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socio: solar: '
que e solavay~
saber d{ solibio: so
tarugo: manual
tarco! trnst ,tarrudo: cor tener un coco tibieza: duda
timbiriche: p tipango: tipo, titing6: pelea, tocado del que
tocarse: darse u tocoloro: ave ca toque: celebrad
tambores sa
UEATRO 'SJAY
~ONTEMPORANEO ANTOLOGA
FONDO DE CULTURA
ECONOMICA r an.iiidiljf"r!j
-
YAlr!
~ ~PCZl .~~S ~~~t:, X J 9q7-,
Primera edicin, 1992 Director de. liJ colf:ccT6n: Moiss f>rcz
Coterillo Discrio de la maqueta y cubiertas. Amonio Fcmndcz Rcboiro
Coordi11ador de este volumen: Culos Espinosa Domingucz Edicin:
Centro de Documentacin Teatral Capitn Haya, 41. 28020 r.bdrid.
Espaa Fondo de Cultura Econmica, Sucursal Espafia, V!a de los
Poblados (Edificio lndubuildingGoico, 40.J5). 2803!1 Madrid o De
esta edicin: Centro de Documentacin Tealrnl Sociedad Estatal Quimo
Ccmenario Fondo de Cultura Econmica, S. A. de C. V., Sucursal
Espaa.
Esta coleccin de Amologlas se edita gradas al acuerdo suscrito
enuc el Ministerio de Culturn de Espai\a y la Sociedad Estatal
Quinto Centenario (Espai\a).
ISBN: M-375-0314.0 l>c.-psito legal: ~f. 10220-1!1'.12
Impreso en &paria
TEATRO CUBANO CONTEMPORNEO ANTOLOGfA
VtRClUO f>ISERA Ekctra Gatrig6 CARLOS FEUPE
Rquinn por l'arini ROLANDO FERRER. Lila, la mariposa
ABELAROO 'f:.sTORINO 1:.0 dolorosa llistoria del amor
secreto
de don ]os Jacinto Milans JostR DRENE
Santa Camita de la llabarl4 Vieja 1\tANUI:!.l. Rf.CUER.A
SAUMD.l.
Recuerdos de Tulipa MA'rfAs :-.rmrn:s-Humon~to
Su cara mitad jost TRIANA
La noche de los asesinos MAS UEL MAR TIN j r.
Sanguivin en Ur1ion City ANTON ARRUFAT
Los siete. contra Tebas liUCE~IO HF.RNANOEZ EsiINOSA
Maria 1fntor1ia H(CTOR QUI,NTERO
F..l premio flaco ABRAIIAN ROORICUEZ
1fndoba RENt R. ALO~tA
Alguna cosita que alivie el sufrir ARIUO Esr!tva
I.a verdadera culpa de Juan Clemente Zenea Jou. CA.-.o
Timeball
-
VIRGILIO P.I~F.~A
N;ci en Crdenas, en 1912, y muri en 'La abana, m '1979. R~liz.
es-tudios univcrsilarlos en ,La Habana" y en 19-1~ onuvo una beCa
que le
~nniti viajar a Argenuna. S vindi'lo ~1 mo,-tmiento ieafral de
la. cnpital y estren en l!HS Electra Gamg6. Se dedic adems a la
traduccin y la animacin de ~cvisw literarias como Podo )" Cicln. Su
obm barcn g~ncros como la poesla (l..a isla trt pdo, l..aJ furias~
lA vida
ent~a), el
-
140
PERSONAJES
CoRo ELECT&A CARRICO
ProXcoco ECISTODO!II
ACMIENN GARRJCO Q.rn:MNISTllA PLA ORESTES G~~RIC
MIMOS
1 '
r 1
L
AGrO PRIMERO
CORO. En la ciudad de. la Habana, la .perla ms refulgente ' de
Cuba pauia fulgente 1a des grada se ceb ~ 1~ ~ , en Elccua Garrig,
mujer .hetmosa y bravla, que en sti casa dla a dla ton un problema
profundo tan grande como este mundo la suerte le depar Elcctr;t era
inte,l.igcnte, sensitwa y puqorosa, luciente botn de ,rosa dei
jardin de ~us mayores: merecedora de honores, de tacto fino y
humano, mas la suerte mano a mano como un sol que se derrumba abri
en su casa dos tumbas con esfuerzo sobrehumano. Ella sali a la
palestra con frialdad .de qiamante, }' a su hermano Orestes amante
en quien tambin la tormenta con sordo ruido revienta, 'le anima a
qc no permita. 141
-
VIRCILIO Pl~E:RA
un sacrificio bapal por una madre fatal, que en su casa provoc
lo que Electra Garrig con voz dolorosa cuenta.
Portal con s~is columnas qu~ sigue la lin~a de las antiguas
casas colonial~s. Piso ~ losas blancas y negras. Ningn mueble. El
Coro (en este caso la Guantanamera) har sus apariciones junto al
proscmio. l~uz amarill violenta. lA accin pasa durante la
noch~. Tras la declaracin del Coro, apar~ce Eltctra, ve.stidat~
n~gro
ELECTRA. (Sale por entre las dos colurr1as fmt,rales. s~ d~tim~
junto a ~llas, Apoya sus manos en u~a .df!. las dos columnas.) Qu
furia me sigue, qu aryi,maf, .. flue ,yo no puedo ver, entra en mi
sueo e intenta ll"qlstrarme hacia .una ~gin de la luz adonde todava
mis ojos. r;~,o .~bran: usar su .desqnol (Se adelanta al centro de
la tSf~na,) Oh, luz!. ~crs t4 misma ese animal extrao? Eres t lo
que ilumina el 9bjc~o o el objeto mismo? (Pausa.) Pero ... Cmo se
atreve con la luz una pobre muchacha de veime aos? Ayer lcf q)Je
las doncellas que meditan demasiado el tema de la luz ca'ban por
quedarse ciegas. (Pausa.) Sin embargo, en pleno campo, he' pasado
'infiftiias veces a un metro del sol. Entra el P~dagogo vestido de
centauro y se coloca ~trs de El~ctra. Ll~a frac, cola de caballo.
y: cascos. PEDAGOGO. Declamas ... ? ELECTRA. (Sin moverse.)
Declamo. PEDAGOGO. Sigues la tradicin, y eso hO' megusta. No te he
dicho que hay que hacer la reVolucin? (Pausa.)' Por qu no
clamas?
ELECTRA. Ya clamar (Pausa.),Pcro ~cqcha, se.habla de que 142 la
ciudad est llena de una clase de~ mujeres.. Las conoces?
;1
EL.ECl"RJ\, CARRICO
:eEDAGOGO. Si, son las mujeres sabias. Son 1mi terror. Me ..,
persigu~ri:con sus disertaciones, me piden una discusin abier-~a ..
, (Con burla.) Y yo, Electra, :nada teng que dc;cir)~. I;l.ECTR:A.
Noncccdcrfan ellas a senus amahtes una por una? 'PEDAGOGO. 'r'iencn
horror del. hombre y del caballo ..
'EL~G'DY\ . Eh'tonces hay que exterminarlas. Son llJPY ~
cosa.
PEDAGOGO: Te-alarmas fcilmente, El~cti'a. Elfas.no son sino
esas-plagasqu tOda ciudad debe padccenic cuando e11 cuando.
(Pausa.) El mal no estii en las langostas de paso. Y tOda la ciudad
tiene siempre un monstruo perpetuo ..
ELECT~.A. Por eso invocaba a la luz. Hace flta mH~ha. ).u~ para.
que los ojos puedan considerar y medir al monstruo que ofende a la
ciudad. Entra Egislo llevando t'71 la mano ~recita una bandeja de
plala con una papaya _morme. Cuarenta mios, muy bello y fuerte,
vist~ todo ~ b1anco, como lo ClmloS' tubnJ. EGISTO. (A Elecira.)
Busco urgentemente a Cliu;nn~stra, La, has visto?
Ei~C:fRA. (Sin mirarlo.)' No .. PEDAGOGO. La luz le molesta.
EGISTO. En efecto, hay .mucha .luz aqu!, (Se mira la ropa.) Casi no
se me. ve la ropa. 1-J:.abr, que ;poner pantallas muy pronto.
ELECTRA. (Sin mirarlo.) Yo prefiero toda la luz. EGISTO. Como
gustes. (Caminando hacia las columas de la izquierda.) En ese caso
me voy ar cuarto de tu madre. Asf no sa1Jr de la l,l~da, del, dia .
Estarn Jas cortinas echadas. (Sale:) PEDAGOGO. Los monstruos se
~encuentran.;. (tf Eltttra.J. Di.nlt; El~tra. llU padre no est en
la ciudad? 143,
-
VIRCIUO P~ERA
ELECTRA. Sf. (Pausa.) Uno de sus criados me dijo llilic un
momento .que Ag:unenn qucria hablarme, aquf en el panal. PEDAGOGO.
