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1 Michael Zeuske Michael Zeuske El final del imperio de España en América. Transformación imperial y transición del poder en Cuba (1898-1902) Publicado: Zeuske, Michael, “El final del imperio de España en América. Transformación imperial y transición del poder en Cuba (1898-1902)”, en: Schröter, Bernd, Schüller, Karin (Hrsg.), Tordesillas y sus consecuencias. La política de las grandes potencias europeas respecto a América Latina (1494-1994), Frankfurt am Main : Vervuert Verlag, 1995, pp. 143-182. I. Introducción 1898 es el año decisivo de la historia moderna cubana 1 , por lo menos hasta 1933. Su resultado político, la "República de Cuba" de 1902, fue la estructura y la forma estatal en la que se ordenaron los resultados de los desarrollos que tuvieron lugar a partir del año 1868. Tres procesos fundamentales - realmente caóticos - impregnaron la formación de esta nueva estructura política que se prolongó hasta el comienzo de los años sesenta del siglo XIX. 1 Hay un artículo con un título parecido, de W.L. Bernecker (1994), Cuba 1898. Cambio de dependencia: del colonialismo formal al imperialismo informal, en: O.Ette/T.Heydenreich, José Martí 1895/1995. Literatura - Política - Filosofía - Estética , (Lateinamerika-Studien 34), Frankfurt am Main, pp. 67-82, que hace hincapié en los aspectos económicos y en el concepto de dependencia. Véase la bibliografía útil de trabajos en español: CSIC-CINDOC (1995), En torno al 98. Cuba, Puerto Rico y Filipinas, 1880-1910, en: Cuadernos Rayuela. Bibliografías sobre América Latina , n 6 (2 Semestre), Madrid. El autor del presente artículo desea expresar su agradecimiento a los colegas Oscar Loyola (Universidad de la Habana), Josef Opatrny (Universita Karlova, Praha), Orlando García Martínez (Archivo Provincial de Cienfuegos), Juan Bosco Amores Carredano (Universidad de Navarra, Pamplona), Ragnhild Fiebig-von Hase, María Rosa Fernández-Cuesta (Universität zu Köln), Rebecca Scott (University of Michigan, Ann Arbor) y Grisel Ramos Maceda (Santa Clara, Cuba) por las opiniones y la lectura crítica del texto.
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El final del imperio de España en América. Transformación imperial y transición del poder en Cuba (1898-1902)

Jan 26, 2023

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Girma Kelboro
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Michael Zeuske

El final del imperio de España en América. Transformaciónimperial y transición del poder en Cuba (1898-1902)

Publicado: Zeuske, Michael, “El final del imperio de España enAmérica. Transformación imperial y transición del poder en Cuba(1898-1902)”, en: Schröter, Bernd, Schüller, Karin (Hrsg.),Tordesillas y sus consecuencias. La política de las grandespotencias europeas respecto a América Latina (1494-1994),Frankfurt am Main : Vervuert Verlag, 1995, pp. 143-182.

I. Introducción1898 es el año decisivo de la historia moderna cubana1, por lomenos hasta 1933. Su resultado político, la "República de Cuba"de 1902, fue la estructura y la forma estatal en la que seordenaron los resultados de los desarrollos que tuvieron lugara partir del año 1868. Tres procesos fundamentales - realmente caóticos - impregnaronla formación de esta nueva estructura política que se prolongóhasta el comienzo de los años sesenta del siglo XIX.

1 Hay un artículo con un título parecido, de W.L. Bernecker (1994), Cuba 1898. Cambio dedependencia: del colonialismo formal al imperialismo informal, en: O.Ette/T.Heydenreich, JoséMartí 1895/1995. Literatura - Política - Filosofía - Estética, (Lateinamerika-Studien 34),Frankfurt am Main, pp. 67-82, que hace hincapié en los aspectos económicos y en el concepto dedependencia.Véase la bibliografía útil de trabajos en español: CSIC-CINDOC (1995), En torno al 98. Cuba,Puerto Rico y Filipinas, 1880-1910, en: Cuadernos Rayuela. Bibliografías sobre América Latina,n 6 (2 Semestre), Madrid. El autor del presente artículo desea expresar su agradecimiento a los colegas Oscar Loyola(Universidad de la Habana), Josef Opatrny (Universita Karlova, Praha), Orlando García Martínez(Archivo Provincial de Cienfuegos), Juan Bosco Amores Carredano (Universidad de Navarra,Pamplona), Ragnhild Fiebig-von Hase, María Rosa Fernández-Cuesta (Universität zu Köln), RebeccaScott (University of Michigan, Ann Arbor) y Grisel Ramos Maceda (Santa Clara, Cuba) por lasopiniones y la lectura crítica del texto.

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1º El cambio social 2 y económico 3 (1880-1920). Los procesos másrelevantes fueron el paso al trabajo libre y la modernizaciónde la industria azucarera, orientada hacia el suministro delmercado norteamericano bajo la presión del azúcar de remolacha4,así como la incipiente diversificación de la economía insular.2º La transformación política 5 (1868-1909). Definida aquí comocambio de forma ("Gestaltwandel") de una parte del imperiomonárquico hispánico hacia una nueva entidad política, porsupuesto republicana, debido a la intervención de diferentesfuerzas motrices. Hasta la intervención militar norteamericana,existieron dos posibilidades fundamentales para la formación deesa entidad política: o bien se fundaba una república "libre eindependiente" que debería unir la nación y el Estado cubanomediante la guerra de independencia y la revolución separatista

2 Resulta interesante que hasta ahora sólo existen muy pocos trabajos extensos sobre los cambioseconómicos y sociales ocurridos entre 1880 y 1920. Véase por ejemplo el enfoque "nacional" deR.Scott (1985), Slave Emancipation in Cuba. The Transition to Free Labor, 1860-1899 , Princeton,así como un enfoque "regional" de L.W.Bergad (1990), Cuban Rural Society in the Nineteeth Cen - tury. The Social and Economic History of Monoculture in Ma tan zas , Princeton. Sobre el cambio delas estructuras agrarias véase: L.A.Pérez Jr., "Insurrection, Intervention, and the Transforma-tion of Land Tenure Systems in Cuba, 1895-1902", en: Hispa nic American Historical Review (HAHR), 65:2 (1985), p. 229-254 o los enfoques de historia político-social de R.Schwartz (1989),Lawless Liberators. Political Banditry and Cuban Independence, Durham and London y Pérez Jr.(1989), Lords of the Mountain. Social Ban ditry and Peasant Protest in Cuba, 1878-1918 , Pitts-burgh. Sobre la historiografía de la historia social cubana véase: O.Zanetti Lecuona (1994),Realidades y urgencias de la historiografía social en Cuba, en: Historia Social, nº19primavera-verano, U.N.E.D. Valencia, pp. 99-112.

3 Véase F.Iglesias García, "Changes in Cane Cultivation in Cuba, 1860-1900", en: Social andEconomic Studies, vol.37, nº 1 & 2 (1988), University of the West Indies, Jamaica, p. 341-363;así como: idem, "The Development of Capitalism in Cuban Sugar Production, 1860-1900", en:Between Slavery and Free La bor: The Spanish-Speaking Caribbean in the Nineteenth Century , ed.by M.Moreno Fraginals, F.Moya Pons, and St.L.Engerman, Baltimore and London 1985, p. 54-76.Sobre un proceso más regional, véase R.B.Hoernel, "Sugar and Social Changes in Oriente, Cuba,1898-1946", en: Journal of Latin American Studies, vol. 8 (1976), p. 213-233.

4 Véase mi trabajo: "Arbeit und Zucker in Amerika versus Arbeit und Zucker in Europa (ca. 1840-1880). Grundlinien eines Vergleichs", en: COMPARATIV, nº 4 (1994), Leipzig, p. 113-167.

5 El opus magnum sobre la transformación política es el de Pérez Jr. (1983), Cuba BetweenEmpires, 1878-1902, Pittsburgh; véase también J.M.Hernández (1993), Cuba and the United States:Intervention and Militarism, 1868-1933, Austin. Los primeros trabajos alemanes sobre el cambiopolítico en Cuba provienen de la "escuela de Leipzig". Véase Max Zeuske (1982), "DerZehnjährige Krieg 1868-1878 und die Unabhängigkeitsrevolution 1895-1898", en: Revolutionen derNeuzeit, ed. M.Kossok, Berlin, p. 449-472.

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(1868-18986), o bien se instauraba una entidad autónoma dentrodel imperio español, que iría transformándose a través de lasreformas exigidas por las presiones de la política penínsular,de la guerra "interior-imperial" y las actividades de otraspotencias del exterior (1897-1898)7.3º Transiciones "pactadas" 8 , o intentos de tales transiciones(hasta 1897, 1898-1902, 1906-1909). Ya bajo el dominio español,a partir de los años veinte del siglo XIX, se iniciaron algunosintentos en pro de ese tipo de traslado de poder bajo el lemadel "autogobierno". Hasta principios de 1898 estos intentostodavía se desarrollaron junto con la alternativa principal deconvertir a Cuba en una parte autónoma del imperio hispánico.En su forma de "autonomismo" tales pretensiones hallaron su fincon el "Tratado de París" en 1898, pero alcanzarían su momentoculminante a partir de 1899 y sobre todo con el procesoelectoral entre 1900 y 1902, si bien en 1898 se considerabanposible diferentes tipos de transición bajo el control de losEE.UU. Como transición ("transition")9, un concepto de las cienciaspolíticas, se define aquí dónde se sitúa y quién controla elpoder gubernamental. En el presente artículos nos interesa esteproblema de la transición como punto cardinal y disparador paralos otros dos procesos. En realidad, en la Cuba de aquel entonces existieron tresgrandes tendencias de transición que en el proceso de"contrucción" del nuevo poder estatal acusaron rápidos cambiosde constelación. Estos cambios se produjeron no tanto entre las

6 El mejor artículo corto y sintético es el de O.Loyola Vega (1995), Aproximación al estudio dela Revolución del 95, en: Cuba: La revolución de 1895 y el fin del imperio colonial español,Idem (coord.), Morelia, Mich. (Col. Alborada Latinoamericana, 7), p. 9-41.

7 Véase C.Serrano (1984), Final del Imperio. España 1895-1898, Madrid.

8 Una perspectiva (y desde luego una versión) clásica de esta transición, que aún está porinvestigar, es el libro de R. Martínez Ortíz (1912), Cuba, los primeros años de su independen - cia, La Habana.

9 St.Schwartz (ed.) (1986), The Transitions from Authorita rism to Democracy in the Hispanic World, pref. by H.Padilla, San Francisco.

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fuerzas motrices sociales, sino sobre todo entre los grupos deactores políticos10 a nivel nacional, provincial y regional. El traslado del poder se efectuó entre grupos de actorespolíticos ligados al Estado colonial autoritario (símbolos: reyo reina, capitán general, autonomía constitucional y partidospolíticos), y entre grupos de actores políticos en el seno delmovimiento separatista que, ya durante la guerra, pero sobretodo después de la derrota española, se transformaría en unanueva estructura de poder (símbolos: asamblea, presidente yconstitución y un partido político). A estos últimos gruposseparatistas también perteneció el grupo anexionista (símbolo:"Stars and Stripes" en vez de la "Estrella solitaria").Sin embargo, a partir del "pacto externo" (Tratado de París de1898) no se trataba de un desarrollo independiente, comohubiera ocurrido sin la intervención de la gran potencia delnorte, sino de una forma de transición, controlada por un poderexterno. Así pues, los grandes objetivos políticos de las fuerzasentrelazadas en estos procesos presentaban diversos extremosque iban desde la forma política soñada por José Martí (la"ilusión heroica" cubana)11, hasta una forma de gobiernoautónomo dentro de la monarquía española y hasta la unióndirecta con otra potencia hegemónica, por supuesto posicióntambién extrema. En 1898 todavía no se había fijado ni la nueva estructura, nila forma de gobierno.En 1902, al finalizar la primera ocupación del territorio

10 En cuanto al concepto de "grupos de actores políticos" véase F.J.Guerra, "Lugares, formas yritmos de la política moderna", en: Boletín de la Academia Nacional de Historia (BANH), t.LX-XII, Caracas enero-marzo 1989, nº 285, p. 7-24 así como: idem, "Pour une nouvelle histoirepolitique: acteurs sociaux et acteurs politiques", en: Structures et cultures des sociétésibéro-americaines au-delà du modèle socio-économique, ed. IRDAL (Collection de la Maison desPays Ibériques, 43), Paris 1990, p. 245ss.

11 Véase el artículo de R. de Armas Delamarter-Scott, "José Martí: su República de mayoríapopular", en la obra recientemente publicada: C.Naranjo Orovio y Tomás Mallo Gutiérrez (eds.)(1994), Cuba, la perla de las Antillas (Actas de las I Jornadas sobre "Cuba y su historia"),Madrid, p. 261-278. El mejor análisis de la recepción ideólogica de Martí se encuentra en latésis doctoral de Ette (1991), José Martí. Teil I. Apostel-Dichter-Revolutionär. Eine Geschichte seiner Rezeption, Tübingen.

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cubano, ninguno de esos objetivos políticos "puros" había sidorealizado. Lo que se introdujo en la vida política en 1902 fuela república libre, con todas las atribuciones de un Estadoconstitucional, pero formalmente dependiente en la políticaexterior, instalada bajo un régimen de control y ocupación delnuevo poder imperial de los EE.UU. Político-juridicamente sefundó este tipo de transición en varios "pactos internos", asaber: un anexo a la constitución cubana (la famosa "EnmiendaPlatt") y el "Tratado Permanente" de 1903. Utilizando elconcepto del "imperialismo informal"12 de Gallagher y Robinsoncabe cuestionarse si Cuba representaba entonces un caso deimperialismo informal formalizado o ¿la víctima de unimperialismo informal formalizadóse sólo temporalmente?, comolo afirma E.R.May13. Pero detrás de estas preguntas y de estosjuegos teóricos hay que detectar los actores (y las actoras)que estaban interesadas en este tipo de instalación del podergubernamental en Cuba.En fin, esta última variante de transición se verificó entre1900 y 1902. Considerando el proceso de formación de partidos políticos, susgrupos dirigentes y sus relaciones con la sociedad cubana deposguerra, es decir, la instauración de un sistema político enfunción, se puede incluir en este período de transición dentrodel proceso más general de transformación, el "período de prue-ba" de la llamada "república neocolonial"14 de 1902-1906 y lasegunda ocupación (1906-1909), en donde los elementos del

12 Véase J.Gallagher/R.Robinson, "The Imperialism of Free Trade, 1815-1914", in: EconomicHistory Review, 2nd series, VI, 1953/54, p. 1-15; de nuevo publicado en: W.Roger Louis, ed.(1976), The Robinson and Gallagher Controversy, New York/London, p. 53-72. Todavía LelandH.Jenks expresó la fórmula clásica del dominio informal, cuando escribe: "It apparently was notvital to the Sugar Trust wether Cuba were part of the United States or not, provided sugar couldbe brought from there cheaply." Véase L.H.Jenks (1928), Our Cuban Colony, New York, p. 129.Algunas páginas más abajo escribe: ""Our intermeddling... was 'officious' rather than'official'" (ibíd., p. 186). La mejor introducción general al desarrollo del concepto se hallaen: E.R.May (1991), American Imperialism. A Speculative Essay , Chicago, Ill., pp. XIII-XIV.

