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El Amor en el Sutra del Loto y en la Mstica de Juan dela
Cruz
Francesc Torradeflot Freixes
This paper Love in the Lotus Sutra and in the Mystic John of the
Cross com-pares the Lotus Sutra, which contains the representative
teachings of MahayanaBuddhism, with the poems of the 16th century
Spanish mystic, John of the Cross.Bridging the major differences in
cultural and geographical background, theauthor highlights the
philosophical similarities regarding the areas of wisdomand
compassion from a variety of perspectives.
One of the illustrations given indicates that the teachings of
the Lotus Sutraclaim the Buddha nature is inherent in all people.
In this case, the Buddhanature is interpreted to be wisdom and
compassion. Moreover, it is said that anumber of different Buddhas
will appear mercifully to help people becomeaware of the Buddha
nature that exists within them, and show them how to nur-ture it.
These Buddhas employ different forms of wisdom to lead the
peopletowards enlightenment. In the Lotus Sutra, love is expressed
in the form ofpaternal love, fraternal love, and devotion to the
Buddha, as well as faith.Similarly, the works of John claim that
the spirit of man and God are united bylove. The metaphor of
spiritual marriage is used to express this communion.Furthermore,
John describes the spiritual journey towards the ultimate
experi-ence, which is forming a union with God.
Though Gods love is eternal and ever-present, humanity is unable
to recognizeit. Similarly, the Buddha nature is also ever-present
but due to the fundamentaldarkness (avidy), humanity is unaware of
its existence. This paper states thatthe three forms of spiritual
sufferings (sickness, pain, and death), which arecaused by man
lamenting the absence of his love (God), are similar to the
foursufferings (birth, old age, sickness, and death), which are the
eternal theme ofBuddhism.
To escape the watchful eyes of the Inquisition, John selected
his words careful-ly. Still, the paper argues that the essence of
what Johns thoughts haverevealed closely resembles the teachings of
Mahayana Buddhism, and thatefforts to bridge these two religions
hold great significance for our increasinglyglobal society.
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56 EL AMOR EN EL SUTRA DEL LOTO Y EN LA MSTICA DE JUAN DE LA
CRUZ
NUESTRA aproximacin pretende relacionar dos escritos que
expre-san dos experiencias religiosas: una escritura sagrada
budista yunas obras escritas mayores de un poeta mstico abulense.
No nosinteresa tanto lo que distingue los dos mensajes y
experiencias espiri-tuales que trataremos, que es ciertamente
considerable, sino aquello quelos acerca y los ecos mutuos que
podemos descubrir. As pues, no esta-mos ante una tarea exhaustiva
de comparacin sino ms bien ante unejercicio que pretende mostrar
algunos de los puentes que existen entredos experiencias
aparentemente muy lejanas.
Es obvio que estamos, por un lado, ante un texto literariamente
rico yque los budistas consideran revelado1 (y, en consecuencia,
annimo) y,por otro lado, ante la produccin de una obra
mstico-literaria de uno delos poetas ms relevantes del siglo de oro
espaol. Esta asimetra, claray evidente, puede escandalizar a unos y
provocar la indignacin intelec-tual de otros. No es mi intencin
ofender a los creyentes budistas nidesafiar a los acadmicos
occidentales. Soy tambin consciente queestamos hablando de asimetra
cultural, filosfico-teolgica, e histrico-geogrfica. Son universos
culturales prcticamente polares, con una lec-tura e interpretacin
del universo y de la vida en contraste profundo. Setrata de un
texto del siglo II frente a un conjunto de textos del siglo XVI,de
Asia frente a la Espaa imperial. Mucha diversidad. Tanta que
paramuchos sera suficiente para disuadir de cualquier empeo o
intento devinculacin. Y sin embargo, en una sociedad y en un mundo
globaliza-do, parece inevitable la necesidad de establecer puentes,
que cuanto msdiversos y desafiantes parecen ms dejan asomar o
entrever la profundaunidad del ser humano y del ser vivo.
De cualquier forma, quiero dejar claro que mi principal intencin
esrelacionar dos movimientos espirituales que, a pesar de las
apariencias,considero anlogos y convergentes, con resonancias
profundas en elespritu humano universal. Ms all de la ortodoxia y
el rigor de losestudios comparativos, me he atrevido a pasar por
alto algunas obviasdiferenciasla mayora bien superficiales,
pretendiendo apuntar, ensu lugar, cercanas, semejanzas, analogas y
homologas funcionales oestructurales que sugieran o propongan
caminos o cimas prximas entres y sobretodo que den testimonio de la
radical unidad de una Realidadltima dinmica.
En otro momento de mi vida me dediqu amplia y detalladamente
aver los paralelismos entre la obra de Juan de la Cruz y la
Bhagavad-Gita,constatando cmo tanto en la expresin del camino de
realizacin espiri-tual y de liberacin del ego como en la expresin
de la plenitud de esarealizacin se daba una convergencia real del
lenguaje religioso y espiri-
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EL AMOR EN EL SUTRA DEL LOTO Y EN LA MSTICA DE JUAN DE LA CRUZ
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tual de dos tradiciones tan dispares como la hind y la cristiana
alrede-dor de los lenguajes de amor y de conocimiento, a pesar de
la diferenciade acentos y de prioridades2. El Sutra del Loto es una
muestra ejemplardel papel que juega la devocin o la bhakti, bien
conjuntada con elconocimiento intuitivo o la sabidura, en la
tradicin espiritual budista.
Juan de la Cruz ofrece una trabada y fecunda ilacin de
conocimientoy amor. La lectura del Sutra del Loto nos sugiri a
primera vista quetambin en un texto budista tan emblemtico nos
encontrbamos con lapresencia de los dos lenguajes, caminos y
experiencias de sabidura y decompasin y que esta presencia se daba
de manera harmnica en laforma y en el fondo. Haba que corroborar
esa primera intuicin.
A pesar de reconocer el valor y la necesidad de la exgesis,
nosinteresaba mucho ms su interpretacin, una interpretacin hecha
poralguien que no es budista pero que conoce, respeta y valora la
autocom-prensin budista. En nuestra interpretacin de los escritos
el texto tieneuna clara primaca que queremos respetar, sobretodo en
tanto que almismo tiempo nos ofrece criterios de interpretacin
internos que nospermiten orientarnos.
La sabidura o el conocimiento no plantean problemas,
especialmenteen un texto budista, donde por antonomasia la
experiencia radical de larealidad y el conocimiento van de la mano.
En cambio, es mucho msdiscutible y discutido que un texto budista
juegue, trabaje, seocupe del amor. Ah est el quid de nuestra
aproximacin, de la investi-gacin que nos ocupa. Se puede hablar de
un camino amoroso en elbudismo? Juega algn papel el amor en el
budismo? Y todo ello atravs del Sutra del Loto: Qu papel juega el
amor en el Sutra delLoto? La respuesta a esta pregunta es
especialmente interesante para untelogo cristiano que se haya visto
frecuentemente cuestionado porapologetas timoratos que, en el mayor
nmero de casos, ignoraban todosobre el budismo o lo conocan muy
tangencialmente.
I. Un texto y la obra de un mstico
1.1. Un texto emblemtico del budismo de extremo orienteEl Sutra
del Loto o El Sutra del Loto del Buen Dharma
(Saddharmapun-darika-Sutra, literalmente el Sutra del Loto de la
Ley del Ser o de laDoctrina Verdadera)3, data de una fecha cifrada
alrededor del ao 200 denuestra era. El ao 255 ya tenemos constancia
de la existencia de unatraduccin china del original de algn
dialecto local indio o de AsiaCentral, que a su vez habra de ser
traducida pronto al snscrito para
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58 EL AMOR EN EL SUTRA DEL LOTO Y EN LA MSTICA DE JUAN DE LA
CRUZ
otorgarle respeto. A pesar de las mltiples traducciones al
chino, la msexitosa y reconocida fue la de Kumarajiva, un monje de
Asia Central,que se ha convertido en la traduccin de referencia
para las posteriorestraducciones a las lenguas occidentales.
Se trata de uno de los sutras ms importantes del Mahayana,
especial-mente popular en China y en Japn y cada vez ms conocido en
Occi-dente, en gran medida gracias a los esfuerzos del movimiento
budistajapons Soka Gakkai. Las escuelas Tendai y Nichiren se
inspiraron en elSutra del Loto. Se le considera un texto revelado
por el mismo Budahistrico al final de su vida4.
El smbolo del loto es el ms comn y reconocido en Asia. Fue
pron-to expresin del espritu puro brotando de la materia impura del
cuerpo,o de la divinidad pura nunca mancillada por la humanidad
limitada. Losbudistas lo consideraron el trono del Buda y de la
mayora de sus mani-festaciones: el loto representa la bodhi, la
naturaleza de Buda que per-manece pura aunque salga del samsara, la
rueda de los renacimientos yexpresin del sufrimiento de este mundo.
Existe toda una simblicaderivada que depende de si el loto tiene ms
o menos ptalos, un color uotro, est abierto, en proceso de eclosin
o roto5. El trmino pundarikase traduce de hecho por loto blanco. Se
trata del smbolo de lapureza6. El giro de la flor del loto sobre su
tallo ha sido interpretadotambin como el Universo en el movimiento
de la ley de la causalidad.Pero ms all del simbolismo csmico tambin
puede simbolizar el cen-tro de uno mismo, que est localizado en el
corazn, simbolizando as larelacin entre macrocosmos y microcosmos7.
En el budismo, sueleexpresar la pureza del Buda, que una vez
iluminado, continua en elmundo sin mancharse8. En cualquier caso,
se trata de un smbolo ricoy complejo que a menudo puede conllevar
lecturas e interpretacionesque pueden llegar a ser hasta
contradictorias segn los contextos.
Esta obra budista rene los textos del Mahayana preservado
yguardado en la mente de los budas9. Es el mensaje del Buda
Shakyamu-ni presentado y desarrollado durante los ltimos ocho aos
de su vida ysupone una unificacin del mensaje del budismo, que habr
de revelarseespecialmente oportuna en pocas convulsas de divisiones
entre escue-las. La obra rene las enseanzas principales del budismo
Mahayana:las doctrinas de la naturaleza transcendental de Buda y la
posibilidad dela liberacin universal, sin exclusin de ningn ser
vivo10. Es un textoconsiderado por sus fieles budistas como de gran
belleza y poder.Algunos estudiosos occidentales lo valoran, sobre
todo si se comparacon el Hinayana, como el resultado de una
budologa exaltada. Pero dehecho, es ms la expresin de la creencia
segn la cual todos los seres
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EL AMOR EN EL SUTRA DEL LOTO Y EN LA MSTICA DE JUAN DE LA CRUZ
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pueden llegar a ser budas gracias a los innumerables budas y
bod-hisattvas, seres stos que buscan la budeidad a travs de
prcticas sis-temticas o de virtudes perfectas pero que, por
compasin apoyada en lams elevada sabidura, renuncian a entrar
completamente en el nirvanahasta que todos los seres sean
salvados.
El Sutra del Loto empieza con un discurso del Buda sobre la
Montaadel Pico del guila ante una amplia y extensa reunin de varios
tipos deseres sentientes11. En el discurso, Buda muestra cmo hay
diversosmtodos a travs de los cuales un ser puede alcanzar la
iluminacin perotambin que slo tienen validez temporal y que en el
fondo, en su natu-raleza profunda, son todos uno. Los vehculos
(yana) del shravaka12, delpratyekabuddha13 y del bodhissatva14 son
slo diferentes en la medida enque intentan adaptarse a las diversas
capacidades de los seres. Se tratade una concesin pedaggica. El
Buda ense estos tres vehculos comomedios hbiles o tiles (upaya). En
el fondo, slo hay un nicovehculo, el del Buda, que incluye a la vez
el Mahayana y el Hinayana.Cada ser participa de la naturaleza
trascendental de Buda y puede asconvertirse en un Buda consciente
de su propia naturaleza. Se ilustraesta doctrina con la parbola de
la casa ardiendo, que veremos ms ade-lante con detalle. Las
antiguas doctrinas slo tienen validez temporal yfuncional en vistas
a avanzar en la comprensin y realizacin delcamino espiritual. Las
mujeres, como la ta Mahaprajapati y la mujerYashodhara del Buda
histrico, tambin pueden alcanzar la budeidad,as como discpulos
dudosos, como Devadatta, el primo de Buda, queintent dividir la
comunidad por envidia y que la tradicin considercomo condenado a
los infiernos, tambin pueden conseguir la reali-zacin mxima. stos
son ejemplos que ilustran la doctrina de la acce-sibilidad
universal a la budeidad, que es capital en el Sutra del Loto15.
