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Teotihuacan se desarroll entre los siglos I a VI (otros au-tores
fijan el colapso hacia 650) y en esta ltima centu-ria su capital,
palacios, templos, bibliotecas e imgenesde sus gobernantes fueron
destruidos con furia devas-tadora. Por la magnitud de esa
destruccin no dispone-mos de datos confiables para definir las
caractersticasde su gobierno. Pese a ello, la influencia de su
legadopoltico y cultural se esparci por distintos rumbos, pro-dujo
numerosos testimonios indirectos y una impre-sin indeleble en el
imaginario colectivo de Mesoam-rica. Con estos testimonios, y los
ms reveladores quebrindan las investigaciones de las ltimas tres
dcadas,intentar una caracterizacin de la fisonoma polticade
Tollan-Teotihuacan en la poca de su esplendor.
En principio conviene hacer a un lado las interpre-taciones
fantasiosas y las ya superadas por los estudiospublicados en los
ltimos aos. Dejemos entonces des-cansar en el desvn del olvido la
tesis que sostena queTeotihuacan era un Estado teocrtico, gobernado
poruna lite de sacerdotes.1 En cambio, debe recordarse
que el arquelogo Ignacio Bernal, apoyado en nuevostestimonios,
postul en 1965 la posibilidad de un im-perio teotihuacano. En su
anlisis delimit el rea dedominacin directa de Teotihuacan (el Valle
de Mxi-co, el valle poblano-tlaxcalteca, el sureste de
Hidalgo,Morelos), y las regiones alejadas donde se haban
en-contrado vestigios de la presencia teotihuacana (la costade
Veracruz, el rea maya, Oaxaca, la costa sur del Pa-cfico, el norte
de Mxico, etctera). La extensin deesos territorios y la
persistencia del poder teotihuacanoen algunos de ellos, llev a
Bernal a concluir que esarelacin debi sustentarse en fuerzas
militares.2 In-cluy tambin el comercio de larga distancia como
com-plemento del poder imperial, aduciendo que el famo-so gremio
pochteca de los mexicas estableca sustratos en reas ya supeditadas
o que iban a ser contro-ladas por la ciudad que los envi. Deca que
es pro-
El Estado teotihuacano II
Una nuevainterpretacin
Enrique Florescano
Desde tiempos de los aztecas la ciudad de Teotihuacan perma-neci
sumergida bajo el sello del enigma. Enrique Florescanonos revela, a
la luz de recientes investigaciones, algunos de losrasgos que
caracterizaron la civilizacin teotihuacana.
1 Pia Chan, Una visin del Mxico prehispnico, UNAM, 1967,
pp.200-201. Afirmaba el autor en esta obra que La sociedad
teotihuacanaestuvo gobernada por una casta sacerdotal, integrada
por nobles y jefesde elevada alcurnia, los cuales no solamente
tenan funciones religio-sas, sino tambin polticas, administrativas
y comerciales.
2 Ignacio Bernal, Un posible imperio teotihuacano, 1965,
pp.145-151. Para apoyar su argumento sobre el militarismo
teotihuaca-no, dice: En Teotihuacan desde la poca II hay figuras
claras de Xipe,de corazones humanos, de cuchillos de sacrificio y
de la sangre comoelemento precioso, evidencias de canibalismo,
huesos humanos he-chos trofeos y cabezas-trofeos. Hay tambin
representaciones de caba-lleros guilas y tigres que, como sabemos
por datos aztecas, estabanntimamente unidos a la necesidad de hacer
prisioneros para sostenerla vida del Sol. Vase pp. 148-150.
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bable que Teotihuacan slo estableciera colonias enesas
regiones.3
Aos ms tarde Alfredo Lpez Austin propuso unadefinicin de la
organizacin poltica de Teotihuacanbasada en el poder del Estado
sobre el territorio, en con-traste con el poder tradicional de los
linajes en el go-bierno, como es el caso de los reinos mayas. Segn
estahiptesis, El fundamento del gobierno [teotihuacano]sufrira una
transformacin profunda: el poder centra-lizado ya no derivara del
linaje [de grupos de parentescodescendientes de un ancestro comn],
pues abarcaragrupos de distinto origen. El poder se ejercera sobre
loshabitantes de un territorio quienesquiera que fue-sen, y no
sobre los hombres pertenecientes a una lneade descendencia. Si as
fue, el gran paso a la organiza-cin poltica estaba dado. El poder
centralizado no era yael de los hermanos mayores [los jefes de los
linajes].4
Por su parte, Zoltan Paulinyi afirm que Teotihuacany Tula
inauguraron una forma de gobierno caracterizadapor la corregencia
de varios gobernantes. En contrastecon la tradicin mesoamericana
del tlatoani o el ajaw,autoridades concentradoras del poder,
Paulinyi sostie-ne la existencia de gobernantes que habran aceptado
ladivisin del mando y el cogobierno, una hiptesis tam-bin manejada
por Ren Millon y otros autores.5 En
fechas ms recientes, Linda Manzanilla escribi que Teo-tihuacan
podra haber estado dirigido por dos o cua-tro cogobernantes.6 Mi
interpretacin difiere de la deestos autores, aun cuando se apoya en
fuentes semejantes.Se asienta en lo que llamar modelo mesoamericano
deEstado, cuyos rasgos distintivos se consolidaron en el Pe-riodo
Clsico y se propagaron luego en diversas regiones.
