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UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN ANDRÉS POSTGRADO EN CIENCIAS DEL DESARROLLO
CIDES – UMSA
EL PROCESO DE SECURITIZACIÓN Y LAS POLÍTICAS DE DEFENSA DE PAÍSES DE LA ORGANIZACIÓN DEL TRATADO DE COOPERACIÓN
AMAZÓNICA
TESIS PARA OPTAR AL GRADO DE MAESTRÍA EN RELACIONES
2. SEGURIDAD EN EL MARCO DE LAS TEORÍAS DE RELACIONES INTERNACIONALES……………………………………………………………
12
2.1 LAS TEORÍAS RACIONALISTAS…………………………………….. 13 2.2 LAS TEORÍAS CONSTRUCTIVISTAS Y EL PROCESO DE SECURITIZACIÓN…………………………………………………………..
26
3. LA DEFENSA EN LA AMAZONÍA Y DINÁMICAS DE SECURITIZACIÓN: BOLIVIA Y BRASIL…………………………………….
36
3.1 LA PAN AMAZONÍA…………………………………………………….. 37 3.1.1 Sectores Económico y Ambiental……………………………. 40 3.1.2 Sectores Político y Militar……………………………………... 49 3.1.3 Sector Societal…………………………………………………... 67
3.2 DINÁMICAS DE SECURITIZACIÓN EN LA DEFENSA BOLIVIANA 82 3.3DINÁMICAS DE SECURITIZACIÓN EN LA DEFENSA BRASILEÑA……………………………………..…………………………….
112
4. LA ORGANIZACIÓN DEL TRATADO DE COOPERACIÓN AMAZÓNICA Y SUS PROCESOS DE SECURITIZACIÓN………………..
136
4.1 LA EVOLUCIÓN DEL TRATADO DE COOPERACIÓN AMAZÓNICA A LA ORGANIZACIÓN DEL TRATADO DE COOPERACIÓN AMAZÓNICA……………………………………………..
137
4.2 ESTRATEGIAS INFLUYENTES DE LAS DINÁMICAS DE SECURITIZACION……………………………………………………………
145
4.2.1 Vigilancia y combate a crímenes transfronterizos……… 146 4.2.2 Identidad………………………………………………………….. 162 4.2.3 Preservación de recursos naturales………………………… 166
2.Relación de las variantes del concepto de seguridad y las posiciones
constructivistas……..……………………………………………………….……
30
3. Tipos de Complejos de Seguridad Regional…….…………………..…… 34
4. Distribución geográfica de la Pan Amazonía en km2…….……………… 37
5.Análisis de Contenido del informe del I Simposio Mundial sobre
Divergencias Interétnicas en Sudamérica……………………………………
76
6. Citas del Capítulo I del Libro “Bases para la Discusión de la Doctrina
de Seguridad y Defensa del Estado Plurinacional de Bolivia”………........
92
7. Citas del Capítulo Estructura de la Seguridad y Defensa del Estado…. 101
8. Dinámicas de securitización a partir de la Defensa boliviana………….. 108
9. Dinámicas de securitización a partir de la Defensa brasileña…………. 133
INDICE DE FIGURAS
1. La Pan Amazonía……………………………………………………………. 38
2 Arco de deforestación en la Amazonía Brasileña ……………………… 45
3 Evolución del precio de la cocaína ………………………………………… 57
4 Área de cultivo y producción de la hoja de coca y de cocaína………… 59
5 Cultivo de coca en la región andina ……………………………………… 60
6 Nuevas rutas de tráfico de cocaína………………………………………… 61
7 Ejemplo de la permeabilidad de acceso de las fronteras amazónicas…. 62
8 Gastos militares absolutos en la Pan Amazonía………………………… 66
9. Gastos militares en relación con el Producto Interno Bruto……………. 67
10. Organigrama de la OTCA………………………………………………….. 144
8
“En ese vastísimo territorio que conforma la cuenca del mayor
río del mundo, las Fuerzas Armadas están presentes en los más
recónditos, distantes y aislados lugares. Son las Fuerzas Armadas
las que llegan a donde las demás instancias del Estado Nacional
no logran aproximarse. Así, además de su papel de defensa del
territorio y otros que le señalan las respectivas Constituciones
Nacionales, las Fuerzas Armadas, muchas veces, tienen el noble
rol de ser el médico, el ingeniero, el asistente social, el educador,
el que lleva el alivio y el socorro a los más desasistidos entre
nuestros compatriotas” (Extraído de un discurso de la Secretaria
General de la OTCA en 2006).
1
1. INTRODUCCIÓN
Seguridad es un término polisémico y multidimensional, cuyo significado ha ido
evolucionando con el tiempo. Según Ayoob (1995), la interacción entre los Estados
soberanos desde la Paz de Westphalia y la identificación de los individuos con sus
Estados crearon el tradicional concepto occidental de que seguridad es la protección
contra amenazas externas a los intereses vitales y a los valores básicos del Estado.
Tal definición, de acuerdo con Rudzit (2005), no puede ser aplicada a países
del Sur, ya que muchos no logran protegerse de forma eficiente de tales amenazas,
cuanto más si considera la evolución de fenómenos como la globalización1.
En las palabras de Orozco (2011) “se hace necesario un planteamiento más
completo y profundo para comprender las dinámicas de seguridad en la
globalización” (p. 283).
Por tanto, surgieron otros conceptos, como el de Vaz (2004), que trata la
seguridad como la condición en la cual los Estados consideran que no hay peligro de
ataque militar, presión política o coerción económica, de manera que están
habilitados a buscar libremente su propio desarrollo y seguridad. Es un concepto
amplio, que involucra las dimensiones económica, política y militar.
Se destacan, en esa evolución, los estudios de la Escuela de Copenhague, que
buscó una visión más comprensiva de los estudios de seguridad, ampliando el
análisis a las dimensiones económica, ambiental y societal2, además de lo político y
militar.
En realidad, esa ampliación empezó a ganar relieve a partir de los 1970’s,
cuando se percibió la necesidad de combatir la delincuencia trasnacional, lo que
produjo un estrechamiento entre los estudios estratégicos de seguridad con los
temas de amenaza interna y uso de la fuerza (Rudzit, 2005). Con el fin de la Guerra
1 La globalización resulta, según Petrella (1996), en “la multiplicidad de vínculos e interconexiones entre los Estados y las sociedades que constituyen el actual sistema mundial” (p. 53), manifestándose en fenómenos de alcance y de extensión e implicando una intensificación de la interacción, interconexión e interdependencia entre esos estados y sociedades. 2 Ver sección 3.1.3
2
Fría, esos aspectos se tornaron todavía más importantes.
Por ejemplo, Thomas (1987) afirma que la seguridad no se refiere sólo a la
dimensión militar, sino que engloba toda la existencia del Estado, bajo sistemas
seguros de alimentación, salud, economía y comercio. Por su parte, Mathews (1991)
apunta los cambios climáticos y la degradación ambiental como las mayores fuentes
de inseguridad de los años 1990.
En ese sentido, la Escuela de Copenhague, por medio de autores como Buzan
et al. (1998), plantea la teoría de la securitización, que debe ser entendida como el
estudio de amenazas subjetivas3, definidas en un proceso intersubjetivo de
construcción de entendimientos sobre la realidad. Para Buzan et al. (1998),
seguridad es el movimiento que trata la política más allá de las reglas establecidas y
encuadra la cuestión o como un tipo particular de política, o como algo que la
transcienda.
Buzan et al. definen, así, una taxonomía teórica en su planteamiento: cualquier
cuestión pública puede ser ubicada en el espectro que varía del "no politizado",
pasando por "politizado", alcanzando el "securitizado". Araújo (2006) resume el
concepto como proceso por el cual una cuestión recibe status de seguridad, lo que
implica tratamiento de acuerdo con las normas específicas y extrañas a un cuadro
institucional normal.
En Sudamérica, una región donde estos temas ganan especial relieve es la
Amazonía.
La Amazonía es considerada uno de los pocos territorios inexplorados o muy
poco explorados por el ser humano. Esta región abarca zonas de nueve países:
Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam, Venezuela y del
Departamento de Ultramar de la Guyana Francesa, por lo que hace un área de
7.590.083 km2 (Araújo, 2007).
La Amazonía reúne diversos ambientes, tales como sabanas, bosques,
montañas, mesetas y llanuras. Se limita al Norte con el Escudo de Guyana y con el
3 Comprende los términos “nuevas amenazas”, “amenazas no tradicionales”, “amenazas emergentes”, “amenazas no convencionales”.
3
Orinoco; al Sur, con la Meseta brasileña; al Oeste, con los Andes, y al Este con el
Océano Atlántico (Araújo, 2007), poseyendo el destino idealista de ser tierra de
contactos entre esas regiones (Meira Mattos, 2011).
La región es el más grande banco de genes del mundo; cubre un 5% de la
superficie terrestre, un 40% de Sudamérica, contiene un 20% del agua dulce del
planeta y un 30% de los bosques mundiales. Es un área con baja densidad de
población (Castro, 1995), pero es la conexión geopolítica entre otras dos zonas de
importancia estratégica en las Américas - el Caribe y el altiplano boliviano (Araújo,
2007).
Problemas mundiales actuales, como la escasez de agua dulce, la
sobrepoblación, la pobreza, el agotamiento de los recursos minerales y materias
primas dan a la Amazonía una imagen de “última frontera” y “último santuario
ecológico”.
Considerando que los países que abarcan la región amazónica están en vías de
desarrollo, con problemas de deforestación de sus bosques y con graves demandas
sociales, como la pobreza, se observa, bajo los supuestos de la Escuela de
Copenhague, que esos aspectos tienen un rol que tiende a afectar la seguridad de
los Estados y de sus instituciones. Son vulnerabilidades.
Según Castro (1995), tales vulnerabilidades han aumentado el interés por la
posesión o internacionalización, intereses que interpretamos que pueden ser más
grandes en la medida en que persistan la explotación de los recursos naturales,
problemas demográficos, miseria social, tráfico internacional de drogas, entre otros.
Son temas que pueden tornarse amenazas4 y, de acuerdo con la taxonomía de
Buzan et al. (1998), deben ser securitizados.
En 1978, con el reto de realizar esfuerzos y acciones conjuntas para promover
el desarrollo armónico de sus respectivos territorios amazónicos, y también a fin de
preservar el medio ambiente, conservar y aprovechar racionalmente los recursos
naturales de esta región, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam 4“Uno de los principales desafíos del Estado es identificar las amenazas que afectan su Seguridad, tanto desde la perspectiva hemisférica y/o regional (amenazas externas) como estatal (amenazas internas)” (Bolivia, 2010, p. 10).
4
y Venezuela firmaron el Tratado de Cooperación Amazónica (TCA) (TCA, 1978).
En plena Guerra Fría, período en que los conceptos de seguridad eran más
tratados en términos de poder material del Estado-nación, se verifica que ese marco
multilateral estaba al frente de su tiempo. En las palabras de Altmann (2008): “Una década antes de que fuera consagrado el concepto de ’desarrollo sustentable' por intermedio del Informe Brundtland, estos ocho países lo habían anticipado, expresando su convicción de que la cuenca amazónica no se trataba de un mero vacío a ser borrado del mapa, ni de un depósito para la explotación predatoria futura” (p. 5-6).
El TCA no tenía marcos tradicionales5 en la defensa6, pero, como se ve, ya
tenía aspectos que buscaban reafirmar aspectos de soberanía – ¿sería una
securitización temprana?
Con la evolución del tema del medio ambiente de los fines de los 1980, fue
evidenciada la relevancia y papel clave del Tratado para el desarrollo sostenible7 de
los pueblos amazónicos. Según Araújo (2006), el TCA demostraba el interés de
coordinarse multilateralmente esfuerzos rumbo al desarrollo sostenible.
No obstante, el TCA había pasado por un período de inactividad, cuando, en
1989, los presidentes de los estados-miembros se reunieron, declarando su
disposición de impulsarlo políticamente. Así, con la finalidad de fortalecer
institucionalmente la coordinación y acción conjunta frente a las demandas de la
región amazónica, fue firmado, el 14 de diciembre de 1998, el Protocolo de
Enmienda al texto original del Tratado, creando la Organización del Tratado de
Cooperación Amazónica (OTCA) y estableciendo la sede de la Secretaría en Brasilia.
Ese protocolo entró en vigencia en 2002 (Altmann, 2008; OTCA, 2004). En 2004, se
5Estos marcos fueron quitados del texto aprobado (Montenegro, 2000). 6Deben considerarse las diferencias conceptuales entre Seguridad, Defensa y Fuerza. “La Seguridad (es) entendida como la confianza que tienen los grupos sociales en sus capacidades para alcanzar el desarrollo, según sus propias aspiraciones y el convencimiento de lograr sus objetivos; ´la defensa´ (…) es la integración de todos los factores de poder que constituyen el medio para efectivizarla y ´la fuerza´(es) destinada a materializar dicha Defensa (Del Real, citado por Bolivia, 2010, p. 32). 7 Aquí se entiende desarrollo sostenible, de acuerdo con el concepto elaborado en la Conferencia de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y Desarrollo (CNUMAD), como: uso de los recursos implicando la capacidad de una sociedad de mantener una buena calidad de vida de forma equitativa, aprovechando los adelantos científicos y tecnológicos, pero asegurando al mismo tiempo el mantenimiento de todos los procesos ecológicos de los cuales depende la vida, así como la disponibilidad de los recursos ambientales naturales necesarios, sin alterar de forma significativa o irreversible el ambiente (del análisis de Ribera, 2008b).
5
aprobó el Plan Estratégico de la OTCA del año 2004 hasta 2012.
En ese punto, Araújo (2006) asevera que el cambio de enfoque entre la firma
del Tratado y la creación de la Organización demuestra el fracaso de la securitización
propuesta inicialmente. ¿Y en la práctica actual de la organización, hay temas
securitizados? ¿Fueron desecuritizados? ¿Cómo se securitizan?
Como parte de la implementación de acciones conjuntas, la OTCA promovió la I
Reunión Ministerial sobre Defensa y Seguridad de la Amazonía, en 2006. En el acta
de esta reunión se puede resaltar aspectos que van más allá de temas politizados
internacional de drogas, biopiratería, delincuencia transnacional, control del espacio
aéreo, entre otros.
En ese contexto, la investigación considera que la securitización es un proceso
reflexivo, que no sólo es orientado por reglas, sino también es transformador de
reglas ¿Cómo se da ese proceso en las políticas de defensa de países de la OTCA?
¿Cómo ese proceso influencia las estrategias de la OTCA?
Motivados por esos cuestionamientos, serán presentados, a continuación, el
problema central de esta investigación, así como sus cuestiones específicas.
1.1 FORMULACIÓN DEL PROBLEMA Y PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN
El cuestionamiento central del trabajo es ¿cómo las estrategias de la Organización
del Tratado de Cooperación Amazónica se ven influenciadas por las dinámicas de
securitización de las políticas de defensa de sus países?
Relaciona, pues, dos fenómenos distintos: (1) dinámicas de securitización y (2)
estrategias de la OTCA, suponiendo que las dinámicas influencian las estrategias.
Siguiendo la clásica definición de variables8, las dinámicas de securitización9 son la
8 Variable independiente es aquella que influencia, determina o afecta la variable dependiente (Marconi y Lakatos, 2003). 9 Las dinámicas del proceso de securitización son definidas conceptualmente en la sección 2.2.
6
variable independiente, mientras las estrategias10 de la OTCA son la variable
dependiente.
Debido al carácter cualitativo del problema formulado, y considerando que en
relaciones internacionales, según Bauman (2004), los estados tienen aspectos
sociales e históricos muy distintos, lo que dificulta generalizaciones antes de las
investigaciones, este estudio no se basará en hipótesis11, sino en preguntas de
investigación. Conforme Mejía (2011), “cuando se plantea el problema en forma de
pregunta, esa a su vez se puede dividir en otras preguntas que plantea el
investigador para resolver el problema de investigación” (p. 42). Así, se formularon
las siguientes preguntas:
- ¿Cuál es el eslabón entre seguridad y las teorías de relaciones
internacionales?
- ¿Cuáles son las características de la región amazónica en sus diversas
dimensiones (política, militar, económica, ambiental y societal)?
- ¿Qué dinámicas de securitización existen en las políticas y documentos macro
de defensa de países de la OTCA (Bolivia y Brasil)?
- ¿Cómo las dinámicas de securitización de los países elegidos pueden
influenciar las estrategias de la Organización del Tratado de Cooperación
Amazónico?
Presentados el problema y sus preguntas, serán descritos a seguir los objetivos
consecuentes.
1.2 OBJETIVOS
La investigación tiene como objetivo general analizar la influencia de dinámicas de 10 Estrategias, según Castro (1994), corresponden a la planificación, preparación, organización y empleo de medios para superación de obstáculos y consecución de los objetivos fijados por la política de un país, organización, institución o individuo. En esta investigación, objetivos fijados por la OTCA. 11 Considerando que hipótesis es una respuesta supuesta, probable y provisoria al cuestionamiento central delineado (Marconi y Lakatos, 2003), se entiende que la respuesta para el problema “cómo las acciones de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica se ven influenciadas por las dinámicas de securitización de las políticas de defensa de sus países” sería muy amplia y subjetiva, siendo mejor abarcada con la formulación de preguntas correlacionadas.
7
securitización de los países miembros sobre estrategias de la Organización del
Tratado de Cooperación Amazónico. Para ello, se establecen los siguientes objetivos
específicos:
(1) Presentar las teorías de relaciones internacionales, destacando las
contribuciones de la Escuela de Copenhague.
(2) Estudiar los aspectos políticos, militares, ambientales, sociales y
económicos de la región amazónica, poniendo en relieve las vulnerabilidades y
amenazas a la región.
(3) A través de análisis de contenido, inferir influencias de los procesos de
securitización en las estrategias, políticas y directrices de defensa de dos países de
la OTCA.
(4) Examinar, por medio de análisis de contenido, los documentos normativos y
las actas de reuniones de la OTCA, resaltando la presencia de indicadores de
dinámicas de securitización.
(5) Concluir sobre la influencia de dinámicas de securitización sobre las
estrategias de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica.
1.3 DELIMITACIÓN DEL PROBLEMA
Conforme los supuestos contenidos en Mejía (2011), se buscará limitar el problema
en factores de espacio, de temporalidad y de clasificación.
En relación con el espacio, la investigación va a estudiar la problemática a partir
de dos países: Bolivia y Brasil.
Esta definición se debe primeramente a la experiencia del autor en esos dos
países: cinco años trabajando en la Amazonía brasileña, hecho que permitió conocer
dimensiones ambiental, militar, política, económica y social. De estos cinco años, dos
años fueron en la frontera con Bolivia, donde se buscó acciones de cooperación con
el país hermano. Asimismo, en el año de 2011 y en este 2012, esas acciones de
cooperación con Bolivia se profundizaron, desde que el autor fue nombrado
Instructor Invitado del Colegio Militar de Bolivia.
8
Además, se destaca el rol geopolítico que esos dos países tienen en la
Amazonía. Bolivia, tierra de contactos, de atracción, de unión, de soldadura entre los
países que la rodean (Ostria, 1953), “zona de amortiguación de posibles conflictos
continentales” (Céspedes, citado por Bolivia, 2004, p. 49) es donde justamente se
ubica el límite que divide la Cuenca Amazónica de la del río de la Plata. Es también
la importante zona de transición de los llanos amazónicos para las primeras alturas
de los Andes, hacia el Pacífico. A su turno, Brasil, país que abarca 4.9 mil kilómetros
cuadrados (Vieira, 2010) de región amazónica, tuvo rol protagónico en la articulación
del Tratado de Cooperación en 1978, siendo su agente securitizador (Antiquera,
2006; Araújo, 2006).
Así, se plantea que estos dos países son representativos de interesantes
fenómenos y procesos de securitización en el ámbito de la OTCA, caracterizando lo
que Gil (2002) se refiere a técnica de muestra por tipicidad (intencional), técnica no
probabilística que no determina la formulación de hipótesis.
En relación con la temporalidad, el estudio enfoca más la fase en que se
institucionalizaron las estrategias de la Organización del Tratado12, es decir, a partir
de 2004.
En términos de clasificación, la investigación no abarcará todas las cuestiones
de securitización posibles. Considerando que Buzan (1997) afirma que ocurrieron
securitizaciones de la economía, del medio ambiente, de las identidades y de los
delitos transnacionales, se buscó limitar esas cuestiones a los siguientes procesos:
(1) vigilancia y combate a crímenes transfronterizos13, (2) identidad de pueblos
autóctonos, (3) preservación de recursos naturales.
1.4 JUSTIFICACIONES
12 El estudio de Araújo (2006) es una fuente consistente para estudiar la securitización del TCA antes del establecimiento de la OTCA. 13 Acorde con Tapia Valdez (2003), “transfronterizo es expresión de nuevos procesos y modos de interacción y comunicación, que modifican, práctica y teóricamente, las nociones de límites y fronteras. Desde luego, no es igual que lo meramente fronterizo, o que ocurre sola y puramente en el punto de contacto de dos territorios nacionales (p. 11).
9
La Amazonía está en el centro de las atenciones mundiales debido a temas como
abastecimiento de agua potable, explotación versus conservación de recursos
naturales, terrorismo, narcotráfico, desarrollo sostenible, cambios climáticos etc. Al
mismo tiempo, la población local necesita de mejores condiciones de vida, lo que
demanda presencia de los Estados amazónicos en estimular el desarrollo14 en todas
sus dimensiones (económica, social y ambiental).
Por su parte, los estudios de seguridad son relevantes para el análisis de
interacciones entre los países y regiones, involucrando relaciones internacionales
bilaterales y multilaterales. Incluso porque, conforme Deutsch (1972), la política
exterior de cada país se refiere a la preservación de su independencia y seguridad.
Por consiguiente, investigaciones científicas que estudian problemas que
alcanzaron el nivel taxonómico de securitización son pertinentes por fomentar la
discusión de problemas reales. En este marco, se pretende dar un nuevo enfoque
para las investigaciones que tratan de la OTCA.
Además, el trabajo podrá ser útil para otros estudios científicos que se ocupen
de temas de defensa, de seguridad, de organismos multilaterales y de la Amazonía.
Dilemas acerca de aspectos aquí a ser estudiados no se restringen al campo
teórico, lo que podrá ayudar a buscar soluciones factibles para tales problemas.
1.5 METODOLOGÍA
Considerando que la securitización es un proceso reflexivo y transformador de
reglas, el método de la investigación será el tipológico15, pues, conforme Marconi y
Lakatos (2003), no hay una hipótesis de tipo ideal, sino se buscará una proposición
14 El ámbito del desarrollo sostenible puede dividirse conceptualmente en tres partes: ambiental, económico y social. Se considera el aspecto social por la relación entre el bienestar social con el medio ambiente y la bonanza económica. El triple resultado es un conjunto de indicadores de desempeño de una organización en las tres áreas. 15 Presenta similitudes con el método comparativo. Al comparar fenómenos sociales complejos, el investigador crea tipos o modelos, a partir del análisis de aspectos esenciales del fenómeno. La característica principal del tipo elegido es que él no existe en la realidad, pero sirve para análisis y comprensión de casos existentes (Marconi y Lakatos, 2003).
10
que corresponda a la realidad de estos temas de securitización en el contexto
estudiado. Por tanto, tiene un sentido cognoscente16.
El trabajo tuvo cuatro fases: (1) la construcción del marco teórico; (2) la
recopilación de datos; (3) el análisis de los datos; (4) la síntesis. El cuadro a
continuación resume estas fases:
Cuadro 1 - Fases del trabajo Fase Pregunta de investigación Técnicas de investigación
(1) Marco teórico - ¿Cuál es la relación entre seguridad/defensa con las teorías de relaciones internacionales?
Investigación bibliográfica y de documentos
(2) Recopilación de datos
- ¿Cuáles son las características de la región amazónica en sus diversas dimensiones (política, militar, económica, ambiental y societal)?
Investigación bibliográfica y de documentos Entrevistas Organización de registros
(3) Análise de los datos
- ¿Qué dinámicas de securitización existen en las políticas y documentos macro de defensa de países de la OTCA (Bolivia y Brasil)? - ¿Cómo las dinámicas de securitización de los países elegidos pueden influenciar las estrategias de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónico?
Análisis de contenido
(4) Síntesis de la investigación
Fuente: elaboración propia.
En las fases de construcción del marco teórico y de recopilación de datos, las
investigaciones bibliográfica y documental posibilitaron la reflexión sobre el
conocimiento asociado a la temática, permitiendo analizar las informaciones a ser 16 Se intentó escapar del enfoque positivista naturalista. El positivismo, bajo la visión de Giddens (2000), ajusta la ciencia social a la ciencia natural, a partir de leyes deductivas. Hay puntos convergentes en esa visión, por ejemplo, como el mismo autor aborda, la situación del ciclo de pobreza: zonas pobres – escuelas pobres – trabajos mal pagados – hijos viviendo en zonas pobres… Empero, la idea “de que es posible descubrir leyes de la vida social más o menos directamente análogas a las existentes en las ciencias naturales” (p. 25) puede provocar generalizaciones erradas - como Giddens enseña con el ejemplo del semáforo: los coches se quedan parados ¿por motivo de alguno tipo de rayo capaz de detenerlos (naturalismo) o por motivo de la interpretación consciente de convenciones sociales? Así, consonante a Giddens (2000), este trabajo fue delineado en el sentido de que las generalizaciones en el campo de las ciencias sociales, tal como los positivistas buscaban, son menos importantes que la interpretación cognoscente, pues la sociedad es algo en construcción y que “la gente no sólo tiene que conocer qué es lo que hace, sino también por qué hace lo que hace” (p. 28).
11
colectadas.
En la fase de recopilación de datos se realizaron entrevistas y análisis
documental.Las entrevistas fueron semiestructuradas, con autoridades de los
Ministerios de Defensa de Bolivia y de Brasil: Gral. Ejto. de Brasil Maynard Marques
de Santa Rosa17 y Gral. Brig. de Bolivia Simón Hugo Padilla Rodríguez18.
El análisis documental se realizó en textos macro de Defensa de los dos países,
así como en discursos, actas, planes y agendas oficiales de la OTCA (Arteaga, 2006;
La organización de los registros fue realizada por medio de la escrituración de
fichas de los libros y documentos estudiados, y también por la organización de un
archivo digital.
El análisis de los datos fue realizado por medio de análisis de contenido.
Basado en Bardin (1977), el análisis de contenido buscó obtener descripción del
contenido de los documentos que fueron investigados y de las entrevistas, por medio
de indicadores que permitieron la inferencia de conocimientos relativos a las
condiciones de producción / recepción de los mensajes existentes.
Ese análisis se desarrolló en tres fases: la descripción del texto, o sea, los
mensajes de los ordenamientos, discursos y entrevistas; la inferencia, comprendida
por las primeras comparaciones con los aportes teóricos, ordenándose unidades de
contextos (citas), a partir de los indicadores; y las interpretaciones de los hechos.
17Doctor en Ciencias Militares, fue Secretario de Política, Estrategia y Asuntos Internacionales del Ministerio de Defensa de Brasil. 18Licenciado en Ciencias y Artes Militares. Es Jefe del Departamento IV del Comando en Jefe de las Fuerzas Armadas de Bolivia.
12
2. SEGURIDAD EN EL MARCO DE LAS TEORÍAS DE RELACIONES INTERNACIONALES
En relaciones internacionales, la teoría aspira a hacer más comprensibles algunos
sucesos del ordenamiento mundial (Sánchez, 2011). Por su parte, con el surgimiento
de nuevas amenazas y con la rapidez de la informaciones en tiempos de
globalización, el estudio sobre seguridad “se ha convertido en uno de los ejes que
articula las Relaciones Internacionales” (Orozco, 2011, p. 281).
Por tanto, se puede corroborar la idea de que “la teoría es importante como
ayuda y guía en la búsqueda de respuestas a los fenómenos sociales” (Sánchez,
2011, p. 299), permitiendo un diálogo teórico útil entre temas de seguridad y
relaciones internacionales.
Los estudios de seguridad se consolidaron en el siglo XX, a partir de los hitos
de la Segunda Guerra Mundial, revolución nuclear, Guerra Fría y post-Guerra Fría
(Duque, 2009). Tradicionalmente, el debate teórico en seguridad es basado en los
conceptos de poder y de paz (Rudzit, 2005). El abordaje basado en poder es
asociado a la escuela realista, mientras que el enfoque de estudios sobre paz es más
característico de la escuela constructivista, buscando convergir la perspectiva de la
seguridad del sistema internacional con la del sistema nacional (Rudzit, 2005).
Seguridad es un término de gran relevancia en cualquier discurso, resolución o
acuerdo. Buzan y Waever (citado por Rudzit, 2005) dicen que la invocación de la
seguridad ha sido clave para la legitimación del uso de la violencia.
Conforme Tilly (1987, citado por Rudzit, 2005), los agentes del Estado son
fuente de la violencia organizada, actuando en cuatro actividades:
- formación del Estado, eliminando o neutralizando oponentes dentro del
territorio;
- protección, eliminando o neutralizando oponentes de sus clientes;
- extracción, adquiriendo los medios para actuar en las tres primeras
actividades: hacer guerra, formar Estado y protección.
13
- hacer guerra19, eliminando o neutralizando enemigos fuera del territorio20;
Por consiguiente, los estudios del uso de la violencia para la seguridad son muy
importantes para la política mundial, pues involucran formación, protección y
acciones de fuerza que traen consecuencias para el desarrollo humano y para el
sistema internacional en sus múltiples dimensiones.
Después de la Segunda Guerra Mundial, evento que, entre otros, impulsó la
revolución nuclear y el temor de la guerra atómica, los estudios, particularmente en
Europa y Estados Unidos se concentraban de la siguiente forma (Nye y Lynn-Jones,
1988): (1) Europa – estudios para la paz, centrados en las concepciones de sociedad
y seguridad internacional; (2) EE.UU. – estudios estratégicos, priorizando la
seguridad nacional.
A lo largo de los años, con la aparición de las agendas económicas y
ecológicas, surgieron diferentes tendencias en el concepto de seguridad,
incrementadas aún por las preocupaciones con las identidades nacionales y por el
aumento de los crímenes transnacionales en los 1990’s (Rudzit, 2005). Temas que,
seguramente, tocan a la región amazónica.
A continuación, serán discutidos enfoques de seguridad a partir de dos
segmentos de las teorías de relaciones internacionales: los racionalistas y los
constructivistas.
2.1 LAS TEORÍAS RACIONALISTAS
Racionalistas son considerados los que siguen o utilizan las teorías realistas, 19 Coalición de voluntades, métodos y procesos violentos (Castro, 1994). Según Clausewitz (citado por Bobbio et al., 1998), es la continuación de la política por otros medios. Es un acto político por el cual varios Estados, no pudiendo conciliar lo que creen son sus intereses, deberes y derechos, recurren a la fuerza armada para que esta decida cuál de entre ellos, siendo más fuerte, podrá, en razón de su poder, imponer su voluntad a los demás (Espasa, 1925). Para Bobbio et al. (1998), la guerra toma forma, al mismo tiempo, como una especie de conflicto, un tipo de violencia, un fenómeno de psicología social, una situación jurídica excepcional y, en última instancia, un proceso de cohesión interna. 20 En términos geopolíticos, Bonfim (2005) cita que el territorio es el área geográfica que ocupa el Estado limitada por sus fronteras. Su forma geográfica puede favorecer o no la cohesión y la defensa, siendo, por lo tanto, gran símbolo del poder. En términos sociológicos, es el espacio físico donde los actores sociales comparten la vida en común (Santos, citado por Ardaya, 2006).
14
neorrealistas, institucionalistas y neoinstitucionalistas (Sánchez, 2011).
La génesis de los estudios estratégicos mencionados anteriormente fue basada
en el realismo, lo que resultó en los conceptos de estrategia nuclear y disuasión
(Duque, 2009), particularmente después de la Segunda Guerra Mundial.
Los realistas se basan en que los Estados-nación son los agentes-claves de las
relaciones internacionales, siendo que se puede separar la postura en la política
interna de la política exterior. La política exterior, a su turno, es una lucha por el
poder en un entorno anárquico (ausencia de autoridad supraestatal), ocurriendo
gradaciones de capacidades entre los Estados (Dougherty y Pfaltzgraf, 1993). Así,
un actor con suficiente poder y con posición dominante adquiere su seguridad
(Rudzit, 2005).
Cabe destacar aquí conceptos sobre poder. Para Russel (citado por Bonfim,
2005), el poder es la capacidad de un actor producir los efectos deseados sobre otro
actor. Cuando se refiere al poder nacional, Bonfim (2005) cita que el poder es la
capacidad que la sociedad y sus medios tienen para lograr los Objetivos Nacionales,
de acuerdo con la voluntad nacional, a partir de la conformación de las expresiones
del poder nacional (política, económica, psicosocial, militar y tecnológica). De forma
semejante, Dougherty y Pfaltzgraf (1993) definen que poder es el conjunto de
capacidades necesarias para las metas que se necesitan alcanzar, consistiendo de
factores cualitativos y cuantitativos, militares o no.().
Asimismo, los realistas suponen que factores permanentes como la geografía y
la naturaleza humana configuran el sistema internacional (Dougherty y Pfaltzgraf,
1993). La naturaleza humana es explicada por Niebuhr (citado por Dougherty y
Pfaltzgraf, 1993) como aquella que busca subordinar otra vida a su voluntad,
generando conflictos21 entre los seres humanos. En el mismo sentido, Morgenthau
(ibídem) sugirió que las relaciones políticas están fuertemente arraigadas en la
naturaleza humana, que no presuponen un mundo armónico y pacífico. La geografía
21“Conflicto, como objeto de la Seguridad y Defensa Estatal, es la relación de oposición que existe entre uno o más actores estratégicos intraestatales o interestatales, donde ellos expresan su voluntad en busca de lograr sus respectivos intereses con el uso de la razón o la fuerza” (Bolivia, 2010, p. 9).
15
abarca cuestiones geopolíticas22, que caracterizó intervenciones en el escenario
internacional desde las más leves hasta guerras y conquistas territoriales (Araújo,
2006).
La cuestión del poder crea un gran dilema. Si un país incrementa su poder, los
otros países pueden sentirse menos seguros (Sánchez, 2011), buscando
incrementar, a su vez, su poder. Hertz (1950, 1951, 1959, citado por Rudzit, 2005)
adopta una concepción estructural en la cual los Estados tienen que obtener, por su
manera, los medios necesarios para su seguridad, sin depender de nadie. Así, un
gobierno puede interpretar las medidas de otro gobierno como una amenaza,
generando una carrera por medios materiales de forma que pueda disuadir uno al
otro.
Ello es ratificado por Duque (2009), que hace una relación entre estructuras y
agentes a partir de los aspectos materiales. Por tanto, los agentes privilegiados son
aquellos que tienen capacidades materiales para interferir en la estructura, mientras
los más débiles se limitan a sufrir constreñimientos. Las acciones de los Estados
poderosos poseen impacto sobre todas las unidades del sistema internacional. En un
mundo polarizado por la Guerra Fría, eso provocó la carrera armamentista.
La Guerra Fría fue definida por Crockatt (1999) como conflicto ideológico entre
Estados Unidos de Norteamérica (EE.UU.), capitalista, y Unión Soviética (URSS),
comunista, que se extendió a la periferia del sistema internacional. Según Ikenberry
(1996), los EE.UU. poseían todos los medios políticos, económicos y militares
necesarios para defender su posición, mientras la Unión Soviética era una
superpotencia en la expresión militar, pero un “enano” económico.
Ambos bloques poseían organizaciones militares y armas nucleares, lo que
ratifica la idea de carrera armamentista. Conforme Scott (1999), la Organización del
Tratado del Atlántico Norte, de los capitalistas, abarcaba más de 10.000 bombas
nucleares en la década de 1980, en países como los EE.UU., Francia e Inglaterra.
22 Geopolítica es la fundamentación geográfica de cursos de acción políticos, cuando no, la proposición de directrices políticas formuladas a la luz de los factores geográficos, en particular un análisis basado, sobre todo, en los conceptos básicos de espacio y posición (Golbery, citado por Bonfim, 2005).
16
De forma semejante, el Pacto de Varsovia, la Unión Soviética y China, todos de
ideología comunista, poseían casi 10.000 bombas en la misma década.
En esa lógica material, entre 1950 y 1960, es decir, entre la Segunda Guerra
Mundial y la Crisis de Cuba, predominan trabajos científicos sin considerar variables
domésticas de la política externa y defensa. A pesar de eso, algunos autores, como
Wolfers (1962), ya caracterizan seguridad como un símbolo ambiguo, introduciendo
el sentido multidimensional del concepto, ideas que sólo serían mejor aprovechadas
en la década siguiente.
A partir de los 1970’s, la Guerra Fría entró en una nueva fase, la “Détente”. Por
medio de la política externa de Nixon y Kissinger, que tenía por reto evitar un
conflicto nuclear (Scott, 1999), los EE.UU. buscaron iniciar un diálogo con China y
con URSS. Aun así, se mantuvo la lógica material, ya que los números de armas
atómicas aumentaron en ese periodo.
El peligro del conflicto nuclear hizo con que, en el inicio de los 1970’s, el tema
central de los estudios fuera el control de armamentos. No obstante, las dos crisis del
petróleo y la consecuente caída de la economía estadounidense demandaron la
inclusión de cuestiones de economía internacional en el concepto de seguridad
(Duque, 2009; Dougherty y Pfaltzgraf, 1993). Con la Cumbre de Estocolmo sobre
Ecología (1972), el concepto de seguridad también alcanzó preocupaciones
ambientales (Araújo, 2006; Rudzit, 2005).
Así, las concepciones de seguridad pasaron a demandar de otras cuestiones,
las que Haftendorn (1991) identifica como economía, ecología, factores domésticos
de seguridad y amenazas transnacionales.
Con la identificación de los factores domésticos de seguridad, hubo una
aproximación entre la seguridad exterior a la interior. En la visión de Rudzit (2005), el
enfoque de correlacionar los conceptos de seguridad con la seguridad nacional
resultó en una visión más militar del término seguridad. Eso hace sentido pues, si el
concepto de seguridad es trabajado en términos de poder de cada nación y si cada
formulador de política debe poseer una visión predominantemente nacional, debido a
sus posiciones y responsabilidades, se aumenta la lógica de la importancia de la
17
capacidad material militar.
Por su parte, la Guerra Fría llegó a una nueva fase. El apoyo soviético a países
no desarrollados, como Angola y Etiopia entre 1975 y 1978; la instalación de misiles
en Europa por la OTAN en 1979, apuntados a países comunistas del Este Europeo;
el posicionamiento del Presidente estadounidense Reagan contra el comunismo y la
invasión soviética al Afganistán (también en 1979) acabaron con la Détente.
Esos dos últimos casos (La invasión del Afganistán, en 1979, y las nuevas
políticas de Reagan) marcaron una renovación en los estudios de seguridad,
particularmente con la teorización del neorrealismo (o realismo estructural) por
Kenneth Waltz (1979). Teoría todavía muy utilizada hasta hoy, pues, como
ejemplifica Sánchez (2011), muchos investigadores afirman que los análisis de los
conflictos internacionales se ubican con más facilidad en la agenda de los
neorrealistas.
En el neorrealismo, la seguridad del Estado es el fin más importante en la
anarquía23 del sistema internacional (Waltz, 1979). Waltz ignora la naturaleza
humana valorada por los realistas y vuelve sus análisis a los efectos del sistema
internacional. Para Waltz, o sistema internacional consiste de un número de
potencias, cada cual buscando supervivir como potencia (Walt, 1998; Araújo, 2006).
Así como para los realistas, los neorrealistas consideran como centrales las
variables materiales. Para Waltz (1979), la estructura del sistema internacional, y sus
consecuentes fenómenos, son definidos y explicados también por la distribución
relativa de capacidades materiales entre las unidades del sistema. Sin embargo, el
neorrealismo contempla permanentemente la adopción del estudio de fuentes no
militares en términos de seguridad (Walt, 1991).
Waltz (1979) deja claro que su teoría no se aplica a países que no sean
potencias. Las superpotencias extrapolan el concepto de proximidad por actuar en
todo el mundo en una dinámica que se llama penetración (Alves, 2009). ¿Y cuál
sería el papel de los países no potencias como protagonistas en el campo de la
seguridad regional? 23 Situación en que las partes de un sistema, entre sí, mantienen relaciones de coordinación.
18
Utilizando ideas de Ayoob (1995), Rudzit asevera que la dimensión
internacional de seguridad es inseparable del proceso de formación del Estado. Ese
es un proceso histórico y es el núcleo de la variable que determina la problemática
de seguridad de los Estados no desarrollados, enfatizando su connotación política.
De forma convergente, considerando cuestiones históricas de ese proceso, comunes
a todos los países amazónicos, Tapia (2002) dice que condiciones de abigarramiento
social24 de un Estado causan una debilidad interna que lo torna más vulnerable en el
contexto interestatal.
Además, Rudzit (2005) cita que otro factor consecuente de la formación del
Estado que causa gran inseguridad: serían los bajos niveles de cohesión social25.
Chaunu (citado por Visacro, 2009a) cita ejemplos históricos de falta de solidez
institucional que involucran países amazónicos, la región de este estudio, que
pueden colaborar para estos bajos niveles: Bolivia, de 1825 a 1898, registró sesenta levantes militares, seis asesinatos de presidentes y diez constituciones promulgadas. Perú, durante cincuenta años después de 1821, convivió con cuarenta conflictos, quince constituciones, siendo que sólo en 1834 tuvo ocho presidentes. Tras 1830, Ecuador tuvo doce constituciones en sólo ochenta años, mientras Venezuela tuvo once y Colombia sólo siete, pero sufrió con setenta revoluciones hasta 1903 (p. 231, traducción nuestra).
De acuerdo con Jaggers (1992), un Estado no debe sólo desarrollarse en
productividad económica y coerción gubernamental, sino también en poder político e
institucional. Fukuyama (2004), racionalista liberal, corrobora esa idea, diciendo que
el principal obstáculo para el desarrollo de países periféricos en el mundo globalizado
sería la gobernanza débil y la existencia de instituciones ausentes o inadecuadas.
Así, Estados fracasados institucionalmente facilitan la ocurrencia de desastres
24El abigarramiento social es una condición de sobreposición de diversos tipos de sociedad que coexisten de manera desarticulada, estableciendo relaciones de dominación y distorsión de una sobre otras (Tapia, 2002, p.10). 25 “La cohesión social se refiere (…) tanto a la eficacia de los mecanismos instituidos de inclusión social como a los comportamientos y valoraciones de los sujetos que forman parte de la sociedad. Los mecanismos incluyen, entre otros, el empleo, los sistemas educacionales, la titularidad de derechos y las políticas de fomento de la equidad, el bienestar y la protección social. Los comportamientos y valoraciones de los sujetos abarcan ámbitos tan diversos como la confianza en las instituciones, el capital social, el sentido de pertenencia y solidaridad, la aceptación de normas de convivencia, y la disposición a participar en espacios de deliberación y en proyectos colectivos.” (CEPAL, 2007).
19
humanitarios, pueden causar masivas migraciones y pueden proteger a terroristas. El
problema es más grave cuando las amenazas internas son transnacionales,
involucrando más Estados. Rudzit (2005) afirma que eso también provee
oportunidades y justificaciones para que potencias u organizaciones multilaterales
intervengan en esos países.
Como se ha dicho anteriormente, la economía se tornó un punto fuerte en los
debates de seguridad, particularmente en los EE. UU. Pipitone (1996) afirma que la
degradación de la economía estadounidense vino en una época en la cual otras
naciones ganaban nuevo vigor económico, como Japón y Alemania, y aún Corea del
Sur, Taiwán, Malasia y China, aumentando la competencia internacional, bajo la
lógica de mercado libre, características liberal e institucionalista26.
Esa lógica resultó en una visión que la seguridad no consistía un tema
prioritario en el escenario internacional, pues la cooperación entre los Estados
determinaba que el uso de la fuerza no siempre poseía la mejor relación costo-
beneficio (Duque, 2009).
En las palabras de Lamy (2001), el desafío de los neorrealistas era el
pensamiento neoliberal institucional. Para los institucionalistas, se debe dar
relevancia a temas como la gobernanza global, regímenes, instituciones, no siendo
su especialidad analizar los temas de conflicto militar. En ese sentido, Keohane
(1986) dijo que era necesario entender el cambio pacífico mediante la combinación
de análisis académicos multidimensionales.
Se resaltan, en consecuencia, regímenes27 donde los Estados consideran que
es posible lograr ganancias, por medio de la cooperación basada en supuestos de
interdependencia compleja (Sánchez, 2011).
Para Keohane y Nye (1989), la interdependencia compleja es aquella en que:
(1) se incrementan los vínculos entre estados y actores no estatales; (2) no hay
26 “Las instituciones pueden incluir organizaciones, agencias burocráticas, tratados y acuerdos, prácticas informales que los Estados aceptan cumplir” (Sánchez, 2011, p. 310). 27 El término régimen se refiere a la manera de gobernarse en una cosa. Abarca normas, instituciones y prácticas de un gobierno en general. Es el conjunto de condiciones estables y regulares que causan o acompañan una sucesión de fenómenos.
20
distinción jerárquica entre temas de alta y baja política en la agenda de temas
internacionales; (3) hay múltiples canales de interacción entre sociedades
nacionales; (4) hay declinación de la eficacia de la fuerza militar. Espera, así, que la
política mundial sea bien distinta de la lógica (neo) realista.
La fuerza militar, para los institucionalistas, pasa a ser “irrelevante para resolver
desacuerdos sobre aspectos económicos entre los miembros de una alianza, pero, al
mismo tiempo, puede ser muy importante para las relaciones políticas y militares de
esa alianza con un bloque rival” (Keohane y Nye, 1989, p. 41). Permanece, por lo
tanto, los estudios de seguridad en los sectores político y militar, ahora bajo la lógica
del mercado. Los autores, sin embargo, sabían de la limitación de su posición, razón
por que no sostendrán “que la interdependencia compleja refleja fehacientemente la
realidad mundial” (p. 40).
El mundo seguía bipolarizado, siendo que los cambios económicos también
trajeron consecuencias para el bloque comunista. Como dijo Ikenberry (1996), la
Unión Soviética era un “enano” económico, a pesar de liderar su bloque. Las
naciones bajo su coacción política y militar eran menos desarrolladas aún.
Había, por tanto, una relación de interdependencia asimétrica entre los países
comunistas no desarrollados y la Unión Soviética, o sea, que un grado de mayor
vulnerabilidad en una de las partes implica una asimetría en la relación (Chabat,
1996). Es decir, conforme Keohane y Nye (2009), había una dependencia no
equilibrada en que la Unión Soviética usaba las relaciones con los otros países
comunistas como fuente de poder y de presión28.
Por ende, en esos países comunistas no desarrollados, la interdependencia
militar era una fuente de dependencia fuerte, mientras la sensibilidad y la
vulnerabilidad no militar podrían cambiar para peor su situación delante de una crisis
de la URSS.
Fue lo que ocurrió. Por ser vulnerables, esos países no desarrollados sintieron
las consecuencias de la débil estructura de la economía soviética, que era
configurada bajo un sistema de planificación inflexible, no moderno y sin incentivos, y 28 Acción coactiva para alcanzar determinado objetivo (Castro, 1994).
21
estancado en las décadas de 1970 y 1980 (Crockatt, 1999). Hubo reformas.
Esas reformas empezaron en 1987, con la Glasnost (política) y Perestroika
(económica). La Glasnost (apertura) tenía por base la libertad de pensamiento,
libertad cultural y libertad (relativa) de la prensa. Ya la Perestroika (restructuración)
se basaba en el fin del papel de liderazgo del partido comunista, apertura de
mercado y liberalización de la economía (Crockatt, 1999).
En relación con los países no desarrollados, se adoptó la Doctrina Sinatra en
Europa (my way), que, con base en la Perestroika y Glasnost, fomentó el fin del
comunismo en esos países (Scott, 1999). Así, entre 1989 y 1990, Checoslovaquia,
Hungría, Polonia, Rumanía y Alemania Oriental ya no tenían más sus soberanías
limitadas por la URSS (Crockatt, 1999). La caída del muro de Berlín significó el fin de
la Guerra Fría (Scott, 1999).
En la visión de los liberales-institucionalistas, como Fukuyama (Walt, 1998), era
el fin de la historia, donde la economía de mercado y los supuestos de
interdependencia compleja serían dominantes. Sin embargo, como ya fue citado, tal
visión teórica no reflejó la realidad. En términos del tema de seguridad, en los doce
primeros años después de la Guerra Fría (1990-2001), cincuenta y siete grandes
conflictos ocurrieron en cuarenta y cinco países , siendo 80% domésticos (Pizarro,
2006; Rudzit, 2005). “La (actual) coyuntura político estratégica confirma que los
conflictos no estarán ausentes en las relaciones internacionales” (Bolivia, 2010, p. 3).
El colapso de la Unión Soviética hizo con que las relaciones internacionales
dejaran de basarse en la dicotomía Este-Oeste para la profundización de las
relaciones Norte-Sur, lo que incluyó el estudio de nuevas amenazas que valoran las
variables domésticas con actores no estatales y transnacionales, como terrorismo29,
crimen organizado30, tráfico de drogas y de personas (Alves, 2009). Hechos que se
tornaron más complejos por una nueva interdependencia generada por tecnologías
29Violencia premeditada, o su amenaza, ideológica y políticamente motivada perpetrada contra blancos no combatientes por grupos sub-nacionales o agentes clandestinos, normalmente con la intención de influenciar, coaccionar o vulnerar un cierto público, Estado o sociedad (Visacro, 2009a). 30Concepto que comprende la propia organización criminal o asociación ilícita para la delincuencia, de gran potencial ofensivo, teniendo como principal motivación el control de actividades, dominio de áreas y logro de ventajas financieras (Visacro, 2009a).
22
de la comunicación y de información, características de la globalización. Ello
evidencia mayor vulnerabilidad e inestabilidad a la que se enfrenta el sistema
internacional ante redes organizadas transnacionales (Orozco, 2011).
Así, “la expansión y eficacia de redes interdependientes e informales (…)
demuestran que las amenazas al territorio de cualquier país pueden provenir de
diversas partes del mundo” (Keohane, 2002, p. 33).
Según Freedman (1998, citado por Duque, 2009), el colapso soviético priorizó
los estudios de seguridad en detrimento de los estudios estratégicos, orientando
nuevas teorías en temas de relaciones internacionales, de guerra y de seguridad.
Ello aumentó la discusión entre racionalistas y constructivistas31, relación que será
profundizada en la próxima sección.
