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El Hechicero - Los Cristales Prohibidos - Capítulo 1

Oct 06, 2015

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César Retana

El año escolar esta por terminar, al igual que la vida que Gabriel solía tener.


Un incidente en la escuela es solo el comienzo. Gabriel comienza a pensar que esta volviéndose loco, pero en realidad no lo esta, es un hechicero. Todo lo que creía conocer, puede ser una mentira, incluso su vida misma. Pero eso no es todo, alguien lo esta buscando, alguien lo quiere muerto.

Hoy, 55 años después, la oscuridad acecha las calles de San Salvador. Una magia oscura y ancestral amenaza al mundo entero, y Gabriel, junto a otros tres jóvenes, deberán impedirlo, o morir en el intento.


Una novela fuera de serie. Ambientada en las calles de San Salvador, llena de intriga y suspenso. ¡No podrás parar de leer! ¡Comienza con el primer capítulo!
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Transcript
  • El Hechicero

    Los Cristales Prohibidos

    Csar Retana

  • Bubok Publishing S.L., 2015

    1 edicin

    Captulo 1

  • Para todo aqul que cree en el poder de querer.

  • - 7 -

    1

    La primera seal

    Faltaban tan solo dos horas para que aquel da llegara

    a su fin y se llevara consigo el ao escolar, algo que Gabriel deseaba ms que nada aquellos das. Sobre todo porque la clase de matemticas no era su favorita, y la profesora Karla no haca que aquello mejorara con su voz tan adormitada y sus pocas energas de vida.

    Todos en la escuela opinaban que ya era hora en que la profesora Karla se retirara y le diera la oportunidad a otro maestro, incluso el mismo director le haba propuesto su retiro y pensionarse, pero ella se haba negado cual nio se niega a comer verduras.

    La profesora Karla no solo les imparta matemticas dentro del aula. Muchas veces se desviaba del tema y comenzaba a darles clase de historia sobre el pas y sobre cmo haba sufrido, sobre como ellos como futuras generaciones deban continuar con el prspero proceso de pacificacin que tantas vidas haba tomado en aquella guerra tan decisiva para El Salvador, y todo un sinfn de charlatanera que abrumaba a Gabriel, y si no estaba mal, a todos sus compaeros.

    No todos los adultos hablaban acerca de aquel suceso con la libertad que lo hacia la profesora Karla. A decir verdad, casi nadie lo mencionaba, trataban de evitarlo, sobre todo

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    frente a los nios o adolescentes para evitar ser cuestionados, aunque a Gabriel todo aquello sobre La Guerra le traa sin cuidado. Haban pasado ya veinte aos casi desde que se haba dado, y por lo que saba la tecnologa no haba avanzado tanto tampoco en el mundo como todos pensaban que iba pasar, exceptuando la ciencia y la medicina, que trataban de mantenerse a la vanguardia. Pero lo dems las cosas transcurran con normalidad como lo haban hecho haca dcadas, segn muchos.

    Solo necesitaba que aquellas dos horas pasaran por el reloj lo ms pronto posible, y muy probablemente ya no tendra que volver a escuchar aquella palabrera de la profesora Karla. Y Gabriel no era el nico impaciente en aquellos momentos. Las vacaciones estaban por iniciar y todos estaban dispuestos a iniciar su lista de quehaceres para divertirse durante dos meses enteros.

    Por qu simplemente no se calla?la pregunta de Joel interrumpi los pensamientos de Gabriel.

    No tengo idea, pero yo ya quiero salir de este lugarafirmo Gabriel.

    Qu harn ustedes estas vacaciones?una pequea voz femenina intervino entre la silenciosa conversacin.

    Era Daniela Vargas. Por mi parterespondi Joel rpidamente,

    tengo la intencin de pasar mis vacaciones en alguna playa. Daniela hizo como si no hubiese escuchado el

    comentario de Joel y se dirigi a Gabriel directamente. T que tienes planeado Gabriel?la comisura de

    su labio se curvo en una sonrisa provocativa. Para tener quince aos al igual que l, ella tena una mente y una moralidad ms avanzadas, pens Gabriel.

    Puesaquella era una situacin incmoda, a Gabriel no le agradaba mucho Daniela, y si era posible trataba de evitar conversar con ella, nada en especial, creo que

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    pasar en casa descansando o jugando God of War, no estoy seguro.

