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EMOCIONES NEGATIVAS Y SALUD
Negative emotions and health
Jos Antonio Piqueras Rodrguez, Victoriano Ramos Linares Agustn
Ernesto Martnez Gonzlez, Lus Armando Oblitas Guadalupe*
Resumen
Los autores llevan a cabo una revisin del estado de la cuestin
en la actualidad del tema emocionesnegativas y salud. En primer
lugar tratan el concepto de emocin y, a continuacin, cuales sonlas
principales caractersticas de las emociones negativas. Luego
abordan la cuestin de la relacinentre emociones negativas y
salud-enfermedad, para finalizar con algunas ideas que sinteticenlo
tratado a lo largo del artculo.
Palabras clave: Emociones negativas, salud
Abstract
The authors make an analysis of the present situation of the
topic on negative emotions andhealth. First of all, they talked
about the concept of emotion and then the main characteristics
ofnegative emotions. Later they deal with the relation between
negative emotions and health-sick-ness, and they finally end with
some ideas that summarize what was dealt with in the
wholearticle.
Key words: Negative emotions, health.
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EMOCIONES NEGATIVAS Y SALUD
* Jos Antonio Piqueras Rodrguez, Ph.D. Universidad Miguel
Hernndez de Elche. rea de Personalidad,Evaluacin y Tratamiento
Psicolgico, Departamento de Psicologa de la Salud. E-mail:
[email protected]
JOS PIQUERAS, VICTORIANO RAMOS, AGUSTN MARTNEZ, LUIS OBLITAS
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ENERO - DICIEMBRE
INTRODUCCINLas emociones son reacciones psicofisiolgicas de
las personas ante situaciones relevantes desde un puntode vista
adaptativo, tales como aquellas que implicanpeligro, amenaza, dao,
prdida, xito, novedad, etc.Estas reacciones son de carcter
universal, bastanteindependientes de la cultura, producen cambios
en laexperiencia afectiva (dimensin cognitivo-subjetiva),en la
activacin fisiolgica (dimensin fisiolgica-adaptativa) y en la
conducta expresiva (dimensinconductual-expresiva). Adems, desde un
punto devista psicolgico emociones tales como la alegra, elmiedo,
la ansiedad o la ira son emociones bsicas quese dan en todos los
individuos de las ms diversasculturas; poseen un sustrato biolgico
considerable; sonesencialmente agradables o desagradables; nos
activany forman parte de la comunicacin con los dems y; asu vez,
pueden actuar como poderosos motivos de laconducta (Cano-Vindel y
Miguel-Tobal, 2001).
Entre las emociones podemos distinguir al menosdos grupos: las
positivas y las negativas. El miedo-ansiedad, la ira, la
tristeza-depresin y el asco sonreacciones emocionales bsicas que se
caracterizan poruna experiencia afectiva desagradable o negativa y
unaalta activacin fisiolgica. Las tres primeras son lasemociones ms
estudiadas en relacin con el procesosalud-enfermedad y a las cuatro
se las engloba en lacategora de emociones negativas. Estas
reaccionestienen una funcin preparatoria para que las
personaspuedan dar una respuesta adecuada a las demandas
delambiente, por lo que se consideran respuestaseminentemente
adaptativas para el individuo. Sin em-bargo, en ocasiones
encontramos que algunas de estasreacciones pueden transformarse en
patolgicas enalgunos individuos, en algunas situaciones, debido aun
desajuste en la frecuencia, intensidad, adecuacinal contexto, etc.
Cuando tal desajuste acontece y semantiene un cierto tiempo, puede
sobrevenir untrastorno de la salud, tanto mental (trastorno
deansiedad, depresin mayor, ira patolgica, etc.) comofsica
(trastornos cardiovasculares, reumatolgicos,inmunolgicos,
etc.).
A pesar de estas afirmaciones, en las queprobablemente la mayora
de profesionales de la saludestara de acuerdo, no existe tanta
coincidencia encuanto a otras cuestiones relacionadas. Entre
otras,
existe cierta controversia en relacin con quentendemos por
emociones negativas y positivas, cules la verdadera naturaleza de
las relaciones entre estasemociones negativas y las diferentes
condiciones desalud-enfermedad y un largo etctera. Por ello,
espreciso profundizar en el conocimiento de estascuestiones. En las
prximas pginas pretendemos llevara cabo una revisin del estado de
la cuestin en laactualidad. Primero trataremos el concepto de
emociny, a continuacin, cuales son las principalescaractersticas de
las emociones negativas. Luegoabordaremos la cuestin de la relacin
entre emocionesnegativas y salud-enfermedad, para finalizar
conalgunas ideas que sinteticen lo tratado a lo largo
delcaptulo.
CONCEPTO DE EMOCINLas emociones bsicas constituyen patrones
individuales de conducta expresiva, cada uno asociadoa un patrn
especfico de activacin fisiolgica y a unaexperiencia
cognitiva-subjetiva o sentimientoespecfico, todo ello implicando la
existencia de unsubstrato neuroanatmico especfico para cada
emocin(Piqueras, Martnez, Ramos, Rivero y Garca-Lpez,2006).
El miedo, la ira, la tristeza, la alegra, la sorpresa yel asco
son las emociones bsicas para las que existeun mayor consenso.
Desde Darwin hasta autores mscontemporneos, entre ellos Tomkins,
Izard y Ekman,se ha resaltado la importancia de las emociones
encuanto a su funcin adaptativa para la supervivenciadel individuo
y de la especie. Todos estos autoresasumen la existencia de
emociones bsicas que sonproducto de la evolucin filogentica y
ontogentica yque estn relacionadas con estados
biolgicamentesignificativos como son la procreacin, la cra y
laamenaza a la integridad de los individuos y de laespecie.
Por tanto, podemos entender como emocin unaexperiencia
multidimensional con al menos tressistemas de respuesta:
cognitivo/subjetivo; conductual/expresivo y fisiolgico/adaptativo.
Para entender laemocin es conveniente atender a estas tres
dimensionespor las que se manifiesta, teniendo en cuenta que
sueleaparecer cierta desincrona entre los tres sistemas de
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respuesta. Adems, la notoriedad de cada una de estasdimensiones
vara en funcin de la emocin en con-creto, la persona en particular,
o la situacindeterminada. Es ms, en la mayora de ocasiones
lasdiferencias entre los distintos modelos tericos de laemocin se
deben nicamente al papel que otorgan acada una estas tres
dimensiones (Chliz, 2005).
Por otra parte, han existido gran cantidad deintentos por
analizar la emocin en sus componentes odimensiones principales para
facilitar tanto suclasificacin, como la distincin entre las mismas
(p.ej., Spencer, 1890; Wundt, 1896; Woodworth, 1938;Engen, Levy y
Schlosberg, 1958; etc.). A pesar de ello,las nicas dimensiones que
son aceptadas porprcticamente todos los autores son la
dimensinagrado-desagrado y la intensidad de la reaccinemocional
(Zajonc, 1980). No obstante, atendiendonicamente a stas no puede
establecerse unaclasificacin exhaustiva y excluyente de todas
lasreacciones afectivas, puesto que emociones como laira o el odio
pueden ser desagradables e intensas y nose trata del mismo tipo de
emocin. Por tanto, laexperiencia emocional, lo que pensamos y
sentimosdurante una reaccin emocional, se suele clasificarsegn
estos dos ejes o dimensiones fundamentales:placer-desagrado e
intensidad. En otras palabras, lasemociones suelen provocar
sensaciones agradables odesagradables y pueden ser ms o menos
intensas(Chliz, 2005). Aunque, como ya hemos dichoanteriormente, es
difcil lograr una clasificacinexhaustiva de todas las emociones
posibles en base adimensiones independientes, la dimensin
agrado-desagrado es exclusiva y caracterstica de lasemociones, de
forma que todas las reacciones afectivasse comprometen en dicha
dimensin en alguna medida.Esta dimensin de placer-displacer sera la
caractersticadefinitoria de la emocin respecto a cualquier
otroproceso psicolgico. De forma similar, Oatley (1992)seala que lo
realmente definitorio y diferenciador delas emociones es la
disposicin para la accin y lacualidad fenomenolgica. As, una emocin
podradefinirse como una experiencia afectiva en ciertamedida
agradable o desagradable, que supone unacualidad fenomenolgica
caracterstica y quecompromete tres sistemas de respuesta:
cognitivo-subjetivo, conductual-expresivo y
fisiolgico-adaptativo.
Otra forma de clasificar las emociones es haciendoreferencia a
las funciones propias de las mismas. Pareceverdaderamente relevante
el hecho de que desde Dar-win, pasando por James, Cannon, Selye,
etc., se havenido reconociendo que la expresin de las emocionesen
los animales y en el hombre cumple una funcinuniversal adaptativa,
social y motivacional. En estesentido, es bien sabido que todas las
emociones tienenalguna funcin que les confiere utilidad y permite
queel sujeto ejecute con eficacia las reaccionesconductuales
apropiadas y ello con independencia dela cualidad hednica que
generen. Es ms, incluso lasemociones ms desagradables tienen
funcionesimportantes en la adaptacin social y el ajuste personal.A
continuacin se describe brevemente cada una deestas funciones,
siguiendo en parte a Chliz (2005).
Funcin adaptativaUna de las funciones ms importantes de la
emocin es la de preparar al organismo para ejecutareficazmente
la conducta exigida por las condicionesambientales, movilizando la
energa necesaria para ello,as como dirigiendo la conducta
(acercando o alejando)hacia un objetivo determinado. Plutchik
(1980) destacaocho funciones principales de las emociones y
abogapor establecer un lenguaje funcional que identifiquecada una
de dichas reacciones con la funcin adaptativaque le corresponde. La
correspondencia entre laemocin y su funcin son las siguientes:
miedo-proteccin; ira-destruccin;
alegra-reproduccin;tristeza-reintegracin; confianza-afiliacin;
asco-rechazo; anticipacin-exploracin; sorpresa-exploracin.
Relacionada con esta funcin adaptativase encuentra la evidencia de
que las emociones estnntimamente relacionadas con diversos
sistemasfisiolgicos que forman parte del proceso quepodramos
denominar salud-enfermedad, as comode que las emociones juegan un
papel importante en elbienestar/malestar psicolgico de los
individuos, queno deja de ser un indicador del grado de
ajuste/adaptacin del individuo.
Funcin socialLas emociones tambin cumplen una funcin
importante en la comunicacin social. Segn Izard(1993) existen
varias funciones sociales de lasemociones, como son: i) facilitar
la interaccin social;ii) controlar la conducta de los dems; iii)
permitir la
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comunicacin de los estados afectivos y, iv) promoverla conducta
prosocial. Por ejemplo, una emocin comola felicidad favorece los
vnculos sociales y lasrelaciones interpersonales, mientras que la
ira puedengenerar repuestas de evitacin o de confrontacin.
Enresumen, las emociones juegan un doble papel en sufuncin
comunicativa. En primer lugar, la expresinde las emociones puede
considerarse como una seriede estmulos discriminativos que
facilitan la realizacinde las conductas apropiadas por parte de los
dems.As, en muchos casos la revelacin de las
experienciasemocionales es saludable y beneficiosa, tanto
porquereduce el trabajo fisiolgico que supone la inhibicincomo por
el hecho de que favorece la creacin de unared de apoyo social ante
la persona afectada. Sin em-bargo, en ocasiones los efectos sobre
los dems puedenllegar a ser perjudiciales, hecho ste que est
constatadopor la evidencia de que aqullos que proveen apoyosocial
al afligido sufren con mayor frecuencia trastornosfsicos y
mentales. En segundo lugar, la propia represinde las emociones
tiene una evidente funcin social, yaque en un principio se trata de
un proceso claramenteadaptativo, por cuanto que es socialmente
necesaria lainhibicin de ciertas reacciones emocionales quepodran
alterar las relaciones sociales y afectar inclusoa la propia
estructura y funcionamiento de grupos ycualquier otro sistema de
organizacin social.
