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e Complutum Extra, 4, 1994 EL OPPIDUM DE BADAJOZ. OCUPACIONES PREHISTORICAS EN LA ALCAZABA Luis Bermcal~Range1* RESUMEN.- El oppidumn de Badajoz, excavado desde 1977 hasta 1986, se encuentra bajo las fortificaciones de la ciudad medieval y moderna. La importancia de este sitio comenzó hacia el III milenio a. C.. conviniéndose durante el Bronce Atlántico y la Edad del Hierro en un importante asentamiento de las Vegas del Guadiana. Las excavaciones realizadas muestran la importancia de este oppidum como centro de poder local durante el Periodo Orientalizante, vinculado con Tartessos y las vías de comunicación con las zonas Mediterráneas. Después del siglo Va. C. aparecieron nuevos elementos relacionados con los pueblos célticos que documentan las fuentes clósicas en el Suroeste de la Península Ibérica. En conclusión, esta excavación muestra una de las mós completas secuencias estratigráficas, comparable a Medellín o Alcacer do Sal, fundamental para comprender el proceso cultural del? milenio a. C. hasta la conquista romana. ABSTRACT.- The oppidum of Badajoz, excavatedfrom 1977 tilí 1986, is placed under medieval and modern town fortiflcations. The importance of the place began at tite 3rd. milennium BC ant! it was renewed during tite Atlantic Bronze ant! ¡ron Age as an important seulement of the Guadiana basin. Tite excavations flnds show the imponance of tite oppidum of Badajoz as a center of local power during tite Orientalizing Periott related tu Tartessos ant! the comunication ways with Mediterranean areas <Phoenicians ant! also Greeks). After the Sth century BC some elements appeared related tu Celtic peoples docwnented by Classical soarces in tite Southwestern of Iberia. In conclusion, tite excavation of tite oppidum 6]’ Badajoz give one of the most complete strattfied sequence, comparable witit Medellín ant! Alcácer do Sal, and specially important from the unt!erstanding of tite cultural process of tite lrst. milennium BC. untilí tite roman conquest. PALABRAS CIAVE: Secuencia estratigráfica, Bronce Final, Orientalizante, Edad del Hierro, pueblos célticos. KEY WORDS: Stratifled sequece, Late Bronze Age, Orientalizing Period, ¡ron Age, Celtic peoples. 1. INTRODUCCION: EL MARCO ECOLOGICO E HISTORICO. Se localiza este yacimiento en el cerro de La Muela, a 208.06 m. s.n.m., promontorio que destaca sobre el cauce del Guadiana y que se encuentra actualmente definido por los lienzos de las murallas medievales y modernas que cerraron la, primero, alcazaba y. posterior, castillo de la ciudad de Badajoz. Sus coordenadas son 3g0 5308” N. - 60 58’ 0<)” (30 17’0S”) O., defmidas en las hojas n 0 775. 1:50.00 del Mapa Topográfico Nacional de España y n0 3-8, 1:200.000 del Mapa Militar de España y Portugal. Su acceso se realiza a pie desde el mismo casco antiguo de la ciudad, por la conocida Puerta del Capitel, o a través de una pequeña carretera que conduce al Museo Arqueológico Provincial y al antiguo Hospital Militar, emplazados en la zona meridional y más alta del cerro. En la misma ciudad, pero sobre la orilla norte del Guadiana, bajo las minas del que fue Fuerte de San Cristóbal, del sistema defensivo construido con los esquemas del mariscal Vauban (fines del siglo XVII, Cruz Villalón, 1988), se localiza otro yacimiento protohistórico que, con la Alcazaba, forma un sistema de “asentamientos gemelos” dispuesto para controlar el paso a una y otra orilla del río (Fig. 1.1). Ocupa, este castro de La Alcazaba, la elevación meridional de un horst de 60 m. de altura que, formando portillo con el cerro del Fuerte de San Cristóbal, es atravesado por el cauce del Guadiana en el inicio del cambio de rumbo que llevará su tramo inferior hacia la costa atlántica meridiona]. Geológicamente, se presenta * Departamento de Prehistoria y Arqueología. Universidad Autónoma. 28049 Madrid.
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El oppidum de Badajoz: ocupaciones protohistóricas en la alcazaba

May 14, 2023

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eComplutum Extra, 4, 1994

EL OPPIDUM DE BADAJOZ.

OCUPACIONES PREHISTORICAS EN LA ALCAZABA

Luis Bermcal~Range1*

RESUMEN.- El oppidumnde Badajoz, excavado desde 1977 hasta 1986, se encuentra bajo las fortificacionesde la ciudad medieval y moderna. La importancia de este sitio comenzó hacia el III milenio a. C.. conviniéndosedurante el Bronce Atlántico y la Edad del Hierro en un importante asentamiento de las Vegas del Guadiana. Lasexcavaciones realizadas muestran la importancia de este oppidum como centro de poder local durante elPeriodo Orientalizante, vinculado con Tartessos y las vías de comunicación con las zonas Mediterráneas.Después del siglo Va. C. aparecieron nuevos elementos relacionados con los pueblos célticos que documentanlasfuentes clósicas en el Suroeste de la Península Ibérica. En conclusión, esta excavación muestra una de lasmós completas secuencias estratigráficas, comparable a Medellín o Alcacer do Sal, fundamental paracomprender el proceso cultural del? milenio a. C. hasta la conquista romana.

ABSTRACT.- The oppidumof Badajoz, excavatedfrom 1977 tilí 1986, is placed under medieval and moderntown fortiflcations. The importance of the place began at tite 3rd. milennium BC ant! it was renewed during titeAtlantic Bronze ant! ¡ron Age as an important seulement of the Guadiana basin. Tite excavations flnds show theimponance of tite oppidum of Badajoz as a center of local power during tite Orientalizing Periott related tuTartessos ant! the comunication ways with Mediterranean areas <Phoenicians ant! also Greeks). After the Sthcentury BC some elements appeared related tu Celtic peoples docwnented by Classical soarces in titeSouthwestern of Iberia. In conclusion, tite excavation of tite oppidum 6]’ Badajoz give one of the most completestrattfied sequence, comparable witit Medellín ant! Alcácer do Sal, and specially important from theunt!erstanding oftite cultural process oftite lrst. milennium BC. untilí tite roman conquest.

PALABRASCIAVE: Secuencia estratigráfica, Bronce Final, Orientalizante, Edad del Hierro, pueblos célticos.

KEY WORDS: Stratifled sequece, Late Bronze Age, Orientalizing Period, ¡ron Age, Celtic peoples.

1. INTRODUCCION: EL MARCO ECOLOGICO EHISTORICO.

Selocaliza esteyacimientoenel cerrode La Muela,a 208.06 m. s.n.m.,promontorioque destacasobreelcauce del Guadianay que se encuentraactualmentedefinido por los lienzos de las murallasmedievalesymodernas que cerraron la, primero, alcazaba y.posterior, castillo de la ciudad de Badajoz. Suscoordenadasson3g0 5308” N. - 60 58’ 0<)” (30 17’0S”)O., defmidasen las hojas n0 775. 1:50.00 del MapaTopográficoNacionaldeEspañay n03-8, 1:200.000delMapaMilitar deEspañay Portugal.

Su accesose realizaa pie desdeel mismo cascoantiguodela ciudad,por laconocidaPuertadel Capitel,o a travésde una pequeñacarreteraque conduceal

MuseoArqueológicoProvincial y al antiguo HospitalMilitar, emplazadosen la zonameridional y más altadel cerro. En la mismaciudad,perosobrela orilla nortedel Guadiana,bajo las minasdel que fueFuertede SanCristóbal, del sistema defensivo construido con losesquemasdel mariscal Vauban(fines del siglo XVII,Cruz Villalón, 1988), se localiza otro yacimientoprotohistóricoque, con la Alcazaba,forma un sistemade “asentamientosgemelos”dispuestoparacontrolarelpasoa unay otraorilla delrío (Fig. 1.1).

Ocupa, este castro de La Alcazaba, la elevaciónmeridionaldeun horstde60 m. de alturaque,formandoportillo con el cerro del Fuerte de San Cristóbal, esatravesadopor el caucedel Guadianaen el inicio delcambioderumbo que llevará su tramoinferior hacialacostaatlánticameridiona]. Geológicamente,se presenta

* DepartamentodePrehistoriay Arqueología.UniversidadAutónoma.28049Madrid.

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como un macizode calizascámbricas,aplanadopor laerosióne incluido en unaseriede pequeñasalturasque,ensentidoNO - SE, sonseccionadaspor el Guadianaatravésdeestepunto(Figs. 2 y 3).

Es por ello por lo quelas condicionesnaturalesparala defensason excepcionales,dado que, por el ladoOeste,Norte y Este,caensusparedescon verticalidadtotal o inclinación notable. Pero, además,estos tresflancosestánreforzadospor el caucedel Guadianaypor El Rivillas, afluente que desembocajusto al Nortede la fortaleza(Fig. 2).

Con estas facilidades, es lógica la elección ypotenciacióndel lugar como enclavemilitar en épocasmedievalesy modernas,y comprensibleque sus máscomplejasdefensasseconstruyesenhaciael límite Sur,por dondela poblacióncreceríaconposterioridad,dadasufaltade accidentesgeográficos.

Incluso se llegó a aislar con agua la ciudadmedieval,mediantela construcciónde un foso que lascondiciones indicadas y la naturaleza del subsuelociertamentefacilita. En estesentido,resultade sumointerésuna conocida cita del cronistaRodrigo Dosma(s.XVII), en la quedescribela ciudadbajo la imagendeuna “isla” y así figuraba, junto al león, en su viejoescudoDiscursos Patrios, edicc. 1870:32).

Estratégicamenteeste enclave de Badajozdominauno de los puntoscrucialesen el intercambiode gentesy relacionespeninsulares(Fig. 2 y 19>. Como otrospoblados de especial importancia en ocupaciónterritorial (caso, en menor medida del castro deAzougada),el lugar dominaun crucede caminosen losque confluyen la dirección de Sur-Norte-Sur,con laOeste-Este-Oeste.Respecto a la primera, seda laconocidaruta del caucedel Guadianainferior que, apartir de Badajoz, se interna hacia el Norte por ladenominada“Falla de Plasencia”.Estaruta, que cortaen diagonal la actualprovincia de Cáceres,explicalosimportantescontactosentrela serraníaabulensey de lastierras occidentales de la Península,ya puestos demanifiesto durante el Hierro 1 en el Nordeste deExtremadura (en Sanchorreja,Avila, Maluquer deMotes, 1958-a;en Belvis de la Jara,Toledo, PereirayDe Alvaro, 1990; o en la recientementeexcavadanecrópolisde Villanueva de la Vera, bajo la direcciónde CelestinoPérezy JiménezAvila), siendoalternativaválida a la tradicionalmentesocorrida “Vía dela Plata”(Alvarez y Gil, 1988:309-315).

Transversalmenteel camino definido no es menosimportante. Permite comunicar las tierras altasalentejanasy, de más allá en la desembocaduradelTajo, la rica Estremaduraportuguesa,con el interior dela Meseta,siendolos cerrosde La Muela (Alcazaba)ydel Fuertede San Cristóbal, la puertade lo que seconocerácomo “Vegas del Guadiana”. Tal comarca

representaun atrayentecorredornatural que comunicacon la SubmesetaSur por medio de yacimientos tanparadigmáticoscomo Medellín, Cancho Roano y LaBienvenida(Sisapo),conreconocidatrascendenciaenelcomercio de productos griegos y etruscosdesde elLevante (véase Almagro-Gorbea, 1977: 11 ss.;Maluquerde Motes, 1986; Cabrera,1987; FernándezOchoa,1992)

En la Prehistoria,como en tiemposposteriores,lariquezapotencialde estastierraspermitirá comprenderunaimportantedensidaddepoblación,en la quedestacala utilización de pobladosen altura, o castros,peseaque las elevacionesnaturalesde los entornosno sonniimportantesni numerosas.Por ello es lógico suponerque abundaríanlos asentamientosen llano, como ElLobo, Sagrajaso Bótoa, perola intensaocupacióndelsuelo ha debido borrar gran parte de sus huellas(Enríquez Navascuésy Domínguez de la Concha,1984).No ocurrelo mismo conlos citados castros,queocupan prácticamente todas las pequeñas, peroestratégicas,alturas que limitan la cuencaal Norte,desdeel Fuertede San Cristóbalhastalos de Elvas yCampoMaior (Rico, Segovia,etc.;véaseGamito, 1988;Berrocal-Rangel,1992).

Una de las principales causas de tal panoramaestribaen la conjunción de dos factoresnaturales:lafacilidad de vadeo del Guadianapor ladesembocaduradel Gévora(zonaEl Pico-Sagrajas)y lapotencialidadagropecuariadel subsuelo.

El estudiosobrela sucesiónedafológica,recogidoenla Memoria del Mapa Provincial de Suelos,documentala existencia de estratos franco arenoso-arcillososcaracterizadospor un drenaje,correntíay permeabilidadlenta o muy lenta. Son tierras bastanteaptaspara laagricultura, con escasa necesidad de abonado yposibilidadde ricos pastospermanentes,a pocoque seusenmediossencillosderegadío(1972: 128-130).Estasfacilidades, en el Suroeste,donde son escasoslosterrenoscon vocaciónagrícola,no pasaroninadvertidascomo pruebanlas citadasconcentracionesde pobladosque, al menos,desdeel Eneolítico se localizanen lasvegas del Guadiana (El Lobo, Sagrajas. SantaEngracia-Gévora, Torrequebrada, etc.), a pocoskilómetros en tomo al yacimiento (Molina, 1980;Enríquez y Domínguez, 1984; Celestino, 1984;Enríquez, 1990; Rubio Muñoz, 1983, 1984 y 1988).Incluso los restosromanosconfirmanla rentabilidaddeluso de las infraestructuras de regadío. Así, enprospeccionesde 1979, y siguiendo los indicios einformacionesde viejos aficionadosde la ciudad(comoD. Manuel Rodríguez Mora, quien colaboró en lostrabajosde D. JesúsCánovasy D. Virgilio Viniegra),localizamos la presenciade canalizaciones,diques ypequeñosembalses,tantoenel Albercón,alNortede la

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Fig. 1. Emplazamiento general de oppídum de Badajoz (Cerro de La Alcazaba).

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ciudad,como en la villa de Las Tomas,situadaal Surde la misma. Ambos complejosfueron posteriormentedescritos y analizadosen las primeras publicacionesarqueológicas sobre el Badajoz romano (CánovasPessini y Valdés, 1978-1979: 166-167; Rubio Muñoz,1984: 135-136).

II. LAS ACTUACIONES ARQUEOLOGICAS:METODOLOGL4 DE EXCAVACIÓN.

Las actividadesarqueológicassobre el cerro de laMuela se remontan,al menos,a finales del siglo XIX,aunque ya dos siglos antes Rodrigo Dosma habíadestacado su valor, a menudo sobrevalorado connoticias ficticias o poco documentadas(DiscursosPatrios edic.1870). Los trabajos más conocidos,realizados con más entusiasmo que medios yposibilidadespor partede aficionadose investigadoreslocales (especialmenteD. Jesús Cánovas Pesini,(Gómez-Tejedor,1985: 10), y D. Virgilio Viniegra),cayeronen cierto olvido desdelos añoscincuentahastael inicio definitivo de campañas de excavacionesactuales,dirigidas desdeJulio de 1976 por el profesorFernandoValdésFernández’.

Desde esta fecha, en la que colaboramosen eltrazadodela planimetríageneraldel yacimiento,se hanrealizadocampañasmensualesen los años 1977 (1),1978 (II), 1979 (III), 1980 (IV), 1981 (V), 1982 (VI),1984 (VII), 1986 (VIII) y, desdefinales de los añosochenta,se vienen realizandolaboresde excavaciones,implicadasen los proyectosde restauracióny puestaenvalor del yacimiento, afectandoespecialmentea larecuperación y consolidación de estructurasarquitectónicasdeépocamedievaly moderna(Fig. 3.2).

