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EL ROSACRUZ Revista Oficial en español de la Orden Rosacruz,
AMORC
Publicada e impresa trimestralmen- te por la Gran Logia de la
Antigua y Mística Orden Rosae Crucis AMORC, Jurisdicción de Habla
Hispana para las Américas, A. C., Camino a Los Naranjos No. 102,
San Pedro de los Hernández Guanajuato, C.P. 37280, León, Gto.,
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publicados no serán devueltos.
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Por Raymond Andrea, F.R.C.
Por Maghaly Hurtado, S.R.C.
Por Ximena Ramírez C., S.R.C.
ÍNDICE
3/
13/
16/
22/
28/
30/
8/
4/
LA ESPIRITUALIDAD Y EL SIMBOLISMO DE LOS ÁRBOLES Por Erick Reyes
Andrade, F.R.C.33/
Por Roland Brisson, F.R.C.
CARTA DEL RECTOR DE LA URCI12/ Por Alfredo J. Villalba,
F.R.C.
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La Orden Rosacruz AMORC, desde sus inicios, ha tenido la intención
de llevar un mensaje a miles y miles de lectores a través de la
publicación de su revista El Rosacruz. Su finalidad es dar a
conocer la Filosofía Rosacruz mediante exposiciones y trabajos de
investigación relacionados con el misticismo, las ciencias y las
artes.
Así, el primer Imperator de la A.M.O.R.C. de este ciclo, Harvey
Spencer Lewis (1883-1939), publicó la primera revista rosacruz
titulada The American Rosae Crucis, más adelante se emitió de 1925
a 1929 la revista con el nombre The Mystic Triangle, el cual cambia
en 1929 por el de Rosicrucian Digest, nombre que se conserva hasta
la fecha.
En 1947, se editó en San José, California, E.U.A., la revista El
Rosacruz en español por José Calcaño Calcaño. Con el paso del
tiempo, en enero de 1991, la Gran Logia AMORC de Habla Hispana para
las Américas trasladó su sede a la Ciudad de México, donde se
imprimió la edición de enero-marzo de 1992, teniendo ya como editor
al Fráter Rubén Colomo Badillo.
Si bien la filosofía Rosacruz es depositaria de una Tradición de
sabiduría milenaria, no obstante al correr de los siglos se ha ido
conformando a las necesidades y perspectivas humanas en constante
transformación. Por este motivo, miramos hacia el futuro en este
paso que da la revista “El Rosacruz” con el presente número,
editado en la ciudad de León, Guanajuato, México, con un nuevo
diseño, pero conservando los ideales de Harvey Spencer Lewis,
incluyendo las inquietudes y aspiraciones de una sociedad
hispanoamericana moderna.
Felicito a los editores y al diseñador de esta revista por esa gran
labor la cual tengo la plena seguridad que será de su agrado.
Sincera y fraternalmente,
apotEosIs DEl aMor
Por Raymund Andrea, F. R. C. De “The Rosicrucian Digest” Diciembre
de 1929 Traducción: Pablo C. Delgado G., F.R.C. (México)
NUESTRAS IDEAS de valores es- pirituales sufren muchas trans-
formaciones durante la búsqueda de la luz del alma. En los mo-
mentos de visión clara, cuando estamos en paz, el conocimien- to y
la experiencia se presentan como un todo armonioso donde se ven
claramente las fases de la evolución del alma. En estos raros
intervalos somos capaces de observarnos desapasionada- mente desde
las alturas de la contemplación espiritual. Desea- mos
fervientemente la verdad, y en buena hora amanece con la claridad
de la luz sobre la visión mental. Verdad en estas calma- das
retrospecciones de la mente, la verdad sobre nosotros mismos y la
vida; el crecimiento y signi- ficado de los años se enfocan en la
hora presente en que podemos hacer una evaluación correcta y una
determinación sabia para el futuro. Y una de las primeras cosas que
nos damos cuenta es que el Espíritu interno es la única verdadera
guía, y que bajo su in- fluencia la vida es un proceso de
revelación y reconstrucción. La
verdad viene, y todo el pasado es transfigurado mediante su arribo.
Nosotros, también, estamos cam- biando. El significado y la
relación de eso que antes permanecía se- parado y sin significado
es discer- nido y entendido, porque el pen- samiento y la emoción
ascienden a niveles superiores, adquiriendo nueva dignidad y poder.
En una palabra, podemos ver la maravi- llosa mezcla de lo humano
con lo divino.
Es en virtud de estas revelaciones de la verdad del alma
desarrollada que el amor alcanza su apoteosis. El amor es un
misterio divino; su apoteosis parece ser el objeto de toda nuestra
encarnación. Poco de esto es sospechado en las pri- meras etapas
del crecimiento del alma; sólo lo realizamos a través de las
múltiples transformaciones del amor mientras el alma alcan- za la
madurez. Qué maravilla, por ejemplo, es que esta dulce, si-
lenciosa, comprensiva comunión entre dos almas sea gradualmen- te
transformada por el poder del Espíritu interno dentro de una
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profunda y enaltecida humanidad que bendice dondequiera que to-
que. Es sólo en esta etapa que la gloria y el propósito del amor
co- mienzan a revelarse ellos mismos y las visiones del alma, algo
de la deífica naturaleza de los Maes- tros que toman el pensamiento
y lo guían. Sólo entonces es que el alma ve la posibilidad de la
renuncia a su vida personal y la mezcla de sí misma con la vida
Cósmica y el amor divino.
La negación del amor es la cru- cifixión del amor; y crucificar el
amor es derogar la ley de la vida, que decreta el crecimiento del
amor. No se puede desechar la ley del amor y vivir. El amor es el
fuego divino en el corazón del hombre y debe ser reconoci- do y
nutrido. Es cierto que sólo un amor espiritual puede alcanzar la
apoteosis, pero ese despertar ocurre solamente después de una larga
prueba. Para ser perfecto, el amor debe autorealizarse en cada fase
de su manifestación; no por negación, sino que la apoteosis viene
por la completa realización.
Las experiencias de las relaciones de amor en su aspecto personal
son nombradas ministros y cons- tituyen una prueba necesaria.
Estas experiencias humanizan, enriquecen y santifican al aman- te
mientras pasa a un mayor re- conocimiento y relación. Sin el
derramamiento del tesoro inmor- tal del corazón, por más trivial e
insatisfactorio que pueda ser, ni cualquier dolor que pueda ser
concomitante a ello, es estéril; todos son fundamentales al efec-
tuar esa separación consciente del alma, de las limitaciones del
amor y el establecimiento defi- nitivo de su completa expresión
Cósmica.
El amanecer del amor espiritual marca una revolución en la vida del
hombre. Mirando hacia atrás en el sendero que ha pisado, lle- no de
acontecimientos, él exami- na el cambio obrado en su cons- titución
con tranquilidad y quieta alegría, más aun, con humilla- ción. Él
ha perdido mucho, pero la ganancia es infinita.
Su corazón de niño no conoce el miedo. Él ha pasado, aunque sólo
sea por un intervalo, dentro de los recintos sagrados de la paz
inefa- ble, y experimentado el verdade- ro descanso del alma.
Inofensivo y carente de toda ofensa, recibe el poder de leer los
corazones de otros y ministrar a ellos. Para él, ésta es la única
vida verdadera y no desea otra. Su única oración es que el hombre
viejo sea com- pletamente trascendido y olvi- dado, con todo su
orgullo cons- ciente, sus ambiciones febriles e inquietos
antagonismos, y que la voluntad del amor se realice en y por medio
de él. ¿Qué hay en el mundo que pueda compa- rarse con esta
santificante resu- rrección? Con qué frecuencia se confunde, mal
interpreta y toma por debilidad, cuando sólo es for- taleza.