ElSutra del Loto ha dejado claro que hay simientes de budeidad en
todoslos seres16.
Otra doctrina fundamental en el Sutra del Loto es la de la
eternidadsalvfica del Buda. A pesar de que el Sutra del Loto no es
una exposi-cin metdica de un sistema filosfico, sino que se
presenta como unarevelacin divina que se dirige tanto a las
emociones como a lainteligencia, no podemos olvidar que estamos
ante un texto Mahayana yque esta corriente considera que la
doctrina ms alta nunca puede serexpresada en palabras, puesto que
las palabras crean las distinciones quealteran la unidad del Vaco.
Dado el componente salvfico de la budei-dad el Sutra invita a las
personas a acercarse a la sabidura de los budasfundamentalmente a
travs de la fe y de la prctica religiosa. Este hechoconvierte al
libro tambin en una gua de la prctica devocional, y no
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60 EL AMOR EN EL SUTRA DEL LOTO Y EN LA MSTICA DE JUAN DE LA
CRUZ
slo en una exposicin de doctrinas fundamentales.En el Sutra del
Loto el Buda no se presenta en su forma histrica sino
ms bien como manifestacin del dharmakaya17 que existe
eternamente.En el Sutra del Loto los bodhisattvas ayudan a los
seres a realizar estanaturaleza que ya existe. El Sutra del Loto
considera que los bodhi-sattvas son ilimitados, que lo ven todo y
cuidan de todo, capaces de ayudar a todos quienes se acercan con fe
a pedirles refugio.
El Sutra del Loto est compuesto de veintiocho captulos que
tienen,cada uno de ellos, una versin en verso y otra en prosa18. El
verso acos-tumbra a repetir la misma doctrina que anteriormente ha
expuesto laprosa. En el Sutra del Loto hay siete parbolas o smiles
importantes19.Atendiendo a las personalidades que se renen para
escuchar el discursodel Buda, se toma conciencia de que el mundo de
la realidad empricahabitual ha quedado atrs. El exceso en los
nmeros de los asistentesintenta provocar la prdida de referentes de
los conceptos habituales detiempo y espacio y facilitar el acceso a
una dimensin trascendental. Dehecho el Sutra del Loto es ms bien
una coleccin de textos religiosos,una antologa de sermones,
historias y manuales devocionales dirigidosa pblicos distintos. Por
ello ha tenido tan amplia acogida, especial-mente en Asia oriental,
donde se han hecho ms comentarios sobre elSutra del Loto que sobre
ninguna otra escritura budista.
El captulo 25 del libro, que describe la gloria y los poderes
espe-ciales del Buda de la compasin, Avalokiteshvara (en japons
Kannon)ha disfrutado de una vida propia bajo el nombre literario de
Kannon-gyo. Este captulo subraya especialmente el valor de la ayuda
del bo-dhisattva para conseguir la iluminacin. Este bodhisattva se
adapta ytoma treinta y cinco formas distintas segn los seres que le
llaman, inde-pendientemente de la condicin o nivel social.
1.2. La obra de un mstico cristianoJuan de la Cruz es un mstico
cristiano catlico del siglo XVI espaol y,junto con su coetnea
Teresa de Jess, el ms significativo de la escuelacarmelitana. El
llamado siglo de Oro espaol es testigo de una reformareligiosa a
todos los nivelespoltico, disciplinar, intelectual. Estareforma ya
empez en 1480 pero fue capitalizada y reforzada desde1506 por el
regente de Castilla, el Cardenal Cisneros. Este aliento dereforma
influye especialmente a los espirituales, a pesar de que en losaos
centrales del siglo se vive una situacin muy crtica cuando se
pu-blica el ndice de libros prohibidos (1559)20, se encierra en la
crcel dela Inquisicin en Valladolid al dominico Bartolom de
Carranza21 y losautos de fe se multiplican. El siglo XVI representa
el paso de una espiri-
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EL AMOR EN EL SUTRA DEL LOTO Y EN LA MSTICA DE JUAN DE LA CRUZ
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tualidad objetiva fundada en las autoridades y que se expresaba
en laoracin vocal y las obras externas a una espiritualidad
subjetiva y vitalconstruida sobre la experiencia personal. Este
camino hacia la interiori-dad, los autores espirituales espaoles lo
fundamentan en el amor. Lava fundamental de la mstica espaola es la
de la espiritualidad francis-cana del recogimiento, nacida
probablemente en el marco teolgiconominalista22, e influenciada por
el espritu de los reformados y delagustinismo bonaventuriano23.
Bernab de Palma y Hugo de Balmahaban transmitido a la
espiritualidad espaola la tradicin medievalsobre el amor como
conocimiento y de la voluntad como potencia paraunirse con Dios
cuando el entendimiento se calla impotente24. La msticaespaola
frente a la alemana no slo se ha caracterizado por la
riquezasicolgica, como se ha subrayado a menudo, sino por la
supremaca delamor sobre el conocimiento25. De hecho el gran
descubrimiento de lamstica castellana es que el hombre empieza a
amarse a s mismo con elamor que Dios mismo le ofrece26.
Juan de la Cruz vivi 49 aos, de 1542 a 1591. Fue hijo de
tejedores ypronto fue hurfano de padre. Fue alumno de los jesuitas,
pero se hizocarmelita a los 21 aos. Hizo cuatro aos de estudios
teolgicos en Sala-manca (15631567) lo que le permiti reconciliar
mstica y teologa yahorrarse no pocas derivas irracionales de las
prcticas devocionales.Mantuvo una estrecha relacin espiritual con
Teresa de Jess27, a la quesigui en su voluntad de reformar a los
relajados carmelitas calzados.En la nueva orden reformada de los
Carmelitas Descalzos Juan de laCruz tendr muchas funciones, entre
las que destacan las de mistagogoo maestro espiritual de monjas y
religiosos y las de gobierno. En 1577los Carmelitas Calzados le
encierran en una prisin en Toledo, donde letratan como un criminal
hasta su huda el 16 de agosto de 1578. Empeza escribir a los 36 aos
y termin a los 44. Como fruto de una experien-cia espiritual que
buscaba expresarse, escribi las poesas espon-tneamente y los
comentarios para responder a peticiones, bsicamentede sus
discpulas. Dej inacabadas tres de sus cuatro grandes obras, esdecir
todas salvo el Cntico Espiritual. Adems escribi otros textoscomo
poesas, cartas, avisos y mximas.
En la obra de Juan de la Cruz, el amor no es slo el medio sino
lafinalidad. El amor es el proceso de unin pero tambin el proceso
detransformacin, de purificacin y de interiorizacin28.
Nos pareci ptimo para relacionarlo con el Sutra del Loto por
unanica razn: el conjunto de su obra mayor es la integracin
ejemplar dela sabidura y del amor. As, por un lado, sus dos obras
Subida al MonteCarmelo y Noche Oscura presentan el camino
espiritual como un proce-
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62 EL AMOR EN EL SUTRA DEL LOTO Y EN LA MSTICA DE JUAN DE LA
CRUZ
so de purificacin y sabidura que conduce al conocimiento
amoroso, y,por otro lado, sus otras dos obras mayores, el Cntico
Espiritual y laLlama de Amor Viva, presentan la unificacin entre
Dios y el serhumano a travs del amor omnisciente. Conocimiento y
amor puedencorresponder a la sabidura (praja) y a la compasin
(karuna) queexpresan los textos Mahayana y especialmente el Sutra
del Loto. Aspues estos ecos de semejanza exigen, orientan y dirigen
una atencinms minuciosa.
II. El amor en el Sutra del LotoLa tradicin budista Mahayana ha
cultivado siempre la compasin(karuna), que, para nuestra
aproximacin, es el equivalente funcionaldel amor en la cosmovisin
cristiana. Se trata de todas las acciones queayuden a disminuir el
sufrimiento de los otros seres sin acepcin ni dis-criminacin. Se
basa en la experiencia de la iluminacin, que conlleva laexperiencia
de la unidad de todos los seres, pero al mismo tiempo buscaofrecer
las condiciones para ella. Va siempre acompaada por lasabidura
(praja). En efecto, segn el Sutra del Loto, se afirma conclaridad y
contundencia la fundamental universalidad de la budeidad,todos los
seres tienen la naturaleza de Buda, que conlleva sabidura
ycompasin29.
2.1. La compasin (el amor) y el nico vehculoEl amor aparece en
la unificacin del camino budista. En un contextohistrico de
autntica divisin y beligerancia en el interior de la comu-nidad
budista, considerado como edad impura en la que se predica uncamino
del Buda escindido en varios (entre otras razones, a causa de
lacodicia y los celos o de la diferente naturaleza de los seres)30,
eldinamismo del amor se puede reconocer en la capacidad de unificar
eintegrar los diferentes vehculos en uno solo:
El Buda har caer la lluvia de la Ley (Dharma). T que buscas los
tresvehculos, si tienes dudas y quejas, el Buda los resolver por
ti,llevndolas a su fin para que nada permanezca31.
A pesar de la apariencia de multiplicidad de caminos, de vas y
devehculos, el camino de Buda es uno solo: No hay contradiccin en
laspalabras de los budas, slo hay un nico vehculo, no dos32. Esto
esespecialmente cierto desde el final del camino, desde la plena
reali-zacin. Aunque en algn momento, cuando ests de camino
pueda
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EL AMOR EN EL SUTRA DEL LOTO Y EN LA MSTICA DE JUAN DE LA CRUZ
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parecer que hay muchos caminos, cuando alcanzas la realizacin
quedabien claro que hay un nico camino:
Shariputra, los que ya han llegado tienen slo un nico vehculo
deBuda que emplean para predicar la Ley a los seres vivos. No
tienenningn otro vehculo, un segundo o un tercero. Shariputra, la
Ley predi-cada por todos los budas de las diez direcciones es la
misma que sta33.
Incluso la diversidad de doctrinas tiene el nico objetivo de la
reali-zacin:
Buda dijo a Shariputra [los budas] tienen solamente un nico
vehculoque emplean para predicar el Dharma a los seres vivos. No
tienenningn otro vehculo, un segundo o un tercero. () Shariputra,
losbudas del pasado usaron un nmero incontable de medios
eficaces,varias causas y condiciones, y palabras de smiles y
parbolas paraexponer las doctrinas para el bien de los seres vivos.
Todas estas doctri-nas son para el vehculo nico del Buda34.
Para que este nico camino pueda ser compartido y realizado por
losdiferentes seres vivos puede ser necesario que los budas
prediqueninmensidad de doctrinas:
El voto original de los budas fue que el camino del Buda, que
ellosmismos practican, haba de ser compartido universalmente entre
losseres vivos para que ellos tambin puedan realizar este mismo
camino.Los budas de las edades futuras, aunque prediquen cientos,
miles, mi-llones, un nmero incontable de doctrinas, en verdad lo
hacen as por elnico vehculo35.
2.2. El amoroso don de la sabiduraOtra manifestacin importante
del amor o de la compasin en el Sutradel Loto es el don de Buda, su
gracia, que es tambin la sabidura. Poresta razn los budas aparecen
en el mundo para facilitar la entrada en elcamino de la sabidura,
para ayudar a los seres que viven en el sufri-miento de la
ignorancia:
Los budas, los universalmente homenajeados, desean abrir la
puerta dela sabidura de Buda a todos los seres vivos, para
permitirles alcanzarpureza. Por esta razn se manifiestan en el
mundo. Desean mostrar lasabidura de Buda a los seres vivos, y por
ello aparecen en el mundo.