Funcin motivacionalLa relacin entre emocin y motivacin es
ntima,
ya que se trata de una experiencia presente en cualquiertipo de
actividad que posee las dos principalescaractersticas de la
conducta motivada, direccin eintensidad. La emocin energiza la
conducta motivada.Una conducta cargada emocionalmente se realiza
deforma ms vigorosa. As, la emocin tiene la funcinadaptativa de
facilitar la ejecucin eficaz de la conductanecesaria en cada
exigencia. As, la ira facilita lasreacciones defensivas, la alegra
la atraccin interper-sonal, la sorpresa la atencin ante estmulos
novedosos,etc. Por otro lado, la emocin dirige la conducta, en
elsentido que facilita el acercamiento o la evitacin delobjetivo de
la conducta motivada en funcin de lascaractersticas de
agrado-desagrado de la emocin. Lafuncin motivacional de la emocin
sera congruentecon lo que hemos comentado anteriormente, de
laexistencia de las dos dimensiones principales de laemocin:
dimensin de agrado-desagrado e intensidadde la reaccin
afectiva.
En resumen, si bien algunas de las principalesdiscusiones
tericas actuales giran en torno a si existenemociones bsicas y si
el reconocimiento de las mismases universal, lo cierto es que
existen ciertos patronesde reaccin afectiva distintivos,
generalizados y quesuelen mostrar una serie de caractersticas
comunes entodos los seres humanos. Se trata de las emociones
dealegra, tristeza, ira, sorpresa, miedo y asco. Podemosdefender
incluso que se caracterizan por una serie dereacciones fisiolgicas
o motoras propias, as como porla facilitacin de determinadas
conductas que puedenllegar a ser adaptativas. Por ltimo,
tradicionalmentese suelen diferenciar dos grupos de emociones en
basea la dimensin de agrado-desagrado. Por una parte,
nosencontramos con las emociones positivas, que secaracterizan
porque generan una experiencia agradable.Ejemplos de este tipo de
emociones son la alegra, lafelicidad o el amor. Por otra parte,
existe una serie deemociones cuya experiencia emocional es
desagradabley que han sido profusamente investigadas en su
relacincon la salud mental y fsica. En el siguiente apartadovamos a
repasar algunas de las caractersticasprincipales de las emociones
negativas.
EMOCIONES NEGATIVAS (MIEDO, TRISTEZA,IRA Y ASCO)
A pesar de la pujante aparicin de la psicologapositiva en los
ltimos aos, el estudio de lasemociones negativas ha tenido durante
todo el sigloXX y sigue teniendo mucha fuerza en el desarrollo dela
investigacin de la ciencia psicolgica. Se refiere alas emociones
que producen una experiencia emocionaldesagradable, como son el
miedo-ansiedad, la ira y latristeza-depresin, las tres emociones
negativas msestudiadas. Nosotros tambin aadimos el asco, queen los
ltimos 15-20 aos tambin ha sido objeto deinters por parte de la
comunidad cientfica.Describamos brevemente cada una de estas
emociones.
MiedoEl miedo y la ansiedad son las emociones que han
generado mayor cantidad de investigacin y sobre lasque han
desarrollado un arsenal de tcnicas deintervencin mayor desde todas
las orientacionestericas psicolgicas. La expresin patolgica
delmiedo son los trastornos por ansiedad, que estnrelacionados con
una respuesta de ansiedad ante un
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peligro inexistente o desproporcionada para lo que lasituacin
requiere. Es una de las reacciones que pro-duce mayor cantidad de
trastornos mentales,conductuales, emocionales y psicosomticos.
Ladistincin entre fobia y miedo podra concretarse enque la reaccin
de miedo se produce ante un peligroreal y la reaccin es
proporcionada a ste, mientras queen la fobia la respuesta de
ansiedad esdesproporcionadamente intensa (o innecesaria) con
lasupuesta peligrosidad del estmulo. Para nuestro fin,no
distinguiremos entre ambos trminos.
Siguiendo a Sandn y Chorot (1995), el miedo-ansiedad puede ser
definida como una respuesta delorganismo que se desencadena ante
una situacin deamenaza o peligro fsico o psquico, cuyo objeto es
dotaral organismo de energa para anular o contrarrestar elpeligro
mediante una respuesta (conducta de huida ode agresin).
Este mecanismo funciona de forma adaptativa ypone en marcha
dicho dispositivo de alerta anteestmulos o situaciones que son
potencialmenteagresoras o amenazantes. Existe un continuo entre
laansiedad adaptativa y la ansiedad clnica, ambas tienenla misma
fenomenologa: cogniciones, neurofisiologay respuesta motoras de
defensa o ataque. Sabemos queuna cierta cantidad de ansiedad
(normal) es necesariapara realizar ciertas tareas, para resolver
problemas deun modo eficaz. Existe adems una relacin simtricaentre
nivel de ansiedad (visto como nivel de motivacin)y rendimiento
(desarrollo de una tarea, mecanismo deresolucin de problemas). As,
la relacin entre ansiedady rendimiento viene expresada por una
curva en formade U invertida. Segn la Ley de Yerkes-Dodson
(1908),un dficit de ansiedad conlleva una eficacia de accinbaja,
mientras que una ansiedad ptima antedeterminados problemas propicia
el aumento, de formadeseable, de la ejecucin o eficacia. Sin
embargo, laansiedad excesiva o clnica acta interfiriendo
elrendimiento en todos los mbitos del ser humano y setorna en
clnica en las siguientes situaciones:
Cuando el estmulo presentado es inofensivo yconlleva una
compleja respuesta de alerta.
Cuando la ansiedad persiste en el tiempo,superando lo meramente
adaptativo y los nivelesde alerta persisten.
Cuando los niveles de alerta y la ansiedadinterrumpen el
rendimiento del individuo y lasrelaciones sociales.
Como ya hemos dicho, la ansiedad clnica tienevarios conceptos
relacionados como el miedo y lasfobias. Se trataran de reacciones
equivalentes, pero enel primer caso se producira ante una situacin
deamenaza real mientras que en el segundo seran anteun peligro no
real o sobredimensionado. En cualquiercaso a nivel operativo
bastantes autores identificandichos conceptos como sinnimos (Sandn
y Chorot,1995).
El anlisis de las caractersticas principales de laansiedad como
emocin negativa viene resumido en eltabla 1. Entre stas, especial
inters tiene el conocidotriple nivel de respuesta: fisiolgico,
cognitivo y mo-tor.
TristezaTradicionalmente como una de las emociones
desagradables, aunque no siempre se puede decir quees negativa.
Existe gran variabilidad cultural e inclusoalgunas culturas no
poseen palabras para definirla. Noobstante, la tristeza-depresin,
al igual que cualquierotra emocin, tiene una funcin filogentica
adaptativapara recabar la atencin y el cuidado de los
dems,constituir un modo de comunicacin en situaciones deprdida o
separacin, o ser un modo de conservarenerga para poder hacer frente
a ulteriores procesosde adaptacin (Whybrow, Akiskal y McKinney,
1984).Desde el punto de vista de la relacin entre lasemociones
negativas y la respuesta de estrs, laexperiencia de estado de nimo
triste dependera de laevaluacin cognitiva realizada sobre la
demandasituacional y los recursos que posee el sujeto paraafrontar
la situacin, que en tal caso sera negativa ycon frecuencia
predominara cuando el estresor/es secronifica/n (Beck et al.,
1983).
Otro hecho bastante comn es que la ansiedad sueleaparecer
asociada al cuadro depresivo. En estos casoslos sntomas de tensin
suelen interferir en la capacidadde disfrute del sujeto respecto a
las actividadesagradables y se intensifican las desagradables. En
talcaso, al igual que la ansiedad en su forma clnica,
estossentimientos podran por su duracin, frecuencia e
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intensidad transformarse en una depresin clnica einterferir en
la capacidad adaptativa de la persona quelos padece. Todo ello
resulta coherente con la ideabastante aceptada en la actualidad de
que el estrs tieneun importante papel en la gnesis de la
depresin(Lewinsohn, Gotlib y Hautzinger, 1997).
En su forma clnica, la depresin es un trastornodel estado de
nimo caracterizado por una sensacinde tristeza intensa superior a
dos meses. Se producepor diversas causas: acontecimientos de la
vida diaria(relacionados con prdidas o incapacidad para
hacerlesfrente -indefensin-), cambios qumicos en el cerebro,efecto
secundario de medicamentos, diversos trastornosfsicos o mdicos. Los
sntomas de la depresin no sonlos mismos en todos los individuos. La
mayora desujetos dejan de tener inters por las
actividadescotidianas, sienten fatiga o sensacin de
lentitud,problemas de concentracin, trastornos del
sueo,sentimientos de culpa, inutilidad o desesperanza,aumento o
prdida de apetito o de peso, disminucindel deseo sexual, ideacin
suicida y pensamientosnegativos sobre si mismo, etc. (Beck et al.,
1983; Ellis,1981; 1990).
Por lo tanto, la depresin es el resultado final de lainteraccin
de mltiples factores constitucionales,evolutivos, ambientales e
interpersonales, quemodifican las pautas de neurotransmisin entre
loshemisferios cerebrales y el sistema lmbico. En la tabla2 se
muestran las caractersticas principales de estaemocin.
IraLa ira es considerada una emocin negativa por la
mayora de los tericos de la emocin. Esta emocinpuede ser
concebida atendiendo a tres tipos dedefiniciones de la valencia
emocional (Lazarus, 1991),es decir, las emociones se pueden
entender comopositivas o negativas en base a: (i) las condiciones
queevocan la emocin; (ii) las consecuencias adaptativasde la emocin
o; (iii) la experiencia subjetiva de laemocin. As, en primer lugar,
la ira puede verse comonegativa debido a las condiciones que evocan
laemocin, ya que suele ser evocada por acontecimientosaversivos. En
segundo lugar, la ira se puede calificarcomo positiva o negativa
cuando es entendida desde elpunto de vista de sus consecuencias
adaptativas,
dependiendo del resultado de una situacin particular.Finalmente,
la ira se podra ver como positiva o negativaen funcin de la
sensacin subjetiva o evaluacin de laemocin, dependiendo de si un
individuo siente placer/gusto o displacer/aversin tras la
experiencia subjetivade ira. Algunos cientficos se centran en las
condicionesdel estmulo al definir la emocin (p. ej., una
ofensapercibida causa ira), mientras que otros se centran enlas
respuestas evocadas cuando definen la emocin (p.ej., la ira implica
ciertos cambios fisiolgicos,expresiones conductuales y sensaciones
subjetivas). Lasdefiniciones basadas en el estmulo indican que
laevaluacin del individuo del estmulo que causa laemocin determina
la valencia de la emocin (Lazarus,1991). Con estas definiciones, la
relacin beneficiosao daina persona-ambiente se considera la manera
msimportante y ms frecuente de distinguir las emocionespositivas de
las negativas. As, segn la definicinbasada en el estmulo, la ira es
una emocin negativa.Las definiciones basadas en la respuesta
indican que laevaluacin subjetiva del individuo de los
sentimientosdetermina la valencia. Respecto a otras
caractersticastpicas de la ira la tabla 3 muestra un resumen.
