que se ensease a leer en una de las que llaman Amigas, me llev a m tras ella el cario y la travesura; y viendo que la daban leccin, me encend yo de manera en el deseo de saber leer, que engaando, a mi parecer, a la maestra, la dije que mi madre ordenaba me diese leccin. Ella no lo crey, porque no era creble; pero, por complacer al donaire,

  • 80 Sor Juana perseguida

    me la dio. Prosegu yo en ir y ella prosigui en ensearme, ya no de burlas, porque la desenga la experiencia; y supe leer en tan breve tiempo, que ya saba cuando lo supo mi madre, a quien la maestra lo ocult por darle el gusto por entero y recibir el galardn por junto; y yo lo call, creyendo que me azotaran por haberlo hecho sin orden. An vive la que me ense (Dios la guarde), y puede testificarlo.

    4.- Acurdome que en estos tiempos, siendo mi golosina la que es ordinaria en aquella edad, me abstena de comer queso, porque o decir que haca rudos, y poda conmigo ms el deseo de saber que el de comer, siendo ste tan poderoso en los nios. Teniendo yo despus como seis o siete aos, y sabiendo ya leer y escribir, con todas las otras habilidades de labores y costuras que deprenden las mujeres, o decir que haba Universidad y Escuelas en que se estudiaban las ciencias, en Mjico; y apenas lo o cuando empec a matar a mi madre con instantes e importunos ruegos sobre que, mudndome el traje, me enviase a Mjico, en casa de unos deudos que tena, para estudiar y cursar la Universidad; ella no lo quiso hacer, e hizo muy bien, pero yo despiqu el deseo en leer muchos libros varios que tena mi abuelo, sin que bastasen castigos ni reprensiones a estorbarlo; de manera que cuando vine a Mjico, se admiraban, no tanto del ingenio, cuanto de la

  • 81 Sor Juana perseguida

    memoria y noticias que tena en edad que pareca que apenas haba tenido tiempo para aprender a hablar. []

    5.- Empec a deprender gramtica, en que creo no llegaron a veinte las lecciones que tom; y era tan intenso mi cuidado, que siendo as que en las mujeres y ms en tan florida juventud es tan apreciable el adorno natural del cabello, yo me cortaba de l cuatro o seis dedos, midiendo hasta dnde llegaba antes, e imponindome ley de que si cuando volviese a crecer hasta all no saba tal o tal cosa que me haba propuesto deprender en tanto que creca, me lo haba de volver a cortar en pena de la rudeza. Suceda as que l creca y yo no saba lo propuesto, porque el pelo creca aprisa y yo aprenda despacio, y con efecto le cortaba en pena de la rudeza: que no me pareca razn que estuviese vestida de cabellos cabeza que estaba tan desnuda de noticias, que era ms apetecible adorno.

    6.- Entrme religiosa, porque aunque conoca que tena el estado cosas (de las accesorias hablo, no de las formales), muchas repugnantes a mi genio, con todo, para la total negacin que tena al matrimonio, era lo menos desproporcionado y lo ms decente que poda elegir en materia de la seguridad que deseaba de mi salvacin

  • 82 Sor Juana perseguida

    7.- Pues yo, tan distante de la virtud y las letras, cmo haba de tener nimo para escribir? Y as por tener algunos principios granjeados, estudiaba continuamente diversas cosas, sin tener para alguna particular inclinacin, sino para todas en general; por lo cual, el haber estudiado en unas ms que en otras, no ha sido en m eleccin, sino que el acaso de haber topado ms a mano libros de aquellas facultades les ha dado, sin arbitrio mo, la preferencia. Y como no tena inters que me moviese, ni lmite de tiempo que me estrechase el continuado estudio de una cosa por la necesidad de los grados, casi a un tiempo estudiaba diversas cosas o dejaba unas por otras; bien que en eso observaba orden, porque a unas llamaba estudio y a otras diversin; y en stas descansaba de las otras: de donde se sigue que he estudiado muchas cosas y nada s, porque las unas han embarazado a las otras.

