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El modelo cognitivo aplicado a delincuentesinstitucionalizados:
el pensamiento prosocial
VICENTE GARRIDO GENOVSDepartamento de Teora de la Educacton.
Universidad de ValenciaANAM/ PIANATcnico de 1.1. RE.
Centro dc Preventivos de Valencia
RESUMEN
El modelo cognitivo adquiere con los aos mayor protagonismo en
el campo de losdelincuentes institucionalizados, dando importantes
muestras de eficacia, aunque debi-do a la complejidad del escenario
de intervencion el medio penitenciario, seempieza a c
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138 Vicente Garrido Genovs y Ana MI Piana
1. Antecedentes de la intervencin con delincuentes
institucionalizados
1.1. Introduccin
El tratamiento institucional ha estado inevitablemente vinculado
a la evo-lucin del sentido de la pena privativa de libertad.
Mientras que en el sigloxviii se parta de una visin puramente
retribucionista, de la que surgi elmodelo de control modelo que
entiende que el castigo ha de ser rpido, ajus-tado a ley y
proporcional al dao cometido, en el siguiente siglo se dejapaso,
gracias a las contribuciones de la Escuela Positivista, al modelo
mdico,apareciendo as la idea de la rehabilitacin como fin de la
pena. Pero el fraca-so del modelo de sala de espera origin una
fuerte controversia entre doscorrientes que aunque opuestas,
coinciden a la hora de rechazar el ideal derehabilitacin. Desde la
Nueva Crininologa (teora del etiquetado, la radicalno intervencin o
el mnimo dao posible) se considera al delincuente unavctima del
sistema de control social y la desinstitucionalizacin la nica
sali-da. De otro lado, el modelo de justicia reivindica la vuelta
al retribucionismoargumentando la ineficacia del tratamiento
correccional que, segn sus detrac-tores, slo sirve para vaciar el
sentido de la pena. Este ltimo modelo, estra-tegia predominante
durante los 80, alcanz su punto lgido al publicarMartinson en 1974
su famoso articulo What works?.., trabajo que suscituna larga serie
de estudios sobre la eficacia del tratamiento y que condujo a
lapropagacin de un profundo escepticismo. Al cuestionarse cualquier
actuacinen escenarios correccionales que fuera ms all del estricto
cumplimiento dela pena, la tarea interventora haba salido
especialmente perjudicada.Afortunadamente, el propio Martinson
rectific cinco aos ms tarde su pos-tura inicial, reconociendo que
el factor critico de los estudios que haba revi-sado y calificado
de ineficaces eran las condiciones bajo las que tales progra-mas se
haban desarrollado. El fracaso de la rehabilitacin se haba
predicadopartiendo del anlisis de estudios con problemas
metodolgicos e inadecuadosdiseos de investigacin, que adems se
basaban en un modelo que ya habafracasado el mdico y en los que el
nico criterio de xito empleado erala reincidencia.
Ante esta situacin, el modelo de justicia no haba sido capaz de
ofertaralternativas viables. Es despus de la publicacin de
importantes revisiones.surgidas muchas de ellas gracias al
mcta-anlisis, cuando se empieza a arrojaralguna luz sobre la
eficacia del tratamiento. As, a finales de los 80 resurge elideal
de rehabilitacin desde una visin alejada de orientaciones punitivas
y que
Es difcil comprender la evolucin que han suicido los conceptos
de reinsercin y rehabi-litacin sin considerar las consecucncias que
tuvo la difusin dc csta famosa revsi~n (leMRTiNSoN. de la que naci
una disposicin general de pesi mismo hacia ci tratamiento
pentendarlo cuando ste apenas haba empezado a dar sos primeros
pasos.
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El modelo cognitivo aplicado a delincuentes
institucionalizados... 139
reconoce las interacciones que se dan entre las caractersticas
personales de lossujetos, el tipo de programa ante el que han de
responder y las caractersticasdel escenario en el que tiene lugar
la intervencin. De esta forma se inicia unanueva lnea de trabajo y
diversos autores (Hollin, Ross y Palmer entre otros)coinciden al
seleccionar los rasgos que parecen caracterizar a los programas
efi-caces, diferencindolos de aquellos que no arrojan resultados
positivos. Estosrasgos, pautas de posteriores trabajos, son los
siguientes:
a) estn dirigidos a delincuentes con riesgo medio-alto de
reincidencia,b) se trata de programas altamente estructurados,
basados en tcnicas de
tratamiento especficas y centrados en reas crimingenas
concretas,e) parten de una perspectiva integradora, desde la cul se
implica en todo
el proceso de aplicacin del programa a las personas relacionadas
conl, previamente entrenadas,
d) si se trata de programas residenciales, se complementan con
actuacio-nes en la comunidad para conseguir efectos ms
duraderos,
e) incluyen, y esto es muy importante, algn componente cognitivo
diri-gido a los valores o actitudes que mantienen la conducta
antisocial,
Q son multimodales; es decir, presentan estrategias de
intervencin plurales,g) la evaluacin se basa en varios criterios de
xito y no slo en la reinci-
dencia,h) consideran las peculiaridades de los sujetos a tos que
van dirigidos,i) procuran la actuacin coordinada de todas las
agencias sociales impli-
cadas en el proceso,j) proponen una intervencin intensiva; o
sea, una mayor frecuencia de
contactos.