AscoEl asco es una de las reacciones emocionales en
las que las sensaciones fisiolgicas son ms patentes.La mayora de
las reacciones de asco se generan porcondicionamiento
interoceptivo. Est relacionado contrastornos del comportamiento,
tales como la anorexiay bulimia, pero puede ser el componente
teraputicoprincipal de los tratamientos basados encondicionamiento
aversivo, tales como la tcnica defumar rpido, as como en el
tratamiento para reducirlas nuseas y vmitos anticipatorios a la
quimioterapia(Chliz, 2005).
Esta reaccin emocional suele darse ante estmulosdesagradables
(qumicos fundamentalmente) que sonpotencialmente peligrosos o
molestos. Suele ser muyproclive a los condicionamientos aversivos,
siendo losEstmulos Condicionados mayoritariamente olfativoso
gustativos.
La actividad fisiolgica tpica de esta emocinsuele ser el aumento
en la reactividad gastrointestinaly la tensin muscular. No
obstante, las dos reaccionesfisiolgicas ms caractersticas y
distintivas de esta
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emocin son las sensaciones de nusea y el aumentode la salivacin.
Por otra parte, a diferencia deemociones como el miedo y la ira,
donde predomina larespuesta simptica del sistema nervioso autnomo,
enel asco se ha contrastado una mayor predominancia dela respuesta
parasimptica (Rozin, Haidt y McCauley,2000).
Entre las funciones reconocidas se encuentran lageneracin de
respuestas de escape o evitacin desituaciones desagradables o
potencialmente dainaspara la salud. Aunque los estmulos
incondicionadossuelen estar relacionados con la ingesta de forma
quela cualidad fundamental es olfativa u olorosa, losestmulos
condicionados pueden asociarse a cualquierotra modalidad perceptiva
(escenas visuales, sonidos,etc.). Adems tambin parece demostrado
que no se
puede restringir la emocin de asco a estmulosrelacionados con
alimentos en mal estado opotencialmente peligrosos para la salud,
ya que lo ciertoes que esta reaccin emocional tambin se produce
antecualquier otro tipo de estimulacin que no tenga porqu estar
relacionada con problemas gastrointestinales.Es ms, incluso puede
producirse reaccin de asco antealimentos nutritivos y en buen
estado. Otra de lasfunciones reconocidas es la de potenciar
hbitossaludables, higinicos y adaptativos. Por ltimo, tieneun papel
motivador fundamental de cara a energizarconductas que implican la
necesidad de evitacin oalejamiento del estmulo, siendo
caractersticas lassensaciones desagradables, tales como la
nusea,cuando el estmulo es oloroso o gustativo (vase tabla4).
Tabla 1. Caractersticas del miedo (tomado parcialmente de Chliz,
2005).
- Situaciones potencialmente peligrosas o Estmulos Condicionados
que producen Respuestas Condicionadas demiedo. Los ECs pueden ser
variados y carecer objetivamente de peligro.
- Situaciones novedosas y misteriosas, especialmente en nios-
Procesos de valoracin secundaria que interpretan una situacin como
peligrosa.- Dolor y anticipacin del dolor.- Prdida de sustento y,
en general, cambio repentino de estimulacin.
- Sistema Nervioso Autnomo (Divisin simptica adrenal): activacin
rpida al identificar cualquier amenaza de unmodo automtico e
involuntario. Elevacin de la frecuencia cardiaca (taquicardia), de
la presin arterial, dilatacin delos bronquios, aumento de la tensin
muscular, incremento de la conductancia y de las fluctuaciones de
la misma.
- Sistema Neuroendocrino (hipotlamo-hipfiso-suprarrenal):
Activacin ms lenta, de efectos ms duraderos queSNA y que requiere
una exposicin ms prolongada a amenaza.
- Lazarus y Faulkman (1986): valoracin primaria de amenaza y
valoracin secundaria de ausencia de estrategias deafrontamiento
apropiadas.
- Reduccin de la eficacia de los procesos cognitivos,
obnubilacin. Focalizacin de la percepcin en el estmulotemido.
- Pensamientos negativos automticos (Beck et al., 1983) y
creencias irracionales (Ellis, 1981, 1990) antes y durante
lasituacin, interpretndola como peligrosa o bien valorando la
propia incapacidad para afrontarla.
- Preocupacin, anticipacin, hipervigilancia, temor, inseguridad,
sensacin de prdida de control y la percepcin defuertes cambios
fisiolgicos, etc.
- Facilitacin de respuestas de escape o evitacin de la situacin
peligrosa: procedimientos de reforzamiento negativo.- Al prestar
una atencin casi exclusiva al estmulo temido, facilita que el
organismo reaccione rpidamente ante el
mismo.- Moviliza gran cantidad de energa para ejecutar las
respuestas de manera mucho ms intensa que en condiciones
normales. Si la reaccin es excesiva, la eficacia disminuye, segn
la relacin entre activacin y rendimiento de Yerkesy Dodson
(1908).
- Se trata de una de las emociones ms intensas y desagradables.
Genera aprensin, desasosiego y malestar.- Preocupacin, recelo por
la propia seguridad o por la salud.- Sensacin de prdida de
control.
- Confrontacin (acciones dirigidas hacia la accin como el
contraataque, la reaccin agresiva, es decir, la
ira);distanciamiento (evitaciones, escapes); autocontrol; bsqueda
de apoyo social, etc.
- Objetivo de las conductas: mitigar o aliviar el malestar fsico
o psicolgico generado (evitacin, escape) que puedenderivar en
conductas no saludables tales como beber, fumar, llevar una mala
dieta, etc.
Instigadores
Actividadfisiolgica
Procesoscognitivosimplicados
Funcin
Experienciasubjetiva
Expresinconductual
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Tabla 2. Caractersticas de la tristeza (tomado parcialmente de
Chliz, 2005).
- Separacin fsica o psicolgica, prdida o fracaso; decepcin,
especialmente si se han desvanecido esperanzas puestasen algo;
situaciones de indefensin, ausencia de prediccin y control;
ausencia de actividades reforzadas y conductasadaptativas; dolor
crnico.
- SNC: disfuncin central de la neurotransmisin (descompensacin
de las monoaminas neurotransmisoras noradrenalinay serotonina, y
posiblemente, tambin de la acetilcolina y de las endorfinas).
- Sistema Neuroendocrino (hipotlamo-hipfiso-suprarrenal):
Actividad fisiolgica elevada y sostenida con ligero aumentoen
frecuencia cardiaca, presin sangunea y resistencia elctrica de la
piel (perfil bioqumico similar al propio de situacionesde estrs:
activacin eje hipotalmico-hipofisiario-crticosuprarrenal;
perturbacin de los ritmos circadianos de corti-sol, etc.
- Valoracin de prdida o dao que no puede ser reparado.-
Focalizacin de la atencin en las consecuencias a nivel interno de
la situacin.- Proceso cognitivo caracterstico de la depresin (trada
cognitiva, esquemas depresivos y errores en el procesamiento de
la informacin (Teora de Beck; Beck et al., 1983).- Teora de la
Desesperanza (Abramson et al., 1978) y Teora de la Indefensin
Aprendida (Seligman, 1981).
- Cohesin con otras personas, especialmente con aqullos que se
encuentran en la misma situacin.- Disminucin en el ritmo de
actividad. Valoracin de otros aspectos de la vida que antes no se
les prestaba atencin.- Comunicacin a los dems que no se encuentra
bien y ello puede generar ayuda de otras personas, as como
apaciguamiento
de reacciones de agresin por parte de los dems, empata, o
comportamientos altruistas.
- Desnimo, melancola, desaliento; prdida de energa.
- Reduccin generalizada en la frecuencia de las conductas y
prdida de reforzadores positivos contingentes a la conducta.-
Prdida en la efectividad de tales reforzadores (o la incapacidad de
hacer frente a una situacin -indefensin aprendida).-
Prdidas/incapacidad debidas a factores ambientales (rupturas de
pareja) o intrapersonales (dficit habilidades sociales).- Evidencia
respecto antecedentes de sucesin de eventos vitales estresantes o
una historia previa de adversidades y estrs
psicosocial (Kessler, 1997).
Instigadores
Actividadfisiolgica
Procesoscognitivosimplicados
Funcin
Experienciasubjetiva
Expresinconductual
Tabla 3. Caractersticas de la ira (tomado parcialmente de Chliz,
2005).
- Estimulacin aversiva, tanto fsica o sensorial, como
cognitiva.- Condiciones que generan frustracin, interrupcin de una
conducta motivada, situaciones injustas, o atentados contra
valores morales.- Extincin de la operante, especialmente en
programas de reforzamiento continuo.- Inmovilidad, restriccin fsica
o psicolgica.
- Elevada actividad neuronal y muscular.- Reactividad
cardiovascular intensa (elevacin en los ndices de frecuencia
cardiaca, presin sistlica y diastlica).
- Focalizacin de la atencin en los obstculos externos que
impiden la consecucin del objetivo o son responsables de
lafrustracin.
- Obnubilacin, incapacidad o dificultad para la ejecucin eficaz
de procesos cognitivos.
- Movilizacin de energa para las reacciones de autodefensa o de
ataque.- Eliminacin de los obstculos que impiden la consecucin de
los objetivos deseados y generan frustracin. Si bien la ira
no siempre concluye en agresin, al menos sirve para inhibir las
reacciones indeseables de otros sujetos e incluso evitaruna
situacin de confrontacin.
- Sensacin de energa e impulsividad, necesidad de actuar de
forma intensa e inmediata (fsica o verbalmente) parasolucionar de
forma activa la situacin problemtica.
- Se experimenta como una experiencia aversiva, desagradable e
intensa. Relacionada con impaciencia.
- En general aproximacin al estmulo, objeto o situacin.- Tres
estilos distintos de expresin de la ira: Supresin de la ira
(anger-in). Afrontamiento de la situacin reprimiendo la expresin
verbal o fsica, aunque persista
activacin alta. Expresin de la ira (anger-out). Afrontamiento de
la situacin manifestando conductas airadas verbal o fsicamente,
hacia otras personas u objetos, aunque sin intencin de producir
dao. Control de la ira (anger-control). Afrontamiento de la
situacin canalizando la energa emocional proyectndola hacia
fines constructivos, tales maximizar la posible resolucin
positiva del conflicto.
Instigadores
Actividadfisiolgica
Procesoscognitivosimplicados
Funcin
Experienciasubjetiva
Expresinconductual
EMOCIONES NEGATIVAS Y SALUD JOS PIQUERAS, VICTORIANO RAMOS,
AGUSTN MARTNEZ, LUIS OBLITAS
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AV. PSICOL. 18(1) 2010ENERO - DICIEMBRE 41
Tabla 4. Caractersticas del asco (tomado parcialmente de Chliz,
2005).
Instigadores - Estmulos desagradables (qumicos fundamentalmente)
potencialmente peligrosos o molestos.- ECs condicionados
aversivamente. Los EIs suelen ser olfativos o gustativos.
- Aumento en reactividad gastrointestinal.- Tensin muscular-
Nusea e incremento de la salivacin.- Mayor predominancia de la
divisin parasimptica del sistema nervioso autnomo frente a otras
emociones como el
miedo y la ira.
