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ELSW ENJOSÉCrnr,osffi fficdoKrFd IfuiÉdfüdnd ltfiryrdc Sr lhco¡ v en El aúar ¿s Doc'br en Htstoria y actaalmente &sempcña b duencia cn b (lilIttf,ht sn donde ¿s Profesar Priwipal L* paüdades {ilF, ffiividual o colectfi¡ame¡úe' buscaüos comprender eo el pasado b t¡cemos, casi si€mprq a panir de P¡oyec- los conLTtlos y de inte'rcses eryecmcoe de clase. Cada cbsg cada persoü lect¡ne al pacado eo brsc¡ & elv medos Pa¡a cimedr conciercb qr Predeo, e'lr ocasime$, consolídar la doninación Y, en o(Í]s' cr¡egiona¡ lo erigeirte e impulsar hamform¡cidn" b el c¿m de Madálegui e üaü¡ no sólo de drle el emgrenüo astuaciólt entender su la historb ¡¡címaL sino nás bieú, de apreüeder la acció¡ de lás clase oprini&s en la fcja de rma aüé'din consi€ncb nacim¡l y poltttlm. Muiátegui ha sido hga- meote silenciú Por lD historiagrafla ! cullma oficbl potque su Penmien- lo es ciwia Y crltica del ordeoydebdominación Sinembugo,6húÍinas décadas el avmce del nsvimiento PoPular rcqt¡ie[e del rwate y la asinibción de bs ideas del Am¡ut¿. Por esto, 8 putir de bs ds 60' loe poduladc Y hs leob de Mdiüegui eotrm en debate dento y fima del Pats En srma Mriátqui es Ploble' na y preocr4aciÓn del premte y del futuro. Su Yig€ocia es rrn y mriilipbahvaz-Cm perso¡ nodeda Y scill4 & inneligwb infhYente Y con pe¿ispoc¡clOo Pema- rcde de agr€úde,r de ctnl- quiee idorioctúor )t €oseúü sin prmualizulo, em qim plc elocnredes de nt cmdi- ción de gufa Y maño. kro, ¡l uargen de su peculiar coofi¡c{a hmma; lo vigede de lduiflegui está en sr a¡áIisis de nr¡e$¡a realidad, €o sl c¡e¡cfuÍn del 'concepb ful P¿rú'Y €n el wo del tvlar¡ismo como run teor{¿ de accióo. Todo ello, r¡o con uo pnnito inelecru¿I, sino con el proPóollo esen- cial de trmsfom¡r la reali- dad Dodíde la revolwión mcialisüa. Buscaba Erc el Peni se e.ncamine Por el mndo de la hmnidad, de jusicia y de l¿ vida democrúica Pu otro lado, Mariúegui ms la bgdo su anlidogma- tismo y nr toleraocia eo ¿ras de h uoiM Y de be Pro-' yeclm comm6; tr6 irct¡lcado b inlennrcimal Y lo prolelrio en el rejff sentifu de ta pabbra. Pot @' €tr sn¡s deslindes ideoló gicc con el APra mmife$ó cofáticamente: "NosotÍos uabajamos coa el pole*nb- do y po'r el socialísmo. Si bay grupos disPueeloe a trabajar con b Pe$reña btry¡€da pol m nacioúalis' mo revolucion¡rio, que ocrryerr de Peso. No nos negaremos a colabqu con etbo, si represedan efectiva- ú€nüe uta coniente, lm movim*nto de sásd. 45 Sequilao: Año II' Nroe. 4'5' lm
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El Socialismo en José Carlos Mariátegui

Jun 18, 2015

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Richard Baxter

Artículo de Wilfredo Kapsoli para la Revista Sequilao N° 4-5 (1993)
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Page 1: El Socialismo en José Carlos Mariátegui

ELSWENJOSÉCrnr,osffi

fficdoKrFdIfuiÉdfüdnd ltfiryrdc Sr lhco¡

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El aúar ¿s Doc'br en

Htstoria y actaalmente&sempcña b duencia cn b(lilIttf,ht sn donde ¿s

Profesar Priwipal

L* paüdades {ilF,

ffiividual o colectfi¡ame¡úe'

buscaüos comprender eo elpasado b t¡cemos, casi

si€mprq a panir de P¡oyec-los conLTtlos y de inte'rcses

eryecmcoe de clase. Cada

cbsg cada persoü lect¡neal pacado eo brsc¡ & elvmedos Pa¡a cimedr sü

conciercb qr Predeo, e'lr

ocasime$, consolídar ladoninación Y, en o(Í]s'cr¡egiona¡ lo erigeirte e

impulsar s¡ hamform¡cidn"b el c¿m de Madálegui

e üaü¡ no sólo de drle elemgrenüoastuaciólt

entender sula historb

¡¡címaL sino nás bieú, de

apreüeder la acció¡ de lás

clase oprini&s en la fcjade rma aüé'din consi€ncbnacim¡l y poltttlm.

