1 El patio y templete de los Evangelistas de El Escorial Pedro Navascués Palacio Dácil Melgar Pérez de Guzmán
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El patio y templete de los Evangelistas de El Escorial
Pedro Navascués Palacio
Dácil Melgar Pérez de Guzmán
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Índice
• Introducción………………………………………………. 3
• El patio de los Evangelistas………………………………. 4-5
• El autor del texto y sus mentores…………………………. 5-6
• Resumen y análisis del texto…………………………….....7-11
Introducción
¿Dependencia de Italia?
Repercusión en la arquitectura española
Los órdenes arquitectónicos
Templete
Sebastián y Kubler
Jardín renacentista
Tradición de claustros hispanos
Conclusión
• Aportaciones novedosas del texto………………………..11-12
• Opinión y conclusión…………………………………….12-13
• Bibliografía………………………………………………14
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• Introducción
- Las discusiones sobre la participación italiana en las trazas de El Escorial son tan
antiguas como el propio edificio, pero desde los años ochenta la polémica se ha
reavivado con el posicionamiento de muchos historiadores a favor de la independencia
del edificio respecto a modelos foráneos.
-Ha habido varias formas de apoyar esta postura, como exagerar la hispanidad de las
aportaciones de Juan de Herrera –que en realidad viajó por Europa y concretamente
Italia y era un investigador ávido de novedades- o basarse en principios iconográficos,
como hicieron Kubler y Sebastián.
- La cuestión se concreta en el caso del Patio de los Evangelistas, en el que participaron
los arquitectos Juan Bautista de Toledo y Juan de Herrera, y cuya apariencia
italianizante podría responder únicamente a un análisis superfluo, como trata de
demostrar Pedro Navascués Palacio en su publicación El patio y templete de los
Evangelistas de El Escorial en 1987, y en el que profundizando en aspectos y matices
que no se habían tenido en cuenta hasta entonces y ofreciendo numerosos ejemplos
comparativos defiende su postura de que el Patio de los Evangelistas debe sus orígenes
a la tradición medieval hispana y no a Italia.
- por un lado arquitecturas italianas con las que se ha relacionado tradicionalmente el
patio y por otro con edificios propiamente hispanos
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• Patio de los Evangelistas
El claustro de los Evangelistas es el eje vertebrador del monasterio de San Lorenzo de
El Escorial, ocupando el tercio sur todo el conjunto escurialense. Originariamente fue
habitado por una amplia comunidad de monjes jerónimos en 1567, pero desde 1885
pertenece a los padres agustinos de clausura.
El patio fue diseñado por el arquitecto renacentista español Juan Bautista de Toledo1,
especialista en urbanismo e ingeniería militar e hidráulica. En 1562 entregó a Felipe II
la “traza universal” de los planos del Monasterio, y un año más tarde se puso la primera
piedra.
A su muerte, en 1567, el claustro del monasterio estaba ya muy avanzado, y fue
terminado por Juan de Herrera. Este arquitecto, matemático y geómetra español fue uno
de los máximos exponentes de la arquitectura renacentista hispana; su estilo sobrio y
severo, llamado herreriano en su honor, es representativo del reinado de Felipe II y tuvo
gran repercusión en la arquitectura española. Destaca su espíritu humanista de ávida
investigación y el enriquecimiento en sus viajes de juventud por Flandes, Alemania e
Italia, que influirán en su estilo y que nos interesan particularmente en la cuestión sobre
el grado de influencia del estilo italiano en el claustro escurialense.
Aunque Toledo dio paternidad a las trazas, Herrera las refinó aún más,
como se puede observar en los soportes del claustro, que eran pilares
cuadrados sin ornamentación alguna en el proyecto de Toledo y que
Herrera convirtió en pilastras y medias columnas articuladas2
Su proyecto más trascendente fue el de reorganizar y terminar el proyecto de Toledo
en El Escorial. Su trayectoria arquitectónica comienza solo dos años antes con la
construcción del Palacio Real de Aranjuez, también diseñado y comenzado a construir
por Toledo. Ya desde 1563 colabora con este arquitecto en El Escorial, pero a su muerte
Herrera modifica los planos basándose en su estilo austero y sobrio. Aunque el Patio de
1 Biografía de Juan Bautista de Toledo: http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Bautista_de_Toledo (consultado 15/12/13) 2 KUBLER, G. La obra del Escorial. Madrid: Alianza Editorial, 1983 p. 107
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los Evangelistas estaba ya muy avanzado a la muerte de Toledo, Herrera modificó
algunos detalles y construyó el templete central, al tiempo que trabajaba en otros
edificios como la Lonja de Sevilla.