En el captulo dedicado al origen del Estado olmecavimos que ste
nace apoyado por una agricultura dealuvin que multiplica las
cosechas de maz y crea lasprimeras ciudades, las clulas que
unifican a grupos di-ferenciados por tareas agrcolas, artesanales,
comercia-les y poltico-religiosas. La aglomeracin urbana, consus
numerosas actividades interrelacionadas, imponenuevos lazos
sociales e instala un basamento para forjaridentidades comunes,
dentro de un espacio territorialy social delimitado. A su vez, el
crecimiento del centrourbano conlleva a desarrollar relaciones
econmicas ypolticas en las regiones prximas y a establecer
flujoscomerciales con la periferia inmediata y lejana. El sujetoque
comanda estas acciones es el Estado por mediacinde sus dirigentes.
Y como hemos visto desde los orge-nes del Estado el tlatoani o el
ajaw asumen la represen-tacin poltica, desempean las funciones de
cabeza delreino, capitn de los ejrcitos y sacerdote rector de
lasceremonias pblicas.
Este canon de la historia poltica de Mesoamricaest presente en
Tollan-Teotihuacan. El nacimiento dela gran ciudad y su pasmoso
programa de construccio-nes colosales realizadas en un lapso de 100
a 250 aos(las pirmides del Sol y de la Luna, la dilatada Calle
delos Muertos y el conjunto de La Ciudadela con el edi-ficio de la
Serpiente Emplumada) son testimonios de lapresencia de gobernantes
poderosos que ejercan un po-der incontestable sobre la poblacin y
manejaban loshilos ideolgicos y religiosos que hicieron de ese
pro-grama un proyecto imantado por fuerzas sobrenatura-les y
cargado de prestigio.7
Desde sus inicios Tollan-Teotihuacan se define comoun Estado
centralizado y jerrquico, sustentado en lostributos de las
poblaciones dominadas. Es verdad que ca-recemos de registros
histricos sobre los tributos que ali-mentaron a la gran metrpoli,
pero la extensin de la ciu-dad, el tamao de sus palacios, los
numerosos templosy conjuntos departamentales, y la calidad y
variedad de
3 Ibidem, pp. 148-149.4 Alfredo Lpez Austin, La historia de
Teotihuacan, El equili-
brista-Citycorp/Citybank, Mxico, 1989, pp. 13-35. La cita
correspondea la p. 32. Vase tambin Lpez Austin y Lpez Lujn, El
pasado ind-gena, pp. 113-114.
5 Zoltan Paulinyi, Capitals in Pre-Aztec Central Mexico, en
ActaOrientalia Academiae Scientiarum Hung, 1981, pp. 315-350. Por
suparte, Millon (Teotihuacan Studies: From 1950 to 1990 and
Beyond,p. 340), dice: Rulership at Teotihuacan for the last 400-500
years of itshistory appears to have been kept in check by a
collective leadership. An-teriormente, Kubler (The Iconography of
the Art of Teotihuacan) y Pasztory(Abstraction and the Rise of an
Utopian State at Teotihuacan, pp. 281-320) sugirieron la existencia
de un gobierno colectivo en Teotihuacan.
6 Linda Manzanilla,Devenir y colapso de una megalpolis:
Teoti-huacan en los siglos V y VI d.C., 2005, de prxima publicacin
en ellibro de la Academia Mexicana de Ciencias, Descubrimientos y
apor-taciones cientficas y humansticas mexicanas en el siglo XX.
Vase tam-bin, de la misma autora, Organizacin sociopoltica de
Teotihuacan:lo que los materiales arqueolgicos nos dicen o nos
callan, pp. 3-21.
7 Ren Millon, Teotihuacan, City, Sate and Civilization, en
Jere-my A. Sabloff (compilador), Handbook of Middle American
Indians,University of Texas Press, Austin, 1981, pp. 212, 217, y
The Last Yearsof Teotihuacan Dominance, pp. 112-113.
Figura 1. Imagen de la Serpiente de la Guerra en Teotihuacan.
Foto tomada de Taube, 1992, figura 5
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EL ESTADO TEOTIHUACANO II
REVISTA DE LA UNIVERSIDAD DE MXICO | 13
sus creaciones artesanales y culturales son indicadoresde las
sumas cuantiosas de alimentos, productos natu-rales, materias
primas y bienes suntuarios que llegabanal reino procedentes de
diversas regiones. Si considera-mos, asimismo, que Cholula,
Xochicalco, Chichn-Itz,Tula, Mxico-Tenochtitlan y otros reinos de
ascenden-cia tolteca fueron organizaciones polticas asentadas enla
imposicin de tributos, la lgica histrica sugiere queTeotihuacan fue
una metrpoli sustentada por un sis-tema tributario similar. Quizs
es el primer ejemplo deun rgimen tributario que se extenda ms all
de su pe-riferia inmediata.
