-
Gregorianum 77, 4 (1996) 637-657
E1 signo de Jons segun san Ireneo
Merece la pena estudiar la noticia de Ireneo sobre el profeta
Jons. He aqui su primera presentacin:
Fu por tanto Dios Magnnimo, a raiz de la caida del hombre, al
ver de antemano la Victoria que iba a darle (al hombre) por medio
del Verbo. Pues corno resplandeciera el poder en la debilidad (cf.
2 Cor 12,9), manifestaba Dios su benignidad y poder magnifico1.
El Obispo de Lin tiene el instinto de lo esencial. Tambin ahora,
a proposito de la historia de Jons, prescindir de otras cosas para
fijarse en el paralelo con la historia de Adn; en la antitesis del
hombre caido en Adn, con el Hombre victorioso en el Verbo. Dios
pudo haber abandonado al primer hombre a merced de su calda. Quiso
levantarle interesando para elio al Verbo.
Fu obra de la magnanimidad de Dios, que quiso resplandeciera su
poder en la humana debilidad. Y lejos de desatender al hombre,
manifestse benigno y poderoso, otorgndole mediante el Verbo la
Victoria sobre el hombre caldo.
No adopt para tal Victoria el poder de Hijo de Dios. Adopt el
poder del Verbo hecho hombre. El de la naturaleza misma caida y
dbil, en manos del poderoso.
La benignidad y manificentisima virtud de Dios resplandece asi
en la dbil naturaleza humana.
Porque asi corno soport (Dios) en paciencia que fuera Jons
devorado por el pez (cf. Jons 2,ls.); no para que fuera
(definitivamente) devorado y se perdiera del todo, sino para que,
devuelto en vmito, se sometiera ms a
Dios, y glorificase ms a quien inesperadamente le salvaba, y
moviese a firme penitencia a los Ninivitas (cf. Jons 3,ls.), de
suerte que se
1 Iren III, 20,1, lss: Magnanimis igitur fuit Deus, deficiente
homine, eam quae per Verbum esset victoriam reddendam ei
praevidens. Cum enim perficiebatur virtus in infirmitate,
benignitatem Dei et magnificentissimam ostendebat virtutem.
35:28 PM
-
638 ANTONIO ORBE, S.I.
convirtieran al Senor para que los librase de la muerte,
atemorizados por el
prodigio verificado en Jons2.
A primera vista, podria uno ver mal para Jons lo que le hizo el
pez. No lo entendi asi Dios. Atento a los bienes que se le
seguiran, soport Dios en paciencia que fuera devorado.
El pensamiento de Ireneo vuela al pecado y muerte iniciales de
Adn, devorado por el enemigo. Tambin entonces descubri Dios bienes,
y soport en paciencia el aparente dominio del enemigo sobre el
hombre.
Ireneo mira al bien que en ambos casos en el de Jons, y en el de
Adn se sigue del inicial triunfo del pez (resp. de lo figurado por
l). Primeramente el bien personal de Jons (y de Adn). Y en segundo
lugar el bien de los Ninivitas (y del gnero humano). Mayor sumisin
u obediencia a Dios; mayor glorificacin de El; liberacin del pecado
y de la muerte entre los Ninivitas, y en la familia de Adn.
A no haber mediado el prodigio: a) habriase perdido Jons para
siempre; b) habrian muerto los Ninivitas. Orden en cambio Dios
el
prodigio: a) por lo que hace personalmente a Jons, para que se
sometiera ms a Dios, y para que, con la experiencia de tan
inesperada salvacin, glorificase ms a Dios. Aprendi el profeta a
ser ms dcil a Dios y mirar ms por su gloria que por la propia
salvacin segn l la entendia. "Ut magis subiceretur Deo": antes del
milagroso fenmeno querfa Jons llevar adelante sus designios,
huyendo de los de Dios. A raiz del fenmeno
vomitato y en salud aprendi a obedecer ms a Dios, findose de El.
"Et
plus glorificaret eum qui insperabilem salutem ei donasset":
ante la
inesperada salvacin, debida por completo a Dios, volvise a
glorificar ms a El.
b) Por lo que hace a los Ninivitas, para que atemorizados con
tal senal, hiciesen penitencia y se convirtieran al Senor que les
libraba de la muerte. Como si de otra suerte les aguardara segura
perdicin.
Ireneo acenta corno bien grandisimo de los Ninivitas (y podia
haber agregado aismismo de Jons) el librarse de la muerte ('qui eos
liberaret a morte'). Es la veniente sensible que no niega la
invisible ('qui eos liberaret a peccato'). La penitencia de los
Ninivitas trataba de evitar la muerte; pero entranaba el
arrepentimiento de su vida de pecado.
2 Iren III, 20,1, 5ss: Sicut enim patienter sustinuit absorbi
Ionam a ceto, non ut absorberetur et in totum periret, sed ut
evomitus magis subiceretur Deo et plus glorificaret eum qui
insperabilem salutem ei donasset, et firmam paenitentiam faceret
Ninivitis, ut converterentur ad Dominum qui eos liberaret a morte,
conterritos ab eo signo quod factum erat circa Ionam.
35:28 PM
-
EL SIGNO DE JONAS SEGN SAN IRENEO 639
De ellos dice la Escritura (Jonas 3,8-9): se convirtieron cada
cual de su mal camino y de la injusticia que habia en sus manos,
diciendo: jQuin sabe si Dios se arrepentir y aparte su colera de
nosotros, y no
pereceremos!'3.
Obedezcan no los Ninivitas al mandato del rey, los que aqui
presenta el Obispo de Lin responden a la predicacin de Jons.
Sus
palabras dan forma a la penitencia del pueblo atemorizado ante
el prodigio y vaticinios de Jons. No asoma por ningun lado la
exgesis atribuida por S. Jeronimo (resp. Origenes) al rey de
Ninive4. La benignidad de Dios, harto probada por su conducta con
Jons y con los Ninivitas, ha de ir en armonia con otros lugares
manifiestos de la Escritura. La penitencia y conversin de los
Ninivitas, con el ejemplo de su rey, va en consonancia con la
magnanimidad de Dios y con los sentimientos que los propios
Ninivitas invocan: "Quin sabe si se arrepentir..."
Dios no castiga en seguida el pecado; y da lugar a que los
pecadores invoquen Su benignidad.
Ireneo con todo urge ms la reaccin de Jons que la de los
Ninivitas, atento en forma velada a su paralelo con el primer
hombre.
Asi tambin5 en el principio6 soport Dios con paciencia que el
hombre fuera devorado por el gran pez, autor de la transgresin: no
para que, devorado, pereciese del todo, sino corno quien ordena y
prepara el camino
de la salud, llevada a cabo por el Verbo mediante el signo de
Jons (cf. Mt 12, 39-40), para quienes han tenido el mismo parecer
de Jons sobre Dios, y lo han (abiertamente) profesado y dicho
(Jonas 1,9): 'Siervo soy yo del
Senor y doy culto al Senor del cielo, autor del mar y de la
tierra'7.