Muiátegui ha sido hga-meote silenciú Por lD

historiagrafla ! cullmaoficbl potque su Penmien-lo es ciwia Y crltica delordeoydebdominaciónSinembugo,6húÍinasdécadas el avmce del

nsvimiento PoPular rcqt¡ie[edel rwate y la asinibciónde bs ideas del Am¡ut¿. Por

esto, 8 putir de bs ds 60'

loe poduladc Y hs leob de

Mdiüegui eotrm en debate

dento y fima del Pats Ensrma Mriátqui es Ploble'na y preocr4aciÓn delpremte y del futuro.

Su Yig€ocia es rrn ymriilipbahvaz-Cmperso¡ nodeda Y scill4

& inneligwb infhYente Ycon pe¿ispoc¡clOo Pema-rcde de agr€úde,r de ctnl-quiee idorioctúor )t €oseúüsin prmualizulo, em qimplc elocnredes de nt cmdi-ción de gufa Y maño.

kro, ¡l uargen de su

peculiar coofi¡c{a hmma;lo vigede de lduifleguiestá en sr a¡áIisis de nr¡e$¡arealidad, €o sl c¡e¡cfuÍn del

'concepb ful P¿rú'Y €n elwo del tvlar¡ismo como runteor{¿ de accióo. Todo ello,r¡o con uo pnnito inelecru¿I,sino con el proPóollo esen-

cial de trmsfom¡r la reali-dad Dodíde la revolwiónmcialisüa. Buscaba Erc elPeni se e.ncamine Por elmndo de la hmnidad, de

l¡ jusicia y de l¿ vida

democrúicaPu otro lado, Mariúegui

ms la bgdo su anlidogma-tismo y nr toleraocia eo ¿ras

de h uoiM Y de be Pro-'yeclm comm6; tr6 b¡irct¡lcado b inlennrcimal Ylo prolelrio en el rejffsentifu de ta pabbra. Pot@' €tr sn¡s deslindes ideológicc con el APra mmife$ócofáticamente: "NosotÍosuabajamos coa el pole*nb-do y po'r el socialísmo. Sibay grupos disPueeloe a

trabajar con b Pe$reñabtry¡€da pol m nacioúalis'mo revolucion¡rio, que

ocrryerr de Peso. No nos

negaremos a colabqu conetbo, si represedan efectiva-ú€nüe uta coniente, lmmovim*nto de sásd.

45 Sequilao: Año II' Nroe. 4'5' lm

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F.saúfu

Esa vigencia de ol p€ilseieúfo y de suacción polfica requienen de un brcve recuentoy de rma nec€süb erplicación

r. EL MOMENTO mstÓruCO

Los primoros 30 años de esle sigh so,n,

pr&ticamedg bs años de la vida de Mriáte-gui. ESas Ees décadas significaron para lalpmanidad h irnryción de fenómemos deso-¡ocidos baga entmces: el imperialimo, elmcialisnro y el fasismo. Un iryerialismojoveq pujmte que expmde sus dominiosreenoú¡c¡endo el capital y el capitaliw conl¿ bm¿li&d y las fmas primiüivas de acu-mrl¿ción señal¡das por Mrl en el dglo XIX.A ed¿ agresión responde cmbdiv¡mente laclam obrera Erc, bajo la diresción de suhrtidon lrya esablecer el primer gobiemosocialisa en el mrmdo ea 191?.

D€ot¡o de aErlla €sc€m4 convocada por elinpedalimo y el proletariado, sr¡rg€¡r tmbiéntas fucbas ¡acionales y mtimpoialidas a lospafs coloniales. Ia bu$esf¡, al no poden

ften¡r este evanc€ pqlular, al no poder cues-tionar las ogmizacimes gremiales y polticasingrumentalizó a la pequeña burgueda (fra-cción ds clas timorafa y vacilante con aryira-cion€s náximas de convertirse en btryueda ycon pfoico de devenir en prolaariado) coodu-ciéúlo al Fasismo como ura vl¡ de ase¡¡soy de rcalizrción. Mariátogui, doe mt{$ l¿rde,dio cueda de estos fenómenos en una serie &conferencias y rtlcnlos cmdensados en ellib¡o I"e Escenn Contemporónca &,1925.

h Am&ica l¿1in4 la revolución agrlrisáde Méúco y ol movhiedo del liber¡siénSandinistq impact{m t¡emendm.ede m elCodfumte y, de mama particular, en el PemlEn nuesfio fecritcio, en estos ftida dos delgglq se cimeda¡on las bases c¡ntempq¿¡¡erdel Imperiatimo con el sporte de la oligar-