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64 EL AMOR EN EL SUTRA DEL LOTO Y EN LA MSTICA DE JUAN DE LA
CRUZ
Desean causar el despertar a la sabidura de Buda en los seres
vivos, ypor ello aparecen en el mundo. Desean inducir a los seres
vivos a entraren la ruta de la sabidura de Buda, y por ello
aparecen en el mundo.Shariputra, este es la nica gran razn por la
cual los budas aparecen enel mundo36.
2.3. Amor paternal salvfico Esta compasin salvfica aparece de
manera magistral en variasparbolas37. La primera, y tal vez la ms
conocida, es la parbola de lacasa ardiendo del padre rico. Un padre
muy rico observa como sumansin, que slo tiene una puerta estrecha y
pequea, arde con sushijos (hasta treinta) dentro, que permanecen
jugando inconscientes delpeligro que corren. Los nios estn absortos
jugando y no hay tiempopara que puedan comprender lo que est
pasando. Teniendo en cuentaesto y movido por su compasin, llam a
todos sus hijos dicindoles:Debis salir todos. Pero los nios no le
hacan caso. No entendan loque era el fuego, ni qu riesgo y peligro
comportaba la casa. Entonces elpadre pens debo inventar algunos
medios hbiles que harn posibleque los nios eviten el dao. El padre
conoca a sus hijos y saba quejuguetes les complacan ms. Les dijo
que esos juguetes estaban fuerade la casa, donde podran jugar con
ellos, y que all les dara todos losjuguetes que ms les gustaran.
Los nios salieron inmediatamente fuerade la casa ardiendo. El padre
se sinti entonces reconfortado pero loshijos, ya libres del
peligro, le pedan que les diera los juguetes que leshaba prometido.
El padre rico dio entonces, de manera inesperada y acada uno, un
gran y lujoso carruaje conducido por un buey blanco conmuchos
sirvientes. El padre se los dio porque era rico y pens todosestos
pequeos son mis hijos y les quiero a todos por igual, sin
dis-criminacin. Como dice Shariputra, la posible falsedad o mentira
delpadre queda totalmente en segundo trmino ante la necesidad
urgente yel hecho de salvar sus vidas, por un lado, y ante la
realidad que el regalofue incluso superior a lo que los nios
esperaban. As Buda es como estepadre:
() un padre de todo el mundo. Sus (del mundo) miedos,
preocupa-ciones y ansiedades, ignorancia y error, han llegado del
todo a su fin, sindejar residuo. l ha alcanzado plenamente el logro
de la visin clara sinlmites, el poder y la liberacin del miedo y la
obtencin de poderessobrenaturales magnficos y el poder de la
sabidura. Est dotado demedios hbiles y de la perfeccin de la
sabidura, su magnfica piedad y
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EL AMOR EN EL SUTRA DEL LOTO Y EN LA MSTICA DE JUAN DE LA CRUZ
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compasin son constantes e inagotables; siempre busca el bien y
benefi-ciar a todos38.
Es obvia la analoga entre el padre rico y Buda y entre los hijos
incons-cientes y los seres vivos sufrientes39. Buda presenta aqu un
rostro paternal y salvfico40. La compasin tiene mucho que ver con
los medioshbiles, que son como los instrumentos eficaces para
ayudar al que tienecomo su principal enfermedad la ignorancia, la
ceguera y la obcecacin.
Otra parbola donde podemos ver la compasin salvfica es en la
delpadre y su hijo nico prdigo41. Se trata de un hijo que abandona
asu padre y despus de cincuenta aos se reencuentran. El padre que
seha convertido en un hombre riqusimo le reconoce pero el hijo no y
sealeja de l por temor de los poderosos y por creer que no podr
ganar suvida cerca de l. El padre se da cuenta que su hijo no le
reconoce eintenta atraerle hacia l pero el hijo se siente forzado y
violentado porsus sirvientes, as que el padre decide escoger unos
medios hbiles, unosmtodos adecuados, una estrategia progresiva de
acercamiento, envian-do primero a unos criados demacrados y
delgados para que le contratenpara barrer los excrementos. El padre
consigue as que acepte trabajar ensu pueblo cerca de l. El padre
llega a vestirse como su hijo y hacer elmismo trabajo que l para
ganarse su confianza y poco a poco le haencomendando tareas de ms
responsabilidad hasta hacerle el admi-nistrador de todos sus muchos
bienes (es evidente la semejanza con laencarnacin humana de Dios de
la que habla el cristianismo). Al final,cuando la muerte del padre
se acerca, convoca a todos los hombres ricosy poderosos y a sus
familiares para contarles la historia y reconocer a suhijo en
pblico. Se trata de una inmensa historia de amor paternal
quedesprende ternura y pedagoga maternal. La interpretacin nos la
pro-pone el mismo Sutra del Loto en la voz de Shariputra cuando nos
diceque el objetivo es que nos demos cuenta que ramos
verdaderamentelos hijos de Buda:
() este viejo hombre con sus magnficas riquezas no es nadie
msque el Buda y nosotros somos como los hijos del Buda. l nos dice
con-stantemente que nosotros somos sus hijos. Pero a causa de los
tressufrimientos, nico Honrado por el Mundo, entre el nacimiento y
lamuerte sufrimos quemando ansiedades, errores e ignorancia,
gozandode doctrinas menores. () el Buda sabiendo que nuestras
mentes secomplacan con doctrinas menores, emple el poder de los
medioshbiles para predicar de una manera adecuada para nosotros. As
nosabamos que ramos verdaderamente los hijos de Buda. Pero ahora
al
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66 EL AMOR EN EL SUTRA DEL LOTO Y EN LA MSTICA DE JUAN DE LA
CRUZ
fin lo sabemos42.
Este amor salvfico lleva a una transformacin personal que es la
fuentedel cambio social43, y del budismo social.
2.4. Buda padre y pedagogo amistosoEsta pedagoga adaptativa, que
ya hemos apuntado, es la que hace
parecer que haya ms de un camino del Buda cuando de hecho
sloexiste uno. Este es el sentido de la parbola del lder y el
camino delcaptulo de la Parbola de la Ciudad Fantasma:
Los budas, a travs del poder de los medios hbiles, distinguen y
predi-can tres vehculos, pero [de hecho] solamente existe el nico
vehculodel Buda. (). Los budas en su capacidad como lderes predican
el nir-vana para ofrecer un descanso. Pero cuando saben que ya has
descansa-do, te conducen hacia adelante a la sabidura de
Buda44.
Un sentido semejante tiene la parbola de la joya escondida por
elamigo ntimo. Este amigo es Buda que ensea a alguien, que pasa
sutiempo en afanarse por buscar riquezas, que l mismo (Buda) cosi
ensu da una joya en la ropa de su amigo cuando ste estaba
borracho(smbolo de la ignorancia generada por los deseos) y que
esta joya es lasabidura perfecta. En el origen de esta enseanza est
siempre la amis-tad ntima45. La amistad es buen instrumento para
conseguir la reali-zacin espiritual:
Si hombres buenos y mujeres buenas han sembrado buenas races,
ycomo resultado han sido capaces existencia tras existencia de
ganarbuenos amigos, entonces estos buenos amigos pueden hacer el
trabajode Buda, enseando, beneficiando, deleitando y habilitndoles
paraalcanzar el anuttara-samyak-sambodhi46.
El amor unifica. En esta parbola, en palabras del padre, padre e
hijono se comportarn como dos personas diferentes47. Buda es el
padrebenfico de todos los seres48 que as muestra que es necesario
ser com-pasivo para poder alcanzar la budeidad: se debe pensar en
todos losseres con gran compasin49.
Es en este contexto de amor salvfico paternal donde hay que
inscribirla pedagoga adaptativa que trasluce toda la obra. El
mensaje se adapta alas capacidades de los receptores50.
-
EL AMOR EN EL SUTRA DEL LOTO Y EN LA MSTICA DE JUAN DE LA CRUZ
67
2.5. La fe universal como confianza que acoge el amorEl amor
necesita de la fe, concebida aqu como acogida de la palabra deBuda
y como escucha51, para conseguir la realizacin. La fe es la
puertaque permite acoger el amor de la compasin de Buda52. Y el
amor deBuda se acoge con amor del creyente budista. Este es el
sentido de lapropia devocin al Sutra del Loto, segn se dice en el
captulo El Ma-estro de la Ley:
() si despus que el Buda ha entrado en la extincin hay alguien
queescucha el Sutra del Loto de la Ley Maravillosa, aunque slo sea
unverso o una frase, y por un momento piensa en ello con gozo, le
otor-gar una profeca de que l alcanzar el anuttara-samyak-sambodhi
[ilu-minacin universal perfecta del Buda completo]. As mismo si hay
per-sonas que adoptan, leen, recitan, exponen y copian el Sutra del
Loto dela Ley Maravillosa, aunque slo sea un verso, y consideran
este Sutracon la misma reverencia que dedicaran al Buda,
presentndole diversasofrendas de flores, incienso, collares,
incienso en polvo, pasta de incien-so, incienso para quemar, toldos
de seda, serpentinas y banderas, ropa ymsica, y juntan sus palmas
con reverencia, entonces, Rey de la Medici-na, debes comprender que
tales personas ya han ofrecido limosnas a100.000 millones de budas
y en el lugar de los budas han realizado sugran voto53.
El Sutra del Loto da prioridad a la fe sobre otros medios hbiles
omtodos oportunos. La fe es esencial para realizar el nico camino
delBuda:
En el Sutra del loto, la enseanza donde el Buda sinceramente
descartlos medios hbiles, se dice que uno slo puede obtener acceso
a travsde la fe. Y el Sutra del nirvana, que el Buda predic en el
bosque delos rboles sal el ltimo da de su vida, seala: Aunque haya
innume-rables prcticas que conduzcan a la iluminacin, si uno ensea
la fe estincluyendo todas esas prcticas. As pues, la fe es el
requisito bsicopara entrar en el Camino del Buda. En los cincuenta
y dos niveles de laprctica del bodhisattva, los primeros diez,
referidos a la fe, sonbsicos; el primero de estos diez niveles es
aquel en que se hace surgiruna fe pura. La persona de fe, aunque
carezca de conoci-mientos sobreel budismo, aunque tenga poca
capacidad intelectual, ser reconocidacomo alguien de ideas
correcta. Pero aunque alguien tenga ciertosconocimientos sobre el
budismo, si carece de fe ser visto como unapersona que acta contra
la Ley, un icchantika o un ser de incredulidad
-
68 EL AMOR EN EL SUTRA DEL LOTO Y EN LA MSTICA DE JUAN DE LA
CRUZ
incorregible54.
La acogida que el Sutra del Loto dispensa a la inteligencia
emocional yal corazn es capital. En la medida en que la compasin
necesita de laempata y sta se basa en la capacidad de leer los
sentimientos ajenos apartir de mensajes no verbales, hay que
reconocer que las mujeres sue-len superar a los hombres55, y que el
papel que reconoce el Sutra delLoto a la mujer es innovador y
definitivo en relacin a otras escriturasbudistas56. Cuando un
bodhisattva pregunt a Manjushri si los serespodan alcanzar la
iluminacin rpidamente mediante la prctica de esteSutra, Manjushri
respondi que la hija del rey dragn Sagara era capazde conseguir la
iluminacin y describi sus cualidades (todas ellas rele-vando del
mbito semntico del amor):
Su [la de la hija del rey dragn] elocuencia no conoce obstculo,
y ellapiensa en los seres vivos con compasin como si fueran sus
propioshijos. Est dotada de bendiciones, y cuando concibe en la
mente yexpone por la boca, es sutil, maravillosa, exhaustiva y
magnfica.Amable, compasiva, benevolente, paciente, dulce y refinada
en volun-tad, capaz de alcanzar la bodhi57.
