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~. 1
~PRCTICA DE LA PEDAGOGA CRTICA
(Primer parte del Seminario-taller)
Ante todo quiero agradecer esta demostracin de afecto, de gente
que viene de lejos, viajando horas, aun sabiendo que el tiempo que
tenemos a disposicin es escaso. La segunda cosa que quiero
agradecer es el silencio que hacen ya que me ayuda a hablar.
Esta tarde vamos a tratar el tema de la prctica educativa, de
cmo venimos comprendiendo o intentando comprender esta prctica,
nuestro compromiso con la vida y el mundo.
Ante todo, no es posible ejercer la tarea educativa sin
preguntarnos, como educadores y educadoras, cul es nuestra
concepcin del hombre y de la mujer. Toda
educativa implica esta indagacin: qu pienso de mf mismo y de los
otros. Hace tiempo, en Pedagoga del Oprimido analic lo Que ahf
denominaba la bsqueda del ser ms. En ese libro defin al hOmbre y a
la mujer como seres histricos que se nacen y se rehacen
socialmente. Es la experiencia social la que en ltima instancia nos
hace, la que nos constituye como estamos siendo. Me gustarfa
insistir en este punto: los hombres y las mujeres, en cuanto seres
histricos, somos seres incompletos, inacabados o inconclusos.
La
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19
-
~
Somos seres incompletos, inacabados o inconclusos
1"-20
PAULO FREIRE
,inconclusin del ser no es sin embargo exclusiva__dela especie
humana ya que abarca tambin a cada especie vital. El mundo de la
vida es un mundo permanentemente interminado, en movimiento. Sin
embargo, en determinado momento de nuestra experiencia histrica,
nosotros, mujeres y hombres conseguimos hacer 'de nuestra
existencia algo ms que meramentre vivir. En cierto sentido, los
hombres y las mujeres inventamos lo que llamamos la existencia
humana: nos pusimos de pie, liberamos las manos y la liberacin de
las manos es en gran parte responsable de lo que somos. La invencin
de nostros mismos como hombres y mujeres fue posible gracias a que
liberamos las manos para usadas en otras cosas. No tenemos fecha de
ese evento que se pierde en el fondo de la historia. Hicimos esa
cosa maravillosa que fue la invencin de la sociedad y la produccin
del lenguaje. y fue ah, en ese preciso momento/ en medio de ese y
otros "saltos" que dimos, que mujeres y hombres alcanzamos ese
momento formidable que fue comprender que somos interminados. Los
rboles o los otros animales tambin son interminados, pero no se
saben interminados. Los seres humanos ganamos en esto: sabemos que
somos inacabados. y es precisamente ah, en esta radicalidad de la
experiencia humana, que reside la posibilidad de la educacin. La
conciencia del inacabamiento cre lo que llamamos la
\1
EL GRITO MANSO
"educabilidad del ser". La educacin es entonces una
especificidad humana.
Este in acabamiento consciente de s, es el que nos va a permitir
percibir el no yo. El mundo es el primer no yo.
por ejemplo, eres un no yo de m. Y la presencia del mundo
natural como no yo/ va a actuar como un estmulo para desarrolar el
yo. En ese sentido, es la conciencia del mundo la que crea mi
conciencia. Conozco lo diferente de m y en ese acto me reconozco.
Obviamente, las relaciones que empezaron a establecerse entre el
nosotros y la realidad objetiva abrieron una serie de
interrogantes, yesos interrogantes llevaron a una bsqueda, a un
intento de comprender el mundo y comprender nuestra posicin en l.
Es en ese sentido que yo uso la expresin "Iectura del mundo" como
precedente a la lectura de las palabras. Muchos siglos antes de
saber leer y escribir los hombres y las mujeres han estado
inteligiendo el mundo, captndolo, comprendindolo/ "Ieyndolo". Esa
capacidad de captar la objetividad del mundo, proviene de una
caracterstica de la experiencia vital que nosotros llamamos
curiosidad. Si no fuera por la curiosidad, por ejemplo, (no)
estaramos hoy aqu. La curiosidad es, junto con la conciencia del
inacabamiento, el motor esencial del conocimiento. Si no fuera por
la curiosidad no cono-
La conciencia del inacabamiento cre la
"educabilidad del ser"
La curiosidad: motor del conocimiento
21
-
PAULO FREIRE
ceramos. La curiosidad nos empuja, nos motiv~.nos a develar la
realidad a travs de .la ac~in.
Curiosidad y accin se relacionan y producen diferentes momentos
o niveles de curiosidad. Lo que procuro decir, es que en
determinado momento, empujados por su propia curiosidad el hombre y
la mujer en proceso, en desarrollo, se reconocieron inacabados y la
primera consecuencia de ello es que el ser que se sabe inacabado
entra en un permanente proceso de bsqueda.