Verdaderamente se ha dicho que el poder del discípulo aparece como
nada a los ojos de los hombres.
Cuando la apoteosis es alcanza- da, la compasión del Maestro deja
de ser más que un nombre en la lengua del aspirante; él sabe que es
como una fuerza viva accio- nando su propia personalidad. Él se
libera automáticamente de muchas leyes que hasta ahora
circunscribían su vida, pero lle-
gando a reconocer una, la ley del sacrificio. ÉL SE DA A SÍ MISMO.
Esta afirmación parece bastante simple, pero significa nada menos
que el nacimiento de Cristo en un hombre. ¿Cuán pocas veces nos
encontramos, incluso entre los estudiantes de ocultismo, con la
divina, activa cualidad de la ver- dadera humildad? Sin embargo,
ningún hombre puede convertirse en un verdadero salvador de los
hombres sin ella, y un verdadero aspirante debe concebirla como la
meta más alta de su aspiración. Piense en lo que significa para la
gran cantidad de almas que abar- ca la Tierra, rápidamente atadas
por los lazos de las múltiples li- mitaciones del amor, con todas
sus consiguientes fluctuaciones de pasiones tumultuosas, sus
desconcertantes complicaciones psíquicas y el hambre eterna de sus
corazones sangrantes conti- nuamente rotos; piense en lo que
significa cuando el aspirante, con la luz de la apoteosis en su
frente y su profunda paz en su corazón, mirando a través del mar de
la vida humana y, recogiendo el do- lor y el caos en su propio
regazo ardiente, ¡dedica su alma al ser- vicio del hombre! Ese amor
tie- ne un poder celestial. Es la única clave para el alma humana.
Está investido de un magnetismo divi-
no que nada en la vida personal puede resistir.
Por otra parte, es el sueño le- jano de toda alma. El amor que
habiendo sido probado en todos los crisoles de la vida y llegado a
ser radiante, es un tesoro de valor incalculable que todas las
almas sienten instintivamente. Y nada más que una humildad
verdadera le dará esta visión de las necesi- dades del mundo, o le
permitirá una recta dedicación a ello, o le proporcionará una
panacea para ello.
A medida que el aspirante se de- sarrolla en el conocimiento espi-
ritual, ajustes más precisos a la verdad y hacia sus semejantes se
hacen cada vez más necesarios, y las responsabilidades de largo
alcance recaen sobre él. Su úni- ca pasión es DARSE A SÍ MISMO,
aunque ello signifique ganancia o pérdida. La apoteosis alcanzada,
su único e inestimable privile- gio, es el de derramar su gloria
continuamente a su alrededor. Se vuelve maravillosamente potente y
cumple su propósito sin obstá- culos de innumerables maneras en la
vida común de los hombres. No hay ningún anuncio ostento- so de su
influencia benigna. Pasa en silencio en el corazón huma-
no como fuerza, calma y elevada aspiración. Es una atmosfera de
oración; y donde descansa una dulce resignación que posee el alma y
el peso de la vida es mis- teriosamente iluminado.
En los Maestros de la vida el gran proceso alquímico de la transmu-
tación es visto en su perfección. Cuán familiar suena en nuestros
oídos la alabanza eterna de la compasión de Buda y de Cristo.
Tenemos la tendencia a pensar que los ejemplos de bienaven- turanza
divina son por alguna razón incompatibles con nues- tro tiempo.
Esto es un error. No todas las almas gloriosas están ante el mundo
como maestros de los hombres. Están con nosotros aquéllos que
efectúan este tipo de obras santas en la plenitud de la apoteosis
que asombraría la credibilidad de los no iniciados. Pocos eran los
capaces de reco- nocer a los Maestros en los tiem- pos antiguos. Es
precisamente lo mismo hoy. Una y otra vez el Maestro pasa, pero
ninguna señal de reconocimiento se manifiesta, a menos que su
discípulo devoto lo haya buscado INCONDICIO- NALMENTE a través de
los años en el silencio del corazón.
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¿Qué o QuIéN soy? Por José David Belmontes Beltrán. F. R. C.
(México)
Nuestra identidad se va forman- do poco a poco a medida que
crecemos en edad y acumulamos conocimiento a través de las ex-
periencias vivenciales con rela- ción al resto de la humanidad y el
universo que nos rodea.
El hombre se identifica y se com- porta de acuerdo a un modelo de
sí mismo que lleva en su in- terior, y que ha constituido con-
forme acumula conocimientos, consciente o inconscientemente, sobre
sí mismo. Pero este mo- delo también incluye al hombre potencial
que se ha originado del modelo de lo que él es. La vida, entonces,
es un descu- brir constante y gradual por parte de nuestra mente
consciente e inconscien- te de lo que somos po- tencialmente.
Prólogo:
“Aquéllos que bailaban eran vistos como locos por aquéllos que no
podían escuchar la música.” (El Poder de la Kabbalah, Yehuda
Berg).
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Por lo tanto, somos conocimien- to celular, orgánico, cerebral, in-
telectual, emotivo, sentimental, y a la vez como un todo, o ser
humano; conocimiento que se comunica o fluye entre las partes y en
el todo simultáneamente, entendiéndose el todo, no sólo el ser
humano, sino la humanidad entera y más aún hacia lo cósmi- co
ilimitado. La individualidad es aparente, y la afectación o modi-
ficación de una variable, afecta el resto de la ecuación y su
resulta- do, de tal modo que nadie puede prever que algún tornado
al otro lado del mundo, tuvo como inicio el aleteo de una
mariposa.
En la presente encarnación, nues- tra mente nos identifica y define
como una persona que responde a un nombre propio como: “Juan del
Llano” con cierta nacionali- dad, estatus social, político, eco-
nómico, y religioso, y es, además, miembro de determinada familia,
con cierto nivel académico, pro- fesional, gustos y tendencias en-
tre otras cosas más; de tal modo que si “Juan del Llano” llegara a
perder todo recuerdo o conoci- miento de lo que él es, en ese
momento y a pesar de continuar viviendo biológicamente, “Juan del
Llano” estaría muerto; pero “Juan del Llano” no es el ser real,
sino una personalidad virtual y temporal que tiene existencia
mientras la presencia energética del alma anime el cuerpo
físico.
Algunas religiones sostienen que existe una sola vida terrestre
para cada individuo, mismo que posee un alma inmortal que con-
tinúa viviendo aun después de la muerte biológica de todo ser hu-
mano.
Varias son las órdenes y fraterni- dades místicas que sostienen, al
igual que las religiones, que el alma es inmortal, con el agrega-
do o diferencia, que afirman que una sola vida no es suficiente
para alcanzar el propósito evolu- tivo de la consciencia, de ahí
que aceptan ciclos de reencarnación del alma humana, y que es a
tra- vés de este proceso que el “alma- personalidad” se va dando
cuenta de su divinidad, y que el conoci- miento de la encarnación
anterior permanece en el inconsciente, el cual viene a ser la
consciencia del alma.
Somos conocimiento que no está limitado por la intelectualidad ni
por las palabras del idioma o lenguaje, sino que fue sintetizado
como capacidades y actitudes en el inconsciente, volviéndose pro-
reactivo de la mente consciente y manifestándose como acciones y
reacciones del ser humano.
Nuestra mente, racional y lógi- ca, determina en última instancia
nuestras acciones, sin embargo, y esto es un tanto paradójico, no
siempre es así, y en todos los ca-
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sos está fuertemente influenciada por el conocimiento anterior que
yace en nuestro inconsciente.
