Top Banner
SMART MOBS: DILEMAS CONCEPTUALES & POLITICOS. EL CASO DE LIBERACIÓN DIGITAL. CECILIA MONGE BABICH - SEBASTIÁN RUIZ-TAGLE RESUMEN El objetivo del presente ensayo es discutir y explorar las dimensiones políticas de la expansión de social media a la luz de un caso particular: el movimiento chileno Liberación Digital. El input teórico elegido se pueden condensar en el concepto de smart mob o ‘multitud inteligente’ introducido por el periodista Howard Rheingold para capturar las transformaciones sociales asociadas a las nuevas tecnologías de información. A partir de estos elementos, se abordan las siguientes preguntas: ¿Es Libración Digital una smart mob? ¿Qué poder político tienen y pueden tener los grupos organizados mediante tics? ¿Se trata realmente de nuevas formas de organización política? ¿Hasta qué punto pueden las estructuras de poder tradicionales reaccionar frente a estas nuevas organizaciones? 1
50

EL DILEMA POLÍTICO DE file · Web viewEl objetivo del presente ensayo es discutir y explorar las dimensiones políticas de la expansión de social media a la luz de un caso particular:

May 15, 2019

Download

Documents

trinhdung
Welcome message from author
This document is posted to help you gain knowledge. Please leave a comment to let me know what you think about it! Share it to your friends and learn new things together.
Transcript
Page 1: EL DILEMA POLÍTICO DE file · Web viewEl objetivo del presente ensayo es discutir y explorar las dimensiones políticas de la expansión de social media a la luz de un caso particular:

SMART MOBS: DILEMAS CONCEPTUALES & POLITICOS.

EL CASO DE LIBERACIÓN DIGITAL.

CECILIA MONGE BABICH - SEBASTIÁN RUIZ-TAGLE

RESUMEN

El objetivo del presente ensayo es discutir y explorar las dimensiones políticas de la

expansión de social media a la luz de un caso particular: el movimiento chileno

Liberación Digital. El input teórico elegido se pueden condensar en el concepto de

smart mob o ‘multitud inteligente’ introducido por el periodista Howard Rheingold para

capturar las transformaciones sociales asociadas a las nuevas tecnologías de

información. A partir de estos elementos, se abordan las siguientes preguntas: ¿Es

Libración Digital una smart mob? ¿Qué poder político tienen y pueden tener los grupos

organizados mediante tics? ¿Se trata realmente de nuevas formas de organización

política? ¿Hasta qué punto pueden las estructuras de poder tradicionales reaccionar

frente a estas nuevas organizaciones?

* MARZO 2009 *

1

Page 2: EL DILEMA POLÍTICO DE file · Web viewEl objetivo del presente ensayo es discutir y explorar las dimensiones políticas de la expansión de social media a la luz de un caso particular:

* TABLA DE CONTENIDOS *

1. INTRODUCCIÓN.

2. UN POCO DE HISTORIA

3. SMART MOB Y CONCEPTOS AFINES

4. LIBERTAD DIGITAL: SER O NO SER UNA MULTITUD INTELIGENTE.

5. CONCLUSIONES

6. BIBLIOGRAFÍA.

2

Page 3: EL DILEMA POLÍTICO DE file · Web viewEl objetivo del presente ensayo es discutir y explorar las dimensiones políticas de la expansión de social media a la luz de un caso particular:

1. INTRODUCCIÓN

El 9 de Mayor del año 2007, durante la inauguración del “Microsoft Academic

Summit” realizado en Viña de Mar, el Ministerio de Economía suscribe con la

corporación Microsoft un acuerdo de colaboración con forma de contrato legal titulado

“Acuerdo Marco de Colaboración entre Ministerio de Economía y Microsoft Corporation

y Microsoft Chile”. En su encabezado, el documento se define como una declaración

de “colaboración voluntaria del Gobierno de Chile y de Microsoft en la concreción de

los objetivos tenidos a la vista, siempre que éstos contribuyan efectivamente al interés

general del país, y dentro del ámbito de las atribuciones y competencias que establece

el orden jurídico nacional”1. Las partes estaban representadas por: el abogado

democratacristiano Alejandro Ferreiro, a la sazón Ministro de la cartera; Craig James

Mundie, entonces Chief Research and Strategy Officer de Microsoft Corporation; y

Hernán Orellana, entonces gerente general de Microsoft Chile.

El contenido de este acuerdo desató una enorme polémica y un conflicto socio-

político singular donde los defensores del bien público no eran los actores políticos

tradicionales agrupados en partidos, sino civiles de distintas convicciones y

procedencias sociopolíticas, pero que tenían en común el interés por la informática y

por la defensa de los intereses del país. Este conflicto logró amplia cobertura

mediática y el movimiento ciudadano alcanzó ciertos márgenes de éxito: no sólo obligó

al ejecutivo a revisar el convenio, sino que forzó a las autoridades a establecer una

mesa de conversación y consulta permanente con la sociedad civil para delinear las

políticas de internet y desarrollo digital del país. El movimiento civil más importante

que se formó con ocasión de esta coyuntura fue Frente de Liberación Digital (en

adelante LD).

En la red de bitácoras digitales chilenas quedan hasta hoy los registros de las

conversaciones y ‘posteos’ que dieron origen a este movimiento. El movimiento mismo

se constituye, coordina, delibera y decide virtualmente. El movimiento como

“organización” tiene su origen en la creación de un sitio web: http://liberaciondigital.org.

No se trata de sólo un sitio web gestionado por un grupo de personas. Tiene,

obviamente un creador y administradores definidos, pero los contenidos son

producidos colectivamente por los usuarios adherentes al movimiento; tampoco el

movimiento está contenido en los límites del sitio: toda la diversidad de medios de

comunicación de la web (wikis, flikr, blogs, fotologs, grupos de discusión, foros,

1 El acuerdo se puede encontrar, por supuesto, en la página del Ministerio de Economía: www.economia.cl/aws00/Estatico/repositorio/k/L/f/gnoBqFQxlwICIIytdL8X299E=.pdf En el apéndice I de este trabajo se realiza una explicación sucinta de todos los puntos del acuerdo.

3

Page 4: EL DILEMA POLÍTICO DE file · Web viewEl objetivo del presente ensayo es discutir y explorar las dimensiones políticas de la expansión de social media a la luz de un caso particular:

páginas web, comunidades P2P, e-mails, etc.) se pone en movimiento generando

contenidos asociados al movimiento. A través de ‘banners’, decenas sino cientos de

otros sitios webs adhieren al movimiento generando una trama de links que remiten al

sitio de Liberación Digital2. Estas redes tampoco están contenidas en las fronteras

nacionales. Esta dinámica forma opinión pública y coordina acciones colectivas que

ponen en cuestión las decisiones de la autoridad.

Más adelante discutiremos en detalle la estructura y los logros o fracasos de

este movimiento. Por ahora quiero destacar que se trata de un ejemplo particular del

modo como internet, y particularmente el conjunto de aplicaciones y soluciones

llamada ‘Web 2.0’, ofrece una nueva ‘arquitectura de participación’ para la actividad

política3. La particularidad de estos medios es que sus contenidos son generados y

discutidos por los propios usuarios —en muchos casos en tiempo real. El efecto de

las tecnologías de información y comunicación (TIC) sobre la vida social no es ningún

secreto y está ampliamente documentado. Imprenta, telégrafo, prensa, cine, radio,

teléfono y televisión transformaron radicalmente la cultura, los mecanismos de

coordinación social y las relaciones de poder en su momento4. Desde hace poco más

de una década, la telefonía móvil e internet están transformando la vida cotidiana y las

prácticas productivas de grandes masas de población. Para diferenciar estos nuevos

soportes de comunicación masiva se habla de “nuevos medios” o “nuevas tecnologías

de la de comunicación” (NTIC)5.

La apropiación y uso de estos nuevos medios por parte de la población supone

nuevas formas de vida social y de significados sociales que emergen en múltiples

dimensiones. En una primera mirada, el uso de nuevas tecnologías está cargado de

connotaciones de éxito o autonomía personal, las que se articulan especialmente a

través de la publicidad. Las NTICS aparecen así como una forma de distinción social

—y, en último término, de exclusión. Pero como se dijo antes, de modo particular con

la emergencia de la web 2.0, emerge un nuevo significado: de manera más radical, las 2 Hasta agosto de 2008, el sistema de monitoreo de Awstats en Dreamhost, arrojaba 1993 páginas con al menos un enlace a la página de Liberación Digital. El listado de enlaces es, al mismo tiempo, sorprendentemente disperso: sólo 8 sitios superan el 1% de representación del total de hits. 3 El concepto de ‘arquitectura de participación’ tomado de (Cobos 2006: 2).4 Para una revisión pormenorizadas de los efectos sociales de los medios en la ‘era electrónica’, que incluye no sólo un enfoque teórico integral sino también una mirada sobre la manera como los medios se influyen y transforman recíprocamente, debe revisarse el trabajo seminal y todavía plenamente vigente de Marshall Macluhan Understandig Media: the Extensions of Man. Mac-Graw-Hill, 1964.5 El Informe PNUD define estas tecnologías del siguiente modo: “…tecnologías de información y comunicación de base electrónica y procesamiento digital destinadas a usuarios masivos y potencialmente al alcance de todos ellos, como el teléfono celular, los computadores y la conexión a internet” (Informe de Desarrollo Humano: Las nuevas tecnologías ¿Un salto al futuro?, PNUD 2006: 11).

4

Page 5: EL DILEMA POLÍTICO DE file · Web viewEl objetivo del presente ensayo es discutir y explorar las dimensiones políticas de la expansión de social media a la luz de un caso particular:

NTICS hacen posible una forma nueva de existencia social cotidiana desanclada de

contextos y ritmos que impone la localización espacial y su reestructuración en un

espacio virtual. Esta forma de apropiación colectiva de los medios por parte de los

usuarios tiende a un sentido inclusivo e igualitario.