Al primer miembro de la comparacin sigue ahora el segundo. Asi
corno Dios fu paciente en el caso de Jons, lo fu tambin en el caso
del
3 Iren III, 20,1, 11 ss: Quemadmodum Scriptura de his dicit: 'Et
reversi sunt
unusquisque a via sua mala et iniustitia quae erat in manibus
eorum, dicentes: Quis scit si
paenitebitur Deus et avertat iram suam a nobis, et non
peribimus?' 4 Cf. S. Jeronimo, In Ionam 3,6/9: Scio plerosque regem
Ninive... super diabolo
interpretari qui in fine mundi, quia nulla rationabilis et quae
a Deo facta sit, pereat creatura, descendens de sua superbia,
acturus sit paenitentiam, et in locum pristinum restituendus. 5
Igual que en el caso de Jons. 6 'Ab imtio', igual a 'in initio'
'initio'. Cf. mi Teologia de san Ireneo II6 46 67 107. 1 Iren III,
20,1,15ss: Sic et ab initio fuit patiens Deus hominem absorbi a
magno ceto
qui fuit auctor praevaricationis, non ut absortus in totum
periret, sed praestruens et
praeparans adinventionem salutis quae facta est a Verbo per
signum Ionae his qui eandem cum Iona de Deo sententiam habuerunt et
confessi fuerunt et dixerunt: 'Servus Domini ego sum et Dominum
Deum caeli ego colo qui fecit mare et aridam'.
35:28 PM
-
640 ANTONIO ORBE, S.I.
hombre. Ireneo evita el nombre de Adn; no vaya nadie a pensar
que el caso afectaba nicamente a la persona de Adn.
El caso interes al hombre, al linaje humano. El gran pez, autor
de la humana transgresin, y que trat de devorar al hombre, es el
diablo
('auctor praevaricationis')8 Dios llev en paciencia que el
diablo tragase por un tiempo al hombre. Declara Ireneo la razn.
Dios paso por elio: a) negativamente, no para que, devorado por el
diablo, pereciese del todo; b) positivamente, corno quien dispone
el modo de hallar la humana salud9, conservandole en vida y
vomitandole a nueva Vida a los tres dias y tres noches10. No
contento con mencionar la salvacin de Jons, senala Ireneo su
relacin con la salud habida lugar por el Verbo mediante la senal de
Jons. Este prodigio disponia el camino de la salud por el
Verbo".
Advirtase la clusula: "adinventio(nem) salutis quae facta est a
Verbo per signum Ionae". Si el que devor al hombre fu el 'autor de
la
prevaricacin', el que salv al hombre, hallo su salvacin, fu el
Verbo; mas no el Verbo, por Si solo, sino valindose del signo de
Jons la muerte y resurreccin a los tres dias.
La atribucin de la (humana) salud al Verbo lleva implicita la
intervencin del Verbo hecho hombre. Pero acentua la eficacia
indispensable del Hijo de Dios para asignar la Victoria sobre el
enemigo al hombre sostenido por el Verbo12.
El Verbo no hallo, mediante la senal de Jons, la salvacin para
todos los hombres. La encontr "para los que profesan la misma fe de
Jons" ("his qui eandem cum Iona de Deo sententiam habuerunt"). La
salud
ganada por el Verbo afecta slo a los que tienen la misma
doctrina de Jons. Un mismo Dios salv a Jons de morir en el vientre
del gran pez; y al Salvador de quedar para siempre en el vientre de
la tierra. Y un mismo
8 Ireneo se guarda de apurar perfiles. Segn Jons 2,1: 'Et
praecepit Dominus ceto
magno, et devoravit Ionam'. San Jernimo, que no aplica el verso
al printer hombre devorado por el enemigo, tampoco ve reparo en que
el Seflor ordenase al pez devorar a Jons.
9 'Adinventio salutis' alude al hallazgo de la oveja perdida
(cf. Le 15,4-7). Puede verse Iren I, 16; l,ls errorem ovis et
adinventionem. El Obispo de Lin emplea a veces el vocablo
'adinventio' en mal sentido, corno invento arbitrario de los
herejes: v. gr. en Iren I, 9,1,81. H. Ronsch, Itala und Vulgata 70.
Ahora tiene buen sentido... 10 Cf. Iren V, 31,1, 22ss: Et ipse
autem Dominus (Mt 12,40): 'Quemadmodum, ait, Jonas in ventre ceti
tres dies et tres noctes mansit, sic erit Filius hominis in corde
terrae'.
" Cf. S. Jeronimo, In Ionam 2,1: Huius loci mysterium in
evangelio Dominus exponit, et superfluum est, vel id ipsum, vel
aliud dicere, quam exposuit ipse, qui passus est... 2,2 Si Ionas
refertur ad Dominum, et ex eo quod tribus diebus ac noctibus in
utero ceti fuit, passionem indicat Salvatoris, debet et oratio
tllius typus esse orationis dominicae. 12 Cf. Iren III, 20,1,2s:
Eam quae per Verbum esset victoriam reddendam ei (homini)
praevidens.
35:28 PM
-
EL SIGNO DE JONS SEGN SAN IRENEO 641
Dios salvar de morir para siempre a los que tienen la misma fe
en E1 de Jons. No el Dios inventado por los herejes, por encima del
Creador, sino el Senor Dios, Autor del cielo, del mar y de la
tierra invocado por el
profeta (Jons 1,9). El Obispo de Lin hace valer tambin aqui su
tesis fundamental: la
identidad del Dios de Jons y del Verbo hecho hombre. La fe en el
Dios uno, Creador del cielo y de la tierra; Padre tambin del Verbo
Salvador13.
* * *
De est suerte recibiendo de Dios el hombre una salvacin
inesperada, resu citar de entre los muertos y glorificar a Dios y
dir la voz proftica de Jons (2,3): mi tribulacin clam al Senor mi
Dios, y me escuch del vientre del infierno'; y permanecer siempre
glorificando a Dios y dando(le) sin cesar gracias por la salvacin
obtenida de l (cf. 1 Thes 2,13)14.
El prodigio de Jons no prefiguraba solamente el misterio de
Cristo su resurreccin a los tres dias ; prefiguraba asimismo el
misterio de su Iglesia la salvacin inesperada del hombre llamado de
la muerte a la vida.
Ireneo la llama 'insperabilem salutem', expresin repetida15.
Aplicada al hombre caldo en pecado y muerto, denota un fenomeno
contrario a toda expectacin. Es inesperado que un hombre muerto
resucite. Como era ajeno a toda esperanza que el hombre devorado
por el
pez saliese vivo a los tres dias. Enumera Ireneo el contenido de
la salvacin del hombre,
prefigurada en Jons: a) resucitar de entre los muertos; b)
glorificar a Dios segun la palabra proftica de Jons: 'Clam al Senor
mi Dios en mi tribulacin y me escuch del vientre del infierno'; c)
le glorificar siempre por la salvacin de El recibida, dndole de
continuo gracias.
Lo que cumpli Jons a raiz de su salvacin, ha de cumplir el gnero
humano por la salvacin recibida mediante el Verbo del Creador del
cielo
y de la tierra. Y corno Jons no glorific por su salvacin a un
Dios Padre, diverso y superior al Demiurgo; asi el hombre, a raiz
de su resurreccin,
13 Cf. Clem. Al., Strom V, 14,135,3-4. 14 Iren III, 20, 1, 23ss:
ut insperabilem homo a Deo percipiens salutem resurgat a
mortuis et clarificet Deum et eam quae a Iona prophetata est
dicat vocem: 'Clamavi ad Dominum Deum meum in tribulatione mea et
exaudivit me de ventre inferni', et semper permaneat glorificans
Deum et sine intermissione gratias referens pr ea salute quam
consecutus est.
13 Vase lin. 8.
35:28 PM
-
642 ANTONIO ORBE, S.I.
glorificar al mismo Creador que Jons; y a l dar gracias por el
don recibido mediante el Verbo, Hijo del Creador.
"Sine intermissione gratias referens pr ea salute quam
consecutus est". Vase 1 Thes 2,13: "Nos autem debemus gratias agere
Deo sine intermissione". Apenas citado en la primera
antigiiedad.