La evolución es un aparente aprender eterno, un hacer, des- hacer y
modificar de todo lo que interiormente hemos construido a través
del conocimiento adquiri- do, y esto es una lucha interior
constante entre el pasado, pre- sente y posible porvenir.
Podemos pensar que, por nuestra propia voluntad y albedrio, ge-
neramos libre y conscientemente nuestras ideas, pero en realidad
sólo motivamos su aparición, las cuales “parecen” emerger del in-
consciente como respuestas o soluciones a lo que le plantea la
mente consciente.
Con cada nacimiento, nuestra mente “ordinaria” y conscien- te,
aparentemente olvida todo lo que fuimos en vidas anterio- res, sin
embargo, poseemos ese conocimiento “sintetizado” en nosotros mismos
como capaci- dades, actitudes y potencialida- des que cobran
manifestación a través de la presente vida; quizás ésta sea una
respuesta o expli- cación de niños prodigios que a temprana edad
sobresalen en ge- nialidad precoz en ciencia, arte, misticismo,
deporte y otras disci- plinas, sin otra explicación viable que una
“probable” recapitulación de un conocimiento o capacidad
desarrollada en vidas anteriores. La vida, más que descubrir el
mundo que nos rodea, nos da
la oportunidad de descubrirnos a nosotros mismos; conocer nues-
tras características y potencialida- des, nuestras posibles
reacciones y acciones antes de que acontez- can, y modificar, si no
el impul- so, la acción, si ésta llegara a ser negativa o
destructiva; la evolu- ción inicia con el descubrimiento de quién
somos, y continúa con la modificación de aquello que nos dificulta
nuestro avance evolutivo en nuestra búsqueda de la perfec- ción del
ser.
Toda dificultad que se nos pre- senta en la vida actual es el ca-
talizador que “dispara” nuevas ca- pacidades y facultades que yacen
ignoradas en nuestro interior, o que están por desarrollarse; los
trabajos y personas que nos rodean en la presente vida son necesa-
rios para alcanzar n u e s t r a realización por medio del aprendi-
zaje evolutivo. El ser interior posee todo el co- nocimiento no
exactamente en palabras, sino “sintetizando la in- tención o
propósito del mismo”; tal vez las características de “Juan del
Llano” pudieran ser recorda- das en la presente encarnación, pero
para el “ser” no es impor- tante recordar exactamente esta
personalidad, sino las experien- cias y capacidades que adquirió a
través de ella; el alma no es ni
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se llama “Juan del Llano”, ésta es una personalidad (Máscara)
virtual y temporal que existe mientras la presencia energé- tica
del alma esté presente en ese cuerpo físico, y es través de “Juan
del Llano” que el alma adquiere ciertos conocimientos con
propósitos evolutivos con la consiguiente ampliación de
consciencia.
Concluyo sin terminar:
El consciente e inconsciente del hombre se encaminan cada vez más
hacia su propio encuentro y realización, en un solo ser cons-
ciente; como de igual modo, el hombre en su andar evolutivo se
encamina cada vez más a ser consciente de la consciencia cósmica,
el Adán Kadmón en su reintegración al Padre o Dios… y sin embargo,
y paradójicamen- te, siempre existirá un Dios de- lante de él,
porque su evolución
le abrirá gradualmente los ojos de su consciencia, hacia nuevos y
lejanos horizontes por conquistar, y entonces comprenderá que el
Dios que perseguía y ha alcanza- do, sólo era una proyección, un
tanto arquetípica, que moraba en su interior, de un Dios que se en-
cuentra aún más allá de los lími- tes del nuevo horizonte.
“El secreto se protege a sí mis- mo y se basa en la práctica y el
espíritu.” Pax Vobiscum.
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Queridos fratres y sorores:
Deseo que hayan disfrutado con paz y armonía las fiestas de Navidad
y que este año, que inicia, cumplan todos sus propósitos y tengan
maravillosas y enriquecedoras experiencias en compañía de sus seres
queridos.
Durante la XVI Convención Rosacruz Internacional A.M.O.R.C.–GLH.,
280 fratres y sorores de 17 diferentes países, se congregaron en la
her- mosa ciudad de Santiago de Chile. Contamos con la presencia
del M.V. Imperator Fr. Christian Bernard y nuestro M.V. Gran
Maestro Fr. Roland Brisson, quienes impartieron inspiradores
mensajes. El tema de la convención “La naturaleza y la evolución
espiritual” fue abordado brillantemente, por los conferenciantes de
A.M.O.R.C. e in- vestigadores de la U.R.C.I.
El Comité Organizador de la Convención, encabezado por el Gran Con-
sejero para Chile, Fr. Héctor Pino, así como el personal de la
G.L.H., hicieron un excelente trabajo, para que pudiéramos
disfrutar de una maravillosa convención. A todos los colaboradores
de esta Convención, ¡Muchas, Muchas Gracias¡
Los 49 ensayos que se presentaron al concurso “Ensayos Rosacruces”
demuestran el gran interés que los miembros tienen en las
enseñanzas de nuestra Amada Orden. Los ensayos ganadores fueron “El
ser cons- ciente” de la sóror Rosa María Palomino y “Emoción y
Psique” del fráter Brian Steven Nava R. Sin embargo, considero que
todos son ganadores, ya que, para elaborar y desarrollar una idea,
tuvieron que reflexionar y aclarar sus ideas respecto al tema que
escogieron, lo cual conlleva una mayor comprensión del mismo.
¡Felicidades a todos los participantes!
Con los mejores deseos de Paz Profunda, Sincera y
Fraternalmente,
Alfredo J. Villalba Moreno, F.R.C. Rector de la U.R.C.I.
Carta DEl rECtor DE la urCI
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aDN, CrEENCIas y postulaDos CuÁNtICos
Artículo preparado por Prof. Pedro Raúl Morales, F. R. C.
(Venezuela) Conferencista Internacional de la GLH
LA BÚSQUEDA DE LA MENTE
El ADN es el ácido desoxirribonu- cleico, un componente químico
dentro del núcleo de las células, portador de las instrucciones ge-
néticas para la elaboración de los organismos vivientes. El dogma
central de la biología es: ADN -->ARN mensajero-->proteína.
En el libro del Dr., BRUCE H. LIP- TON, Biología de la Creencia, se
rompe este paradigma. El ADN no se activa solo. Influye el AM-
BIENTE de la persona, que inclu- ye: Nutrición, Actividad Física,
Hidratación, Descanso, Pensa- mientos, Emociones, Creencias,
Sentimientos, Intenciones, Rela- jación, Meditación, Personalidad,
Espiritualidad. Ahora es: Mem- brana celular --> Epigenoma
--> ADN --> ARN mensajero --> Proteína. Es decir, TODO lo
que envía señales a la membrana ce- lular activa factores
epigenéticos y estas señales a su vez modulan o regulan la
expresión del ADN
para formar proteínas, hormonas, neurotransmisores, enzimas y to-
das las células del cuerpo. Según el Dr. Bruce H. Lipton, el para-
digma del determinismo genéti- co, inexorable e irreversible, ya
pasó a la historia. Según esto, yo soy responsable de mi destino y
no mis genes, ya que los facto- res epigenéticos son reversibles y
por tanto su acción sobre el ADN también lo es.
La Psicología explica que los di- ferentes estados emocionales se
derivan de dos emociones bási- cas. EL AMOR Y EL MIEDO.