Es claro asimismo que el rgimen tributario de
To-llan-Teotihuacan fue un derivado del extraordinario de-sarrollo
de su podero militar. En el artculo que publi-qu en el mes de
septiembre de esta revista present losdatos que muestran la
presencia militar y poltica deTollan-Teotihuacan en los valles de
Puebla-Tlaxcala,en los reinos mayas del Petn, en la costa del
Pacfico yel centro de Guatemala, en Palenque y en la pennsulade
Yucatn. En esas regiones la huella de la metrpolise materializ en
la parafernalia militar y en la imagende la Serpiente de la Guerra,
un icono blico oriundo deTollan, que aparece esculpido por primera
vez en el edi-ficio de la Serpiente Emplumada de Teotihuacan
(figu-ra 1), y que ms tarde fue adoptado por numerosos rei-nos. Con
la Serpiente de la Guerra se difundieron enMesoamrica el tlatl o
lanzadardos, los escudos, los uni-formes de guerra afelpados y los
smbolos blicos deestirpe tolteca (figura 2). Para los pobladores de
esas re-giones, Tollan-Teotihuacan fue el arquetipo del
podermilitar y el modelo del reino ideal.8
Pero si los testimonios citados dan cuenta de la ex-pansin
militar y poltica de Tollan-Teotihuacan en esasregiones, queda por
dilucidar la naturaleza de ese do-minio. Los tericos de los
antiguos Estados imperialesdistinguen varias formas de dominacin.
Una es la con-quista militar, seguida por la imposicin de un
gobiernodel mismo gnero; otra, la conquista militar acompa-ada por
una alianza entre los vencedores y las litesderrotadas que permita
a stas mantener un gobiernodependiente de los conquistadores, pero
sin romper eltronco dinstico nativo. La primera es probable que
nun-ca se diera en Mesoamrica porque implicaba el
onerosomantenimiento del ejrcito conquistador en el
territorioocupado, la disposicin en ste de una extensa
infraes-tructura agrcola, una red de comunicaciones prolonga-da y
segura, y el riesgo siempre latente de perder la leal-tad de los
ejrcitos estacionados en sitios remotos.9
La combinacin de fuerza militar conquistadora se-guida por el
establecimiento de un gobierno apoyadopor los miembros de la
nobleza local fue una forma dedominacin quiz probada por
Teotihuacan en los reinosmayas de Tikal, Copn y Quirigu, y
probablementeen otras regiones.10 Los reyes de ascendencia
teotihua-cana promovidos al poder en Tikal, Copn, Quirigu,Ro Azul y
otras ciudades, son un ejemplo de gobiernosapoyados por la fuerza
poltica y militar de Tollan, peroque disfrutaban de mrgenes amplios
de autonoma. Esdecir, conservaron su propia lengua, instituciones
pol-ticas y tradiciones religiosas, como lo puede apreciarquien lea
la historia de su desarrollo en la poca clsicatemprana y ms
tarde.11
Adems de mantener una alianza poltica estrechacon el poder
metropolitano, es probable que los rei-nos mayas pagaran tributos
en materias primas y ob-jetos de lujo a los gobernantes de Tollan,
como parecesugerirlo la presencia en la gran ciudad de
cantidadesconsiderables de jade, plumas de quetzal, pieles de
ja-guar, maderas tropicales, conchas y caracoles marinos,cacao,
cermica y objetos de lujo mayas. Lo que es claroes que entre los
aos 350 y 500 hubo una interaccinconsiderable entre los reinos
mayas y Tollan y que am-bas regiones se influyeron mutuamente.12
Tambinsalta a la vista que los imperios mesoamericanos ca-
8 Karl Taube, The Temple of Quetzalcoatl and the Cult of
SacredWar at Teotihuacan, en Res, 21, 1992, pp. 53-87.
9 Vanse las caractersticas de este tipo de dominio militar en
Mi-chael Mann, The Sources of Social Power, Cambridge University
Press,Cambridge, 1986, pp. 143-144.
10 Vanse las obras citadas de Cowgill, Teotihuacan and
EarlyClassic Interaction: A Perspective From Outside the Maya
Region, enBraswell (editor), The Maya and Teotihuacan.
Reinterpreting Early Clas-sic Interaction; y tambin los estudios de
Sharer, Founding Events andTeotihuacan Connections at Copan,
Honduras; Fash y Fash, Teoti-huacan and the Maya: A Classic
Heritage; y Stuart, The Arrival ofStrangers. Teotihuacan and Tollan
in Classic Maya History.
11 Vase, por ejemplo, Martin y Grube, Chronicle of the Maya
Kingsand Queens, Thames and Hudson, 2000.
12 Karl Taube, Tetitla and the Maya Presence at Teotihuacan
enGeoffrey Braswell (editor), The Maya and Teotihuacan:
ReinterpretingEarly Classic Interaction University of Texas Press,
Austin, 2003, pp.273-314. Las ofrendas recientemente encontradas en
la pirmide de laLuna muestran un intercambio temprano de objetos
mayas en la capi-tal tolteca. Vase Sugiyama y Lpez Lujn (editores),
Sacrificios de con-sagracin en la Pirmide de la Luna, CNCA-INAH,
Mxico, 2006.