El material principal de El Escorial es el granito, al que se subordinan los demás
materiales. Proviene en general de las canteras de Fresneda y Zarzalejo, pero para
elementos más distinguidos como el templete del Patio de los Evangelistas o sus
esculturas se emplea un granito con más cuarzo blanco y mayor calidad extraído de
Alberquilla.
El jardín está concebido como un patio claustral con dieciséis cuadrados: los cuatro
estanques aluden a los Evangelistas, y los doce ajardinados a los Apóstoles. El templete
dórico fue diseñado por Herrera en 1586 y ejecutado por los marmoleros Bartolomé de
Elorriaga y Pedro Castello entre 1586 y 1588, así como los cuatro pequeños estanques.
Las esculturas de los Evangelistas, que sujetan un libro abierto con un fragmento de su
evangelio en lengua original, fueron realizados con mármol blanco de un solo bloque de
Carrara por Juan Bautista Monegro entre 1589 y 1593.
• El autor del texto y sus mentores
Pedro Navascués Palacio nació en Madrid en 1942. Es considerado uno de los
principales historiadores de la arquitectura española, especialmente experto en el siglo
XIX3. Es autor de más de doscientos libros y artículos sobre la historia de la
arquitectura4. Con este recorrido especializado en jardines y arquitectura en España
podemos considerarlo suficiente autoridad para entrar en la polémica sobre el Patio de
los Evangelistas.
3 Biografía de Pedro Navascués Palacio en la página de la Universidad Politécnica de Madrid, de la que es profesor emérito desde su jubilación en 2012. http://oa.upm.es/biografiaNavascues.html (consultado el 8/12/13) 4 Sus obras se pueden consultar en: Dialnet (http://dialnet.unirioja.es/servlet/autor?codigo=197097) y en la biblioteca digitalizada de la UPM (http://oa.upm.es/view/creators/Navascu=E9s_Palacio=3APedro=3A=3A.html) (consultado el 8/12/13)
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Sus mentores abrieron el camino de la investigación en esta línea: Fernando Chueca
Goitia, director de tesis de Navascués, fue un gran reivindicador -con la influencia de
Miguel de Unamuno- del carácter diferenciado de la arquitectura española a lo largo de
la historia del arte5. Chueca fue el primero en señalar, en 1966, que la raíz de las
soluciones de los arquitectos en El Escorial se encontraba en la serie de palacios-
monasterios construidos en España en la primera parte de la Edad Media6, y de hecho
distingue a El Escorial como el último de los palacios-monasterios españoles en cuanto
a su función de supeditación de los monjes al monarca7. Con este antecedente,
Navascués ha sabido interpretar los elementos del claustro escurialense para llegar a la
conclusión de que su estilo es independiente de modelos foráneos.
Su otro gran profesor, Julio González González, está considerado como uno de los
mejores medievalistas contemporáneos, especialista en la Edad Media peninsular8,
materia muy necesaria para la hipótesis de Palacio al establecer la tradición medieval
hispánica como antecedente del Patio de los Evangelistas.
Pedro Navascués escribe el capítulo El patio y templete de los Evangelistas de El
Escorial del libro “Real Monasterio-Palacio de El Escorial: estudios inéditos en
conmemoración del IV centenario de la terminación de las obras”9 en 1987, con 45
años.