Es en este sentido en que las NTIC’s devienen en social media. Es importante

tomar el peso de este último punto. No se trata del uso de NTICS como una extensión

o herramienta de la vida social ‘real’, una NTIC deviene social media cuando su uso

define las reglas de la interacción, cuando es esencial a las condiciones de

socialización. Podemos encontrar una hermosa caracterización del tipo de existencia

social que emerge con la masificación de social media en el estudio de Pasi Mäempäa

sobre el uso de teléfonos móviles en los jóvenes finlandeses: “[…] Las comunicaciones

repetitivas por teléfono no parecen un intercambio real de información ni una relación

auténtica, sino un mero modo de compartir con los demás un momento puntual de la

vida a tiempo real […] la sensación de compartir la vida continuamente […] abren otro

mundo de experiencia paralelo, o alternativo a aquel en que uno habita” (Mäenpäa,

citado en Rheingold 2002: 45). En un nivel general, puede decirse lo mismo del uso de

muchas interfaces actuales de internet.

En este contexto de desarrollo de los social media es inevitable que haga su

aparición aquella dimensión inextirpable de la vida humana que es la política.

Específicamente, afectan la estructura del espacio público y de la participación

ciudadana. Aparte de Liberación Digital, hay ejemplos muchos más dramáticos del rol

que pueden llegar cumplir en la política contemporánea. Por nombrar sólo dos

ejemplos: la revuelta ‘Poder Popular II’ que derrocó el año 2001 al presidente Joseph

Estrada en Filipinas fue coordinada mediante mensajes de texto; el sitio web coreano

OhMyNews —alimentado por 26 mil reporteros informales que envían notician en

directo con sus teléfonos celulares—logró revertir el resultado de las elecciones del

año 2002 generando una despliegue de 700.000 e-mails y millones de mensajes

SMS6. También se puede mencionar que los responsables de los disturbios en las

zonas urbanas periféricas de las ciudades francesas, holandesas, suizas y belgas el

año 2005 a propósito de un caso de excesos policíacos estuvieron coordinados y

alentados desde la periferia de la blogosfera7. El ejemplo chileno adquirió notoriedad

mundial en la web al atacar las estrategias comerciales de Microsoft.

Sobre estos fenómenos de participación política donde el uso colectivo de

NTIC’s juega un rol explicativo relevante se han construido ya una serie conceptos que

intentan capturar sus diferentes aspectos y variedades, así como la novedad que

6 Casos mencionados en (Rheingold 2002: 14; 185). 7 Caso mencionado en (De Ugarte 2007: 75)

5

Page 6: EL DILEMA POLÍTICO DE file · Web viewEl objetivo del presente ensayo es discutir y explorar las dimensiones políticas de la expansión de social media a la luz de un caso particular:

representa respecto de las formas tradicionales de organización. Entre ellos se

cuentan: ‘cyberactivismo’, ‘hacktivismo’, ‘ciberturbas’, ‘ciberciudadanía’, “ciberpolítica”

y ‘democracia emergente’. Es conveniente distinguir entre estos conceptos pues su

uso descuidado puede llevar a serias confusiones, pero esta tarea no es sencilla, y por

mucho que se manejen correctamente los conceptos circulantes puede ser el caso que

éstos sean inapropiados para capturar la complejidad del fenómeno. Por otro lado,

como observa Mitch Radcliffe en su blog, los modelos teóricos propuestos para

explicar los cambios sociopolíticos que trae el perfeccionamiento y masificación de

social media equivalen a “edificios construidos apresuradamente sobre territorio

desconocido, que se hunden, sucumben y caen en pedazos a un porcentaje

angustiante por razones que apenas son comprendidas por los arquitectos”8.

¿Qué clase de movimiento es Liberación Digital? ¿Es siquiera un movimiento?

¿Qué tiene en común y en qué difiere de otros movimientos que se le asemejan (por

ejemplo, los casos filipinos y coreanos mencionados más arriba)? Si se revisa el sitio

web de LD, así como los registros digitales de conversaciones y comentarios en los

Googlegroups LD así como en toda la blogosfera y en Internet, encontramos la

pretensión de identificarse como ‘multitud inteligente’ (‘smart mob’): “una iniciativa que

no posee color político ni fines de lucro, y que se sostiene en base a una participación

voluntaria y colaborativa a través de Internet”9. El presente trabajo tiene un objetivo

relativamente simple y es responder a la pregunta: ¿es efectivamente Liberación

Digital una ‘smart mob’? ¿Qué consecuencias trae —qué compromisos implica— que

una organización o movimiento social se identifique a sí mismo como un smart mob? A

partir de estas simples preguntas podremos explorar e iluminar algunos aspectos más

generales sobre los efectos y connotaciones políticas de social media.

Debo advertir que la aproximación al problema tiene un sesgo en favor de LD.

Pero tengo la convicción epistemológica de que la neutralidad política es imposible en

la investigación social. Los datos se ordenan en hechos o evidencias sí y sólo si se los

considera desde un punto de vista. Este punto de vista está estructurado a su vez en

prejuicios y preconceptos, los que siempre tienen consecuencias políticas de las que

son inseparables. Hay hechos que simplemente no existen de no mediar la adopción

de un punto de vista. Esto no obsta para que la investigación no se oriente siempre por

ideal de la verdad, evitando caer en la mera expresión encubierta de opiniones

formadas sin reflexión. Por otro lado, contribuye a la objetividad del discurso científico

8 http://ratcliffeblog.com/ 9http://liberaciondigital.org/acerca

6

Page 7: EL DILEMA POLÍTICO DE file · Web viewEl objetivo del presente ensayo es discutir y explorar las dimensiones políticas de la expansión de social media a la luz de un caso particular:

el que se haga explícita la posición de habla del investigador. El foco de este trabajo,

en todo caso, no es la evaluación del acuerdo, sino la mirada y la acción de los grupos

ciudadanos que reaccionaron en contra suya.

2. UN POCO DE HISTORIA

En esta sección haremos una breve crónica de la génesis de este movimiento

explicando las razones que tuvieron nuestros conciudadanos para movilizarse en

contra del acuerdo entre Microsoft y el gobierno10.

En términos generales, el lenguaje de este acuerdo es sumamente ambiguo,

pues no tiene un carácter contractual y, sin embargo, compromete recursos fiscales y

privados en la consecución de determinados fines. Es un acuerdo de cooperación que

compromete ofertas y donaciones por parte de Microsoft y ciertas acciones de

promoción e inversión por parte del gobierno. Aunque todas las cifras que menciona

sumadas ascienden a los 15 millones de dólares, la donación real y directa que parece

comprometer Microsoft en el desarrollo tecnológico de nuestro país asciende a 540

millones de pesos11. Se trata de una cifra considerable, sin embargo, las ganancias

estratégicas no son despreciables. Microsoft se alía con un gobierno para promocionar

sus productos —y generar una base de datos oficial de consumidores— a gran escala

en mercados relativamente inaccesibles: jóvenes, MIPYMES, municipios, etc. Tiene a

su disposición a los educandos del sistema público y municipal para familiarizarlos en

el uso de interfaces Microsoft. Esto puede interpretarse como un intento de Microsoft

por intentar una estrategia comercial de lock-in en el mercado chileno: forzar a los

usuarios a depender de sus softwares haciendo que los costos de cambio de

proveedor sean muy altos12.

10 Una cronología sucinta del conflicto puede encontrarse en http://www.mouse.cl/galerias/20070809/galeria/05.asp. 11 Los análisis críticos del acuerdo que se pueden encontrar en www.fayerwayer.com - http://analistapolitico.blogspot.com - http://www.elfrancotirador.cl/2007/07/23/el-dia-que-chile-se-vendio-a-microsoft/. También es posible encontrar comentarios iluminadores sobre políticas de TIC en http://www.lnds.net. 12 Se trata de una estrategia comercial muy inteligente por parte de Microsoft. Por un lado, es posible afirmar que Chile es una economía de información que al mismo tiempo, no cuenta con la infraestructura adecuada para desarrollarse en ese ámbito (Avilés y Sepúlveda 2008: 18-33). Por otro lado, como se sabe, el Estado está impedido por la Constitución de realizar cualquier inversión en un área productiva. No se trata sólo de un marco jurídico, la política de los gobiernos en democracia ha privilegiado el rol de la inversión privada en áreas claves para el desarrollo del país. Justamente el ejemplo brasileño de una política estatal hostil a la hegemonía de Microsoft y promotora de la industria de software local, está impulsada por una fuerte inversión por parte del fisco. Recíprocamente el ex-presidente Ricardo Lagos empezó a

7

Page 8: EL DILEMA POLÍTICO DE file · Web viewEl objetivo del presente ensayo es discutir y explorar las dimensiones políticas de la expansión de social media a la luz de un caso particular:

Uno de los contenidos específicos más controvertidos del acuerdo era el ítem

llamado ‘domicilio digital’, que convertía a Microsoft en el proveedor de una plataforma

digital que concentra “toda la información, notificaciones e interacción relevante con

instituciones pública” de cada ciudadano. Al no estar mediada por licitación pública

alguna, y al no contemplar ninguna disposición que proteja a la libre elección que los

usuarios puedan hacer de sus propios medios digitales a la hora de relacionarse con el

Estado, este convenio viola el principio de ‘neutralidad tecnológica’ de la

Administración Pública consagrado en la Ley N° 19.79913.

La plataforma especificada en el acuerdo consiste básicamente en una cuenta

LIVE para cada chileno, de modo que Microsoft accede a proporcionar un servicio que

ya ofrece gratuitamente. Tomando en cuenta este hecho, es impresionante que el

costo de construcción de esta plataforma sea de la corporación privada, bajo la

condición de que el gobierno chileno, por su parte, se “comprometa a contratar la

asesoría de implementación del sistema de carga de cuentas ciudadanas”. El punto

más delicado a ojos de los detractores es que Microsoft se haría administrador de una

base de datos llena con información relevante sobre la totalidad de los ciudadanos

chilenos. Además, como observó Rodrigo Hollman en su oportunidad, la parte más

importante de este acuerdo en el aspecto comercial para Microsoft es asegurar que el

acceso desde teléfonos móviles a las ‘cuentas ciudadanas’ se realice mediante

interfaz de Microsoft. Esta es una movida estratégica dado el conocido fenómeno de

convergencia tecnológica entre telefonía e internet.