Figura 2. Imagen de la serpiente emplumada asociada a la realeza
en Teotihuacan. Parte de una vasija teotihuacanaencontrada en el
palacio de Zacuala. El personaje, que lleva un elaborado tocado,
est asociado con la cabeza de una ser-piente asentada en una
estera, smbolo del poder real. Dibujo basado en Sjourn 1994:
193
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recieron de los recursos militares, econmicos e ideo-lgicos
suficientes para avasallar a los Estados vecinose imponer una
dominacin hegemnica. Tikal, Co-pn, Quirigu y otras ciudades
recuperaron su auto-noma y reivindicaron sus identidades mayas
despusdel siglo IV, cuando se debilit la presencia de Tollanen esos
territorios.
Veamos ahora el tema de la naturaleza del poder enTollan, uno de
los asuntos ms embrollados en la his-toria poltica de Mesoamrica.
Su discusin comenzcuando algunos autores percibieron el contraste
entrelos numerosos testimonios monumentales, pictricosy
escriturales que exaltaban la realeza maya y el caso
deTollan-Teotihuacan, donde casi no se encuentra huellade la efigie
del soberano. Apoyados en esta ausencia deimgenes del poder, varios
autores postularon la exis-tencia de una teocracia y otros
arguyeron que en Tollanhubo un gobierno colectivo repartido entre
tres o msjefes polticos, como hemos visto antes. No compartoestas
interpretaciones. En primer lugar porque van encontra de la
tradicin poltica de Mesoamrica. Ante-riormente mostr con ejemplos
que desde los orge-nes del cacicazgo y los primeros reinos, estas
institu-ciones descansaron en el poder personalizado del
jefepoltico. Los reinos olmecas de San Lorenzo y La Ventason
ejemplos prstinos de esa tradicin, con su elencode memorables
esculturas que exponen los retratos desus gobernantes y los
atributos guerreros y sagrados quelos adornaban.
La tesis que defiende la existencia de un gobiernocolectivo es
tambin contraria a la tradicin de Tollan.Segn los arquelogos
concentrados en el estudio deesta metrpoli, sus orgenes aparecen
vinculados a go-bernantes ambiciosos que fundan la dinasta de
Tollany se hacen erigir mausoleos de la magnitud del edificio
de la Serpiente Emplumada y probablemente de la pi-rmide del
Sol. Saburo Sugiyama ha roto lanzas con lainterpretacin de que la
cueva que recorre la pirmidedel Sol era una celebracin del culto al
inframundo, lamatriz que origin a los grupos tnicos que
poblaronMesoamrica. En lugar de esta tesis antigua y
aceptada,sugiere que esa cueva fue la tumba real de uno de
losprimeros gobernantes de Teotihuacan. El ms notablede estos jefes
es el que llev el ttulo de Serpiente Em-plumada y mand construir el
magnfico edificio deese nombre para celebrar la inauguracin de su
dinas-ta y guardar sempiternamente sus restos mortales.
De-safortunadamente esto ltimo no se ha podido verificarporque la
tumba principal de ese edificio fue saqueadadesde tiempos
prehispnicos.13
Apoyado en estos testimonios sugiero que el edifi-cio de la
Serpiente Emplumada fue el mausoleo del fun-dador del linaje o
dinasta de la Serpiente Emplumada.Baso esta presuncin en el hecho
de que a partir de laereccin de este monumento (150-210 d.C.), la
ima-gen de la Serpiente Emplumada se convirti en el em-blema de los
gobernantes de estirpe tolteca y por esarazn stos fueron siempre
llamados Serpiente Emplu-mada (Quetzalcatl entre los nahuas o
Kukulcn en el
13 Millon, Teotihuacan, City, Sate and Civilization, pp.
212-213;Sugiyama, Teotihuacan as an Origin for Postclassic
Feathered Ser-pent Symbolism, pp. 129-130; Sugiyama, Militarismo
plasmado enTeotihuacan, pp. 203-204. Sobre las diferencias entre el
Estado teoti-huacano y los reinos mayas, vase Angulo Villaseor,
Formacin del Es-tado teotihuacano y su impacto en los seoros mayas,
pp. 459-483.Sobre las tumbas encontradas en el interior del
edificio de la SerpienteEmplumada y su saqueo temprano vase
Sugiyama, Termination Pro-grams and Prehispanic Looting at the
Feathered Serpent Pyramid inTeotihuacan, Mexico y su ltimo libro:
Human Sacrifice, Militarismand Rulership. Materialization of State
Ideology at the Feathered SerpentPyramid, Teotihuacan.
Figura 3. Vaso de Tikal que muestra el arribo de cuatro
guerreros teotihuacanos a un edificio maya acompaados por dos
personajes con el tocado de borlas que identifica a los dirigentes.
Foto tomada de Grube, 2000: 107
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EL ESTADO TEOTIHUACANO II
REVISTA DE LA UNIVERSIDAD DE MXICO | 15
rea maya).14 Esta hiptesis se ha fortalecido por losdatos que
cito enseguida.