Entonces me voy. (Se da vuelta, de tal modo que pon# su ~ola entre
las manos de. Elutra~) Querida. Elec.trrt querrfas alisarme Ja cola
un tanto? (Saca del bol.fillp de_lfrac u~ gr(ln peine y se lo da a
Electr'a.) ELEC'fRA. (Empleiil alisar los. pelos de la cola. De
'Pronto se detiene; con la mano en, alto.) Escucha, Pedagogo: si te
aliso la cola es slo un hecho; si tc.asesinara c;on este pual
(Esgrime el P,ene a modo de purial.) seria nada ms que otro hecho.
( P.ausa.), He comprendido, Pedggo? PEDAGOGO. (Saliendo de escena
con el paso que se supone tenian los ce71tauros.) Has comprendido,
Electr.t . 1~ has com-. preridi'do tbdo.
Entra 1Jgamcnn. Tiene' sesenta aos, pero aspecto robusto: Alto y
majestuoso. Est en mangas de caml.sa. AGAMENN. (Mirando hacia las
columnas de la deru~ta por las que acaba de d~saparecer el
Pedagogo.) Todava. el Pedago-go ...
ELECTR .. Por maestro me lo diste. Adems, me complace. AGAMENN.
Est bien. Dejemos el Pcda~go. (Pa~a.) ~os- pechas cul puede ser el
objeto de mi llamada? ELECTRA. SI, Jos rumores de que el
pretendiente te amenaza c;,cm raptarme.
ACAMENN. Ert efecto, no quiero que te rapte; no quiero que se
case contigo.
ELEG''fRA. Si, no quieres que me c:;t$e, si no quieres que me
rapten, dim~ qu quieres entonces ~~ mi? AGAl\fENN. Quiero tu
felicidad, Electra Gartig. ELEC'fRA. o, Agamenn. Carrig, quieres tu
seguridad:
144, (Pausa.) Adefus, seria muy divertido.que me rnptaran.
(Rle.)
ELECTRA GARRIGO
ACAMENN. Te quiero demasiado para. perderte, Elcctra Garrig.
El,:.ECTRA. Me quiero demasiado pli sangre es un asunto mfo.
AGAMENN. Electm.Garrig: te repito que ests blasfemando. De .mi
s.'lngrc .saliste}~ a, mi s.'lngre tienes que volver. ELECTRA. Yo
ten~ el valor. AGAMENN. Sera intil. Te hemos dado una educacin
ctis~Jla .. A~~ms, ~u,i~.res 111~ a tu p;t~re q1,1e :t t!l~
t~qrl,a~. ELEcyRA. N.o _seas tan conriado. Se ,puede cambiar. A
.v~cs siento qu~ m sangre corre ms 9ue la ,tuya. Enonccs ...
~\GAMENN. (Persuasivo.) Tengo fe en tu cario. ELEQTRA.
(tlgitada.) .Pero puedo rcbelaml. AGMENN. No lo hariis. (Pausa.)
1'Mira: ie digo: clsate con el prctcndicrue, abandona el hogarl No
lo hars, me quieres demasiado. ELEqTRA. (Volviirzdose al pblic.o,)
Qh. o:ueldadl H5
-
\'IRCIUO PISER.A.
AGAMENN. (Volvibtdostt- hacia las columnas;) Oh; riccii dad!
Entra por la derecha Clitemt~CJtra Pl6. Cuarenta culos, hennosa y
alta. fliste ut1a bata morada. GUTEMNESTRA. (Muy-agitd.)(Han visto
a Orcste's? ELEtR.A. No. (Pausa.) Has visto a Eg.isto? AGAI\IENN'.
Ests agitada, Clitcmncstrn Pla.
CUTEMNESTRA~ Acabo dc.prcsenciar desde mi ventana la muerte de
un joven. AGAMENN. Cmo sucedi? CLITEMNES:l:"RA. Lo mat un sold.-1do
de un b:llazo en la nuca. Dio un salto como buscando a'lgo en el
aire, y cay sordamente de espaldas. (Pausa; suspirando.)
Er.nnuthermoso. ELECTRA. (Irnica.) No mC' explica tti terror.
Siemprt Cuiste una mujer valiente. No me has educado en el culto de
la sangre ... ? CLUEMNESl:RA. ~Pens en Orcs.le5 . l)h, Qrestcsl
AGAMENN. Te imaginas a Orcstcs' con na bala en la nuca?
CLITEMNESTRA. (Tapt~dole la boca.) Calla! Cmo puedes pensar tales
cosas ... AGAMENN. Las pcnsastcs t yti, ClitcmnStrn Pl.
CLIT'EMNf~RA. Es verdad. Pero ml cario me hace ver los cuadros
m:is sombros: O restes expuesio al viento, Ores ts a ia merced de
las olas, O restes azotado por un cicln, Orcstcs picado por los
mosquitos ... ELECTRA. (Con soma.) Yo creo que una plandta
de.ae:tro en la nuca de Orestcs... CUTEMNESTRA. Eres
monstruosa.
146 F.LF.CTRA. (Ambigua.) Trato de salvar a Orestes.
Esoeuodo.
ELECJ"R.A. CARRJCO
CLITEMNESTRA. (Confundida~) -Qq dice51'... Salvar a Orestes?
Pero ... sah'arlo de qu? Comra quin? ELECTRA. (Enigmtica.) f:se
es-mi secreto. CLITE~lNESTRA. (Furio~q. se, lanza cont~a El~ctra.)
,Mic;ptesl T no uencs secreto alguno. Orestcs est:i hbrede todo
peligro. (Pausa, dubitativa.) si... Yo me pregunto: qu .le
podrfu
succd~r? Qq ... ? (Pausa.) Ah, Orestes ... l AGAMENN. Nada,
ClitcmncstJn.Pia; nada le podrfa suceder. Electm slo quiere decir
que algo imprevisto, el azar ... Por ejemplo, un au,tolJI.vil que
pasa en 'd momento que Orcstcs cruza la calle. CLITEMNF.STRA.
(Rttton:imdo sus manos llistritamentc.) Ah, Orcstcs, no cruces 1;
Q!)le ... l ELECIRA .. Orcstcs acabar por matarte. CLITEMN~RA.
Primero morir tu padre .. AGAl\JENN. Sah~s mi destino?
CLITEMNESTRA. No, pero conozco a tu hija.'T'mUir d un dis&Usto,
Apmcnn Garrig, AGAMENN. (A Elcctra, ansiosamente.) Me harlas
.sufrir' al punto de matarme, Electrn Garrig?-ELEcTRA. (Elusiva.)
Yo no me expondr nunca a las ruedas ~e un automvil... CLITEMNESTRA.
Pero te casars con ese hombre qu tu padre detesta. tJ.;ECTRA. (A
Agamen6n, con burla.) f:.sp te)1arla morir? AG,~MI;NN.
(lngenuammtt.) Sf, eso me haria .morir. CLJT:EMNESTRA. (A Electra;)
Lo oyes; Electrn Garrig? Si no quieres ser .Ja causa del
fullccinllcnto de tu padre, debers permanecer bajo cs~c tecllo,por
el resto de tus dlas. Entra OrcstCJ. f' eit~ticinco atlo,s, muy
llennoso .. En -camisa. '147
-
VlRCIUO PI~ERA
ORESTF..S. (Medio oculto entre las columnas del ctntro.) Y )'O
parr por el resto de mis dfasl CLITEJ\INESTRA. (Volvihzdose
rpid.amen.te.) Ah, Orestesl (Anllelantc, lo abra:zn.) Pero, qu
extraa p~labra ~cal>~ d~ pronunciar! Quin habla de panir?
EI.;Ela, que io \'mico que puede
148 tu hijo es. pescar ciegamente su pez?.
',,
ELECTRA CAIUUCO
CLITEMNESTRA. Basta de slmbol~sl Me abruman en tan negros
presagios. (A Ortstes.) No parurs, Orestes. AGAMENN. El hmbre
siempre debe viajar. CUTEI\'INESTRA. ;\~ la mujer: quedarse en
casa,. ~no es asf? Parece que el t~ma dCI destino slo m~ af~a a m(.
CJ:ees rechazar et tuyo obligando a El('Ctra a Jl:Crma~~r c.n esta
casa (Pausa.) J>ero, oye, si estoy sujclll al desuno tu tambtn
lo ests. AG'Al\IENN. Elecira Garrig jams abandonar a su padre.
CLITEI\'INEsTRA. Electro Garrigq se casar con el pretcndien te.
AGAMENN. (Irnico.) Te incrcs:i mud1o que se rilah:hc de la casa?