Después del 11 de septiembre de 2001, el tema de la seguridad volvió a tener
un rol central en las relaciones internacionales. Las campañas en Afganistán e Irak
son ejemplos de empleo del uso de la fuerza en las relaciones internacionales,
marcando no sólo la vuelta del predominio político sobre el económico, sino también
la vuelta del poder del Estado sobre el mercado (Rudzit, 2005).
En ese nuevo contexto, Pizarro (2006) afirma que hay 4 tipos de conflictos
armados en la contemporaneidad:
- conflicto armados interno, que es un enfrentamiento entre el Estado y grupos
internos (Sendero Luminoso);
- conflicto regional complejo, que resulta de la confrontación de un Estado y
grupos de oposición interna, con activa participación de otros Estados (FARC, El
Salvador);
- conflictos armados extra-estatales, desenvueltos entre un Estado y grupos no
estatales en una guerra sin frontera (guerra contra el terror, Al Qaeda); y
- conflictos armados inter-estatales, entre dos o más Estados (Guerra Ecuador-
Perú).
En las nuevas conjeturas, pierden relieve en el escenario mundial las guerras 31 De acuerdo con los constructivistas, el mundo social es construido por estructuras y procesos intersubjetivos y colectivos. Buscan, por tanto, revisar perspectivas de relaciones internacionales, con el fin de revelar procesos antes ignorados (Duque, 2009).
23
inter-estatales. En 2001, hubo 33 conflictos armados, siendo sólo uno, entre India y
Paquistán, considerado confrontación entre Estados. Por su parte, ha aumentado el
número de conflictos extra-estatales, que son combates de carácter informal,
dinámico, flexible y mutable, que frustran las expectativas de aquellos que buscan
estándares doctrinarios rígidos (Visacro, 2009a) de los conflictos inter-estatales.
Los liberales-institucionalistas tienen reservas al uso de la fuerza en
determinados conflictos armados extra-estatales. Para Keohane (2004), la acción
preventiva en Irak en 2003 fue decepcionante, un retroceso. Keohane (2002) afirma
que la causa de la intervención fue eminentemente realista, una globalización de la
violencia para demostrar poder, a fin de disuadir otras amenazas de la región del
Medio Oriente. Para él, esa forma de entender la seguridad en un espacio
geográfico32 es obsoleta.
Keohane (2002) también expresa que el 11-9 fue un reto al institucionalismo.
Incluso porque la superpotencia tuvo, de cierta forma, comportamiento ambiguo. En
ciertos momentos, dejó de lado las instituciones internacionales en temas como
calentamiento global, lavado de dinero, tráfico de armas y evasión de impuestos. Al
mismo tiempo, buscó legitimar su coalición contra Irak ante la ONU, por medio de
intervenciones de Paul Bremer con Kofi Annan, artificio que Sánchez (2011)
conceptúa como legitimación colectiva33. Ese tipo de ambigüedad interesada es lo
que Nye (citado por Sánchez, 2011) llama multilateralismo selectivo.
Los neorrealistas, por su parte, consideran que los conceptos de disuasión
tradicional no funcionan con las nuevas amenazas, como grupos terroristas que
adquirieren armas de destrucción en masa (Waltz, 2003). Así, se apunta que una de
las principales amenazas para la administración de las grandes potencias es el
desafío complejo de tratar de impedir que estados fallidos y grupos transnacionales
compren esas armas (Waltz, 2003). Es una visión también compartida por liberales
32 Es un conjunto indisociable de objetos y sistemas de acciones sobre la tierra. El espacio es construido históricamente. En el espacio concurren y se sobreponen distintas territorialidades locales, regionales, nacionales y mundiales, con intereses distintos, con percepciones, valoraciones y actitudes territoriales diferentes, que generan relaciones de complementación, de cooperación y de conflicto (Ardaya, 2006). 33 P. 314
24
como Fukuyama (2004), que afirma que los estados débiles protegen instituciones
terroristas, lo que debe determinar que Estados más fuertes adopten medidas
incisivas.
Waltz (2002, citado por Sánchez, 2011) aun cita que esas armas de destrucción
en masa se dispersarían por el mundo, debido al gran desequilibrio de poder y de las
recurrentes crisis políticas y económicas mundiales.
Considerando esos nuevos hechos y que el miedo es un gran condicionante de
la política internacional (Jervis, 2005), hubo una evolución en los conceptos del uso
de la fuerza. Las más recientes estrategias de ese uso son: (1) la anticipación,
alguien ataca cuando espera ser atacado en corto plazo; y (2) la prevención, que se
basa en la simple percepción de amenaza entre 5 a 20 años. Los EE. UU. operaron
en Irak basados en esa última idea.
Paralelo a los conceptos de anticipación y de prevención, hay otros dos
conceptos que se adecuan al tipo de uso de la fuerza: el hard power y el soft power
(Sánchez, 2011).
El hard power consiste en la capacidad, evidenciada por un país, de alcanzar
objetivos a través del uso de la fuerza física o de la influencia económica34,
recorriendo, con frecuencia, a la fuerza militar (Brito, 2010). La invasión de Rusia a
Osetia del Sur, así como la de los EE. UU. a Irak ratifican la importancia de ese
concepto actualmente.
El soft power es la habilidad que tiene la sociedad de una gran potencia para
permear otras culturas, hacerse atractiva, a través de su cultura, mediante la
persuasión, lo que implica la adopción de principios estratégicos que mezclan
elementos simbólicos o culturales con valores políticos, ideológicos, identitarios que
refuerzan liderazgos. Además, busca compartir el desarrollo tecnológico y calidad de
vida, algo que puede facilitar la cooperación contra las nuevas amenazas (Nye, 2007,
34En el actual contexto, se verifica que, para Bolivia (2010), “el fenómeno de la globalización ha generado mayor interrelación económica (…) entre los Estados. La premisa esencial de esta propone un grado tal de integración dentro y entre las sociedades mundiales, que para países como el nuestro son interpretados como injerencia. Este proceso como tal produce dependencia a nivel individual, empresarial y estatal que a falta de reglas claras de acción, ubica algunos países como potencias dominantes y a otros como estados dominados” (p. 3).
25
citado por Brito, 2010 y por Sánchez, 2011). Actúa, por lo tanto, no sólo en el sector
militar, sino también realiza acciones en los sectores político, social y económico,
bajo la idea fuerza del desarrollo.
Según Barzegar (citado por Sánchez, 2011), los conceptos de hard y soft power
convergieron y evolucionaron para el smart power. Ese concepto valora la
importancia de actuarse con inteligencia35, particularizando las formas de actuación
en función de las necesidades concretas, de acuerdo con los contextos nacional e
internacional, con las características culturales y con las influencias económicas.
Obliga a definir asociaciones en diferentes niveles de intervención y valoriza
diferentes protagonismos.
Siguiendo algunos de los principios del soft power, el smart power evita las
grandes movilizaciones militares que apelan al uso de la fuerza, buscando un
abordaje diplomático para resolución de conflictos, promoviendo nuevas
oportunidades y redefiniendo estrategias integradas y sostenibles que generen
autonomía (Brito, 2010).
Por ende, se verifica que el uso del poder militar es importante en ciertas
situaciones, pero los estudios de seguridad no deben enfocarse sólo en él. Es
necesario un planteamiento más comprensivo y multidimensional, considerando
variables domésticas y del sistema internacional.
En Sudamérica, particularmente en los países que abarcan su subregión
amazónica, las condiciones de proyección de poder económico, militar o político no
se aproximan de las de las grandes potencias, haciendo con que las teorías
racionalistas sean importantes para el entendimiento del sistema internacional y la
resignificación de esas teorías en el ambiente doméstico, pero que no tengan 35Como será visto en la caracterización societal de la Pan Amazonía, las Ciencias Militares actualmente valoran el concepto de Inteligencia Cultural. Ello significa ser flexible y capacitado para comprender una cultura, aprendiendo más sobre ella desde la interactuación con personas de ese origen. A partir de esa asimilación, se debe refinar poco a poco la forma de pensar, resultando en un comportamiento y acción más comprensivos en relación a la cultura en cuestión (Thomas e Inkson, citados por Siqueira, 2008). Visacro (2009b) también denomina Inteligencia Cultural a la Inteligencia Etnográfica, definiéndola como una actividad sistemática destinada a apoyar el proceso de toma de decisiones a los niveles político, estratégico y táctico, ya que, conforme Scully (citado por Visacro, 2009b), el conocimiento de la cultura y la sociedad del enemigo puede ser más importante que el conocimiento de su orden de batalla.
26
repercusiones materialmente debido a las condiciones de sus países. Asimismo, se
verifica el deber de fortalecer los Estados, sus sociedades, las instituciones y los
foros regionales, pues, como fue dicho, estados fallidos y sin cohesión social tienden
a aumentar sus problemas domésticos con consecuencias para la seguridad
internacional.
De la misma forma, es necesario conocer bien aspectos de las estrategias de
prevención y del smart power que sirven de base para que grandes potencias
vengan a intervenir en otras partes del mundo, sin contar que, según Rudzit (2005),
un equilibrio de poder regional puede ser fácilmente modificado por los recursos de
alcance global de las grandes potencias.
2.2 LAS TEORÍAS CONSTRUCTIVISTAS Y EL PROCESO DE SECURITIZACIÓN
Como fue abordado en la introducción, Buzan et al. (1998) plantean la teoría de la
securitización, a partir del estudio de amenazas subjetivas, por medio de un proceso
intersubjetivo de entendimiento de la realidad. Hay, por lo tanto, una taxonomía
teórica en su planteamiento: cualquier cuestión pública puede ser ubicada en el
espectro que varía del "no politizado", pasando por "politizado", alcanzando el
"securitizado". En ese sentido, Rudzit (2005) ejemplifica que hay Estados que
politizan la religión, mientras otros no lo hacen. Algunos securitizan la cultura, otros
no.
El fin de la Guerra Fría y el proceso descolonizador, y sus consecuentes reflejos
en la sociedad internacional, marcan sustantivamente la configuración de la
cartografía internacional actual, fomentando la necesidad de cambiar el paradigma
dominante del realismo (Duque, 2009; Orozco, 2011). Ese fue el contexto en que
surgió la securitización, propuesta por la Escuela de Copenhague, que, según
Huysmans (citado por Duque, 2009), buscó estudiar, de manera original, cuestiones
no militares en temas de seguridad.
La Escuela de Copenhague se estableció en 1985, como Centro para
Investigación de la Paz y del Conflicto, y hoy en día es conocido, oficialmente, como
27
Instituto de Investigación de Conflicto y Paz. Sus grandes teóricos son Buzan y
Waever (Duque, 2009).
La nueva configuración de la cartografía internacional acentuó, conforme
Orozco (2011), las dinámicas regionales, que determinan, en gran medida, la
estructura del sistema internacional. La descolonización36 provocó el resurgimiento
de los subsistemas locales de seguridad (Rudzit, 2005).
La Escuela de Copenhague desarrolló un cuadro teórico y conceptual
innovador, no dejando de valorar los estudios tradicionales de seguridad en los
sectores militar y político, sino permitiendo también la interpretación de continuidades
y cambios en el escenario internacional. Aspira así ser aplicable tanto en estudios
históricos, como en la contemporaneidad de las relaciones internacionales (Duque,
2009).
El propio Buzan (1997) busca valorar los estudios anteriores, diciendo que la
seguridad no fue siempre reducida a los aspectos militares, pues la nueva teoría
coincide con medidas que él llama securitizaciones de la economía (1970), del medio
ambiente (1980), de las identidades y de los crímenes transnacionales (1990)37.
Buzan (1997) también busca dialogar con liberales-institucionalistas, diciendo
que la lógica del mercado trae una demanda por una seguridad más amplia, que
evite la súpersecuritización del sector militar.
Pretende, por ende, argumentar que la concepción de seguridad internacional
es un proceso dinámico, que incluye otros sectores – sería una construcción social
que depende de los agentes y estructuras. Abrió, así, una nueva agenda en el área
(Duque, 2009), el constructivismo.
En la perspectiva constructivista, se reducen las amenazas al sistema
internacional como un todo al reducirse las amenazas externas del Estado. Una paz
duradera tendría como resultado la seguridad para todos (Rudzit, 2005).
El constructivismo llama la atención para la construcción social del
36 Descolonización es el rompimiento político, social y económico, por parte de un área sometida a otra (Castro, 1994). 37En la introducción, se cuestiona si sería securitización temprana la firma del TCA. Por los principios de Buzan, sería simplemente securitización.
28
conocimiento y de la realidad (Duque, 2009). Para los constructivistas (Wendt, 1999),
la anarquía internacional no significa que los Estados van a vivir algo de hobbesiano
(enemistad). La guerra proviene de una estructura de ideas compartidas, resultado
de contingencias históricas, y no es una consecuencia de la naturaleza humana o de
la anarquía internacional, pensamiento de los racionalistas más tradicionales.
Mientras que para los racionalistas las ideas poseen importancia marginal en el
estudio de las relaciones internacionales, para los constructivistas esas ideas son
esenciales. Duque (2009) dice que los constructivistas buscan explicaciones
causales y constitutivas, es decir, sus análisis son históricamente contingentes.
Para los constructivistas más optimistas (Wendt, 1999), sería una tendencia del
sistema internacional evolucionar de una cultura hobbesiana (enemistad), para una
lockeana (rivalidad) y, en fin, una kantiana (amistad).
Los intereses estatales, en la visión constructivista, no son simplemente
consecuencias de aspectos sistémicos o psicológicos, sino de procesos de
socialización, en que son formadas las identidades estatales. El Estado es sólo uno
entre los diversos objetos de referencia. Así, hay que explicar el porqué de los
cambios en las relaciones internacionales (Duque, 2009).
Según Fearon y Wendt (2002), hay dos puntos en el debate entre racionalistas
y constructivistas: (1) la importancia de las ideas en la política internacional y su
respectiva influencia, (2) la relación entre actores internacionales y sus estructuras.
Por tanto, se busca analizar de forma más contingente que descriptiva, lo que puede
facilitar la toma de decisiones más duraderas y sostenibles.
Sabiendo que toda teoría tiene su variedad, Fearon y Wendt (2002) identifican
tres posiciones constructivistas: la positivista, la interpretativa y la post-moderna.
La positivista se aproxima del racionalismo y del naturalismo, valorando las
pruebas empíricas, las explicaciones causales. La interpretativa se apoya más al
relativismo, pues cree que hay una realidad externa a la observación. Ya los
constructivistas post-modernos refutan la existencia de una realidad objetiva y
consideran imposible separar el observador del agente.
Otro aspecto sustantivo de la Escuela de Copenhague proviene de la
29
introducción de categorías propias de la filosofía del lenguaje, que proviene de las
ciencias lingüísticas, para analizar el proceso comunicativo por medio del estudio de
cuestiones que se transportan para la esfera de la seguridad (Duque, 2009), pues
“los actos de habla representan no sólo un estado de cosas, sino además un efecto
que puede llevar a una acción en un sentido u otro” (Orozco, 2011, p. 285). Para
Buzan et al. (1998) no es posible mensurar la seguridad objetivamente. Ello sólo
podría ser posible en casos de amenazas inmediatas, como carros de combate
pasando la frontera en actitud hostil.
De hecho, el discurso es una forma de acción (Duque, 2009), pues todo acto de
comunicación social supone un contrato (Charaudeau, 1994). Palabras que hacen
referencia a amenazas no sólo son signos lingüísticos, sino también traen consigo
una demanda de equilibrio (Duque, 2009). Consonante a Orozco (2011), el “El Manejo del lenguaje (proyecta) (…)una voluntad de poder pues parte de los agentes que toman las decisiones en las esferas más altas del Estado para someter o doblegar una determinada concepción de la sociedad en virtud de los intereses de unos que ostentan el control de los medios políticos y policiales para lograr ello” (p. 285).
Al decir seguridad, un representante del Estado hace referencia a un hecho en
un área específica, demandando un derecho especial para utilizar medios para
enfrentar una amenaza (Waever, 1995).
En ese contexto, para Duque (2009), las contribuciones más importantes de la
Escuela de Copenhague son: (1) nuevas unidades de análisis de seguridad, (2) el
concepto de securitización, (3) y el abordaje multisectorial de la seguridad (Duque,
2009). A continuación, esas contribuciones van a ser desarrolladas.
Para Buzan (1997), hay tres variantes en el campo teórico de seguridad:
- Tradicionalista: uso de la fuerza, estudio objetivista y estadocéntrico;
- Crítica: considera que las amenazas y los objetos de seguridad son
socialmente construidos; y
- Comprensiva, en la cual está la Escuela de Copenhague, que amplía el
concepto de seguridad para más allá que las amenazas no militares y redefine el
significado de seguridad como acto del discurso.
30
Duque (2009) sintetiza y relaciona esas tres variantes del concepto de
seguridad con las tres posiciones constructivistas.
Cuadro 2 - Relación de los tipos de concepto de seguridad y las posiciones
La interpretación de ese cuadro permite inferir que esas variantes y posiciones
pueden incluir amplias tendencias en el estudio de las relaciones internacionales.
En ese sentido, Rudzit (2005) considera la seguridad como un fenómeno
relacional, ya que no se puede entenderla como siendo de determinado Estado sin
considerar el estándar de seguridad interdependiente en el cual un Estado está
involucrado. Todos los Estados estarían inmersos en una red global de
interdependencia en términos de seguridad. En ese sentido, la dimensión social gana
especial tratamiento, pues la teoría constructivista considera que el mundo es
construido por estructuras y procesos intersubjetivos y colectivos. Por lo tanto, las
amenazas a la seguridad son socialmente construidas (Duque, 2009).
Un tópico se torna de seguridad no necesariamente por motivo de una amenaza
real, sino porque es presentado como amenaza (Rudzit, 2005) – como fue dicho, hay
criterios de intersubjetividad, que determinan la securitización de un tópico.
Así, “Securitización se puede definir como el acto de habla por el cual se le da
status de seguridad a algo, y por tanto, como asunto que requiere acción prioritaria y
urgente” (Orozco, 2011, p. 285).
En las palabras de Duque (2009), cuando un tema es securitizado, el mismo
pasa de la esfera normal a la de la emergencia, caracterizada por la confidencialidad
y desconsideración de los mecanismos internacionales comunes, legitimando,
muchas veces, el uso de la fuerza.
Por lo tanto, tres hechos caracterizan la securitización:
31
“(1) rompimiento de reglas o normas plenamente establecidas y reconocidas por una comunidad política; (2) uso desproporcionado de la fuerza frente al hecho que invocó la acción securitizante; (3) tratamiento y respuesta desde el aspecto exclusivamente militar al hecho que invocó la acción securitizante” (Orozco, 2011, p. 285-286).
En ese sentido, Waever (1995) se refiere a la securitización como a una
“política del pánico”, a partir de amenazas que impactan considerablemente sobre el
proceso decisorio. Así, Buzan et al. (1998) afirma que se debe buscar desecuritizar
los temas para volverlos a la política normal. Así, la Escuela de Copenhague busca
limitar la expansión de la agenda de seguridad, lo que demandaría mayor tiempo de
políticas “de pánico”, lo que no es ideal.
Para estudiar la securitización, es necesario estudiar los discursos de
securitización, que poseen una retórica específica. Se debe, aun, considerar,
conforme Alves (2009), que la securitización no es simétrica, ya que el objeto de ese
proceso no es necesariamente un Estado.
Así, Buzan et al. (1998) enumeran tres unidades de análisis para el proceso de
securitización: objetos, agentes y actores funcionales.
Los objetos son las unidades que se encuentran amenazadas, demandando
medidas para protegerlas. “Buzan plantea que es necesario tener en cuenta la
multiplicidad de objetos referentes de la seguridad” (Orozco, 2011, p. 284): Estado,
Sistema Internacional e individuo concreto.
Los agentes son los autores de las iniciativas de securitización, mientras los
actores funcionales son aquellos que afectan la dinámica del sector, influenciando las
decisiones. En el sector militar, una industria bélica puede ser un actor funcional
(Buzan et al., 1998).
En la retórica de securitización, el agente hace referencia a acciones para
contener amenazas, sin necesariamente hablar de “seguridad”. No obstante, la
securitización debe ser acepta por las partes en diálogo (Buzan et al., 1998).
Además, de acuerdo con Duque (2009), la teoría de securitización retira el enfoque
de análisis del Estado por medio de la distinción entre objeto y agente, así como por
la adopción de objetos no estatales. Aun así, la percepción de amenazas a la
sociedad pasa por el Estado.
32
Una securitización exitosa tiene tres pasos: reconocimiento de las amenazas,
acción de emergencia y efecto en las relaciones por medio del quiebre de las reglas
(Buzan et al., 1998).
La agenda global de securitización, según Alves (2009), privilegió las dinámicas
regionales en tiempo de globalización que, conforme Orozco (2011), serían: (1)
Estados que tienen amenazas comunes; (2) Disposición y capacidades militares,
demográficas o económicas – dinámicas de polaridad entre los Estados; (3) La
construcción social doméstica de la región (amistades o enemistades).
De hecho, las amenazas tienden a moverse más fácilmente dentro de las
mismas regiones geográficas (Alves, 2009). Buzan (citado por Rudzit, 2005) define
“región” como un subsistema específico y significativo de relaciones de seguridad
existente entre un grupo de estados, cuyo destino está determinado por la
proximidad geográfica.
Por su parte, el impacto de la proximidad geográfica es más lógico y más fuerte
en las dimensiones militar, política, social y ambiental. Es menos consistente en el
sector económico (Alves, 2009).
Para Buzan (citado por Rudzit, 2005), la única idea tradicional del subsistema
con potencial para propósitos de análisis de seguridad es la noción del equilibrio de
poder local o regional. Como está centrada en poder, tiende a enfatizar la capacidad
de las grandes potencias.
Asimismo, Buzan (citado por Rudzit, 2005) afirma que, en seguridad regional, el
principal elemento que debe ser adicionado a las relaciones de poder es el estándar
de relaciones amistosas o de enemistad entre Estados. Ello puede ser consecuencia
de hitos históricos, disputas de frontera, alineamientos ideológicos y de intereses.
En la teoría constructivista comprensiva de la Escuela de Copenhague, esa
regionalización de la seguridad ganó respaldo teórico por medio de la Teoría del
Complejo de Seguridad Regional. “Un Complejo de Seguridad Regional se define como un conjunto de unidades cuyos procesos principales de securitización y desecuritización son entrelazados de tal forma que sus problemas de seguridad no se pueden analizar ni resolver de manera separada” (Orozco, 2011, p. 286).
33
Buzan (1991) se refiere a un a complejo de seguridad como un grupo de
Estados cuyas principales preocupaciones de seguridad están unidas de manera que
la seguridad nacional de cada uno no puede realísticamente ser separada de las
otras. Interpretando ello, Rudzit (2005) afirma que la denominación de complejo de
seguridad indica la seguridad y la interdependencia. Por tanto, se debe evaluar la
fuerza de la interdependencia en seguridad entre diferentes países.
Un complejo de seguridad existe donde una serie de relaciones de seguridad se
pone en relieve sobre el fondo global, en virtud de su fuerte característica
introspectiva y relativa debilidad de interacción de seguridad para fuera (Buzan,
1991).
Araújo (2006) afirma que esa teoría buscaba (1) poner en el nivel regional las
interacciones de seguridad más importantes para la conformación de la estructura
del sistema internacional relativo a aspectos de las relaciones internacionales; así
como (2) basarse en dinámicas de securitización. En las palabras de Alves (2009), la
visión general de los Complejos Regionales de Seguridad es basada bajo la
dinámica de conjunciones de dos niveles: la interacción de las potencias globales en
el nivel sistémico y de los grupos de interdependencia securitaria próxima al nivel
regional.
La teoría de los Complejos de Seguridad Regional (TCSR) admite tres tipos de
potencias. Las superpotencias, las grandes potencias y las potencias regionales.
Las superpotencias proyectan poder político y militar, así como actúan activamente
en procesos de securitización y desecuritización en todo, o casi todo, el mundo
(EE.UU.). Las grandes potencias también actúan a nivel global, en más de un TCSR,
pero no son desarrolladas en todos los sectores (China, Japón, Rusia y Unión
Europea). Las potencias regionales poseen gran poder relativo en sus regiones, pero
poco a nivel global. Ellas son excluidas en los cálculos de polaridad del sistema
internacional (Alves, 2009).
Alves (2009) también indica que es necesario evaluar un Complejo de
Seguridad Regional en cuatro variables: (1) Frontera – que diferencia de los vecinos,
(2) Estructura Anárquica, implicando dos unidades autónomas en el mínimo, (3)
34
polaridad, que explica la distribución del poder dentro del complejo, (4) construcción
social, que abarca estándares de amistad y enemistad entre las unidades. En este
trabajo, fueron elegidas la frontera y la construcción social al abordarse la vigilancia
de frontera y la cuestión de identidades en el análisis de contenido.
Alves (2009) aún clasifica los complejos de seguridad regional pueden ser de
dos tipos: estándar o centralizados. Los estándares no tienen una potencia global en
su contexto, como Sudamérica. En el centralizado, hay una potencia central que
domina la dinámica de defensa.
A su vez, Orozco (2011) los clasifica y ejemplifica de la siguiente forma:
Cuadro 3 - Tipos de Complejos de Seguridad Regional
Tipos Características Casos Estándar La polaridad está determinada por los poderes
regionales Oriente Medio, Sureste Asiático
Centrado Súper poder De tipo unipolar centrado en una súper-
potencia América del Norte
Poder medio De tipo unipolar centrado en una mediana potencia
Poder regional De tipo unipolar centrado en una potencia regional
Institucional La región se convierte un actor a través de sus instituciones
Unión Europea
Gran poder De tipo bi o multi-polar con grandes potencias regionales
Europa antes de 1945
Súper complejo Dinámicas a todos los niveles con otros subsistemas
Sur-Asia OPEP
Fuente: Adaptado de Orozco, 2011, p. 287
Se puede ver que el súper complejoaproxima países lejanos, llevando las
dinámicas de securización más allá de la región geográfica, como ocurre con la
OPEP (Alves, 2009).
Uno de los aspectos de la TCSR es el análisis por sectores, que fueron
identificados por Buzan et al. (1998) como militar, político, económico, societal38 y
38El abordaje societal enfoca los sistemas de creencias, representaciones, evaluaciones y normas sociales, adoptándose el concepto de que las producciones culturales e ideológicas, características de una sociedad o de ciertos grupos, dan significado a los comportamientos de los individuos y crean las diferenciaciones sociales (Almeida, 2009).
35
ambiental. Ello es justamente para incorporar cuestiones no militares a temas de
seguridad. Por esta razón, en este trabajo, la caracterización del área amazónica
será desarrollada utilizando el análisis por sectores.
En el sector militar, el objeto es el Estado, pasando a otros tipos de entidad
política, como las Fuerzas Armadas. En el político, el objeto tradicional es la
soberanía estatal, pudiendo pasar por la ideología en uso. En el sector económico,
los objetos pueden ser supranacionales, como el mercado libre. En el sector societal,
el objeto son las identidades colectivas, como naciones o religiones. En el sector
ambiental, la gama de objetos es amplia, que incluye aspectos de la biosfera,
litosfera y atmósfera (Buzan, citado por Duque, 2009).
Cuando se trae este debate para Sudamérica, Buzan (1991) afirma que la
cultura local probablemente facilita y legitima la interdependencia de la seguridad en
un grupo de Estados. Incluso, porque países en vías de desarrollo “tienen una
propensión al recurso de la securitización” (Orozco, 2011, p. 293).
Esa teoría es pertinente a la problematización de esta investigación, pues,
según Araújo (2006), la propuesta de securitizar el desarrollo amazónico fue hecha
bajo la Teoría de los Complejos de Seguridad Regional (TCSR).
Empero, las tesis de los constructivistas no están libres de críticas. Para
Freedman (1998, citado por Duque, 2009), la visión de seguridad internacional está
involucrada con cuestiones fundamentales de guerra y paz, relacionadas al uso de la
violencia organizada y a la actividad militar. La diplomacia y la cooperación tendrían
la tarea de trabajar las cuestiones de medio ambiente y economía.
La verdad es, conforme Barbé, que “cada vez más se observa en la literatura
una tendencia a considerar el constructivismo complementario con el discurso
racionalista” (2007, p. 76). Se corrobora también la idea de que “el pluralismo teórico
es la única respuesta posible a las múltiples realidades de este mundo” (Holsti, citado
por Sánchez, 2011, p. 301).
Así, se buscará un análisis más comprensivo de la problemática en cuestión. A
continuación, se analizará ese proceso en las defensas de Bolivia y Brasil, a partir de
sus dinámicas.
36
3. LA DEFENSA EN LA AMAZONÍA Y DINÁMICAS DE SECURITIZACIÓN: BOLIVIA Y BRASIL
La ejecución y la decisión de la política de defensa de cualquier país del mundo
pueden ser explicadas a partir de una estructura propuesta por dos procesos
políticos: uno externo y otro interno. El externo es interestatal, en el cual la fuerza o
la amenaza de su empleo es la medida básica de cambio. El interno, supuestamente
dentro del Estado, involucra todos los aspectos de la política interna (Rudzit, 2005).
Como fue abordado anteriormente, el concepto de seguridad es trabajado en
términos de poder de cada nación, o sea, tiene un carácter nacional. Según Art y
Jervis (1973), el Estado busca mitigar la inseguridad de dos maneras: (1)
disminuyendo las vulnerabilidades o (2) debilitando las fuentes de amenazas. Es
decir, una política de defensa puede buscar su foco para dentro, al disminuir las
vulnerabilidades, o para fuera, al debilitar las amenazas.
La seguridad nacional es un problema político cuando se ve bien aclarada la
naturaleza de una amenaza y la correspondiente vulnerabilidad de su objeto. Así, el
concepto de seguridad debe ser aplicado a la seguridad del Estado (territorio,
instituciones y régimen político) y a la seguridad de aquellos que representan su
territorialidad39 e institucionalidad (Rudzit, 2005).
La falta de mitigación de las amenazas y vulnerabilidades regionales puede
incentivar al ejercicio de la fuerza por parte de grandes potencias, sea por
anticipación, sea por prevención, utilizando hard, soft o smart power. En la
Amazonía, como será caracterizado, ello dificulta la consecución de los objetivos de
la OTCA.
En ese sentido, se reconoce la vulnerabilidad de los efectos de la explotación y
la amenaza de la falta de los recursos naturales, particularmente los recursos
hídricos, haciendo con que haya un temor tentativo de injerencia sobre la Amazonía
(Alves, 2009). 39Es el grado de control de una determinada porción de espacio geográfico por una persona, un grupo social, un grupo étnico, una compañía multinacional, un Estado o un bloque de Estados (Ardaya, 2006, p. 15).
37
A seguir, serán estudiados los sectores político, militar, ambiental, societal y
económico de la región amazónica, poniendo en relieve las amenazas y
vulnerabilidades; también serán analizadas las influencias de las cuestiones de
securitización en las estrategias, políticas y directrices de defensa de dos países de
la OTCA - Bolivia y Brasil.
3.1 LA PAN AMAZONÍA
La región amazónica se caracteriza por el predominio de la selva ecuatorial, de clima
húmedo o súper húmedo, por la baja densidad demográfica, por bajo desarrollo
industrial y comercial, con marcada escasez de medios de transporte terrestre, a lo
largo de extensas áreas de llanos, tierras altas o de montaña (Brasil, 1997).
Con la finalidad de aclarar conceptos e ideas sobre la región, Meira Mattos
(2011) introdujo el término Pan Amazonía, que será adoptado en adelante cuando se
habla de la toda la región amazónica.
La Pan Amazonía impresiona por su expresión geográfica. Corresponde a un
5% del área del mundo, un 40% de la Sudamérica, 20% del agua dulce del mundo y
un tercio de las forestas tropicales. Su cuenca abarca la extensión de más de 7
millones de km2, distribuidos entre nueve países: Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador,
Guyana, Perú, Surinam, Venezuela y del Departamento de Ultramar de la Guyana
Francesa, (Meira Mattos, 2011) como se ve en el cuadro a continuación.
Cuadro 4 - Distribución geográfica de la Pan Amazonía en km2
País Área País Área Bolivia 558.000 Perú 774.000 Brasil 5.144.800 Surinam 150.000
Colombia 531.000 Venezuela 473.300 Ecuador 124.000 Guyana Francesa
(Francia) 79.020 Guyana 186.950 Fuente: adaptado de Gruenberger (2007)
La altitud de la Pan Amazonía varía desde el nivel del mar hasta 4.000 m.s.n.m.
Las precipitaciones están, de acuerdo con la región, entre 1.500 y más de 6.000
mm/año. Los suelos son agrupados en dos grandes grupos: las “tierras firmes”, que
38
engloban las porciones más elevadas y no afectadas por las inundaciones; y las
vegas ribereñas, periódicamente inundadas y de buena fertilidad. Los animales y
plantas albergados allí constituyen más de la mitad de la biota planetaria. La Pan
Amazonía encierra también gran cantidad de minerales y recursos energéticos, como
Figura 1 – La Pan Amazonía Fuente: Meira Mattos (2011, p. 123).
Además de los 20% de las aguas de la litosfera, un inmenso lago de agua
potable fue encontrado recientemente en el subsuelo amazónico. Ocupa un área de
437.500 km2 y tiene un volumen de 86 mil km2, suficiente para abastecer 100 veces
toda la población mundial. Ese lago se llama Acuífero Alter del Chao o Acuífero
Grande Amazonía (Silva, 2011). La escasez de este recurso en el mundo puede
incitar la codicia internacional.
Sabiendo que el trabajo se profundiza en relación con las amazonías boliviana y
brasileña, esas serán también descritas.
39
Del análisis de Díez (2011), la Amazonía boliviana ocupa las cuencas de los
ríos Acre, Abuná, Orthon, Madre de Dios, medio y bajo Beni, alto Madera, bajo
Mamoré y bajo Iténez. Asimismo, se extiende en la faja preandina y subandina
inferior, como un corredor, aproximadamente hasta la zona de Yapacaní, en Santa
Cruz, abrigando las forestas húmedas siempre verdes de las tierras bajas bolivianas.
Sus masas boscosas no son continuas, son fragmentadas entre sabanas; las
precipitaciones oscilan entre 1.500 a 3.000 mm anuales; su territorio ocupa cerca de
un tercio del país.
La región amazónica brasileña, o su Amazonía Legal, cubre los estados de
Acre, Amapá, Amazonas, Pará, Roraima, Rondônia e Tocantins, penetrando todavía
en los estados de Maranhão y Mato Grosso. De esa manera, se extiende en un área
aproximada de más de 5 millones de km2, lo que representa el 57,72% de la
superficie de Brasil. A pesar de ese colosal tamaño, la densidad poblacional no
alcanza a cuatro habitantes por km2. El clima es ecuatorial, caliente y húmedo. La
temperatura no varía mucho, entre 24º C y 32º C. El índice pluviométrico es elevado,
con medias entre 2.500 y 3.000mm anuales (Brasil, 1997).
Después de presentar aspectos fisiográficos, la región será caracterizada
aplicando el pensamiento de Buzan et al. (1998) de análisis por sectores (militar,
político, económico, societal y ambiental).
Como fue delineado en la introducción, los procesos de securitización que
serán estudiados están delimitados a (1) vigilancia y combate a crímenes
transfronterizos, (2) identidad de pueblos autóctonos, (3) preservación de recursos
naturales. Para fines didácticos, y sobre todo considerando que vigilancia de delitos
transfronterizos abarca prioritariamente aspectos políticos y militares; que la
identidad de pueblos autóctonos involucra mayoritariamente la dimensión societal; y
que la preservación de recursos naturales alberga la discusión entre economía y
medio ambiente, la caracterización tendrá sectores pareados: (1) económico y
ambiental; (2) político y militar40; y (3) societal.
40 Satisface la metodología racionalista que, conforme Freedman (1998, citado por Duque, 2009), plantea que la visión de seguridad está más involucrada con cuestiones fundamentalmente políticas y
40
3.1.1 Sectores Económico y Ambiental
Pareando los sectores económico y ambiental de análisis, se hace conveniente hacer
referencia y discutirse con otro término que involucra aspectos de esos sectores de
forma inversamente proporcional – el desarrollo, en sus múltiples dimensiones. En la
introducción, el desarrollo fue conceptuado como el uso de los recursos implicando la
capacidad de una sociedad de mantener una buena calidad de vida de forma
equitativa, aprovechando los adelantos científicos y tecnológicos, pero asegurando al
mismo tiempo el mantenimiento de todos los procesos ecológicos, así como la
disponibilidad de los recursos ambientales naturales necesarios.
Como los análisis constructivistas son históricamente contingentes, se buscó
también una perspectiva histórica del desarrollo económico y ambiental pan-
amazónico, a partir del siglo XX.
El desarrollo de las ciudades de la Amazonía se intensificó al inicio del siglo XX
y durante la Segunda Guerra Mundial. En esas épocas, la región experimentó el
crecimiento económico generado por las exportaciones de productos de caucho,
recurso esencial para la demanda de la industria automotriz de los Estados Unidos e
Inglaterra, que tenía negocios en auge, así como para la industria de la guerra a los
mediados del siglo XX. La rápida expansión de la producción de caucho atrajo a un
gran número de trabajadores y los “soldados de la goma” a la región, poblando las
regiones ribereñas (Abreu, 2000; Araújo, 2006).
En la segunda década del siglo XX y al final de la Segunda Guerra Mundial, la
explotación del caucho cayó en bancarrota. Empresarios holandeses y británicos
entraron en el mercado lucrativo de la goma y comenzaron a producir, a gran escala
y bajos costos, el producto en Asia (Sri Lanka, Indonesia y Malasia). La competencia
hizo que las exportaciones de caucho se redujeran significativamente (Vieira, 2010).
En consecuencia, los países amazónicos, como Brasil, tuvieron que
militares, así como no deja de considerar la teoría de Buzan (1997), que también valora estos aspectos.
41
implementar políticas públicas para desarrollar la economía local y ocupar el llamado
gran vacío ecuménico (Araújo, 2006), que era un riesgo para la política nacional,
como se detallará en la próxima sección.
Así, la economía local se ha convertido en el blanco de las acciones del Estado,
dirigidas a la ocupación económica del territorio, a la colonización41. A pesar de que
la Pan Amazonía representar las áreas más inhabitadas y pobres de sus países, la
visión era que cualquier iniciativa revelaría nuevas potencialidades (Meira Mattos,
2011). En ese sentido, se garantizaría la seguridad y se promovería el crecimiento
económico y social, dentro de aspectos de la economía competitiva.
Por ejemplo, a fines de los 1960, Brasil, bajo un modelo de expansión de
frontera y de la lógica de la modernización, fomentó la colonización en su Amazonía
(Vieira, 2010).
A su turno, Hidalgo (1996) puntúa corrientes de pensamiento sobre el desarrollo
que se aplican a la historia amazónica. En aquella época, ese pensamiento era
difundido por la CEPAL42.
La primera que se destaca es la teoría de la modernización. En esa teoría,
existe la identificación del desarrollo más involucrado con su dimensión económica,
valorando el crecimiento económico y el crecimiento del Producto Nacional Bruto per
cápita. Por tanto, la industrialización sería el elemento fundamental, fomentado por
ayudas, crédito e inversiones directas extranjeras. Se entiende, por consiguiente, por
un proceso por lo cual se va progresivamente colmando la brecha entre tradición y
modernidad. En ese proceso, el Estado y la planificación tienen roles claves.
En ese sentido, por ejemplo, a fines de 1960, en el corazón de la Amazonía
brasileña, fue creada la Zona Franca de Manaos, que ha atraído a la industria a la
periferia de esa ciudad (Vieira, 2010). Es un área de libre comercio de importación, 41 Se refiere al proceso por el cual se transforman espacios naturales “sin valor” en mercancías, mediante la inversión de trabajo o capital (Gruenberger, 2007). 42La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) fue establecida en 1948. La CEPAL es una de las cinco comisiones regionales de las Naciones Unidas y su sede está en Santiago de Chile. Se fundó para contribuir al desarrollo económico de América Latina, coordinar las acciones encaminadas a su promoción y reforzar las relaciones económicas de los países entre sí y con las demás naciones del mundo. Posteriormente, su labor se amplió a los países del Caribe y se incorporó el objetivo de promover el desarrollo social.
42
exportación y de incentivos fiscales especiales, establecida con la finalidad de crear
en el interior de la Amazonía un centro industrial, comercial y agropecuario, dotado
de condiciones económicas que permitan su desarrollo, en razón de factores locales
y de la gran distancia a la que se ubican los centros consumidores de sus productos
(Meira Mattos, 2011).
La Zona Franca fue un hecho exitoso. En términos geopolíticos, aceleró la
interiorización del territorio, la expansión y vivificación de las fronteras. En el campo
económico, posibilitó la especialización de la labor local, así como trajo tecnología
que se transfirió al País. En término ambientales, generó impactos negativos
modestos. Sin embargo, la región también produce suministros químicos importantes
para la producción y refinación de drogas, siendo, por lo tanto, zona estratégica para
el narcotráfico (Mendel, citado por Visacro, 2009a).
En términos de campo en la Amazonía, Gruenberger (2007) dice que los
subsidios gubernamentales y la política de colonización favorecieron las
investigaciones y la construcción de infraestructura, brindando, todavía, mano de
obra a la empresa agrícola. La Empresa Brasileña de Agropecuaria (EMBRAPA)43 es
un ejemplo exitoso.
Sin embargo, la autora afirma que la modernización en la Amazonía favoreció
sobre todo a los grandes inversionistas, ya que la lógica del mercado no mejoró las
condiciones de vida de los antiguos pobladores de la selva. Tal aspecto favorece la
acción de la delincuencia, como narcotraficantes, que inducen esos colonos a
cometer crímenes.
Otra teoría sería la del Estructuralismo. Hidalgo (1996) destaca que las
estructuras de los países no desarrollados explican sus desequilibrios
macroeconómicos, razón por la cual éstos deberían modificar sus estructuras,
expandiendo fronteras, para generar su propia dinámica de alcanzar el desarrollo
43 La Empresa Brasileira de investigación Agropecuaria (EMBRAPA) es una institución estatal federal pública brasileña vinculada al Ministerio da Agricultura, Pecuária e Abastecimento. Fundada en 1973, sus objetivos son producir conocimiento científico y desarrollar técnicas de producción para la agricultura y la ganadería brasileña. En términos de cooperación internacional, la Empresa mantiene 68 acuerdos bilaterales de cooperación técnica con 37 países y 64 instituciones, y acuerdos multilaterales con 20 organizaciones internacionales.
43
económico, a partir de una intervención gubernamental. Así, estos países serían
capaces de promover esa transformación estructural apoyada en el desarrollo de un
sector industrial nacional diversificado, sustituyendo las importaciones.
En ese contexto, Brasil, en la selva, buscó construir carreteras, como la
Transamazónica (carretera de 2.300 km que, en la Amazonía brasileña, conecta
Imperatriz a Labrea), BR 364 (Cuiabá-Cruzeiro del Sur), BR 319 (Rio Branco-Assis
Brasil, actual Carretera Inter-oceánica) y BR 174 (Manaos-Santa Elena de Uairén).
La construcción de esas carreteras, así como el consecuente avance de las fronteras
que acompañó tal emprendimiento, facilitaron la transformación estructural física,
pero han causado, conforme Hargrave (2009), graves impactos sobre la naturaleza y
la sociedad, como efecto invernadero, problemas sociales, pérdida de biodiversidad,
deforestación, entre otros. Como cita Gruenberger (2007), “lastimosamente los
estudios de suelos y de impacto ambiental sólo aparecieron una vez que las
carreteras estuvieron terminadas” (p. 74).
Para Becker (2005), esa relación sociedad-frontera, denominada economía de
frontera, fue implementada de forma linear e infinita, basada en la continua
incorporación de tierras y de sus recursos naturales. En ese sentido, Alves (2009)
dice que los países amazónicos se concentraban a desarrollar programas para sus
propias amazonías más preocupados con cuestiones de naturaleza política y
económica que con el cuidado con el medio ambiente.
De forma semejante, Díez (2011) dice que los bosques húmedos de la
Amazonía boliviana “(…) enfrentan graves amenazas de devastación, provenientes de las lógicas desarrollistas o economicistas, que impulsan el avance de la frontera agropecuaria, la realización de megaproyectos como grandes represas o el tema de los agrocombustibles” (p. 118).
Esos impactos negativos crearon la imagen en el exterior de que los países de
la Pan Amazonía no serían capaces de preservar sus recursos naturales, lo que
también puede fomentar deseos de la internacionalización de la región.
La evolución de la teoría estructuralista en los 1980’s fue traducida en el
concepto de transformación productiva con equidad, que, en su vertiente exterior,
44
valoró los aspectos de interdependencia entre las naciones. En este proceso de
evolución fue que surgió el Tratado de Cooperación Amazónica, como primer marco
multilateral de desarrollo amazónico. En el próximo capítulo, el análisis del Tratado
será profundizado conforme la temática.
Otra teoría de desarrollo conexa es del Neoliberalismo, que es fundamentada
en dos pilares: en la eficacia del mercado y en las ventajas de la participación en el
comercio internacional, criticando el modelo de industrialización por sustitución de
importaciones (Hidalgo, 1996). Tal modelo atrajo todavía más capital extranjero a los
países latinoamericanos.
En la visión de Gruenberger (2007), la política de atraer capitales extranjeros
para mejorar la economía amazónica tuvo efecto contrario, logrando, de forma
significativa, instalar enclaves para exportación de carnes y de productos de la
agroindustria, trasladando las ganancias al exterior. Los números corroboran la
prioridad agropecuaria: de los 950 proyectos aprobados por la Superintendencia de
Desarrollo de la Amazonía (SUDAM), 631 fueron pecuarios.
Esas actividades tienden a deteriorar el bosque y, conforme Díez (2011),
causan el desaparecimiento de seis especies de la biosfera a cada hora. También
incentivan los incendios forestales (OTCA, 2004). La acción degradante de la
agropecuaria es tan intenso que dibujó una línea geográfica conocida como “arco de
deforestación" (Visacro, 2009b), que también marca una cartografía del mencionado
proceso de expansión de las fronteras.
Según Hargrave (2009), la tasa de deforestación en la Amazonía, en este siglo,
acompaña las fluctuaciones de los precios de la carne. Pinto (citado por
Gruenberger, 2007) estima que para que la pecuaria produzca 1 millón de dólares,
necesita 100 km2 de desmantelamiento forestal.
La ganadería en la Pan Amazonía es extremamente extensiva. Conforme
Gruenberger (2007), en Perú, los frentes ganaderos demandan hasta 40.000m2 por
animal. En Colombia, los números alcanzan 0,5 cabeza por 10.000 km2. En Brasil, se
obtiene sólo 30 a 50kg por hectárea cada año, siendo que el promedio mundial es
600kg. Asimismo, el rebaño bovino triplicó en Brasil entre 1995 y 2006, expandiendo
45
el área de deforestación (Hargrave, 2009). En Bolivia, muchos campos ganaderos en
Pando y en Beni son de baja productividad o están abandonados (Ribera, 2008a).
Figura 2 - Arco de deforestación en la Amazonía Brasileña Fuente: O Homem… (2009)
Más allá de la deforestación, la ganadería provoca la emisión de gas metano,
que deteriora la capa de ozono. Esos efectos tienen que ser controlados por el
Estado de forma emergente, como acción prioritaria, lo que justifica un proceso de
securitización.
De forma semejante, la actividad agrícola típica de la transformación agraria
también ha causado impactos negativos en la selva. Así como en la ganadería,
Hargrave (2009) menciona que, en este siglo, la fluctuación de la forestación también
tiene que ver con la fluctuación del precio de la soya.
La transformación agrícola en la Amazonía creó una nueva empresa que, en
general, utiliza una mezcla entre técnicas que utilizan tanto el moderno desmonte
con tractores, como la tradicional roza, quema y tumba – técnicas que lavan,
46
compactan y lixivian44 el suelo amazónico (Gruenberger, 2007), yendo contra
cualquier idea de sustentabilidad del medio ambiente.
En Bolivia, la expansión de la frontera agrícola se caracterizó por el monocultivo
de arroz, plátano, piña, palmito y hoja de coca (Ribera, 2008a). Según Gruenberger
(2007), los monocultivos agroindustriales son los que más causan daños. Ellos
representan, pues, un desierto biológico, provocando la aparición de plagas y
enfermedades, así como afectan la seguridad y soberanía alimentaria45. Además, la
autora afirma que la producción agrícola en la Amazonía es extremamente extensiva,
muy baja en relación con el área que utiliza.
Las consecuencias sobre la seguridad y soberanía alimentaria provocan
problemas sociales graves, vulnerabilidades que facilitan la acción de delincuentes
transnacionales, lo que afecta la seguridad local y regional.
Asimismo, los incentivos para inversiones externas también atrajeron
extranjeros interesados en comprar tierras en la Amazonía. Hay emporios de
diversas multinacionales, como Goodyear, Volkswagen, Singer (Gruenberger, 2007).
Generalmente, la utilización de esas tierras escapa al control de los Estados y, en
una perspectiva geopolítica, esos emporios se tornan campos de ensayo para
proyectos de injerencia.
Otro problema económico que genera impactos ambientales es la extracción
minera. Como dice Gruenberger (2007), “los daños ecológicos y sociales
provocados, directa o indirectamente, (…) son de magnitudes importantes” (p. 115).
Esta actividad incluye dos formas de producción: una es por dragas mecanizadas,
generalmente operadas por transnacionales; la otra es por extracción manual, que
dependiendo de la región, puede ser clandestina. Las dos formas deforestan
desordenadamente, degradan especies y contaminan los ríos por químicos,
sedimentos y aceites.
44 Lixiviación es la disolución de sales minerales del suelo en aguas de lluvia (Gruenberger, 2007). 45 De acuerdo con la FAO, seguridad alimentaria es la garantía a todas las personas de acceso físico y económico a alimentos que les permitan llevar una vida activa y sana, mientras soberanía alimentaria es el derecho de cada pueblo en definir sus políticas en materia de alimentación, de forma a garantizar su seguridad alimentaria de forma sostenible (Ribera, 2008).
47
La sedimentación de los ríos y los residuos del aceite alteran la composición de
las aguas, comprometiendo su calidad para el consumo humano y para la fauna allí
presente. El mercurio envenena la fauna silvestre y los seres humanos, incluso al
nivel genético. Además, la actividad aporta muy poco económica y socialmente para
la población local, aumentando el número de “favelas”46 (chabolas) por el gran
contingente humano que atrae (id.), e incrementando vulnerabilidades contra la
deseada cohesión social.
