Top Banner

of 183

EL MARXISMO DEL SIGLO XXI.pdf

Oct 14, 2015

Download

Documents

GogL1er
Welcome message from author
This document is posted to help you gain knowledge. Please leave a comment to let me know what you think about it! Share it to your friends and learn new things together.
Transcript
  • 5/24/2018 EL MARXISMO DEL SIGLO XXI.pdf

    1/183

    EL MARXISMO

    DEL SIGLO XXIRedescubr iendo y repensando el

    marx ismo

    JosLpez

    joselopezsanchez.w ordpress .c om

    Agos to de 2013

  • 5/24/2018 EL MARXISMO DEL SIGLO XXI.pdf

    2/183

  • 5/24/2018 EL MARXISMO DEL SIGLO XXI.pdf

    3/183

    Los oscurantistas de cualquier generacin estn constituidos

    principalmente por los que practican la metodologa dominante.Whitehead.

  • 5/24/2018 EL MARXISMO DEL SIGLO XXI.pdf

    4/183

  • 5/24/2018 EL MARXISMO DEL SIGLO XXI.pdf

    5/183

    1

    Prlogo

    Este libro (de libre distribucin, como todos mis libros y artculos, disponibles todosellos en mi blog) recopila las ideas relacionadas con el marxismo que he idodesarrollando a lo largo de mis diversos escritos. Bsicamente he retomado materialde mis anteriores libros Reforma o Revoluc in? Democrac ia y Manual deresistencia anticapitalista,as como de mis artculosRelat iv izando el relat iv ismoyDemocracia vs. Oligocracia.El objetivo es doble: por un lado divulgar el marxismo(segn mi visin, que yo creo que es la correcta, pero reconozco que no es la nica), ypor otro, criticarlo constructivamente para intentar hacerlo avanzar.

    Y es que quien desea cambiar profundamente la sociedad actual, si practica el

    librepensamiento (prctica imprescindible para buscar la verdad y transformarla),inevitablemente, debe toparse tarde o pronto con el marxismo. Y esto es as porque elmarxismo, a pesar de sus carencias y contradicciones, a pesar de sus aplicacionesprcticas distorsionadas (a las cuales tambin contribuyeron sus errores tericos), esla mejor teora revolucionaria desarrollada hasta la fecha. Y lo es porque paratransformar la sociedad en primer lugar hay que comprenderla bien. Una vez que unodescubre o redescubre el marxismo comprende mucho mejor la sociedad humanaporque el marxismo es la ciencia aplicada a la sociedad humana. Marxismo es antetodo librepensamiento y mtodo cientfico. Cuando uno tiene ocasin de contrastarentre s las distintas teoras que intentan explicar el funcionamiento de nuestra

    sociedad, uno puede comprobar que la teora marxista supera con mucho a susrivales. Concuerda mucho ms con lo que uno vive en el da a da.

    Cuando yo empec a escribir, all por el ao 2007, tras el famoso incidente verbalentre el Rey Juan Carlos I de Espaa y el ya desparecido lder bolivariano HugoChvez, el famoso Por qu no te callas?, yo slo conoca de lejos al marxismo,tena la tpica imagen de l que tiene la mayor parte de la gente. Pero ese famosoincidente verbal a m me despert, me indign hasta tal punto la manera en que fuetratado en los medios de comunicacin de masasde mi pas (Espaa), que no pudeevitar empezar a investigar por Internet. Supongo que tarde o pronto habradespertado de una u otra forma. A m me pas tras ver cmo trataba el Borbn a unjefe de Estado en una reunin internacional. En determinado momento, me top conun libro que me dispar hasta el infinito esa ansia (que permaneca en estado dehibernacin) por saber, por comprender, por conocer mejor la realidad que viva. Eselibro se titula Un Rey golpe a golpey es de libre distribucin. As, poco a poco, o notan poco a poco, pues en unos pocos aos he ledo ms que en toda mi vida, fuiindagando, leyendo por aqu, por all, hasta toparme con el marxismo. Empec, porfin, a conocerlo de primera mano, en vez de por lo que se deca de l. Me le muchosde los escritos originales (en espaol, obviamente, pues yo no s alemn). Es decir,acud a las fuentes originales del marxismo, adems de leer a algunos de susmagnficos divulgadores. Fui descubriendo lo que era en verdad el marxismo. Pero no

    slo esto, no me conform con leer pasivamente todo lo que descargaba de Internet,sino que me propuse hacerlo de manera activa, de manera crtica. Yo, un simple

    http://joselopezsanchez.wordpress.com/http://joselopezsanchez.wordpress.com/http://joselopezsanchez.files.wordpress.com/2011/09/reforma-o-revolucion-democracia.pdfhttp://joselopezsanchez.files.wordpress.com/2011/09/reforma-o-revolucion-democracia.pdfhttp://joselopezsanchez.files.wordpress.com/2010/10/manual-de-resistencia-anticapitalista.pdfhttp://joselopezsanchez.files.wordpress.com/2010/10/manual-de-resistencia-anticapitalista.pdfhttp://joselopezsanchez.files.wordpress.com/2010/10/manual-de-resistencia-anticapitalista.pdfhttp://joselopezsanchez.files.wordpress.com/2011/02/relativizando-el-relativismo2.pdfhttp://joselopezsanchez.files.wordpress.com/2011/02/relativizando-el-relativismo2.pdfhttp://joselopezsanchez.files.wordpress.com/2011/02/relativizando-el-relativismo2.pdfhttp://joselopezsanchez.files.wordpress.com/2011/09/democracia-vs-oligocracia.pdfhttp://joselopezsanchez.files.wordpress.com/2011/09/democracia-vs-oligocracia.pdfhttp://joselopezsanchez.files.wordpress.com/2011/09/democracia-vs-oligocracia.pdfhttp://joselopezsanchez.files.wordpress.com/2011/02/relativizando-el-relativismo2.pdfhttp://joselopezsanchez.files.wordpress.com/2010/10/manual-de-resistencia-anticapitalista.pdfhttp://joselopezsanchez.files.wordpress.com/2010/10/manual-de-resistencia-anticapitalista.pdfhttp://joselopezsanchez.files.wordpress.com/2011/09/reforma-o-revolucion-democracia.pdfhttp://joselopezsanchez.wordpress.com/
  • 5/24/2018 EL MARXISMO DEL SIGLO XXI.pdf

    6/183

    El marxismo del siglo XXI

    2

    trabajador (aunque con cierta formacin), un ciudadano corriente, se propuso,modestamente, humildemente, pero sin complejos, intentar aportar algo al marxismo,intentar ver qu poda ser vlido de l en la actualidad y qu haba que desechar de l.No me conform con repetir como un loro lo que ya se dijo hace ms de un siglo. Nome conform con ser un espectadorms de las ideas que se cuecen en pos de una

    sociedad ms libre y justa, sino que me propuse participar en dicho proceso, aportarmi granito de arena. No slo lea y lea sino que empec a hacer anotaciones y aescribir. A medida que lea escriba, y a medida que escriba lea. Yo viv en primerapersona el proceso dialctico mediante el cual la lectura y la escritura se realimentanmutuamente, yo sufr en mis propias carnes (en mi propia mente, mejor dicho) laconversin de la cantidad en calidad, mi conciencia se dispar en muy poco tiempo.

    Yo pienso que el marxismo no slo puede revitalizarse enormemente con lasaportaciones de ciertos intelectuales, sino que tambin, quizs ms, con lasaportaciones de los trabajadores, los cuales estamos ahora ms formados que nunca

    (este problema ya estn intentando corregirlo las lites) y tenemos, por primera vezen la historia, acceso fcil a cualquier tipo de escrito a travs de Internet (esteproblema tambin intentarn corregirlo las lites, aunque no se ve muy bien cmo

    pueden lograrlo). No slo puede aportar al marxismo el catedrtico desde su ctedra,sino, incluso ms, el trabajador que sufre a diario la explotacin capitalista. Este obreromental que escribe estas lneas as lo ha intentado. La verdad no slo est en loslibros, est sobre todo en la realidad que se vive. La mejor fuente de conocimientos,que no la nica (pues la lectura es tambin esencial), es la prctica. sta es la juezsuprema de toda teora. El mtodo cientfico podemos, debemos, practicarlo cadaciudadano, cada trabajador, en nuestra vida cotidiana. No es patrimonio de ningnsesudo cientfico encerrado en su laboratorio, es patrimonio de la humanidad entera.El mejor laboratorio es la calle, la empresa. Quienes conocemos mejor cmofunciona el capitalismo somos los trabajadores, quienes lo sufrimos cada da, cuyactedra es la empresa capitalista. Si complementamos las diversas fuentes deconocimiento, recordando siempre que la realidad prctica es la que manda (pero quees interpretable, que podemos estar equivocados en su interpretacin), si adoptamosuna mente abierta, inquieta, que huya de sectarismos, de dogmatismos, desimplismos, si juzgamos a las ideas por s mismas, si prescindimos de los prejuicios, sisomos insistentes en la difcil bsqueda de la verdad, si., poco a poco las puertas dela verdad se nos van abriendo, vamos comprendiendo realmente el mundo en el quevivimos y por tanto vamos viendo de manera concreta cmo puede irse transformando.

    Sin teora revolucionaria no hay prctica revolucionaria deca Lenin muyacertadamente (lo cual no le eximi de cometer tambin grandes errores). Yo estoyconvencido de que la teora revolucionaria del siglo XXI se nutrir en parte delanarquismo, de las ideas de la Ilustracin, pero sobre todo del marxismo, el cual serel epicentro de dicha teora. sta no ser slo el marxismo del siglo XXI, pero girar engran parte en torno a l. Por esto es imprescindible, en primer lugar, pero no en ltimo,comprender bien las bases del marxismo, para a continuacin criticarlo de maneraconstructiva, lo cual significa retomar sus aciertos e intentar corregir sus errores, suscontradicciones. Nada (ni nadie) es perfecto, pero debemos aspirar a la perfeccin.

    sta nunca la alcanzaremos, pero cuanto ms la busquemos, ms avanzaremos.Parafraseando a Eduardo Galeano: La utopa est en el horizonte. Me acerco dos

  • 5/24/2018 EL MARXISMO DEL SIGLO XXI.pdf

    7/183

    El marxismo del siglo XXI

    3

    pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se desplaza diez

    pasos ms all. Por mucho que camine, nunca la alcanzar. Entonces, para qu

    sirve la utopa? Para eso: sirve para caminar. Cmbiese la palabra utopa porperfeccin y esta hermosa cita seguir siendo vlida. El camino en busca de lautopa deberemos recorrerlo en el mundo de la prctica al mismo tiempo que en el de

    la teora. La Revolucin habr que irla pensando a medida que la vayamospracticando y viceversa. Pero, antes de partir (tal vez el camino ya lo hayamoscomenzado a recorrer, aunque tmidamente todava en los principios de este sigloXXI), como mnimo, debemos tener claro el gran objetivo a largo plazo, los objetivos ams corto y medio plazo, como etapas intermedias en el largo camino de latransformacin social, y deberemos proveernos de cierto vehculo para recorrer dichosendero hacia la utopa. El objetivo a largo plazo no puede ser otro que una sociedadms libre, ms justa, donde todos los seres humanos tengan las mismasoportunidades de sobrevivir con dignidad, de ser felices, de realizarse con todo elpotencial que tienen. Una sociedad as debe superar el sistema capitalista. Como he

    dicho ya en muchos de mis escritos, el vehculo no puede ser otro que la autnticademocracia, la ms amplia y profunda posible, la cual deber evolucionarcontinuamente. Para recorrer dicho camino no nos debe preocupar si tal o cual idea esmarxista o no, sino si es correcta o no. Para ello deberemos aplicar el mtodocientfico, retocando la teora en base a los resultados prcticos. La prctica se nutrede la teora y al mismo tiempo la realimenta.