ELECTRA. C)itei'nnestrn Pla quictc para' ml lo que .Ita tenido.
ella: un marido. AGAMENN. y yo deseo para Orcstes lo que hice en
mi. juventud: un viaje a tierras lejanas. . CLITEMNESTR.t\. Calla,
pjarp agorero, C::lllal O:estes e~ m1 hijo, exclusivamente mio.
(Pausa.) Oh, Dt?s mlol Q~~ me succdcrfa si una maana me levantase
cop la mfausta nouaa de la lxtrtid. de O restes? ELEC'fRA. Te
clavarlas un pual. ORESTES. En ese caso no me irfa. No debo
atormentar a Clitnnestra Pta. AG \MENN. (Burlonammte). J,.o oyes,
F.lectr;l. Ganiga O;es a tu he~mano? Rechaza una posicin brillante
en ~ras de la tranqpilidad de su madre. CLlTEMNESTRA. Escucha,
i\gamenn Garrig': t ves \:'1 i?aj.a
el ojo ajeno pero no ves ,la viga en el tuyo ... l\le rccnm.mas
;~t; mi terilot a~te.la partida de Ores~es, y t? Pbdrfas :soportar
que F.lectra se casara con el pretendiente? 149
-
150
VJRCIUO Ph~ERs\
AGAl\IENN. No lo' soportarla. Ese pretendiente no es digno de la
mano de .Elecua. CL,ITEMNESTRA. Vamc;;s. Elprctcndicnte es slo un.
recurso
1 rc~~.rico d.~ q~e te vales, A~menn Carrig. Lo cierto es. que
qtem~ la panufu de Electrnmnto oomo yo la de 0restcs. .
ELECTRA. ,Ai1a~e. a eso, .CJitemnes.u; ._,J, qu~ .qJJic.res
verme. casada parn,scr tu la .reina de esta casa. O RESTES. Y t
deseas ardientemente, Agamenn .Garrig, que. yo part para ser t el
rey de la casa. CLITEMNEsT. Ah, no ... l iHorrible consortei
ACAMENN. Jams! Una reina que me ,Sacarla los ojos. ORESJ'ES. Quin
debe, pues, ser el rey? 'CLITEMNESTR.A. T, .amado~Orestes, tu el
rey de. mi vida! ELECTRA, (Ir(mica.) Nada ms que Orcstcs? .
CLIT'EMNESTRA. (~lcercndose a Electra cor~ gesto de feroci-dad.)
Si, Electrn Garng, nada ms que Orestes. AI;l. (A Elcctra.) Hija, no
va5 a suponr que yo ... Ya fu una vez rey. ELEC!fRA. Que! importa
... Mirn a Clitemnestra .que persiste, en ser rema.
ACAMENN. J\ ~u edad? Es posible. .. ? CL~TEMNESTRA. No soy una
vieja, Agamenn Garrig. U.na, mt~Jer de ~uarenta afios es joven
todava. Me cas contigo hace qumce. S1 entonces tenias cuarenta, eso
no me :interesa. ACAMENN. Es cierto, me siento cansado.
CLITEMNES'~RA. (Cota acmto frlcbre.) Uno deb~ dormir cuando ya
se Siente cansado. ELECTR.i\. CJitemncstrn se emociona ante :el
brillo de la regencia.
ELECTRA CAIUllCO
RESTES. (Se abre la camisa.) Verdad que hace un ealor ~ofoc;ame?
ELECTRA. Esose llama un rodeo. No te cono1.co, Oresies. Qu hacer.
pa~ cncontrnrte? CLITEMNESTRi\. Si, amad.;> Orestes: hace, en
efecto, un calor srocamc. ~Te,_pido una limonaiia? ORESTES .. No la
deseo ahorn mismo~ (Pausa.) Dime, .en cambio: no soportarlas
vetdadcrnmente mi .a,usencia? .CLITEMNESl:RJ\, "Morirfa de pesar,
amado O~c:;stes. (Pausa.)
l\~~. a tal punto 'Jictr.Lmi
-
VIRGJLIO PISERA
ORESTES.l\lientras yo galoparfapor el escenario pisoteando la
Clbcza enjoyada de la primadona. CLlTEI\'INESTRA. Basta de
I.ocurasl Somos humanos, y no podremos, no, no podremos despojamos
de las palabras ni de .los nombres.
En ese momento se escuchata, .desqe un alt()parlante, situado
fuera de escena, los taombres de Electra y de Orestes. &tos, al
escuchar sus nombres, :salen lentamrote de escena; Coincidiendo
cott esta salida, aparecen; por -d cmtro de las columnas, cuatro
actrices negras, En el sigulente.orden: prim~o dos, y carga11 unJJ
cama lujosamente vestida. &tas son las camaristas.
Inmediata-mente aparece la anunciadora de noticaas; por ulta~mo,
aparece la que remedar a Clitemne:srra:- Las tres prim~ras visten
lfe "Srveit..s, 1aruarta amata nmaCosamenteelvestido de
Clitem-nestra.
El movimiento escnico es como ;sigue: las camaristas se sitan a
la izquierda. del actor. La anunciadora pennanece. entre las dos
columnas aludidas. La que hace de Clit!mne,stra se ,sita junto a la
cama. En el momento en que las cuatro actrices negras acaban de.
realizar su movimiento, aparecen de nuevo Electra y O restes. .La
primera por la columna de la extrema derecha; el segundo por la
columa de la extrema izquierda. Se sitt'lan de espaldas al pblico.
Clitemnestra se coloca m el centro del escenario y muy cerca de 145
candilejaS. t1gamn6n hace Id mismo. Se liar una doble pausa.
Clitemnestra da dos palmadas.-Una pausa. Glitem-nestra ''Y A~amenn
tambin se colocan de espaldas al pblico.
, En la pequelia farsa, que seguir inmediatamente, Clitcmn.estra
har las voces de. .1~ cuatro actrices negras. &tas realizarn la
mlmica.
CLITEMNESTRA. (Completamente rigida.) Por qu me de-tengo? Por qu
no avamo? Por qu a\'anzo? Por qu~ abro tanto la boca? Ah, se me
doblan las piernas ... Dcsfallezco ... IEh, 1mi lecho ... !
(Pausa.) Qu hacen ustedes que no me llevan al lecho? Ah, lecho mfol
(Pausa.) Yo, .la infeliz Clit~ncstra Pla~
152 mujer de Agamenn Garrig, madre d~ Elcctra y de Orestcs
..
E.LECTRA GARRJGO
(Grito muy agudo.) Ay, Orestcees, Orestceesl Uamadme a.
Oresu.:s. Pronto, llamadlot 'Las camaristas se ponen a dar 'VUeltas
alrededor del leclao simulando burlonamt'tJ/t: el juego de la
gallita ciega. Lo. anunciadora se pone m movim'iento remedando la
llegada precipitada de un mmsajero. se detiroe jumo a la cama.
Sata.fin papel del bolsillo . .Finge leerlo. CLITEMNE.STRA. tA)cr
por la maana, a la salida del. sql,. muri despedazado por la~
fieras ?restes Garri~q>~l~~nte. J
in~nicro de la Ausl!!'lmn lr.Q!l. !AmJP.nyl (Doble pausa.)
Mentira! Ese ,telegrama es Ull;l .impos~ura. Orestes no puede;
haber muerto despCdazado .POI: 'as ficr,as. f:t mismo era un len,
un .tigre, una pantera... Lo digo, lo afirmo, yo~ su. madre,
Clitcmnestra Pla. (Doble. pausa.) Sea1or;a, et tc.xto del tel~grama
es lo que menosjmportancia tiene. Orestes ya no cxiste .. (D~bl~
pasa.) En es~
-
VIRGIUO l'lSI:!RA
CLITEMNJ;:STRA. Tus augurios son letra muerta. Sers t: la que
abandonars muy ,pronto la casa )da. ciudad .. AGAMENON. Ser
Orestes, no Elcctra. (Se e.s(ucha el, raombre de Electra pdr el
altopiu'lit'r1te.)
CLITEMN~. Digp Elec_tra, no Orestes. (Se escucha el nombre de O
restes por el altoparlante.) EU:CTRA. restes. ORESTES. Electra.