5 CHUECA GOITIA, F. Invariantes castizos de la arquitectura española. Madrid: Editorial Dossa, 1979. 6 CHUECA GOITIA, F. Casas reales en monasterios y conventos españoles. Madrid: Real Academia de Historia, 1966 7 KUBLER, G. La obra del Escorial. Madrid: Alianza Editorial, 1983 p. 71 8 SEGURA GRAÍÑO, C. “Don Julio González González” En Medievalismo. 1991, nº 1, pp. 173-177 9 NAVASCUÉS PALACIO, P. “El patio y templete de los Evangelistas de El Escorial” En PAZ AGUILÓ, M. et al. Real Monasterio-Palacio de El Escorial: estudios inéditos en conmemoración del IV centenario de la terminación de las obras. Madrid: CSIC, 1987. Pp. 61-74
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• Resumen y análisis del texto
Introducción
El teatro Marcello es un antecedente común para la mayor parte de la arquitectura
renacentista, el patio del Palacio Farnesio, contemporáneo al Patio de los Evangelistas,
mantiene solo una aparente similitud con este: las proporciones son diferentes, y el
primero carece de elementos importantes que identifican al segundo, como los
pedestales y las basas de orden dórico o la balaustrada.
En los años sesenta del siglo XVI Juan Bautista de Toledo diseñaba las trazas para el
claustro, que sería terminado a su muerte en 1567 por Juan de Herrera. En el supuesto
de que el claustro hubiera sido concebido a la manera italianizante, este estilo habría
quedado ya obsoleto en la ciudad de origen, Roma, sobretodo si atendemos al diseño del
templete y lo comparamos con la arquitectura que se llevaba a cabo en Italia en los años
de Sixto V (1585-1590). Aunque en el siglo XVI existen obras italianas similares a la
estructura del Patio de los Evangelistas, como el patio del Palacio Farnesio, los
paralelismos se limitan a la superposición de órdenes, que a su vez proviene en última
instancia del antiguo Coliseo y el Teatro Marcello, cuya imagen se difundió por Europa
en forma de estampas grabadas.
¿Dependencia de Italia?
Aunque en el patio del Palacio Farnesio observamos elementos similares a los del
claustro del Monasterio de El Escorial, el carácter palaciego y público del primero y
monástico y privado del segundo marcan las diferencias estructurales que los
caracterizan: el patio monástico está abierto en sus dos alturas, tiene numerosos huecos
en su alzado y la organización cruciforme en planta del jardín; en cambio, el patio
palaciego tiene un ritmo más pausado, con grandes huecos libres en la planta baja y un
copete recto en los vanos de la segunda planta abalconados.
Por tanto, el claustro escurialense tiene efectivamente coincidencias con el Palacio
Farnesio -representante de la arquitectura italiana contemporánea a su diseño- o el
Teatro Marcello -representante de las fuentes originales a las que acude la arquitectura
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posterior-, pero queda evidenciado que no depende de ninguno. El estilo del Patio de los
Evangelistas es producto directo de las reflexiones de los arquitectos Toledo y Herrera
sobre el manejo de los órdenes reducidos a la fórmula a través de los tratados de
Vitrubio, Alberti y Serilio, sin la intervención de ideas de arquitectos italianos
contemporáneos.
Repercusión en la arquitectura española
El carácter del trabajo de Juan de Herrera -y no debemos olvidar que El Escorial es su
obra más importante- le valió el título a todo un estilo que triunfó en España, sobre todo
en el siglo XVII: el herreriano. El Escorial sirvió de modelo para numerosas obras
arquitectónicas, y concretamente el Patio de los Evangelistas determinó el aspecto de
claustros como el de la catedral de Cuenca –intervenido por el arquitecto-, el proyectado
para la catedral de Valladolid, el de San Miguel de los Reyes en Valencia, la Lonja de
Sevilla –diseñada por Toledo10-, el claustro procesional de San Benito en Valladolid o
el de la catedral de Zamora.
Como demuestran los ejemplos, el Patio de los Evangelistas establece un modelo
hispano de gran difusión en España, sin necesidad de orígenes italianos.