    Si quisiramos sintetizar en pocas palabras qu es el marxismo, en una simpleecuacin, podramos decir que es materialismo dialctico, ms determinismo dbil,ms relativismo relativo. Yo creo que estos tres conceptos (los cuales estnrelacionados entre s) son los pilares en los que se sustenta, constituyen el trpodeen el que se apoya, toda la teora marxista. Todas sus ideas son una consecuencia deesta visin de la realidad que es en verdad el marxismo. ste, incluso, no se limita aanalizar la realidad humana, sino que la realidad general, el marxismo es tambin unaconcepcin del mundo, una cosmovisin. Es ms, el marxismo aspira a transformar larealidad humana. Su razn de ser es cambiar conscientemente la sociedad. De poconos sirve conocer las leyes fundamentales de la historia humana si no intentamostambin cambiarlas.

    Este libro est dividido en cuatro captulos. En el primero se habla del materialismodialctico y del materialismo histrico (el cual es la aplicacin a la sociedad humana

    del primero). El marxismo es casi sinnimo de materialismo dialctico. Si ste no secomprende no puede comprenderse el marxismo. La dialctica (materialista) es elprincipal ingrediente de la teora marxista. En el segundo captulo se habla deldeterminismo y del voluntarismo. En el tercero del relativismo. En este tercer captuloyo ya empiezo a criticar al marxismo, o al menos a cierta interpretacin del mismo.Tanto el anarquismo como el marxismo, aunque por distintos motivos, cometieronerrores de fondo en cuanto a la aplicacin del relativismo. Errores que explican enparte la mala praxis. El fracaso de las experiencias prcticas de inspiracin marxista oanarquista no puede explicarse satisfactoriamente tan slo por errores estratgicos,tcticos, por traiciones personales o por el contexto, tambin existan errores

    ideolgicos profundos en la teora revolucionaria en la que se basaron dichasexperiencias. Finalmente, en el cuarto captulo, de manera muy resumida explico el

  • 5/24/2018 EL MARXISMO DEL SIGLO XXI.pdf

    8/183

    El marxismo del siglo XXI

    4

    principal error ideolgico del marxismo, segn mi opinin: el concepto de la dictaduradel proletariado. Este concepto, adems de tener una envoltura lingstica inadecuada,peligrosa, en verdad atentaba contra las bases del propio marxismo. Usando elmtodo marxista, el cual es esencialmente vlido, es posible despojar al marxismo desus principales contradicciones, siendo la madre de todas ellas la idea de la dictadura

    del proletariado.

    Te invito, lector, a que leas este libro de manera activa, crtica, a que contrastessuficientemente lo dicho por m con las fuentes originales del marxismo as como conotras interpretaciones del mismo, pues yo no pretendo ser el guardin ideolgico deninguna ideologa. Nada ms lejos de mi intencin. Te invito tambin a leer a suscrticos. Yo he intentado usar un lenguaje sencillo y claro, como en todos mis escritos.Yo no s expresarme de otra manera. He procurado ser ameno en mis explicaciones,asentar bien las ideas, aun a costa de ser reiterativo. Lo ms importante es queadoptemos una actitud sana de librepensamiento, de apertura de mente. No

    juzguemos a las ideas por sus etiquetas sino que por sus contenidos. Noprejuzguemos. No nos dejemos impresionar por las autoridades intelectuales.Atrevmonos a leer directamente aquellos libros demonizados por las litesintelectuales. No pensemos que un simple trabajador, como quien escribe estaslneas, no puede aportar nada. T, lector, juzgars si lo dicho en este libro aporta algoo no. Tal vez t puedas retomar mi trabajo y mejorarlo, ampliarlo, corregirlo. Tal vez mitrabajo sea desechable. Por lo menos yo lo he intentado. Tan slo te pido que des unaoportunidad a este libro, que empieces a leerlo. La revolucin social del siglo XXI, tannecesaria para revertir la involucin que estamos viviendo, depende de cada uno denosotros, los ciudadanos corrientes. La emancipacin del proletariado debe ser obra(no slo prctica sino que tambin terica, individual y colectiva) del propioproletariado.

    El marxismo del siglo XXI se nutrir en portentosa cuanta del marxismo original, puesste sent las bases de la ciencia social, pero no podr obviar todo lo acontecido enel siglo XX! Como deca Rosa Luxemburgo, la autocrtica ms despiadada, cruel y quellegue al fondo de las cosas, es el aire y la luz vital del movimiento proletario. Laciencia no puede evolucionar sin cuestionamiento, sin considerar lo ocurrido en laprctica. Redescubramos y repensemos el marxismo. Pero de manera crtica, nodogmtica! Seamos fieles al espritu de sus padres. Pues Marx y Engels fueron antetodo librepensadores, cientficos sociales. Cientficos que no se conformaron con

    estudiar la sociedad humana framente, desde la lejana, como hacen tantos y tantosintelectuales, sino que intentaron cambiarla, se implicaron en la prcticarevolucionaria. La razn de ser del marxismo es la transformacin de la realidad enbusca de una sociedad mejor. El marxismo es por encima de todo una gua para laaccin revolucionaria. Es a ese espritu de los creadores del marxismo, sobre todo, alque debemos intentar ser fieles. Es en base a ese espritu que debemos criticarconstructivamente al marxismo para que pueda avanzar y resurgir con fuerza.

    Jos Lpez, Agosto de 2013

    http:/ / joselopezsanchez.wordpress.com/

    http://joselopezsanchez.wordpress.com/http://joselopezsanchez.wordpress.com/http://joselopezsanchez.wordpress.com/
  • 5/24/2018 EL MARXISMO DEL SIGLO XXI.pdf

    9/183

    El marxismo del siglo XXI

    5

  • 5/24/2018 EL MARXISMO DEL SIGLO XXI.pdf

    10/183

    El marxismo del siglo XXI

    6

    ndice

    1) El materialismo histrico................................................................................... 8

    2) Voluntarismo vs. Determinismo.................................................................... 64

    3) Relativizando el relativismo.......................................................................... 110

    4) Democracia vs. Oligocracia.......................................................................... 150

    Apndice A: El materialismo dialctico............................................................. 158

    Apndice B: Las tesis sobre Feuerbach........................................................... 169

    Apndice C: El comunismo segn Marx........................................................... 172

    Bibliografa recomendada..................................................................................... 177

  • 5/24/2018 EL MARXISMO DEL SIGLO XXI.pdf

    11/183

    El marxismo del siglo XXI

    7

  • 5/24/2018 EL MARXISMO DEL SIGLO XXI.pdf

    12/183

    El marxismo del siglo XXI

    8

    1) El materialismo histrico

    La historia de todas las sociedades hasta nuestros das es la historia de las luchas de

    clases. Hombre libre y esclavo, patricio y plebeyo, barn y siervo, maestro de gremio y

    oficialen una palabra, opresores y oprimidos en perpetua oposicin han llevado

    una lucha ininterrumpida, ya sea secreta, ya sea abierta, y que acababa siempre o

    bien en una transformacin revolucionaria de toda la sociedad, o bien en la ruina

    comn de las clases en lucha.Karl Marx & Friedrich Engels.

    Antes de nada, para quien no tenga nociones sobre materialismo dialctico (tambinconocido como dialctica materialista), en el apndice A de este mismo libro se lo

    describe brevemente. Adems, en el apndice B he incluido el documento escrito porel propio Marx titulado Las tesis sobre Feuerbach, que sintetiza el pensamientomarxista, su mtodo, el materialismo dialctico. Asimismo, en el apndice C se resumequ era el comunismo para el padre del marxismo.

    El materialismo histrico no es ms que la aplicacin del materialismo dialctico parala historia humana. Si no se comprende el materialismo dialctico es imposiblecomprender la teora marxista. Aunque, paradjicamente, Marx desarroll primero elmaterialismo histrico y luego lo complet con la dialctica de Hegel puesta del revs(aproximadamente). Marx se desprendi del idealismo de su predecesor. Para ladialctica materialista el pensamiento no determina la realidad, sino, al revs, la

    realidad el pensamiento. En verdad, ms en concreto, mejor dicho, el materialismodialctico nos dice que el pensamiento forma parte de la realidad, que lo inmaterialest enraizado en lo material, que las ideas y las condiciones materiales de existenciason dos aspectos de lo mismo, estn ntimamente relacionadas, aunque, en ltimainstancia, todo viene determinado por lo material. Sin materia no hay ideas. Pero lasideas tambin influyen en lo material. Aunque cronolgicamente hablando elmaterialismo histrico precedi al dialctico, ste complet a aqul hasta convertirseen su base. Por otro lado, tal como afirma Henri Lefebvre en su libro El materialismodialctico: aunque Marx no prosigui nunca su proyecto, de una exposicin de sumetodologa dialctica, y si bien l no emple nunca las palabras "materialismo

    dialctico" para designar su doctrina, los elementos de su pensamiento sonincontestablemente los que expresan estos trminos.

    Engels, en el entierro de su compaero de batallas y amigo, resume de esta manera laprincipal aportacin de Marx:

    As como Darwin descubri la ley del desarrollo de la naturaleza orgnica, del

    mismo modo descubri Marx la ley del desarrol lo de la historia hum ana: el

    hecho tan sencillo, pero encubierto hasta ahora bajo una proliferacin de

    ideologas, de que los hombres deben ante todo comer, beber, tener un techo y

    vestirse antes de practicar la poltica, la ciencia, el arte, la religin, etc.; que,

    por tanto, la produccin de los medios materiales inmediatos para la

    subsistencia, y con ello, el grado de desarrollo econmico alcanzado en cada

  • 5/24/2018 EL MARXISMO DEL SIGLO XXI.pdf

    13/183

    El marxismo del siglo XXI

    9

    caso por un pueblo, o en un determinado perodo, constituye la base a partir de

    la cual se desarrollan las instituciones del Estado, las concepciones jurdicas, el

    arte, e incluso las representaciones religiosas de los hombres, y con arreglo a

    la cual deben, por tanto, explicarse, y no al revs, como hasta entonces se

    haba venido haciendo.