1.2. Dificultadespara intervenir en prisiones
Antes de continuar sera conveniente descender al terreno prctico
parahacer una breve reflexin sobre el escenario al que nos estamos
refiriendo, dadoque es un medio poco conocido. Cualquier
intervencin que se realice en unmarco institucional de estas
caractersticas va a encontrarse con toda una seriede problemas
prcticos inherentes a la prisin, en lamedida en que forman partede
una compleja red institucional:
a) Masificacin. Las prisiones albergan hoy en da un nmero de
internosmuy superior al previsto, con los efectos negativos que
esto conleva,tanto para la salud de los internos como para el buen
funcionamiento dela organizacin.
b) Violencia institucional, entendida como el conjunto de
situaciones en lasque se ejerce la fuerza o presin, tanto verbal o
fsica como psicolgica.
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140 Vicente Garrido Genovs y Ana MS Piana
c) Insalubridad, no por falta de asistencia mdica, sino a
consecuencia dela superpoblacin y del elevado porcentaje de
toxicmanos, as comode la presencia, de unos aos a esta parte, de
infectados por Viii.
d) Falta de canales de informacin fluidos y eficaces que
mantenganinformados a los internos y faciliten la coordinacin entre
los distintosservicios de la prsion.
e) Bajo nivel de formacin de los internos, entre los que el
porcentaje deanalfabetismo es. por desgracia, bastante elevado.
1) Ausencia de vnculos adecuados con la comunidad, as como con
losdiferentes agentes sociales que faciliten la tarea
reinsertora.
g) Insuficiente capacitacin tcnica del personal en temas de
aplicabi-lidad penitenciaria. lo que lleva a reproducir viejos
esquenias y a favo-recer la falta de comprensin entre los distintos
sectores.
A estas dificultades hay que sumar las derivadas de los
presupuestos teri-cos que rigen la vida de las prisiones y que, en
muchos casos, obstaculizan laimplantacin de nuevas experiencias. Me
estoy refiriendo a cuestiones talescomo el predominante uso del
castigo (a pesar de la evidencia emprica acercade lo limitado de
sus resultados respecto al cambio esperado) y a la persisten-cia de
una concepcin internalista de la conducta delictiva, concepcin que
ine-vitablemente conduce a un enfoque clnico acorde con el modelo
mdico y quese ve reforzada adems por la normativa vigente.
Ante este panorama, parece lgico preguntarse si se puede hacer
intervencinen prisiones. Desde luego no es el escenario idneo, pero
el volumen de internosque albergan y la certeza de que por el
momento son un mal necesario, nosobligan a operativizar estrategias
de accin y a adoptar medidas que reduzcanal mximo las barreras que
pueden llegar a obstaculizarel xito de nuestra actua-cin. De hecho,
las primeras iniciativas llevadas a cabo en Espaa en este
campoempleaban tcnicas psicoterapeticas, partiendo de una
orientacin diagnstica.Afortunadamente, se ha ido evolucionando
hacia parmetros ms interventivos.Tcnicas como la economa de tichas
y el contrato conductual, de uso cada vezms frecuente, suelen
dirigirse a la eliminacin de conductas tales como la faltade
higiene, las autolesiones. el incumplimiento de la normativa, el
consumo desustancias txicas o la inactividad. Pero merece especial
mencin la cada vezms habitual aplicacin en el campo penitenciario
de tcnicas como el modela-do, las habilidades sociales o la
resolucin de problemas, tcnicas incluidas enprogramas de
intervencin multimodales basadas en el modelo cognitivo y
simi-lares al desarrollado en la investigacin que nos ocupa.
Esta normaliva, basada fundamennnienie en el principio de
individualizacin cienifica,asigna a los Equipos de Observacin y
Tratamiento de los Establecimientos Penitenciarios fun-clones
traducidas en la prctica en una rutinaria emisin de informes.