Sin embargo, lo que más llama la atención es la reserva con que se firmó este

acuerdo. La decisión más integral en materia de política de sistemas informáticos que

haya tomado un gobierno chileno —probablemente después del episodio CYBERSYN

durante el gobierno de la Unidad Popular— debió publicitarse con bombos y platillos.

No fue así, ninguna de las dos partes quiso llamar mucho la atención14. De hecho, de

todos los medios que informaron sobre la firma del acuerdo, la única noticia que

informaba directamente sobre el acuerdo salió en La Tercera Internet. En el resto de

los medios la noticia era, o la inauguración del encuentro de profesionales de la

promover estos convenios para atraer la inversión de la empresa en Chile. William Gates declaró personalmente en el año 2005 su interés por abrir una filial para América Latina con sede en Valparaíso y la empresa ha definido a Chile como ‘un foco de inversión’.13 Para el concepto de ‘neutralidad tecnológica’, ver http://www.derechoinformatico.uchile.cl/CDA/der_informatico_complex/0,1491,SCID%253D15831%2526ISID%253D567,00.html 14 Fue publicado en http://www.microsoft.com/chile/prensa/2007/may/acuerdo/default.aspx, el sitio de Microsoft,

8

Page 9: EL DILEMA POLÍTICO DE file · Web viewEl objetivo del presente ensayo es discutir y explorar las dimensiones políticas de la expansión de social media a la luz de un caso particular:

informática, o la creación de un “instituto virtual” o “federación de investigadores” con

fondos de Microsoft por tres años15 administrados por PUC y UCh.

El énfasis de las noticias explotaba la confirmación por parte de Microsoft (en la

vocería de su director de investigación Craig Mundie) de la auto-imagen de Chile como

un país ejemplar en América Latina: se trata del primer centro de tales características

en América Latina, Chile “es un gran país”, ha sido elegido por su “liderazgo en la

región” y ha “impresionado” a los ejecutivos de Microsoft16. Microsoft pretende

constituirse como un ente que coordina y potencia toda la investigación en TICs que

se hace en Chile, con proyección para integrar proyectos de investigación en una

misma red o “entorno de cooperación”17. Pero en estas noticias sólo se menciona

tangencialmente el acuerdo18. Esto hace evidente la total incapacidad de los medios

chileno para indagar a fondo en los contenidos del acuerdo, conformándose con

repetir los discursos prefabricados por los agentes involucrados. En La Nación del 10

de Mayo, por ejemplo, se describe el proyecto de “domicilio digital” como una

plataforma de acceso a la información de todas las instituciones públicas. Pero

también hace evidente que la blogosfera no reaccionó ante estas noticias y cabe

preguntarse cómo es que llega a generarse la indignación pública que se generó

posteriormente.

15 Total US $ 935.000, ver apéndice I.16 Ver LUN 5 de Mayo 2007, Economía, p. 14. 17 Declaraciones de Mundie: “Estamos tratando de hacer conexión con gente talentosa y entregarles recursos para que puedan despegar. La idea es que desde Santiago se lidere una red de universidades de toda la región coordinando proyectos de investigación y desarrollo. Microsoft entregará financiamiento a esta red, el que estará comprometido en los próximos tres años y habrá gente nuestra trabajando y apoyándolos”, (LUN 5 de Mayo 2007, Economía, p. 14). A modo de muestra del modo como Microsoft estaba creando un lobby para aglutinar a los stakeholders del cluster TIC, podemos nombrar a los ‘auspiciadores’ del Encuentro del Viña del Mar ‘organizado’ por Microsoft: CONICYT, CORFO, Fundación Chile, CLARA, REUNA, Universidad Técnica Federico Santa María, Universidad de Chile, Pontificia Universidad Católica de Chile y Universidad Andrés Bello.18 En www.mundoenlinea.cl tenemos lo siguiente: “Microsoft establecerá en Chile su primer centro de innovación tecnológica en América Latina, para el que destinará unos 935.000 dólares en tres años. Se trata del primer centro de innovación de Microsoft en la región y el décimo en el mundo. La empresa firmó además un acuerdo con el Gobierno chileno para brindarle asistencia en la implementación de proyectos que permitan el uso masivo de la tecnología en escuelas y pequeñas empresas, modernización de municipios y capacitación de trabajadores, entre otros”. En la edición del 10 de Mayo del 20077 de www.americaeconomia.com la noticia se expone con toda la claridad necesaria: “Durante la Tercera Cumbre Anual Académica Latinoamericana en Chile, Craig Mundie, Director de Investigación y Estrategia de Microsoft Corp., anunció la creación de una nueva iniciativa de colaboración entre universidades de Latinoamérica y el Caribe. La Federación Latinoamericana de Investigación Cooperativa trabajará junto con Microsoft Research para analizar las recientes investigaciones y aplicaciones de las tecnologías de información y comunicación (TIC) en toda la región, con énfasis en solucionar problemas sociales y económicos y en desarrollar la floreciente economía del conocimiento en América Latina […] La nueva federación está liderada por el grupo de Programas e Investigación Externa de Microsoft, la unidad de Microsoft Research que trabaja en estrecha colaboración con instituciones académicas de todo el mundo]”.

9

Page 10: EL DILEMA POLÍTICO DE file · Web viewEl objetivo del presente ensayo es discutir y explorar las dimensiones políticas de la expansión de social media a la luz de un caso particular:

Debe mencionarse que el gobierno chileno —a través del Ministerio del Interior

y del Ministerio de Economía— viene firmando acuerdos de cooperación con Microsoft

muy similares a los suscritos el año 2007 —siendo la diferencia más relevante el ítem

‘domicilio digital’19.

Sin embargo, el 18 de Julio de ese mismo año, el senador Alejandro Navarro

hizo —en la 36a sesión ordinaria del año— un llamado de alerta sobre este acuerdo

de cooperación. Entre los puntos que observa el senador, cabe destacar que el Estado

gastó el 2006 en 14 mil millones de pesos en licencias computacionales. Cabe

mencionar en este sentido que el gasto en licencias del año 2008 ascendió a 25 mil

millones de pesos, y que el presupuesto recién aprobado para el año 2009 contempla

un costo de 27 mil millones de pesos en este ítem20. Lamentablemente el senador no

desglosa los montos en ‘licencias’ que menciona. Microsoft no es la única licencia que

paga el estado de Chile. También se cuenta ORACLE e IBM, además de software de

licencia nacional. Tampoco Navarro distingue entre el costo propiamente tal de

desarrollo de un software y lo que se paga propiamente en ganancias netas para la

empresa. Esto último constituye entre el 10% y 20% del costo del programa21. Esta

omisión debilita este argumento del senador, aunque no deja de abrir una serie de

preguntas sobre quienes son y cómo se determinan los proveedores de software en el

Estado Chileno. Lo que ya es más serio, el senador menciona un estudio en el que

participó el propio Ministerio de Economía, asociado con el PNUD, la SOFOFA y

financiado por el gobierno de Japón cuyo informe final (de 247 páginas) se llama:

“Mejoramiento de la gestión y uso de las Tecnologías de la Información de las

MIPYMES y gobiernos locales a través de software libre”22. Entre las afirmaciones de

este informe se cuenta la siguiente: “el software propietario no facilita la creación y

desarrollo de tecnologías nacionales e inhabilita la adecuación de éstas a las

necesidades regionales”. La lectura comparada de este informe y del acuerdo muestra

cómo éste se montó sobre el diagnóstico de aquel para determinar, sin justificación

alguna, una política pública diametralmente contraria a sus recomendaciones.

El lunes 23 de Julio del 2007 este acuerdo Microsoft-Gobierno sale a luz

pública en la bitácora digital “El Diablo en los Detalles” del científico Carlos Moffat y 19 Ver sitio http://www.gobiernoelectronico.org/node/3716 20 Una indicación al presupuesto introducida la semana recién pasada por el senador Navarro obligaba a las reparticiones fiscales a ‘cotizar’ software ‘bajo la modalidad de software licenciado de fuente abierta o libre de costo’ y fue aprobada por el senado. Sin embargo, a los tres días fue rechazada por unanimidad por la cámara de diputados tras una carta del Ministro de Obras Públicas Sergio Bitar que objetaba la indicación porque ‘rigidizaría’ —voz no reconocida por la RAE— las operaciones de su cartera. 21 http://www.lnds.net/2007/08/ 22 Una versión completa del estudio en http://www.pnud.cl/publicaciones/Estudio%20Gobiernos%20Locales.pdf.

10

Page 11: EL DILEMA POLÍTICO DE file · Web viewEl objetivo del presente ensayo es discutir y explorar las dimensiones políticas de la expansión de social media a la luz de un caso particular:

luego en “El Francotirador” del periodista Christian Leal. Según fuentes del propio

movimiento, Moffat tuvo acceso al documento del acuerdo gracias al propio senador

Navarro. La difusión posterior en efecto dominó (o ‘estampida’’) del contenido de este

acuerdo vía internet desencadenó un movimiento social en contra de tal decisión.