    Marx en el prlogo de Contribucin a la crtica de la economa polticanos describe losprincipales postulados del materialismo histrico, como as nos los compila MichaelBurawoy en su trabajo El marxismo como ciencia:

    1) Para que haya historia, los hombres y mujeres deben transformar la naturaleza

    en medio para su supervivencia, es decir deben producir sus medios de

    existencia. En la produccin social de su vida, los hombres entran en

    relaciones definidas que son indispensables e independientes de su voluntad,

    relaciones de produccin que corresponden a una etapa definida del desarrollo

    de las fuerzas productivas.

    2) La base econmica o modo de produccin define los lmites de variacin de la

    superestructura. El conjunto de estas relaciones de produccin constituye la

    estructura econmica de la sociedad, el fundamento real, sobre el que se erige

    una superestructura legal y poltica y a la que corresponden formas definidas

    de conciencia social. El modo de produccin de la vida material condiciona el

    proceso de vida social, poltico e intelectual en general.

    3) Un modo de produccin se desarrolla a travs de la interaccin de las fuerzas

    productivas (cmo producimos los medios de existencia) y las relaciones de

    produccin (cmo se apropia y distribuye el producto del trabajo). En una

    cierta fase de su desarrollo, las fuerzas productivas materiales de la sociedad

    entran en conflicto con las relaciones de produccin existentesDe formas de

    desarrollo de las fuerzas productivas estas relaciones de produccin se

    vuelven trabas suyas. Se abre as una poca de revolucin social.

    4) La lucha de clases es el motor de la transicin de un modo de produccin a

    otro. Con el cambio del fundamento econmico la entera inmensa

    superestructura es ms o menos rpidamente transformada. Al considerar esas

    transformaciones debe siempre distinguirse entre la transformacin material de

    las condiciones econmicas de produccin, que pueden determinarse con la

    precisin de la ciencia natural, y las formas legales, polticas, religiosas,estticas o filosficas -en suma ideolgicas- en las que los hombres toman

    conciencia de este conflicto y luchan para resolverlo.

    5) Una transicin exitosa slo puede darse cuando se cumplen las condiciones

    materiales. Ningn orden social perece jams antes que se desarrollen todas

    las fuerzas productivas que caben en l. Y nuevas y ms altas relaciones de

    produccin nunca aparecen antes que las condiciones materiales de su

    existencia han madurado en el seno de la propia sociedad antigua.

    6) La historia es progresiva en la medida en que acompaa la expansin de las

    fuerzas productivas. A grandes rasgos el modo de produccin asitico,

  • 5/24/2018 EL MARXISMO DEL SIGLO XXI.pdf

    14/183

    El marxismo del siglo XXI

    10

    antiguo, feudal y moderno burgus pueden considerarse pocas progresivas

    en la formacin econmica de la sociedad.

    7) El comunismo marca el fin de los antagonismos sociales y el comienzo de la

    emancipacin de los individuos. No hacemos ya la historia empujados desde

    atrs sino consciente y colectivamente. Las relaciones burguesas deproduccin son la ltima forma antagnica del proceso social de produccin -

    antagnica no en el sentido del antagonismo individual, sino del que surge de

    las condiciones sociales de vida de los individuos-. Al mismo tiempo las fuerzas

    productivas que se desarrollan en el seno de la sociedad burguesa crean las

    condiciones materiales para la solucin de ese antagonismo. En consecuencia

    con esta formacin social se cierra la prehistoria de la sociedad humana.

    Henri Lefebvre en su magnfica Introduccin al marxismopropone sustituir marxismopor materialismo dialctico, pues realmente lo que se llama habitualmente marxismocorresponde con una cierta concepcin del mundo:

    Cules son las grandes concepciones del mundo que se postulan

    actualmente? Son tres, y slo tres.

    1)La concepcin crist iana, formulada con gran rigor y claridad por los

    grandes tericos catlicos. Reducida a lo esencial, se define por la afirmacin

    de una jerarqua esttica de seres, actos, valores, formas y personas. En

    la cima de la jerarqua se halla el Ser Supremo, el puro Espritu, el Seor-Dios.

    Esta doctrina, que trata, en efecto, de dar una visin de conjunto del universo,

    fue formulada con mxima amplitud y rigor en la Edad Media. Los siglos

    posteriores agregaron poco a la obra de Santo Toms. Por razones histricas

    que requeriran un estudio especial, la teora de la jerarqua se adecuaba

    particularmente a la Edad Media (no porque la jerarqua esttica de personas

    haya desaparecido desde entonces, sino porque era ms visible, ms oficial

    que posteriormente).

    Esta es la concepcin medieval del mundo, cuya validez se postula an en

    nuestros das.

    2)Viene a continuacin la conc epcin individu al istadel mundo. Aparece con

    Montaigne, a fines de la Edad Media, en el siglo XVI; durante cerca de cuatro

    siglos, hasta nuestros das, muchos pensadores han formulado o reafirmadoesta concepcin con numerosos matices. No agregaron nada a sus rasgos

    fundamentales: el individuo (y no ya la jerarqua) aparece como la realidad

    esencial; poseera la razn en s mismo, en su propia interioridad; entre esos

    dos aspectos del ser humano lo individual y lo universal, es decir, la razn

    existira una unidad, una armona espontnea, lo mismo que entre el inters

    individual y el inters general (el de todos los individuos), entre los derechos y

    los deberes, entre la naturaleza y el hombre.

    El individualismo trat de sustituir la teora pesimista de la jerarqua (inmutable

    en su fundamento y cuya justificacin se halla en un ms all puramente

    espiritual) por una teora optimista de la armona natural de los hombres y las

    funciones humanas. Histricamente, esta concepcin del mundo corresponde

  • 5/24/2018 EL MARXISMO DEL SIGLO XXI.pdf

    15/183

    El marxismo del siglo XXI

    11

    al liberalismo, al crecimiento del Tercer Estado, a la burguesa de la belle

    poque. Es pues esencialmente la concepcin burguesa del mundo (aunque la

    burguesa declinante la abandone actualmente y se vuelva hacia una

    concepcin pesimista y autoritaria, y por lo tanto jerrquica, del mundo).

    3)Por ltimo viene la con cepcin marxistadel mundo. El marxismo se niegaa establecer una jerarqua exterior a los individuos (metafsica, pero, por otra

    parte, no se deja encerrar, como el individualismo, en la conciencia del

    individuo y en el examen de esa conciencia aislada). Advierte realidades que

    escapaban al examen de conciencia individualista: son estas realidades

    naturales (la naturaleza, el mundo exterior); prcticas (el trabajo, la accin);

    sociales e histricas (la estructura econmica de la sociedad, las clases

    sociales, etctera).

    Adems, el marxismo rechaza deliberadamente la subordinacin definitiva,

    inmvil e inmutable, de los elementos del hombre y de la sociedad entre s;

    pero no por eso admite la hiptesis de una armona espontnea. Comprueba,

    en efecto, la existencia de contradicciones en el hombre y en la sociedad

    humana. As, el inters individual (privado) puede oponerse, y se opone con

    frecuencia, al inters comn; las pasiones de los individuos, y ms todava de

    ciertos grupos o clases (y por lo tanto sus intereses) no concuerdan

    espontneamente con la razn, el conocimiento y la ciencia. Para expresarlo

    con mayor generalidad: no existe la armona que grandes individualistas como

    Rousseau creyeron descubrir entre la naturaleza y el hombre. El hombre lucha

    contra la naturaleza; no debe permanecer pasivamente a su nivel, contemplarla

    o sumergirse romnticamente en ella; debe, por el contrario, vencerla,

    dominarla mediante el trabajo, la tcnica, el conocimiento cientfico, y es deeste modo como llega a ser l mismo.

    Quien dice contradiccin dice tambin problema por resolver, dificultades,

    obstculos por lo tanto lucha y accin, pero tambin posibilidad de victoria,

    de paso adelante, de progreso. En consecuencia, el marxismo escapa tanto al

    pesimismo definitivo como al optimismo fcil.

    Las contradicciones estn por doquier. La naturaleza es en s misma contradictoria. Laley dialctica de la unidad y lucha de contrarios estipula precisamente esto. El serhumano es por naturaleza contradictorio. Es imposible no ver contradicciones en

    cualquier persona, sociedad o ideologa. La nica manera de no verlas esautorreprimindonos, no queriendo verlas. Muchos marxistas, presos del dogmatismo,parten de la hiptesis de que las ideas de Marx o de Engels son perfectas, estn libresde errores. Lo cual es un grave error. Flaco favor le hacen al marxismo, que as seestanca, se apolilla. Aunque digan incluso que el marxismo no es un dogma, ellos,contradicindose a s mismos, no le encuentran ningn error. Y no lo encuentranporque ni siquiera lo buscan. Ellos se contradicen a s mismos cuando al mismotiempo que dicen que no son dogmticos se autoproclaman como marxistas. Yo no

    me declaro marxista, aunque est de acuerdo con muchos de los postulados delmarxismo, con su esencia ms profunda, con su concepcin del mundo y de la

    sociedad humana. Pero yo tampoco me libro de las contradicciones. El lector podrencontrar, con toda seguridad, ms o menos contradicciones en este mismo libro. La

  • 5/24/2018 EL MARXISMO DEL SIGLO XXI.pdf

    16/183

    El marxismo del siglo XXI

    12

    cuestin radica en esmerarse en minimizarlas, o, por lo menos, en suavizarlas. Pero laperfeccin no existe. Aunque debemos aspirar a acercarnos a ella. En esto consisteavanzar. Y para ello es imprescindible practicar todo lo posible el librepensamiento, elque nos libera de los dogmatismos, de los prejuicios, de las cadenas mentales que noslimitan el pensamiento. Ese mismo librepensamiento que us, en mayor o menor

    medida, pero desde luego un mnimo (ms que sus contemporneos), cualquier granpensador de cualquier poca, incluidos Marx o Engels. Ese librepensamiento que hayque maximizar, pero que nunca logramos del todo. Los errores de ciertas ideas oteoras son superados con ms librepensamiento que sus creadores. Esa actitud escondicin necesaria pero no suficiente. Adems se necesita ciertas aptitudes y ciertocontexto. Pero sin esa intencin, no hay nada que hacer. Marx super a Hegel encuanto a la dialctica porque practic ms librepensamiento que l, entre otros motivos(entre ellos el contexto social). Nosotros, en este siglo XXI, debemos superar a Marx oa Engels, practicando ms librepensamiento que ellos. Superar no significa desecharsus teoras por completo, desechar por desechar, sino buscar imperativamente sus

    contradicciones e intentar resolverlas.