Un problema de infraestructura existente en la región es la energía. Las
termoeléctricas en la Amazonía desechan 6 millones de toneladas de dióxido de
carbono (CO2) en la atmosfera anualmente, el doble de lo que desechan grandes
ciudades industriales conocidas por emitir gases invernaderos que contaminan el aire
(O Homem…, 2009). La quema de madera también es realizada sin certificación,
aumentando significativamente la emisión de CO2 y de la deforestación desordenada.
Dentro de la lógica estructuralista, una solución encontrada fue la construcción de
hidroeléctricas, como las de Tucuruí y Balbina, y las planificadas y en construcción
Belo Monte, San Antonio y Jirau.
Empero, las hidroeléctricas también traen consecuencias para el medio
ambiente. Junk y Mello (1990) presentaron algunos de esos efectos: trasladación de
población, pérdida de suelos, pérdida de especies de plantas y animales, pérdida de
monumentos naturales e históricos, pérdida de recursos madereros, modificación de
la geometría hidráulica del río, reducción de la cantidad de peces, crecimiento de
macrófagas acuáticas, deterioro de la calidad del agua, aumento de gas carbónico, y
aumento de gas metano.
Un ejemplo de una hidroeléctrica que causó un impacto muy negativo y tiene
una relación de costo-beneficio muy parca es la de Balbina, en el corazón de la
Amazonía brasileña. Conforme Brito (2007), ella costó un mil millón de dólares,
inundó 2,6 mil km2, emite 3,3 mil millones de toneladas de gas carbono por año, y
46Favelas es un término en lengua portuguesa aplicado a asentamientos urbanos constituidos por lo menos de 51 viviendas, sin infraestructura de base, con ocupación irregular y desordenada. Se caracterizan por enlaces clandestinos de agua y luz, falta de saneamiento básico, falta de recolección de basura, carencia en la asistencia médica etc. (Visacro, 2009a).
48
sólo produce 120 MW de energía (la producción de Tucuruí es de 4.245 MW).
No hay duda que la región necesita aumentar y diversificar su matriz energética.
Sin embargo, se debe estudiar juiciosamente los impactos sobre la naturaleza y
sobre la sociedad autóctona. Esos impactos son vulnerabilidades que pueden
determinar dinámicas de securitización. En el caso de usinas bilaterales, el problema
puede requerir mecanismos del derecho internacional.
Por último, se hace referencia a las Teorías Alternativas del Desarrollo. Según
Hidalgo (1996), el desarrollo alternativo busca satisfacer las necesidades humanas
materiales e inmateriales, añadiendo dimensiones no sólo de sentido económico.
Recibe nombres distintos de acuerdo a variables específicas, como ecodesarrollo,
endodesarrollo, desarrollo autónomo, desarrollo humano, desarrollo local.
Consideran, por lo tanto, algunas amenazas a las necesidades humanas y a la
naturaleza, sugiriendo medidas emergentes para valorar las identidades locales y la
preservación ambiental, hechos que colaboran para la cohesión social y la
sostenibilidad ecológica. Tales medidas van al encuentro de aspectos sociales y
ambientales de la teoría de la securitización. Un ejemplo es el Vivir Bien, de Bolivia,
conocido como Bien Vivir en Ecuador.
El Vivir Bien es un principio que “emerge de lo más profundo de la cultura y es un ideal referente que denota el equilibrio que debe existir entre el hombre y la naturaleza (…) en un proceso armónico a través del cual se construye la felicidad desde una perspectiva integral. (…) También significa vivir bien contigo y conmigo, es un ámbito donde se garantiza el ejercicio libre de todos sus derechos y garantías individuales y colectivos, donde uno se sienta orgulloso de su identidad que es diferente del vivir mejor, pues este es individual, separado de los demás e inclusive a expensas de los otros y de igual forma separado de la naturaleza” (Bolivia, 2010, p. 16-21).
Es, por lo tanto, una forma alternativa y reflexiva para agrupar cuestiones
humanísticas, ambientales y sociales a las visiones del desarrollo (Farah y
Vasapollo, 2011). Tal tipo de alternativa tiene también una multiplicidad de abordajes.
En general: implica en buena convivencia, satisfacción de necesidades humanas y
naturales, relación armónica entre personas y naturaleza, realización afectiva y
espiritual, visión cosmocéntrica y reciprocidad en las relaciones de producción.
49
No obstante, en un primer análisis multidimensional en el marco de la
seguridad47, se verifica que muchos indígenas en la Amazonía ruegan por bienes
materiales, como televisión, equipos electrónicos y alimentos industrializados, es
decir, a un tipo de consumismo occidental estándar. Así, algunos tipos de desarrollo
alternativo pueden ser vulnerables a la “injerencia cultural” del soft power, no
contribuyendo para la cohesión social y facilitando la acción extranjera.
Además, algunos autores consideran que el discurso del Vivir Bien no converge
a algunos proyectos del gobierno boliviano, como la construcción de una carretera en
el Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS). En las palabras
de Gamboa (2011), los indígenas se le opusieron “por no cumplir la consulta
democrática a las etnias de la zona, por no tomar en cuenta las normas de
protección ambiental y por abrir las puertas a futuras colonizaciones” (p. 108), con
daños a la riqueza ecológica y cultural local. Las movilizaciones y marchas causaron
conflictos entre indígenas y agentes de la violencia del Estado. Es decir, es una
alternativa de desarrollo que debe ser bien manejada por el gobierno, sino se torna
una vulnerabilidad a la deseada cohesión social.
Cabe resaltar, también, que uno de los principales obstáculos al desarrollo
económico y ambiental amazónico es la baja seguridad jurídica. En Brasil, por
ejemplo, sólo 4% de las tierras amazónicas tiene documentos de propiedad. En un
ambiente de inseguridad, se deja de hacer inversiones a largo plazo para buscar el
beneficio inmediato (O Homem..., 2009). La búsqueda del beneficio inmediato incita
al ser humano, en una visión realista clásica, a tomar actitudes sin pensar en la
sostenibilidad de sus acciones, como cometer crímenes ambientales o asociarse al
narcotráfico.
3.1.2 Sectores Político y Militar
Buzan (citado por Duque, 2009) afirma que, en el sector político, el objeto tradicional
47Ver análisis del sector societal, sección 3.1.3.
50
de estudio en seguridad es la soberanía estatal48 y que en el sector militar, sería el
propio Estado y sus instituciones para empleo de la violencia organizada.
Históricamente, el mayor recelo que mueve los países amazónicos en los
sectores político y militar es la amenaza de internacionalización y/o pérdida de
soberanía por motivo no sólo de sus vulnerabilidades económicas, sociales y
ambientales, sino también por la codicia de sus recursos naturales.
Según Araújo (2007), el interés y la codicia por la región tomaron dimensiones
también multifacéticas, mezclando justificaciones como la defensa del medio
ambiente, la protección de pueblos autóctonos, la investigación científica y el
combate a los crímenes transfronterizos, aspectos que pueden ser securitizados por
potencias e instituciones ajenas.
Otra vulnerabilidad conexa al recelo de la internacionalización era la
percepción, según Araújo (2006), del vacío ecuménico regional. Había dos aspectos
ahí involucrados: (1) el deseo internacional de transformar la Amazonía en una gran
área de desahogo para los excesos poblacionales de otras regiones (Meira Mattos,
2011); (2) que la estrategia local debería taponar las vías de penetración en la
frontera por medio de la ocupación humana (Araújo, 2006).
La teoría de la securitización, por más que sea multidimensional, acepta la idea
de que la percepción de amenazas es encargo del Estado (Duque, 2009). En ese
contexto, Aravena y Altmann (2006) afirman que la falta de acción del Estado en su
territorio facilitaría la acción de actores incluso no estatales, especialmente de
aquellos que tienen carácter ilícito, así como apalanca las vulnerabilidades
expuestas.
Como este trabajo considera las teorías de relaciones internacionales a partir
de la Segunda Guerra Mundial, se buscará el análisis de esos dos sectores pareados
desde el mencionado evento.
48 El término Soberanía surgió al final del siglo XVI, junto con el Estado Nación, para indicar, en toda su plenitud, el poder del Estado, sujeto único y exclusivo de la política. Es el concepto político y legal que hace alusión al poder del Estado para imponer todo aquello que le parezca necesario. Ocurre como resultado de la necesidad de la unificación y concentración de poder, cuyo objetivo sería contar con una sola instancia de fuerza dentro de un determinado territorio y sobre una población determinada, procurando la máxima unidad y la cohesión (Bobbio et al., 1998).
51
La Amazonía sirvió a los aliados en la Segunda Guerra Mundial. Los conocidos
“soldados de la goma” tendrían la tarea de ayudar a la economía aliada en su
esfuerzo de guerra, extrayendo el caucho para su industria bélica (Araújo, 2006). Se
puede aplicar la teoría de Buzan et al. (1998) en ese caso, pues esa industria tenía
un rol de actor funcional al securitizar el objeto caucho, por medio de políticas
emergentes demandadas por los Aliados, que fueron los agentes securitizadores.
En consecuencia, sin caracterizar cualquier política de colonización, sino para
garantizar la securitización del suministro del caucho, 57.000 personas fueron
trasladadas a la Amazonía. De ese efectivo, 30 mil murieron (Araújo, 2006). Los
sobrevivientes no fueron conducidos nuevamente a sus sitios de origen. La política
local fracasó, por falta de capacidad de organización en escala y de estructura
sistémica (Meira Mattos, 2011). Es decir, fue un aspecto militar que trajo
consecuencias para la sociedad, que no colaboró para la cohesión social – se tornó
una vulnerabilidad.
En 1946, en la primera reunión de la UNESCO49, fue propuesta la creación del
Instituto Internacional de la Hylea Amazónica, que sería responsable por captar
recursos y desenvolver investigaciones sobre y en la Amazonía. En su delineamiento
inicial, tenía la participación de Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela,
Francia, Holanda e Italia (Antiquera, 2006).
Su concepción se basaba en que los gobiernos amazónicos no tendrían
recursos financieros, infraestructura y personal calificado para conocer, investigar y
desarrollar sus territorios amazónicos (Antiquera, 2006). Sin embargo, en los países
amazónicos, el Instituto fue considerado como una gradual alienación de sus
territorios boscosos a un régimen internacional (Alves, 2009). En las palabras de
Meira Mattos (2011), la visión política predominante era de que se constituía deber
básico impedir que el vacío demográfico amazónico estimulara designios de
injerencia como ese Pacto de la Hylea. En ese contexto de recelo a la
49 La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) es la estancia de la ONU cuya misión consiste en contribuir a la consolidación de la paz, la erradicación de la pobreza, el desarrollo sostenible y el diálogo intercultural mediante la educación, las ciencias, la cultura, la comunicación y la información.
52
internacionalización, el acuerdo no fue ratificado.
Otra iniciativa que fue vista como tentativa de internacionalización fue propuesta
por el Instituto Hudson, por medio del Proyecto de los Grande Lagos, en 1968
(Montenegro, 2000). Buscando solucionar problemas de navegabilidad y energía,
ese proyecto delineaba conectar la cuenca Amazónica con la del Plata, pasando por
el Departamento de Santa Cruz (Alves, 2009; Araújo, 2006). Meira Matos (2011)
también dijo que ese Proyecto era un designio de injerencia, debiendo ser impedido.
Para los formuladores de política de la época, el antídoto sería la ocupación del área
(Montenegro, 2000). Se fomentó un proceso de colonización.
Ese tipo de proceso es un ejemplo de lo que Escobar (1998) llama doctrinas de
seguridad nacional50 íntimamente ligadas a estrategias de desarrollo. Fue, por lo
tanto, una iniciativa local que buscaba reducir las vulnerabilidades económicas de los
países de la Amazonía y, al disminuir el vacío ecuménico, mitigar amenazas de
injerencias. La idea sería “integrar para no entregar”. Ejemplos de esos fueron el
Plan de Integración Nacional de Brasil y el Plan de Desarrollo Económico y Social de
Bolivia (1962-1971).
El Plan de Integración Nacional de Brasil tuvo por objeto asegurar la soberanía
de su Amazonía, a través de su incorporación a la dinámica económica del país
(Vieira, 2010). Por tanto, el Plan concibió la ocupación del espacio a partir de la
construcción de carreteras, reservando tierras para explotación y ocupación a lo
largo de 10 km de las orillas de las vías. Fue establecido, así, un plan de
colonización basado en una estrategia de polos de desarrollo (Meira Mattos, 2011).
Conforme Gruenberger (2007), sólo la carretera Transamazónica trasladó 100.000
familias para la región.
El Plan de Desarrollo Económico y Social de Bolivia fue preparado con
asesoramiento estructuralista de la CEPAL, con la idea de que la cooperación
internacional sería la condición especial para su impulso. El Plan otorgaba que el
déficit de personas en los llanos, o sea, el vacío ecuménico citado por Araújo (2006), 50 Con los gobiernos militares en la mayoría de los países amazónicos entre los 1960-1980, esos proyectos para el control de la Amazonía se conciben en término de poder geopolítico nacional (Araújo, 2006).
53
sería suplido por migrantes, a través de un vigoroso programa de colonización al
desplazar 90.000 familias durante el decenio (Bolivia, 1961). Causó otro problema al
distribuir, bajo la lógica estructuralista, tierras sin considerar que muchos de los
territorios estaban habitados por pueblos originarios (Bolivia, 2010).
En ese contexto, los países amazónicos se preocupaban más con cuestiones
de naturaleza política y económica que con el cuidado con el medio ambiente (Alves,
2009), concentrando el desarrollo en programas modernistas y de expansión de
frontera en sus propias amazonías, conforme orientaba la estructuralista CEPAL. Así,
sus fronteras fueron vivificadas, pero hubo graves desventajas, como la degradación
ambiental, la destrucción de identidades locales y el empeoramiento de la cohesión
social (Díez, 2011).
Bajo la lógica de la cooperación, el proceso de integración de la región surgió
como una respuesta al visualizado debate de la internacionalización de la Amazonía.
El geopolítico militar Golbery (citado por Alves, 2009) decía que la integración era la
clave para una rápida reacción en caso de injerencia.
En sentido semejante, interpretando lo que afirma Becker (2005), un proyecto
de integración amazónica: (1) tiende a fortalecer el regionalismo, tornando la región
más competitiva en el escenario mundial; (2) ayuda a proyectar la voz de la
Sudamérica; (3) también facilita la explotación racional y sostenible de los recursos
naturales. Esas ventajas pueden mitigar las vulnerabilidades a la seguridad regional.
En ese contexto, surgió el Tratado de Cooperación Amazónico (TCA). Meira
Mattos (2011), analizando los 28 artículos del Tratado, afirma que el TCA tiene cinco
líneas maestras: (1) competencia exclusiva de los países de la región en el desarrollo
y protección de la Amazonía; (2) soberanía nacional; (3) cooperación regional; (4)
equilibrio y harmonía entre el desarrollo y la protección del medio ambiente; (5)
absoluta igualdad entre los signatarios. O sea, era un instituto que afirmaba, sin decir
cualquier palabra sobre seguridad o defensa, que sus países signatarios se
opusieran a cualquier limitación de la soberanía, así mismo defendían sus derechos
exclusivos de la explotación de los recursos naturales en su territorio. Ese estudio
será profundizado en el próximo capítulo, bajo el contexto investigado.
54
Aun así, principalmente en las décadas de 1980 y 1990, los discursos
intervencionistas fueron más notables, con sugerencias por el compartimiento de las
soberanías locales y poder de injerencia sobre la Amazonía, discurso que generó
disensos incluso en el ámbito del Derecho Internacional (Becker, 2005).
Las grandes potencias afirmaban que los países pobres no podían refutar cierto
control internacional en sus territorios boscosos, ya que las consecuencias
ecológicas tendrían efectos globales (Alves, 2009). Se postuló, por tanto, que la
soberanía en la Amazonía debería ser limitada al servicio del neocolonialismo a partir
de algunos principios de fuerte proyección: ciencia, ecología y teología (Castro,
1995).
Entre aquellos líderes mundiales que hicieron declaraciones a favor de la
internacionalización de la Amazonía están: François Mitterrand (en 1989, cuando era
presidente de Francia); Al Gore (en 1988, senador de los EUA); Mikhail Gorbatchov
(en 1989, jefe de Estado de la Unión Soviética) y Henry Kissinger (Secretario de
Estado de los EE. UU.) (Araújo, 2007; Castro, 1995; Vieira, 2010).
Analizando las consideraciones de Alves (2009), la internacionalización de la
Amazonía puede darse por injerencia directa o por un proceso de mexicanización o
de balcanización. O sea, como ocurrió en el México del siglo XIX – compras de tierra
e invasión militar, o como ha pasado en los Balcanes, creación de enclaves étnicos,
sociales y políticos que determinaran la autoafirmación51 con apoyo externo. Serían,
por lo tanto, aplicaciones antiguas del ya citado moderno concepto de smart power.
Por tanto, se teme una intervención semejante a la de Kosovo en la Amazonía bajo
la justificación de la securitización ambiental o societal52.
Como fue dicho en el capítulo anterior, después de los atentados en los
EE.UU., en 2001, el tema de la seguridad volvió a tener un rol central en las
relaciones internacionales. Desde entonces, la superpotencia pasó a adoptar
medidas unilaterales más agresivas, por medio de actuaciones de anticipación y
prevención, incluyendo el uso del hard power. La Pan Amazonía no se quedó fuera 51 Autodeterminación es la conciencia adquirida por habitantes de un área de su capacidad de gobernarse (Castro, 1994). 52Ver análisis del sector societal, sección 3.1.3.
55
de eso.Para Alves (2009), la región se caracteriza por ser un subcomplejo regional
con notable penetración estadounidense, debido al Plan Colombia.
En ese sentido, Alves (2009) afirma que el Plan Colombia es una intervención
velada en Sudamérica, que crea amenaza de injerencia en la región. Coggiola
(1996), desde los 1990’s, afirma que el apoyo de grandes potencias sería una
operación política, bajo el pretexto de la represión al narcotráfico, cuyo objetivo sería
acabar con la independencia nacional de los países en vías de desarrollo,
tornándolos alineados y subordinados a las grandes potencias capitalistas.
Semejantemente, Bustamante (2011) afirma que Venezuela, por ejemplo,
“denuncia al Plan Colombia como una interferencia en los asuntos latinoamericanos
y una fachada para la intervención militar en la región” (p. 272). Ese Plan, por lo
tanto, sería una amenaza de la superpotencia, contra la cual las fuerzas armadas
deberían estar preparadas para enfrentarla como guerra asimétrica. En
consecuencia, para Gamboa (2011), sería “fundamental revaluar las formas en que
se están reconfigurando las relaciones internacionales y diplomáticas de la potencia
hegemónica en las Américas” (p. 139), como medio de reafirmarse las soberanías
autónomas locales.
De hecho, el Plan Colombia posee aspectos de uso de smart power. Combina,
pues, una intervención indirecta con una nueva modalidad: tal como en la Guerra
Fría, con apoyo logístico (armamento y entrenamiento)53; y como la post-Guerra Fría,
buscando persuadir voluntades, con apoyo sanitario, diplomático y militar alrededor
de Colombia (Alves, 2009).
Para Marcella (citado por Pizarro, 2006), el Plan Colombia sería un campo de
pruebas para dicha estrategia estadounidense. Por tanto, Bush invirtió 7,5 mil
millones de dólares en su implementación, con un presupuesto anual de 300 millones
de dólares, por lo menos (Alves, 2009; Pizarro, 2006). En las palabras de Gamboa
(2011), esas bases militares estadounidenses antagonizan las soberanías
autónomas locales, creando una mayor reacción en contra en Latinoamérica y una 53 Vélez (citado por Pizarro, 2006) afirma que el Plan Colombia entrena alrededor de 6.400 soldados por año, dota Colombia de instrumentos tecnológicos básicos y de armamento moderno, duplicó los efectivos de las Fuerzas Armadas y Policía, profesionalizando ese personal.
56
paradoja: un ambiente “mucho más funcional para reproducir los negocios del
narcotráfico” (p. 140).
Creciente es la importancia del narcotráfico en la dinámica de seguridad
regional amazónica. En toda la región, y especialmente en la zona de producción, el
norte andino amazónico, ese problema asume carácter transfronterizo. Involucra
guerrillas54, grupos paramilitares y el propio Estado, caracterizando la escalada de la
violencia (Alves, 2009). “El negocio del narcotráfico frecuentemente asociado al
tráfico de armas abarca un mercado mundial de tal magnitud que pone en tela de
juicio los valores de la sociedad moderna” (Bolivia, 2010, p. 3). El aumento de la
importancia de ese ilícito en la agenda de seguridad de grandes potencias, que
culpan más a los productores que a los usuarios, apalancan el recelo de la injerencia
(Alves, 2009) y causan problemas transnacionales que demandan una acción
emergente.
Aquí se destacan la actuación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia (FARC). Históricamente, las FARC tienen raíces en los grupos de
autodefensa campesinos organizados por el Partido Comunista, dentro de la lógica
de la Guerra Fría – se llamaban Bloque Sur. En 1982, el Bloque cambió su nombre
para FARC, exprimiendo su designio de movimiento guerrillero y modificando su
estrategia de defensiva para ofensiva.
Por tanto, aceleró su proceso de reclutamiento, duplicó sus frentes de
actuación, buscó urbanizar la lucha, y adoptó una política de masa para influir en los
movimientos sindicales y universidades, ganando simpatizantes incluso en el
gobierno, que declaró tregua entre 1984 y 1987. Sobre todo, las FARC modificaron
su fuente de ingresos a partir de secuestros, extorsiones y narcotráfico. Dejó de ser
una guerrilla de partido para transformarse en una guerrilla militar.
En 1990, esa guerrilla militar implementó la última fase de un movimiento
insurgente conforme Mao Zedung, pasando de la guerra de guerrilla para la guerra
móvil - se tornó un Ejército, con soberanía paralela que protege al narcotráfico y se 54Guerrilla es una forma de guerra irregular que abarca operaciones de combate y todas las actividades de apoyo correlacionadas. Es conducida por fuerzas predominantemente locales, de modo ostensivo y cubierto, buscando causar bajas al poder del Estado (Visacro, 2009a).
57
beneficia de él. Esa evolución motivó al gobierno de Pastrana, en 1998, a recorrer a
los EE. UU. para que se mitigara la amenaza. La presencia estadounidense, sin
duda, colabora para el debilitamiento de las FARC, pero crea desconfianzas
regionales. Hoy en día, las FARC son consideradas una organización terrorista por el
Departamento de Estado estadounidense y por la Unión Europea (Alves, 2009;
Gamboa, 2011; Pizarro, 2006; Visacro, 2009a). Las FARC son una amenaza para la
paz regional.
Además, el narcotráfico es uno de los ítems más valorados en el comercio
mundial, pues corresponde muy bien a la lógica del sistema financiero especulativo –
las ganancias se aproximaban a un 3.000% ya en la década de los 1990’s. En esa
relación mercantil, los países amazónicos andinos (Bolivia, Colombia y Perú) son los
mayores productores de la cocaína del mundo (Coggiola, 1996).
La ilustración a continuación, compilada desde Machado (2010), demuestra la
evolución del precio de coca desde su extracción en Colombia a su venta al
consumidor en los grandes centros mundiales.
Figura 3 - Evolución del precio de la cocaína
Fuente: Machado (2010).
58
Se observa, por ende, que las ganancias desde la pasta base al consumidor
pueden llegar hoy a casi 6.000%.
No obstante, se debe tener en cuenta que parte de los cultivos de coca en los
países andinos son para el consumo tradicional del acullico55. La hoja de coca es
considerada sagrada desde los incas, un regalo de la Pachamama56para combatir el
hambre y los efectos de la altura, contribuyendo para la afirmación de identidades
aimaras, quechuas y etnias amazónicas (Gamboa, 2011; Guimarães, 2009). Existe,
en consecuencia, regiones donde son permitidos cultivos tradicionales, como en
Chapare y Los Yungas (Bolivia), así como los valles de los ríos peruanos Apurímac y
Ene (Visacro, 2009a). Las acciones represivas de combate al plantío de la hoja
deben llevar eso en consideración, pues, caso en contrario, se crea un disenso
cultural que perjudicaría la propia legitimidad del acto del Estado.
Sin embargo, como cita Gamboa (2011), las condiciones sociales de esos
locales y los lucros del narcotráfico “convirtieron a la pobreza campesina en un poderoso argumento para vincularse con el mercado de la coca, a expensas de un Estado nacional débil que fue incapaz de construir condiciones mínimas de desarrollo económico y establecer redes de protección social para romper los efectos perversos del circuito coca-cocaína” (p. 127).
Por ende, la cocaína, como producto de la sagrada hoja de coca, es una
amenaza internacional, que demanda acciones de Estado(s), incluso para una
reconversión productiva para esas regiones.
¿Cómo saber lo que es destinado al consumo originario y al tráfico
internacional? Una herramienta sería el uso del smart power en la seguridad
doméstica, en el sentido de valorar la actuación con inteligencia, de acuerdo con los
diversos contextos nacionales.
Ese empleo inteligente es relevante, pues, como ejemplifica Gamboa (2011) en
Bolivia, la participación militar ampliada en el programa de lucha contra narcóticos en
55 Acto tradicional indígena de mascar hoja de coca. 56 Es el principio explicativo fundamental en la cosmovisión de los pueblos originarios andinos, en América del Sur. Pachamama o pacha es el núcleo del sistema de creencias y de actuación ecológico-social entre los pueblos indígenas de los Andes Centrales de América del Sur (Merlino y Rabey, 1993).
59
1991 hizo movilizar movimientos sociales cocaleros y campesinos, que denunciaron “la militarización de los cocales, rechazando cualquier intento de erradicación de cultivo (…) El discurso de enfrentamiento que maneja el movimiento cocalero es utilizado para insuflar un conflicto que transmita a la sociedad cómo una nación oprimida (los cocaleros, aymaras y quechuas), se enfrenta contra otra cultura dominante de corte extranjerizante y agresiva” (Gamboa, 2011, p. 128-132).
Ese discurso no va al encuentro de una convivencia pacífica de culturas a partir
del reconocimiento de diferencias, enfoque multicultural que este trabajo defiende,
como se verá en la próxima sección. Por otra parte, se verifica que una visión amigo
versus enemigo en vulnerabilidades que involucran aspectos de etnicidad tienden a
aumentar resentimientos57 y causar conflictos.
Un punto importante sí para valorar diferencias sería tener en cuenta una
estimativa del uso de la hoja para consumo originario. En Bolivia, se estimó que
alrededor de 12.000 hectáreas son suficientes para el consumo interno (Gamboa,
2011). Sí hay estimativas de 27.200 hectáreas plantadas58 (ONU, 2011), se puede
inferir que hay grandes excesos. Sería la hora de actuación del Estado, con el uso de
la tecnología y de la fuerza apropiada para tanto, como también preconiza el smart
power.
Conforme Machado (2010), en los gráficos a seguir se puede visualizar el
avance del área de cultivo, así como de la producción de cocaína en los países
andinos amazónicos.
Figura 4 - Área de cultivo y producción de la hoja de coca y de cocaína Fuente: Machado (2010).
57Odio resultante de la opresión, del maltrato o de la expoliación, nacido en el seno de un pueblo. Puede ser ocasionado también por el abandono o por la diferencia de atención del gobierno en relación a sus entes y la distribución de renta (Castro, 2004). 58 Según Gamboa (2011), serían 40.000 hectáreas plantadas.
60
Por el análisis simple de gráfico, es posible percibir que, desde la actuación del
Plan Colombia, las plantaciones de coca y la producción de cocaína están cayendo
en Colombia, mientras aumentan en Bolivia y Perú. Gusmão (2009) indica que ese
fenómeno no es casual. Hay un traspaso de la producción de cocaína desde
Colombia en dirección a Bolivia y Perú motivado por la represión, causando un efecto
que el autor llama “efecto globo”.
Gamboa (2011) también indica ese fenómeno, afirmando que la militarización
del tema en Colombia causó cambios operacionales que aumentaron la producción
boliviana, recrudecieron la violencia en el área rural e incrementaron las adhesiones
a la guerrilla.
En la figura siguiente, se queda bien aclarada esa tesis.
Figura 5 - Cultivo de coca en la región andina Fuente: Gusmão (2009).
Las mafias narcotraficantes actúan en una lógica de mercado – una
“narcoeconomía”. Hay monopolio de precios, búsqueda por nuevos mercados,
sistemas de metas, colosales vínculos entre economías subterráneas y legalizadas y
avanzado sistema de lavado de dinero (Coggiola, 1996). Forman, por lo tanto, una
red bien organizada, con una integración física de transporte intermodal,
transnacional, que opera de forma eficaz y siempre se renueva cuando es reprimida.
Se corrobora el pensamiento de Visacro (2009a), que se torna imperativa la
61
promoción de la cooperación regional para ese tema de seguridad.
Esa lógica va mucho más allá de la producción, venta y de la existencia de un
mercado consumidor para compra. Conforme Oliveira (2007), las organizaciones
criminales buscan un poder institucional cooperativo con agentes estatales, mediante
trueque de beneficios para su protección institucional. El lavado de dinero es llevado
a cabo por pequeños depósitos a colaboradores, de difícil acompañamiento por las
autoridades; por la compra de bienes, como autos, gasolineras, haciendas e
inmuebles; y por la actuación de cambistas de dólar, que legitiman el poder
económico del criminal fuera del país.
La figura a seguir demuestra cómo el tráfico internacional se articula y se re-
articula físicamente en la Cuenca Amazónica, con miras al transporte de la droga.
Figura 6 – Nuevas rutas de tráfico de cocaína Fuente: Machado (2010)
Por la imagen, se corrobora la interconexión entre los modos de transporte y se
observa que los principales puntos de salida del subcontinente para el narcotráfico
son, mayoritariamente, en Brasil y Venezuela.
Periodistas como Barella (2005) indican que hay conexiones fuertes del
narcotráfico en Venezuela. Por su parte, Winter (2012) destaca que el consumo de
62
drogas en Brasil aumentó significativamente en los últimos años, llegando al número
de diez millones de adictos. Visacro (2009a) indica que el combate al narcotráfico en
Brasil creó una guerra oculta. Se estima que 300 personas son muertas por semana
en regiones metropolitanas como Rio de Janeiro y Sao Paulo.
Hoy en día, Brasil posee un colosal índice que amenaza gravemente la
cohesión social: es el segundo mayor consumidor de cocaína del mundo59. Las
condiciones fisiográficas de la Amazonía (mayor red fluvial del mundo), la estructura
física de los puestos de fiscalización y la preparación de los agentes dificultan las
posibilidades de control del tráfico no sólo del narcotráfico, sino también de otros
delitos transfronterizos, como crímenes ambientales y contrabando de armas y
municiones (Vieira, 2010; Visacro, 2009a; Winter, 2012). Muchos contrabandistas
cruzan la frontera sin siquiera darse cuenta de dónde están (Winter, 2012).
Figura 7 – Ejemplo de la permeabilidad de acceso de las fronteras amazónicas Fuente: Winter (2012, p. 5).
La situación del narcotráfico demanda una respuesta por parte del Estado.
Como dice Visacro (2009a), simplemente “militarizar” (securitizar) el tema podría
causar extremismos, agravando antagonismos existentes y degradando el cuadro 59 Según Winter (2012), Brasil posee 10 millones de consumidores.
63
interno. No obstante, es un tema urgente. Se deben buscar decisiones inteligentes,
multidimensionales, para el uso equilibrado de la fuerza en la represión de la
delincuencia.
Bustamante (2011) cita que otro problema de la acción de grupos como las
FARC sería la migración de, los refugiados. En La Gabarra, Colombia, la lucha por el
control de áreas de plantación de coca condujo la masacre de 120 personas y la
huida de 2.000 campesinos a Venezuela. Problemas de ese tipo, como amenaza,
surgen en dos niveles: control de fronteras e impactos internos (Brancante y Reis,
2009). Mientras el control de frontera demanda aspectos políticos y militares, los de
impacto interno incluyen dimensiones económicas, culturales y societales, abarcando
temas y problemáticas como integración social, multiculturalismo e identidad60.
Otro problema adviene de la invasión territorial. En 1991, las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC) atacaron un destacamento militar brasileño en
la frontera, matando efectivos y capturando equipos radios, munición, uniformes y
armamento (Incidente…, 1991). Ese evento demostró que su acción no estaba
limitada al territorio colombiano como movimiento guerrillero socialista.
En una perspectiva del estudio del discurso, característico de la Escuela de
Copenhague, se podría predecir acciones de combate en la región que
comprometerían las soberanías locales. El General Hill, en setiembre de 2002, dijo
que si fallara en el Plan Colombia, el problema y la actuación ultrapasarían las
fronteras del país, involucrando todo su entorno, que abriga narcotraficantes y
terroristas internacionales (Pizarro, 2006).
Efectivamente, en 2005, fuerzas legales colombianas capturaron combatientes
de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en territorio
venezolano. En 2008, los militares colombianos actuaron en el Ecuador (Alves,
2009). Por lo tanto, se verifica que la posibilidad de amenaza que estaba en el
campo de la interlocución se materializó, corroborando así la importancia del estudio
de los discursos en el campo de la seguridad.
Esos problemas transnacionales que involucran conflictos perjudican la 60 Los conceptos correspondientes están definidos en la sección 3.1.3
64
confianza mutua entre los países, lo que fragmenta el ideal de la cooperación
regional, siendo un retroceso para la integración y una amenaza para la seguridad,
con reflejos sociales.
Bustamante (2011) corrobora tal inferencia: “la culpabilización mutua no ayuda
a disminuir la violencia y la inseguridad en la frontera y mucho menos contribuye a
crear confianza en la población” (p. 278).
Otra situación que crea vulnerabilidades para la integración regional e incita
amenazas a las soberanías de cada país es la existencia de zonas de reclamación
territorial. La delimitación y la demarcación de las fronteras territoriales de los
Estados-nación siempre fue punto clave en la lógica geopolítica (Castro, 1994), lo
que motivó diversos conflictos en la contemporaneidad. Actualmente, en el área de la
Pan Amazonía, analizando el estudio de Mendonça (1986), se pueden ennumerar:
- la región de Esequibo, entre Guyana y Venezuela, con acceso al río
Amazonas y abundante en recursos minerales;
- la cuestión de Guajira, entre Colombia y Venezuela, que es una provincia rica
en petróleo; y
- el triángulo New River y Plataforma, entre Guyana y Surinam, área rica en
petróleo.
Se puede verificar que todas esas regiones o poseen recursos naturales
estratégicos, o son puntos clave para la navegación en la cuenca.
Por sus importancias geoestratégicas61, esas áreas pueden ser motivo de
antagonismo entre esos países, generando problemas disgregadores a los objetivos
regionales y a la paz. Cabe resaltar que la OTCA, en términos de derecho
internacional, no tiene nada que ver con divergencias sobre límites o derechos
territoriales de sus signatarios (Castro, 1995).
Otro punto que puede tornarse una vulnerabilidad para la seguridad regional, en
ese marco, son desconfianzas generadas por los gastos en seguridad y defensa.
Países en conflicto o ubicados en región de conflicto tienden a presentar un gasto
61Geoestrategia es el arte de preparar y aplicar el poder para la conquista y mantenimiento de los objetivos fijados por la política, cuando involucran condiciones geográficas (Bonfim, 2005).
65
mayor de defensa en relación con su producto interno bruto, con la finalidad de tornar
sus Fuerzas Armadas más competitivas (Ribeiro, 2012) o disminuir la brecha ante
posibles oponentes.
Los gastos con seguridad, dependiendo del país, generalmente incluyen
diversas dotaciones, como gastos de costeo, alimentación, uniforme, combustibles,
munición, inversiones para modernización bélica y pagamento del personal (Ribeiro,
2012)62.
De la misma forma, la necesidad de securitizar temas también puede demandar
considerable gasto para brindarse “frente a amenazas regionales transfronterizas o
de guardar una suficiente capacidad disuasiva que los salvaguarden de conflictos
intrasociales o interestatales” (Orozco, 2011, p. 294). Securitizar rutas aéreas para
combatir el tráfico, por ejemplo, determina una alta inversión en sensores y radares.
Otro ejemplo: en Bolivia, los gastos del Sector Defensa “incluyen la participación de
las Fuerza Armadas en la lucha contra el contrabando, actividad que responde a (…)
la protección y promoción de las actividades industriales” (Bolivia, 2010, p. 137).
La necesidad de securitizar temas aumenta los gastos en los sectores
económico, militar y político, con consecuencias para los sectores societal y
ambiental. En el caso amazónico, conforme Orozco (2011), el sector ambiental cobra
esa relevancia.
El gráfico a seguir resume los gastos de defensa de los países amazónicos:
62 No obstante, se debe considerar la asertiva de Ribeiro (2012) de que las comparaciones de gastos militares deben ser hechas con parsimonia, pues hay distintos criterios adoptados entre los países. Como fue abordado en la metodología, en esos temas se debe priorizar un abordaje cognoscente al deductivo.
66
Figura 8 - Gastos militares absolutos en la Pan Amazonía63 Fuente: Elaboración propia con base en los datos del Instituto de Investigaciones de
Paz Internacional de Estocolmo64.
En relación con la región, los valores absolutos demuestran asimetrías en tres
países: Brasil, Colombia y Venezuela. Brasil tiene mayor territorio y mayor efectivo
de militares. La curva positiva entre 2002 y 2009 corresponde no sólo a mejora de su
economía, incluso en la crisis mundial de 2008, sino también a inversiones en temas
de securitización. Winter (2012) afirma que la actual presidenta Rousseff, bajo la
emergencia de la epidemia del crack, está gastando más de 8 mil millones de dólares
para combatir la cuestión, que trae impactos negativos para las actividades
económicas, como el comercio y la agricultura.
Por su parte, Colombia presenta un conflicto interno duradero que justifica la
inversión diferenciada. Basado en declaraciones oficiales, Pizarro (2006) afirma que
la guerra contra las FARC hace que Colombia pierda un 2% en promedio del PIB
anual, sin contar los daños al medio ambiente, salud pública, educación y bienestar
social, lo que hipoteca el futuro del país. 63 Los datos de Surinam no están disponibles. 64 Disponible en: http://www.sipri.org/. Accedido el: 17 nov. 2012.
0
5000
10000
15000
20000
25000
30000
35000
40000
2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010
m. d
ólar
es (2
010)
Gastos militares
Bolivia
Brasil
Colombia
Ecuador
Guayana
Perú
Venezuela
67
Venezuela tuvo un pico entre 2004 y 2008, cuando buscó modernizar sus
medios aéreos, lo que generó, dentro de la lógica del dilema del realismo,
desconfianza mundial65.
Los gastos militares en valores relativos al Producto Interno Bruto también
merecen abordaje.
Figura 9 - Gastos militares en relación con el Producto Interno Bruto Fuente: Elaboración propia con base en los datos del Instituto de Investigaciones de
Paz Internacional de Estocolmo.
Se percibe un gráfico más equilibrado. Llama la atención la mayor proporción
de Colombia, justificada por su combate a las FARC, y una curva positiva bien
destacada de Ecuador a partir de 2008, lo que puede indicar la percepción de
amenazas a ser securitizadas.
3.1.3 Sector Societal
Un abordaje societal, según Almeida (2009), enfoca los sistemas de creencias,
65 Barella (2005) considera un riesgo real que los fusiles y helicópteros adquiridos, con los cuales el gobierno venezolano gastó siete mil millones de dólares, acaben siendo utilizados por las FARC. Se debe considerar también que no hay un ambiente de cooperación entre los EE. UU. y Venezuela (Bustamante, 2011), que a pesar de no ser objeto de este estudio, puede apalancar una mirada amplia de desconfianza mundial, creando una “amenaza para la región”.
0,0
0,5
1,0
1,5
2,0
2,5
3,0
3,5
4,0
Bolivia
Brasil
Colombia
Ecuador
Guayana
Perú
Venezuela
Guyana
68
representaciones, evaluaciones y normas sociales, adoptándose el concepto de que
las producciones culturales e ideológicas, características de una sociedad o de
ciertos grupos, dan significado a los comportamientos de los individuos y crean las
diferenciaciones sociales.
Para Tapia (2002), ese abordaje posee características únicas en regiones de
ex-colonias, como en Sudamérica. Hay rasgos de coexistencia y sobreposición de
diferentes sociedades o matrices de relaciones sociales de diversa cualidad y
tiempos históricos, que coexisten de manera desarticulada y, muchas veces, de
dominación. Ello define un concepto más allá del societal, de gran diversidad cultural
– sería el multisocietal.
Así, la sociedad boliviana sería multisocietal por el hecho de que “los sistemas
de relaciones sociales existentes (…) corresponden a diferentes tipos de civilización,
la una agraria y la otra moderna capitalista” (Tapia, 2002, p. 16), mientras que, en
Brasil, ello sería caracterizado por la articulación en torno al mestizaje étnico y
cultural, organizado, empero, en torno al modelo eurocéntrico de modernidad y
estado. En este trabajo, lo societal también tiene una aproximación multisocietal.
Relacionando este tema a asuntos de defensa, Buzan et al. (1998) afirman que
la seguridad societal trata de la sostenibilidad de estándares tradicionales de lengua,
culturas, identidad y costumbres religiosas y nacionales dentro de condiciones
aceptables de evolución, siendo la identidad su concepto organizador.
A su vez, cuando se habla de identidad, basado en Hall (2004), se conceptúa
no como un simple producto biológico único alineado por cuestiones geográficas o
étnicas, sino como un resultado de las "celebraciones" históricas que resultan en un
contexto sociocultural en el que se inserta el sujeto. Significa valoración de las
diferencias. Emerge, según Maher (1996), de la dialéctica entre el individuo y la
sociedad, una vez que es mantenida, modificada y remodelada por relaciones
sociales.
Fischmann (2002) al referirse a las diversas concepciones de la identidad dice
que todas las diferentes conceptualizaciones abrazan algo en común: una
heterogeneidad significativa presente en la vida cultural, social y étnica.
69
La Pan Amazonía es un “almacén” de heterogeneidades, que la hacen uno de
los más complejos y multifacéticos del mundo. Las comunidades indígenas, afro-
descendientes, extractivistas, buscadores de oro, ribereños, migrantes, campesinos
(Gruenberger, 2007), todos de diferentes culturas y etnias que han diseñado un
paisaje que Hage (2005) definió como una gran "pororoca multicultural". Sería lo que
Tapia (2002) llama multisocietal.
Los ejemplos siguientes, de acuerdo con la muestra típica de este trabajo,
denotan aspectos de esa naturaleza en Bolivia y Brasil, enfocando un tema común
en los países amazónicos, la identidad indígena.
La Nueva Constitución del Estado Plurinacional de Bolivia designa a los
indígenas bolivianos como “naciones y pueblos indígena originario campesinos”
(Díez, 2011, p. 22), que es un término polisémico que denomina tanto los autóctonos
de la Amazonía, como los del Altiplano Andino y del Chaco. De los casi 4.100.000 de
indígenas de Bolivia, que representan un 61% de la población, cerca de 84.000 viven
en la Amazonía, distribuidos entre 23 naciones o pueblos. Cerca de 20.000
autóctonos hablan el idioma nativo y 8 naciones son consideradas aisladas (Díez,
2011; Gamboa, 2011; Mojica, 2011).
Las tierras indígenas de Bolivia son llamadas de TCO (tierras comunitarias de
origen), que es un “tipo de propiedad agraria colectiva que además de representar
geográficamente el hábitat social y cultural tradicional de los pueblos indígenas, les
otorga derecho de uso y administración de los recursos naturales renovables” (Díez,
2011, p. 51). Ya que las entidades territoriales indígenas bolivianas consideran que la
identidad cultural está directamente ligada al control de las TCO (Gamboa, 2011), y
que los TCO deben tener jurisdicción político administrativa más allá que
dimensiones productivas y sostenible (Ardaya, 2006), su demarcación fue una
respuesta al hecho de las políticas estructuralistas que distribuyeron tierras a colonos
sin considerar que “muchos de estos territorios ya estaban habitados por pueblos
originarios que fueron despojados por los nuevos dueños que hacían prevalecer los
70
títulos que les otorgaba el Estado”66 (Bolivia, 2010, p. 17).
Ese reconocimiento adviene de movilizaciones de los pueblos indígenas del
Oriente que, en 1990, organizaron la Marcha Indígenas por el Territorio y la Dignidad,
evento central para la institucionalización política y visibilidad de la diversidad étnica
boliviana (Guimarães, 2009). Se incorporó al discurso, así, “un nuevo actor hasta entonces ignorado y marginado (…) y se inicia todo un proceso de lucha por la inclusión con igualdad social, a partir del reconocimiento de los pueblos originarios que tienen una cultura y un idioma” (Bolivia, 2010, p. 17). No obstante, la realidad no garantiza la inclusión con igualdad social, hay
vulnerabilidades y amenazas de características societales que serán ejemplificadas
en esa sección. Como dice Gamboa (2011), “implementar reformas dentro del
Estado con una estrategia multicultural, con otro tipo de gestión pública y el diseño
de políticas públicas más eficaces, tropieza con varios problemas en la realidad” (p.
107). Por tanto, se corrobora la importancia del análisis societal para mitigar
problemas en la gestión de la seguridad, conforme recomiendan Buzan et al. (1998).
Por su parte, la Amazonía brasileña abarca el 98,61% de las 611 tierras
indígenas (TI) de todo el país, donde habitan cerca de 200.000 indígenas (menos de
1% de la población nacional) de 128 grupos étnicos diferentes, hablando más que
160 lenguas y dialectos originarios67. De esos 200 mil, un 75% vive en el bosque.
Ellos están en diferentes tipos de contacto con los no indígenas, siendo que las
aldeas que permanecen aisladas en sitios remotos representan un 1% de ese
En Brasil, el abordaje sobre las causas indígenas fue modificado a través de su
actual Constitución, promulgada en 1988. Esa constitución reconoce la plurietnicidad
brasileña, adopta un discurso de multiculturalismo, de unidad en la diversidad cultural
y valora la organización social, lenguas, creencias, tradiciones y derechos sobre la
tierra de los indígenas. Asegura, por lo tanto, la identidad cultural del autóctono
(Visacro, 2009b). 66Sin embargo, se identifica que la toma y retoma de tierras tienden a fragmentar la seguridad jurídica de un país, creando nuevas vulnerabilidades. 67 A pesar de ese gran número de variantes, el promedio de habitantes que habla determinada lengua o dialecto no alcanza 200 personas.
71
En relación con las tierras indígenas, cabe resaltar que un 70% de esas fueron
demarcadas justamente después de la Constitución de 1988. Visacro (2009b)
destaca que esa demarcación fue no sólo consecuencia del reconocimiento
constitucional, sino también por manifestaciones del Proyecto Integrado de
Protección a las Poblaciones y Tierras Indígenas de la Amazonía Legal (PPTAL) del
Grupo de los Siete (G7 – Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Inglaterra,
Italia y Japón), así como por acciones del Movimiento Indígena de Brasil, que
alcanzaron proyección con la influencia de Organizaciones No Gubernamentales
(ONG) nacionales e internacionales. Ese interés externo causó disensos en el campo
se seguridad, como será visto en esa sección.
Se observa, por lo tanto, que los ordenamientos de los dos países-muestra de
esta investigación poseen como base el respecto a la identidad indígena, al
multiculturalismo. En realidad, la sociedad del siglo XXI exige el respeto a esa
diversidad cultural. Además, “ningún esquema o diseño defensivo moderno sería
coherente en medio del aislamiento de las Fuerzas Armadas respecto a la sociedad
que la sustenta” (Bolivia, 2010, p. 119). Distintas culturas, verdaderamente
integradas, apalancan la búsqueda por la cohesión social. Trindade et al. (2002, p.
20) dicen que la diversidad cultural es la dirección para reconocer y valorar la
heterogeneidad multicultural en la formación de un grupo. Sería superar las
consecuencias de la hegemonía68 de algunos grupos culturales, abigarramiento
característico de la historia de países colonizados, hacia la plenitud de la ciudadanía
para todos.
A su vez, el multiculturalismo, según la CEPAL (2007), es “una manifestación de la diversidad y de la coexistencia en una sociedad de grupos con diferentes códigos culturales- está vinculado a dos fenómenos sociales relativamente recientes y relacionados entre sí, que inciden en la cohesión social de los países: (1) la constitución de los pueblos indígenas en actores sociales y la consiguiente rápida extensión de los conflictos vinculados a su mayor visibilidad y (2) a las demandas que plantean a los Estados nacionales” (p. 38). Si identidad significa valorar las diferencias, el multiculturalismo, en una visión
68Capacidad de un pueblo de imponer su voluntad a otros (Castro, 1994).
72
optimista, manifiesta la coexistencia de los diferentes grupos culturales rumbo a la
cohesión social, aspecto que, conforme Rudzit (2005), puede determinar el grado de
seguridad en un sitio, país o región.
Aun así, “el hecho de que haya diversidad de orígenes culturales y nacionales
entre la población de un país no lo convierte en multicultural” (Tapia, 2002, p. 15). Es
necesario que los agentes estatales y no estatales actúen para esa coexistencia.
¿Qué tipo de coexistencia? Hay que entender visiones y tendencias del
multiculturalismo, como cita Costa (2009):
- el conservador, que busca subordinar las culturas minoritarias, tendiendo a
anular conceptos de frontera a través de la no legitimización de lenguas y dialectos
extranjeros, étnicos y regionales;
- el humanista liberal, que aborda el concepto a partir de la igualdad entre
grupos, medio que permitiría el ascenso social en la sociedad;
- el liberal de izquierda, que enfatiza las diferencias culturales, modificando
comportamientos, actitudes, prácticas sociales y valores;
- el crítico, entiende que las representaciones de grupos minoritarios tienen rol
relevante en la construcción de la identidad, buscando transformar las relaciones
sociales, culturales e institucionales.
Es decir, hay perspectivas que buscan homogenizaciones, otras que estimulan
la lucha, lo que genera conflictos. Costa (2009) afirma que tales conflictos fueron
incorporados en las Guerra Asimétricas69, marcadas por acciones de amenazas
difusas, complejas y dinámicas. Son, por lo tanto, variable real en los conflictos
contemporáneos.
Consonante a Visacro (2009b), este trabajo adopta el concepto de
Multiculturalismo que refuta la idea de la integración del autóctono y de su
homogenización cultural, pues distintas culturas pueden coexistir, transformarse y
adaptarse sin perder identidades que les son peculiares.