Antes de caracterizar este proceso debe tenerse en cuenta que en la mente de

quienes lideraron este movimiento había un antecedente en decisiones del gobierno

que atentaban contra la ‘neutralidad digital’ y contra el desarrollo de la industria

informática nacional. Me refiero al programa ‘Mi primer PC’ del año 2005, en que el

Gobierno, Microsoft, INTEL y algunas cadenas de retail convienen ‘ofertar’ a los

ciudadanos de escasos recursos créditos para adquirir computadoras con un pack de

software (Windows, Office, Encarta y Picture) y un cupón para asistir a 4 horas de

clases sobre navegación de Internet en INACAP. Debe tenerse presente que el

gobierno sólo dio un patrocinio y no otorgó ningún subsidio directo o indirecto a la

compra de ciertos equipos por parte de las personas. En los distintos canales de

discusión e información especializada de internet, miembros de la sociedad civil

chilena hicieron patente que el gobierno estaba actuando, sin mediar licitación pública

alguna, como promotor de proveedores de hardware y software ante la ciudadanía. No

se violaba directamente la ‘neutralidad digital’ del Estado pero, lo que se es peor,

expresaba simbólicamente una alianza entre un grupo de proveedores particulares —

sospechosos de buscar la creación de monopolios— y el gobierno de Chile. A juicio de

estas comunidades virtuales nuestras autoridades habían hecho gala de ignorancia y

falta de seriedad a la ahora de diseñar políticas de superación de la ‘brecha digital’.

Esta alianza no iba en la dirección de un genuino desarrollo tecnológico del país pues

iba en la dirección de una cultura de usuarios.: “Para Intel y Microsoft los niños de los

países sub desarrollados son "el otro billón de consumidores". Ellos ven en estos

proyectos la manera de captar más consumidores de computadores, habemos otros

que pensamos que esta es la oportunidad de que los niños usen las herramientas

básicas para nuestra sociedad digital”23. Por otra parte, la oferta carecía de

competitividad: existen alternativas de mejor calidad a más bajo costo24.

Estas críticas dieron lugar a iniciativas como “Mi Primer PC… ¡Pero de

Verdad!/Nuestro PC” (MPPCPDV) y “PCLibre”, alternativas desarrolladas por

23 http://www.lnds.net/2007/05/classmate_vs_olpc.html 24 Los créditos, también se objetó, no estaban en verdad al alcance de los tres quintiles más pobres. Hasta 36 cuotas mensuales de 10.000 en un país donde 2 tercios de la población gana (promedio per cápita) menos de 200 mil pesos. Sobre la distribución de ingreso en Chile: http://static.latercera.cl/200805/48814.pdf. Claro, ese mismo porcentaje gasta alrededor de 20 mil pesos más de lo que gana, como un monto constante que tiende a aumentar a medida que se desciende y a disminuir a medida que se asciende en la escala de ingresos.

11

Page 12: EL DILEMA POLÍTICO DE file · Web viewEl objetivo del presente ensayo es discutir y explorar las dimensiones políticas de la expansión de social media a la luz de un caso particular:

ciudadanos para responder a la estrategia de Microsoft. Ya en este caso es

impresionante constatar cómo los movimientos generados mediante de social media

como internet dejan registros de cada una de las intervenciones que le dieron origen.

Así se fueron desarrollando gradualmente a través del espacio virtual conversaciones

entre ciudadanos de diferentes zonas de Chile, que intercambiaban información,

construyendo colectivamente una evaluación de la política estatal y diseñando una

práctica que término implementándose con relativo éxito aunque no sin polémicas

internas.

Debe tenerse en cuenta, además, otro antecedente importante del movimiento

digital del año 2007: el movimiento de estudiantes secundarios del 2006. Más

conocida como la “Revolución Pingüina”, este movimiento tuvo tres atributos que,

presentes como antecedente en la conciencia de quienes conversaban, facilitaron la

cristalización del movimiento digital. Primero, se trató de un movimiento transversal

políticamente: fue una reivindicación esencialmente ciudadana. Segundo, se trató de

un movimiento intensivo en el uso de tecnología de comunicación: SMS, chats, posts,

etc. Es difícil entender el grado de coordinación y organización que desplegaron los

secundarios sin ese dato fundamental. Tercero, se trató de un movimiento

esencialmente horizontal en sus relaciones de poder, asambleísta en la toma de

decisiones, y con múltiples vocerías. Aunque se trató propiamente de un movimiento

de masas y cargados de connotaciones épicas más tradicionales compartía muchos

atributos de los movimientos en red y de las smart mobs. El éxito que tuvieron los

pingüinos en término al menos de su influencia en la agenda pública y gubernamental

estaba posicionado de la mente de muchos quienes participaron del movimiento digital

del 2007 —sin mencionar que muchos pingüinos también tomaron parte en él.

Con motivo de la divulgación del acuerdo entre el gobierno y Microsoft, la

comunidad de ‘ciudadanos-navegantes’ nuevamente se coordinó para enfrentar al

gobierno en un proceso muy similar. En la edición del 23 de Julio del 2007, Leo Prieto

publica una nota en el sitio web Fayerwayer analizando el acuerdo. Esta nota a su vez

remite a los blogs de Leal y Moffat. A partir de los ‘’posteos’ a esta nota publicados por

los lectores podemos rastrear el origen de Liberación Digital. Algunos de los

comentarios y conversaciones que dieron origen a esta red están consignados en el

Apéndice II de este trabajo.

Estas conversaciones hacen plenamente transparente al movimiento en

muchos niveles: los miembros, las motivaciones, los liderazgos, los procesos de toma

de decisión, su nivel de impacto. Además, en ellas puede apreciarse que en las

conversaciones que dan origen al movimiento existían múltiples iniciativas alternativas

12

Page 13: EL DILEMA POLÍTICO DE file · Web viewEl objetivo del presente ensayo es discutir y explorar las dimensiones políticas de la expansión de social media a la luz de un caso particular:

que se proponían como reacción colectiva al acuerdo del gobierno. Muchos

comentarios no se restringen a manifestar indignación, sino a proponer cursos de

acción concretos: marchas, acciones violentas, acciones jurídicas. Sin embargo, la

primera iniciativa articuladora, la que concita pleno consenso y que permite una

división inmediata de tareas, es aquella que tiene como plataforma de acción la propia

web. El propio soporte tecnológico que hace posible la construcción de opinión pública

determina de manera inmediata la estructura y los objetivos de la acción colectiva.

A raíz de estas conversaciones, Tomas Pollack creó durante esa misma noche

el sitio web del Frente de Liberación Digital. Al medio día siguiente el grupo de correo

de gmail creado para Liberación Digital tenía más de 200 correos.

Liberación Digital se define a sí mismo como un “una red ciudadana formada

por un colectivo abierto y cooperativo de chilenos y chilenas de diversas áreas,

interesados en las implicancias legales, civiles, políticas, tecnológicas y éticas en

materia de uso e implementación de las Tecnologías de la Información”25. La

peculiaridad sobre la que queremos llamar la atención es que no se trata de una ONG

ni de una agrupación legalmente constituida. Es una red que se constituye en el

espacio virtual, la plataforma digital es la institución misma. Esta plataforma consiste

en un sitio web, un grupo de Facebook con 618 miembros, un grupo de Google de 446

miembros (que funcionaba para coordinar acciones cotidianamente y “al menudeo”),

un mural de Flickr y un wiki para elaborar documentos colectivamente. Estas interfaces

suponen un mecanismo de coordinación, información y decisión abierto a todos los

navegantes de la web. Su valor consiste íntegramente en los aportes periódicos de

cada uno de los usuarios de las plataformas.

La creación de Liberación Digital inmediatamente generó repercusión en la red.

El mismo 24 de Julio ya EMOL publicaba una nota26 que hacía referencia a los puntos

principales de objeción a la acuerdo y a la creación del Frente. Se hace mención

además a “No al acuerdo Microsoft/ Gobierno de Chile” y a “Chile no se vende”, otros

movimientos creados con ocasión de esta coyuntura. Los sitios de El Mundo y de la

BBC, entre otros medios internacionales, también hicieron notas informando sobre el

movimiento.

Esta recepción de los medios de comunicación digitales obligaron una reacción

inmediata de las partes involucradas en el acuerdo. El mismo 24 de Julio, Microsoft

inmediatamente hizo sus descargos con declaraciones de su Gerente de

Comunicaciones a EMOL. Al día siguiente vino la respuesta del Ministerio de

25 http://liberaciondigital.org/acerca/ 26 http://www.emol.com/noticias/tecnologia/detalle/detallenoticias.asp?idnoticia=263596

13

Page 14: EL DILEMA POLÍTICO DE file · Web viewEl objetivo del presente ensayo es discutir y explorar las dimensiones políticas de la expansión de social media a la luz de un caso particular:

Economía27. Ambas partes recalcan las mismas respuestas: no se trata de un contrato,

nadie está obligado a adquirir productos Microsoft, el Estado no desembolsa dinero y

la empresa no tendrá acceso a la información privada de los ciudadanos. Califican

además a los ‘cybermanifestantes’ como fundamentalistas del software libre.

Ya el mismo día, a través del googlegroup, se decidió adoptar tres cursos de

acción: Primero, impulsar una campaña de información y difusión sobre el acuerdo y

sus puntos negativos (campaña ‘Despierta’). Segundo, plantear las objeciones al

acuerdo en el Congreso. Tercero, la redacción de una propuesta, expresando las

razones del rechazo al convenio. Esta propuesta finalmente adoptó la forma de carta

escrita por todos los miembros del movimiento usando el sistema Wiki28. En ella se

presentaban las principales objeciones al acuerdo, así como la preocupación del

movimiento por contar con una política gubernamental seria a largo plazo sobre

asuntos digitales. A través de la web se dividen tareas en equipos de trabajo.29 Recién

el 27 de Julio LD convoca a una reunión en vivo de sus miembros. En estas reuniones

se hace patentes la diversidad, tanto socioeconómica como política, de los

participantes. Entre ellos se encuentran personas afines al anarquismo, personas de

afines a la Alianza por Chile y personas que se consideraban a-políticas. Estos

encuentros cara-a-cara no tienen, sin embargo, una importancia decisiva en la

configuración del movimiento. Lo decisivo son los foros y las decisiones que se toman

mediante votación abierta en la red. El grupo decide así una política interna de

“participación abierta y horizontal con mecanismos de gestión y canales de

comunicación definidos”30. Los equipos de trabajo, abiertos, eligen líderes y estos

forman una instancia de coordinación. Pero la instancia superior de Liberación Digital,

en palabras de Thomas Pollack, son todos. Pedro Huichalaf observa que, dada la

política inclusiva, no hay cuestionamientos internos por la representatividad o vocería

que alguien pueda ostentar respecto de LD, tales cuestionamientos vienen desde

fuera de la organización31. Sólo hay una distinción entre más y menos “visibles”.