    Si no detectamos las contradicciones no podremos superarlas. Si no las buscamos, sipartimos de la premisa de que no las hay, no podremos encontrarlas. El impulso porencontrar la verdad, por detectar y corregir contradicciones, debe ser suficiente, hastael punto de superar los dogmas, de cuestionar las bases, las hiptesis de partida. Perono de cualquier manera. Cuestionar algo no significa automticamente darlo por falso.Significa, precisamente, no darlo automticamente como verdadero. No darloautomticamente por falso o por verdadero. Por lo menos en cierto momento, sobretodo cuando las aplicaciones prcticas basadas o inspiradas en ello han fracasado.Las experiencias prcticas de las ideas nos dan pistas sobre la necesidad decuestionarlas. Aunque, luego, finalmente, en el proceso de recuestionamientocatalizado por las experiencias prcticas, no encontremos errores fundamentales enlas ideologas o teoras, no podemos descartarlos de antemano, como as hacenmuchos marxistas cuando analizan las experiencias prcticas. No cuestionar en loms mnimo al marxismo, o cuestionarlo slo superficialmente, es contradecir almtodo cientfico en el que se basaron sus autores, es no continuar su labor, esfrenarla, es traicionar el mismo espritu del marxismo. Al cuestionarlo, asentaremosalgunas de sus verdades, tal vez las esenciales, y le despojaremos de sus errores,que seguro los tiene pues sus autores eran seres humanos, que nunca son perfectos.Por lo menos lo intentaremos. As el marxismo se somete a la esencia de la dialctica,

    de que todo cambia y fluye, en la cual se bas. As, el marxismo, cualquier ideologa,evoluciona, no muere. Analizando sus contradicciones internas, el marxismo puederesurgir con mucha fuerza, puede sufrir la ley dialctica de la conversin de la cantidaden calidad, asimismo la ley dialctica de la negacin de la negacin nos dice que ideasque aparentemente han sido desacreditadas o negadas hacen su reaparicin, pero aun nivel superior, enriquecidas por las nuevas experiencias y descubrimientos. Trashaber sido negado por las experiencias prcticas (por cierta interpretacin simplista einteresada de los acontecimientos histricos), pero tambin tras haberse imposibilitadosu evolucin ideolgica (al haber sido adoptado como un dogma por muchosmarxistas, al haber convertido stos algo vivo en muerto, algo dinmico en esttico),

    puede resurgir con inusitada fuerza, siempre que forcemos su evolucin, siempre queempecemos por analizar sus contradicciones. Las experiencias prcticas nos

  • 5/24/2018 EL MARXISMO DEL SIGLO XXI.pdf

    17/183

    El marxismo del siglo XXI

    13

    proporcionan la posibilidad de replantear la teora marxista. No aprovechar esaposibilidad atenta contra los principios ms elementales del propio marxismo: ladialctica y la ciencia. El marxismo tiene mucho que aportar, no debemos ni podemospermitir que muera!

    Muchos marxistas que dicen aplicar el mtodo marxista (el materialismo dialctico)para cualquier cosa, se niegan a aplicarlo para con el mismo marxismo. No es estouna gran y profunda contradiccin? Ven contradicciones por todos los sitios, pero noen el propio marxismo. Y no las ven porque no miran. Ven la paja en el ojo ajeno y nola viga en el propio. Acusan a los dems de ser contradictorios (y en esto llevanrazn), pero ellos son tambin muy contradictorios. Todos sucumbimos ante nuestroego, en mayor o menor medida. El principal obstculo para encontrar la verdad, es laactitud, el no buscarla suficientemente. Todos caemos ante dicho obstculo. Aunqueno de la misma manera ni con la misma intensidad. La bsqueda de la verdad slopuede realizarse colectivamente, liberndonos de nuestros respectivos egos. Un ego

    slo puede ser combatido con otro ego. Si escuchamos a otros podemos superarnuestros prejuicios. Unos pueden tomar el relevo a otros. Algunos de los principalesenemigos del marxismo son muchos marxistas presos del dogmatismo. As comoHegel sent las bases de la moderna dialctica (moderna porque la dialctica ya lainventaron hace tiempo los griegos), el filsofo alemn no pudo superar susprejuicios idealistas y tuvo que ser Marx, quien partiendo del gran trabajo de Hegel, lediera la vuelta a su dialctica convirtindola en el materialismo dialctico. Y esto pudohacerlo Marx porque super los prejuicios de su antecesor, porque le cuestion.Cuestionar no significa negar por completo, ciegamente, sino estudiar sin prejuiciospara separar los aciertos de los errores. De manera similar, muchos marxistas, presosde sus prejuicios, de una interpretacin insuficiente del marxismo, dogmtica,metafsica, vctimas de una incomprensin de su filosofa ms profunda, imposibilitanel avance del marxismo. Se convierten, sin querer, en los sepultureros del marxismo,de las bases de la ciencia revolucionaria. La ciencia revolucionara debe seguiradelante! No reconsiderar la teora, no tener en cuenta las experiencias prcticas, esestancarse, es permitir, incluso contribuir a, la muerte del marxismo. La nica ideologaque ha abierto seriamente las puertas de la transformacin social.

    Conectar los efectos con las causas ms superficiales pero tambin con las msprofundas, es la esencia del mtodo dialctico. El materialismo histrico no es msque la aplicacin del materialismo dialctico para la sociedad humana, para su historia.

    Plejnov en su obra El materialismo histriconos explica en qu consiste el modo depensar metafsico:

    Un metafsico considera y estudia los objetos unos tras otros, e

    independientemente unos de otros. Cuando siente la necesidad de elevarse a

    una visin de conjunto, considera los objetos en su accin recproca y ah se

    mantiene; no va ms lejos y no puede ir ms lejos, pues los objetos siguen

    para l separados los unos de los otros por una especie de abismo, dado que

    no tiene ninguna idea del desarrol loque explica su origen ni de las relaciones

    que existen entre ellos.

  • 5/24/2018 EL MARXISMO DEL SIGLO XXI.pdf

    18/183

    El marxismo del siglo XXI

    14

    Engels en su trabajoAnti-Dhringnos resume de manera magistral lo que significa elmaterialismo dialctico, cuando lo aplica para explicar el surgimiento del socialismo apartir del capitalismo:

    Por su contenido, el socialismo moderno es, ante todo, el producto d e la toma

    de conciencia, por una parte, de las oposiciones de clase que reinan en lasociedad moderna entre poseedores y no poseedores, asalariados y

    burgueses, y, por otra parte, de la anarqua que reina en la produccin. Pero,

    por su forma terica, aparece en un principio como una continuacinque se

    quiere ms consecuente de los principios establecidos por los grandes

    filsofos de las luces en la Francia del siglo XVIII. Com o to da t eora nueva, el

    social ismo ha debido empezar por vincularse al fondo de ideas pre-

    existentes, y tan pro fundamente que s us races se in ternan en lo s hech os

    econmicos.

    Para Engels el socialismo moderno es, ante todo, el producto de una toma de

    conciencia. Es decir, las ideas socialistas preceden a sus realizaciones prcticas. Elsocialismo que se implementar, o se intentar implementar, es efecto de las ideassocialistas, que a su vez son efecto de la toma de conciencia de unas nuevascondiciones materiales (en verdad de la agudizacin de sus contradicciones aldesarrollarse dichas condiciones) y que tambin son en cierta medida influidas porideas que las antecedieron (la Ilustracin). Las ideas tambin pueden ser causas y nosiempre efectos. Las ideas tambin influyen adems de ser influidas. Las condicionesmateriales de existencia tambin pueden ser efectos y no siempre causas. Lo materialtambin es influido adems de influir. Pero si buscamos las causas ltimas siemprenos topamos con los hechos econmicos, con lo material. Todo est enraizadoen lo

    material. El materialismo dialctico combina el materialismo (que dice que las causasson las materiales) con la dialctica (que dice que lo inmaterial tambin se convierteen causa, que todo est interrelacionado con todo). El idealismo deca que las causaseran siemprelas ideas. El materialismo (metafsico) que las causas eran siempre lasmateriales. El materialismo dialctico dice que las causas son a veceslas condicionesmateriales, a veceslas ideas, la mayor parte de las veces ambas, y en ltima instanciasiemprelas condiciones materiales. En la concepcin de la dialctica materialista lasideas y las condiciones materiales de existencia no estn separadas de maneraestanca, no se oponen las unas a las otras (como as lo estaban en el modo de pensarmetafsico), sino que ambas forman parte de la realidad, son dos formas en que sta

    se expresa. En el pensamiento metafsico estn separadas y confrontadas, sonindependientes. En el pensamiento dialctico estn ntimamente relacionadas,conforman un todo, estipulando el materialismo dialctico que la base de todo es larealidad fsica, material.

    En Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofa clsica alemana , Engels nos explica larazn por la cual existen leyes en la historia de la sociedad humana, que si bienemanan de la voluntad consciente de los seres humanos, por decirlo de algunamanera, tambin escapan al control absoluto de los individuos:

    La historia del desarrollo de la sociedad difiere sustancialmente, en un punto,

    de la historia del desarrollo de la naturaleza. En sta si prescindimos de lareaccin ejercida a su vez por los hombres sobre la naturaleza, los factores

  • 5/24/2018 EL MARXISMO DEL SIGLO XXI.pdf

    19/183

    El marxismo del siglo XXI

    15

    que actan los unos sobre los otros y en cuyo juego mutuo se impone la ley

    general, son todos agentes inconscientes y ciegos. De cuanto acontece en la

    naturaleza lo mismo los innumerables fenmenos aparentemente fortuitos

    que afloran a la superficie, que los resultados finales por los cuales se

    comprueba que esas aparentes casualidades se rigen por su lgica interna,

    nada acontece por obra de la voluntad, con arreglo a un fin consciente. Encambio, en la historia de la sociedad, los agentes son tod os hom bres

    dotado s d e conciencia, que actan mo vidos por la ref lexin o la pasin,

    persiguiendo determinados fines; aqu, nada acaece sin una intencin

    consciente, sin un fin deseado. Pero esta distincin, por muy importante que

    ella sea para la investigacin histrica, sobre todo la de pocas y

    acontecimientos aislados, no altera para nada el hecho de que el curso d e la

    his tori a se rige po r leyes generales de carcter in terno. Tambin aqu

    reina, en la superficie y en conjunto, pese a los fines conscientemente

    deseados de los individuos, un aparente azar; rara vez acaece lo qu e se

    desea, y en la mayora de los casos los muchos fines perseguidos seentrecruzan unos con otros y se contradicen, cuando no son de suyo

    irrealizables o insuficientes los medios de que se dispone para llevarlos a cabo.

    Las colisiones entre las innumerables voluntades y actos individuales crean en

    el campo de la historia un estado de cosas muy anlogo al que impera en la

    naturaleza inconsciente. Los fines que se persiguen con los actos son obra de

    la voluntad, pero los resultados que en la realidad se derivan de ellos no lo son,

    y aun cuando parezcan ajustarse de momento al fin perseguido, a la postre

    encierran consecuencias muy distintas a las apetecidas. Por eso, en conjunto,

    los aco ntecim iento s hist ricos tambin parecen estar pr esidid os po r el

    azar. Pero al ldo nde en la su perf ic ie de las cos as parece reinar lacasualidad, sta se h alla siemp re go bernada po r leyes intern as oc ultas, y

    de lo q ue se trata es de descub rir estas leyes.