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El nodelo cognirivo aplicado a delincuentes
institucionalizados... 141
Es indudable que se ha producido una evolucin por parte de los
profesio-nales de este campo, traducida en un progresivo inters por
la intervencin enun marco institucional.
2. Surgimiento y auge de los programas de naturaleza cognitiva
enEspaa
Nos interesa especialmente el hecho de que los programas
consideradosefectivos incluyeran entre sus objetivos de intervencin
la cognicin, introdu-ciendo alguna tcnica de la que se esperaba
cierto impacto en el pensamientodel delincuente. Numerosos estudios
revelan que la gran mayora de delincuen-tes evidencian retrasos en
la adquisicin de destrezas cognitivas que ejercen unpapel esencial
en el proceso de adaptacin social. Estos dficits cognitivos
son:
Impulsividad, reflejo de una evidente falta de autocontrol.
Externalidad, en tanto en cuento no se sienten responsables de lo
que les
sucede. Pensamiento concreto, en la medida en que slo comprenden
aquello
que pueden ver, oir o tocar. Rigidez cognitiva; su pensamiento
es inflexible, rgido e intolerante, lo
que les lleva a persisitir en conductas desadaptativas. Deficits
en la resolucin cognitiva de problemas interpersonales, aspec-
to relacionado con la capacidad para detectar y definir un
problema,encontrar posibles causas y pensar soluciones
alternativas, as como lasconsecuencias de las mismas.
Egocentr~mo; ven el mundo nicamente desde su propio punto de
vista,lo que tambin se refleja en su sistema de valores.
Insuficiente capacidad crtica, predominando el pensamiento
irracionaly carente de autocrtica.
El pensamiento impulsivo, ilgico y egocntrico de los
delincuentes puedemodificarse mediante la prctica de tcnicas
diversas que desarrollen el auto-control, el pensamiento
consecuente, modos alternativos de respuesta ante pro-blemas
interpersonales y la capacidad para ponerse en el lugar de otra
persona,teniendo en cuenta el impacto de su conducta en los dems.
Considerando lanecesidad de ensear estas destrezas, Ross y sus
colaboradores desarrollaron unmodelo comprehensivo de programa de
entrenamiento cognitivo que combina-ba las mejores tcnicas de los
programas que haban tenido considerable xitoy a las que aadieron
otras de carcter complementario.
Son mltiples las aplicaciones que del mismo se han llevado a
cabo hasta lafecha en diferentes partes del mundo bien
replicaciones parciales, bien inter-venciones sobre reas concretas.
De entre ellas, merece la pena destacar dos
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142 Vicente Garrido Genovs y Ana Mi Piana
intervenciones con delincuentes institucionalizados: la de la
Prisin de JvenesLa Trinidad de Barcelona (Garrido, Redondo y Prez,
1989) y la efectuadacon menores en el Centro de Recepcin de
Granadella, en Alicante (Garrido.989). Los cursos para educadores
impartidos por el profesor Segura (1992),suponen una experiencia
igualmente interesante.
Ms recientemente, Belea y Baguena (1992) realizaron un estudio
con elfin de establecer la eficacia de un programa dirigido al
fomento de las habili-dades sociales interpersonales en mujeres
delincuentes internas, llegando a laconclusin de que el programa
produce una serie de efectos inmediatos queimpiden el deterioro o
disminucin que parece producirse en las habilidadesinterpersonales
de dichas mujeres. Citaremos por ltimo, otro buen ejenplo dela
creciente utilizacin de este tipo de tcnicas con delincuentes
institucionali-zados. Se trata del entrenamiento en tcnicas de
reduccin de ansiedad (OrtizBascuana, 1992) que se llev a cabo con
jvenes penados y que supuso unadisminucin significativa de la
ansiedad, as como un aumento del indice departicipacin. En todos
los casos, no slo se habla de resultados positivos, sinoque se
acenta la importancia de los prometedores efectos de este tipo de
ini-ciativas.
3. El programa el pensamiento prosocial
3.1. Objetivos generales de la investigacin
Centrndonos ya en nuestra experiencia particular, presentamos
los objeti-vos generales de la investigacin, que pueden resumirse
en:
a) Demostrar que es posible llevar a cabo una investigacin
controlada ydesarrollar tareas dirigidas a la reinsercin en la
Prisin Modelo deValencia.
b) Aplicar el programa de Competencia Psicosocial a la poblacin
peni-tenciaria espaola y comprobar su validez.
c) Contribuir a la construccin del cuerpo de conocimientos en
torno a laintervencin penitenciaria, para respaldar la idea del
tratamiento en pri-sones como una actuacin necesaria y eficaz que
puede estar cientfi-camente fundada.