El palacio de este gobernante (que desde su descu-brimiento en
la dcada de 1910 ha sido llamado err-neamente templo) vino a ser
tambin el paradigma delas sucesivas casas reales edificadas por los
descendien-tes de las dinastas toltecas. Como lo he mostrado enotra
parte, Xochicalco, Chichn-Itz y Tula edificaronpalacios reales
siguiendo el modelo del edificio de laSerpiente Emplumada de
Teotihuacan, y en el prticocolocaron las esculturas de las famosas
serpientes em-plumadas descendentes.15 En la literatura poltica
deMesoamrica no hay otro soberano que haya suscitadotal nmero de
alabanzas, propensiones imitativas y cul-tos personalizados en
tantas regiones y culturas. En losmonumentos y las tradiciones
toltecas el mayor elogioest cifrado en la persona de Quetzalcatl,
el soberanoa quien se atribuyen las virtudes del ejercicio del
podery la sabidura poltica. Como se ha visto antes, Quet-zalcatl es
el paradigma del gobernante y Tollan el cen-tro legitimador del
poder poltico. Puede entonces de-cirse que los emblemas, los
smbolos y la parafernaliatolteca del poder nacieron en
Tollan-Teotihuacan y lue-go fueron adoptados y multiplicados por
los reinos quereclamaron provenir de esa estirpe prestigiosa.
Cmo se transmiti esta tradicin legendaria es unmisterio.
Investigaciones recientes en el edificio de laSerpiente Emplumada
indican que este monumentose termin hacia el ao 210. Sin embargo,
unos cin-cuenta aos ms tarde, el edificio que simboliz la
con-sagracin de una dinasta de guerreros conquistadores,dedicado a
preservar la memoria del fundador de ese hitohistrico, fue
compulsivamente destruido, saqueado,
desacralizado y casi cubierto por una nueva construc-cin (la
llamada Adosada), a principios del siglo IV.Segn la hiptesis de
Saburo Sugiyama, esta desacrali-zacin fue consecuencia de un grave
conflicto polticoque quizs entra un cambio dinstico, la
sustitucinde los herederos de la Serpiente Emplumada por un nue-vo
linaje.16 Y sin embargo, a pesar de esta reaccin contra-ria a la
tradicin poltica y los emblemas de la SerpienteEmplumada, su nombre
carismtico, la fama de gue-rrero conquistador y el aura de
gobernante sabio rena-cieron ms tarde en Teotihuacan y en distintos
puntosdel territorio de Mesoamrica despus de la cada deTollan hacia
550 d.C. Desde esos aos hasta la con-quista de Tenochtitlan en
1519, los emblemas que sig-nifican el nombre de la Serpiente
Emplumada se man-tuvieron como smbolos paradigmticos del
poderpoltico, el gobierno sabio y el reino civilizado.
La afirmacin de que Teotihuacan tena un rgi-men poltico distinto
al de Mesoamrica descans porlargos aos en la ausencia de retratos
de sus gobernan-tes. Atribuyo esa laguna no a la existencia de una
orga-nizacin poltica distinta, sino a la destruccin inaudi-ta que
asol a la ciudad en el momento de su cada, unadestruccin obsesiva,
furiosa y desacralizadora, regis-trada por Ren Millon y otros
autores.17 Por otra parte,la tesis de que en Teotihuacan no
existieron imgenes ymonumentos dedicados al poder ha sido
erosionadapor los descubrimientos antes citados en el edificio dela
Serpiente Emplumada, y por el hallazgo de pinturas ytestimonios que
representan a la Serpiente Empluma-da asociada con la realeza y a
individuos personalizadospor ese emblema (figura 3). Los estudios
arqueolgi-
14 Enrique Florescano, Quetzalcatl y los mitos fundadores de
Meso-amrica, captulos 3, 4 y 6, Editorial Taurus, 2004.
15 Ibidem, pp. 223-226. El primero en sealar que los edificios
conel prtico o la entrada enmarcados con esculturas de la serpiente
em-plumada estaban vinculados con la autoridad y la funcin pblica
fueGeorge Kubler en su estudio Serpent and Atlantean Columns:
Sym-bols of Maya-Toltec Polity, The Journal of the Society of
ArchitecturalHistorians, volumen 41, nmero 2, mayo 1982, pp.
93-115.
16 Saburo Sugiyama, Termination Programs and Prehispanic
Loot-ing at the Feathered Serpent Pyramid in Teotihuacan, Mexico,
Uni-versity of New Mexico Press, Albuquerque, pp. 147-164. Figura
13.3.Vase, asimismo, Angulo, Teotihuacan. Aspectos de la cultura a
travsde su expresin pictrica, 1998, pp. 169-170; y el estudio
reciente deSugiyama, Human Sacrifice, Militarism and Rulership.
Materializationof State Ideology at the Feathered Serpent Pyramid,
Teotihuacan.
17 Millon, Teotihuacan, City, Sate and Civilization, pp.
235-238,y The Last Years of Teotihuacan Dominance, pp. 156-158.