Si una emoción dejó una impre- sión fuerte o una huella en el
archivo de la memoria, tiende a emerger y asociarse con nuevos
estímulos que se asemejan a los que provocaron la primera emo-
ción. Es muy importante expresar las emociones. Pero debe
hacer-
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se en forma positiva y construc- tiva. El camino del amor ayuda al
equilibrio del sistema nervioso autónomo: Simpático. Parasim-
pático.
EXPERIMENTO: Se tomó el ADN de placenta humana (la forma más
prístina de ADN) y fue co- locado en un recipiente don- de se
podían medir los cambios del mismo. Se distribuyeron 28 muestras,
en tubos de ensayo, al mismo número de investigadores previamente
entrenados. Cada investigador había sido entrena- do para generar y
SENTIR senti- mientos, y cada uno de ellos po- día tener fuertes
emociones. Lo que se descubrió fue que el ADN CAMBIÓ DE FORMA de
acuerdo a los sentimientos de los inves- tigadores: Cuando los
investiga- dores sintieron gratitud, amor y aprecio, el ADN
respondió RELA- JÁNDOSE y sus filamentos esti- rándose, activando
más de sus códigos. Cuando los investiga- dores SINTIERON rabia,
miedo o estrés, el ADN respondió APRE- TÁNDOSE. Se hizo más corto y
APAGÓ muchos de sus códigos. Los códigos del ADN se conecta- ron de
nuevo cuando los investi- gadores tuvieron sentimientos de amor,
alegría, gratitud y aprecio.
POSTULADOS CUÁNTICOS
Max Planck, el padre de la Física Cuántica, dijo en Florencia, Ita-
lia, en el año 1944: “La materia
como tal NO EXISTE”. “Toda la materia existe por virtud de una
fuerza que hace vibrar las partí- culas del átomo y mantiene uni-
do a este sistema solar en mi- niatura”. “Debemos suponer que
detrás de esa fuerza existe una Mente Consciente e Inteligente. Esa
Mente es la matriz de toda la materia”. La Física Cuántica le llama
MATRIZ, LATTICE, CAMPO CUÁNTICO, etc. y la considera como una
fuerza anterior a otras fuerzas, como recipiente del Uni- verso así
como la esencia de todo lo que sucede en el mundo físico.
¿Qué es la materia esencial del universo, incluido nuestro cuer-
po? En el “vacío” que existe den- tro de cada átomo hay un flujo de
inteligencia, o de información inteligente. En los seres vivos esa
inteligencia está dentro del ADN, quien la cede a su segundo ge-
melo activo, el ARN, que a su vez la lleva en el citoplasma a miles
de enzimas para que éstas la usen según sus características
específi- cas para llevar a cabo la síntesis de las
proteínas.
PARADIGMAS Y CREENCIAS QUE DEBEMOS CAMBIAR
¿Ver para creer? O ¡CREER PARA VER!
Según la Física Cuántica, no so- mos seres humanos con expe-
riencias espirituales ocasionales, sino seres espirituales con
expe-
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riencias humanas ocasionales. El pensamiento no ocurre sólo en el
cerebro. Ocurre en todo el cuerpo, en cada célula. LA MENTE ESTÁ EN
TODO EL CUERPO. La MENTE no está solamente en el Cuerpo. Está en
todo el UNIVERSO.
Los fenómenos que ocurren en el Universo y en nuestro cuerpo son
simultáneos, aunque parez- can tener una secuencia. El Uni- verso
funciona como un Hologra- ma. El TODO está en la Parte y la Parte
está en el TODO. Si la PAR- TE es igual al TODO y el TODO está en
cada PARTE, cualquier punto en el “espacio” es el cen- tro del
Universo y la PARTE tie- ne acceso al TODO. Entonces no
necesitaremos de intermediarios para conectarnos con DIOS. En el
instante en que creamos nues- tros deseos e intenciones, éstos ya
se encuentran en su lugar de destino.
El Universo es una Gran Mente no localizada que aparece aquí y
allá. No somos máquinas que aprendimos a pensar; somos pen-
samientos de una MENTE UNI- VERSAL que aprendimos a crear una
máquina física.
La consciencia no puede ser des- truida. Sobrevive a la muerte fí-
sica. Es la fuente de toda CREA- CIÓN. TODO EL UNIVERSO ES ESTE
ÚNICO CAMPO DE CONS- CIENCIA QUE INTERACCIONA CONSIGO MISMO.
El nuevo Paradigma nos dice que el mundo no es material; que está
compuesto de campos energéticos que provienen de un campo
inmanifiesto, subyacen- te, unificado. El Tiempo y el Es- pacio son
parte de ese Campo. La Física Cuántica sugiere que todo el Universo
es un único e inmenso campo donde la energía y sus manifestaciones
están ín- timamente relacionadas entre sí. TODO ES UNO.
En el nuevo Paradigma, la Mente y la Materia son esencialmente lo
mismo. La experimentación del campo cuántico, subjetivamente,
consiste en la Mente y objetiva- mente en el mundo de los obje- tos
materiales.
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artE MapuChE Ximena Ramírez C., S.R.C. (República de Chile)
Los Mapuches o Gente de la tie- rra (Mapu=tierra y Che=gente)
ocuparon la zona centro y sur de Chile. Es uno de los pueblos
originarios más conocido y más numeroso que sobreviven en la
actualidad, conservando su idio- ma el Mapudungún y gran parte de
su identidad cultural.
Su origen mítico se sitúa en la lucha entre las serpientes Kai Kai
y Ten Ten, pelea que derivó en un diluvio que duró más de tres
meses y que les obligó a refu- giarse en un cerro cerca del río Bio
Bio a partir del cual poblaron la Tierra.
El pueblo Mapuche ha sido desde
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siempre un pueblo monoteísta, aún cuando reconozca deidades menores
o espíritus, adora a un Ser Superior (Ngenechen) creador de la
naturaleza, quien dentro de ésta, crea al hombre mapuche dotado de
alma (am) y espíritu (püllü). Cada ser de la naturale- za posee un
protector (Ngen). El hombre mapuche dice: “el hombre no está sobre
la tierra, el hombre es parte de la tierra y la Che-gente vive en
armonía y equilibrio con la Tierra, con el elemento que compone
nuestro ser” es por esta visión integradora que su quehacer
doméstico, artís- tico y social lo realice comprome- tido con sus
creencias religiosas y cosmogónicas.
Las expresiones artísticas mapu- ches, son el resultado de conoci-
mientos ancestrales traspasados de generación en generación. Las
principales formas y expresiones en las que se manifiesta el arte
indígena corresponden a:
Cestería: Principalmente realiza da con fibras naturales propias
del territorio que habitan como: boqui, quila, y ñocha, éstos son
principalmente de carácter do- méstico, sirven para trasladar,
contener y lavar alimentos como el trigo y el mote, recoger papas y
murta. El tipo de tejido y la ri- gidez de la fibra convierten
estos cestos en objetos muy resistentes y de gran
durabilidad.
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La cerámica Mapuche es de fac- tura simple y colores naturales, se
modelan gran variedad de ca- charros denominados Metawes.
En general corresponden a jarros asimétricos con formas de pato o
con formas de rana, algunas representan a seres humanos y entre
estos objetos alfareros se destacan algunas piezas repre- sentando
a mujeres embarazadas abrazando su vientre como sím- bolo de la
fertilidad.
La cerámica Mapuche poco a poco ha ido desapareciendo por falta de
uso.