* * *
'Para que ninguna carne se glorie en el acatamiento del Senor' (
1 Cor 1,29), ni dar jams cabida el hombre a sentimiento contrario
sobre Dios, estimando corno debido a la propria naturaleza el don
de la incorruptela, y sin atenerse a la verdad se jacte con vano
orgullo corno si fuera por naturaleza semejante a Dios16.
No pudo Jons gloriarse ante Dios de su vida fuera del pez. Lo
naturai era haber quedado para siempre muerto.
Igual el hombre, a raiz de la resurreccin de entre los muertos.
Como Jons sinti rectamente del Dios Creador, a quien debia nueva
Vida, debe el hombre el gnero humano sentir rectamente del Dios
Creador, a
quien debe la incorruptela. La conciencia en Jons de una Vida
inmerecidamente regalada, le
prohibe gloriarse, en carne, en el acatamiento del Senor. Le
induce a sentir bien del Dios que le libr de la muerte, y a
entregarse a Sus designios. Es la ensenanza primera dementai de
Jons hombre ante su Creador. El contraste fuertemente experimentado
de la propia muerte espontnea, frente a la incorruptela y vida
recibida de su Creador en don.
Ireneo piensa en los discipulos de Valentin. Segun estos, los
hombres de naturaleza 'espiritual' son fisicamente incorruptibles,
y corno tales semejantes a su Dios Padre superiores al Dios
Creador. Estos
herejes no sienten bien de Dios. Se creen semejantes en
naturaleza a un Dios Ms alto, contrario al Creador, de propiedades
contrarias; fisicamente incorruptibles e inmortales, contra el
Demiurgo de indole
corruptible y mortai. Jons, segn tales herejes, dificilmente
podria prefigurar la
Dispensacin del hombre 'espiritual'. El 'espiritual' se gobierna
por una Dispensacin superior. En la hiptesis de que, segun ellos,
Jons
16 Iren III, 20, 1, 29ss: 'ut non glorietur in conspectu Domini
omnis caro', nec umquam de Deo contrarium sensum accipiat homo,
propriam naturaliter arbitrans eam quae circa se esset
incorruptelam, et non tenens veritatem inani supercilio iactaretur
quasi naturaliter similis esset Deo.
35:28 PM
-
EL SIGNO DE JONS SEGN SAN IRENEO 643
prefigurara al hombre criptopneumtico, esto es al espiritual
antes de iluminado: de su conducta, arrojado con vida por el gran
pez, slo se
seguirla la reaccin lgica del individuo bueno en rgimen
todavia
paleotestamentario. Harfa bien Jons en dar culto a su Dios, y
agradecerle el don de la vida. Ignorante de la Dispensacin
verdadera, podia muy bien en manos de Sofia y del Salvador obedecer
inconscientemente a otro
rgimen.
* * *
Pues al hacerle esto mas bien desagradecido para su Creador,
entenebrecia
el amor de Dios al hombre, y cegaba su mente para no sentir de
Dios lo que es digno, comparndose y (aun) juzgndose igual a
Dios17.
Si corno estiman los valentinianos el hombre por su naturai
similitud con Dios posee en propiedad la incorruptela, no tiene por
qu agradecer al Creador su salvacin. Pues ha de salvarse a toda
costa. Con lo cual: a) tocante a Dios, oscurece el amor Suyo del
Creador al hombre; manifestado corno don indebido en la
incorruptela; y b) tocante al hombre,
ciega su mente para sentir corno es debido del Creador, pues se
apropria corno cosa naturai la incorruptela peculiar a Dios,
juzgndose igual a El.
A esto conduce la antropologia valentiniana. Entenebrece las
relaciones entre el Creador y el hombre: el amor del Creador al
hombre, manifestado en la elevacin de la creatura a la incorruptela
e inmortalidad de Dios; y la profesin, en el hombre, del Creador
corno de Dios suyo y razn de su levantamiento gratuito a El. Solo
un ingrato y de mente ofuscada puede apropiarse la incorruptela
divina, comparndose y juzgndose igual a Creador.
'Pues el poder culmina en la flaqueza' (2 Cor 12,9), y a quien,
a travs de su
propia flaqueza, reconoce el poder de Dios, le hace ms perfecto.
^,Cmo habrfa aprendido el hombre que, de su parte, era flaco y
naturalmente
mortai, y de la suya Dios inmortai y poderoso, a no haber pasado
por la
experiencia de ambas cosas? Tanto ms que aprender la propia
flaqueza mediante el sufrimiento no es nada malo. Es hasta un bien
no errar en la
propia naturaleza. Alzarse en cambio el hombre contra Dios y
presumir de la propia gloria, haciendo de l un hombre
desagradecido, le acarrea mucho
17 Iren III, 20,1,34ss: Ingratum enim magis eum hoc ei qui eum
fecerat perficiens, et
dilectionem quam habebat Deus in hominem obfuscabat et
excaecabat sensum suum ad non sentiendum quod sit de Deo dignum,
comparans et aequalem se iudicans Deo.
35:28 PM
-
644 ANTONIO ORBE, S.I.
mal, pues le quita a la vez la verdad y la dileccin para su
Hacedor. La experiencia de ambas cosas introduce en l la verdadera
ciencia de Dios y del hombre, y acrecienta su amor para con Dios. Y
donde crece el amor, alli el poder de Dios obtiene mayor gloria
entre quienes le aman18.
Cuesta poco aplicar las precedentes lineas al caso de Jons. Y
por su medio al del protoplasto.
Volvamos a las consideraciones de Ireneo, en torno a la salvacin
inmerecida del hombre. En particular, a la gratitud con que ha
de
responder el hombre a su Creador; frente al desprecio de los
herejes para la magnanimidad del Creador, y frente al culto
arbitrario que otorgaban a un Dios mas alto, al que nada debian
Jons ni hombre alguno.
Tal fu por tanto la magnanimidad de Dios, que pasando el hombre
por todo y tieniendo conocida la muerte, al venir despus a la
resurreccin de entre los muertos y aprender por experiencia de dnde
ha sido liberado, se siente agradecido al Senor corno quien ha
logrado de l el don de la incorruptela para amarle mas. Pues a
quien mas se perdona, mas ama19.
A la magnanimidad de Dios, manifestada prefiguradamente en el
caso de Jons, ha de responder el hombre con gratitud continua al
Senor. Gratitud
que ha de darse a entender, en primer lugar, con mayor amor de
Dios. No evita Dios la humana calda, con lo que trae ella consigo.
La
experiencia de la propia miseria, y de sus secuelas
singularmente la muerte por si sola seria fatai, si no la remediase
Dios con la Victoria sobre ellas. Si a la caida y muerte sigue la
resurreccin, entiende el hombre la benignidad de Dios, y el abismo
de donde benignamente, sin mrito alguno, ha sido liberado.
18 Iren V, 3,1, 12ss: 'Virtus enim in infirmitate perficitur',
meliorem efFiciens hunc qui per suam infirmitatem cognoscit
virtutem Dei. Quemadmodum enim didicisset homo quoniam ipse quidem
infirmus et natura mortalis, Deus autem immortalis et potens, nisi
id quod est in utroque didicisset experimento? Suam enim
infirmitatem discere per sustinentiam nihil est malum; magis autem
et bonum est non aberrare in natura sua. Extolli autem adversus
Deum et praesumptionem gloriae assumere, ingratum reddens hominem,
multum mali inferebat ei; ut veritatem simul et dilectionem
auferret ab eo eam quae est ad eum qui fecit eum. Utrorumque autem
experientia veram quae est de Deo et homine
agnitionem indidit ei et auxit ejus erga Deum dilectionem. Ubi
autem augmentum est dilectionis, ibi major gloria Dei virtute
perficitur his qui diligunt eum. Vase mi comento ad loc. en
Teologia de San Ireneo I, Madrid-Toledo 1985 p. 170ss. " Iren III,
20,2,39ss: Haec ergo fuit magnanimitas Dei, ut per omnia transiens
homo et mortis agnitionem percipiens, dehinc veniens ad
resurrectionem quae est a mortuis et ex perimento discens unde
liberatus est, semper gratus existat Domino, munus incorruptelae
consecutus ab eo, ut plus diligeret eum, cui enim plus dimittitur
plus diligit (cf. Le 7,42-43).