    Los hombres hacen su historia, cualesquiera que sean los rumbos de sta, al

    perseguir cada cual sus fines propios con la conciencia y la voluntad de lo que

    hacen; y la resultante de estas numerosas voluntades, proyectadas en diversas

    direcciones, y de su mltiple influencia sobre el mundo exterior, es

    precisamente la historia. Importa, pues, tambin lo que quieran los muchos

    individuos. La voluntad est movida por la pasin o por la reflexin. Pero los

    resortes que, a su vez, mueven directamente a stas, son muy diversos. Unas

    veces, son objetos exteriores; otras veces, motivos ideales: ambicin, pasin

    por la verdad y la justicia, odio personal, y tambin manas individuales de

    todo gnero. Pero, por una parte, ya veamos que las much as voluntades

    individu ales qu e actan en la historia produ cen casi siempr e resultados

    muy dis t in tos de los perseguidos a veces, incluso contrarios, y, por

    tanto, sus mvi les t ienen una importancia puramente secundaria en

    cuanto al resultado total. Por otra parte, hay qu e pregun tarse qufuerzas

    pro pu lso ras actan, a su v ez, detrs d e esos mviles, qucaus as

    histricas son las que en las cabezas de los hom bres se transform an en

    estos mvi les.

  • 5/24/2018 EL MARXISMO DEL SIGLO XXI.pdf

    20/183

    El marxismo del siglo XXI

    16

    Esta pregunta no se la haba hecho jams el antiguo materialismo. Por esto su

    interpretacin de la historia, cuando la tiene, es esencialmente pragmtica; lo

    enjuicia todo con arreglo a los mviles de los actos; clasifica a los hombres que

    actan en la historia en buenos y en malos, y luego comprueba, que, por regla

    general, los buenos son los engaados, y los malos los vencedores. De donde

    se sigue, para el viejo materialismo, que el estudio de la historia no arrojaenseanzas muy edificantes, y, para nosotros, que en el campo histrico este

    viejo materialismo se hace traicin a s mismo, puesto que acepta como ltimas

    causas los mviles ideales que all actan, en vez de indagar detrs de ellos,

    cules son los mviles de esos mviles. La inconsecuencia no estriba

    precisamente en admitir mviles ideales, sino en no remontarse, partiendo de

    ellos, hasta sus causas determinantes.

    []

    Por tanto, si se quiere investigar las fuerzas motrices que consciente o

    inconscientemente, y con harta frecuencia inconscientemente estn detrs

    de estos mviles por los que actan los hombres en la historia y que

    constituyen los verdaderos resortes supremos de la historia, no h abra que

    fi jarse tanto en los mvi les de homb res aislados, por muy relevantes que

    ellos sean, com o en aquel los que mueven a grandes masas, a pueblos en

    bloque, y, dentro de cada pueblo, a clases enteras; y no

    momentneamen te, en exp losi ones rpid as, como fu gaces h ogueras, sino

    en acciones continu adas que se traducen en grandes cambios histricos.

    Indagar las causas determinantes de sus jefes los llamados grandes

    hombrescomo mviles conscientes, de un modo claro o confuso, en forma

    directa o bajo un ropaje ideolgico e incluso divinizado: he aqu el nico caminoque puede llevarnos a descubrir las leyes por las que se rige la historia en

    conjunto, al igual que la de los distintos perodos y pases. Todo lo q ue mueve

    a los homb res tiene que pasar necesariamente por sus cabezas; pero la

    forma que adopte dentro de el las depende en mucho de las

    circunstancias.

    []

    Pero mientras que en todos los perodos anteriores la investigacin de estas

    causas propulsoras de la historia era punto menos que imposible por lo

    compleja y velada que era la trabazn de aquellas causas con sus efectos,

    en la actualidad, esta trabazn est ya lo suficientemente simplificada para que

    el enigma pueda descifrarse.

    El materialismo histrico tiene por objeto, precisamente, el descubrimiento de dichasleyes, de las causas determinantes de los acontecimientos, de las causas propulsorasde la historia. Con el mtodo marxista, la historia humana, que hasta entonces se nosapareca como una concatenacin de casualidades, como algo catico, enigmtico, senos vuelve verdaderamente cognoscible. El aparente azar da lugar a cierto orden. Elenigma empieza a resolverse. El materialismo histrico no slo dice que es posible

    encontrar cierto orden en la historia de la sociedad humana, nos dice adems culesson las causas determinantes, primigenias, nos dice dnde buscar: en las

  • 5/24/2018 EL MARXISMO DEL SIGLO XXI.pdf

    21/183

    El marxismo del siglo XXI

    17

    circunstancias, en las relaciones sociales entre los individuos que conforman lasociedad, adems de en las ideas o en las voluntades de los individuos. Elmaterialismo histrico dice, en esencia, que las causas de los acontecimientoshistricos son, en ltima instancia, materiales, estn en la Tierra, y no en el Cielo, en lapropia historia humana y no en algo externo a ella. Nos dice que es posible

    comprender la dinmicade la sociedad humana si comprendemos las leyes generalesque la gobiernan. Pero esto no quiere decir que dichas leyes sean exactas. El serhumano no es una mquina. La sociedad humana no se comporta de maneratotalmentedeterminista, pero tampoco de manera completamente azarosa, aleatoria.Las leyes de la sociedad humana son, por fuerza, probabilsticas. No podemos hablarde certeza, sino deposibilidad. La sociedad tiene sus tendencias, sus contradicciones,las cuales pueden ser conocidas, pero dichas tendencias no se resuelven siempre dela misma manera. El libro de la historia no est escrito de antemano, pero es posibleconocer su gramtica. Es posible escribirlo conscientemente, pero hasta cierto punto,dentro de unos lmites. No hay un solo futuro posible, pero tampoco hay infinitud de

    posibilidades. La historia humana no se hace sola, la hacen los seres humanos, perostos no la pueden hacer controlndola por completo. Sin embargo, conociendo lasleyes de la sociedad humana, dicho control aumenta considerablemente. Con elmarxismo, no slo es posible conocer mejor la historia, sino que se nos abre laspuertas para poder hacerla de manera ms consciente. Gracias al materialismohistrico, la sociedad humana puede empezar a tomar las riendas de su propiodestino, aunque siempre dentro de unos lmites. En verdad que estos lmites seatenan notablemente con el mtodo marxista, pero no desaparecen.

    En su obra inconclusa Dialctica de la naturaleza, Engels nos resume en qu consisteel materialismo histrico, adems de recordarnos la mutua dependencia entre lomaterial y lo inmaterial, la interdependencia entre el ser humano y su entorno:

    Mediante la combinacin de la mano, los rganos lingsticos y el cerebro, y no

    slo en el individuo aislado, sino en la sociedad, se hallaron los hombres

    capacitados para realizar operaciones cada vez ms complicadas, para

    plantearse y alcanzar metas cada vez ms altas. De generacin en generacin,

    el trabajo mismo fue cambiando, hacindose ms perfecto y ms multiforme. A

    la caza y la ganadera se uni la agricultura y tras sta vinieron las artes del

    hilado y el tejido, la elaboracin de los metales, la alfarera, la navegacin.

    Junto al comercio y los oficios aparecieron, por ltimo, el arte y la ciencia, y las

    tribus se convirtieron en naciones y Estados. Se desarrollaron el derecho y lapoltica y, con ellos, el reflejo fantstico de las cosas humanas en la cabeza del

    hombre: la religin. Ante estas creaciones, que empezaron presentndose

    como productos de la cabeza y que parecan dominar las sociedades humanas,

    fueron pasando a segundo plano los productos ms modestos de la mano

    trabajadora, tanto ms cuanto que la cabeza encargada de planear el trabajo

    pudo, ya en una fase muy temprana de desarrollo de la sociedad (por ejemplo,

    ya en el seno de la simple familia), hacer que el trabajo planeado fuese

    ejecutado por otras manos que las suyas. Todos los mritos del rpido

    progreso de la civilizacin se atribuyeron a la cabeza, al desarrollo y a la

    actividad del cerebro; los hom bres se acostumbraron a expl icar sus actospor sus pensamientos en vez de expl icrselos part iendo de s us

  • 5/24/2018 EL MARXISMO DEL SIGLO XXI.pdf

    22/183

    El marxismo del siglo XXI

    18

    necesidades(las cuales, ciertamente, se reflejan en la cabeza, se revelan a la

    conciencia), y asfue com o su rgi, con el t iemp o, aquel la concepcin

    ideal ista del mun doque se ha adueado de las mentes, sobre todo desde la

    cada del mundo antiguo. Y hasta tal punto sigue dominndolas todava, hoy,

    que incluso los investigadores materialistas de la naturaleza de la escuela de

    Darwin no aciertan a formarse una idea clara acerca del origen del hombreporque, ofuscados por aquella influencia ideolgica, no alcanzan a ver el papel

    qu e en su n acim ient o des empe el trab ajo.

    Los animales, como ya hemos apuntado, hacen cambiar con su accin la

    naturaleza exterior, lo mismo que el hombre, aunque no en igual medida que l,

    y estos cambios del medio as provocados repercuten, a su vez, como hemos

    visto, sobre sus autores. Nada, en la naturaleza, ocur re de un mo do aislado.

    Cada cosa repercute en la o tra, y a la inversa, y lo que muchas veces impide

    a nuestros naturalistas ver claro en los procesos ms simples es precisamente

    el no tomar en consideracin este movim iento y esta interdependenciauniversales.

    Ms adelante en ese mismo libro Engels comenta:

    El animal ut i l iza la naturaleza exterior e introduc e cambio s en el la pura y

    simplemente con su p resencia, mientras que el hombre, mediante sus

    camb ios, la hace servir a su s fines, la domina. Es esta la suprema y

    esencial di ferencia entre el hom bre y lo s dems anim ales; diferencia

    debi da t ambin al t rabajo .

    No debemos , sin embargo, l isonjearnos d emasiado de nuestras victorias

    humanas sob re la naturaleza. sta se venga de nos otr os po r cada una de

    las derrotas que le inferimos. Es cierto que todas ellas se traducen

    principalmente en los resultados previstos y calculados, pero acarrean,

    adems, otros imprevistos, con los que no contbamos y que, no pocas veces,

    contrarrestan los primeros.

    [...]

    Todo nos recuerda a cada paso que el hombre no domina, ni mucho menos, la

    naturaleza a la manera como un conquistador domina un pueblo extranjero, es

    decir, como alguien que es ajeno a la naturaleza, sino que formamos partede el la con nuestra carne, nuestra sangre y nuestro c erebro, que nos

    hal lamos en medio de el la y que tod o nuestro d om inio so bre la naturaleza

    y la vent aja que en esto llevamo s a las dems cr iaturas c on siste en la

    posibi l idad de l legar a conocer sus leyes y de saber apl icarlas

    acertadamente.