Una de las manifestaciones arte- sanales con más tradición en la
zona Mapuche, es el tallado en madera, este tipo de artesanía
transita entre lo doméstico y el poseer un significado ritual. Con
esta técnica hicieron sus utensi- lios los antiguos habitantes de
la tierra y hoy se sigue trabajando de la misma manera; para ello
se utilizan las maderas de los abundantes bosques de la zona sur,
especies como el Raulí y el
Coigue dan durabilidad y belleza a las piezas de uso utilitario
como platos, cucharas y cucharones, fuentes, bandejas y otros de
uso decorativo con formas de gallina, patos, etc.
Las piezas de carácter sagrado corresponden al Kollon (máscaras de
madera), el Rewe es un tronco tallado que representa la escala
cósmica que permite a él o la Ma- chi en estado de trance, ascender
a la dimensión de espacio-tiem- po, dejando su cuerpo físico en el
plano terrenal para encontrar- se con los espíritus de los ances-
tros y pedir una guía o consejos para enfrentar una situación que
preocupe a su comunidad. Estos símbolos, al igual que el Kemu Kemu
(tronco tallado de siete es- calones) cumplen un rol impor- tante
en las ceremonias sagradas llamadas Nguillatún.
Dentro de las expresiones de arte del pueblo Mapuche las que sin
duda gozan de gran reconoci- miento dentro del país , como en el
exterior, corresponden a la Or- febrería y la Textilería. El
material
usado en la Orfebrería Mapuche es la Plata. Retrafe o platero es el
hombre que realiza este oficio.
La platería mapuche está basada en sus creencias religiosas y cada
pieza tiene un significado mágico traspasando el uso simple de or-
namentación, por ejemplo la Kas- kavilla, es un instrumento mágico
que usaba la Machi para alejar a los malos espíritus, el cintillo
de plata, permite el vínculo con los dioses. Existen piezas que
con- forman la indumentaria típica de la mujer Mapuche, como el
Tra- rilonko (cintillo), Lloven nitrowe (tocado femenino), Chaway
(aros) que generalmente representan algún simbolismo para su
cultura, Trapelakucha (colgante pectoral de tres cadenas) Tupu y
katawe (alfiler para la ropa).
Además realizan accesorios ecuestres como Ispuela (espue- la),
Istipu (estribo) o los herrajes (riendas, cabezadas y el freno)
llamadas en mapudungún Witram plata, Kafishatu y Ketrel
piriña.
Encontramos también el uso de
monedas chilenas para la confec- ción de estas piezas las que son
laminadas a golpes.
Los tejidos son parte fundamen- tal de la identidad del pueblo
Mapuche. La textilería es de ori- gen prehispánico y son las mu-
jeres quienes han realizado esta labor desde tiempos ancestrales.
Técnicas de hilado, tejido a te- lar y teñidos naturales a base de
plantas, hojas y raíces han sido transmitidas de madres a hijas por
generaciones. El grado de elaboración de las prendas, color y
diseño indican roles y jerarquías dentro de la sociedad
Mapuche.
Los textiles más finos o comple- jos son las mantas de los hom-
bres o Makuñ y las fajas de las mujeres o Trarihue. El Trarihue es
el más complicado de los tejidos mapuches y sus tejedoras gozan de
una gran consideración ya que se requiere de una gran destreza para
aprender a tejerla. Poseen figuras complejas antropomorfas y
zoomorfas y los diseños deno- tan el status de las mujeres que lo
utilizan, como posición social y
20
estado civil. El Makuñ o poncho masculino mapuche, presenta
numerosas variantes en su con- fección, sus diseños y colores son
depositarios de delicados códigos que se relacionan con el
territorio y el linaje, debiendo dar cuenta del poder, jerarquía y
prestigio de su portador.
La más fina y elaborada es la manta cacique o Trarikan makuñ, es
realizada en franjas o colum- nas de diseños geométricos esca-
lonados en forma de cruz de co- lor blanco sobre un fondo negro o
rojo, que eran usados exclusiva- mente por los caciques, (jefe de
la comunidad). Estas prendas te- jidas son particularmente estima-
das y constituyen una expresión de lujo y riqueza.
La Ñimin Makuñ es una manta cuya complejidad en su elabora- ción la
convierte en el trabajo de una maestra tejedora. General- mente
contiene representaciones de plantas y animales asociados a la
fuerza y a la energía mas- culinas.
Otras piezas de gran complejidad son los Chañuntucos, se ponen
sobre la montura del caballo pero son muy apreciados en el mer-
cado como piezas decorativas o choapinos. El Pontro es una prenda
de gran tamaño y grosor elaborada en telar mapuche, que se usa
comúnmente como cober- tor. Hoy en día el pontro se ven- de como
objeto de decoración de
interiores utilizado sobre sillones o camas.
Danzas y música El Hombre siempre ha sentido la necesidad de
expresarse a través del movimiento; para las culturas indígenas es
una forma de co- nexión con la divinidad ya sea por motivos de
agradecimiento, peti- ciones, motivos eróticos o afec- tivos, en
períodos de guerra para asustar al enemigo y pedir valor para la
lucha, o por motivos de festejo por las cosechas etc. Esto
demuestra el significado espiritual y mágico, además del
artístico.
En la cultura mapuche un instru- mento fundamental para estas
manifestaciones, lo constituye el Kultrún (tambor ceremonial usa-
do por la Machi en sus rogativas y rituales). El Kultrún representa
el microcosmos de la Machi y de la Cultura Mapuche. Toda la con-
cepción espiritual del universo se plasma en este instrumento. En
él se representa lo material y la inmaterialidad del cosmos. La
membrana dibujada que cubre al Kultrún, simboliza a las cuatro di-
visiones de la plataforma terrestre orientada según los cuatro pun-
tos cardinales a partir del Este, a la tierra de los cuatro lugares
o Meli Witran Mapu, junto a éste, se dibujan símbolos aludiendo a
los solsticios de Invierno y Vera- no. Según la creencia Mapuche,
desde ese momento permanecerá para siempre la voz y la energía de
su dueña dentro del kultrún,
21
produciéndose así una identifi- cación de la machi con su ins-
trumento, el cual simbolizará su propia voz y su poder chamáni- co.
Otros instrumentos musicales son: Pifilka, Trutruka, Kaskawilla
tocada por las Ñankan, asistentes de la Machi en la
ceremonia.
Literatura: Hasta el siglo XX la lírica Mapu- che fue desconocida
en la litera- tura chilena. Esto debido a fac- tores como: la
inexistencia de escritura Mapudungún, la segre- gación del pueblo
mapuche, la no aceptación de su lengua y cultura propias, y la
escasa difusión de los textos poéticos escritos por mapuches. En la
segunda mitad del Siglo XX, la producción poética se incre- mentó
considerablemente. En la actualidad existen destaca- dos poetas
mapuches cuyos te- mas fundamentales en sus escri- tos corresponden
a temas como la naturaleza, los mitos ancestra- les y la lucha
contra la pérdida de identidad en el cruce de dos culturas.
22
Por Pablo C. Delgado Guerra, F.R.C. (México)
La riqueza suele definirse como el conjunto de bienes materiales de
que dispone una persona para su bienestar. Estos bienes pueden
usarse para la obtención de cual- quier fin lícito que se proponga.
Básicamente, eso es y hasta aquí posiblemente estemos de acuer- do.
Sin embargo, existe otro tipo de riqueza que es propia de la
naturaleza profunda del hombre y que consiste principalmente en el
poder creativo y el dominio para ajustarse a las condiciones que le
rodean, logrando mejorarlas gra- dualmente, pero también en
ri-
23
queza de amor, nobleza, genero- sidad, salud, alegría de vivir.