Se reconoce la existencia de un núcleo de fundadores o líderes naturales que,

en un principio al menos, tomaron decisiones macro y tenían poder técnico para

censurar conductas. Pero su autoridad descansaba sobre su reputación y se limitaban

a asegurar el respeto a un código de ética relativamente implícito, fundado en el

respeto, la transparencia, la democracia interna y en el interés por conseguir los 27 http://www.economia.cl/1540/articles-183773_recurso_1.pdf 28 http://liberaciondigital.org/wp-content/uploads/2007/08/carta-presidenta-020807.pdf 29 El 26 de Agosto se cambió el nombre de Frente de Liberación Digital a Movimiento. 30 http://www.slideshare.net/tomaspollak/liberacin-digital-101 31 Para la realización de este trabajo se entrevistó a Tomás Pollack y Pedro Huichalaf, el primero fundador y el segundo representante de LD ante la red de organizaciones civiles digitales, a la que también pertenecen Atach, Educa Libre, ONG Derechos Digitales, Mujeres en Conexión, Cesol, Conexión Social y Un computador por niño.

14

Page 15: EL DILEMA POLÍTICO DE file · Web viewEl objetivo del presente ensayo es discutir y explorar las dimensiones políticas de la expansión de social media a la luz de un caso particular:

objetivos comunes. El aspecto de la transparencia es especialmente importante, toda

gestión, toda deliberación y toda comunicación son públicas y abiertas a todos los

participantes mediante los canales establecidos. De modo explícito, LD acaba

autodefiniéndose como smart mob: según vimos en la introducción a este trabajo.

Respecto de la llegada con los parlamentarios, el 8 de Agosto la comisión de

ciencia y tecnología de la Cámara de Diputados —en lo que EMOL califica como un

‘hecho inédito’— recibió a tres ciudadanos para informarse de su opinión en contra del

acuerdo Microsoft. Esta invitación no fue cursada a propiamente a LD, sino a tres

miembros vinculados al ‘cibermovimento’ quienes tuvieron contactos con el diputado

Roberto Sepúlveda (RN). Los mecanismos por los cuales se concertó la reunión y se

elaboraron las presentaciones fueron muy cuestionados internamente. No se estaban

respetando los canales de comunicación previamente definidos. Pero el caso es que la

reunión resultó ser una experiencia humillante para los participantes de LD: tuvieron

15 minutos de exposición con un quórum mínimo de 5 honorables luego de una hora

de exposición los ejecutivos de Microsoft y Alejandro Ferreiro —quien extendió la

presentación a sabiendas de que no podía ser interrumpido por el presidente de la

comisión. Un detalle importante: en un principio, el presidente (sub-rogante) Ramón

Farías les informa a los emisarios LD que sólo quedan 5 minutos por lo que es mejor

dejarlo para otra sesión. Los enviados de LD informaron que estaban reporteando la

visita al congreso en directo en su sitio web, y reconsideró su oferta, concediendo 15

minutos. Curiosamente, el día 10 de Agosto a las 19:06 p.m., el ministro Ferreiro envió

un comentario a la web de LD invitando a una reunión en el Ministerio de Economía. El

resultado de esta invitación a LD fue la creación de una Mesa de Trabajo abierta a la

Sociedad Civil como parte legítima en la confección de la Estrategia Digital 2007-201

coordinada por el Ministerio de Economía.

La efervescencia mediática de la polémica fue apagándose progresivamente.

¿Qué pasó con el acuerdo? Ninguno de los miembros activos y de los fundadores de

LD puede precisar qué pasa hoy con el acuerdo. Y tampoco hay información accesible

en MINECON. El convenio aún existe, sin embargo, al menos las partes más

polémicas del acuerdo (domicilio digital, municipio digital y seguridad digital) no

parecen haberse realizado ni estar en proceso de realización.

Hay quienes en LD estiman que la remoción del ministro Ferreiro se debe en

parte al movimiento ciudadano en contra del convenio. Se hizo evidente que la

estrategia de incorporar a privados enfrentar los problemas asociados al avance digital

requiere de un Ministro con mayor “manejo político”.

15

Page 16: EL DILEMA POLÍTICO DE file · Web viewEl objetivo del presente ensayo es discutir y explorar las dimensiones políticas de la expansión de social media a la luz de un caso particular:

¿Qué pasó con LD? Por algunos meses bajo notablemente la intensidad de su

actividad. Sin embargo, recientemente despertó a raíz del conflicto suscitado por la

discusión sobre el proyecto de derechos de propiedad intelectual. Nuevamente el

gobierno —el Consejo Nacional de la Cultura— aparece haciendo convenios a

espaldas de la opinión pública con uno de los stakeholder involucrados en el tema —

en este caso, la SCD. En este nuevo episodio en la historia de la organización deben

notarse algunos puntos. Primero, los personajes más visibles y más participativos en

el movimiento han cambiado. Segundo, en palabras de Pedro Huichalaf, LD ha tenido

un rol más preventivo que reactivo, participando de la mesa de conversaciones

organizada por el Consejo junto con otros actores involucrados. La posición de LD

sobre este punto dice relación con el resguardo del equilibrio entre los derechos de los

creadores de percibir ingresos por sus obras y el acceso de los ciudadanos, a través

de Internet, a obras del dominio cultural y la protección de los derechos de estos

últimos sobre privacidad, derecho a parodia, uso justo y presunción de inocencia.

16

Page 17: EL DILEMA POLÍTICO DE file · Web viewEl objetivo del presente ensayo es discutir y explorar las dimensiones políticas de la expansión de social media a la luz de un caso particular:

2. SMART MOBS Y CONCEPTOS AFINES

Se dijo en la introducción a este trabajo que LD se concibe a sí misma usando

el concepto de ‘smart-mob’ o ‘multitud inteligente’ introducido por Howard Rheingold

en su libro Smart Mobs. The Next Social Revolution (2002)32. La premisa del libro es

que la próxima revolución tecnológica no tiene que ver con “nuevos dispositivos de

hardware ni programas de software, sino con prácticas sociales” (Rheingold 2002: 18).

Lo que registra Rheingold es que este descubrimiento ha tenido como protagonista al

usuario antes que a los inventores, fabricantes o vendedores de soportes y soluciones:

“Se ha tardado un siglo en construir un sistema de comunicación planetario en forma

de cables tradicionales, satélites y cables de fibra óptica. Este proceso ha sido, en

gran medida, una empresa piramidal, organizada desde arriba por monopolios de

telecomunicaciones y regulada por burocracias gubernamentales. Al final de este

proceso, cuando se ha interconectado un número suficiente de personas, las

aplicaciones organizadas desde abajo han transformado la infraestructura de cable

originaria en fenómenos completamente nuevos como la web, las comunidades

virtuales y las redes p2p” (Rheingold 2002: 158).

El concepto de ‘smart mobs’ está íntimamente conectado con esta idea. En el

prólogo a la edición en castellano del libro, Rheingold lo define de la siguiente manera:

“grupos de personas que emprenden movilizaciones colectivas —políticas, sociales,

económicas— gracias a que un nuevo medio de comunicación posibilita otros modos

de organización, a una escala novedosa, entre personas que hasta entonces no

podían coordinar tales movimientos” (Rhiengold 2002: 13).

Pero una definición no elimina todas las ambigüedades, y lo más esencial para

determinar el significado de una expresión —lo que se pretende decir con ella— es su 32 Rheingold es un periodista de investigación —dicta el curso de periodismo digital en Stanford— que ha dedicado los últimos 30 años a la crónica de las transformaciones sociales, culturales y cognitivas en la era electrónica. Entre sus libros se cuentan Tools for Thought (1985) donde analiza los efectos de los computadores personales sobre la creatividad y The Virtual Community (1993) —publicación que lo lanzó a la fama— cuyo propósito es, en sus propias palabras: “inform a wider population about the potential importance of cyberspace to political liberties and the ways virtual communities are likely to change our experience of the real world, as individuals and communities” (Rheingold 1993: intro). Smart Mobs. The Next Social Revolution constituye un esfuerzo titánico por ofrecer al lector una panorámica del estado del arte en el modo como las ciencias sociales y la ingeniería informática desarrolla conceptos y aplicaciones a propósito de nuevas prácticas sociales y comportamientos colectivos derivados de la expansión de las NTIC’s. Es necesario tener claro el “método” que emplea Rheingold: viaja por el mundo, por la red, por libros, por empresas de teconología y por academias recabando evidencia que, analizada, muestra distintos aspectos de una poderosa tendencia social emergente. Su método sigue la premisa de McLuhan: “Hoy las tecnologías […] se suceden tan rápidamente que […] están empezando a cumplir la función del arte: hacernos conscientes de las consecuencias psíquicas y sociales de la tecnología” (McLuhan 1964: ix).

17

Page 18: EL DILEMA POLÍTICO DE file · Web viewEl objetivo del presente ensayo es discutir y explorar las dimensiones políticas de la expansión de social media a la luz de un caso particular:

uso. Sin embargo, Rheingold no es todo lo prolijo ni preciso que se quisiera en su

introducción de este concepto. Pero, como en muchos otros casos de conceptos

novedosos, podemos distinguir al menos un sentido amplio y uno estrecho.