    8.- Sola sucederme que, como entre otros beneficios, debo a Dios un natural tan blando y tan afable y las religiosas me aman mucho por l (sin reparar, como buenas, en mis faltas) y con esto gustan mucho de mi compaa, conociendo esto y movida del grande amor que las tengo, con mayor motivo que ellas a m, gusto ms de la suya: as, me sola ir los ratos que a unas y a otras nos sobraban, a consolarlas y recrearme con su conversacin. Repar que en este tiempo haca falta a

  • 83 Sor Juana perseguida

    mi estudio, y haca voto de no entrar en celda alguna si no me obligase a ello la obediencia o la caridad: porque, sin este freno tan duro, al de slo propsito le rompiera el amor; y este voto (conociendo mi fragilidad) le haca por un mes o por quince das; y dando cuando se cumpla, un da o dos de treguas, lo volva a renovar, sirviendo este da, no tanto a mi descanso (pues nunca lo ha sido para m el no estudiar) cuanto a que no me tuviesen por spera, retirada e ingrata al no merecido cario de mis carsimas hermanas.

    9.- Yo confieso que me hallo muy distante de los trminos de la sabidura y que la he deseado seguir, aunque a longe. Pero todo ha sido acercarme ms al fuego de la persecucin, al crisol del tormento; y ha sido con tal extremo que han llegado a solicitar que se me prohba el estudio.

    Una vez lo consiguieron una prelada muy santa y muy cndida que crey que el estudio era cosa de Inquisicin y me mand que no estudiase. Yo la obedec (unos tres meses que dur el poder ella mandar) en cuanto a no tomar libro, que en cuanto a no estudiar absolutamente, como no cae debajo de mi potestad, no lo pude hacer, porque aunque no estudiaba en los libros, estudiaba en todas las cosas que Dios cri, sirvindome ellas de letras, y de libro toda esta mquina universal. Nada vea sin refleja; nada oa sin consideracin, aun en las cosas

  • 84 Sor Juana perseguida

    ms menudas y materiales; porque como no hay criatura, por baja que sea, en que no se conozca el me fecit Deus, no hay alguna que no pasme el entendimiento, si se considera como se debe.

    10.- Confieso tambin que con ser esto verdad tal que, como he dicho, no necesitaba de ejemplares, con todo no me han dejado de ayudar los muchos que he ledo, as en divinas como en humanas letras. Porque veo a una Dbora dando leyes, as en lo militar como en lo poltico, y gobernando el pueblo donde haba tantos varones doctos. Veo una sapientsima reina de Sab, tan docta que se atreve a tentar con enigmas la sabidura del mayor de los sabios, sin ser por ello reprendida, antes por ello ser juez de los incrdulos. Veo tantas y tan insignes mujeres: unas adornadas del don de profeca, como una Abigal; otras de persuasin, como Ester; otras, de piedad, como Rahab; otras de perseverancia, como Ana, madre de Samuel; y otras infinitas, en otras especies de prendas y virtudes.

    11 .- Y aado yo que le perfecciona (si es perfeccin la necedad) el haber estudiado su poco de filosofa y teologa y el tener alguna noticia de lenguas, que con eso es necio en muchas ciencias y lenguas: porque un necio grande no cabe en slo la lengua materna.

  • 85 Sor Juana perseguida

    12.-Oh cuntos daos se excusaran en nuestra repblica si las ancianas fueran doctas como Leta, y que supieran ensear como manda San Pablo y mi Padre San Jernimo! Y no que por defecto de esto y la suma flojedad en que han dado en dejar a las pobres mujeres, si algunos padres desean doctrinar ms de lo ordinario a sus hijas, les fuerza la necesidad y falta de ancianas sabias, a llevar maestros hombres a ensear a leer, escribir y contar, a tocar y otras habilidades, de que no pocos daos resultan, como se experimentan cada da en lastimosos ejemplos de desiguales consorcios, porque con la inmediacin del trato y la comunicacin del tiempo, suele hacerse fcil lo que no se pens ser posible. Por lo cual, muchos quieren ms dejar brbaras e incultas a sus hijas que no exponerlas a tan notorio peligro como la familiaridad con los hombres, lo cual se excusara si hubiera ancianas doctas, como quiere San Pablo, y de unas en otras fuese sucediendo el magisterio como sucede en el de hacer labores y lo dems que es costumbre.