    Solo eso?pregunt de nuevo Daniela, tratando de acercarse por el lado derecho de Gabriel No es muy aburrido para ti?

    Gabriel estaba comenzando a desesperarse. Si aquellas dos horas no pasaban rpido, podra tener serios problemas por mandar a cortar flores a aquella chica. Hizo caso omiso a la nueva pregunta de Daniela y observo su reloj. Faltaba una hora ya nada ms. Cmo haba pasado tan rpido el tiempo? Aunque prefiri no saberlo, ms bien necesitaba que la prxima hora pasara tan rpido como la anterior.

    Al parecer Daniela haba desistido sobre intentar mantener una conversacin con Gabriel, lo que para l fue un alivio completo. No es que Daniela no fuese bonita. En realidad era una de las chicas ms lindas de todo noveno grado en la Escuela Americana, con su cabello rubio, sus ojos color miel y de piel blanca. La mayora de chicos babeaban cuando ella pasaba cerca. Y el ser tan popular, era una de las razones por las cuales sabia ms sobre el mundo que muchos de la escuela. Aun as, Gabriel no entenda porque ella tena tanto inters en l.

    No era tan popular ni tan agraciado como otros de la escuela, pero l tampoco se consideraba feo. Con su cabello castao, sus ojos color morrn y sus encantos haban logrado tener ya una novia, lo que para l haba sido suficiente por el momento. Pero la presencia de Daniela lo pona nervioso.

    Hey DavidGabriel se haba inclinado para hablar con David, el chico que tena en el asiento frente a el. Cuando suene el timbre, podras hacerte cargo de Daniela y distraerla un rato?

    Aun est obsesionada contigo?susurr su amigo. Cuando sea la boda, yo quiero ser el padrino.

    Cierra la bocaGabriel le dio un pellizco en la oreja.

  • - 10 -

    Ah!gimi David. Joven Ortez!la profesora Karla haba

    interrumpido su discurso al escuchar el quejido de David Hay algo que quiera compartir con la clase junto con el seor Castelln?

    No profesoradijeron David y Gabriel al unsono. Eso me parecadijo ella entrecerrando aquellos

    ojos con arrugas. Gabriel sinti que si los mantena de aquella manera por mucho tiempo quiz nunca los volvera a poder abrir del todo, porque necesitara mucha fuerza para hacerlo. A este tipo de cosas son a las que me refiero. Si no hay una educacin correcta incluso dentro de sus casas, como esperamos que el proceso de pacificacin contine, si ustedes como jvenes ponen su empeo

    La profesora haba iniciado un nuevo discurso provocando un alivio entre los dos.

    Estuvo cercamurmuro Gabriel. T crees?David sonaba divertido. Pero creo

    que hubieras preferido un castigo de ella, en vez de que Daniela Vargas siga acosndote amigo.

    No s cul es su inters por m. Y yo no s qu tienes metido t en la cabeza.

    Muchos quisieran estar en tu lugar en este caso. Como Joel por ejemplo.

    Gabriel dirigi la mirada hasta Joel, dndose cuenta que ni siquiera les prestaba atencin a ellos dos. Estaba como hipnotizado observando a Daniela de reojo, mientras volva la mirada a ratos a su cuaderno.

    Bueno, eso es otra cosaindici Gabriel. Cremedijo Davidno ser necesario que yo me

    ocupe de ella. Joel se har cargo. Y t como lo sabes?pregunto. S que desde hace unas semanas est planeando

    preguntarle si quiere ser su noviarespondi su amigo,

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    aunque no estoy del todo seguro que sea una buena idea, pero s que lo har hoy.

    Pues por m que lo hagasealo Gabriel, si eso ayuda a mantenerla lejos, mucho mejor.

    Ambos chicos rieron por lo bajo para no ser escuchados por la profesora Karla. Mientras, Gabriel miro nuevamente su reloj de mueca. Hacan falta ya tan solo quince minutos para que la clase acabara. Volvi la mirada hacia Joel, y se imagin declarndole su amor juvenil a Daniela. Joel no era muy atractivo que se dijera, y eso lo haban dicho las chicas de la clase, mientras Gabriel las escuchaba sin querer un da. Pero haban admitido que tena cierto aire llamativo. Lo suficiente como para querer conocerlo, pero no crea que Daniela tuviera aquella mentalidad.