- Experiencia subjetiva de repulsa, de corta duracin.- Puede
provocar reacciones de humor en determinados contextos que elicitan
sensaciones de asco.
- Generacin de respuestas de escape o evitacin de situaciones
desagradables o potencialmente dainas para la salud.Los estmulos
suelen estar relacionados con la ingesta de forma que la cualidad
fundamental es olfativa u olorosa, si bienlos ECs pueden asociarse
a cualquier otra modalidad perceptiva (escenas visuales, sonidos,
etc.)
- A pesar de que algunos autores restringen la emocin de asco a
estmulos relacionados con alimentos en mal estado opotencialmente
peligroso para la salud, lo cierto es que esta reaccin emocional
tambin se produce ante cualquier otrotipo de estimulacin que no
tenga por qu estar relacionada con problemas gastrointestinales.
Incluso puede producirsereaccin de asco ante alimentos nutritivos y
en buen estado.
- Potenciar hbitos saludables, higinicos y adaptativos
- Necesidad de evitacin o alejamiento del estmulo. Si el estmulo
es oloroso o gustativo aparecen sensacionesgastrointestinales
desagradables, tales como nusea.
- Expresin facial: retraccin del labio superior de la boca y
arrugamiento de la nariz.- Distanciamiento del objeto, evento o
situacin.- Rechazo.
EMOCIONES NEGATIVAS Y PROCESOSALUD-ENFERMEDAD.
Hasta aqu se ha hablado de las emociones comoreacciones bsicas
adaptativas, pero tanto la ansiedady la depresin como tambin la ira
y el asco (si bienninguna de ellas tiene su propia categora
diagnsticaen los manuales psiquitricos, aun siendo condicionescon
claras implicaciones clnicas) pueden dar lugar amanifestaciones
clnicas de estas emociones, donde elcarcter adaptativo de las
mismas se pierde y seconvierte en un problema que interfiere y
generamalestar clnicamente significativo. Estas formas
secorresponderan aproximadamente con los trastornosde ansiedad y
afectivos del Eje I del DSM y de la CIE-10, cuando nos referimos a
los trastornos psiquitricos,as como tambin a algunos de los
factores psicolgicospropuestos por las ms recientes ediciones DSM
bajola denominacin de Factores psicolgicos que afectana la condicin
mdica (APA, 2000) o con la categoraFactores psicolgicos y del
comportamiento entrastornos o enfermedades clasificadas en otro
lugaren el CIE-10 (OMS, 1992), cuando nos referimos a las
manifestaciones emocionales desadaptativas asociadasa las
enfermedades fsicas.
En resumen, parece que podemos afirmar que lasemociones influyen
sobre la salud-enfermedad a travsde los diferentes trastornos
clnicos as como a travsde sus propiedades motivacionales para
modificar lasconductas saludables (ejercicio fsico moderado,
dietaequilibrada, descanso, ocio, etc.) y no saludables(abuso de
alcohol, tabaco, sedentarismo) (Chliz,2005). Pero no solo la
ansiedad, la depresin, la irapatolgica o el asco patolgico pueden
afectaradversamente a una condicin mdica, sino que laevidencia
emprica nos muestra que bien de formaespecfica bien asociadas a
enfermedades fsicas existeuna alta prevalencia de problemas de
ansiedad,depresin e ira que evidentemente han de ser tenidasen
cuenta (Martn, 2005).
En primer lugar atenderemos a la relacin entreemociones
negativas y salud mental, paraposteriormente abordar la relacin de
las primeras con
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Actividadfisiolgica
Procesoscognitivosimplicados
Funcin
Experienciasubjetiva
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42AV. PSICOL. 18(1) 2010
ENERO - DICIEMBRE
la salud fsica, aunque somos conscientes que estadiferenciacin
obedece a un intento por facilitar lasdescripciones ms que a una
separacin real entre losaspectos de salud mental y fsica.
EMOCIONES NEGATIVAS Y SALUD MENTAL
AnsiedadCuando la frecuencia, intensidad o duracin de la
ansiedad como respuesta emocional es excesiva puededar lugar a
la aparicin de limitaciones, ms o menosimportantes, en la vida del
individuo y en su capacidadde adaptacin al medio circundante. En
estos casoshablamos de ansiedad patolgica o de un trastorno
deansiedad.
La presencia de fuertes reacciones o estados deansiedad no
solamente va a estar en la base de losdenominados trastornos de
ansiedad, sino que va a estarasociada frecuentemente a la depresin,
y en general alos distintos trastornos considerados
tradicionalmentecomo neurticos, a buena parte de los
trastornospsicticos y a una amplia variedad de
trastornospsicofisiolgicos (APA, 2000).
Como puede observarse por la amplia gama deproblemas
relacionados con la ansiedad, podramosafirmar que esta va a ser un
elemento central enpsicopatologa y en buena parte de otros
problemasrelacionados con la salud, dando lugar a un conside-rable
coste emocional, pero tambin econmico paracualquier sistema
sanitario.
Los trastornos de ansiedad presentan la mayorprevalencia entre
los diferentes trastornos mentales,concretamente un 16,4% de la
poblacin deNorteamrica sufre algn trastorno de ansiedad al cabode
un ao. (Barlow, 2002). La cronicidad de su cursose halla por
delante de la de los trastornos del estado denimo y de las
adicciones. Por lo que se refiere a Espaa,nuestro pas, la cifra de
personas que en el ltimo aohan tenido algn trastorno de ansiedad
asciende a dosmillones cuatrocientas mil personas (5,9%;
Cano-Vindel, 2004).
Para una revisin de los distintos trastornos deansiedad
recomendamos al lector acudir al DSM-IV-TR (APA, 2000) o al CIE-10
(OMS, 1992). No obs-
tante, al margen de las categoras diagnsticas incluidasen estos
manuales, la ansiedad como sntoma aparecerelacionada con la mayora
de trastornos afectivos,psicticos, etc.
DepresinLa depresin es un trastorno del estado de nimo
o trastorno afectivo. El estado de nimo deprimido esuna de las
condiciones psicopatolgicas ms frecuentesde los seres humanos
(Vzquez, 1990). El estado denimo puede entenderse como la tendencia
bsica delser humano para aportar a los estados psquicos un
tonoagradable o desagradable (Villagrn, 1996), o como elestado
emocional subjetivo del individuo (Friedman yThase, 1995).
Evidentemente, en la depresin, el estadode nimo estara asociado al
polo desagradable, a latendencia a la negatividad. La depresin, por
tanto, debeentenderse como un trastorno del estado de nimo, quese
manifiesta mediante un conjunto de sntomascaractersticos. Una de
las caractersticas principaleses la bajada del estado de nimo,
aunque el estado denimo deprimido no debe ser el nico criterio a
teneren cuenta para diagnosticar depresin. Esta distincines muy
importante porque la depresin-sntoma estpresente en la mayor parte
de los cuadrospsicopatolgicos (Vzquez, 1990, pg. 902).
La depresin como trastorno clnico es descritacomnmente por las
sensaciones de tristeza,desesperanza, vaco, prdida de inters y
placer enactividades cotidianas durante ms de 2 semanas.
(APA,2000).
Aunque es un trastorno clnico, todas las personasexperimentan
sentimientos transitorios disfricos detristeza, desesperanza, vaco,
prdida de inters o placeren las actividades cotidianas. Por tanto,
aunque eltrmino depresin se utiliza como sinnimo de tristeza,ambos
conceptos no son lo mismo. As, aunque ennumerosas ocasiones se
experimenta tristeza conmarcado carcter negativo en situaciones
cotidianasconcretas, esta experiencia no se refiere a un estado
denimo anormal o patolgico sino a la reaccinemocional bsica de la
que hemos hablado ms arriba.
IraLa ira es un estado de malestar que puede ir desde
una intensidad equivalente a la irritacin suave hasta
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AV. PSICOL. 18(1) 2010ENERO - DICIEMBRE 43
la denominada clera intensa. Se da en respuesta a unmal
percibido que amenaza el bienestar de uno mismoo de los seres
significativos o con los que el individuose identifica. No
obstante, existe un gran acuerdo acercade la variabilidad intra e
interindividual en el nivel deintensidad emocional y activacin
fisiolgica que seexperimenta al enfadarse (Nicholson et al.,
2007).
La ira es una asignatura pendiente del campo de lasalud mental.
Aunque est ampliamente reconocidacomo problema de salud mental
significativo, la irapersistente todava no est reconocida como
unacategora diagnstica en ninguna clasificacinpsiquitrica oficial
(vase DSM-IV-TR, 2000 o CIE-10, 1992). En cambio, la ansiedad y la
depresin, lasotras emociones negativas cuentan con
numerosascategoras y especificidades tanto en el DSM-IV-TRcomo en
el CIE-10. Adems, la ira persistente tieneramificaciones
psicolgicas, conductuales e inclusomdicas significativas, ya que
causa sufrimientoemocional significativo tanto en la persona
queexperimenta la emocin como en las personasimplicadas. Tambin
puede representar un peligro desdeel punto de vista de la seguridad
pblica, ya que puedeconducir a la violencia domstica u otras formas
deviolencia (Eckhardt, Jamison, y Vatios, 2002;Lundeberg, Stith,
Penn, y Sala, 2004; Norlander yEckhardt, 2005).
Finalmente, la ira a menudo es un componente deotros trastornos
emocionales, tales como los trastornosde ansiedad y los afectivos.
Es ms, en muchasocasiones el tratamiento exitoso de estas
condicionespasa por conseguir la disminucin o el control de la
irapersistente (Suls y Bunde, 2005). Desafortunadamente,como
fenmeno clnico, la ira persistente no es tan bienconocida como
otros constructos psiquitricos. Laausencia de una categora
diagnstica oficial en el eje Ipara un trastorno de ira por s mismo
ha obstaculizadoindudablemente el progreso en este rea,
hacindolodifcil llegar a estimaciones fiables de los ndices
deprevalencia de este problema. La evidencia empricadisponible,
aunque limitada, sugiere que es legtima laexistencia de un
trastorno de ira por si mismo, sin lanecesidad de otros diagnsticos
psiquitricas asociados,y que los problemas de ira estn
frecuentementeasociados con otros problemas del comportamiento
oproblemas sociales tales como dificultades en escuela
o en el trabajo, uso de alcohol y otras drogas,dificultades
financieras, dificultades legales y bajaautoestima (Gorenstein et
al., 2007). Al mismo tiempo,la evidencia indica que la ira se puede
asociar tambina trastornos psiquitricos especficos (Suls y
Bunde,2005). Los estudios psiquitricos de comorbilidadencuentran
cierto solapamiento entre trastornos deansiedad, trastornos
depresivos y problemas de ira: unpaciente que experimenta
cualquiera de estasalteraciones tiene un riesgo aumentado
paraexperimentar los otros (Gorenstein et al., 2007). Enresumen,
aunque la ira persistente no est reconocidaen el DSM-IV-TR como un
trastorno psiquitrico, esindudablemente un problema clnico
significativo. Laira persistente causa malestar emocional, se
solapa conla ansiedad y la depresin, puede conducir a la violenciay
es un factor de riesgo para diversos trastornos mdicoscomo es la
enfermedad cardiaca (Smith, 1992). Peroeste ltimo aspecto lo
veremos en un apartado poste-rior.
AscoEl asco no es, ni mucho menos, una emocin que
haya sido estudiada con la dedicacin que lo ha sido laansiedad,
la tristeza o la ira. Sin embargo, ya existe uncierto corpus
cientfico en relacin con las asociacionesentre esta emocin otro
tiempo denostada y lostrastornos mentales.