    13.- Y tambin est escrito: Audi Israel, et tace; donde se habla con toda la coleccin de los hombres y mujeres, y a todos se manda callar, porque quien oye y aprende es mucha razn que atienda y calle. Y si no, yo quisiera que estos intrpretes y expositores de San Pablo me explicaran cmo entienden aquel lugar: Mulieres in Ecclesia taceant. Porque o lo han de

  • 86 Sor Juana perseguida

    entender de lo material de los plpitos y ctedras, o de lo formal de la universalidad de los fieles, que es la Iglesia. Si lo entienden de lo primero (que es, en mi sentir, su verdadero sentido, pues vemos que, con efecto, no se permite en la Iglesia que las mujeres lean pblicamente ni prediquen), por qu reprenden a las que privadamente estudian? Y si lo entienden de lo segundo y quieren que la prohibicin del Apstol sea trascendentalmente, que ni en lo secreto se permita escribir ni estudiar a las mujeres, cmo vemos que la Iglesia ha permitido que escriba una Gertrudis, una Teresa, una Brgida, la monja de greda y otras muchas? Y si me dicen que stas eran santas, es verdad, pero no obsta a mi argumento; lo primero, porque la proposicin de San Pablo es absoluta y comprende a todas las mujeres sin excepcin de santas, pues tambin en su tiempo lo eran Marta y Mara, Marcela, Mara madre de Jacob, y Salom, y otras muchas que haba en el fervor de la primitiva Iglesia, y no las excepta

    14.- Pues si est el mal en que los use una mujer, ya se ve cuntas los han usado loablemente; pues en qu est el serlo yo? Confieso desde luego mi ruindad y vileza; pero no juzgo que se habr visto una copla ma indecente. Dems, que yo nunca he escrito cosa alguna por mi voluntad, sino por ruegos y preceptos ajenos; de tal manera, que no me acuerdo

  • 87 Sor Juana perseguida

    haber escrito por mi gusto sino es un papelillo que llaman El Sueo*. Esa carta que vos, Seora ma, honrasteis tanto, la escrib con ms repugnancia que otra cosa**; y as porque era de cosas sagradas a quienes (como he dicho) tengo reverente temor, como porque pareca querer impugnar, cosa a que tengo aversin natural. Y creo que si pudiera haber prevenido el dichoso destino a que naca pues, como a otro Moiss, la arroj expsita a las aguas del Nilo del silencio, donde la hall y acarici una princesa como vos; creo, vuelvo a decir, que si yo tal pensara, la ahogara antes entre las mismas manos en que naca, de miedo de que pareciesen a la luz de vuestro saber los torpes borrones de mi ignorancia.

    * El Primero Sueo es el poema ms destacado de Sor Juana. En parte porque no fue un encargo, como la mayora de sus composiciones lricas, y porque la crtica ha dicho que es el ms logrado de su obra en figuras, lenguaje, estructura y estilo.

    ** Hace referencia a la Carta Atenagrica.

  • 88

    La Carta a Sor Filotea no tuvo repercusin

    alguna. Sor Juana obedeci y entreg los

    4,000 volmenes de su biblioteca, sus

    herramientas cientficas y sus instrumentos

    musicales y matemticos, para dedicarse por

    entero a fines piadosos.

  • 89

  • 90

  • 91

    vidanotas sobre

    obra&

  • 93

    Dos aos despus, en 1669, ingres a San Jernimo, donde pas ms de 20 aos cumpliendo el estado religioso.

  • 94

    En dos ocasiones fue elegida como priora, pero en ambas rechaz el cargo.

  • 95

    Las Catedrales de Oaxaca, Puebla y Mxico le encargaban villancicos para sus ms grandes fiestas.

  • 96

    En 1683 gan, bajo diferentes pseudnimos, dos lauros en el certamen lrico universitario del Triunfo Partnico.

  • 97

    Sor Juana era amable con los enfermos y solicitaba que la dejaran cocinarles, atenderles, cuidar a los nios y moler chocolate.