Así, conforme la persona satisface sus necesidades básicas, este
tipo de riqueza puede desarrollarle anhe- los más elevados. Por
supuesto, esto es posible gracias al don di- vino de poseer una
mente tem- plada que permita usar este patri- monio en una forma
constructiva. Todo ello, constituye la riqueza del corazón, que
proviene de las facultades del alma.
Si consideramos que el propósito de nuestra existencia es evolu-
cionar hasta un estado de perfec- ción y expresar la sabiduría
divina en nuestro comportamiento, de alguna manera hay que realizar
nuestro objetivo, y para lograrlo habrá que alcanzar la consciencia
del alma despertando gradual- mente sus facultades. Ella posee una
personalidad que ha adqui- rido a través de las experiencias por
las cuales pasa a través de las
vidas sucesivas. Esa Alma-perso- nalidad posee una consciencia de
sí misma, que proporciona valor a las experiencias y conocimientos
que se desarrollan durante nues- tro interludio consciente. Asimis-
mo, posee facultades que yacen latentes para la consciencia del
hombre, las cuales corresponden a las virtudes inherentes a ella,
esperando a que el hombre tome dominio de éstas.
El gran filósofo Sócrates, afirma- ba la idea de un conocimiento
que es propio del alma, él razo- naba que ésta es inmortal y que
emana de una fuente divina y que además está incorporada en el
hombre, regresando en algún momento a su fuente divina. Pero que
cuando el alma estaba incorporada en un mortal, retenía aquellas
influencias –el conoci- miento y los símbolos divinos-, resultado
de su previa contigüi- dad con lo Divino. Por eso, él
24
“
sostenía que el verdadero cono- cimiento únicamente proviene del
alma.
En base a lo anterior, el hombre puede despertar esas facultades y
traerlas a la realización de su consciencia. Pero solamente a
través de la comunión con su ser interno y la celebración de co-
sas divinas es que podrá lograrlo. Si el hombre anhela poseer ese
conocimiento, procederá a des- pertarlo dentro de su propio ser,
perfeccionando su personalidad, sacando a la luz de su conscien-
cia todo el poder y conocimien- to inherente al alma. De aquí
la
necesidad del autoconocimien- to; tenemos herramientas muy útiles,
por ejemplo los rituales, cuya finalidad es elevar nuestra
consciencia mediante el simbo- lismo, “celebrando cosas divi- nas”
y participando en éstos, nos acercamos más a la “Luz mayor”, y de
esta manera entramos en contacto y nos armonizamos con la
consciencia del alma –esencia del verdadero Ser. Perfeccionán-
donos gradualmente, desperta- mos dichas facultades, con lo que
acrecentamos la riqueza del
corazón, que es la base del desa- rrollo humano y que bien dispues-
ta puede ayudar a que la perso- na trascienda hacia algo mayor, el
desarrollo místico. Como ya se mencionó, es requisito indispen-
sable que el hombre se conozca a sí mismo, ya que el conocimiento,
necesariamente será atemperado por la sabiduría del corazón, sabi-
duría manifestada como compa- sión en nuestros actos.
Desde nuestra perspectiva, en el mismo hombre podemos en- contrar
ejemplos de cada una de las leyes que he- mos logrado conocer. Con
estas leyes, po- demos compren- der que somos en verdad una parte
del uni- verso, pues así como cada célula, está unida en una sola
masa que conforma nuestro cuerpo –el micro- cosmos–, de la misma
mane- ra, en diversos niveles, estamos unidos al universo –el
macrocos- mos–, y cada alma a Dios, preci- samente como nuestra
consciencia está conectada a la mente univer- sal que dio origen a
todo. Así, po- demos descubrir la verdad acerca del hombre, nuestra
inmortalidad divina e inmensa herencia. Posee- mos la consciencia
de ser, al vivir evolucionamos, pudiendo llegar a conocer la
realidad divina, realizar
25
la experiencia del amor, y acceder a la iluminación. En consecuen-
cia, tendremos una vida rica, vol- viéndonos puros de corazón, en
constante oración interna al Dios de nuestro corazón y de nuestra
comprensión, para que nos vuel- va plenos: realizados, confiados y
despreocupados, imperturba- bles, libres, olvidados de noso- tros
mismos, anhelantes y felices de estar inmersos en su amorosa
voluntad. Esta oración profunda realizada en el espíritu del ser
interno, a través de la confian- za y el amor, es alimento para el
alma. Es la oración más poderosa que puede realizarlo todo, porque
procede de un corazón puro. Sin embargo, orando con insistencia,
nuestra petición sólo abrirá el portal, porque aún falta introdu-
cirnos y laborar incansablemente, en ocasiones arduamente, para lo
cual, poseemos la inteligen- cia del corazón y de la mente, ya que
ambas se complementan en sus labores, la inteligencia otorga
ciertas herramientas que el co- razón puro, a través del entendi-
miento iluminado, utiliza para al- canzar su noble propósito. El
Dios de nuestro corazón y de nuestra comprensión, nuestro Señor,
ben- dice a quienes se entregan a su señal.
En el simbolismo rosacruz, la palabra Shekináh representa el
corazón y alma del Templo: “La presencia de Dios en medio de
nosotros”. Idea y principio que representa el “deseo” de Dios de
morar en el corazón del hombre. De esa misma presencia emana un
flujo espiritual que anima la mente del hombre y su corazón, que
hará que manifieste la sa- biduría divina en su comporta- miento y
que se desborde la ri- queza del corazón en su vida. Por eso, no me
queda la menor duda, que la mayor riqueza a la que to- dos debemos
y podemos aspirar, laborando incansablemente, es realizar la
presencia de Dios en nuestro corazón.
Este es y siempre será, el mayor tesoro.
26
Jerarquía Esotérica
La Orden Rosacruz, AMORC, presente en todo el mundo, es una
fraternidad no sectaria de hombres y mujeres dedicados a la
investigación, estudio y aplicación práctica de las leyes naturales
y espirituales. El propósito de la Organización es ayudar a todos
para vivir en armonía con las fuerzas cósmicas creativas y
constructivas, para el logro de salud, felicidad y paz. La Orden es
conocida internacionalmente como la Antigua y Mística Orden Rosae
Crucis y tanto en América como en otros continentes, constituye la
única forma de actividades Rosacruces integradas en una sola
institución. La A.M.O.R.C. (por sus iniciales) no vende sus
enseñanzas. Las da libremente a sus miembros afiliados junto con
otros beneficios. Para información completa acerca de las ventajas
de la afiliación Rosacruz, escriba una carta al domicilio citado
abajo y pida el folleto gratuito titulado «El Dominio de la
Vida».
A todos los miembros de la Jerarquía Esotérica se les pide
participar en los «Períodos Especiales de Meditación» que se
efectuarán en las siguientes fechas:
Jueves 20 de Febrero, Jueves 15 de Mayo, Jueves 21 de Agosto y
Jueves 20 de Noviembre de 2014 a las 20:00 horas de su localidad.
Sus informe deberán enviarlos a la atención del Gran Maestro a esta
Gran Logia AMORC, Jurisdicción de Habla Hispana para las Américas,
en León, Gto, México.
Diríjase a: Escribano R.E.R.
C.P. 37000, León, Gto. - MÉXICO
27
Comité de Ayuda Espiritual
El Comité de Ayuda Espiritual de la Gran Logia AMORC Jurisdicción
de Habla Hispana para las Américas, imparte ayuda metafísica desde
el Gran Templo, de lunes a viernes a las 12:00 hrs. tiempo central
de México (11:00 hrs. A.M. tiempo astronómi- co), a través de un
grupo de miem- bros locales que trabajan en esta humanitaria labor,
siguiendo las ins- trucciones indicadas por el Imperator para todas
las Grandes Logias de la Orden.
