Pág. 8 Del 19 al 25 de noviembre de 2012 / No. 397 ISSN: 2027-9205 Año 09 / Pág. 2 Publicaciones Año de la Fe Paso a Paso Pág. 3 Muchas Gracias ! Cincuenta años del Vaticano II El pasado 11 de octubre hemos recordado que hace cincuenta años se iniciaba el Concilio Vaticano II. Al rededor de esta fecha, muchos análisis y comentarios se han escrito para hacer presente el mensaje, el anecdotario, los logros, las interpretaciones, los desafíos y las consecuencias del mayor evento eclesial del siglo XX: el Concilio Vaticano II. Cada una de estas reflexiones tiene su valor y enfoca sólo aspectos parciales de un acontecimiento que, como toda obra de Dios, trasciende el tiempo. Para la conmemoración de este aniversario, en la noche de ese día, se reunieron en la Plaza de San Pedro, como hace 50 años, miles de fieles con antorchas encendidas. El Papa Benedicto XVI saludó y bendijo desde la ventana de su apartamento a los presentes y pronunció, hablando sin un texto escrito, un breve e intenso discurso que podría guiar todos los estudios e interpretaciones del Vaticano II. Recordando que él había estado en esa Plaza el día del inicio del Concilio afirmó: “Estábamos felices y llenos de entusiasmo. El gran Concilio Ecuménico se había inaugurado; estábamos seguros que debía venir una nueva primavera de la Iglesia, un nuevo Pentecostés, con una nueva y fuerte presen- cia de la gracia liberadora del Evangelio”. En efecto, el mundo católico estaba contento; se despertó un enorme entusiasmo y una gran esperanza. Se pensaba que todo, como mágicamente, se volvería más fácil y más hermoso. Para algunos parecía que el mal hubiera sido desterrado de la tierra. No obstante las discusiones y los deba- tes que entonces comenzaron, sé esperaba que, por fin, se impusiera la fuerza y la frescura del Evangelio. Pero las cosas no fueron tan fáciles. No sin fatiga fueron apareciendo las decisiones y los documentos del Concilio que debían ser cono- cidos y asimilados. Era necesario que aquellas palabras y aquel espíritu se hicieran carne, día tras día, en los fieles, en los sacerdotes, en las familias, en las parroquias. Lentamente el entusiasmo se mermó, pues las ilusiones de algunos se enfrentaron con la realidad y, como en la parábola, la buena semilla cayó, parte en tierra poco profun- da y parte entre piedras y zarzas. El Papa no desconoce esta historia y por eso añadió en su intervención: “También hoy estamos felices, traemos la alegría en nuestro corazón, pero diría una alegría tal vez más sobria, una alegría humilde”. La razón de este cambio la explicó diciendo: “En estos cincuenta años hemos aprendido y experimentado que el pecado original existe y se traduce, siempre de nuevo, en pecados personales, que pueden también convertirse en estructuras de pecado”. De ahí se derivan las dos experiencias que hemos tenido en estos cincuenta años. De una parte: “Hemos visto que en el campo del Señor está siempre también la cizaña. Hemos visto que en las redes de Pedro se encuentran también peces malos. Hemos visto que la fragilidad humana está presente igualmente en la Iglesia, que la barca de la Iglesia navega también con viento contrario, con tempestades que amenazan la nave, y que algunas veces hemos pensado: «El Señor duerme y se ha olvidado de nosotros»”. Pero, de otra parte, hemos experimentado también la presencia del Señor, su bondad y su fuerza. Y el Papa explicó de qué manera: “El fuego del Espíritu Santo, el fuego de Cristo no es un fuego devorador, ni destructivo; es un fuego silencioso, es una pequeña llama de bondad y de verdad, que transforma, da luz y calor. Hemos visto que el Señor no nos olvida. También hoy con su modo humilde, el Señor está presente y da calor a los corazones, da vida, crea carismas de bondad y de caridad que iluminan el mundo y son para nosotros garantía de la bondad de Dios. Sí, Cristo vive, también hoy está con nosotros, y podemos ser felices también hoy, porque su bondad no se apaga; es fuerte también hoy”. Así, si la Iglesia siente vientos contrarios, siente sobre todo el viento del Espíritu Santo que la conduce y la sostiene. A nosotros nos toca cooperar con la fuerza del Espíritu en este momento histórico dando el paso de la fe que nos lleva a emprender con generosidad y audacia la tarea de la nueva evangelización. Esta es la forma legítima de celebrar los cincuenta años del Concilio Vaticano II, pues como ha dicho, también Benedicto XVI, “en la fe resuena el presente eterno de Dios que trasciende el tiempo y que, sin embargo, solamente puede ser acogido por nosotros en el hoy irrepetible”.