    Con aquel cabello negro y desordenado, sumando las ojeras que colgaban de sus parpados, l no era definitivamente su tipo. No para alguien tan superficial como ella. Era por eso que an no entenda cul era el inters que ella haba mostrado tan repentinamente en l.

    Pero ya comenzaba a tenerle sin cuidado. Simplemente quera que el ao escolar acabara, para as disfrutar sus vacaciones. Aunque hasta el momento no tena nada planeado en realidad, pero saba que no era necesario hacer planes. Todo se ira dando poco a poco.

    Le ruego que por favor no olviden estudiardeca la profesora Karla, el prximo ao comienzan una etapa para decidir su futuro en el pas, porque

    El timbre son estrepitosamente ahogando las palabras de la profesora Karla, junto con el grito de jbilo de todo el saln de clases. Gabriel nunca llego a saber que era lo que ella haba dicho mientras tomaba sus cosas apresuradamente, y dudaba querer saberlo.

    Oye Gabriel

  • - 12 -

    La voz de Daniela fue inconfundible en aquel momento. Gabriel hizo como si no la haba escuchado y corri el cierre de su mochila para salir luego salir de prisa del saln.

    Justo cuando estaba en la puerta del aula ya casi vaca, pudo ver como Joel entretena a Daniela en aquel momento. Despus de todo, David haba tenido razn. Solo esperaba que ella no le jugara una mala pasada.

    Mientras caminaba hacia el estacionamiento, se cercior de llevar las llaves del auto y no haberlas dejado puestas dentro como la ltima vez. Aunque an no recordaba cmo haba llegado a sacarlas. Si saba que las haba dejado dentro del auto, pero justo a la salida de clases, estaban dentro de su bolsillo.

    A pesar de todo, haba una cosa para Gabriel que haba quedado inconclusa dentro de su ao escolar. Nunca se atrevi a hablarle a Claudia Bez, una chica de la otra seccin de noveno grado que lo traa loco desde que la vio por primera vez aquel ao. Era una chica nueva en la escuela aquel ao. Se haba empezado a familiarizar con todos rpidamente, pero Gabriel jams tuvo el valor suficiente como para hablarle. Siempre que estaba cerca de ella se pona nervioso, y la sola idea de dirigirle la palabra, lo haca sudar y le provocaba mareos. Pens que quiz cuando estabas realmente enamorado te sentas de esa manera cuando la persona que te gustaba estaba cerca de ti. Pero nunca haba visto a Joel que tuviera los mismos sntomas al estar cerca de Daniela. Quiz el solo era un poco ms raro de lo normal.

    Ya la tena en sus amistades de Meet Me, una red social de moda, pero ni si quiera de aquella manera le haba podido decir tan siquiera hola. Pens que sera ms fcil hacerlo estando de vacaciones y mientras que no lo estuviera observando toda la escuela. Haba incluso ideado invitarla a salir a comer a algn lugar, porque dudaba que quisiera ir con

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    l al auto cinema. Sobre todo por lo poco que se conocan el uno al otro. En fin, saba que algo se le ocurrira.

    Se encontraba ya en el estacionamiento cuando vio la silueta de varios chicos apoyados sobre su auto. En aquellos das no era muy extrao que cada chico de 15 aos ya tuviera su propio auto, pero le sorprendi ver a otros apoyados en el suyo. Se acerc un poco ms con pasos vacilantes para poder ver quines eran.

    Era Jos Arteaga y su pandilla. Eran unos chicos de primer ao. Gabriel haba tenido

    varios encuentros con Jos en ocasiones anteriores. Varios de ellos simplemente porque el carcter de ambos chocaba, y la mayora, simplemente por caprichos de Jos.

    Maldicindijo Gabriel por lo bajo. Que ellos estuvieran apoyado sobre su auto eran malas

    noticias. La ltima vez que se haba topado con l y su grupo, haba terminado con el labio inferior roto y con un enorme morete en el ojo izquierdo, luego de haber recibido un derechazo por parte de Jos. Pero no haba dejado que l se escapara sin un rasguo. Le haba roto la nariz y le dejo dos moretes en ambas mejillas. No saba cmo no los haban suspendido a ambos por aquel altercado, pero estaba contento por ello.