35:28 PM
-
EL SIGNO DE JONS SEGN SAN IRENEO 645
Mucho mas aprendi Jons, cuando fu arrojado por el pez que cuando
fu tragado por l. No se le ocurri apropiarse por naturaleza la
incorruptela que le regalaba el Senor. Si primero no supo amar
al Creador, corno debia, mas tarde liberado ya creyse obligado por
gratitud a
mayor amor para su Dios. Pues a quien mas se le perdona, mas
ama. Y a
quien mas le dan, mayor motivo le otorgan de agradecer. La
gratitud del hombre a Dios ha de ser continua, corno el regalo
que
de Dios recibe es y sera siempre continuo; en armonia con la
miseria y mortalidad de que es para siempre liberado20.
* * *
Y para conocer de si que es mortai y dbil, y entender de Dios
que tan inmortai y poderoso es corno para dar la inmortalidad a lo
mortai (cf. 1 Cor 15,53) y la eternidad a lo temporal, y para que
el hombre comprenda asimismo todas las dems maravillas de Dios
hechas en si manifiestas. Instruido por ellas vendr a sentir de
Dios cunto es grande21.
La gratitud del hombre a la benignidad de Dios se ha de traducir
en amarle mas. No slo. Se ha de manifestar en un mayor conocimiento
de si
mortai y dbil con mayor desprecio de si; y juntamente, por
contraste, en un mayor conocimiento de Dios inmortai y eterno;
autor de inmortalidad para el hombre mortai y de eternidad para el
hombre
temporal y de todas las dems perfecciones y maravillas de Dios
reveladas en el hombre. Instruido con ellas vendr a sentir ste
cun
grande es Dios. Si antes del signo amaba Jons a Dios, la
gratitud le obligaba a
amarle luego mucho ms. Juntamente creci en l el conocimiento
propio frente al de Dios. Se vi mortai y dbil frente a la
inmortalidad y poder del
Creador; y comprendi, adoctrinado mediante las dems perfecciones
reveladas en l, cun grande es Dios22.
20 Cf. Iren IV, 11,2, 29ss: Quamadmodum enim Deus semper idem
est, sic et homo in Deo inventus semper proficiet ad Deum. Neque
enim Deus cessat aliquando in benefaciendo et locupletando hominem,
neque homo cessat beneficium accipere et ditari a Deo. Exceptorium
enim bonitatis et organum clarificationis ejus homo gratus ei qui
se fecit, et iterum exceptorium justi judicii ejus homo ingratus et
spernens plasmatorem et non
subjectus Verbo ejus. 21 Iren III, 20, 2, 45ss: Cognoscat autem
semetipsum quoniam mortalis et infirmus
est, intellegat autem et Deum quoniam in tantum immortalis et
potens est uti et mortali immortalitatem et temporali aeternitatem
donet, intellegat autem et reliquas virtutes Dei omnes in
semetipsum ostensas, per quas edoctus sentiat de Deo quantus est
Deus. 22 Cf. Iren IV, 37,7,166ss: Pro nobis igitur omnia haec
sustinuit Deus, uti per omnia eruditi in omnibus in futurum simus
cauti et perseveremus in omni ejus dilectione,
35:28 PM
-
646 ANTONIO ORBE, S.I.
Igual hubo de sentir el hombre, a raiz de su caida, liberado de
la muerte y del pecado. Entendi mejor la grandeza de Dios y la
propia miseria; se crey obligado para siempre por gratitud a Dios,
al sentir sobre su experimentada condicin mortai el don inesperado
de la inmortalidad, y sobre su naturaleza corruptible el vestido de
la incorrupcin.
Se comprende asi la magnanimidad de Dios con el hombre. (,Qu
habra logrado Dios abandonando al hombre a su condicin mortai? Dios
nada habra conseguido, y el hombre se habra perdido. Merced en
cambio a la longanimidad del Creador, todo lo ganaba el hombre,
agradecido para siempre a Dios.
La gloria del hombre
Porque la gloria del hombre es Dios. Las obras en cambio son de
Dios. Y receptculo de toda Su sabidurfa y poder es el hombre. As
corno el mdico se pone a prueba entre los que estn enfermos, as
tambin se manifiesta
Dios entre los hombres. Por eso dice tambin Pablo (Rom 11,32):
'Porque encerr Dios todas las cosas en la rebelda para usar con
todos la
misericordia'. Esto lo dice no de los Eones espirituales, sino
del hombre que fu desobediente a Dios y arrojado de la
inmortalidad, y consigui despus misericordia (cf. 1 Pe 2,10)
mediante el Hijo de Dios, al recibir la adopcin que viene por Su
medio (cf. Gal 4,4-5)23.
La gloria del hombre, corno la de Jons, no es el hombre.
Devorado por el
magno pez, hubiera perecido, dominado por la muerte. La gloria
del hombre, corno la de Jons, est en que resplandezca Dios en l; en
que revista las propiedades de Dios, y pase a ser inmortai e
incorruptible y eterno corno Dios. A esa gloria miraba Dios, cuando
le salvo
inesperadamente.
rationabiliter edocti diligere Deum, Deo quidem magnanimitatem
praestante in apostasia hominis, homine autem erudito per eam,
quemadmodum et propheta ait (Jer 2,19): 'Emendabit te abscessio
tua', praefiniente Deo omnia ad hominis perfectionem et ad
efficaciam et manifestationem dispositionum, uti et bonitas
ostendatur et justitia perficiatur et Ecclesia 'ad figuram imaginis
Filii ejus' (Rom 8,29) coaptetur, et tandem aliquando maturus fiat
homo, in tantum maturescens ad videndum et capiendum Deum. 23 Iren
III, 20, 2, 51 ss: Gloria enim hominis Deus, operationes vero Dei,
et omnis sapientiae eius et virtutis receptaculum homo. Quemadmodum
medicus in his qui aegrotant probatur, sic et Deus in hominibus
manifestatur. Quapropter et Paulus ait: 'Conclusit autem Deus omnia
in incredulitate ut omnium misereatur', non de spiritalibus
Aeonibus dicens hoc, sed de homine qui fuit inobaudiens Deo et
projectus de immortalitate, dehinc misericordiam consecutus est per
Filium Dei, eam quae est per ipsum percipiens adoptionem.
35:28 PM
-
EL SIGNO DE JONAS SEGN SAN IRENEO 647
"Gloria enim hominis Deus". No que el hombre haya de glorificar
a Dios, sino al revs: Dios ha de ser glorificado en el hombre.
El hombre no glorifica a Dios. Al contrario, es glorificado por
Dios. Considera sin duda el Obispo de Lin, entre otras razones,
la
omniperfeccin y riqueza y noindigencia de Dios. Pero en pugna
con marcionitas y valentinianos, tiene tambin en cuenta otro
elemento de consideracin.
El Creador Demiurgo de los herejes, corno Dios del Antiguo
Testamento, buscaba en el hombre su propio culto y gloria24. Dio la
Ley a los descendientes de Abrahn, por medio de Moiss, para
asegurarse el
seguimiento del pueblo judio en sus manifestaciones
singularmente religiosas.