Salida de ambas hermanas; Eratr:an cuatro actores negras en e[
#gt{lmte orden: las tres prinieras trmfileroslk-Lt tntil't' de
Electra- se SJtuan 1unto a La.s COfuinas (# &eclUJ..t.slgi~l
iie "har las vtces ele Agammn. Los nmuajeras' visten de
sin>ientes. El que' hace de Agamm6n viste comil ste. Los
m:t:nsajeros llt:van largos rollos de papel. Agamen6rJ hace
sucesiva-mente la.s Ctiatro Voces. Los atbrti negros la mmica. En
el momento en que las attdres negros acaban de ocupar sus sitios~
salm de nuevo Electra y Oreses. La primera por 1a columna de la
extrema. derecha; el segundo por la columna de la extrema
izql,lierda. Se colocan de espaldas al. jJbli(o .. Agamenn da dos
palmada.s, Clitemnestra VJ.tt:lve a situarse de espaldas al.
pt.blico. AGAMENN. (Hacimdo la voz del primer mensajero.) Se ha
recibido por radio a noticia, dCJ, asesinato de la bella Electro
Garrig a manos del pretendiente!' ~ GAME~N. (Haciendo la voz del
segundo mensajero.) A
causa. de, la negativa de su padre a desposarla con el
pf~:tendfeme, hoy muri de pasin de nimo .la bella Electra
Garrig.
~GAMENN. (Haciendo la voz del tcrc~ m,~jero.) ;Por abandono del
pretendiente hoy se suicid l bel~ mcetra Garpgl AGAMENN. (Haciendo
la voz qel doble, que tiene la mano apoyada en la sien.) Tres
versiones de la muerte de Electm .. (Pausa.) Lo echar a la suerte.
(t.'T!oble seriala con el dedo a los
154 mensajeros mientraN1gamcnn"va diciendo.) Tin m:irfn de dos 1
1
l
I:!LECTRA GARRJGO
ping, ccam mcam tere Cuel (El doble se adelanta y pone su dedo
bid ice sobre el pecho del segundo mensajero.).Ah, t,riunfq tu
versin! .Electro ha muerto de pa.Sin de iti'mo. {Doble pausa.) V qu
hago yo en el mundo, misero mortal, privado. de la presencia de mi
amada ElectraiNo, muera. yo al. puntoiOh, vida cruel, imploro de la
muerte el remedio a todas mis" desdichas! (Pausa.) Mas si: morir yo
tambin de pasin de nimo. (El doble de Agarrenn s~ tiemk
afec.tadamept~ .ett f.l suelo.) Va ~tl Un padre se dispone a
.morir. (el doble de
Ag~m~6n :reriala a los 11J,~nsaj~ro~.) Contad hasta; cinco,
Quiero' dernostrilr a Cliteriu1ci~ ql_l slo ~ontan~o l1a~ta pnc;o,
y qo hasta diez; un padre jmd mtir pcrfectarhein. La voz .de
tfgamen.n cue~Jta cada nmero lentamente. Los
m~n.spjeros hacen la. mmica. E.l doble. de.,fgo,!"et_J,rl se
po~e el. manto sobre la cabeza y adopta una actitud yacente.
CLr'EI\INESTRA. (Camit~atuio hacia el cerltro de la escena.
Po.seida de furor.) El. desuno! Todavfa el desnol Quin "a a ganar?
Quin va a perder? El destino lo dir, el espantoso destino! ORESTES.
(Se acerca a Clitemnestra.) Qu quiere el destino contigo,
Climnestra? ELECTRA. (Se acerca a Clitemnestra.) El destino quiere
su parte, pero niego que sea espantoso. El'desno es slo l dstihb.
AGAMENN. (Se acerca y se sita de espaldas a Clite11mestra. Quin de
nosotTQs e~ el d~tino? Desde este momento ha.sta el final del acto
los cuatro actores permanecern completammte rfgdos, con 1a.s mar~os
hacia abajo :v los purlos cerradas~ CLITEMNF..STRA. Yo. ELECI'RA.
Mentira! AGAMENN. Quin de nosotro.s cs. el Destino? ORESTES. Eiectm
es el. Destino?, CLITEI\lNESTRA. Atrs, perral 155
-
VIRCIUO PIRERA
ELEC"I:RA. Perra, adelamel AGAl\IENN. Des~ino, o.h Destino!
ORESTES. Es viscoso. CLITEMNESTRA. PerQ tan s~gurol EI:.EOTRA. SI,
scacercal AGAl\IENN. ,IDesr,ino, oh Destino! O RESTES. ,Hacia quin,
ClitemnesLrn? CLITEI\INESTRA. Hacia Electro Garrigq. ELEGJ:"RA.
Portador de la justicia. AGAMENN. Destino, .oh Dstinol O RESTES.
Por qu provocar al Destino? CLil'EMNESTRA. Tu Oesljl\o-es el
pretendiente. ELECI'RA. Tu Destino es la partida de Orestcs.
AGAMENN. Destino, oh Destino! ORETES. MateJT\OS al Destino.
CLITEMNESTRA. Matarfas al pretendjente. ELECfRA. El pretendiente.
no .es el >Destino. AGAMENN. Destino, oh Dc5tinbl O RESTES. Soy
yo el Destino acaso? CLIMNESTRA. No, no, no eres t-el Destino!
ELECI'RA. SI, sf, sf eres t el Destino! AGAMENN. Destino, oh
Destino! ORESTES. Quin me baria partir? CLITEMNESTRA. Nadiel No lo
quiere el Destino.
156: ELECTRA. Entonces morii:is t, Clitemnestm Pl.
ELECTRA CARRICO
AGAMENN. Destino, oh Destino! ORESTES. Morir Clitemnestra Pla?
CLITEMNESTRA. Morir Agamenn Garrig? ELECTRA. 1\lorir Agamenn
Garrig? AGAMENN. Destino, oh Destino! O RESTES. Morir_ Agamenn
Garrig? CLITEMNESTRA. Morir Agamenn Garrig? ELECTRA. Morir Agamenn
Garrig. AGAI\IENN. Destino, oh Destinof nompe a cantar el Coro. Los
cuafro personajes se m_antienen rigidos. La, luz va desapareciendo
graduqlmmte. Cortma lenta. CORO. En las olas de la mar,
en las aguas del arroyo, en los bravios escollos, en el aire del
palmar; en el doliente pinar, en el canto del canario, en el afn
temerario se mues.uaJa p:sin loca que cQrre c:le.l)oc;a en boca co9
:1cento funerario. Sigue, Electm, sin desmayo, tu obra llena de
acechanzas -mujet. V
-
ACTO SEGUNDO
CORO. Ya una ciudad se dispone a presenciar un ejemplo, a ver
derribar el templo en que un tirano se impone. Nolo consienta, y
corone de Electra el triunfo la frente, no lo consienta el potente
nimo de tal doncella: roca en la que se estrella un egolsmo
demente.
El mismo decorado del acto primero. Aparece Electra vestida de
rojo. Luz muy dbil. ELEC'fRA. (Saliendp lentamente por las columnas
de la extrema izquierda. Se detiene.) Dnde esmis, vosotros Jos
no
\
d~o~~? Dnde esti~, repito, redondas negaciones 'de toda
d.1V1mdad, d.: tpda ml_tologa, de toda r:e~erencia. mu.!!l'ta para
s1empre? Qu1ero ver, siquiera sea, a uno de .entre Ustedes. Pido la
aparicin de un no-!lis que caig:i en medio c1e este pramo. (Pausa.)
SI, ?S conmmo, extcns:;.s criatums que n9 exiss; formas no
regstradas en libro alguno, o pueStas sobre la infamia de la t~la
del pintor. Electni:osoonmina, no-dioses, que nunca naceris para no
haceros tampoco nuneadivinos .. Qu inmensa ato~fa os cubre de~c
este pecho queJarua sus cargas de soledad Y cvna los santuanos y
las posternncionesl (Pausa.) No vosotros no tendris santuarios ni
sacrificios. Ante quin de v~sotros se prostemarfa un humano? Oh,
ellos no saben que despus de la '158
'1 [U:CTRA GARRIGO
mucn de los dioses, el nuevo panten de los no-dioses no confiere
ni premio ni castigo! (Se adelanta al centro de la escbla.) No
castigaris a Electra. Tampoco vais a recompersarla. Sois. de tan
grandiosa apatfa que puede Ele;tra segar una vida sin el temor a un
reproche. Solamcn.t~ !o tqmarais como el ruido sordo de unJruto.que
cae, de un_ frut,a que cae en medio de \'Osotros-frutos que giran
esrallando.cn la vioMca dilatacin del olvido. (Doble pausa.) Sois
pane. ~e liJlil selva o la estftis .U~p~do con esas fon-nas
hinchada!i g_c; ll~os sin castigo o \recompensa? (1-Jace un
gesto.co.mo apreh~diendo.) Sois sola wente este brazo, este,seno, o
esta cabellc!-1? (Pausa~). Un camino me conduce al ,sitio
ap.-\tico, al centrO de la in(Ji[crcntia: alll las grnndes hojas se
hunden en un agua q.:; 'procura 'In apariencia de senos chocando
sus pezones, de.~ y. picos atravesando las espinaS hasta caer: del
ladode.una m,uj,er:.olvi~da encima de una msh. (Pausa.) Ningn
tribunal, nin~n juez pod.rfa formarse con. estas presencias. Oye
algujen la campanilla del ujier apelando a un juicio final que 119
se producir? (Doble pausa.) ,Ah, Electra .. l Asciende ms y ms y
siempre. Es hacia la residencia de la luz donde debes encam,i~ ..