Frente al escepticismo tradicional ante la posibilidad de que
una mujerpueda alcanzar la budeidad, del que se hace eco el propio
Shariputra, elSutra del Loto afirma: seres humanos y no humanos
vieron desdecualquier lugar a la nia dragn convertirse en Buda y
predicar la Ley atodos los seres humanos y celestiales58. La monja
Gautami tambin seconvertir en Buda59. Nichiren, comentando la
parbola de la mujerpobre del Sutra del nirvana, afirma: El hijo que
[la mujer] lleva consigoes el corazn de la fe en el Sutra del loto,
o la sabidura para percibir lapropia naturaleza del Buda
inherente60. De hecho, esta universalizacindel mximo nivel de
realizacin espiritual conlleva una crtica a la cle-ricalizacin de
ciertos sectores y escuelas del budismo que reducan laposibilidad
de iluminacin a los crculos monacales61.
III. El amor en Juan de la Cruz y en el Sutra del LotoLa amplia
obra de Juan de la Cruz tiene muchas dimensiones pero hayun eje
transversal que le da unidad y sentido: el amor. El amor es el
queest a la raz de la experiencia del camino espiritual, es el
motor de esecamino y es la expresin mxima de su plena realizacin.
As encon-tramos el amor en el centro de las cuatro obras mayores de
Juan de la
-
EL AMOR EN EL SUTRA DEL LOTO Y EN LA MSTICA DE JUAN DE LA CRUZ
69
Cruz: la Subida al Monte Carmelo, la Noche Oscura, el Cntico
Espiri-tual y la Llama de Amor Viva, especialmente en las dos
ltimas.Nosotros prestaremos una atencin especial al Cntico
Espiritual,escrito en su mayor parte en la prisin conventual de los
CarmelitasCalzados de Toledo entre 1577 y 1578 y completado en
Baeza y Grana-da, entre 1582 y 1584. Se trata de la ltima de sus
grandes obras, todasellas construidas como comentarios a sus
poemas. El Cntico fue escritoa peticin de Ana de Jess, una
carmelita descalza de clausura amiga ysuperiora del convento de
Beas. La edicin prncipe apareci en Bruse-las en 1627 y la oficial
en Madrid en 1630, muy mitigada por los edi-tores. Existen dos
redacciones de las cuales consideraremos especial-mente la segunda
porque ordena mejor el proceso espiritual y es la msreconocida por
la orden catlica de los Carmelitas Descalzos, de dondeJuan de la
Cruz fue el primer fraile62.
Aqu intentaremos mostrar la presencia del amor en la obra de
Juande la Cruz, de manera especial, en la medida en que se parezca
a la de lacompasin en el Sutra del Loto.
3.1. El matrimonio espiritualEn el Sutra del Loto hemos
descubierto la presencia del amor bsica-mente a travs de las
imgenes del amor paternal, de la amistad y de lafeminidad as como a
travs de la devocin y fe del creyente. La obra deJuan de la Cruz
est construida alrededor de la imagen fundamental delamor nupcial.
Todas las imgenes secundarias que se encuentran en eltrasfondo de
esta imagen metafrica vertebradora expresan en conse-cuencia
afectividad pero los matices que aportan son interesantes.
En el Cntico Espiritual de Juan de la Cruz los ciclos estrficos
corres-ponden a movimientos culminantes en la historia de amor
entre el almay Dios. En primer lugar, despus de la herida de amor
inicial que padeceel alma y que la empuja hacia delante63, tenemos
la bsqueda espiritual(estrofas 2-11), despus el primer encuentro de
los amantes (est. 12-16),la mstica de unin de los esposos (est.
17-26), el matrimonio espiritual(est. 27-31), la vida ntima de los
amantes (est. 32-34), la unin en con-tinuacin de amor (est. 35-39).
Entre los varios estadios de la historiaamorosa hay intervalos de
duracin indefinida. Las escenas ms cir-cunscritas de la trama
potica son la de la interior bodega (cancin17), la del ameno huerto
deseado (cancin 27), la del monte o el co-llado (cancin 35), la de
las cavernas de la piedra (cancin 36), la delarca (cancin 33), y la
de la soledad, describiendo las tres bsicas dela bodega, huerto y
cavernas la cima espiritual.
Hay una consonancia del itinerario espiritual con la ordenacin
de las
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70 EL AMOR EN EL SUTRA DEL LOTO Y EN LA MSTICA DE JUAN DE LA
CRUZ
estrofas del Cntico Espiritual. Despus del arranque lrico y de
laexposicin del tema fundamental (est. 1-2), hay una bsqueda
delAmado [Dios] por parte del alma que vive un amor impaciente que
seidentifica con la va purgativa de los principiantes en el camino
espiri-tual (est. 3-5). Sigue la expresin de las ansias y fatigas
de amor impa-ciente que suponen el paso al estado de aprovechados
(est. 6-11). Supe-rado un parntesis en que hay una narracin
histrica y una comparacincon situaciones pasadas (est. 20-24), se
da la unin transformante delmatrimonio espiritual en que el alma
alcanza la perfeccin por la vaunitiva (est. 15-19; 27-28; 32-34;
35-38). Termina con una visin finalpanormica y retrospectiva del
camino recorrido por el alma (est. 39).
Se trata de un camino de amor hacia la plenitud del amor, un
caminoque unifica el alma para llevarla a la unin ntima con Dios.
El modelode esta unin es la unin hiposttica entre la naturaleza
humana y la di-vina en Cristo y el amor intratrinitario, entre las
tres personas de laTrinidad. El amor unifica incluso las tres
personas de la Trinidad cris-tiana64. El fuego de amor de Dios
consume en gloria al alma65. Setrata de un juego amoroso en el que
la diferencia estimula un dinamismovital creativo66. En esta unin
de desecha (muere a) todo aquello que noes amor67. El amor de Dios
realiza libremente la unin con el serhumanodispuesto(divinizacin)
por su transformacin total pero sinanular su identidad68.
3.2. Una fe amorosa que divinizaSi la experiencia religiosa del
Mahayana es sabidura y compasin, enJuan de la Cruz el amor y el
conocimiento son lenguajes msticos queexpresan la experiencia de
Dios y que reflejan el dinamismo de latensin fecunda entre
experiencia y doctrina69. En la unin de amor Dioscomunica luz y
amor juntamente70, que es noticia sobrenaturalamorosa71 y toca as
la sustancia del alma72. Pero el amor tiene una cier-ta primaca
sobre el entendimiento como vemos en el hecho que Diossobrepasa
todo entendimiento y es incomprensible73. As el entendimien-to slo
se aproxima a Dios a travs de la fe ya que sta es el nicomedio
adecuado para la unin con Dios, aunque, o tal vez porque, noes ms
que oscuridad, en ltimo trmino, para el entendimiento74. La
feaparece, en su radicalidad, como amor sin entendimiento75. Hay
unaclara primaca de la voluntad sobre el entendimiento76, y, en
consecuen-cia, del amor sobre el conocimiento, al menos desde la
perspectiva deJuan de la Cruz77. En el texto del Cntico Espiritual,
vemos claramentecomo el amor sin conocimiento es posible sobre todo
en los espiritualesque no han desarrollado demasiado el
entendimiento en su relacin con
-
EL AMOR EN EL SUTRA DEL LOTO Y EN LA MSTICA DE JUAN DE LA CRUZ
71
Dios78.Pero no se trata de que el ser humano tenga ms
desarrollada la vo-
luntad como capacidad del amor, se trata especialmente de que es
elmismo Dios trinitario quien llega al alma por el amor:
Dios no se comunica propiamente al alma por () el
conocimientoque tiene de Dios sino por el amor del conocimiento;
porque, as comoel amor es unin del Padre y del Hijo, as lo es del
alma con Dios79.
En cualquier caso y de manera general, podemos afirmar que en la
expe-riencia espiritual de Juan de la Cruz el amor conlleva
intrnsecamente unconocimiento y viceversa80. En este sentido existe
una gran proximidadcon la sola fe del Sutra del Loto, de la que
hemos hablado ms arriba.La budeidad es sabidura y compasin y el
sentido profundo de la fesalvfica es la apertura confiada a esa
interrelacin creativa.
El amor, en Juan e la Cruz, es un don del Dios Trinitario, un
don departicipar en Dios por un amor recproco (matrimonial) entre
el serhumano y Dios que anuncia una dimensin escatolgica de
plenitud81. Elalma es entonces Dios por participacin82. La vida
espiritual de Dios enel alma puede ser por esencia o por amor y
deseo83. Dios est presenteen la esencia del alma no slo de las
criaturas racionales sino tambin delas irracionales84. La presencia
de Dios es esencial y presencialmente() en el ntimo ser del alma85.
Juan de la Cruz habla de tres manerasde presencia de Dios en el
alma: la esencial, por gracia y por afeccinespiritual86. Esta ltima
es la que realiza el alma en la unin de amor.Pero tambin es la que
mueve al alma hacia la unin puesto que Dios hadejado huella en el
alma87, que en la obra potica del Cntico Espiri-tual es percibida y
expresada como herida espiritual de amor88 o comoexperiencia de
ausencia89:
() representa el alma tres necesidades, conviene a saber:
dolencia,pena y muerte. Porque el alma que de veras ama a Dios con
amor dealguna perfeccin, en la ausencia padece ordinariamente de
tres ma-neras, segn las potencias del alma, que son: entendimiento,
voluntad ymemoria. Acerca del entendimiento dice que adolece,
porque no ve aDios, que es la salud del entendimiento (). Acerca de
la voluntad diceque pena, porque no posee a Dios, que es el
refrigerio y deleite de lavoluntad (). Acerca de la memoria, dice
que muere, porque,acordndose que carece de todos los bienes del
entendimiento, que esver a Dios, y de los deleites de la voluntad,
que es poseerle, y quetambin es muy posible carecer de l para
siempre entre los peligros y
-
72 EL AMOR EN EL SUTRA DEL LOTO Y EN LA MSTICA DE JUAN DE LA
CRUZ
ocasiones de esta vida, padece en esta memoria sentimiento a
manera demuerte, porque echa de ver que carece de la cierta y
perfecta posesinde Dios, el cual es vida del alma90.
El aumento de amor provoca el crecimiento del dolor de la
ausencia91,que no se saciar hasta la plenitud de amor en el cieloy
comprenderesto es un don de Dios92. Esta dolencia (carencia) de
amor se cura yacon la presencia del amor de Dios. Se trata de un
autntico tratamientohomeoptico93. Pero el ser humano debe querer
tratarse. As es muyimportante subrayar que Dios pone el amor en el
alma segn la voluntady amor que esta manifiesta:
() es de notar que Dios no pone su gracia y amor en el alma
sinosegn la voluntad y amor del alma. Por lo cual, esto ha de
procurar elbuen enamorado que no falte, pues por ese medio, como
habemosdicho, mover (si as se puede decir) a que Dios le tenga ms
amor y serecree ms en su alma94.
Es interesante la similitud que encontramos, por un lado, entre
las tresdolencias del alma que reflejan la ausencia del amado (el
dolor, la penay la muerte) y la enfermedad, la vejez y la muerte
que estn a la raz dela experiencia espiritual histrica de Siddharta
Gautama el Buda; y, porotro lado, entre el hecho que la gracia
necesita de la libertad del serhumano para la realizacin de la meta
espiritual cristiana y que la ilumi-nacin requiere el esfuerzo de
la meditacin y de la devocin para seralcanzada.
En otro lugar, cuando habla del matrimonio espiritual, habla de
laexcepcional iluminacin de gloria que vive el alma95. Previo al
matrimo-nio encontramos el estado del desposorio espiritual. Se
trata de un esta-do en que ya la parte baja ligada a los apetitos
ya no molesta al alma.Este estado previo se produce gracias a la
gracia del Amado y se trata deimagen y rastro de Dios; mas no se
entiende que es ver esencialmente aDios. Es un levantamiento del
alma a la luz matutinal del conocimien-to sobrenatural de Dios,
pero un conocimiento todava oscuro y entredos luces, como noche en
par de los levantes de la aurora (canciones14 y 15 del Cntico
Espiritual B o CB)96. Aqu podemos ver cmo ladiversidad de almas se
asemeja a la diversidad de bodhisattvas.