Erh y del gamonatimo serrflro. En sr €dor-m se formó el prolelmiado aglcol¡f minero einñ¡srrial básicamente de ert¡acción cmpesi-m I, por ls rnisnro, muy firme y combativo.Tambi& srgieron peqr¡eñas ñs¡ras al interiorde bs grryos dmin¡ntes alendos porGdlbrmo Bining¡¡rút a,l9l2 y por AugrrstoB. I¿gufa en 1919. Por m püte, en el caqoaflorron cm viole¡rcía lre viejas y permtnÉn-tes conlr¿diccioms dmdo paÁn a la expamió,nteerateniaüe y ib beligerancia campesba. Elenf¡entamiedo enúe h commidad y la ba-

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cida compromelió a toda h sociedad gme-rfodose tm¿ verdadera Yempestad en ,asAndeso.

Aquelhs ñrcúon prdesas y sublevacfuneimln¡badas por "b corciencia milenariOa 4ntrasdaba ideologlas ütivi$ás y anrquisascm lideres y o,rgmizacftnes de alcaoce nacio-¡aI. Fhafmedeprodo se convirtió en la bap social delEstado y en la reproduc{ora de los códigosideológicos y @ates del sistema Ese fenóneno se plamó con nitidez ú¡mnle el Once-nio de Legrda (1919-1930). F,n sfdesis! aqu€-llos el€moúos cmformarm el eryfitu de laépoc¿ (Prim€ra Guena lvfudial, RevohrciónRusa, Fasciwn los movimie¡nlos popuhres deLib€mción Nacional) e inrTactaron sobreIvfaddtegd afian"¿sb nr fmmacirín y conciffiiapolitica" De de modo el Amauta llegaa oblxiva el mrmdo por venir, el Socialimo.

2. LA f'ORMACIÓN II}EOI.ÓGICA

Jcé Carlos tvlariflegui desde muy t€mfranodemost¡ó su ssibilidad ocial. Con ella partea la aveirtr¡ra citntffica y a la bat¿lla p<r taconquig¿ &) atevv nando,

En el Peni, desde 1904 hasa 1919, la cl¿seobrema combatió en todo momsnlo y lugu porla ¡einvindicación de hs ocho horas de taba-¡o. e*a no solo era ura Inch¿ primipig4sino m¿ lucha por la s¡bsis€ncia y por ladefensa de la vida misrna. Mariágui les preoóÉil apoyo €sffibi€ndo srtlflrlos en El fienpoy €n La R¡zón. Por ot¡o lado, antes de partha Europa, incursiona en h poütica, crilicandobs vbios y las limitaciom & los partidospollticos y del militarimo. hecismentg en elmgrmdo nrfuero de la revista Nuesn Époc¡,&mmci¿ el ¡rm¡mentisrno y la inardedici-dad vocacional de bs militares, povocandom¿ re¿ccifo prepd€de en sr csdra. Unidw mifitar lo agredió flsfofin€úte lrdaodode acalla¡ lerazy'lo. con la bayone[a. Mmiáeguiresu€rda esla etapa de sr vida declaraodo:"trauseado de la polltica úTblla orft:nré mivocación tancamede ¡l Eocialimo".

PogeriortMe, en Ostubrc de 1919 parte aEbropa donde pemaoece hasta Marzo det923. Estos son dos coymtural€si sm losüempos imediatos a la Revohrión Rusa, a laPrire.ra G¡erra Mr¡ndial; son moq¡enlos enque el probariado eu¡opeo, demuesl¡a sucapacidad de organizacidn y de hrcba y crean

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Kapsoli: EI fuialrsmo en Maríótogui

sl p¡rtido polfico de cl¡s. Vfodos de crisis yde gesación del fasciso en Italia y Ahnaniadesensadenan nubr¡ooes, En afeclacon elmovimie¡¡lo popular y al socialimo.

Mariüegui en Huopa no sólo fir testigo dems bchos sim lmbi& eshrdio y ftecuedó alos intelecülales revolwion¡rios y ayudó a ladiñ¡sión de la prm ob¡era. Se nutre de esas

acciones, orymiza s¡s plopias lecnu¡as ysi*ematiza sr¡s cmcimienros de bs cHsicosdel marxim y de la sultura de ava¡zada De€sta mánera úa¡orn gr fili¡síón poHtica haSaconvertirse en omarxid¿ convicto y confso".En la conreryon&ncia dirigida a CbdoaldoEryinoza se puede colegir esa experiencia: "Iarecesidad de rm s.rio estulio del mamimoÍle paece evideotel... Hay que rcaltzr simul-iCneamenle, por medio de m grryo de egu-dios ma¡xislas el estrdio de la fiteraturamarxigas ñmdameiÍal y la aplicación delmáodo marxiga al esclarecimiedo de lassu0stiotr6 n¡cionales. De eeüe modo, s avaü-zanl simulfáneanede en la doctrim y en suaplicacidn a b inve*fación Fopia".