tus pasos, a fin de procurar las armas que necesitas. (Cpmienw a
iluminarse . .la escena.) Elcctral Eiectra giratoria! En acecho!
rEn acecho, Electnil (Pausa.)-No avanzo, giro, siempre ctt el
sentido de la lut. Formas d. ella, procuradme el camino y la
[rente' que debo :iniqilarl Preciosos animales cabalgando en la
vertiginos."l modulacin de sus pices;,Jineas que no van a
encontrnrsc paro que el espanto no se apodere de .los ojos~
(Pausa.) Adelante; Electral Siempre envolviendo ms y ms tu cuerpo
en la luz. Sus dientes penetran ya .tu carne, ~rp no ~cRs
despedazada, sers exaltada. (Doble pausa.) N:o, Elccu:a . l}. premi
lii lStigo. Una violenta ondulacin no ,perf11it~ q,ue ~~~ fims
lleiDJen a ser objeto de veneracin. F..stais, oh, f~rmas, rodeadas
de indivini dadl 'Puedo suprimir este cu~rpo, pronto in 'Juz'lo
devolver a su sitio. '(La lru se hace mceguec~dorp.) Aqui la linea
divisoria! Pero la interrumpir, para que el ccntto aptic recobre su
imperio. (Pausa.) rAtr.is, fanr.asms de nntigtosdiosesiDioscs de
nada con ojos, de nada! Vais n caer en el cmtro. de esta luz, y
159
-
VIRGIUO PltilE.RA
giraris eternamente como la parte de un todo que no se compadece
nunca de si mismo. IAqul, venid: ms l}ojas, y rambin troncos,
C:lbczas, plumas, lianas, ralees de la luz! La sangre que va a
derramarse producir un sonido frio al chocar con las ltimas
resisiencias-dc la piedad. (Pausa.) Electrn \":1 a suprimir la
linea divisoria. Hecho! No ha)' que nbrir los ojos, las formas son
ahora millones de ojos emrelazados que se contemplan unas n las
otras .. Tien la luz necesidad de verse? Ve la luz a algo, a
alguien? Sus consecuencias se vuelcan, tom las intiles 'Erinnias,
eri Clitemnesun Pla y en Agamcn Garrig. (Doble pausa.) Oh, por fin
s que me lltn 'Eicttal Soy la que conoce la cantidad exacta de los
nombrS. Yo, la que procede friamente con hechos. Qu ine pdra
penetrar?' Qu podra henderme o atravesarme? La misma mano que
enlram por el lado derecho l;ncoqtraria su mano en el lado
izquierdo. Nadie me toque, porque se engaaria:no dejar la mejor
huella, ni el rastro rn:is potico, porque no compongo clegfas ni
veo pasar a los amantes. (Pausa.) Es a vosotros, no-dioses que os
digo:. yo soy la indivinidad, abridmc p.1.sol (Al concluir el
t!10n6logo UtJ golpe de'vimto !lace ondular el vestido ae El tetra.
Electra Per:mar~cce rfgida.)
:~C{$TO. (entra st:guido de Clitemnestra.) 1Abridle. paso, siy
abrid paso a la diyina Electral ( l.e toma la matlo a Elcctra y-se
la besa.) Hablas terminado ya, Electra? Es con esa frase -Abrid me
paso!-. que lo dedas todo? (Pausa.) Vamos, nimo ... ! La prxima:
vez lC s::\ldn'l mejor. (ti Clitemnestra.) Scr.i una gran actriz.
CLJTEMNESTRA. (Cogier1do la ba~biila de Eiccira.) Es ya una gran
actriz. VIve en ,el mundo sto para representar. Tengo l certeza de
que nada siente. Lo que ella. nos presenta es su vaciado en yeso.
(Pausa.) En cuanto a mi1 confieso que prefiero la vida misma! Todo
lo tengo en la. punta d los senos! No sy yo, Clitemnestrn Pla, la
de sibilinos senos? :ECISTO. Querida amiga, van tus senos a
comunicarnos
160 alguna .revelacin?
ELECTRA_ GI\RRIGO
CLIIEMNESTRA. (Con afecuui6n.) No por el momento, 1uerido
Egisto, (icl amigo de esta casa. No, no \'engo a efectuar
r~elacin alguna. Vengo sencillamente a informa( a Electra de lo
que ya sabe toda la ciudad. ELECTRA. (Sin curiosidad:) Qu sabe tooa
la'.ciudad? CLITEMNESTRA. (Fingimdo indiJere11cia.) El pretendiente
se suicid esta tarde a las. tres. Tos Jos vendedores de peridicos
de la edicin nocturna lo pregonan por las calles. No Jos
CSOldl:lStes? ELECTRA. (Ensimismada.) Es el primero que parte. (A
:Cliltm nestra.) No tengo necesidad de los vendedores de peridicos
para. saber la definitiva suerte del ;pretendiente. Adems, no me
importa esa muL'TtC. Es el primero Clue parte le ~ir'.m algunos
mS.
C~rrEl\.INESTRA~ Tu padre celebro esa muerte ruidosamente. El
patio ~~tra.l est pobldo de botellas rotas. ELECTRA. Pero, Agamenn,
est borrad10?
~CISTO. Se h t9ma~o dqs cajas de cerveza. Sabes que es de
gener9sa garganta, ELECTRA. (Pmsativa.) Asi. sufrirla menos ...
CLITEMNFSTRA. (Agarrrufolapor los brazosJ Qu quieres decir?
ELECTRA. Nada. ECISTO. Y ahora, qu vas a h~cer, pobre Elf!c;ir;l?
iNo cm el pretendiente tu suprema espcmnza? ELECTRA. Nunca hay una
su?rcma esperanza. En cambio, me quedar en esta casa por elresto de
mis d[as.
CU'f.El\!N~~~- (Mirandp a.Egisto.) ~o qo te a~il;n!a. 'Eres muy
joven y otros te preten4ern. El mundo. est lleno de hombres
hermosos.
EL~CTRA. Nada me interesan. ECISTO. Qu maquina tu padre? .El
pretendiente acaba de suicidarse, porque Agamenn se negaba
obsnadamente,a darle 161
-
\'IRGlUO Pl~ERA
tu mano. Es que pretender que ests con l tcid l ''id?'.(A
Clitemne.stra.) No piensas como yd; Clitemnc:sr.rn Pla? ELECTRA. Ya
dije que mi desti"nq es quedann~aqul. Creo que no lu.y necesidad de
la socorrida metfora del capitn que se hunde con su barco ... Y yo,
mc.!)undir con esta casa. Me quedo,. y esto debe ba,star. EGISTO,
(A Clitemnestra.) Te agrada, .Clitemnc:sr.rn Pla, .la idea de una.
vestal bajo tu techo? CLITE.J\tNESTRA. Confieso que. no . (A
Electra.) No cejar hasta cnconr.rnrtc. otio prtendict'ue.. Entra
Agamtm6tl, remetmdd con sbann.s y una palangana l traje y el casco
de un jefe griego. Est boTTacho, pero :Se comporta dignamente.
AGAMENN. (t!van.umdo hacia los tus personajes.) La cruel dad de un
dios es infinita. Si agrado a Mcr;urio con libaciones, desagrado ti
Jpiter con mis caba.llos. Mercurio m.e reco~pcnsa, con un nueva
feliz: la muerte del' pretcndiene. (A El,utra.J Sabes ya, querida
Elecr.rn, que tu pretendienc march al' Averno? CLITEMNESTRA. (.Y
qu' te-ofrece Jpiter, Agamenn Garri_,, g? AGAMENN. (Golpendose la
frente.) Los cuernos de su toro! Me eres infiel, Clitemnesr.rn Pla.
EGIS"I:'P, (At~TToriwdo, pero fitlgimdo.) Y por quin. te. abandona
Clitemnestrn, valiente Agamenn? AGAMENN. (Poniendo su fndice m el
pecho de ~gisto.) P~r ti, Egistol S que duermes con Clitcmnestrn,
mi mujer, hija ~e, Tndaro y de Leda, esposa de Agamcnn, madre de
Elecr.rn y Orcstcs, de lfigcnia y Crisotemis. CLITEMNESTRA. Nos
ofendes, Agamenn Garrig. Mas te lo prdonamos en obsequi a tu
~or:rachera. Soy Clitemncstrn Pla,.