El Dios de Israel constituia el centro de su existencia. Buscaba
ser clarificado de continuo por su pueblo, en respuesta a lo que
hacia El a su favor. Entendia asi el lenguaje de la gratitud
israelita.
Tal era la indole del Demiurgo, lo mismo entre marcionitas que
entre valentinianos. La gloria del hombre (israelita) era el Dios
de Israel. Y ste la reclamaba de los descendientes todos de Abrahn,
sujetos a la Ley de Moiss. No asi segn el Obispo de Lin.
Dios de nada ha menester, mientras el hombre necesita la comunin
con
Dios. Tal es en efecto la gloria del hombre: perseverar y
permanecer en el servicio de Dios. Por eso decia el Seftor a los
discipulos (Joh 15,16): 'No vosotros me elegisteis, sino yo os
elegi'. Daba a entender que no le glorifi caban ellos con su
seguimiento, sino que, por seguirle al Hijo de Dios, eran
glorificados por l... hechos participes de la gloria del Senor, que
nos form
y dispuso para que, mientras estamos con l, participemos de su
gloria25.
24 Cfr. Tert., adv. Marc. II, 18,3: Sacrificiorum quoque onera
et operationum et oblationum negotiosas scrupulositates nemo
reprehendat, quasi deus talia sibi proprie desideraverit, qui tam
manifeste exclamat (Is 1,11.12): Quo mihi multitudinem
sacrificiorum vestrorum? et: Quis exquisivit ista de manibus
vestris? Sed illam dei industriam sentiat, qua populum pronum in
idolatriam et transgressionem eiusmodi officiis
religioni suae voluit adstringere, quibus superstitio saeculi
agebatur, ut ab ea avocaret illos, sibi iubens fieri, quasi
desideranti, ne simulacris faciendo delinquerei; adv. Marc. V,
5,10:
Quid stultius, quid infirmius, quam sacrificiorum cruentorum et
holocaustomatum nidorosorum exactio? quid infirmius, quam
vasculorum et grabbatorum purgatio?... ne
glorietur omnis caro, ut quemadmodum scriptum est: qui
gloriatur, in deo glorietur. In quo? Utique in eo qui hoc
praecepit. Nisi creator praecepit, ut in deo Marcionis gloriemur.
VaseA. Von Harnack, Marcion1 p. 106 y 277". 25 Iren IV, 14, 1,
24ss: In quantum enim Deus nullius indigens, in tantum homo
indiget Dei communione. Haec enim gloria hominis, perseverare ac
permanere in Dei
servitute. Et propter hoc dicebat discipulis Dominus: 'Non vos
me elegistis, sed ego elegi vos', significans quoniam non ipsi
glorificabant eum, sequentes eum, sed in eo quod sequerentur Filium
Dei glorificabantur ab eo... participantes gloriae Domini: qui et
formavit et ad hoc praeparavit nos, ut dum sumus cum eo
participemus gloriae ejus.
35:28 PM
-
648 ANTONIO ORBE, S.I.
En la Dispensacin elegida por Dios, todo se orienta a la
deificacin del hombre; a la glorificacin del hombre por Dios. No
abandona Dios al hombre, a merced de su limitacin. Le quiere para
Si, y desea hacerle
participe de la propia gloria. Si buscara ser glorificado por el
hombre, no seria verdadero Dios26. En cambio, si la gloria del
hombre es permanecer en el servicio de Dios, aunque el hombre
falte, negndose a seguir a Dios, asi corno pierde el hombre, y por
cuenta propia es incapaz de glorificar a Dios, asi queda Dios libre
para hacer valer Su benignidad, habilitando al hombre por nuevos
caminos para vestirle de Su gloria. El camino por donde se perdio
el hombre, desvindose de Dios, le servir a El para enmendarle y
hacer brillar mejor Su gloria.
Es el rgimen que adopt con Jons (resp. con el protoplasto),
llevndole a la experiencia de su miseria, en contraste con la
grandeza de Dios, sin enmendar Su primera Dispensacin sobre el
hombre. Dios no abandona a su creatura. La dispone, no obstante la
humana apostasia, por caminos de perdn con nuevos favores para la
gloria a que le destin.
Por eso hizose el Verbo dispensador de la gracia (y gloria) del
Padre para utilidad de los hombres, por quienes adopt tamanas
disposiciones, dando a conocer a los hombres a Dios, y presentando
el hombre a Dios...
no fuera que apartndose por entero de Dios dejase el hombre de
ser;
pues la gloria de Dios es el hombre viviente; la vida empero del
hombre
es la vision de Dios21.
A primera vista emplea Ireneo dos frmulas no fciles de
concertar. De un lado (III, 20, 2,51); "Gloria enim hominis Deus".
De otro (IV, 20, 7,180): "Gloria enim Dei vivens homo". La primera
frmula habla de 'la
gloria del hombre'; la segunda, de 'la gloria de Dios'. ^Cmo
compaginarlas?
"Gloria hominis Deus" indica, por el contexto, que Dios
glorifica al hombre, levantndole de su naturaleza mortai y
corruptible a la propia In mortal e Incorruptible. Por eso salv a
Jons y al hombre caldo, en virtud de Su magnanimidad. No indica que
el hombre haya de glorificar, por su
propia virtud a Dios; y si que ha de glorificar, por obra de
Dios, a Dios. Gloria Dei vivens homo" denota en cambio, que Dios
hace
participe de Su propia gloria al hombre, hecho viviente con la
Vida de
26 Cf. E. Norden, Agnostos Theos2, Leipzig 1929 . 13ss. 27 Iren
IV, 20, 7,172ss: Et propterea Verbum dispensator paternae gratiae
factus est ad utilitatem hominum, propter quos fecit tantas
dispositiones, hominibus quidem ostendens Deum, Deo autem exhibens
hominem... ne in totum deficiens a Deo homo cessaret esse: gloria
enim Dei vivens homo, vita autem hominis visio Dei.
35:28 PM
-
EL SIGNO DE JONS SEGN SAN IRENEO 649
Dios, por vista de El. La verdadera gloria de Dios, en la actual
economia, se identifica con la gloria que Dios comunica al hombre,
en su naturaleza mortai y corruptible, levantndole a la propia
Vida.
La 'gloria hominis' se traduce por la 'gloria Dei in homine'. No
la
gloria de Dios que busca el hombre, sino la gloria que en el
hombre busca Dios. No 'a la mayor gloria de Dios en Dios', sino a
la mayor gloria de Dios en el hombre. Pudo bien S. Ireneo
substituir las dos frmulas por otras equivalentes: 'vita hominis' y
'vita Dei'. Es la Vida propia de Dios, con sus propiedades todas,
comunicada a la naturaleza carnai del hombre, la que constituye, en
la presente economia, la Gloria del hombre.
Con semejante perspectiva se comprende que sea siempre Dios
quien trabaje Su gloria en el hombre. El mismo Dios que inici
con la humana plasis el dinamismo deifico, que terminar con el
hombre hecho Dios, vestido de la Gloria de Dios.
"Operationes vero Dei". Leo con la mayoria de los cdices. Ireneo
define sobriamente con "Deus" la gloria del hombre. Y agrega el
medio
para llegar ahi. No las acciones de la humana natura. Es la
actividad
mltiple del propio Dios, con Sus dos manos Verbo y Espiritu
la
que lleva al hombre a su glorificacin divina. La misma ideologia
aparece en la inicial plasis del hombre y en las operaciones del
Salvador
para la curacin del ciego nato. El hombre no puede llegar a Dios
por caminos puramente humanos. Hecho a imagen y semejanza de Dios,
slo puede llegar a El por caminos que le asemejen a El, a merced
del
Espiritu de Dios.