Los órdenes arquitectónicos
Los ángulos donde se encuentran los laterales en el alzado son un problema
arquitectónico difícil de resolver, y más aún cuando se está haciendo uso de órdenes de
columnas –la tratadística se centra en el uso de éstos en plano-. Estos puntos críticos
obligan a la innovación ingeniosa de los arquitectos, licencias que sin embargo forman
parte de la propia historia de los cánones y permiten su supervivencia desde la época de
la antigua Grecia. En el Patio de los Evangelistas11, las paredes se basan en la sucesión
de arco con columna adosada, que en la primera planta es de orden dórico y en la
segunda jónico –orden que dificulta aún más el problema-, sistema llamado mixto de
10 PÉREZ ESCOLANO, V. “El patio de la Lonja de Sevilla” En Laboratorio de Arte. 1953, nº4, pp. 83-100 11 En La obra del Escorial de Sigüenza se describe el ángulo pero no se da importancia a la complicada tarea de solucionar este problema.
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procedencia romana utilizado también en el Palacio Farnesio, en el que la esquina se
soluciona con un grueso machón en escuadra con un pilar entre dos columnas.
Bramante hace lo contrario en Santa María Della Pace, engullendo la columna de la
esquina en el muro, y esta solución se imita en el Patio de los Evangelistas: la planta
baja no tiene problemas con su orden dórico, pero el encuentro entre órdenes jónicos en
la segunda planta provoca un engullimiento de las columnas encontradas hacia dentro,
desapareciendo parte de ellas en el muro.
Este recurso debilita las esquinas, y otros ensayos como el “atroz” patio del Palacio de
los Guzmanes de León no pasan a la posteridad, por lo que el patio de Bramante y el de
los Evangelistas son experimentos tras los que en general se opta por duplicar la
columna o incluso achaflanar los ángulos –Claustro de Tomar, Portugal-. En la
Península en cambio, el afán por el modelo del patio escurialense y la mano de Herrera
hacen que en edificios como la Lonja de Sevilla o San Benito de Valladolid se repita la
solución.
Templete
Tradicionalmente se ha relacionado directamente el templete del Patio de los
Evangelistas con San Pietro in Montorio de Bramante, en Roma. El templete
escurialense, ideado y diseñado por Herrera, depende únicamente del templo de
Bramante si nos sujetamos a “una comparación fácil y sin demasiado fundamento”12.
Navascués analiza la aparente similitud profundizando en el aspecto general, en el que
señala el carácter religiosamente cerrado de San Pietro in Montorio como un relicario
vinculado a los martyria, y las formas abiertas del templete de Herrera –en el que las
esculturas son el único elemento religioso-, que además ordena todo el jardín a través de
las vías que se cruzan a través de él; y señalando aspectos más concretos como la forma
básica circular del templete romano y el juego más libre de formas del escurialense en
base al cuadrado, círculo y octógono, así como la integración de la portada en el templo
del primero y el carácter autónomo y similar a las de portadas madrileñas –como la del
Palacio de Uceda o la de la Academia de San Fernando- del segundo.
12 NAVASCUÉS PALACIO, P. “El patio y templete de los Evangelistas de El Escorial” En PAZ AGUILÓ, M. et al. Real Monasterio-Palacio de El Escorial: estudios inéditos en conmemoración del IV centenario de la terminación de las obras. Madrid: CSIC, 1987. P.66
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Sebastián y Kubler
Los historiadores Sebastián y Kubler relacionaron el patio de Herrera con el claustro
de la Manga de la iglesia de Santa Cruz en Coimbra, Portugal, construida en 1533-34
-medio siglo antes de la construcción del claustro de los Evangelistas-. Navascués se
muestra perplejo ante tal comparación, pues el claustro de la Manga es mucho más
pobre, y no coincide ni la idea, el modelo, las formas, materiales ni soluciones
constructivas –en mi opinión la estética de este patio es más cercana a la de
Disneylandia que a cualquier claustro español y más aún el de El Escorial-. Kubler
mantiene que Herrera pudo inspirarse en el patio portugués, y Sebastián añade que pudo
verlo cuando acompañaba a Felipe II en su viaje pero que tal relación artística no es
segura.