,. Yo soy inacabado, el rbol tambin lo es, pero yo soy _22
ms inacabado que el rbol porque lo s. Como consecuencia casi
inevitable de saber que soy inacabado, me inserto en un movimiento
constante de bsqueda, no de bsqueda puntual de esto o de aquello,
sino de bsqueda absoluta, que puede llevarme a la bsqueda de mi
propio origen, que puede llevarme a una bsqueda de lo
trascendental, a la bsqueda religiosa que es tan legItima como la
bsqueda no religiosa. Si hay algo que contrara la naturaleza del
ser humano es la no bsqueda y por lo tanto la inmovilidad. Cuando
digo inmovilidad me refiero a la inmovilidad que hay en la
movilidad. Uno puede ser profundamente mvil y dinmico aun estando
fsicamente inmvil y a la inversa. De manera que cuando hablo de
esto no hablo de la movilidad o inmovilidad fsica, hablo de la
bsqueda intectual, de mi curiosidad en torno de algo, del hecho de
que pueda
EL GRITO MANSO
buscar aun cuando no encuentre. Por ejemplo, puedo pasarme la
vida en bsquedas que aparentemente no resultan gran cosa y sin
embargo el hecho de buscar resulta fundamental para mi naturaleza
de ser buscador. Ahora bien, no hay bsqueda sin esperanza, y no la
hay porque la condicin del buscar humano es hacerlo con esperanza.
Por esta razn sostengo que la mujer y el hombre son esperanzados,
no por obstinados, sino como seres buscadores. tsta es la condicin
del buscar humano: hacerlo con esperanza. La~~ y la esperanza
forman parte de la naturaleza humana. Buscar sin esperanza, sera
una enorme contradiccin. Por esta razn, la presencia de ustedes en
el mundo, la ma, es una presencia de quienes andan y no de quienes
simplemente estn. Y no es posible andar sin esperanza de llegar.
Por eso no es posible concebir un luchador desesperanzado. Lo que s
podemos concebir son momentos de desesperanza. Durante el proceso
de bsqueda hay momentos en que uno se detiene y se dice a s mismo:
no hay nada que hacer. Esto es comprensible, comprendo que se caiga
en esta posicin. Lo que no comparto es que se permanezca en esa
posicin. Sera como una traicin a nuestra propia naturaleza
esperanzada y buscadora.
Estas reflexiones que estamos haciendo tienen como
..
El ser buscador. ..
La esperanza ...
23
-
~.._" En gramtica el
masculino prevalece
PAULO FREIRE
objetivo marcar hitos esenciales de nuestra prctica educativa.
Cmo puedo educar sin estar envuelto en la comprensin crtica de mi
propia bsqueda y sin respetar la bsqueda de los alumnos? Esto tiene
que ver con la cotidianeidad de nuestra prctica educativa como
hombres y mujeres. Siempre digo hombres y mujeres porque aprend
hace ya muchos aos, trabajando con mujeres, que decir solamente
hombres es inmoral. i Lo que es la ideologa! De nio, en la escuela,
aprend otra cosa: aprend que cuando se dice hombre se incluye
tambin a la mujer. Aprend que en gramtica el mas-
prevalece. Es decir que si todas las personas aqu reunidas
fueran mujeres pero apareciera un solo hombre, yo debera decir
"todos" ustedes y no "todas" ustedes. sto, que parece una cuestin
de gramtica obviamente no lo es. Es ideologa ya m me llev un tiempo
comprenderlo. Ya haba escrito Pedagoga del Oprimido. Lean ustedes
las ediciones en espaol de esa obra y vern que est escrita en
lenguaje machista. Las mujeres norteamericanas me hicieron
comprender que yo haba sido deformado en la ideologa machista.
Volviendo al tema: es imposible, a no ser de caer en la
desesperacin, dejar de buscar y por lo tanto dejar de tener
esperanza. Les deca tambin que otro hito fundamental de la prctica
educativa es la inconclusin, dado
EL GRITO MANSO
que es en esa inconclusin que el ser humano se torna educable.
Todo educando, todo educador se descubre como ser curioso, como
buscador, indagador inconcluso, capaz sin embargo de captar y
transmitir el sentido de la realidad. Es en el propio proceso de
inteligibilidad de la realidad que la comunicacin lo que inteligido
se vuelve posible. Ejemplo: en el momento mismo que comprendo, que
razono cmo funciona un micrfono, voy a poder comunicarlo,
explicarlo. La comprensin implica la posiblidad de la transmisin.
En lenguaje ms acadmico la inteligibilidad encierra en s misma la
comunicabilidad del objeto inteligido.