A los discipulos que le interrogaban por qu causa habia nacido
ciego, por su culpa por la de sus padres, dice (el Senor en Joh
9,3): 'No pec ste ni sus padres, sino para que en l se manifiesten
las obras de Dios'. Las obras
empero de Dios son la plasmacin del hombre. La cual la hizo
mediante
una obra, corno dice la Escritura (Gen 2,7): ' Y tomo Dios barro
de la tierra
y plasmo al hombre'. Por eso tambin escupi el Senor en tierra e
hizo lodo y humedeci con l los ojos (cf. Joh 9,6), dando a entender
crno habia sido la antigua plasmacin, y revelando a los capaces de
entender(lo) la mano de
Dios con que habia sido el hombre modelado del barro. Pues lo
que el Verbo artifice dej de plasmar en el vientre, lo llev a
cumplimiento abiertamente (Joh 9,3) 'para que se manifiesten en l
las obras de Dios'28.
La curacin del ciego de nacimiento le da pie a Ireneo para
declarar las obras de Dios. Las obras de Dios, por excelencia, son
la formacin del hombre. Las indica Gen 1,26: "Hagamos al hombre a
nuestra imagen y
8 Iren V, 15,2,63ss.
35:28 PM
-
650 ANTONIO ORBE, S.I.
semejanza" y Gen 2,7: "Y tomo Dios barro de la tierra y model al
hombre". Lo comenzado en el protoplasto lo contina Dios, mediante
sus dos manos, Verbo y Espiritu santo, conformando al hombre a
imagen y semejanza de Dios. Solamente el Verbo y el Espiritu son
capaces de
trabajar divinamente al hombre, conducindole, corno a trmino, a
su
perfecta deificacin. Es lo que en frase concisa decia Ireneo
(III, 20, 2,52): "operationes
vero Dei". Las obras trabajos calificados, en la humana
dispensacin, pertenecen a Dios. Solo El es capaz de trabajar el
humano barro 'a imagen y semejanza de Dios'. Para que el hombre sea
divinamente glorificado, es
preciso que tome Dios las riendas de la humana natura, y la
trabaje mediante Sus dos manos Verbo y Sofia, con actos divinos
hasta sacar de ella al hombre vestido de Dios, inmortai, incorrupto
y eterno29.
"Et omnis sapientiae eius et virtutis receptaculum homo". Dios
es la
gloria y resplandor del hombre. Las operaciones y acciones que
conducen ahi al hombre son las acciones de Dios, prolongacin de la
plasis inicial de Gen 2,7. Y asi corno Dios es la gloria peculiar
al hombre, asi el hombre es el vaso de la Sabiduria y Poder de
Dios, el plasma del Verbo y del Poder corno hecho a su semejanza.
En el hombre se echan de ver la Sabiduria y el Poder de Dios.
Entindase, en el hombre dcil a las operaciones de Dios, vestido
clarificado segn Dios.
El hombre es a Dios lo que el enfermo al mdico. El hombre en
manos de Dios, lo que el enfermo en manos del mdico. Como el mdico
se pone a prueba entre los enfermos, asi Dios entre los hombres.
Como los enfermos son el receptculo de la sabiduria y virtud del
mdico, asi el hombre receptculo de la Sabiduria y Poder de
Dios.
La analogia del mdico se cumple mejor en Dios, que adems de
comprobar la enfermedad del hombre, sabe y puede acabar con
ella. Si las
perfecciones de Dios resplandecen en el hombre no enfermo, segun
se
presenta en el Paraiso, mejor resplandecen en el hombre enfermo,
segn se dej ver a raiz de su caida. Porque mejor resplandece Dios
en contraste con la humana pobreza, que frente al hombre vestido de
Dios.
Por eso dice tambin Pablo (Rotti 11,32): 'Encerr empero Dios
todas las cosas en la rebeldia para usar con todos de
misericordia'30. No dice esto de
29 Cf. Iren III, 20, 3, 80ss: Propter hoc Paulus infirmitatem
hominis adnuntians ait (Rom 7,18): 'Scio enim quoniam non inhabitat
in carne mea bonum', significans quoniam non a nobis sed a Deo est
bonum salutis nostrae... hoc autem et Esaias (35,3-4): ...'ipse
veniet et salvabit nos', hoc quoniam non a nobis sed a Dei
adiumento habuimus salvali. 30 Cf. Iren I, 10, 3, 66ss: Et quare
'conclusit omnia (panta) in incredulitatem Deus ut universis
misereatur', exquirere.
35:28 PM
-
EL SIGNO DE JONAS SEGN SAN IRENEO 651
los eones espirituales, sino del hombre que fu rebelde a Dios,
y, arrojado de la inmortalidad, obtuvo luego misericordia mediante
el Hijo de Dios, al recibir por Su medio la adopcin (cf. Gal
4,4-5)31.
Dios resplandece entre los hombres, corno el mdico entre los
enfermos, porque cayeron todos ellos en rebeldia, y salieron de la
inmortalidad incurriendo en rgimen mortai. Dios paso por elio,
magnnimo, para usar con todos de misericordia, y levantarlos de
mortales e hijos de currupcin a inmortales e incorruptibles.
Da la impresin de que los discipulos de Valentin aplicaban el
verso
paulino (Rom 11,32) al pecado de los Eones del Pleroma: corno si
Dios hubiera encerrado a solos Eones en desobediencia32 para
compadecerse de ellos, y dar lugar a la concepcin y generacin
divina del Salvador.
Ireneo impugna semejante exgesis. El Apstol se refiere al pecado
del hombre. Pecado de transgresin desobediencia, por el que fu
arrojado del rgimen de inmortalidad al rgimen de rebeldia y
mortalidad. "Encerr Dios a todos los hombres en rebeldia", mas no
porque les
empujase El a la rebeldia. Permiti transgrediese el hombre e
incurriese en desobediencia, para dar lugar a Su magnanimidad y
misericordia33, y sanar corno divino Mdico al hombre, capaz de
enfermar, pero no de curar
por si solo.
Arrojado del rgimen inmortai por desobediencia a Dios, no sera
el hombre abandonado. Dios se apiadar de l, y le devolver a su
condicin
31 Iren III, 20,2,55ss. 32 Cf. Iren 1,2,2-4. 33 Cf. Iren I, 10,
3, 57ss: Et quoniam magnanimus exstitit Deus et in
transgressorum
angelorum apostasia et in inobaudientia hominum edisserere. Vase
Origenes, In ep. ad Romanos, lib. Vili, 13 (PG 14,1199 Css): Quia
sicut vos gentes quondam non credebatis Deo, nec tamen idcirco
penitus reliquit vos Deus, sed aliquando ad uitimum misericordiam
consecuti estis: occasio tamen conferendae in vos misericordiae,
populi Israel incredulitas exstitit: ita etiam hi qui nunc de
populo Israel non crediderunt, et pr incredulitate sua derelicti
sunt, ut ad vos Dei misericordia flecteretur, non usquequaque
relinquentur in incredulitate sua; sed posteaquam plenitudinis
gentium fuerit impleta dispensatio, etiam
ipsi misericordiam consequentur. In quo volens Apostolus
bonitatem Dei ostendere, qua incredulitate aliorum, aliorum salutem
facit: 'Conclusit, inquit, Deus omnes in
incredulitate, ut omnium misereatur'; non quo ipse eis injecerit
incredulitatis propositum, sed ipsorum incredulitatis proposito
credendi aditum aliis qui et ipsi prius increduli fuerant,
patefecit... Considerans igitur sanctus Apostolus tantas esse
bonitatis Dei divitias, et tantum divinae sapientiae opus erga
rationabiles agi naturas, et quia tantum Deus dives est in
misericordia, et dives in omnes qui invocant eum, et tanta est
bonitatis ejus et patientiae et
longanimitatis magnitudo, repente interioribus eas cordis oculis
intuens, immensitatemque earum perspiciens, stupore simul et pavore
perculsus exclamat et dicit: altitudo divitiarum sapientiae et
scientiae Dei, quam inscrutabilia sunt judicia ejus, et
investigabiles viae ejus!. Ireneo aplica Rom 11,32 al pecado de
origen. Origenes al de los dos pueblos, Israel y gentil.