Corno este mismo investigador ha repetido en

diversas publicaciones(1978, 1979, 1980, 1985 y1988), la Alcazaba de Badajozes un yacimiento deestratigrafíacompleja,cuyaextensiónfue englobadaen

1. Queremos agradecer al Dr. Valdés Fernández.director de las excava-cones, el poder estudiar los materiales y estructuras prerromanas deesteyacimiento (rs. Vía. C.). estudio que está a la espera de su publi-cación integrado en la memoria general enpreparación y del que esta,páginas son un avance. Remitimos a esafutura publicación para ci con-traste completo y detallada de materiales. Queremos expresar nuestragratitud al Dr 5. Celestino Pérez por las ayudas generales recibidasdurante nuestro trabajo y a D~ C. Dominguez de la Concha por su ama-ble accesibtlidad en la obtención de datos sobre la modélica excava-ción del Sector Puerta de Carros, por ella dirigida.A,nba~ son respon-sables de la publicación finalde este impotante Sector Por áltimo, nues-tro agradecimiento más profundo a IY Carmen Ruiz Triviño. D’ InésMaifiotie Martinez y D Ma Paz Martine: Seco, por sus colaboracionesen el tratamientofinal de los materiales.

su prácticatotalidadpor un recinto muradoconstruido,ya con estas dimensiones, durante la dominaciónalmohadedel siglo XII (Valdés, 1991: 555-556). Laplantaoval del recinto abarcaunasdimensionesen ejesmáximos de 400 x 250 m., de N-S-N y O-E-O,respectivamente,que permite suponeruna superficieintramurosde unas ocho hectáreas,aproximadamente(Valdés, 1985:20).

Para su tratamiento se realizó unacompartimentación general del área de interésarqueológico,englobandono sólo la superficie interiorsino, también, los espaciosexteriorescon relacionesinmediatas(Fig: 3.2 y 4). “A tal efectosetrazaron dosejes de coordenadas orientados Norte-Sur y Este-Oeste.respectivamente. En ambos casos se marcaron en elsuelo por una línea de clavos. El punto de cruce entreambos ejes, también denominado«Punto 0» sesituó en una de las zonasmás altas del yacimiento.siendosu cota topográfica (+ 203.000m. sobre el niveldel mar) el punto de referencia para todas lasmedicionesde altura tomadas en el transcurso de laslabores arqueológicas.De este modo, el yacimientoqueda inscrito en una red de paralelos y meridianosque dan lugar a cuadrículas de .50 x 50 m.” (Valdés,1985:30).

Nombrando cada cuadrícula como un sectordesignadopor una cifra, el sistemapermitió englobarlos cortesa excavaren un entornoa escalamanejable(2.500 m2.), dado que la inmensa superficie delyacimiento(> 80.000m2., masotros tantosextramuros)hacepocoútil toda referenciagráficade un corte(de 32a 100 m2.) conla superficietotalde aquél.Los cortesdeexcavaciónfueron denominadosigualmentecon unacifra y localizadosen los diferentespuntosen que, elestudioprospectivo,aconsejabasu apertura.

Pero las dificultadesinherentesal Cerrode la Muelano sólo provienende las debidasa extensionescomoésta, sino que abarcanproblemasdiferentescomo laocupación de parte del terreno por las edificacionesmodernas y medievales; por el, ya abandonado,HospitalMilitar de Badajoz;por lapresenciadeparquesy masasforestalesde consideracióny, sobretodo,por laconstataciónde grandesestratosde tierras,materialesyconstruccionesdestruidasy revueltas (con potenciasquesuperanla mediadocenade metros), deforma queha sido muydifícil la localizaciónde capasintactas(noocurre lo mismo con el importante conjuntodenominado‘arrabal oriental”, situado extramurosycon ocupaciónde épocamusulmanacasiexclusiva).Lamisma naturalezade las destruccionesy ocupacionescontinuas se encargó de legar un estado muy

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Fig..- 2.1. Relación de rutas E-O-E y S-N-S implicadas en el estudio, con señalización de los principales asentamientos deépoca orientalizante y prerromana: 1. Setúbal (Caetobriga)-Alcácer do Sal (Salacia); 2. Castelinhos da Serra; 3. Cabe~o deVaiamonte; 4. Entornos de Lobón; 5. Alange; 6. Medellín; 7. Cancho Roano; 8. Entornos de Almadén; 9. La Bienvenida(Sisapo); a. Huelva (Onuba); b. Cerro Salomón; c. El Castañuela, Nertóbrigay Capote; d. Jerez de los Caballeros (Seria); e.Juromenha (¡Jipo); f San Cristóbal; g. El Torrejón de Abajo; h. Villanueva de la Vera; i. El Raso de Candeleda; j. ElBerrueco; 1<. Sanchorreja 2.2. Entornos inmediatos de La Alcazaba, con indicación de yacimientos prehistóricos (en negro.el castro de Segovia, Elvas).

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fraccionadode los materialescerámicosy unaescaseznotoria de los metálicos, de forma que resultanexcepcionales las vasijas halladas completas osemicompletas (como ocurre en un silo medievallocalizadoen el corte6/6a).

Además, los amplísimos registros de materialescerámicos ponen en evidencia la presencia delpoblamiento del Ceno, al menos, desde épocacalcolítica,con unasprobablesausenciasen épocasdelBroncePlenoy entreel siglo IV el IX d. C. (aunquelapresenciade poblacionesvisigodasen los inmediatosalrededores ha sido suficientemente probada enexcavaciones de urgencia, como la necrópolis delFuerte de La Picuriña, dirigida por Luis A. RubioMuñozen 1983).

Afortunadamente la localización de capas ybolsadas,más o menos intactas, correspondientesaniveles de ocupación prehistórica no ha sido unhallazgo infrecuentee incluso, con la excepcióndealgunaszonasde fuerte cariz islámico(sorpresivamentelimitadasal períodotaifa), sonlas menosremovidas.

Es por ello por lo que nuestra actuación haconsistidoen la revisión minuciosade todo el materialrecuperado,a fin de lograrlossiguientesobjetivos:

a) la diferenciaciónde las piezascerámicasdeincuestionableaspecto prerromano, procedentesdeestratosrevueltos. Aunque basadosen meroscriterios“tipológicos” (atención a la naturalezade la pasta,fabricación,cocción,acabadoy decoración,así como ala presenciade piezasde importación),se haprocuradoser, hastael máximo, riguroso en la seleccióna fin delograr indicios y evidenciascon el mayor grado deeficaciaposible.

Se es consciente de que el interés de estasconclusiones es exclusivamente testimonial, comoindicio de una probableocupaciónprerromanade lazonaen quese abrió el cortepero, en ciertoscasos,haservido para evidenciarla sucesiónde las diferentesfasesde hábitat.Contodo, la prudencianecesariaen laconsideraciónarqueológicade tales materiales,que amenudono cambianen largos períodos,exige toda lareservaparatalesconclusiones.

b) La localizaciónde capaso bolsadasdematerialesprerromanosen su totalidad,con objetode reafirmar,enamplitud, un registro horizontal de las produccionescerámicas.En algunaocasión estosestratospresentanalgunapieza de origen romano. No creemospor elloque el valor del estrato disminuya, ni que puedaconsiderarserevuelto.

No obstantecreemosquees necesarioindicarel tipoy número de piezas intrusivas, que en ningún caso,pasande seruno o dosfragmentos.

c) El esclarecimientode la existencia deestratigrafíasválidas.En estepunto,hay queconsiderar

la presenciade sucesionesde estratos prehistóricosindisturbados,o con remocionesromanaso anteriores,en algunos cortes y la localización de una claraestatigrafía prehistórica en el extremo Noroeste,llamadoSectordePuertade Carros(SPC).

III. ANÁLISIS DE LOS CORTES DE

EXCAVACIÓN.

Los cortes con materialesprotohistóricosen capasrevueltasu homogéneas,entendiendopor ello los que,comparativamente,pueden fecharseen el 1 Milenio

sonlos siguientes:

CORTE 1. CAMPAÑA DE 1977v1978

Se sitúa, esta cata, en el sector sudoriental delrecinto, en un descampadousado como vivero delparquemoderno,entreel lienzo“Vauban” y el depósitode aguas(Fig. 2 y 4).

Iniciado durantela primera campañafue el cortemás profundo, con más de siete metros de potenciatotal, razónpor la cual suscapasinferiores no pudieronexcavarsehastala campañade 1978(Valdés, 1979: 6-9,láms: 1-2). Fueron documentadashasta 18 capasdiferentes,todasellas conmaterialesmezclados.Parecequeel lugar, comomuchosotros, fueobjeto de intensaslaboresde remociónde tierrasdurantelos sitios de laGuerrade la Independencia.Así se constató,cuandoen1978 tuvimos la ocasiónde excavaruna trincheraquehabíasido eventualfosa de enterramiento(capa9) deunadecenade soldadosdel regimientode Voluntariosdel Reino de Valencia, que debían ser artilleros, ajuzgarpor los proyectilesconlos quefueron halladosylas botonadurasde los pantalonesque llevaban,en vezde zaragtielles(Bueno,1989: 174, Figs. 1 y 3) y de uninfantepolacodel IX Regimiento de Infantería deLíneanapoleónico, caídosdurantealguna acción de guerra,con cierta seguridaden 1812, durante la ocupaciónfrancesa de la plaza y bajo la misma banderanapoleónica(Robinson, 1990; Valdés , 1979: nota 4;Lozano, 1983: 181; GarcíaPérezy SánchezMarroyo,1985:683). Encontramos materiales protohistóricosdesde la misma capa superficial, con fragmentoscerámicosa torno, pintadoscon bandasrojo vinosasyestampilladosde crucessencillas,esvásticasy rosetas,asícomo,al menos,tres fusayolasbitroncocónicas.

Estosmaterialescontinuabanpor debajode la capa9, correspondientea la trincheracitaday, por tanto,bajoel nivel del subsuelode principios del siglo XIX. Sonrelativamentenumerosaslas cerámicasfabricadas amano,decoradascon incisionesy mamelones,como lasa tomo estampilladas, que no obstante aparecen

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(• CIudrieDJs con nivel de ocswi¿~ protohdortea.O Cudrícul. con matarMe. protshiat¿ricos descontextusisod o no ¡.

~ Cuadrícula abierta sin materiales protohistoricos2

Fig. - 3. Planimetría general de La Alcazaba y su relacion con el vado del Guadiana y el Fuerte de San Cristóbal (Cerro de

Orinaza).

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mezcladasconmaterialesmedievalese inclusoromanos(porejemplo,fragmentosde tegulaeenlas capas12, n01 y 15, n0.l). Granpartede estematerialcorrespondeaun nivel de ocupaciónque se defineentonces,con “dosmuros levantadosconpiedrasahueso,unodelos cualesse hallabasituadoen la partemás occidentaldel perfilSur, mientrasqueel otro lo estáen la másseptentrionaldel perfil Norte. La zonade terrenocomprendidaentreambosestabamuy endureciday mezcladacon cenizaspor la acción del fuego de un hogar allí situado.”(Valdés, 1979: 7). Este hábitat que, a juzgar por elcontexto material, puede considerarse comoprotohistórico, había sucedido a otro anterior,localizadoen la capa 17, con un lote cerámico(n. 30)quepuedeconsiderarsecomounabolsadamás o menosintacta y que correspondeal interior de la nuevaestructura de hábitat (donde se documenta unpavimentode tierracompactay un hogar).Los restosdeestaconstrucciónrespondíana las primerashiladas deun pequeñomuretede piedra trabadaconbarroque, deNortea Sur,cruzabael corte.El suelobajoella aparecíaen parteaplanadocon tierra, en parte tallado sobrelamisma roca base,que es de naturalezamuy blanda2.Porquesólose alcanzóa excavarlapequeñaesquinadela estanciay porque, fuerade ella, la roca madrecaíaabruptamentehacia el Oeste, la capa 18, situada alexteriorentre las oquedadesde la roca madre,pesea laaparienciaintacta del material “intramuros”, volvía apresentar cerámicas medievales mezcladas conprehistóricas.

Capa ¡7. Lote 30 +20U610/200.410 -U20Se trata de un lote de unaveintenade fragmentos

cerámicos, entre los que destacamoslos oxidadospintadosen rojo vinosoabandas,conun fragmentoquelas muestrajunto a onduladosverticales(n0 2, 6, 19);galbosa mano,concordonesdigitados(4),etc.

Valoracióngeneral:

La importanciade estecorte estáen confirmar dosde los supuestosprincipalesde esteyacimiento.Porunaparte es el mejor ejemplo de la potencia de lasremocionesinteriores ocurridasen esta fortaleza;porotra, es uno de los pocos casos de conservacióndeestructuras de hábitat (en este caso, como enposteriores,condos niveles deocupación)y materialesque, con las reservasnecesarias,pudierandatarseenépocasprotohistóricas(ss.VI/y a. C?).

CORTE 2. CAMPAÑA DE 1977:

Estacatase abrióenla zonaNortedel recinto,en lastraserasde las minasde la Ermita de la Consolación(Fig. 3.2y 4).

Su escasapotenciarevelóla existenciadedoscapas:la primera, con materiales modernos asociados aestructuras contemporáneas;la segunda, con unimportanteconjuntode cazuelascalcolíticas.Sólo en lacapasuperficial se localizan cerámicasprotohistóricas,sin duda procedentesde las remocionessuperioresdelos jardines,que subena partir de estepunto por unaladera interna. El conjunto consiste en platos grises,espatuladoso bruñidos, y realizados a torno, queparecencoherentescon las produccionesorientalizantesconocidasen yacimientos tan paradigmáticoscomoMedellín (Almagro-Gorbea,1977; Lomo, 1988-1989),junto a grandescazuelasde carena baja, propias demomentoscalcoliticosiniciales (Enríquezy Domínguezde la Concha,1984: 567; Valdés, 1978: II ss).

CORTE 3. CAMPAÑA DE 1977:

Abierto al piede la llamadaTorrede los Ahorcados,extramurosdel recinto medieval, tenía como finalidadconstatarla presenciade un antemuroislámico en estelugar (Fig. 3 y Valdés, 1978: 13). Sus capassuperficiales, 1 y 2, respondena épocasmodemas,ysólo en la inferior, 3, se localizan fragmentosgrises atomoqueparecenrespondera fechasorientalizantes.

CORTE 4. CAMPAÑA DE 1977:

Se localizajunto a la torredel quefue viejo PalacioEpiscopal, al Sur del actual Museo ArqueológicoProvincial, en el Palaciode los Duques de la Rocha(Hg. 3.2 y 4).

Desde la misma capa 1 aparecen materialesprotohistóricos y prehistóricos con una inusualabundancia,pesea recubrirconstruccionesy soleríasdeépoca moderna y medieval. Sin duda estasacumulacionesdebenentendersecomo propias de lascapas subvertidas que, extraídas de los entomos,cubrieronen éstos las ruinas del abandonadopalacio(Valdés,1977: 9 ss.).

La presencia de bolsadasse hace patente, sinembargo,en las capas 2 y 3, en la que todas lascerámicas son prehistóricas, con la excepción dealgunos vidriados medievales. La capa 4, inferior,muestramaterialesprehistóricos,conla inclusiónde unfragmento cerámico vidriado. Esta capa se presentacomo un “pequeño estrato de tierra rojiza muyhomogénea,situadodirectamentesobre la roca, a 3,80metrosbajo la soleríamoderna” (Valdés, 1978: 11).2. Para tales datos contamos, con la documentación proporcionadapor

la experienciade haber procedido, personalmente, a su excavac,on.

Page 9: El oppidum de Badajoz: ocupaciones protohistóricas en la alcazaba

ELOPPIDUM DEBADAJOZ 151

Capa 2. Lote 38 Sector Norte de la Solería de ladrillo.+204.300/203.480 -a82

Se documentan numerosos fragmentos grises atorno, entre ellos algunos pintados al exterior conbandasrojo vinosas(n0 19, 111, 113), sinque falten lascerámicasa mano y los acabadosbruñidos, tanto alexteriorcomoal interior.