Los primeros trabajos sealaron la existencia deabundantes
vnculos entre el asco y la psicopatologageneral, especialmente con
la ansiedad. Rozin et al.(2000) recogen en su captulo de libro una
sntesis delos estudios que han encontrado relacionessignificativas
entre ambos aspectos. As, algunosestudios sobre diferencias
individuales en sensibilidadal asco hallaron que sta era mayor en
pacientespsiquitricos que en la poblacin general, as como quese
relacionaba con puntuaciones mayores en variasmedidas de
psicopatologa (incluyendo neuroticismoy obsesividad). Otros
estudios han informado que en-tre los universitarios la Escala de
Asco de Haidt (1994)estaba positivamente correlacionada con
lapersonalidad tipo obsesivo-compulsiva y con lapersonalidad tipo
dependiente. Tambin se han halladorelaciones conceptuales entre las
obsesiones ycompulsiones de limpieza y la sensibilidad al asco y
alcontagio. Otras investigaciones recientes indican que
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44AV. PSICOL. 18(1) 2010
ENERO - DICIEMBRE
hay un dficit en la deteccin de expresiones facialesde asco
entre los pacientes con trastorno obsesivo-compulsivo. Por su
parte, se ha hallado que las fobiasque implican animales
depredadores (tiburones oleones) provocan miedo, mientras que las
fobias queimplican animales que no amenazan con un dao
fsicosignificativo (ratones, araas, serpientes, cucarachas,gusanos,
etc.) estn motivadas fundamentalmente porel asco. Tambin se ha
encontrado un nexo entre el ascoy las fobias a la
sangre/inyecciones/heridas, as comoentre el asco y la depresin y
entre el asco y lostrastornos de la alimentacin (vase Rozin et al.,
2000o Tolin, Woods y Abrazmowitz, 2006).
En resumen, en los ltimos aos, la investigacinsobre los
trastornos de ansiedad se ha centrado cadavez ms en el papel
potencial del asco como variableexplicativa en los modelos de
ansiedad (Tolin, Woodsy Abramowitz, 2006). La funcin evolutiva que
se lepresume es la de prevenir de la contaminacin y de laenfermedad
(Izard, 1993), por lo que los modelos delos trastornos de ansiedad
se han desarrollado alrededorde esta funcin. En este sentido, segn
Tolin et al.(2006), la evitacin de la enfermedad parece
estarimplicada en las fobias especficas a animales pequeosy en las
fobias a la sangre, inyecciones y heridas.Adems, el asco, como
muchas otras emociones, puedeser conceptualizado como estado y como
rasgo. Laexposicin a los estmulos fbicos puede evocarsensaciones de
asco (Sawchuk, Lohr, Westendorf,Meunier y Tolin, 2002); los
individuos con fobiastambin demuestran un predisposicin general al
asco(llamada sensibilidad al asco) (Sawchuk y otros., 2000)la cul
puede servir como factor subyacente de lavulnerabilidad en el
desarrollo y/o el mantenimientode las aversiones fbicas (Tolin et
al., 2007).
Para finalizar, nos gustara hacer una aportacinreferente al asco
como emocin. Si en el miedo laconducta de evitacin o el escape
representan laadaptabilidad del individuo a una situacin
concreta,el asco podra ser considerado como una variante, elsujeto
no huira del peligro sino que el asco en estecaso actuara como
repulsivo para expulsar o alejar elpeligro del organismo.
Emociones negativas y salud fsica.En la actualidad existe
consenso acerca de que los
factores psicolgicos pueden desempear un papelesencial en la
historia natural de las enfermedadesmdicas. Factores como las
conductas relacionadas conla salud, nuestros estados psicolgicos o
emocionales,las caractersticas personales y los modos
deafrontamiento han demostrado ser de especialrelevancia en este
sentido (Oblitas, 2004). Estaafirmacin es coherente con la
evidencia cientfica ac-tual que indica que cualquier trastorno
denominadofsico u orgnico suele implicar igualmente, y a
distintosniveles, alteraciones psicolgicas, y viceversa (Oblitasy
Becoa, 2000). Entre estos factores psicolgicos, seencuentran el
miedo, la tristeza o la ira como reaccionesemocionales negativas y
sus diferentes formas clnicas,tales como los denominados trastornos
emocionales opsquicos: la ansiedad, la depresin y la ira
persistente.
En este sentido, tradicionalmente las teoras delestrs
psicosocial se han centrado ms en las emocio-nes negativas tales
como la ira, el temor, la ansiedad,la vergenza, la culpabilidad, la
tristeza, la envidia, loscelos y el asco, que en las positivas. Hoy
en da haydatos suficientes para afirmar que las emociones
nega-tivas tienden a disminuir la salud. As, algunos
autoressostienen que las emociones positivas potencian la sa-lud,
mientras que las emociones negativas tienden adisminuirla
(Fernndez-Abascal y Palmero, 1999). Porejemplo, en periodos de
estrs en los que tenemos queresponder a unas altas demandas
ambientales, desarro-llamos muchas reacciones emocionales negativas
y,cuando nos encontramos bajo la influencia de estosestados
emocionales negativos, es ms probable desa-rrollar ciertas
enfermedades relacionadas con el siste-ma inmune, o adquirir
determinados hbitos poco sa-ludables, que a la larga pueden minar
la salud (Becoa,Vzquez y Oblitas, 2004; Ramos, Rivero, Piqueras
yGarca-Lpez, 2006). En cambio, las emociones posi-tivas, como la
alegra, ayudan a mantener e incluso re-cuperar la salud (Nezu, Nezu
y Blissett, 1988).
Las emociones negativas que ms se han estudiadoen cuanto a sus
relaciones con trastornos de salud sonla ansiedad, la depresin y la
ira. Una de las reaccionesemocionales que ms se ha estudiado es sin
duda laansiedad como estado emocional asociado a
mltiplestrastornos, especialmente los trastornos de ansiedad ylos
trastornos psicofisiolgicos. Una segunda emocinnegativa que
bastante estudiada es la ira, por su relacin
EMOCIONES NEGATIVAS Y SALUD JOS PIQUERAS, VICTORIANO RAMOS,
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con los trastornos cardiovasculares (Miguel-Tobal,Casado,
Cano-Vindel y Spielberger, 1997). La tristeza-depresin, como emocin
bsica, se considera que esprecursora de la depresin como patologa,
la cual cursapor lo general con niveles altos de ansiedad. Por
ltimo,el asco es una emocin muy poco estudiada en estesentido, pero
ya existen algunas evidencias de suimplicacin en los procesos
salud-enfermedad.
Por tanto, estamos preparados para desarrollar re-acciones
emocionales intensas, e incluso para repetir-las cuando sea
necesario, sin que ello suponga un pro-blema, pero a medio plazo,
se pueden agotar nuestrosrecursos (por ejemplo, agotamiento por
estrs), o alte-rarse algunas funciones asociadas a las reacciones
emo-cionales, o en definitiva surgir algn problema asocia-do a las
emociones. Lejos de la opinin mantenida porla investigacin
psicosomtica en sus inicios respectoal carcter causal de las
emociones en las enfermeda-des, en la actualidad se admite que los
factores psico-lgicos pueden ser causa necesaria pero no
suficientepara la aparicin de determinados trastornos. Se sealala
multicausalidad y la interrelacin entre los diferen-tes factores
causales como la explicacin etiolgica msplausible. Esta
multicausalidad, considera simultnea-mente los factores genticos,
ambientales,psicofisiolgicos y principalmente el peso de
lainteraccin como elemento de predisposicin del indi-viduo a
padecer una determinada enfermedad, es el granmerito de la
investigacin psicolgica actual en estecampo (Kop et al., 2002).
Se han hipotetizado diversas vas para explicar
lasinterrelaciones de los factores emocionales en el pro-ceso de
salud-enfermedad (Cano-Vindel y Tobal, 2001):
1. Las reacciones desadaptativas de ansiedad,
detristeza-depresin y de ira que alcanzan niveles dema-siado
intensos, o frecuentes, cuando se mantienen enel tiempo, tienden a
producir cambios en la conducta,de manera que se incrementa la
probabilidad de que elsujeto adopte conductas perjudiciales para la
salud oque ponen en peligro nuestra salud (como lasadicciones, la
realizacin de conductas de riesgo, etc.)y de que olvide los hbitos
saludables (ejercicio fsico,etc.). Por ejemplo, existe relacin
positiva entre ansie-dad y consumo de tabaco, as como entre
tabaquismo ycncer. En definitiva, estos estados y necesidades
emo-
cionales concretos pueden desempear un papel pri-mordial en las
prcticas de salud, como por ejemplo, elmalestar emocional no ayuda
a que la gente se impli-que en la realizacin de hbitos que
favorezcan su sa-lud tales como el no fumar, hacer ejercicio,
desayunar,etc. (Leventhal, Prochaska y Hirschman, 1985).
2. Estas reacciones emocionales mantienen nive-les de activacin
fisiolgica intensos, que podran de-teriorar nuestra salud si se
cronifican. Las disfuncionesfisiolgicas consecuentes seran
arritmias, aumentocrnico de la presin arterial, dispepsias,
dermatitis,dolor muscular, etc. As, los pacientes con
arritmias,hipertensin esencial, cefaleas crnicas, o diferentestipos
de dermatitis, presentan niveles ms altos de an-siedad, ira y
activacin fisiolgica que la poblacingeneral. En el nivel
fisiolgico, la evaluacin de res-puestas del organismo (como la tasa
cardiaca) y el es-tudio de su relacin con variables psicolgicas ha
dadolugar a una disciplina llamada psicofisiologa, quearranca desde
finales del siglo pasado. A su vez el estu-dio de la patologa de
los sistemas fisiolgicos que seactivan en la emocin se inicia en
los aos 50. Se su-pone que los trastornos psicosomticos
opsicofisiolgicos (como algunos dolores de cabeza, ode espalda,
algunas arritmias, los tipos de hipertensinarterial ms frecuentes,
algunas molestias gstricas,etc.) podran estar producidos por un
exceso en la in-tensidad y frecuencia de la activacin de las
respuestasfisiolgicas del sistema que sufre la lesin o
disfuncin(cardiovascular, respiratorio, etc.). Se tratara de
unadisfuncin de un sistema orgnico que est trabajandoen exceso y
mantiene esta actividad demasiado tiem-po. A su vez, el trastorno
produce ms ansiedad y, porlo tanto, un aumento de la actividad de
ese sistema,aumentando as la probabilidad de desarrollar y
man-tener un mayor grado de disfuncin orgnica
3. Esta alta activacin fisiolgica puede estar aso-ciada a un
cierto grado de inmunodepresin, lo que nosvuelve ms vulnerables al
desarrollo de enfermedadesinfecciosas o de tipo inmunolgico, o bien
la supre-sin o control de estas emociones puede acarrear
altosniveles de activacin fisiolgica y un cierto grado
deinmunosupresin.
En resumen, el sufrimiento de estados emociona-les negativos
persistentes puede afectar al funciona-
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AV. PSICOL. 18(1) 2010ENERO - DICIEMBRE 45
-
miento del sistema inmunolgico, el sistema endocri-no-metablico
y en general, de todas las funciones fi-siolgicas (Martn, 2005;
Ramos et al., 2006).