Una de las tareas ms hermosas y gratificantes que tenemos por
delante como profesores y profesoras es ayudar a los educandos a
constituir la inteligibilidad de las cosas, ayudarlos a aprender a
comprender y a comunicar esa comprensin a los otros. Esto nos
per
intentar una teora de la inteligibilidad de los objetos. Esto no
quiere decir que la tarea sea fcil. El profesor o la profesora no
tienen el derecho de hacer un discurso incomprensible en nombre de
la teora acadmica y decir despus: que se aguanten. Pero tampoco
tienen que hacer concesiones baratas. Su tarea no es hacer
simplismo porque el simplismo es irrespetuoso para con los
educandos. El profesor simplista considera que los
La comprensin implica la posibilidad de la transmisin
25
-
-
No al simplismo,
si a la simplicidad
,.~26
-
~~~
~ ~@1 ~"tc:
tica y Esttica
PAULO FREIRE
educandos nunca estarn a la altura de comprenderlo y entonces
reduce la verdad a una verdad a medias, es decir, a una falsa
verdad. La obligacin de profesores y profesoras no es caer en el
simplismo porque el simplismo oculta la verdad, sino la de ser
simples. Lo que nosotros tenemos que hacer es lograr una
simplicidad que no minimice la seriedad del objeto estudiado sino
que la resalte. La simplicidad hace inteligible el mundo y la
inteligibilidad del mundo trae consigo la posibilidad de comunicar
esa misma inteligibilidad. Es gracias a esta posibilidad que somos
seres sociales, culturales, histricos y comunicativos. Por esta
razn, el quiebre de la relacin dialgica no es slo el quiebre de un
principio democrtico, sino que es tambin el quiebre de la propia
naturaleza humana. Las maestras y los maestros democrticos
intervenimos en el mundo a travs del cultivo de la curiosidad y de
la inteligencia esperanzada, que se desdobla en la comprensin
comunicante del mundo. Y esto lo hacemos de diferentes maneras.
Intervenimos en el mundo a travs de nuestra prctica concreta,
intervenimos en el mundo a travs de la responsabilidad, a travs de
una intervencin esttica. cada vez que somos capaces de expresar la
belleza del mundo. Cuando los primeros humanos dibujaron en rocas
figuras de animales, ya intervenan estticamente sobre el mundo, y
como seguramente ya tomaban deci-
EL GRITO MANSO
siones morales, tambin intervenan de manera tica. Justamente en
la medida en que nos tornamos capaces de intervenir, capaces de
cambiar el mundo, de trans A / j \s formarlo, de hacerlo ms bello o
ms feo, nos tornamos seres ticos. Hasta hoy jams se supo que por
ejemplo un grupo de leones africanos arrojara bombas sobre ciu
Fdades de leones asiticos. No hemos sabido hasta hoy de la
existencia de algn len que matara con premedi tacin. Somos nosotros
105 humanos, 105 que tenemos la posibilidad de asumir una opcin
tica, 105 que hacemos estas cosas. Somos nosotros los que matamos y
que asesinamos hombres como Mauricio Lpez a quien yo conoc y cuya
ausencia tanto siento y por quin tengo respeto, admiracin y
saudade. No fueron elefantes 105 que lo hicieron desaparecer a
Mauricio y tantos otros, fueron hombres de este pas que actuaron
probablemente con la complicidad de alguna presencia gringa, Slo
los seres alcanzaron la posibilidad de ser ticos se tornan capaces
de traicionar la tica, La tarea fundamental de educadores y
educadoras es vivir ticamente. practicar la tica diariamente con
los nios y los jvenes, esto es mucho ms importante que el tema de
biologa, si somos profesores de biologa, Lo importante es el
testimonio que damos con nuestra conducta. Inevitablemente cada
clase, c~d'fIfcucta es testimonio de una manera, tica o no, de
afrontar la vida. Cmo
-"'7.cP,UAJ.Q, JZP:.'hi?J'~-"----"
27
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_28 "".1
-
La fatalidad
como ideologa
PAULO FREIRE
trabajo en el aula? Cmo trabajo con mis alumnos la eterna
cuestin de la inconclusin, de la curiosidad? Cmo trabajo el
problema de la esperanza jaqueada por la desesperanza? Qu hago?
Bajo los brazos? Parto para una especie de lucha ciega, sin salida?
Tenemos que educar a travs del ejemplo sin pensar por ello que
vamos a salvar al mundo. Qu mal me hara a m mismo y a ustedes si
pensara, por ejemplo, que vine al mundo con la misin de salvarlos!
Sera un desastre. Soy un hombre igual a todos ustedes y como
ustedes tengo una tarea que cumplir, y con eso ya es bastante. El
mundo se salva si todos. en trminos polticos, peleamos para
salvarlo. Hay algo que est en el aire, en la Argentina, en Brasil,
en el mundo entero que nos amenaza. Ese algo es la ideologa
inmovilizadora, fatalista, segn la cual no tenemos ms nada que
hacer, segn la cual la realidad es inmodificable. Estoy cansado de
or frases como sta: 11 Es terrible, en Brasil hay treinta millones
de mujeres, hombres y nios muriendo de hambre, pero qu le vamos a
hacer, la realidad es esta ". Estoy cansado de escuchar que el
desempleo que se extiende por el mundo es una fatalidad de este fin
de siglo. Ni el hambre, ni el desempleo son fatalidades, ni en
Brasil, ni en la Argentina ni en ninguna parte. Yo pregunto a los
fatalistas, en un libro que estoy escribiendo ahora: Por qu ser que
la reforma agraria no es tam-
EL GRITO MANSO
bin una fatalidad en Brasil? Habrn odo hablar delllamado mundo
especulativo del dlar, miles de millones de dlares viajando
diariamente por las computadoras del mundo de sitio en sitio
buscando donde rinde ms. Eso tampoco es una fatalidad. Es preciso,
dicen los lderes neoliberales, disciplinar estos movimientos
especulativos para evitar las crisis. Parece que esto s se puede
hacer. Por qu ser que cuando se ven afectados los intereses de las
clases dominates no hay fatalismo, pero siempre aparece como por
arte de magia cada vez que afecta a las clases populares? Uno de
los grandes desafos que tenemos que afrontar hoyes esta
confrontacin con esta ideologa inmovilista. No hay inmovilismos en
la historia. Siempre hay algo que podemos hacer y rehacer. Se mucho
de la globalizacin. Ustedes habrn visto que la globalizacin aparece
como una especie de entidad abstracta que se cre a s misma de la
nada y frente a la cual nada podemos. Es la globalizacin, punto. La
cuestin es bien diferente. La globalizacin slo representa un
determinado momento de un proceso de desa
de la economa capitalista que lleg a este punto mediante una
determinada orientacin poltica que no necesariamente es la
nica.