lrfariátegui retoma e E\ropa a ll}23 ytiene um misión eryecifica cmdruir elPartido y hac€r la Revoh¡cidn. Vino a implan-tn un Peni nuevo dent¡o de "tm mr¡ndonueyo". ha hacer la revolucién tenh queconoce¡ primero sr objeto de c¡mbb, es docir,h realidad perum¡. No se podla lrdormaraquello que rro se conosla y, mucho menosrsino se cmoc{a cientllicmede. Con e$eobjao recrme al enáli{s de la Hisoria Nacb-oal Esdia el pasado para ver de qué manerass hen fmado y desamollado lac egructuraseconfuicas, sociales y pollücas del pafsInvestiga cóm las clases y, particulrmente,las clases popubres ban resitido el dominioorganizado y üan podie maderpr zu identi-dad y creatividad. Ad, encuentra en la comu-nidad y m la conciencia indfgena loo hgionesde la soli&¡i&d y de la democracia y, €r¡ lacultura obrera las bases de la futua sociedad.

Mariflegui logna concrcttr m trabajo con 7Encayc de Interpretaclén dc l¡ ReattdadPeru¡na que se convierte en ura obra capitalU¡a ob¡a construida sélidanente, coü lmnáodo cierntlfrco y con evidencias eryfrícasde primer orden que penniten observar elmovimiedo y ta tégica de n¡egra socied¡d.No prcde ser más sidomático, la foma enque ñ¡e reclamado este libro por los dirigentesde la clase obre¡a: ooarpando an sitio prefe-

rcnb cn ,ueúra hibüotcca, seruirá & cxqaisi-b nnnju eryiritual al gremb gr{rco, peras"r'guir hrchflrrb con mds úro ahútco, haúneororur l¡g¿ustro más ecariciado id¿al*.

lvfatiúegui no dessuidó la dimeraión in¡er-mciooal. Siguió de cerca los Congreoos y losdebates de l¿ III Inüernacbnal en relación a latáctica y la e$rategi¿ de la Revohrcién lvlrm-diat g¡eosupárdose de menera eryecial sobrela tádica de la überación de los prcbloscolmiales. L¿nin hab{a plmteado en l92l{p% en e*os palseg el Problema Nacionaladquiria una imponancia mvoluciona¡iq erarma foma de socava las bas$ de b ferdali-dad y del imperialimo; rma foma & codri-buh a la Revolución y al Inlernacionalimohole[ario. A propóeito, ]& €n el siglo XD(,Ma¡x habla hecho notar $D los obre¡os not,enla[ púia y mucho menos en la e¡a imp€-rialiga. Sin embargq la Patda no se podfaabsr¿er y las lwhas por Ia Líberación Nacienal definian una etapa importmte en el caminob¡cb b nüeva mciedd.

3, EN FOS I}EL SOCIALISIilO

lvfariátegui coo toda la filosofl¿ y la cimciaa su dirycición se dedicó a orgmizar claseque trmsformrlm al pafs. Qrp se conviertanefectivmede cn ac.tses, es docir En m xíloexigian com tal, sino grn tengan concienciade si y cfrnor&a snt papet definiüvo. Que laclase obrera teqga concbncia de sl situacfoin yreoonozca m destim de lucba pm el poder yel socialimo. Con ess tropósito Marifleguise vincub con el proletariado dictmdo confe.¡eircias en las Unlversüsdcs PopuhreeGom¡iles hrd¡ dmde bs oDre¡os le prodiga-rcr sn cmiño eryecial y zu r$foh ide¡uifica-cifu Fu€rm dejando el Anar+¡iw, (IDgredominaba en $rs cmci€ocia& para ir asu-miendo 16 ideas socialistas. Sl, en el PrimerCongrem Obmo l-oc&l de 1921, rm pt¡edepocibir la hegemonla übertari¡ ge cmdenabala explotac{ón e íryulsan el abcrensiodsmocrfrico de los rabaja&res. Las tesis sobre elFrede Unico, el Memaje al le de Mayo ¡ en€se€cial, al Segtdo Congeso Obrero & l9ZTsm te"stimonios qn evidencian el reorfod,¿-miento ideologico y b a@cftin de rma orga-nizacióú clasig¿. Unidad, cffializasión ylwha sm directivas En impulsaron el movi-miento obrero. Si el himer Congrem Obreropudo oear un gremio local, e decir, de Lima;