3.2. Adaptacin del programa cognitivo
Una parte importante del esfuerzo invertido, se dedic a la
traduccin yadaptacin del programa creado por Ross, Fabiano y Ross
(Ross. Fabiano.Garrido y Gmez. 1994). El programa se compone de un
paquete de tcnicas
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El modelo cognitivo aplicado a delincuentes
institucionalizados... 143
cuyo denominador comn es la importancia de que se dota al papel
de la cog-nicin en la conducta, entendiendo que el adecuado
entrenamiento de funcionescognitivas directamente relacionadas con
el ajuste social supone un elementofundamental en el tratamiento
del delincuente. Consta de 3 volmenes:
Manual del Entrenador y ncleo de la obra. Incluye las tcnicas,
ascomo orientaciones para su adecuada implementacin y pasos
detalladosque permiten que pueda ser aplicado por personal no
especializado.
Libro de Suplementos. En el se recoge el material de apoyo
necesariopara cada tcnica (dibujos, fotos, ejemplos, etc.).
Libro del Participante o cuadernillo de trabajo para los
sujetos.Se efectuaron algunas modificaciones: se cambiaron nombres,
situaciones o
escenarios por otros ms apropiados para un contexto espaol, se
sustituyeronalgunos juegos y se alter el orden de presentacin de
algunas sesiones, procu-rando respetar siempre la integridad del
programa. No obstante, durante todo elproceso de aplicacin, se
tuvieron presentes ciertos criterios generales de ndo-le prctica,
de los que mencionamos los ms destacados.
a) Se estableci un orden de progresiva complejidad en los
procesos que seiban entrenando, introduciendo slo nuevas
habilidades cognitivas una vez laanterior se hubiera aprendido y
dedicndo una sesin completa a aquellas tcni-cas cuyo contenido
fuera completamente nuevo (se recomienda por ello entrenarprimero
el mdulo de Solucin de Problemas). No obstante, se procur
inter-relacionar las distintas subhabilidades que se iban
entrenando a lo largo de todoel programa.
b) A la hora de asignar las tareas a realizar fuera de las
sesiones de entre-namiento, se tuvieron en cuenta las condiciones
del medio en el que se iban adesenvolver los sujetos.
c) En cada sesin se sigui. independientemente de su contenido,
unmismo proceso: breve resumen de lo aprendido en la sesin
anterior, presenta-cin de la nueva tcnica, realizacin de la parte
prctica, puesta en comun, resu-men de lo entrenado y feed-back,
asignacin de tareas y autoevaluacin.
d) Se dispuso. en todo momento, de un amplio repertorio de
ejemplos prc-tcos.
3.3. Tcnicas de intervencin
Las tcnicas, oportunidades estructuradas para que los
participantes apren-dan las habilidades cognitivas objetivo, se
aglutinan en torno a nueve mdulosconcretos que pasamos a explicar,
a cada uno de los cuales se les dedican dife-rente nmero de
sesiones (en un total de 38):
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144 Vicente Garrido Genovs y Ana M. Piana
Solucin de Problemas (versin modificada del TIPS de Platt
&Spivack). Tras una primera sesin introductoria, se le presenta
al grupoeste mdulo, al que se le dedican las primeras 9 sesiones
del programa,siendo uno de los ms extensos y con mayor nmero de
suplementos. Enel se ensean las habilidades cognitivas y
conductuales que capacitan alos sujetos para acercarse a los
problemas que surgen en sus relacionescon los dems y les permiten
elaborar soluciones a los mismos.
Habilidades Sociales (versin modificada de la Terapia de
AprendizajeEstructurado de Goldstein). El programa incluye una
lista parcial de 37habilidades, de entre las que se han
seleccionado aquellas consideradasparticularmente interesantes para
delincuentes. Se entrenan destrezasespecficas para interactuar con
otras personas, a travs del role-playing,modelado y feed-back,
tcnicas que tambin se utilizan en el mdulosiguiente.
La tcnicade Habilidades de Negociacin se basa en elprogramna
SOCS(Roosa, /97!). Este mdulo se entren en dos sesiones, cuya
finalidadfu practicar la negociacin como respuesta alternativa al
conflicto a tra-vs de la cual ambas partes puedan satisfacer sus
necesidades a travs delacuerdo. Mediante su prctica tambin se
desarrollan la asertividad, elpensamiento alternativo y el
consecuente.