Con lo dicho hasta aqu he tratado de responder al tema de cmo
veo la prctica docente frente a la reali-
La globallzaclon . ..
29
-
__ 30
,."
....
Una pedagoga
crtica ...
PAULO FREIRE
dad histrica actual. Les he dicho que no hay prctica docente sin
curiosidad, sin incompletud, sin ser capaces de intervenir en la
realidad, sin ser capaces de ser hacedores de la historia y a la
vez siendo hechos por la historia. Les he dicho que una de las
tareas fundamentales, tanto aqu como en Brasil y en el mundo
entero, es elaborar una pedagoga crtica. Y se los digo, no como
alguien que "ya fue", se los digo como alguien que est siendo.
Igual que toda la gente yo tambin estoy siendo, a pesar de la edad.
En funcin y en respuesta a nuestra propia condicin humana, como
seres conscientes, curiosos y crticos, la prctica del educador, de
la educadora, consiste en luchar por una pedagoga crtica que nos de
instrumentos para asumirnos como sujetos de la historia. Prctica
que deber basarse en la solidaridad. Quiz nunca como en este
momento necesitamos tanto de la significacin y de la prctica de la
solidaridad. Para terminar, reitero: sigo con la misma esperanza,
con la misma voluntad de lucha de cuando empec. Me resisto a la
palabra viejo, no me siento viejo, en todo caso me siento
utilizado, lleno de esperanzas y de ganas de
I ELEMENTOS DE LA SITUACIN EDUCATIVA ~-(SegundO da de
Seminario-taller)
(Antes de iniciar, Roberto Iglesias anunci que Paulo Freire no
se encontraba del todo bien, que hablaria una hora y luego se
retirara. En los hechos, Freire lo desmentira: terminara hablando
casi tres
horas)
Agradezco la comprensin de ustedes. No es solamente el trabajo,
es la emocin, y la emocin desgasta. No es slo el encuentro con
ustedes, es la memoria. No es solamente por lo que hice ayer, es lo
que hice antes de ayer, lo que hice el mes pasado, es la suma de
mis das la que viene cansada. No es simplemente cuestin de apretar
un botn y poner la memoria a funcionar ...
Estoy contento de percibir que ustedes me comprenden. Si pudiera
me quedara el da entero.
Ahora, respondiendo a una sugerencia de Roberto Iglesias vaya
intentar decir algunas cosas, que probablemente ustedes ya sepan o
adivinen, en torno del tema de la educacin y de la formacin
docente.
Me gustara iniciar con un ejercicio intelectual, el de pensar en
la situacin que llamamos situacin educativa. La situacin educativa
no es cualquier situacin. Una situacin de almuerzo por ejemplo,
puede tener en s algunos momentos educativos, pero no es
necesaria
31
-
-
,."JIr _32 ...
r1:ii:~'! ..
PAULO FREIRE
mente una situacin educativa. Podramos pensar en una situacin
educativa en la casa, en la relacin entre el padre, la madre y los
hijos, pero prefiero pensar en la relacin educativa tpica, entre
las profesoras y los nos. No importa qu escuela sea, secundaria,
universitaria o crculo de cultura. Lo que quiero hacer es analizar
y descubrir con ustedes cules son los elementos constitutivos de la
situacin educativa.
~~ I
PL&rr que estamos en el aula, que est la pro
fesora o el profesor y los alumnos. Cul es la tarea de la
profesora? En palabras sencillas que la tarea de la profesora es
ensear, y la tarea de los alumnos, aprender.
Vemos entonces que el elemento constitude la situacin educadora
es la presencia de un
EL GRITO MANSO
sujeto, el educador o la educadora, que tiene una determinada
tarea especfica que es la tarea de educar.
La situacin educativa implica tambin la presencia de los
educandos, de los alumnos, segundo elemento de la situacin
educadora.