13 Ibíd., p. 222s.

14 Véase J.Pérez de la Riva/O.Zanetti Lecuona y otros (1975), La república neocolonial, 2 vols.,La Habana.

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"pactismo" se hacen más claro visibles aún, como tambiénalgunos de sus actores principales - los liberales alrededor dela fuerte figura de José Miguel Gómez15.Tradicionalmente se realzan en la historiografía sobre Cuba16

los factores externos y la presión imperial del "coloso delnorte" en la formación de esta estructura republicana y en latransición del poder. Sin embargo, generalmente en la historiauniversal, los factores externos sólo logran efectos duraderosse transforman en factores internos. De ahí los interrogantesde ¿cómo actuaron los grupos de actores políticos internos enel proceso definitivo de la transición del poder? y ¿cuálesfueron los elementos internos que sirvieron de intermediariospara lograr el resultado mencionado de 1902?Claro está que en estos tres procesos cubanos internos serevela con mayor claridad, especialmente en el primero, lainfluencia de la expansión económica y la aspiración dehegemonía política de los EE.UU. Esta "potencia de orden", sebasó en principios políticos como la doctrina Monroe y su"corollary", visto por muchos autores como la "bolsa encantadade Monroe," expresión surgida de la pluma del hoy poco conocidoFriedrich Berber (1943)17 o la más moderna de "oráculo deDelfos" de K. Krakau18, así como en la doctrina del "Destino

15 Véase Pérez Jr. (1986), Cuba Under the Platt Amendment, 1902-1934, Pittsburgh, Pa.; así comoA.R.Millett (1968), The Politics of Intervention. The Military Occupation of Cuba, 1906-1909 ,Ohio State University Press.

16 Véase C.García (1994), En torno al nacionalismo historiográfico cubano: algunos enfoquessobre la intervención norteamericana en la Guerra de independencia de Cuba, en: J. Uría González(ed.), Asturias y Cuba en torno al 98. Sociedad, economía, política y cultura en la crisis deentresiglos, Barcelona, p. 197-222.

17 Véase F.Berber (1943), Der Mythos der Monroe-Doktrin, Essen, p. 18; véase tammbién: G.Kahle(1992), El papel de las Doctrinas Políticas entre los Estados Unidos y América Latina, 1823-1933, en: Staaten in Übersee. Die Staatenwelt Latenamerikas und Asiens (HistorischeMitteilungen i.A. der Ranke-Gesellschaft, Beiheft 2), ed. J.Elvert/M.Salewski, Stuttgart, pp.47-60..

18 Véase K.Krakau, "Die politischen Beziehungen zwischen Nord- und Südamerika: Von der Monroe-Doktrin zum Interamerikanischen System", en: Idem. (1992), Lateinamerika und Nordamerika.Gesell schaft, Politik und Wirtschaft im historischen Vergleich , Frankfurt (Main)/New York, p.182-198, p. 185; véase igualmente: Idem. (1968), Die kubanische Revolution und die Monroe-Doktrin, Frankfurt am Main/Berlin.

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Manifiesto". De todo forma encontramos en la utilización deestos principios pretenciones hegemónicas que en susconsecuencias de dominio son parecidas a las pretenciones de laEspaña imperial en cuanto a los "principios de Tordesillas". De esta forma el presente artículo se ocupa con la cuestiónfundamental de cómo se produjo la influencia del "imperialismoformal e informal" de una gran potencia como los Estados Unidosen la transformación política interna de Cuba y en el traspasodel poder gubernamental de la administración colonial al Estadocubano en formación, así como con algunas consideraciones sobrela cuestión de cómo actuaron los grupos de actores políticosinternos bajo la influencia de este gran poder. Igualmente seanaliza el impacto de la competencia entre dos de las "nuevas"potencias imperiales de finales del siglo pasado respecto aCuba.

II. El factor externo: la transformación imperial a finales delsiglo XIXLos afanes hegemónicos y el colonialismo estaban estrechamentevinculados al fenómeno del "nuevo imperialismo" 19 de fines delsiglo XIX: ¿Qué era este imperialismo que impregnó lasrelaciones internacionales de aquel entonces? De acuerdo con lamentalidad y los estilos de vida de la época, el períododurante el cual surge el imperialismo se denomina "la BelleEpoque de la burguesía", o desde una perspectiva posterior, "elbienaventurado mundo de la reina Victoria", si se recurre aunas características exteriores que muestran aspectosinteresantes del "espíritu de la época". El período comprendidoentre 1870 y 1918 es probablemente el período de la historiamundial contemporánea durante el cual pulularon más"Imperatores": Alemania, el Imperio Austro-húngaro, Rusia, el19 J.A.Hobson (1902), Imperialism, London/New York. El trabajo más estricto en cuanto al"imperialismo social" de los EE.UU en nuestros días es el del historiador alemán H.-U.Wehler,""Cuba Libre" und amerikanische Intervention. Der kubanische Aufstand seit dem Februar 1895 unddrei Phasen der amerikanischen Kubapolitik bis zum September 1897", en: Jahrbuch für Geschichtevon Staat, Wirtschaft und Gesellschaft (cf.JbLA), 5 (1968), p. 303-346, p. 303ss. Véase tambiénsu opus magnum sobre este tema Idem. (1974), Der Aufstieg des amerikanischen Imperialismus.Studien zur Ent wicklung des Imperium America num , Göttingen. Véase también: Max Zeuske (1989), AShort History of the United States of America, Leipzig, p. 67-70.

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Imperio Otomano y Gran Bretaña que, en su calidad de potencia,ejercía un poder colonial sobre la India.Los títulos imperiales alemanes y británicos eran una novedadde los años setenta; el título alemán estaba en gran partevinculado con la caída del segundo imperio francés (1871). Enel imperio vecino, en Francia, que por su parte había intentadoestablecer un emperador en México (1862-1867)20.También en los lindes y fuera de Europa había emperadores; lostítulos de los soberanos del Imperio Otomano, de China, Japón yPersia, así como los de Marruecos y Etiopía ya hacía tiempo quehabían sido reconocidos.También en América se instauraron emperadores: en Brasil hasta1889 y, temporalmente, como ya se ha mencionado, en México(1822/23; 1863-1867). Sin embargo, los soberanos imperialesamericanos no pudieron subsistir y los imperios americanos nosobrevivieron el siglo XIX.Estos títulos, sobre todo los entonces más "modernos" enEuropa, no fueron el fruto de una moda política, sino quetrajeron consigo, o más bien, se basaban en ideologías dedominio imperialista que reivindicaban el "mundo" como espaciode expansión, como por ejemplo el conocido concepto de "Welt-herrschaft" - dominio del mundo - del emperador alemánGuillermo II.En nuestro contexto, este nuevo tipo de expansión territorial,financiera y comercial estaba asociado en sus bases económicasy sociales a la industrialización y a la búsqueda extensiva denuevos mercados, mientras que la cultura política y losconceptos mentales sólo se desarrollaron más lentamente. Laconstitución formal de "imperios" que, en la imaginación dealgunos, dividieron el mundo entre un pequeño grupo de nacionesdel hemisferio norte, fue la respuesta tradicional a labúsqueda de una política estable, tal como actuaron por ejemploGran Bretaña, Francia, Alemania, Italia, Holanda, Bélgica, losEstados Unidos de América y Japón, que se transformó en el

20 Véase el nuevo estudio de B.Hamnett (1995), "La intervención francesa y el segundo imperiomexicano, 1862-1867", en: Tordesillas y sus consecuencias, Colonia (en prensa).

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nuevo rival, sobre todo del poder imperial ruso.21

En tal sentido, Heinrich Friedjung, en su continuación de lahistoria universal de Ranke, formuló en 1919 de forma breve ypoco clara: "bajo imperialismo se entiende la presión crecientede pueblos y de sus soberanos para conseguir dominar el mundoprincipalmente a través de la posesión de dominios enultramar."22

Los escritos contemporáneos que analizaron científicamente elfenómeno con especial énfasis del aspecto económico, eran lasobras del inglés Hobson23, del austriaco Hilferding24 y, valedecirlo, el pequeño texto del ruso Vladimir Uljanov, llamadoLenin: "El Imperialismo como fase superior del capitalismo".25

En su opinión, la quinta característica de este "Imperialismo"corresponde al siguiente aspecto: una vez finalizada ladivisión del mundo entre las potencias capitalistas, comienzala lucha por una nueva redistribución. Lenin sólo analiza elfenómeno colonial en el capítulo sexto de los diez capítulos desu obra. Aunque no considera la guerra hispano-cubana-americana, le sirve de cesura, si bien no menciona a Cuba en suanálisis.Además de este concepto de "imperialismo", como instrumento deanálisis social y político, el término aparece con asiduidad enla prensa de entonces.Este término "imperialismo", como expresión de la retórica

21 Véase E.Hobsbawn (1989), Das imperiale Zeitalter 1875-1914, Frankfurt/M./New York, p. 82; asícomo P.Kennedy (1991), Auf stieg und Fall der großen Mächte. Ökonomischer Wandel und mili - tärischer Konflikt von 1500 bis 2000, Frankfurt am Main.

22 H.Friedjung (1919-1929), Das Zeitalter des Imperialismus 1884-1914, 3 vols., Berlin, I, p. 5.

23 Hobson, Imperialism...

24 R.Hilferding (1910), Das Finanzkapital. Eine Studie über die jüngste Ent wicklung des Kapitalismus, München.

25 Elaborado en 1915/16 en Berna y en la biblioteca del Cantón de Zurich; véase W.I.Lenin, "DerImperialismus als höchstes Stadium des Kapitalismus", en: W.I.Lenin (1970), Ausgewählte Werke,3 vols., I, Berlin, p. 763-873. Lenin utilizó en la elaboración de su texto: A.Supan (1906),Die territoriale Entwick lung der europäischen Kolonien , Gotha y sobre todo los libros deHilferding y Hobson.

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política periodística, recién aparece en los debates sobre losconflictos coloniales a partir de los años ochenta y noventadel siglo XIX. Hasta 1880 el término se había introducido comoun neologismo en la lengua inglesa (británica) cotidiana y seutilizaba especialmente para referirse a problemas contem-poráneos (y ya no tanto en relación con el antiguo imperioromano).Sin embargo, en contraposición con quienes considerabannecesaria la formación de imperios para el desarrollo de losintereses nacionales, el término en seguida recibió unaconnotación peyorativa que ha permanecido inalterada hasta eldía de hoy. Como concepto de la ciencia económica y en lapolitología adquirió aceptación desde los citados escritos deHobson, Hilferding y Lenin26, pero también con el libro"Diplomacia del dólar" de Nearing y Freeman en 192527. Sirvamencionar que en la actualidad, y en particular entre historia-dores conservadores, la noción imperialismo se limita alperíodo comprendido entre 1870 y 1918, tal como también lohabía concebido entonces Lenin, porque creía en la "revoluciónmundial" del proletariado que terminara con el imperialismo deaquel entonces.

Realidades del imperialismo a comienzos del siglo XX (I) Desde finales de los años 80 del siglo XIX, Africa (conexcepción de Abisinia, Marruecos y Libia) y Oceanía fueronefectivamente "repartidas" entre los nuevos Estadosimperialistas y los Estados que se consideraban potencias deprimer orden y habían participado en la conferencia sobre elCongo en Berlín, en 188528. La protección de los interesespolíticos imperialistas de la época estuvo orientada sobre todo

26 Véase E.Angermann, "Der Imperialismus als Formenwandel des amerikanischen Expansionismus.Eine Studie über den Gedanken einer zivilisatorischen Sendung der Vereinigten Staaten", en:JbLA, 4 (1967), p. 694-725, p. 696s.

27 Cf. aquí según la 2ª edición en alemán: S.Nearing/J.Freeman (1944), Dollardi plomatie. Eine Studie über den amerikanischen Impe rialismus , Heidelberg/Berlin/Magdeburg.

28 Kennedy, Aufstieg und Fall..., p. 301s

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hacia los conflictos por China en el Lejano Oriente, el repartode los restos independientes en Africa (Marruecos, Egipto, lacolonia del Cabo), las crecientes tensiones diplomáticas entrelos grandes poderes29 y las primeras guerras entre viejos ynuevos imperialismos, como la guerra entre los EE.UU. y Españapor Cuba y las Filipinas en 189830.En estos conflictos imperiales, como también en el nivelconceptual, es posible detectar distintas tendencias: setrataba de conflictos entre antiguos imperios tradicionales,más bien de carácter autocrático-centralista (Imperio Otomano,Persia, China) o viejas potencias mundiales europeas en unafase de difícil transformación, como España, y los nuevosimperialismos y potencias coloniales entre los cuales seencontraban los EE.UU., Japón y Alemania, como los más "nuevos"y agresivos de los años ochenta y noventa del siglo XIX. Sinembargo, también entre los "nuevos" imperialismos habíadiferencias, fácilmente apreciables si consideramos el "Kaiser-reich" alemán de los "dos Guillermos" y los Estados Unidos deAmérica31.Esto, partiendo de una perspectiva más amplia del procesocolonial en la época imperialista es muy importante para elcaso cubano, porque por la fuerza del separatismo y también porel realismo político de sus líderes los EE.UU tuvieron queaplicar nuevos métodos políticos que se diferenciaban bastantede los métodos de otros "nuevos" imperialismos en Europa yAsia.

29 Véase por ejemplo L.S.Vladimirov (1957), Diplomatija SSA v period ameri kansko-ispanskoj vojny, Moskva (en ruso); así como: J.L.Offner (1992), An Unwanted War. The Diplomacy of the United States and Spain over Cuba, 1895-1898, Chapel Hill.

30 Véase Opatrny (1978), Spanelsko a USA v Zápase o Kubu, Praha; D.F.Trask (1981), The War withSpain in 1898, New York; véase también R. Fiebig-von Hase (1993), "The United States and Germanyin the World Arena", en: Con frontation and Cooperation. Germany and the United States in the Era of World War I 1900-1924, ed. by H.-J.Schröder, Providence/Oxford, p. 33-68.