Figura 4. Imagen de la Serpiente Emplumada en un medio marino
rodeada por animales fantsticos en una pintura mural de
Teotihuacan. Foto tomada de Beatriz de la Fuente, La pintura mural
prehispnica en Mxico.Teotihuacan, 1995: I, 101, lmina 5
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cos e iconogrficos de Saburo Sugiyama y Karl Taubemostraron con
datos persuasivos que en Teotihuacan laimagen de la Serpiente
Emplumada es un icono poltico,un smbolo del poder real. Su figura
se identifica con laguerra, el sacrificio humano, la conquista y la
autori-dad poltica. Es probable que la Serpiente Emplumadafuera en
sus inicios un smbolo de la fertilidad que mstarde se convirti en
emblema del poder por su virtudde derramar bienes entre los
gobernados. Una rica co-leccin de imgenes teotihuacanas la
representa ver-tiendo chorros de agua de su boca (figura 4). Y
comoobserva Karl Taube, El agua que mana de la boca delas
serpientes emplumadas [] puede ser tambin unareferencia a los
cargos de gobierno: regar y cultivar sonmetforas de gobierno.18
As, todo indica que Teotihuacan, al igual que otrosreinos de
ascendencia tolteca, fue gobernado por unadinasta de tlatoque. Es
tambin probable que la pala-bra tlatoani (el que habla), adquiriera
su significadopoltico pleno en Tollan-Teotihuacan. Los muros
pin-tados de esta gran ciudad as parecen indicarlo. Vemosah que los
personajes que ofician los ritos o representanaltos cargos aparecen
pronunciando largos discursos, ma-tizados por giros cargados de
metforas brillantes, comolo indican los jades y objetos preciosos
que acompaana las vrgulas que denotan el lenguaje (figura 5). Los
tex-tos nahuas dicen que en Teotihuacan naci el seoro yque ah se
elega a los gobernantes, una tradicin que seperpetu en Cholollan,
Tula, Chichn-Itz y Tenochti-tlan, capitales polticas a las que los
jefes de los reinos
subordinados deban acudir para recibir la investidurareal y los
smbolos toltecas del poder.19
Los testimonios arriba citados y la riqusima colec-cin de
monumentos, emblemas, pinturas y textos re-lativos a la organizacin
del reino tolteca y sus herede-ros dan pie para proponer el
siguiente esquema sobre laposible estructura del gobierno de
Tollan-Teotihuacanen la poca de su esplendor, en los siglos II a V
(figura 6).
Esta estructura se caracteriza por la concentracinen las manos
del tlatoani de los hilos polticos, econ-micos, sociales,
militares, religiosos y administrativos queintegraban las redes del
poder. Se trata, como hemosvisto, de redes de poder jerarquizadas,
que se extendana diversas reas y ataban en forma descendente a
losencargados de su manejo. Esta revaloracin de los pro-cesos que
construyeron el Estado teotihuacano obligatambin a revisar la
relacin entre el poder poltico y lainstitucin religiosa, que por
mucho tiempo fue consi-derada superior o semejante en jerarqua al
primero.Los datos aqu acumulados muestran sin lugar a dudasque el
ajaw maya o el tlatoani nahua fueron las cabezasdel poder poltico
desde el principio de los reinos, y queen estos jefes se
concentraron las funciones militares yreligiosas del reino. Sin
embargo, la interpretacin quearga que el reino de Teotihuacan fue
gobernado poruna teocracia por muchos aos impidi reconocer
lasevidencias del militarismo y del culto a la guerra, la
pre-sencia de una jerarqua poltica organizada centralmente,y la
profundidad de una red de relaciones polticas, eco-nmicas y
culturales que marcaron el desarrollo hist-rico de Mesoamrica.
TOLLAN, EL REINO PARADIGMTICO
Un rasgo distintivo de la tradicin poltica tolteca fuela
elevacin del reino al ms alto lugar de las creacioneshumanas. En
los antiguos mitos cosmognicos la fun-dacin del reino aparece como
la tercera creacin, des-pus de la del cosmos, las plantas
cultivadas y los sereshumanos. Y en los textos nahuas que se
refieren a la fun-dacin de Tollan, sta se equipara al comienzo de
la vidacivilizada.
Fue tan honda la impronta del Estado teotihuacanoen el
territorio que su habla se convirti en el lenguajedel poder en
Mesoamrica. Esta tradicin tuvo su ori-gen en Tollan-Teotihuacan,
como lo sugiere un textoantiguo que dice que en Teotihuacan se
elega a los quehaban de regir a los dems: Ah [en Teotihuacan]
sedieron las rdenes, all se estableci el seoro. Los quese hicieron
seores fueron los sabios, los conocedores
16 | REVISTA DE LA UNIVERSIDAD DE MXICO
18 Saburo Sugiyama, Rulership, Warfare, and Human Sacrifice
atthe Ciudadela, Teotihuacan: An Iconographic Study of Feathered
Ser-pent Representations, 1992, pp. 220-221; Sugiyama, Teotihuacan
asan Origin for Postclassic Feathered Serpent Symbolism, pp.
121-122;Sugiyama, Human Sacrifice, Militarism and Rulership.
Materialization ofState Ideology at the Feathered Serpent Pyramid,
Teotihuacan, captulo 8;Taube, La Serpiente Emplumada en
Teotihuacan, pp. 36-41.
19 Enrique Florescano, Quetzalcatl y los mitos fundadores de
Meso-amrica, captulos 3, 4, 5, 6 y 7, 2004.
Figura 5. Pintura mural de Teotihuacan que retrata a un
personaje ricamente ataviado cuyas manos derraman semillas, flo-res
y objetos preciosos. El personaje canta o pronuncia un discurso
florido, como lo indican las largas volutas que salen desu boca.