El matrimonio espiritual ve como la tranquilidad y sabidura del
almaya no se ve alterada por la parte sensitiva, ya no hay
ausencias ni pertur-baciones ni molestias97. En el estado de unin
del matrimonio espiritual,al que el alma debe llegar limpia y
purificada98 y sola99, hay una estabili-
-
EL AMOR EN EL SUTRA DEL LOTO Y EN LA MSTICA DE JUAN DE LA CRUZ
73
dad de amor: lo que el alma hace entonces es asistencia de amor
enDios, lo cual es amar en continuacin de amor unitivo100, gracias
enparte a la divinizacin de las potencias (memoria, inteligencia y
volun-tad)101. El matrimonio espiritual es un estado permanente102,
parecido alde la unin hiposttica (de la naturaleza divina y humana
en Cristo)103,una aspiracin del Espritu Santo transformadora104.
Una transformacinque, aunque respeta la diferencia sustancial de
las partes, muestra suunidad en gloria y apariencia105. Esta
experiencia da el mximoconocimiento al alma106. Se trata de
entender no entendiendo, es decirde una mstica teologa107, de una
docta ignorancia que incluso no lepermite distinguir el bien y el
mal porque est en un estado de inocenciaen que no saba qu cosa era
mal y no entiende el mal ni cosa juzgamal porque no tiene en s el
hbito del mal por donde lo juzgar,habindole Dios rado los hbitos
imperfectos () con el hbito perfec-to de la verdadera sabidura, y
donde queda el alma como robada yembebida de amor, toda hecha en
Dios que no la deja advertir a cosaalguna del mundo porque no slo
de todas las cosas, mas aun de squeda enajenada y aniquilada, como
resumida y resuelta en amor108. Enel matrimonio espiritual Dios se
hace prisionero del amor del alma109 yama al alma con el amor con
que l mismo se ama110. Dios ama tanto alalma, mucho ms que
cualquier amor humano, que la hace como sifuera su dios:
Comunicase Dios en esta interior unin al alma con tantas veras
deamor, que no hay aficin de madre que con tanta ternura acaricie a
suhijo, ni amor de hermano ni amistad de amigo que se le
compare.Porque an llega a tanto la ternura y verdad de amor con que
el inmensoPadre regala y engrandece a esta humilde y amorosa alma,
oh cosamaravillosa y digna de todo pavor y admiracin!, que se
sujeta a ellaverdaderamente para la engrandecer, como si l fuese su
siervo, y ellafuese su seor. Y est tan solicito en la regalar, como
si l fuese suesclavo y ella fuese su Dios111.
La voluntad de Dios en el camino espiritual es la igualdad de
amor112. Setrata de la perfeccin de amor113. En este estado de unin
irreversiblela accin del alma y de Dios es conjunta: no hace el
alma obra ningunaa solas sin Dios114. Se trata de una accin
realmente desinteresada115.Adems se producen otros efectos como una
serie de comunicacionesespirituales116, de beneficios y virtudes
excelentes en el alma117, un deseosin pena118, la desaparicin del
miedo y la llegada de la paz119, as comola capacidad de ver las
gracias de Dios en las otras almas120, como por
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74 EL AMOR EN EL SUTRA DEL LOTO Y EN LA MSTICA DE JUAN DE LA
CRUZ
ejemplo la suavidad, la visita de amor y la abundancia de la
caridad. Elalma vive ms del amor que de su dinamismo vital121. No
hay que olvi-dar la semejanza con los paramita o poderes
paranormales o virtudes delbodhisattva de que habla el budismo que
estn muy presentes en el Sutradel Loto. Se trata de la generosidad,
la disciplina, la paciencia, laenerga, la meditacin, la sabidura,
el mtodo correcto, el voto o com-promiso, la manifestacin de los
diez poderes, el conocimiento de laverdadera definicin de todos los
Dharmas.
Este ser divino por participacin122 o hijo adoptivo o sombra
deDios as como la iluminacin de gloria de los que habla Juan de
laCruz para expresar el estado de unin del alma con Dios se
asemejan ala naturaleza de Buda o budeidad de los seres. El amor de
Dios est ahdesde siempre por el don amoroso de la creacin y de la
salvacin, perolos seres humanos no han reconocido este amor y slo
cuando loreconocen se manifiesta plenamente en esta vida. La
budeidad est ahtambin desde siempre pero la ignorancia obstaculiza
la realizacin quesupone la conciencia de esta luz interior presente
en todos los seresvivos no slo en los humanos. Juan de la Cruz, que
tuvo serios proble-mas con las jerarquas religiosas y que atrajo
las sospechas de la Inquisi-cin, tena que andar con cuidado con la
ortodoxia de sus escritos y desu mistagoga, razn que explicara los
equilibrios en su expresin y enla enunciacin de sus experiencias.
Algunas otras corrientes de lamstica cristiana han considerado la
luz interior como existente en todoslos seres humanos, como es el
caso, por ejemplo, de Tolstoi, que afirmaque el amor est dentro de
uno mismo123, y de George Fox y su Sociedadde los Amigos124.
Aparentemente los seres vivientes no humanos quedan fuera de
laexperiencia de unin amorosa del alma con Dios de la que nos
hablaJuan de la Cruz. Pero sin embargo el ser humano tiene a toda
lacreacin-universo en la misma unin amorosa con el amor
trinitario(Dios tres personas)125. Es una autntica dimensin
franciscana de laespiritualidad de Juan de la Cruz, en la que una
vez que el alma estunida con Dios y consolidada en esta unin,
entonces recupera orecuerda el mundo creado que fue rechazado en el
proceso denegacin y purificacin espiritual que se presenta
especialmente en laSubida al Monte Carmelo y en la Noche Oscura, el
primer dptico,segn el proceso espiritual, de las obras mayores de
Juan de la Cruz.
Este cristianismo ha quedado ocultado, marginado o silenciado
hastaprcticamente finales del siglo XX. Seria largo, complejo y
ciertamentepolmico analizar el porqu. No es el momento ni el lugar,
pero s quees necesario dejar bien claro que el cristianismo puede
ser formulado
-
EL AMOR EN EL SUTRA DEL LOTO Y EN LA MSTICA DE JUAN DE LA CRUZ
75
desde y partir de la experiencia mstica de su fundador y de sus
maestrosespirituales en lugar de reducirlo a su doctrina, moral e
instituciones126.En la medida en que esto sea una realidad es
evidente que la proximidadcon el budismo, sin caer en eclecticismos
fciles y superficiales niexclusivismos maquillados, ser mayor y
despertar esperanzas de unmundo ms cercano y ms humano donde se
pueda trabajar conjunta-mente por una sociedad ms justa y en paz.
Espero que mi modestaaportacin pueda contribuir a este
acercamiento.
Notas1
Algunas veces l (Buda) predica sutras, versos, historias de
vidas previas dediscpulos, historias de las vidas previas de Buda,
de cosas inauditas. Otras veces predi-ca considerando las causas y
condiciones, usa smiles, parbolas, pasajes poticos o dis-cursos
(LS, 2, citado en The Lotus Sutra, trad. por BURTON WATSON,
ColumbiaUniversity Press, New York, 1993, p. 34).
2 Cfr. TORRADEFLOT, Francesc, LAmour et la connaissance au-del
de legotude de mystique compare de la Bhagavag-Gita et de Jean de
la Croix, Facultadde Teologia de Catalunya, Barcelona, 1995, p. 947
(publicacin de tesis doctoral, quefue dirigida por los profesores
Julien Ries y Mari Corb. Todava hoy no he divulgadolas conclusiones
del estudio).
3 En China se le llama Miao-fa lien-hua ching o Fa-hua ching y
en JapnMyoho-renge-kyo o Hoke-kyo. Desde el siglo XIX se han
encontrado diversosmanuscritos en snscrito del Sutra del Loto. Segn
el lugar donde se encontraron, seclasifican como nepaleses, Gilgit
(o de Cachemira) o centroasiticos. La versin chinadel sutra,
realizada el ao 406 por Kumarajiva, originario de Kucha en Asia
Central, esconsiderada la ms valiosa e influyente.
4El Buda logr sobrevivir a sus muchas pruebas y, a los setenta y
dos aos,
cuarenta y dos despus de haber comenzado a predicar las
enseanzas budistas, en unmonte de la India central llamado
Gridhrakuta, al nordeste de la ciudad de Rajagriha,comenz a
predicar el Sutra del loto. Lo hizo durante ocho aos. Y entonces, a
orillasdel ro Ajitavati, en la ciudad de Kushinagara, India
oriental, en la mitad de la noche deldecimoquinto da del segundo
mes, a sus ochenta aos, entr en el nirvana. Pero antes,haba
revelado su iluminacin en el Sutra del loto. Por lo tanto, las
palabras de este sutrason, en realidad, el corazn de Shakyamuni El
Que As Llega. (NICHIREN DAI-SHONIN, Los escritos de Nichiren
Daishonin, trad. y ed. por el Comit de traduccindel Gosho al
espaol, Soka Gakkai, Alemania, 2008, p. 358).
5 Cfr. FRDRIC, Louis, Dictionnaire de la Civilisation Indienne,
Robert Laffont,Aylesbury, 1987, p. 679.
6 Cfr. STUTLEY, MargaretSTUTLEY, James, Dizionario dellInduismo,
Ubal-dini, Roma, 1980, p. 344.
7 Cfr. BRERETON, Joel P., Lotus, en ELIADE, Mircea (ed.), The
Encyclopediaof Religion, MacMillan Publishing Company, New York, v.
9, p. 28.
8De manera semejante, monjes, el loto azul, el loto rosa o el
loto blanco nacidos y
crecidos en el agua, se levantan por encima de ella y permanecen
immaculados por elagua. As, monjes, el Tathagata, nacido en el
mundo, crecido en el mundo, despus dehaber conquistado el mundo,
permanece immaculado por el mundo (Samyutta Nikaya,
-
76 EL AMOR EN EL SUTRA DEL LOTO Y EN LA MSTICA DE JUAN DE LA
CRUZ
v. 3, p. 140; Anguttara Nikaya, v. 2, p. 38 ss., citados en
BRERETON, Joel P., Lotus,en ELIADE, Mircea (ed.), The Encyclopedia
of Religion, v. 9, p. 2930).
9 Cfr. The Lotus Sutra, p. 5.10 Cfr. SCHUHMACHER,
StephanWOERNER, Gert (eds.), The Encyclopeadia
of Eastern Philosophy and Religion, Shambala, Boston, 1994, p.
206207. 11 La ubicacin del discurso del Buda transcurre entre el
Pico del guila, la Torre del
Tesoro, y de nuevo el Pico del guila. La prdica de Buda eleva la
asamblea y los trans-porta a un lugar celestial. Este movimiento es
conocido como los dos lugares y las tresasambleas. El primer lugar
incluye hasta la mitad del undcimo captulo, el segundohasta el
vigsimo segundo y la asamblea final empieza en el vigsimo tercero
hasta elfinal.
12 Los discpulos, los que escuchan la voz del maestro, que estn
dotados para con-seguir la iluminacin personal a travs de la
escucha y la meditacin sobre las noblesverdades y la irrealidad de
los fenmenos. Es el arhat del Hinayana (Cfr. SCHUH-MACHER,
StephanWOERNER, Gert (eds.), The Encyclopeadia of Eastern
Philo-sophy and Religion, p. 329).
13 Los que han conseguido ellos solos, a travs de la meditacin
de los doce nidanas(nudos: ignorancia, formaciones, consciencia, lo
mental y lo fsico, las seis bases de lossentidos, contacto,
sensacin, deseo, aferramiento, devenir, nacimiento, vejez y
muerte),la iluminacin pero no ayudan a los otros a conseguirla. No
disponen de omnisciencia nide los diez poderes del Buda completo
(Cfr. SCHUHMACHER, StephanWOERNER,Gert (eds.), The Encyclopeadia of
Eastern Philosophy and Religion, p. 277278).