En un sentido estrecho las multitudes inteligentes “están formadas por

personas capaces de actuar conjuntamente aunque no se conozcan [… personas que]

cooperan de modos inconcebibles en otras épocas porque emplean sistemas

informáticos y de telecomunicaciones muy novedosos que les permiten conectarse con

otros sistemas del entorno así como con los teléfonos de otras personas” (Rheingold

2002: 18). El foco aquí es que las convergencias tecnológicas de las NTIC’s hacen

posible “permiten realizar actividades novedosas y en situaciones “donde la acción

colectiva no era posible” (Rheingold 2002: 23). En una entrevista realizada por el sitio

web de tecnología www.transfert.net, Rheingold destaca que la especificidad de las

“multitudes inteligentes” radica en la posibilidad de coordinar acciones en “tiempo

real”33. Hemos citado los ejemplos de revueltas y movilizaciones sociales coordinadas

mediante NTIC´s en tiempo real34.

Pero aparte de estos rasgos básicos, a lo largo de su libro Rheingold identifica

otras características igualmente importantes: 1) espontaneidad, las smart mob se auto-

organizan a través de las NTIC’s; 2) Existencia de mecanismos que implementan un

sistemas de premios y sanciones que estimulan la confianza y cooperación; 3)

Organización en red. Este último rasgo es especialmente importante. Las redes, dice

Rheingold, “están constituidas por nodos y enlaces, emplean muchas rutas posibles

para distribuir información desde un nodo a otro y están autorreguladas a través de

jerarquías planas de gobernación y distribución del poder” (Rheingold 2002: 189).

Rheingold está hablando —sin precisarlo— de redes distribuidas. Ellas se

distinguen de las redes centralizadas y de las descentralizadas, pues “por definición,

nadie depende de nadie en exclusiva para poder llevar a cualquier otro su mensaje.

No hay filtros únicos. […en] las redes distribuidas la diferencia radica en que un emisor

cualquiera no tiene que pasar necesariamente y siempre por los mismos nodos para

poder llegar a otros” (De Ugarte 2007: 28)35. Las redes descentralizadas emergen de

33 http://transfert.net/a9068 34 Rheingold pasa revista además a la generación txt en Filipinas, entre quienes circuló el mensaje “der is lyf byond txt. Get 1”. Ver (Rheingold 2002: ), a los keitai (tribus del pulgar) japoneses, a los “barrios virtuales” en Finlandia, a los jugadores de It´s Alive en Estocolmo, las “comunidades de cyborgs voluntarios”, etc.35 Y en el prólogo al mismo libro, Juan Urrutia explica: “La centralizada y la descentralizada son árboles con menor o mayor número de niveles jerárquicos, mientras que la distribuida es como una enredadera. En las dos primeras formas arquitectónicas sólo hay una manera de unir dos nodos cualesquiera, mientras que en la distribuida con forma de enredadera o rizoma hay

18

Page 19: EL DILEMA POLÍTICO DE file · Web viewEl objetivo del presente ensayo es discutir y explorar las dimensiones políticas de la expansión de social media a la luz de un caso particular:

la interconexión de las redes centralizadas. Las redes de radiofonía, televisión y

prensa, son redes centralizadas: una fuente central emite desde un pequeño grupo de

emisoras a un gran número de receptores tontos. Las agencias noticiosas ya forman

redes descentralizadas. Las NTIC’s y especialmente Internet son, en cambio, redes

distribuidas. Los tontos son más bien los enlaces y los “receptores” son más

inteligentes, y empiezan a ocupar también el rol de emisores. Pero aún más

inteligentes son las redes de receptores/emisores coordinados. David De Ugarte ha

observado que, pensado en términos sociales, las redes distribuidas tienen a

diseminar el poder en una ‘plurarquía’ y a impedir la creación de jerarquías; existen

dinamizadores de la red, ‘netócratas’, oligarquías participativas, pero no relaciones de

subordinación.36

En sentido amplio, ‘multitudes inteligentes’ designa de manera algo borrosa

una intuición sobre el polo de convergencia de múltiples tecnologías electrónicas de

vanguardia que han aparecido en los últimos años. Por ello, siguiendo a Robert

Wright, no se refiere tanto a una tecnología como a una ‘metatecnología’:

“innovaciones culturales que reorganizan la interacción social a la luz de nuevas

tecnologías” (Rheingold 2002: 239). Designa el tipo de innovación social —el modelo

de vida social— que empieza a dirigir el sentido de la innovación tecnológica. De ahí

que Rehingold se exprese hacia el final del libro del siguiente modo: “Las multitudes

inteligentes no son una “cosa” que uno pueda señalar con el dedo o describir en dos

palabras… son una propiedad emergente impredecible, pero al menos parcialmente

descriptible, que aflora a medida que aumenta el número de usuarios de teléfonos

móviles, el número de chips que se intercomunican, el número de ordenadores que

saben dónde están situados, el número de tecnologías que incorporan al atuendo, el

número de personas que utilizan estos nuevos medios para inventar nuevas formas de

sexo, comercio, entretenimiento, comunión y, como siempre, conflicto” (Rheingold

2002: 208).

“Multitudes inteligentes” designa, en su sentido amplio, un marco general de

interacción social estabilizado —una forma de socialidad dominante mediada por

NTIC’s que no existe todavía— y que tiene encarnaciones parciales e imperfectas en

múltiples fenómenos y acontecimientos puntuales de agrupación espontánea asistido

por NTIC’s37. A la luz del sentido más amplio, las multitudes inteligentes que sí se

pueden ‘indicar con el dedo’ aparecen como signos de la sociedad por venir

muchas formas alternativas de hacerlo, lo que le dota de una resistencia enorme a las tensiones de ruptura o a los ataques de cualquier naturaleza […] En términos de economista, estas dos últimas corresponden a una economía centralizada o a un conjunto de monopolistas rivales, respectivamente, y la primera, a la competencia perfecta.” (De Ugarte 2007: 14).36 Vuelve a cobrar importancia en este punto la información contenida en el sistema de enlaces de referencia a LD, pues prueba de forma categórica la enorme descentralización de su red.

19

Page 20: EL DILEMA POLÍTICO DE file · Web viewEl objetivo del presente ensayo es discutir y explorar las dimensiones políticas de la expansión de social media a la luz de un caso particular:

(Rheingold 2002: 182) como “la sombra del futuro proyectada sobre el presente”

(Rheingold 2002: 150). Es fundamental entonces destacar el sentido histórico que

adquiere así el concepto de ‘multitudes inteligentes’. La tesis más radical de Rheingold

en este sentido es que la revolución tecnológica que emerge de la confluencia de la

capacidad humana de comunicarse y crear grupos con las NTIC’s, supone la

transformación del modo en que opera la civilización, al igual que se recurrió en otras

épocas a la imprenta, la alfabetización, el método científico y los contratos sociales

para transformar al feudalismo en modernidad” (Rheingold 2002: 234).

El argumento —antes que articulado, sugerido por la tensión que se genera

entre los distintos fenómenos descritos— es que las NTIC’s amplifican la capacidad de

los individuos de compartir información necesaria para equilibrar de manera óptima el

interés individual y bien común. El modelo de reconciliación entre individuo y sociedad

tradicionalmente reconocido por la economía política moderna opera

inconscientemente sobre la base del egoísmo: el orden espontáneo y autorregulado

del libre mercado consigue, a través de la información contenida en los precios, la

creación de riqueza y el bien de la comunidad mediante la competencia de agentes

egoístas, e. d. que buscan su propio beneficio. El modelo de agencia de la economía

política clásica, sin embargo, supone —al menos teóricamente— la ruina de los bienes

37 Prueba de esto son las instancias que el propio Rheingold considera como las más adecuadas al ideal: las aplicaciones JEDI (Joint Expedition’s Digital Information) desarrolladas por el ejército norteamericano y las “’redes sociales ad hoc móviles’ desarrolladas por grupos de socio-informática experimental. (Se trata de una arquitectura de comunicación que “conecta a las tropas destacas sobre el terreno directamente con las comunicaciones por satélite [y que] combinan sistemas de telemetría por láser, sensores de localización GPS, teléfonos directos vía satélite y SMS encriptada” (Rheingold 2002: 188). la nueva forma social que emerge de la suma de la computación, combinación, reputación y sensores de localización” (Rheingold 2002: 196). Las “redes sociales ad hoc móviles” son tecnología p2p experimental que resulta de la convergencia entre “computadores para llevar puestos”, la tecnología inalámbrica y comunidades cooperativas basados en la reputación. Un ejemplo de red social ad hoc móvil es AURANET, una red de burbujas inalámbricas de información de unos tres metros generada por NTIC’s móviles que ofrece soporte técnico a la interacción cara-a-cara. AURANET no es ni un software ni un hardware: es un “social middleware”. Aunque desconocidos entre sí, los usuarios de Auranet que se encuentran dentro de cierto margen de proximidad permiten que sus dispositivos móviles intercambien automáticamente información relevante para coordinar interacciones de manera informal y contingente en base a intereses compartidos. Es posible así que recoja a un grupo de “desconocidos de confianza” mientras va manejando. La mediación tecnológica continua de la relación con el entorno y con los demás es lo esencial a las ‘redes sociales ad hoc móviles’, lo que subraya el carácter estructural antes que coyuntural de las multitudes inteligentes como forma dominante de interacción en la sociedad del futuro.

20

Page 21: EL DILEMA POLÍTICO DE file · Web viewEl objetivo del presente ensayo es discutir y explorar las dimensiones políticas de la expansión de social media a la luz de un caso particular:

o recursos ‘públicos’38. Por ello, justifica la necesidad de una entidad externa a los

agentes productivos que administre los bienes compartidos y los obligue a cooperar.