    No cabe duda de que cada da que pasa conocemos mejor las leyes de la

    naturaleza y estamos en condiciones de prever las repercusiones prximas y

    remotas de nuestras ingerencias en su marcha normal. Sobre todo desde los

    formidables progresos conseguidos por las ciencias naturales durante el siglo

    actual, vamos aprendiendo a conocer de antemano, en medida cada vez

    mayor, y por tanto a dominarlas, hasta las lejanas repercusiones naturales, por

  • 5/24/2018 EL MARXISMO DEL SIGLO XXI.pdf

    23/183

    El marxismo del siglo XXI

    19

    lo menos, de nuestros actos ms habituales de produccin. Y cuanto ms

    ocurra esto, ms v olv ern los hom bres, no s olamente a sen tirse, sin o a

    sabers e part e integ rante d e la n aturaleza y ms imposible se n os revelar

    esa absurda y antinatural representacin de un antagonism o entre el

    espritu y la m ateria, el homb re y la n aturaleza, el alma y el cuerpo, como

    la que se apoder de Europa a la cada de la antigedad clsica, llegando a suapogeo bajo el cristianismo.

    Y esto lo dice Engels en el ao 1875! Su pensamiento dialctico le permitecomprender fcilmente el ecologismo. El marxismo tambin es ecologista! El propioMarx dice en El Capital:

    En la agricultura, lo mismo que en la manufactura, la transformacin capitalista

    de la produccin parece no ser otra cosa que el martirologio del productor; el

    medio de trabajo, apenas la forma de domar, explotar y empobrecer al

    trabajador; la combinacin social del trabajo, la opresin organizada de su

    vitalidad, su libertad y su independencia individuales. La dispersin de los

    trabajadores agrcolas en superficies ms extensas quiebra su fuerza de

    resistencia, en tanto que la concentracin aumenta la de los obreros urbanos.

    En la agricultura moderna, al igual que en la industria de las ciudades, el

    crecimiento de la productividad y el rendimiento superior del trabajo se

    adquieren al precio de la destruccin y la aniquilacin de la fuerza de trabajo.

    Adems, cada progreso de la agricultura capitalista es un progreso, no solo en

    el arte de explotar al trabajador, sino tambin en el de despojar el suelo. Cada

    progreso en el arte de acentuar su fertilidad durante un tiempo, un progreso en

    la ruina de sus recursos duraderos de fertilidad. Cuanto ms se desarrolla un

    pas, por ejemplo Estados Unidos, sobre la base de la gran industria, msrapidez presenta el desarrollo de ese proceso de destruccin. Por consiguiente,

    la pro du ccin capitalista s lo desarro lla la tcni ca y la com bin acin del

    proc eso social al mismo tiempo q ue agota las dos fuentes de las cuales

    brota to da riqu eza: la t ierra y el trabajador.

    La dialctica nos permite ser conscientes de que influimosen la naturaleza y de questa influye tambin en nosotros. Esto ya lo saban, por supuesto, todas las tribusprimitivas que vivan en contacto directocon el mundo natural. Pero no del modo tanconsciente en que puede llegar a saberse cuando el ser humano adopta el

    pensamiento dialctico que, adems, le permite conocer las leyes naturales y saberaplicarlas acertadamente. El marxismo ya prevea las posibles consecuenciasecolgicas de un desarrollo incontrolado (como es el que provoca inevitablemente elcapitalismo, la anarqua econmica). Slo cuando las nefastas consecuencias denuestro desarrollo empezaron a ser evidentes (esperemos que no irreversibles) en lanaturaleza, all por los aos 60 del pasado siglo XX, la humanidad empez aconcienciarse seriamente sobre el problema ecolgico. Sin embargo, an en nuestrosdas los hay quienes lo niegan. Y, lo que es peor, aun siendo conscientes delproblema, no se toman las medidas necesarias. El capitalismo salvaje est poniendoen peligro de extincin al planeta y a todas las especies vivas que habitan en l,incluido el ser humano. El capitalismo atenta contra la sociedad humana y su hbitat!El capitalismo no sirve a los intereses generales, incluso atenta contra ellos, contra losms elementales, como la supervivencia. El materialismo histrico, es decir, el

  • 5/24/2018 EL MARXISMO DEL SIGLO XXI.pdf

    24/183

    El marxismo del siglo XXI

    20

    materialismo dialctico aplicado a la sociedad humana, ya prevea a mediados delsiglo XIX el problema ecolgico que ahora padecemos en el siglo XXI. Cuando unateora es capaz no slo de explicar el presente o el pasado, sino que, adems, permiteentrever el futuro, es que entonces, muy probablemente, es vlida. Una teoracientfica que explica satisfactoriamente la realidad y que incluso la prev mejor que

    otras teoras o modos de pensar, ha de ser forzosamente considerada como la mejor.Esto es la esencia del mtodo cientfico. En la ciencia la realidad manda, sta es laque lleva a cabo la seleccin natural de las mejores ideas, aquellas que mejorconcuerdan con la prctica, con lo observado realmente.

    Como ya mencion, Marx en el prlogo de Contribucin a la crtica de la economapoltica, nos resume de una manera bastante clara la concepcin materialista de lahistoria. Vale la pena reproducir ntegramente el famoso prrafo:

    Mi primer trabajo, emprendido para resolver las dudas que me asaltaban, fue

    una revisin crtica de la filosofa hegeliana del derecho, trabajo cuya

    introduccin vio la luz en 1844 en los Anales franco-alemanes, que se

    publicaban en Pars. Mi investigacin desembocaba en el resultado de que,

    tanto las relaciones jurdicas como las formas de Estado, no pueden

    comprenderse por s mismas ni por la llamada evolucin general del espritu

    humano, sino que radican, por el contrario, en las condiciones materiales de

    vida cuyo conjunto resume Hegel, siguiendo el precedente de los ingleses y

    franceses del siglo XVIII, bajo el nombre de sociedad civil, y que la anatoma

    de la sociedad civil hay que buscarla en la economa poltica. En Bruselas, a

    donde me traslad en virtud de una orden de destierro dictada por el seor

    Guizot, hube de proseguir mis estudios de economa poltica, comenzados en

    Pars. El resultado general a que llegu y que, una vez obtenido, sirvi de hiloconductor a mis estudios, puede resumirse as: en la produccin social de su

    vida, los hombres contraen determinadas relaciones necesarias e

    independientes de su voluntad, relaciones de produccin, que corresponden a

    una determinada fase de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El

    conjunto de estas relaciones de produccin forma la estructura econmica de la

    sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurdica y

    poltica y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social. El

    mo do d e produc cin de la vida material condicion a el proceso d e la vida

    so cial, poltica y espiritu al en general. No es la c on cienc ia del homb re la

    que determina su ser, sino, por el con trario, el ser social es lo qu edetermina su conciencia.Al llegar a una determinada fase de desarrollo, las

    fuerzas productivas materiales de la sociedad chocan con las relaciones de

    produccin existentes, o, lo que no es ms que la expresin jurdica de esto,

    con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto hasta

    all. De formas de desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se

    convierten en trabas suyas. Y se abre as una poca de revolucin social. Al

    cambiar la base econmica, se revoluciona, ms o menos rpidamente, toda la

    inmensa superestructura erigida sobre ella. Cuando se estudian esas

    revoluciones, hay que distinguir siempre entre los cambios materiales ocurridos

    en las condiciones econmicas de produccin y que pueden apreciarse con laexactitud propia de las ciencias naturales, y las formas jurdicas, polticas,

  • 5/24/2018 EL MARXISMO DEL SIGLO XXI.pdf

    25/183

    El marxismo del siglo XXI

    21

    religiosas, artsticas o filosficas, en una palabra, las formas ideolgicas en que

    los hombres adquieren conciencia de este conflicto y luchan por resolverlo. Y

    del mismo modo que no podemos juzgar a un individuo por lo que l piensa de

    s, no podemos juzgar tampoco a estas pocas de revolucin por su

    conciencia, sino que, por el contrario, hay que explicarse esta conciencia por

    las contr adicciones d e la vida material, por el confl icto existente entre las

    fuerzas product ivas sociales y las relaciones de produccin. Ninguna

    formacin social desaparece antes de que se desarrollen todas las fuerzas

    productivas que caben dentro de ella, y jams aparecen nuevas y ms altas

    relaciones de produccin antes de que las condiciones materiales para su

    existencia hayan madurado en el seno de la propia sociedad antigua. Por eso,

    la humanidad se propone siempre nicamente los objetivos que puede

    alcanzar, pues, bien miradas las cosas, vemos siempre que estos objetivos

    slo brotan cuando ya se dan o, por lo menos, se estn gestando, las

    condiciones materiales para su realizacin. A grandes rasgos, podemos

    designar como otras tantas pocas de progreso, en la formacin econmica dela sociedad, el modo de produccin asitico, el antiguo, el feudal y el moderno

    burgus. Las relaciones burguesas de produccin son la ltima forma

    antagnica del proceso social de produccin; antagnica, no en el sentido de

    un antagonismo individual, sino de un antagonismo que proviene de las

    condiciones de vida de los individuos. Pero las fuerzas productivas que se

    desarrollan en el seno de la sociedad burguesa brindan, al mismo tiempo, las

    condiciones materiales para la solucin de este antagonismo. Con esta

    formacin social se cierra, por tanto, la prehistoria de la sociedad humana.

    Marx demostr la validez de su mtodo, sucintamente explicado en las lneasanteriores, explicado ms extensamente sobre todo en el captulo primero de Laideologa alemana, analizando el sistema econmico burgus en la obra mencionadaContribucin a la crtica de la economa polticay sobre todo en El Capital. Sus anlisisde ciertos episodios histricos como El 18 brumario de Lus Bonaparte o La guerra civilen Francia, estn impregnados de materialismo histrico. Engels, en su libro LudwigFeuerbach y el fin de la filosofa clsica alemana , al cual aadi en el apndice undocumento de apenas dos pginas titulado Las tesis sobre Feuerbachescrito por Marxpara su autoesclarecimiento, sistematiz el mtodo materialista dialctico para explicarla historia de la sociedad humana. As como Marx no pudo dedicar suficiente tiempopara explicar su mtodo, el materialismo histrico, sustentado en la dialctica

    materialista, probablemente desbordado por todo su trabajo terico y prctico (noolvidemos que no pudo acabar su principal obra El Capital), Engels, afortunadamente,s pudo desempear una importante labor pedaggica.