El mdulo de Pensamiento Creativo es una adaptacin de la versin
Cort1 de De Bono. A l se le dedican diez sesiones (2 semanales)
altamenteestructuradas, en cada una de las cuales se trabaja una
estrategia distin-ta. Pretende desarrollar el pensamiento lateral o
no convencional, parasuperar su percepcin de las situaciones y
eliminar su rigidez cognitiva.
La tcnica de Desarrollo de Valores es una adaptacin del Manual
deEducacin Moral (Galbraith & Jones, 1976), destinado a
desarrollar latoma de perspectiva social. Slo se discutieron tres
de los seis dilemas.Su objetivo es superar el pensamiento
egocntrico mediante la exposi-cin a conflictos cognitivos y
sociales que les llevan a examinar sus pro-pios razonamientos y los
puntos de vista de otras personas.
Control Emocional. Unicamente se dedica una sesin al
entrenamientode este mdulo introducida en el ecuador del programa~,
a partir dela cual se reservan 30 minutos semanales para revisar el
Diario deClera. Aqu se aprende a controlar aquellas emociones que
por suintensidad puedan llegar a interferir en la adecuada ejecucin
dc las habi-lidades cognitivas adquiridas y a contrarrestar
conductas impulsivasmediante la aplicacin de tcnicas como el
autodilogo, siguiendo lasdirectrices de Meichenbaum (1977) y Novaco
(1975).
Ra>nna,nirntn Crtico Fn la recia final del nrograma se
entrenaron tresde las cuatro sesiones que comprenden este mdulo,
dado que para suadecuada interiorizacin es necesario haber
adquirido y desarrolladoestrategias previamente entrenadas.
Mediante mltiples ejercicios pre-
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El modelo cognitivo aplicado a delincuentes
institucionalizados... 145
ticos se pretende que el sujeto aprenda a evaluar su propio
pensamientoy el de los dems y que ste sea lgico y racional,
desarrollando as sucapacidad para pensar crticamente.
Los Ejercicios Cognitwos sirvieron de actividad complementaria
demuchas de las sesiones, pues su finalidad fundamental es romper
elhielo, cambiar de actividad o simplemente. despertar el inters y
practi-car de forma entretenida lo entrenado. Existen tres
modalidades de eje-cucin: Chispazos de ingenio (cuestiones de tipo
intelectual y carcterldico), Banco de problemas (ejercicio en el
que el grupo intenta resol-ver un problema real de uno de sus
miembros aplicando lo aprendido enlas sesiones) y la utilizacin de
diversos juegos de distribucin comer-cial (Dicciopinta).
Revisin de Habilidades. Se practican las diferentes tcnicas
siguiendoun esquema orientativo ante situaciones diversas.
3.4. Contextualizacin de la intervencin
Nos situamos ahora en la fase experimental del proceso de
aplicacin delprograma, el cul se llev a cabo en el Centro
Penitenciario de Preventivos deHombres de Valencia, ms conocido
como la Prisin Moddo de Valencia. Eledificio, construido en 1903 y
clausurado en Abril del 93, nos recuerda a lamtica Modelo de
Barcelona, tanto por las precarias condiciones en que seencontraba
(una capacidad ampliamente superada por el ndice de ocupacinreal),
como por los problemas con los que el tratamiento ha tenido que
enfren-tarse en prisiones de estas caractersticas.
Las sesiones tuvieron lugar en una de las aulas de la zona
cultural en con-diciones adecuadas de ventilacin y luminosidad, con
una regularidad de tressesiones semanales de dos horas de duracin a
lo largo de tres meses. El pro-grama se aplic a internos
pertenecientes a una de las galeras de que constabael Centro, en la
que ingresaban voluntariamente una vez entrevistados y habien-do
firmado un compromiso de no consumo de sustancias txicas. Todos
losinternos de esta galera tenan acceso al mismo tipo de
actividades y sus vidasestaban regidas por unas mismas normas.
3.5. Seleccin del diseo experimental e hiptesis de trabajoDebido
al alto ndice de movilidad que padece la poblacin penitenciaria
de
un centro de preventivos, dependiente por completo de las
decisiones judicia-les, cremos conveniente optar por un N reducido,
un diseo experimental sim-ple, con dos momentos de medicin (pre y
post-test) y dos grupos (el sometidoa intervencin y el control).
Las hiptesis de trabajo establecidas fueron:
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146 Vicente Garrido Genovs ~ Ana M. Piana
1 7) Que las caractersticas de ambos grupos iban a permitir
garantizar sucomparacin.
2.9 Que en el grupo Control no se daran diferencias
significativas entreel pre-test y el post-test.
3:) Que se encontraran diferencias significativas entre los dos
momentosde la evaluacin en el grupo Experimental.