Capa 3 Lote 52 Sector Norte bajo la solería de ladrillo.+203.480/202.830 -~65

Materiales similares a los anteriores, con lapresenciade fragmentos con cordones, incisos ydigitados(n0 14, 25,35), y un estampilladodepolígonosradiados(n0 44).

CORTE 6-CAMPANA DE 1977:

Su emplazamientoocupaun lugar intermedioentrelas ruinasde la Ermitade la Consolacióny la PuertadeCarros (Fig: 3.2). En la mayoría de sus niveles selocalizaron estructuras y materiales modernos ymedievales,entre ellos un silo repleto de vasijasmusulmanas(Valdés,1978: 11-13; 1988:273).

No obstante, se documentaron fragmentosprerromanosaisladosen losniveles superficiales,comolas piezasdeunatinajadecoradaconun cordóndigitadosobrecenefadecírculosestampillados(n0. 1 al 11), de laCapa1 en la ampliación6A, o labasede cerámicaáticade figuras rojas (n0 1) que parece respondera unacráteradecampanade inicios del siglo IV a.C. (Valdés,1979:10).

CORTE 14.CAMPAÑA DE 1979:

Situado al Suroestedel recinto amurallado,estecorte se abrióen los jardinesdel HospitalMilitar, muycercadel n0 4 (Fig. 3.2y 4 y Valdés,1980:572).

Aunque con una complejadeposiciónde capas,laremoción de materiales modernos, medievales yprehistóricosaparececomo una constante,al menos,hasta las capasmás profundas (hasta la sexta). Lascerámicas protohistóricas son, sin embargo, muysignificativas,incluyendoun fragmento ático de BarnizNegro, hallado en la Capa Superficial, y numerosaspiezasoxidantes,hechasa tomo y con pintura roja ynegrade laCapa2 (Lote 10), 13 y 15) quecontrastaconuna mayoría de materiales fabricados a mano ydecoradosconcordones,incisiones,bruñidose, incluso,pseudoexcisiones(Lote 21, n0 8-9) de las capasinmediatamenteinferiores(3/6).

Aunque todas aparecencon materiales de origénmedievalclaro, parececlarala presenciade estratosybolsadasprehistóricasen las capasinferiores de estecorte,que denexplicación a los materialescitadosy a

otros que sehanclasificadocomopropiosde momentosdel llamadoPeríodoOrientalizante.

Ello tendríasu mejor evidenciaen la aparición deuna caparojiza oscura,dispuestasobre la roca virgen,entre2’5 y 3 metros por debajode la superficie,queincluía manchasde lo que fue interpretadocomohogary un lote generalizado de cerámicas prehistóricas.Avanzadoun estudiodeestaspiezas(Valdés,1980: 575ss.), puede confirmarsela abundanciade las vasijashechas a mano, de coccionesreductoras y buenosacabadosque, habitualmentese presentanbruñidos enformascarenadasy abiertas, similaresa lascazuelasycopas de Medellín (Almagro-Gorbea, 1977: figs.173-181)y paralelizablesconla fase II del CabezodeSan Pedro, Huelva (Blázquez et ah, 1979: 55-90,175-176), en contextosde un OrientalizantePleno oRecienteque, hacia el 650 a.C., caracterizanla faseIIA/B del oppidum de Medellín (la abundanciadevasosbruñidos frente a los toscos, pese a no podersecuantificar, es indicio de cierta antiguedad:Almagro-Gorbea, 1977: 462 y 480). Talesplanteamientosse refuerzanpor la escasezde piezasdecoradasconretículabruñida,generalmenteal interior,aunqueno falta una pieza al exterior, al estilo de lasmás difundidas por las vecinas tierras portuguesas(Valdés, 1980: 576). Por su parteson abundanteslosvasosy ollas toscas,decoradascon cordonesdigitados,incisionesy cepillados,similares a los de esteúltimoyacimientoextremeñoy muchosdel interior andaluz,como Setefilla, Cerro Salomón, La Colina de losQuemados,Cerro Macareno,Cerro del Berrueco deMedinasidoniay demás ocupacionesprototípicas delPeriodo orientalizante, dado en llamar “tartésico”(Aubet, 1983; Blanco, Luzón y Ruiz Mata, 1970;Luzón, 1973; Pellicer, Escacenay Bendala, 1983;Escacena y Frutos, 1985; etc.). Respecto a lasproducciones hechas a torno sólo comentar laimportantepresenciadeescudillaso cuencosde cuerpode casqueteesférico,de notablecontinuidadposteriorenesteyacimientoy en otros prerromanosdel Suroeste(Berrocal-Rangel,1992: 106-107y 110).

Estas escudillas son generalmentede coccionesreductoras,pastas negras o rojizas en el núcleo ysuperficies pulidas y bruñidas. Como indicio deantiguedadpodríaconstatarsela falta depies anularesorepiés,tal como ocurreenel oppidumde Medellín,fase2 (tipo 2 deAlmagro-Gorbea,1977:463 y 1991),dondeha sido definida como la forma lA de la Necrópolis,con una perduraciónque alcanzala primeramitad delsiglo V a.C. (Lomo, 1988-1989:287, 311, fig. 5).

Similaresconstantesy paraleloscabedefinir paralasescasasceramicas,a tomo, de coccionesoxidantes ypara un par de fragmentos de ánforas, de formasfenicias,queconfirmanla adscripciónorientalizantede

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152 LUIS BERROCAL-RANGEL

estosmaterialesy nivelesdeocupación.

CORTE 18.CAMPAÑA DE 1980:

Estecorte se localizó cercade la Puertade Canos,junto a las cuadrículas6 y 6A de la campañade 1978,dondeya se habíalocalizadounabasede cerámicaática(Fig. 4).

Tras las primerascapas,donde los materialessonexclusivamente modernos, aparecenalgunas piezasestampilladasy pintadas,hechasa tomo y de tipologíaprerromana,en lotes de las capas4~ y

5a (p.e., n0 20 y

26, respectivamente),siempremezcladascon cerámicasmedievalesy modernas.

Capa & Lote 41 +18&S20/+18&140 4238El material de tipo protohistóricoes generalizado,

pudiéndosetratardeun estratoinalteradoo escasamenteremovido.Entre susfragmentosdestacamoslas piezasoxidadas,a torno y decoradasconbandasparalelasrojovinosas (n0 4, 8, 11), mientras otros muestranestampilladosen ovas(n0 12). Se reconocenmaterialeshechosa mano,decoradoscon cordonesdigitados(n07,13), triángulos o dientes de lobo incisos (14) e,incluso,estampilladocircular(n0 17-28).

Capa 9. Lotes 43/50 +18&140/ +187.970 -0.17Siguen las piezas protohistóricas, con diversos

fragmentosoxidados,y alternos,pintadosa bandasrojas(n0 6, 8, etc.).

Capa 10. Lote 51 Sector interior al muro 4. +1879201+187.870 -0.05

Siguiendola mismatónica,destacamosunapiezaenforma de catino troncocónicocon arranquede basepolipoda(n0 7).

Capa 11. Lotes 49/54 +187.8701+187 760Escasosfragmentossimilares.Lapiezan0 2

54) es parte de una base trípode quecorresponderala vasijaantescitada(capa10).

Capa 13. Lote 73 Sector alEste del muro 4.Continúanlas piezasa torno y pintadas

rojo vinosas,cuyacatalogaciónpudiera seranteriores.

-al’(del lotepudiera

-0.22en bandasde épocas

Valoración general:Con las reservasnecesarias,creemosque las capas

8, 9, 10 y 11 pudieranfecharseen épocaprerromana(esp.,8), sin presentarremocionesimportantes,queentodo casoafectaríana estratosinferiores.A partir de lacapa 13 parecen presentarseniveles de ocupacionesanteriores,comoconfirmaríanlos materialesde la capa

CORTE 19. CAMPAÑA DE 1980:

El corte se situó en el jardín del Hospital Militar,junto con el n0 20. Ambos proporcionaronmaterialescerámicos y metálicos protohistóricos, como habíaocurridoen el n0 14 durantela campañade 1979 (Fig.3).

Tanto la Capa U, como las siguientes,2a y 3a

presentan materiales protohistóricos mezclados conotros de épocas más modernas. Algunas basesprerromanasu orientalizantescon grafitos incisosy unfragmentode puentede una fíbula de bronce(Capa1,Lote 22)

CORTE 20.CAMPAÑA DE 1980:

Localizadojunto al anterior,en la zonamásalta delcerro, proporcionóun registro muy similar, donde nofaltan algunos materiales de probable adscripciónromana.

CORTE 24 D. CAMPAÑA DE 1982:

Perteneceestecorte a un grupo abiertodurantelascampañasde 1982, 1984 y 1986 que, localizadoen elcentrode la superficieamurallada,dió gran cantidadderestosarquitectónicosy materiales,no sólo modernosymedievalessino, también,prehistóricos(Hg. 3.2y 4).

El corte24 D presentatres sectores(B, C y D) consucesiónde capassimilares, cuyos materialesse handiferenciadopor suinclusiónendistintoslotes.

Capa Superficial. Sin lote.Entre materialesde toda época,seleccionamostres

fragmentossingulares: un borde dentado de barniznegro ático (n

0 3); un fragmentode borde y cuerpo,hechoa mano,con resaltee incisionescorridas(n0 2) yun galbo a torno, de vasija de almacén,decoradoconunagranestampillafigurativa. Representa,enestecaso,un antropomorfoornitocéfaloy grancabellerao tocadode plumas(n0 1) (Figs. 12.5, 16.1, 17.4).Capas 1, 2, 3 y 4. Lotes 14, 21, 22, 36, 39, 24, 38, 27,39, 25, 26, 29.

Presenta,junto con cerámicasromanas,medievalesy modernas(que son prácticamentepredominantesentodaslas capas)numerosose importantesfragmentosdecerámicas grises (negras), lisas y de aspectoorientalizante,junto a otros hechos a mano, y conresaltese incisioneso digitaciones,y atorno,pintadosabandasrojizas. Se documenta,asimismo,una fusayolatroncocónica(Capa2. Lote 22, n0 6), un fragmentocon“barniz” tardío ibero-turdetano(Capa2. Lote 36, n0 12)

14.

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ELoPPIDUMDE BADAJOZ

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153

2002

Fig.- 4.1. Extensión aproximada del oppiduxn protohistórico de Badajoz.4.2. Localización de los principales cortes conmateriales prehistóricos.

Page 12: El oppidum de Badajoz: ocupaciones protohistóricas en la alcazaba

154 LUIS BERROCAL-RANGEL

y. entre las produciones comunes a torno, unestampilladodepolígonosradiados(Capa3. n0 9).

Capa 5. Lotes 25 y 26 Sector B; Lote 29 Sector C.Material mezcladode todas las épocas,desde la

Edad Moderna al Calcolítico, sobresaliendo unosdestacadostoros y grifos pintados(Valdés, 1988:275),muy similares a los de Aguilar de la Frontera,entreotros meridionales(Blanco, Luzón y Ruiz Mata, 1969:147, figs. 8 a 30; Murillo, 1989).

Los galbospresentanunapastagrisáceacon engobesienay, sobreéste, se destacanlos motivos conpinturablanquecinay ocre-rojiza,de forma que se aproximantécnicamentea lo que ha sido denominado“tipo Loradel Río” (Remesal,1975: tipo A; Chávesy Bandera,1986). Por la homogeneidadde la pastaes suponiblequeprocedan,todos,de unamismagranvasijaaunque,como apuntóMurillo (1989: 150), la homogeneidaddeestaspiezases tan notablequecabepresumir,con granpartede acierto,queprocedende un mismo taller o, almenos, de una misma zona productiva. Lo quesorprendees su hallazgoen un yacimientotan al Oestey al Norte comoesel Cerrode la Alcazaba,dadoquesudispersión, hasta el momento, se encontrababiendefinidaen torno a la Cuencamediadel Guadalquivir.Con todo, la consideraciónde piezas exóticas (aquímás, evidentemente), aunque sean productos deimportaciónpeninsular,no ratifica másquesu carácteralóctono, que debe implicarse con la irrupción denuevos materiales de raigambre orientalizanteaparecidosen estosyacimientosestratégicosdel interiorde Occidentea mediadosdel siglo VII a.C.

Esta fecha viene a ratificar la secuenciapropuestapara las piezas figuradas en policromía que, paraMurillo, no deberíanalcanzarel siglo V más que encasosaisladosy arcaizantes(1989: 154).

Con ellos, un amplio grupo de cerámicasprotohistóricas,con estampilladas(n0 14) o pintadasbícromas(n0 101), y un fragmentocon “barniz” tardíoibero-turdetano(n0 109).

Valoraciónfinal:Es obvia la profunda remoción de las tierras y

materialesafectadosen estecorte. Sólo en las capasinferiores aparecenbolsadascalcoliticas y de la edaddel Bronce que se muestranpoco mezcladas(capa5Sector41), aunqueprecedena la capainferior, sobre lamisma roca, en la que también se documentanfragmentosmusulmanes.

Con todo, la importanciadel registro es notable(galbos con toros y grifos “policromos”, cerámicaorientalizante, ática de barniz negro, grandesestampilladosfigurativos,“barniz” rojo ibero-turdetano,romana,etc.) y evidencialo quese puedenencontraren

cuadrículasdel mismosector24.

CORTE 24E. CAMPAÑA DE 1982:

Corte emplazadoenla mismazonaqueel anterior,yparalelo a éste. Sus materiales protohistóricos sereducen a cuatro fragmentossuperficiales,entre loscualesdestacaun borde decoradocon “barniz” tardíoibero-turdetano(n0 3) (Fig. 4).

CORTE 24’, CAMPAÑA DE 1984:

Situadosal lado de los anteriores,presentaestratoscon materialesprotohistóricosmezcladosconcerámicasmodernas,medievalesy romanas,desdela superficie ala capainferior, en unasecuenciasemejante.Entre losprimeros destacamosalgunos galbos de produccióncampanienseo “afin”, de forma inclasificable,buenacalidaden pigmentoy pastaanaranjadade tipo A, en ellote 13 de la capa1 (n0 23-147).

CORTE 24”. CAMPAÑA DE 1984:

Comoel anterior, situadoen la mismazonacentral,muestra la mayoría de sus estratos revueltos, conmateriales modernos, medievales, romanos yprotohistóricos.En superficiese localizó un galbo deskypbos ático de figurasrojas (lote 9 n0 67 - Fig: 10.5),reconocible en la decoración de un ejemplar deCastellonesde Ceal, bien fechado en la primeramitaddel siglo IV a. C. (Rouillard, 1991: 167). Junto conalgunosfragmentosgrises fabricadosa torno, y a mano,y localizadosen las capas1, 2 y 3, pocosignificativosyescasos,aparecensiempreotros másmodernos.Sólo elnivel inferior, qa, parece presentar materialesprehistóricosen sutotalidad.

CORTE 24 A. CAMPAÑA DE 1984:

Se localiza en la misma zonacentral,en su limiteSureste.En estecaso, su estratigafíamuestraescasossignosde remoción,especialmente,a partirdelacapa3,bajo la cual los materialesson pre- y protohistóricos(Fig. 5).

En la Capasuperificialy en la n. 1, entrecerámicasmedievalesy romanas, junto con un fragmento decampanienseA (n0 42) se localizan escasosmaterialesperromanos,vasijas a torno grises y oxidadaspintadas(n0 3) o estampilladascon polígonosradiados(n0 1) y’hechasa mano,decoradascon incisiones(n0 12, 15).

Capa 3. Lote 23 + 213.019/202.809 -1221Materialesprerromanosen su gran mayoría.Podría

considerarseunacapa inalterada,quemuestraalgunos

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ELOPPIDUM DE BADAJOZ 155

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PERFIL E.

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Fig.-5. Perfilesdel Corte24A.