31 Véase el clásico de la historiografía A.Vagts (1935), Deutschland und die Vereinigten Staatenin der Weltpolitik, 2 vols., New York; sobre Cuba especialmente el capítulo XII., tom. II:"Kuba und die Philippinen-, Zucker- und Marinekonflikte", p. 1257-1410. La obra moderna de laparte estadounidense más moderna y con una bibliografía y una introducción historiograficaexcelente es: May, American Imperialism..., passim

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El nuevo imperialismo republicano de los EE.UU. - en otraspalabras, el imperialismo de la parte "Yankee" industrializada- en su expansión colonial en el área latinoamericana, caribeñao del Pacífico tuvo que emplear métodos distintos a losutilizados por el monocrático imperialismo germano, pues yadesde 1804 y 1811 se habían constituido repúblicas americanasen el hemisferio occidental y la competencia con otrosinteresados había aumentado considerablemente.En tal contexto, los actores políticos del norte pudieronapoyarse no sólo en el originalmente bastante tímido conceptode la doctrina de Monroe, dirigida contra el viejo imperialismode la Santa Alianza, sino, después de una interrupción entre1865 hasta los años noventa, mayormente en los más modernosafanes expansionistas del sur, que tras la guerra civil y la"victoria del norte" se había quedado rezagado32.Hasta aproximadamente 1890 los EE.UU. se habían ocupadojustamente de la colonización del "oeste" en el interior de suterritorio y, temporalmente con los conocidos planes de anexiónde Canadá. La expansión interior exigió en esa épocagigantescos proyectos de infraestructura, lo que produjo unafase de intensa crisis estructural, así como reformas y seorientó con su republicanismo "neocolonial", un modelo que, ensus aspectos externos, fuera del continente americano separecía mucho más al concepto del "informal-empire" británico.Sólo en 1892 las potencias tradicionales europeas reconocierona los Estados Unidos como miembro del grupo de las grandespotencias, convirtiendo sus legaciones en embajadas33. Sinembargo, entre 1898 y 1917 este Estado de sisteme republicanotodavía no era considerado una gran potencia militar, como porejemplo, Rusia o Alemania. En comparación con las sociedades"militares" de Rusia, Alemania o el Japón, los EE.UU. habíanpermanecido como una sociedad "industrial y comercial"34.32 Véase Max Zeuske, "Bürgerkrieg und zweite bürgerliche Revolution in den USA", en:Revolutionen..., p. 369-392.

33 Kennedy, Aufstieg und Fall..., p. 301.

34 Ibíd., p. 377.

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Pero efectivamente, en el año 1898 se produjo en la historia delos EE.UU. un cambio de rumbo de las formas del expansionismo,del expansionismo "interior"-continental, con una considerableinfluencia en el Pacífico35, hacia el expansionismo exterior talcomo ha sido definido anteriormente. Esta dirección estratégicatuvo como consecuencia conflictos con otros "nuevos" poderesorientados hacía el Atlántico y el Pacífico, como la Alemaniaimperial36.La fase imperialista de los EE.UU en el área del Atlánticocomenzó con la ocupación directa de Puerto Rico (el 25 de juliode 1898)37 y de las Filipinas (13 de agosto), posición muyimportante para el control del Pacífico y la influenciaestratégica sobre China.Otros símbolos de este "nuevo imperialismo" en el "hemisferiooccidental" fueron Cuba y posteriormente Panamá, Santo Domingoy Haití, países que se encontraban directamente en posicionesgeopolíticas importantes para los intereses estratégicoscaribeños de la gran potencia38. Las bases militares instaladasen Cuba servirían en los conceptos imperiales de militaresestadounidenses precisamente para dominar la zona del Canal y"defender" el Sur de los EE.UU. Sin embargo, como no existíaningún enemigo que amenazara el sur de los EE.UU. se invirtióuna gran energía en la construcción de un fantasma político -"el peligro alemán" en América39. La política norteamericana en35 Véase la obra clásica de J.W.Pratt (1936), Expansionist of 1898. The Acquisi tion of Hawaii and the Spanish Islands, Baltimore y A. De Conde (1963), A History of the American ForeignPolicy, New York, p. 232ss; así como W. La Feber (1963), The New Empire. An Interpretation on American Expansion, 1860-1898, Ithaca.

36 La expansión temprana de los Estados Unidos hacia el Caribe fue observada con celo por partede la diplomacia alemana, véase la síntesis de Alvarez Gutiérrez, La diplomacia..., p. 43 ynota 26.

37 Véase D.Healy (1989), Drive to Hegemony. The United States in the Carib bean, 1898-1917 ,Madison.

38 El mejor trabajo sobre la perspectiva estratégica de los EE.UU. en aquel entonces siguesiendo el de A.T.Mahan, "The Strategic Features of the Gulf of Mexico and the Caribbean Sea",en: idem (1897), The Interest of America in Sea Power, Present and Future, Boston, p. 271-314.

39 Th.Baecker, "Deutschland im karibischen Raum im Spiegel amerikanischer Akten", en: Jahrbuch

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la región del Caribe - advierte Th.Baecker - necesitaba laimagen de una Alemania agresiva para legitimar su pretensión dedominio, que en realidad ya era evidente40. Por lo demás, apartir de 1898 Cuba sería igualmente una zona de grandesinversiones para capitales norteamericanos.En contraste con los grandes "proyectos planetarios" de lasideologías imperialistas, el imperialismo practicado por losEE.UU. demostró que, incluso en el caso de países relativamentepequeños como Cuba y más aún en el caso de las Filipinas, laconquista directa de otros territorios resultaba muy difícil,sobre todo si éstos se hallaban en plena transformaciónnacional. Por tal motivo, uno de los objetivos de José Martífue iniciar una guerra preventiva - como parte de latransformación cubana en nación libre - contra las ambicionesimperiales de los Estados Unidos. Lo excepcional del caso deCuba fue que aquí no sólo se extendió territorialmente una delas grandes potencias imperialistas, sino que en este conflictoconfluyeron tres tipos de transformación: la nacional cubana ylas dos imperiales, por una parte de la nueva potenciarepublicana americana y por otra, de la vieja potenciamonárquica europea. Además esta dimensión, digamos "hispano-cubano-filipina-norteamericana", estaba fuertemente influidapor el conflicto diplomático entre los "nuevos" imperialismosalemán y estadounidense.

Realidades del imperialismo a comienzos del siglo XX (II): losEE.UU, el "Kaiserreich" alemán y Cuba en 1898.En cierto modo, la relación entre las grandes potenciasimperiales influyó (y sigue influyendo) en cada conflicto localy sus posibles soluciones. Sirva la generalización de que lapotencia capaz de aunar el ímpetu imperial con laautodefinición de potencia de orden y paz, así como con los

für Geschichte von Staat, Wirtschaft und Gesellschaft Lateinamerikas (JbLA), ed.R.Konetzke/H.Kellenbenz unter Mitarbeit von G.Kahle/H.Pohl, 11 (1974), p. 167-237,especialmente p. 200-203 y 234ss.

40 Ibid., p. 235.

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medios necesarios y la mejor posición geoestratégica sería lade más influencia en un conflicto dado.Sin embargo, a partir de los años noventa la constelación"normal" de los grandes poderes europeos y ruso había cambiadoprofundamente: el viejo sistema bismarckiano de relacionesinternacionales estaba experimentando grandes alteraciones. Lasrelaciones entre los poderes, ahora ya no sólo europeos, sinomundiales, entraron en una fase de gran fluidez41. Esta faseterminó con la formación de los bloques de la primera guerramundial. En este sentido Cuba fue un importante objeto de conflicto y deprueba para los nuevos imperialismos alemán y estadounidense,sobre todo para su respectivo instrumento imperial másimportante: la marina de guerra. Ambos instrumentos navales dehegemonía se desarrollaron desde los años noventa en amboslados del Atlántico, bien bajo el pretexto del ya mencionado"peligro alemán"42 para unos, o bajo el pretexto del "peligroamericano"43 para los otros. Roosevelt lo expresó de manerasimple y clara: "we cannot rival England as a naval power... but I think weought to stand ahead of Germany."44 Si bien la fundación y el origen de ambas marinas, tanto enAlemania, como en América del Norte, tuvieron sus propiasraíces, el "caso de Cuba" muestra con bastante nitidez estainterrelación y con ello la creciente belicosidad de ambaspartes. Por eso, las fuentes alemanas más importantes sobre"Cuba 1898" no se hallan entre los documentos del Ministeriodel Exterior, sino en las actas del Almirantazgo de la Marina

41 Véase Alvarez Gutiérrez, "La diplomacia alemana ante el conflicto hispano-norteamericano de1897-1898: primeras tomas de posición", en: HISPANIA, LIV/1, nº 187 (1994), p. 232ss.

42 Véase H.H.Herwig/D.F.Trask, "Naval Operations Plan Between Germany and the United States ofAmerica, 1898-1913", en: Militärgeschichtliche Mitteilun gen , 2.Jg. (1970), p. 532.

43 Véase Herwig (1976), Politics of Frustration, The United States in German Naval Planning,1889-1941, Boston and Toronto, pp. 87-92. Herwig resalta que, debido a la complicada situaciónen Europa, el Almirantazgo, por el creciente antagonismo alemán-inglés, abandonó todos susplanes de una política de fuerza en cuanto a EE.UU.

44 Cf. Vagts, Deutschland..., II, p. 1272.

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Imperial.Esta institución se interesaba por casi todos los problemasrelacionados con el imperio insular español. Existían juegossecretos de planificación bajo el lema "Alemania en guerracontra España" ¿Qué colonias españolas eran militar yeconómicamente útiles para Alemania45? Una vez concluida la guerra hispano-americana respecto a Cuba ya Filipinas, Alemania se interesó sobre todo por las islas ycolonias en las costas occidentales de Africa que pudieranutilizarse como puertos en la ruta entre Europa y Africa, esdecir, las Islas Canarias, Fernando Poo, Río de Oro y RíoMuni46.En cuanto a Cuba, el interés alemán comprendía tres grandessectores. En primer lugar, económicamente y como el productorde azúcar de remolacha más importante47. Alemania, por decirlocon cuidado, no tenía nada en contra de que debido a la guerrade independencia con España reinara el "cáos" en la producciónazucarera de su rival principal. En este caso los interesadosse unieron en un grupo de presión llamado los "agrarios"48. Estegrupo de "junkers", propietarios de grandes extensiones yempresarios azucareros, que formaban el fundamento del tronodel Kaiser, era mucho más fuerte que los grupos socialesrelacionados con el comercio cubano-alemán, que obviamente no

45 Bundesarchiv/Militärarchiv Freiburg (B/MF), RM 5/5923, Admiralstab der Marine, betreffendGeheime R.Angelegenheit. Spanische Kolonien. Von Sept. 1897 bis August 1898, folio (f.) 4 recto- 6 recto (r.). Aquí se trata de un juego de planificación muy real, realizado por el "Comandocrucero Falke" en el Pacífico, cuyo objetivo era adquirir las Islas Carolinas y las IslasLadrones.

46 Ibid., RM 5/5867, Admiralstab der Marine, betreffend Spaniens Kolonien, von April 1899 bisJuli 1914.

47 Véanse las publicaciones alemanas más importantes de aquel entonces que tienen como temajustamente estos dos tópicos: Waldemar Müller (1898), Cuba, seine Geschichte, wirtschaftlicheund handelspolitische Entwicklung, Berlin (89 pp.); así como Rudolf Zabel (1898), Cuba, diewirtschaftliche, soziale und politische Entwicklung der Insel. Unter besonderer Berücksichtigungder deutschen Handelsinter essen , Berlin/Leipzig (IV, 88 p., varias ediciones). Ambos folletosaparentemente fueron escritos en vísperas de la "liberación" de Cuba y con la esperanza de unamayor influencia alemana.

48 Véase Vagts, Deutschland..., II, p. 1259ss.

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estaban interesados en el entorpecimiento del comercio49. El segundo sector de interés alemán en Cuba, así como en elCaribe y en América Latina50 en general, provenía de la"voluntad de conquistar el mundo" ("Welteroberungswille") y enparte, del pretendido "dominio del mundo" ("Weltherrschaft")del grupo de actores políticos en torno a Guillermo II. Dichosimple y llanamente, con estos proyectos imperiales Alemaniadeseaba obtener colonias en el Caribe. Desde 1815 podíaapreciarse en Alemania un creciente interés por América Latinaen general51 y por islas antillanas (St.Tomás y las IslasVírgenes, Curaçao, Haití sobre todo), pero también especial-mente por Cuba52, aunque no se conocen planes para conquistardirectamente a la mayor de la Antillas. Este interés por Cuba aveces incluso desembocó en dificultades con España53, que noobstante, hasta el último tercio del siglo, nunca habían sidograves, ya que había fuertes colonias de alemanes sobre todo enla parte central de la Isla. Ya en los años setenta la políticade Bismarck había ejercido bastante influencia en los problemasde España con sus colonias rebeldes, tal como lo muestra laobra de Luis Alvarez Gutiérrez54. 49 Véase por ejemplo J.Wolf (1906), Der deutsch-amerikanische Handelsvertrag, die kubanischeZuckerproduktion und die Zukunft der Zuckerindustrie, Jena; así como T.Zeller (1920), Der Kampfzwischen Rohr- und Rübenzucker (Tagesfragen der Auslandswirtschaft, Heft 14), Leipzig;G.Mikusch (1930), Kuba, Haiti und Louisiana als Zuckerländer. Eindrücke von einer Reise durch diese Länder, Berlin.

50 Véase en general: Jean Pierre Blancpain (1994), Migrations et mémoire germaniques en AmériqueLatine, Presses Universitaires de Strasbourg.

51 Véase R.Fiebig-von Hase (1987), Lateinamerika als Konfliktherd der deutsch amerikanischen Beziehungen 1890-1903 (Schriftenreihe der Historischen Kommission bei der Bayerischen Akademieder Wissenschaften, Bd. 27), Göttingen.

52 Véase mi artículo "Bajo la bandera prusiana: Comercio alemán y política comercial de Prusiaen las Indias Occidentales (1815-1871)", en: M.Zeuske (1995), Transformación, reforma yrevolución en la historia de América Latina: Venezuela y Cuba, 1750-1898. Ensayos de historiacomparada, Caracas (en prensa).

53 Véase mi artículo "¡Con López a Cuba! Los voluntarios alemanes en la expedición de NarcisoLópez, 1851-1852", en: ibíd.