Para Palacio, ambos claustros pertenecen a la tradición medieval de arquitecturas de
jardín, pero Herrera la interpreta en clave renacentista. La arquitectura de jardín tiene
numerosos antecedentes en España desarrollados a lo largo de la Edad Media tanto en la
vertiente islámica como en la cristiana, como muestra el patio de los Leones de la
Alhambra o las fuentes de las catedrales de Barcelona y Pamplona.
Jardín renacentista
El modélico jardín renacentista consagra una práctica muy común en muchos lugares
de Europa, como muestran los grabados de De Cerceau de los jardines de Blois y
Gaillon o los jardines de la Villa Este en Tívoli de Du Perac, así como el óleo flamenco
“Perspectiva” –obra que Navascués vio en la Escuela Superior de Arquitectura- y la
“escuela-jardín” ideada por Joseph Furttenbach de Ulm. En todos estos ejemplos
observamos un jardín cortado por vías que se cruzan con un templete en el centro,
evidenciando el origen común de este tipo de composiciones, propagadas a través de los
grabados y la tratadística por toda Europa.
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Tradición de claustros hispanos
Por último, podemos afirmar que la idea del templete también pertenece
originariamente a la tradición monástica hispana, evidenciando este hecho a través de
los claustros del monasterio jerónimo de Guadalupe y el de la cartuja de El Paular. Los
jerónimos, primeros monjes que habitaron el monasterio de El Escorial antes que los
actuales agustinos, tenían mucha presencia en la obra de Felipe II13, rivalizando para
imponer sus cánones frente a las ideas de los arquitectos. El patio de la cartuja de El
Paular, posterior al de Guadalupe, supone seguramente un antecedente directo respecto
al de El Escorial, y puede suponerse que los arquitectos lo visitaron para inspirarse antes
de la obra.
Conclusión
“Con toda esta riqueza de matices y ejemplos en nuestro suelo parece innecesario,
cuando menos, aludir a Italia o a Portugal en busca de hipotéticos modelos para el Patio
de los Evangelistas y su excepcional Templete”14.
• Aportaciones novedosas del texto
La polémica sobre el carácter del Patio de los Evangelistas no debe pasarse por
alto, pues el claustro es un punto de concentración en la elaboración del estilo de la
mayor empresa monástica-palaciega de la época en la Península, por lo que su
importancia y representatividad de la arquitectura de la época de Felipe II son
claras.
Nos basamos en los escritos de Sigüenza sobre el Patio de los Evangelistas como
ejemplo manifiesto de la posición tradicional en cuanto a la clasificación del patio
escurialense como receptor de las más puras ideas renacentistas italianas: Su
13 “En agosto llegó procedente de la casa de Guadalupe otra docena de frailes” (KUBLER, G. La obra del Escorial. Alianza editorial: Madrid, 1983 p. 109) 14 NAVASCUÉS PALACIO, P. “El patio y templete de los Evangelistas de El Escorial” En PAZ AGUILÓ, M. et al. Real Monasterio-Palacio de El Escorial: estudios inéditos en conmemoración del IV centenario de la terminación de las obras. Madrid: CSIC, 1987. P. 74
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posición convencional que afirma la perfección y pureza de las formas conseguidas
en la empresa constructiva ha sido refutada por los historiadores Kubler y Sebastián.
Sin embargo, los argumentos que aportan para vincular el patio con la tradición
hispánica parecen no convencer a Navascués, que considera extraña esta
proposición: “Pese a mi admiración por ambos autores no puedo por menos de
mostrar mi extrañeza ante su actitud de hacer depender la soberbia obra de Herrera
que comentamos, de un modelo portugués tan interesante como pobre,
arquitectónicamente hablando”.
Por tanto, Navascués considera necesario cambiar la vía de interpretación del patio
para arraigarlo a nuestro suelo, dejando de lado la iconografía y centrando su
análisis en otros aspectos quizás más abstractos.
• Opinión y conclusión
La mayor parte de las polémicas suelen esconder motivaciones de carácter más
político que religioso o artístico; no en un sentido calculador como medio para un
fin, sino por las ideas acordes con ideologías políticas. En este caso, parece subyacer
el tema nacionalista, que reina y consume grandes cantidades de energía, espacio y
reflexión de aquellos que se encargan de las obras de arte.