14 El bodhissatva es un ser que busca la budeidad a travs de la
prctica sistemtica delas virtudes perfectas (paramita) pero,
gracias a una combinacin de compasin (karuna)y sabidura (praja),
renuncia a entrar en el Nirvana hasta que todos los seres sean
salva-dos. El bodhissatva ayuda, toma en sus brazos el sufrimiento
de los dems y traspasa sumrito krmico a los otros seres. Su proceso
empieza con su voto (pranidhana) y avanzapor diez estadios (bhumi).
El Mahayana distingue dos tipos de bodhisattva: el terrenal yel
trascendente (Cfr. SCHUHMACHER, StephanWOERNER, Gert (eds.), The
Ency-clopeadia of Eastern Philosophy and Religion, p. 3940).
15El voto original de los Budas fue que el camino del Buda, que
ellos mismos prac-
tican, debe ser compartido universalmente entre los seres vivos
para que stos puedantambin alcanzar la misma va (LS 2, citado en
The Lotus Sutra, p. 41). Esta univer-salidad se constata en la
doctrina del nico vehculo.
16Antes de que se predicara el Sutra del loto, las personas de
los nueve estados eran
como plantas y rboles en otoo e invierno. Pero cuando el
ideograma myo del Sutra delloto brill sobre ellas, como el sol
vernal y estival, se abri en ellas la flor del deseo dela
iluminacin, y brot el fruto de la Budeidad o del renacimiento en la
tierra pura [delPico del guila] (El Daimoku del Sutra del Loto, en
Los escritos de Nichiren Dai-shonin, p. 153). Y en otro lugar
Nichiren afirma: () el Sutra del loto afirma que laspersonas de los
dos vehculos pueden manifestar la Budeidad, y que el buda
Shakyamu-ni, en realidad, logr la iluminacin en un tiempo pasado
inconcebiblemente remoto.(La apertura de los ojos, en Ibdem, p.
238).
17 En el budismo la doctrina del trikaya o triple cuerpo de Buda
considera adems elcuerpo de la gloria o del regocijo (sambhogakaya,
o cuerpo de los budas que en susparasos disfrutan de la verdad que
encarnan), y el cuerpo de la transformacin (nir-manakaya, o cuerpo
en que los Budas aparecen para conducir a los seres sufrientes).
Noson difciles las analogas con la cristologa del Cristo de la fe y
del Jess histrico.
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EL AMOR EN EL SUTRA DEL LOTO Y EN LA MSTICA DE JUAN DE LA CRUZ
7718 En chino y japons se citan el nmero y el ttulo juntos. El
Sutra del Loto est com-
puesto por ocho volmenes (rollos de papel en torno a clavijas de
madera) con tres ocuatro captulos cada uno. Este Sutra es
frecuentemente considerado junto con otros dos:el sutra de los
Infinitos Significados y el sutra del bodhisattva Universalmente
Digno,considerados la apertura y el cierre del Sutra del Loto.
Tientai los consideraba a los trescomo el Triple Sutra del
Loto.
19 Cfr. NICHIREN DAISHONIN, La entidad de la Ley Mstica, en Los
escritos deNichiren Daishonin, p. 447448.
20 El Index Librorum Prohibitorum fue creado por la Sagrada
Congregacin de laInquisicin con el objetivo de evitar la publicacin
y lectura de libros con erroresmorales o doctrinales. Esta obra
fomentaba la autocensura de los propios autores.
21 Entre otras tareas, era censor de la Inquisicin.22 La
facultad de Alcaltres mil estudianteshaba aceptado una ctedra de
nomi-
nalismo, mientras que la de Salamancasiete mil estudiantesy
Sevilla rechazan estatendencia as como el lulismo (Ramn Llull), que
menospreciaba la escolstica y exalta-ba la mstica (Cfr. VILLOSLADA,
G., Historia de la Iglesia en Espaa, t. III2, BAC,Madrid, 1980, p.
276).
23 El mejor representante del movimiento de los Recogidos es
Francisco de Osuna,con su obra Tercer abecedario espiritual. Es
clara la decisiva influencia de la Reformaprotestante sobre la
mstica espaola. Melquiades Andrs define el apogeo de la
msticacastellana como la segunda reforma, que comprende el perodo
que empieza despusde la prohibicin inquisitorial de Fernando de
Valds de 1559 y que termina con la pu-blicacin de las obras de Juan
de la Cruz, el 1618 (Cfr. VILANOVA, E., Histria de lateologia
cristiana v. II Pre-reforma, reformes, contrareforma, Herder,
Barcelona,1986, 457).
24 Cfr. ANDRS MARTN, Melquiades, La teologa espaola en el siglo
XVI, t. II,BAC, Madrid, 1977, p. 111.
25 Cfr. ANDRS MARTN, Melquiades, Los recogidosNueva visin de la
msticaespaola (15001700), FUE, Madrid, 1975, p. 815. Con frecuencia
se ha dividido lamstica espaola segn las rdenes religiosas en tres
tendencias: la afectiva, que pondrael acento en la oracin afectiva,
en la humanidad de Cristo y el misterio de la Pasin yque tendra
como temas generales las bienaventuranzas y el amor de Dios
(franciscanos,agustinianos y algunos jesuitas); la intelectual en
que se reflexiona sobre Dios y las ver-dades eternas (dominicos y
jesuitas); y la eclctica representada por los carmelitas (Juande la
Cruz lo es), donde el conocimiento y el amor van juntos, ya que el
conocimientoelevado se inspira en el amor y el amor, a su vez, es
fruto de un tal conocimiento (Cfr.CILVETI, A. L., Introduccin a la
mstica espaola, Ctedra, Madrid, 1974, p.150151. 169170).
26 Cfr. VILANOVA, E., Histria de la teologia cristiana, v. II,
p. 459.27 A pesar de la diferencia de aos, Teresa consider a Juan
de la Cruz el Padre de su
alma. 28 Cfr. Cntico espiritual, 28; Subida al Monte Carmelo,
II, 5.29 Cfr. LS, 2, citado en The Lotus Sutra, p. 41. Ver tambin
NICHIREN DAI-
SHONIN, Los escritos de Nichiren Daishonin, p. 238.30 Cfr. LS,
2, citado en The Lotus Sutra, p. 32. 4244.31 LS, 1, citado en The
Lotus Sutra, p. 22. Me remito al original ingls con traduc-
cin al castellano propia. El Sutra del Loto aade: En las tierras
de Buda de las diezdirecciones slo existe la Ley del nico vehculo,
no hay dos, no hay tres, excepto cuan-
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78 EL AMOR EN EL SUTRA DEL LOTO Y EN LA MSTICA DE JUAN DE LA
CRUZ
do Buda predica para un medio til, empleando meramente nombres y
trminos provi-sionales para conducir y guiar seres vivos y
predicarles la sabidura de Buda (LS, 2,citado en The Lotus Sutra,
p. 35).
32 LS, 2, citado en The Lotus Sutra, p. 37.33 LS, 2, citado en
The Lotus Sutra, p. 31. Shariputra es uno de los grandes
discpulos de Buda Sakyamuni, que muri poco antes que l. Se le
representa junto a suamigo de infancia y tambin discpulo
Mahamaudgalyayana. Se convirti al budismoprocedente de posturas
escpticas y agnsticas gracias al monje Assaji. Se le considerael
discpulo que escogi Buda para confiarle la tarea de codificar sus
enseanzas y evitarun cisma anlogo al que se produjo a la muerte del
fundador del Jainismo, Mahavira(Cfr. IKEDA, Daisaku, Budismo,
primer milenio, Taurus/Alfaguara, Madrid, 1989, p.15.
34 LS, 2, citado en The Lotus Sutra, p. 31.35 LS, 2, citado en
The Lotus Sutra, p. 41. La enseanza de los diferentes vehculos
puede ser empleada para educar y convertir a los seres vivientes
al nico vehculo (Cfr.LS, 2, citado en The Lotus Sutra, p. 52). Ver
tambin LS, 7, citado en The LotusSutra, p. 134135.
36 LS, 2, citado en The Lotus Sutra, p. 31.37 La finalidad del
uso de las parbolas es mostrar el nico vehculo que conduce a la
iluminacin: Empleo estos smiles y parbolas para predicar el nico
vehculo deBuda (LS, 3, citado en The Lotus Sutra, p. 70).
38 LS, 3, citado en The Lotus Sutra, p. 59.39 Cfr. LS, 3, citado
en The Lotus Sutra, p. 5960.40
Soy como el hombre rico. Yo, el ms venerable de los sabios, soy
el padre de estemundo y todos los seres vivos son mis hijos. Pero
ellos estn profundamente apegados alos placeres mundanos y carentes
de sabidura. No hay seguridad en el triple mundo; escomo una casa
ardiendo. (LS, 3, citado en The Lotus Sutra, p. 69). Hay otra
versinsimilar de la parbola donde el padre es mdico en LS, 16,
citado en The Lotus Sutra,p. 227232. Es muy interesante comparar al
padre rico con el padre mdico. Ambosquieren a sus hijos y les
quieren salvar porque les aman.
41 Cfr. LS, 4, citado en The Lotus Sutra, p. 8187.42 LS, 4,
citado en The Lotus Sutra, p. 86.43 MATSUOKA, Mikio, The Buddhist
Concept of the Human Being: From the
Viewpoint of the Philosophy of the Soka Gakkai, en The Journal
of Oriental Studies,The Institute of Oriental Philosophy, Tokyo,
December 2005, v. 15, p. 52.
44 LS, 7, citado en The Lotus Sutra, p. 142.45 Cfr. LS, 8,
citado en The Lotus Sutra, p. 150151.46 LS, 27, citado en The Lotus
Sutra, p. 317.47 LS, 4, citado en The Lotus Sutra, p. 85.48
El mundo correr hacia l y l salvar y proteger a cada uno de
ellos y a todos.Ser un padre para los seres vivos, confortndolos y
beneficindolos (LS, 7, citado enThe Lotus Sutra, p. 125).
49 LS, 14, citado en The Lotus Sutra, p. 204.50
En ese momento miles, decenas de miles, millones de incontables
especies de seres vivos vinieron al lugar donde el Buda estaba para
escuchar el Dharma. El Budaobserva entonces si las capacidades de
esos seres vivos son lcidas u oscuras, si son dili-gentes en sus
esfuerzos o perezosas. Y de acuerdo con lo que cada uno es capaz de
or,les predica el Dharma en una inconmensurable variedad de maneras
para que todos ellos
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EL AMOR EN EL SUTRA DEL LOTO Y EN LA MSTICA DE JUAN DE LA CRUZ
79
sean deleitados y sean capaces de obtener excelentes beneficios
de ello. (). Es como lalluvia que cae de una gran nube sobre todas
las plantas y rboles, matorrales y bosque-cillos, y hierbas
medicinales. Cada uno, segn su especie y naturaleza, recibe su
plenaporcin de humedad y es habilitado para brotar y crecer. ().
Porque slo el Buda com-prende las especies, la forma, la
substancia, la naturaleza de los seres vivos (LS, 5, cita-do en The
Lotus Sutra, p. 99).
51Si una persona es completamente libre de cualquier duda y
pesar, si en las profun-
didades de su mente cree por un instante, sus bendiciones sern
como sta (LS, 17,citado en The Lotus Sutra, p. 239).
52Incluso tu, Shariputra, en el caso de este sutra, fuiste capaz
de lograr acceso a
travs de la sola fe. Cuanto ms an los otros discpulos. Esos
discpulos acceden a estesutra porque tienen fe en las palabras de
Buda, no por ninguna sabidura propia (LS, 3,citado en The Lotus
Sutra, p. 73).
53 LS, 10, citado en The Lotus Sutra, p. 161. Sobre la
sacralidad del Sutra del Lotocomo revelacin de Buda ver LS, 11,
citado en The Lotus Sutra, p. 171. 176. 178; LS13, en Ibdem, p.