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156 LUIS BERROCAL-RANGEL

recipientesa mano,junto a unamayoríaoxidadaspintadasy comunes,así comomenoresde hierro y bronce, de difícilDestacamos la presencia de una

impresionespuntilladas(Fig. 14. n0 7).

a torno, grises,algunaspiezasinterpertación.fusayola con

Capa 4. Lotes 24 y 27 + 202.809/202.469 -1234Más numerososque los anteriores, se presentan

materialesprerromanoshomogéneos,sin duda por laescasao nula remoción de su capa. Destacamoslosnumerososfragmentosa torno, grises y oxidados,losprimeros de pasta y superficie negra, los segundosdecoradoscon bandasrojaso moradas.La pieza n0 17respondea una basede campanienseA, cuyo barnizaparecedesvaídoo ultrapasadode cocción,pesea labuenacalidadquetiene (Fig. 14.6).

Valoración cultural:Aunque poco pródigas en restos,puedeafirmarse

que las capas3a y 4a presentanun nivel de ocupación

prerromanoestratigráficamenteútil (englobanalgunascerámicassimilares a las de las capasinferiores y, portanto, deducimos que pueden existir restos deremociones prehistóricas). Por el fragmento decampaniensey por la escasezde piezashechasa mano(3 de 47, entre los dos lotes), podemosaventurarunafecharelativamentereciente,queno estaríaalejada delos inicios del siglo II a.C. Las capas inferiores 5 y 6muestran materiales orientalizantes, del Bronce ycalcoliticos.

CORTE 24B. CAMPAÑA DE 1984:

Paralelo al anterior, mantiene una sucesiónestratigráficasimilar, conclusión lógica si tenemosencuentaquesólole separanun testigode 1 m. deanchura(Hg. 4).

Las Capas Superficial y ja muestran materialescerámicos mezclados, con fragmentos oxidados ypintados, junto con un borde y galbo pintado con“barniz” tardíoibero-turdetano(n

0 65).

Capa 2. Lotes 21/38 y 41/42 + 202.749/202.6190.13

Sonmaterialesprotohistóricosen bolsadasde tierrasgrises y amarillentas,mezcladoscon otros medievales,peroconunapresenciacadavezmayorde losprimeros.Destacamos algunos estampillados con polígonosradiados(lote 38 n0 15, 20), una cierta presenciadevasoshechosamanoy otros,atorno, pintadosen rojo oen “barniz” tardío (lote 21, n0 4).

Capa 3. Lotes 44-48-74 + 202.749/202.619 0.13Selladopor un pavimentode guijarros,quecruzael

cortepor su partecentral,presentaun amplio conjuntode materiales, en especial el lote 48, que puedenconsiderarsecomo protohistóricosen su totalidad.Sólola presenciade un borde de vidrio romanorompe lahomogeneidadformal y decorativade las cerámicasy,por ello, (y porquelos estratosinferiorespresentanunaestatigrafiaanteriorválida, confirmadapor el paralelodesarrollodel corteconjunto24A) creemosqueno hayproblemaenconsiderarlocomomeraintrusión.

Entre los restantes materiales destacamos unnumerosogrupo de cuencosy escudillasgrises, en ellote 48, junto con el 74, con mayoríade cerámicashechas a mano y algún estampillado de polígonosradiados (Fig. 4.1, n0 9). En el primero de éstos,documentamosun fragmento de probablegalbo dequemador.

Además se localizaron dos estructurasarquitectónicas,posiblementede esta fase: “Al bajarmás, apareciónítidamenteun muro que cruza la zonaexcavada (mitad Norte) del corte en direcciónNF-SO yal bajar la tierra que lo rodeaba (AL84/24B/54) sedescubrió un murete demenores dimensiones queparte del anterior en ángulo recto y divide la porciónOeste del corte en dos mitades.Ambos estaban muycompactadoscon el tapial quemontabasobreel zócalode piedra y formaba los muros de la construcción.”(Coronada Domínguez de la Concha, Diario deExcavación,2-VIII- 1984).

Valoración cultural:La relaciónestratigráficade estecorte confirma la

del anterior, con capas superiores (Sup., la, 2~>formadas por bolsadas de tierras grises, rojizas yamarillentas, y con materialescerámicosmezclados;otra, intermedia,cerradapor un pavimentode guijarros(

3m) que, claramente, es datable en momentosprerromanosy bajo la cual las capas 4a, 5a 6a y 75

muestrancerámicasmás antiguas,propias de épocasorientalizantes,del Broncey calcolíticas.

CORTE24E. CAMPAÑA DE 1986.

La siguientecampaña,entreotros objetivos, intentócompletar la infonnación sobre los estratospre- yprotohistóricosconfirmadosen esta zonacentral.Talobjetivo fue ampliamentecumplido con la aperturadeestanuevacuadrícula,24 F, quepropicióla localizaciónde la misma estratigrafía,pero mejor conservadaydefinida en bolsadas,gracias a la función de unpavimentomedievalo modernoque cubrelos estratosindicados(Figs.4 y 6).Capa 1. Lote4

Junto conromano-imperiales,

cerámicas musulmanas ylocalizamos fragmentos de dos

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ELOPPJDUM DE BADAJOZ 157

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Fig.- 61.Perfil oriental del Corte 24 F. 6.2. Plantas de los estratos prerromanos del Corte 24 F.

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LUIS BERROCAL-RANGEL

cubiletes de “Paredes Finas”, que consideramosrepublicanoso, al menos,augusteos(n0 9 y 149,FormasXVIII de Mayet y 24A de Vegas). Junto a ellos,aparecencerámicasa mano y a torno, con un fragmentode quemadorentrelas primeras(n. 39).

Capa 2. Lote 8 + 202.759/202.509Continúanlas pautasobservadasen

con una presencia muy escasaprerromanos(2 fragmentos).

0.25la capasuperior.

de materiales

Capa 3. Lote 19 /203.209Contrastaeste panoramacon el presentadoen la

siguientecapa,dondela granmayoríade los fragmentospueden considerarseprerromanos, sin que por ellofalten algunosejemplaresde cerámicasmusulmanasyromanoimperiales.Se confirma la presenciade restosde cubiletesde “ParedesFinas” (Fig. 15.9, n. 46), quepudieranprocederde los mismos vasosque los de lacapa 1 y, junto a ellos, vasijas hechasa manoy otrasatorno, oxidadasy pintadasen rojo vinoso(fragmenton091 de “barniz tardío ibero-turdetano). Entre losestampillados documentamostipos muy conocidos,como los polígonosradiados,reticuladosy triángulos,generalmenteen matrices de tamaños medianos ypequeños(Fig. 15.4, n0 121, 125. 126, 132).

Capa 4. Lote 20 /202.479La presencia de una importante bolsada

protohistórica, poco diferenciada de los estratosinferiores, se confirma en la siguiente capa,parcialmenteselladapor un pavimentode guijarrosquela recubre.En generalsonmuynumerosaslas escudillasgrises (negras), lisas, a veces con algún grafito (n024-50), mientrasqueescaseanlas pintadaso decoradascon otrastécnicas.Destacamosun ejemplargris incisopeinado(n0 41).

Capa 5. Lote 21 /203.169Conjunto de materialescerámicosprotohistóricos,

pocodiferenciadosde la bolsadaqueconformala capa4, pero que podríamosconsiderarprerromanosen sutotalidad, en razón a de la presenciade estampillados,radiadosy triangularese inclusode un ejemplarde granestampilla figurativa (Fig. 12.4, n0 32), que permiteconfirmar la filiación “céltica” de otros fragmentosaparecidos en contextos mezclados (como elantropomorfodel corte 24D, aparecidoen el mismosector,peroenla CapaSuperficial).

Además, entre las no pocascerámicashechasamano se documentaun vaso calado, o quemador,ytambién se localiza un interesanteconjunto de vasijasfabricadasa tomo, de cocción oxidante y decoraciónconpinturaroja-vinosa(Fig. 13).

Capa 6. Lote 22 /202.279Materiales de características similares a los

anteriores(especialmentecon la capa4), aunquemásgenéricos.Destacamosexclusivamentela presenciadeun fragmentodeprobablequemador(Fig. 10.1, n0 23) yotro de borde,cuerpoy asade ánforaibero-púnica(Fig.9, no. 29), de perfil similar a las de CanchoRoano(Maluquerde Motes, 1981:289).

Por ello que la dataciónde esteestratoseríapropiade momentosde transición hacia la SegundaEdaddelHierro, algo factible de aceptar, habidacuenta de lanumerosapresenciade cuencos grises a torno y devasijas hechas a mano de tipología orientalizante(Lomo. 1988-1989:forma 1).

Capas 7 y & Lotes 23/29Con materiales similares a los anteriorespodrían

englobarseen el mismo momentoo considerarsecomopropiosde un períodoinmediatamenteanteriorque,nocreemos,debaalcanzarel siglo VI a.C.

Como la capa4, se localizansobreun pavimentodetierra endurecida,sobreel que se apoyabael ánfora ycuya presencia parece responder a un momentorelevanteen la secuenciaocupacionalde La Alcazaba,dado que bajo él se definen claramente capas ymaterialesdetipo orientalizantey del Bronce,similaresa los localizados en el Corte 14 (Fig. 6.1). Dicharelación se confirmará en la estratigrafíadel SectorPuerta de Canos y será fundamental para unadelimitación convencionalentre las FasesIII y II deesteyacimiento.

Valoración cultural:

Presentaunaestratigrafíacompleta,pero de difícildefinición. Las capas4, 5 y & (la 7~ y 8 creemos,estánsupeditadasa la última de estastres) permiten,observarjunto con los materialesrevueltosde la 32, undesarrollocompletode la evoluciónde la SegundaEdaddel Hierro.

Partiendode las fechasproporcionadaspor el ánforaibero-púnica,generalmenteconsideradasen el siglo Vy, en función de ello, extrapolablespara las capas8, 7y

6a, observamosuna cierta diferenciación con losestratos 40 y 50 cuyos grandes estampillados,incluyendo el que representala figura humana, nodebensituarsefuerade un margencronológicoquevayadesdefinalesdel siglo V a iniciosdel II a. C.

La partemásrecientede los materiales,fechadosenlos siglos II y sobre todo en el 1 a.C., pudieraemplazarsebajo la soleríade la capa4, sobre la cual,junto con cerámicasmás recientesaparecenParedesFinasy numerosasoxidadasde raigambreturdetana,enpautasque se mantienendesdela capa1. Por debajode

158

Page 17: El oppidum de Badajoz: ocupaciones protohistóricas en la alcazaba

ELOPPIDUMDE BADAJOZ

PLANTA CAPA 2.

159

PLANTA CAPA 3.

PERF[L SURESTE.

196

195

‘94

‘93

192

191

PERFIL SUROF:STI:

I96

195

‘94

‘93

192

191

PERFIL NORDESTE

(96

195

194

193

1?o’’a PAVIMENTO DE GUIJARROS Y CAL (CAPA 2>.

PAVIMENTO DF TIERRA BAnDA Y CAL (CAPA 3>.

PERFIL[S DEL lESliGODE SPC/84.U*OH CON SPCI/8E.

ADOBES DE TIERRA O ARGAMASA.

193 O33~~~~v0v0w000100 ‘3áflooo

0~ ~1

Restos de ~‘0o/0000 ?~rt0S&~b 000‘00000V0.L000 0,~ fl

Fig. 7.- Plantas de estratos prerromanos yperfiles del Corte SPC<Campaña de 1984).

Page 18: El oppidum de Badajoz: ocupaciones protohistóricas en la alcazaba

160 LUIS BERROCAL-RANGEL

todas éstas,separadapor el significativo pavimentodetierra endurecida,la capa9 es de escasapotenciay selocaliza, de nuevo,sobreotro pavimento,estede tierray guijarros(Fig. 6.1).Sus materialesapuntana periodosOrientalizantes,como las capasinferiores 10, 11 y 12,muestrancerámicas de la Edad del Bronce y delCalcolítico.

CORTE25. CAMPAÑA DE 1986:

El corte25 se localizócercade la Puertade Carros,en un sector marginal del área Nordoccidental delrecinto(Fig. 3.2 y 4).

Las cerámicasprerromanasaparecensiempre enescasonúmero,mezcladasconmaterialesmásrecientes,en las capas

2a, 38 48 y 58 deestacuadrícula.

Capa 5 Lotes 32-33.Del primero sólo citar la presenciade un galbo de

ParedesFinas(n0 10), comoocurreconun fragmentode

base, del lote 33, (n0 82-83), ambos de probablecronologíarepublicana.Así parececonfirmarsecon ungalbo de barniz negro tipo afín a los campaniensesA<n0 81) y con las mayoritariascerámicashechasa tomo,oxidadas y pintadasen rojo, que conformaneste lote<Fig.18.2y 3). Una típica vasija globular de cerámicagris, a torno, fina y con estampilladospequeñosenforma de palmetas (Fig. 17.2) nos remite a losconocidostipos tardíosde estaSegundaEdaddel Hierroen la Cuenca baja del Guadiana (Berrocal-Rangel,1992:Fig. 14.Vb; 1994:286-287).

CORTE 25 A. CAMPAÑA DE 1986:

Abierto como una ampliación de la cuadrículaanterior, se tratade una cataqueconfirma estemismodesarrollo.

Las cerámicas de los niveles 20 al 40 sonmayoritariamente de adscripción medieval, yespecialmentemusulmana,aunqueestánacompañadasde algún probablefragmentoprerromanoaisladoquenollega a suponeruna importanciacontextualapreciable(Fig. 17.4 n. 18 y 18.2, n. 1-2).

EL SECTOR PUERTA DE CARROS

CAMPAÑAS DE 1982,1984y 1986.(SPC).

Las obrasde remociónde las capas que cubríanparcialmente la Puerta de Carros, necesariasparaprocedera su reconstrucción(dado que había sidodemolida a principios de siglo parala construccióndela carreterade accesoa la Alcazaba)propiciaron,en losúltimos díasde la campañade 1982, la localizaciónde

importantesestratosde materialesprehistóricos,razónúltimaquemotivó la aperturade las excavacionesjuntoal lado meridionaldeestapuerta.

Estas actuaciones,denominadas“Sector PuertadeCarros (SPC)”, proporcionaron la definición de laestratigrafía más completa de las conocidasen elyacimiento, incluyendo piezas de indudable interés,comovasijasáticasde barniznegroo unasingular tinajadecoradaconcaballosestampillados.

CORTE SPC.CAMPAÑA DE 1984.

Sectorinterior de la Puerta(Figs.4 y 7).

CapaSup.Lote! + 195.733/194.033 -1.70Con materialesmodernosy medievalesmezclados,

entre los quedestacannumerososfragmentosde tejasmoriscas.

Capa!. Lote2 + 194.033/193.823 -0.21Nivel de tierras rojizas, procedentesdel arrastre

de un tapial, compacto y con pocos restoscerámicos.Estos son, en su gran mayoría, parte devasijas comunes de época medieval, romana yprotohistórica, destacandotanto las producciones amano,toscaso cuidadas,como las a torno, entrelas quesobresalealgún galbo pintadoconbandasrojas (n0 20).En general,las formas respondena cuencosy algunasescudillas.

Limpiezadeperfil. Lote 3 Sincota.En estepuntoseprocedióa nivelary rebajarel perfil

del pequeñocorteabiertodurantela campañaanterior.De él se extrajeronnumerosaspiezasprotohistóricas,generalmentegrisesy a tomo, perotambién unagruesaasade kylix tardío y un borde, con labio saliente,depátera ática de barniz negro (Fig. 12.5, n0 1-4). Estaspiezasremitenclaramentea los momentosfinalesde lapresencia de producciones griegasen la Péninsula,décadascentralesdel siglo IV en las que,precisamente,estas cerámicas alcanzan su máxima expansiónpeninsular (Rouillard, 1991: 123-126). Badajoz sesuma, así, al cadavez mayor númerode yacimientosatlánticos en los que aparecenestas importaciones(véaseen sus entomos,Segoviay Vaiamonte, y. algomás alejados,Castelinhoda Serra,Capote,Azougada,Moura, Beja, Mesas do Castelinho, Serpa y ElCastañuelo,en Berrocal-Rangel,1992: 95). Peroen eloppidum pacense,como sólo en algunosde éstos, lasvasijasde “barniz negro” del siglo IV no seránmásquela continuación postrera de una presencia yaconsolidadauna o dos décadasantes, con piezasdel“Horizontede las CopasCástulo”.Capa2. Lote4 + 193.823/193.143 -0.68

Page 19: El oppidum de Badajoz: ocupaciones protohistóricas en la alcazaba

ELOPPIDLJM DE BADAJOZ 161

A

o

Area sin excavar

r--••~~—i4 8 2 1 0g 4 1 2 ‘5

A’

594.

l92Pcvimento

grk y cal.