Los miembros estudiantes de AMORC visitantes en la sede de esta
Gran Logia, pueden unirse y participar en dicho Comité, siempre que
acrediten su afiliación activa. Quienes deseen hacerlo así desde
otras localidades, pueden unirse al Comité de Ayuda Espiritual, a
cualquier hora del día, desde sus lugares de residencia, in-
tegrándose así a este noble trabajo a través del Consejo del
Silencio.
Edificio Administrativo de la Gran Logia AMORC (GLH) León, Gto.,
México
28
Hay muchas personas que son como cometas, pasan por nuestras vidas
fugazmente y luego desapa- recen, y a ellas -una vez que se van,
apenas se les recuerda. Y esto sucede tambien en las familias, se-
res que a pesar de tener nexos fa- miliares pasan al lado de los
otros sin presencia, sin existir.
En la Orden Rosacruz hay muchos miembros que tambien son como
cometas. Pasan por nuestra orga- nización fugazmente y luego des-
aparecen para sólo ser recordados en algunas oportunidades, cuando
mucho, porque en la mayoria de los casos, ni siquiera eso sucede,
ya que pasaron sin marcar presen- cia.
Lo importante en esta vida es ser como una estrella, hacer sen- tir
nuestro brillo, ser luz, calor, vida, destacar nuestra presencia.
Cuando somos seres estrellas, los años pueden pasar, pueden surgir
distancias, pero en nuestros cora- zones, y en nuestra
organización, quedan esas marcas imborrables... Ser cometa no es
ser un buen
pErsoNas y MIEMBros CoMEta Por Maghaly Hurtado, S.R.C.
(Venezuela)
29
No nos sintamos como come- tas ni nos agarremos de la cola de
aquellos que lo son. Seamos verdaderas estrellas de mucha luz en
este mundo pasajero y tu- multuoso, lleno de dificultades y
adversidades. Esto para nosotros debe ser un desafio, “Ser una es-
trella y que nuestra luz resplan- dezca en las tinieblas e ilumine
el camino a todos aquellos que verdaderamente busquen la luz
mayor”. Nuestra mayor recom- pensa será que se nos recuerde, no
como un miembro cometa, sino cono una brillante estrella que
expandió su luz y que se- guirá brillando por siempre en nuestro
entorno, en nuestra fa- milia y en nuestra amada Orden
Rosacruz.
amigo, ni un buen miembro para una familia y menos para nuestra
organización. Ser cometa es ser alguien que se acerca a nuestros
portales en busca de oportunida- des, tratando de aprovecharse de
las personas y de las situaciones.
La orden rosacruz necesita de miembros estrella, miembros que
podamos ver, sentirlos todos los dias, contar siempre con ellos,
con su apoyo, sentir su calor, sen- tirlos como verdaderas
estrellas en nuestras vidas y en nuestra or- ganización.
Los miembros estrella son refugio en los instantes de tension, son
luz en la oscuridad, son pan en los momentos de debilidad, son
seguridad cuando hay desánimo. Eso debemos ser todos los miem- bros
de un organismo, sentirnos verdaderas estrellas, seres que dejemos
sentada nuestra existen- cia, nuestra constante presencia, que
vivamos y construyamos una historia personal que permita re-
cordarnos siempre por el brillo de nuestra luz.
30
Introducción
El ser humano posee una parte de sí mismo que trasciende el mundo
terrestre, y esta parte que trasciende también está ahí para ser
desarrollada, es por esto que el hombre busca un camino ha- cia ese
desarrollo. Aquí es donde cada individuo toma diferentes caminos,
alcanzada cierta ma- durez elegimos cómo desarrollar nuestro ser
interior, ya sea imi- tando a nuestros pares o siguien- do lo que
nos dicta la intuición. Cabe destacar que el camino más intuitivo
no posee un recorrido definido y claro, lo vamos defi- niendo
nosotros. Es así como la necesidad de desarrollar nues- tra parte
trascendental nos hace buscar el cómo hacerlo, muchas veces el cómo
viene dado por la tradición familiar e imitamos a nuestro círculo
cercano, es lo más común y es lo que forma a la ma- yoría de las
religiones actuales, también está el hecho de buscar a gente a la
que los une algunos principios, éstas son las forma- ciones
cerradas, pero dentro de esto hay más diferencias que dan a luz
clasificaciones como secta, orden iniciática o mafia.
Desarrollo
Para llegar a posturas o conclu- siones más acabadas, primero pa-
semos a definir el punto principal de lo que estamos
tratando.
En términos simples la religión es un sistema de creencias que lue-
go, a través de la práctica, forman instituciones terrenales que
facili- tan su accionar, está definida por una serie de elementos
comunes, quizá el que más abarca sea el concepto de dogma.
El Dogma es la creencia en ciertas proposiciones sin contrapeso ni
reflexión crítica, ya que el dogma se acepta por la fe, el dogma
ge- neralmente está contenido en los libros sagrados de cada
religión.
Otro elemento importante es la presencia de un mesías, o un ava-
tar, que ya vino o que vendrá con el consecuente mensaje divino,
enseñanzas y la salvación.
Debido a la pluralidad de mani- festaciones religiosas, propias de
cada cultura y geografía, se han establecido clasificaciones para
comprenderlas mejor.
rElIgIóN, sECta y orDEN INICIÁtICa Camilo Ignacio Pérez Serón,
F.R.C. (República de Chile)
31
Primeramente podemos clasifi- carlas por su tipo de concepción
teológica, aquí tenemos al Teísmo que básicamente creen en una o
más deidades, a su vez el Teísmo se subdivide en monoteístas, po-
liteístas y dualistas. Las religiones no teístas no creen en
entidades divinas claramente definidas, ni absolutas, como por
ejemplo el Budismo. Finalmente el Panteís- mo sostiene que la
realidad es la esencia de lo divino, es decir, que Dios es
equivalente al universo o a la naturaleza.
También podemos clasificar las religiones como reveladas y no
reveladas. Las primeras son las que sostienen que Lo Divino ha
manifestado los dogmas a alguien o en algo, y a menudo también los
ritos a seguir. Las segundas, basan sus creencias e institucio- nes
religiosas en el universo que las rodea, la naturaleza, relativa-
mente a semejanza. Es un proce- so inductivo de formar el pensa-
miento religioso.
Otra forma de clasificar las re- ligiones es por una especie de
árbol genealógico, una clasifica- ción macro de su origen, así te-
nemos las principales familias de religiones: abrahámicas o semíti-
cas, dhármicas o índicas, iranias, neopaganas, tradicionales nativo
americanas y tradicionales afri- canas. En lo que a Secta se re-
fiere, se entiende como un grupo de personas seguidoras de una
ideología o doctrina particular. Proviene del latín seqüi, que
se
entiende como seguir, seguir a un líder, el líder que dicta y ense-
ña la doctrina o ideología que los define como grupo. El individuo
pierde su criterio y autonomía y el líder de la secta es quien
dicta las pautas a seguir. Otro posible origen del término viene
del la- tín secare, lo que denota la se- paración que la secta hace
de la sociedad. Algunos ejemplos de secta son los del ku kux klan,
la iglesia de la cienciología y el cris- tianismo primitivo.
Las Órdenes iniciáticas son gru- pos cerrados donde se avanza por
etapas, etapas que marcan el simbólico y/o concreto ad- quirimiento
de un conocimiento nuevo, el cual se adquiere me- diante un ritual.