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Pág. 8
Del 19 al 25 de noviembre de 2012 / No. 397ISSN: 2027-9205Año 09 /
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PublicacionesAño de la Fe
Paso a Paso
Pág. 3
Muchas Gracias !
Cincuenta años del Vaticano II El pasado 11 de octubre hemos recordado que hace cincuenta años se iniciaba el Concilio Vaticano II. Al rededor de esta fecha, muchos análisis y comentarios se han escrito para hacer presente el mensaje, el anecdotario, los logros, las interpretaciones, los desafíos y las consecuencias del mayor evento eclesial del siglo XX: el Concilio Vaticano II. Cada una de estas reflexiones tiene su valor y enfoca sólo aspectos parciales de un acontecimiento que, como toda obra de Dios, trasciende el tiempo. Para la conmemoración de este aniversario, en la noche de ese día, se reunieron en la Plaza de San Pedro, como hace 50 años, miles de fieles con antorchas encendidas. El Papa Benedicto XVI saludó y bendijo desde la ventana de su apartamento a los presentes y pronunció, hablando sin un texto escrito, un breve e intenso discurso que podría guiar todos los estudios e interpretaciones del Vaticano II. Recordando que él había estado en esa Plaza el día del inicio del Concilio afirmó: “Estábamos felices y llenos de entusiasmo. El gran Concilio Ecuménico se había inaugurado; estábamos seguros que debía venir una nueva primavera de la Iglesia, un nuevo Pentecostés, con una nueva y fuerte presen-cia de la gracia liberadora del Evangelio”. En efecto, el mundo católico estaba contento; se despertó un enorme entusiasmo y una gran esperanza. Se pensaba que todo, como mágicamente, se volvería más fácil y más hermoso. Para algunos parecía que el mal hubiera sido desterrado de la tierra. No obstante las discusiones y los deba-tes que entonces comenzaron, sé esperaba que, por fin, se impusiera la fuerza y la frescura del Evangelio. Pero las cosas no fueron tan fáciles. No sin fatiga fueron apareciendo las decisiones y los documentos del Concilio que debían ser cono-cidos y asimilados. Era necesario que aquellas palabras y aquel espíritu se hicieran carne, día tras día, en los fieles, en los sacerdotes, en las familias, en las parroquias. Lentamente el entusiasmo se mermó, pues las ilusiones de algunos se enfrentaron con la realidad y, como en la parábola, la buena semilla cayó, parte en tierra poco profun-da y parte entre piedras y zarzas. El Papa no desconoce esta historia y por eso añadió en su intervención: “También hoy estamos felices, traemos la alegría en nuestro corazón, pero
diría una alegría tal vez más sobria, una alegría humilde”. La razón de este cambio la explicó diciendo: “En estos cincuenta años hemos aprendido y experimentado que el pecado original existe y se traduce, siempre de nuevo, en pecados personales, que pueden también convertirse en estructuras de pecado”. De ahí se derivan las dos experiencias que hemos tenido en estos cincuenta años. De una parte: “Hemos visto que en el campo del Señor está siempre también la cizaña. Hemos visto que en las redes de Pedro se encuentran también peces malos. Hemos visto que la fragilidad humana está presente igualmente en la Iglesia, que la barca de la Iglesia navega también con viento contrario, con tempestades que amenazan la nave, y que algunas veces hemos pensado: «El Señor duerme y se ha olvidado de nosotros»”. Pero, de otra parte, hemos experimentado también la presencia del Señor, su bondad y su fuerza. Y el Papa explicó de qué manera: “El fuego del Espíritu Santo, el fuego de Cristo no es un fuego devorador, ni destructivo; es un fuego silencioso, es una pequeña llama de bondad y de verdad, que transforma, da luz y calor. Hemos visto que el Señor no nos olvida. También hoy con su modo humilde, el Señor está presente y da calor a los corazones, da vida, crea carismas de bondad y de caridad que iluminan el mundo y son para nosotros garantía de la bondad de Dios. Sí, Cristo vive, también hoy está con nosotros, y podemos ser felices también hoy, porque su bondad no se apaga; es fuerte también hoy”. Así, si la Iglesia siente vientos contrarios, siente sobre todo el viento del Espíritu Santo que la conduce y la sostiene. A nosotros nos toca cooperar con la fuerza del Espíritu en este momento histórico dando el paso de la fe que nos lleva a emprender con generosidad y audacia la tarea de la nueva evangelización. Esta es la forma legítima de celebrar los cincuenta años del Concilio Vaticano II, pues como ha dicho, también Benedicto XVI, “en la fe resuena el presente eterno de Dios que trasciende el tiempo y que, sin embargo, solamente puede ser acogido por nosotros en el hoy irrepetible”.