  • 98

    En la habitacin de Sor Juana haba 4,000 libros de teologa, filosofa, humanidades, literatura, as como instrumentos musicales y matemticos.

  • 99

    El Ilmo. Dr. Fernndez de Santa Cruz le pidi a Sor Juana que no dejara los libros, pero que se diera ms a Dios y encaminara su pluma a asuntos sagrados.

  • 100

    Sor Juana sacrific sus libros, as como sus instrumentos musicales y

    matemticos para el beneficio

    de los pobres.

  • 101

    Por peticin de ella misma, Sor Juana pas sus ltimos das cuidando a sus hermanas

    enfermas. Muri el 17 de abril

    de 1695.

  • 102

    Sor Juana disfrutaba de cocinar, lejos de verlo como una tarea domstica destinada slo a las mujeres, ella la vea como un espacio de experimentacin, en

    el que poda comprobar la transformacin de

    los alimentos, dependiendo de las cualidades

    de cada ingrediente, como un laboratorio

    qumico a su disposicin.

  • 103

    CocineraSor Juana

  • 104

    El Libro de cocina es un documento encontrado en el siglo XVIII que se ha adjudicado a Sor Juana. En l aparecen platillos salados y dulces de la poca novohispana. Ms que inventos de la monja jernima, es una recopilacin de recetas de su tiempo. Estos recetarios eran comunes para resguardar por generaciones la forma de preparar ciertos platos caractersticos de cada convento. Las explicaciones eran bastante breves, rasgo que identific los recetarios antiguos.

    Sor Juana, como monja y jernima, siempre estuvo vinculada a la comida conventual, pero en su caso se sumaban otros saberes a su sensorialidad receptiva de querer aprender absolutamente todo bajo el precepto de la armona. Para sor Juana la comida, al igual que la msica y poesa deban poseer una brillante armona y equilibrio.

    Aguilar Salas, Lourdes, Sor Juana, las monjas jernimas y los deleites de la cocina, Claustronoma. Revista

    gastronmica digital, Universidad del Claustro de Sor Juana, Mxico, D.F., 2015, .

  • 105 Sor Juana cocinera

    Se hace el arroz con leche y ya que est bueno se aparta y unta una cazuela con manteca y se echa la mitad del arroz en la cazuela, fro; ya est prevenido el picadillo como para rellenar con jitomate, una punta de dulce, pasas, almendras, piones, acitrn y alcaparras, y se le echa y encima la otra mitad del arroz, y puesto a dos fuegos se le va untando con unas plumas manteca por encima y as que est cocida se aparta.

    TORTADE ARROZ

    105

  • 106 Sor Juana cocinera

    Para una cazuela de a medio, un puo de cilantro tostado, 4 dientes de ajo asados, 5 clavos, 6 granitos de pimienta, como claco de canela, chiles anchos o pasillas, como quisiere; todo lo dicho molido muy bien y puesto a frer, luego se echa la carne de puerco, chorizos y gallina.

    Los chiles van tostados en la manteca y luego echa ajonjol tostado.

    CLEMOLEDE OAXACA

    Clemole: Platillo de la gastronoma mexicana que consiste en un caldo picoso con carne, verduras y condimentos fuertes.

  • 107 Sor Juana cocinera

    Puesto el maz como para nixcomil despus lavado, despuntado y molido como para tamales, se le revuelve manteca, azcar y las yemas que quieras, con tal que no sean muchas; lleva picadillo con pasas, almendras, acitrn, piones, alcaparras, huevo cocido y una punta de dulce. Se va moliendo como para tortillas de metate y se va echando en la cazuela untada con manteca.

    TURCO DE MAZCACAGUAZINTLE

  • 108 Sor Juana cocinera

    Despus el picadillo y luego otra capa de masa, y puesto a dos fuegos untndole manteca con unas plumas y as que est cocido se le echa azcar en polvo y aparta.

    Nixcomil: Es maz cocido con cal para hacer tortillas.Metate: (del nhuatl metlatl) mortero de piedra tallada que se usa en Mxico y Latinoamrica. Se compone de dos elementos, una plancha rectangular y otra de forma cilndrica, que juntas sirven para moler granos.