35:28 PM
-
652 ANTONIO ORBE, S.I.
primera. Si se perdio el hombre, le ganar Dios tambin por el
hombre. No mediante un puro hombre, sino mediante Su Hijo hecho
hombre, por quien entrar el hombre en la familia adoptiva de Dios.
Una vez mas
apunta Ireneo la eficacia salvifica del Hijo de Dios hecho
hombre. No salva Dios al hombre devorado por la ballena, arrojndole
sin mas de su vientre. Dios le salva a los tres dias, por la
eficacia del Salvador resucitado al tercer dia.
$ 3fS *
Porque ste atenindose sin hinchazn y jactancia a la verdadera
estimacin sobre las creaturas y sobre el Creador el poderosisimo
Dios de todo y que a todo le dio el ser y perseverando en su amor y
sumisin y accin de gracias, recibir de El mayor gloria, mejorando
segun se asemeja a Quien muri por l34.
El que ha conseguido, por misericordia de Dios, la filiacin
adoptiva, sabr atenerse a la verdadera estimacin de si propio corno
creatura
y del Creador, a quien debe el ser. Perseverando en Su amor,
sumisin y accin de gracias, recibir de El mayor gloria, asemejndose
gradualmente a Quien muri por l. Y responder corno Jons, liberado
de la muerte a los tres dias, al prefgurado por l.
La ballena no vomit al profeta para sola existencia. Le arroj a
nueva Vida. Como la muerte habia de arrojar al Salvador a nueva
Vida, corno primicias de la Vida que habia de coronar la similitud
del hombre con Dios. Consciente el hombre de tal don, resucitado a
nueva Vida, progresarfa a imagen y semejanza del Senor
redivivo.
Ireneo piensa en los discipulos de Valentin, que corno
'espirituales' se creian superiores al Creador; y no se tenian por
creaturas de El, sino por simientes de Sophia, no sujetos a la
muerte vulgar. Probablemente, segn ellos, el cetaceo hubo de
vomitar con vida a Jons, porque corno simbolo del Creador no tenia
poder sobre la Iglesia 'espirituaf simbolizada por Jons. Asi
concebida la salvacin de Jons, no tuvo ste que agradecer al Creador
su salvacin, ni amarle ni sometrsele por ella. jSt salvaba
acaso
por don del Creador, y no ms bien en virtud de su naturaleza
'pneumtica', libre de corrupcin muerte?
34 Iren III, 20,2,60ss: Hic enim tenens sine inflatione et
iactantia veram gloriarti de his quae facta sunt et de eo qui
fecit, qui est potentissimus omnium Deus quique omnibus ut sint
praestitit, et manens in dilectione eius (cf.Joh 15,9-10) et
subjectione et gratiarum actione, maiorem ab eo gloriam percipiet,
provectus accipiens, dum consimilis fiat eius qui pr eo mortuus
est.
35:28 PM
-
EL SIGNO DE JONS SEGN SAN IRENEO 653
Los valentinianos alardeaban de poseer la verdadera estimacin,
asi de las creaturas corno del propio Creador. Era ste puro
instrumento de una Dispensacin mas alta. Llenos de hinchazn y
jactancia los 'espirituales' valentinianos se creian salvos por
necesidad y libres de los accidentes todos gobernados por el
Demiurgo; no por favor del
potentisimo Dios que a todos les da el ser. Amarfan al Padre y
Dios Bueno
(resp. a Sophia) de quien reciben el ser. No se creerfan tampoco
obligados a recibir gradualmente mayor gloria, por asemejarse en
Espiritu al Salvador. Los 'espirituales' no estn sometidos a
progreso en la Gnosis, comunin con Dios. Y por lo mismo, tampoco
progresan en gloria. Son
gloriflcados de golpe por el Dios Bueno, mediante la iluminacin
que les
otorga el Hijo.
* * *
Ya que tambin l (=el Salvador) vino a tener similitud de carne
de pecado para condenar al pecado, y corno ya condenado arrojarlo
fuera de la carne35,
y para invitar al hombre a que se Le asemeje, recomendndole a
Dios para imitador (de Jesus: cf: /5,l)36, y levantndole a la regia
del Padre37 para que vea a Dios, y otorgndole la comprensin del
Padre, corno Verbo de Dios que hizo morada en el hombre (cf. Joh
1,14); y se hizo hombre para acostumbrar al hombre a que capte a
Dios, y acostumbrar a Dios a que habite en el hombre, segun el
beneplcito del Padre38.
Jons prefigura al Hijo de Dios, que muri por el hombre y resucit
de entre los muertos a los tres dias.
El prodigio de Jons supone falta en l. Mas no porque el profeta
prefigurase al Hijo de Dios, hubo falta en el Hijo de Dios para que
muriese.
35 Cf. Rom 8,3 (vulg.): Deus filium suum mittens in
similitudinem carnis peccati, et de peccato damnavit peccatum in
carne. 36 Jesus (Verbo hecho hombre) recomienda a Dios (Creador) al
hombre para su imitacin, corno paradigma que es del hombre. Cf. 1
Cor 11,1: Imitatores mei estote, sicut et ego Christi. Dios tendr
en cuenta la recomendacin que del hombre le hace su Hijo para sacar
de l un imitador perfecto de Cristo. 37 La 'paterna regula' seria
la norma rgimen que, mediante la imitacin del Hijo, levanta al
hombre hasta el Padre. Cf. Mt 11,27.
38 Iren III, 20,2,67ss: Quoniam et ipse in similitudinem carnis
peccati factus est, uti condemnaret peccatum et iam quasi
condemnatum proieceret tllud extra carnem, provocaret autem in
similitudinem suam hominem, imitatorem eum adsignans Deo et in
paternam imponens regulam ad videndum Deum et capere Patrem
donans. Verbum Dei
quod habitavit in homine et Filius hominis factus est, ut
adsuesceret hominem percipere Deum et adsuesceret Deum habitare in
homine secundum placitum Patris.
35:28 PM
-
654 ANTONIO ORBE, S.I.
Declara Ireneo la razn de tal muerte. Ya que el hombre pec, y
por el pecado mereci la muerte, ha
querido el Hijo, por beneplcito del Padre, pasar por la muerte y
acabar con el pecado.
Dos aspectos acentua Ireneo, con el Apstol, en la Encarnacin
del
Hijo de Dios: 1. Uno, la Victoria sobre el pecado. Hecho
semejante a la carne
pecadora para condenar al pecado y arrojarlo de la especie
humana: "et
ipse in similitudinem carnis peccati factus est, uti condemnaret
peccatum et iam quasi condemnatum proieceret illud extra
carnem".