    Tal vez la intencin de Jos era provocar problemas por ser el ltimo da de clases. Pero esta vez Gabriel no tena ganas de eso, solo quera llegar a su casa a jugar. Con pasos ms decididos se encamino a su auto. De lejos hubo reaccin por parte de Jos y sus amigos. Definitivamente lo estaban esperando.

    Vaya, vayadijo Jos cuando estuvo ms cerca, pero si es el pobre llorn de Gabriel. Tan pronto te vas para tu casa a ver a tu mami y a tu papi?

    Muvete Josreplic Gabriel, no estoy de humor para tus bromas.

  • - 14 -

    La pandilla de Jos hizo una bulla, en tono de desaprobacin por la altanera de Gabriel. Aquello comenzaba a pintar mal, muy mal. Los amigos de Jos solo hacan empeorar las cosas con actitudes como esa o con algn comentario.

    Vas a dejar que te insulte as Jo?dijo uno de ellos con una mueca.

    Te crees muy rudo no, enano?le espet Jos. Oh, vamosrespondi Gabriel, solo eres un

    ao mayor que yo. Tenemos casi la misma estatura, pero la diferencia es que para estar un ao abajo, tengo ms cerebro que t.

    Haba ido demasiado lejos con aquel comentario, y lo saba. Pero estaba dicho. Ahora solo faltaba que se armara un buen problema entre ellos. Lo nico que le preocupaba es que eran ms de cinco contra uno. Ninguno de los amigos de Gabriel estaba cerca para apoyarlo, y eso significaba que poda ser una visita segura al hospital para unas cuantas puntadas.

    Dale la bienvenida a tus vacaciones Castellnel rostro de Jos estaba crispado, pareca un bulldog enojado en aquel momento. Porque las vas a pasar recuperndote de una buena paliza.

    En aquel momento, Jos y su pandilla se encaminaron hacia Gabriel. Era hombre muerto, pero saba que por tener una lengua tan floja se lo haba ganado, si tan solo

    Se nota que eres muy hombrecito Josdijo una voz detrs de ellos.

    David estaba a solo unos pasos de aquella escena junto con Joel y dos chicos ms que Gabriel no lograba distinguir. La adrenalina se le haba disparado en todo el cuerpo y senta pequeas descargas elctricas en todas partes, por lo que la vista se le haca un poco borrosa. Estaba nervioso, y comenzaba a sudar.

    T no te metas pequeo idiotagruo Jos.

  • - 15 -

    Si te metes con Gabrielaadi Joel, te metes con nosotros tambin.

    Los cuatro haban llegado hasta colocarse a ambos lados de Gabriel. Tena el apoyo de sus amigos y eso haca que la situacin mejorara un poco. A no ser que Jos fuera un completo tonto, dejara que aquello continuara, y algo como aquel espectculo llamara la atencin de los profesores y podran expulsarlos a todos. No, Jos no era tan tonto. O bueno, eso no lo poda asegurar el.

    Con el rostro crispado de clera, le hecho una mirada furibunda a David y dio media vuelta. Gabriel tena razn. O eso crea.

    En una fraccin de segundo pudo ver como Jos se daba la vuelta rpidamente con el puo derecho alzado, justo con la intencin de arremeter en su contra. Gabriel cerr los ojos a la espera del golpe. Saba que de pronto sentira dolor en alguna parte de la cara y el correr de la sangre. Pero el golpe nunca llego.

    En cambio, pudo escuchar un golpe sordo y un quejido. Repentinamente abri los ojos y vio a David tirado en el suelo sujetndose con una mano el rostro. La sangre corra por el labio all donde Jos lo haba golpeado. David se haba interpuesto rpidamente entre el puo de Jos y Gabriel mientras este simplemente haba cerrado los ojos resignado a recibir un golpe.

    Vayamascull Jos, parece que eres una rata muy veloz.

    La pandilla de Jos irrumpi en carcajadas al ver a David tirado en el suelo y a escuchar el comentario burln de su lder.

    Por instinto, Gabriel se inclin para ayudarle a su amigo a ponerse de pie. Saba que mientras lo haca Jos podra golpearlo, pero no le importaba. En aquel momento la sangre corra rpidamente por su cuerpo, mientras que su corazn palpitaba violentamente de la clera. Comenz sentir

  • - 16 -

    un pequeo aguijonazo en la cabeza. Era la adrenalina, de seguro le estaba provocando una jaqueca.