162 la siempre C3$ta.
EU:CTRA. GARRJGO.
AGAME.!"':N. Eres de reducido humorismo, Clitcmneslrn Pla. Es
que nunca podrs comemplanne.cn el papeJ de Agaroenn; rey cJe.
Micenas)' Argos; de la. familia de los Atridas, hermano de
Merielao, sacrifcador de lfigmia, jefe de'los Aqueos? (Doble pausa,
dirige la. viJm a lo alto.) He querido oscuramente una vida
heroica, y soy slo un Inugus bien alimenutdo.: (St~plicante.) Pero,
dt'Cidmc, os suplico, dccidinel Cul es.rni.,-erdadcm trn~'dia?
Porque yo debo j lCiler una tragedia como todos 'los humanos, una
trage-dia. que cumplir, y se me escapa su conOCmientol EGISTO.
(Irnico.) Parece que la ceneza le ot~nga el. tono pico. (A
Agamt'716'1.) No tienes tragedia que cumplir. Eres Uf! padre feliz
que se diviene improvisando placenteras comedias; un padre .fun
feliz que -se aiavia con sbanas Y' palanganas ... (Dndole
golp~citQ~ en la espalcJ4.) tAnda, Vf-!, Agamenn de. Cuba; anda:
ve, y chate or.rn caja de ~rv~J. Quiw s( descif~cs el secretode lu
vida.
J~GA_M'~N,N. (ttlf]ndose majes,tuosam.er1t~.) Jna uag~ial Yo
vtvo una r.rngedm f'Se me escapa ~1J.cqn.~tmtcntq. (tl rmtt~d de
camino se detiene; a Electra.) Adis, amada Electra, voy a
sumetgitm
-
VIRGILIO PI~ERA
EGISTO; Nos ofendes con presumir; .. ELE erRA. Querido Egisto:
nada te reprocho .. Ere$ l amante ~e mi madre, tratas de suprimir a
mi padre, 'pretendes sS riquezas, Clitemnest.rn te secunda, qu
cspcrnS? CLITEMNES':ntA. Qu orPJlo vieQes de c~msuhar, :EI~tra?
ELECTRA. La suerte de mi pad~ cscl echada. Tenis manos libres para
obrar. Se oye desde adentro la voz del Pedagogo, que se aproxima.
Entra seguido de Orestes. P,EDAGOGO. (A los tres personajes.) ...
No quiere comprcmJer que en el reino animal slo. hay. hechos, nada
.ms que hechos. ELECTRA. Pero tambin, l,edagogo: hechos, nada ms
cue hechos en el reino human. PEDAGOGO. De acuerdo, pero ests ms
adelantada que tu l,1ermano. Yo, por el momento, slo pretendo que
Orcstcs compre'ncla qt~ en el reinq animal... ELEcrRA. (t1 O
restes.) Sf, Orcs1es, nada ms que hechos ... PEDAGOGO. Sien el
rcino animal un hecho aebcprotluirlic, no habr justicia que lo
detenga, poder divino ni hunmno que lo impid;i. ELEC1'RA. (Dimdo
una palmada.) La ley de la necesidad! EGiSTO. Bravo, Elcct.rn,
bravo! Viva Ja necesidad! CLITEI\INESTRA. (Palmoteando.) .Si, que
vi val (P(Jusa.) Perq, decidme: cul de nosotros es la necesidad?
ELECTltA. T, Clitcmnesua, J.>la. 1; eres por ahora la
necesi-dad. No pierdas la ocasin. CLITEMNESTRA. (Apoyndose en
Egisto, con la mano m la frente.) Soy yo ahora la f!Cccsidad? tAh,
Orcs~r::s. amado hijo mfol, soy yo la necesidad?
QRES':(ES~ CQmo puedo saberlo, Clitemnestra, si:yo no s qu 164
cosa. es esa necesidad que usted~ propalan? (Al Pedagogo.)
ELECTRA CARRIGO
Escucha, Pedagogo, es que la necesidad va. a ser, por ejemplo,
que el gnllo viejo de mi madre, muera hoy mismo picoteado par las
f;UIIinas? :PEDAGOGO. Parece que sf, ,parque se lo o[ ordenar a .tu
madre hace un momer'uo. r.c dccfa al mayordomo: "Acabe usted cuanto
antes con ese gallo, est ieno de Viruelas, mis gallinas lo
.remalarfan a. picotazos de mui buen grado". (A Cliiromdtrq.)
~No es as[, di'Vina Clitem.~estra? CLITEMNESTRA. {t1bsrta.) Sf,
Pedagogo, he dado esa orden. ORESTES. (,Tma al .Pedagogo del
brazq.) Vamos, Pedagogo. Uq ~qifiqo es tan slo un purq hecho.
(Empiezan a caminar hacia. las columnas.) EG"ISTO. (Aicanzttdolos.)
Voy con ustedes. 1\te pierdo por las peleas de gallos. Aunque en
este caso sean las gallin~s el verdugri. D toqos m6
-
VIRCILIO PlRERA.
ELEGTRA~ (Quitndose d c!Jal' se lo coloca eu la cabeza a
C#le.1J1.uc.stxa.) Adelame, Clitemnestral CLITEMNESTRA. (EmpiWJ. a
dar vueltas con las manos
11: extmdicfas, como en el juego Q(! la g4/li11a ciega. La luz.
.,se va
.apagar1do.) Sf. no hay dudhl El g;JI,Io yiejR de,be morir hO)
mism9, Una mano fuerte debe estrangularlo; uen~ el cuello duro,
tem~ que .mis :,rallinas no puedan rcn:tflt~ul9 RJ).icotazos. Fui
yo sibila al bautizar a mi gallo con el JlOmbre .de Agamern?
(Pausa.) Agamenn, g
-
168
AcrO TERCERO
CORO. Ya contemplaste, oh, ciudad! de In muerte el ala oscura,
cubrir con su sombra dura de un padre la honda iinpi~~. Asunto de
sanidad, salvacin de dos hermanos, rpido juego de manos .libertando
a una ciudad.
Mas todavla la muerte no ha cesado en sus clamores, la muerte
quiere fulgores luces, rayos en su p~ho, y a Clitemnestra en su
lecho pronto ver entre dolo~.
La misma dccor(lci6n de los actos anteriores. Onico cambio:
puerta cerrada izquierda. Marco de puerta derecha; Luz amarilla
intensa. Accin por la noche. Salen, Ore~lt;s. y d, Pedagogo.
ORESTES. (Riendo.) Perdona la insistencia, Pedagogo, pero la.
nocturna muerte del gallo viejo me ha dejado en una situacin
bastante maravillosa.
PEDAGOGO. Nada te reprocho, Orestes. Me complace \'ertc
sasfecho. Adems, compruebo, que al menos; algo te ha. maravillado.
Es un !Juen slntoma.
ELECTRA GARRIGO
ORESTES. (Como hablando cons,igo mismo.) Tenia dura la vida el
l?llo viejol PEDAGOGO. Yo mismo estaba asombrado. Segn mis clculos,
el terror le producirla un colapso. 1>eto no fe asi. (Pat'Lsa.)
A propsito: obser\'aste qu habillsimo jueg de dedos tiene: Egisto
para estrangular? ORF.ste5. Estoy contigo. Par el' ctiello del ave
con slo doS' dedos. Aunque, te confieso, el C!Jetlo de un ave
nunca. ofrece, esto creo, la resistencia de un cuello hurrtano.
PED~\GOCO,(Lt'Vanlando una mano.). Pero no, Orestes, no se
trata, en este caso, de una Ierza mayofl que opone una resistencia
igualmente px.ima. No se trata, repito, del material resistente que
Informa. a ~sa fuerza. A t'o ge me refiero~ muy concretamente, es a
la habilidad ae ls dedos de' Egisto. No habrla requerido mayor
cantidad de fuerza pa.rtJ. esU'anglar a u1i hombre; por ejemplo, a
tu padre, que ene cuello de :toro. ORES,fES. ~(e confieso,
fcd.~gogo, que. me sentl; fascinadq cuando gisto parti tan
delicadamente el cuello del a\'e.
PEDJ~GOCO. Y qu decir del elegante movimiento del paueJo sobre
)a.cabeza qel ~11irrtall Para evitar una larga.agonla puso su
pauelo, y la yida se extingui dC un golpe. (Pausa.) Tengo la
absoluta certeza de que el pobre; gallo se lo agradeci. O RESTES.
He oido decir a c;litemnestra que Egisto viaj'por la :India en .su
jiJYCIJJ!~d. PEDAGOGO. No, no, no, Orestesl Nada de pesqufsas, ni
una gota q Scontland Yard. Egisto es un consumado estrangulador.