2. Otro, la ensenanza magisterio del hombre. Para adoctrinar al
hombre con Su obediencia corno hombre a Dios, y ensenarle el camino
que ha de seguir imitandole para llegar a la vista de Dios:
"provocaret autem in similitudinem suam hominem, imitatorem
eum
adsignans Deo et in paternam imponens regulam ad videndum Deum
et
capere Pattern donans". La conducta del Hijo de Dios corno
hombre, en todo obediente a Dios, es la norma que ha de seguir el
hombre, si ha de
llegar a la vista de Dios. No es que el Hijo de Dios necesite
hacerse hombre para ver a Dios y captar al Padre. Se hace hombre
para solicitar al hombre que se Le asemeje y Le imite ante Dios. Si
asi lo hacen los hombres, imitandole en su docilidad y obediencia
continua a Dios, el Hijo de Dios les levantar a las alturas de la
Dispensacin paterna, dndoles a conocer en su dia al Padre.
"Ya que tambin l (el Hijo de Dios) vino a tener similitud de
carne de pecado para condenar al pecado, y corno ya condenado
arrojarlo fuera de la
carne".
Encarnado el Hijo de Dios dotado de una carne semejante a la
del
pecado pudo condenar, en Su carne inocente, con la propia muerte
el
pecado y arrojarlo fuera de la humana carne. Hizo asi, en la
propia carne, de la carne de pecado (y muerte) una inocente y
gloriosa, semejante a la del Hijo de Dios.
"Para invitar al hombre a Su (propia) semejanza, encomendndole
corno imitador Suyo a Dios".
Clusula dificil. Piensa uno en la parbola del buen Samaritano.
Cristo encomienda a Dios (esto es, al Espiritu santo) al hombre
mortalmente herido para que imite a Su propio Hombre. La imitacin
del malherido a
35:28 PM
-
EL SIGNO DE JONS SEGN SAN IRENEO 655
Cristo tiene lugar en el hombre, que en el malherido es pecador
y mortai, y en Cristo inocente y principio de nueva Vida. El
Espiritu santo, corno 'similitud perfecta' de Dios, parece el mas
indicado para asemejar la humana carne a la carne de Cristo.
"Y levantndole a la regia del Padre para que vea a Dios, y
otorgndole la comprensin del Padre".
Gracias a la mediacin del Salvador hecho hombre sube el hombre,
no obstante su simplicidad, a la regia del Padre (formulada en Mt
11,25-27)39, hasta la vista de Dios y captacin del Padre.
Sin olvidar el prodigio de Jons, arrojado a nueva vida, urge
Ireneo la dignacin de Dios que, lejos de comprometer la Dispensacin
primera con el pecado y la muerte, envia a su Hijo, en semejanza de
carne de
pecado, para que pase a ser el modelo del hombre llamado a
deificarse y subir a la norma formulada (en Mt 11,27)".
La clusula "in paternas imponens regulam et videndum Deum et
capere Patrem donans" recuerda a su anloga "ad Deum...
rursus
imponente homines per suam incarnationem", que declara la
elevacin del hombre a las alturas del Hijo en virtud de la
Encarnacin. Y se completa con el dinamismo deifico que produce en
el hombre la accin del Espiritu de Dios venido, en uncin bautismal,
sobre Jess, y que termina en la vista de Dios por captacin y
comunin perfecta con el Espiritu del Padre.
Gramaticalmente difieren las dos frases: 1 - "et in paternam
imponens regulam ad videndum Deum", y 2 - "et capere Patrem
donans".
^Difieren por su contenido? Salvo meliori la solucin est a
merced de las lineas precedentes;
y ms en particular en la asimilacin divina del hombre con el
Espiritu de Dios.
Es el Espiritu de Dios el que levanta con su dinamismo al hombre
al nivel regia del Padre asemejndole a Dios y orientndole hacia la
vista de Dios. Es el dinamismo, a lo largo de la dispensacin.
39 Cf. Iren 1,20,3,39ss: Ostensionem autem superiorum et velut
finem regulae suae adferunthaec: 'Confitebortibi...'
40 Cf. Iren V, 1,1,33ss: Suo igitur sanguine redimente nos
Domino, et dante animam suam pr nostra anima et carnem suam pr
nostris carnibus, et effundente Spiritum Patris in adunitionem et
comunionem Dei et hominum, ad homines deponente Deum per Spiritum,
ad Deum autem rursus imponente hominem per suam incarnationem, et
firme et vere in adventu suo donante nobis incorruptelam per
comunionem quae est ad eum, perierunt omnes haereticorum
doctrinae.
35:28 PM
-
656 ANTONIO ORBE, S.I.
"Et capere Patrem donans" denota el trmino de la dispensacin.
Gracias al Espiritu de Dios, principio de similitud divina para el
hombre, acabar ste captando, corno el Hijo, al Padre.
El sujeto de las dos frases es el Hijo encarnado, el Verbo de
Dios que habit entre los hombres. Mientras el Verbo Hijo de Dios no
se haga Hijo del hombre, no podr acostumbrar al hombre a captar a
Dios, con eficacia de hombre a hombre. Ni podr acostumbrar a Dios a
habitar segun el
beneplcito del Padre en el hombre. En virtud de la Encarnacin,
el Verbo de Dios a) habita en el hombre
y entre los hombres, Hombre con hombres; b) es hecho Hijo del
hombre; se hace personalmente hombre Hijo del hombre.
Por lo primevo acostumbra al hombre a captar segn el beneplcito
del Padre de Dios. Vase Mt 11,25-27; y en particular aquellas
clusulas: "Ita Pater meus, quoniam in conspectu tuo placitum factum
est... Nemo
cognovit Patrem nisi Filius... et cuicumque Filius
revelaverit"41. Slo el Verbo hecho hombre es capaz de dar a conocer
al hombre Su conocimiento de Dios, segun el beneplcito del Padre.
El mediador entre Dios y el hombre no es el puro Verbo, sino el
Verbo hecho hombre, para actuar de Hombre a hombre, de Carne a
carne.
El hombre en el Verbo de Dios no es titulo de ignominia sino
de
magnanimidad, por levantar al gnero humano al conocimiento vista
de Dios, peculiar al Hijo: "Ut adsuesceret hominem percipere
Deum... secundum placitum Patris".
Por lo segando, acostumbra a Dios a habitar entre los hombres,
corno verdadero hombre pasible y mortai, y adoctrinar corno Hombre
ideal al gnero humano, en rgimen de obediencia al Padre. En
contraste con el protoplasto que no supo ser hombre y habitar en
obediencia al Crea dor ('secundum placitum Patris'), hubo de venir
el Segundo Adn el Verbo hombre para habitar entre los hombres, en
obediencia al Padre.
Por lo primero, el Verbo hombre da a conocer a sus hermanos a
Dios. Por lo segundo, les ensena el camino de la obediencia,
habitando entre los
hombres, siempre segun el beneplcito del Padre.
La gloria del hombre
Son breves las pginas consagradas por S. Ireneo al signo de
Jons
(adv.haer. Ili, 20,1-2). Como todo lo del Obispo de Lin, tambin
stas se
prestan al estudio, singularmente por las interferencias con dos
temas: el
1 Cf. Iren 1,20,3,42ss.
35:28 PM
-
EL SIGNO DE JONS SEGN SAN IRENEO 657
signo de Jons y la calda del (primer) hombre; la clarificacin de
Dios por el hombre agradecido. Paciente Dios en el caso del
profeta, lo fu
igualmente en la caida del (primer) hombre. La magnanimidad del
Dios
longividente miraba a la muerte y resurreccin de su Hijo. Hubo
que acudir al anlisis para descubrir los perfiles que apunta el
santo. De inters
singular el tema de la gloria compendiado en la siguiente frase:
"Gloria enim hominis Deus, operationes vero Dei, et omnis
sapientiae eius et virtutis receptaculum homo".