    Una rata ayudando a otra ratase burl Jos. La pandilla entera volvi a rer, y esta vez se sumaron

    otras risas. Aquella escena haba dejado de ser privada y se haba convertido en un espectculo. Muchos los estaban observando. Estando en cuclillas ayudando a David a ponerse de pie, Gabriel observo de reojo al pblico. Ya haban empezado a llamar mucho la atencin. Aquello no pintaba nada bien.

    Entre el pblico estaba Claudia Bez. Se encontraba a pocos metros de distancia, rodeada

    por sus amigas, observndolo con preocupacin. No quera que ella se creara una mala imagen de l. Tena que evitar que aquello siguiera empeorando.

    Se puso de pie junto con David, mientras Joel los ayudaba a ambos a mantenerse en pie. Jos tena una expresin de felicidad en el rostro, pensaba que tena la victoria segura ya.

    Vete Josmurmur Gabriel mientras Joel le dedicaba una expresin de ofensa.

    Ah s?inquiri este Y qu piensas hacer si no lo hago?

    Gabriel lo observo meditabundo. La jaqueca comenzaba a hacerse ms fuerte.

    Es ultimo dadijo, no quiero tener problemas, y menos contigo.

    Antes de que Jos pudiera replicar, empez a caminar junto con sus amigos siguindolo por detrs. Era su ltima palabra.

    Gusano miserablegru Jos. Sin decir nada ms Jos lo tomo por el hombro y le

    dio media vuelta bruscamente, con el puo derecho cargado nuevamente para golpearlo sin fallar esta vez.

  • - 17 -

    Justo en el momento en que Gabriel giraba sinti un aguijonazo fuerte eh intenso en la sien. Estaba molesto y quera irse a casa. Al momento en que su mirada captaba el rostro de Jos, sinti como si una descarga elctrica recorriera todo el cuerpo hasta concentrarse en medio de sus ojos. Senta como si acabase de tocar dos cables elctricos. Y de pronto, la jaqueca se intensifico, pero aquella sensacin de descarga desapareci repentinamente.

    Jos con una expresin de terror sali disparado hacia atrs llevndose consigo a dos chicos de su pandilla. Haba cado a unos dos metros de distancia, golpendose ambos codos y la cabeza en el pavimento.

    Varios de los espectadores ahogaron un grito, sobre todo las chicas que los estaban observando. La mirada de Gabriel se nublo varios segundos. No lograba entender nada. Solo poda ver a Jos tirado en el pavimento junto con otros dos chicos, y la jaqueca se haba hecho ms fuerte y dolorosa.

    El silencio se hizo presente, mientras todos lo observaban con terror y con asombro. Haba hecho algo malo? En su mente haba un nico pensamiento, haba querido que Jos se encontrara lejos de l en aquel momento, pero no haba hecho nada, simplemente se haba quedado esttico al ver el puo de este dirigindose a su rostro.

    Gabrieluna voz se abri paso entre sus pensamientos, Gabriel Qu fue lo que hiciste?

    Era Joel. Lo observaba igual de sorprendido como todos lo

    hacan. El tiempo se haba ralentizado, poda sentir cada una de las miradas de los chicos que lo observaban. El resto de la pandilla de Jos lo miraban aterrados mientras caminaban lentamente de espaldas hacia donde yaca su lder desmoronado junto con otros dos de sus compinches.

    Yonomurmur Gabriel.

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    Paseo la mirada entre el pblico con la palma de la mano apoyada en su sien como un intento de apaciguar la jaqueca, aunque saba que aquello era intil.

    Sus ojos se encontraron con otro par de ojos azules que lo observaban con una mezcla de miedo y asombro. Era Claudia.

    Qu haba hecho para que ella lo observara de aquella manera?

    Gabrielmusit Davidvmonos de aqu, rpido.

    Sin decir nada ms Gabriel quito el seguro al auto, mientras David entraba y se acomodaba en el asiento del copiloto. El entro y se coloc frente al volante. Nadie ms que David haba entrado al auto.

    Piensas quedarte?dijo David a Joel. YomusitoEs que Entre y no seas un tontoreplico su amigo. Joel entro al auto junto con su maletn y se acomod

    en el asiento trasero. Los otros dos chicos que los acompaaban haban desaparecido.