Eso es todo. ORESTES. Pues si por eso mismo te lo digo, Heda:gogol
1\lc gustarla conocer tal arte. Quizs Clitemnes~ me. ~eje partir si
sabe que me atrae la India )' sus estranguladores. ' PEDAGOGO. Y
qu, Glitcmnesun Pla eonoce las artes de la estrangulacin, ha
viajado, ella timibin, por la India? 169
-
170
VIRGIUQ I'I~F.RJ\
ORESTES.Oh, no, en_modo:algunol Pero tiene ral admiracin por
Egisto ... Egisto es para ella la suma de todos los conclmien, LOS,
- .... ,
! P.I!.qAGOGO. Y de.t~os Jos trucos. ~ por eso f:IUC jam:is)1~
pqq_1po saber lo que p1ensa. Es. un consumdo ~of.~ra d,e sal~n. O
RESTES. Igual me sucede a mf. No importa lo que dice, sino cmo:lo
dice. Es el mejor "dccor:;dqr" d.~ tpda Ja ciudad. PEDAGOGO: Y
Clitmnestra Pla es tan dccorati\'al ORESTES. Pues claro! No s ya
por qu medios arrancar a mi ma:dte el. corisemimicnto'dc mi viaje.
Y tengo la seguridad que si
E~isto me ensea su ciencia, Clitemnestm cedera. rEDAGOGO. jams t
.la ensear. Los ilusioni'sias nunca descubren sus. ilusiones.
Primero te cnsciirfa a i!stranguiar: ORESTiES . .Algo que .t. no
me; has.enscilado,. y lo que es pcar1 que no podrs ensearme.
(Paus~.) En nuestra .dudad. Jos ~mnast;as y los J>;trlanchines
forman la casta supenor. '( no cu.cn'to las ~~1_11as disimuladas
bajd la ropa. Cori tu ciencia . ni yo m1smo podria estrangularme.
P'f:DAGCO. !Uno mana virtud y nQ sa.ngre, como la fuente mana agua
y no vino, aunque los Egistos digan otra cosa. {Pausa.) Esta noble
ciudad ene dos piojos enormes en su cabeza: el matriarcado de sus
mujeres y el machismo de' sus hombres.
O RESTES. P.ero, al menos, puedes,. cuando ofenden tu pancde In
mano, meterte. bajo ,tu caballo ... .PEDAGOGO: Entonces ~e apalean
la parte de caballo~ (Pausa.) No, no hay salida posible. ORESTES.
Queda el sofisma ... PEDAGdGO. Es cieno. En ciudad t-n cnvncida
como sta, de haza;,~s que nunca se realizaron, de monumentos que
jams se erigieron, de virJudes que nadie pracca, el sofisma es :~1_
atma por e.xcclcnci~ Si alguna de las mujeres .sabias te dijera qu~
e Ha 1
L
EU:CTRA GARRIGO
es [ecunda autora de tragedias, no. oses contradccir\a; si un
hombre te afirma .que ~ consumado. a;tico, secndalo en, su mentira,
Se traa, no lo olvides, de llna dudad en la que. tooo el mundo
quiere ser enga'ado. r ORESTES. La palabra es panir. Pero, cmc;>
paitir? (Pau'Sa. Mira su reloj.) L.u once. Me voy a la cama: Me
espeta -el gimnasio a las seis. PEDAGOGO. -El gimnasio ... ,
Orestes? 'O RESTES. (Desde la$ columnas.) Es cierto, Pedagogo, pero
la costumbre es la nis feroz de las diosas. Y'yo, Pedagogo, ~podr
reb3.5ntra las playas de la divin~ C.-.lipso. (Volvirttiose .a
Egisto, alzn una. mano como salu(umdo.) Salud a ti, estrang_ula dor
de gallos! No te digo que Esculapio te est reconocido, pues ;le'
sacrificaste un gallo enfermo. CLITEMNESTRA. (Riendo a carcajadas.)
Vic}o, p:ukojp, ronco y rnalolientel U.na mcm cuestin sanitaria,
como nos dijo Electra. (Redoblanciola.s carcajadas.) Unamcra
cuestin sanita riaiAhom somos, tan felices ... ! (Caminando por la
escena.) Que este palacio se ilene dc!'felicidad y de flores rojas,
cbmo.sta que mi pecho exalta. La sanidad ha tomado posesin de esta
casa, y 171
-
172
todo lo reo. todo lo raro, debe desaparecer. (Pardndose junto a
Orestes.) Sabes que Agamenn parti anoche? ORI::s"n:s. Por esas
columnas, rumbo al cx:ano ... ? CLITE!VINt:STRA. Rumbo al ocano ...
Ningn morll;l! po9"9 m~ enseiiaria.a estrangular. (A Eglstq.)f'Jo
aprendiste t, 'Egist(), .~1 arte dt; la c.mangulacin en la ~~~ia?
EGISTO., .M u)' cierto: hace aos, vientos adversos empujaron mis
naves hacia Calcula. Un mes me bast para aprender estrangular
elegantemente con los diez dedos de la mano. fEDAGOGO. Asf es: se
proced segn la escala ascedente. Dos dedos para aves de
torral-'"por ejemplo, gallos; cinco dedos para un conejo o 'un maj;
fiil
-
VIRGILIO Pl~ERA
'hacia una inuctte espantosa. Mujer~ es negra tu rosa: la que a
tu maldad convirl'o.
PEDAGOGO. Divina Clitcrnncsua: yo, como siempre, me lam as manos
... (/-late el gesto de lavarse 'las manos.) CLITE.MNESTRA. Con tal
que no las pongas sobre mi cuello ... ($e vuelve a tapar' d hit:llo
con las manos.) ECISTO. (Quita a Ciltmme.stra las manos dt:l
cuello.) Cuidado, divina 'CItemnestrnl Podrl~s esuangtllatte ci,m
tus propias manos.
ORESTES. (Como profetizando.) Clitemncstra Pla h9 morl'r
estrangulada.
CLITEI\INESTRA. (Abrazando a Orestes.) Ah, hij0 mio, Ores-les,
pasin de mi vdal 'l)a madre atrbulada t agradece tal declaracin.
(Pawti a todos.? Lo habis oido? Mi amadoOrcs'tes. asegura que rio
morir estrangulada. O RESTES. No te. regocijes coh excc5,
Cliemnestra Pla. Quedan funas muertes todav[a .. ~ CLITEMNESTRA.
(Furiosa.} Escuchad: quiero vivir eterna-mente, quiero ser
inmortal! No acepto ninguna muerte, trgii:a o. no. (Pawa.) Bueno, a
lo .sumo aceP.tarla morirme, .pero muy vieja, y en mi lecho. ( ..
1.Egist0.) Vamos Eglstol Mi bfl!jo me dir lo que ninguno
de-ustcdc;s pu~e predecirme. (Empieza a salir, :ya m las
.columnas,_ se detiene, a O restes.) Orestes, no ~ces ... No cruces
... (Salen.) ORESTES. ( .. tbsorto en sw pensamientos, al
Pedagogo.) Qu. dijo? PEDAGOGO. Que no cruzaras ... O RESTES. Que no
cru~ ... ? _Q.u? PEDAGOGO. Parece que las columnas ... (Camina.
hacia las
174 columnas.) Yo, por mi parte, voy a cruzarlas. Me espero
Electra
) EllC'J'RA CARRJC()
para la leccin de apatfa. (Ya en las tolums.) i.Vndf4s a
reunirte con nosotros? Electro te busca ruiliemememe. (Sale.)
Ores(e~. du,rant~ ~! parl(l.",l,ento ,Jt:IJ?~dagogo, se ha.
recot~centrado arin ms .. De pronto corre i~11fJ.ul.sivatnmte
/lacia la p{imera
cp1~Jmn~ d,e la dere.cl~a,.Qe.al(lllarna .atlgust~osamet!tf!
p.Eiectra. Rept~ ~/llamamiento f!" el resto .de lOf colunmas. En la
ltima, quedq ret;ostado ero, Elcctra, amaba u odiaba a Agamenn
Garrig? Y si: Elct:tra ni amaba ni odiaba a Agamenn Garrig? (
Pausa.)'Pero en ton tes ... qu objeto tendtla su xmicipacin en ln
muerte de nuestro padre? Socorrer a Clitemncstr.i Pla? Esto me
lleva a una nueva cuestin: si Agamcnn G:mig era un perfecto marido
par.i Clitemncstra Pla( qu inters podia mover a mi madre eri
propiciar la muerte de mi padre? Estimarla que con ello cnlutarla
el alma de Electra? O pensarla que la muerte de ;\gamenn iba -a
facilitar a Electra el abandono del hogar? 175
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VlRCIUO l'l,SI;:RI\
(Pausa.) Pero CJhcmnestra,nunca facilitarla la partida de
Electra por Electrn t:Qisma. Ella odia a Electm corilialmentc. Mas,
por qu la odia? No por hermosura -Clitcmnestra se cree la ms bella
dc-las tnuj~s-. N.o por mundanismo. -tlit6nnestra s
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VlRClt.JO P.~ERA
ELEC'1"RA. Como la esfinge, propon(a yo a1 presunto Orestes una
~estin. Su recta respuesta era la prueba del ver'ddcro Orestes;
~11~ Tf!Spues~ equivocada valla la muc;rtc al impostor. ORESTES. En
verdad; una prueba acerba. (Pausa.) Y se arriesgaban a ella?