54 Véase L.Alvarez Gutiérrez (1988), La diplomacía bismarckiana ante la cue stión cubana, 1868- 1874, Madrid.

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Con Guillermo II los asuntos de la política exterior deAlemania pasaron a manos de una nueva generación política, cuyocreciente interés en la expansión colonial estaba relacionadocon los afanes de adquirir bases navales en el Caribe y con eldesarrollo de la marina como instrumento de política imperial55.Este fue justamente el tercer sector de intereses alemanes enCuba, en este caso especialmente en la guerra hispano-americana. Así pues, el "problema cubano" penetra en lasfuentes del Almirantazgo imperial alemán como resultado deestos dos últimos sectores de interés. En tal sentido, para lamarina alemana la guerra fue un experimento en todos losaspectos: técnico, tecnológico, táctico y estratégico.En una parte de este último sector la política alemana respectoa Cuba y las informaciones sobre la guerra tuvieron bastanteéxito. Al iniciarse la guerra en abril de 1898, el Estado Mayordel Almirantazgo recibió todo el apoyo necesario para larecopilación de información bélica. No sólo se enviaronunidades navales a los posibles escenarios de la guerra, comoel crucero protegido "Geier" a Cuba, sino que también senombraron agregados militares destinados especialmente para esatarea en las embajadas imperiales de Washington y Madrid (elteniente capitán von Krosigk en Madrid y el teniente capitánvon Rebeur-Paschwitz en Washington)56. Alemania quisó estarpresente en el conflicto.Así pues, el Almirantazgo y el Ministerio de Marina("Reichsmarineamt")57 y, a través de esas instituciones, elKaiser y su gabinete imperial de marina, recibieroninformaciones exactas, detalladas, rápidas y bastante útilessobre la guerra en curso58.55 Véase Fiebig-von Hase, Lateinamerika..., p. 62-512 passim y 742-788.

56 B/MF, RM 5/5475: Admiralstab der Marine, Akten betreffend Kriegsführung zwischen Amerika undSpanien. Vom April 1898 bis 20.Juni 1898, f. 3r, 13r/v.

57 Ibíd., RM 3/4262 Reichsmarineamt: Krieg zwischen Spanien und Amerika, vom April 1898 bis Juni1898; así como RM 3/4263-4266.

58 Cf.: Ibíd., RM 2/1855 Kriegerische Aktionen im Auslande. Kaiserliches Marinekabinett, vonApril 1898 bis Mai 1899, passim.

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Este ilustre gremio recibía cada casi dos semanas un informedetallado sobre la situación bélica ("Kriegslageberichte")59.Estos informes tienen una estructura fija y son fuentes debastante interés para la historia militar, hasta ahora noanalizadas sistemáticamente60. Finalmente, las informaciones yexperiencias navales de la corta guerra pronto se generalizaronen ordenanzas militares para la marina imperial61, que elAlmirantazgo ya pudo suministrar a la marina de guerra62 endiciembre de 1898, es decir, en el mismo mes del tratado de pazentre España y EE.UU. Además de estas informaciones directas, el Almirantazgoimperial alemán también se servía de otros tipos de informacióncomo por ejemplo la proveniente de unidades navales alemanas,como el crucero "Geier"63, informes de espionaje, informes de

59 Ibíd., RM 2/1855. Existen informes con las siguientes fechas: 30 de abril (f. 9ss.), 7 demayo (f. 28ss.), 28 de mayo (f. 48ss.), 4 de junio (f. 72ss.), 11 de junio (f. 67ss [sic]), 18de junio (f. 97ss.), 2 de julio (f. 111ss.), 16 de julio (f. 148ss.), 24 de julio (f. 171ss.),30 de julio (f. 180ss), 15 de agosto (f. 205ss. con un anexo sobre "efectos de los proyectilesnavales") y una relación inmediata al Emperador del 12 de septiembre (f. 253ss.).

60 La estructura es la siguiente: 1 Del teatro atlántico de la guerra (a veces con la situacióny el número de las respectivas flotas; 2 Del teatro pacífico de la guerra; 3 La situaciónbélica ("Kriegslage").

61 "Erfahrungen und Folgerungen aus dem spanisch-amerikanischen Kriege für den Bau und dieArmirung von Kriegsschiffen. Bearbeitet im Reichs=Marine=Amt", Berlin Dezember 1898; ibíd., f.287r-294v.

62 También para el ejército aparecieron muy rápido las generalizaciones de las experiencias dela guerra terrestre, véase H.Kunz (1900), "Der spanisch-amerikanische Krieg im Jahre 1898", en:Taktische Beispiele (1880-1900), Berlin, p. 42-144 (con mapas).

63 Ibíd., f. 89ss, f. 107ss; RM 3/4263, f. 19ss. El comandante del "Geier", capitán de navíoJakobsen, publicó un artículo sobre sus experiencias en Cuba entre Octubre 1898 y Febrero 1899en la revista militar "Marine-Rundschau". Este artículo a su vez fue rápidamente traducido alinglés y publicado por la Office of Naval Intelligence de Washington, bajo el título: ComanderJacobsen, Sketches From Spanish-American War, Washington 1899; también hay otra traducción:Comments of Rear-Admiral Plüddemann (German Navy), On the Main Features of the War with Spain,Washington 1898 (informaciones de Gustavo Placer Cervera, Inst. de Historia Militar de Cuba). El"Geier" llegó a La Habana en Mayo de 1898. Los buques bloqueadores norteamericanos le permi-tieron entrar y salir de puertos cubanos. El 16 de Junio entró en Cienfuegos, volvió a LaHabana, saliendo de nuevo el 29 de Junio y regresó a La Habana el 1 de Agosto. Entre el 22 y el29 de Junio Jakobsen se entrevistó con el Capitán General Blanco en La Habana; véase también laperspectiva española S.Gómez Núñez (1899), La guerra hispano-americana: el bloqueo y la defensade las costas, Madrid.

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embajadores y agregados, recortes de periódicos,publicaciones64, así como los llamados "trabajos de invierno" delos aspirantes a oficiales navales y de jóvenes tenientes de lamarina65. La masa de información es asambrosa, pero hay queverla en relación con los planes y deseos imperiales alemanesdel "fin de siècle".Sin embargo, la política imperial alemana no obtuvo los éxitosdeseados en cuanto a su pretensión de aumentar su influenciacolonial mediante este conflicto o, por lo menos, impedir unamayor influencia de EE.UU en zonas de su propio interés. Asímismo, tampoco tuvo éxito en su "proyecto español", como sellamó al plan de formar un bloque monárquico europeo a favor dela causa española. El mismo Kaiser Guillermo II, fracasó con suproyecto de esta alianza europeo-monárquica en apoyo de lareina de España66. Para la complicada y lenta diplomacia europeala guerra fue demasiado corta. Así, tendrá que admitirse que si bien para las fuerzas internascubanas de la transformación este "segundo nivel externo" nodesempeñó ningún papel, o muy escaso, sí influyó en la políticade los Estados Unidos. Una vez comenzada la guerra, seemplearon toda la rápidez y todos los medios posibles paraconseguir la victoria militar y ocupar Cuba, también a costo dedesordenes internos67. Cuando en 1902 Cuba entró como república en la vida políticainternacional bajo la fuerte influencia de los EE.UU., el

64 Como copias de las obras de A.Th.Mahan o, por ejemplo el folleto (1898): Über Intervention inCuba, Schreiben des Achtbaren Herrn Edward Phelps an den Achtbaren Herrn Levi P. Morton undManifest der Cubanischen Colonial-Regierung, ins Deutsche übersetzt von Edmund Carl Preiss, NewYork.

65 Véase el "trabajo de invierno" del teniente naval Fremerey: "Winterarbeit des Leutnants zurSee Fremerey, Kiel, den 15ten März 1898" con el título: "Der jetzige Aufstand auf Kuba:Ursachen, Entstehung und bisheriger Verlauf." (La sublevación actual en Cuba: causas, origen ydesarrollo hasta la fecha), en: B/MF, RM 5/5923, Admiralstab der Marine, betreffend: GeheimeR.Angelegenheit. Spanische Kolonien. Vom Sept. 1897 bis August 1898, f. 8r-47r.

66 Vagts, Deutschland..., II, p. 1278ss.

67 Véase al respecto J. Smith (1995), The 'Splendid Little War' of 1898: A Reappraisal, en:History, vol. 80, n 258, February, pp. 22-37.

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Almirantazgo imperial alemán no perdió su interés por losacontecimientos que se desarrollaban en la isla y en el Caribe,tal como lo demuestran las actas en Friburgo68.

Los actores políticos de la transformación imperialista de losEE.UULos predicadores del imperialismo de los EE.UU. ("Jingoes") en1898 constituyeron un grupo estable de actores políticos dentroo próximos a la administración de los EE.UU., nacidos en losaños 50 del siglo XIX. Llegaron a tener o gozaban ya de muchainfluencia en las instituciones más importantes, es decir, enel gobierno, la política externa, el ejército, la marina y laopinión pública. Su representante más importe fue Theodore("Teddy") Roosevelt (¡Premio Nóbel de la Paz en 1906!), asícomo su mentor, el estratega de la marina capitán Alfred ThayerMahan, autor del famoso libro sobre el papel de las fuerzasnavales en la historia69 y su amigo, el senador republicanoHenry Cabot Lodge, un "intelectual-imperialista", quienclaramente apuntó hacia Cuba como el primer blanco de la nuevapolítica imperialista de los Estados Unidos70. En un sentido másamplio también pertenecieron al grupo los hermanos Henry y AdamBrooks, Alfred J. Beveridge (embajador en Londres), John Hay(posteriormente Secretario de Estado y creador de la expresión"splendid little war"71), Elihu Root, después también Secretario deEstado y Leonard Wood72, quienes económicamente eran bastanteindependientes y sobre todo disponían de una amplia influenciaen la administración, en la prensa y en las universidades.

68 Véase Ibíd., RM 5/5405: Admiralstab der Marine betreffend Nachrichten über Cuba, vom April1902 bis December 1907; RM 5/5406: dito..., vom Januar 1908 bis Juni 1914; RM 5/5407: dito...,September 1903 bis Nov. 1908.

69 A. Mahan (1890), The Influence of Sea Power upon History, 1660-1783, New York.

70 Vagts, Deutschland..., II, p. 1257.

71 Véase el artículo más reciente que compara esta exageración de Hay con la poca preparación dela acción bélica concreta por parte de los EE.UU: Smith, The 'Splendid Little War'..., pp. 23.

72 Ibid., p. 1267s. Vagts los denomina "grupo de guerra" ("Kriegsgruppe").

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Todos ellos se esforzaron considerablemente para conseguir quelos Estados Unidos ocuparan un lugar destacado como potenciamundial73 y casi todos mantuvieron muy buenas relaciones con lospersonajes más relevantes del régimen de ocupación en Cuba.Un papel destacado lo representaron los ideólogos, o mejordicho, los misioneros del protestantismo anglosajón de losEE.UU., tal como el filósofo e historiador John Fiske y elpastor protestante Josiah Strong con su obra: "Our Country: ItsPossible Future and Its Present Crisis" (publicada en 1885 y ¡con unatirada de 167.000 ejemplares!). Tampoco debe desestimarse lainfluencia del problema relacionado con la "American Frontier"74 delhistoriador Frederick Jackson Turner sobre el pensamiento y lamentalidad de los actores. La prensa sensacionalista ("YellowPress")75 de los zares de la prensa William Randolph Hearst yJoseph Pulitzer76 movilizaron el imperialismo y el chovinismo,todavía no perfilados completamente bajo las ideas principalesde la "Monroe Doctrine"77 y del "Manifest Destiny"78.Igualmente dignas de mención son las ideas políticas sobre lapermanente expansión del "imperio de la libertad" y de lasnormas del derecho como misión permanente de los EE.UU.,sintetizados en el concepto del "American Empire", utilizadotambién hasta 1898 como argumento para una "Cuba Libre" en un73 Ibid.; así como W.P.Adams (ed.) (1990), Länderbericht USA. Geschichte. Politische Kultur.Politi sches System. Wirtschaft , 2 vols., Bundeszentrale für Politische Bildung, Bonn, I, p.110ss. Sobre los grupos de actores antiimperialistas véase Zeuske, A Short History..., p. 69s.

74 J.F.Turner (1893), The Significance of the Frontier in American History; W.P.Webb (1952), TheGreat Frontier, Boston; H.E.Bolton, "The Epic of Greater America", en: American HistoricalReview, t.28, (1932/33), p. 448ss.

75 Véase J.E.Wisan (1934), The Cuban Crisis as Reflected in the New York Press, New York.

76 Ibíd.

77 Véase D.Perkins (1946), Hands Off. A History of Monroe Doctrine, Boston.

78 Inventado por John L. O'Sullivan en 1845 también en relación con Cuba; O'Sullivan estabacasado con una hermana del magnate azucarero cubano Cristóbal Madan; véanse los trabajo deOpatrny, "US Expansionism and Cuban Annexationism in the 1850s" (Ibero-Americana Pragensia,Supplementum 4/1990), Charles University Prague 1990, p. 167ss e idem, "Antecedentes históricosde la formación de la nación cubana", ibíd., 3/1984, Praga 1986, así como mi artículo "¡ConLópez a Cuba!", en: Ibero-Americana Pragensia, año XXVIII (1994), p. 65-88.

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hemisferio americano libre y republicano.En cuanto al ambiente cultural, se puede citar a RudyardKipling, llamado por Erich Angermann el apóstol delimperialismo anglosajón, quien en febrero de 1898 publicó sucélebre poema "The White Man's Burden", en el que apela a losnorteamericanos a asumir junto con los británicos la "carga"del colonialismo: Take up the White Man's burden- Send forth the best ye breed- Go bind your sons to exile To serve your captives' need; To wait in heavy harness, One fluttered folk and wild- Your new-caught, sullen peoples, Half-devil and Half-child79

De todo esto se advierte que para la mentalidad contemporáneaera sensible, cuatrocientos años después de Tordesillas, unprofundo cambio en la política colonial.

III. El factor interno: transformación nacional cubana ytransición del poder en CubaEntre febrero de 1895 y abril de 1898 se produjo una situaciónde empate militar debido al éxito de los separatistas cubanos,que con sus propias fuerzas se habían igualado con el "viejo"imperio hispánico80. La política española fue incapaz de vencermilitarmente a los separatistas y, por lo tanto, de acabar laguerra. El problema de "terminar una guerra" o, ¿como salir deuna guerra que destruye la base económica y de subsistencia deuna país? siempre fue (y sigue siendo) uno de los problemas másgraves de conflictos de este tipo. Para la intervención de losEstados Unidos en 1898 fue, sino la causa, pero el motivoprincipal.

79 Collected Verse of Rudyard Kipling, London 1912, p. 321.

80 Vea el artículo sintético de F. Pérez Guzmán (1995), En Diagonal por la Guerra de Cuba, en:Cuba: La revolución de 1895..., pp. 87-101.