    Desde el interior del auto, Gabriel observaba como Jos se pona de pie junto con la ayuda de sus compinches. Se sujetaba la parte trasera de la cabeza con una mano. De seguro el golpe le habra dejado alguna hinchazn.

    Hizo arrancar el auto, y con la vista hacia el frente comenzaron a avanzar por entre la los alumnos que se abran paso. Rpidamente ya estaban fuera de la escuela, pero saba que las miradas de muchos haban seguido al auto gris por un buen trayecto, pero segua sin entender por qu.

    Gabriella voz de Joel rompi el silencio mientras avanzaban por la 87 avenida sur. Como Cmo hiciste eso?

    De qu hablas?dijo el observndolo por el retrovisor

  • - 19 -

    No tienes idea de lo que hiciste verdad?aadi David.

    Lo nico que recuerdo es haber visto el puo de Jos acercndose a mi cara, y de pronto cuando abr los ojos ya estaba tirado en el suelo con los otros dos.

    A las palabras de Gabriel las acompao un silencio sepulcral.

    Se detuvieron ante el semforo en luz roja frente a Torre Futura. Joel tena la mirada extraviada por la ventada, mientras que David se observaba en uno delos espejos del auto el labio y se limpiaba la sangre con el cuello de la camisa.

    Quieren decirme que est pasando?la jaqueca haba vuelto con una pequea punzada en la sien. Estn actuando como si hubieran visto un fantasma, o como si yo hubiera hecho algo terrible, cuando lo nico que hice fue quedarme de pie esperando el golpe de Jos en mi nariz.

    T no viste lo que nosotros vimoscontesto David. Lo que sucedi all no en absoluto algo normal Gabriel.

    En serio no recuerdas nada de ese momento?inquiri Joel.

    Gabriel guardo silencio. Cuando Jos estuvo a punto de golpearte, t te diste

    la vueltasigui David, en ese momento sent como si una pequea descarga elctrica recorriera mi cuerpo, pero vena desde tu brazo, y justo entonces una pequea luz azul brillo en medio de tus ojos y envi a volar a Jos dos metros ms all.

    La luz del semforo ya estaba en verde, pero Gabriel estaba paralizado frente al volante con la mirada perdida, fija en un punto sin ver nada en concreto. Recordaba haber sentido como si una pequea corriente le recorriera el cuerpo y se concentrara en sus ojos. Pero luego solo recordaba haber hecho un pequeo parpadeo y haberse encontrado con las expresiones de miedo y asombro de los dems.

  • - 20 -

    Yo solocerr los ojos por un segundo. En ningn momento parpadeasteaseguro Joel. Mejor pon en marcha esta cosa o nos ganaremos

    una multa, y esta vez no te ayudare a pagarla como la ltima vez.

    Gabriel hizo caso automticamente y puso el auto en marcha. Saba cul era el rumbo que llevaba pero no estaba seguro a donde quera ir en realidad. No recordaba en absoluto que hubiera pasado algo como lo que sus amigos decan. Era prcticamente imposible.

    No recuerdas haber hecho algo similar?quiso saber David.

    Pues no, en realidad ni siquiera recuerdo que all hecho algo all en el estacionamiento.

    Pues algo pasopuntualizo Joel, y al parecer fuiste t quien lo hizo.

    Es mejor que lo dejemos a un lado yafinaliz David. Vamos directo a tu casa como tenamos planeado.

    Perfecto. Durante el resto del camino hicieron como si aquel

    incidente nunca hubiese ocurrido, platicaron sobre los planes que seran viables durante todas las vacaciones, y sobre todo de las chicas.

    Invitaras a Claudia Bez a salir no?pregunt David.

    No lo sindicio Gabriel mientras tomaba ya la avenida Bernal para llegar a su casa, no creo que sea buena idea.

    Oh vamosreplico su amigo por qu no iba a serlo?

    No despus delo de ahora. David lo observo con cierta melancola durante varios

    segundos.

  • - 21 -

    No creo que eso le importe a ellacoment Joel colocando su rostro entre ambos para hacerse notar. A decir verdad, creo que le gustas.

    No inventesa pesar de su respuesta, una pequea chispa de esperanza se encendi en el interior de Gabriel.