Sequilro: Año II, Nros 4-5, 19EJ 4.,

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F,cJa¿'od.

el segudo Cmgeso deDla oryaoizar ungremio nacional. Este objairo obwrbe aMariátegui. Srs emerglas se errcaüz¡tn etr esadfueccifu Amaut¡ y Lrbor son loc principa-les medioq los Uderes obreros Julio Pottoca-rerc, Avelino Navarro y Elieo Gúcit son losgeslmes proúagdnicos. En lvtayo &, l{29, aviryera de asisir al himer Coryrcso SindicalL¿timmerica¡o de Montevideo, logra fr¡od¿rt¿ Confederacióq General de Tlabajadores delPeni (C.G.T.P.). Para organizar a h claseoDrera M&iátegui €$rdió nr historia y siguióde c€rca ss tedencias y paltbularidades.Presisarede, el ersayo uAttecedcntcs ydesarrollo & Ia rccfuín cl¿g,isf¡au, es unamuegra de agella foctryación Madát€gui€o esa moción pduatiza cómo so desarrollanss gremios y eryeciatreme cuál es el papelde los dirigenle y la confida de las mas¡¡ts

fuúfe a sfi¡aciones corrret¡N de conbaúe yreinvindicacÍín

Mariflegui concluye E¡e la clase obrera, zugremio y pañie debla tmbifu dottr decmciencia de clas a la población indgenagre, si bln terla una ideotogla nativista ynílemarista olo podla liberarse d a$mla laideologft del proletaiado y e cmvertfa m sualiado principal. Pm esto cenhó sr at€ncidn alproblnm indlgena. Inquietrrd que le permitiéprecisar qp nrresha nacionalidad se levmtasobre la bas.del indio y de la tiena.

El Amarla soctrlvo que h nacirmalidadperuma se habla cffiiüuido ya hace muchsdos y ge ella no h¿bfa perdido sr identidady eryfitn a pesr de Ia sist€müic¿ opresiónhiryma inglesa y node@€ricma. Mari¡iteguivela, en ind{gena tma cl¿se con rma largaerperiencia de lucha' cqr ura sélida concien-cia de nu valores sutural€s gue le hablanayudado a resi¡tir los embte ideológicnc deb rglesia y del gamnalimo. Aguella trayec-toria facrft,aba la poblaciolr idlgenA una vezasimilado al ma¡ximo, colrvertirce en unaclase combativa e inchuo más radical qrn laFopia clase obrere 'atn concieacia r*vla-cionaria iaügena turdsá qaizú en forn*se;peno wut vez que eI ittdio hoya hecln &!a laidea v,eiaüso, la sewirú can urur dütyrplirrqma tenacidad y urur funq m la grc pocosproletarios dc otru medlos podrón avvnta,jar-lon.

Lns üabajadmes de hs ceños minms y delas haciendas azt¡ca€ms tenlan la prírerhim¿misión de ganar al hdio a la causa prolAaria

4t

En el nnal se oofa con mrphachridad, el ploceso de hansicftm. La maymparte de los trabajadores de hs b¡ciendas de laCost¿ erm idgenas y ap€oas comenzaban aprolaarizarse, e tg,r.t mmera, los trabajado-res de las minas m hablm dsjado de sertotahede indge,nas. Muiátegui decla, e.doeces, captar m trabajador aarci¡rero o min€rosigniñca rma doble gmamb para el p¡ogfesode la revolucidn, por crunfo ellos actuaria¡r deinúermedirios en la edr¡cación ideológica delos ind{genas. El mane{o del idima, la prácti-ca de las costumbres y de la idiosincrasiaadina eran úrns a sr favor. El Amauüadiffi ad una pedagogla revolucionaría,fort¿lecido con ur sistem¿ de autoedtrcaciónpemaneirte y @n el arxilio de rma p¡ensachslEa y el iryutso del c€draliffi d@cni-tico. De este mdo, varios Ud€r6 idigea¿sñpron inc,orpqados a las ñh del socialisnro.

Colaboraron en esta tár€¡" ademá$ de laVanguardh obrera rma serb de idelectr¡¿les$e hablm core¡zado la disst¡sión delprohle-ma nacimal y de la e&rcación del indgena.Ya hacia los aüos 1909-1915 so m¡cha¡on entomo a la Asod¡clón Pro-I@en¡, mim¡dopor Feeo Zulea, Dora Mayo y JoaqufoCapeto. ESe mvimíeeilo two alcmce nasio-oal y los rcpres€múanl€s más del pensanientoperua¡oMábgu; Persy Gilbsn en A¡equipq Ctu-qufurmca Ayr¡tro. Itilanuel Quirqa" RemigioRa¡co en Puno; Luis E. Valcecel CarloaVáldez de la Tor¡e y Luis Aguilar e¡r Crso;Juan Joeé del Pim en Ayacucto. Elhc ¡eafrzr.-ron deenmcias, orguizüon cmnusatorios; en$m& ¿ler¡lron que se tome conci€ncia &lproDlema del hüo, de la tiena y de la ferd¿-lidad en el Peni.