DirecciónPbro Juan Pablo Cardona QuinteroDirector Departamento de la Pastoral de las Comunicaciones
Tengamos presente, en nuestras oraciones, los sacerdo-tes que estarán en Retiro Espiritual desde el 26 al 30 de noviembre.El retiro será acompañado por Mons. Hugo Torres Marín, con el tema Fe y Conversión.A los padres asistentes al retiro se les recuerda, además de todo lo que llevan para la liturgia, incluir el Catecismo de la Iglesia y los documentos del Concilio Vaticano II.El Retiro inicia el lunes a las 4:00 p.m.
Lamentamos el fallecimiento de la señora Leticia Hernán-dez, madre del sacerdote Sergio Duque Hernández, quien trabaja en la Universidad Pontificia Bolivariana. Las exequias se celebraron en la parroquia de El Verbo Divino el día 15 de noviembre. Paz en su tumba.
Pbro. Hernán Palacio Ángel se encuentra en su casa.Pbro. Eduardo Ocampo Rico se encuentra en el Hogar Sacerdotal Pedro Pablo IsazaPbro. Juan David Muriel Mejía que se encuentra en la Parroquia El Sagrario.Pbro. Juan Guillermo Zapata que se encuentra en la Clínica El Rosario.Pbro. Jhon Fredy Rodríguez que se encuentra en la Cuasiparroquia La Ermita de la Candelaria.Pbro. José Leonel Giraldo Marín que se encuentra en la Parroquia Santa Mónica
Año de la fepaso a paso
La fe es decidirse a estar con el Señor para vivir con Él. Y este «estar con él» nos lleva a comprender las razones por las que se cree.
Ordenación presbiteral de 11 diáconos de nuestra Arquidiócesis, en la Cate-dral Metropolitana de Medellín a las 10:00 a.m.
Benedicto XVI, Porta Fidei, 11
Retiro
Lista de primeras Misas
Espiritual
Fallecimiento
Neopresbiteros:
Quebrantosde Salud
P. JESÚS BRONSON ARBOLEDAPquia. Santa Juana de Arco-la Mota. Hora: 4:00 pm.
P. DIEGO DÍAZPquia. Santa Gertrudis - Envigado. Hora:12:00 m.
P. NELSON GILPquia. El Sagrado Corazón - Envigado. Hora: 3:00 pm.
P. DIEGO GUTIÉRREZPquia. Beata Madre Laura / Santa Catalina de Siena - Belencito. Hora: 5:00 pm.
P. JUAN RICARDO GONZÁLEZPquia. La Sagrada Familia - Villa Hermosa. Hora: 3:00 pm.
P. YERSON GARCÍA Pquia. El Sagrario - Barrio Sevilla. Hora: 6:00 pm.
P. DIEGO GONZÁLEZ Pquia. Jesús Eucaristía - San Antonio de Prado.Hora:12:00 m.
P. ANDRES FELIPE GUZMANPquia. Ntra. Sra. de los Dolores - Sabaneta. Hora: 3:00 pm.
P. HERIBERTO HERRERAPquia. San Luis Gonzaga – Pablo VI. Hora: 3:00 pm.
P. ALEXANDER MONTOYAPquia. San Leopoldo Mandic - Cabañitas. Hora: 12:00 m
P. LUIS CARLOS RUEDAPquia. La Santa Cruz de Alcalá - Envigado. Hora: 3:00 pm
continentalMisión
familiarPastoral
catequéticaPastoral
generalVicaría
Con los catequistas que inician la Escuela Parroquial de Catequistas ESPAC.
Agradecimiento a todas las parroquias, instituciones y colegios que participaron en la Jornada de Reflexión y oración “Vivamos nuestra fe” el sábado 10 de noviembre en Plaza Mayor. Dios los bendiga por su disponibilidad.
El pasado 8 de noviembre de 2012 el Padre JOHN MARIO RUÍZ BOLÍVAR, OFM., como Párroco en la Parro-quia de SAN BENITO en Medellín.
Lugar: Parroquia San Vicente Ferrer. Calle 53 D No. 123 -39 (San Javier La Loma)
Fecha: 24 de noviembreHora: De 8:00 a.m. a 5:00 p.m.
3
*Datos suministrados por los arciprestes
Reuniones para esta semana*
Nuevo SacerdotePosesionado
Muchasgracias
Cursillosprematrimoniales
Nuestra Señora del Sagrado Corazón Pquia. Santa Mónica Noviembre 20 9:30 a.m.