49 Si el grupo Experimental obtena mejores puntuaciones que el
Con-trol, podramos atribuir dicha mejora a los efectos de la
intervencin.esperando por tanto una mejora del comportamiento por
parte de lossujetos del grupo Experimental en periodos
posterores.
3.6. Seleccin y perfil de la muestra
a) Grupo CONTROL: de los 217 sujetos que se encontraban en la
galeraal empezar el ao, 87 fueron excluidos por motivos diversos
(formar parte de laUnidad de Intervencin, estar bajo seguimiento
psicolgico. no hablarespaol,etc.). Del resto se hizo una extraccin
aleatoria, quedando un total de 65. perodesde que empez el programa
hasta que finaliz el post-test (periodo de cua-tro meses), fue tal
la mortandad experimental que slo pudimos contar con 18sujetos para
el grupo CONTROL.
b) El Grupo EXPERIMENTAL tambin sufri prdidas importantes, detal
forma que al finalizarar todo el proceso experimental nicamente
queda-ron 9 sujetos. Estos pertenecan al subgrupo denominado Unidad
deIntervencin, grupo que slo se diferenciaba del resto de internos
por partici-par en charlas quincenales sobre temas sanitarios y
tenerla posibilidad de par-ticipar en sesiones de carcter
teraputico (el programa), al haber solicitadoapoyo al Equipo de
Observacin y Tratamiento relacionado con su deshabi-tuacin. Se
selecionaron internos que al menos supicran leer y escribir,
noestuvieran excesivamente deteriorados fsica o psicolgicamente.
presentarandficits en sus habilidades cognitivas y cuya previsible
permanencia en elEstablecimiento fuera superior a cinco meses.
flecha la seleccin, se estable-ci el perfil general de los 27
sujetos de la muestra en base a los datos obte-nidos tras la
cumplimentacin del Cuestionario Biogrfico, entrevista indivi-dual
en la que se recogieron datos relativos a su trayectoria
penitenciaria(contrastados con los del expediente y el protocolo) y
al desarrollo del proce-so educativo y de socializacin (reas
familiar, escolar, laboral e historia toxi-colgica). Su perfil nos
habla de sujetos con una edad media de unos 28 aos,escasamente
conflictivos, con un promedio de ingresos en prisin entre 2 y 5(en
su mayora por delitos contra la propiedad) y pertenecientes a
familiasnumerosas de nivel socio-econmico medio-bajo. Todos saban
al menos leery escribir y posean experiencia laboral. No obstante,
aquellos aspectos en losque los sujetos de ambos grupos presentaron
diferencias ms notables fueron
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El tuodelo cognitivo aplicado a delincuentes
institucionalizados... 147
los relacionados con la historia toxicoflica: el 100% de
miembros del grupoExperimental reconocieron ser politoxicmanos,
habiendo iniciado el consu-mo en edades comprendidas entre los 12 y
los 16 aos, mientras que en elgrupo Control, el 61% neg haber
dependido alguna vez del consumo de dro-gas. Esta importante
diferencia entre los sujetos de ambos grupos, apuntanecesariamente
hacia la presencia de mayor nmero de elementos negativosen la
tayectoria vital del grupo Experimental: mayor nmero de causas
pen-dientes, presencia de anomalas estructurales o funcionales en
la familia, inci-dencia de conductas desadaptativas en la escuela y
experiencia laboral msreducida.
3.7. Pruebas administradas
Para comprobar si se cumplan las hiptesis de trabajo se
emplearon lossiguientes instrumentos de evaluacin:
1) Cuestionario biogrfico; destinado a la recogida de
informacion ini-cial.
2) Instrumentos de valoracin cualitativa:
2.a. cumplimentados por el experimentadorregistros de asistencia
y aprovechamiento
evaluacin de cada sesin evaluacin de cada participante (mensual)
memoria de la investigacin
2.b. cumplimentados por los participantes evaluacin de cada
sesin valoracin final del programa tareas de prctica fuera de las
sesiones
3) Test psicolgicos clsicos; de aplicacin colectiva y uso
habitual en laprisin. Se administraron a titulo complementario, y
no por esperar unamejora especfica tras la intervencin: Test de
matrices Progresivas de Rayen Prueba de personalidad E.P.Q. - A de
Eysenck
4) Test cognitivo-visual; que se incluy (junto a Rayen y E.P.Q.
