El infierno también muere Una noche de otoño, en los barrios bajos de Barcelona , el desgarrador sonido de las sirenas advertían de que había pasado algo,。un terrible asesinato!El crimen sucedió en el vecindario de la calle Rabal, número 17. Del coche de policía, salieron los dos inspectores, Ramón y Jordi. Observaron la escena del crimen con cara horrorizada, pues la víctima estaba degollada, sin cerebro y abierta en canal como un gorrino . Los inspectores se dieron cuenta enseguida de que el crimen lo había cometido una secta satánica, principalmente por una razón tan evidente como que estaba marcado con un tridente rojo . El inspector Ramón exclamo-。 OH ,que horror!.Mientras el inspector Jordi registro los cajones de la muchacha, que había en la habitación. Encontró entre la maraña de cosas una carta , que bajo la mirada experta de Jordi le hizo sospechar la carta decía:-“El tridente rojo te matara , si la prenda que compraste no pagas antes de las 12 de mañana, tu alma el diablo se llevará. Firmado : El tridente rojo. En cuanto este leyó la carta se fue directamente a enseñárselo a su compañero. Ramón le propuso que se dirigieran a una casa que estaba marcada con el tridente rojo ,Ya allí en la casa no se veía nada, estaba todo sumido en la oscuridad –Por eso Jordi en tono sarcástico dijo -。 No te metas en la boca del lobo Ramón!. Al instante dijo: – Vayamos por la puerta de atrás , vamos a ver si está abierta. Se fueron y , efectivamente la puerta inferior esta abierta .Pasaron a la casa , estaba oscura , y olía a moho , tenía una extraña tenebrosidad en sus entrañas extraños ruidos ,como si fuesen susurros que provenían del salón principal . Se adentraron en la oscuridad del salón, con curiosidad y encontraron un rastro de sangre que llevaba a un altar en el que había un tridente rojo , continuación se oyó un disparo seguido de un grito. Ramón y Jordi desenfadaron sus pistolas y se dirigieron debajo de una mesa para cubrirse . Escucharon unos pasos. De repente, vieron un hombre pálido con un tatuaje, en forma de tridente rojo. Los inspectores dedujeron que era el asesino por sus manos y su boca llena de sangre. Salieron a detenerlo y el extraño salió despavorido de la casa.Pero los dos inspectores tuvieron la suficiente astucia para tener un as en la manga , de llamar antes a los policías , que esperaban en la puerta de la casa. El