Las ‘multitudes inteligentes’ suponen, en cambio, formas de coordinación social

conscientemente cooperativas que proporcionan un entorno apropiado para la

reciprocidad y para el despliegue de actitudes altruistas —que Rheingold supone—

inscritas en la naturaleza humana39. Estos contextos cooperativos no eliminan la

competencia, sino que cambian su sentido: el interés de los individuos se dirige

directamente a valorizar los recursos comunes ganando así la confianza del grupo

para iniciar nuevos proyectos cooperativos. En general, se asume que los mecanismos

para administrar/crear recursos colectivos que prescinden de autoridades coercitivas

externas y que operan sobre la base de la reciprocidad sólo son posibles en

comunidades pequeñas, donde el conocimiento relevante para la interacción puede

ser socializado apropiadamente mediante rituales y técnicas análogas. Sólo en esos

contextos, se asume, es racional que los individuos promuevan el bien común, pues

tiene garantías de que los demás están haciendo lo mismo40. Rheingold muestra que

las comunidades virtuales y otros grupos o redes que se coordinan mediante NTIC’s

consiguen crear y administrar recursos comunes y comunidades cooperativas de

acuerdo a los mismos principios. Específicamente, permiten actualizar v universalizar

información sobre la reputación de los individuos en múltiples dimensiones,

protegiéndose así de quienes adoptan una estrategia de usufructo sin colaboración —

los ‘francotiradores’.

Pero esto no es una construcción en abstracto. Rheingold observa que muchas

de las propias NTIC’s fueron creadas en un marco de interacción basado en la

38 A la inversa, el modelo cooperativo es particularmente virtuoso en lo que respecta a la creación y/o administración de bienes públicos, e.d. bienes que son propiedad colectiva y cuyo usufructo está abierto —gratis o al costo— incluso a quienes no han contribuido en su producción o administración. Los recursos comunes más importantes no son tanto bienes de consumo inmediato como insumos necesarios para la producción y/o administración de otros bienes. Se debe distinguir entre bienes comunes naturales y artificiales. Estos últimos dejan de existir si no son reproducidos y recreados continuamente mediante la cooperación: en este último caso, tenemos instituciones. 39 “El profundo potencial transformador de la conexión entre las tendencias sociales de la humanidad y la eficacia de las tecnologías de la información radica en la posibilidad de hacer cosas juntos, de cooperar en escalas y modos que antes no eran posibles. Los factores que limitan el desarrollo de las organizaciones sociales siempre han sido superados por la capacidad de cooperar en escalas mayores” (Rheingold 2002: 140). No puede dejarse de considerar a Rheingold en este sentido un buen seguidor de McLuhan: “El ‘mensaje’ de cualquier medio o tecnología es el cambio de escala o ritmo o patrón que introduce en los asuntos humanos” (McLuhan 1964: 24) 40 “La identidad, la reputación, los límites, los incentivos al compromiso y el castigo de los francotiradores parecen ser los recursos críticos comunes que necesitan todos los grupos para mantener el compromiso cooperativo de sus miembros” (Rheingold 2002: 65-66)

21

Page 22: EL DILEMA POLÍTICO DE file · Web viewEl objetivo del presente ensayo es discutir y explorar las dimensiones políticas de la expansión de social media a la luz de un caso particular:

reciprocidad y la cooperación41. Un ejemplo de ello es la comunidad de investigadores

que en varios países creó internet bajo principios de interacción conocidos como la

‘ética hacker’. Pero, de acuerdo a Rheingold, tales innovaciones tecnológicas sólo

pudieron haber sido creadas en semejantes entornos: puesto que nadie reclama

derechos de propiedad individual sobre el valor que agrega con la innovación

particular que introduce a un bien, nadie puede subir los costos de la innovación futura

sobre ese bien, desincentivándola. Es posible constar cómo las innovaciones, por

ejemplo, en las interfaces de sistemas operativos o de navegadores de internet, son

realizadas primero por softwares con licencia abierta y luego incorporadas a software

‘propietarios’ como los de Microsoft. Muchas de las nuevas aplicaciones más exitosas

de la web siguen también este patrón. Las NTIC’s suponen, entonces, históricamente,

comportamientos cooperativos y cierta cultura organizacional cooperativa de creación

de valor que han ido propagándose a grupos cada vez más grandes de la sociedad.

Este sentido histórico-evolutivo que adquiere el concepto de ‘multitud

inteligente’ atrae inevitablemente connotaciones políticas. Rheingold constata que las

transformaciones asociadas a la emergencia de las multitudes inteligentes involucran

conflictos políticos a gran escala producto del intento del ‘antiguo régimen’ de las

redes descentralizadas por perpetuar su hegemonía: “Los que crearon una

infraestructura en la que los dispositivos (teléfonos, televisores y radios) son baratos y

tontos, la red que conecta dichos aparatos es muy especializada y requiere costosa

instalación, y el servicio se cobra con un sistema de medición de consumo, afrontan el

desafío de nuevas empresas en que los dispositivos baratos son la red, y ninguna

empresa privada es propietaria del medio que transmite los mensajes. El antiguo

régimen de las telecomunicaciones, para sobrevivir, debe impedir las innovaciones por

medios políticos, adquirir las compañías que suponen un desafío o transformarse en

un tipo de empresa diferente” (Rheingold 2002: 181). Rheingold constata

manifestaciones incipientes de este conflicto, por ejemplo, en el caso de Napster y los

debates sobre la regulación de las redes inalámbricas, sobre los derechos de uso y la

propiedad intelectual.

Los novedosos fenómenos de orden político que Rheingold identifica como

smart mobs son una de las “múltiples variedades de multitudes inteligentes”

(Rheingold 2002: 189) en sentido estrecho. Y no están conectados necesariamente

41 “Los microprocesadores y las redes de telecomunicaciones son sólo la parte física de la fórmula que explica el éxito de internet; en su arquitectura básica se incluyen también contratos sociales cooperativos. Pero tales bienes producidos Los bienes comunes impulsados por las innovaciones técnicas constituyen también la tecnología social esencial de dichas multitudes (Rhiengold 2002: 75).

22

Page 23: EL DILEMA POLÍTICO DE file · Web viewEl objetivo del presente ensayo es discutir y explorar las dimensiones políticas de la expansión de social media a la luz de un caso particular:

con el sentido histórico y la política de la civilización que arrastra el concepto en

sentido amplio. De las smart mobs políticas le interesa a Rheingold su forma de lucha.

Especialmente llamativa para él es la conceptualización —propuesta por Aquilla y

Rondfelt— del comportamiento de estos movimientos en términos de estrategias de

“enjambre” (o swarming): “los miembros individuales de cada grupo permanecen

dispersos hasta que las comunicaciones móviles los impulsan a converger

simultáneamente en un lugar específico, desde todas las direcciones, en coordinación

con otros grupos” (Rheingold 2002: 188). Rheingold se interesa por esta metáfora del

enjambre sobre todo porque permite pensar el modo como se esta constituyendo este

nuevo orden social que llama “multitudes inteligentes”: la emergencia, desde varios

frentes, de una pluralidad de grupos cuyos principios de interacción —cuya ética— son

la misma, y que se enfrentan a los antiguos dinosaurios de la política descentralizada

en base a monopolios y jerarquías.

Pero como, a juicio de Rheingold, las multitudes inteligentes son

inevitablemente la nueva forma de vida —no sólo en las sociedades avanzadas— el

dilema político se presenta más bien del siguiente modo: “Las tecnologías y las

metodologías de cooperación se encuentran hoy en fase embrionaria, y el surgimiento

de nuevas formas sociales democráticas, cordiales e inteligentes dependerá del modo

en que la sociedad adopte, transforme y remodele los nuevos medios cuando estos

dejen de estar en manos de los ingenieros, como siempre sucede. En los próximos

años, ¿quedarán neutralizadas las multitudes inteligentes como consumidores

pasivos, aunque móviles, de otro medio de comunicación masivo, controlado y

centralizado? ¿O se desarrollará un bien común de innovación en el que numerosos

consumidores tengan capacidad de producir? Es inevitable la confluencia de las

tecnologías de las multitudes inteligentes. […] Los próximos años van a ser un

interregno decisivo y particularmente maleable. Sobre todo en este intervalo previo a la

modelación final del nuevo ámbito mediático, qué sabemos y qué hacemos en relación

con las tecnologías son cuestiones que adquieren especial relevancia” (Rheingold

200).

El concepto amplio de “multitud inteligente” arrastra entonces una ambigüedad

o, más bien, una ambivalencia. Ella queda registrada de modo explícito en la elección

de la expresión ‘mob’. ‘Mob’ es el pueblo, pero también es la “mafia”42.

’Smart mob’ puede designar, por un lado, una forma de interacción cooperativa

y basada en la reputación, una forma de convivencia esencialmente democrática y

generadora de abundancia; pero también una horda excluyente capaz de organizar

atrocidades con eficiencia inédita. En la entrevista a www.trasfert.net, Rheingold afirma

42 http://www.thefreedictionary.com/mob

23

Page 24: EL DILEMA POLÍTICO DE file · Web viewEl objetivo del presente ensayo es discutir y explorar las dimensiones políticas de la expansión de social media a la luz de un caso particular:

que “una multitud inteligente no es necesariamente una multitud que actúa

juiciosamente”; si efectivamente las multitudes inteligentes serán fuerzas

democratizadoras y empoderaran a la sociedad civil, eso “de la depende de cada

nación”43. Puede constituirse también en un sistema de vigilancia permanente del

individuo, sometiéndolo a una presión continua por cuidar su reputación, y donde no

existe espacio para el cambio, la maduración o la redención de las personas.