Se asemejan en cierta medida a una academia en el sentido de que
entregan co- nocimiento a sus iniciados, que también son
estudiantes, ya que el conocimiento no sólo es en- tregado por
revelación, también y enfáticamente viene mediante el trabajo
propio. Ejemplos son la Orden Rosacruz, la Orden Marti- nista y
otras.
Otra agrupación cerrada de parti- cular funcionamiento es la mafia,
un tipo de asociación originaria de la isla Italiana de Sicilia,
que tiene como fin el crimen organi- zado. En ella se planifican
nego- cios ilícitos como el narcotráfico, tráfico de armas,
prostitución, etc. Los miembros se ubican en una jerarquía
piramidal y existe un código de honor que regula
32
las relaciones entre sus miem- bros, por ejemplo el código del
silencio, conocido como omertá. Algunos casos de mafia fueron la
Cosa Nostra en Italia y los Yakuza en Japón.
Aspectos Rosacruces y/o iniciá- ticos
En lo que atañe a la Orden Rosa- cruz, la iniciación es un elemento
muy importante que la compo- ne como orden iniciática, sea la
iniciación ritualística en un tem- plo o sea una iniciación a nivel
e interpretación personal. Gitlitz (1980) lo explica muy bien en la
siguiente cita:
“En casi todas las sociedades se- cretas se encuentra un elemento
común: el juramento; es éste el factor determinante de la fuerza,
de la cohesión interna de la agru- pación. La ceremonia de inicia-
ción es el acontecimiento espe- rado por los neófitos para pasar de
ser elemento ajeno –margi- nado de la asociación a ser mili- tante
activo, socio con derechos y obligaciones pero dueño de una
membresía, poseedor de un se- creto que lo distingue ante los
demás.” (Gitlitz, 1980, p. 9)
La ceremonia de iniciación, en- tonces, marca un nuevo rumbo en la
vida, la iniciación posee elementos simbólicos que calan en la
mente del neófito, cons- ciente o inconscientemente, pero que lo
preparan de mejor forma para afrontar los nuevos compro- misos
adquiridos.
Postura personal o apreciaciones personales
En mí opinión, más que en las definiciones y clasificaciones, las
diferencias entre estos 3 tipos de agrupaciones sociales se dan en
el ámbito relacional, es decir, las prácticas, la forma en que se
vi- ven y aplican estas clasificaciones confirma si se está
cumpliendo o no con la definición de religión, secta u orden
iniciática, o sí se pretende ser tal o cual agrupación actuando en
realidad como otra.
Conclusiones
Podemos decir entonces que la religión, las sectas y las órdenes
iniciáticas responden a un mismo llamado de nuestro ser, pero que
toman caminos muy diferentes. Caminos que van desde seguir el
camino que dicta un líder, sin mucha participación de nuestra
voluntad, como en el caso de la secta, la participación pasiva en
la búsqueda de las respuestas a las preguntas fundamentales, como
en la religión; hasta la partici- pación activa en la búsqueda de
esas respuestas, como en el caso de las órdenes iniciáticas donde
el miembro es en algunos casos un estudiante, que debe construir
analíticamente y vivenciar las respuestas que está buscando.
33
la EspIrItualIDaD y sIMBolIsMo DE los ÁrBolEs Erick Reyes Andrade,
F.R.C. (Guatemala)
Dentro de los seres vivos, el árbol tiene la característica de
mante- ner la pureza en esencia SIN CO- RROMPERSE, además mantiene
una estructura que corresponde al medio ambiente, formando un
conjunto perfecto. No hay árbo- les imperfectos. Su razón de ser,
su figura y su forma son tal, que están adecuadas al uso máximo de
los recursos en su entorno, con el menor esfuerzo, mantiene un
cauce en el ritmo y armonía universal.
Desde el punto de vista cientí- fico, las características del sue-
lo y subsuelo son de naturaleza eléctrica, mientras que las ca-
racterísticas de la atmósfera son mayormente magnéticas, y en medio
de estas manifestaciones de la energía, aparece el ser vivo más
grande que hoy existe en la naturaleza, y que regula los cam-
34
pos electromagnéticos, y estos son los árboles, los cuales tienen
una individualidad, que los hace irrepetibles, pero su acople a la
colectividad es exacto; bajo la ley de la dualidad, el árbol tie-
ne una manifestación física, pero además tiene una naturaleza es-
piritual, y ésta se fortalece con las energías que le rodean.
Cuando uno está cobijado bajo la sombra de un árbol, la sensación
de frescura, de protección y de bienestar es superior en todos los
aspectos, respecto al estar bajo la sombra de concreto, teja, o lá-
mina.
Una de las experiencias más fá- ciles de experimentar con los
árboles, es cuando su tronco es relativamente grueso, al abrazar-
lo, y tratar de hacer una entidad espiritual, ésta fusión nos pone
en entonamiento con los campos electromagnéticos, y nos equili-
bra.
Los árboles siempre han esta- do en nuestra consciencia, éstos
tienen muchas representaciones simbólicas, que desde la noche de
los tiempos han estado como guías invisibles para nuestra evo-
lución.
La representación de la recti- tud es inspirada por esos árboles
que buscan al sol, buscan la luz y se elevan para ello, teniendo
una perseverancia y constancia de años. En nuestra subconscien-
cia, el árbol representa protec- ción puesto que después de usar
las cuevas, como primera casa, fueron los árboles con su dure- za,
maleabilidad y capacidad, los que se usaron como nuestra nue- va
vivienda; hoy en día se siguen usando en variedad de construc-
ciones.
En la mayoría de libros sagrados aparecen árboles, como principal
ejemplo, el árbol que aparece en el Génesis de la Biblia, el cual
era
35
un manzano. Este árbol ha sido dibujado y pintado por grandes
artistas, sobre todo en el Rena- cimiento.
El árbol Bhodi, donde bajo sus ramas recibió su iniciación mayor
Siddharta Gautama, para volver- se Buda, este árbol se encuentra
vivo hasta hoy día, y es cuidado con gran esmero en Bodhgaya. Otro
ejemplo lo tenemos en la isla griega de Cós, donde está situado
hasta el día de hoy el árbol de Hipócrates que tiene unos 2600 años
de antigüedad, y bajo sus ramas este maestro de la Grecia antigua
enseñaba a sus alumnos y discípulos el arte de la medici- na. Otro
árbol emblemático, es el sicomoro que está en Jericó, lla- mado de
Zaqueo, puesto que de él se colgó Zaqueo para poder ver al Maestro
Jesús, y el Maestro al verlo le dijo que esa noche iría a cenar en
su casa; este árbol sigue vivo, con más de 2000 años de
antigüedad.
En Mesoamérica, podemos ob- servar muchos árboles sagrados, entre
ellos la ceiba, un ejemplo de la unión entre el cielo y el in-
framundo desde la perspectiva maya, donde sus raíces se hun- den
profundamente, y su tronco casi siempre ancho y vertical, se eleva
30 metros o más con fron- dosidad casi semiesférica, este es el
ejemplo de árbol de la vida para muchas culturas en Améri- ca; el
esquisúchil, un árbol que fue muy apreciado por Moctezu- ma II y
Moctezuma el Grande; en sus jardines se utilizaba por sus
propiedades medicinales.
En Europa, las culturas nórdicas, célticas, y germanas, han consi-
derado a los árboles como fuente de sabiduría, como guardianes de
los secretos de la geografía sa- grada. Y hoy en día, como últi-
mos bastiones de ese ideal es el que se usa en las fiestas de fin
de año, en las que algunos hoga- res adornan su casa con el
árbol
36
navideño, el cual puede ser un abeto u otros, pero que representan
la vida, el nacer a un ciclo nuevo.