    Henri Lefebvre en Introduccin al marxismonos explica de esta manera tan sencilla(aqu es cuando alguien demuestra su verdadero talante pedaggico: en la capacidadde expresarse de manera sencilla, en la capacidad de ser entendido por cualquiera) enqu consiste el materialismo histrico:

    Aunque es verdad que en el curso de su desarrollo la conciencia y el

    pensamiento se liberan de las relaciones inmediatas y locales (relaciones

    simples con el medio), jams se separan de ellas. Admitirlo sera aceptar la

    ilusin ideolgica e idealista! La extensin y la profundizacin de la conciencia,

  • 5/24/2018 EL MARXISMO DEL SIGLO XXI.pdf

    26/183

    El marxismo del siglo XXI

    22

    la aparicin y el fortalecimiento del pensamiento racional se hallan tambin

    condicionados por las relaciones sociales (por el desarrollo de las

    comunicaciones y el cambio, por la vida social que se organiza y se concentra

    en las grandes ciudades comerciales e industriales etctera). Pero qu son

    esencialmente esas relaciones sociales? Ciertamente son, y as se nos

    presentan, sobre todo en nuestra poca, extremadamente complejas. Esposible separar de su entrelazamiento relaciones fundamentales? Es posible

    distinguir, para usar una metfora, pisos o sedimentos sucesivos sobre una

    base?

    Marx y los marxistas afirman que s. Hay relaciones fundamentales; el edif ic io

    de toda sociedad reposa sob re una base. En una casa, ciertamente, lo que

    importa son los pisos, las piezas habitables. Pero es sta una razn para

    despreocuparse de la base y de los cimientos, para olvidar que estos cimientos

    determinan la forma, la altura, la estructura del edificio, es decir, las grandes

    lneas esenciales (aunque dejando indeterminados los mltiples detalles y msan las ornamentaciones)? Pensar de otro modo es creer que se puede

    comenzar una casa por el techo y terminarla por la base. Pensar que en una

    sociedad las ideas son fundamentales, es creer que porque las ventanas son

    necesarias y dan luz a las piezas constituyen la causa de la casa.

    Las relaciones fundamentales para toda sociedad son las relaciones con

    la naturaleza. Para el hom bre la relacin con la natu raleza es fun damen tal,

    no porq ue siga siendo u n s er de la naturaleza (interpretacin falaz del

    material ismo his trico) sino, por el con trario, porque lucha co ntra el la.En

    el curso de esta lucha, pero en las condiciones naturales, arranca a la

    naturaleza lo que necesita para mantener su vida y superar la vida

    simplemente natural. Cmo? Por qu medios? Por el trabajo, mediante los

    instrumentos de trabajo y la organizacin del trabajo.

    As y slo as los hombres producen su vida, es decir superan la vida animal

    (natural), aunque no pueden evidentemente liberarse de la naturaleza por un

    decreto soberano. Los hombres no superan la naturaleza ms que dentro de

    ciertos lmites, y en las condiciones determinadas por la naturaleza misma

    (clima, fertilidad del suelo, flora y fauna naturales, etc.).

    Las relaciones fund amentales de toda sociedad humana son po r lo tanto

    las relaciones de prod uccin. Para llegar a la estructura esencial de unasociedad, el anlisis debe descartar las apariencias ideolgicas, los

    revestimientos abigarrados, las frmulas oficiales, todo lo que se agita en la

    superficie de esa sociedad, todo el decorado: debe penetrar bajo esa superficie

    y llegar a las relaciones de produccin o sea las relaciones fundamentales del

    hombre con la naturaleza y de los hombres entre s en el trabajo.

    []

    Las relaciones superiores y complejas que se expresan en la cultura implican y

    presuponen las relativamente simples relaciones de produccin; esas

    relaciones complejas no pueden introducirse desde afuera en la estructura de

  • 5/24/2018 EL MARXISMO DEL SIGLO XXI.pdf

    27/183

    El marxismo del siglo XXI

    23

    una sociedad; no pueden por lo tanto separarse de ella y estudiarse

    aisladamente.

    El desarrol lo d e las fuerzas p rodu ct ivas, sus gr ados, niveles alcanzados,

    t ienen por lo tanto u na impor tancia histrica fundamental: constituyen el

    fundamento del ser social del hombre en un momento dado, y, porconsiguiente, de las modalidades de su conciencia y de su cultura.

    Engels en una carta a Jos Bloch escrita en 1890 (cuando Marx ya haba muerto)tiene que aclarar la concepcin materialista (dialctica) de la historia por parte delmarxismo:

    Segn la concepcin materialista de la historia, el factor determinante en la

    historia es, en ltima instanc ia, la produccin y la reproduccin de la vida real.

    Ni Marx ni yo hemos afirmado nunca nada ms. Si alguien desnaturaliza esta

    posicin en el sentido de que el factor econmico es el nico determinante, lo

    transforma en una frase hueca, abstracta, absurda. La situacin econmicaes la base, pero los d iversos elementos d e la sup erestructura: las formas

    polticas de la lucha de clases y sus resultados las Constituciones

    establecidas una vez la batalla ganada por la clase victoriosa, etc., - las formas

    jurdicas, e incluso los reflejos de todas estas luchas reales en el cerebro de los

    participantes, teoras polticas, jurdicas, filosficas, concepciones religiosas y

    su desarrollo ulterior en sistemas dogmticos, ejercen igu almente su accin

    sob re el curso d e las luchas histricas y, en much os casos , determinan

    de modo preponderante su forma. Hay interaccin de todos estos

    factores, en el interior de la cual el movimiento econmico acaba por abrirse

    camino como una necesidad, a travs de una multitud infinita de contingencias(es decir, de cosas y de acontecimientos cuya ligazn interna entre s es tan

    lejana o tan difcil de demostrar que podemos considerarla como inexistente y

    no tomarla en consideracin). Si no, la aplicacin de la teora a cualquier

    perodo histrico sera, a fe ma, ms fcil que la resolucin de una simple

    ecuacin de primer grado.

    Somos nosotros mismos quienes hacemos nuestra his tor ia, pero la

    hacemos , en primer lugar con arreglo a premisas y con dicion es muy

    con cretas. Entre el las, son las econmicas las q ue deciden en lt ima

    instan cia. Pero tambin desempean su p apel, aunq ue n o sea dec isi vo ,

    las c ondicio nes polticas, y hasta l a tradici n, que merodea como un

    duende en las cabezas de los hombres.

    []

    La historia se hace de tal modo, que el resultado final siempre deriva de los

    conflictos entre muchas voluntades individuales, cada una de las cuales, a su

    vez, es lo que es por efecto de una multitud de condiciones especiales de vida;

    son , pues, innumerables fuerzas qu e se entrecruzan las un as con las

    otras, un grupo infinito de paralelogramos de fuerzas, de las que surge una

    resultante --el acontecimiento histrico--, que a su vez, puede considerarse

    producto de una fuerza nica, que, como un todo, acta sin conciencia y sin

    voluntad. Pues lo que uno quiere tropieza con la resistencia que le opone otro,

  • 5/24/2018 EL MARXISMO DEL SIGLO XXI.pdf

    28/183

    El marxismo del siglo XXI

    24

    y lo que resulta de todo ello es algo que nadie ha querido. De este modo, hasta

    aqu toda la historia ha discurrido a modo de un proceso natural y sometida

    tambin, sustancialmente, a las mismas leyes dinmicas. Pero del hecho de

    que las distintas voluntades individuales --cada una de las cuales aparece

    aquello a que le impulsa su constitucin fsica y una serie de circunstancias

    externas, que son, en ltima instancia, circunstancias econmicas (o las suyaspropias personales o las generales de la sociedad)-- no alcancen lo que

    desean, sino que se fundan todas en una media total, en una resultante comn,

    no debe inferirse que estas voluntades sean = 0. Por el contrario, todas

    contribuyen a la resultante y se hallan, por tanto, incluidas en ella.

    Plejnov ya adverta en 1896 sobre la interpretacin simplista que se haca delmaterialismo histrico por parte de muchos marxistas:

    En el terreno de la ideologa hay muchos fenmenos que slo se pueden

    explicar indirectamente por la influencia del movimiento econmico. Es algo

    que olvidan frecuentemente no slo los adversarios, sino tambin los

    partidarios de la teora histrica de Marx.

    []

    Si los filsofos del siglo XVIII recordaban que el hombre es un producto del

    medio ambiente social, negaban a la opinin pblica, la cual, segn decan,

    rega al mundo, toda influencia sobre ese medio. Su lgica tropezaba a cada

    paso con uno u otro aspecto de esta antinomia. El materialismo dialctico la

    resuelve fcilmente. Para los m aterialis tas d ialcti co s la op in in de los

    hom bres dir ige efect ivamente el mu ndo, puesto que en el hombre, como

    dice Engels, todas las fuerzas motrices de sus acciones deben

    necesariamente pasar por su cerebro, transformarse en mviles de su

    voluntad. Esto no impide que la opinin pblica tenga sus races en el

    medio s ocial y , en ltim o anlisis, en las r elaciones econ micas;

    asimismo, no impide que toda opinin pblica dada envejezca en

    cuanto el mod o de pr odu ccin que la ha creado empieza a envejecer. La

    economa forma a la opinin pblica que, a su vez, dirige al mundo.

    Muchos marxistas en la actualidad cometen el mismo error que los filsofos del sigloXVIII que, presos de un materialismo metafsico, negaban la opinin pblica, es decir

    las ideas como posibles causas, por lo menos inmediatas. Esos marxistas aplican unmaterialismo insuficiente consistente en buscar slo las causas ms inmediatas,superficiales, directas, de los acontecimientos y dado que son materialistas sepreocupan slo de las condiciones materiales, sobre todo de las econmicas. Nieganlas influencias de las ideas porque se olvidan de que stas a su vez estn enraizadasen las condiciones materiales. Esos marxistas no profundizan, se quedan en lasuperficie. De esta manera pecan ellos mismos de idealistas pues aslan las ideas delas condiciones materiales, se olvidan de que todas las ideas se enrazan en lascondiciones materiales de existencia. Pecan de metafsicos, pues se olvidan de lainterrelacin entre los factores, se olvidan de que las causas se convierten en efectos

    y viceversa, se olvidan de que las condiciones materiales de existencia actuales sontambin influenciadas por las del pasado (que en el presente toman tambin la forma

  • 5/24/2018 EL MARXISMO DEL SIGLO XXI.pdf

    29/183

    El marxismo del siglo XXI

    25

    de ideas), se olvidan de que las ideas del presente son influenciadas por lascondiciones materiales del presente. Se olvidan de que las condiciones materiales deexistencia se transforman en ideas y viceversa. Las ideas y las condiciones materialesde existencia son en verdad dos formas de lo mismo. Como dice Plejnov: La idea noes otra cosa que la materia trasladada y traducida en el cerebro humano. Si hacemos

    un smil con la ciencia fsica, podemos equiparar las ideas a la energa y lascondiciones materiales a la materia. Como demostr Einstein, la energa y la materiason dos formas de lo mismo, se intercambian. Esto se resume en su famosa ecuacinE=mc2. Lo mismo podemos decir de las ideas y de las condiciones materiales deexistencia, con la salvedad de que en ltimainstancia el origen est en la materia. Loque nos dice el materialismo dialctico, un materialismo ms elaborado, msevolucionado, es que la fuente de todo es lo material, pero que lo material setransforma en inmaterial y ste en material, y as sucesivamente. Negar la influenciade las ideas es negar al propio marxismo, es tergiversarlo. Marx dijo que cuando unaidea se apodera de las mentes de las masas, se convierte en una fuerza material.Los

    materialistas metafsicos se olvidan de que las ideas no son ms que otra forma demateria. Por tanto, al analizar los acontecimientos slo se preocupan de ciertascondiciones materiales (las que en el momento de su anlisis an no han tomado laforma de ideas) y se olvidan de otras (las que han tomado forma de ideas). Elmaterialismo dialctico tiene en cuenta la interrelacin entre las ideas y lascondiciones materiales de existencia por un lado, y la influencia del pasado sobre elpresente, por el otro lado. Da explicaciones mejores de los acontecimientos porquetiene una visin de conjunto, porque considera todas las partes y sus relaciones,porque considera la naturaleza dinmicade la historia.