L ‘95

- (94

- SSS

— >92

‘si1

ji

—s

—1

4

U5

Fig.- & Plantas de estratosprermmanos yperfiles del Corte SPC 1 (Campofia 1986).

Page 20: El oppidum de Badajoz: ocupaciones protohistóricas en la alcazaba

¡62 LUIS BERROCAL-RANGEL

Tierras amarillas, quizá procedentes de ladescomposiciónde adobes,con materialesprerromanoshomogéneos,aunquese ha producidoalgún contactocon la capa superior, dado que se localizaron dosfragmentos de cerámica medieval (dadas lascondicionesde excavaciónen tan estrechoy pendientelugar, los mismos excavadores recogen la claraposiblidad de que sean piezascaídasde los perfilessuperioresen el procesode limipeza o excavación).Porlo demás,el lote estáformadopor vasijashechasa tornoy de categoríacomún,con platos y escudillasgrises,galbos oxidados y pintados, y algunapieza singular.como una gran vasija de almacénque se decoró congrandescaballosestampillados(Fig. 12.4,n0 21).

Su presenciafue incluidaenel restodel lote, aunqueaparecióen unapequeñabolsadamarrón (diferentedelcolor amarillo generalizado),en una decisión quecreemosacertadaporque,pesea la intrusiónde los dosfragmentos medievales referidos3, la homogeneidadcronológica del conjunto se ve ratificada, en épocasprerromanas.graciasa la posterior localización de unfragmento de estampilla,y otro de asa, de la mismavasija “de los caballos” en niveles intactos del corteparalelo SPC 1 (Fig. 12.4, n0. 5 y 10), confirmando lanaturaleza prerromana de estas grandes estapillasfigurativas que deducimosde la localización de unapieza parangonableen la estratigrafíadel corte 24F(Fig. 12.4, n0 1). Ademásuna fusayola troncocónica,con impresiones de granos (n0 47), completa esteconjunto. Todo estematerial y sus tierrasdescansabansobreun pavimentode guijarros y un muretede piedrasuelta (Fig. 7). Localizado,éste, a partir de la cota +

193.326, corre paralelo al tercio Sur del lado orientaldel corte. Sobre él, caóticamentecubiertopor piedras,se documetóla excepcionalvasijaestampillada.

Capa 3. Lotes 7y 10 + 193.143/192.503 -1264Se registrabajodel pavimentode guijarros,con una

tierra ocre y limpia que sólo en sus niveles inferiorespresenta materiales cerámicos. Estos remitenprincipalmentea formasabiertasde produccionesgrisesa torno y se completancon un ejemplarde fíbula debroncedeesquemaanulary posibleresorteen charnela

(Fig. 11.8).La pieza, que conservael anillo, la mortaja y el

3. Adjudicamosla mención delos dosfragmentosmedievalesa/areco-nocidacategoríay celoprofésionalde la arqueólogaquedirigía la exca-vacióndel corte. De la mismamanera,jherondesdeelprinc4oio consi-deradosintrusionesacaecidasduranteel dificil ypeligrosoprocesodeexcavaciones,ypor ello selesadjudicó un lote dijérente (comoquedareflejado en el diario dcexcavacióndel Dr FernandoValdés).

arranquedel puente, puedeclasificarsedel tipo 2c deEmeterioCuadrado(1957 y 1963),reconocidopor unpuente“de timbal” que suponemosparaesteejemplar,teniendoen cuentasusreducidasdimensiones(3 cm. dediámetro) y el tipo de apoyo del puente. Como yaexpresamosanteriormente(Berrocal-Rangel,1992: 135;1993: 2318). se trata de una variedad escasamenterepresentadaen el Suroeste,con paralelos aisladosencastros como Vaiamonte y Capote, en contextosfechablesa partirde mediadosdel siglo IV a.C. (véasediscusiónmásabajo).

La capa quedacerradapor un pavimentode tierrabatida y cal que presentauna superficie rojiza y unestrato gris de menos de 0.05 m. de potencia(en elmismo fondo del suelo se recuperóel fragmentodeborde de pátera de barniz negro, cota +192.411, allimpiar el perfil exterior dejadopor el corte mecánicode la campañade 1982). Esta capasirve de basea unmurete, localizado en la esquinaEste y a una granpiedra llana que, rodeada por otras tres menores,pudieraser soporte de un poste sustentantedel techo(Fig. 7, cota+193.033).

Ademásse documentanadobes,quizádel derrumbede la pared sobresu zócalo:“Uno de éllos, en posiciónque parece indicar que está caído, se ye en el peifilexterior, entero y con una fin isima capa de cal ode enlucido que lo recubre.” (Diario de excavación,171V11/1984>.

Si la presenciade estafíbula fechael estratoentresiglos III y LV a.C., segúnel comportamientoconocidoen otros yacimientoscontemporáneos(Cuadrado,1960:92; Ruiz Delgado,1989: 165 y 198), el fragmentodeborde ático, que al estar incluido en el mismo suelocorrespondeal nivel de ocupación,viene a darle unacronologíainicial entreel 375 y el 330 a.C. (Rouillard,1991: 123).

Bajoesteestratoy su pavimento,tras unadensacapade materiales escasosy poco definitorios (

4a) sedocumentaránotras (capas5 y 6) con abundantesyclaras piezasorientalizantesque incluyen algunasdeexcepcionalcalidad.

CORTE SPC1.CAMPANA DE 1986.

Se plantedcomo una ampliación,con medidasde4.25 x 5 m. (profundidadpor anchura),hacia el perfilSur del corte SPC de la campañaanterior. Aunque elinterés inicial eratrazarunacuadrícularegular,unavezlimpia de rellenos, la aparición de muros modernos(Capa1), que se uníanen la mitad del corte,delimitó ycondicionóla forma final del cortede excavación(Figs.4 y 8).

Page 21: El oppidum de Badajoz: ocupaciones protohistóricas en la alcazaba

ELOPPIDUM DEBADAJOZ 163

2, AIM4/SPC¡l0¡28. ALM¡SPC¡7¡25.

r E

2. A1S4./SPC¡lD/26. AL&/SPC¡l0/27

3’ ~ 20 AIM4¡SPC/lQ,/8. , 9’ r 19,4 SPC/lO¡9.______ _ ,$‘z 13 SUC,I¡DftO v$’Z lO SPCI¡36¡24.¶7\rrzj

AIB4/SPC/7/22. ‘9 z 16 SPC/7/23. i SPCI¡36/20.

‘41~~Fig.- 9. Cerámicas del Nivel de ocupación lilA (±450 - + 375 a.C.): 1. Vasijas fabricadas a mano; 2. Cerámicas grises atorno; 3. Cerámicas oxidadas, a tomo; 4. Vasijas de cerámica común, a torno.

Page 22: El oppidum de Badajoz: ocupaciones protohistóricas en la alcazaba

164 LUIS BERROCAL-RANGEL

1-9

Fig.- 10. Cerámicas del Nivel de ocupación lilA: 1. Vasijas “a mano” caladas, incisas, impresas y “estampilladas” (n0 28); 3.

Carámicas oxidadas, modeladas al torno y pintadas en rojo y negro; 5. Cerámicas áticas de Figuras rojas.

AIBA/SPC/7/41.

— — —

5-.

4 s § AIP.5/SI’U t/~/l2.

Page 23: El oppidum de Badajoz: ocupaciones protohistóricas en la alcazaba

ELOPPJDUMDE BADAJOZ 165

y

AIM/SPC/4/42. ? ¡:22,4 AlM¡STC !LII/74,

y.

MM 8 AIM/SPC/’~’RroDee.

4e- ~ /SPI/4/47.

Fig.- JI. Perfiles cerámicos del Nivel ¡1h42 y ¡¡IB (±375/330 y ±330 - 200 a.C.): 1. Vasijas hechas a mano; 2. Vasijasgrises “a torno”; 4. Vasijas comunes ‘a torno”; 7. Fusayola con impresiones de granos; & Fíbula anular de timbaL

Page 24: El oppidum de Badajoz: ocupaciones protohistóricas en la alcazaba

166 LUIS BERROCAL-RANGEL

CapaSup.Lotel + 195.160/193.710 -1.45Capa 1. Loteó zona A + 194.070/193.710 -0.36

Lote 2 zona fi + 193.710/192.930 -1.22Cerca de un metro y medio, bajo la superficie,

aparecenestructurasconstructivas(dos muros enun pocete,ladrillos, tejas y trozos de cal y piedra) ymaterialescerámicosmodernosy medievales.Sedivideel corteen dos zonas.A y E, en función de los murosindicados.Entre éstos,documentamosdos fragmentoscerámicos, hechos a mano y de aparienciaprotohistórica, uno de ellos, decoradocon cordón eimpresionesdigitadas(n0. 7).

Capa 2. Lote]]zona A + 194.070/193.710 -0.36zona fi + 194.950/194.560 -0.39pozo + 193.940/193.350 -0.59

2a + 193.640/193.430 -0.21Desaparecenlos restosde construccionesmodernas

y uno de losmuros,así como unafasemásrecientedelotro y un pavimentoroto, iniciándosela capa2 con elcorte unificado. Especialmenteen la zona B, seconstatauna capade tierra clara rojiza, con restosdeadobesen descomposición.Al Norte se documentaungrupo de piedrascaóticamentealineadas,que pudieranrespondera los restosde un muro muy destruido (+193.80)y. por debajo, la misma capa se vuelve algomás oscura, presentando restos de fuego que nocreemosrespondanal emplazamientodeun hogar (Fig.8.2).

Este estrato(Lote II, ZonaE) se presentacomounconjunto de materialescerámicosprerromanosen sutotalidad.Puede,por tanto.considerarsecomoel primernivel intacto,aunqueen él irrumpeconlimpieza lo quefue consideradoun pozo musulmán,cuyas cerámicas,del lote 12, así lo certifican.El conjuntoprerromanosecompone de una treintenade fragmentosde vasijascomunesa tomo y a mano, decoradascon apliques yestampillas(Fig. 13.1, n0. 6, 8, 16, 17, 12. 24). En uncasose documentaun bordecon “barniz” tardío ibéricoy en otro, más importante,una representaciónfiguradade un caballoestampillado,quecorrespondea la mismavasija de almacén recuperadaen SPC durante lacampañade 1984(Fig. 12.4,n0. 10).

Capa 3. Lote 13 + 193.180/193.130 -0.05Siguiendo al anterior, este estrato finaliza en un

pavimento de guijarros, piedras planas y tierraapisonada(+193.130), con dos muros -M4 y MS- enescuadra(de los queya aparecíanpiedrasen desordenen la capa superior) que parecen pertenecera unaestanciao ámbitotechado,en cuyointerior se encuentrala mayoríade las cerámicas(Fig. 8. n0 3).

Como propio del mismo nivel de ocupación, sus

materialesson similaresa los anteriores,incluyendodosestampillasfigurativasque,al menosen un caso(n0 5),seríanpartedel mismo recipiente“de loscaballos”(Fig.¡2.4 n. 5). La presenciade un pequeñofragmentodeterra sigillata no es significativapuesfue recogidoenlalimpieza del perfil (como otros de este lote) y debehabercaído de capassuperiores,comoes fácil suponerpor el restode los materiales.

Estascerámicasestabaninmediatamentepor encimadel pavimento y por debajo de la capa de adobesdescompuestosy piedras,quecorrespondenal derrumbede susmuros(conzócalosde piedra).

La Capa 2a, con numerososrestos de adobesycarbones vegetales, corresponde al levantamientoarqueológicode M2, uno de los murosmodernosde lacapa 1, que fue realizado para dar más amplitud yseguridadal corte.

Creemosque la habitaciónlocalizaday el pavimentocorrespondena los documentadosen el corteSPC/1984(Capa2), con cuya cerámicahay plena concordancia(tal como se demuestra por la presencia de losfragmentosde la gran vasija de almacéncon caballosestampillados).

Capa 4. Lote 14 + 193.430/Compuestapor una pequeñacapadetierrasy adobes

en descomposición,procedentesde las cimentacionesylas paredesde los muros M4 y MS, en ocupacionescoetáneaso inmediatamenteanteriores al final delpavimento,se definió estacapacon materialesescasospero idénticos a los anteriores: un pequeñolote decerámicasprotohistóricasgrisesy negrashechasa manoy a torno, sin rasgosespeciales.

CapaS. Lote 36 + 193.100/192.570-530 -0.S3/0.57Correspondea las tierrassobre las que se construyó

el pavimento.De 10 a 15 cm. de potencia.Tieneunagrancantidadde cascajo,como principal componente.

A partir de unos 15 cm., la capa presentaun colormarrón más obscuro y es arqueológicamentepocomenos que estéril, compuestapor tapial con cal yadobescaídos, sobre un pavimento de aquel material(+192.530) ya documentadoen el SPC/84.El muro M4llega hasta el final de esta capa 5 (es claro que sereaprovechóen la 38) y estaba-cubiertocon un revocode cal, como aún se observabasobre una de suscaras(Fig. 8.4).

En la esquinaSEdel cortese localiza una intrusiónvertical en forma de bolsadaentrecuyosmaterialessedocumentanun fragmentode sigillata galica, así comootro de vidrio y, probablemente,cl romanodela capa3.A diferenciadel anterior,el quinto estratoproporcionóun registro cerámicomás amplio. La mayoríade susfragmentosson vasijas hechas a torno, comunesy

Page 25: El oppidum de Badajoz: ocupaciones protohistóricas en la alcazaba

ELOPPIDUM DE BADAJOZ 167

AIM/3Ptj4/32. SPC 1/13/II.

5 y $‘z ¡7,5 A1B4/SPC/3/I. Sl’C/3/2—4.

1’ 5,5 ÁtM2/24D/SUP/3.

4-

1

4.

¡Á11Q241¡21¡l

ÁIAO/24F/21/l hlA8/SPCI‘II

-a

MM 3

Fig. - 12. CerámicasdelNivel ¡¡¡A2 y lilA: 4. Cerámicascomunes, modeladasa tomo y estampilladas; 3. Vasijas oxidadas,a to mo” y pintadasen rojo; 5. Cerámicásáticas de Barniz Negro

Page 26: El oppidum de Badajoz: ocupaciones protohistóricas en la alcazaba

168 LUIS BERROCAL-RANGEL

oxidadas,sin quefaltengrisesni produccioneshechasamano. Las decoraciones, escasas, con bandashorizontalespintadasenrojo.

Capa 6. Lote 41 + 192530/192.430 -0.10Tierra marrónoscurabajo el pavimentode cal, con

abundantematerialcerámico,entreel que se localizaunfragmentode cerámicaática,definidoconiounabasedekylix4.

Muestra una mayoría de vasijas hechas a tomo,comunes y grises, y escasamentedecoradas,que selimitan, denuevo,atres fragmentosconpintura.Dos deéstossonmonócromos,en negro(n0 37 y 38). Ademásse documentala citadabase de kylix ático de figurasrojas (Fig. 10.5, n0. 12), piezaquepresentaunapequeñaprotuberanciaanular, típica de las conocidas copas‘Cástulo” que fecharíanla pieza 12 en un contextodefinales del siglo V y primer cuarto del IV a.C.,coincidiendoconel fragmentode Skyphosdel corte24’,con la basede crátera del Corte 6 y con la piezamencionadaen la nota 5 (Rouillard, 1991: 117-123;Shefton,1979:403-405).

Con ello Badajoz se une a otros yacimientosdelSuroeste,como Azougada, El Castañuelo,Mesas doCastelinho, Alcácer do Sal y Castelinho da Serra(Berrocal-Rangel,1992:94-95).