    Cacahuazintle: Variedad de maz mexicano, de grano ms blanco y redondo que el maz comn. Con este tipo de maz se elaboran tortillas, tamales, pinole, atole, etc., remojando primero los granos secos con cal para hacer el masa.

    Turco: Pan a base de huevos, mantequilla y harina, de consistencia esponjosa que se usa en postres y pasteles.

  • 109 Sor Juana cocinera

    Chiles desvenados y remojados de un da para otro, molidos con ajonjol tostado, y frito todo en manteca; echars el agua necesaria, la gallina, rebanadas de pltano, de camote, manzana y su sal necesaria.

    MANCHAMANTELES

  • 110 Sor Juana cocinera

    En iguales partes de agua y vinagre, cocers la carne; luego muele jitomate, canela, clavo, pimienta y puesto a frer con rebanadas de cebolla y perejil, bastante desahogado, as que est hecho el caldillo, su azafrn, sube haciendo como la capirotada a una capa.

    GUISADOPRIETO

  • 111 Sor Juana cocinera

    Prepara una cazuela con rebanadas de pan tostadas y doradas en manteca; despus, tuesta unos garbanzos molidos y cernidos, revuelve con la leche, la que tendr ajonjol tostado, pasas, almendras, acitrn, piones y nuez, y puesto a cocer de modo que no se espese con su dulce correspondiente; pon luego la cazuela a dos fuegos lentos y echa de la dicha leche en la cazuela y conforme se vaya secando el caldo de la cazuela, irs echndole ms hasta que conozcas est bien penetrado

    SOPADE LECHE

  • 112 Sor Juana cocinera

    el pan y la sopa est algo aguada; le echars encima azcar y canela, luego gallina asada, chorizos y jamn.

    A dos fuegos: Tipo de cocimiento en el que se pona el sartn o cacerola sobre el fuego y se tapaba con brasas encima de modo que se crea un efecto de horno.

  • 113 Sor Juana cocinera

    Pica y haz gigote la gallina y sazona con todas sus especies; luego irs poniendo rebanadas de pan tostadas en una cazuela untada con manteca y as que est puesta una capa de dichas rebanadas, se roca con vino, y pon otra de natas de leche con canela por encima despolvoreada y clavo y pimienta; luego otra capa de pan, sigues haciendo lo mismo hasta llenar la cazuela, la que concluirs con las rebanadas; despus echars todo el caldo que qued del gigote, echndole encima una capa de yemas de huevos batidas.

    GIGOTECUAJADO

  • 114 Sor Juana cocinera

    Pon una cazuela untada con manteca y luego una capa de gallina y otra de jitomate, cebollas rebanadas, clavo, pimienta, canela, cominos, cilantro, ajos en pedacitos, perejil en lonjitas y azafrn; as continuars y al ltimo, lonjas de jamn y vinagre, y puesto a cocer entre dos fuegos. Despus de que est cocido su caldo necesario, chorizones, pasas, almendras, aceitunas, chiles y alcaparrones.

    GIGOTEDE GALLINA

    Gigote: (Del francs gigot, pierna de carnero, cordero o cabrito, cortada para servirla en la mesa). Guisado de carne picada rehogada en manteca.

  • 115 Sor Juana cocinera

    Se endulza la leche hervida. A una taza de leche, 4 yemas, se revuelven y echan en la taza; se ponen a hervir dentro de agua con un comal encima, y para conocer si est, mete un popote hasta que salga limpio. Despus echa canela.

    JERICAYA

    Postres

    Jericaya: Postre tpico mexicano de origen espaol. Est hecho a base de leche, huevos, vainilla, canela y azcar.

  • 116 Sor Juana cocinera

    A un real de leche, claco de arroz remolido, idem de almidn, diez yemas; todo junto se revuelve y endulza y luego que est de punto, echa agua de azahar. Habindolo meneado sin cesar desde que se pone, se echa en un plato y canela por encima. Si quieren hacerlo ante, ponen una capa de esta pasta y otra de mamn. Guarnece con pasas, almendras, piones y canela.