    David y Joel comenzaron a hacer bromas acerca de cmo sera todo si l y Claudia terminaban siendo novios, y a cada momento las bromas se hacan ms serias, casi dando por hecho que terminaran juntos, cosa que para Gabriel, era muy improbable con lo poco que le hablaba.

    La ventaja es que ya has hablado por Meet Me con ellaSolt David.

    Eh Esto es en serio?!grit Joel. Gabriel, por

    Dios, si estas mal de la cabeza. Por qu no le has hablado an?

    Gabriel simplemente call. Aquella no era uno de sus temas de conversacin favoritos, y mucho menos con sus mejores amigos. Siempre que el tema sala a luz, era para hacerlo ver como un cobarde antisocial, cosa que probablemente tena un poco de verdad.

    No quiero espantarlamurmur, puede que se me salga alguna idiotez.

    Bueno, eso ni lo dudes. Ya cllense. David y Joel continuaron con las bromas, mientras

    Gabriel trataba de no prestarles atencin. Haba tomado ya la calle Jpiter, para ir directo a su casa como haba quedado con los dems el da anterior.

    Pero su mente an estaba en otro lado. No lograba comprender lo que haba pasado en el estacionamiento de la escuela. Todos le haban dedicado una mirada de miedo con una mezcla de horror, y en aquel momento no saba por qu hasta que sus amigos le haban dicho. Pero aquello era

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    imposible, esas cosas no sucedan, incluso en el mundo tan avanzado en el que estaban, aquello segua siendo imposible.

    Al llegar al final de la calle Jpiter, gir a la derecha para tomar el pasaje Andrmeda, y a solo unos segundos vir a la izquierda para entrar al pasaje Acuario, donde estaba su casa al final de la calle. Se estaciono frente a la casa como de costumbre, mientras sus amigos bajaban del auto con rapidez tomando sus cosas. Gabriel apago el auto y tomo las llaves, reviso dentro del auto para asegurarse de no dejar algo de valor dentro del auto. Decidi que todo lo importante lo llevaba consigo. Abri la puerta del piloto y sali a la calle.

    Estando de pie mientras cerraba la puerta del auto, un escalofro le recorri el cuerpo intensamente. Poda sentir que alguien lo observaba.

    Comenz a ver a todos lados, aquello era ya demasiado, senta que se estaba volviendo un poco paranoico en tan solo cuestin de minutos, y sin embargo no encontraba a nadie por ningn lado aparte de David y Joel charlando junto a la puerta de la casa.

    Justo cuando decidi que no era nada, volvi su mirada al centro de la calle. Justo en el centro haba alguien de pie, que lo observaba.

    Era un hombre con gabardina. A pesar de no estar muy lejos no poda distinguirle el

    rostro, pero su respiracin se aceler, saba que alguien lo observaba. Aquel hombre de gabardina gris, pantaln negro y cabello oscuro, parado a media calle como si nada, lo observaba con intensidad.

    Oye Gabriel, date prisa. La voz de David lo hizo reaccionar desviando su

    mirada de aquel sujeto. Lo sientobalbuceo, voy enseguida. Cuando fijo su mirada nuevamente en la calle no haba

    nadie. Comenz a volver a ver a todos lados disimuladamente para que sus amigos no sospecharan nada, pero no lo vea por

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    ninguna parte, aunque est totalmente seguro de haberlo visto. Saba que no se lo haba imaginado, y aun poda sentir que lo estaba observando desde alguna parte.

    Se encamino con cautela hacia donde estaban sus amigos con la llave de la puerta principal lista, aun esperando encontrar a aquel sujeto escondido en alguna parte, pero no lo vio por ningn lado.

    Los tres chicos entraron a la casa, David y Joel entraron con la misma confianza que entran los mejores amigos de alguien: tirando sus bolsos en la entrada y la ropa que les haca estorbo.

    Gabriel se haba quedado de pie en la entrada, observando aun hacia las afueras, para ver si encontraba algn indicio de aquel tipo, pero no haba nada que hiciera constar que haba estado all. Quiz si se estaba volviendo un poco paranoico, pens.

    Entro dando un portazo tratando de despejar su mente, sin saber que desde lo alto del tejado de una de las casas que se encontraban frente la suya, aquel sujeto lo observaba sentado con una mirada intranquila en sus ojos grises, mientras sostena algo en sus manos y lo giraba entre sus dedos una y otra vez.