193; LS 14, en Ibdem, p. 207. 209; LS 17, en Ibdem, p. 240241;LS
18, en Ibdem, p. 248; LS 20, en Ibdem, p. 269271; LS 23, en Ibdem,
p.285287. Sobre su primaca sobre otras escrituras: He predicado
varios sutras, y entreesos sutras el Lotus es el ms importante.
(...) el ms difcil de creer y el ms difcil decomprender. (...) este
sutra es el almacn del quid secreto de los Budas (LS, 10, citadoen
The Lotus Sutra, p. 164).
54 NICHIREN DAISHONIN, Los escritos de Nichiren Daishonin, p.
148.55 GOLEMAN, Daniel, Inteligencia emocional, Kairs, Barcelona,
1997, p. 163
164.56 Cfr. NICHIREN DAISHONIN, Sobre la oracin, en Los escritos
de Nichiren
Daishonin, p. 360.57 LS, 12, citado en The Lotus Sutra, p. 187.
En el Mahayana bodhi se considera
sobretodo como la sabidura basada en el entendimiento de la
unidad del nirvana y elsamsara as como del objeto y el sujeto.
Tambin se describe como la realizacin depraja, el despertar a la
naturaleza de buda o a la esencia de buda de uno mismo, elentender
el vaco esencial (shunyata) del mundo, o la omnisciencia y
percepcin de latalidad (tathata) (Cfr. SCHUHMACHER, StephanWOERNER,
Gert (eds.), TheEncyclopeadia of Eastern Philosophy and Religion,
p. 37).
58 LS, 12, citado en The Lotus Sutra, p. 188189. 59 Cfr. LS, 13,
citado en The Lotus Sutra, p. 191.60 NICHIREN DAISHONIN, La
apertura de los ojos, en Los escritos de Nichiren
Daishonin, p. 299.61 El Sutra del Loto denuncia la
clericalizacin (Cfr. LS, 17, citado en The Lotus
Sutra, p. 240241; LS, 20, en The Lotus Sutra, p. 266267. 270).
Nichiren hablatambin de la iluminacin de las mujeres (Cfr. Los
escritos de Nichiren Daishonin, p.155158, 284. 36036). Para el
japons Nichiren la enseanza de Buda tienen su mselevada expresin en
el Sutra del Loto.
62 En general, los comentaristas franceses, especialmente Baruzi
y Morel, cuestionanla autenticidad de la segunda versin por una
supuesta incompatibilidad doctrinal entrelas dos versiones. Los
argumentos son tres. El primero es que las tres vas espiritualesno
coinciden con el lenguaje inicial del santo que habla de
principiantes, aprovechadosy perfectos. El segundo, atiende a la
nueva ordenacin del desposorio y del matri-monio en la segunda
versin. El tercero, responde a la diversa interpretacin de las
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80 EL AMOR EN EL SUTRA DEL LOTO Y EN LA MSTICA DE JUAN DE LA
CRUZ
cinco ltimas estrofas, que en la primera versin se refieren a
esta vida y en la segunda ala otra vida. La mayora de los otros
comentaristas consideran que el motivo de lasalteraciones es
probablemente la evolucin del autor por reflexin o por
experienciasnuevas. Tambin es cierto que podra tener que ver con el
miedo a la Inquisicin sobretodo cuando se proyecta la cima
espiritual a un escenario escatolgico todava no real-izado. La
discusin permanece abierta y responde y compete ms a un debate
entreexpertos en teologa mstica.
63Adonde te escondiste, Amado, y me dejaste con gemido? Como el
ciervo huiste,
habindome herido; sal tras ti clamando, y eras ido (primera
estrofa del poema Can-ciones entre el alma y el esposo, en SAN JUAN
DE LA CRUZ, Obras completas,Monte Carmelo, Burgos, 1982, p.
916).
64 Cfr. Llama de amor viva, 2, 1. Cito slo las obras sin la
edicin porque el texto eshoy bsicamente el mismo en las principales
ediciones, entre las que figura la que yacitamos.
65 Llama de amor viva, 2, 5.66 Cfr. Llama de amor viva, 3, 10.67
Cfr. Llama de amor viva, 1, 30.68 Cfr. TORRADEFLOT, F., Lamour et
la connaissance au-del de lego, p. 616.69 Cfr. TORRADEFLOT, F.,
Lamour et la connaissance au-del de lego, p. 623.70 La Institucin
de los Primeros Monjes, compuesta a finales del siglo XV por un
provincial carmelita catalnFelipe Riboty que fue un texto de
referencia junto conla Regla de la orden, afirmaba que la
culminacin de la vida religiosa de los carmelitasera la experiencia
de unin con Dios (RAITT, JillMCGINN, BernardMEYEN-DORFF, John,
Christian SpiritualityHigh Middle Ages and Reformation, Cross-road,
New York, 1987, p. 54. 56).
71O dirs que, si el entendimiento no entiende distintamente, la
voluntad estar
ociosa y no amar, que es lo que siempre se ha de huir en el
camino espiritual. La raznes porque la voluntad no puede amar si no
es lo que entiende el entendimiento. Verdades esto, mayormente en
las operaciones y actos naturales del alma, en que la voluntad
noama sino lo que distintamente entiende el entendimiento; pero en
la contemplacin deque vamos hablando, por la cual Dios, como
habemos dicho, infunde de s en el alma,no es menester que haya
noticia distinta ni que el alma haga actos de inteligencia,porque
en un acto la est Dios comunicando luz y amor juntamente, que es
noticiasobrenatural amorosa, que podemos decir que es como luz
caliente, que calienta, porqueaquella luz juntamente enamora; y sta
es confusa y oscura para el entendimiento,porque es noticia de
contemplacin, la cual, como dice San Dionisio, es rayo de
tiniebla,para el entendimiento. Por lo cual, al modo que es la
inteligencia en el entendimiento, estambin el amor en la voluntad;
que, como en el entendimiento esta noticia que leinfunde Dios es
general y oscura, sin distincin alguna de cosa particular
entendida. Quepor cuanto Dios es divina luz y amor, en la
comunicacin que hace de s al alma, igual-mente informa estas dos
potencias, entendimiento y voluntad, con inteligencia y amor; ycomo
l no sea inteligible en esta vida, la inteligencia es oscura, como
digo, y a este tallees el amor en la voluntad. Aunque algunas
veces, en esta delicada comunicacin secomunica Dios ms y hiere ms
en la una potencia que en la otra, porque algunas vecesse siente ms
inteligencia que amor, y otras veces ms amor que inteligencia, y a
vecestambin todo inteligencia sin ningn amor, y a veces todo amor
sin inteligencia ninguna.Por tanto, digo que, en lo que es hacer el
alma actos naturales con el entendimiento, nopuede amar sin
entender; mas en los que Dios hace e infunde en ella, como hace en
la
-
EL AMOR EN EL SUTRA DEL LOTO Y EN LA MSTICA DE JUAN DE LA CRUZ
81
que vamos tratando, es diferente, porque se puede comunicar Dios
en la una potencia sinla otra; y as puede inflamar la voluntad con
el toque del calor de su amor, aunque noentienda el entendimiento,
bien as como una persona podr ser calentada del fuegoaunque no vea
el fuego (Llama de amor viva, 3, 49). Cfr. Llama de amor viva,
3,3235.
72 Cfr. Cntico espiritual B, 1415, 1216.73 Cfr. Cntico
espiritual B, prlogo, 1; 26, 34. 13.74 Cfr. Llama de amor viva, 3,
38. 46. 48; Cfr. WOJTYLA, K., La foi selon Saint
Jean de la Croix, Cerf, Paris, 1980, p. 183190.75
la fe, en la cual amamos a Dios sin entenderlo (Cntico
espiritual B, prlogo, 2). En el fondo ste es el sentido autntico de
la fe tal como la entiende Martn Lutero.Despus de un tiempo oscuro
viviendo su experiencia religiosa desde el paradigmamedieval del
miedo descubre la fe como la confianza en un Dios amoroso que
salva.ste es el ncleo de la fe. La polmica histrica entre
protestantes y catlicos sobre la fey las obras no tiene sentido si
se comprende que la fe es la confianza amorosa en unDios que es
Amor. Este es el sentido de las palabras de Pablo de Tarso a la
comunidadcristiana de Corinto: el sentido de la fe es el amor (Cfr.
1a Corintios, 13, 113).
76 Cfr. Llama de amor viva, 3, 50.77
Juan de la Cruz expone la posibilidad de que la libertad, la
iniciativa de la graciadivina, tiene de privilegiar o de excluir
una u otra potencia [memoria, entendimiento yvoluntad]
manifestndose de una u otra manera. Juan de la Cruz, segn una
eleccinpersonal que responde con certeza a su propia experiencia,
prefiere desarrollar el papeldel amor y de la voluntad. Esta
eleccin no la sita del lado de Dios porque supondralimitarlo a su
propia experiencia. (). Una cosa es clara: Dios se comunica a travs
delamor y del conocimiento, incluso si para Juan de la Cruz esta
comunicacin ha sidoexperimentada especialmente a travs del amor.
(TORRADEFLOT, F., Lamour et laconnaissance au-del de lego, p.
631-632). Cfr. Cntico espiritual B, 26, 8; 27, 5.
78 Cfr. ANDRES MARTIN, M., Los recogidosnueva visin de la
msticaespaola (15001700), FUE, Madrid, 1975, p. 643. 648649; JOS DE
JESSNAZARENO, Conocimiento y amor en la contemplacin segn San Juan
de la Cruz,en Revista de Espiritualidad, 8 (1949), p. 7176.
79 Cntico espiritual B, 13, 11. Ver tambin Noche oscura, II, 12,
57; II, 13, 3 y lacancin 26 de Cntico espiritual B.
80 Cfr. Cntico espiritual B, 38, 5.81 La relacin entre el amor
humano y el divino trinitario queda clara en el romance
de Juan de la Cruz In principio erat Verbum (Cfr. S. JUAN DE LA
CRUZ, Obrascompletas, p. 31).
82Estando ella [el alma] aqu hecha una misma cosa con l, en
cierta manera es ella
Dios por participacin; que aunque no tan perfectamente como en
la otra vida, es comodijimos, como sombra de Dios. Y a este talle,
siendo ella por medio de esta sustancialtransformacin sombra de
Dios, hace ella en Dios por Dios lo que l hace en ella por smismo,
al modo que lo hace, porque la voluntad de los dos es una, y as la
operacin deDios y de ella es una. De donde, como Dios se le est
dando con libre y graciosa volun-tad, as tambin ella, teniendo la
voluntad tanto ms libre y generosa cuanto ms unidaen Dios, est
dando a Dios al mismo Dios en Dios, y es verdadera y entera ddiva
delalma a Dios. Porque all ve el alma que verdaderamente Dios es
suyo y que ella le poseecon posesin hereditaria, con propiedad de
derecho como hijo de Dios adoptivo, por lagracia que Dios le hizo
de drsele a s mismo, y que, como cosa suya, le pueda dar y
-
82 EL AMOR EN EL SUTRA DEL LOTO Y EN LA MSTICA DE JUAN DE LA
CRUZ
comunicar a quien ella quisiere de voluntad. Y as dale a su
Querido, que es el mismoDios, que se le dio a ella, en lo cual paga
ella a Dios todo lo que le debe, por cuanto devoluntad le da otro
tanto como de l recibe (Llama de amor viva, 3, 78).
83(...) es de saber que el alma ms vive donde ama que en el
cuerpo donde anima,
porque en el cuerpo ella no tiene su vida, antes ella la da al
cuerpo, y ella vive por amoren lo que ama. Pero adems de esta vida
de amor, amor por el cual vive en Dios el almaque le ama, tiene el
alma su vida radical y naturalmente, como tambin todas las
cosascriadas, en Dios. (...). Y como el alma ve que tiene su vida
natural en Dios por el ser queen l tiene, y tambin su vida
espiritual por el amor con que le ama (Cntico espiritualB, 8,
3).