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A fin de salir del empate, a partir de noviembre de 1897, hastael 31 de diciembre de 1898, la corona española implantó en Cubaun gobierno con cierta autonomía respecto a España. Junto aéste, desde 1895 hasta 1899, existió una estructura casiestatal, la "república en armas" de los separatistas. Así pues,Cuba contaba con una estructura estatal inestable y agitada,que no era ni totalmente española y que tampoco era todavíacubana. Los separatistas dominaron sobre todo los campos de laspartes orientales y centrales del país. Los españoles y, por lotanto, los autonomistas en la última fase del período colonial,controlaron las ciudades y términos municipales, pero nopudieron asegurar la producción agrícola y la protección de laspropiedades extranjeras. De hecho Cuba estaba dividida en entidades estata les provisori - as, a primera vista ideológicamente separadas por el criteriode "Cuba Libre".Sin embargo, se puede apreciar con bastante claridad que, ya apartir de 1868, en el movimiento separatista, y más aún en la"república en armas" de 1895, existían líneas divisorias menosvisibles respecto a este último criterio y el "sistemapolítico" de los separatistas, si se puede hablar de eso, era,para decirlo con cuidado, muy complicado, sobre todo en cuantoa las relaciones jefes militares y instituciones políticas(civiles). En tal situación, entre abril y agosto de 1898, estalló labreve guerra hispano-cubana-norteamericana81, con la cual lapotencia imperialista rompió el complicado empate estratégicode la larga y devastadora guerra interna. Siguieron la pazpreliminar y el armisticio del 12 de agosto de 1898, así comoel Tratado de París82 (10 de diciembre de 1898). Este tratadointernacional estableció oficialmente la "ocupación" de Cubapor parte de los Estados Unidos; una ocupación que debioterminar con el poder español sobre Cuba y, lo que es menos81 Véase Ph.S.Foner (1972), The Spanish-Cuban-American War and the Birth of American Imperialism1895-1902, 2 vols., New York/London.

82 Véanse los textos en H.Pichardo (1973), Documentos para la histo ria de Cuba , 4 vols., tomo I,La Habana, p. 540-546.

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conocido, con la "ocupación" de las partes internas central yoccidental por unidades cubanas83. El tratado fue ratificado el6 de febrero de 1899 por Washington, sin la presencia derepresentantes cubanos ni filipinos. Entretanto los filipinosse habían alzado bajo el liderazgo de Aguinaldo.

De esta forma, el año 1898, además de marcar un cambio en laforma del imperialismo de EE.UU y en la transformación nacionalcubana, puso igualmente el punto final a una transformaciónespañola. La España imperial de principios del siglo XIX, queiba achicándose debido a las guerras separatistas yrevoluciones independentistas de sus antiguos "reinos deultramar", se vio relegada a una potencia europea de tercerorden. La idiosincrácia española del significativo año de 1898la expresaron Miguel de Unamuno y la generación literaria de"1898". Este año supuso igualmente una ruptura para todas las fuerzaspolíticas internas en el drama cubano.

III. El factor interno: transformación nacional cubana ytransición del poder en CubaHasta el mes der abril de 1898 se produjo una situación deempate militar debido al éxito de los separatistas cubanos, quecon sus propias fuerzas se habían igualado con el "viejo" impe-rio hispánico.84 La política española fue incapaz de vencermilitarmente a los separatistas y, por lo tanto, de acabar laguerra. El problema de "terminar una guerra" o, ¿como salir deuna guerra que destruye la base económica y de subsistencia deuna país? siempre fue (y sigue siendo) uno de los problemas másgraves de conflictos de este tipo. Para la intervención de losEstados Unidos en 1898 fue, sino la causa, pero el motivoprincipal.

83 Hernández, Cuba and the United States..., pp. 61s.

84 Vea el artículo sintético de F. Pérez Guzmán (1995), En Diagonal por la Guerra de Cuba, en:Cuba: La revolución de 1895..., pp. 87-101.

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A fin de salir del empate, a partir de noviembre de 1897, hastael 31 de diciembre de 1898, la corona española implantó en Cubaun gobierno con cierta autonomía respecto a España. Junto aéste, desde 1895 hasta 1899, existió una estructura casiestatal, la "república en armas" de los separatistas. Así pues,Cuba contaba con una estructura estatal inestable y agitada,que no era ni totalmente española, ni era todavía cubana ytampoco era claro la forma política que tomaría esta partecubana. Los separatistas dominaron sobre todo los campos de laspartes orientales y centrales del país. Los españoles y, por lotanto, los autonomistas en la última fase del período colonial,controlaron las ciudades y términos municipales, pero nopudieron asegurar la producción agrícola y la protección de laspropiedades extranjeras. De hecho Cuba estaba dividida en entidades estata les provisori - as, a primera vista ideológicamente separadas por el criteriode "Cuba Libre".Sin embargo, se puede apreciar con bastante claridad que, ya apartir de 1868, en el movimiento separatista, y más aún en la"república en armas" de 1895, existían líneas divisorias menosvisibles respecto a este último criterio y el "sistemapolítico" de los separatistas, si se puede hablar de eso, era,para decirlo con cuidado, muy complicado, sobre todo en cuantoa las relaciones jefes militares y instituciones políticas(civiles). En tal situación, entre abril y agosto de 1898, estalló labreve guerra hispano-cubana-norteamericana85, con la cual lapotencia imperialista rompió el complicado empate estratégicode la larga y devastadora guerra interna. Siguieron la pazpreliminar y el armisticio del 12 de agosto de 1898, así comoel Tratado de París86 (10 de diciembre de 1898). Este tratadointernacional estableció oficialmente la "ocupación" de Cubapor parte de los Estados Unidos; una ocupación que debio85 Véase Ph.S.Foner (1972), The Spanish-Cuban-American War and the Birth of American Imperialism1895-1902, 2 vols., New York/London.

86 Véase los textos en H.Pichardo (1973), Documentos para la histo ria de Cuba , 4 vols., tomo I,La Habana, p. 540-546.

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terminar con el poder español sobre Cuba y, lo que es menosconocido, con la "ocupación" de las partes internas central yoccidental por unidades cubanas.87 El tratado fue ratificado el6 de febrero de 1899 por Washington, sin la presencia derepresentantes cubanos ni filipinos. Entretanto los filipinosse habían alzado bajo el liderazgo de Aguinaldo.

Los grupos de actores políticos cubanos ante transformación ytransición En 1898, el separatismo cubano contaba con tres centrosinstitucionales de poder suprarregional. Estos centros oactores institucionales y/o colectivos estaban controlados pordiferentes grupos de actores políticos, a saber: El ejército mambí, con unos 33.400 militantes88, controlado enla cúpula por el grupo de "libertadores" (Máximo Gómez, CalixtoGarcía), los llamados "pinos viejos" o "militares", verdaderosportadores del contrapoder cubano, con poderes "casiabsolutos"89 en las regiones controladas por ellos. En 1898estos libertadores eran colmado de gloria militar, con unaaltísima legitimidad tradicional entre la masa del pueblo,proveniente ya de su lucha en la Guerra de los Diez Años, ycarismático, según los conceptos de M.Weber. Eran los "jefesvisibles"90 de la guerra de independencia y en Cubaincomparablemente mucho más conocidos que José Martí.Inmediatamente antes de la intervención norteamericana lasrelaciones de estos jefes militares con las instituciones"civiles", como el Consejo de Gobierno, eran tan malas como enlos finales de la guerra de 1868-1878 y muchos esperaban unadictadura militar de uno de los libertadores91 como resultado deuna victoria de los separatistas. Sin embargo, en tanto que

87 Hernández, Cuba and the United States..., pp. 61s.

88 Véase la discusión de los números en Ibíd., p. 51.

89 Véase la carta de C.García a Méndez Capote del 1 de Mayo de 1898, en: E.Collazo, Losamericanos en Cuba, 2 vols., La Habana 1905/06, pp. 168-174.

90 Cfr. J.Ibarra (1972), Historia de Cuba, La Habana, p. 324.

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instrumento de poder, el ejército se caracterizó por unas muycomplicadas relaciones entre sus componentes socioétnicos (70-85% de afrocubanos) y la estructuración regional del podermilitar (caudillismo regional, la guerra como "economía desubsistencia" después de tres años de lucha). Para el problemadel caudillismo la actuación de C.García en los últimos tiemposde la guerra es un ejemplo excelente. Además, debido al rápidoéxito de la intervención norteamericana y a las disposicionesdel Tratado de París el ejército había perdido su enemigoexterior y sus medios de suministro y subsistencia ("la guerraalimenta la guerra"); la agricultura, sobre todo la de sub-sistencia, estaba destruida y ya no se necesitaban soldados,sino campesinos. Pero también los propios libertadores, sobretodo Máximo Gómez, habían perdido su razón de ser en cuanto ala lucha contra los ejércitos españoles. Quedó como un nuevo"enemigo" posible el ejército americano92 y la competencia porla organización del futuro gobierno cubano entre loslibertadores y la Asamblea de Santa Cruz del Sur o "del Cerro",como también entre los libertadores mismos. Con elmantenemiento del contról sobre el ejército, aunque sea en lacuestión de su descomposición, los libertadores militaresganaron otra vez importancia para la transición del poder.El Gobierno constitucional ("Consejo de Gobierno", hasta el 23de octubre de 1898) de "república en armas" y la AsambleaConstituyente de Santa Cruz del Sur o "del Cerro" (del 24 deoctubre de 1898 hasta el 4 de abril 1899), dominadoprincipalmente por un grupo heterogéneo de políticos "civili-stas", muchos abogados (y como los llamó "coroneles y generalesen ascenco"), y algunos militares de segunda fila, muchos deellos de los llamados "pinos nuevos" de la generación de Martí,como Bartolomé Masó, Freyre de Andrade, Domingo Méndez Capote,91 Véase por ejemplo O.Ferrara (1942), Mis relaciones con Máximo Gómez, La Habana, p. 241.

92 Hernández, op. cit, pp. 66-70 discute la posibilidad de una lucha armada contra los EstadosUnidos y cita algunos generales cubanos que se pronunciaron positivamente en cuanto a tal"nueva" lucha. A pesar de que algunas partes de proclamas o otras manifestaciones públicas deMáximo Gómez se podría interpretar también en tal sentido, Hernández ve en la edad, en el hondorealismo y en el cansancio de la larga lucha las razones principales porque ni C.García niM.Gómez empezaron la lucha contra Shafter o Brook.

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Juan Gualberto Gómez, Manuel Sanguily y unos cuarenta más93,entre ellos el grupo villareño (José Miguel Gómez, José deJesús Monteagudo). Mediante este actor institucional los gruposde políticos de segunda fila podían reclamar una legitimitadlegal según la Constitución de Yaya y una legitimitadtradicional no muy fuerte, basándose en la actuacióngubernamental durante la Gran Guerra y en el principio de la"supremacía civil" de Martí, para no referirse a los principiosde democracia e igualdad, que muchos de estos políticosrechazaban ante un supuesto "peligro negro". Sin embargo, labase más fuerte de poder de algunos de estos grupos laconstituía indudablemente su arraigo provincial y regional.Evidentemente no todos los grupos que integraban este cuerpolegislativo gozaban de tal raigambre, sino sobre todo loscaudillos militares de ciertas regiones y provincias. El centrodecisivo para verificar la transición del poder bajo autode-terminación cubana hubiera sido realmente la Asamblea deRepresentantes como actor institucional. Sin embargo, ésta noactuaba como un centro, sino que en ella actuaban losdiferentes grupos que aspiraban el poder nacional, rechazan elpoder de los "militares" y a la vez querían asegurar su poderprovincial y regional. Así, para muchos de los asambleístas elobjetivo primordial era evitar la influencia de otros en elpoder central. Además, en 1898, la Asamblea, en tanto queinstitución nacional, se encontraba sometida a una doblepresión interna, a saber: la "cubanización" del poder colonialpor parte de España y el ya viejo conflicto con los "libertado-res" militares, sobre todo Calixto García (que a la vez eraasambleísta) y - más tarde, en 1899 - con Máximo Gómez. Gómezen este momento histórico para la masa de los cubanos y cubanasrepresentaba el proyecto nacional cubano, la Asamblea no, peroa él le faltaba la fuerte base territorial con la que contabanalgunos caudillos militares de segunda fila. Máximo Gómez eramuy consciente de lo complicado de su situación, por lo querepetidamente aludía a su origen "extranjero". Este conflicto,93 Véase la lista de miembros de la asamblea en Academia de la Historia de Cuba (1932),Colección de Documentos, vol. V (1898-1899), La Habana, XVI-XVII.

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que se vió agudizado con el problema del control sobre elejército en el período de agosto de 1898 hasta laautodisolución de la Asamblea, fue la causa de la falta deunión en el mando del separatismo cubano. Como ya se hamencionado, en cierta medida las estructuras básicas de poderdel ejército eran las mismas que las de algunos actores en laAsamblea Constitucional, como lo demuestran por ejemplo lasactuaciones del grupo villareño94. La dirección del Partido Revolucionario Cubano (PRC) y la JuntaCubana, que a partir de la muerte de Martí había actuado sobretodo como representante exterior del separatismo cubano, asícomo grupo de presión ante el gobierno de Washington eigualmente como representante principal de los centros deemigración cubana (Florida, costa oriental de Estados Unidos,varias ciudades latinoamericanas y París95). El grupo másimportante de actores políticos se concentró en torno a lapersona de Tomás Estrada Palma (Gonzalo de Quesada y losconsejeros militares en 1898, Emilio Núñez y Joaquín CastilloDuany, así como, entre mayo y septiembre de 1898, DomingoMéndez Capote), el último presidente de la República en Armasde la Gran Guerra y escogido por el propio Martí como delegadodel PRC. Este grupo era primordialmente civilista y no poseíacasi ninguna legitimitad dentro de Cuba. Pero Estrada Palmaestaba apoyado también por personalidades con grandes podereseconómicos como Emilio Terry y los Abreu96 y representaba acapas sociales importantes que preferían una unión con losEE.UU, lo que en aquel entonces era sobradamente conocido. En la segunda mitad de 1898 y primera mitad de 1899 este grupose transformó en un actor social y político decisivo parainiciar la transición pactada bajo control de las fuerzas deocupación. En este período Estrada Palma mantuvo excelentes

94 Véase Ferrara, Mis relaciones..., p. 215ss; véase también A.Linares Fleytas (1955), El MayorGeneral José de Jesús Monteagudo, La Habana.

95 Véase P.Estrade (1984), La colonia cubana de París 1895-1898, La Habana.

96 En cuanto al arraigo social y familiar del grupo de Estrada Palma, véase J.M.Pérez Cabrera(1945), Una cubana ejemplar: Marta Abreu de Estévez, La Habana, p. 15ss.

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relaciones con los "libertadores" en el conflicto con laAsamblea Constituyente por un lado y con autonomistas por elotro. Los autonomistas, por lo tanto, fueron otro polo de poder consus respectivos grupos de actores políticos, hasta ahora amenudo investigados. Estos contaron entre finales de 1897 y losprimeros meses de 1898 con un éxito sin lucha y, basandóse enlos resultados de las elecciones de 1898, con un apoyo socialconsiderable, sobre todo en algunas regiones de mayorproducción azucarera97. Según parece, primordialmente en LasVillas, se unieron bastante rápidamente con el grupo de losseparatistas, tal como puede leerse en las memorias de OrestesFerrara98 y como también se reconoce claramente en el desarrollodel Partido Republicano Federal de las Villas99. Así, este año fue testigo de un triunfo militar de losindependentistas, pero sin independencia y de una paz que leentregó concretamente a los EE.UU el primer territorioamericano de verdadero peso fuera del continente. Sin embargo,los imperialistas, debido a los problemas reales de lasituación en Cuba y a la fuerza de su separatismo, tampocotenían una concepción clara al respecto.