Capa7 Lote 42 + 1 92.430/192.230-290 -0.20/0.14Esta capaparece una continuaciónde la anterior,

aunquecon mayorcantidadde materialesy nódulosdecal. En la esquinaSE apareceunaestructurade piedrasmuy frágil, de plantasemicirculary enconexióncon unsalientedel M4. (Fig. 8.5)

Como la 52, 9~ y 102, se trata de una capa quecorrespondea un estratomuy potentecuyos materialesson de claro aspecto orientalizante, especialmentecuanto más profundosaparecen.Entre los numerosascerámicasde la capa 7 localizamosuna mayoríadeescudillas grises y negras,bruñidas o pulidas, quecontrastanconla escasezde fragmentos“a mano”.

Valoración cultural:La estratigrafía presentadaviene a completar y

confirmarlas pautasestablecidasen loscortesSPCy 24F. Incluso,comparadaconesteúltimo, no selocalizaelmomentomástardío del periodoprerromano(ss. II -

a. C.) que, allí, aunquemezclado,apareceatestiguadoen la capa3.

4. Es probablequeproceda,deestenivet unfragmentode bordeconasa deuna copade tz~~oCástulo,posiblementerecogidatras las lim-piezasrealizadasen 1982, cuandosedescubrieron,un tanto inespera-damenteestosestratos(Valdás,1988: lám. 6).

Creemosque esteprimer nivel debió sufrir, comoaquél, los movimientosde tierrasposteriores(las capasSuperficial y V son de materiales musulmanes yromanos,fundamentalmente)pero, por el contrario, supotenciapreservólos estratosinferiores.Así la capa 2(SPC/SPC1) y, especialmente,la 32 (SPC 1) muestranya grandesestampillados,entre ellos los de caballos,junto a algún fragmento de “barniz” tardíoibero-turdetanoque, segúnel comportamientogeneralde estascerámicas en yacimientos como Capote oGarváo,no parecesuperarel siglo III a.C. (Cuadrado,1969; Fernández, 1987: 3-20; Beiráo et alii, 1985:72-73, véase,para el uso de estos materiales comofósiles-guias, las anotaciones realizadas enBerrocal-Rangel,1992:95).

Las capas42 y 52 (SPC 1), entreel pavimentodeguijarros y el de cal, con materialespoco definitorios,aunquecon la falta notablede estampillados,creemosque están delimitadas por el fragmento de cerámicagriegade la capa 6 quecorrespondea la amortizacióndel momentoanteriory quemuybienpuedefecharseenlos finales del siglo V y los comienzosdel IV a.C. Deestaforma, la ocupacióncorrespondienteal pavimentode cal (capas4 y 5) vienea oscilarentremediadosdelsiglo IV e inicios del III a.C. (nivel 3 de SPC concerámica ática de Barniz Negro y fíbula anular detimbal), y las piezasde la capa6 (SPC 1) serían,portanto, materiales apropiados para los momentosdetransicióny arranquedel Hierro Dos, centradosen elsiglo V a. C.

Esto se confirma si se observa que es el mismodesarrollo y son los mismos materialesque los queconfiguran la capa 6 del corte 24 F, cuya datación,extrapoladadel ánfora ibero-púnica,concuerdacon lapropuestaparaSPC1. Porotrapartelas capasinferiores(82 a íí2 de SPC 1; 52 y & de SPC) presentan,exclusivamente,materialesorientalizantes,similares alos reconocidosencortescomoel C 14 (Valdés, 1980).

En resumen,y unificandolos datos obtenidosen elcorteoriginal (AL84/SPC)y su ampliación(AL86/SPC1), puedeafirmarse la existenciade tres niveles deocupaciónprerromanaque se reflejan en restos de, almenos,doshábitatsconsecutivos:el más modernoquese asientasobreun pavimentode guijarros (cotas de+193,326 en SPC y +193,130en SPC 1), aprovechaeincrementa las estructurasconstructivasanteriores ypuedefecharsea lo largo del siglo III a. C., por lomenos(definido en las capas2 de SPCy 2/3 de SPC1);y otro más antiguo,de la primeramitad del siglo IV ainicios del III a.C., sobreun pavimentode tierra gris ycal (cotasde+192,411en SPCy +192,530enSPC 1), ycon muros de piedraa secoque se rematanen adobesenlucidos(capa3 de SPC, con fíbula y BN, y 4/5 de

SPC1).

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ELOPPIDUMDE BADAJOZ

1AIN/sPc 11112

hTJff1sPr í/íi/s

AISS/MI/¿I/l1

-. — s

m

m

24F 6

¡lIB: fragmentos hechos a mano y decorados con incisiones, impresiones,

1.

169

AMI/SP? 1/11/24.

9

e j: 14.2 Al O6JSPC 1/11/6.

¡MMI SP? 1/11/16,

A ¡:7 SP? 1/II/fi.

grAB

Fig. - 13. Cerámicas del Nivel ¡¡1A2 yestampillados y calados.

Page 28: El oppidum de Badajoz: ocupaciones protohistóricas en la alcazaba

170 LUIS BERROCAL-RANGEL

Ambos se documentansobre un tercero, anterior,con cerámicasáticasde figurasrojas (“Horizonte de lasCopas Cástulo”) y una fechaoscilanteentremediadosdel siglo V y la primera mitad del IV a.C. (capa4 deSPC y 6 deSPC 1).

IV.DESARROLLO y EVOLUCION CRONO-

LOGICA DEL HABITAT.

La cronología propuestaha sido suficientementecotejadaen las valoracionesculturalesde los cortesconnivelesintactos, aisladoso integradosen estratigrafías.De ella sólo desarrollamos,con cierta solidez, lareferida a los niveles de ocupaciónprerromanos(FaseIII), mientrasel restodebeentenderseúnicamentecomoplanteamientos generales de referencia, cuyaconfirmación quedasupeditadaa la publicación de lamemoriadelaexcavación5.

Consideramoscomo prerromanos(Ss. V al 1 a.C:),los estratos:

Zona nordoccidental.Corte 18, capas8~,r,, 1o ~ ir.Corte SPC, capasY, 38 y 4~

CorteSPC1,capas~ 4P, 52y ~j~•

Zona CentralCorte 24 A, capas32y 4~Corte24 B, capaY.Corte24 F, capas38 (remov4i,48, 52, 6~, 72 y 80.

Los materiales cerámicos de estas capas, enconjunción con los relacionablesde otras, removidas(Cortes 1, 2, 3,4, 6, 14, 18, 19, 20, 24D, 24E, 24’ 24”24 A, 24 B, 24 E, 25 y 25 A), han permitidotrazarlasiguientepropuestadecronología:

FASE DE OCUPACION 1: CALCOLITICO yBRONCE ANTIGUO.

Nivel de ocupaciónJA: Posiblementese trate delmomento inicial en la ocupación de La Alcazaba,caracterizado por ciertas capas y bolsadas conmaterialestípicosdela transiciónNeolitico-Calcoliticoenel Suroeste,bien conocidosenExtremadura:CabezodeAraya,Albarregas,La Garrovillao El Carrascalejo;

5. Los estudiosespecíficosde las Fases1 (Calcolitica) y 11 (BronceAntiguo - PeriodoOrientalizanteestánbajo la responsabilidadde losDres.D. SebastiánCelestinoPérezyfl.JuanJavierEnríquezNavascuás,respectivamente.

en El Alentejo: Vale Pincel, Cabego da Mina oCaramujeira;y en Andalucía Occidental: PapaUvas,Valencinadela Concepcióno elCabezodelosVientos,Morales y SierraPalacios(EnríquezNavascués,1990:192 Ss.; Silva y Soares, 1976-1977: 179 ss.; Gomes,Monteiroy Serráo, 1977: 35; Fernándezy Oliva, 1985;Martin de la Cruz, 1985-ay 1985-b: 204-205,y 1986;Piñón Varela, 1987; Gavilán, 1986; Carrillero et alii.1982: 129 ss.). Destacan,entreéstos,las cazuelasdecarenabajay cuerpomuy abierto, cocidasen ambientereductor y bruñidasen superficie (sobresu específicaaparición en la VegaBaja del Guadianacontamoscondos excelentes trabajos: Enríquez y Gijón, 1989;Celestino Pérez, 1989), siempre mezcladas conmaterialesde épocasmuy posteriores.Estascerámicasencuentranunaocupaciónparalelaen el mismo Fuertede San Cristóbal y. más allá, sobreel cerrode SantaEngraciay susdeclivessobreel río Gévora(EnríquezyDomínguezdela Concha, 1984:567 ssy 573; CelestinoPérez,1989).

Nivel de ocupación IB: ha sido definidio porSebastiánCelestinocomo “AlcazabaII”, en función depiezas que se emplazan en momentosmás tardíos,plenamenteqalcoliticos, como los “platos de bordealmendrado”,\ a menudo con carena exterior, muy

característico~del Guadiana, Portugal y AndalucíaOccidental: Ixtorizonte Monte Novo y algunaspiezasdecoradas“a la almagra’ (CelestinoPérez,1989: 292SS.>.

Cronológicamente,con las reservasque implicanestosdatos,significativosperoparciales,parececlaralaocupacióndel cerroa lo largodcliii milenio a.C. o, almenos, durante los primeros siglos de éste.Desconocemossi esta fase tiene continuacióntras elNivel IB, aunque todos los indicios son negativos,siguiendouna tónica general que se observa en lospobladoscalcolíticosdesusentornosy en las VegasdelGuadiana, en general (Enríquez y Gijón, 1989;CelestinoPérez,1989;EnríquezNavascués,1990).

FASE DE OCUPACION II: BRONCE FINAL yPERIODO ORIENTALIZANTE.

Nivel de ocupación IfA: Este momentopudierarespondera un difuso períodoprevio a la llegadadematerialesorientalizantes.Por las cerámicasrecogidaspuedeaugurarseque respondena un hábitatde la Edaddel Bronce Final que debía ocupar las zonas mássudoccidentalesdel Cerro, donde se alcanzanlas cotasmásaltas.Susrestos,pococonsistentesperoclaros, sehandocumentadomezcladoscon materialesposterioresen pequeñascapas sobre la roca madre, como en elCorte 14 (Valdés, 1978: 11). A la espera de la

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ELOPPIDUM DE BADAJOZ 171

Fig.- ¡4. Cerámicas del Nivel de ocupación ¡lIC (+ 190 - + 150 a. C.): 1. Cerámicas hechas a mono y decoradas conimpresiones (n” 80-81), cordones (n0 82-83) y estampillados (n0 9); 3. Vasijas hechas a torno y pintadas en rojo; 6 Base decerámica Campaniense A; 7? Fusayola con decoraciones impreso-puntilladas.

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172 LUIS BERROCAL-RANGEL

conclusióndelos estudiosespecíficos,no podemosmásque definir algunosplanteamientosde caráctergeneraly, un tanto,provisional.

Nivel de ocupaciónlIB: Parecebien documentadaen losestratosinferioresdecortescomoel C 14, dondelas produccionescerámicasa mano son, al menos,tannumerosascomolasfabricadasatorno, lo quepuedeserun indicio de relativaantigUedad aunque,como hemosvisto, los tipos grises a torno más carácterísticosparecenmantenersehastaentradoel siglo V a.C. (comola escudillade casqueteesférico de baseplana, de lafase II de Medellín, Almagro-Gorbea,1977: 463 ss. y

480; Lomo, 1988-1989: 311.). Por ello, proponemosunadatacióninicial a partirdefinalesdel siglo VII a.C.,coincidiendocon la profusión de “cazuelas”carenadashechas a mano en pastas reductoras depuradasysuperficiesbruñidasque, en pocoscasos,se presentancon formas decorativasgeométricas,tanto al exteriorcomo al interior.

A partir de estosmomentos,que podríansuponerlairrupción de los materialesdirectamenterealizadosbajoinfluencias fenicias y orientales en general, laocupacióndel cerroentraenunadinámicade desarrolloque finalizará, nuevamente,con la aparición de otrosmaterialesforáneos que, en este caso, definirán unafloreciente FaseIII (especialmenteclaradesdefinalesdel siglo V), típica del período prerromano quedenominamoscéltico.

FASE DE OCUPACION III: PERIODOPRERROMANOo CÉLTICO.

Nivel de ocupación¡¡JA: fechadodesdefinalesdelsiglo VI, o inicios del V, hastalos comienzosdel IV a.C. Continuación ininterrumpida de los periodosanteriores,se reconocepor la presenciamayoritaria decerámicas a tomo grises, a menudo de pastas ysuperficies negras, pulidas o bruñidas, que lasdiferencian de sus inmediatos precedentesorientalizantes(Almagro-Gorbea,1977: 463-465,tipo2; Pellicer, Escacenay Bendala, 1983: 78-79; Lorrio,1988-1989:283-314).La cronologíarelativamentebajaparaestaspastasy bruñidosnegrospareceratificarseenCanchoRoano,correspondiendoa los tipos C y D deCerroMacareno,dondese concentranen los nivelesdel17 al 15 -segundamitaddel siglo VI y primeradel Va.C.- (Maluquer de Motes, 1981: 307; Pellicer et alii,1983: 79; algo parecido ocurre en Medellín 3b,Almagro Gorbea, 1977: 478) y algunos materialesimportados,como los Icylikes y demáselementosdevajilla ática barniz negro e, incluso, de figuras rojas(Figs. 9 - 10).

La presenciade un fragmento indiscutible de

skyphos, de una basede cráterade campanade figurasrojas y de una o doscopasde “tipo Castulo”,juntoconun ánfora iberopúnica,confirman la dataciónde estemomento(Figs. 9. n. 29 y 10.5). Estavasija respondeaun tipo de borde y forma general de la más fiel yantiguatradición fenicia. Así puedeclasificarsecomovariantede los tipos 1.1 y 11.1 de la tipologíade FloridoNavarro para las ánforas del Cerro Carambolo(1985:491-498). Su cronologíaosciladesdeel siglo VIII al VIa.C., para ios primeros, al V a.C., para los segundos,tanto enlas zonascosterasdel mediterráneocomoenelinterior andaluz (Schubarty Niemeyer, 1976, n0 214,558, 631, 634, 682; Pellicer, Escacenay Bendala, 1983,n0 748; Blanco, Luzón y Ruiz Mata, 1970, n0.81, 96,113 y 140; etc.; FernándezGómez et alii, 1979,n0.543-l1; Blanco y Rothenberg, 1981.fig. 276.20;Blanco,Luzón y Ruiz Mata, 1970, no 307, etc.).Pareceque, ademásde más moderna, la segundaforma estámás extendida (11.1), constatándosesu presenciaenCanchoRoanoen momentosdel siglo y, dataciónquecreemosoportunapara los contextosen los queapareceen Badajoz(Maluquer de Motes, 1981: 288, n0 7320,fig. 9 con dibujoalgodiferentedel original).

Sin duda la perduración,en el interior peninsular,del uso o de las costumbresde las grandesvasijas yánforas,es algo quedeja profundahuellaen los siglosprerromanos.Se explica así que, frente a la patenteescasezde ánforasfeniciaso iberopúnicas,contrastelaabundanciade vasijas de almacén indígenas, queadoptandorasgospropios y singulares(como lasbasestroncocónicas)presentancuernosy bordesderivadosdelas anteriores (Fernández Gómez, 1986: 864;Berrocal-Rangel,1988-a:55-58 y 1992: 107 y 112-115;FernándezCorrales, Sauceday RodríguezDiaz, 1988:

86).Porsuparte,las cerámicasgriegashandeverseenel

contexto de aparición masiva que, desde hace unosaños, caracteriza el siglo V y IV del Occidentepeninsular,desdelos conocidoshallazgosonubensesalosmásrecientesde los castrosgallegos.

En este sentido, las cerámicasáticas de Badajoztuvieron dosvíasde penetración(Fig. 2.1): por el Sur, através del caucedel Guadianao de una ruta paralela,siguiendola quedesdeHuelvapasapor Tejadala Vieja,Cerro Salomón, Mesasdo Castelinho,El Castañuelo,Azougada. Capote, Beja y finalmente, Badajoz.Probablementeeste sea el camino más utilizado, ajuzgar por la concentracióny riqueza de materiales,pero no puedeolvidarse que la penetracióndesdelacosta atlántica occidental, por desconocidaque sea,existió y que es la más cercanaa nuestroyacimiento:Alcácer do Sal, Castelinhos da Serra, castro deVaiamontey de Segoviasonpuenteslo suficientementepróximos como parano obviarlos.Unaterceraruta, por

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ELOPPIDUM DE BADAJOZ

4~ AISfi,’24F,’I9,126. MM/24F/í2/121.