- A) enla medicin pre-test/post-test, convirtindose en eje de la
evaluacin.Este test est formado por dos pruebas que pasamos a
ver:
El MEPS (Means Ends Problem Solving) es una adaptacin del
origi-nal de Platt y Spivack e incluye 3 historias con una
estructura similar. Al suje-to se le ensean dos fotografas; el
principio y el final de una historia en la quel ha de elaborar la
parte central. A travs de su respuesta podremos medir su
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148 Vicente Garrido Genovs y Ana Mi Piana
habilidad para pasar de una situacin problemtica a otra en la
que el problemase ha resuelto (el pensamiento medios-fines).
En la entrevista cognitiva al sujeto se le presentan 3 historias
en las queaparece un personaje, al que unas determinadas
circunstancias le originan un pro-Nema, y un espectador que ignora
el principio de la historia. Se basa en el TestRole-taking de
Chander y el Test de Spivack, Platt y Shure para las distintas
sub-habilidades que componen la habilidad genrica de Solucin de
ProblemasInterpersonales (excepto el MEPS) e incluye instrucciones
detalladas para su apli-cacion. as como para la interpretacin y
puntuacin de las respuestas.
Cada uno de los 6 items que constituyen el Test cognitivo-visual
pretenderecoger informacin sobre las habilidades objetivo del
programa:
comprensin de la historia toma de perspectiva social deteccin y
definicin de problemas capacidad para establecer relaciones
causa-efecto
capacidad para generar alternativas capacidad para anticipar
consecuencias
4. Resultados
4. 1 . Valoracin cualitativa
Efectuar una valoracin de este tipo resulta especialmente
interesante sitenemos en cuenta el escenario de nuestra
investigacin. Destacan al respectoalgunas cuestiones de carcter
institucional, fuera del control del experimenta-dor, que afectan,
sin lugar a dudas, a la buena marcha de la intervencin;
nosreferimos a temas como la pertenencia de los sujetos a la Unidad
deIntervencin (con los recelos mtuos que sto suscit entre internos
y funcio-narios), el cierre por reforma de una de las galeras (con
la consiguiente satura-
CL .W.I ti it ti
con un miembro del Equipo de Observacin y Tratamiento (quien ha
de adop-tar decisiones sobre la situacin penitenciaria de los
sujetos).
Respecto a los sujetos, hay que decir que su promedio de
asistencia fuebueno (4 de los 9 no faltaron a ninguna de las 38
sesiones) y la prctica totali-dad de ausencias fueron justificadas
(concesin de comunicaciones vis a vis,salida de permisos,
asistencia a juicio, etc.). Su participacin fue progresiva-mente ms
intensa, as como el nivel de implicacion.
Una de las claves del xito del programa, en lo que a la buena
acogida quele dispensaron los participantes se refiere, es
atribuible sin lugar a dudas alcarcter flexible y abierto de los
ejercicios, tal y como los propios sujetos reco-noceron.
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El modelo cognitivo aplicado a delincuentes
institucionalizados... 149
En cuanto al contenido, el balance depende del mdulo al que
hagamos refe-rencia:
En aquellas tcnicas en las que la realizacin del role-playing
constituaun paso fundamental, como en el caso de las Habilidades
sociales y deNegociacion, la resistencia de los sujetos afect un
tanto a los resultados.No fu fcil conseguir que los sujetos
llegaran a abstraer principios deconducta social de los pasos
interiores (los sujetos los seguan comorespuestas prefijadas).
El Pensamiento Creativo fue probablemente el de mayor aceptacin,
alconsiderarlo fcil y prctico. Los acrnimos facilitaron su
persistencia yaplicacin fuera de situaciones de entrenamiento.
La prctica del Desarrollo de Valores fue irregular, dependiendo
de lacantidad de conflicto que el dilema en cuestin originara,
aprecindoseuna clara tendencia a desplazar su atencin hacia el
contenido.
Aunque bien acogida, la nica sesin dedicada al Control
Emocionalparece insuficiente, ya que las condiciones del espacio
fsico y los est-mulos a los que se exponen dificultan la prctica
individual posterior
Fueron Solucion de Problemas y Razonamiento Critico
probablementel(>s que resultaron ms intensos y difciles de
asimilar (uno por ser el pri-mero y dada su duracin y el otro por
emplear conceptos algo ms com-plejos).
Por ltimo, todos los ejercicios complementarios dieron
resultados posi-tivos y cubrieron los objetivos propuestos.