69 Mendes (citado por Visacro, 2009a) define guerra asimétrica como aquélla que es emprendida en el interior de un Estado, por fuerza que lo oponen y que, siendo mucho más pequeñas en efectivos y en medios militares, acaban normalmente por lograr, a lo más largo o más corto plazo, y por recurso a un conjunto de capacidades propias – culturales y materiales o circunstanciales – obtener la victoria
73
Históricamente, el multiculturalismo es un avance del evolucionismo social. El
evolucionismo social, de influencia positivista, creía en la supremacía cultural de los
no indígenas, los cuales tenían una misión civilizadora de transformar el indio en
“blanco” por medio de la asimilación. Esa postura es analizada por Darcy Ribeiro, en
la obra “Los indios y la civilización”.
Ribeiro (1996) afirma que la interacción entre los grupos tribales y sociedad
occidental fue obstaculizada por actitudes emocionales, que serían etnocéntricas,
románticas y absentistas.
La actitud etnocéntrica concibe a los indios como seres primitivos, dotados de
características biológicas, psicológicas y culturales cuyo cambio sería civilizatorio
(Ribeiro, 1996).
Coincide con la visión de Loureiro (1995), de que el autóctono fue estigmatizado
bajo un concepto de subcultura inferior primitiva, identificado simplemente como
individuo inconstante, despreocupado, inactivo, sin motivación, flojo y descuidado,
así como de Tapia (2002), que afirma que las ideas etnocéntricas “contienen una
desvalorización y un desconocimiento de lo que se considera como atrasado,
inmaduro y marginal” (p. 13). Por esas condiciones, fue visto como obstáculo al
desarrollo (Díez, 2011).
La actitud romántica percibe a los indios como seres extraños, inmiscibles en la
sociedad, siendo dignos, solamente, de ser mantenidos y presentados como rarezas,
como si fueran atracciones en museos y zoológicos (Ribeiro, 1996).
La actitud absentista considera irreversible el proceso de expansión de la
sociedad no indígena, que torna el contacto inevitable, causando una inexorable
desintegración de las culturas tribales, extinción de las etnias e incorporación de los
remanecientes (Ribeiro, 1996).
Por su parte, Wolfson (citado por Maher, 1996) indica que actitudes
emocionales como esas pueden provocar una respuesta de los grupos indígenas,
pues cuando un grupo cree ser víctima de discriminación o se siente vulnerable a las
presiones externas, es posible que él, conscientemente o no, exagere, creando
incluso conflictos étnicos. Conforme Gamboa (2011), la identidad se expresa
74
“muchas veces por el reverso, es decir, por medio de la interpelación hacia el
enemigo y a través del enfrentamiento en contra de aquello que se percibe como
amenazador” (p. 103). Por lo tanto, se infiere que ese tipo de respuestas por el
reverso de la identidad tiende a no convergir a la deseada cohesión social, pudiendo
crear vulnerabilidades a la seguridad.
En la Pan Amazonía, existen, por ende, vulnerabilidades y amenazas de
conflictos de origen étnico. Como afirma Visacro (2009a), áreas donde ello existe
viven tensión latente debido a las pasiones de las masas y agregan extraordinaria
brutalidad a las prácticas militares. Hay un resentimiento mutuo por medio del culto a
los recuerdos.
Como ejemplo, Guimarães (2009), al estudiar Bolivia, corrobora esos
pensamientos al decir que la actual afirmación política de la etnicidad exacerbó la
polarización que había entre indígenas y no indígenas, radicalizando a tal punto que
parece imposible que los grupos convivan juntos. La autora defiende que la re-
emergencia étnica en Bolivia, a pesar de traer más inclusión y expansión de la
ciudadanía para la población indígena, también re-significó y potencializó antiguos
conflictos y generó nuevas exclusiones.
En un sentido semejante, Gamboa (2011) afirma que: “Una vez más, Bolivia está dividida (…) (el gobierno) mantiene la polarización del país, exacerbando instrumentalmente las tendencias cocaleras junto con las visiones indianistas que condenaban la modernización de las ciudades capital, las clases medias y su inclinación positiva hacia la globalización” (p. 107). Se infiere que esa visión de multiculturalismo es disgregadora, perjudicando
ideales de cohesión social, y creando vulnerabilidades.
Además, diversos políticos, diplomáticos, académicos y militares interpretan
que la codicia internacional y el riesgo de internacionalización se encuentran
subyacentes a la causa indígena (Visacro, 2009b), creyendo que los discursos que
abarcan identidad, diversidad y multiculturalismo estarían a servicio de injerencias
culturales ajenas. Sería, justamente, la interpretación de una visión multiculturalista
conservadora en razón de la visión izquierdista, conforme cita Costa (2009).
Araújo (2007) afirma que una de las principales amenazas para la región
75
amazónica son las comunidades indígenas transnacionales70. El autor cita que las
grandes potencias mundiales, los principales organismos internacionales y las
organizaciones no gubernamentales pueden convencer a la comunidad global que
los países amazónicos no respetan los autóctonos. A partir de eso, como ya fue
citado (Alves, 2009), podría ocurrir un proceso de balcanización, con apoyo externo
para creación de enclaves que determinaran la independencia de esos pueblos
indígenas.
En ese sentido, Barreto (1995) critica la demarcación de áreas indígenas
transnacionales, afirmando que eso sería un fruto de intereses geoestratégicos de
grandes potencias y organizaciones internacionales que fingen buenos propósitos
científicos y humanitarios. Barreto sustenta su tesis por medio de diversos
documentos y de experiencias en la seguridad amazónica.
En uno de esos documentos, el informe del I Simposio Mundial sobre
Divergencias Interétnicas en Sudamérica71, que también es citado por Castro (1995)
como documento clave de internacionalización, tiene el siguiente discurso como
párrafos iníciales en sus directrices: “A - La Amazonía Total (…) es considerada por nosotros como un patrimonio de la Humanidad. La propiedad de esa inmensa área por los países mencionados es meramente circunstancial, no sólo por decisión de todos los organismos presentes al Simposio, sino también por decisión filosófica de los más de un mil miembros que componen los diversos Consejos de Defensa de los Indígenas y del medio ambiente. B – Es nuestro deber: defender, prevenir, impedir, luchar, insistir, convencer, en fin, agotar todos los recursos que, debida o indebidamente, puedan redundar en la defensa, seguridad, preservación de ese inmenso territorio y de los seres humanos que la habitan y que son patrimonio de la humanidad, y no patrimonio de los países cuyos territorios, pretenciosamente, dicen pertenecerles. C – Es nuestro deber: impedir en cualquier caso, la agresión contra toda el área amazónica, cuando esa se caracterice por la construcción de carreteras, aeródromos, principalmente cuando destinados a la actividad de extracción mineral, presas de cualquier tipo o tamaño, obras de frontera, civiles o militares, tales como unidades militares, carreteras, patrullaje, aeródromos militares y otros que signifiquen el intento de modificación que la civilización se refiere al progreso” (Barreto, 1995, p. 188, traducción nuestra).
70Por ejemplo, Brasil tiene 33 pueblos indígenas transnacionales en la Amazonía, siendo 2 con Bolivia: los chiquitanos y los Yawanawás (Visacro, 2009b). 71 Este Simposio contó con la participación del Comité Internacional de Defénse de l´Amazonie, Inter-american Indian Institute, International Ethnical Survival, International Cultural Survival, Workgroup for Indigenous Affairs y Berne-Géneve Ethnical Institute (Barreto, 1995; Castro, 1995).
76
En una perspectiva de análisis del contenido, se destacan sentidos de amenaza
al concepto de soberanía, como se ve:
Cuadro 5 - Análisis de Contenido del informe del I Simposio Mundial sobre
Divergencias Interétnicas en Sudamérica
Sentido Expresiones
1. No reconocimiento a la integridad territorial local
- Propiedad circunstancial - Pretenciosamente (pretensión de propiedad) - No patrimonio
2. No consideración a la toma de decisiones locales
- Decisión de todos - Decisión de más de un mil - intento de modificación
3. Actitudes en contra la mejora de la infraestructura local de integración
- Carreteras, aeródromos, obra de frontera, presas, civilización, Progreso
4. Actitudes en contra de la Seguridad local
- Obra de frontera, Unidades, Patrullaje de franja y aeródromos
6. Valoración de bienes y de buenos propósitos científicos y humanitarios
- patrimonio de la Humanidad - preservación de ese inmenso territorio y de los seres humanos
Fuente: elaboración propia
Así, se observa que existen amenazas claras declaradas por grupos
internacionales que, bajo valores humanitarios importantes, no reconocen el territorio
del Estado Nación e incitan posturas agresivas en contra de la toma de decisiones
locales para el desarrollo de la infraestructura y la seguridad doméstica. Abarca, por
lo tanto, las interpretaciones de Costa (2009) sobre el multiculturalismo de izquierda,
al buscar la lucha para consecución de objetivos.
Los policy makers también consideran que esas cuestiones son amenazas,
conforme cita Visacro (2009b, p. 15, traducción nuestra): En el actual sistema de demarcación de tierras indígenas, algunos criterios mal comprendidos o con enfoques diferentes (…) pueden venir a generar potenciales riesgos de desagregación territorial, cuando se visualiza que: (1) la continuidad con grupos étnicos y lingüísticos semejantes, en países vecinos, puede promover demandas por soberanía autóctona, sugiriendo que sean elaborados proyectos de fusión e independencia; (2) los liderazgos indígenas, sabedores de las riquezas existentes en las áreas demarcadas, pueden buscar, estimulados o no, la autonomía del área; y (3) últimamente, las minorías indígenas en el Territorio Nacional han sido
77
blanco de especial atención de las organizaciones no gubernamentales, de segmentos de la Iglesia y de gobiernos extranjeros. Empero, si existen amenazas es porque hay vulnerabilidades graves, y es un
rol del Estado identificarlas (Brancante y Reis, 2009).
Buzan (citado por Brancante y Reis, 2009) afirma que la securitización societal
tiene una actitud defensiva. Si un número significativo de miembros de una
comunidad percibe que otra cultura está influenciando demasiadamente, hubo
securitización. Por ende, utilizando el ejemplo de la demarcación de tierras
indígenas, se puede decir que hay dinámicas de securitización decurrentes de la
demarcación de tierras indígenas en la Amazonía, así como en diversos otros
aspectos societales.
Si hay securitización, es porque hay un estado de emergencia, cuyas amenazas
y vulnerabilidades deben ser mitigadas para volverse a la situación politizada o de
En ese sentido, Bracante y Reis (2009) defienden la idea de que conflictos que
involucran la diversidad cultural en un país no pueden ser solucionados como una
política pública orientada para la solución de crisis del tipo “aliado versus enemigo”.
Tampoco se debe potencializar una visión revolucionaria72 entre los autóctonos,
como defiende Reinaga (citado por Gamboa, 2011). Ese tipo de abordaje, de
acuerdo con Guimarães (2009), exacerba la polarización, radicalizando todavía más
el conflicto.
Se debe, en cambio, conforme Bracante y Reis (2009), buscar solucionar los
conflictos sin entenderlos como amenaza identitaria, pues al asumir la protección de
una identidad cualquiera, dentro de un Estado multicultural, se alimentaría
percepciones negativas de prejuicio, lo que perjudicaría los ideales de cohesión
social. Se infiere que entenderlos como amenaza identitaria podría generar incluso
una guerra civil.
Cuando hablan de cohesión social, las aproximaciones de la CEPAL (2007)
72Según Reinaga (citado por Gamboa, 2011), la libertad de los indios sólo viene a partir de una revolución indígena.
78
consideran que la falta de cohesión es consecuencia de “la corrosión de la legitimidad y gobernabilidad de los Estados nacionales, la acentuación de las brechas sociales, el surgimiento de identidades autorreferidas, la excesiva racionalización económica y la tendencia, también excesiva, a la individualización y el debilitamiento de lo público” (p. 11). Así, el Estado debe actuar con legitimidad y gobernabilidad para recobrar
niveles aceptables de cohesión social. Como dice Visacro (2009a), la falta de
asistencia gubernamental agrava las brechas sociales, genera descontentamiento y
sufoca la legitimidad del poder central.
Además, la existencia de distintos grupos demanda cambios institucionales.
Para Tapia (2002), “el margen de debilidad de los estados-nación viene del hecho de
querer gobernar un país multisocietal sin incorporar las instituciones políticas y
sociales de las otras culturas y sistemas de relaciones sociales en la forma de unidad
política y estatal” (p. 12). Incorporar ello es necesario, sin embargo, es necesaria una
gran campaña (política, publicitaria, económica, jurídica etc.) de valoración de la
identidad, sin exacerbar las diferencias como se fueran “banderas de lucha”.
En sentido semejante, los agentes de la violencia organizada deben mejorar la
relación con los habitantes autóctonos (Visacro, 2009b). No deben caracterizarlos
como enemigos, sino deben actuar con inteligencia cultural, artificio típico del soft
power, que significa ser flexible y capacitado para comprender una cultura,
aprendiendo más sobre ella desde la interactuación con personas de ese origen.
El masacre de Tolata, en 1974, donde indígenas campesinos bolivianos y
militares que securitizaban la ejecución de decretos supremos de fines económicos
se enfrentaron (Guimarães, 2009), así como el Masacre del Eldorado de Carajás en
Brasil, en que fuerzas de la Policía del Estado do Pará, que securitizaban la
distribución de tierras para la reforma agraria, han utilizado de fuerza considerada
excesiva contra colonos, fueron ejemplos que corroen la percepción sobre la
legitimidad de las acciones del Estado.
Por su parte, el Estado debe estar más presente en esos sitios. Debe, por
medios de acciones sostenibles en todas las dimensiones, disminuir la brecha social,
el surgimiento de identidades autorreferidas y generar seguridad jurídica.
79
Analizando el discurso del informe del I Simposio Mundial sobre Divergencias
Interétnicas en Sudamérica (Barreto, 1995), transcripto anteriormente, bajo una
visión de recelo a la injerencia, se observa que una de las estrategias de los
interesados en la internacionalización del área sería impedir, debida o
indebidamente, la construcción de unidades y aeródromos en la frontera.
En ese contexto, se debe resaltar que los policy makers de los países
amazónicos, bajo visiones caracterizadas como geopolítica de la confrontación y
geoestrategia de la presencia, actuaron y actúan contra esas amenazas, buscando
taponar los principales accesos y ejes con presencia militar (Araújo, 2006; Castro,
1995), configurando la securitización del tema.
En muchos de esos lugares, las Fuerzas Armadas son los más efectivos
agentes del Estado (Visacro, 2009b), siendo la referencia local cuando se tratan de
importantes servicios esenciales, tales como salud, preservación ambiental, inclusión
digital y educación. En Bolivia, por ejemplo: “El Sector Defensa, con el afán de ser partícipes en el Desarrollo del Estado, al margen de las actividades propias inherentes a la Seguridad y la Defensa, cumple múltiples funciones en forma activa de manera directa e indirecta en el Desarrollo Integral, generando capacidades humanas e institucionales que coadyuvan en la labor de diferentes sectores, como Educación, Salud, Transportes, Comunicaciones, Infraestructura Productiva, Agricultura y otros, logrando una presencia efectiva y de importancia, especialmente en zonas alejadas del territorio donde otros organismos e instituciones del Estado se encuentran limitados en su accionar” (Bolivia, 2010, p. 120). Lo ideal sería si esos temas estuvieran bajo el encargo de sus naturales
especialistas, demandando acciones del Estado hacia la desecuritización, algo a ser
planeado a largo plazo.
En esos puestos militares de frontera, los indígenas son convocados para el
Servicio Militar. Del análisis del estudio de Mélega (2001), entre diversos factores, se
verifica que el 39,7% de los militares incorporados en 2001, en São Gabriel da
Cachoeira, región fronteriza de Brasil, eran indígenas, todos voluntarios; y que el
servicio militar es considerado por el indígena como una oportunidad para que él
logre adquirir bienes materiales, comer todos los días y tener un salario garantizado
mientras esté en la Fuerza.
80
Hay, por lo tanto, la coexistencia defendida por la teoría del multiculturalismo,
cuya práctica debe valorar los aspectos culturales de los indígenas convocados. Ello
demanda preparación técnica profesional e inteligencia cultural de los militares no
indígenas. Como afirma Sargent (citado por Visacro, 2009b), no puede haber
tolerancia a la ignorancia cultural de jóvenes oficiales y soldados en la línea de
frente, cuyas palabras y acciones puedan afectar resultados estratégicos.
En ese contexto, Visacro (2009b) afirma que esa coexistencia proporcionada
por el servicio militar en la Amazonía podría ser todavía mejor conducida si hubiera
mayor empoderamiento científico y jurídico de esos temas en las escuelas militares.
Esa mejor conducción a partir del conocimiento es relevante en un contexto holístico,
pues hay discursos que afirman que el servicio militar de los indígenas transmite “un
concepto sesgado de patria a los conscriptos indios, distorsionando la historia
legítima de los pueblos originario-campesinos” (Gamboa, 2011, p. 105). Esas
visiones distintas deben coexistir de forma pacífica y, por tanto, el empoderamiento
científico es clave.
A su turno, Costa (2009), al justamente relacionar multiculturalismo y estudios
para la paz, afirma que ese diálogo: enriquecería la producción del conocimiento en
el área educacional; fortalecería prácticas curriculares y pedagógicas basadas en la
valorización de las diferencias y la construcción de la paz en establecimientos de
enseñanza civil y militar; e implementaría abordajes metodológicos y teóricos que
asocien la educación multicultural con la educación para la paz. Al cabo, conforme
Ricupero (citado por Costa, 2009), es por medio de la educación que será posible
construir una concepción estratégica de defensa, pues la verdadera defensa es un
pueblo educado y capacitado. Por ende, sería una estrategia para ampliar el
espectro de soluciones a tan complejo fenómeno subjetivo del proceso de
securitización.
Considerando aún que, bajo la geoestrategia de la presencia, los efectivos de
un curso de una Academia Militar se distribuyen a los más distantes sitios de las
fronteras amazónicas, compartiendo el conocimiento adquirido y pudiendo colaborar,
en sus funciones, a la cohesión social, se infiere, por consiguiente, que los estudios
81
más sectorialmente comprehensivos sobre seguridad en escuelas militares son un
importante medio para disminuir las vulnerabilidades en esas fronteras.
Se observó que, en el servicio militar, hay una coexistencia de grupos
culturalmente distintos. Ese hecho no es restricto al estamento militar. Considerando
que en el multiculturalismo ideal distintas culturas se transforman y se adaptan sin
perder sus identidades (Visacro, 2009b), cabe destacar un poco de ese proceso de
transformación y adaptación.
El artículo "O Homem da Amazônia" (2009), de la revista Veja, denota cambios
en la vida dentro de las comunidades regionales, confirmadas, en campo, por
observación directa de este autor. "La exuberancia de la naturaleza contrasta con la calidad de vida de los habitantes. La imagen idílica del autóctono que vive en un paraíso tropical y en él quiere permanecer solo tiene correspondencia con el mundo real en la imaginación de quien vive lejos. Incluso aquellos que viven en distantes sitios, sólo accesibles por barcos, ven novelas en televisores con antenas parabólicas y energía eléctrica proveniente de generadores a diesel. Es natural que quieran vivir con las comodidades modernas presentes en los grandes centros, y no como una reliquia viva del siglo pasado. El ribereño, así como el indígena en su aldea, prefiere cocinar en horno a gas, aunque necesite pagar por eso con recursos naturales de la foresta. En áreas más aisladas, la ausencia de comercio y de dinero hace del trueque una forma rutinera de abastecimiento de las personas. Un generador, para mantener la televisión prendida por dos horas, consume 1 litro de diesel, que en el mercado local puede ser permutado por un animal, como una tortuga" (p. 21, traducción nuestra). El artículo también cita que computadoras e internet están presentes en varias
aldeas. Acaba por ser el medio para que los indígenas logren recursos al vender
artesanías online, estudien y reclamen por sus derechos. Al conocer otras
realidades, los indígenas también buscan migrar para las ciudades, incluso de países
vecinos en nuestra observación, viviendo mayoritariamente en “favelas” (chabolas) y
bajo condiciones sociales degradantes. Para muchos en esa condición, el ilícito se
torna una salida, como el crimen ambiental o el narcotráfico, creando más
vulnerabilidades para la seguridad.
Se observa que la identidad también se transforma, y ese cambio también debe
ser respetado. Haciendo una crítica constructiva a las teorías alternativas al
desarrollo, que justamente buscan valorar las identidades locales, no se puede dejar
82
de valorar los aspectos culturales del occidente, como cocinar en horno a gas, ver
novelas, tener computadoras, acceder a Internet, resaltando aún que conflictos que
involucran un ambiente de gran diversidad cultural, un ambiente multisocietal, no
deben tener soluciones del tipo “aliado versus enemigo”. Ello perjudicaría la cohesión
social y sería una vulnerabilidad para amenazas que contemplen injerencia cultural,
como el smart power.
En función de lo expuesto, se valoriza el pensamiento de Wallerstein (1997), de
que es necesario “reconocer a la vez la continuada calidad de una multiplicidad de culturas, y eso dependerá de la imaginación de nuestras respuestas organizacionales y de cierta tolerancia para la experimentación intelectual en las ciencias (…) en la búsqueda de un universalismo pluralista renovado, ampliado y significativo” (p. 97). Y ese reconocimiento no puede quedarse en el discurso, sino en las acciones,
en las instituciones, lo que demanda la toma de decisiones sostenibles y basadas en
estudios multidimensionales, bajo un cuadro de seguridad jurídica, así como el
empoderamiento de los agentes involucrados en cualquier dinámica de
securitización.
3.2 DINÁMICAS DE SECURITIZACIÓN EN LA DEFENSA BOLIVIANA
Para el estudio de las dinámicas de securitización de la Defensa boliviana, se
eligieron dos documentos-base que marcan una evolución del pensamiento en la
defensa boliviana dentro del periodo de recorte temporal de la investigación: el “Libro
Blanco de Defensa de la República de Bolivia” (Bolivia, 2004) y el libro “Bases para la
Discusión de la Doctrina de Seguridad y Defensa del Estado Plurinacional de Bolivia”
(Bolivia, 2010).
Para efectivizarse el análisis de contenido acorde Bardin (1977), se extrajo citas
literales (unidades de contexto) de estos libros, haciendo referencias sobre a cuál
categoría de estudio de esta investigación los indicadores, como signos lingüísticos,
pertenecen. Así, se pusieron los indicadores en fuente cursiva, y, entre paréntesis, la
categoría del estudio: (1) vigilancia y combate a crímenes transfronterizos; (2)
83
identidad; (3) Preservación de recursos naturales. Pronto, se buscó inferir
significados acorde a la problemática.
El Libro Blanco de Defensa de Bolivia de 2004, a pesar de no responder por la
actual ideología del Estado Plurinacional, es una fuente para lo que la Escuela de
Copenhague se refiere a estudio de continuidades y cambios en el campo de
seguridad, además de estar situado en los límites temporales de este estudio73. Fue
organizado en diez capítulos: (1) El Estado boliviano; (2) Relación de los Contextos
con la Defensa; (3) Política de Defensa Nacional; (4) El conflicto; (5) Sector Defensa;
(6) La conducción Militar; (7) Componentes de la Fuerza Armada; (8) Presupuesto
del Sector Defensa; (9) Las Fuerzas Armadas y el apoyo al Desarrollo Nacional; (10)
Empresas e Instituciones Públicas del Sector Defensa.
Del primer capítulo, El Estado boliviano, se notan los indicadores a seguir: “La dicotomía de los términos de población (2) y concentración de actividades económicas deviene en un desafío a la concepción de la defensa, teniendo en cuenta que al país le pertenecen, dentro del territorio, amplias fronteras calificadas como despobladas (1) y por lo tanto vulnerables a ser fuentes de conflictos” (p. 18-19) “La democracia está asentada sobre bases de una ciudadanía ampliada, cuya premisa es la heterogeneidad étnico-cultural (2)” (p. 19). “La seguridad está ligada estrechamente a las amenazas que pueden obstaculizar el desarrollo y la seguridad interna, entre las que se encuentran la corrupción, delincuencia (1), inestabilidad política, tráfico de armas, narcotráfico, terrorismo (1) etc. La Policía Nacional es la institución designada (…) a preservar el orden público. Las Fuerzas Armadas (…) a solicitud del Ejecutivo, colaboran con esta Institución, cuando sus posibilidades de control han sido rebasadas” (p. 20). “La pluriculturalidad y la multietnicidad (2) no han sido óbices para que se consolide la unidad o cohesión nacional; y tampoco para que se establezca a partir de una yuxtaposición de culturas, una identidad nacional (2) (p. 25)” “La actual existencia de variadas culturas y etnias no es un obstáculo para que exista la unidad nacional (2). En este contexto, las Fuerzas Armadas, como una institución que basa su accionar bajo los principios de la indivisibilidad e integración permanente, constituyen una entidad que ha contribuido a cimentar la cohesión nacional (2)” (p. 26).
En relación con los problemas transfronterizos, se revela que las fronteras
despobladas son vulnerabilidades a los conflictos, y que la corrupción, delincuencia,
73El Plan Estratégico de la OTCA también es de 2004
84
tráfico de armas, narcotráfico y terrorismo son nuevas amenazas. Para ello, la Policía
es la primera encargada para el combate, debiendo las Fuerzas Armadas ser
utilizadas si la policía fuera rebasada.
Sobre cuestiones de identidad, el Libro utiliza términos como “heterogeneidad
étnico-cultural”, “pluriculturalidad” y “multietnicidad” para definir la multisocietalidad
boliviana, afirmando que ello representa la democracia y que no sería obstáculo para
la cohesión nacional, ésta que es cimentada justamente por las FF. AA., a partir de la
idea de yuxtaposición de culturas para definir una identidad nacional. Es decir, se
infiere que se utiliza una visión de multiculturalismo más conservadora74, admitiendo
la asimilación. No obstante, se reconoce la dicotomía de los términos de la población
como vulnerabilidad para conflictos.
La Relación de los Contextos con la Defensa, Capítulo Segundo, abarca las
citas a seguir: “Varias son las causas de conflicto contemporáneo, algunas tienen carácter pernicioso como el terrorismo, narcotráfico, delincuencia internacional y tráfico de armas (1). Otros riesgos y amenazas no convencionales, se presentan a partir del desarrollo económico y social de los países, lo que genera el descontento de varios grupos de las sociedades. Las insatisfacciones económicas y sociales se traducen en manifestaciones a veces de mucha violencia contra los gobiernos (2), habiendo, en algunas ocasiones, puesto en vilo el proceso democrático. El proceso de globalización ha permitido que emerjan nuevos protagonistas tanto de carácter transnacional, internacional y nacional. Entre éstos están: los individuos y los movimientos sociales (…), las organizaciones no gubernamentales (ONG) (…), la opinión pública (…) Teniendo en cuenta que éstos (…) tienen una influencia fundamental en la generación de opiniones, en modificar la conducta y las actitudes de la población y, en consecuencia, a influir en el proceso de decisiones militares (2)” (p. 31).
En la categoría de los delitos transfronterizos, se confirman las nuevas
amenazas citadas en el capítulo anterior del Libro Blanco. En el campo societal, las
insatisfacciones económicas y sociales de grupos descontentos se configuran como
amenazas para conflictos violentos. Asimismo, considera que individuos y
movimientos sociales, ONG y la opinión pública son actores relevantes en la
sociedad, cuya acción puede ser una amenaza al influir las decisiones militares
74Ver los supuestos de Costa (2009) en la sección 3.1.3.
85
En el capítulo Tercero, Política de Defensa Nacional, se destacan los textos a
continuación: “Las Fuerzas Armadas tienen como finalidad (…) preservar los recursos naturales (3) (…). Tanto el Proyecto de Gobierno, como el Plan de Desarrollo Económico y Social, contienen hipótesis sobre las potenciales amenazas y su resolución” (p. 33-34). “La Seguridad se apoya en el Poder Nacional, que se nutre de las expresiones que la componen. La Seguridad es un elemento fundamental para una mayor aproximación en cuanto al Fin Supremo ‘El bien común’” (p. 35). “La Defensa Nacional del Estado boliviano, más allá del concepto territorial, engloba valores culturales (2), morales y espirituales” (p. 36). “La política de defensa del Estado nacional (…) a través de convenios internacionales, con otros países promueven (…) la lucha coordinada contra amenazas comunes (terrorismo internacional, tráfico de estupefacientes, delincuencia internacional) (1)” (p. 37). “La cooperación (como expresión de la Política de Defensa de Bolivia) - para poder hacer frente a las nuevas amenazas y peligros, es imprescindible el acercamiento de políticas entre países, debido a la multiplicidad de riesgos (1). Para ello, se refuerzan y estrechan las relaciones con aquellos países con los que se comparte intereses comunes, para encontrar soluciones multilaterales a través de la unificación de esfuerzos (1), especialmente con los países del entorno geográfico, La cooperación que existe entre países está basada en comunicación, coordinación y convergencia de intereses. Estos se traducen en las áreas de formación, instrucción y adiestramiento (1)” (p. 37-38).
Primeramente, se verifica que la seguridad tiene como fin el “bien común”. En
relación con las amenazas transfronterizas, son ratificadas las que fueron
presentadas en los capítulos I y II, afirmando que ellas representan una multiplicidad
de riesgos, demandando acercamiento de políticas entre países para encontrarse
soluciones multilaterales, a través de la unificación de esfuerzos, particularmente en
la formación, instrucción y adiestramiento militar. Se interpreta, así, la importancia
dada al rol de la educación militar en un contexto internacional, lo que implica
intercambio de cursos entre los militares de los distintos países.
Otro punto que emerge de esa demanda por intercambio serían los ejercicios
militares combinados en la frontera. Gral. Brig. Padilla, en entrevista, afirmó que el rol
de la cooperación amazónica, en apoyo a la actuación militar en regiones de frontera,
sería justamente la “realización de ejercicios combinados de mutuo acuerdo entre
86
países vecinos”. Sin dudas, esos ejercicios disuaden o perjudican la acción de los
delincuentes transnacionales.
Asimismo, en el campo de la identidad, se buscó dar importancia a los valores
culturales en la Defensa, en la época tratada de forma más conservadora. En
relación con el medio ambiente, se asigna la preservación de los recursos naturales
como finalidad de las FF. AA., seguramente por la importancia económica que ésos
tuvieron y tienen en toda historia de Bolivia.
El capítulo cuarto, que trata del Conflicto, tiene los siguientes destaques: “Las amenazas (…) pueden ser existentes o potenciales, materiales o inmateriales, fenómenos naturales, hechos sociales, estructurales o coyunturales, convencionales o no convencionales. (…) Los fenómenos y consecuencias del narcotráfico, terrorismo, narcoterrorismo (1), pobreza, inestabilidad jurídica y política, deterioro del medio ambiente (3), desastres naturales y otros son amenazas reales para la estabilidad. Es evidente que la configuración geográfica del país que incluye las zonas fronterizas, las convierte inexorablemente en zonas vulnerables y podrían ser fuente de mayores riesgos para nuestra propia integridad (1) (…) la poca presencia de las Fuerzas Armadas en las zonas fronterizas constituye un factor distorsionador y puede presentar otros problemas que limiten la acción militar (1) (…) Amenazas no convencionales adversas (…) se interponen a los esfuerzos que realiza el Estado (…) porque manifiestan su punto de flexión en la emergencia de conflictos sociales (…) éstos pueden ser: la pobreza (…), la exclusión social (…) racismo (2), este es un aspecto emergente de la exclusión social al que parte de la población somete a los grupos étnicos, actitud que genera un resentimiento que se manifiesta en el surgimiento racial de las etnias contra blancos y mestizos (2)” (p. 45-46). “(Amenazas no convencionales) antagónicas son (…) internas o externas: (…) narcotráfico (…) (por la cual) el gobierno nacional instruyó una efectiva participación en la erradicación y apoyo logístico a las operaciones de interdicción de las actividades del narcotráfico (1), de acuerdo a lo dispuesto en el Plan Dignidad, tareas a las que las FF. AA. Deben continuar apoyando” (p. 46). “Depredación del medio ambiente – el desarrollo está ligado directamente con la sostenibilidad que debe existir (…) con la intención de mantener el medio ambiente en condiciones adecuadas para las futuras generaciones (3). Terrorismo, se ha convertido en una de las mayores amenazas a nivel mundial (…) previniendo una posible irrupción nacional, se está conformando mecanismos que coadyuven con las actividades que realizan Organismos Internacionales, para neutralizar oportunamente o con la debida anticipación (1) (…) Crimen organizado, esta amenaza es una de las generadoras de otro tipo de actividades que también amenazan (1) (…) Tráfico de armas – (…) se ha diseñado estrategias que contribuyen al esfuerzo internacional para el control del tráfico de armas (1)” (p. 47). “Los Estados, además de otros factores, basan el diseño de sus políticas en las
87
características geográficas para alcanzar el bienestar de la sociedad, por lo tanto, el objetivo de este proceso será la unión de la sociedad caracterizada por ser pluricultural y multiétnica (1)” (p. 48).
En relación con los crímenes transfronterizos, también se corroboran las
amenazas citadas anteriormente, con destaque para el crimen organizado, que,
según el Libro, genera otras amenazas. Contra el narcotráfico, planteó promover
erradicaciones y apoyo logístico a las operaciones de combate, que fueron hechas
con apoyo estadounidense. Contra el terrorismo, se buscó conformar mecanismos
ante Organismos Internacionales, apoyando incluso la idea de la anticipación75, que
puede significar injerencias externas. Contra el tráfico de armas, se diseñó
estrategias para contribuir al esfuerzo internacional de control de armas. Además de
todo eso, la poca presencia de las FF. AA. en las zonas de frontera las tornan
vulnerables, siendo considerado un factor distorsionador, riesgo para la integridad
nacional.
En términos societales, el capítulo denota que la pobreza, la exclusión social y
el racismo son vulnerabilidades, pues son puntos de flexión en las emergencias de
conflictos sociales. Se admite, todavía, que hay resentimientos entre grupos étnicos,
blancos y mestizos, los cuales amenazan las acciones del Estado. Se interpreta, aun,
la demanda por la unión de la sociedad pluricultural y multiétnica para la seguridad
del Estado, lo que no corrobora la idea del capítulo I de que la pluriculturalidad no ha
sido óbice para que se consolide la unidad o cohesión nacional.
En términos de los recursos naturales, se reconoce, por la primera vez en el
Libro, que el deterioro del medio ambiente es una amenaza, riesgo para las
generaciones futuras. Se nota, por lo tanto, la valoración subliminar del concepto de
desarrollo sostenible.
El Sector Defensa, tema del capítulo quinto, abarca la consideración que “el
Ministerio de Defensa desarrolla las funciones establecidas por ley (…) en el marco
de la preservación del medio ambiente (entre otros factores) (3)” (p. 52-53). Además,
el capítulo presenta estructuras organizativas, posicionando la Dirección General de
75Ver sección 2.1.
88
Fronteras y Protección al Medio Ambiente en el Viceministerio de Defensa Civil y
Cooperación al Desarrollo Integral, lo que confiere importancia a los temas
transfronterizos y de medio ambiente.
El Capítulo Sexto trata de la Conducción Militar, en que se resalta: “El Sistema Democrático en Bolivia (…) es el mejor sistema de gobierno (…) no obstante los múltiples y difíciles conflictos sociales (2) que pusieron en grave riesgo la institucionalidad del país” (p. 60-61). “Las FF. AA. Bolivianas han llenado vacíos institucionales de la sociedad (1), contribuyendo al desarrollo de instituciones que cumplan tareas importantes para el Estado” (p. 61). “Las fuerzas de tarea conjunta, estructuradas para la participación de la lucha contra el narcotráfico, constituyen una experiencia viva para aplicar los conocimientos teóricos, y rescatar la experiencia asimétrica utilizada por narcotraficantes (1), permitiendo la actualización de conocimientos” (p. 65).
Sobre el tema de los crímenes transfronterizos, se resaltan:(1) el rol de las
Fuerzas Armadas en llenar vacíos instituciones, lo que, seguramente, incluye la
ausencia del Estado en sitios remotos, como las fronteras; así como (2) la
experiencia de la Fuerza de Tarea Conjunta, acción de emergencia para combatir el
narcotráfico, cuya actuación permanece hasta hoy en día. En el campo societal, se
admite la amenaza al Estado que representan los conflictos sociales, que, como fue
visto, pueden tener como causas principales la pobreza, la exclusión social y el
racismo.
En el capítulo séptimo, Componentes de las Fuerzas Armadas, se observan los
indicadores a continuación. “El desarrollo de las regiones, principalmente de las zonas fronterizas, se ha beneficiado con la presencia y ubicación de las unidades militares (1)” (p. 76).
La Fuerza Naval Boliviana establece (…) acciones estratégicas: control de los espacios acuáticos (…) tener la capacidad y los medios suficientes que permitan actuar en cualquier área, para asegurar (…) la preservación de los recursos naturales (3)” (p. 83). “El uso de los espacio acuáticos deberá ser complementado con acciones que permitan una adecuada defensa (…) debiendo cumplir con las siguientes tareas: (…) coordinar, ejecutar y supervisar las actividades (…) de ayuda a la (…) preservación de los recursos naturales (3), dirigidas a fortalecer la defensa nacional en los espacios acuáticos” (p. 84).
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“La Fuerza Naval realiza una política integral de salud en apoyo a las zonas fronterizas” (1) (p. 85).
Se nota, en relación con las regiones fronterizas, la demanda en ubicar
unidades militares para fomentar el desarrollo, así como garantizar, por las Fuerzas
Armadas, la ejecución del deber estatal de promover la salud en esas regiones. Todo
ello también está seguramente relacionado con la creación de condiciones humanas
para el necesario taponamiento del acceso fronterizo a delincuentes que amenacen
la seguridad nacional, como fue estudiado en la sección 3.1.2, pues la promoción de
la salud, por ejemplo, sería mucho más encargo del Ministerio de la Salud que de
Defensa.
Asimismo, determina a la Fuerza Naval (Armada) el encargo de coordinar,
ejecutar y supervisar actividades de control del espacio acuático para asegurar la
preservación de recursos naturales. A pesar de que Bolivia no tiene, actualmente,
salida soberana al mar, sus ríos son importantes medios de comunicación en las
cuencas amazónica y platina. En las fronteras, muchos de esos ríos tienen doble
soberanía. El control de ese espacio, en tesis, mitiga vulnerabilidades y disuade
amenazas no sólo en relación con el acceso clandestino o deterioro de recursos
naturales, sino también a la actuación de la delincuencia transfronteriza.
El capítulo octavo trata del Presupuesto del Sector Defensa. Por tanto, se
destaca la cita “es necesario resaltar (…) que en términos absolutos en año 1998 el Gasto de Defensa alcanzó 1.002.173 MBs (el anterior fue 784.417 Mbs, aumentó un 28%), considerado el más alto debido fundamentalmente al impulso a las actividades de Lucha Contra el Narcotráfico (1)” (p. 89).
Se ratifica aquí que la emergencia del combate a las amenazas transfronterizas
impulsa la inversión en Defensa. El aumento de 28%, en cambio, perjudica otros
sectores productivos del Estado.
Saltando para el capítulo décimo76, Empresas e instituciones públicas del
Sector Defensa, se resaltan los siguientes indicadores: 76No se encontraron indicadores de la investigación en el capítulo noveno.
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“Las FF.AA. (…) han participado y contribuido de manera permanente en el Desarrollo Nacional (…) tarea que se ha manifestado en la (…) creación y desarrollo de poblaciones fronterizas (1)” (p. 107). “El Comando de Ingeniería del Ejército, a través de las unidades de ingeniería (…) ha contribuido al desarrollo nacional, en forma efectiva con la construcción de carreteras, aeropuertos, mantenimiento de carreteras y otras obras de infraestructura, especialmente en las zonas fronterizas (1)” (p.112). “Transporte Aéreo Boliviano coadyuva al desarrollo económico, productivo y humano del país, participando activamente en (…) situaciones de (…) conflictos sociales (2)” (p. 115).
Se resalta, acorde la delimitación de la problemática, la visión de desarrollo
económico eslabonada a la seguridad en la región fronteriza. Ahí se destaca el
trabajo de la Ingeniería del Ejército, por medio de obras de infraestructura, que
ayudan a vivificar la frontera, a pesar de tender a causar impactos ambientales
negativos, como fue visto en la sección 3.1.1. Otra cita importante, desde la mirada
societal, es el rol de la estatal de transporte aéreo en la logística del Estado frente a
conflictos sociales. Se nota, aún, una visión “aliado versus enemigo” en el seno de
ese tipo de conflicto, lo que puede potencializar todavía más la violencia, conforme
Brancante y Reis (2009).
A su turno, la reforma estructural de República de Bolivia para el Estado
Plurinacional de Bolivia, ocurrida con la promulgación de la Nueva Constitución
Política del Estado el 7 de febrero de 2009, también marcó nuevos paradigmas para
el sector de Defensa. Así, el Libro Blanco de Defensa de 2004 no fue considerado
convergente a los actuales objetivos estatales. Se publicó, por lo tanto, el libro
“Bases para la Discusión de la Doctrina de Seguridad y Defensa del Estado
Plurinacional de Bolivia”, como la “base inicial para la elaboración del (nuevo) Libro
Blanco de Defensa” (Saavedra, en Bolivia, 2010, n. p.). “El libro de las Bases para la Discusión de la Doctrina de Seguridad y Defensa del Estado Plurinacional de Bolivia es un instrumento que contribuye al conocimiento y comprensión de los fundamentos, la visión estatal, estructura, proyección y los recursos asignados al Sector Defensa para el cumplimiento de su misión institucional, de manera que sean de conocimiento público en el ámbito nacional e internacional” (Bolivia, 2010, n. p.).
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El documento fue organizado en diez capítulos: I. Escenario Político
Estratégico; II. El Estado Plurinacional de Bolivia; III. Doctrina del Estado
Plurinacional; IV. Visión de la Seguridad y Defensa Integral; V. Políticas de Seguridad
y Defensa; VI. Los Órganos del Estado en la Seguridad y Defensa; VII. Estructura de
la Seguridad y Defensa del Estado; VIII. Sociedad y Fuerzas Armadas; IX. Dimensión
Económica de la Defensa; X. Fuerzas Armadas en el Contexto Internacional; además
de las palabras del Presidente del Estado Plurinacional, del Vicepresidente, del
Ministro de Defensa y de la Introducción.
En las palabras del Presidente del Estado Plurinacional y del Vicepresidente, se
destaca lo siguiente: “Es una obligación del Gobierno modernizar a sus instituciones porque las Fuerzas Armadas son para defender la unidad del país, el territorio nacional y sus recursos naturales (3), por lo que es una obligación del Estado equiparlas en bien del pueblo boliviano (2) (…) Es importante destacar el papel social de las Fuerzas Armadas, que complementan su deber de defender la integridad territorial, con la lucha contra el contrabando, el narcotráfico y terrorismo (1), porque estos son los actuales enemigos del Estado (…) La presencia de unidades militares foráneas en Suramérica obliga a contar con una propia doctrina castrense (…) Este gobierno no permitirá que ningún soldado extranjero ingrese al territorio nacional y mucho menos trate de impartir órdenes a los oficiales del país” (Presidente). “Las Fuerzas Armadas tienen la noble misión de mantener unida (2) a Bolivia, para que se intenten nuevas desmembraciones del territorio nacional (…) Es importante rediseñar la presencia geoestratégica de las Fuerzas Armadas para la protección de la soberanía del Estado, el control de los recursos naturales (3) y definir el rol democrático de la institución armada” (Vicepresidente).
Se puede percibir dinámicas de securitización en razón de amenazas locales y
transnacionales. La lucha contra crímenes transfronterizos, como contrabando,
narcotráfico y terrorismo, demanda un nuevo papel a las Fuerzas Armadas. La
necesidad de mantener el pueblo boliviano unido involucra aspectos de coexistencia
pacífica del multiculturalismo, a fin de evitar la reconocida amenaza de
desmembramiento del Estado. El control y la defensa de los recursos naturales
también tienen que ver con las amenazas a la sostenibilidad del medio ambiente.
Otro aspecto que llama la atención de esos discursos es la configuración, como
amenaza, de la presencia militar foránea, seguramente en razón del Plan Colombia,
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lo que corrobora aspectos citados en la sección 3.1.2 sobre el temor a la injerencia
internacional de superpotencia.
En la introducción, se resaltan las citas: “(…) se presentan las Políticas de Defensa que permiten dar respuestas estructurales a las demandas no solo institucionales, sino también a las urgentes necesidades de la población en su conjunto (2) y se adecuan a la cambiante y cada vez más compleja agenda de Seguridad subregional, regional y/o hemisférica (…) debido al surgimiento de nuevas amenazas globales y transnacionales, tales como: el narcotráfico, terrorismo, crimen organizado, tráfico de armas y personas (1), así como el calentamiento global, que está generando grandes desastres naturales con incidencias negativas significativas para los países en vías de desarrollo (3). Cierra la publicación un capítulo vinculado con la Seguridad Colectiva, que mediante enunciados precisos sobre política exterior (…)garantiza un compromiso compartido para (…) el cumplimiento de tratados y convenios que en forma multilateral permitirán afrontar amenazas emergentes (1)”.
En relación con la delincuencia transfronteriza, se identifican amenazas y la
necesidad de securitizarlas de forma multilateral. Sobre identidad, se reconoce la
necesaria toma de atención a las demandas urgentes de todos los pueblos que
forman la multisocietalidad boliviana. Se observa todavía la proyección mundial
negativa que el cuidado con la preservación ambiental confiere a los países
sudamericanos, a partir del sensible tema “calentamiento global”.
En el análisis del Capítulo I, Escenario Político Estratégico, las citas están
agrupadas acorde las secciones del texto.
Cuadro 6 - Citas del Capítulo I del Libro “Bases para la Discusión de la Doctrina
de Seguridad y Defensa del Estado Plurinacional de Bolivia” Sección Textos
1.1 Contexto Mundial
“Problemas entre países, guerras, procesos de integración y desintegración (…) dan paso de la obsoleta doctrina de seguridad nacional a la de seguridad multidimensional (…) La capacidad que demuestran de interpelar a las estructuras estatales distintas organizaciones, movimientos étnicos, nacionalistas, religiosos (2) o de crimen organizado (1), nos muestran que hoy en día ya no es únicamente el Estado el agente capaz de concentrar poder en el escenario mundial, ni es único actor en las relaciones internacionales (…) El proceso globalizador (…) se constituyó en un factor de inseguridad en el contexto mundial por (…) la transnacionalización del crimen organizado, narcotráfico, el terrorismo (1)” (p. 3) “La globalización ha generado un proceso de individualización extrema (…) que nos
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obligaría a pensar y actuar igual, como si existiera una sola verdad, en Bolivia tenemos la visión de que existen muchas verdades diversas y planteamos un globalización natural en la cual se respete la identidad que emerge de la relación con nuestro entorno (2) (…) Las formas indiscriminadas de producción y consumo global irrestricto, dieron lugar al deterioro vertiginoso de los recursos naturales (3) cuyas consecuencias son las lluvias ácidas, la emisión de gases de efecto invernadero, deforestación (3), etc. Para mitigar estas secuelas, los estados en vías de desarrollo deben invertir importantes recursos que bien podrían ser empleados en su desarrollo. El deterioro de la capa de ozono, la pérdida de fuentes de agua dulce, la erosión de la biodiversidad agrícola y silvestre, la degradación de suelos (3) serán factores que, de no ser remediados en un tiempo mediato, ocasionarán situaciones de crisis y conflictos en el futuro” (p. 4).
1.2 Contexto Regional
Los “procesos de integración no han logrado consolidarse en la región debido a una serie de factores sociales, culturales, económicos, étnicos (2) y políticos que impiden una integración equitativa porque requieren la conciliación de intereses, necesidades y afinidades” (p. 5). “Bolivia ha manifestado de manera firme y categórica su rechazo a la injerencia militar extranjera en el continente” (p. 6).
1.3 Contexto Estatal y vecinal
“El nuevo diseño del Estado Plurinacional (…) evidenció un desfase de ideas contemporáneas que regulaban la geopolítica boliviana, en consecuencia fue necesario redefinir y abordar estos conceptos desde una nueva perspectiva, respetando la diversidad (2) con el objetivo de crear unidad (…) El Estado Plurinacional de Bolivia mantiene relaciones cordiales con todos los países vecinos, con los que comparte una frontera común en un escenario por donde fluyen actividades de tipo transnacional, muchas veces no registradas oficialmente (1) (…) (En las relaciones de cooperación con Brasil), se trata de establecer políticas que eviten el ingreso de ciudadanos a la actividad ilícita del narcotráfico, puesto que ambos países se encuentran en un corredor del tráfico de drogas (1)” (p. 8). “Con Perú (…) el trabajo conjunto es visible por cuanto se firman acuerdos para luchar contra el contrabando, corrupción, terrorismo y narcotráfico (1), con este fin se elaboró un Reglamento Orgánico para reuniones bipartitas” (p. 9)
1.4 El conflicto y
amenazas al Estado
“El contexto estratégico regional y mundial modeló la nueva visión del estado boliviano en su relación filosófica de Vivir Bien (2, 3). En la búsqueda de este Fin Supremo, se identificaron aquellos hechos que amenazaban la vida misma del Estado, para que a través de políticas económico-sociales se alcancen niveles óptimos de desarrollo en un marco de dignidad” (p. 9). “Amenazas (…) externas (…) El crimen organizado, extendido a nivel regional y mundial que penetra esferas del estado creando corrupción, violencia, narcotráfico, el tráfico de armas (1). Otros niveles de crimen organizado crean zonas dominadas (1) que violentan la Seguridad y la soberanía del Estado. La invasión pacífica de extranjeros, que (…) asientan industrias privadas en reservas ecológicas depredando el medio ambiente o explotando zonas ricas en minerales ocasionando grandes pérdidas al Estado (3).
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(Amenazas) internas Grupos de origen nacional o extranjeros, terroristas, subversivos, separatistas (2), (…) que optan por la violencia para retomar la conducción tradicional de los estados en provecho de intereses propios (…) Depredación del medio ambiente (3) (…) Apropiación ilegal de los recursos naturales (…), ocasionando gran daño al medio ambiente (3)” (p. 10).
Fuente: elaboración propia, a partir de Bolivia (2010).
Primeramente, se ponen en relieve consideraciones que convergen con los
supuestos constructivistas de la Escuela de Copenhague: el paso al estudio de la
seguridad de forma más multidimensional y la visión de que el Estado no es el único
actor en las relaciones internacionales.
Sobre la cuestión de los crímenes transfronterizos, se identifica que la
transnacionalización del crimen organizado, narcotráfico y terrorismo, en fronteras de
difícil control, se tornó un amenazante actor en las relaciones internacionales, que
violenta la soberanía del Estado. Como acción securitizante, se refiere a acuerdos
bilaterales con Brasil y Perú, buscando establecer políticas y estrategias para luchar
contra esas amenazas.