97 Véase la descripción de la postura de E.Giberga ("full Afro-Cuban participation") y laevaluación - a mi modo de verlo demasiado generalizada - : "Autonomy received little support inCuba" de A.Helg (1995), Our Rightful Share. The Afro-Cuban Struggle for Equality, 1886-1912 ,Chapel Hill and London 1995, pp. 82, 89. En una de las regiones con un porcentaje muy alto deantiguos esclavos (de la región misma - ver Scott, Slave Emancipation..., pp. 92-96 - y muchosrecien venidos de otras regiones cubanas), en Santa Isabel de las Lajas, en 1898 losautonomistas tenían muy buenos resultados. En las últimas elecciones bajo contról español, losde 1898, tomaban parte por lo menos 246 antiguos esclavos que formaban el 17,25% de todos loselectores (potencialmente 1655, de los cuales 1426 habían votado). Y todavía en 1900, en lasprimeras elecciones bajo contról norteamericano fue electo un negro autonomista, el sastre JuanOquendo con 418 votos; véase "Lista por orden alfabético de apellidos y connumeracióncorrelativa, de todos los vecinos mayores de veinte y cinco años que constan en el censo generalde población con expresión de la edad, domicilio, profesión y si sabe leer y escribir", en:Archivo Provincial de Cienfuegos, leg. 3, exp. 161, inv. 1 (28 Enero - 2 Marzo 1898), así como:Archivo de Lajas, Partido Municipal (18 de Junio de 1900), "Expediente relativo á laproclamación y toma de posesión del Ayuntamiento y demás funcionarios electos en las eleccionesdel día diez y seis de Junio de 1900", f. 1r.

98 Véase Ferrara, Mis relaciones ..., p. 215ss.

99 R.de Armas/F.López Segrera/G.Sánchez Otero (1985), Los partidos políticos burgueses en Cubaneocolonial 1899-1952, p. 61ss.

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Así comenzó la primera ocupación que duró desde el 1 de enerode 1899 hasta el 20 de mayo de 1902. Este período, una vezfinalizado, puede caracterizarse como una estrecha transiciónpactada. El resultado de esta transición pactada respecto a lasituación del poder gubernamental y los grupos de actorespolíticos sería el Gobierno de Tomás Estrada Palma de 1902 a1906. En la historiografía retrospectiva cubana el representante dela "revolución bella" es José Martí, mientras que elrepresentante de la "revolución fea" fue y sigue siendo EstradaPalma. No obstante, el primer presidente de la Cuba republicanafue actor de la transformación y el representante de losresultados reales - no soñados - de guerra, revolución ytransición pactada.Martí no fue un actor real ni de la guerra y la revolución, nide la transición. Un interrogante interesantísimo es elsiguiente: ¿qué fuerza e influencia tuvieron su ilusión heroicay el martianismo entre los otros actores principales y entrelos integrantes "normales" del ejército mambí en aquel entonces(digamos entre 1895 y 1902)? ¿O es el martianismo una creaciónde los sucesores, fruto de la desilusión ante los resultados dela revolución por un lado y de la necesidad de un "almanacional", de una legitimación "revolucionaria" por parte delnuevo sistema político después de 1902, por otro lado? En otraspalabras, ¿nos encontramos aquí con un caso más de una"tradición inventada", o es tan ambivalente, que es ambas cosasa la vez? Como afirman E.M.Santi y O.Ette, hasta finales de1898 Martí en Cuba prácticamente no era conocido100 y todavía laprimera generación republicana de Cuba veía a Martí como figuramuy ambivalente y como "martir y loco, líder y fracasado, heroey suicida"101. Su renacimiento ideológico empezó sólo en los añosdespués de 1902. A partir de los años veinte se puede hablar de100 Ette, José Martí..., p. 22ss; véase también a E.Roig de Leuchsenring (1939), En 1899 sólo 16cubanos representativos comprendían y admiraban a Martí, en: Carteles, La Habana, 29.1, p. 38(cfr. Ette, op. cit., p. 445).

101 E.M.Santi (1986), José Martí and the Cuban Revolution, in: C.Mesa-Lago (ed.), Cuban Studies,16, Pittsburg, pp. 138-167, p. 143.

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un "culto a Martí"102. Pero ya algunos años más temprano uno delos protagonistas desilusionados de la lucha de liberaciónnacional, le médico militar y asambleísta Carlos T.Trujillo, loexpresó en forma bastanta clásica: "A medida que transcurrenlos años, desde que en Dos Ríos, cayera el Cristo de América,la figura espiritual de Martí crece y crece hasta tocar lasnubes."103

Bases y condiciones de la transición del poder 1898 - 1902Ya a partir de los últimos decenios del siglo XIX los EE.UU.habían comenzado a transformarse en la metró poli económi ca deCuba104. Una sola cifra es suficiente para detectar este hecho: duranteel período de ocupación se invirtieron en la isla alrededor de30 millones de dólares americanos, aunque hasta en los primerosdecenios de la vida republicana grupos hispano-cubanosmantuvieron muy fuertes posiciones en el sector azucarero y enotros sectores de la economía insular.El Tratado de Reci procidad fue solamente la expresión legal deestas relaciones económicas y, por lo tanto, forma parteimportante del "pacto" entre sectores de la sociedad cubana, odentro o fuera del país, grupos oligarquícos así como grupos deactores políticos y los Estados Unidos. Su aceptación por losEE.UU. estuvo vinculada a la aceptación de la Enmienda Platt por los cubanos. El tratado comprendía aspectos del comercioexterior y de la política aduanera que fueron estipulados enforma de un tratado, en el que figuraba el interés básicoeconómico para la política de los EE.UU.La nueva potencia hegemónica de Cuba trató de resolver losproblemas reales mediante su variante de transición del podergubernamental en Cuba. Como primer "gobierno estable" se formó

102 Ibíd., p. 143ss; Ette, José Martí..., p. 54s.

103 C.T.Trujillo (1943), De la guerra y de la paz , La Habana, p. 50.

104 Véase Zanetti Lecuona (1985), "El comercio exterior de la república neocolonial", en:Historia de las Relaciones de EE.UU. con Cuba. Selección de lecturas, comp. Fca. López Civeira,La Habana, p. 24-53.

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el Gobierno de ocupación.En la mayoría de los trabajos se destacan las siguientescaracterísticas y elementos culminantes de esta transiciónpactada:El fundamento por excelencia fue la "Joint Resolution" del 8/20de Abril de 1898. Ambas cámaras del congreso estadounidenseemplearon su medio más poderoso. Con ello el presidente McKin-ley podía intervenir legalmente en el conflicto manu militari105.Sin embargo, la resolución conjunta también contiene la nítidafrase (en el punto 1): "El pueblo de Cuba es y debe ser libre eindependiente de acuerdo a la ley " y (en el punto 4): "... Elgobierno y la soberanía de la isla tiene que ser transferido asu pueblo"106. En este sentido para Cuba la "independencia" quedósin resolver107. Se puede afirmar con Pérez Jr., que la ocupaciónmilitar se implantó en el primer momento sin una "políticacoherente o sin metas definidas", [que sobrepasaran la JointResolution] y, además, sin una buena preparación militar108. Así,también debe hablarse de contratendencias en la política de losEE.UU, por ejemplo: La "Resolución Teller" del Congreso, con motivo de ladeclaración de guerra contra España109, o el Foraker-Amendment110,

105 J.M.Hernández (1993), Cuba and the United States: Intervention and Militar ism, 1868-1933 ,Austin.

106 Pichardo, Documentos..., I, p. 510.

107 Véase Ibíd., p. 50ss.

108 Pérez Jr., Cuba Between Empires..., p. 271; sobre la preparación y el cáos de la ejecuciónmilitar véase: J.Smith, The 'Splendid Little War' of 1898: A Reappraisal, en: History, vol. 80(Febr. 1995), n 258, pp. 22-36.

109 "...the United States hereby disclaims any disposition or intention to exercise sovereignty,jurisdiction, or control over said Island [Cuba - M.Z.], except for the pacification thereof,and asserts its determination, when that is accomplished, to leave the government and controlof the Island to its people.", cf. H.U.Faulkner (1954), American Economic History, New York, p.559s.

110 "No property franchises, or concessions of any kind whatever, shall be granted by the UnitedStates, or by any other military or other authority whatever in the Island of Cuba during theoccupation thereof by the United States...", cf.: Foner, The Spanish-Cuban-American War..., II,p. 470.

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que no consiguió imponerse, o bien tuvo que ser notablementemodificado, pero que también puede remitirse a la JointResolution en relación a su posición "antiimperialista" en lacual se expresaron intereses específicos en torno a la madera,el azúcar o el tabaco. El mismo McKinley, en su mensaje alCongreso, se sirvió de un lenguaje muy claro cuando solicitó laautorización para la intervención. El presidente sólo mencionóun "Gobierno estable", capaz de mantener el orden y garantizarla paz y la vida de los ciudadanos, así como el cumplimiento delas obligaciones internacionales111 de Cuba. Este problema de un"Gobierno estable" debió desempeñar el papel de punto dequiebra en el desarrollo de las relaciones de la nueva Cuba conlos EE.UU. Esto resultó claramente evidente en la política dela administración norteamericana respecto al movimientoseparatista cubano, que nunca fue reconocido como partebeligerante112, ni tampoco sus autoridades elegidas (El Consejode Gobierno, los Presidentes, la Asamblea de Representantes).El reconocimiento de hecho ("de facto") de autoridades de laparte cubana sólo se produjo en los casos concretos decooperación militar y en el caso de Máximo Gómez, cuando ladivisión y la posibilidad de sacar provecho de la ocasión sir-vieron para la disolución del Ejército Libertador y apoyaron lapolítica de crear un grupo estable de poder con apoyo de"libertadores" cubanos. Pero la política externa reflejaba losproblemas internos del separatismo cubano. Desde otraperspectiva, algunos de los actores políticos importantes de laparte cubana utilizaron eficazmente las posibilidades decooperación para reforzar su propia posición contra los otroscentros de poder cubanos en el proceso de la incipientetransición.A fin de controlar mejor el país se elaboró el censo de 1899113,

111 Ibíd., p. 509.

112 Véase la raíz del problema de la beligerancia en la "cuestión del Alabama" durante y despuésde la guerra secesionista en los Estados Unidos, en: R.Guerra (1950), Guerra de los Diez Años,2toms., La Habana, I, p. 173.

113 War Department, Office Director Census of Cuba (1900), Report on the Census of Cuba, 1899,

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que más bien se trató de la aplicación de la demografía y laestadística como "ciencias del dominio social", para darle másestabilidad a cualquier gobierno de Cuba. Sin embargo, al igualque el censo más fiable de este siglo también demuestra ladoble cara de los esfuerzos de esta nueva "potencia de orden":

Blancos(Hombres) 563113 (Mujeres) 489284 (Total) 1052397Población de color(Hombres) 252092 (Mujeres) 268308 (Total) 520400Total 815205 757592 1572797

Los otros puntos culminantes de la política de ocupación fueronla Constitución de 1901114 y la "Enmienda Platt"115 de 1901. Entre1903 - 1934 el (§ VII)116 formó parte de la constituciónrepublicana de Cuba. Esta "relación especial" aseguraba a losintereses norteamericanos las bases militares de Guantánamo yBahía Honda117. En un primer momento los EE.UU exigieron la Islade Pinos, Guantánamo, Nipe, Bahía Honda y la Bahía deCienfuegos - "para siempre y eternamente".Otro resultado fue el tratado de reciprocidad de 1902, yamencionado118. El conjunto de estas "relaciones especiales" entre

Washington. Véase también K.F.Kiple (1976), Blacks in Colonial Cuba, 1774-1899, Gainesville, p.75ss así como el apéndice donde aparece la gran cantidad de muertos entre la población de colory sobre todo de varones negros en los tiempos de guerra. Sobre las muertes de individuos derango en grupos de actores políticos, véase también Alejandro del Pozo Arjana (1898), Páginasde sangre o el libro del cubano. Relación de los caudillos cubanos muertos en la actual campaña(1895 a 1898), La Habana, Imprenta "La Juventud".

114 Véase Pichardo, Documentos..., II, p. 74-101.

115 Véase el trabajo clásico de Emilio Roig de Leuchsenring (1973), Historia de la EnmiendaPlatt, La Habana.

116 Pichardo, Documentos..., II, p. 118-120.

117 Véase "Convenio de Arrendamiento" de febrero de 1903, véase Pichardo, Documentos ..., II, p.250-252.

118 Véase Zanetti Lecuona (1989), Los cautivos de la reciproci dad , La Habana.

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EE.UU. y Cuba fue definitivamente estipulado desde el punto devista del derecho internacional en el "Tratado Perma nen te" del22 de mayo de 1903, que es la verdadera expresión político-jurídica del "pacto". El texto de este tratado es sumamenteinteresante como discurso histórico. De hecho, el texto de lossiete primeros artículos de la Enmienda Platt se repite dosveces, una vez como referencia en el anexo de la Constitucióncubana, promulgada el 21 de febrero de 1901, y por segunda vezlos siete artículos, más un octavo, aparecen en el texto delnuevo tratado que describe todo ello como un "Tratado" yestablece las modalidades de su ratificación119. En 1934 la Enmienda, con excepción del modificado § VII sobrela base militar de Guantánamo (nuevo tratado), fue suprimidapor Cuba y la Administración de Franklin D.Roosevelt120. Estos motivos así como condiciones externos y legales de la"transición pactada" hacia la "República de 1902" serían loscimientos sobre los que se erigiría el "gobierno estable" de laresolución conjunta y, mucho más aún, el Tratado de París. Apesar de los párrafos de la Joint Resolution - que refuerzan laindependencia de Cuba sin condiciones -, de la Teller-Resolution del Congreso, así como de las leyes de Foraker - quemás bien se refieren a Puerto Rico - y de la políticarelativamente prudente del General Brooke, en la política deocupación se impuso primero el enfoque anexionista de LeonardWood, quien por tal objetivo había sido elegido para el cargopor el grupo "imperialista" en la administraciónnorteamericana. Pero - ¿tal vez por la política hábil de laparte cubana? - también él tuvo que reconocer que una anexiónabierta no obtendría éxito. Por eso inventó, junto con fuertessectores de emigrados cubanos, el lema de la "anexation byacclamation" y pactó por su lado tanto con sectores de losseparatistas, como también con autonomistas e integristas a finde impedir que surgiera una "Cuba libre e independiente", talcomo lo había postulado el ala radical de los independentistas.119 Pichardo, Documentos ..., II, p. 253-256.