Qu ms descubrimos en la prctica de esta expe-En primer lugar
descubrimos que la presencia
del educador y de los educandos no se da en el aire. Educador y
educandos se encuentran en un nado espacio. Ese espacio es el
espacio pedaggico, espacio que los docentes muchas veces no toman
en la debida consideracin. Si nosotros nos detuviramos a analizar
la importancia del espacio pedaggico nos pasaramos la maana
discutiendo por ejemplo sobre implicancias de la falta de respeto
de los poderes cos con respecto a estos espacios. Aun con
diferencias entre sitio y sitio, sta es casi una tradicin ntstOrlca
en Amrica Latina. Cuando en 1989 fui invitado a como responsable de
la educacin pblica de la ciudad de So Paulo, haba 675 escuelas,
cerca de un milln de alumnos y 35.000 profesores. El 60% de las 675
escuelas estaban en franco proceso de deterioro Muchas, en la poca
de la informtica, siquiera tenan
En muchas escuelas los baos eran absolutamente inutilizables,
era una aventura ingresar a un bao.
33
El espacio
pedaggico
-
-
(11,,1"._34 ....
El tiempo
pedaggico
PAULO FREIRE
Faltaba la merienda escolar, los materiales. De manera que las
condiciones materiales del espacio pueden ser o no ser en s mismas
pedaggicas. Cmo puede la profesora, por ms diligente que sea, por
ms disciplinada y cuidadosa que sea, pedir a los alumnos que no
ensucien la sala, que no rompan las sillas, que no escriban los
pupitres, cuando el propio gobierno que debera dar el ejemplo no
respeta mnimamente esos espacios? Cuanto ms la Direccin de la
escuela, la Secretara de educacin. los diferentes centros de poder
demuestren a los chicos y a las familias su celo por el cuidado de
la escuela. por reparar el techo y las paredes, por entregar tizas
y plantas, tanto ms esta demostracin de respeto educar a los nios.
Me han dicho. no s si ser verdad, que en la Administracin de trenes
de So Paulo hay un sector encargado de sacar diariamente los
vagones daados o con los asientos rotos. Este sector saca el carro,
lo repara y lo devuelve inmediatamente de manera que los carros
anden siempre limpios y enteros. La correccin del carro inhibe al
destructor de asientos. Hay una relacin indudable entre las
condiciones materiales y nuestras condiciones mentales.
espirituales, ticas, etc.
El tercer elemento constitutivo de la situacin educativa es
entonces el espacio pedaggico. Y como no hay espacio sin tiempo,
entonces el tiempo pedaggico
EL GRITO MANSO
es otro elemento constitutivo de la situacin educativa.
Lamentablemente educadores y educadoras pocas veces nos
preguntamos: qu hago con mi tiempo pedaggico, cmo puedo
aprovecharlo ms eficazmente. Casi nunca nos preguntamos: al
servicio de quin, de qu cosa est el tiempo educativo. Y se trata de
una pregunta fundamental. Obviamente el tiempo educativo est al
servicio de la produccin del saber. Y como no hay produccin del
saber que no est directamente ligada o asociada a ideales, la
pregunta que debemos hacernos es: al servi
3S cio de quines, de qu ideales producimos, conjuntamente con
los alumnos, el saber dentro del tiempo-espacio de la escuela. Y
cuando uno se detiene sobre este punto descubre que el
tiempo-espacio pedaggico se usa sobre todo contra los intereses de
los nios populares, aunque no solamente contra ellos.
-
37~,J"/_36
Los chicos echando
afuera el alma ...
y las profesoras
en la sala
PAULO FREIRE
Pongamos como ejemplo que los nios llegan a la escuela a las 8.
A las 8: 15 toca la campana, los nios entran en fila militar,
algunos profesores o profesoras todava no llegaron, lamentablemente
existe esto. A las 8:20 hs. los nios estn llegando a la sala. La
profesora toma asistencia, ah se van otros diez minutos. Son 8:30 y
la profesora -en esta caricatura que estoy haciendo- si est cansada
no har nada importante pues ya est pensado que a las 10 hs. sirven
la merienda. A esa hora tocan la campana y los nios salen
corriendo, gritando, y las profesoras se quedan en una sala, no van
al recreo, dejan de participar de ese momento pedaggico riqusimo
que es el momento en que los chicos estn sacando afuera sus miedos,
sus rabias, sus angustias, sus alegras, sus tristezas y sus deseos.
i Los nios estn echando su alma afuera en el recreo y las
profesoras en la sala, ajenas a esta experiencia humana esencial!
Despus del recreo se toma la leche y ah se van mnimamente treinta
minutos, sin contar otros tiempos muertos. Cuando llega el fin del
da los nios tuvieron, en el espacio pedaggico de las cuatro horas,
dos horas y media o tres horas de clase. Han perdido una hora. Esta
hora perdida es una hora de aprendizaje que no hubo. Y lo peor es
que ni siquiera discutimos esta prdida del tiempo para la produccin
del saber, porque si lo hiciramos, al menos habramos aprendido
algo.
EL GRITO MANSO
Lamentablemente la jornada escolar entra en la rutina cotidiana,
no se la piensa, simplemente se la vive. tsta es una reflexin
pendiente que raramente se da en las universidades. Lo digo con
tristeza. Como profesores, como profesoras, tenemos la obligacin de
conocer, de debatir, de analizar estas cosas.