Parece evidente que los arquitectos Juan de Herrera y Juan Bautista de Toledo no
vivían encerrados en una “caja hispánica”. Al menos el primero viajó en sus años de
juventud y se encontró físicamente en Italia. La circulación de estampas y tratados
difundían la arquitectura y estilo de la Antigüedad clásica y de las últimas
novedades del siglo XVI en Italia. Además, la participación de italianos en toda la
obra del escorial –a la que Kubler dedica todo un capítulo en la obra que estamos
utilizando15 evidencia la mezcla que se produjo entre el pensamiento y estilo
italianos y españoles, y seguramente también de otras zonas de Europa.
La visión purista de Sigüenza es propia de los pensadores que veneran en
Renacimiento y admiran la perfección de sus formas en cada columna, pero
15 KUBLER, G. La obra del Escorial. Alianza editorial: Madrid, 1983 pp. 73-85
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realmente no existe en el siglo XVI una “raza aria” del arte italiano, y menos aún en
la Península Ibérica. En un siglo de nacimiento de los estados modernos
interconectados entre sí, es imposible tratar de decantar el estilo del Patio de los
Evangelistas por el blanco de Italia o el negro de España. Su estilo es simplemente
fruto de unos arquitectos españoles que gracias a su cultura tienen en mente tanto el
estilo italiano como la tradición de su tierra.
Por otro lado, el hecho de que Herrera y Toledo no se basaran directamente en
edificios italianos contemporáneos –como el Palacio Farnesio- sino que ambos
deriven de la misma fuente de la Antigüedad romana –Coliseo y Teatro Marcello-
no significa que los arquitectos no tuvieran influencia italiana. Es decir, sea la
última moda de la arquitectura italiana o las fuentes originales, el caso es que
España recibe a Italia.
Es cierto que los ejemplos que Navascués ofrece parecen suficientes para asegurar
que, efectivamente, el patio escurialense podría depender únicamente de la tradición
hispánica, pero al observar los patios a los que hace referencia, observamos más
bien formas castizas o mudéjares toscas, cuadradas y frías. En el Patio de los
Evangelistas, en cambio, el mármol blanco, las formas circulares –más cercanas en
mi opinión a San Pietro in Montorio de lo que Navascués quiere admitir- y los
elementos como las columnas recuerdan indiscutiblemente a la tradición italiana. Es
un patio cálido y perfecto a la manera renacentista.
La polémica sobre la nacionalidad de un patio internacional no parece tener fin
mientras existan ideas de apropiación y purismo del arte en general, algo que quizás
es inherente a la sociedad del siglo pasado y que aún se mantiene arcaicamente en la
actual.
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• Bibliografía NAVASCUÉS PALACIO, P. “El patio y templete de los Evangelistas de El Escorial” En PAZ AGUILÓ, M. et al. Real Monasterio-Palacio de El Escorial: estudios inéditos en conmemoración del IV centenario de la terminación de las obras. Madrid: CSIC, 1987. Pp. 61-74 KUBLER, G. La obra del Escorial. Madrid: Alianza Editorial, 1983 CHUECA GOITIA, F. Invariantes castizos de la arquitectura española. Madrid: Editorial Dossa, 1979. CHUECA GOITIA, F. Casas reales en monasterios y conventos españoles. Madrid: Real Academia de Historia, 1966 SIGÜENZA, J. La fundación del Escorial. Madrid: Aguilar, 1963 SEGURA GRAÍÑO, C. “Don Julio González González” En Medievalismo. 1991, nº 1, pp. 173-177 PÉREZ ESCOLANO, V. “El patio de la Lonja de Sevilla” En Laboratorio de Arte. 1953, nº4, pp. 83-100 ZUAZO UGALDE, S. Los orígenes arquitectónicos del Real Monasterio de El Escorial Discurso de ingreso en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Madrid: 1948 PORTABALES PICHEL, A. Maestros mayores, arquitectos y aparejadores de El Escorial. Madrid: 1945 http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Bautista_de_Toledo (consultado 15/12/13) http://oa.upm.es/biografiaNavascues.html (consultado el 8/12/13)