120 Véase B.Wood (1961), The Making of the Good Neighbor Policy, New York/London, p. 48ss.

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En el proceso de transformación en Cuba también puedeconstatarse un cambio en la influencia de los EE.UU.; dichollanamente, los EE.UU no sólo demostraron en Cuba, en PuertoRico, así como en las Filipinas, su nuevo papel internacionalcomo potencia hegemónica en el continente americano y en elmundo, sino también lo hicieron con diferentes métodos. Estopermitió la reelección de los "imperialistas" McKinley en laselecciones de 1901 y de Theodore Roosevelt como vicepresidente.Desde la muerte de McKinley, en el 14 de septiembre de 1901,"Teddy" desempeñó el cargo de presidente de los EE.UU. El prin-cipal tema electoral fue la expansión norteamericana; suapetito se había acrecentado durante la comida. Una difundida einfluyente "Short History of the United States"121 comenta alrespecto: "It was evident that the people were satisfied at theprospect of playing a new rôle in world affairs"122. Sin embargo, todavía en 1897/98 el asunto se había visto demanera completamente diferente. De hecho, ¡los EE.UU apoyaronde hecho la implacable política militar de Weyler!, lo quepuede demostrarse con la simple decisión de comenzar la guerracontra España: Las ambiciones imperialistas de los actores políticos en losEE.UU estuvieron profundamente influidas por los"acontecimientos" y, sorprendentemente, por el "tiempo enCuba", pero sobre todo por "el riesgo de una permanente amenazadel nuevo auge económico en los Estados Unidos después de unacrisis estructural, por el peligro bélico latente en Cuba".123 Esdecir, sobre todo ¡por la incapacidad de España de poner fin alconflicto y de asegurar las propiedades americanas contra lapolítica de la "tea" de plantaciones y estallidos azucareros enCuba! Ya en 1968 Hans-Ulrich Wehler señaló netamente que todas

121 by J.Spencer Bassett, New York 1939, p. 817.

122 Ibíd. Véase la opinión opuesta: T.A.Bailey (1937), Was the Presidential Election of 1900 aMandate on Imperialism?, en: Mississippi Valley Historical Review, XXIV, Jan., pp. 43-52. Elautor hace resaltar que la expansión colonial en esta elecciones fue tomado como parte delpasado, no como una tarea para el futuro.

123 Wehler, "Cuba Libre"..., p. 344.

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las justificaciones humanitarias e ideológicas se hicieron postfactum; para los EE.UU se trataba claramente de sus intereses"duros" en Cuba124. La justificación humanitaria sólo llegódespués, cuando el Presidente McKinley profirió las frasesacerca de la "Providence of God and in the name of human pro-gres and civilization...", que él había expresado en susplegarias la noche antes de tomar la decisión de intervenir enla Isla del azúcar125.

IV. El problema de la transición pactadaA pesar de que en su "Proclama de Narcisa", del 29 de diciembrede 1898, Máximo Gómez escribió literalmente: "El período detransición va a terminar"126, la "transición" histórica seprodujo de forma competamente diferente a como la habíaimaginado el general. Así, en 1902 también expresó la profunda desilusión de losideales separatistas de la "Cuba Libre", lo que forma parte delproblema de la "ilusión heroica" de los separatistas tras másde treinta años de lucha. Cuando la bandera cubana fue izada envez de la de los EE.UU. en el mástil del palacio de la antiguacapitanía general de la Habana (Palacio Presidencial), después124 Desde el 1 de junio de 1896, la administración en Washington disponía de una planificaciónmilitar para una posible guerra contra España. No obstante, todavía en el primer año de lapresidencia de MyKinley (desde marzo de 1897), la administración daba preferencia a un "homerule" (autonomía) y a posibles reformas de España en Cuba. Véase Wehler, "Cuba Libre"..., p.339ss. En el período comprendido desde mayo hasta otoño de 1897, los EE.UU. hicieron intentos dedeliberaciones con la "Madre patria", pues durante la estación de las lluvias no hubo en Cubagrandes acciones militares. En el invierno cubano, cuando se emprendieron las accionesmilitares más importantes, Washington esperaba una victoria decisiva de las armas españolas y,sobre todo, una estabilización de la situación económica en Cuba. Sin embargo para entonces yaestaba claro que si España no conseguía éxitos decisivos, los EE.UU tendrían que decidirse ainiciar una acción militar por su parte. Por eso se alude con frecuencia al "tiempo en Cuba" enlas cartas del grupo imperialista. Sin embargo, hasta llegar a tomar tal decisión, McKinleyestaba dispuesto a esperar el resultado de los acontecimientos en Cuba e incluso a no dar apoyoa los separatistas. Por ello, la guerra no comenzó después de la publicación de la carta deDupuy de Lôme (9 de febrero), ni tampoco después de la explosión del "Maine" (15 de febrero),sino al empezar de nuevo la estación de lluvias, a principios del mes de abril. Véase ibid., p.344s.

125 Cf. Faulkner, American Economic History..., p. 559.

126 Pichardo, Documentos..., I, p. 538.

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de la transición pactada de 1898 hasta 1902, él expresó: "Estono es la república por la cual hemos luchado, esto no es laindependencia absoluta por la cual hemos soñado..."127. A pesarde estas palabras y de la profunda desilusión ¿o quizá porellas? el "viejo de la Quinta de los Molinos" fue la figura másimportante de la transición pactada en su forma concreta. A mi modo de ver en Gómez es preciso diferenciar claramente suconcepto de nación y, a partir de éste, su postura ante losEstados Unidos. Subjetivamente no se puede inculpar al "viejo"de los sesenta años de dominación norteamericana, como lo haceHugh Thomas128, pero cabe la expresión, como la hizo EstébanMontejo: "Máximo Gómez, que para mi sabía algo, se calló ymurió con el secreto"129. En cuanto al concepto de nación de Gómez, en su carta alCapitán General Blanco expresa un concepto de la naciónesencialmante racional y político, proveniente de la RevoluciónFrancesa: "Ud. representa en este Continente una Monarquíavieja y desacreditada y nosotros combatimos por un principioamericano; el mismo de Bolívar y Washington. [...] Yo sólo creoen una raza: la Humanidad; y para mi no hay sino buenasnaciones y malas; España habiendo sido hasta aquí mala..."130.Para Gómez los testigos de su concepto son, como se puede leer,Bolívar y Washington131. Después, solamente después, en 1902 porejemplo, fue cuando este concepto de "nación buena" pudo serdenunciado como una ilusión. Hasta la llegada de losnorteamericanos para Máximo Gómez, y para muchos otros, esteconcepto de nación "política" era su verdad y el fundamentomental de la lucha contra otro concepto de nación. Este otro

127 Cf. Pérez Jr., Cuba Between Empires..., introducción, p. XV.

128 H.Thomas (1971), Cuba or the Pursuit of Freedom, London, p. 379.

129 Cimarrón, op. cit., p. 157.

130 Cf. F.Martínez Arango (1973), Cronología crítica de la guerra hispano-cubanoamericana, LaHabana, p. 161.

131 Cf. Thomas, Cuba ..., p. 378s.

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concepto "cultural" de nación se afirma con el romanticismo. Enél, la nación aparece "como una comunidad fundada en un mismoorigen, con una historia común y múltiples rasgos culturalescompartidos por sus habitantes que la diferencian de otrascomunidades"132. El General Blanco en su carta a Máximo Gómez(22/4/1898) se basa justamente este último concepto de nación,cuando llama a cubanos y españoles, en la lectura de MáximoGómez, descendientes "de una misma raza"133.Motivos externos y legales de la "transición pactada" desde losinstrumentos de gobernación - como los previó el programa deMartí - hasta los reales de la "República de 1902" serían loscimientos sobre los que se erigiría el "gobierno estable" de laresolución conjunta y, mucho más aún, el Tratado de París. Apesar de los párrafos de la Joint Resolution - que refuerzan laindependencia de Cuba sin condiciones -, de la Teller-Resolution del Congreso, así como de las leyes de Foraker - quemás bien se refieren a Puerto Rico - y de la políticarelativamente prudente del General Brooke, en la política deocupación se impuso el enfoque anexionista de Leonard Wood,quien por tal objetivo había sido elegido para el cargo por elgrupo "imperialista" en la administración norteamericana.También él tuvo que reconocer que una anexión abierta noobtendría éxito. Por eso inventó, junto con fuertes sectores deemigrados cubanos, el lema de la "anexation by acclamation" ypactó tanto con sectores de los separatistas, como también conautonomistas e integristas a fin de impedir que surgiera una"Cuba libre e independiente", tal como lo había postulado elala radical de los independentistas. La base interna que posibilitó la aplicación de una transiciónpactada entre la potencia de ocupación y fuerzas cubanas fueronlos conflictos entre los centros de poder cubanos. Hasta hoy en132 Guerra, "Identidades et [sic] independencia: La excepción americana", en: Imaginar laNación. Cuadernos de Historia Latinoamericana, nº 2 (1994), p. 93ss.

133 Thomas, Cuba..., p. 378. Las dos cartas vienen reproducidas en: Martínez Arango,Cronología .., pp. 159-162 (Apéndice I). Blanco escribe textualmente, proponiendo "... unaalianza de ambos ejércitos [el español y el cubano - M.Z.] en la ciudad de Santa Clara":"...rechazaremos al invasor y libraremos de un yugo extranjero a los descendientes de un mismopueblo."; Ibíd., p. 160.

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día esto parece ser uno de los grandes "secretos" de lahistoria cubana, el que justamente los conflictos delseparatismo aportaran los fundamentos internos del pactismo y,como grupo de actores de la transición pactada, lossobrevivientes de los "cuatro grandes" (J.Martí, A.Maceo,M.Gómez, C.García) del panteón nacional cubano alcanzaron rangode símbolos. Esteban Montejo, el "cimarrón", lo formuló desdela perspectiva de un esclavo negro recién (oficialmente)liberado y todavía políticamente poco integrado: "...loscriollos blancos criollos fueron tan culpables como ellos [losnorteamericanos - M.Z.], porque se dejaron mangonear [dominar -M.Z.] en su propia tierra"134.El problema de la historia de las ideas, que aquí no puede seranalizado, sino solamente mencionado, es que el ideal martiano,o mejor dicho, la necesaria ilusión heroica cubana, si bientuvo fuerza para iniciar la revolución de independencia, debidosobre todo a la incansable labor de Martí, ya no contó con unabase fuerte en uno de los grupos de actores políticos despuésde la muerte de Martí (1895) y de Antonio Maceo (1896). Elúltimo, como es bien sabido, no era partidario de todas lasideas de Martí. ¿Será porque intuía o percibía la escasa fuerzareal de su ideal que Martí se inmola en 1895? De todas formas,como reinvención permanente de una ilusión heroica personifica-da135, la figura del "héroe nacional" ha aportado una inmensafuerza ideológica.

Los instrumentos del pactismoLa transición pactada concreta y el control por parte de laadministración militar norteamericana hasta 1902136 y de 1906 a1909 fueron asegurados por instrumentos digamos "técnicos" dedominación que se fundaron en las ya mencionadas bases y

134 Cimarrón, ed. M.Barnet, La Habana 1967, p.

135 Véase de Armas Delamarter-Scott, José Martí..., passim.

136 Aquí los "instrumentos" se limitan al período 1899-1902 y siguen, en grandes linéas, perocambiando el órden, a las "principales medidas" que expusieron de Armas/López Segrera/SánchezOtero, Los partidos políticos..., pp. 36s.

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condiciones. Con ello se crearon por fin para la políticanorteamericana respecto a América Latina los fundamentos paraestablecer un modelo para la in tervención de los EE.UU. en el sur de sus fronteras, que pronto encontrará aplicación enPanamá (1903) y que se extendió hasta la segunda mitad denuestro siglo: "a counterrevolutionary intervention to rescue adependent socioeconomic system threatened by ingeniousrevolutionary forces"137. Esta definición de Louis Pérez Jr. haceresaltar, como muchos otros trabajos el importantísimo factorexterno o, más bien dicho, la dimensión interamericana. Cuba,como también Puerto Rico (y las Filipinas), se transformaría enun campo de experimentación de esta política neocolonial de losEE.UU. Si se analiza bien los instrumentos más importantes dela transición, sobre todo, si se valora el transcursocronológico, es decir el problema de "antes-después", sereconocerá bastante claro la participación cubana en cuanto ala instalación de la ocupación y a la disolución de centros depoder cubano y, por fin, a la transición del poder:1º) La ocupación militar del territorio cubano por un ejércitode unos 50.000 hombres durante un tiempo no definido138 y junto aél, en 1898 y en los primeros meses de 1899, un "co-ocupador"en los territorios rurales cubanos, sobre todo en el interiorde las partes centrales y occidentales de la Isla: el ejércitomambí de unos treinta mil hombres armados y hambrientos. El mando de las fuerzas ocupantes norteamericanas primeroestuvo a cargo del General John R.Brooke (1 de enero de 1899 -20 de diciembre de 1899) y posteriormente del "anexionista"General Leonard Wood (20 de diciembre de 1899 - 20 de mayo de1902), médico militar, antiguo gobernador de Santiago de Cuba y"Rough Rider". La limitación temporal de la ocupación no sedefinió, lo que aportó el punto de presión política más im-portante. 137 Pérez Jr., Cuba Between Empires..., p. 378.

138 Los EE.UU mandaron entre el 13 de Diciembre de 1898 y 17 de Febrero de 1899 más hombres aCuba que habían tenido su fuerzas en la lucha contra España y además, el bloqueo naval en losfinales del año 1898, se dirigió más contra los insurgentes y sus fuentes de apoyo externo;véase Hernández, op. cit., 70, 75ss.

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2º) La instrumentalización de personalidades de las guerras deliberación - reconocimiento única, pero tácita, de la autoridadde los generales Calixto García en Oriente y, más tarde, delGeneral Máximo Gómez; igualmente cooperación tácita con jefesmilitares. Posteriormente la parte americana cooperó sobre todocon "civilistas", como Tomás Estrada Palma y gente de las"better classes", es decir - según la cultura política hispana- "la gente de bien", los "notables", provenientes de lasoligarquías locales, como se puede comprobar muy bien en lapersona del vicepresidente (Luis Estévez y Romero) y sobre todoen la persona de su esposa (Marta Abreu)139, es decir, en elarraigo social del nuevo grupo de poder político. Estacombinación entre personalidades del separatismo con altalegitimidad y grupos oligarquícos en 1902 representaba elmodelo deseado para garantizar la "estabilidad" social así comopolítica del nuevo gobierno y con esto asegurar el proceso másamplio de transformación por parte de las cúpulas del poder.Con ésto la política norteamericana intentó reforzar lacontinuidad de distintos grupos de las oligarquías cubanas.Esta política fracasó ya en 1904. Fracasó sobre todo porque conla ruptura del sistema de dominación español en las provinciasse habían instalado nuevos grupos de poder político, yamencionados, que como los símbolos de la ruptura representarondurante las primeras elecciones libres (1906) los sectorespopulares rurales e incluso la población negra.3º) La desmilitarización y disolución del Ejército Liber tador ("licenciamiento" de menos de 40.000 hombres)140 sobre la basejurídica del Tratado de París ("protección de las personas y dela propiedad"), pero más aún sobre la base de emocionespolíticas muy difíciles de investigar y de las disposicionesmilitares norteamericanas sobre "desmilitarización general" del6 de enero de 1899141. Sin embargo, también hubo posicionesformuladas motu propio por importantes políticos "civiles"139 Sobre Marta Abreu de Estévez véase Historia de la Nación Cubana..., VII, p. 440; así comoCabrera, Una cubana ejem plar ..., passim.