Hemos visto hasta aquf que no hay situacin educativa sin la
figura del profesor y del alumno que se encuentran en cierto
espacio a lo largo de cierto tiempo docente. Pero hay algo ms que
es esencial a la situacin educativa, y ese algo ms son los
contenidos curriculares, los elementos programticos de la escuela,
que como profesor tengo la obligacin de ensear y que los alumnos
tienen la obligacin de aprender. Contenidos que en lenguaje ms
acadmico, en teorfa del conocimiento, se llaman objetos
cognoscibles, objetos que los jvenes que se forman para ser
profesores deben conocer. Creo que incluso en la prctica de la
educacin popular el pueblo tiene derecho a dominar el lenguaje
acadmico. Y digo esto porque hay educadores populares que en nombre
de la revolucin encuentran que lo correcto es romper con la
academia. A mi juicio es un error, es una traicin al pueblo. Lo
correcto es cambiar la academia y no dar la espalda a la academia.
Nuestro problema no es estar contra la academia sino
Cambiar la academia,
ponerla al servicio
del pueblo
-
-..1-.... ~~38
Todo tiempo educativo es tiempo de pregunta
PAULO FREIRE
rehacerla, ponerla al servicio de los intereses de la mayora del
pueblo. Hay que prestigiar a la academia, esto es, ponerla al
servicio del pueblo. Desde que hombres y mujeres inventaron la vida
en comn, los objetos cognoscibles fueron percibidos y estudiados a
travs del ejercicio de la curiosidad. El pueblo tiene derecho a
saber, necesita saber que los contenidos escolares se man objetos
cognoscibles, es decir: objetos que pueden ser conocidos.
y aqu surge otro tema importante. Los objetos cognoscibles son
percibidos mediante del ejercicio de la curiosidad. De all el
cuidado que nosotros como profesores debemos tener en relacin a
preservar la curiosidad de los nios. Cuntas veces habrn observado
en casas de amigos, al pap y la mam conversando con la visita, de
pronto el nio de tres, cuatro aos, viene corriendo con una pregunta
y el pap: calladito! No ves que estoy hablando con otra persona?
Cmo vens con esa pavada? Pucha! Dios mio! A m no me gusta tirar
piedras a nadie ni crear sentimientos de culpa, pero esta conducta
es absurda. Es un comportamiento castrador que cercena una de las
cosas ms importantes que tenemos y que es la curiosidad. Sin
curiosidad siquiera tendramos la posibilidad de ser pap o mam. Todo
tiempo educativo es tiempo de pregunta
EL GRITO MANSO
y de respuesta, tiempo de disciplinar, de reglamentar la propia
pregunta, la propia respuesta. Una tarde, hace muchos aos, en
Recife, el rector de la Universidad vino a nuestra casa para
conversar sobre un problema de la Universidad. Estbamos en la
terraza cuando de repente uno de mis hijos, que deba tener unos
cuatro o cinco aos, vino a preguntar algo. Par la conversacin,
escuch al nio, le contest y despus le dije: mir, tu pap est
conversando con un amigo que tambin tiene preguntas que hacer y que
tambin contesta preguntas. Por eso, si tens otra pregunta para
hacer, te sugiero que la memorices y preguntes despus, as tu pap
puede seguir conversando con su amigo. Es preciso defender el
derecho que tiene el nio de preguntar, de satisfacer su curiosidad,
pero al mismo tiempo decirle que hay momentos para preguntar y
momentos para abstenerse, lo que en tica definimos"asumir los
lmites de la libertad". Sin lmites no hay libertad, como tampoco
hay autoridad. La formidable cuestin que se nos plantea a los
educadores es cmo establecer los lmites, en qu consisten realmente,
y cules entre todos ellos son los que hay que implementar.
Volvamos ahora a la cuestin de objetos del Conocimiento. Cunto
ms pensamos en qu es ensear, qu es aprender, tanto ms descubrimos
que
1t""i!";{L~CD """-::,~~J7"l.
Sin lmites
no hay libertad
39
-
...
1.....1/1~,..40
Leer en las personas ...
PAULO FREIRE
no hay una cosa sin la otra, que los dos momentos son
simultneos, que se complementan, de tal manera que quien ensea.
aprende al ensear y quien aprende. ensea al aprender. No
casualmente en francs el mismo verbo significa ensear y aprender,
el verbo apprendre. la cuestin es cmo lidiar con esta aparente
contradiccin. En este momento, hablando con ustedes, yo estoy
reconociendo estas cosas, estoy resabiendo estas cosas. De manera
que en el proceso en que ustedes aprenden, ustedes me ensean. Cmo?
A travs de la mirada, de sus actitudes. El profesor atento, el
profesor despierto, no aprende solamente en los libros, aprende en
la clase, aprende leyendo en las personas como si fueran un texto.
Mientras les hablo, yo como docente, tengo que desarrollar en m la
capacidad crtica y afectiva de leer en los ojos, en el movimiento
del cuerpo, en la inclinacin de la cabeza. Debo ser capaz de
percibir si hay entre ustedes alguien que no entendi lo que dije, y
en ese caso tengo la obligacin de repetir el concepto en forma
clara para reponer a la persona en el proceso de mi discurso. En
cierto sentido, ustedes estn siendo ahora para m un texto, un libro
que necesito leer al mismo tiempo que hablo. En Brasil, los buenos
polticos saban hacer esto, saban tocar la sensibilidad de quienes
los escuchaban. Ahora con la televisin esto se est acabando. De
manera que la
EL GRITO MANSO
prctica docente va ms all del acto de entrar al aula y dar, por
ejemplo, la clase de sustantivos. la prctica educativa es mucho ms
que eso.