(Sacerdote) Cristo es el Rey del universo y el Señor de la Iglesia. Dirijamos a Él nuestra oración confiada, para que todo el mundo se renueve en la justicia y en el amor.
Monición de entrada
25 NoviembreDomingo XXXIV del Tiempo Ordinario
La celebración de Jesucris-to, Rey del Universo, cierra el año litúrgico con el acento escatológico y apocalíptico propio de los últimos domingos. Cristo es el Alfa y la Omega, es decir: el principio, el centro y el fin de la historia humana que Dios convierte en historia de salvación. Cristo se manifestó ante Pilato; es Él quien nos revela al Padre. Vivamos en esta Eucaristía el gran gozo de tener a Cristo como testigo de la Verdad que nos guía hacia el Padre.
Monición al Evangelio La lectura evangélica de hoy, según San Juan, Cristo afirma claramente su realeza. A la vez dice que ha venido a revelar o dar testimonio de la Verdad. Su reino no es como los reinos de la tierra, sino que es un reino nacido de la humillación, del sufrimiento y de la muerte, del servicio a la Verdad. Vamos a escuchar este diálogo sobre nuestro Rey.
Jn 18, 33.37
Monición a la 2da. LecturaEn la segunda lectura tomada del libro del Apocalipsis vemos a Cristo como el Testigo fiel de Dios, el resucitado y el Rey Todopo-deroso. Sigue una alabanza de la obra redentora de Cristo y una proclamación de su venida en gloria. Les invito a que nos dejemos penetrar por la grandeza y majestad de Jesucristo.
Ap 1, 5-8
Monición a la 1ra. lecturaLa primera lectura nos describe una visión de Daniel. Entre las nubes aparece un hombre a quien se le da poder, honor y reino. Nuestro autor identifica a este Mesías con el líder del pueblo de los santos. Luego el Nuevo Testamento identifica a este Hijo de Hombre con Jesús.
Dt 7, 13-14
Por la santa Iglesia: para que unida en Cristo, Rey de paz, exprese a la luz del Evangelio la justicia nueva que él ha promulgado desde la cruz. Roguemos al Señor.
Por los pastores del pueblo de Dios, en especial por los neopresbíteros de nuestra Arquidiócesis, para que imiten a Jesús, que no vino para ser servido, sino para servir. Roguemos al Señor.
Por nuestro país Colombia, para que todos reconozca-mos, en todo ser humano, la presencia del Hijo de Dios, que un día vendrá a juzgar al mundo. Roguemos al Señor.
Por nuestra parroquia: para que vivamos convencidos de que servir es reinar. Roguemos al Señor.
Por todos nosotros: para que Jesús reine en nuestros corazones y en nuestras vidas, santificando nuestras acciones y palabras. Roguemos al Señor.
S.S. Benedicto XVI, Audiencia General 14/11/2012
“El cristianismo, antes que ser una moral o una ética, es la manifestación del amor que acoge a todos en la persona de Jesús.”
(Sacerdote) Padre, que en el cruz de tu Hijohas roto el yugo del pecado y de la muerte,extiende sobre todos su señorío de gracia y de paz;danos la seguridad de que toda fatiga humanaes un germen que se abre a la realidad grandiosa de su Reino.Por el mismo Jesucristo nuestro Señor.R/ Amén.
Lo puedes adquirir en la o�cina de Misión Continental (314) Curia Arquidiocesana. Tel.: 251 77 00 Ext.: 414
Lo puedes adquirir en la o�cina de Comunicaciones (339) Curia Arquidiocesana. Tel.: 251 77 00 Ext.: 439
CONTIENE 5 FOLLETOS + NOVENA NAVIDAD
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DONACIÓN$ 2.500
cartillaNAVIDAD
cartillaadviento
cartillaNAVIDAD
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contienteLas oraciones tradicionales y los gozos. El credo de Nicea - ConstantinoplaLas re�exiones son escritas con énfasis en el año de la fe, El catecismo de la Iglesia Católica y Porta Fidei.
2012 - 2013
El párroco de la parroquia La Divina Misericordia
y el equipo pastoral les desea a todos una Feliz Navidad y un Próspero Año Nuevo
Credo de Nicea - Constantinopla
Pbro. Juan Pablo Cardona QuinteroPárroco
DONACIÓN$ 1.000
DONACIÓN$ 5.000
Arquidiócesis de Medellín Año de la Fe 2012-2013
Directorio
Lo puedes adquirir en la o�cina de Comunicaciones (339) Curia Arquidiocesana. Tel.: 251 77 00 Ext.: 439
DONACIÓN$ 10.000
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