Ivfadátegt¡i no €shrvo pr€sede en €stemovimiemo, ni en bs dos Primos CongresosIdlgemas del Comfé Pro-fahr¡aotimryo. E[ ICongrem (1921, señataba como fecb Friei-pal para lm indlgenas el da de la mr¡erte deAtabualpa; por el contrrio el III Cmgreso(1923't con lvlariúegui y Zubn a la cabezacmsidenan fech¿ celebrdoria el ls de táayo.Es decir, los indlgenas en estos Congrems yano dissutlan sélo los asmtos locales, sinoempezaba a preocqparse por la üotalidad y pm1¡ forja de rma concie¡ocia oriedada al mcia-limo. DenÍo de ellos Ezequi€l Urvioh sobre-salió nltidamen¡e.

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Kfrpsaf*] El Sorlitúisrar,o en Mariútogui

aBirye poclaoado en l93l cadidaro a laheside¡ncia de la Repiblica en repesenaciónde los fndigenas de Sadigo de Pupujaa y delhrtido Commista del Feni. Finalmede,Mariát€ui logn ñmdar rna c€núal cmp€sinscon la Rderacfttn de los Uaoacoms delPeniqrc, posteriomede e inegro com basede b C.G.T.P.

El Amauta se dio sr¡elrta fambién que nopodía descuidar el papel de la pequeoa bur-gueda, de la inüelegualidad. Observa que enIas plovincias exisllan movimieotos renovado-res y progresisas en Arequipa las revislas HArlete' El Yolcán, I¡ Semn¡ y Chlrapuemosil¿ban la oligarqula y el ganonalismo,diñdlan el pensamiento lib€raf y scialisa.FÁ Pmo el movimimto de los Ortopotadirigfan el Bohün Ttüf¡t¡ donde diñdl¡nlos valmes y el arte adino a través de lapo€sia y la mrrativa. En el Ctmo, el gnrpoResrgtnlenúo, bs rerymsables de las ¡evís.tas Kdo y Kunhr def€odm al indio yr€codaú ideales de av¡nzada. En Chiclayo yTrujillo pnbücaciones como Po[eüo o ElNorte reinvindicaban en el ute y €o la lfera-tura I la c¡eciede hpha del plolelariadoagdcola, demmcimdo la s¡erte de loe €ngan-cbados y la pwlración iryeriatlSa e¡r laregión"

A estos movimimos lvlriáegui le asignóm papel rye omplir en el groceso de foma-cirin acumulación y de organización de filerzasrevolucimaxias Eslos deblan agitar concien-cias adormecidas, de¡nmciu los abusoo ypredican el socialimo. En nma' aliafu ydirfidos por el proletariado y el partidodebian din*mizar y r€f,oover el letado; orien-ta la menl,e y b actividad de las masas hci¿el Sociatimo.

lvlariátegui pum la revísüa Ameut¡ al sen¡i-cio de €ste prcces de decantacion ideolégica.En ma cata cu¡sada a Egebao Pavletichcomentaba 'Sa ofuwación sobe Ia felfa dear{calas anthperialistas es fiuta" Pero to esmi resptxabtlidad exchtsiva iVo es pxülcdisciplinar aún a lx colaboradores, sostenien-fu quc cafu ulp canpla sa lurcüa lo mdsad¿caúa a sn aptiardcs .y gt sfas dcrúro dclelpp & l¿ r*isto. Alwrq an bs qu¿ ,nswnga dc 16 qrc lwn participado en ct C.t*gne úe hE B, uúrenx bastante nnt¿-rbl antimpeñaliste Yo he ffa¡afu estos t¿rn6narchos veces en Yqie, & nofu qn

Sequilao: Año II, Nros. 4-5, 19YJ 49

kfarifiegui r€coúoela que esloe Congresoseran arh emhrionarios y geminale$ sin m-borgo, los veda como semilhros y deposilriosde una futura cmiencia clasisüa y de mamganización cenf¡alizada Erc loe conduzca ala Revolución Pa¡a oslo se debia cumplir lastüeas dmcráticas en el cmpo: libertad deretmidn" alfabetización, sidicalización, lxtucba por la citddaol4 por la tft:rra y liErftla-ción del gmmalisolo. En rma palaha, deblasocava¡ tas bases y desruir b feudalitr.