En relación con la temática de identidad, Bolivia ve como amenazas el efecto
homogeneizador de la globalización y la existencia de grupos separatistas, debiendo
el Estado garantizar el respeto a las identidades locales, a la diversidad cultural y,
con eso, crear la unidad al Estado. Se corrobora la idea de que movimientos étnicos,
religiosos y nacionalistas son importantes actores internacionales, siendo que los
problemas étnicos son considerados amenazas para la integración regional. Se
enfatiza todavía que se identifiquen amenazas a la filosofía de Vivir Bien, que deben
ser mitigadas por medio de políticas económico-sociales.
En el campo ambiental, se reconoce que la apropiación ilegal de recursos
naturales, el asentamiento desordenado de industrias en reservas naturales, así
como las consecuencias del deterioro de recursos naturales: lluvias ácidas, gases
invernaderos, deforestación, el hueco de la capa de ozono, la escasez del agua, la
degradación de suelos, la erosión de la biodiversidad, todos son amenazas al Vivir
Bien y son fuentes de crisis y conflicto. El Estado, como agente securitizador, en un
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escenario de seguridad multidimensional, debe reservar parte del presupuesto a la
mitigación de esas amenazas.
Asimismo, se observa que, en el contexto regional, no se cita la OTCA como
institución representativa de la región, y se enfatiza como amenaza la injerencia de
potencia extranjera.
El capítulo II trata del Estado Plurinacional de Bolivia. De ese capítulo, se
extraen las citas a continuación: “Desde el punto de vista étnico, el Ser Boliviano es reconocido en su vertiente ancestral como parte del Imperio Tiwanakota, los señoríos kollas, el Imperio Incaico y los pueblos de la Amazonía (2), del chaco y de los llanos orientales, pero también se reconoce la vertiente española que colonizó esta parte de América del Sur; pueblos que tienen su propia cultura y costumbres, reconocidos con su idioma original y su propia cosmovisión (2)” (p. 17).
“La nueva denominación como Estado Plurinacional tiene un carácter incluyente, que resalta la existencia de todas las comunidades o naciones indígenas (2), originarias y campesinas, de las sociedades establecidas en las ciudades principales e intermedias, así como de los migrantes establecidos en los diferentes puntos geográficos de nuestro territorio” (p. 18).
Se observa que, en el campo de la identidad, se reconoce el respeto a una
amplitud de orígenes de “el Ser Boliviano”, entre las cuales los pueblos indígenas
amazónicos, con sus idiomas, culturas, costumbres y filosofías. Según el texto, ese
reconocimiento es un diferencial del nuevo Estado.
La Doctrina del Estado Plurinacional es el asunto del capítulo III. En ese
contexto: “Nuestro Estado (…) avanza hacia un concepto cualitativamente superior, definiendo como Fin Supremo el Vivir Bien (2, 3). Entendiéndose por tal, el respeto a la diversidad e identidad cultural y el encuentro entre pueblos y comunidades (2)” (p. 21). “Los objetivos estatales en torno a la Seguridad y Defensa (…) son el resultado de la interpretación del concepto complejo y polisémico del Vivir Bien (2, 3) (…) La preservación del Estado (…) se realizará con la facultad inherente de (…) emplear todos sus recursos en la forma que considere más conveniente para la conservación del patrimonio del Estado (3) y logro del Vivir Bien (2, 3) (…) Garantizar la unidad significa generar (…) material de cohesión de la población en el respeto a la pluriculturalidad (2) en todos los ámbitos (…) El desarrollo y la seguridad humana en general imponen la necesidad de implementar políticas de Estado que actúan (…) sin asimetrías ni explotación, de manera que consoliden las identidades plurinacionales(2) (…) y garanticen la realización del Vivir
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Bien (2, 3)” (p. 24). “Preservar el medio ambiente con equilibrio ecológico, promoviendo el aprovechamiento responsable y planificado de los recursos naturales (3) (…) Las disposiciones legales que normarán permanentemente la explotación racional y sustentable de nuestros recursos naturales renovables y no renovables, permitirán un desarrollo sostenible (3) (…). Con políticas diseñadas para ser aplicables a la conservación del medio ambiente, evitando la contaminación del agua, aire, acústica y suelo, con todo tipo de desechos, elementos o substancias toxicas u otros cambios ambientales(3) que podrían afectar el equilibrio del mismo” (p. 25).
Se interpreta que el Vivir Bien, fin supremo del Estado por su respeto a la
diversidad e identidad cultural, es el centro de los objetivos estatales para Seguridad
y Defensa, debiendo ser garantizado por políticas de Estado. Para ello, se utilizarán
todos los recursos estatales, a fin de garantizar la unidad a partir de la
pluriculturalidad. Hay, por lo tanto, el claro reconocimiento de que existen amenazas
de ruptura de esa unidad por cuestiones de identidad, en lo que el concepto de Vivir
bien sería la base para cohesión social. Por tanto, se interpreta que el Vivir Bien es
un tema securitizado.
En términos de preservación de recursos naturales, el tema, en este capítulo,
está eslabonado al concepto de desarrollo sostenible. Esos recursos deberán ser
preservados desde políticas capaces de mitigar las amenazas, como: contaminación
del agua, aire, acústica y suelo.
La Visión de la Seguridad y Defensa Integral es el tema del capítulo IV. Abarca
lo siguiente: “El paradigma ancestral Vivir Bien (…) se constituye en el Fin Supremo (…) que tiene como principal basamento la armonía y el equilibrio con todo el entorno, la práctica de la Democracia Participativa y Comunitaria con pleno respeto de los usos y costumbres de todas las identidades culturales (2), como una respuesta alternativa a la actual crisis ambiental (3), económica, política y civilizatoria que vive la humanidad” (p.29). “El nuevo enfoque de la seguridad del Estado Plurinacional de Bolivia (…) asimila (…) cuestiones políticas, económicas, de salud, alimentación, preservación del medio ambiente, defensa de los recursos naturales (3) (…) También reafirma que (la seguridad) no está centrada en el estado material, sino en el ser humano, la propia identidad del grupo (2), sus aspiraciones, anhelos, historia y devenir, lo que implica una visión holística que aborda su estudio desde un enfoque integral” (p. 30). “La Estructura de Seguridad se relaciona principalmente con la sociedad ‘plurinacional,
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multiculturalmente y militarmente organizada’ (2) (toda sociedad boliviana), entendida strictu sensu como las Fuerzas Armadas del Estado Plurinacional de Bolivia (…) Esto supone invertir el sentido de diferencia (2) en el proceso de construcción del orden político y social, aceptándolo y extrayendo lo mejor de todas las naciones, pueblos y etnias (2) existentes en el Estado, en un diálogo multicultural mediante la diplomacia de los pueblos (2) para la paz” (…) “Las dimensiones de la Seguridad y Defensa son las áreas en las cuales se tomaran las acciones para garantizar su vigencia de forma permanente. (…) Son las siguientes: Política, Social, Económica, Medio ambiental y recursos naturales (3), Cultural, Tecnológica y Territorial” (p. 31). “La Seguridad y Defensa tienen su base y sostén en un triángulo estratégico conformado por el Estado, la comunidad plurinacional (2) y las Fuerzas Armadas” (p. 33). “La Seguridad y Defensa Integral es la situación por la cual el Estado tiene garantizada su existencia, la integridad de su patrimonio, territorio y soberanía. Esta comprende los escenarios de amenazas externas, conmoción interna y desastres naturales, con acciones orientadas a preservar la independencia y unidad del pueblo boliviano (2), así como su sobrevivencia y bienestar general, empleando todos los medios del poder y su potencial para alcanzar el Fin Supremo del Estado que es el Vivir Bien (2, 3) (…) “La transformación de los ámbitos económicos, políticos, sociales y militares en los Estados, con peligros en la degradación del medio ambiente por la explotación indiscriminada de recursos no renovables, la deforestación no planificada y la contaminación (3) encuentran lazos cada vez más fuertes entre las amenazas externas e internas” (p. 34). “En las Defensa del Estado Plurinacional, se tienen las siguientes finalidades: Garantizar la Seguridad de la población para Vivir Bien (2, 3). Proteger y conservar la diversidad cultural (2). Proteger y conservar los recursos naturales (3), renovables y no renovables. (…) Proteger y conservar la biodiversidad y el medio ambiente (3)” (p. 35). “El Desarrollo, Seguridad y Defensa matizan el propósito de garantizar los elementos comunitarios y culturales expresados en el Vivir Bien (2, 3) (…) El desarrollo de la cultura plurinacional (2) puede relacionarse en términos generales con la Seguridad en su propósito de fortalecer y enriquecer la identidad histórico-cultural (2), así como los principios y tradiciones singulares de la comunidad del Estado, como un modo de conservar y profundizar su cohesión (2)” (p. 36).
En el sector societal, las finalidades de la Defensa (1) garantizar la seguridad
para Vivir Bien y (2) proteger y conservar la diversidad cultural corroboran el
reconocimiento de vulnerabilidades a la unidad y cohesión del País, a partir del tema
de la identidad. Reconoce, por ende, ese asunto como punto estratégico en el campo
de la Seguridad y Defensa (Integral). Por consiguiente, se deben emplear todos los
medios para asegurar esas finalidades, a partir de la formación de una estructura de
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sociedad multiculturalmente y militarmente organizada, que debe reflejar la propia
identidad histórico-cultural de los grupos. Ello determina pleno respeto a y de todas
las identidades culturales, demanda estudios desde enfoques integrales e
inversiones en la valoración de la diferencia. Se nota la securitización del tema, sin
embargo, se infiere que valorar “lo mejor” de cada pueblo o etnia puede significar el
reconocimiento que hay algo que es “lo peor”, y en esa idea, si exacerba polaridades,
sería un contrapunto a la valoración de las diferencias.
En relación con la preservación de recursos naturales, se reconoceque la
explotación de recursos naturales, la deforestación no planificada y la contaminación
son amenazas transnacionales, debiendo ser tratadas como cuestión de seguridad
bajo la visión del Vivir Bien. Por consiguiente, fueron consideradas finalidades de la
defensa: (1) Proteger y conservar los recursos naturales, renovables y no
renovables; así como (2) Proteger y conservar la biodiversidad y el medio ambiente.
Así, en los estudios en Seguridad y Defensa, el asunto “Medio Ambiente y Recursos
Naturales” debe ser una de las dimensiones de análisis para toma de decisiones. Las
bases de defensa de 2010 valoran, por lo tanto, esos temas más que el Libro Blanco
de 2004.
En el capítulo V. Políticas de Seguridad y Defensa, que fueron elaboradas a
partir de la identificación de los factores de amenaza y riesgo, percibidos como
peligros para el Estado boliviano, se resaltan los textos a continuación: “Fundamento Estratégico de las Políticas de Seguridad y Defensa (…) Plenamente integradas, equilibradas y armonizadas con el nuevo modelo de desarrollo del Estado que implica garantizar un Estado bajo las prácticas del ‘Vivir Bien’ en identidad (2) y complementariedad con el territorio (1, 3), sus nacionalidades, la naturaleza y el mundo externo (…) Contiene elementos que contribuyen a preservar nuestra identidad histórica, cultural y respeto a nuestros valores (2)” (p. 39). “En el escenario intraestatal, nuestro Estado presenta una gran extensión geográfica con sus propias características geopolíticas y culturales, asediado por diversas amenazas (…) La estructura de los Comandos (Conjuntos de las FF. AA.) posibilitará a la institución militar enfrentar el crimen internacional organizado, el terrorismo, narcotráfico, migraciones, tráfico ilegal de armas (1), depredación ambiental y el contrabando de los recursos estratégicos (3)” (p. 40). “Las Fuerzas Armadas del Estado tienen la misión de resguardar la integridad
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territorial, particularmente de las zonas fronterizas, garantizando la seguridad en estas áreas mediante la alerta oportuna ante acciones (1) que puedan atentar la soberanía; ello implica dislocar, instalar y mantener unidades y puestos militares en las poblaciones rurales y fronterizas del territorio nacional, con sistemas de vigilancia y control de carácter permanente, apoyado por un Sistema de Comunicaciones integrado (1) mediante el enlace de medios de comunicaciones institucionales, Policía Nacional y otras instituciones que operan en las zonas de seguridad fronteriza. Las Fuerzas Armadas, sin perder de vista su misión esencial, promoverán el asentamiento de grupos humanos y la creación de polos de desarrollo en base al despliegue de unidades militares de ingeniería en regiones fronterizas (1), generando un sistema de producción sostenible en función al aprovechamiento racional de la vocación productiva de las zonas que se encuentren desprotegidas y vulnerables, además de sentar soberanía garantizando la seguridad de estas poblaciones y reduciendo la posibilidad de desmembraciones territoriales por invasión pacífica de extranjeros (1). Fomentar la cultura de respeto de los derechos humanos y crear condiciones dignas, con equidad, reciprocidad e interculturalidad para ‘vivir bien’ en los cuarteles (2)” (p. 41). “El Estado incursionará en el uso del espacio ultraterrestre a través de la adquisición de un satélite denominado Tupac Katari, que permitirá modernizar los sistemas tecnológicos de comunicación, educación y seguridad, que enlazará con el Sistema de Comunicación Militar Integrado (SICOMI) (1) (…) La Defensa es tarea de todos. (…) (La cultura de Defensa) permitirá legitimar el rol funcional del Sector Defensa, fomentar el orgullo y la identidad nacional (2), creando una percepción colectiva de Seguridad y una actitud proactiva y comprometida de toda la sociedad con los altos intereses del Estado” (p. 42). “Bolivia tiene una compleja estructura étnica y cultural, y es en los cuarteles donde nuestros jóvenes encuentran la posibilidad de vivir la interculturalidad amalgamados e integrados en el servicio a la patria (2) (…) La participación de las Fuerzas Armadas en la protección del medio ambiente y la biodiversidad (…) será encarada en tres líneas de acción estratégica dirigida a: la concientización para la prevención; la protección y conservación de recursos renovables y no renovables; y al estudio de alternativas para el aprovechamiento racional de los recursos naturales (3)” (p. 44).
En términos de los delitos transfronterizos, se identifican como amenazas: el
crimen internacional organizado, terrorismo, narcotráfico, tráfico ilegal de armas.
Para mitigarlas, el Estado boliviano plantea acciones para conferir alerta y combate
oportuno a partir de la instalación y mantenimiento de unidades militares en la zona
fronteriza, apoyadas por un Sistema de Comunicaciones integrado, a ser optimizado
por un satélite. Además, la acción del Estado también es asentar poblaciones en la
región de frontera, tal como la colonización que ocurrió en los 1960’s, en la hipótesis
100
de que ello no sólo fomenta el desarrollo local, sino también tapona vías de
circulación, colaborando para la defensa y mitigando vulnerabilidades ante
invasiones pacíficas de extranjeros77.
Cabe destacar las palabras del Gral. Brig. Padilla, que, en entrevista, cita que
“Las FF. AA. actúan cumpliendo el rol específico de coadyuvar al desarrollo integral
de cada región”, lo que corrobora con los Libros de defensa boliviana sobre el
fomento al desarrollo de forma subsidiaria por las FF. AA.
Sobre temas societales, el capítulo indica que las políticas enfocan que el
servicio militar es un medio para crear condiciones para la unidad y cohesión social,
así como el securitizado tema del Vivir Bien. La observada incorporación de diversas
etnias, sin cuotas, en las academias militares corrobora la búsqueda de tal objetivo.
También se plantea divulgar la cultura de Defensa como deber de todos, influyendo
en la opinión pública para fomentar el orgullo e identidad nacional.
En relación con el medio ambiente, se ennumera amenazas, como la
depredación ambiental y contrabando de recursos, sobre las cuales las Fuerzas
Armadas, para garantizar el Vivir Bien, deben actuar: (1) concientizando para la
prevención; (2) protegiendo y conservando los recursos naturales, renovables o no;
(3) estudiando alternativas para el aprovechamiento de esos recursos.
En el Capítulo VI – Los órganos del Estado en la Seguridad y Defensa, para
fines de este estudio, se destaca una atribución del Ministro de Defensa: “Promover y coordinar la defensa de los Derechos Humanos, inclusión social, equidad de género, igualdad de oportunidades, transparencia, interculturalidad en las Fuerzas Armadas (2), así como su adhesión a los principios y valores morales del Estado Plurinacional” (p. 53). Se verifica, por lo tanto, que la búsqueda por un multiculturalismo que trabaje la
coexistencia cultural en las Fuerzas Armadas (FF. AA.) debe ser fomentada desde
los cargos más altos del gobierno, demostrando la emergencia del tema en un
cuadro de anormalidad.
77 El libro considera que la invasión pacífica de extranjeros, fuera de todo marco regulatorio, amenaza la integridad territorial en las zonas fronterizas, pues crea enclaves ajenos, como ocurrió con el Acre en el inicio del siglo XX.
101
Sobre la “Estructura de la Seguridad y Defensa del Estado”, capítulo VII, se
extrajeron las citas agrupadas por temas a continuación:
Cuadro 7 - Citas del Capítulo Estructura de la Seguridad y Defensa del Estado. Estructura Texto
Fuerzas Armadas
“Uno de los aspectos importantes (…) fue la creación de la Dirección General de Zonas de Seguridad Fronteriza78 para garantizar la integridad territorial, la preservación de los recursos naturales estratégicos (3) y la participación en las políticas de desarrollo integral y sostenible de estas zonas (1) (…) Para (…) promover y coordinar la (…) interculturalidad en las FF. AA. (2) fue creada la Dirección General de Derechos Humanos y la Unidad de Transparencia” (p. 61). “También se incorporaron lanchas patrulleras, equipadas y artilladas para realizar tareas de ayuda humanitaria, lucha contra el narcotráfico y contrabando (1) (…) Se invirtieron recursos económicos para mejorar la infraestructura cuartelaría en todo el país y se refaccionaron veinte y nueve puestos fronterizos, consolidando de esta forma la presencia militar en los límites geográficos (1) del territorio (…) Se adquirieron cincuenta camionetas de doble tracción, que fueron distribuidas entre las unidades ubicadas en la Zona de Seguridad Fronteriza, para mejorar la distribución de bonos sociales que otorga el Gobierno a las poblaciones vulnerables (1)” (p. 63). “Las Fuerzas Armadas participan activamente en el Desarrollo Nacional mediante la capacitación de los Recursos Humanos para la realización de obras de estructura social, productiva y otros especialmente en las zonas fronterizas (1)” (p. 64). “Es deber del Estado ejecutar políticas de preservación y control de los recursos naturales en las áreas fronterizas (3)” (p. 67). “(Anteproyecto) Ley del Régimen de Fronteras: establecer un Régimen Especial para las zonas de Seguridad Fronteriza, que garanticen la soberanía, la integridad territorial, el desarrollo armónico de la población (1), la protección de los recursos naturales y la preservación del medio ambiente (3)” (p. 68). “También se plantea el uso de Unidades Aéreas de Vigilancia para combatir tráfico de narcóticos y contrabando (1)” (p. 75). “(…) fueron creados los Comandos Conjuntos del Amazonas (…) para encarar tareas de lucha contra el contrabando, tráfico de armas y narcotráfico (1) (p. 82)”
Ejército
“El Ejército (…) cumple las siguientes misiones específicas (…) ocupar, proteger y apoyar el desarrollo de las zonas de seguridad fronteriza (1), (…) proteger los recursos naturales y la preservación ecológica dentro del territorio nacional (3)” (p. 86). “La Sexta y Octava División (del Ejército) se constituyen en celosos guardianes de
78 En Bolivia, “constituye zona de seguridad fronteriza los cincuenta kilómetros a partir de la línea de frontera (…) Es deber fundamental de las Fuerzas Armadas la defensa, seguridad y control de las zonas de seguridad fronteriza” (Bolivia, 2010, p. 67).
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toda la región amazónica y especialmente de los límites fronterizos (1)” (p. 87). “(El futuro Oficial del Ejército debe) constituirse en transmisor(a) de la toma de consciencia sobre aspectos relacionados con el cuidado del medio ambiente y ecología (3) para promover el desarrollo del país (1), preservando nuestro entorno natural para el futuro de los bolivianos” (p. 89).
Fuerza Aérea
“Las amenazas emergentes tales como el narcotráfico y terrorismo se constituyen en un desafío (1) que viene encarando la Fuerza Aérea Boliviana, con la realización de tareas conjuntas y específicas. Para esta actividad, se cuenta con personal entrenado en operaciones de todo tiempo, hora y lugar, que operan aeronaves C-130 y helicópteros UH-1H” (p. 98). “La labor fotográfica realizada por el Servicio Nacional de Aerofotogrametría, durante 35 años, ha permitido contar con relevamiento de (…) estudios forestales (…) impidiendo de esta manera la (…) depredación de bosques y contaminación del medio ambiente (3)” (p. 99).
Armada
“(La Armada boliviana realiza) preservación del medio ambiente y de la fauna en los ríos y lagos (3), mediante el control a través de las Capitanías de Puertos” (p. 108). “(Como forma de disuasión, la Armada boliviana cumple tareas de) ejercer presencia naval en los espacios acuáticos y en las fronteras (1)” (p. 109).
Servicio Militar
“La educación dentro del cuartel (…) es respetuosa de la diversidad cultural y multiétnica (2) (…). El Estado trata a los soldados y marineros de forma igualitaria ya que son sus representantes armados; lo que ha ocasionado una revalorización cultural de la ciudadanía militar (2)” (p. 115). “El Servicio Militar que incorpora originarios, indígenas, campesinos e hispano-bolivianos a su seno fue y es un paso decisivo para la construcción de un espacio de expresión cultural diversa (2), que se constituyó y constituirá en una vía para enriquecer los valores del Estado Plurinacional (…) que permitirá fortalecer la cohesión nacional” (p. 116).
Fuente: elaboración propia, basada en Bolivia (2010).
Ante las amenazas de delitos transfronterizos, el Estado boliviano busca
acciones para enfrentarlas, como:
- creación de la Dirección General de Zonas de Seguridad de Frontera, en
sustitución a la Dirección General de Fronteras y Protección al Medio Ambiente del
Libro de 2004, siendo el órgano de seguimiento y regulación, subordinado al
Viceministerio de Defensa y Cooperación al Desarrollo Integral, tal como su
antecesor;
- creación del Comando Conjunto del Amazonas, como instancia de
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planeamiento militar entre las tres fuerzas;
- elaboración de la Ley de Régimen de Frontera, como ordenamiento normativo;
- modernización del material militar, con la adquisición y disponibilidad de
lanchas patrulleras, camionetas, aeronaves, así como planificación de compra de
aeronaves no tripuladas para vigilancia de frontera;
- presencia de las tres fuerzas, a partir de la refacción de 29 puestos de frontera
del Ejército (Sexta y Octava Divisiones), entrenamiento de personal de la Fuerza
Aérea y vigilancia naval;
- ejecución de obras sociales para el desarrollo local, particularmente por la
Ingeniería del Ejército, lo que aumentaría la cohesión social.
En relación con el sector societal, se entiende que el Servicio Militar, por sus
características de incorporar individuos de todas las naciones, pueblos y etnias,
tiende a generar respeto a la diversidad, revalorando la ciudadanía militar y
contribuyendo a la cohesión social. Por tanto, fue creada la División General de los
Derechos Humanos y la Unidad de Transparencia, que posee, como uno de sus
encargos, la promoción de la interculturalidad.
Sobre el medio ambiente, se asevera que las FF. AA. son responsables por
ejecutar políticas y controlar la preservación de recursos naturales en la frontera,
acción a ser seguida por la creada Dirección General de Zonas de Seguridad de
Frontera y regida por la futura Ley de Régimen de Frontera. Además, se verifica la
importancia del Oficial del Ejército, que será comandante de los puestos de frontera,
tener conocimiento para ser un agente transmisor de la concientización de la
preservación de los recursos naturales, así como la importancia del control de eso
por las Capitanías de Puertos y puestos de frontera. Asimismo, se resalta el trabajo
aerofotográfico de la Fuerza Aérea para los estudios forestales y su seguimiento.
El capítulo VIII relaciona la Sociedad y las Fuerzas Armadas, en lo que se
ponen en relieve los siguientes textos: “Se genera una dependencia mutua entre sociedad civil y Fuerzas Armadas; la primera, indefensa, necesita la acción defensiva que sólo estas pueden darle para poder alcanzar los objetivos de Vivir Bien (2, 3)” (p. 119).
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“Una de las acciones de mayor impacto que logra y que aún persigue el Sector Defensa es el establecimiento de Polos de Desarrollo que están orientados a promover asentamientos humanos en áreas de frontera (1), para fortalecer la soberanía nacional” “Plan Verde: tiene por objeto desarrollar proyectos de forestación y reforestación en tierras (3) de propiedad del Ministerio de Defensa y Fuerzas Armadas del Estado, para el aprovechamiento racional de los recursos forestales generados, además de tecnificar a los soldados y marineros en el manejo de bosques y aprovechamiento armónico de sus recursos (...) Plan Aspirina: su objetivo es la asistencia médica móvil (…) especialmente a comunidades asentadas en zonas de frontera (1) (…) Plan Seguridad Alimentaria (…) tiene por objeto mejorar la calidad de vida de comunidades pobres y unidades militares de frontera (1), a través del fortalecimiento y diversificación de la producción agropecuaria, con la finalidad de elevar los niveles de producción para el auto consumo” (p. 122). “(El Servicio Nacional de Aerofotogrametría es encargado) de los reconocimientos para la Defensa nacional (1)” (p. 126).
Se observa que, en razón de las amenazas transfronterizas a la soberanía
nacional, se busca el establecimiento de polos de desarrollo en regiones de
asentamiento humano, tal como una vivificación de las fronteras, cuyas debilidades
ya levantadas son teóricamente mitigadas por medio de planes, como el Plan
Aspirina y Seguridad Alimentaria. Asimismo, se utiliza de medios aéreos para
vigilancia de amenazas y vulnerabilidades a la seguridad nacional.
Otro aspecto verificado es la relación securitizante entre las Fuerzas Armadas y
el Vivir Bien de la “indefensa” sociedad civil.
En términos de la preservación de recursos naturales, se resalta el Plan Verde,
que más allá que incrementar la (re)forestación en las zonas fronterizas, empodera
personas para tal manejo fuera de las Fuerzas Armadas.
En el Capítulo IX, Dimensión Económica de la Defensa, se corroboran las
contrabando, lavado de dólares, piratería, terrorismo (1), destrucción del medio
ambiente (3)” (p. 133), haciéndose notar que los gastos de defensa se incrementan
debido a la participación de las Fuerzas Armadas en el combate a esas amenazas.
Como ejemplo, el Libro cita que, entre 2008 y 2009, el presupuesto del sector
Defensa tuvo una tasa de crecimiento de 45,57%, lo que fue apoyado por
donaciones de países amigos, organismos internacionales y ciudadanos residentes
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en el extranjero.
El último capítulo, X. Fuerzas Armadas en el Contexto Internacional, abarca las
citas a continuación: “Con Perú, (…) (se logró combinar) la participación de las Fuerzas Armadas de sus respectivos comandos de la lucha contra el narcotráfico (1) (…) además de la elaboración de cartillas sobre normas de comportamiento para los elementos militares de vigilancia fronterizos (1)” (p. 143). “En noviembre del 2006, los ministros de defensa de Bolivia y Perú ratificaron la Declaratoria de Fortalecimiento y Cooperación en materia de Seguridad y Defensa (…) para mejorar el control fronterizo entre ambas naciones (1). El acuerdo también establece (…) una Comisión Mixta que apunte a combatir el narcotráfico (1), la depredación ambiental (3) y el crimen organizado en la zona fronteriza (1)” (p. 144). “En 1996, con Brasil se suscribieron acuerdos de intercambio de información referidas a (…) terrorismo y narcotráfico (1). En el año siguiente, se establece acuerdos de (…) patrullajes por la faja de frontera (1)” (p. 145).
“Los presidentes de Bolivia y Rusia suscribieron un Convenio de Cooperación Militar que posibilita la adquisición de cinco helicópteros rusos M-17 (…) Estas naves apoyarán en las actividades de lucha contra el narcotráfico (1)” (p. 147). “El Ministerio de Relaciones Exteriores y Cultos del Estado Plurinacional de Bolivia (…) ha coadyuvado a fortalecer la presencia de Bolivia en los diferentes Organismos Internacionales encargados de promover (…) el apoyo y promoción de políticas comunes relacionados con el control de acciones que dañen, deterioren o vulneren (…) el Medio Ambiente en general (3)” (p. 149).
Así, en relación con los problemas transfronterizos, las acciones emergentes
fueron: (1) elaborar cartillas para normalizar la vigilancia (con Perú); (2) suscribir
Declaratoria de Fortalecimiento y Cooperación con Perú para mejorar el control
fronterizo, así como combatir el narcotráfico y el crimen organizado; (3) planificar y
compartir con Brasil informaciones, patrullajes, imágenes de satélites y de aeronaves
no tripuladas; (4) firmar convenio con Rusia para adquirir helicópteros para combatir
el narcotráfico.
Sobre los recursos naturales, la principal acción es fortalecer el posicionamiento
boliviano en Organismos Internacionales para lograr controlar el deterioro del medio
ambiente. Con Perú, la Declaratoria de Fortalecimiento y Cooperación también
pretende combatir la degradación ambiental.
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Comparando los dos documentos aquí estudiados, se perciben diferencias
significativas. El libro de 2004 se utiliza de pocas citas de enfoque multiculturalista, y
cuando cita, tiene una característica más conservadora, tendiendo a la asimilación.
El libro de 2010 busca un enfoque multiculturalista de valoración de las diferencias
por la coexistencia de diversas culturas.
En relación con los conceptos de seguridad, el Libro de 2004 utiliza una visión
más tradicional, más racionalista, más materialista y de carácter más estadocéntrico,
mientras las Bases de 2010 tienen un entendimiento más multidimensional, más
comprensivo y más humano de ese término, aproximándose más a la teoría
constructivista. Se nota, también, que, en cuestiones de seguridad, la política de
2004, que es más institucionalista, admite recurrir más al apoyo de los organismos
internacionales y grandes potencias mundiales que el Libro de 2010, el cual, a pesar
de no refutar tal apoyo, demuestra mayor recelo que injerencias externas interfieran
en la soberanía estatal.
Otra diferencia clara está en el fin supremo del Estado. En 2004, se pensaba en
el concepto de “Bienestar”; ya en 2010, el tema es el “Vivir Bien”. Para el Estado
Plurinacional de Bolivia, el concepto de bienestar se limita al acceso y a la
acumulación de bienes materiales, contraponiéndose a la milenaria naturaleza
cosmocéntrica del Vivir Bien, éste más involucrado a la armonía y el equilibrio con la
“Madre Tierra”, con los ciclos de la naturaleza, de la vida, donde uno se sienta
orgulloso de su identidad.
En relación con las amenazas domésticas con riesgos transfronterizos, el Libro
de 2004 destaca que la utilización de las FF. AA. serían puntuales, fuera de un
cuadro de normalidad, cuando las fuerzas policiales necesitaren ser rebasadas. De
forma diferente, a pesar de todavía tener un carácter subsidiario, según entrevista
con Gral. Padilla, las Bases de 2010 revelan una mayor emergencia del empleo de
las FF. AA. en vulnerabilidades y amenazas domésticas, no sólo en actividades de
combate a crímenes, sino también garantizando la seguridad del Vivir Bien. Por
ende, se infiere que el documento de 2010 recurre más a procesos de securitización.
Empero, como indican los aportes teóricos de la sección 2.2, éstas serían medidas
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emergentes, de “pánico”, que demandan gastos, situación en que lo ideal sería
desecuritizarlas al cabo que éstas dejen de ser consideradas vulnerabilidades o
amenazas emergentes, consideración que es muy subjetiva.
Una cuestión se queda para la reflexión: ¿hasta cuándo securitizar aspectos
societales? En ese sentido, se interpreta que la exacerbación de la polarización de
las diferencias étnicas, como lo indica Guimarães (2009) en el contexto boliviano, es
una relevante vulnerabilidad que demanda tratamiento urgente, inteligente,
respetuoso y sostenible, que debe ser alcanzado a largo plazo a partir de acciones
planeadas por el Estado.
De todo el expuesto, considerando los límites de este trabajo y en razón de los
documentos analizados, se destacan las dinámicas de securitización resumidas en el
cuadro a seguir:
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Cuadro 8 - Dinámicas de securitización a partir de la Defensa boliviana:
Categoría Amenazas y vulnerabilidades reconocidas Acciones mitigadoras emergentes verificadas por la Defensa
Vigilancia y combate a crímenes transfronte-rizos
1. Amplias fronteras despobladas, con configuración geográfica peculiar. 2. Poca presencia de las FF. AA. en zonas fronterizas 3. Corrupción, delincuencia, crimen organizado, tráfico de armas, narcotráfico, terrorismo, narcoterrorismo, 4. Desmembramiento territorial por invasión pacífica de extranjeros
Libro Blanco de Defensa de 2004 - Acercamiento de políticas entre países para encontrarse soluciones multilaterales, a través de la unificación de esfuerzos, particularmente en la formación, instrucción y adiestramiento militar. - Promoción de erradicaciones y apoyo logístico a las operaciones contra el narcotráfico. - Conformar mecanismos ante Organismos Internacionales. - Diseño de estrategias para contribuir al esfuerzo internacional de control de armas. - Llenar vacíos institucionales bolivianos por medio de las FF. AA. - Implementar Fuerzas de Tarea Conjunta para combatir el narcotráfico. - Ubicar unidades militares en la región fronteriza. - Promover el desarrollo y la salud en regiones fronterizas con actuación de las FF.AA. - Aumentar la inversión en el sector defensa. - Construcción y mantenimiento de carreteras, aeropuertos y otras obras de infraestructura en las zonas fronterizas, con notable actuación de la Ingeniería Militar.
Bases para la Doctrina de Seguridad y Defensa de 2010 - Definir un nuevo papel a las FF. AA. - Combatir las nuevas amenazas buscando soluciones de forma multilateral. - Firmar acuerdos bilaterales con Brasil y Perú para combatir las amenazas emergentes - Establecer políticas con Brasil que eviten el ingreso de ciudadanos a la actividad ilícita del narcotráfico. - Garantizar, con todos los recursos de poder disponibles, las prácticas del Vivir Bien en complementariedad con el territorio. - Modificar la estructura de los Comandos Conjuntos de las FF. AA. - Dislocar, instalar y mantener unidades y puestos militares en las poblaciones fronterizas, con sistemas de vigilancia y control de carácter permanente, apoyado por un Sistema de Comunicaciones integrado. - Promover el asentamiento de grupos humanos y la creación de polos de desarrollo en base al despliegue de unidades militares de ingeniería en regiones fronterizas. - Generar un sistema de producción sostenible en las fronteras, sentando la soberanía y reduciendo los riesgos de desmembramiento territorial. - Modernizar los sistemas tecnológicos de vigilancia y comunicaciones. - Creación de la Dirección General de Zonas de Seguridad Fronteriza y del Comando Conjunto del Amazonas. - Adquisición de lanchas patrulleras, equipadas y artilladas para lucha contra el narcotráfico y contrabando.
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- Adquisición de cincuenta camionetas de doble tracción, que fueron distribuidas entre las unidades ubicadas en la Zona de Seguridad Fronteriza - Inversión de recursos para refacción de veinte y nueve puestos fronterizos. - Capacitación de los Recursos Humanos en las zonas fronterizas para la realización de obras de estructura social y productiva. - Elaboración de un Anteproyecto de Ley para Régimen de Fronteras. - Planificación del uso de Unidades Aéreas de Vigilancia para combatir tráfico de narcóticos y contrabando. - Designación del Ejército para apoyar el desarrollo de las zonas de seguridad fronteriza. - Disponibilidad diurna y nocturna de aeronaves C-130 y helicópteros UH-1H con personal entrenado en operaciones. - Asegurar la presencia naval en los espacios acuáticos y en las fronteras. - Ejecución de obras sociales para el desarrollo local, particularmente por la Ingeniería del Ejército. - Implementación del Plan Aspirina, para asistencia médica móvil en comunidades asentadas en zonas de frontera. - Implementación del Plan Seguridad Alimentaria, para mejorar la calidad de vida de comunidades pobres y unidades militares de frontera, a través del fortalecimiento y diversificación de la producción agropecuaria. - Elaboración de cartillas con Perú sobre normas de comportamiento para los elementos militares de vigilancia fronterizos. - Ratificación, con Perú, de la Declaratoria de Fortalecimiento y Cooperación en materia de Seguridad y Defensa para mejorar el control fronterizo entre ambas naciones. - Establecimiento de una Comisión Mixta con Perú para combatir el narcotráfico y el crimen organizado en la frontera. - Convenio de Cooperación Militar con Rusia para compra de cinco helicópteros.
Identidad
1. Dicotomía de los términos de la población. 2. Insatisfacciones económicas y sociales por grupos descontentos. 3. Acción de individuos y movimientos sociales, ONG y la opinión pública. 4. Pobreza, la exclusión social y el racismo. 5. Resentimientos entre grupos étnicos. 6. Conflictos sociales.
Libro Blanco de Defensa de 2004 - Las FF. AA. deben cimentar la cohesión, a partir de la yuxtaposición de culturas. - Dar importancia a los valores culturales en la Defensa. - Empleo de la estructura ofrecida por las empresas públicas de defensa ante conflictos sociales.
Bases para la Doctrina de Seguridad y Defensa de 2010 - Utilizar las FF. AA. como medio de mantener unidos los pueblos bolivianos. - Respeto a la identidad y a la diversidad para crear unidad. - Conciliación de intereses, necesidades y afinidades en el ámbito regional. - Implementar políticas económicas y sociales para garantizar el Vivir Bien, empleando todos los recursos de poder disponibles. - Generar material de cohesión de la población en el respeto a la pluriculturalidad. - Implementar políticas de Estado que actúen sin asimetrías ni explotación, de manera que
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7. Desmembramiento del Estado. 8. Obstáculos a la integración regional debido a factores étnicos. 9. Existencia de grupos separatistas. 10. Efecto homogeneizador de la globalización.
consoliden las identidades plurinacionales. - Definir y divulgar que las FF. AA son la sociedad plurinacional, multiculturalmente y militarmente organizada. - Estimular un diálogo diplomático entre los pueblos para la unidad boliviana. - Promover el desarrollo de la cultura plurinacional para fortalecer y enriquecer la identidad histórico-cultural, como modo de profundizar la cohesión. - Fomentar la cultura de respeto de los derechos humanos en los cuarteles. - Divulgar la cultura de defensa para fomentar el orgullo y la identidad nacional. - Utilizar el servicio militar obligatorio para promover la interculturalidad. - Creación de la Dirección General de Derechos Humanos y la Unidad de Transparencia para promover y coordinar la interculturalidad en las FF. AA.
Preservaci-ón de recursos naturales
1. Deterioro del medio ambiente: - calentamiento global; - lluvias ácidas; - emisión de gases de efecto invernadero; - deforestación; - deterioro de la capa de ozono; - pérdida de fuentes de agua dulce; - erosión de la biodiversidad agrícola y silvestre; - degradación de suelos; - contaminación del agua, aire, acústica y suelo. 2. Repercusión internacional negativa. 3. Apropiación ilegal y contrabando de los recursos naturales. 4. Asentamiento desordenado de industrias en reservas naturales. 5. Explotación indiscriminada
Libro Blanco de Defensa de 2004 - Designar las FF. AA. como garantes de la preservación de los recursos naturales. - Establecer la preservación del medio ambiente como uno de los marcos para el Ministerio de Defensa. - Controlar los espacios acuáticos para asegurar la preservación de los recursos naturales.
Bases para la Doctrina de Seguridad y Defensa de 2010 - Rediseñar la presencia geoestratégica de las Fuerzas Armadas para el control de los recursos naturales. - Invertir recursos. - Preservar el medio ambiente con equilibrio ecológico, promoviendo el aprovechamiento responsable y planificado de los recursos naturales. - Diseñar políticas aplicables a la conservación del medio ambiente. - Garantizar, con todos los recursos disponibles, el Vivir Bien, con pleno respeto a los costumbres de todas las identidades culturales. - Defender los recursos naturales. - Definir el tema “Medio ambiental y recursos naturales” como tema permanente en las dimensiones de estudios sobre Seguridad y Defensa. - Modernizar los sistemas tecnológicos de vigilancia. - Emplear las FF. AA, en tres líneas de acción: la concientización para la prevención; la protección y conservación de recursos renovables y no renovables; y el estudio de alternativas para el aprovechamiento racional de los recursos naturales. - Creación de la Dirección General de Zonas de Seguridad Fronteriza. - Elaboración de un Anteproyecto de Ley para Régimen de Fronteras. - Designación del Ejército para proteger los recursos naturales y colaborar con la preservación ecológica. - Encargar al oficial del Ejército como transmisor de la concientización del cuidado con el medio ambiente. - Control de la deforestación por medio de la labor fotográfica realizada por el Servicio
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de recursos no renovables.
Nacional de Aerofotogrametría. -Preservación del medio ambiente y de la fauna en los ríos y lagos, a través de las Capitanías de Puertos. - Implementación del Plan Verde, para desarrollar proyectos de forestación, para aprovechar racionalmente los recursos forestales, además de tecnificar a los soldados y marineros en el manejo de los bosques y de sus recursos. - Establecimiento de una Comisión Mixta con Perú para combatir la depredación ambiental. - Fortalecer el posicionamiento boliviano en Organismos Internacionales para lograr controlar el deterioro del medio ambiente.
Fuente: elaboración propia, basada en Bolivia (2004; 2010).
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3.3 DINÁMICAS DE SECURITIZACIÓN EN LA DEFENSA BRASILEÑA
Las dinámicas de securitización de la Defensa brasileña fueron analizadas a partir de
tres documentos-base, de acuerdo al recorte temporal de la investigación: la “Política
Nacional de Defensa” (Brasil, 2005), la “Estrategia Nacional de Defensa” (Brasil,
2008)79 y el “Libro Blanco de Defensa Nacional” (Brasil, 2012).
Para el análisis de contenido de acuerdo a Bardin (1977), se destacaron citas
traducidas (unidades de contexto) por este autor de estos documentos, y, tal como
fue hecho con el caso boliviano, se ha puesto los indicadores en fuente cursiva, y,
entre paréntesis, la categoría del estudio80.
La Política Nacional de Defensa de Brasil (Brasil, 2005) es el documento
condicionante de más alto nivel del planeamiento de la defensa, tiendo por finalidad
establecer objetivos y directrices para la preparación y el empleo de la capacitación
nacional, involucrando a los sectores civil y militar, en todas las esferas del poder
nacional. Fue aprobada a partir del Decreto Presidencial 5.484, de 30 de junio de
2005. Se vuelca preponderantemente para las amenazas externas.
El documento fue organizado en siete partes, además de la introducción: (1) El
Estado, Seguridad y Defensa; (2) Ambiente Internacional; (3) Ambiente Regional y
Entorno Estratégico; (4) El Brasil; (5) Objetivos de Defensa Nacional; (6)
Orientaciones Estratégicas; (7) Directrices.
En la primera parte, se destacan los siguientes indicadores: “Gradualmente, el concepto de seguridad fue ampliado, abarcando los campos político, militar, económico, social (2), ambiental (3) y otros. Sin embargo, la Defensa Externa permanece como rol primordial de las Fuerzas Armadas en el ámbito interestatal. Las medidas que procuran a la seguridad son de amplio espectro, involucrando, además de la defensa externa: defensa civil, seguridad pública, políticas económicas, de salud, educacionales, ambientales (3) y otras áreas, muchas de las cuales no son tratadas por medio de los instrumentos político-militares” (Inciso 1.3) (…)
79Cabe resaltar que la Política y la Estrategia Nacional de Defensa fueron revisadas en 2012. Empero, se utilizó los textos de 2005 y 2008, respectivamente, para dar una comprensión histórica a la investigación, dentro del tiempo estudiado. 80(1) vigilancia y combate a crímenes transfronterizos; (2) identidad; (3) Preservación de recursos naturales.
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“Para efecto de la Política de Defensa Nacional, son adoptados los siguientes conceptos: I – Seguridad es la condición que permite al País la preservación de la soberanía y de la integridad territorial, la realización de sus intereses nacionales, libre de presiones y amenazas de cualquier tipo, y la garantía a los ciudadanos del ejercicio de los derechos y deberes constitucionales; II – Defensa Nacional es el conjunto de medidas y acciones del Estado, sobre todo en la expresión militar, para la defensa del territorio, de la soberanía y de los intereses nacionales contra amenazas preponderantemente externas, potenciales o manifiestas” (Inciso 1.4). Se observa, por lo tanto, que el documento considera la Seguridad de forma
más comprensiva, abarcando dimensiones defendidas por la Escuela de
Copenhague. Asimismo, enfoca la Defensa Nacional preponderantemente en función
de las amenazas externas. Se pone en relieve la valoración de las cuestiones
ambientales, trazadas como campo y fuente de seguridad.
De la parte 2, El Ambiente Internacional, fueron extraídas las citas a seguir: “(Actualmente) es poco probable un conflicto generalizado entre Estados. No obstante, en el mundo se renovaron conflictos de carácter étnico y religioso, la exacerbación de nacionalismos y la fragmentación de Estados con un vigor que amenaza el orden mundial (2). En este siglo, podrán ser intensificadas disputas por áreas marítimas, por el dominio aeroespacial y por fuentes de agua dulce (3) y de energía, cada vez más escasas. Tales cuestiones podrán conducir a injerencias en asuntos internos, configurando cuadros de conflictos. Con la ocupación de los últimos espacios terrestres, las fronteras continuarán siendo motivo de litigios internacionales” (Inciso 2.1). “La creciente exclusión de parcela significativa de la población mundial (2) de los procesos de producción consumo y acceso a la información constituye fuente potencial de conflictos” (Inciso 2.2). “La cuestión ambiental permanece como una de las preocupaciones de la humanidad. Países poseedores de gran biodiversidad, enormes reservas de recursos naturales e inmensas áreas para ser incorporadas al sistema productivo pueden tornarse objeto de interés internacional (3)” (Inciso 2.4). “Actualmente, actores no estatales, nuevas amenazas y la contraposición entre el nacionalismo y el transnacionalismo (2) permean las relaciones internacionales y los mecanismos de seguridad de los Estados. Los delitos transnacionales de tipo variado y el terrorismo internacional son amenazas a la paz, a la seguridad y al orden democrático, normalmente combatidas con los instrumentos de inteligencia y de seguridad de los Estados (1)” (Inciso 2.6). En el campo de los crímenes transfronterizos, se reconoce que los delitos
transnacionales y el terrorismo, que incluye el narcoterrorismo, son amenazas para la
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defensa. Por más que se enfoque la amenaza externa, las aquí citadas conviven en
el seno de la sociedad interna, debiendo ser combatidas. Por tanto, el Estado debe
utilizar instrumentos de inteligencia y seguridad.
En el campo societal, se admiten como potenciales amenazas: los conflictos
étnicos, la exacerbación de nacionalismo y su polarización con el transnacionalismo,
así como la exclusión de parte de la sociedad del proceso productivo. La existencia
de diversas etnias en la Amazonía y las condiciones de pobreza en que vive
considerable parte de la población amazónica brasileña son, por lo tanto, aspectos a
ser considerados en términos de seguridad.
Sobre la preservación de los recursos naturales, se verifica la amenaza de la
codicia internacional a los recursos naturales de los bosques, como las fuentes de
agua dulce. Por lo tanto, las aguas de los ríos, de las áreas inundadas y del Acuífero
Alter do Chao son aspectos a ser securitizados.
La tercera parte, “Ambiente regional y entorno estratégico”, contiene los
siguientes indicadores: “Entre los procesos que contribuyen para reducir la posibilidad de conflictos en el entorno, se destacan: (…) el relacionamiento estrecho entre los países amazónicos, en el ámbito de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica” (Inciso 3.3). “La seguridad de un país es afectada por el grado de inestabilidad de la región donde está insertado. Así, es deseable que ocurran: el consenso, la armonía política y la convergencia de acciones entre los países vecinos, procurando la reducción de la delincuencia transnacional, en la búsqueda de mejores condiciones para el desarrollo económico y social que tornarán la región más cohesionada y más fuerte (1)” (Inciso 3.4). “La existencia de zonas de inestabilidad y de ilícitos transnacionales puede provocar la transnacionalización de conflictos en América del Sur (1). La persistencia de esos focos de inseguridad imponen que la Defensa del Estado sea vista como prioridad, para preservar los intereses nacionales, la soberanía y la independencia” (Inciso 3.5).
De esa parte, se destaca la cuestión de la transnacionalización de conflictos.
Como fue visto en la sección 3.1.2, las FARC no actúan sólo en territorio colombiano,
siendo combatidas en Brasil y Ecuador. Para hacer frente a eso y a los ilícitos
transnacionales, fomentando crear una región más cohesionada, las acciones serían:
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incentivar el relacionamiento estrecho por medio de organizaciones como la OTCA,
buscar el consenso, la armonía política y la convergencia de acciones, así como
conferir mejor grado de prioridad a la Defensa, esta como disuasoria de amenazas.
La cuarta parte del Decreto, “El Brasil”, abarca las consideraciones a
continuación: “La Amazonía brasileña, con su gran potencial de riquezas minerales y de biodiversidad, es foco de la atención internacional (3). La garantía de la presencia del Estado y la vivificación de la franja de frontera81 son dificultadas por la baja densidad demográfica y por las largas distancias, asociadas a la precariedad del sistema de transportes terrestres, lo que condiciona el uso de las vías fluviales y del transporte aéreo como principales alternativas de acceso. Estas características facilitan la práctica de ilícitos transnacionales y crímenes conexos, además de posibilitar la presencia de grupos con objetivos contrarios a los intereses nacionales (1). La vivificación (1), política indigenista adecuada (2), la explotación sostenible de los recursos naturales y la protección al medio ambiente (3) son aspectos esenciales para el desarrollo y la integración de la región. El fortalecimiento de la presencia del Estado, y en particular de las Fuerzas Armadas, a lo largo de nuestras fronteras, es condición necesaria para la conquista de los objetivos de estabilización y desarrollo integrado de la Amazonía (1)” (Inciso 4.4). “Brasil considera que el terrorismo internacional constituye un riesgo a la paz y a la seguridad mundial. Condena enfáticamente sus acciones y apoya las resoluciones emanadas de la ONU, reconociendo la necesidad de que las naciones trabajen en conjunto para prevenir y combatir las amenazas terroristas (1)” (Inciso 4.8). La parte cuatro reconoce, entonces, que la baja densidad demográfica y las
largas distancias son vulnerabilidades que potencializan la amenaza de los crímenes
transfronterizos y sus delitos conexos, como el (narco) terrorismo. Para enfrentarlos,
se debe: (1) fortalecer la presenciar del Estado y particularmente de las FF. AA.; (2)
vivificar la frontera; (3) apoyar las resoluciones de la ONU en cuanto el trabajo
conjunto para prevenir y combatir amenazas terroristas.