140 Véase Hernández, op. cit., p. 86 y una perspectiva muy diferente: S.Aguirre, "Ladesaparición del ejército libertador", en: Cuba Sociali sta , 28 (1963), pp. 51-68.

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(Manuel Sanguily y Juan Gualberto Gómez)142 y - muy temprano -por uno de los militares más importantes de los separatistas(Calixto García).143 Máximo Gómez las apoyó después de laatención que le prestó el gobierno de Mc Kinley con la misiónPorter. Bajo el control de las fuerzas americanas se formó unnuevo cuerpo militarpolicíaco: la guardia rural144. Valepreguntarse ¿cuales de los oficiales y soldados mambises delantiguo ejército libertador pasaron a las filas de estaguardia?4) Igualmente se llevó a cabo la disolución del PartidoRevolucionario Cubano de Martí, por el delegado Tomás EstradaPalma145.Unas minorías en los diferentes centros de la emigración cubanaformaban la base social del PRC. Si bien los objetivos delpartido fueron cumplidos: miles de expatriados regresaron aCuba ya en julio y agosto de 1898, muchas organizaciones debase en los EE.UU se disolvieron simplemente y no ingresaronmás fondos a las arcas partidarias. En diciembre de 1898Estrada Palma anunció la disolución oficial del PRC y convocó alas juntas patrióticas en la isla a disolver también todas lasorganizaciones locales146. A la disolución del ejército cubano y del PRC siguió - a pesarde las opiniones de M.Gómez - una política de

141 Véase M.Averhoff, "De la guerra de liberación a la dependencia: los primeros partidospolíticos, 1899-1902", en: Estudios de historia social, nº I-IV (1988), p. 615-635.

142 Véase J.Ibarra (1992), Cu ba: 1898-1921. Partidos políticos y clases sociales , La Habana, p.216.

143 Carta del 30 de septiembre 1898 al general Lawton, en: Ibíd., p. 215.

144 Véase Pérez Jr. (1976), Army Politics in Cuba, 1898-1958, Pittsburgh, p. 5-13.

145 Véase Idem, Cuba Between Empires..., p. 230s.

146 Véase Tomás Estrada Palma, "A los clubs, cuerpos de consejos y agentes del PartidoRevolucionario Cubano", en: Patria, 21.12.1898, p. 1-2. De haber habido organizaciones en laisla, como plantea Ibrahim Hidalgo Paz, se desconoce lo que sucedió posteriormente con ellasporque su libro termina con el año 1895, véase I.Hidalgo Paz (1992), El Partido Revolucionarioen la Isla, La Habana.

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autopluralización147 de las organizaciones y movimientos políti-cos, en las cuales desempeñan papeles primordiales la segunda ytercera fila de los "libertadores" que se convirtieron encaciques políticos y caudillos rurales con su clientela enforma de núcleos de los nuevos partidos. Así con todo, esta"pluralización" no es el resultado de la política de losocupantes, sino también de los conflictos internos delseparatismo y de este con otros sectores de la sociedad y, porlo tanto, una política activa de grupos de actores de la partecubana148. De todo modo, los primeros modelos para la cooperaciónpolítica de actores cubanos con las autoridades norteamericanoslo encarnan ¡Calixto García para la región de Oriente y enescala nacional sobre todo el "libertador" Máximo Gómez!Calixto García, como es bien sabido, cooperó como primeromilitarmente y fue el jefe de la comisión de la Asamblea delCerro y Máximo Gómez empezó deliberaciones directas con elpresidente McKinley a través de Estrada Palma y Gonzalo deQuesada149.5º) La fracturación y eliminación de la directiva política,institucional y militar central del lado cubano, si así sequiere, por la intervención en la cuestión de la disolución delos instrumentos de poder más importantes: el ejército cubano,que para los EE.UU. seguiría siendo un enemigo mientrasmantuviese "its organization and its rifles" (Editorial del"New York Times"). Pero en esto, como en los otros casos, hayque repetir: la intervención no era la causa de los conflictosinternos cubanos, pero los reforzó, intensificó y les dio otrasdirecciones. 6º) La conservación de los elementos más importantes de lalegislación española, que fue puntualmente complementada o

147 Véase J.I.Domínguez (1978), Cuba. Order and Revolution , Cambridge/London, p. 11s. Domínguezutiliza el concepto de "pluralization".

148 Averhoff, De la guerra de liberación..., p. 615s.

149 Véase M.Gómez (1968), Diario de Campaña, La Habana, p. 478 y sobre todo Hernández, op. cit,pp. 74-81.

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alterada por disposiciones y órdenes militares150, lo últimosobre todo en la legislación electoral, ya que las disposicio-nes electorales de España "de último momento" favorecían laintegración de estratos sociales humildes y de los antiguosesclavos.7º) La conservación e instrumentalización del aparato deadministra ción español en su estructura fundamental. Algobierno militar norteamericano se subordinó oficialmente, perode hecho se paralelizó, una segunda estructura compuesta por ungobierno civil cubano con funciones de consejeros; los gobier - nos provinciales, en su antigua estructuración de 1878,quedaron bajo el mando de generales norteamericanos; los"gobernadores civiles", en su mayoría generales del ejército deliberación, que a menudo fueron caudillos de la región, comoJosé Miguel Gómez con el apoyo de "su" general Máximo Gómez151.Sobre todo a nivel municipal y local se mantuvieron losfunciona rios locales (Alcal des) de la administración españolaque habían ejercido esos cargos desde el período de laautonomía; en el caso de nuevas nominaciones, el gobierno deocupación ejerció su influencia sobre las listas de candidatosproclives cuando no había un control tan fuerte como en SantaClara por parte del grupo de José Miguel Gómez.8º) Durante el transcurso del período de ocupación se nombranuna serie de antiguos autonomistas, reformi stas, anexioni stas e inte gri stas en importantes funciones gubernamenta les . Suinclusión y apoyo como candidatos conservadores corresponde ala amplificación del fundamento prosopográfico de la transiciónpactada.9º) El sistema electoral de 1900152. Este sistema electoral fueel instrumento más importante en la instauración de la nueva150 El caso de prueba venía a ser la ocupación militar de Santiago de Cuba después de lacapitulación de las tropas españolas (16 de julio de 1898). El gobernador militar Leonard Woodproclamaba para el territorio ocupado por orden militar una "Constitución Provisional (20 deoctubre de 1898) con una bajada de los aranceles para géneros norteamericanos y la introduccióndel dólar como moneda, véase el texto en: Pichardo, Documentos ..., I, p. 518-520.

151 Véase la lista de oficiales del ejército de liberación que ocuparon puestos bajo laocupación norteamericana M.Riera Hernández (1955), Cuba política, 1899-1955, La Habana, pp. 8-16.

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estructura, que posteriormente se ha llamado la "repúblicaneocolonial".

¿Pactismo, "Realpolitik" o realismo político? - una perspectivafinalEsta lista de instrumentos ya difiere bastante de los rasgosprincipales de la interpretación patriótica-tradicional. Enesta perspectiva no hay ningún pactismo ni compromisos. Sinembargo, si hay algunos "secretos" graves en el comportamientode los centros de poder cubanos de aquel entonces, sobre todoen las posiciones de los "libertadores" Máximo Gómez y CalixtoGarcía, por un lado (como también entre ellos), y en laposición de la Asamblea del Cerro en 1898-1899, por otro lado.Claro que el término "pactismo" aporta una noción muypeyorativa para el lenguaje nacional-heroico, pero tambiénpodría llamarse "realismo político"153 o "política decompromisos". El problema actual es el discurso negativo o casiinexistente sobre estas formas de política activa por parte delos "libertadores".Las bases de esta perspectiva podrían resumirse de la manerasiguiente: echar la culpa única y exclusivamente al factorexterno y excluir la legitimitad de las posiciones reformistas,anexionistas y de cooperación que, social y políticamente,formaban parte del separatismo cubano. Perspectiva que esexplicable, pero ya no aceptable. Todos los actores políticoscubanos hasta el día de hoy han tenido que ser conscientes dela explotación tradicional de la posición geográfica de la islapor parte de sus élites154. Si a continuación se analizan los

152 Véase Order of the Military Governor of Cuba Relative to the Municipal Elections to be HeldThroughout the Island of Cuba on June, 1900, May, 12, 1990.

153 Véase las carácteristicas que Hernández, op. cit, pp. 80 da en sus juicio sobre elcomportamiento de M.Gómez: "profoundly realistic" (80) y "...he obviously failed to understandthe broader and darker aspects of U.S.imperialism. Still, he was a crafty old man who wasthoroughly familiar with the realities of power." (93).

154 Véase A.J.Kuethe, "Guns, Subsidies, and Commercial Privilege: Some Historical Factors in theEmergence of the Cuban National Caracter, 1763-1815", en: Cuban Studies, Pittsburgh 16 (1986),

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problemas de la composición social y política del movimientoseparatista155, así como las "fracturas políticas" de esteseparatismo con sus tradiciones ya desde los años setenta156, sellega a una perspectiva mucho más adecuada de la historia, sinnegar por ello la fuerte presión del imperialismonorteamericano y de otras potencias imperialistas. El problema fundamental de estructura del separatismo cubanofue el regionalismo o localismo, tanto como mentalidad, perosobre todo como reflejo de la estructuración de los recursoshumanos y económicos. Un estudio de la historia cubana a nivelprovincial facilitaría una mejor comprensión de muchosproblemas. Así por ejemplo, entre 1900 y 1901 el grupovillareño de José Miguel Gómez y "Chucho" Monteagudo estaba,por muchas razones históricas, más interesado en lafundamentación de su "pequeño Estado" en Villa Clara157 que enuna coherente política nacional. Por tal motivo también allí sedesarrolló una fuerte política de pactismo o prágmatismopolítico ("Realpolitik") y con ello, un rechazo bastante hábilde la influencia norteamericana, no solamente en lo político,sino también en lo económico y en el control de los recursosregionales158, pero con bases mucho más estables que aquéllas de

p. 118ss.

155 Véase Pérez Jr., "Vagrants, Beggars, and Bandits: Social Origins of Cuban Separatism, 1878-1895", en: American Historical Review (cf.AHR), 90:5 (Dec. 1985), p. 1092-1121.

156 Véase Pérez Jr., Cuba Between..., pp. 109ss.

157 Ferrara, Mis relaciones..., p. 215.

158 L.Falla Gutiérrez y Nicolás Castaño junto con representantes del grupo villareño (G.Machado,O.Ferrara), e.d. un grupo de actores económicos hispano-cubanos no solamente controlaron granparte de la producción y del comercio de azúcar en Las Villas sino también la producción ydistribución de energía; véase: D.Baudis/G.García, "La planificación a largo plazo de la CubanElectric Company", en: Monopolios norteamericanos en Cuba. Con tribución al estudio de la penetración imperialista, La Habana 1973, p. 80ss. Tal vez esto vale primordialmente para laspartes de la región histórica verdaderamente villaclareña de la antigua provincia de Las Villasy - sobre todo por causa de conflictos regionales - no tanto para la región histórica deCienfuegos (que hoy es una provincia propia), porque allí si había una fuerte influencianorteamericana (Atkins, Ponvert; véase: E.F.Atkins (1980), Sixty Years in Cuba, New York y eltrabajo de R.Scott en este tomo presente) y del grupo político (conservador) de Tomás EstradaPalma.

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la cooperación de Máximo Gómez. Sin duda, la figura nacional deGómez sirvió a estos caciques provinciales de modelo para supolítica de cooperación. No en balde este grupo en su totalidadasintió por dos veces la Enmienda Platt, lo cual en conjuntosupuso una política bastante provechosa para sus interesesregionales en Villa Clara. Tomás Estrada Palma fue en 1902 y en los primeros años de supresidencia el símbolo perfecto de este tipo de política decompromisos y - por supuesto - de cierto equilibrio entregrupos de poder nacionales, provinciales o regionales. Los másfuertes de estos grupos los había en La Habana, en Las Villas y- militarmente sumamente fuerte - en la región camagüeyana-oriental. Valga de ejemplo que a partir de 1904, en elconflicto entre Estradistas y los liberales en proceso deformación (grupos de Las Villas y de La Habana), en laprovincia de Las Villas, los actores económicos (Terry159, Abreu)y políticos (Frías160, Cabrera161, Aragonés162 y su periódico "ElComercio" en la "pequeña república independiente" deCienfuegos) detrás de Estrada Palma, así como los actoreseconómicos detrás de los liberales de José Miguel Gómez en elaño de 1906 (Castaño163, Falla Gutiérrez164, Torriente165, es decir"los españolizantes" con su periódico "La Correspondencia" de

159 José Emilio Terry y Dorticós (1853-1911), véase L.A.Bustamante (1931), DiccionarioBiografico Cienfueguero, Cienfuegos, pp. 236-238.

160 Dr. José Antonio Frías y Pérez (1865-1935); véase su biografía en Bustamante,Diccionario..., pp. 90-95.

161 Rafael Cabrera y Sánchez (1883-1957), discípulo de Estrada Palma en los Estados Unidos;ibíd., pp. 36s.

162 Pedro Antonio Aragonés y Machado (1882-1948), en: P.L. Rousseau/P. Díaz de Villegas (1920),Memoria descriptiva, histórica y biográfica de Cienfuegos, La Habana, p. 481.

163 Nicolás Castaño y Capetillo (1836-1926), en: Bustamante, op.cit., pp. 44s.

164 Véase: Rousseau/Villegas, Memoria..., pp. 516s.

165 Joaquín de la Torriente y Madrazo (1848-1912), en: Bustamante, op. cit., p. 244.

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51Michael Zeuske

Velis166), cuyas bases territoriales y raíces económicas másimportantes se hallaban en todo caso en la provincia de LasVillas, la política de compromiso con los Estados Unidos cubrióun núcleo de política activa y muy conflictiva: la lucha deélites hispano-cubanas por el poder provincial y central enCuba.

166 Florencio Rafael Velis y Mojena (1879-1945), en Bustamante, op. cit., pp. 254s.