~,1c. miO

5 AJMfi4F/LU/15.

173

Fig.- 15. Cerámicas del Nivelde ocupación ¡lID (±150 - + SO a. C.): 1. Fragmento cerámico hecho a mano y decorado conimpresiones puntilladas; 2 Cerámicas grises “a torno’; estampilladas; 3. Cerámicas oxidadas, “a torno”, incisa (n

0 30) ypintada en rojizo (n0 15); 4. Cerámicas comunes hechas con tomo, aplicada y digitada (n0 120) y estampillada (n0 121); 9.Fragmento de borde de Paredes Finas republicano.

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174 LUIS BERROCAL-RANGEL

1.

y ~: 12 ÁMI/24Á/l4/fl/l5.

1

AIBI/IA/i/ll7.

MI 26

‘& 17 AL79/14/35/ll2

1/ho ‘4f~~Fig.- 16. Cerámicas representativas de las producciones “a mano” y procedentesde capascon materiales revueltos:digitadas(n06-46), incisas(n” 15. 1-27, 2), inciso-peinada(n”J ¡7), impresaapeine<n0112)ycalada(n039).

Ñ: 28,5

-T

‘a = Ii A1B2¡24D/SUP¡2.

AM5/’241/4/39

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ELOPPIDUM DE BADAJOZ 175

el Este, a través de la Meseta, con su presenciaenCanchoRoano y Medellín es la más conociday sinembargola que creemosmenos factiblehabidacuentade la lejanía espacial de estos yacimientos y eldesconocimientode sus “puentes” (podríanlocalizarseenAlangey enlos entornosde Lobón),en contrasteconlas otrasdos(FernándezJurado,1987-a: 317 y 323-325,y 1987-b: 193; Del Amo, 1978: 307; Ferreira, 1971:313-332; Rouillard, 1975: 45-47; Gomes, 1983: 206;Gamito, 1981 y 1983; Almagro-Gorbea, 1977;Maluquerde Motes,1987:27-44; etc).

Seacomo fuereparececlaro que,en el Suroeste,apartir de mediadosdel siglo IV a.C., estascerámicasdejandeaparecer,paraentraren unaausenciade vasosde importaciónque se prolongaráhastala aparicióndelas primerasCampanienses,tal como dejaenevidenciael nivel 3 de Capote,Belén, Garváoy otros pobladosconfasereconocidaa lo largo detodoel siglo III a.C.

Punto y aparte merece la presenciade vasijas amano que, sin bien no muy numerosas, siempreaparecen,con tamañosmedianosy grandes,acabadosalisadoso groserosy decoracionesaplicadase impresas,siendo frecuenteslos cordonesdigitados.Susparalelosy similitudesmáscercanosse datanduranteel siglo VIa.C. en el vecino castrode Segovia1, prolongándosehasta fechas prerromanas.Pero, a diferencia deldesarrollo estratigráfico planteado en este últimopoblado (Gamito, 1981: 34-35), las decoracionesestampilladasde grandes matrices geométricas noaparecenenLa Alcazabahastaun momentopostenor.

Estenivel de ocupaciónse localiza, con seguridad,en las capas42 de SPC; & deSPC 1, y &, 72 y 8~ de 24F. En ningunase handocumentadorestosconstructivosde consideración,no asíen momentosinmediatamenteposteriores(cerámica ática de Barniz Negro, fíbulaanularde timbal) cuando,en las capasSPC/3 y SPCL/4y 5, se registranlos muros y el pavimentode cal yadobes de una estancia, con probable techumbrevegetal,propiasdel momentofinal de esteperíodoquepodemosdenominarA2 (375- 50/330a.C.).

Nivel de ocupadón¡lIB: fechadoen la segundamitad del siglo IV y a lo largo del III a.C. Es claracontinuacióndel anterior,conestructurasrenovadasquerecrecenlos muros más antiguos (véasela estanciacitada, ahora con pavimentode guijarros, del SPC 1SPC 1).

Su principalcaracterísticaes la introducciónmasivade las técnicasdecorativasestampilladasen lacerámicacomún a torno y a mano. Ello no significa que noaparecieranen la faseanterior(especialmenteenla A2),como parece sugerir el avancede la estratigrafíadeSegovia(Gamito,1981: 35, fases1 y II, y 1983: 70-72),pero en los materialesde Badajoz,documentadoscon

ciertaseguridad,estepuntoaúnno sehaconfirmado.Los estampillados,tantosobrevasijasa manocomo

a torno, son unos de los rasgosmás característicos,junto a la cerámica a mano decorada,del mundoprerromanodel Sado - Guadianainferior (Figs. 11-13).Estos estampillados, presentan, junto a esquemasconocidosen círculos meseteñoscomo CogotasII oValdepeñas(Cabré, 1930 y 1932; Cabréet ah, 1950;Fernández Gómez, 1986; Hernándezy Hernándezetalii, 1989;VelezRivasy PérezAviles, 1987: 195;etc.),tipos y rasgos específicosdel Suroeste,como unatempranaaparición que, de confirmarselas fechasdeGamito para Segovia, seria las más antigua. Noobstante,losestampilladosdela AlzacabadeBadajozode Capotedifícilmenteparecenalcanzarel siglo V a.C.enantiguedad.

Otro de los rasgoses la proliferación, en estafase,de las estampillasde grandesmotivos geométricos,decuyostipos, losquellamamos“polígonosradiados”,sonlos más abundantesy característicos(Hg. 17.4 n0. 9).Sobradamenteconocidos,tanto en el Alentejo (Arnaude Gamito, 1974-1977,f¡g: 2.97) como en el occidentepacense(Capote,La Pepina,Belén, etc.), se presentanen númeroy dimensionessimilaresa los de la regióndeElvas, tanto en Segovia como en la necrópolis deChaminé(Gamito, 1981, 1983 y 1988; Vianae Deus,1950: fig. 3.b). Las estampillasde estemomentoenBadajoz respondena estos patrones pero, además,presentanotra novedad, como son los estampilladosfigurativos.

Aparecidospor vezprimeraen lacampañade 1984,las grandesimprontas con figuras de caballode unagran vasija de alinacén se han visto aumentadasporotras con la representaciónde un guerreroa pie yalgunos motivos desconocidospor su conservaciónparcial (Fig. 12.4 y 17.4 n0. 1). Además lasexcavacioneshan permitido su situación estratigráficaen momentosclaramenteprerromanos(capas2 y 3 deSPC/SPC1, capa5 del Corte 24F). Los paralelosa tanvaliosasproduccionessonmuy escasos.Conocemoslosmáscercanosen Capote,tambiéncon representacióndecaballosy pegasos,perocon menorriquezafigurativa~.

Más allá, sólo algunos ejemplos alsíados permitenavanzaralgomásenel conocimientodeestassingularespiezas,como un fragmentosuperficial procedentedelpoblado de Valdepeñas, en la colección del padreBelda, y otro, también superficial, del leridano de

6. Una apreciación.enCapotelasfigurasestampilladaslo son enposi-tivo, hundidasfrenteal contorno;enBadajoz, en negativo, lo hundidoesel contornofrentea la figurarealzada(Berrocal-Rangel,1992: 1dm.5).

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176 LUIS BERROCAL-RANGEL

4,

A1fi2/24D¡SUP/I.

AIflfl/25A/74/lA.

2. . A1B6/25/26/20

7=26.y

A = 45 A182¡241/24/9.

— —

6.

3.

rl

Fig. - 17. Cerámicas representativas de las producciones a torno y decoradas, procedentes de capas con materialesrevueltos: 2. Grisy estampillada;3. Oxidada, estampilladaypintada enrojo; 4. Comunesy estampilladas.

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ELOPPIDUM DE BADAJOZ 177

Margalef(Tonegrossa),fechadapor Cura-Moreraen elsiglo DI a.C. (1971). Ambas no dejan de resultarejemplaresexcepcionales,y por lo tanto,extrañosa susentornos.

Juntoa ellos,continúanlos cuencosgrisesdepastaysuperficie negra (confirmando las pautasanteriores),pero en menor cantidad y compaginadoscon losoxidadospintadosmonócromamenteenrojo o ennegro,y bícromamenteen rojo y negro (Fig. 10.3). Sedocumentanalgunoscuencosgrises (negros)pintadosconbandasrojas al exterior. La presenciadecerámicaspintadasbícromasha sido planteadaen Capotecomosignode antiguedad.Su falta en registrosprerromanosmás modernos, como Capote 2, HornachuelosoNertóbriga,nos hacesospecharque decaea partir delsiglo IV para, prácticamente, desapareceren elsiguiente.Comoenel depósitoportugués,se documentaalgún ejemplaroxidado, a torno, que ha sido decoradoconjuntamentecon bandasde pinturarojiza y pequeñasimprontasestampilladas,algo queno esfrecuenteen elSuroeste,aunquesí en la mitad orientalde la provinciade Badajoz y en el Círculo oretano (Fig. 17.3)(RodríguezDíaz, 1989: 190).

La cerámicahechaamanoparecepresentarun ciertoaumento (Fig. 10.1), generalmenteasociado a lasproduccionesmás cuidadas,a menudodecoradasconapliques (cordones, resaltes, mamelones, tirillas),incisiones e impresiones, siguiendo tradicionesremontablesa la edad del Bronce. Sus paralelos seencuentranen conjuntosdel Suroestebien conocidos,cornolos depósitosde Garváoy Capote(Beiráoet alii,1985; Berrocal-Rangel,1989 y 1994-a).

Selocalizacon seguridaden las capasY del SPC;Yy Y del SPC1; 4 y T del corte24 P; y probablemente,8,? y 10 del corte18.

Nivel deocupación¡liC: fechadodesdefinalesdelsiglo III a mediadosdel II a.C., se caracterizapor lacontinuidad de los materiales y decoracionesdelmomentoanterior. Sólo la presenciade produccionesCampaniensesA y un cierto aumento de las cerámicasa tornooxidadasy monócromasenrojo (junto a la faltade bícromas en rojo y negro), el aumento de lasproduccionesnegrasa torno y cierta disminuciónen eltamaño de las estampillas permite distinguir estemomentoevolutivo (Fig. 14). Su correspondenciaconla fase 3 de Capotey el depósitode Garvao parecesuficientementeclara.

Su mejor localización la documentamosen loscortes24 B, capa3 y, probablemente,24 A, capas3 y 4,asícomo en las capasY del SPC;Y y Y del SPCI quesemantendríanenel mismonivel deocupación.Peroengeneralpuedeafirmarseque a ella correspondengranpartede los materialesprerromanoshalladosentre las

capasrevueltasdela Alcazaba.

Nivel de ocupación ¡¡ID: fechadodesdemediadosdel siglo II a.C.al 1 a.C.,se caracterizapor la presenciade cerámicasnegras de diversasformas, a vecesconpequeñas estampillas reticuladas, conjuntadas concerámicas oxidadas pintadas en rojo vinoso,produccionescampaniensesy afinesde los tiposA y By, en losmomentosfinales,por la presenciade ParedesFinas(Hg. 15 y 17.2). De nuevosu mejor paraleloestáen el nivel 2 de Capote, así como en los estratoshomologables de Nertóbriga, Hornachueloso LosCastillejos (Rodríguez Díaz, 1 989-b y 1990-a;Berrocal-Rangel,1994-b).

Su localizaciónen estratosintactos de la Alcazabano ha sido posiblepor el momento.Sólo en la capaYdel corte24 F sedocumenta,aunquealterado,un nivelasimilable. Sin embargosus materiales aparecenendistintos cortes(formalmente,es muy característicalapieza gris, a torno y estampillada,AL86/25/26/n020,Fig. 17.2), como los romanosimperiales, mezcladoscon otros anteriores o más modernos y suficientenumerocomo para aseguraruna importanteocupacióndeLa Muelaenépocatardías.

CONCLUSIÓN:

El castrode la Muela, en la alcazabade Badajoz.debe considerarsedentro de los yacimientos contrascendenciapeninsulardurante la Prehistoria. Asícabe suponersede la estratégicay rica posiciónqueocupa, llave occidentalde la comarcade las VegasdelGuadiana;puntoclave de cruceentrelos intercambiosN-S-N y O-E-O,dela mitadoccidentaly meridionaldela Península, respectivamentey motivo final deltrascendentepapel militar jugado por esta plaza entiemposmodernosy cotemporáneos(basterecordarlossitiosdurantelas GuerrasconPortugaly napoleónicas).

Desgracidamente,como sueleocurrir, los pobladosde tal importancia no suelen abandonarsey lasedificaciones posteriores a menudo destruyen losregistros arqueológicos,especialmentesi son de laendeblez constructiva del mundo protohistóricooccidental.Todo ello se agrava,decisivamente,por elcaráctereminentementebélico de la historia de estaplaza,quele haproporcionadoentraren guerradurantetodos los siglos de su Pasado,hasta el abandonoposteriora la GuerraCivil de 1936.

El resultadofinal es la fragmentaciónde la culturamaterial móvil y la desapariciónde las estructurasconstructivasde épocasanterioresa la islámica(y, contodo,sorprendela granescasezde materialescerámicosde esteperíodo,fuera del corto dominio taifa (Valdés,

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178 LUIS BERROCAL-RANGEL

3. y

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It. y$ = 26k ÁU2/241ft5/6—la.

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Fig. - 18. Cerámicas representativas de las producciones a torno, lisas o pintadas,procedentes de capas con materialesrevueltos: 2. Grises de pasta negra y pintura rojiza; 3. Oxidada, pintada en rojo; Comunes (con nervios obscuros).

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ELOPP¡DUMDEBADAJOZ

1988: 275). De las posteriores,quedanlas murallas,algunasminasinterioresy las notablesexcepcionesdelMuseo Arqueológico Provincial y del viejo HospitalMilitar. Sólouna investigaciónintensiva,que recogiesetodo fragmento o resto, por despreciableque puedaparecer, permitiría extraer conclusionessólidas queratifiquen la importanciaque, su emplazamiento ehistoria moderna, parecen presuponer. Por elloopinamosque,trasunadécadadeexcavaciones(1977 -1986), se ha logrado un nivel aceptable en lalocalización de restos y niveles, culminado con ladocumentaciónde la importante secuenciamueble einmueble de los estratosdel SectorPuertade Canos.Gracias a ello hoy podemosintentar algo que, haceescasosaños, parecía imposible, como la anteriorpropuestadecronologíay la definiciónde las pautasdeapariciónespacial de los materialesprehistóricos(Fig.4.1).

Estostienenunadispersiónmuy clara: a lo largodelas mitadesmeridionaly occidentalde la Muela, sobrelas zonasmásaltasdel yacimiento.La irregularidaddela roca madre, facilitada por su escasa solidezcomprobadaen los diferentessondeos,debió originarunaorografíamuchomás accidentadade lo quedejanver, los rellenos, hoy en día (es difícil suponercomosería el cerro de la Muela en épocaprehistórica e,incluso, pre-almohade).Es plausible barruntarque elcastroaprovechóciertosamesetamientosirregularesdelos sectorescitados,quizá en dos plataformas(de lasque la meridionalseríala más alta), queocuparíanunasuperficiecercanaa las seishectáreas.