84 Cfr. Cntico espiritual B, 1, 3-4. 6-11; 11, 2 y toda la
cancin 11. Ver tambinCntico espiritual B, 5, 1, 34; 7, 1.
85 Cfr. Cntico espiritual B, 1, 69.86 Cfr. Cntico espiritual B,
11, 3.87 Cfr. Cntico espiritual B, 25, 4. 8. Dios est en la
interior bodega (Cfr. Cntico
espiritual B, 26, 1. 3-5).88 Cntico espiritual B, 1, 17. 19. Se
trata del dinamismo que permite salir de s y
entrar en Dios.89 Cfr. Cntico espiritual B, 1, 2122.90 Cntico
espiritual B, 2, 6. Ver tambin Ibdem, 17, 1.91 Cfr. Cntico
espiritual B, 6, 2. 4; 7, 15. Juan de la Cruz habla de tres tipos
de
pena por la ausencia: herida, llaga y morir. Esta ltima pena, el
morir, hasta la transfor-macin de amor que se produce en el toque,
que es distinto de la unin permanentesegn sustancia (Cfr. Cntico
espiritual B, 7, 4; 22; 26). Ver metforas de esta ausenciaen Cntico
espiritual, B, 9, 6. Hay una relacin de esta experiencia de
ausencia con laexperiencia de Moiss en xodo, 33, 20 (Cfr. Cntico
espiritual B, 11, 5).
92Y as, una de las grandes mercedes que en esta vida hace Dios a
un alma por va
de paso, es darle claramente a entender y sentir tan altamente a
Dios, que entienda claroque no se puede entender ni sentir del
todo. Porque es, en alguna manera, al modo de losque le ven en el
cielo, donde los que ms le conocen entienden ms distintamente
loinfinito que les queda por entender; porque aquellos que menos le
ven son a los cualesno les parece tan distintamente lo que les
queda por ver como a los que ms ven. Estocreo no lo acabar bien de
entender el que no lo hubiere experimentado; pero el almaque lo
experimenta, como ve que se le queda por entender aquello de lo que
altamentesiente, llmalo un no s qu; porque as como no se entiende,
as tampoco se sabe decir,aunque, como he dicho se sabe sentir. Por
eso dice que le quedan las criaturas balbu-ciendo, porque no lo
acaban de dar a entender; por eso quiere decir balbucir, que es
elhablar de los nios, que es no acertar a decir y dar a entender qu
hay que decir.(Cntico espiritual B, 7, 910).
93La causa por que la enfermedad de amor no tiene otra cura sino
al presencia y
figura del Amado (...) es porque la dolencia de amor, as como es
diferente de las demsenfermedades, su medicina es tambin diferente.
Porque en las dems enfermedades,para seguir buena filosofa, crense
contrarios con contrarios, mas el amor no se curasino con cosas
conformes al amor. La razn es porque la salud del alma es el amor
deDios, y as, cuando no tiene cumplido amor, no tiene cumplida
salud y por eso estenferma, porque la enfermedad no es otra cosa
sino la falta de salud. De manera que,cuando ningn grado de amor
tiene el alma, est muerta; mas, cuando tiene algn gradode amor de
Dios, por mnimo que sea, ya est viva, pero est muy debilitada y
enferma
-
EL AMOR EN EL SUTRA DEL LOTO Y EN LA MSTICA DE JUAN DE LA CRUZ
83
por el poco amor que tiene; pero, cuanto ms amor se le fuere
aumentando, ms saludtendr y, cuando tuviere perfecto amor, ser su
salud cumplida. Donde es de saber que elamor nunca llega a estar
perfecto hasta que se emparejan tan en uno los amantes, que
setransfiguran el uno en el otro, y entonces est el amor todo sano.
(Cntico espiritual B,11, 1112).
94 Cntico espiritual B, 13, 12. Ver tambin Cntico espiritual, B,
16, 11; 1415,29.
95 Juan de la Cruz presenta este estado indescriptible de
iluminacin: Pero, siquisisemos hablar de la iluminacin de gloria
que en este ordinario abrazo, que tienedado al alma, algunas veces
hace en ella, que es cierta conversin espiritual a ella, enque la
hace ver y gozar de por junto este abismo de deleites y riquezas
que ha puesto enella, nada se podra decir que declarase algo de
ello. Porque a manera del sol, cuando delleno embiste en la mar,
esclarece hasta los profundos senos y cavernas y parecen
pre-ciosos, etc., as este divino sol del Esposo, convirtindose a la
Esposa, saca de manera ala luz las riquezas del alma que hasta los
ngeles se maravillan de ella (....). De dondeninguna cosa le puede
ya llegar ni molestar, habindose ya ella entrado en todas lascosas
en su Dios, donde de toda paz goza, de toda suavidad gusta y en
todo deleite sedeleita, segn sufre la condicin y estado de esta
vida. (Cntico espirituall B, 2021,1415).
96 Cfr. Cntico espiritual B, 1415, 2 ss. 20. 2324. Asemeja esta
experiencia eleva-da espiritual que todava no es plena a la del
pjaro solitario, separado de abajo pero notodava feliz por no estar
volando con los otros pjaros en el cielo. La imagen de esteestado
de soledad espiritual est tambin en su maestra Teresa de Jess
(Vida, 20, 10).
97 Cfr. Cntico espiritual B, 1415, 30.98 Cfr. Cntico espiritual
B, 2021, 12. El amor purificado es el que enamora a
Dios (Cfr. Cntico espiritual B, 31, 6). La Noche prepara para el
amor (Cfr. Cnticoespiritual B, 13, 1).
99 Soledad del alma en Dios. Ya no hay espacio para ningn otro
maestro o mentorespiritual (Cfr. Cntico espiritual B, 35, 1.
6-7).
100Cntico espiritual B, 16, 11.101Cfr. Cntico espiritual B,
2021, 4.102Cfr. Cntico espiritual B, 26, 11.103Cfr. Cntico
espiritual B, 37, 3.104Cfr. Cntico espiritual B, 39, 36; 17, 6-10.
Ms informacin sobre el matrimonio
espiritual en Cntico espiritual B, 22, 24. 6. 8.105
() con tanta fuerza ase a los dos, es a saber, a Dios y al alma,
este hilo del amory los junta, que los transforma y hace uno por
amor, de manera que, aunque en sustanciason diferentes, en gloria y
parecer el alma parece Dios, y Dios el alma. (Cntico espi-ritual B,
31, 1).
106En el recorrido potico y espiritual, segn el Cntico
espiritual, el alma va desde elconocimiento de s, por el
conocimiento de las criaturas hasta el conocimiento delAmado (Cfr.
Cntico espiritual B, 4, 1-3). Sobre las etapas del camino
espiritual verCntico espiritual B, 22, 3.
107Cfr. Cntico espiritual B, 39, 12. Se trata de la cima de la
teologa apoftica, quecomo tal ha sido y es muy importante en la
historia de la teologa cristiana, aunque fue ysigue siendo incmoda
para la ortodoxia jerrquica, inaccesible para el laicado y
total-mente desconocida para la mayora de los no cristianos.
108Cntico espiritual B, 26, 1314.
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84 EL AMOR EN EL SUTRA DEL LOTO Y EN LA MSTICA DE JUAN DE LA
CRUZ109
Dichosa el alma que ama, pues tiene a Dios por prisionero,
rendido a todo lo queella quisiere. Porque tiene tal condicin, que,
si se le llevan por amor y por bien, leharn hacer cuanto quisieren;
y si de otra manera, no hay hablarle ni poder con launque hagan
extremos; pero, por amor, en un cabello le ligan (Cntico espiritual
B,32, 1).
110Dios, as como no ama cosa fuera de s, as ninguna cosa ama ms
bajamente que
a s, porque todo lo ama por s, y as el amor tiene la razn del
fin, de donde no ama lascosas por lo que ellas son en s. Por tanto,
amar Dios al alma es meterla en cierta maneraen s mismo, igualndola
consigo, y as, ama al alma en s consigo con el mismo amorcon que l
se ama (Cntico espiritual B, 32, 6).
111Cntico espiritual B, 27, 1. En este sentido apuntamos aqu que
en otro lugar,comentando la quinta estrofa de la cancin 37, dice
que Dios es significado por la figu-ra circular o esfrica [de la
granada], porque no tiene principio ni fin (Cntico espiri-tual B,
38, 7).
112Cfr. Cntico espiritual B, 28, 1.113Cfr. Cntico espiritual B,
9, 7.114Cntico espiritual B, 37, 6.115Cfr. Cntico espiritual B, 29,
3.116Juan de la Cruz habla de la Encarnacin (Cfr. Cntico espiritual
B, 23, 1 y la
cancin 23), y de la relacin entre cruz y matrimonio espiritual
(Cfr. Cntico espiritualB, 23, 3. 56).
117Cfr. Cntico espiritual B, 24, 57. Entre estas virtudes
destaca la ordinaria suavi-dad y la tranquilidad. Todas se
sustentan y ordenan en caridad y por ello alimentanen el alma el
amor a Dios.
118Cfr. Cntico espiritual B, 2021, 11. Sera algo semejante a la
aspiracin espiri-tual budista que no debe confundirse con el deseo
(trishna) que es causa del dolor.
119Cfr. Cntico espiritual B, 24, 8.120Cfr. Cntico espiritual B,
25, 12.121
Ms vive el alma donde ama que donde anima (Cntico espiritual B,
11, 10).122Cfr. Cntico espiritual B, 36, 5.123TOLSTOY, Leo, The
Kingdom of God is within YouChristianity not as a
Mystic Religion but as a New Theory of Life, University of
Nebraska Press, Lincoln,1984, p. 107108. Cfr. Cntico espiritual B,
1, 7.
124Para Fox Dios est ms all de los templos (Cfr. The Journal of
George Fox, edi-tado por JOHN L. NICKALLS, Religious Society of
Friends, Philadelphia, 1997, p. 8),dentro del corazn (Ibdem, 5152.
85. 87. 94. 96. 107109. 120). La luz y el Espritude Dios est en
todas las cosas (Ibdem, 1516). Cada ser humano est iluminado por
laluz de Cristo (Ibdem, 33. 38. 64. 74. 76. 78).
125Muchas maneras de recuerdos hace Dios al alma, tantos que si
hubisemos de
ponernos a los contar nunca acabaramos. Pero este recuerdo que
aqu quiere dar aentender el alma que la hace el Hijo de Dios es, a
mi ver, de los mas levantados y quemayor bien hacen al alma. Porque
este recuerdo es un movimiento que hace el Verbo enla sustancia del
alma, de tanta grandeza y seoro y gloria, y de tan ntima suavidad,
quele parece al alma que todos los blsamos y especias odorferas y
flores del mundo se tra-bucan y menean, revolvindose para dar su
suavidad, y que todos los reinos y seorosdel mundo y todas las
potestades y virtudes del cielo se mueven. Y no slo eso, sino
quetambin todas las virtudes y sustancias y perfecciones y gracias
de todas las cosas cri-adas relucen y hacen el mismo movimiento
todo a una y en uno. Que, por cuanto, como
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EL AMOR EN EL SUTRA DEL LOTO Y EN LA MSTICA DE JUAN DE LA CRUZ
85
dice San Juan, todas las cosas en l son vida, y en l viven y son
y se mueven (1, 34)(Llama de amor Viva, 4, 4). Ver tambin Cntico
espiritual B, 14, 45, donde se haceeco de la exclamacin franciscana
tradicional Dios mo, y todas las cosas.
126Quiz algunos gnsticos de la comunidad cristiana primitiva as
lo haban conside-rado, pero su fortuna no fue muy favorable,
rodeados de fanticos y dogmticos. Paraprofundizar sobre el
particular recomendamos la lectura que sobre el Evangelio apcrifode
Toms realiza el libro de HEISIG, James W., El gemelo de JessUn
alum-bramiento al budismo, Herder, Barcelona, 2007.