En relación con el campo de la identidad, el Decreto incentiva la
implementación de una Política Indigenista adecuada. Cabe destacar que, a pesar de
no estar descrito en la Política Nacional de Defensa, muchos militares, diplomáticos y
policy makers identifican como amenaza a la unidad territorial la existencia de áreas
indígenas transnacionales (ver sección 3.1.3).
81 La franja de hasta ciento y cincuenta quilómetros de ancho, a lo largo de las fronteras terrestres, que también es considerada fundamental para la defensa del territorio nacional (Brasil, 2012).
116
De la parte 5, “Objetivos de Defensa Nacional”, se destaca el texto: “la
contribución para preservación de la cohesión y unidad nacionales (2)”. Se nota, así,
que la cohesión y la unidad dependen de acciones de los agentes de Defensa.
Asociada a la demanda de la presencia de las FF. AA. en las regiones de frontera, se
percibe que la necesidad de esa contribución determina el asentamiento de unidades
militares en esos sitios.
La parte 6, Orientaciones Estratégicas, contiene los siguientes indicadores: “En razón de la importancia estratégica y de la riqueza que abriga (3), la Amazonía brasileña (…) (es) área prioritaria para la Defensa Nacional” (Inciso 6.12). “Para oponerse a las amenazas a la Amazonía, es imprescindible ejecutar una serie de acciones estratégicas orientadas al fortalecimiento de la presencia militar, efectiva acción del Estado en el desarrollo socio-económico y ampliación de la cooperación con los países vecinos (1), procurando la defensa de las riquezas naturales y del medio ambiente (3)” (Inciso 6.13). “Brasil necesita disponer de medios y capacidades de ejercer la vigilancia, el control y la defensa de su espacio aéreo (1)” (Inciso 6.15). “Es imprescindible que el País disponga de una estructura ágil, capaz de prevenir acciones terroristas y de conducir operaciones de contraterrorismo (1)” (Inciso 6.18). En relación con las amenazas de los crímenes transfronterizos, se verifica la
necesidad de incremento material para que la estructura de defensa pueda disponer
de medios para la vigilancia y el control del espacio aéreo, muy utilizado para el
tráfico de estupefacientes, así como disponer de la flexibilidad para prevenir y
combatir el terrorismo que viene agregado a los ilícitos transnacionales.
En términos de la preservación de los recursos naturales, una vez más se
corrobora la idea de la codicia internacional, lo que demanda definir a la Amazonía
brasileña como el área prioritaria de defensa, determinando que el Estado ejecute
acciones estratégicas para incrementar la presencia militar, incentivar el desarrollo
económico y social, así como ampliar la cooperación con los vecinos.
La séptima parte trata de las “Directrices”, de las cuales se destacan lo
siguiente: “V - Mejorar la vigilancia, el control y la defensa de las fronteras (1) (…) VI – Incrementar la presencia militar (1) en las áreas estratégicas (…) de la Amazonía brasileña (…)
117
XV – implementar acciones para desarrollar e integrar la región amazónica, con apoyo de la sociedad, procurando, en especial, el desarrollo y la vivificación de la franja de frontera (1) (…) XIX – actuar para el mantenimiento del clima de paz y cooperación en las áreas de frontera (1)” (Inciso 7.1). Coherentes con el diagnóstico hecho, se observa que las directrices abarcan:
mejora de la vigilancia, aumento de la presencia y vivificación de las fronteras,
implementación de acciones para el desarrollo. Como se ve, la Política Nacional de
Defensa de Brasil es un documento que posee aspectos macros, consistentes pero
no profundizados en términos de acciones para el estudio de dinámicas de
securitización. De las categorías estudiadas en esta investigación, enfoca más los
crímenes transfronterizos y menos las cuestiones de identidad. A fin de recopilar más
indicadores, a continuación se analizará el documento Estrategia Nacional de
Defensa.
La Estrategia Nacional de Defensa (Brasil, 2008) trata de la reorganización y
reorientación de las Fuerzas Armadas, de la organización de la Base Industrial de
Defensa y de la política de composición de efectivos de la Armada, del Ejército y de
la Fuerza Aérea. Es un documento de 45 páginas, con subtítulos y secciones no
numerados, razón por la cual la división del análisis se hará por la denominación de
sección.
En la “Introducción”, se destaca: “(…) (La) vocación para la convivencia armónica, tanto interna como externa, es parte de la identidad nacional y un valor a ser conservado por el pueblo brasileño (2) (…) El pueblo brasileño no desea ejercer dominio sobre otros pueblos (2)” (p. 1). Se observa, así, que la definición de las estrategias de la defensa brasileña
parte del principio que la identidad nacional ya es una conquista, y que su sociedad
no posee sentido conquistador. A partir de esa asertiva, se infiere que una marcha de
conquista hacia el oeste, a costa de territorios vecinos, blanco de desconfianza
sudamericana a los intentos de la política externa de Brasil, no es interés de su
sociedad.
De la sección “Estrategia Nacional de Defensa y Estrategia Nacional de
Desarrollo”, se resalta la cita: “La Estrategia Nacional de Defensa es inseparable de
118
la Estrategia Nacional de Desarrollo (1) (…) En ambas, se despierta la nacionalidad y
se construye la Nación (2)” (p. 1). Aquí se ratifica la idea de complementariedad entre
desarrollo y defensa, con efectos sobre la identidad. Si el habitante de la frontera
percibe que sus condiciones vida y seguridad mejoraron por acciones del Estado y
de sus FF. AA., su tendencia es aliarse al discurso de ese Estado, creando unidad de
pensamiento. No se ve, sin embargo, la discusión sobre valorización de diferencias.
La sección “Directrices de la Estrategia Nacional de Defensa abarca los
indicadores a seguir: “Disuadir la concentración de fuerzas hostiles en las fronteras terrestres y en los límites de las aguas jurisdiccionales brasileñas e impedirles el uso del espacio aéreo nacional (1). Para disuadir es necesario estar preparado para combatir. La tecnología, por más avanzada que sea, jamás será alternativa al combate” (p. 2). “Desarrollar las capacidades de monitorear y controlar el espacio aéreo, el territorio y las aguas jurisdiccionales brasileñas. Ese desarrollo se dará a partir de la utilización de tecnología de monitoreo terrestre (…) aéreo (…) que estén bajo entero e incondicional dominio nacional (1)” (p. 2-3). “Desarrollar (…) la capacidad de responder prontamente a cualquier amenaza o agresión: la movilidad estratégica82 (1) (…) El esfuerzo de la presencia, sobre todo a lo largo de las fronteras terrestres (…) tiene limitaciones intrínsecas. Es la movilidad que permitirá superar el efecto perjudicial de tales limitaciones” (p. 3). “Reposicionar los efectivos de las tres fuerzas (…) La Armada deberá estar más presente en la región de la desembocadura del río Amazonas y en las grandes cuencas fluviales del Amazonas (…). El Ejército deberá agrupar sus reservas regionales en las respectivas áreas, para posibilitar la respuesta inmediata en la crisis (1) o en la guerra” (p. 4). “Incrementar la presencia de unidades de la Armada, del Ejército y de la Fuerza Aérea en las fronteras (1). Se debe aclarar que, debido a las dimensiones (…) del territorio nacional, presencia no puede significar omnipresencia. La presencia gana efectividad si se relaciona con monitoreo/control y movilidad. En las fronteras terrestres, en las aguas jurisdiccionales brasileñas y en el espacio aéreo suprayacente, las unidades del Ejército, de la Armada y de la Fuerza Aérea tienen, sobre todo, tareas de vigilancia (1). En el cumplimiento de esas tareas, las unidades ganan su pleno significado cuando componen sistema de monitoreo/control hecho, incluso, desde el espacio. Priorizar la región amazónica (1). La Amazonía representa uno de los focos de más grande interés para la defensa. La Defensa de la Amazonía exige avance de proyecto de desarrollo sostenible y pasa por el trinomio monitoreo/control, movilidad y presencia (3).
82Es la competencia para trasladarse rápidamente a una región en conflicto (Brasil, 2008).
119
Brasil será vigilante en la reafirmación incondicional de su soberanía sobre la Amazonía brasileña. Repudiará, por la práctica de actos de desarrollo y de defensa, cualquier tentativa de tutela (1) sobre sus decisiones al respecto de preservación, de desarrollo y de defensa de la Amazonía. No permitirá que organizaciones o individuos sirvan de instrumentos para intereses ajenos – políticos o económicos – que quieran debilitar la soberanía brasileña. Quien cuida de la Amazonía brasileña, a servicio de la humanidad y de sí mismo, es Brasil. El CENSIPAM (Centro Gestor y Operacional del Sistema de Protección de la Amazonía83) deberá actuar integradamente con las FF. AA. (1), a fin de fortalecer el monitoreo, el planeamiento, el control, la logística, la movilidad y la presencia en la Amazonía brasileña. Desarrollar la capacidad logística, para fortalecer la movilidad (1), sobre todo en la región amazónica” (p. 5). “Mantener el Servicio Militar Obligatorio. El Servicio Militar Obligatorio es una de las condiciones para que se pueda movilizar el pueblo en defensa de la soberanía nacional. Es, también, instrumento para afirmar la unidad de la nación, independiente de clases sociales, generando oportunidades e incentivando el ejercicio de la ciudadanía (2). Participar de la concepción y del desarrollo de la infraestructura del País, para incluir requerimientos necesarios a la Defensa Nacional (1). La estructura estratégica de Brasil deberá contemplar estudios para empleo dual, es decir, atender a la sociedad y a la economía del País, así como a la Defensa Nacional” (p. 9). De esas directrices, se observa que muchas de las tareas levantadas sirven
para el combate y vigilancia de los delitos transfronterizos. La disuasión de fuerzas
hostiles, el incremento de las capacidades de monitoreo y control del espacio, el
reposicionamiento e incremento de unidades en la frontera son medidas que se
prestan tanto para combatir un agresor externo como a un grupo narcoterrorista. El
SIPAM, dirigido por el CENSIPAM, es justamente la vertiente material de esas
directrices, y, por su capacidad de vigilancia, puede además estimular la
securitización de otros hechos.
Otro aspecto de alta relevancia es la exigencia de avance del proyecto de
83El gobierno brasileño articuló un programa con colaboración de civiles y militares para encadenar una red de protección a la Amazonía, englobando la cuestión ambiental e ilícitos transnacionales – el SIPAM (Sistema de Protección Amazónica). Es una organización sistémica de producción y trámite de informaciones técnicas, formada por una compleja base tecnológica y una red institucional, encargada de integrar y generar informaciones actualizadas para articulación, planeamiento y coordinación de acciones globales de gobierno en la Amazonía, procurando la protección, la inclusión y el desarrollo sostenible de la región. Su proyecto es compuesto por seis satélites, 18 aviones, veinticinco radares, diversas estaciones meteorológicas fijas y móviles. En 2004, el SIPAM acogió en su estructura al SIVAM (Sistema de Vigilancia Amazónica) (Alves, 2009; Brasil, 2012).
120
desarrollo sostenible para la defensa de la Amazonía. La vivificación y permanencia
del ser humano en la frontera demanda mejor infraestructura, particularmente en
transporte, educación, salud y productiva. Considerando que desarrollo sostenible es
un concepto multidimensional (humano, económico y ambiental), es visto también
como una excelente solución para que el proyecto de fortalecimiento de presencia
no fracase como el de la colonización de los 1960-1970, que aseguró el avance de
las fronteras, pero causó deterioro ambiental y degradación de las condiciones de
vida de los colonos.
Por las citas, se interpreta que el deterioro ambiental es un pretexto para el
intento de tutela internacional del patrimonio natural de la Amazonía. Razón por la
cual, también en el campo de la preservación de recursos naturales, el avance del
proyecto de desarrollo sostenible sirve para mitigar amenazas de injerencias
internacionales. Por lo tanto, el tema desarrollo sostenible es un tema securitizado, a
ser garantizado por la Defensa y que garantiza la Defensa.
Sobre el campo de la identidad, se diagnostica que el mantenimiento del
servicio militar obligatorio incentiva la unidad nacional y la inclusión social. Al afirmar
que el servicio militar genera oportunidades independientemente de las capas
sociales, se puede inferir que esa diferencia entre capas sociales es una
vulnerabilidad para la cohesión social.
La sección “Objetivos Estratégicos” de las Fuerzas Armadas es subdividida en
las tres fuerzas. En la sub-sección Armada de Brasil, los indicadores en los textos
son resaltados: “La Armada incrementará su presencia en las vías navegables de las dos grandes cuencas hidrográficas del Amazonas (…), empleando tanto barcos de patrulla como buques de transporte, ambos guarnecidos por helicópteros adaptados al régimen de las aguas. La presencia de la Marina en las cuencas fluviales se verá facilitada por la dedicación del país a la inauguración de un paradigma de transporte multimodal (1). Ese paradigma contemplará la construcción de las vías fluviales del (…) Madera, Araguaia-Tocantins y Tapajós-Teles Pires. Las presas, en lo posible, serán equipadas con exclusas, de modo a asegurar la franca navegabilidad en las vías fluviales (1)” (p. 11-12).
Se observa que el tema del transporte multimodal es una demanda de
121
securitización, porque es necesario para garantizar a la Armada condiciones para
controlar y navegar en vías fluviales, de modo que esté habilitada a vigilar crímenes
transfronterizos y ambientales.
En la sub-sección Ejército brasileño, las citas con indicadores son: “Todas las brigadas del Ejército deben contener (…) los siguientes elementos (…): (b) Instrumentos de comando y control, de tecnología de la información, de comunicaciones y de monitoreo que les permita operar en red con otras unidades de la Armada, del Ejército y de la Fuerza Aérea, así como recibir la información proporcionada por el monitoreo del terreno a partir del aire y del espacio (1)” (p. 13). “La transformación de todo Ejército en vanguardia (…) será (…) compatibilizada con la estrategia de la presencia, en especial en la región amazónica (1), en razón de los obstáculos a la movilidad y a la concentración de fuerzas. En todas las circunstancias, las unidades militares ubicadas en las fronteras funcionaran como puestos avanzados de vigilancia y disuasión (1)” (p. 14). “La defensa de la región amazónica será vista (…) como el enfoque de la concentración de directrices resumidas bajo el trinomio monitoreo/control y movilidad (…) Las adaptaciones necesarias serán las requeridas por la naturaleza de aquella región en conflicto: la intensificación de tecnologías y de los dispositivos de monitoreo a partir del espacio, del aire y de la tierra; la primacía de la transformación de la brigada en una fuerza con atributos tecnológicos y atribuciones operacionales; los medios logísticos y aéreos para apoyar unidades de frontera aisladas en áreas remotas, exigentes y vulnerables; y la formación de un combatiente calificado y de rusticidad necesaria a la competencia de un combatiente de selva (1). El desarrollo sostenible de la región amazónica pasará a ser visto, también, como instrumento de defensa nacional (3): sólo él puede consolidar las condiciones para asegurar la soberanía nacional sobre aquella región. Dentro de los planes para el desarrollo sostenible de la Amazonía, cabrá papel primordial a la regularización de tierras (3). Para defender la Amazonía, será necesario ampliar la seguridad jurídica y reducir los conflictos decurrentes de los problemas de tierra todavía existentes (2, 3) (p. 15). En relación con los crímenes transfronterizos, se corroboran aspectos de
estrategia de la presencia, mejoría de los medios de vigilancia, intensificación de
tecnologías y la visión del desarrollo sostenible como medio de defensa. También se
valora la educación militar del profesional que hará la vigilancia en la selva
amazónica.
Se observan, aún, las amenazas de conflicto potencializadas por la cuestión de
la propiedad de la tierra, que involucra el campo societal. Hay tierras indígenas, hay
tierras con doble, triple propiedad, hay tierras sin cualquier documento. La acción del
122
Estado debe orientarse a garantizar la seguridad jurídica en esas áreas. Si las FF.
AA. fueren los únicos o principales representantes del Estado en esos sitios, les
tocará promover esa seguridad.
En la tercera sub-sección, Fuerza Aérea, los indicadores extraídos fueron: “La prioridad de la vigilancia aérea. (…) Implicación práctica de esa tarea es que la Fuerza Aérea necesitará contar con plataformas y sistemas propios para monitorear, y no sólo para combatir y trasportar, principalmente en la región amazónica (1)” (p. 16). “La capacidad para llevar el combate a puntos específicos del territorio nacional (…) la (…) implicación es la necesidad de disponer de suficiente y adecuados medios de transporte para apoyar la estrategia de la presencia del Ejército en la región amazónica (1) (…) En la región amazónica, la atención a esos objetivos exigirá que la Fuerza Aérea disponga de unidades con recursos técnicos para asegurar la operatividad de los aeródromos remotos y de las instalaciones de protección de vuelos en las situaciones de vigilancia y combate (1)” (p. 18). Para que cumpla las determinaciones de la Estrategia de Defensa, la Fuerza
Aérea deberá contar con nuevos instrumentos, unidades y sistemas para poder
vigilar y controlar el tráfico aéreo, así como apoyar a las otras fuerzas, esfuerzos que
van a contribuir en la lucha contra los crímenes transfronterizos.
En la sección “El servicio militar obligatorio: composición de los efectivos de las
Fuerzas Armadas y Movilización Nacional”, los indicadores analizados son los
siguientes: “La base de la Defensa Nacional es la identificación de la Nación con las Fuerzas Armadas y de las Fuerzas Armadas con la Nación (2). Esa identificación exige que la Nación comprenda ser inseparables las causas del desarrollo y de la defensa (1)” (p. 24). Para garantizar que el Servicio Militar Obligatorio tenga un alcance lo más comprehensivo posible, los reclutas serán seleccionados por dos criterios principales. El primero será la combinación del vigor físico con la capacidad analítica (…). El segundo será el da representación de todas las capas sociales y de las regiones del país (2)” (p. 24-25). “Es importante para la Defensa Nacional que la oficialidad sea representativa de todos los sectores de la sociedad brasileña. La amplia representación de todas las clases sociales en las academias militares es imperativo de seguridad nacional (2)” (p. 25). Se ratifica la visión del necesario eslabón entre defensa y desarrollo como
factor de identidad nacional. Al mismo tiempo, confirma la cuestión de buscar una
123
unión de las capas sociales por medio del Servicio Militar Obligatorio y en las
academias militares. La asertiva que la representación equitativa de las clases
sociales en la academia militares es imperativo de seguridad denota el grado de
securitización al tema.
La sección “Medidas de implementación: contexto” abarca las citas a
continuación: “Pueden ser considerados como principales aspectos positivos del actual cuadro de la Defensa Nacional (…) - La incorporación del CENSIPAM a la estructura organizacional del Ministerio de Defensa, agregando su base de datos actualizada, conceptos de empleo dual de la información y la integración de informaciones civiles con la actuación en la Amazonía brasileña (1)” (p. 27) “La identificación y el análisis de las principales aspectos positivos y de las vulnerabilidades permiten visualizar las siguientes oportunidades a ser explotadas: (…) - promoción de las acciones de presencia del Estado en la región amazónica, en especial por medio del fortalecimiento del sentido de defensa del “Programa Calha Norte84” (1) (p. 27-28) “- perfeccionamiento del Servicio Militar Obligatorio, en la búsqueda de mayor identificación de las Fuerzas Armadas con la sociedad brasileña (2). - optimización del control sobre actores no gubernamentales, especialmente en la región amazónica, procurando la preservación del patrimonio nacional(3), mediante amplia coordinación de las Fuerzas Armadas con órganos gubernamentales brasileños
84 Ante la inoperatividad del TCA en los 1980, Brasil reaccionó con un proyecto unilateral de defensa y desarrollo: el Proyecto “Calha Norte” (Miyamoto, 2000, citado por Alves, 2009). Ese proyecto fue creado en 1985. Fue orientado por premisas geopolíticas, buscando desarrollar e integrar el área que era considerada un vacío demográfico y manteniendo la soberanía en la región. A partir de los 1990, década marcada por la demandas verificadas en la Cumbre del Medio Ambiente de 1992, el proyecto evolucionó para Programa “Calha Norte” en 1997, incrementado con medidas más armónicas en relación al sector ambiental y societal. En un sistema dual, civil y militar, este incremento busca justamente aumentar la presencia del poder público en el área, ofreciendo prestación de asistencia a las poblaciones y consolidando al hombre en la región. Por tanto, congrega visiones de defensa con los conceptos de desarrollo humano y ambiental, ya que también posee medios para seguimiento de la deforestación por medio de imágenes de satélites y radares, por medio del SIPAM/SIVAM. Actualmente el Programa es subordinado al Departamento de Política, Estrategia y Asuntos Internacionales del Ministerio de Defensa (MD). Su objetivo es aumentar la presencia del poder público en la región del Programa Calha Norte, contribuyendo para la Defensa Nacional, proporcionando asistencia a las poblaciones y vivificando la región. La estrategia adoptada por el programa se basa principalmente en la implementación y expansión de las unidades militares de la Armada, Ejército y Fuerza Aérea, así como el apoyo radiador de desarrollo social y ambiental. De acuerdo con el informe del Ministerio de Defensa de abril de 2010, el Programa Calha Norte, en la actualidad, cubre 194 municipios, en seis estados del País (Acre, Amapá, Amazonas, Pará, Rondônia y Roraima). El Programa Calha Norte tiene un área de acción que corresponde al 32% del País, donde viven unos 8 millones de personas, incluyendo el 46% de la población indígena de Brasil (Alves, 2009; Vieira, 2010).
124
encargados por la autorización de la actuación de esos actores en el País, sobre todo de aquéllos con vinculación extranjera” (p. 28). Se nota, en esa sección, la importancia dada a la interacción de militares y
civiles en los campos de seguridad y defensa. Esa interacción fue todavía más
notable cuando el SIPAM, sistema que sirve tanto para la vigilancia de crímenes
transfronterizos y de preservación de recursos naturales, migró de la Fuerza Aérea,
instrumento militar, al Ministerio de Defensa, instrumento civil y militar.
La visión de conjugación entre desarrollo y defensa es corroborada con la
acción de promover y fortalecer el Programa “Calha Norte”, programa que procura
vivificar y crear condiciones para vivificar la región, contribuyendo a la Defensa.
Se percibe, como amenaza, la actuación de ONG con vinculación extranjera
sobre temas del medio ambiente. Desde lo discutido en la sección 3.1.3 de este
trabajo (Barreto, 1995; Castro, 1995), ONG, que generalmente ayudan a cuestiones
humanitarias y ambientales, pueden, por veces, fomentar movimientos separatistas,
así como denigrar, de forma exagerada, la imagen del país en el exterior por motivos
de degradación de los bosques, por ejemplo. La acción securitizante del Estado fue
optimizar el control sobre esas organizaciones.
De la sección “Seguridad Nacional” de las acciones para implementación de la
Estrategia Nacional de Defensa, la cita que se destaca es: “- la ejecución de estudios para viabilizar la instalación de un Centro de Investigación de Enfermedades Tropicales para la región amazónica (1), a cargo de los Ministerios de Defensa; de la Ciencia, Tecnología e Innovación, de la Salud y órganos de Salud estaduales y municipales” (p. 36). Para la vivificación de las fronteras, la búsqueda por el desarrollo social abarca
cuestiones de salud, para consolidar la presencia de mujeres y hombres en la región.
En el tema “Ciencia y tecnología”, se destaca el desarrollo de “satélites de
detección remota para monitoreo ambiental (3), con sensores ópticos y radar de
apertura sintética” (p. 38). Seguramente, además de ayudar a la preservación de los
recursos naturales, esos satélites también serán útiles en la vigilancia de crímenes
transfronterizos, justificando la inversión a la sociedad civil.
La sección “Infraestructura” abarca el siguiente texto:
125
“El Ministerio de Defensa priorizará, en la elaboración del Plan de Desarrollo de Aeródromos de Interés Federal (PDAIF), los aeródromos previstos en las planificaciones relativas a la defensa de la región amazónica(1) (p. 40).” “El Ministerio de Defensa juntamente con el Ministerio de Integración Nacional y la Secretaria de Asuntos Estratégicos de la Presidencia de la República desarrollaran estudios conjuntos para compatibilización de los Programas “Calha Norte” y de Promoción del Desarrollo en la Franja de Frontera (PDFF) y al levantamiento de la viabilidad de organización de mecanismos productivos locales, con acciones de infraestructura económica y social, para atención a eventuales necesidades de vivificación y desarrollo de frontera, identificados en los planes estratégicos decurrentes de hipótesis de empleo (1). El Ministerio de Defensa, en coordinación con el Ministerio de Comunicaciones, en el contexto del Programa Gobierno Electrónico-Servicio de Atención al Ciudadano (GESAC), instalará telecentros comunitarios con conexión en banda ancha en las sedes de las instalaciones militares de frontera existentes (1) (p. 41)”
Se observa el cuidado con el tema de infraestructura para desarrollo económico
y social a partir de la construcción de aeródromos, telecentros comunitarios y
organización de mecanismos productivos, factores que facilitan la consolidación de
asentamientos en las fronteras que, de acuerdo con la estrategia de presencia,
mitiga las vulnerabilidades que potencializan los crímenes transfronterizos.
Además, se nota la búsqueda por proyectos intersectoriales con otros
ministerios. Ello facilita la aprobación y financiamiento de planes que, colaborando
con los desarrollos ambiental, económico y social, optimizan las dinámicas de
defensa.
Cabe resaltar que, en todo el texto, sólo hay una vez el término “crimen
transnacional”, y no hay las expresiones “narcotráfico”, “crimen organizado” y otras
que denotan las llamadas nuevas amenazas, salvo terrorismo. No obstante, se
verifica que las estrategias sirven también para combatir esas amenazas. Tampoco
se describen con detalle las amenazas a los recursos naturales locales. En el texto,
esas ideas generalmente están ligadas a cuestiones de injerencia externa o ideas de
tutela internacional. En cambio, las dinámicas de securitización del desarrollo
sostenible abarcan medidas para combatir esas amenazas.
Recientemente, en 2012, Brasil publicó su Libro Blanco de Defensa Nacional
(Brasil, 2012). Según Amorim (en Brasil, 2012), ese Libro se suma a la Política
126
Nacional de Defensa y Estrategia Nacional de Defensa. Fue elaborado para
fortalecer la cooperación con los países sudamericanos. Importante, por tanto, es
analizado para esta investigación. Posee 6 capítulos: (1) El Estado brasileño y la
Defensa Nacional, (2) El ambiente estratégico del siglo XXI, (3) La Defensa y el
Instrumento Militar, (4) Defensa y Sociedad, (5) La Transformación de la Defensa, (6)
Economía de la Defensa.
En el primer capítulo, se destacan los indicadores a continuación: “Como País multiétnico, de gran diversidad cultural y de intereses globales, Brasil busca la interacción entre culturas y respeta la pluralidad de ideologías y sistemas políticos (2) (Rousseff, en p. 11). “La cooperación de Brasil con los demás países que poseen territorio en la Pan Amazonía es esencial para la preservación (…) de las riquezas naturales (3) (…) La preocupación con el incremento gradual de la presencia brasileña a lo largo de la franja de frontera refleja la prioridad atribuida al desarrollo sostenible, a la integración nacional y a la cooperación con los países fronterizos en los aspectos referidos a la seguridad y al combate a los ilícitos transnacionales (1)” (p. 15). “El mestizaje, las herencias lusitana, indígena y africana, y la interacción armónica de diferentes culturas fueron responsables por una identidad propia y original (2)” (p. 19). La cita de la Presidenta Rousseff es prácticamente la única de los tres
documentos que abarca un sentido teórico multicultural de valoración de las
diferencias, que creó, según el libro, una identidad propia y original. La referencia al
respeto a las culturas y a los sistemas políticos en un Libro Blanco es una invitación
para su lectura por todos los pueblos.
El libro cita que la cooperación amazónica, institucionalizada por la OTCA, es
esencial para preservación de las riquezas naturales y para seguridad y combate a
los ilícitos transfronterizos, hecho a ser logrado por las dinámicas de securitización
más citadas en esos textos: la estrategia de presencia y el desarrollo sostenible.
El capítulo segundo, “El Ambiente Estratégico del Siglo XXI”, posee las
siguientes citas: “La defensa y protección del Brasil ante potenciales amenazas externas continúan siendo la misión esencial de las Fuerzas Armadas del País. Nuevos temas – o nuevas formas de tratar temas tradicionales – pasaron a influir en el ambiente internacional de este siglo. Las implicaciones para protección de la soberanía, ligada al problema mundial de las drogas y delitos conexos (1), la
127
protección de la biodiversidad, la biopiratería (3), la defensa cibernética, las tensiones originadas en la escasez de los recursos (3), los desastres naturales, los ilícitos transnacionales, hechos terroristas (1) y grupos armados al margen de la ley explicitan la creciente transversalidad de los temas de seguridad y defensa. Ante ellos, Brasil reconoce – en respeto a las previsiones de la Constitución – la necesidad de políticas coordinadas entre los órganos del gobierno” (p. 28). “El agravamiento de la crisis económico-financiera internacional indica también un posible deterioro de las condiciones sociales, energéticas y ambientales (3) con evidentes reflejos para la paz y seguridad en el Mundo” (p. 29). “Una tendencia importante desde los años 1990 ha sido la ‘securitización’ de los temas de las Naciones Unidas. (…) La ‘securitización’ debe ser vista con cautela” (…) La valoración del multilateralismo es consecuencia también de la importancia que vienen logrando cuestiones que exigen soluciones negociadas entre las naciones y que también tienen impacto sobre la seguridad de los países, como cambio climático(3), desarrollo sostenible (1, 3) e inclusión social(2)” (p. 31). “En el ámbito de la cooperación con los países amazónicos, cabe destacar la firma, en 2010, de la Nueva Agenda Estratégica de Cooperación Amazónica, que abarca una serie de iniciativas de cooperación en el área de conservación y uso sostenible de recursos renovables (3)” (p. 48). “La preservación del medio ambiente es un objetivo importante. La modernización de la estructura de defensa de Brasil es vital para proteger ese enorme patrimonio (natural) (3)” (p. 49). En ese capítulo, se verifica que Brasil pasó a interpretar las nuevas amenazas
en el ámbito de su Defensa. Son subsidiarias, ya que el principal objeto es la
amenaza externa, como la injerencia o invasión de una gran potencia. Sin embargo,
los riesgos de las drogas, delitos transnacionales y actos terroristas demandan
acciones de coordinación intersectorial del gobierno.
En entrevista, el Gral. Santa Rosa corrobora que el trabajo de las FF. AA. en
ese campo es complementario y subsidiario, pues distrae las Fuerzas de su fin, la
disuasión de amenazas externas. Empero, el instrumento militar coopera, con poder
de policía, incluso con apoyo de órganos de inteligencia.
El segundo capítulo también cita, en clara referencia a los supuestos de la
Escuela de Copenhague, que securitizar todos los temas no es la mejor solución,
puesto que llevar todo para un Consejo de Seguridad, por ejemplo, puede crear un
ambiente interno desfavorable y un clima de desconfianza mutua típica de la escuela
128
realista en el auge de la guerra fría. Además, lo ideal es que no existan temas
securitizados.
En la categoría de la preservación de los recursos naturales, se identifica que el
agravamiento de la crisis económico-financiera internacional es una vulnerabilidad
que tiende a potencializar las amenazas al medio ambiente, aquí reconocido como
posible fuente de conflicto, debido a las tensiones originadas en la falta de recursos,
al cambio climático, al deterioro ambiental, a la biopiratería. Para enfrentarlas, el
Estado debe coordinar acciones intersectoriales y buscar soluciones multilaterales de
cooperación, como la Nueva Agenda Estratégica de Cooperación Amazónica de la
OTCA (2010).
“La Defensa y el Instrumento Militar” son el tema del Capítulo III, poseyendo los
siguientes indicadores acordes a las categorías de esta investigación: “El Instrumento militar con que Brasil cuenta para su defensa es constituido por las Fuerzas Armadas, compuestas por la Armada del Brasil, Ejército del Brasil y Fuerza Aérea Brasileña, instituciones que deben tener capacidad de asegurar la integridad del territorio y la defensa de los (…) recursos brasileños (3)” (p. 53). “El Centro Gestor y Operacional del Sistema de Protección de la Amazonía (CENSIPAM), creado en 2002, fue transferido a la estructura del Ministerio de Defensa en enero de 2011, con status de secretaría. Entre otras atribuciones, cabe al CENSIPAM: proponer, acompañar, implementar y ejecutar las políticas, directrices y acciones para el Sistema de Protección de la Amazonía (SIPAM) (1). En articulación con los órganos federales, estaduales, distritales, municipales y no gubernamentales. El Centro promueve la activación gradual y estructurada del SIPAM, y desarrolla acciones para actualización y evolución continuada del concepto y del equipo tecnológico del SIPAM” (p. 63). “El Sistema Integrado de Monitoreo de Fronteras (SISFRON) (…) permitirá al Ejército mantener las fronteras monitoreadas y responder prontamente a cualquier amenaza o agresión, especialmente en la región Amazónica (1). Con la perspectiva de interconectar el SISFRON a los sistemas congéneres de las demás Fuerzas, del Ministerio de Defensa y de otros órganos federales, evolucionando para un sistema integrado de monitoreo, el Sistema contribuirá para iniciativas unificadas de sentido socio-económico que fomenten el desarrollo sostenible de las regiones fronterizas (1, 3)” (p. 72). “El servicio militar obligatorio (…) significa, también, un importante instrumento de afirmación de unidad nacional (2)” (p. 75). “El Ejército tiene como atribuciones subsidiarias particulares: actuar, por medio de acciones preventivas y represivas en la franja de frontera terrestre, contra delitos transfronterizos (1) y ambientales (3), de forma aislada o en coordinación con otros
129
órganos del Poder Ejecutivo, realizando, entre otras, acciones de patrullaje; control de personas, de vehículos terrestres, de embarcaciones y de aeronaves” (p. 112). “Son atribuciones subsidiarias de la Fuerza Aérea Brasileña: (…) preservadas las competencias exclusivas de las policías judiciarias, actuar, de manera continua y permanente, por medio de las acciones de control del espacio aéreo brasileño, contra todos los tipos de tráfico aéreo ilícito, con énfasis en los relacionados al tráfico de drogas, armas, municiones y pasajeros ilegales(1)” (p. 134-135). “La Fuerza Aérea, amparada por ley específica y autorizada expresamente por el (la) presidente(a) de la República o autoridad por él (ella) delegada, posee la atribución de, tras agotados los medios coercitivos legalmente previstos, destruir una aeronave que sea clasificada como hostil (1)” (p. 135). Sobre los crímenes transfronterizos, las acciones visualizadas van desde el
incremento de la vigilancia por medio de la implementación e integración del
SISFRON, mejoría y articulación intersectorial del SIPAM, hasta acciones más
represivas, como patrullaje, control de movimientos terrestres, fluviales y aéreos, así
como la ejecución de tiros de destrucción contra aeronaves identificadas como
hostiles.
Asimismo, se corrobora la idea del servicio militar como fuente de unidad
nacional. Se hace hincapié sobre las consideraciones de Visacro (2009b), de que el
servicio militar posee todavía aspectos a ser mejorados principalmente en relación
con el tratamiento de la temática indígena, por medio de una campaña educativa
sobre los oficiales y sargentos responsables por la incorporación de reclutas
indígenas.
En términos de preservación del medio ambiente, se destaca la
institucionalización de esa tarea a los instrumentos de defensa, que deben actuar de
forma tanto preventiva como represiva, a través de patrullaje y operaciones de
control, securitizando el desarrollo ambiental.
El capítulo IV, “Defensa y Sociedad”, abarca las citas a continuación: “(…) (El Programa) “Calha Norte” es de gran importancia para el aumento de la presencia del Estado en un área al mismo tiempo carente y sensible, contribuyendo para la defensa y la integración nacionales (1). (…) Los objetivos del programa vienen siendo perseguidos por medio de diversas acciones, como la construcción de carreteras, puertos, puentes, escuelas, guarderías, hospitales, aeródromos, pozos de agua potable y redes de energía eléctrica. Esas acciones traen gran beneficio para las comunidades locales (1).
130
Las tres Fuerzas participan del “Calha Norte” de la siguiente forma: Armada: control y seguridad de la navegación fluvial (1); apoyo a las comunidades de la región por medio de asistencia a las poblaciones carentes. Ejército: implantación de la infraestructura básica en los municipios de la región; implantación de unidades militares; conservación de carreteras; mantenimiento de pequeñas plantas eléctricas; y mantenimiento de la infraestructura instalada en los Pelotones Especiales de Frontera85 (1). Fuerza Aérea: implantación de unidades militares; apoyo por medio de transporte aéreo logístico; mantenimiento de aeródromos; y apoyo las comunidades, con evacuación médica por el aire (1)” (p. 169). “(Acciones Subsidiarias) Ejército: (…) apoyar, en los sectores de salud y educación, las comunidades indígenas86(1) de la región Amazónica por intermedio de los Pelotones Especiales de Frontera” (p. 173). “Fuerza Aérea: ejecuta, (…) obras de construcción y pavimentación de aeropuertos y edificaciones aeroportuarias, además de vías públicas en municipios de la Amazonía (1), contribuyendo para la integración nacional, una vez que sólo se tiene acceso a determinadas localidades por medio de avión o helicóptero” (p. 174). Se verifica que el Programa “Calha Norte” es clave para la consolidación de la
estrategia de vivificación de las fronteras. Con el apoyo de las FF. AA., las acciones
del Programa crean condiciones para consolidar la presencia del ser humano en la
selva, por medio de la mejoría de la infraestructura, de la educación, de la salud.
Seguramente, si no hubiera la idea conjugada de desarrollo y defensa, quienes
promoverían esas acciones serían ingenieros civiles, profesores y médicos – la
utilización del brazo armado economiza medios en acciones duales. Se queda aquí
una pregunta para reflexión: ¿hasta cuándo securitizar necesidades esenciales en
las fronteras?
Del capítulo V, “Transformación de la Defensa”, se extrajeron los indicadores a
continuación: “Proyecto Seguridad de la Navegación: trata de la ampliación de la presencia de la Armada en la Amazonía, (…) y en áreas fronterizas, incrementando la vigilancia en las grandes cuencas fluviales (1); (…) Su implementación total está prevista para 2031” (p.
85Pequeña fracción militar, con 66 militares. Bajo el refrán "vida, lucha y trabajo", el PEF es desplegado aisladamente en la región fronteriza, cumpliendo misiones relacionadas con aspectos militares (de combate), supervivencia (la vida) y servicios diversos (trabajo), a favor de la fracción o de la comunidad civil que vive en las cercanías de los cuarteles. 86Cabe resaltar que no fueron encontradas, de forma directa, temáticas indígenas en el Libro Blanco de 2012.
131
195). “(En el Programa de Transformación de le Defensa) son logros identificados, entre otros: (…) - contribución en la prevención y combate a las nuevas amenazas, así como combate al narcotráfico, al contrabando de armas, a los ilícitos transfronterizos y al crimen organizado (1) (…) - preservación ambiental y combate a los ilícitos ambientales (3); (p. 208). “- ampliación de la presencia del Estado (1) ante a poblaciones de regiones desasistidas; (…) - contribución para la mejora de la calidad de vida e incremento de la seguridad en municipios distantes de las capitales (1)” (p. 209). Se ratifican, en ese capítulo, los logros y la necesidad de incrementar la
presencia del Estado, así como vivificar las fronteras. Incrementar esa presencia, de
forma optimista, tiende a mejorar las condiciones de vida y de seguridad de
poblaciones carentes, así como evita la degradación ambiental exagerada. También
disuade la acción de organizaciones criminales. Para ello, las FF. AA. deben invertir
en la formación de sus cuadros, de modo a que el soldado sepa cómo hacer,
respetando los derechos humanos y no degradando el medio ambiente.
En el capítulo VI, “Economía de la Defensa”, se resalta la siguiente cita: “Los gastos con la Defensa de Brasil no han acompañado proporcionalmente el crecimiento económico experimentado por el País. Es esencial que la sociedad perciba que los gastos en Defensa deben ser vistos como inversión indispensable al desarrollo social y económico (1), a la protección de los recursos naturales (3) y a la garantía de la soberanía nacional” (p. 233).
Supuestamente, la mejoría de la vigilancia; de las condiciones de
infraestructura, educación, salud; el reposicionamiento de unidades militares, todo
ello aumenta el gasto público. Una solución que abarca tanto la Estrategia Nacional
de Defensa como el Libro Blanco, es la búsqueda por proyectos intersectoriales, que
permiten que una inversión en defensa tenga retorno en otros campos, como el
social.
Se verifica que los documentos brasileños no traen muchos aspectos en
relación con el respeto a las diferencias culturales, marco multicultural defendido en
este trabajo. No obstante, las Fuerzas poseen documentos normalizadores. Por
132
ejemplo, las directrices del Ejército (Brasil, 2003) dan fe de que es esencial que los
militares entiendan que los indios son los elementos naturales de la tierra, que los
soldados deben saber que cada grupo étnico tiene su propia historia, que es esencial
tener cuidado de no menospreciar a la cultura local y que deben demostrar interés
por el lenguaje autóctono.
De la relación indígena y militar, en Brasil, se puede ennumerar puntos de
convergencia de intereses que determinan, más allá de una convivencia pacífica, la
cooperación mutua: la seguridad de la población local, la protección del medio
ambiente, la protección de los conocimientos tradicionales indígenas, y la protección
de regiones ubicadas en la línea de frontera (Visacro, 2012).
De todo lo expuesto, considerando los límites de este trabajo y en razón de los
documentos analizados, se destacan las dinámicas de securitización resumidas en el
cuadro a seguir:
133
Cuadro 9 - Dinámicas de securitización a partir de la Defensa brasileña:
Categoría Amenazas y vulnerabilidades reconocidas Acciones mitigadoras emergentes verificadas por la Defensa
Vigilancia y combate a crímenes
transfronte-rizos
1. Delitos transnacionales: (tráfico de Drogas, armas, municiones, (Narco) Terrorismo y crímenes conexos. 2. Migraciones ilegales.
3. Transnacionalización de conflictos.
4. Baja densidad demográfica.
5. Largas distancias.
6. Infraestructura precaria.
- Búsqueda del consenso, armonía política y convergencia de acciones multilaterales. - Relacionamiento estrecho por medio de la OTCA. - Conferir grado de prioridad a la Defensa, utilizando instrumentos de inteligencia y seguridad, integrando civiles y militares e implementando de políticas coordinadas entre los órganos del gobierno. - Fortalecimiento de la presencia del Estado. - Vivificación de las fronteras, implementando acciones para desarrollar e integrar la región amazónica, con apoyo de la sociedad, procurando, en especial, al avance del proyecto de desarrollo sostenible. - Visión conjugada entre desarrollo y defensa, participando de la concepción y del desarrollo de la infraestructura del País. - Construcción de carreteras, puertos, puentes, escuelas, guarderías, hospitales, evacuación aeromédica, aeródromos, pozos de agua potable, pequeñas centrales y redes de energía eléctrica. - Promover el apoyo a las comunidades de la región por medio de asistencia, salud y educación a las poblaciones carentes e indígenas. - Instalación de un Centro de Investigación de Enfermedades Tropicales para la región amazónica. - Instalación de telecentros comunitarios con conexión de Internet en banda ancha en las sedes de las instalaciones militares de frontera existentes. - Fortalecimiento e incremento de la presencia de las FF.AA., re-posicionando los efectivos de las tres fuerzas, empleando tanto barcos de patrulla como buques de transporte, ambos guarnecidos por helicópteros adaptados al régimen de las aguas, proporcionando plataformas y sistemas propios para monitorear el espacio aéreo, disponiendo de suficiente y adecuados medios de transporte para apoyar la estrategia de la presencia, disponiendo de unidades con recursos técnicos para asegurar la operatividad de los aeródromos remotos, realizando acciones de patrullaje, control de personas, de vehículos terrestres, de embarcaciones y de aeronaves. - Destruir aeronaves que sean clasificadas como hostiles. - Fortalecimiento del sentido de defensa del Programa “Calha Norte”, compatibilizándolo a otros programas, como la Promoción del Desarrollo en la Franja de Frontera (PDFF) y al levantamiento de la viabilidad de organización de mecanismos productivos locales, con acciones de infraestructura económica y social. - Formación de un combatiente calificado y rústico, con competencias necesarias para el
134
ambiente operacional. - Disponer y desarrollar medios y capacidades para ejercer y mejorar la vigilancia, el control y la defensa de su espacio aéreo, territorio y aguas jurisdiccionales, como satélites de detección remota. - Implementación e integración del SISFRON. - Integración del SIPAM. - Establecimiento del CENSIPAM, vinculado directamente al Ministerio de Defensa. - Asegurar la franca navegabilidad en las vías fluviales a partir del paradigma de transporte multimodal. - Disuadir la concentración de fuerzas hostiles en las fronteras terrestres y en los límites de las aguas jurisdiccionales brasileñas e impedirles el uso del espacio aéreo. - Desarrollar la capacidad de responder prontamente a cualquier amenaza o agresión, por medio de la capacidad logística y fortalecimiento de la movilidad. - Apoyar las resoluciones de la ONU en cuanto el trabajo conjunto para evitar y combatir amenazas (narco) terroristas. - Disponer de estructura ágil, capaz de evitar acciones terroristas y de conducir operaciones de contraterrorismo.
Identidad
1. Conflictos de carácter étnicos. 2. Exacerbación del nacionalismo. 3. Exclusión de personas del proceso productivo. 4. Diferencias entre las capas sociales. 5. Poca seguridad jurídica. 6. El servicio militar necesita identificarse más con la sociedad brasileña. 7. ONG fomentando separatismos.
- Implementar una política indigenista adecuada. - Divulgar para la sociedad que la idea desarrollo es inseparable de la Defensa, para fines de identificación nacional. - Mantener y perfeccionar el Servicio Militar Obligatorio, con vistas a contribuir para preservación de la cohesión y unidad nacional. - Regularizar la propiedad de tierras y ampliar la seguridad jurídica, evitando conflictos entre colonos, indígenas y empresarios. - Ampliar la representación de las capas sociales en las academias militares y en el Servicio Militar Obligatorio. - Promover la interacción entre culturas y respeto a la pluralidad de ideologías y sistemas políticos. - Optimizar el control sobre actores no gubernamentales
Preserva-ción de
recursos naturales
1. Codicia internacional a los recursos naturales: riquezas minerales, biodiversidad. fuentes de agua dulce. 2. Deterioro ambiental. Cambio climático, depredación de la biodiversidad y
- Promover relaciones estrechas, multilaterales y de cooperación por medio de la OTCA. - Implementar la Nueva Agenda Estratégica de Cooperación Amazónica de 2010 (OTCA). - Explotar de forma sostenible los recursos naturales. - Definir la Amazonía como área prioritaria de Defensa. - Institucionalizar la defensa de los recursos por las FF. AA. - Realizar acciones de patrullaje, control de personas, de vehículos terrestres, de
135
biopiratería. 3. Tentativa de tutela fomentada por organizaciones o individuos. 4. Acción no controlada de ONG con vinculación extranjera. 5. Tensiones originadas de la escasez de recursos. 6. Agravamiento de la crisis económico-financiera internacional.
embarcaciones y de aeronaves. - Ejecutar una serie de acciones estratégicas volcadas para el fortalecimiento de la presencia militar, efectiva acción del Estado en el desarrollo socio-económico y ampliación de la cooperación con los países vecinos. - Modernizar la estructura de defensa de Brasil. - Desarrollar avances de proyecto de desarrollo sostenible. - Optimizar el control sobre actores no gubernamentales, especialmente en la región amazónica. - Incrementar medios para vigilancia y control. - Fortalecer y reorganizar el SIPAM en el Ministerio de Defensa. - Integrar el SIPAM. - Implementar políticas coordinadas entre los órganos del gobierno.
Fuente: Elaboración propia, basada en Brasil (2005; 2008; 2012)
136
4. LA ORGANIZACIÓN DEL TRATADO DE COOPERACIÓN AMAZÓNICA Y SUS PROCESOS DE SECURITIZACIÓN
Conforme Lima (2009), el concepto de cooperación se deriva del concepto de
armonía. La armonía es un entorno en el cual las políticas del Estado, de forma
automática, ayudan a la consecución de los objetivos de otros estados - ninguna
política específica necesita ser tomada con el fin de hacer converger intereses.
Mientras que la armonía es apolítica, porque “naturalmente" las cosas
funcionan con intereses convergentes, la cooperación es altamente política, ya que
hay temas en los cuales, porque no hay armonía, se debe cooperar para que haya
beneficios recíprocos y para que cualquier discordia o conflicto sean evitados (Lima,
2009).
En ese marco, se desarrollan medidas de confianza mutua, cuyo objetivo es: “(…) contribuir a reducir, o en algunos casos, eliminar las causas de la desconfianza, temor, tensiones y hostilidades entre los Estados. Debido a que es un instrumento diplomático de carácter preventivo, posibilita la comunicación y efectiva los mecanismos de información con lo cual se minimiza el riesgo brotes de antagonismo por causa reales o aparentes” (Naciones Unidas, citado por Bolivia, 2010, p. 143).
Por su parte, cuando no se logra la cooperación, por el motivo que sea, se da
lugar a la discordia (Lima, 2009).
Se puede decir, también, que cuando hay necesidad de negociaciones y ajustes
en políticas inicialmente discordantes, la disponibilidad de información es esencial.
Para el institucionalista Keohane (citado por Lima, 2009), la mejor manera de
implementarla cooperación es a través de la creación de regímenes internacionales,
que no sólo facilitan la información, sino también son capaces de hacer converger las
expectativas de los actores, porque estos regímenes institucionalizan los principios,
normas, reglas y procedimientos de decisión.
Como fue visto en el capítulo anterior, las dinámicas de securitización de los
países estudiados traen que una de las acciones emergentes para las amenazas pan
amazónicas es el fortalecimiento de la cooperación regional, institucionalizada por la
Organización del Tratado de Cooperación Amazónica. Por lo tanto, este capítulo
137
tiene como objetivo analizar la influencia de dinámicas de securitización sobre las
estrategias de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónico. Para ello, fue
organizado en dos secciones principales: la evolución del TCA a la OTCA;
estrategias influyentes de las dinámicas de securitización.