    BIENME SABES

    Bienmesabes: Dulce tpico de la gastronoma espaola, de probable origen rabe. Aunque hay ciertas variantes en su elaboracin, los ingredientes ms frecuentes son azcar, almendras, huevos, almbar, pan y canela molida.

    Claco: Moneda antigua de cobre.

  • 117 Sor Juana cocinera

    Una libra de mamey, media de almendras, dos de azcar clarifiada y colada, puesto al fuego hasta que tome punto no muy alto. Se hace pasta de pia, a libra de pia otra de azcar; se ponen capas de mamn y la pasta se adorna con canela, pasas y almendras. Dos libras de azcar clarificada; as que est de medio punto echa un coco rallado y luego que espese bien, se aparta y deja enfriar y poco a poco se le echan 12 yemas batidas; se pone al fuego y revuelve.

    ANTEDE MAMEY

  • 118 Sor Juana cocinera

    A un coco molido, 10 yemas, cuatro reales de almendra, 12 idem de azcar y de vino lo que baste para mojar el mamn y no lleva canela.

    Idem: Latinismo que significa lo mismo.

    Real: Medida en la que dos reales equivalen aproximadamente a media libra, es decir, a 250 gramos.

    Mamn: Pan a base de huevos, mantequilla y harina, de consistencia esponjosa que se usa en postres y pasteles.

  • 119 Sor Juana cocinera

    A medio de natillas, medio de huevos desechos en las natillas, slo las yemas se baten y se le echa azcar al gusto, sal y canela molida. Se unta un platn con mantequilla y hecha el batido; se pone a dos fuegos hasta que est cuajado.

    ANTEDE NATAS

  • 120 Sor Juana cocinera

    Una libra de harina, medio de requesn, 6 yemas de huevo, una mantequilla. Se amasan, cortan y fren.

    BUUELOSDE REQUESN

  • 121 Sor Juana cocinera

    A un real de leche, echa 10 o 12 yemas, cuartilla de arroz crudo y molido colado con la dicha leche, una cscara de limn, su dulce correspondiente, y puesto al fuego se est meneando que tome punto de manjar blanco. Vacalo en un platn luego que enfre, azcar molida por encima y canela, y luego pon encima un comal con fuego para que queme.

    LECHEQUEMADA

  • 122

  • Pues qu os pudiera contar, Seora, de los secretos naturales que he descubierto estando guisando? Veo que

    un huevo se une y fre en la manteca o

    aceite y, por contrario, se despedaza en

    el almbar; ver que para que el azcar se

    conserve fluida basta echarle una muy

    mnima parte de agua en que haya estado

    membrillo u otra fruta agria; ver que la

    yema y clara de un mismo huevo son tan

    contrarias, que en los unos, que sirven

    para el azcar, sirve cada una de por s

  • y juntos no. Por no cansaros con tales

    frialdades, que slo refiero por daros

    entera noticia de mi natural y creo que os

    causar risa; pero, seora, qu podemos

    saber las mujeres sino filosofas de

    cocina? Bien dijo Lupercio Leonardo, que

    bien se puede filosofar y aderezar la cena.

    Y yo suelo decir viendo estas cosillas: Si

    Aristteles hubiera guisado, mucho ms

    hubiera escrito.

    Respuesta de la poetisa a la muy ilustre Sor Filotea de la Cruz, 1691

  • PERSEGUIDASor Juana

    CocineraSor Juana

    poetaSor Juana

    102

    67

    22

    ndice

  • EN PERSEGUIRME, MUNDO, QU INTERESAS? POEMAS, PROSA Y RECETAS DE SOR JUANA INS DE LA CRUZ

    termin de imprimirse en agosto de 2015, en Coordinacin Editorial Dolores Quintanilla

  • Alguien como ella, aunque lo hubiera preferido, no poda ocultarse: destacaban demasiado su inteligencia y su disciplina. Y como era de esperarse, no todos vieron con buenos ojos su dedi-cacin. Sus superiores intentaron que se ocupara de otras activida-des dentro del convento que la alejaran de esas intensas lecturas y la enviaban a hacer labores de cocina y servicios religiosos que frecuentemente evada.

    SECSecretara de Cultura