A continuacin sealaremos los trastornos sobrelos que existe una
mayor evidencia de la influencia delas emociones negativas. Como se
observar, la prcti-ca totalidad de sistemas orgnicos aparecen
relaciona-dos con factores psicolgicos que juegan un papel
im-portante en el inicio, desarrollo y mantenimiento
deenfermedades.
CncerLos enfermos oncolgicos sufren reacciones psi-
colgicas negativas ante la enfermedad de cncer, ta-les como
ansiedad, depresin, ira e incluso asco pato-lgico. As, el impacto
del diagnstico producir di-ferentes reacciones psicolgicas en el
paciente en fun-cin de cmo es percibido. Por ejemplo, si para el
afec-tado el diagnstico significa amenaza para la propiavida
reaccionar con ansiedad; si representa prdidade control sobre s
experimentar depresin y si lo per-cibe como una agresin y una
injusticia reaccionarcon rabia. Adems los tratamientos mediante
agentesquimioteraputicos producen nuseas y vmitos no solopor
afectacin neurolgica, sino tambin horas antesdel tratamiento o ante
situaciones, objetos o lugaresque les recuerdan la situacin, todo
lo cual tiene bas-tante que ver con las sensaciones de asco. Se
trata deun condicionamiento clsico a los efectos asociados
altratamiento qumico que el enfermo generaliza. Efec-tivamente,
cuando se acerca el da del tratamiento orecibe ciertos estmulos
(situacionales, visuales,olfatorios, etc.) se desencadenan estas
conductas demanera irresistible. Su prevalencia oscila, segn
losestudios, entre el 18%-65%. En el 65% de los enfer-mos las
nuseas y vmitos anticipatorios persisten alos 6 meses. Pero tambin
la relacin entre el asco y elcncer ha sido investigada en otros dos
sentidos. Poruna parte, se ha postulado el papel del asco en el
diag-nstico precoz del cncer de pncreas y del cncer depulmn (Gullo
et al., 2001). Por otra parte, se ha in-vestigado hasta que punto
el origen de la fobia a lasangre/inyecciones, que tiene claros
vnculos con elasco, se explica por la experiencia traumtica con
laquimioterapia o bien con otras variables (Carey yHarris,
2005).
Estas manifestaciones psicolgicas se encuentranasociadas a la
gravedad de la neoplasia e influyen cla-ramente en la respuesta a
la enfermedad y en las ex-pectativas de vida (Alonso, 2006). As,
existen variashiptesis que intentan explicar la influencia de los
fac-tores psicolgicos en el comienzo y la progresin delcncer, que
van desde su influencia en la funcininmunitaria, pasando por su
influencia sobre hbitoscomo el tabaco y el alcohol, hasta el peso
que estosfactores psquicos ejercen sobre el paciente para deci-dir
el momento de solicitar atencin mdica (Miralleset al., 2003).
Por ejemplo, se ha estudiado el grado de expresi-vidad/represin
emocional del enfermo oncolgico, ascomo el posible efecto de estas
variables sobre su pro-nstico. En este sentido se ha descrito el
patrnconductual de tipo C (en contraste con el tipo A descri-to en
Cardiologa) que caracteriza al paciente coopera-dor y no
autoritario, que suprime sus emociones nega-tivas, particularmente
la ira, y que acepta y sigue lasinstrucciones de las autoridades
externas. Sin embar-go, no se han obtenido resultados homogneos. En
elmomento actual debemos concluir que si las situacio-nes
estresantes u otros factores psicolgicos ejercen unefecto sobre la
incidencia del cncer, este efecto es deescasa cuanta y solo en
algunos tipos de cncer. Porejemplo, una de las ltimas revisiones
sobre la rela-cin del cncer con la afectividad negativa y la ira
in-dica que el estilo de ira controlada y el afecto negativono estn
asociados con el cncer de mama, el melanomao el riesgo global de
cncer, pero si es un factor deriesgo menor en el desarrollo del
cncer de prstata,colon-rectal y de pulmn. Por tanto, la asociacin
di-fiere en funcin del tipo de cncer (White et al., 2007).
Estudios psiconeuroinmunolgicos han analizadola influencia del
estrs, la ansiedad y la depresin comofactores de riesgo etiolgicos
en el crecimiento de laneoplasia no existiendo en la actualidad
consenso acercade su papel de variable desencadenante, pero si
comovariable moderadora que influye en la velocidad delproceso
cancergeno (Amigo et al., 2003; p. 200). As,Shekelle et al. (1981)
hallaron en su estudio que laspersonas que presentaban puntuaciones
elevadas dedepresin en un cuestionario de personalidad mostra-ban,
diecisiete aos ms tarde, una probabilidad doblede haber muerto a
causa de un cncer.
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AGUSTN MARTNEZ, LUIS OBLITAS
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Tambin la relacin especfica entre depresin ycncer se ha
estudiado desde diferentes perspectivas,encontrando multitud de
estudios con resultados con-tradictorios. Por tanto, no se ha
demostrado una aso-ciacin clara entre los factores psicolgicos y el
co-mienzo, exacerbacin o la evolucin de la enfermedadneoplsica,
aunque estudios ms recientes con mayorsolidez metodolgica han
sugerido que la progresindel cncer, y no su inicio, puede verse
influida en ma-yor medida por factores psicosociales (cfr. Miralles
etal., 2003). Para una revisin en mayor profundidad re-comendamos
al lector acudir a Rivero, Ramos, Garca-Lpez y Piqueras (2006).
Infeccin por el virus de inmunodeficienciahumana (VIH)
Los pacientes infectados por el VIH tambin pre-sentan
sintomatologa ansiosa, como la excesiva pre-ocupacin, el miedo y la
obsesin por ser portador delVIH o de presentar alguna de las
llamadas enfermeda-des oportunistas, tales como el SIDA. La
personaseropositiva est sometida a numerosos estresores quepueden
ocasionar trastornos de adaptacin, de ansie-dad y depresin, entre
otros. Los sntomas ms predo-minantes son la ansiedad generalizada,
la hipocondra,los comportamientos obsesivos, los pensamientos
de-presivos, la culpabilidad y el autocastigo (Tulldr, Iz-quierdo,
Fumaz y Ferrer, 2003). Las pruebas para de-tectar el VIH son un
importante estresor. Se ha descri-to una prevalencia alta de
ansiedad y depresin en pa-cientes en periodos anteriores a la
realizacin de laspruebas y descenso de dichos sntomas tras
realizarlas.As, el 25% de los pacientes diagnosticados
comoseropositivos desarrollan tras las pruebas, trastornosde
adaptacin y trastornos mixtos ansioso-depresivosadems de existir en
ellos un riesgo de suicidio 36 ve-ces superior a la poblacin normal
(Marzuk, 1988). Porsu parte, Teva, Bermdez, Hernndez-Quero y
Buela-Casal (2005) hallaron niveles de depresin, ansiedad eira no
expresada en pacientes con VIH, as como suasociacin a los niveles
de carga viral, grado delipodistrofia y el estadio de infeccin.
Por ltimo, la asociacin entre emociones negati-vas y
VIH-positivo ha sido tambin abordada al anali-zar la eficacia de
las intervenciones cognitivo-conductuales en la mejora de la salud
mental y el fun-cionamiento inmunolgico. As las intervenciones
cen-
tradas en mejorar la sintomatologa depresiva, ansiosa,de ira,
estrs y el conteo de clulas CD4 han mostradomejoras significativas
en depresin, ansiedad, ira yestrs, si bien la evidencia es limitada
para los efectosen el conteo de clulas CD4 (Crepaz et al.,
2008).
Trastornos cardiovascularesVarios estudios han mostrado que la
depresin es
un factor de riesgo significativo de enfermedadcoronaria,
infarto de miocardio y mortalidad cardiaca,as como tambin la
ansiedad y el estrs (cfr. Fernndez-Abascal, Martn y Domnguez, 2003;
pp. 100-101). Msconcretamente, se ha relacionado la afectividad
nega-tiva como estado emocional de los pacientes con lostrastornos
cardiovasculares (Denollet, 1991). El con-cepto de afectividad
negativa puede ser entendido comoun estado emocional transitorio o
como una diferenciapersistente en el nivel general de afectividad.
La afec-tividad negativa es un rasgo que refleja la tendencia
aexperimentar emociones negativas a travs del tiempoy de
situaciones (Watson y Clark, 1984). Este rasgo sesolapa con el
neuroticismo y la ansiedad rasgo, inclu-yendo sentimientos
subjetivos de tensin, preocupa-cin, ansiedad, ira y tristeza.
Tambin existe una evidencia acumulada sobre laalta prevalencia
de los trastornos psiquitricoscomrbidos con la enfermedad
cardiovascular, concre-tamente con el episodio depresivo mayor
(29%), tras-torno dstmico (15%), trastorno depresivo mayor
re-currente (31%), trastorno de estrs postraumtico (29%)y trastorno
de ansiedad generalizada (24%) (Bankier,Januzzi y Littman,
2004).
Otro grupo de investigaciones han estudiado laasociacin entre
depresin y ansiedad con el pronsti-co de pacientes cardacos. As, la
depresin se ha rela-cionado con una peor evolucin de los
pacientescoronarios, ya que predispone a nuevos infartos y a
laaparicin de trastornos del ritmo cardaco (Carinci etal., 1997).
Respecto a la ansiedad, no slo el trastornode ansiedad generalizada
sino tambin los trastornosfbicos se han asociado al aumento de
riesgo cardacoen diversas poblaciones. En resumen, algunas
investi-gaciones han encontrado que la depresin est asocia-da con
alta mortalidad, en tanto en cuanto la ansiedadest asociada con
baja mortalidad (Hermann, Brand-Driehorst, Buss y Rger, 2000), si
bien no se ha docu-
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mentado una relacin causal directa (Lesprance yFrasure-Smith,
2000).
Otro de los factores asociados a los trastornoscardiovasculares
relacionado con la afectividad ne-gativa ha sido el Complejo
Hostilidad-Ira-Agresin oSndrome Ira-Hostilidad-Agresin (AHI). Este
sndro-me ha recibido atencin tanto como componente delPatrn de
Conducta Tipo A como de forma aislada, sien-do el que ms se ha
relacionado con la enfermedadcardiovascular, en especial el
componente de Hostili-dad. El complejo o sndrome AHI
(Agresividad-Hosti-lidad-Ira) est formado por la ira, que es el
componen-te emocional, la hostilidad, que hace referencia al
com-ponente cognitivo y la agresividad, que se refiere alaspecto
conductual. Dicho sndrome est relacionadocon trastornos
psicofisiolgicos, especialmente las al-teraciones cardiovasculares
(Fernndez-Abascal et al.,2003).
Aunque el grado que alguien necesita para enojar-se puede
influir en el curso y el resultado de las enfer-medades, la manera
en que se expresa/maneja la iratiene un impacto mucho mayor en el
curso de la enfer-medad y en el impacto. Al considerar como se
expresala ira, los investigadores han identificado tres
estilosdistintos de expresin de la ira: supresin de la ira,
ex-presin de la ira y control de la ira (anger-in, anger-outy
anger-control). Anger-in es cuando la persona sueleafrontar la
situacin reprimiendo la expresin verbal ofsica, pero experimenta
activacin interna elevada,mientras que Anger-out implica
manifestaciones deconducta airadas, verbales o fsicas, hacia otras
perso-nas y/u objetos, pero sin intencin de producir dao(162, 163).