Volviendo a nuestro tema, no hay entonces situacin pedaggica un
sujeto que ensea, sin un sujeto que aprenda, sin un espacio-tiempo
en que estas relaciones se dan y no hay situaciones pedaggicas sin
objetos que puedan ser conocidos. Pero no termina aqu la cuestin.
Hay otra instancia cqnstitutiva de la situacin educativa, algo que
va ms all de la situacin educativa y que sin embargo forma parte de
ella. No hay situacin educativa que no apunte a objetivos que estn
ms all del aula, que no tenga que ver con concepciones, maneras de
ver el mundo, anhelos, utopas. Desde el punto de vista tcnico, esta
instancia, en filosofa de la educacin recibe el nombre de
direccionalidad de la educacin. Mucha gente confunde direcdonalidad
con dirigismo, con autoritarismo. Sin embargo, la direccionalidad
puede viabilizar tanto la posicin autoritaria como la democrtica,
de la misma manera que la falta de direccionalidad puede
viabiliziar el espontaneismo. Es justamente la direccionalidad la
que explica esa cualidad esencial de la prctica educativa que yo
llamo la politicidad de la educacin. la politicidad de la prctica
educativa no es una invencin de los subversivos como
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La politicidad es inherente a la prctica
educativa
PAULO FREIRE
piensan los reaccionarios. Por el contrario es la naturaleza
misma de la prctica educativa la que conduce al educador a ser
poltico. Como educador yo no soy poltico porque quiera sino porque
mi misma condicin de educador me la impone. Esto no significa ser
partidario de este o de aquel partido, aun cuando yo considero que
todo educador deber asumir una posicin partidaria.
La politicidad es entonces inherente a la prctica educativa.
Esto significa que como profesor debo tener claras mis opciones
polticas, mis sueos. Porque al final qu es lo que me mueve, me
alienta como profesor, si gano tan poco, si estoy tan
desprestigiado en esta sociedad de mercado? Qu sueo tengo para soar
para discutir con mis alumnos? La politicidad revela otras dos
caractersticas de la situacin educativa. Revela que en la prctica
educativa esttica y tica van de la mano. La prctica educativa es
bella como es bella la formacin de la cultura la formacin de un
individuo libre. Y al mismo tiempo esa esttica es tica, pues trata
de la moral. Difcilmente una cosa bella sea inmoral. Esto nos pone
frente a la necesidad de rechazar el puritanismo que ms que tico es
hipocresa y falsificacin de la tica, de la libertad y de la
pureza.
Recapitulando entonces: no hay prctica educativa sin sujetos sin
sujeto educador y sin sujeto educando;
EL GRITO MANSO
no ndy prctica educativa fuera de ese espacio-tiempo que es el
espacio-tiempo pedaggico; no hay prctica educativa fuera de la
experiencia de conocer que tcnicamente llamamos experiencia
gnoseolgica que es la experiencia del proceso de produccin del
conocimiento en s; no hay prctica educativa que no sea pOllllld, no
hay prctica educativa que no est envuelta en sueos; no hay prctica
educativa que no involucre valores proyectos utopas. No hay
entonces, prctica educativa sin tica.
La educacin no puede dejar de tomar en cuenta todos estos
elementos. Se trata de una tarea seria y compleja y como deber ser
afrontada tanto por
responsables de las polticas educativas como por los propios
docentes. Tenemos la responsabilidad, no de intentar amoldar a los
sino de desafiarlos en el
sentido de que ellos participen como sujetos de su propia
formacin. En estos das estoy terminando un libro nuevo con ideas
viejas, donde trato este tema de la formacin docente y donde
resalto dos o tres saberes o mximas que creo deberan formar parte
del bagaje de todo profesor o profesora. Una de estas mximas, que
me acompaa desde hace tiempo, es la que sostiene: cambiar es difcil
pero es posible. Qu testimonio podra dar a los jvenes si mi posicin
frente al mundo
El alumno como sujeto de su propia formacin
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fuera la de est convencido de que nada puede ser hecho, que nada
puede ser cambiado? VA ama que en ese caso es mejor que abandone el
magisterio, que
sobrevivir de alguna otra manera. Nadie puede dar clases sin
tener la conviccin de lo que hace. No puede decir: yo soy
simplemente un tcnico, distante
mundo, de la historia. No solamente debo dar testi. monio de mi
voluntad de cambio, sino que adems debo demostrar que en m, ms que
una creencia, es una conviccin. Si no soy capaz de dar testimonio
de mis convicciones pierdo mi base tica y soy un psimo educador
porque no s el valor de la transformacin.