4.1 LA EVOLUCIÓN DEL TRATADO DE COOPERACIÓN AMAZÓNICA A LA
ORGANIZACIÓN DEL TRATADO DE COOPERACIÓN AMAZÓNICA
La cooperación amazónica es tema en la agenda sudamericana por lo menos desde
1967, cuando ocurrió la primera reunión donde se discutió los proyectos de
integración física en la región (Alves, 2009). En el contexto del estructuralismo de la
CEPAL, se buscaba el desarrollo económico: “O nos integramos o las
multinacionales harán la integración por nosotros y continuaremos dependientes. La
soberanía económica no será lograda y de ella no disfrutaremos si la integración no
llega a ocurrir” (Schilling, 1981, citado por Alves, 2009, p. 40, traducción nuestra).
Por lo tanto, el Tratado de Cooperación Amazónica, también conocido como
Pacto Amazónico, empezó a ser diseñado. Su proceso de negociaciones se vio
marcado por la heterogeneidad y diversidad de posiciones entre los países,
especialmente debido a los diferentes grados de desarrollo entre éstos (Altmann,
2008).
La primera reunión preparatoria, en 1977, fue frustrada, pues Perú y Bolivia
objetaron el proyecto de integración física, temiendo que Brasil se expandiera,
anexando territorios (Alves, 2009). Era un cuadro más de discordia que de armonía.
En la academia política boliviana, por ejemplo, era común el estudio de una
teoría subimperialista brasileña, que citaba una política de expansión brasileña a
costa de sus vecinos. Brasil sería un enclave imperialista desterrado en el hemisferio,
que proclamaba el sistemático poblamiento de la Cuenca Amazónica con fines de
salir al océano Pacífico de modo expansionista (Botelho, 1977). O, de acuerdo con
Morales (1986), el afán geopolítico brasileño, según su destino manifiesto, hacia las
costas del pacífico, mejorando incluso su condición económica por medio de los
138
yacimientos de hierro, petróleo y gas natural boliviano. O todavía la inferencia de
Mojica (2011), que afirma que la geopolítica de Brasil se basa en el dominio de la
hoya Amazónica, buscando la salida al océano Pacífico, a través de la penetración
hacia el Norte de Perú, Ecuador y el Sur de Colombia, por la influencia en los llanos
del río Mamoré, por la estrategia de vivificar fronteras, por el establecimientos de
corredores bioceánicos y por el dominio del sistema hidrográfico amazónico.
Así como Botelho, Morales y Mojica, Rumrrill (citado por Antiquera, 2006)
identifica que, más allá del expansionismo, había la idea de que Brasil, a través del
TCA, sería el precursor del imperialismo estadounidense en Sudamérica, minando el
Pacto Andino. Las reservas expresas al TCA por Ecuador, Colombia y Venezuela
pueden ser igualmente atribuidas al periodo político que la región pasaba (Alves,
2009).
Así, en 1978, Brasil, agente que propuso el Tratado, buscando tornarlo efectivo
y disminuir motivos de tensión entre los Estados, quitó el término integración física,
cambiándolo para desarrollo armónico, así como cualquier referencia expresa a
Defensa (Montenegro, 2000). Se ratifica, aquí, la importancia del discurso, o sea, de
una visión constructivista para temas internacionales.
La aprobación se efectuó solamente en la tercera ronda de negociaciones,
llevada en Caracas, en 1978. El Tratado entró en vigencia en 1980, abarcando,
conforme análisis de Altmann (2008), Antiquera (2006) y Meira Mattos (2011), temas
como:
- la concesión de libertad de navegación comercial en los ríos entre los países;
- el uso y aprovechamiento exclusivo de los recursos naturales en los
respectivos territorios como derecho inherente a la soberanía del Estado, cuyas
amenaza bajo el pretexto de incapacidad para explotarla sería mitigada;
- la utilización racional de los recursos de la región, con base en el equilibrio y
harmonía entre el desarrollo y la protección del medio ambiente;
- la cooperación técnica y científica entre los países con respecto a los avances,
informaciones y conocimientos que cada uno tuviera o desarrollara sobre la zona;
- absoluta igualdad entre los signatarios;
139
- la conveniencia de crear una infraestructura física adecuada entre los Países
Miembros.
Gral. Santa Rosa, en entrevista, dijo que el Tratado también buscó proporcionar
una base de apoyo diplomático para la integración de sus miembros, colaborando
para la prevención de amenazas extracontinentales, como el riesgo de
internacionalización.
Además, el TCA fue un marco muy particular por:
- tratarse de un instrumento inusual por coordinar acciones sobre una región
compartida por sus países miembros, al revés de simplemente vincularlos;
- incorporar Surinam y Guyana, reforzando los vínculos de dos naciones
asociadas a las iniciativas integradoras caribeñas con los procesos sudamericanos;
- expresar un fuerte compromiso con la conservación de la riqueza natural
amazónica en tiempos en donde el tema ambiental no tenía la importancia que tiene
en la actualidad. En las palabras de Meira Mattos (2011), el Pacto Amazónico es el
primer acuerdo multilateral que incorpora la consciencia ecológica.
Hubo un cambio en relación con la idea de proyecto hegemónico de Brasil,
favoreciendo la confianza mutua. Para el ex presidente venezolano Pérez (citado por
Meira Mattos, 2011), por ejemplo, la presencia de los países amazónicos junto con
Brasil en el Tratado se constituye uno de los hechos históricos más importantes de
aquel momento, pues obligaba Brasil a vincularse con los países amazónicos y
también obligaba los países amazónicos a mirar a Brasil sin recelos. Zambrano
(citado por Meira Mattos, 2011, p. 135), también cita que “el Tratado de Cooperación
Amazónica (…) representa (…) el rencuentro de Brasil con una buena porción de
América”. O como afirmó Ricupero (citado por Antiquera, 2006), el TCA logró
intensificar contactos internacionales entre países que se ignoraban y cuyos
representantes sólo se cruzaban, eventualmente, en los pasillos de la ONU y de la
OEA.
El TCA fue planificado como un mecanismo permanente, que regulariza e
intensifica los contactos entre los gobiernos y sectores técnicos, eliminando el
carácter episódico y discontinuo rutinero hasta entonces (Silveira, citado por
140
Antiquera, 2006, y Ricupero, citado por Meira Mattos, 2011). Se resume, pues, en un
amplio acuerdo que establece directrices de la cooperación amazónica con
flexibilidad para ajustarlas de acuerdo con las necesidades de sus signatarios (Alves,
2009). Antiquera (2006) enfatiza la importancia de las necesidades de los signatarios
al afirmar que su acción multilateral es tratada como subsidiaria y complementaria a
las acciones nacionales.
El TCA poseía una ingeniería institucional definida a partir de Reuniones de los
Ministros de Relaciones Exteriores (RMRE) como su instancia máxima, a fin de fijar
directrices comunes, apreciar y evaluar el proceso de cooperación, así como adoptar
decisiones. Hubo sólo tres reuniones en los 1980 (Antiquera, 2006).
El segundo órgano en la jerarquía del TCA era el Consejo de Cooperación
Amazónica (CCA), compuesto de representantes diplomáticos de todos los estados,
que tenía el encargo principal de velar por el cumplimiento del Tratado y de las
decisiones de las RMRE. El CCA se reunió 3 veces en la década de 1980 (Antiquera,
2006).
Como se puede ver, fueron pocas las reuniones en la década de 1980.
Antiquera (2006) afirma que esas reuniones fueron básicamente protocolares.
Además, la crisis económica de esa década hizo aumentar la deuda externa de los
países del TCA, que no tenían recursos para financiar los proyectos amazónicos o,
incluso, dar proseguimiento a las reuniones programas (Miyamoto, 2000, citado por
Alves, 2009). En las palabras de Antiquera (2006), el TCA no ha producido una
acción conjunta y multilateral, tampoco ventajas concretas en proyectos comunes.
Todo ello resultó en un periodo de gran inactividad hasta 1989, cuando los
dirigentes de los estados-miembros se reunieron, en la I Reunión de Presidentes del
Tratado de Cooperación Amazónica, realizada en Manaos, Brasil. El mundo empezó
una preocupación con el tema ambiental, con los derechos humanos de los
indígenas, y la muerte del ambientalista Chico Mendes, en Brasil (1988), repercutió
de forma negativa a los países amazónicos. Por tanto, los gobernantes declararon
sus disposiciones en impulsar políticamente el Tratado al firmar la Declaración de
Manaos, a partir de reuniones anuales de los presidentes. Ellos afirmaron que el
141
deterioro del medio ambiente es consecuencia de los modelos de industrialización y
de consumo de los países desarrollados, y también reafirmaron que no se admitiría
injerencias contrarias a la soberanía de los países en la región (Altmann, 2008;
Alves, 2009; Antiquera, 2006).
En febrero de 1992, antes de la Cumbre del Medio Ambiente (ECO 92), hubo la
única reunión anual de Presidentes de los Estados del TCA después de la reunión de
1989. Tuvo por objetivo principal crear un consenso y articularse para defender una
posición común en la ECO 92. Así, se defendió la idea de que los países
desarrollados, principales responsables por el deterioro del medio ambiente, no
podrían imponer obstáculos a los países en vías de desarrollo. Empero, dentro de la
lógica vigente institucionalista neoliberal, se resaltó la importancia del apoyo
financiero de los organismos de cooperación internacional para el desarrollo
amazónico en las dimensiones económica, ambiental y tecnológica. El Tratado, por
lo tanto, es visto como instrumento para captar recursos internacionales (Alves,
2009; Antiquera, 2006), como el PPTAL del G7, citado en capítulo anterior.
A pesar de ese nuevo impulso al TCA a fines de los 1980 e inicios de los 1990,
las dificultades financieras de los países del Tratado, la emergencia de las temáticas
ambiental e indígena, problemas institucionales, resentimientos causados por
conflictos o disensos sobre demarcación de fronteras87, así como la falta de
obligatoriedad de los países de cumplir las resoluciones del Tratado, eran aspectos
que ratificaban su necesario cambio. Su revitalización era necesaria (Alves, 2009;
Antiquera, 2006).
Además, la lógica institucionalista neoliberal fomentaba justamente la
institucionalización como factor determinante en el cambio del comportamiento de los
Estados, así como el aumento progresivo de los intereses mutuos o del grado de
convergencia de expectativas (Antiquera, 2006). Es decir, había la demanda y un
cuadro técnico que habilitarían la renovación del TCA. Entre 1995 y 2002, las
reuniones del TCA tenían ese enfoque de cambio.
En consecuencia, fue firmado, el 14 de diciembre de 1998, el Protocolo de 87Ver sección 3.1.2.
142
Enmienda al texto original del Tratado, creando la Organización del Tratado de
Cooperación Amazónica (OTCA) y estableciendo la sede de la Secretaría
Permanente en Brasilia, capital de Brasil. La finalidad sería fortalecer
institucionalmente la coordinación y acción conjunta frente a las demandas de la
región amazónica. Ese protocolo entró en vigencia en 2002, cuando todos los países
signatarios cumplieron con el Depósito del Instrumento de Ratificación de la
Enmienda (Altmann, 2008; OTCA, 2004). En 2004, se aprobó el Plan Estratégico de
la OTCA del año 2004 hasta 2012 y en 2010 se otorgó la Nueva Agenda Estratégica
(OTCA, 2010).
La visión de la OTCA, en 2004, era: “Una organización fortalecida y reconocida internacionalmente como foro político regional para contribuir a la integración y desarrollo sostenible de los respectivos territorios amazónicos de los Países Miembros, que complemente los esfuerzos nacionales de gestión, ordenamiento territorial, conservación y uso sostenible de sus recursos naturales, respetando la soberanía de los Estados y dirigidos a generar mutuos beneficios para las partes; así como crear mejores condiciones de vida para sus distintas poblaciones, particularmente las amazónicas, basados en el respeto por los derechos y aspiraciones de la sociedad en su conjunto”. (OTCA, 2004, p. 19). Con la nueva agenda de 2010 (OTCA, 2010), la visión pasó a ser: “Una Organización reconocida al interior de los Países Miembros y en el ámbito internacional como referente en la cooperación regional, en la discusión y posicionamiento en temas de la agenda internacional relativas a la Amazonía y en el intercambio de experiencias, actuando con base a los principios de pleno ejercicio de la soberanía en el espacio amazónico, el respeto y armonía con la naturaleza, el desarrollo integral sustentable y la reducción de asimetrías de los Estados de la Región” (p. 15).
Se observa que la nueva visión contempla la búsqueda por el reconocimiento
de la OTCA al interior de los propios países amazónicos. Cabe resaltar que las
Bases para Seguridad y Defensa de Bolivia (Bolivia, 2010) no citan, en sus 163
hojas, la OTCA, denotando la real necesidad de ese reconocimiento.
La misión, en 2004, era: “En el marco de los principios consagrados en el Tratado, y en cumplimento de los mandatos de sus distintas instancias, fortalecer o crear los mecanismos e instrumentos técnicos y financieros, así como las políticas comunes o compatibles, para hacer efectivos los procesos de integración y desarrollo sostenible regional, fomentado la activa participación de los países y de los actores regionales y locales en el diseño y
143
ejecución de los distintos planes, programas y proyectos, así como en la equitativa distribución de los beneficios generados, favoreciendo la construcción de sinergias que potencien la capacidad de negociación del conjunto de los países en los distintos escenarios globales de negociación, frente a los temas de interés regional” (OTCA, 2004, p. 15). La actual misión es: “Ser un foro permanente de cooperación, intercambio y conocimiento, orientado por el principio de reducción de asimetrías regionales, entre los Países Miembros: coadyuva en los procesos nacionales de progreso económico-social permitiendo una paulatina incorporación de estos territorios a las respectivas economías nacionales; promueve la adopción de acciones de cooperación regional que resulten en la mejoría de la calidad de vida de los habitantes de la Amazonía; actúa bajo el principio del desarrollo sostenible y modos de vida sustentable, en armonía con la naturaleza y el ambiente y toma en consideración la normativa interna de los Países Miembros” (OTCA, 2010, p. 15-16).
Se nota que, entre los enunciados de la misión de 2004 y la de 2010, la última
también priorizó una proyección interna, buscando, incluso, disminuir las asimetrías
regionales y la incorporación de los territorios amazónicos a las economías
nacionales.
La estructura del TCA a la OTCA también se modificó. Además de la novedosa
Secretaría Permanente (SP/OTCA), es una Organización Internacional que
permanece teniendo, como instancia máxima, la Reunión de Ministros de Relaciones
Exteriores, que cuenta con el apoyo y soporte del Consejo de Cooperación
Amazónica (CCA) y de la Comisión de Coordinación del Consejo de Cooperación
Amazónica (CCOOR). A nivel nacional, los Países Miembros cuentan con
Comisiones Nacionales Permanentes (CNP). Subordinadas al CCA; hay también las
Comisiones Especiales (OTCA, 2010). Su estructura orgánica puede ser resumida en
la figura 10.
Las Comisiones Especiales de la Amazonía son, conforme Antiquera (2006), el
mecanismo más eficaz de la cooperación amazónica. Son destinadas al estudio de
problemas y temas específicos. Son siete, agrupadas en cuatro Coordinaciones: (1)
Salud y Asuntos Indígenas; (2) Medio Ambiente; (3) Transportes, Infraestructuras y
Comunicaciones y Turismo; (4) Educación, Ciencia y Tecnología.
La Comisión Especial de Salud (Cesam) busca promover la coordinación de los
144
servicios de salud en sus territorios amazónicos y tomar medidas a fin de mejorar las
condiciones sanitarias de la región. La Comisión Especial de Asuntos Indígenas
(Ceaia) tiene la finalidad de concretar el interés regional por los asuntos indígenas, lo
que involucra aspectos de identidad.
Figura 10- Organigrama de la OCTA
Fuente: OTCA (2004).
La Comisión Especial de Medio Ambiente busca llevar adelante los objetivos
comunes de conservación ambiental, así como del aprovechamiento racional de los
abundantes y variados recursos naturales amazónicos.
La Comisión Especial de Transporte, Infraestructura y Comunicaciones
(Ceticam) es destinada a establecer estrategias para la promoción del transporte y su
integración en sus diferentes modalidades; facilitar las telecomunicaciones; efectuar
estudios de los corredores interoceánicos prioritarios e identificar alternativas de
conexión intermodal entre las cuencas. La Comisión Especial de Turismo (Cetura)
tiene como reto establecer mecanismos de cooperación para la planificación y el
desarrollo para el fomento turístico de la región.
La Comisión Especial de Educación (Ceeda) tiene como misión evaluar
145
experiencias y coordinar el diseño de planes educativos, para impulsar la formación y
capacitación de los recursos humanos, así como el respeto a la identidad cultural de
sus poblaciones. La Comisión Especial de Ciencia y Tecnología (Cecta) tiene por
objetivo incentivar y supervisar la ejecución de proyectos regionales en el campo de
la ciencia y tecnología; y actuar como mecanismo para obtener recursos financieros
provenientes de fuentes internacionales.
Se observa, por lo tanto, que la Organización tiene una estructura intersectorial,
lo que le da posibilidades para alcanzar los intentos del Tratado y su visión de futuro.
A continuación, serán analizadas las influencias de las dinámicas de securitización
en las estrategias de la OTCA.
4.2 ESTRATEGIAS INFLUYENTES DE LAS DINÁMICAS DE SECURITIZACION
Como fue citado en la sección 4.1, conforme Antiquera (2006), el Tratado de
Cooperación Amazónica posee su acción multilateral tratada como subsidiaria y
complementaria a las acciones nacionales. Es por eso que, en cada país, existe una
Comisión Nacional Permanente (CNP) de la OTCA, encargada, en doble vía, (1) de
aplicar, en sus respectivos territorios, las disposiciones del TCA, así como de las
decisiones adoptadas por las RMRE y por el CCA, (2) “sin perjuicio de otras
actividades que les encomiende cada Estado” (OTCA, 2010).
Así, se dice que cada Estado-miembro puede influenciar88la planificación,
preparación, organización y empleo de medios para superación de obstáculos y
consecución de los objetivos fijados por la política de la OTCA, o sea, acorde con
Castro (1994), puede influenciar sus estrategias.
En un proceso de securitización, como fue dicho en la sección 2.2, Buzan et al.
(1998) ennumera tres unidades de análisis: objetos, agentes y actores funcionales.
Partiendo de la idea de influencia del párrafo anterior, se puede decir que cada
Estado miembro de la OTCA, como agente de securitización, posee, como
88 Para la Real Academia Española, “influencia” significa la acción de producir ciertos efectos sobre otra. En este caso, la acción de securitización de un Estado miembro sobre la Organización.
146
demandas, dinámicas de securitización, las cuales pasan a cumplir un papel de
actores funcionales en las rondas de negociaciones de la Organización,
influenciando las estrategias, aquí vistas como aquellas que protegen los objetos de
securitización.
A continuación, de forma subjetiva89, serán identificadas estrategias con
influencias de las dinámicas de securitización de los países escogidos. Para ello, se
realizará el análisis de contenido, conforme Bardin (1977), de cuatro documentos: el
Plan Estratégico de la OTCA (2004-2012) (OTCA, 2004); el discurso de la Secretaria-
General (Arteaga, 2006) y el acta de la I Reunión Ministerial de Defensa y Seguridad
Integral de la Amazonía de los países miembros de la OTCA (OTCA, 2006)90; así
como la Nueva Agenda Estratégica de la Cooperación Amazónica (OTCA, 2010).
Al igual que en los análisis de las defensas, se destacaron citas literales
(unidades de contexto) de esos documentos, a partir de los indicadores de dinámicas
de securitización: las acciones mitigadoras emergentes indicadas por la Defensa,
apuntadas en los cuadros 8 y 9 del capítulo anterior.
4.2.1 Vigilancia y combate a crímenes transfronterizos
Uno de indicadores más proeminentes del análisis de las dinámicas de defensa
securitización, tanto de Bolivia como de Brasil, es la promoción y garantía del
desarrollo sostenible, que, justamente, ayuda a la vivificación de fronteras,
consolidando la presencia de mujeres y hombres en la región, constituyéndolos en
instrumentos del taponamiento, estrategia militar que puede ayudar a la vigilancia y
89Buzan et at. (1998) plantean la teoría de la securitización, a partir del estudio de amenazas subjetivas, por medio de proceso intersubjetivo de entendimiento de la realidad. 90 En el análisis del discurso de la Secretaria y el acta de la I Reunión Ministerial de Defensa y Seguridad Integral de Amazonía de los países miembros de la OTCA, el trabajo incluye no sólo unidades de contexto de la muestra típica (Bolivia y Brasil), sino también de los países de la OTCA, buscando entender el contexto para responder la pregunta de investigación: ¿Cómo las dinámicas de securitización pueden influenciar las estrategias de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónico?
147
combate a crímenes transfronterizos91.
En el Plan Estratégico 2004-2012 (OTCA, 2004), la expresión “desarrollo
sostenible” se repite 48 veces, lo que equivale a un promedio de casi una vez por
cada hoja de texto del Plan. Siguen algunos ejemplos: “la preocupación mundial por el desarrollo sostenible y la importancia para la humanidad de la región, hacen de la OTCA un instrumento contemporáneo para la sostenibilidad global, así como un espacio concreto para la cooperación entre nuestras naciones (p. 9)”
“en el contexto del paradigma de desarrollo sostenible, la SP/OTCA tiene el compromiso social de elevar la capacidad de las poblaciones locales de usufructuar los beneficios derivados de las iniciativas desarrolladas, en forma de generación de empleo y renta, como parte de las metas nacionales de lucha contra la pobreza” (p. 14). “los avances en el debate y promoción del paradigma del ‘desarrollo sostenible’ (…) reiteran su decidida voluntad política y el apoyo irrestricto de las partes de realizar acciones adicionales para que la cooperación regional amazónica sea más eficaz y alcance resultados de mayor proyección” (p. 15). “es preciso reconocer la necesidad de fortalecer los existentes y crear nuevos espacios de comunicación y cooperación que permitan integrar los numerosos elementos comunes entre los países de la región y aprovechar los avances nacionales en materias sensibles al desarrollo sostenible amazónico, que contribuyan a superar las evidentes asimetrías entre los Países Miembros de la Organización” (p. 34).
Se observan aun otros indicadores en esas unidades de contexto. Cuando se
dice sobre “espacio concreto para la cooperación”, o “cooperación (…) sea más
eficaz”, o “fortalecer (…) y crear (…) espacios (…) de cooperación”, se notan rasgos
de los indicadores “Búsqueda del consenso, armonía política y convergencia de
acciones multilaterales”; y “Relacionamiento estrecho por medio de la OTCA”,
aspectos que también ayudan a superar las asimetrías dentro de la OTCA.
El texto “elevar la capacidad de las poblaciones locales de usufructuar los
beneficios (…) como parte de las metas nacionales de lucha contra la pobreza” tiene
que ver con el indicador “Generar un sistema de producción sostenible en las
fronteras, sentando la soberanía”. En otra cita, tal indicador es puesto como desafío. “No cabe duda que el principal desafío para los gobiernos de los países que comparten
91Si fueren, de hecho, garantizadas condiciones humanas para ello, sin las cuales aquello que era para ayudar a la defensa se tornaría vulnerabilidad.
148
la Amazonía, y en consecuencia para la OTCA, es el de contribuir a la creación de oportunidades económicas para las poblaciones amazónicas” (p. 25).
Se encontró, todavía, unidad de contexto que relaciona el indicador “Generar un
sistema de producción sostenible en las fronteras, sentando la soberanía” con el
indicador “Promoción de erradicaciones”: “debe otorgarse especial importancia al diseño y perfeccionamiento de alternativas a los cultivos de uso no lícito, que se han convertido en algunos de los países de la región en el principal obstáculo en la búsqueda de mejores condiciones de vida para sus poblaciones y generan riesgos a la sostenibilidad ambiental regional” (p. 28).
Como dice Gamboa (2011), las vulnerables condiciones sociales locales y las
tentadoras ganancias del narcotráfico vincularon a los indígenas y colonos con el
mercado de las drogas. Crear mejores condiciones de vida para las poblaciones por
medio del diseño y perfeccionamiento de alternativas a los cultivos ilegales sería
construir condiciones mínimas de desarrollo económico y social, mitigando
amenazas a la seguridad y fortaleciendo también la presencia del Estado.
Otro punto para la promoción de un sistema de desarrollo sostenible en las
fronteras es la infraestructura de salud, que también posee dinámicas de
securitización en los dos países, para consolidar la presencia de grupos humanos en
la región. En el capítulo anterior, fueron vistos como indicadores: “Promover el
desarrollo y la salud en regiones fronterizas”; “Promover el apoyo a salud a las
comunidades de la región”; “Instalar un Centro de Investigación de Enfermedades
Tropicales para la región amazónica”. La cita a seguir involucra esos indicadores: “la OTCA trabaja, con el apoyo técnico de la OPS/OMS, en el perfeccionamiento de dos proyectos regionales: Acciones Conjuntas de Cooperación entre Países de la Amazonía para Combatir la Malaria y Acciones Conjuntas de Cooperación entre Países de la Amazonía para la Red de Vigilancia Epidemiológica, que contribuyan a la reducción de la morbi-mortalidad, como consecuencia del mejoramiento y ampliación en la cobertura y en la calidad de los programas de prevención estratégico epidemiológicos y, en general, los servicios de salud ofrecidos a la población, así como por la puesta en marcha de un sistema de alertas tempranas y tratamientos oportunos” (p. 58-59).
Las enfermedades tropicales, las epidemias, la morbi-mortalidad, en colonos o
indígenas, son hechos que crean vulnerabilidades para el Vivir Bien (Bolivia) o
bienestar social (Brasil), perjudicando la búsqueda de la cohesión social y,
149
consecuentemente, colaboran con la proliferación del ilícito.
Otro indicador apuntado en el estudio de la defensa se refiere a la educación:
“Promover el apoyo a las comunidades de la región por medio de la educación a las
poblaciones carentes e indígenas”. La cita a continuación apunta esa acción: “(…) frente a la insostenibilidad de los modelos de desarrollo regional en la Amazonía, es necesario sustentar en la ampliación de la calidad y cobertura de los sistemas educativos, la transmisión de nuevas pautas de conducta necesarias para un modelo sostenible de progreso económico. Es decir, que contribuyan a convertir conductas usuales, internalizadas por los individuos, el respeto por el otro, por lo diverso y sobre todo, por el derecho que asiste a las generaciones futuras de disfrutar de condiciones ambientales y de oferta natural por lo menos similares a las que hoy tenemos acceso” (p. 59). Sería, por lo tanto, ampliar los sistemas educativos para mejorar la calidad de
educación que, a su turno, empoderará la población amazónica en los paradigmas
de desarrollo sostenible.
En términos materiales para la vigilancia y combate a crímenes transfronterizos,
las defensas de los países apuntan a acciones como: “Instalar sistemas de vigilancia
y control de carácter permanente, apoyado por un Sistema de Comunicaciones
integrado”, “Modernizar los sistemas tecnológicos de vigilancia y comunicaciones”,
“Disponer y desarrollar medios y capacidades de ejercer y mejorar la vigilancia, el
control y la defensa”, “Integrar el SIPAM”. Las unidades de contextos a continuación
permiten inferir influencias de esos indicadores:
“un papel preponderante está reservado al aprovechamiento de las tecnologías de la información y las comunicaciones (Tics), de manera que pueda modificarse el “círculo vicioso” derivado del relativo aislamiento regional actual, para transformarlo en un “círculo virtuoso” de comunicación y cooperación en tiempo real para la generación de conocimiento e intercambio tecnológico para el desarrollo regional” (p. 30). “(Para contribuir con el desarrollo, la OTCA debe incentivar) los programas nacionales de información y monitoreo sobre la región amazónica, que cuentan con potentes tecnologías de georeferenciación y análisis” (p. 55). “A fin de disponer de las mejores herramientas para la planificación, así como para fortalecer la capacidad de análisis de los procesos de cambio que ocurren en la región que sirvan a la toma de decisiones de los gobiernos de los países amazónicos y de la propia Secretaría Permanente, la OTCA gestionará el apoyo con agencias nacionales o regionales, tales como el SIVAM, IIRSA, y otros, para aprovechar los Sistemas de Información Geo-referenciada, de Monitoreo y Evaluación ya desarrollados” (p. 68).
150
Se verifica aquí clara influencia del actor securitizante brasileño “Sistema de
Protección Amazónica (SIPAM)92” en las estrategias de la OTCA.
Otro indicador de carácter físico encontrado fue “Asegurar la franca
navegabilidad en las vías fluviales a partir del paradigma de transporte multimodal”,
como se ve en la unidad de contexto siguiente: “instruyeron a la SP/OTCA para que (…) impulse un programa de trabajo orientado al establecimiento de una Red de Transportes en la Región, haciendo especial énfasis en los sistemas multimodales y la facilitación de la navegación en la Cuenca Amazónica” (p. 62-63). Para la Defensa, emprender sistemas multimodales es optimizar la flexibilidad y
movilidad para el control, vigilancia y acciones represivas contra crímenes
transnacionales.
Aun en el campo de la estructura física, la Defensa ve como acción mitigadora
de amenazas “la construcción de pequeñas centrales y redes de energía eléctrica”.
El Plan de la OTCA de 2004 también cita la acción: “cabe a la SP/OTCA, estimular las iniciativas dirigidas al desarrollo de tecnologías innovadoras para la generación energética, que utilizan de manera eficiente recursos alternativos como (…) pequeñas centrales hidroeléctricas que aprovechan pequeños cauces” (p. 63). La mejora de la infraestructura física de energía, por ende, permite una mayor
proyección de poder por parte del Estado, colaborando para que los asentamientos
humanos sufran menos tentaciones para recorrer al ilícito como garantía de calidad
de vida.
Del discurso de la Secretaria General por ocasión de la I Reunión Ministerial de
Defensa y Seguridad de la OTCA (Arteaga, 2006), se extrajeron interesantes
unidades de contexto con indicadores de dinámicas de securitización.
En relación con el fortalecimiento de la presencia de las FF. AA., Arteaga (2006)
dice: “(…) reconozco el exitoso pasado de las Fuerzas Armadas en la Amazonía lo que les ha otorgado la prominente posición de una de las instituciones con mayor presencia y que más conoce la región amazónica. En ese vastísimo territorio que conforma la
92Mayores detalles en la sección 3.3.
151
cuenca del mayor río del mundo, las Fuerzas Armadas están presentes en los más recónditos, distantes y aislados lugares. Son las Fuerzas Armadas las que llegan a donde las demás instancias del Estado Nacional no logran aproximarse. Así, además de su papel de defensa del territorio y otros que le señalan las respectivas Constituciones Nacionales, las Fuerzas Armadas, muchas veces, tienen el noble rol de ser el médico, el ingeniero, el asistente social, el educador, el que lleva el alivio y el socorro a los más desasistidos entre nuestros compatriotas (p. 4). Se corrobora, por lo tanto, en un discurso oficial de la representante de la
OTCA, la labor de las FF. AA. en promover el desarrollo y asistir a la población,
siendo la representación efectiva del Estado en los más remotos sitios amazónicos,
que involucra indicadores de dinámicas de securitización. Ello es ratificado por la
Secretaria en otra cita: Parece oportuno resaltar en este punto que, para el pleno ejercicio de la soberanía tenemos que viabilizar la revitalización socioeconómica de la Amazonía en una perspectiva que englobe aquello que sea posible en el actual estado de la técnica y respetando los dictámenes de la naturaleza. La solución para la Amazonía es su desarrollo sostenible. Es decir las soluciones para la Amazonía se sitúan, principalmente, en los planos político, económico y científico. Y las Fuerza Armadas deben actuar con carácter suplementario, apoyando, con su asistencia indispensables a los esfuerzos nacionales coordinados de los ochos países (p. 5). Como se ve, la OTCA observa que la solución para la Amazonía es el
Desarrollo Sostenible, siendo que su promoción debe ser asistida por las FF. AA. En
ese mismo discurso, Arteaga (2006) caracteriza estrategias para promover ese
Desarrollo. “La OTCA, convencida del carácter estratégico de la Amazonía para impulsar el futuro desarrollo de nuestros países, está empeñada en promover su desarrollo sostenible. De hecho, ya hay logros relevantes desde su reciente creación, entre los cuales se destaca la visibilidad política en el ámbito mundial de un organismo multilateral dedicado exclusivamente a las temáticas regionales de la Amazonía. Esa visibilidad se traduce en un intenso y fructífero diálogo técnico – político con una vasta red de organizaciones multilaterales y bilaterales; países amigos del continente y de otras regiones del globo, actores involucrados, de algún modo, en la protección y en el desarrollo sostenible de la Amazonía. Las interlocuciones mantenidas por la Secretaría Permanente han llevado a establecer alianzas estratégicas que están permitiendo concretar proyectos de gran relevancia para la región” (p. 3). La actuación ante actores internacionales proyecta una visión positiva de
interés de preservación por parte de los países amazónicos, colaborando para lograr
recursos y mitigando factores que legitimarían motivos para injerencia internacional.
152
La obtención de recursos favorece medidas socioeconómicas, que, a su turno,
facilitan que mujeres y hombres consoliden su presencia en la región, ayudando a las
estrategias de defensa y a sus dinámicas de securitización.
Entre esas estrategias de defensa, está la “Promoción de erradicaciones y
apoyo logístico a las operaciones contra el narcotráfico”, y “realizar acciones de
patrullaje, control de personas, de vehículos terrestres, de embarcaciones y de
aeronaves”. Esos indicadores también están presentes en el discurso de Arteaga. Es indiscutible la relevancia para la seguridad de nuestras naciones el rol que las Fuerzas Armadas juegan, cada una en el marco constitucional propio de su país, en el combate a conductas ilícitas que constituyen graves amenazas para el progreso humano (p. 4). Sin embargo, las FF. AA. necesitan recursos y tecnologías para vigilar y cumplir
esas actividades, lo que puede alcanzarse también en el marco de alianzas. A
seguir, se identificaron, en las dinámicas de securitización, demandas como: “Instalar
sistemas de vigilancia y control de carácter permanente, apoyados por un Sistema de
Comunicaciones integrado”, “Modernizar los sistemas tecnológicos de vigilancia y
comunicaciones”, “Disponer y desarrollar medios y capacidades de ejercer y mejorar
la vigilancia, el control y la defensa”, “Integrar el SIPAM”. El discurso de la Secretaria
converge a ello: “Entre esas alianzas se puede mencionar la propuesta de un convenio con el Gobierno brasileño, por intermedio de la Agencia Brasileña de Cooperación (ABC), para transferencia de la tecnología y metodología utilizada por el Sistema de Vigilancia de la Amazonía (SIVAM / SIPAM), para los demás Países Amazónicos, ejemplo concreto de las amplísimas posibilidades que pueden ser desarrollada en el marco del privilegiado espacio técnico-político y de la positiva agenda que caracterizan a la OTCA. (p. 3-4). Ese discurso también refleja notable influencia de dinámicas brasileñas y sus
actores funcionales.
Como fue dicho anteriormente, la promoción y avance del desarrollo sostenible
pasa por un proyecto educativo. En ese sentido, la Secretaria apunta acciones: “En los campos educativo, científico y cultural, en este momento se está realizando la Expedición "Conociendo la Amazonía", iniciativa de la OTCA que recorrerá más de 6.000 km, entre Quito, en el Ecuador, tomando el río Napo, a lo largo de los territorios de Ecuador y Perú, en dirección al Amazonas, hasta culminar en Brasilia. Durante la Expedición se realizarán actividades de enseñanza e investigación, en la cual participarán 45 jóvenes estudiantes, con edad entre 15 a 18 años, cerca de 30
153
científicos-educadores de Universidades Amazónicas de los Países Miembros, pertenecientes a diversas áreas académicas, además de periodistas y personal de apoyo (p. 3).
Eventos así ayudan a la concientización de la necesidad de la presencia del
Estado en esas regiones, lo que contribuye a la aprobación de proyectos que
involucren la seguridad y defensa de sitios tan remotos.
Del acta de la I Reunión Ministerial de Defensa y Seguridad Integral de la
Amazonía de los países miembros de la OTCA (OTCA, 2006), se notan indicadores
en las palabras de acogida del anfitrión y de la Secretaria General. “El Ministro (de Colombia) reiteró la importancia de fortalecer los lazos de cooperación entre los Estados de la región para combatir de forma más efectiva las diversas amenazas que se ciernen sobre la Amazonía en respuesta a su indiscutible carácter trasnacional” “El Ministro (de Colombia) resaltó el importante papel que están llamadas a desempeñar las Fuerzas Militares en el proceso de preservar la integridad de la región amazónica, especialmente en las zonas de frontera donde la acción de las fuerzas policiales se dificulta debido a las particulares condiciones geopolíticas de la Amazonía. Las capacidades con que están dotadas las Fuerzas Militares en aspectos aéreos y fluviales las convierten en una de las más importantes herramientas de las que disponen los Estados de la región para preservar la Amazonía y para formar un frente unido que permita operativizar decisiones, servir de apoyo a las fuerzas de policía y alcanzar metas concretas en el mediano y corto plazo”.
Las palabras del anfitrión denotan las dinámicas de securitización: “definir un
nuevo rol para las FF. AA.”, “fortalecer la presencia de las FF. AA. en zonas
amazónicas remotas y de la búsquedas por soluciones multilaterales”. “A continuación, la Secretaria General de OTCA se dirigió (…) destacando que la Organización es un espacio por excelencia para la cooperación y coordinación de los esfuerzos tendientes a encontrar soluciones a los problemas de la región. (…) En este marco se destacan las amplias posibilidades que pueden ser desarrolladas en el SIVAM – SIPAM”.
La Secretaria de la OTCA, más de una vez destaca la influencia brasileña del
indicador “Integración del SIPAM”.
Después de ello, empezó la discusión sobre los siguientes tres temas: el
primero fue “Crimen trasnacional organizado: Tráfico de drogas ilícitas, precursores
químicos, armas, municiones y explosivos”. Se destacan las unidades de contexto
por País, con comentarios aplicados a los indicadores de dinámicas de
154
securitización. “la delegación de Bolivia afirmó que no cuenta con la tecnología y los medios necesarios para hacer frente a las amenazas mencionadas con anterioridad, y por lo tanto reconoce la importancia de la cooperación con sus países vecinos. Para ello reconoció la importancia de utilizar sus Fuerzas Militares en esta tarea”.
Las amenazas son emergentes y deben ser mitigadas, pero no hay recursos.
¿Soluciones? La Cooperación con los vecinos y el apoyo de las FF. AA. en las
operaciones. “Las Fuerzas Armadas brasileñas pueden ser empleadas, episódicamente, cuando exista el compromiso de la operacionalidad de los órganos de Seguridad Pública, o sea, en casos de extrema gravedad (…) Continúa la intervención de Brasil creyendo que la cooperación entre nuestros países se podrá reforzar mediante el incremento del intercambio de información entre los órganos competentes de las Fuerzas Armadas y de los Ministerios de Defensa, respetándose los límites legales de cada país y las normas del derecho internacional”.
No se define nuevo rol para las FF. AA., pero se admite su empleo en cuadro
de anormalidades contra esos delitos transnacionales, caracterizando la
securitización del tema. Recoge al intercambio de informaciones para el aumento de
la confianza mutua y, consecuentemente, al incremento de la cooperación en el tema
de crímenes transfronterizos. “(Colombia) resaltó que es necesario considerar que los problemas y amenazas que enfrentamos son transfronterizos y requieren de una estrecha cooperación entre todos los países de la región para enfrentarlos con éxito. El Ministro enfatizó que enfrentar estas amenazas de forma individual solamente facilitan la acción de las organizaciones dedicadas a actividades como el tráfico de drogas o armas, que se valen de las condiciones geográficas propias de la región y de la falta de cooperación para seguir operando con éxito”.
La estrecha cooperación en ese tipo de tema fue uno de los indicadores
apuntados en el estudio de las dinámicas de securitización. Cabe destacar la visión
de que, sin cooperación, las acciones del crimen organizado son facilitadas.
“la Política de Defensa de Ecuador recoge las formas de cooperación de las Fuerzas Armadas con otros órganos de seguridad, para combatir las nuevas amenazas a las que se ha hecho referencia a lo largo de la reunión, por tanto, es importante el desarrollo de una estrategia integral dónde las diferentes instituciones asuman sus responsabilidades y se establezca la especificidad de sus tareas”. Aquí se destaca el indicador brasileño de dinámica de securitización
155
“Implementar políticas coordinadas entre los órganos del gobierno”. “Es de destacar la propuesta presentada por Perú, en el sentido de reconocer la necesidad de hacer frente a los temas de Seguridad y Defensa en la región amazónica. Para lo cual, propuso la creación de una Comisión Especial sobre Defensa y Seguridad Integral de la Amazonía, recibiendo la aceptación de Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador y Surinam a fin de recomendar a la próxima Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores de la OTCA, la creación de esta comisión especial con fundamento en el Artículo 24 del Tratado de Cooperación Amazónica con la finalidad de apoyar las políticas sectoriales de los ejes de la OTCA”. Como dice Antiquera (2006), las comisiones especiales son los medios más
eficaces de la OTCA. La propuesta peruana de crear una comisión especial sobre
Defensa y Seguridad abarcó tornar la OTCA un foro permanente de esos temas,
securitizándolos definitivamente. “La delegación de Surinam, consideró importante el desarrollo de soluciones integrales a las diferentes amenazas derivadas del crimen transnacional, y por lo tanto propone la negociación de una comisión especial en el marco de OTCA que permita abordar estos problemas de forma directa y eficaz”. De la misma forma que Perú, Surinam ve como solución ese foro permanente
de Defensa y Seguridad. “La Delegación venezolana señaló que el Gobierno Nacional de Venezuela le imprime una alta importancia a la consideración de los temas de lucha contra el tráfico ilícito de drogas y armas, tanto a nivel nacional, bilateral y multilateral. Señaló igualmente que los temas forman parte de las agendas de la Organización de Estados Americanos y de las Naciones Unidas (…) La delegación venezolana hizo especial mención a la Resolución 3314 de las Naciones Unidas del 14 de diciembre de 1974, en la que se define a la Agresión como ‘el uso de la fuerza armada por un Estado contra la soberanía, la integridad territorial o la independencia política de otro Estado’”. Se observa, por lo tanto, que Venezuela ve con cuidado la cuestión de una
comisión especial de Defensa de Amazonía, pues podría legitimar la entrada de
fuerzas militares ajenas en otra soberanía.
En 2008, Colombia capturó guerrilleros de las FARC en Ecuador. Ese fue
considerado un atentado a la soberanía ecuatoriana y hubo, según Alves (2009),
cierto inmovilismo de la OTCA, lo que perjudicó la confianza en las definiciones de
seguridad de ese marco multilateral. Además, la creación de la UNASUR, y su
respectivo Consejo de Seguridad, desplazó los temas de defensa y seguridad
amazónica al ámbito regional sudamericano, con vistas a buscar crear una Zona
156
Sudamericana de Paz. Conforme Alves (2009), ese cambio determinó la
desecuritización del tema en la OTCA, subregional, pues se securitizó en el nivel
regional, la UNASUR. Sin embargo, se identifican todavía dinámicas de
securitización influyendo en las estrategias de la OTCA.
El segundo tema de la Reunión fue “la interdicción y sistemas de vigilancia y
protección de la Amazonía”. Sobre ello, se resaltan los siguientes discursos: “La delegación de Bolivia manifestó la necesidad de compartir el mecanismo sobre todo en el espacio aéreo para recuperar la soberanía de los países de la Amazonía, para hacer tareas de interdicción pero respetando la soberanía de cada país. En materia fluvial, Bolivia tiene varios ríos navegables que comunican distintas poblaciones a través de los mismos, los cuales son a su vez utilizados por la delincuencia organizada, por lo tanto, se requiere de un sistema de vigilancia para prevenir estas situaciones”.
Bolivia, así, corrobora la necesidad de mejorar sus medios de vigilancia,
aspecto anteriormente visto en sus dinámicas de securitización, y ratifica la
importancia de las tareas de interdicción aérea, hecho represivo que involucra la
destrucción de aeronaves hostiles, medida de securitización brasileña. “(Para Brasil)), el incremento de la cooperación, el compartir e integrar los productos y servicios en la región, se puede tomar como un instrumento esencial para profundizar estas relaciones, especialmente en el campo de la defensa. Varias son las posibilidades para esta cooperación, estando el gobierno brasileño dispuesto a compartir la experiencia adquirida con la implantación del proyecto SIPAM – SIVAM, el cual está transformando la Amazonía brasileña en una atractiva plataforma de inversiones, productora de riqueza y generadora de desarrollo y bienestar social, todo esto de manera sustentable y en armonía con las necesidades ambientales”. En ese discurso, queda muy claro que, en el objetivo “vigilancia del espacio
amazónico”, Brasil asume el papel de agente securitizador, teniendo como actor
funcional el SIPAM-SIVAM. Ampara su cooperación a partir de los conceptos de
desarrollo sostenible y del estímulo a la inversión extranjera. “El Señor Ministro de la Defensa de Colombia resaltó que con el objetivo de mejorar las capacidades de interdicción en las zonas de frontera es recomendable que los países de la región trabajen para diseñar planes conjuntos de interdicción fluvial y aérea y promuevan la creación de mecanismos intergubernamentales para el acceso al sistema SIVAM - SIPAM, determinando la cobertura mínima útil para la información satelital en zonas de frontera”. En ese discurso, se pueden observar indicadores de dinámicas de
157
securitización como: “Combatir las nuevas amenazas buscando soluciones de forma
multilateral”, “Modernizar los sistemas tecnológicos de vigilancia y comunicaciones”,
“Relacionamiento estrecho por medio de la OTCA”, “Destruir aeronave que sea
clasificada como hostil” e “Integración del SIPAM”, demostrando la influencia de
dinámicas de seguridad en las estrategias de la OTCA. “(Para Ecuador), La estructura para el control e interdicción marítima y aérea, está directamente bajo responsabilidad de la Fuerza Naval y de la Fuerza Aérea en los espacios acuáticos, marítimos, fluviales, control de puertos y de tránsito marítimo. (…) También es importante mencionar las tareas de vigilancia, reconocimiento y protección de fronteras que el ejército ecuatoriano realiza en forma permanente a través de un sistema integrado de destacamentos, patrullaje y vigilancia radárica, con la colaboración del Centro de Levantamiento Integrado de Recursos por Sensores Remotos (CLIRSEN) y una escuadrilla de aviones para interdicción aérea. La propuesta de la delegación ecuatoriana es mejorar los mecanismos de seguridad cooperativa en el ámbito subregional, ante lo cual reconocemos la importancia del SIVAM-SIPAM, no obstante, existen problemas de recursos limitados para adoptar un sistema sofisticado como el mencionado debido a que sobrepasa la capacidad de los Estados, para lo cual la secretaría de la OTCA debería orientar sus esfuerzos a la consecución de los recursos para la cooperación de un sistema de vigilancia integrado para la Amazonía”. Por ende, se nota que Ecuador legitimiza los mismos indicadores vistos en el
discurso colombiano; es de destacar el hecho de que Quito resalta los recursos
limitados de los estados y sugiere que la OTCA oriente sus esfuerzos a la obtención
de recursos extranjeros para instalar el SIPAM-SIVAM. “Perú expuso que el tema de interdicción aérea es de suma importancia y citó los Acuerdos que tiene con Brasil y Colombia. (…) Asimismo, Perú manifestó que ha iniciado el proceso de acceso a las informaciones generadas por el Sistema de Vigilancia de la Amazonía (SIVAM) y a la integración peruana al SIPAM, creando un Centro de Vigilancia de la Amazonía con capacidad para intercambiar informaciones”.
Se notan los mismos indicadores que los últimos dos casos; destaca en el
discurso de Perú la importancia de la confianza mutua que posibilite intercambio de
informaciones. “Venezuela agradece la oferta de Brasil con relación a su proyecto SIVAM-SIPAM y considera que en el marco aceptado por los Cancilleres es el camino para trabajar en el marco de la OTCA, lo cual no impide las iniciativas bilaterales que puedan acordar los Estados sobre el tema de cooperación con la iniciativa brasilera sobre la materia”.
En el discurso venezolano, se identifica claramente la manera en que una
158
dinámica de securitización influencia estrategias de la organización. La acción de
securitización “integrar el SIPAM” fue un marco aceptado por los Cancilleres, que
pasaron a trabajar ese tema como estrategia, en el marco de la OTCA.
En el proceso evolutivo de la OTCA fue aprobada, en 2010, la Nueva Agenda
de Cooperación Amazónica (OTCA, 2010).
Como ya fue visto, se reformularon los enunciados de la visión y de la misión de
la OTCA. Una diferencia relevante de la nueva visión es que la OTCA debe actuar
con base a “los principios de pleno ejercicio de la soberanía en el espacio
amazónico, el respeto y armonía con la naturaleza, el desarrollo integral sustentable
y la reducción de asimetrías de los Estados de la Región” (p. 15).
El respeto y armonía con la naturaleza tiene que ver con el indicador boliviano
de dinámica de securitización “Garantizar, con todos los recursos de poder
disponibles, las prácticas del Vivir Bien”, ya que ese paradigma justamente plantea la
armonía, equilibrio y respeto a la naturaleza. El desarrollo integral sustentable93
busca asegurar la no-prioridad de cuestiones económicas en el avance del tema de
desarrollo. La reducción de asimetrías entre los Estados refleja la necesidad de
optimizar el indicador “Búsqueda de armonía política y convergencia de acciones
multilaterales”.
En la nueva misión, se destaca la finalidad de permitir “una paulatina incorporación de estos territorios a las respectivas economías nacionales; promueve la adopción de acciones de cooperación regional que resulten en la mejora de la calidad de vida de los habitantes de la Amazonía” (p. 15-16). La mejora de la calidad de vida y su incorporación en la economía nacional
converge a las dinámicas de vivificación de las fronteras. Es decir, tanto la visión
como la misión poseen aspectos que buscan consolidar la presencia de grupos
humanos en la Amazonía, lo que colabora con la seguridad.
93Algunos autores hacen distinciones entre los conceptos de “desarrollo sustentable” y “desarrollo sostenible”. Para Ribera (2008b), por ejemplo, “sustentable” se refiere a incorporación de las condiciones ecológicas para sustento del proceso económico, mientras “sostenible” se refiere a la durabilidad o continuidad temporal del proceso económico o del uso de los recursos. La OTCA estandarizó, en su Nueva Agenda Estratégica (OTCA, 2010), que los términos “sustentable” y “sostenible” son utilizados de acuerdo a la base jurídica de cada País Miembro.