4.2. Valoracin cuantitativo
De las puntuaciones directas obtenidas por los sujetos de cada
grupo se cal-cularon los siguientes estadsticos: X, DT, t, p y
grados de libertad de las prue-bas RAVEN, E.P.Q.-A y Test
cognitivo-visual, para una regla de decisnp
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150 Vicente Garrido Genovs y Ana M Piana
tantes: los sujetos de este grupo no han experimentado cambios
significativos.(Tabla 2)
TABLA 3. Se comparan las puntuaciones obtenidas por los miembros
delgrupo Experimental antes y despus de haber participado en el
programa, paraestablecer la cantidad de cambio operado. Podemos ver
que todas las variablesreferidas a las habilidades cognitivas
entrenadas a lo largo del programa (medi-das mediante el Test
cognitivo-visual), obtienen p.
-
El modelo cognitivo aplicado a delincuentes
institucionalizados...
Tabla 2: Grupo controlGrados de libertad: 24
Pre-test Post-testVariable DT DT pRayen 39.780 9.730 40.330
8.720 0.180 0.855
0.8 18Neuroticismo 12.220 5.450 11.830 4.580 0.230Extraversin
12.670 3.910 II .220 4.440 1 .040 0.308Psicoticismo 3.500 4.360
3.220 4.730 0.180 0.856Sinceridad 9.890 3.200 10.060 4.170 0.130
0.894
MEPS 5.110 2.080 4.89
-
Vicente Garrido Genovs y Ana MS Piana
Tabla 3: Grupo experimentalGrados de libertad: 16
Pre-test Posttest
Rayen 42.780 15.250 48.780 9.730 1.000 0.334Neuroticismo 12.330
3.200 11.22
-
El modelo cognitivo aplicado a delincuentes
institucionalizados...
Tabla 4: Post-testGrados de libertad: 25
O. control U. experimentalVariable A DT X DT t p
Rayen 40,330 8,720 48,780 9,730 2,280 0,03 1 *0,718Neuroticismo
11830 4,580 11.220 2,820 0,370
Extraversin 11,22
-
154 Vicente Garrido Genovs y Ana MI Piana
Afirmamos igualmente que el programa posee importantes
cualidadespara despertar el inters entre los participantes y
fomentar su participacin,dado su talante prctico, flexible y
particpativo. Sin embargo. el empleo deun instrumento de medida de
nueva creacin nos lleva a aceptar con reservaslos resultados, por
lo que la investigacin debe seguir definiendo sus limitesy su
alcance. Somos conscientes de la presencia de ciertas dificultades
meto-dolgicas que nos obligan a efectuar una interpretacin prudente
de losresultados:
problemas relacionados con la muestra dificultades para hacer el
seguimiento. debido a la naturaleza multidi-
mensional de la organizacin penitenciaria dificultades evidentes
para hacer afirmaciones sobre la generalizacin
de lo aprendido, ya que son pocos los factores que facilitan la
elicita-cin de respuestas asociadas a las habilidades entrenadas
fuera delescenario institucional.
Concluimos, pues, afirmando que la hiptesis de que el programa
es eficazse confirma, lo que apunta hacia prometedoras
posibilidades en el terreno de laintervencin en instituciones
penitenciarias. Creemos adems, que su xito sepotenciara si se
integrara en un programa ms amplio de intervencin, promo-vido desde
la institucin y complementado con pautas de actuacin coordina-das
por parte de los diferentes agentes sociales, ms all de los muros
de la pri-sin. El problema de la delincuencia no se soluciona con
medidas estrictamen-te penitenciarias.
La puesta en marcha de esta investigacin ha supuesto una
oportunidadinestimable para colaborar en la elaboracin y adaptacin
del programa deCompetencia Psicosocial, creando un prctico
instrumento de trabajo para losprofesionales de este campo. Al
trabajar desde el enfoque psicoeducativo que laintervencin
penitenciaria requiere, tambin hemos querido potenciar la figuradel
pedagogo, quien a pesar de haber estado tanto tiempo relegado.
tiene unimportante papel en este campo. Si las penas privativas de
libertad y las medi-das de seguridad estn orientadas hacia la
reeducacin, tal y como versa el art.25.2 de nuestra Constitucin,
debemos operativizar acttjaciones educativas eneste sentido: hay
que educar al delincuente, sujeto cuyo proceso de socializa-cin ha
sido deficitario o inadecuado, para que llegue a ser socialmente
com-petente, sea valorado por los dems y pueda llegar a contribuir
a los propsitosde la comunidad de la que forma parte. Queremos
terminar recordando que losque ejercemos nuestra labor en y desde
la prisin tenemos la obligacin dedifundir los resultados de nuestro
trabajo. Mediante esta investigacin, espera-mos haber contribuido a
la aparicin de futuras iniciativas: la tarea no es senci-lla y las
dificultades no escasean, pero la realidad reclama propuestas de
inter-vencin eficaces.
-
El modelo cognitivo aplicado a delincuentes
institucionalizados... 155
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