Otra conviccin que considero fundamental, es la que sostiene: es
necesario aprender a escuchar.
quienes creen que hablando se aprende a hablar, cuando en
realidad es escuchando que se aprende a hablar. No puede hablar
bien quien no sabe escuchar. Y escuchar implica siempre no
discriminar. Cmo puedo comprender a los alumnos de la villa si
estoy convencido de que son sucios, que tienen mal olor? Si soy
incapaz de comprender que estn sucios porque no tienen agua para
baarse? Nadie opta por la miseria. En Ro de Janeiro, un samba del
carnaval,
que organiza una de las Escalas de una vez una gran verdad:
"S610
a los intelectuales pequeoburgueses les gusta la mise-
EL GRITO MANSO
Al pueblo les gustan las cosas bonitas". Obviamente al pueblo le
gusta el bienestar, aquello que no puede tener. Lo que nosotros
debemos querer, no es que el pueblo siga en la miseria, sino que
supere la miseria.
que pelear para que el pueblo viva bien, que tenga camisas como
sta, que en los aos setenta hubiera sido considerada seal de
burguesa. Hay que democratizar las cosas buenas y no suprimirlas.
Yo no rechazo las cosas burguesas sino la concepcin burguesa de la
vida. Hay que superar algunos equvocos del pasado, como
que la solidaridad con los oprimidos es una cuestin de geografa,
que es necesario salir del rea elegante de la ciudad e ir a vivir
en la miseria para entonces s ser absolutamente solidario con los
oprimidos. Esto no siempre resulta. Aprender aescuchar implica no
minimizar al otro, no ridicularizarlo. Cmo puede un profesor tener
buena comunicacin con un alumno al cual previamente desvaloriz o
ironiz? Cmo puede un profesor machista escuchar a una mujer, o un
profesor racista a un negro? Digo en el libro, si usted es
machista, asmase como machista pero no se presente como demcrata,
usted no tiene nada que ver con la democracia. Si en cambio usted
insiste con los sueos democrticos, entonces va a tener que pensar
en ir superando su machismo, su clasismo, su racismo. En Estados
Unidos acaban de quemar iglesias de negros
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No rechazo las cosas burguesas. sino la concepcin burguesa de la
vida
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-tica educativa no caen hechas del cielo. No hay un Dios que
enva virtudes de regalo, no una burocracia di
la difcil situacin que crea la infelicidad de los dems. Este
respeto al derecho de los otros, este reconocer
EL GRITO MANSO
vina encargada de distribuir virtudes. Saberes y virtudes deben
ser creadas, inventadas por nosotros. Nadie nace generoso, crtico,
honrado o responsable. Nosotros nacemos con estas posibilidades
pero tenemos que crearlas, desarrollarlas y cultivarlas en nuestra
prctica cotidiana. Somos lo que estamos siendo. La condicin para
que yo sea es que est siendo. Cada uno es un proceso y un proyecto
y no un destino. Es preciso que en mi propia experiencia social, en
mi propia prctica yo descubra los caminos para hacer mejor lo que
quiero hacer. En mi prctica docente aprend la necesidad de la
coherencia, que no poda tener un discurso alejado de mi prctica,
que tena que buscar una identificacin casi absoluta entre lo que
deca y lo que haca. Y sta es una virtud que se llama coherencia.
Descubr tambin que la efectividad de mi prctica estaba ligada a la
necesidad de aceptar el protagonismo de los dems, a la necesidad de
no pensar que soy el nico en el mundo que puede hacer ciertas
cosas, ya la necesidad de no tener resentimiento con las personas
que pueden hacer las cosas que me gustara hacer y no hago porque no
soy capaz. Descubr que no poda odiar a quien estaba feliz en el
mundo simplemente porque estaba feliz, pero aprend tambin que deba
continuar indignado ante
Cada uno es un proceso
y no un destino
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como si los negros en primer lugar no tuvieran alma y en segundo
lugar, en el caso que admititiramos que tienen alma, como si el
alma negra estuviera sucia y ensuciara la oracin. Da pena cuando la
blanquitud se arroga el derecho de ser la pedagoga de la democracia
del mundo. Increble cinismo!
Otra de las convicciones propias del docente democrtico consiste
en saber que ensear no es transferir contenidos de su cabeza a la
cabeza de los alumnos. Ensear es posibilitar que los alumnos,
desarrollando su curiosidad y tornndola cada vez ms critica,
produzcan el conocimiento en colaboracin con los profesores. Al
docente no le cabe transmitir el conocimiento, slo le cabe proponer
al alumno elaborar los medios necesarios para construir su propia
comprensin del proceso de conocer y del objeto estudiado.
La complejidad de la prctica educativa es tal, que nos plantean
la necesidad de considerar todos los elementos que puedan conducir
a un buen proceso educativo, nos impone la necesidad de inventar
situado-. nes creadoras de saberes, sin las cuales la prctica
educativa autntica no podra darse. Y digo esto porque las virtudes
y las condiciones propicias a la buena prC
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que los otros pueden hacer las cosas que nosotros no hacemos, se
llama humildad. Y la humildad no implica el gusto de ser humillado,
por el contraro, la persona humilde rehusa la humillacin.
En conclusin, profesores y profesoras, educadores y educadoras,
alumnos y alumnas, preocupmonos por la creacin y la recreacin en
nosotros y en nuestros lugares de trabajo de aquellas cualigades
fundamentales que son las que nos van a permitir realizar
nuestros
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