tvlariflegui ftrnó lldefies idlgenas comoEzequiel Uliola, Juan H. Pfuz e HipólitoSahzar. Urvioh es el primer indio socialigadel Peni qrc por su acción y cooscüencia esqierylo para el mmdo andirc. Rp universita-rio eir Arequipa. AbaodCInó sts eshdios deDerecho para dedicarse a la praris pollücaPerseguido, encarcelado mrphas v@€s, mncademayó. Dirígió lerantamiedos indfgenas enPmo, pariicipó acilivmente en la fmrcióndel Cmifé Pro-Derech Indigena Tah¡ao-tins¡yo (inegrado y fomeutado por los pro-pios himbres del ande). El comité diñ¡ndió elpeñmi€nfo nilenarisa libertario y socialisaen el csmpo. tlliola mr¡rió tuberculoeo en elHoryital Lnaym de Lim¿ erl9?5.

Al trNdo de Urviol¿ acut&on oüos lJderesindlgenas como Jum H. Páea orgaoizador delos primenos gremios campesinoc de Ica yñmdadsr de la Federació¡r de Ymacoras delPeni en 1927. Tmbfth descoll¿rm JrnnCtoque, Mamel Condmem4 Eduardo a'uispe

Page 6: El Socialismo en José Carlos Mariátegui

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rydcro qae cn ¿lñúta lx traUn nnbién ofrospara evitarle a la rai,gm ci¿rta monoton{a",

Por fin organizada la clase obrera" campesi-m y la pequeña bqgueda (como clases fida-m€úfal6 y fracciones aliadas para Ia revolu-cíón), Mridregui s encarniné a la fimdacióndel Partido Socialis,a del Peni bajo los princi-pios del Mrximo-Leniniwo, la lwha declases, de la Dictañna del prolelariado yadherida a la III l¡úemacional.

Mariftegui crea el Partido, coqiuntamtecon los dirigedes obrmg cmpesfoos e inte-lectualesE redacta los principios prqrarulicosy pone en discr¡sión la esrafegia y la técnicade l¿ revoh¡ción" DíEeña ma üeorl¿ para latoma del poder acorde a las particularidadehisóricas det pafs y corno rma creación hCIi-c¿. Un pais semicolonial y wíferdal como eln¡esho debfa, en sll momenlo, enca¡sar latucha por la liberacion nacional democnttica ypopular camino al Socialismo. En este pldodess¡epó con lir trI Innernacimal Comunisüatmto en el Primer Congreso Sindical L¿tinoa-merica¡o de Mmtevideo (Mayo de 1929,como en el Congreso Commiga de BuencAires (Junio e, 929r. A estos encueffiosMriátegui envió sr tesis pofitica importmtes:Antecedenlcs y dsar¡ollo de la Accúnclad$¡, El hohlem¡ IndSena, Punto devfuila rnt'-rperhüSa y cl hoblemn de l¡srsuas en Amédca L¡tln¿ Sus plantemiedosfueron mpliamenüo discutidos, Conlr¡slabancon los pudos de la III Interracional que,desde el YI Congreso (1928), ateotaba lat¿ictica de chse confra clase. I¿s tesis deI"enin del Frenfe Unico y e h *lianra fuclases bajo Ia hegemonla prolaaria, habla sidodejada de lado. Se cmsideraba que el Capita-limo est¿ba en sl fase agornicq en der¡tmbey g¡e, por coúsiguiede, la clase obrera y laburguesla deblao definir los destinos de lahumanidd.

Mariátegui decla qrre, e,!r los paiss como elnuestro, l¿ clase obrera e$aba convocada pero,

tenla qw cont¡r con el apoyo del campesinadoy &b pequeña burgueda. Por otro lado, la IIIInteenacional s€ñalaba qrp en los palses colo-niales el problema indlgena debla resolverse al¿ usanza soviáica, es decir, crer las r€pibli-cas o tas minorias nacim¿les y, m nueshocaso, las rcpúblicas Quechua y Aymara ElAmauta, por el conürario, dech que los indlge-nas deblan orgmizarse en células y nicleos

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cmmigas. Ilcbar ñmdmenaheme po latierr¿, la democracia y coúúr¿ el poder f€N¡dal.