Por ltimo el Control de la Ira (Anger-Con-trol) es un estilo que se
caracteriza porque la personaintenta canalizar su energa emocional
proyectndolahacia fines ms constructivos, para llegar a una
resolu-cin positiva del conflicto (Spielberger, Reheiser ySydeman,
1995). Ser capaz de expresar ira parece dis-minuir el impacto
negativo de ira en las funciones fsi-ca y emocional. En cualquier
caso, expresar ira puedetener consecuencias negativas tales como
ser social-mente inaceptable, crear conflictos y activar
conse-cuencias negativas percibidas. Por tanto el estilo deControl
de la ira parece el ms adecuado. En este sen-tido, Krantz et al.
(2006) hallaron que la relacin entrefactores psicosociales como son
la ira y la hostilidad,
los sntomas cardacos y la enfermedad rrterialcoronaria probada
angiogrficamente en mujeres con-sista exactamente en que la alta
Expresin de la Ira seasociaba a la presencia de EAC-Angiogrfica,
mien-tras que los rasgos de Ira/Hostilidad estaban asociadosa un
incremento de sntomas, sobre todo dolor torcicono asociado a angina
en mujeres sin EAC-A.
Mencin aparte merece la hipertensin arterialprimaria o esencial
por ser un factor de riesgocardiovascular donde la ansiedad juega
un papel im-portante. Es una alteracin con etiologa
pluricausaldonde uno o varios factores de riesgo estn presentespara
provocar una elevacin de la presin arterial, sien-do esos factores
de riesgo principalmente conductuales.La Organizacin Mundial de la
Salud ha reconocido elimportante papel que puede jugar el estrs en
la HTA,aunque tambin reconoce la dificultad de cuantificaresa
influencia en el desarrollo de esta enfermedad(OMS, 1986). Entre
los factores psicolgicos que mues-tran mayor evidencia de
correlacin con la hipertensin,destacan la ansiedad y la ira, que
desempean un im-portante papel en su desarrollo y mantenimiento,
yasea directamente por efectos sobre el sistemacardiovascular o
indirectamente por su influencia enlos factores conductuales, tales
como el hbito alimen-ticio, el ejercicio fsico, etc. (Amigo et al.,
2003). Unperfil de sujeto hipertenso se caracteriza por un
altorasgo general de ansiedad, alta reactividad en los siste-mas de
respuesta cognitivo y fisiolgico, y en menormedida en el sistema
motor; y con reacciones de ansie-dad intensas ante las situaciones
de prueba o evalua-cin, las situaciones potencialmente fbicas, las
habi-tuales en su vida diaria y, en menor medida, ante
lassituaciones interpersonales. En este sentido resulta degran
inters los resultados de una encuesta realizadapor Patel (1984) en
la que se preguntaba cul era lacausa ms importante de la
hipertensin tanto a pobla-cin general como a afectados por la
hipertensin. El48 por 100 de los encuestados sin este trastorno y
el 53por 100 de los hipertensos encuestados atribuyeron ala
categora de tensin emocional, preocupaciones yansiedad el papel
causal ms importante en la etiologade la enfermedad.
Trastornos dermatolgicosDesde el punto de vista fisiolgico, la
piel es uno
de los rganos ms sensibles a las emociones. Proba-
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blemente sea responsable de ello el origen embriolgi-co comn
ectodrmico de la piel y del sistema nervio-so que hace que ambas
estructuras tengan en comnmultitud de neuromoduladores, pptidos
vasoactivosy sistemas bioqumicos de informacin interna.
Los trastornos dermatolgicos o cutneos han sidoconsiderados
tradicionalmente como pertenecientes ala psicosomtica, ya que se
conoce que pueden ser pre-cipitados o exacerbados por el estado
emocional de lapersona. En diferentes trastornos cutneos, tales
comola psoriasis, la dermatitis atpica, la urticaria, la alope-cia
areata, etc., se mantiene que existen muchos facto-res que pueden
actuar como desencadenantes de losbrotes o desempeen un importante
papel como factormantenedor de la misma (Panconesi, 2000). Entre
es-tos se hallan el estrs y las alteraciones emocionalescomo la
ansiedad o la depresin, que pueden causarloso exacerbarlos. Tambin
el acn se ha relacionado alestrs emocional, ya que es exacerbado
mediante la li-beracin de determinadas hormonas como
losglucocorticoides y andrgenos como consecuencia dela respuesta
emocional a los estresores (Miralles et al.,2003).
Diversos estudios han sugerido tambin que lostrastornos
dermatolgicos presentan una altacomorbilidad con trastornos
ansiosos y afectivos. Enprincipio esto estara relacionado con la
desfiguracinfacial o de otra parte del cuerpo que podra
generarproblemas psicolgicos, tales como sentimientos
deinferioridad, soledad y baja autoestima, as como re-traimiento
social. Sin embargo, solo una pequea pro-porcin de personas
desarrolla trastornos psquicos se-rios, como fobia social, ansiedad
generalizada o de-presin mayor (Folks y Kinney, 1992).
Trastornos endocrinosInvestigaciones recientes apoyan la
existencia de
una relacin entre eventos vitales estresantes y el co-mienzo
diabtico. Debido a que estos estudios se hanrealizado con pequeas
poblaciones, deben interpretarsesus resultados con prudencia;
sugieren que algunaspersonas son ms vulnerables que otras a los
efectosdel estrs. El estrs crnico en una persona predispuestaa
padecer diabetes (obesa y edad avanzada) puede cons-tituir un
elemento coadyuvante para desarrollar la en-fermedad (Surwit et
al., 2002). As, los factores
estresantes pueden precipitar su inicio menoscabandola regulacin
del metabolismo de los hidratos de car-bono en el paciente, tanto
asintomticamente comoproduciendo hiperglucemias en la fase de
estado.
Otros estudios han sealado que la presencia desntomas depresivos
incrementa el riesgo de desarro-llar diabetes en un 22% (Arroyo et
al., 2004), mientrasque otros como el estudio de Kessing, Nilsson,
Siersmay Andersen (2003) no hallan esta relacin, con lo cualtampoco
se puede concluir nada al respecto.
Por ltimo, algunos autores han sealado que losdiabticos
presentan una mayor prevalencia de trastor-nos de ansiedad y
depresin en contraste con la pobla-cin no diabtica (p.ej., Pierrot
y Rubin, 1997).
En resumen, con independencia de otros factoresparece existir un
componente psicgeno que influyeen la evolucin de la enfermedad al
condicionar la for-ma de adaptarse a los estresores sociales (el
primero delos cuales es el propio diagnstico de diabetes). En
estecomponente psicgeno confluyen diferentes circuns-tancias, como
son las primeras experiencias en rela-cin con la diabetes, la
respuesta de la familia de ori-gen ante el diagnstico, los rasgos
de personalidad(neuroticismo, dramatismo, dependencia), el
soportesociofamiliar, el inicio temprano del proceso, las
hos-pitalizaciones desde la adolescencia, las
consecuenciasfamiliares de la enfermedad, la responsabilidad
quecomporta la intervencin activa del enfermo en su tra-tamiento y
control, la certeza de cronicidad y de posi-bles complicaciones
graves y la dificultad para mante-ner un control diettico. Todos
estos factores puedencontribuir al desarrollo neurtico de la
personalidad:hipocondra, tendencia a la inestabilidad
emocional,irritabilidad, soledad, desesperanza y depresin.
Trastornos gastrointestinalesLa funcin principal del sistema
gastrointestinal
es acomodar y guardar los alimentos ingeridos para,
acontinuacin, molerlos, triturarlos y, finalmente,liberarlos de una
manera coordinada a la luz intestinal.Dado que la funcin primordial
del estmago es el va-ciado gstrico, los problemas motores que se
han rela-cionado con este fenmeno se pueden dar a cualquiernivel
del aparato digestivo, tanto a nivel del esfago,como del estmago
y/o de los intestinos. Por ello va-
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mos a describir qu papel juegan la ansiedad y la de-presin en el
funcionamiento de cualquiera de estosrganos.
En cuanto al esfago, algunos trabajos destacanuna mayor
comorbilidad entre trastornos afectivos, tras-tornos de ansiedad y
trastornos de la motilidad esofgica(Handa et al., 1999). Tambin
existen datos a favor deque un trastorno psquico ansioso o
depresivo puedeiniciar un trastorno esofgico y a su vez, la
anormali-dad en la motilidad del tracto puede incrementar
laansiedad.
En cuanto al funcionamiento del estmago, elestrs y los factores
emocionales son considerados fac-tores de riesgo en algunas
enfermedades de lamotricidad gstrica. Diversos estudios describen a
ungrupo de pacientes con manifestaciones tpicas degastroparesia o
retraso de vaciado gstrico en los cua-les no se halla causa orgnica
identificable. Se trata depersonas jvenes, en quienes los factores
psicolgicosdesempean un papel fundamental, por ejemplo en
laspacientes con anorexia nerviosa o en los pacientes so-metidos a
situaciones de estrs. Determinadas condi-ciones clnicas como la
infeccin por Helicobacterpylori, la dispepsia funcional no ulcerosa
o el sndro-me del colon irritable se han asociado en este grupo
depacientes con manifestaciones clnicas de gastroparesia(Overmier y
Murison, 2000).
Respecto a la lcera pptica, la teorafisiopatolgica ms conocida
es que el estrs produceuna intensa secrecin cida e hipersecrecin de
peptina,mediada por la estimulacin vagal, que acaba lesio-nando la
mucosa, y ha sido considerada como paradig-ma de enfermedad
psicosomtica. Sin embargo, el des-cubrimiento del Helicobacter
pylori y la evidencia depersonas hiperestresadas sin lesin, as como
la pre-sencia de lceras en personas sin psicopatologa
signi-ficativa han obligado a replantear la cuestin. An as,varios
estudios recientes siguen corroborando que elestrs es un factor de
riesgo independiente para el de-sarrollo y la recurrencia de la
enfermedad ulcerosa.Concretamente, periodos transitorios de estrs
se aso-cian a una mayor probabilidad de desarrollar ulcerasde
estomago que periodos de estrs largos y prolonga-dos (e.g.,
Overmier y Murison, 2000). En la actuali-dad, aunque existe
controversia acerca del papel de los
factores psicolgicos, lo que si parece claro es que lalcera
pptica debe ser considerada como un problemade salud de tipo
biopsicosocial y a partir de ah abrir unnuevo campo de estudio para
esclarecer la relacin entrelos diferentes factores implicados
(Tobn, Sandn yVinaccia, 2005).
Tambin se lleg a describir una personalidadulcerosa, persona con
necesidades intensas de depen-dencia y deseos ntimos de ser cuidado
y protegido,pero la evidencia actual rechaza este tipo de
personali-dad. En cambio, parece existir acuerdo en cuanto a
quedeterminados factores psquicos, independientes de lapersonalidad
ulcerosa, podran influir tanto sobreestas conductas de riesgo como
en la percepcin y va-loracin de los sntomas ulcerosos por el
paciente. Nosreferimos a los hbitos de consumo (tabaco,
alcohol,etc.), factores emocionales (personalidad con hostili-dad,
ansiedad) y antecedentes familiares (cfr. Miralleset al.,
2003).
Otros trabajos muestran una comorbilidad alta dela depresin
mayor, los trastornos de pnico y agorafo-bia con la dispepsia no
ulcerosa (Handa et al., 1999).