Foto tomada de De la Fuente, 1995
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REVISTA DE LA UNIVERSIDAD DE MXICO | 17
EL ESTADO TEOTIHUACANO II
de las cosas ocultas, los poseedores de la tradicin.20
En la memoria antigua de Mesoamrica, Teotihuacanes el lugar de
los orgenes, la cuna donde naci el QuintoSol, el nuevo orden que
sustent la vida de los seres hu-manos bajo el patrocinio de Ehcatl,
el dios del viento.Ehcatl es el numen tutelar del reino de Tollan y
el pro-tector de Quetzalcatl, el gobernante fundador de ladinasta
tolteca ms celebrada. Los cantos nahuas queexaltaban a Tollan como
el reino donde se inaugur elpoder real y se legitimaba a los
gobernantes fueron con-firmados por los ltimos descubrimientos
arqueolgi-cos realizados en el edificio de la Serpiente Emplumaday
por los estudios que descifraron la presencia en losreinos mayas de
dinastas derivadas de Teotihuacan.
La marca que distingue a Teotihuacan de los otrosreinos de
Mesoamrica es la fundacin de un Estado te-rritorial administrado
por instituciones gobernadas porun mando central. En contraposicin
a la fragilidad delos seoros sustentados en la fuerza o debilidad
delgobernante en turno, Tollan-Teotihuacan tuvo una es-tabilidad
que se prolong por varios siglos. Sus gober-nantes, altos
funcionarios, sacerdotes y militares pro-bablemente pertenecan a
los principales linajes, peroeran reclutados para el servicio del
Estado y a ste debansu primera lealtad. Una prueba de la
ascendencia delEstado sobre cualquier otra lealtad la ofrece el
culto alas deidades estatales que aparecen entonces y se
sobre-ponen a los cultos grupales o tnicos. Otro indicadorde la
supremaca estatal la brindan los mitos y cantos,las ciencias, las
artesanas y las obras producidas por lospobladores de Tollan, que
eran reconocidos como tul-tecas, es decir, se identificaban con el
Estado o la ciu-dad que los protega. La palabra Tollan, al nombrar
alEstado, abrazaba todo lo contenido en l.21
En su desenvolvimiento Tollan abrev en las heren-cias polticas
que le antecedieron, pero su organizacinexhibe caractersticas
singulares. Como dice Karl Taube,en muchos aspectos el gran perodo
Clsico de la ciu-dad de Teotihuacan puede considerarse como la
fuen-te cannica de la cultura nhuatl del Posclsico.22 Laprofundidad
de las races de Tollan en el Altiplano Cen-tral hizo de este Estado
una suerte de cultura madre, unncleo duro aposentado en el valle de
Teotihuacan cuyassemillas se desparramaron luego por diferentes
territo-
rios y sentaron las bases de la posterior unidad cultural delos
reinos que reclamaron descender de la estirpe tolteca.
El basamento de esa unidad cultural fue la lenguanhuatl, que
desde hace tiempo se especul que habasido el idioma de Tollan.23 El
estudio de los glifos ha-llados en las pinturas de Techinantitla
antes menciona-das, y la excavacin de un edificio en el barrio de
LaVentilla, en uno de cuyos patios se encontr un grupode 42 glifos
pintados, acabaron con esas especulacio-nes (figura 7).24 Karl
Taube reuni stos y otros testi-monios y en un anlisis brillante
mostr que el nhuatlera la lengua de la legendaria Tollan. Dice
Taube que aligual que las otras culturas de la poca clsica,
Teoti-huacan tena un sistema de escritura bien desarrollado,similar
al de los aztecas, y afirma que muchos de sus gli-fos pueden
rastrearse en las escrituras de Xochicalco,Cacaxtla y Tula.25 El
reconocimiento de que la antiguaTollan es Teotihuacan y su idioma
el nhuatl, quiere de-cir que la cultura nahua es la ms antigua,
continua einfluyente de Mesoamrica. Segn esta tesis, se tratarade
una cultura que arranca desde el periodo Formativo
20 Fray Bernardino de Sahagn, Historia general de las cosas de
NuevaEspaa, II, Libro dcimo, captulo XXIX, 1988, pp. 973-974.
21 La obra de Bernardino de Sahagn, que recoge la diversidad
deexpresiones de la lengua nhuatl, nos brinda un catlogo de los
con-ceptos polticos, sociales, tnicos y culturales que significaban
la cul-tura tolteca y su relacin con el Estado teotihuacano.
22 Karl Taube, The Turquoise Heart: Fire, Self-Sacrifice, and
theCentral Mexican Cult of War en Mesoamericas Classic Heritage:
FromTeotihuacan to the Great Aztec Temple (editado por D. Carrasco,
L. Jonesy S. Sessions), University Press of Colorado, Niwot, 2000,
p. 269.
23 En un estudio hoy olvidado sobre los portadores de la
culturateotihuacana, Wigberto Jimnez Moreno haba llegado a la
conclusinde que los fundadores de Teotihuacan, como sus
descendientes, los no-noalca, hablaban nhuatl. Era esta habla dice,
sin duda, la domi-nante en Teotihuacan la primera urbe que recibi
el nombre de To-llan (=metrpoli), siendo sus habitantes los ms
antiguos tolteca.Vase Jimnez Moreno, Los portadores de la cultura
teotihuacana,pp. 1-12. Millon (Teotihuacan, City, Sate and
Civilization, p. 232),dice que el principal lenguaje hablado en
Teotihuacan fue probable-mente el nhuatl. Asimismo, Pasztory
(Teotihuacan: An Experimentin Living, p. 251) asienta que el nhuatl
fue el lenguaje de Teotihua-can. Apoyado en un anlisis lingstico,
Manrique Castaeda lleg a lamisma conclusin: Creo que se debe al
imperio teotihuacano la pre-sencia original del nhuatl en las
muchas regiones donde ahora se le en-cuentra. Vase su estudio
Historia de las lenguas indgenas de Mxi-co, pp. 51-83. La cita es
de las pp. 64-65.