Coincidiría así con otros importantes poblados ocitanias del mundo prerromano extremeño y delSuroeste, como Nertóbriga o, más al Este,Hornachuelos. En tal sentido la sistematizaciónrealizadapor AlonsoRodríguezDíazsobrelos castrosycitaniasde la BajaExtremadurano deja lugar a dudas:no se documentanpoblados de gran extensióny losmayoresno suelensuperarlas 5 Ha. (RodríguezDíaz,1989: 173 ss.).Unaaplicaciónposterior,querealizamossobre asentamientosalentejanosy extremeñosde laSegunda Edad del Hierro llegó a similaresconclusiones:de65 unidadesválidas,sólotres alcanzanlas sietehectáreasmientras33 oscilanentremediay treshectáreas.ParaBadajozcalculamos,conprudencia,unaextensiónde 5,25 ha. (Berrocal-Rangel,1992: 216 ss.),en nada comparablecon los oppida turdetanosni,incluso, oretanos, como Alarcos, Oreto o, el máscercano,Castro de Medellín, donde la presenciadepequeñasciudades de más de diez hectáreas deextensiónes tónica habitual (Almagro-Gorbea,1977:28-31).

Estaconstataciónno impide comprenderel sistemajerarquizado en que se desenvuelve el hábitat

179

prehistóricoen torno a Badajoz. Desdelos primerosmomentosde su registro arqueológico,por los iniciosdel III milenioa. C., la posicióndominantedel pobladocalcolitico de La Alcazabafue notoria,compartidaconsugemelodel Fuertede San Cristóbal.Ello es evidentecuandose confrontan con el resto de asentamientoscontemporáneosen su entorno inmediato, en llano ycon sus secuenciasde ocupación, esporádicasoestacionales(SantaEngracia, El Lobo, Gévora, TorreQuemada,CasaBlanca,etc.) (Fig. 2. 2).

Tal es el planteamientodesarrolladopor SebastiánCelestinopara estos momentos: “La Alcazaba debiótener una función centralizadorade la economíadeestos poblados:primero, por su situación estratégica,dominandola llanuraformadapor la Vega y los vadosque jalonan el Guadianay, en segundolugar, por lapresumible continuidad del hábitat en el Cerro(1989: 320) y tal es nuestraconcepciónpara épocasposteriores,sinquepodamosdarunaexplicaciónsólidaal hiatus aparentementeregistradoduranteel BroncePleno.

Como Medellín, el oppidum de la Alcazabapareceocuparse (en este caso, reocuparse)en momentospostrerosdel BronceFinal, conun registrécomarcal,denuevo, reflejado en la proliferación de pequeñosyacimientosen llano que aparecenen sus entornos:Sagrajas,Céspedes,la misma SantaEngracia-Gévora.etc. (Enríquezy Domínguezde la Concha,1984) y quepreludianun momentode acogidamasivadematerialesorientalizantes,enlos mediadosdel sigloVII a.C.

Unapiezaparadigmática,enestoscontextos,sonlosgalbos pintados con toros y grifos que fueronlocalizadosen el Corte 24 D. ComoMurillo Redondoha sistematizadorecientemente,las localizacionesdeestas grandes vasijas de almacén excepcionalmentepintadas son muy similares (eso sí, en las campiñascordobesay sevillana), asociadasmayoritariamentea“lugares de hábitat,asentamientosde relativa entidadqueconstituyenla red primariadel poblamientodentrode estazona....Todospareceniniciar su ocupaciónen elBronce Final Precolonial, recibiendo el impactoorientalizantea partir del siglo VII a. C.” (1989: 158).El párrafopareceríaescritoparael oppidumde Badajoz,pero tambiénpuedeaplicarseal emblemáticoMedellín(Almagro-Gorbea.1991: 165). Es más,como éste, elCastro de La Alcazaba tuvo que cumplir funcionesespecialesque permiten suponer, sobre su extremomeridional (bajo nuestro querido Hospitaldecimonónico),la existenciadeuna regia, algo intuidopor Martín Almagro-GorbeaparaCanchoRoanoque seva confirmandodíaa día(Almagro-Gorbea,Domínguezde la Conchay López-Ambite, 1990;Almagro-Gorbea,1992). En este último trabajo, Almagro-Gorbeadefinelas lineasesencialesquepermitencomprenderel papel

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180 LUIS BERROCAL-RANGEL

que juegan las élites locales del interior desdeestesubstrato indígena de un Bronce Final, en estecasoatlántico, hasta su consolidación en el entramadoexterior que configuraráuna estructurasocial centradaen la monarquíasacraque pudo representarTartessos(1992: 40-42). En estesentidocomprendeMurillo lapresenciade las excepcionalesvasijas de almacénconfrisos, toros y demásfiguraspintadasdelos siglos VII yVI a.C., como singularesrecipientesde alimentosomaterialessuntuosos:“destinadosal consumo de unasélites por otro lado bien documentadasen el mundotartésico’(1989:160;Aubet, 1984;Presedo,1986).

Esta dinámica debió repercutir en un desarrollodemográfico y económico continuado, entre loshabitantesdel Cerro de La Alcazaba,hastael siglo Va.C. La presenciade no pocos restos, dispersos,decerámicasgriegasde los momentosde mayordifusiónpeninsular(entrefinales del siglo V y mediadosdel IVa.C.) confirmanunasrelacionesen aumentoque tienensus reflejosen las primerasestructurasde hábitatbiendefinidas,peseal carácterdispersode los sondeosqueconfiguran la excavaciónintramuros.La mejor pruebala encontramosen la cantidadde materialescerámicosconsiderados prerromanos, la más numerosa,probablemente,hastaépocasmodernas.

Deellos es posibleextraerdosconclusiones:

1) La carenciade cortes,hiatí o demarcacionesenla Cultura material que impliquen una supuestaruptura o un arbitrario final para el llamadoPeríodoOrientalizante.Los materialesgriegossonla pruebadela continuidad,al menosparalas primerasdécadas,delcomercio con el Mediterráneo: bien por las rutasmeridionales, a lo largo del cauce del Guadiana(Huelva, Cerro Salomón, El Castañuelo,Azougada,Capote)comopor las Vegasdel Guadiana,aunándoseala corrienteestablecidaparaMedellíny CanchoRoano,pudieron distribuirse los productos de intercambio(Fig.2.1). No obstante,como indicábamosen el iniciode estetrabajo,la vía atlánticaes la más cercanaa LaAlcazaba y esta ruta muestra una especial, y nodestacada,actividad en estos momentos, cuando sedocumentanlas fasesA y B de Alcácer do Sal, conlamayoríade las armasrecuperadasy con los mejoresconjuntos de cerámicas áticas de Barniz Rojo(Berrocal-Rangel,1992: 95 y 305-309). Este núcleocostero tuvo que funcionar como regulador delintercambio exterior-interior que se refleja en susexóticos materiales, ya de origen oriental ymediterráneo como septentrional y centroeuropeo,albergandoprobablesgrupos de colonosmediterráneos(fenicios pero, también, tartésicosy turdetanos)quecontrolasenla exportacióndel más importantede sus

productos:la Sal. La localización,ya en épocaromana,de los únicos antropónimos no indoeuropeosquepudimosrecoger,entrelos procedentesde un probablesubstrato indígena, precisamente, en sus entornospudieraserun reflejo tardío,peroreal, de la presenciadeestaspoblaciones’.

Dos poblados,quizá tres,sirven de nexoentreestaalejada “colonia” mediterránea y el oppidum deBadajoz:Castelinhoda Serray Cabe9ode Vaiamonte,ambos con conocidos materiales griegos de épocatardía,comopudierandocumentarseen el vecinocastrode Segovia,Elvas (Correia,e.p.; Rouillard, 1975: 47;Gamito, 1983:65-78y 1988).

2) Con todo, aunqueen Alcácerla importanciadelapresenciamediterráneaes indudable,su emplazamientoen el estuario del Sado la sitúa en una ruta depenetración mucho más abierta a llegadasseptentrionales(favorecidaspor el régimengeneral devientos atlánticos)quemeridionales(Berrocal-Rangel,1992: 30 y 80). Esta constatación,quizá, sirva paracomprenderlas relacioneslógicas con otros territorioseuropeosdurantela Prehistoria,pero no da suficienteexplicación,ajuzgarpor la Culturamaterial,al dominioclásico de pueblos Célticos sobre los territorios delSadoy del Guadiana:el mismopobladodeLa Alcazabaes un excelentetestimonio de transición sin rupturahacia una nueva dinámica que definirá la llamadaSegundaEdaddel Hierro (por ejemplo, en el Nivel deOcupaciónTIJA).

Sin embargo, una mera visión a los materialespropios de este último períodode la Prehistoria,sirvepara concluir la fuerte personalidad de un cambio,gradual e inexorable, que parece haber ocurrido enlas postrimerías del siglo y e inicios del IV: semantieneny potencianlos gustosy tipos decorativossobre las cerámicas hechas a mano mientrasdesaparecen,radicalmente,todo material de origen oraigambre mediterránea.Por el contrario, aparecendominantesnuevassolucionesdecorativaso, al menos,alcanzancotas de una singularidad sin precedentes,como la difusión del estampilladoque logra en LaAlcazaba uno de sus más sobresalientesresultados(lógicamentereferidosa las piezasfigurativas)mientras

7. Nosreferimosa BOCCHUS.localizadoenSetúbal(GIL 11, 5184)yenel mismoAlcácer (GIL 1135)e. incluso, citadopor Plinio como unconocidoescritorlusitanoafincadoenestoslares(NH.XVI: 2J6yXXX-VIL 24, 97, 127). SusparalelossonescasamentedocumentadosenHispania conalgán ejemploaisladoenCordubaqueyallevó aÁlbertosFirtnal a suponersu origenafricano, conocidasu abandanciaenterri-torio semita(1966: 56;Berrocal-Rangel,1992: 55).

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ELOPPIDUMDE BADAJOZ 181

Fig. 19.1.-Oppiday ciudades delcuadrante Sudoccidental de la Península,citados por Plinio, Estrabón y los Itineraria.según sus adscripcionesétnicas prerromanas <obsérvese la relación con las cuencas de los ríos principales). 19.2Localizaciónactual de estas poblacionesyel emplazamientode Badajozdentro del área de dispersión de los topónimos en

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182 LUIS BERROCAL-RANGEL

se observaun incrementogeneralizadodel hábitaty undesarrollofunerarioque se acompañade armasen susajuares(Berrocal-Rangel,1992: 270-288).

Todoello, y otros datoslingúisticosy arqueológicos,hanservidoparadefinir las característicasculturalesdeestos pueblos célticos entre los que estaban loshabitantesde La Alcazabay, todo ello no apuntamásque hacia esa transformación social y política queMartín Almagro-Gorbeadefinió como el resultadodeuna “evolución haciaformas heróicas (de la sociedad)comparablea la documentadaen Etruria y Lacio ainiciosdel siglo VI a. C.” (1992: 43) y ala ocurrida,nosatreveríamosa incluir, entrelos mismospueblosceltascentroeuropeos(pero, comoen Iberia,en plenosiglo V)puesno es casualque la vieja etapahallstáttica,previa,fuesedenominadacomo “Períodode losViejos Reinos”(Brun, 1987:79 ss.;Cunliffe, 1988: 33 ss;Collis, 1989:151 ss.). Lo quesíesevidentees la transiciónentreelOrientalizantede primeraépoca(de la llamadaPrimeraEdad del Hierro) y el Mundo prerromano comorespuesta genérica a rasgos y característicascompartidas,en granparte,por lo queconocemoscomoCulturascélticas e ibéricas en Occidente(véase, p.e.,Demoule,1989: 141 ss.),quecondujo al desarrollodeélites guerrerasdentro de unacomunidadde gustosyestilosque,primero, la cerámicagriegay, después,loselementos y el arte “laténiense” se encargan depersonalizar.

Elementos de estasjefaturas son poco rasteablesentre el registro del oppidum pacensepero podemosrecordar la presenciade varios fragmentosde vasoscalados, de los que llamamos “quemadores”,relacionadosenel Altar deCapoteconprácticasritualesconcebidas desde ópticas colectivas extrañas a loshabituales planteamientos mediterráneos (Berrocal-Rangel,1992: 194 ss.; 1995,e.p.; Marco Simón, 1993:496; Lomo, 1993: 302-305);la mismapresenciadeunagran vasija de almacén estampilladacon figuras decaballos, que nos parece recordar la funcionalidadaplicadaa la otra gran vasija, de épocaorientalizante,con los toros y grifos pintados, pero con una notablediferencia: mientras esta es un claro producto deimportación, aunqueseadesdealfarespeninsulares,lavasija estampillada es una típica producción detradicióny estilo local, singularen susresultadosperoenmarcadaen un transfondotécnico (estampillado)yestético (abigarramiento y “figurativismo”geometrizante)muy específico de los Célticos delSuroeste(Berrocal-Rangel,1992:284 ss.)

Con todo ello sólo queremosincidir en el conceptode continuidad e innovación que supone la Segunda

Edaddel Hierro en el Suroeste,entrelos materialesdeuno de los más importantes oppida célticos delmomento: continuidad porque, desde el mismotrasfondo orientalizante, se desarrollan,innovadoramente,solucionesquetienensusorígenesenlas viejas tradiciones locales del Bronce Final,mantenidas (y, quizá, obscurecidas para lainvestigación) durante el Período Orientalizante yresaltadasa partir de mediados del siglo V a. C.!nnovación porqueestedesarrollo,queenabsolutotieneporquedependerde aportesdemográficosexternos(sinquepor ello los neguemos),se encauzahaciaresultadosmás cercanosa los gustosOccidentalesqueOrientales,quizáreflejandounacomunidadde orígenesqueahora,sin la aportación de relacionesorientales, vuelve aresurgircon nuevasformas. Porqueno debeolvidarseque,junto al estilo y a los patronesde ocupacióndelsuelo, el fondo lingtlistico en el que se encuadraBadajozes plenamenteindoeuropeoy, probablemente,celtibérico:la tópicadispersiónde topónimosen -brigapermitedocumentarla importanteincidenciaquetienenen el Suroeste(Fig. 19.2) y el mismo nombrede laciudad, “Badajoz”, es, como los de su entorno, de

origen indoeuropeo

EN CONcLUsIÓN, del estudio de los materialesyestructuras prehistóricas recuperados en lasexcavacionesde el CerrodelaAlcazabacabededucirla

importanciareal que tuvo este oppidum duranteelPrimermilenio a. C. comolugar centralizadorde unadelas másricascomarcasagro-pecuariasdel Suroeste.Enél, se constatauna continuidad del hábitat desde,almenos,los primerossiglos de estemilenio, en el que serepiten funcionescomarcalesya atestiguadasen unaocupaciónprevia, a lo largo del III milenio (Neolíticofinal -Calcolítico inicial y pleno).

Badajoz (nombre más apropiado a este estudioprehistórico que el aplicado por arqueólogosmedievalistas, “La alcazaba”, o el más correcto,históricamente,de “El castillo”) aparece,así, como unimportantepoblado del Occidentepeninsular,situadoen un entornoatlántico pero íntimamenterelacionadocon el fenómeno tartésico y orientalizante,hasta elpunto de poder conjeturarsela existencia sobre susuperficie de una regia similar a la que podemossuponerpara Medellín, Sisapo o Cancho Roano. Talfunción controladora y centralizadorase mantiene,

8. SegúnTerrón. 1985: 328, quienplanteaunaposiblerelación conelantropónimoprerromanoBattalus,dado queseconoce,por vezprime-re, enlos códicesislómicoscomoBatalyaws/Bataliausqueespalabraadaptadaal órabe.Nopuededesacartarseun derivado latino,referen-re al nombredel dueñode la principal villa delentorno(ElÁlbercón.LasTomas,etc.)(RubioMuñoz,1984: 138).

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ELOPPIDUM DE BADAJOZ 183

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Fig. 20.- Patrón geopolítico de los asentamientos protohistóricos del SO de la Península Ibérica; 1, siglo VI a.C.; 2, siglo IVa. C.

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184 LUIS BERROCAL-RANGEL

aunque con relacionesde menor alcance, durante laSegundaEdad del Hierro, integrándoseen la red másdensay local de poblados,que configuran el mundocéltico del Suroeste, como uno de sus enclavescontroladoresy distribuidoresdelos recursos(en ello,

la relación con las zonasmineras de Segovia-Ricoy Santa Fulalia-Elvas ha debido ser fundamental)para, una vez rotas tales estructurassocialescon lairrupción romana, decaer inexorablemente hastaentradala EdadMedia.

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