Por otra parte, parece contrastada la importanciade los factores
psicolgicos en la caracterizacin delos trastornos intestinales. Los
datos de diferentes es-tudios indican que los individuos con
sntomasgastrointestinales presentan mayor prevalencia de
tras-tornos psquicos que quienes estn libres de estos sn-tomas
(Garca-Vega, 2003). Dos de los trastornos msestudiados han sido la
enfermedad inflamatoria intes-tinal (colitis ulcerosa y enfermedad
de Crohn) y el sn-drome de intestino irritable.
Existen datos a favor de la influencia de las emo-ciones y los
hbitos conductuales en la fisiologagastrointestinal, ms
concretamente en la enfermedadinflamatoria intestinal (Anton,
1999). Parece demos-trada una clara relacin entre el estrs
emocional y laexacerbacin del proceso inflamatorio, as como conla
percepcin de las molestias sintomticas. Incluso sehan descrito
rasgos de personalidad caractersticos,obsesivo-compulsivos y
alexitmicos. Concretamente,se ha hallado una elevada incidencia de
trastornos de-presivos y ansiosos entre los pacientes con
enferme-dad inflamatoria intestinal (Garca-Vega, 2003).
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Respecto al sndrome del intestino irritable es unade las
enfermedades ms frecuentes del aparato diges-tivo. Las hiptesis
sobre su etiologa son variadas aun-que se sabe que los factores
psicolgicos tienen un pa-pel importante. Segn algunos de los
trabajos publica-dos, hasta el 70% de los pacientes cumple
criterios paraalgn trastorno psiquitrico, siendo los trastornos
deansiedad y los depresivos los ms frecuentes, mientrasque otros
encontraron en su investigacin que, en unnotable porcentaje, los
trastornos de ansiedad ya seencontraban presentes antes de la
aparicin de los sn-tomas gastrointestinales (cfr. Fernndez,
2003).
Por tanto, los aspectos emocionales que se han re-lacionado con
los trastornos gastro-intestinales funcio-nales (combinaciones de
sntomas gastro-intestinalesque no se explican por alteraciones
bioqumicas o es-tructurales y que no muestran anormalidades en
estu-dios mdicos) son muy numerosos. As, se ha halladoque la
tendencia agresiva y la hipocondra pueden in-cidir en la enfermedad
gastrica, que la ansiedad y ladepresin aumentan el dolor abdominal,
la afectividadnegativa (tendencia a experimentar ira, disgusto,
asco,culpa, temor o depresin) se relaciona con las quejasfsicas,
etc. Igualmente se considera que las personascon enfermedades
gastrointestinales suelen tener nive-les ms elevados de miedo,
enojo, ansiedad y tristeza,as como ansiedad rasgo y neuroticismo,
irritabilidad uhostilidad, etc. y viceversa, es decir, aquellas
personasque se han pasado por una elevada frustracin relacio-nada
con sus metas y tiene reacciones de agresividad,o estn afectadas en
su estado de nimo, fatigados, consentimientos de culpa, con poco
inters por las cosas,tensionadas o preocupadas excesivamente,
inquietas oirritables son ms propensas a padecer
enfermedadesgastrointestinales (Jurez, Cano y Olarte, 2004).
Enfermedades neurolgicasLas enfermedades neurolgicas son las que
pre-
sentan una mayor coexistencia con la depresin y laansiedad
(e.g., Robertson, 1997).
El dolor de cabeza es el sntoma neurolgico msfrecuente y uno de
los motivos de consulta ms fre-cuentes en general (se estima que
entre un 10%-20%de los casos es el sntoma principal). Existen
diferen-tes tipos: cefalea tensional, migraa, cefalea en raci-mos y
dolores de cabeza diversos. Tanto la ansiedad
como la depresin son comunes en los dolores de ca-beza crnicos
(Maizels, 2004).
Respecto a la cefalea tensional, muchas personasson susceptibles
a los dolores de cabeza en pocas demayor estrs emocional y puede
constituir un sntomaimportante en sndromes ansiosos y
depresivos(Maizels, 2004). La explicacin a estas cefaleas es queel
exceso de ansiedad suele producir contraccin de lamusculatura de la
cabeza y el cuello. Si sta se prolon-ga varias horas se produce
constriccin vascular eisquemia, que sera la causante del dolor. Las
personascaracterizadas por patrones de personalidad del tipo Ason
especialmente proclives a este trastorno. Se ha es-timado que hasta
el 95% de estos pacientes padecensntomas de ansiedad y/o depresin,
bien de naturalezareactiva o endgena. Adems algunos estudios
indicanque el padecimiento de cefaleas prolongadas
puededesencadenar trastornos psicolgicos que, a su vez,pueden
convertirse en variables mantenedoras del tras-torno psicolgico y
potenciando la gravedad de la ce-falea en futuros ataques.
Concretamente, algunos estu-dios epidemiolgicos indican que estos
enfermos secaracterizan por rasgos de ansiedad, neuroticismo
ydepresin anormalmente altos (Stewart, Shechter yRasmussen, 1994).
En cuanto a la relacin temporal,segn algunos estudios la depresin
se inicia despusde la cefalea, existiendo una comorbilidad superior
al20% (Merikangas, Angst e Isler, 1990).
El estrs y los trastornos de ansiedad tambin sonun precipitante
de la migraa. Segn los estudiosepidemiolgicos, los trastornos de
ansiedad precedena la migraa, aunque probablemente interaccionan
conotros precipitantes que aumentan su vulnerabilidad,pero sin
desencadenarla necesariamente. As pues, elestrs puede iniciar
directamente la migraa en pacien-tes biolgicamente propensos y
puede potenciar indi-rectamente o intensificar el desencadenamiento
de lamisma. Posteriormente, las migraas presentan mayorriesgo de
asociacin a crisis de pnico o ansiedad.
Existen otras enfermedades neurolgicas ms gra-ves que tambin
presentan una comorbilidad alta conel trastorno depresivo mayor as
como alto riesgo desuicidio en los 5 aos siguientes a la lesin,
especial-mente en pacientes con epilepsia, esclerosis mltiple
olesiones de la medula espinal. Tambin se ha documen-
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tado una incidencia en torno al 40% de depresin aso-ciada a
accidentes vasculares cerebrales agudos(Starkstein, Fedoroff,
Price, Leiguarda y Robinson,1993).
Otra enfermedad muy estudiada es la demencia.Algunos estudios
consideran que esta enfermedadneurolgica desencadena trastornos
depresivos(Ballard, Bannister, Solis, Oyebode y Wilcock, 1993).Otra
enfermedad neurolgica como el Parkinson, tam-bin presenta altos
niveles de psicopatologa asociada,tanto ansiedad como depresin. Sin
embargo, algunosautores recuerdan que hay que ser cuidadoso con
estaasociacin Parkinson-depresin, ya que el estado denimo del
paciente puede deberse a estados transito-rios de disforia ms
propios de las exacerbaciones dela enfermedad neurolgica (Richard,
2005).
Por ltimo, se ha hallado una asociacin entre laansiedad y la
depresin y la esclerosis mltiple. As,hasta el 75% de personas con
esta enfermedad llevaasociado problemas psicolgicos y psiquitricos
(tras-torno de pnico, trastorno depresivo, trastorno bipolar,etc.).
Adems, la depresin y la ansiedad influyen en larelacin entre la
Esclerosis Mltiple y la calidad de vida,ya que los individuos con
ms sntomas de ansiedad ydepresin presentan mayor incapacidad fsica
y peorcalidad de vida (Janssens et al., 2004).
Trastornos respiratoriosActualmente no se ha podido demostrar la
influen-
cia etiopatognica en la enfermedad respiratoria de losfactores
psicolgicos, pero s se acepta la posible in-fluencia de los
factores psicosociales sobre la evolu-cin del asma bronquial o en
el mantenimiento de al-gunos de los sntomas. As, existen mltiples
estudiosmetodolgicamente rigurosos que demuestran el im-portante
papel que la ansiedad asociada a las crisis deasma desempea sobre
la evolucin del asma bronquialy de la enfermedad respiratoria en
general (Bosley,Corden y Cochrane, 1996). La ansiedad de
algunospacientes se asocia a una peor evolucin de la enfer-medad,
al aumentar la sintomatologa y transmitir unamayor sensacin de
gravedad, lo que lleva a tratamien-tos ms urgentes, frecuentes,
agresivos y costosos. Ladepresin tambin puede influir negativamente
sobrela evolucin del paciente asmtico, conduciendo a unautocuidado
pobre, con incumplimiento de las prescrip-
ciones mdicas y tendencia a la indiferencia ante lossntomas
respiratorios (Vzquez, Romero-Frais ySndez, 2003).
Trastornos reumatolgicosMuchas enfermedades reumatolgicas cursan
de
forma crnica, produciendo dolor, deformacin e in-capacidad
funcional. Repercuten directamente sobre lacalidad de vida del
paciente, afectando su actividadlaboral, social y familiar. Con
frecuencia los sntomasy signos de la alteracin msculo-esqueltica se
solapancon la sintomatologa propia de una afectacin emo-cional
(EPISER, 2001).
En una enfermedad como la artritis reumatoide, eldolor y el
deterioro fsico pueden causar distintossndromes psiquitricos, de
los que el ms estudiadoes el depresivo. Se estima la prevalencia de
depresinmayor en torno al 17% y la de distimia en torno al
40%(Miralles et al., 2003). Estos factores emocionales hansido
implicados en la evolucin de la artritis reumatoidede forma
desfavorable, en el sentido de poca motiva-cin, depresin no
asociada al dolor y mal control deimpulsos.
En pacientes con dolor crnico se considera quela presencia de
sntomas de ansiedad es muy significa-tiva y tanto la ansiedad como
la depresin es un factorfacilitador de la percepcin del dolor
(Melzack y Wall,1965).
En cuanto a la fibromialgia, existe unanimidad enla literatura
con relacin a la presencia de alteracionesemocionales en estos
pacientes (Rice y Pisetsky, 1999).Se puede decir que sntomas como
tristeza, ansiedad,fatiga, insomnio, irritabilidad, falta de
concentracin,desinters, apata e hipocondra forman parte del cua-dro
clnico. Es frecuente la concomitancia de lafibromialgia con otras
enfermedades mdicas con acre-ditado contenido psicolgico, como el
sndrome delintestino irritable, la migraa, problemas de
sensibili-zacin alrgica y en especial el sndrome de fatiga
cr-nica.
5. CONCLUSIONESEn este artculo se ha intentado mostrar una
snte-
sis de los datos relativos a la influencia de los factores
EMOCIONES NEGATIVAS Y SALUD JOS PIQUERAS, VICTORIANO RAMOS,
AGUSTN MARTNEZ, LUIS OBLITAS
52AV. PSICOL. 18(1) 2010
ENERO - DICIEMBRE
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emocionales, especficamente las emociones negativasclsicas
(tristeza-depresin, miedo-ansiedad, ira y asco)en el proceso de
salud-enfermedad. Estos factores sehan asociado con las
enfermedades mentales y fsicascomo variables influyentes en el
inicio, desarrollo ymantenimiento. Se han hipotetizado bsicamente
dosvas explicativas generales. La primera hace referen-cia a la
influencia de las emociones negativas en laconducta, de manera que
interfieren en los hbitos sa-ludables y fomentan el desarrollo de
conductas inade-cuadas que ponen en peligro nuestra salud. El
segundomecanismo se refiere a la repercusin de la
activacinpsicofisiolgica en los sistemas orgnicos, afectando ala
inmunidad, por ejemplo. Por ltimo, se han descritoalgunos de los
vnculos entre las emociones negativasy los trastornos mentales y
fsicos.