24 Rubn Cabrera Castro, Teotihuacan Cultural Traditions
Trans-mitted into the Postclassic According to Recent Excavations,
Univer-sity Press of Colorado, 1999, pp. 195-218. Figuras 7.13,
7.14 y 7.15.
25 Karl Taube, The Writing Systems of Ancient Teotihuacan,
Cen-ter for Ancient American Studies, Barnardsville, N.C,
Washington,D.C., 2000.
Figura 6. Estructura de gobierno
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y llega hasta el presente, se extiende por diversos mbi-tos del
territorio y en largos periodos del Clsico y delPosclsico su habla
fue la lingua franca de Mesoamri-ca, la lengua de los intercambios
entre los pueblos y ellenguaje de la retrica poltica.26
Quizs el logro ms duradero de los gobernantes deTollan consisti
en envolver esas hazaas en los lengua-jes del mito, el rito y la
ideologa poltica. El mito delQuinto Sol, con su cauda de alegoras
magnticas (lacreacin de los seres humanos, la vida civilizada y la
di-nasta real), se convirti en el paradigma de los mitosde origen
de los Estados posteriores. As lo sugiere la re-encarnacin de
Ehcatl, el dios creador de Tollan, quienreaparece 500 aos ms tarde
en el Cdice de Viena comoel numen que ampara la fundacin del reino
mixtecode Tilantongo. Y otros 500 aos despus lo vemos figu-rar como
el dios protector de los pueblos mixtecos re-
fundados en esa regin por las autoridades espaolasen los siglos
XVI y XVII.27
Tollan no fue la metrpoli que invent estos mitosfundadores y
conceptos refinados, pero s la matriz quesupo recoger los legados
provenientes de otros pueblosy envolverlos en el lenguaje propio de
la cultura y el Es-tado tolteca. Una vez asentados y reproducidos
en Tollan,estos conocimientos fluyeron con tal fuerza hacia las
di-versas regiones de Mesoamrica, que muchos siglos mstarde el
encuentro con sus vestigios tiene la virtud deiluminar nuestras
disquisiciones sobre el misterio de lascreaciones humanas. Uno de
estos vestigios es el textosiguiente, que le atribuye a Humac, el
legendario reyde Tula, la creacin de un libro de libros, una suerte
deBiblia o enciclopedia universal donde se haban ateso-rado los
innumerables saberes creados por el genio tol-teca. Dice este texto
que Humac, el ltimo de los so-beranos de la Tula de Hidalgo, junt
todas las historiasque tenan los toltecas desde la creacin del
mundohasta en aquel tiempo, y las hizo pintar en un libro
muygrande, en donde estaban pintadas sus persecuciones ytrabajos,
prosperidades y buenos ejemplos, templos,dolos, sacrificios, ritos
y ceremonias que ellos usaban;astrologa, filosofa, arquitectura y
dems artes [], yun resumen de todas las cosas de ciencia y
sabidura,batallas prsperas y adversas y otras muchas cosas eintitul
a este libro [], Teomoxtli, que bien interpre-tado quiere decir []
libro divino.28
Sugiero que el Libro de libros que cita el cronistaIxtlilxchitl
se invent en Tollan y fue el canon que enadelante sirvi como modelo
para componer la memo-ria de los mixtecos en el Cdice de Viena, de
los kicheen el Popol Vuh, de los kaqchikeles en el Memorial
deSolol, y de los nahuas de Tenochtitlan en la Leyenda de losSoles
y la Historia de los mexicanos por sus pinturas.29
De modo que la revisin de Tollan-Teotihuacan altrasluz de la
historia poltica nos entrega una nuevaimagen de esa metrpoli: la
imagen del reino que fue laencarnacin del poder poltico y militar
en la pocaclsica, el modelo de la metrpoli cuyos
basamentosculturales sostuvieron el edificio de la vida
civilizada.En contraste con la interpretacin de numerosos
histo-riadores que sitan el arte como la expresin ms altadel
espritu de esos pueblos, los antiguos mesoamerica-nos consideraron
la organizacin poltica como la matrizde las creaciones humanas ms
elevadas.
18 | REVISTA DE LA UNIVERSIDAD DE MXICO
26 El famoso lenguaje de Tuln Zuyu de los mayas de Yucatn,que
era el lenguaje de la lite poltica, era el nhuatl. Vase
Florescano,Memoria indgena, captulo 5.
27 Enrique Florescano, Historia de las historias de la nacin
mexicana,captulo 5, Ediciones Taurus, 2002.
28 Alva Ixtlilxchitl (1985), Obras histricas, edicin de
EdmundoOGorman, I, p. 270.
29 Sostengo esta tesis en el artculo Chichn-Itz, and the
Originsof the Popol Vuh.Figura 7. Escritura teotihuacana en el
patio de los glifos de La Venta. Foto tomada de
Taube, 2000: 14, figura 10