159
La Nueva Agenda también define nuevos objetivos a la OTCA. Uno de ellos es:
“Promover la articulación de los Planes y Programas de los Países Miembros para el
desarrollo de las poblaciones amazónicas, prestando atención especial a las
poblaciones vulnerables, los pueblos indígenas y otras comunidades tribales” (p. 16).
Considerando que los planes y programas de los Países Miembros poseen
dinámicas de securitización, particularmente cuando tocan en temas como atención a
poblaciones vulnerables94, la articulación de esos temas seguramente va a traer las
dinámicas para el marco multilateral, influyendo en la construcción de las estrategias
de la organización.
En la sección “Abordaje temático”, la nueva agenda apunta actividades, de
forma objetiva, para la consecución de los objetivos estratégicos de la Organización.
Para su análisis, esas actividades fueron agrupadas por indicadores de dinámicas de
securitización.
- Indicadores: “Promover el asentamiento de grupos humanos y la creación de
polos de desarrollo en regiones fronterizas”; “Generar un sistema de producción
sostenible en las fronteras, sentando la soberanía”; “Vivificación de las fronteras, con
el avance del proyecto de desarrollo sostenible”; “Construcción de infraestructura
(carreteras, puertos, puentes, pequeñas centrales y redes de energía eléctrica etc.)”. “Promover acciones tendientes a facilitar el acceso equitativo, en la medida de lo posible, de aguas de calidad para la sociedad civil en su conjunto, con énfasis en las poblaciones vulnerables, los pueblos indígenas y otras comunidades tribales (…) Estimular la participación de las poblaciones vulnerables, pueblos indígenas y otras comunidades tribales en debates sobre los recursos hídricos (p. 25)”. “Identificar iniciativas exitosas de aprovechamiento sostenible de recursos naturales por las poblaciones locales y promover su intercambio (…) Promover el intercambio de experiencias en la gestión de impactos de las obras de infraestructura y otras iniciativas de desarrollo con impactos potenciales sobre áreas protegidas” (p. 31) “Promover el establecimiento de estudios (…) para profesionales que estudian en áreas de frontera, para incentivar su permanencia en la zona” (p. 45). “Promover las iniciativas económicas seleccionadas que promuevan empleo y generen renta en zonas fronterizas (…)
94 Que también pasó a ser un eje de abordaje transversal de la Nueva Agenda.
160
Promover el intercambio tecnológico entre los Países Miembros para implementar en la región acciones de infraestructura energética de bajo consumo de carbono respetuosas de los ecosistemas y paisajes amazónicos” (p. 54). Tal como el Plan Estratégico de 2004, la Nueva Agenda de la OTCA indica
también su preocupación por mejorar las condiciones humanas (educación, energía,
acceso a agua, empleo, renta) para consolidar la presencia de mujeres y hombres en
sus regiones fronterizas. Lo que cambió, de forma relevante, fue la inserción de la
gestión de los impactos sobre las áreas protegidas, que colabora con la preservación
de recursos naturales. Busca también proporcionar el intercambio de experiencias
seleccionadas de desarrollo sostenible entre los países, para su aprovechamiento
regional.
- Indicadores: “Capacitación de los Recursos Humanos en las zonas fronterizas
para la realización de obras de estructura social y productiva”, “Promover el apoyo a
las comunidades de la región por medio de educación a las poblaciones carentes e
indígenas”. “Promover iniciativas de educación a distancia y la elaboración de material y contenido
diferenciados para diferentes sectores y actores” (p. 40). “Promover el establecimiento de estudios de Cuarto Nivel para profesionales que
estudian en áreas de frontera” (p. 45).
La educación, además de ayudar a consolidar la presencia de los grupos
humanos en las regiones fronterizas, les empodera para que no se seduzcan con las
atracciones de los delitos transnacionales, y les permite conocer mejor sus derechos,
lo que, a su vez, pone de relieve la importancia de la presencia del Estado en
cuestiones de seguridad.
- Indicadores: “Promover el apoyo a las comunidades de la región por medio de
la salud a las poblaciones carentes e indígenas”; “Investigaciones de Enfermedades
Tropicales para la región amazónica”. “Promover el desarrollo de un sistema de vigilancia epidemiológica (…) como apoyo a
los esfuerzos de los Países Miembros” (p. 41). Las FF. AA., por medio de sus servicios de sanidad, buscan colaborar con el
Estado en la promoción de la Salud en regiones fronterizas. Esa colaboración, a su
161
vez, facilita que el instrumento militar ejerza su labor preventiva y represiva con el
apoyo de la población. Si un sistema de vigilancia epidemiológica es desarrolla, su
acción, dentro de cada país, se verá optimizada.
- Indicador: Implementación del Plan Seguridad Alimentaria, para mejorar la
calidad de vida de comunidades pobres, a través del fortalecimiento y diversificación
de la producción agropecuaria. “Seguridad alimentaria y nutricional de los pueblos indígenas de la Amazonía” (p. 38) “Articular programas de vigilancia nutricional enfocados a los pueblos indígenas y otras comunidades tribales (estudios de crecimiento y desarrollo)” (p. 44). La seguridad alimentaria es muy importante para mantener la paz en una
región. El agravamiento de esas condiciones puede, incluso, exacerbar la
polarización de diferencias étnicas, creando conflictos. Buscar garantizar esa
seguridad en el marco multilateral puede evitar, incluso, que esos problemas
involucren comunidades indígenas transnacionales, lo que sería un peligro para la
seguridad pan amazónica.
- Indicador: Asegurar la franca navegabilidad en las vías fluviales a partir del
paradigma de transporte multimodal. “Propiciar procesos de diálogo para analizar los impactos de la incorporación de las regiones amazónicas a los sistemas económicos nacionales (productivos y no productivos) a través de la conectividad vial y fluvial y de las tecnologías de la información en armonía con la preservación de los ecosistemas y paisajes y los servicios ambientales asociados, coordinando, en lo posible, las actividades con el Consejo Suramericano de Infraestructura de la UNASUR (p. 46). Este indicador, en comparación con el Plan Estratégico de 2004, posee dos
puntos que llaman la atención: (1) la importancia dada al análisis de los impactos
ambientales; (2) la transferencia de esa discusión al ámbito de la UNASUR. Así,
puede verse cómo acciones de las dinámicas de securitización migran de nivel e
incorporan otros actores funcionales (preservación ambiental).
- Indicadores: “Acercamiento de políticas entre países para encontrarse
soluciones multilaterales, a través de la unificación de esfuerzos”; “Búsqueda del
consenso, armonía política y convergencia de acciones multilaterales”; y
162
“Relacionamiento estrecho por medio de la OTCA”. “Fortalecer las iniciativas de (…) operación coordinada entre Áreas Protegidas (AP) colindantes en zonas de frontera” (p. 28) “Promover un sistema de información compartido y complementario entre los países de la región” (p. 29) “Reforzar el papel de la OTCA como foro de diálogo y espacio para impulsar el desarrollo sostenible de la región amazónica”. (p. 39) “Desarrollo de un sistema de información integrado con acceso de los Países Miembros”. (p. 39) “Acceso abierto a la información de la Amazonía generada por los países” (p. 40).
La integración del sistema de informaciones es esencial para la creación y
mantenimiento de la confianza mutua, e imprescindible para la consecución de los
objetivos multilaterales de la OTCA. En las áreas indígenas colindantes en zonas de
frontera, el fortalecimiento de esa confianza mutua es imprescindible para el control
de actividades ilícitas que pueden camuflarse justamente en el régimen de protección
de esas áreas.
4.2.2 Identidad
En el Plan Estratégico de la OTCA (2004-2012), se verifican citas sobre indicadores
de dinámicas de securitización de la cuestión de la identidad.
El indicador “Respeto a la identidad y a la diversidad para crear unidad” está
contenido en las unidades de contexto a continuación: “resulta fundamental el reconocimiento al aporte y potencialidades derivadas de los conocimientos tradicionales de las poblaciones locales que durante milenios o centurias, han desarrollado fórmulas adaptativas y acumulado importantes conocimientos sobre el funcionamiento de los ecosistemas y sobre gran parte de las especies regionales, que deben ser preservados y aprovechados en el marco del respeto al diálogo intercultural, permitiendo además intervenir de manera mancomunada en la defensa de los derechos e intereses de nuestras naciones sobre su diversidad cultural” (p. 30). “La OTCA pretende incentivar planes y proyectos turísticos que promuevan los valores del desarrollo sostenible amazónico, respeten los intereses de las poblaciones locales, el valor del patrimonio cultural de las comunidades tradicionales, asegurando su
163
participación en los beneficios generados” (p. 48). “Un componente asociado al ordenamiento territorial tiene que ver con el reconocimiento de la diversidad cultural regional, que es resultado del complejo entramado de relaciones sociales entre los distintos grupos y tipos de población, crecientemente urbanizada, de la que hacen parte campesinos migrantes de otras regiones o países, grupos afroamericanos, y pueblos indígenas, entre otros (…)en el sentido de relievar el papel central que corresponde a los pueblos indígenas en el desarrollo sostenible de la Amazonía” (p. 55).
En un sentido de defensa, reconocer identidades, sin exacerbar de diferencias
de forma polarizada, es buscar garantizar un ambiente de paz social. En esas citas,
se observa que la intervención de los Estados en determinadas situaciones, como
conflictos que involucran aspectos étnicos, es mejor ejecutada si se consideran y
respetan los intereses y las tradiciones de los pueblos locales.
También se observa que esos pueblos juegan un papel central en el desarrollo
sostenible, como actores funcionales de securitización, y que deben participar de las
ganancias generadas por las actividades económicas en que su patrimonio cultural
sea clave, como el turismo, lo que hace aumentar los ingresos locales y,
teóricamente, mejora las condiciones de vida, disminuyendo las vulnerabilidades a la
seguridad. Otras citas también traen aspectos conexos: “Una de las prioridades del Plan Estratégico es lograr la participación efectiva de las poblaciones indígenas de cada país de la Amazonía en programas que le afecten o incluyan” (p. 56). “La promoción del respeto por el conocimiento tradicional, y de los derechos de obtentores sobre el uso de la biodiversidad amazónica son también tareas de la OTCA” (p. 57). “Como parte constitutiva de este esfuerzo, de amplio efecto en los procesos de inclusión social, debe darse prioridad al impulso de la educación intercultural bilingüe, que respete y aproveche la diversidad de saberes que forman el mosaico cultural de la región Amazónica” (p. 60).
Se nota que, más que un respeto a la identidad indígena, que podría sólo
resultar en la visión romántica estudiada por Ribeiro (1996)95, la OTCA impulsa la
participación, el uso de recursos y la educación de los indígenas, capacitándolos
para ser voz activa en los procesos decisorios. Un militar que, en sus funciones de 95Ver sección 3.1.3
164
administrador de la violencia, percibe al indio a partir de actitudes etnocéntricas,
románticas o absentistas, está consumando su fracaso. La diversidad de saberes es,
justamente, una de las riquezas amazónicas y debe ser valorizada.
A partir de nuevas demandas, el Plan Estratégico de 2004 fue remodelado
mediante una Nueva Agenda (OTCA, 2010), que incluye, como objetivo estratégico, “Promover y diseminar la cultura de los pueblos que habitan en la Región Amazónica así como fomentar el respeto y la protección de los conocimientos y saberes ancestrales y actuales de la Región Amazónica” (p. 16). Tal objetivo se aproxima al indicador boliviano de dinámicas de securitización:
“Promover el desarrollo de la cultura plurinacional para fortalecer y enriquecer la
identidad histórico-cultural, como modo de profundizar la cohesión”. De esa forma, en
el campo militar, se mitigan también mayores riesgos de conflicto de origen étnico,
incluso transnacional.
La Agenda propone actividades que involucran los indicadores levantados en el
estudio de la defensa de Bolivia y Brasil, como se ve:
- Indicador: “Implementar políticas para garantizar el Vivir Bien, empleando
todos los recursos de poder disponibles”. “Promover el reconocimiento de los conocimientos ancestrales para la conservación de bosques” (p. 36). “Formular programas de apoyo específico para pueblos indígenas amazónicos para hacer frente a los impactos del cambio climático, en el marco del respeto a su cultura y sus derechos” (p. 53). Para garantizar el Vivir Bien, fin supremo de la Defensa boliviana, el
reconocimiento de los saberes, culturas y derechos ancestrales en el marco de la
OTCA es un importante hito de proyección de sus dinámicas de securitización, que
facilitan los emprendimientos nacionales en ese sentido. La interrelación de equilibrio
y armonía con la naturaleza ayuda a la preservación de los recursos naturales.
- Indicador: Conciliación de intereses, necesidades y afinidades en el ámbito
regional. “Elaborar un marco estratégico para una agenda regional de protección de los pueblos indígenas en aislamiento voluntario y contacto inicial, en el marco del respeto de sus derechos y la normativa interna de los Países Miembros de la OTCA” (p. 35).
165
Más allá de la importancia del reconocimiento de las identidades indígenas,
conciliar afinidades de pensamiento entre los países sobre la temática puede evitar la
concertación de ideas de fragmentación territorial por parte de grupos indígenas
transnacionales, así como fue la balcanización, lo que no interesa a ningún país
estudiado.
Indicadores: “Generar material de cohesión de la población en el respeto a la
pluriculturalidad”; “Promover el desarrollo de la cultura plurinacional para fortalecer y
enriquecer la identidad histórico-cultural, como modo de profundizar la cohesión”. “Establecer espacios de intercambio y sistematización de experiencias interculturales para la formulación de contenidos y materiales de capacitación: de experiencias de gestión de conocimientos tradicionales y para elaborar una propuesta de un plan de educación” (p. 36). “Crear conciencia sobre (…) (las) culturas indígenas ancestrales a través de actividades de educación con materiales y enfoques diferenciados por sectores y actores” (p. 39). Para que haya respeto a las diferentes culturas, es necesario divulgarlas. Al
divulgar e intercambiar experiencias referentes a las distintas culturas en una
proyección subregional o regional, las diferentes etnias, capas sociales y pueblos de
un país tienden a identificarlas como suyas, colaborando para la cohesión nacional y
para una visión multiculturalista de respeto96.
- Indicador: “Regularizar la propiedad de tierras y ampliar la seguridad jurídica,
evitando conflictos entre colonos, indígenas y empresarios”. “Promover el intercambio de experiencias en la gestión de áreas protegidas en las que coinciden otras formas de ocupación y uso de tierra (tierras indígenas, afro-descendientes, poblaciones tradicionales, entre otras)” (p. 31). La demarcación de TI, TCO, áreas protegidas, como parte del reconocimiento a
los pueblos autóctonos, es común en el ambiente pan amazónico. Por otra parte, las
políticas de colonización y expansión de fronteras en los diversos países
determinaron la concesión de propiedad de diversas tierras a personas no indígenas.
96Un ejemplo es el samba en Brasil, que antes era aspecto cultural de los afrodescendientes y pasó a identificar a toda la nación.
166
Cuando las nuevas demarcaciones coinciden con la propiedad de los no indígenas,
se crean conflictos que involucran características étnicas. En ese marco, el
intercambio de soluciones inteligentes es inmensamente importante para no
exacerbar polarizaciones étnicas.
4.2.3 Preservación de recursos naturales
De la lectura del Plan Estratégico 2004- 2012 (OTCA, 2004), primeramente se
destaca una visión eslabonada entre los indicadores “Desarrollar avances de
proyecto de desarrollo sostenible”, “Promover relaciones estrechas, multilaterales y
de cooperación por medio de la OTCA” y “Ejecutar una serie de acciones
estratégicas orientadas a la ampliación de la cooperación con los países vecinos”,
como se ve en las estrategias a continuación. “El desafío del agua como sustento del desarrollo. Sin agua no hay desarrollo posible, por lo que es urgente definir una visión regional y una acción integrada para los recursos hídricos, en la que el manejo sostenible de las cuencas amazónicas y la cooperación entre los países desempeñe un papel protagónico” (p. 33). “la SP/OTCA ha dado los primeros pasos para desarrollar lazos de cooperación con el Programa Man and Biosphere (MAB) del Programa de las Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (UNESCO), que permita aprovechar este espacio intergubernamental para la consolidación, preservación y ampliación de las reservas de biosfera, varias de la cuales abrigan subregiones amazónicas estratégicas, en algunos de los Países Miembros, así como para el diseño y ejecución del Programa Regional para Gestión Sostenible de las Áreas Protegidas Amazónicas” (p. 49). “la OTCA, en alianza con la UICN (Unión Mundial para la Naturaleza), planea formular una iniciativa orientada a promover la cooperación entre los diferentes actores nacionales (gubernamentales y no gubernamentales) y la cooperación internacional, así como construir sinergias entre las diferentes agendas e intereses sectoriales en Amazonía” (p. 73). Se observa que la OTCA percibe que, para avanzar con el tema de desarrollo
sostenible, es necesaria la cooperación con organismos multilaterales y otros actores
nacionales, gubernamentales o no. Hay un riesgo que eso pueda favorecer
aspiraciones de injerencia externas o la actuación de ONG de propósitos dudosos.
Aun así, esas alianzas son indispensables para la captación tecnológica y para la
167
divulgación internacional del interés local sobre la sostenibilidad, legitimando
acciones soberanas de esos países, lo que colabora con la Defensa.
Para la OTCA, esa construcción de alianzas favorece incluso el combate a los
crímenes ambientales. “la SP/OTCA considera de la mayor relevancia la construcción de alianzas, así como de brindar apoyo técnico y jurídico para enfrentar las amenazas comunes derivadas de la biopiratería, comercio ilegal de fauna y flora silvestre, así como la protección de los derechos de propiedad intelectual y patentes sobre nombres, productos y bienes de origen amazónico, y de los conocimientos tradicionales asociados” (p. 53). Por lo tanto, si se logran los propósitos de las alianzas, se optimiza la misión de
las FF. AA., cual es la de proteger y defender los recursos naturales. En este sentido,
también se están promoviendo iniciativas en el campo de la investigación científica. “Adicionalmente, desde 2002, viene articulándose la llamada Iniciativa Amazónica, como un consorcio inicialmente establecido entre varias Instituciones nacionales de Investigación Agropecuaria (INIAS), como la Empresa Brasilera de Pesquisa Agropecuaria (EMBRAPA); la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (CORPOICA); el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria del Perú (INIA); el Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP); el Instituto Nacional Autónomo de Investigaciones Agropecuarias del Ecuador (INIAP); y los centros internacionales de investigación agropecuaria, como el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT); el Center for Internacional Forestry Research (CIFOR); y, el International Center for Research in Agroforestry (ICRAF), (…) con el propósito de contribuir en la formulación de políticas, desarrollar tecnologías e innovaciones institucionales capaces de reducir o revertir los impactos negativos derivados de los sistemas insostenibles de uso de la tierra en la Amazonía (p. 72-73). La cooperación internacional también es importante para la obtención de
recursos, indicador relevante de las dinámicas de securitización levantadas en el
capítulo anterior. Las unidades de contextos siguientes traen esa cuestión. “la formulación y el desarrollo de un Programa Regional para la Gestión Integrada de los Recursos Hídricos, para lo cual el Global Environment Facility (GEF) aprobó una contribución de 700 mil dólares estadounidenses” (p. 39) “compete a la OTCA propiciar mecanismos que impulsen la inversión y el comercio de los productos y servicios de la biodiversidad o amigables con ella para alcanzar los objetivos del Convenio de Diversidad Biológica (CDB) y avanzar en el desarrollo sostenible de la Amazonía” (p. 52). Para el avance en el tema de desarrollo sostenible de la Amazonía, las
poblaciones locales no pueden privarse de los recursos del bosque para su sustento.
168
Así, la OTCA busca alternativas para que, utilizándose los recursos naturales, no se
deteriore el medio ambiente, acorde al indicador de securitización “Preservar el
medio ambiente con equilibrio ecológico, promoviendo el aprovechamiento
responsable y planificado de los recursos naturales”, como se ve en las citas: “un nuevo enfoque sobre la administración de los recursos naturales y del medio ambiente puede generar importantes beneficios económicos a partir del desarrollo de actividades innovadoras en otros sectores promisorios para la generación y retención de renta tales como: conocimiento genético, ecoturismo, productos maderables y no maderables con certificación de origen para su aplicación en productos fitoterapéuticos, cosméticos y alimenticios (p. 25). “iniciar un proceso que permita comercializar (…) exclusivamente maderas tropicales provenientes de recursos forestales planificados y ordenados de manera sostenible” (p. 44). La generación y retención de renta también es un factor importante para la
consolidación de grupos humanos en la región, que es una estrategia común para la
defensa en los dos países estudiados.
Asimismo, es necesario controlar y monitorear esa explotación sostenible. Se
verificaron unidades de contexto que contienen el indicador “Modernizar los sistemas
tecnológicos de vigilancia”. “Los esfuerzos que los Países Miembros de la OTCA realicen para llevar a cabo (…) el establecimiento y coordinación de un sistema para el monitoreo del proceso de ocupación y uso de la tierra y del manejo de bosques naturales, permitirán fundamentar decisiones para el desarrollo sostenible de la región, para la adopción de criterios y políticas del manejo ambiental de la región Amazónica y para la coordinación y el apoyo de un mecanismo de cooperación horizontal” (p. 43). “disponer de indicadores para evaluar y dar seguimiento al estado de los bosques” (p. 44). “la OTCA pueda estimular los esfuerzos dirigidos a armonizar las acciones de control desarrolladas especialmente en las zonas de mayor dinámica bilateral o multilateral” (p. 53). “(estimular la cooperación en) los programas nacionales de información y monitoreo sobre la región amazónica, que cuentan con potentes tecnologías de georeferenciación y análisis” (p. 55).
La vigilancia, monitoreo y control del estado ambiental, sea por satélites,
SIPAM, vehículos no tripulados etc., son medidas emergentes para la preservación
169
de los recursos naturales, posibilitando que las acciones represivas de las FF. AA.
sean más eficaces, seguras y puntuales.
El discurso de la Secretaria General en la I Reunión Ministerial de Defensa y
Seguridad de la Amazonía (Arteaga, 2006) posee indicadores que corroboran esas
medidas, como se ve a continuación. “Es indiscutible la relevancia para la seguridad de nuestras naciones el rol que las Fuerzas Armadas juegan (…) en el combate a conductas ilícitas que constituyen graves amenazas para (…) los recursos naturales del territorio bajo el dominio de nuestros pueblos” (p. 4). “Los grandes y complejos retos que nos presenta la Amazonía abren, por otro lado, nuevos horizontes para la acción de las Fuerzas Armadas, como por ejemplo, en la defensa del patrimonio bio-genético de nuestros bosques y ríos, en el control de tráfico de la fauna y flora silvestre, en el monitoreo ambiental, aliviando los efectos sobre las poblaciones de las graves sequías o de las devastadoras inundaciones, previniendo las quemas, las talas ilegales de madera, y cooperando con otros segmentos del quehacer institucional de cada país para combatir tales ilícitos. Todo eso puede crear una innovadora esfera de integración entre las Fuerzas Armadas de los ocho países de la cuenca” (p. 4).
En ese discurso, queda muy aclarada la importancia que la OTCA da a la
preservación y defensa de los recursos naturales por parte de las FF. AA.
Arteaga (2006) cita, además, la evolución de las cuestiones alternativas de uso
de los recursos, conforme los indicadores de securitización “Preservar el medio
ambiente con equilibrio ecológico, promoviendo el aprovechamiento responsable y
planificado de los recursos naturales” y “Promover relaciones estrechas,
multilaterales y de cooperación por medio de la OTCA”: “En el área de protección de los bosques húmedos, la OTCA ha implementado, con el apoyo de la FAO, el Proyecto de Validación de 15 Indicadores de Sostenibilidad del Bosque Amazónico, que hace parte del llamado ’Proceso de Tarapoto’. Además, participa de la iniciativa denominada Puembo II que busca apoyar el diálogo en el sector forestal, promoviendo el intercambio y la cooperación intra-regional. Con esta iniciativa, la OTCA espera crear condiciones para interactuar con los otros países de América Latina con el fin de transmitir la visión amazónica sobre el tema forestal (…). . En cuanto al tema del agua, (…) la OTCA está desarrollando el Proyecto de “Manejo Integrado y Sostenible de los Recursos Hídricos Transfronterizos en la Cuenca del Río Amazonas”, financiado con recursos del PNUMA/GEF y apoyado por la OEA (PDF B), que tiene como objetivo fortalecer el marco institucional para planificar y ejecutar actividades de protección y manejo sostenible de un recurso estratégico y compartido”
170
(p. 3). Es decir, la OTCA busca avanzar en el tema de desarrollo sostenible por medio
de la cooperación regional e internacional, con apoyo de recursos internacionales,
sin que ello caracterice factores que legitimen injerencias ajenas.
Además, las estrategias de la OTCA denotan la acción de securitización
“Defender los recursos naturales” para los fines del Vivir Bien (Bolivia) y del
desarrollo sostenible (Brasil): “En lo que concierne a la biodiversidad, la OTCA fomenta la formulación y la implementación de una política de ciencia y tecnología para los países amazónicos, que aumente las capacidades nacionales y regionales para desarrollar un amplio programa de evaluación y utilización de los recursos. Tal política asume especial relevancia frente a la amenaza permanente de la biopiratería. Tenemos que disponer de medios eficaces para combatir a aquellos que desean apropiarse de los derechos intelectuales obtenidos a partir de los recursos genéticos de los países amazónicos y los conocimientos tradicionales de los pueblos originales. El BID aprobó recursos de US$ 1.9 millones para que la SP/OTCA implemente el programa “Fortalecimiento de la Gestión Regional Conjunta para el Aprovechamiento Sostenible de la Biodiversidad Amazónica”, que ya está siendo llevado a cabo por la Secretaría Permanente” (p. 3-4). “Otro aspecto que está requiriendo un trabajo inmediato y sostenido es el combate a la contaminación por mercurio. En este sentido, la OTCA está elaborando un Plan de Acción Regional para Prevención y Control de la Contaminación por Mercurio en el Ecosistema Amazónico” (p. 4).
¿Cómo combatir? Seguramente los órganos de los países miembros van a
solicitar apoyo a sus FF. AA., caracterizando la securitización del tema.
A continuación, serán vistos los discursos constantes del acta de esa Reunión
Ministerial (OTCA, 2006). “la Secretaria General destacó que los recursos naturales presentes en la región representan un tema de carácter vital que implica la conservación de la vida misma. En consecuencia, la protección de estos recursos involucra a las Fuerzas Militares de los países amazónicos como garantes de la vida en cada uno de los países”.
El discurso de la Secretaria General denota aspecto valorado en las dinámicas
de securitización de los países estudiados: el rol de las Fuerzas Armadas en proteger
y garantizar la preservación de los recursos naturales, que construyen condiciones
para el Vivir Bien y el Desarrollo Sostenible. “(Colombia) Señaló adicionalmente que la existencia del sistema SIVAM – SIPAM y la
171
posibilidad de que Brasil permita mejores esquemas de cooperación facilitará entre otras acciones: (…) V) la identificación de actividades clandestinas en la extracción de minería ilegal y explotación de recursos naturales”.
Una vez más se destaca el rol del actor funcional “SIPAM” y de su agente
securitizador, Brasil, en el objeto vigilancia de la preservación de recursos naturales.
En ese cuadro, se controlará la minería ilegal y la explotación abusiva.
Asimismo, la última parte de la Reunión fue especialmente diseñada para
cuestiones de medio ambiente. Tuvo como tema: “otras prácticas que afectan la
seguridad de la región amazónica: Tráfico ilícito de especies y recursos forestales de
fauna y flora”. Se destaca la siguiente unidad de contexto: “Para la delegación de Bolivia año tras año aumenta el problema de la deforestación y exterminio de la fauna y flora, debe ser un tema abordado en el marco de la cooperación”. O sea, Bolivia recorre a su indicador de dinámica “Fortalecer el posicionamiento
boliviano en Organismos Internacionales para lograr controlar el deterioro del medio
ambiente”, apelando al apoyo a la OTCA. “El Ministro de Defensa de Brasil señaló que la preservación del medio ambiente, en especial en la Amazonía, es responsabilidad inherente a la soberanía de cada Estado; sin embargo, la cooperación recíproca en ambientes como éste podrá facilitar el cumplimiento de diversos proyectos y programas ambientales, ampliando los esfuerzos conjuntos. (…) Creemos que la cooperación entre nuestros países se podrá fortalecer por medio del incremento del intercambio de información entre los organismos competentes de las Fuerzas Armadas y de los Ministerios de Defensa, respetándose los límites legales de cada país y las normas del derecho internacional”. Brasil, por tanto, después de indicar que primeramente cada País debe buscar
la preservación de su medio ambiente, priorizó su indicador “Promover relaciones
estrechas, multilaterales y de cooperación por medio de la OTCA”, a partir del
incremento de informaciones que, de forma recíproca, tienda a favorecer la
cooperación en el tema. “(Para Colombia) la acción interinstitucional se ha convertido en el eje de la estrategia para luchar contra el tráfico de especies en la Amazonía y las acciones de las Fuerzas Militares son una de las principales herramientas de las que dispone el Estado para controlar problemas como los antes descritos. Recalcó que es claro que no son pocos los desafíos que los países amazónicos tienen que afrontar para hacer que la acción del Estado sea más efectiva. Por ello enfatizó, que el hecho de armonizar mediante la cooperación los esfuerzos que realizan los
172
Estados de la Amazonía de forma individual es un paso importante y decisivo para lograr acciones más concretas que nos permitan salvaguardar la integridad y potencialidades que ofrece la Amazonía. El Ministro de Defensa de Colombia finalizó indicando que debido a que los problemas que se enfrentan en la Amazonía son variados y complejos se hace necesario: i) Fomentar la cooperación interinstitucional en respuesta a la diversidad de problemas y sectores involucrados en el trabajo de salvaguardar la Amazonía; ii) Reforzar las acciones que realizan las Fuerzas Militares de nuestros países en las zonas de frontera en proteger el medio ambiente, mediante acciones como el intercambio de información y el intercambio de experiencias y iii) Concientizar a la población del papel vital que desempeñan en la protección de la Amazonía, un lugar de gran importancia en el presente y que tendrá mayor importancia en el futuro". En ese discurso, se enumeran varios de los indicadores de dinámicas de
securitización, como: “Institucionalizar la defensa de los recursos por las FF. AA.”;
“Realizar acciones de patrullaje, control de personas, de vehículos terrestres, de
embarcaciones y de aeronaves”; “Ejecutar una serie de acciones estratégicas
orientadas al fortalecimiento de la presencia militar, efectiva acción del Estado en el
desarrollo socioeconómico y ampliación de la cooperación con los países vecinos”;
“Implementar políticas coordinadas entre los órganos del gobierno”; “Emplear las FF.
AA. en la concientización para la prevención, y en la protección y conservación de
recursos renovables y no renovables”. También se resalta la idea de que cualquier
esfuerzo, incluso unilateral, es importante en las acciones para preservación
ambiental. “A las Fuerzas Armadas ecuatorianas les corresponde apoyar a los órganos de seguridad del Estado y otras instituciones, a través de vigilancia y control en todo el territorio nacional y la protección de las áreas estratégicas reservadas y protegidas, así como, dando garantía para la presencia y acciones del Estado. De igual manera la cooperación con la instrucción forestal a los conscriptos y aspectos puntuales como, cuando existe población desplazada por desastres, para restablecer el funcionamiento normal de sus actividades”, Del discurso ecuatoriano, también se percibe indicadores, como: “Ejecutar una
serie de acciones estratégicas orientadas al fortalecimiento de la presencia efectiva
del Estado”, “Emplear las FF. AA, en la concientización para la prevención”,
“Implementar políticas coordinadas entre los órganos del gobierno”, “Realizar
acciones de patrullaje”. El empleo de los instrumentos de defensa para restablecer la
normalidad revela que su cuadro de actuación es de emergencia y en un contexto
173
anormal, tal como preconiza la teoría de la securitización. “Perú mencionó que el sector defensa no solo tiene que ver con la protección de nuestros recursos sino también con la defensa y reafirmación de nuestra soberanía y para ello, es necesario actuar en la salvaguarda de la misma. Finalmente, la delegación peruana señaló que las Fuerzas Armadas tienen un rol importante que cumplir mediante la integración del Sistema de Protección Amazónico y Nacional del Perú (SIVAN – SIPAN) con los sistemas similares de los países de la Organización al igual que lo venimos haciendo recientemente con el Sistema de Vigilancia de la Amazonía (SIVAM - SIPAM) de Brasil y su contribución contra el tráfico ilícito de drogas e insumos, la tala ilegal de maderas, la contaminación con productos químicos utilizados en el tráfico ilícito de drogas y las extracciones de oro y el contrabando de fauna silvestre con los medios disponibles para que los funcionarios competentes puedan cumplir sus obligaciones”. Se puede decir que ese discurso es influenciado por dos indicadores de
dinámicas de securitización: “Designar las FF. AA. como garantes de la preservación
(y defensa) de los recursos naturales”, así como “Integrar el SIPAM”. “Surinam declaró que varias áreas de actividades ilícitas transnacionales y transfronterizas tienen un impacto desastroso en la seguridad y el medio ambiente. Las principales amenazas identificadas entre Brasil y Surinam son: i) Explotación aurífera de superficie, ii) Pesca y caza ilegales, iii) Tráfico de animales y comercio de la vida silvestre, iv) Biopiratería, v) Transporte de tóxicos de mercurio, vi) Deterioro de la biodiversidad vii) Extracción maderera, viii) explotación agrícola sustancial cerca de los ríos y construcción de carreteras no autorizada. La extensa frontera entre Surinam y Brasil solamente está controlada desde el lado de Brasil. Surinam expresó la necesidad de desarrollar una estrategia para controlar efectivamente la frontera. En relación con la lucha contra las actividades ilícitas transnacionales transfronterizas Surinam agradecería cualquier sugerencia, especialmente de aquellos países cercanos como Colombia, Venezuela y Guyana. Surinam considera de la mayor importancia elaborar una evaluación de impacto ambiental con la cooperación de todas las naciones de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica”. Surinam, por lo tanto, además de apelar a la cooperación de las naciones de la
OTCA, que tiene que ver con el indicador: “Promover relaciones estrechas,
multilaterales y de cooperación por medio de la OTCA”, expresó que no es suficiente
proteger sólo un lado de la frontera, pues la existencia de diversos crímenes
ambientales transnacionales en su país serían causados especialmente por mineros
brasileños, lo cual tiene un efecto desastroso en la seguridad y preservación de los
recursos naturales. “En lo respectivo al tráfico ilícito de especies forestales de fauna y flora, la Delegación de Venezuela señaló que se trata de un tema que forma parte de los compromisos que los Estados Parte del Tratado deben asumir”.
174
La postura venezolana, en este tema, tiene un carácter más unilateral. Como
fue visto anteriormente, Venezuela tiene un cuidado especial al tratar el empleo de
Fuerzas Armadas en un marco que pueda legitimar la acción militar en otros
territorios, pues considera como agresión “el uso de la fuerza armada por un Estado
contra la soberanía, la integridad territorial o la independencia política de otro
Estado”.
En 2010, fue implementada la Nueva Agenda de Cooperación Amazónica
(OTCA, 2010). Por si misma, esa implementación ya es un indicador de dinámica de
securitización para preservación de los recursos naturales.
Uno de los objetivos estratégicos de esa Nueva Agenda es “Facilitar y fomentar
acciones tendientes a la preservación, protección, conservación y aprovechamiento
sustentable del bosque, la biodiversidad y los recursos hídricos de la Amazonía” (p.
16). Seguramente, dentro de cada país, en razón del papel que juegan las FF. AA., el
fomento de esas acciones suponen mejora de los medios del instrumento militar para
la protección y defensa de esos recursos.
De los temas de abordajes de la agenda, se resaltan actividades estratégicas
que se aproximan con los indicadores de las dinámicas de securitización, conforme
la relación siguiente:
- Indicadores: “Preservar el medio ambiente con equilibrio ecológico,
promoviendo el aprovechamiento responsable (sostenible) y planificado de los
recursos naturales”; “Ejecutar una serie de acciones estratégicas orientadas para la
efectiva acción del Estado en el desarrollo socio-económico”. “Promover acciones para mejorar la competitividad del sector (de recursos naturales renovables)” (p. 24). “Identificar iniciativas exitosas de aprovechamiento sostenible de recursos naturales por las poblaciones locales y promover su intercambio” (p. 31). Una fuerza militar, al llegar a una región fronteriza, tiene mucha dificultad en
hacer distinción de que es crimen ambiental. Hay aspectos que son previstos como
delitos porque deterioran el medio ambiente, pero son costumbres ancestrales. Así,
el intercambio de iniciativas sostenibles, que sean también económicamente
175
rentables y competitivas, puede tornarse una buena alternativa a esas costumbres,
mejorando todavía el control de los agentes del Estado en la preservación de los
recursos naturales.
- Indicadores: “Defender los recursos naturales”; “Realizar acciones de
patrullaje, control de personas, de vehículos terrestres, de embarcaciones y de
aeronaves”. “Promover espacios de discusión comunes para establecer políticas de control de las actividades mineras que generan la contaminación de las aguas” (p. 25). De forma subsidiaria o no, las FF.AA. de los países amazónicos realizan
acciones preventivas y represivas de control y defensa de los recursos naturales. Si
hay un espacio común para establecer políticas de control, respetando la soberanía
de cada país, y sus respectivas divulgaciones, un joven oficial o sargento que está en
la misión en la frontera puede actuar con más conocimiento e información, siendo
más eficaz.
- Indicadores: “Incrementar y Modernizar sistemas y medios tecnológicos de
vigilancia y control”; “Control de la deforestación por medio de la labor fotográfica”. “Monitorear la cobertura forestal y control forestal” (p. 24). “Diseñar e implementar un sistema de monitoreo y evaluación” (p. 31). Esas estrategias para monitoreo de la preservación de los recursos naturales
son muy importantes para la labor castrense de identificar áreas para patrullaje y
operaciones militares.
- Indicador “Actuar en la concientización para la prevención”. “Promover la conciencia forestal en la población amazónica” (p. 24). “Crear conciencia sobre conservación, diversidad biológica, cambio climático, uso sostenible/sustentable de la biodiversidad, salud, culturas indígenas ancestrales a través de actividades de educación con materiales y enfoques diferenciados por sectores y actores” (p. 39). Las unidades militares, como representantes de sus Estados en los más
diversos y remotos sitios en la Pan Amazonía, seguramente van a actuar en la
concientización de la preservación ambiental. La elaboración de materiales de forma
multilateral para esa divulgación, con enfoque diferenciado para la actuación de las
176
FF. AA., potencializa la identificación del eslabón entre “desarrollo ambiental” y
“defensa” en los pueblos locales.
Indicador: “Implementación de planes para aprovechar racionalmente los
recursos forestales, además de tecnificar a los soldados y marineros en el manejo de
los bosques y de sus recursos”. “Promover y fortalecer el Manejo Forestal Comunitario” (p. 24). En los diversos países amazónicos, el manejo forestal también es ejecutado por
las fuerzas militares. Los soldados y marineros que aprendieron las técnicas,
después de cumplir su servicio militar obligatorio, retornan a sus comunidades,
pudiendo aplicar el conocimiento con el reto de aprovechar de manera más racional
los recursos forestales.
En esos ejemplos de preservación ambiental, se observa un ciclo virtuoso de
las dinámicas de securitización. Las dinámicas influenciaron las estrategias de la
OTCA. A su turno, el marco multilateral optimizó la protección del objeto de la
securitización, tornando las dinámicas todavía más eficaces.
177
5. CONCLUSIONES
La Pan Amazonía está en el centro de las atenciones mundiales debido a temas
como abastecimiento de agua potable, explotación versus conservación de recursos
naturales, terrorismo, narcotráfico, desarrollo sostenible, cambios climáticos. Son
temas que amenazan la seguridad de los Estados y de sus instituciones.
Al mismo tiempo, las poblaciones amazónicas necesitan de mejores
condiciones de vida, lo que demanda acciones de sus Estado en estimular el
desarrollo. Como forma de buscar soluciones para problemas de ese tipo, los países
amazónicos se coadunaron en firmar un marco multilateral en 1978, que se
transformó en la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica en 2002.
Actualmente, la OTCA tiene como visión ser una organización reconocida a
nivel mundial y sudamericano en la cooperación regional, en la discusión y
posicionamiento en temas de la agenda internacional relativas a la Amazonía y en el
intercambio de experiencias, actuando en base a los principios de pleno ejercicio de
la soberanía de cada espacio amazónico, el respeto y armonía con la naturaleza, el
desarrollo sostenible y la reducción de asimetrías de los Estados de la Región.
En este contexto, el presente trabajo se propuso a analizar la influencia de
dinámicas de securitización de los países miembros, especialmente Bolivia y Brasil,
sobre estrategias de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónico.
La conjugación entre temas de Seguridad y Defensa en las teorías de
relaciones internacionales es un eje para que se obtenga respuesta a diversos
fenómenos mundiales de guerra y paz.
Las teorías racionalistas, aquí comprendidas como realistas, neorrealistas,
institucionales y neoinstitucionales, permiten la comprensión de esos fenómenos a
partir de una visión más materialista, en una carrera de búsqueda por el poder,
enfocando prioritariamente aspectos políticos y militares (realistas y neorrealistas), o
económicos (institucionalistas y neoinstitucionalistas).
Sin embargo, esas teorías tuvieron que ser revisadas cuando el mundo pasó
por puntos históricos significativos, como el fin de la Guerra Fría y el Atentado de 11
178
de septiembre de 2001. Además, las teorías no son muy bien aplicables para la
Seguridad y Defensa de los países del Sur.
En Sudamérica, particularmente en la subregión amazónica, las condiciones de
poder no se aproximan a las grandes potencias. En consecuencia, a pesar de las
teorías racionalistas ser importantes para el entendimiento del sistema internacional
y sus amenazas, ellas se tornan intangibles en términos materiales.
Así, los estudios de Seguridad y Defensa en la subregión amazónica deben
tener un planteamiento más comprensivo y multidimensional, considerando variables
domésticas y del sistema internacional.
Por su parte, la teoría constructivista, formulada por la Escuela de Copenhague,
contiene aspectos que van al encuentro de las necesidades amazónicas. Tal teoría
se basa en el estudio de amenazas subjetivas, por medio de proceso intersubjetivo
de entendimiento de la realidad. Sus contribuciones más importantes son: el
concepto de securitización, las nuevas unidades de análisis de seguridad y el
abordaje multisectorial de la seguridad.
El concepto de securitización puede ser definido como el proceso por el cual
una cuestión recibe status de seguridad a partir del acto del discurso, lo que implica
tratamiento de acuerdo con las normas específicas y extrañas a un cuadro
institucional normal. Hay, por lo tanto, una taxonomía teórica en su planteamiento:
cualquier cuestión pública puede ser ubicada en el espectro que varía del "no
politizado", pasando por "politizado", alcanzando el "securitizado".
Las unidades de análisis son objetos, agentes y actores funcionales. Los
objetos son las unidades que se encuentran amenazadas, demandando medidas
para protegerlas. Los agentes son los autores de las iniciativas de securitización,
mientras los actores funcionales son aquellos que afectan la dinámica del sector,
influenciando las decisiones.
Para el análisis multisectorial, las Escuela de Copenhague definió cinco
sectores: militar, político, económico, societal y ambiental. Se valorizan las
enseñanzas de la escuela racionalista en los sectores político, militar y económico.
Estudiando la Pan Amazonía a partir de la conjugación de esos sectores, se
179
verificó que los principales obstáculos para el desarrollo económico y ambiental son:
falta de presencia del Estado, problemas sociales, deforestación, pérdida de
biodiversidad, emisión de gases invernaderos, deterioro de la capa de ozono,
degradación de los suelos, sedimentación de los ríos, baja condiciones de
infraestructura, inseguridad alimentaria, baja seguridad jurídica. Esos obstáculos son
vulnerabilidades y representan amenazas para la seguridad amazónica,
demandando acciones de defensa por parte del Estado.
En el sector político y militar, se observaron, como vulnerabilidades y
amenazas: la codicia internacional a los recursos de la región, los crímenes
transfronterizos, el narcotráfico y su efecto globo, el (narco)terrorismo, las guerrillas,
el vacío ecuménico regional, los riesgos de injerencia o tutela, la presencia militar
extranjera en la subregión, la incertidumbre sobre la propiedad de la tierra, las
migraciones de refugiados, las invasiones territoriales para el combate a guerrilleros,
las zonas de reclamación territorial, la ausencia del Estado. Como muchas de esas
vulnerabilidades y amenazas son transnacionales, la cooperación en esos temas se
tornó imperativa para que ellas sean mitigadas.
En el sector societal, se infiere que los principales problemas a la seguridad
son: prominencia de ideas de homogenización de las culturas indígenas, conflictos
de origen étnico, exacerbación de la polarización entre etnias, fragmentación
territorial, intereses geoestratégicos de grandes potencias mascarados por el tema
de la valorización de la identidad. En esos temas, se corrobora la idea de que los
conflictos que involucran la diversidad cultural en un país no pueden ser
solucionados con políticas orientadas para la solución de crisis del tipo “aliado versus
enemigo”. Tampoco se debe potencializar una visión revolucionaria entre las partes.
Los Estados de Bolivia y Brasil también consideran esos asuntos como
vulnerabilidades y amenazas a la paz en la región amazónica. Por tanto, siguiendo
los supuestos de la Escuela de Copenhague, se infiere que los dos países
priorizaron acciones para reducir los riesgos, en dinámicas de securitización.
Analizando los documentos macro de la Defensa de esos dos países, a partir
de tres categorías: vigilancia y combate a crímenes transfronterizos, identidad y
180
preservación de los recursos naturales, se pueden resaltar acciones en dinámicas de
securitización, como: acercamiento de políticas de cooperación entre los países
amazónicos; promoción de erradicaciones; vivificación las fronteras, consolidando y
fortaleciendo la presencia humana en la región; acciones para llenar vacíos
institucionales por las FF. AA., incrementando la presencia del Estado en la región,
incluso con obras de infraestructura; garantía de las prácticas del Vivir Bien (Bolivia);
promoción, avance y garantía del desarrollo sostenible en sus diversas dimensiones
(Brasil); instalación, modernización e integración de los medios de vigilancia,
monitoreo, control de los espacios aéreos, fluviales y terrestres; acciones de
patrullaje, control de personas, de vehículos terrestres, de embarcaciones y de
aeronaves;generación de material de cohesión de la población en el respeto a la
pluriculturalidad;destrucción de aeronaves que sean clasificadas como hostiles;
implementación de políticas de Estado que consoliden las identidades
plurinacionales; fomento de la cultura del respeto de los derechos humanos en los
cuarteles; mantenimiento y perfeccionamiento del Servicio Militar Obligatorio, con
vistas a contribuir a la preservación de la cohesión y la unidad nacional;
regularización de la propiedad de tierras y ampliación de la seguridad jurídica;
incremento de la representación de etnias y de capas sociales en las academias
militares y en el Servicio Militar Obligatorio.
En relación con el cuestionamiento central de este trabajo: ¿cómo las
estrategias de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica se ven
influenciadas por las dinámicas de securitización de las políticas de defensa de sus
países?, se notan eslabones muy significativos.
La OTCA, y consecuentemente sus estrategias, actúan de forma subsidiaria y
complementaria a las acciones nacionales. En el campo de la seguridad y defensa,
ello es muy importante para asegurar la soberanía de cada Estado.
En acuerdo con la historia, las distintas acciones nacionales en la Amazonía
involucran un modo operacional en lo que la actuación del instrumento militar es
clave. Los militares, por ejemplo, tienen como misión garantizar el desarrollo
sostenible (Brasil) y garantizar las prácticas del Vivir Bien (Bolivia). Así, las dinámicas
181
de securitización influencian las demandas por cooperación de los países
amazónicos.
Esas demandas son llevadas a las diversas instancias de la OTCA, que, a
través de la definición de sus estrategias, conforma varias dinámicas de
securitización al marco multilateral. Lógicamente, se conforman dinámicas que
exclusivamente no deben interferir en la soberanía de otro país miembro.
En síntesis, cada Estado miembro de la OTCA, como agente de securitización,
posee, como demandas, dinámicas de securitización, las cuales pasan a cumplir un
papel de actores funcionales en las rondas de negociaciones de la Organización,
influenciando las estrategias, aquí vistas como aquéllas que protegen objetos de
securitización. Ello es corroborado en las categorías estudiadas.
En la categoría “Vigilancia y combate a crímenes transfronterizos”, se ven
conformadas: la idea de vivificación de fronteras y del incremento de las condiciones
de vida; la búsqueda y promoción del desarrollo sostenible, en sus diversas
dimensiones; la mejora de las condiciones de infraestructura para sentar la
soberanía; el proyecto de instalación e integración de sistemas de vigilancia,
monitoreo y control.
En la categoría “Identidad”, algunas estrategias de la OTCA colaboran para el
fortalecimiento de la cohesión nacional de sus países miembros. Al divulgar e
intercambiar experiencias pluriculturales nacionales en el exterior, las diferentes
etnias, capas sociales y pueblos de un país tienden a identificarlas como suyas,
colaborando para la cohesión. Entre ellas, estarían: la prioridad dada a la
participación efectiva de las poblaciones indígenas; la promoción y diseminación de
la cultura de los pueblos; formulación de programas de apoyo a poblaciones
indígenas para enfrentar impactos del cambio climático; generación de material de
cohesión de la población en el respeto a la pluriculturalidad; e intercambio de
actividades para gestión de tierras indígenas.
Sobre la categoría “Preservación de Recursos Naturales”, las estrategias
influyentes de las dinámicas de securitización tienden a favorecer las acciones
preventivas y represivas de las Fuerzas Armadas. Serían ellas: la construcción de
182
alianzas; el financiamiento de proyectos de desarrollo sostenible; el fomento a la
investigación científica que incremente métodos alternativos de producción
sustentable; la instalación y modernización de los medios de vigilancia; el incentivo a
la educación ambiental.
Una vez que la estrategia que contiene elementos de dinámicas de
securitización sea exitosa en el marco multilateral, se crea un ciclo virtuoso, pues las
acciones de la OTCA tienden a optimizar la protección del objeto securitizado,
facilitando la acción del Estado miembro en su tarea nacional de mitigar
vulnerabilidades y amenazas a la seguridad.
Por oportuno, cabe destacar que, en su proceso evolutivo, la OTCA casi se
tornó un foro para la defensa propiamente dicha. Los problemas provocados por las
vulnerabilidades y amenazas transnacionales se agravaron, favoreciendo que la
ubicación de ese foro para la defensa fuera transferido para la UNASUR, por medio
de su Consejo de Seguridad. No obstante, en la OTCA, hay claras influencias de las
políticas y estrategias de defensa de sus países miembros.
183
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