    Como nos recuerda Gyrgy Lukcs en Historia y conciencia de clase, lo que distingueal marxismo respecto de la ideologa y ciencia burguesas es su concepcintotalizante, adems de en el hecho de enraizarlo todo, en ltima instancia, en lomaterial, en la economa en el caso de la sociedad humana:

    No es la preponderancia de los motivos econmicos en la expl icacin de

    la historia lo que dist in gue de manera decisiva al marxismo de la ciencia

    burg uesa; es el punto de vista de la total idad.La categora de la totalidad, la

    dominacin, determinante y en todos los dominios, del todo sobre las partes,

    constituye la esencia que el mtodo de Marx ha tomado de Hegel y que l

    transform de manera original para convertirlo en fundamento de una ciencia

    totalmente nueva. La separacin capitalista entre el productor y el procesoglobal de la produccin, la fragmentacin del proceso de trabajo en partes que

    dejan de lado el carcter humano del trabajador, la atomizacin de la sociedad

    en individuos que producen sin plan y sin concierto, etc., todo esto tena

    necesariamente que ejercer tambin una influencia profunda en el

    pensamiento, la ciencia y la filosofa del capitalismo. Y lo que hay de

    fundamentalmente revolucionario en la ciencia proletaria, no es slo que ella

    oponga a la sociedad burguesa contenidos revolucionarios, sino que es, en

    primersimo lugar, la esenc ia revo lu cio nari a del mtodo en s. El remado de

    la categora de totalidad es el portador del principio revolucionario en la ciencia.

    El carcter revolucionario de la dialctica hegeliana sin perjuicio de los

    contenidos conservadores que tiene en Hegel ya haba sido reconocido

  • 5/24/2018 EL MARXISMO DEL SIGLO XXI.pdf

    30/183

    El marxismo del siglo XXI

    26

    muchas veces antes de Marx, sin que pudiera desarrollarse, partiendo de ese

    conocimiento, una ciencia revolucionaria. Solamente con Marx pudo la

    dialctica hegeliana devenir, segn la expresin de Herzen, un lgebra de la

    revolucin. Pero no ocurri as simplemente en virtud de la inversin

    materialista. Ms bien se puede decir que el principio revolucionario de la

    dialctica hegeliana slo pudo manifestarse en esa inversin y por ella porquefue salvaguardada la esencia del mtodo, es decir, el punto de vista de la

    totalidad, la consideracin de todos los fenmenos parciales como momentos

    del todo, del proceso dialctico captado como unidad del pensamiento y de la

    historia. El mtodo dialcti co en Marx apunt a al c on oc im ient o d e la

    sociedad como totalidad.Mientras que la ciencia burguesa atribuye, bien sea,

    por realismo ingenuo, una realidad, bien sea, de manera crtica, una

    autonoma a las abstracciones necesarias y tiles desde el punto de vista

    metodolgico para las ciencias particularesque resultan por una parte de la

    separacin entre los objetos de la investigacin y, por otra, de la divisin del

    trabajo y de la especializacin cientficas, el marxismo, en cambio, rebasa esasseparaciones elevndolas y bajndolas al rango de momentos dialcticos. El

    aislamiento por abstraccin de los elementos tanto de un dominio de

    investigacin como de grupos particulares de problemas o de conceptos en el

    interior de un dominio de investigacin, es ciertamente inevitable. Sin embargo,

    lo decisivo es saber si ese aislamiento es solamente un medio para el

    conocimiento del todo, es decir, si se integra siempre en un justo contexto de

    conjunto que l mismo presupone y requiere, o bien si el conocimiento

    abstractodel dominio parcial aislado conserva su autonoma, sigue siendo

    un fin para s. Para el marxismo, en ltimo anlisis, no existen ciencia jurdica,

    economa poltica, historia, etc., autnomas; solamente hay una ciencia,histrica y dialctica, nica y unitaria, del desarrollo de la sociedad como

    totalidad.

    El punto de vista de la total idad no determina solamente al objeto,

    tamb in d etermin a al sujeto del c ono cim iento. La ciencia burguesa de

    manera conciente o inconciente, ingenua o sublimadaconsidera siempre los

    fenmenos sociales desde el punto de vista del individuo. Y el punto de vista

    del individuo no puede llevar a ninguna totalidad; todo lo ms puede llevar a

    aspectos de un dominio parcial, las ms de las veces a algo solamente

    fragmentario: a hechos sin vinculacin recproca o a leyes parciales

    abstractas. La totalidad slo puede plantearse si el sujeto que la plantea es

    tambin una totalidad; si el sujeto, para pensarse l mismo, se ve obligado a

    pensar el objeto como totalidad. Este punto de vista de la totalidad como sujeto,

    solamente las clases lo representan en la sociedad moderna. Marx, quien

    considera todo problema desde este ngulo, particularmente en El Capital, ha

    corregido aqu a Hegel (el cual vacila todava entre el punto de vista del gran

    hombre y el del espritu abstracto del pueblo) de una manera an ms

    decisiva y fecunda aunque mucho menos comprendida por su sucesores

    que en la cuestin del idealismo o el materialismo.

    La economa clsica, y todava ms sus vulgarizadores, han consideradosiempre la evolucin capitalista desde el punto de vista del capitalista individual

  • 5/24/2018 EL MARXISMO DEL SIGLO XXI.pdf

    31/183

    El marxismo del siglo XXI

    27

    y por eso se han enredado en una serie de contradicciones insolubles y de

    falsos problemas. En El Capital, Marx rompe radicalmente con este mtodo. No

    es que l considere como un agitador cada momento directa y

    exclusivamente desde el punto devista del proletariado. Una actitud tan

    unilateral slo podra dar origen a una nueva economa vulgar con signos, por

    decirlo as, invertidos. Ms bien es que l considera los pro blemas de toda la

    sociedad capital ista como prob lemas de las clases que la cons t i tuyen, la

    clase de los capitalistas y la de los pro letarios, captadas como conjun tos.

    En qu medida se proyecta as una luz enteramente nueva sobre una serie de

    cuestiones, cmo surgen nuevos problemas que la economa clsica no poda

    siquiera percibir y an menos resolver, cmo quedan reducidos a nada muchos

    de esos falsos problemas, son cuestiones que no podemos estudiar aqu, pues

    estas lneas slo tienen por objeto el problema del mtodo. Slo queremos

    llamar insistentemente la atencin sobre las dos condiciones previas de un

    tratamiento verdico y no ldico, como en los epgonos de Hegel del

    mtodo dialctico, sobre la exigencia de la totalidad a la vez como objetopuesto y como sujeto ponente.

    La historia de la humanidad, por lo menos hasta el presente, tal como nos explicaMarx, como consecuencia de aplicar su mtodo, el materialismo dialctico, es antetodo la historia de la lucha de clases. Lo cual tampoco significa que los individuos nopinten nada. En su concepcin metafsica del materialismo, muchos marxistas queanalizan la historia obvian algunos factores que aunque se pueda discutir si son losms importantes o no, tambin cuentan. Me refiero al hecho de que ciertos individuosinfluyen en los acontecimientos histricos de manera nada despreciable. A esterespecto dejemos que Plejnov nos explique en qu medida los individuos influyen enla historia, como as hace en su libro El papel del individuo en la historia:

    La causa determinante de las relaciones sociales reside en el estado de las

    fuerzas productivas. Este estado depende de las particularidades individuales

    de diferentes personas, nicamente, en el sentido de una mayor o menor

    capacidad de tales individuos para impulsar los perfeccionamientos tcnicos,

    descubrimientos e inventos.

    [...]

    Pero ninguna otra particularidad probable garantiza a personas aisladas el

    ejercicio de una influencia directa en el estado de las fuerzas productivas y, por

    consiguiente, en las relaciones sociales por ellas condicionada, es decir, en las

    relaciones econmicas. Cualesquiera que sean las particularidades de un

    determinado individuo, ste no puede eliminar unas determinadas relaciones

    econmicas cuando stas corresponden a un determinado estado de las

    fuerzas productivas. Pero las particularidades individuales de la personalidad,

    la hacen ms o menos apta para satisfacer las necesidades sociales que

    surgen en virtud de unas relaciones econmicas determinadas o para oponerse

    a esta satisfaccin.

    [...]

  • 5/24/2018 EL MARXISMO DEL SIGLO XXI.pdf

    32/183

    El marxismo del siglo XXI

    28

    Gracias a las particularidades de su inteligencia y de su carcter, las

    personalidades influyentes pueden hacer variar el aspecto individual de los

    acontecimientos y algunas de sus consecuencias particulares, pero no pueden

    alterar su orientacin general, que est determinada por otras fuerzas.

    Por si queda alguna duda sobre la importancia del individuo y de los factoressubjetivos en la historia, el marxista Alan Woods nos recuerda:

    Existen momentos histricos en que todos los factores objetivos necesarios

    para la revolucin han madurado y, por tanto, el factor subjetivo su

    preparacin consciente, la direccin revolucionaria se convierte en el factor

    decisivo. En esos momentos todo el proceso histrico depende de la actividad

    de un pequeo grupo de personas o, incluso, de un solo individuo.

    Gustave Le Bon, a pesar de tener una visin excesivamente idealista de la historia dela sociedad humana, es decir, a pesar de despreciar los factores objetivos frente a los

    subjetivos, y a pesar de su nada disimulada aversin al socialismo, dice algunas cosasinteresantes en su libro Psicologa de las revoluciones(el cual se centra sobre todo enanalizar la Revolucin francesa, para hacer una demoledora crtica de la misma), noshabla de la importancia de los factores psicolgicos de las masas, de la importancia delos sentimientos, del credo:

    Una revolucin puede, finalmente, hacerse credo, pero es frecuente que

    comience bajo la accin de motivos perfectamente racionales: la supresin de

    abusos intolerables, la eliminacin de un gobierno desptico detestado o de un

    soberano impopular, etc.

    Si bien el origen d e una revolucin pu ede ser perfectamente racional, no

    debemos olvidar qu e las razones invoc adas para prepararla no ejercen

    una inf luencia sobre las masas hasta tanto no s e hayan transformado en

    sent imientos. La lgica racional puede sealar los abusos que han de ser

    destruidos, pero, para movi l izar a la mult i tud, hay que