Eslos plaoteaoientos, discr€paot€s con la IüInremacionat no descalifica¡on a Mariáteguini rebajarm sl fuerza polttica. Por el cofifia-úo, coreolidaron $l conciwia Ma¡xista-kninida, hicieron de él m combatiede concreatividad y firmeaa. Las geoeralizaciones

¡ror más que vengm de rm pais hmanq dem pueblo que ha dado el ejerylo, no podfunaplicare mec"lnica ni dogm.iticamente. Tenlangue sr e$ozadas de acusdo a las situacionesconcretaq a las tendencias y pecrliridadesespec¡ticas" De esta meneftt lvfaríffegui demos"hó st¡ convicción lvlarxiSa-Lminista y discre-po con la Internacimal mr¡rüal, pero dentrode bs marcos de la frate¡nidad y de la coinci-dencia en h luch¡ do un desino cmrh. Egaactitrd lo dibuja con nayor chidad si tene-mos en cuenta su don de Amüa hasta para

sl¡s adversarios más recalcilrmtes: uBstoy

plúiconente en el pob opu¿sto dc lttgotus,soy r*ohciatmria, Pera creo qu¿ enfielnnbres de pensanúena ,Eto y psicün&fnid* es fácil entenderce y ryrecbrv, únconbafiénhse, sbre tofu, conhatiéndoy,Con el sector plltico con el qwp ne entetfuré nura es el ofro: el del reformisrrcnndiocre, el del v'cir,lisr¡p donesticodo, el d¿la de¡¡pcrocia fmixa Ad¿t rás, si Ia r*vl*ción exige viol¿ncia, ouroridad disciplirwestoy por la vblencia, por la otnridad, porb disciptina Lo rcepb, en bloque, con todoss$ larrores, sin rewvas cobar&s". FÁl;as

dechracimes tajaates las hizo a Samt¡elGlusbog en Abril de $n.

Idariátegui sguió sistemáticamente losdebates de aquellos Congresos. Reproducla ypropagandizaba en Am¡ut¡ y L¡bor los&cr¡mentos y las reolwimes más inrTort¿n-

tes. Por su parte, los aportos del Aoautañpron púlicados en la ComespoderclrSudamerlc¡n¡ y en el Trabotador t¡thoa"me¡ic¡no yoc€rlrs de la III l¡temacisnal. Enel Congreso de Fr¿nkñ¡r en 1V29, por decisiónun¡lnime de los asisentes, incorporaron a

Mariátegui en el Comité ejecutivo de las LigasAntimperialidas, €Ír su condición de h¡chadorconsecu€nte de la III Internacional. Vemos,pues. gue Mriáegui es legitirnado y reconoci-do a pesr de las discrepancias gu% en algthmorn€do, alloraron en ¡elacién a s¡s pmtosde visa estrategico$ y Hrficm.

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Kapsoli; El fuitúíttttw en Maríátogui

Sin embargo, edos plade¿mientos, ü¡andole sorprde la mr¡erte (16 de abril de 1930),

cuaodo zu penmmieno y cerebro dqim de

astrnr y plodrrir; sn ig¡oradoo y ath ars-tionados por quienes toman las rie¡das del

, Pa¡tido quc é1 ñmda¡a. Edocio Ravines llegé

->hasa comb¿ir el Mriateguimo o el,lnautis-r¡o. En oposisidn iryusierm tffiiaa de lafuln clxe cont¡a clnx, eorojecielon lossindicatos y demandabau proletria mr€rial-mede a los irtelecluales. Tesls *g¡tidisas ydognáticas En desarticulalon la organizacióny dircccitin qrc babla realizado Mariflegui y

{ue, a la larga favoreciera al Apra, por cudoese putido ll¿d a las clases medias, ¿ lcintelectr¡ales y al indlgena a s¡ movimiurdo.

Madátegtli habla deslindado con el Apa yaa. 1127. El vel¿ en este paútido refomismo ypopnlimo. Conbatia tra ambivalencia frenle alimperialimo (r¡erle una cara poeitiva y CIfr¿

oegativa), las terderciñ cardillistas y la fattade dirección de clre obrera" Pero la €scas¡

relación erlre trr roalidad p€mma y las tCcrfoas

impresas por los Ere socrmdaron a Mriáoguihicieron qrr, deryués de la crisis del 30, elApra saliera ftrlat€cida y a la c¿beza delmovimiedo populr. El partido Comnisagedó entraryado en su propio dogpe y todala clase oürera fue desarmada y desorganizada

duraole brgos aúc.Et penmiento & José Cados Mrilúfegui

sigrrc vigeme en el Feni. Una vuelta a $x¡ideas y a nr práctica politfrn, servirán para

awnzaf, en b coryrereión & la rcaliüd y ensu trmSonmación al Socialismo pemunecidode rma sélida oagmización y de una fáreaconciwia poHtica. Pq todo: 'Mui'úeguisinñ austerq abugú y &gunentc oli&ol& xpucbb, & * gercrrcióny de su

épco y a este ideal Ao tufu s caprcida'd ytda s vida". En el Centeoado do gr ¡aci-mi€do es uta obligación histórica saftdar su

remosado y maciso r€tortro.

Soquilao: Año II, Nros.4-5' 1993 51