ELECTRA. Si,, extranjero. ( .. -. curiosi(l'id pued~ m:is que ia
muerte. Y en verdad, no sent(an ellos oscuramente que a'lgo les
tocaba del. verdadero Orestes? Algo que, ron extraa obstina~ cin,
permaneda sin revelarse? O RESTES. (1h1helar~te.) Y ninguno de
e~os. extranjeros r:esisti la prueba? ELECTR,A. Ay, no,
ningurwiNi(l(Wnocra ni fin e! vc-dadero Orj!Sicsl O RESTES.
(Cruuir~do sus mar~ os sobre el pl'cho y ci1adrndose ante Electra.)
Si presumes qu sy el Oreste que 'buscas, ~qu esperas pa~
sqi'Jl~termc; a esa prueba? . ELECTRA. (Dubitativa.) Un fracaso
significarla tu muerte. Y ya he matado a tantos Orcstes . .- Y eres
t tan hermoso. ORESTES. Ni una palabra. ms. F..'
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i'
1
VIRCIUO PI~ERA
palacio, ya no puedo mirarlo. Lo que me mirn, es Electra; lo que
miro, es Electi'a; lo que se sichte mirado por mi, se hace Electra.
Yo misma ,acabar por volvcrp]~ Elec~l (P(J.U.fa.) Pero, no antes la
muerre. Esa mujer: viscosa, esa. mujer objeto, esa ll}uj~ que es
slo un personaj de tragedia. (Pausa.) Se P,uede matar a un
personaje de tragedia? Se puede envenenar 'a una sombra? 'Y ella
e.s ~QLas cradas tres veces asimten burlonammte con la cabeza. Salm
por las columnas centrales, .seguid4s por los criados negros que
haceu una reverencia afectada. PEDAGOGO. (tlcerctadose a
Clitenmesira.) Divina Clitemncs-tnt: ha terminado mi misin. Ya tus
hijos tienen manos propias. Yo parto. '
CUTEMNESTRA. Pero, Pcda~ogo. Agu~rda. No te echo de mj ca5
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VIRCIUO Pl:'II!..RA
ECISTO. (Cnico.)' Yo tambin, divina Clitemnema. No me conviene
tu casa, no rile conviene tu dinero, tu casa es Elct:tra, Electra
tu dinero. Esta casa cruje, amenaza volverse un re\'oltijo de
material Electra. Y yo, C)itemn~tra, no quieto perecer aplastado
bajo un material -tan_ oscuro. '\'a sabes que rre encinta la ropa
blanca. CLITEMNESTRA. Pero tienes manos de estrangulador, podrlas
librarme de ese oscuro ~~o. (Pa~a.) Si C:abste ton el padre puedes
acabar con la hija. Scilas entri~ el dueo absoluto de mi casa.
ECISTO. (Re.) Crees-que se puede estrangular a un fluido? N~
cscuch~ste al Pedagogo? Prefiero irme. No te vas t? CLITEMNESTRA.
(Furiosa.) Todo el mundo me dice que parr, y yo no he dispuesto tal
viaje. ECISTO. Se.r que vas a viajar contra tu voluntad?
CLITEMNESTRA. ~o lo hago todo segn mi. voluntad. N,.o
) ' ' " l ~') ' 1 1 '
qui!!fo ese vtaJe. Wa~a.) ~n camb10, qt.uer que supnmas a
Electra. EClSTO. Electra no ser suprimida. Mete bien eso. en tu.
hermosa cbeza. CLITEMN.ESTRA. (Dndole la espalda.) Est bien. Vete,
Me queda Orestes .. ECISTO. (Empieza a salir.) NoquisieJ':! y ontai
con Orest:es. (Se detiene.) Escucha, Clitemn~tra Pla: soy egolsta,
soy asesin, pero no deseo tu muerte. Gurdate de Orestes.
CLITEMNESTRA. (F~riqsa.) VctelMiscrable difamador, vete de esta
casal Orestes es parte de m( t:nisma, es mi corazn, y estos ojos, y
estas manos. Si yo muriera, Orcstes morirl:i. ECISTO. Si as( lo
piensas ... (Sale.) CLITEMNESTRA. (Mirando atentameme el peitte.)
Qu ho-
182: rrorl Peine Electro. (Pausa, mira el espejo.) Espejo Elcdro
..
ELECTRA CARRJCO
Sale Orestes cq_ut~lo.fptn_en(e, se tJC.erca. por la espalda de
Clir~mnc,s.tra y potze las mar~os en sus ojos. .CLITEMNESTR.A.
(Critlmdo.) tElcctml ORESTES. (Quitattdo las ma11os.) No, Orestes.
Cl:.ITEMNESTRA. No, t no eres Orestcs,,eres Elcctrn. Yo no soy
Clltemnestra, soy Electro. Ignoras que aqul: todo es EJectra? O
RESTES. Te veo muy nerviosa, Clitemnestril. Debes descan-sar.
CLITEMNESTR:A. (Mirando d Ore.stes fijamente.) Voy a- creer cruc
ests en el j"uegp. O RESTES. Qu juego, CJ.it:emnestra?
CLITEMNESTRA. Ese que dice que debo descansar ... (Se mira al
espejo.} Despus de todo puede que tengan razn. Ltiz:un poco
cansada. (Pone e espe]o sobre lt mesa.) Maiiari~ volver a estar
esplnilida. (Porie l peine en la mesa~) h, b'restes; los objts: ..
l Jam,s t~ enf~ycs con cilos. Cuando los objetos se oponen a los
humanos son 'mS que fctbces qc lqs !'Jiismp~ humanos'.
ORESTES. Teodian los objetos, Clite~_nestm Pla? CLITEMNESTRA.
Elcctra les ha ordenado odiarme. (Pausa.) Tambin les hnbro ordenado
que me obliguen.a abandonar mi propia .casa?
ORES"f~. \t>;mdqnar tu casa.,.? CLITEMNESTRA. Tambin dicen
eso, dicen quedebo part ... O RESTES. Sabes que soy el encargad~ de
,haterte pa'rr? CLITEMNESTRA. T? ORESTES. S~, pero c;Isp~me_mos de
bastante tiempo an. CLITEMNESTRA. (Horrorizada.) T, pero t mismo?
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VIRGIIJO I'J~ERJ\
ORESTES. Sf, }'O mismo. (Pausa.) Comers tu fruta favorita.
(Seria/a la frutabomba.) Confieso que en esto el tribunar ha estado
muy acertado, y parrs hacia lo dcscon9cido. CLITEMNF..sTRA.
(Riendo.) Ah, gracias, hijo mfq, gracias por alegrar a tu afligida
madre con humoradas tan deliciosas! (Pausa.) Y qu distrafdacsoyl He
mirado la mc5a y no he visto la mata .. Quin puso esa .margnrrica
tajada ahf? T, Orcstes? OJ~ESTES. La unjo una de tus criadas. La
compr n la calle. Pesa diez libras. No es de un color deslumbrante?
CLITEMNESTRA. Sf, sic un glorioso color. (Coge lajrutabom-ba y la
observa.) Es de pureza tan absoluta, .que nada. malo pue(Je haber
en su delicada pulpa. (Empit!Za a comerla.) Soberbia! (Llorosa.)
F.stoy muy quejosa de Electra. (Pausa.) Es d un sabor exquisito ...
Gracias, Ores tes, por este obsequio supremp. (Pausa, .llorosa.)
Electra, sabes, es la causa. de. tcqos los males. de este hogar ...
(Rfe.).' dices que pesa diez libras? (Pausa, de nu~o llorosa.)
Escucha, 110 te lo qucria decir. pero me han amenazado ..,.
.. de mu.e,-re .. (Pausa.) ~lagnifia~ fruta, Orcs~esl (Pausa.)
}lizo asesinar, sf, hizo nsesirar a tu pa,
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VIRGIUO PIRERA
partir; La puert mcctrnl (Camina al centro dt: la eSCt:l14. Mira
atentamente a lo alto.) Y esas Erinnias? No las veo, no acuden.
.Vamos, acudid! (Rit:.) No, no hay Erinnj