Para terminar podemos aprovechar lo ganado para advertir sobre algunas

confusiones y limitaciones que pueden constarse en algunos análisis sobre el cruce

entre social media y los fenómenos políticos. Primero se debe evitar una identificación

insensible entre cambios estructurales en la socialidad y los cambios estructurales en

la política. Una transformación social no es ipso facto una transformación en el campo

de lo político. Y los efectos políticos que pueda tener una transformación social no son

necesariamente efectos positivos. Hay casos concretos de una falacia que identifica

nuevas formas de interacción social con nuevas formas de participación. Por ejemplo,

tomando pie en una de tesis de John Zaller, los periodistas chilenos Arturo Arragiada y

Martín Schuster sostienen que los “nuevos medios de comunicación… más que

fuentes de información sobre el acontecer del país…son espacio de interacción y

participación social” (Arraigada y Schuster 2008: 53). Esta tesis es atractiva, pero la

argumentación presentada en su artículo sin duda es pobre: constatan el alto

porcentaje de uso que tienen fotologs y chats por sobre los usos informativos, e

infieren de ahí que estos porcentajes “pueden ser vistos como una nueva forma de

participación social…como un espacio de interacción donde los jóvenes sienten que

ejercen su ciudadanía al compartir información con sus pares” (Arriaga y Schuster

2008: 60). Esta afirmación es correcta pero trivial e incluso falaz, si suponemos una

definición ambigua de conceptos como ‘participación social’ y ‘ciudadanía’ que

contenga como una de sus variantes la participación política y como otra de sus

variantes la interacción social. El propio Rhiegold advierte sobre este punto. “es

necesario estar atento a no proyectar los propios deseos sobre la tecnología. No hay

que confundir objetivos y medios. Las tecnologías de hecho proporcionan a la gente

los medios para movilizarse en el plano social y político, pero ¿lo harán? Eso depende

de las circunstancias de cada país”44.

En segundo lugar, no deben confundirse el concepto smart mob con otros

conceptos semejantes y afines —especialmente en su sentido estrecho. Por ejemplo,

el Doctor Cristóbal Cobo afirma primero que al “fenómeno social de agrupaciones de

personas organizadas a través de dispositivos digitales se le ha llamado

43 http://transfert.net/a9068 44 http://transfert.net/a9068

24

Page 25: EL DILEMA POLÍTICO DE file · Web viewEl objetivo del presente ensayo es discutir y explorar las dimensiones políticas de la expansión de social media a la luz de un caso particular:

movilizaciones instantáneas o flash mob en inglés” (Cobo 2006: 3)45. Esto es

excesivamente general pues, como él mismo afirma más adelante, un flash mob es

“un grupo de personas que se reúne simultánea, transitoria y voluntariamente, sin que

sea necesario que se conozcan con anterioridad, en un lugar público para realizar algo

inusual o notable (suelen ser acciones simbólicas) para luego desaparecer de

improvisto. Usualmente están organizados a través de Internet u otro sistema de

comunicación digital” (Cobo 2006: 4). Lo más correcto hubiera sido usar la primera

definición para caracterizar el concepto de smart mob que es más general.

Dada esta confusión entre lo particular y lo general, no es extraño que ofrezca

una distinción equivoca entre variedades de “flash mobs”: “[…] aquellos que se basan

en una conglomeración espontánea y anónima de personas que actúan conjuntamente

en un lugar público […y aquellos] donde personas de diferentes latitudes se unen a

través de Internet con el fin de conectarse y poner el procesador de sus computadoras

a disposición de proyectos de investigación que suman todas esas capacidades para

crear virtualmente una supercomputadora […además]” (Cobo 2006: 4). Y ofrece

además una extensa lista de flash mobs memorables, lista la que si bien se restringe a

manifestaciones callejeras “espontáneas”, asimila fenómenos que pueden ser

distinguidos conceptualmente de modo más apropiado, como el caso Filipino el citado,

el caso de “300 personas acudieron a una librería en Roma para preguntar al librero

por títulos inexistentes, luego aplaudieron durante 15 segundos para desaparecer de

manera fulminante”; y el caso de “mil personas que se reunieron en San Francisco

para dar lugar una “pillow fight” (o lucha de almohadas)”46.

Sin duda los distintos fenómenos que menciona el profesor Cobo no pueden

caer bajo una misma categoría sin más, a menos que esa categoría sea lo

suficientemente amplia como smart mob (en sentido estrecho).

El profesor Cobo acierta en identificar algunos de los rasgos comunes: tratarse

en cada caso de una red “social, colectiva y abierta” compuesta por “individuos que

apoyados por las tecnologías de comunicación difunden mensajes a sus redes

sociales de amigos y conocidos, los cuales hacen lo mismo hasta construir una gran

cadena de comunicación, que es capaz de movilizar a miles de personas”; “no

requieren contar con el apoyo de los monopolios mediáticos para comunicarse,

coordinarse y actuar de manera conjunta, ya que su comunicación funciona a través

de redes sociales virtuales” (Cobo 2006: 5). Además, especifica algunas condiciones

45 Y agrega, en su nota a pie 5: “También denominados flashcrowd (multitud relámpago) o smart mob (multitud inteligente)”. Debe notarse que la única fuente consultada por el autor sobre el concepto de flash mobs es el sitio www.wordspy.com. 46 Ver (Cobo 2008: 6-9)

25

Page 26: EL DILEMA POLÍTICO DE file · Web viewEl objetivo del presente ensayo es discutir y explorar las dimensiones políticas de la expansión de social media a la luz de un caso particular:

de su surgimiento: “una sociedad pro-tecnológica, individuos que se pasan la vida

frente a la pantalla de la computadora y que encuentran un espacio de acción común,

sin que sea necesario entablar relaciones sociales más complejas” (Cobos 2006. 5).

Todo esto puede ser válido para smart mobs en general, pero otros rasgos sólo

son válidos para cierta clase de smart mobs, especialmente para aquellos de orden

político o para flash mobs bien entendidos: “Basta con que alguien convoque a una

manifestación a través de un mensaje, canalizado por algún soporte digital, para que

comience el efecto “bola de nieve” (Cobos 2006: 5). Lo fundamental es que posible y

necesario introducir diferencias conceptuales más finas. Por un lado, se puede

distinguir una clase de flash mobs que se ha dado en llamar ‘absurd mobs’ y que

responden al perfil de los casos de Roma y San Fransico citados más arriba. Como

observa lúcidamente Cobo, siguiendo a Chantal Dusuell, estas últimas

manifestaciones tienen un gran parecido al performance art del movimiento

‘situacionistas’ en los años cincuentas, que tenía un sentido político-artístico de

reapropiación del espacio urbano47. Y al igual que el performance art, las absurd mobs

explotan un efecto de espontaneidad ante el observador —efecto que es cada vez

más débil a medida que se generaliza tal práctica—, pero en verdad están altamente

estructuradas. En este sentido pueden reservarse el término flash mobs para aquellas

manifestaciones que constituyen una genuina concentración imprevisible de fuerza

social en un lugar público a propósito de una coyuntura dada. Fenómenos como los

que tuvieron lugar en Francia, en Madrid, en Filipinas y Corea son sorprendentes

también para los propios participantes, y por lo mismo contienen un significado más

profundo que el mero hecho puntual para los congregó. Toda la ambigüedad entre

ambos tipos de turbas está en el tipo de “espontaneidad”.

Conviene además distinguir que David de Ugarte, por ejemplo, distingue con

claridad entre ‘ciberturbas’ y ’cibractivismo’. ‘Ciberturba’ es un concepto acuñado por

Juan Urrutia, y designa “la culminación en la movilización en la calle de un proceso de

discusión social llevado a cabo por medios electrónicos de comunicación y publicación

personales en el que se rompe la división entre ‘ciberactivistas’ y movilizados” (De

Ugarte 2007: 73). A su vez, el ‘ciberactivismo’ es toda estrategia que persigue el

cambio de la agenda pública, la inclusión de un nuevo tema en el orden del día de la

gran discusión social, mediante la difusión de un determinado mensaje y su

propagación a través del «boca a boca» multiplicado por los medios de comunicación

y publicación electrónica personal” (De Ugarte 2007: 85). Lo más específico del

‘ciberactivismo’ de acuerdo a De Ugarte, es “una renuncia de partida al control de las

formas que vaya a adoptar en cada fase el proceso y a la posibilidad incluso de

47 Ver (Cobo 2006: 9). Cf. http://www.transfert.net/Les-foules-intelligentes-se

26

Page 27: EL DILEMA POLÍTICO DE file · Web viewEl objetivo del presente ensayo es discutir y explorar las dimensiones políticas de la expansión de social media a la luz de un caso particular:

abortarlo, porque si intentamos centralizar lo distribuido, si pretendemos quedar como

tutores del proceso de debate que abrimos, únicamente conseguiremos inhibirlo y al

final no tendremos propuestas claras a las que la gente pueda adherirse” (De Ugarte

2007: 86). Sin embargo, observa también que el ‘ciberactivismo’ es ante todo una

estrategia y es, en estricto rigor, indiferente o neutral respecto de los fines que se

pretenda conseguir con ella48.

48 “Todos estamos abocados al ciberactivismo. Lo está un escritor que quiere promocionar su libro, un activista social que quiere convertir un problema invisible en un debate social, la pequeña empresa con un producto innovador que no puede llegar a su clientela o el militante político que quiere defender sus ideas” (De Ugarte 2007: 86).

27

Page 28: EL DILEMA POLÍTICO DE file · Web viewEl objetivo del presente ensayo es discutir y explorar las dimensiones políticas de la expansión de social media a la luz de un caso particular:

3. LIBERACIÓN DIGITAL: SER O NO SER UNA “MULTITUD INTELIGENTE”

Recién iniciada la efervescencia del conflicto suscitado por el convenio

MINECON-MICROSOFT, el blog español El Catalejo califica a LD como una smart

mob: “darse a conocer de forma viral, trabajar conjuntamente a través de un wiki, una

recogida de firmas de protesta y un blog para dar a conocer las últimas novedades. Es

el poder de muchos unido a través de herramientas disponibles en Internet: una smart

mob”49. Esto, sin embargo, restringe a LD a un movimiento que emplea estrategias de

‘ciberactivismo’. Sin embargo, si tenemos en cuenta también su origen ‘espontáneo’,

auto-organizado y ad hoc, se suman argumento para clasificar a LD como “smart

mob”. Pero hay más elementos todavía. La existencia de una oligarquía participativa y

el carácter distribuido del poder en virtud de los múltiples enlaces y canales entre los

nodos participativos. Por último, aunque sea incómodo reconocerlo desde el punto de

vista de LD, también debe incluirse la influencia del senador Navarro en la

conformación del movimiento50.

Dado nuestro análisis, habría que precisar que estos criterios permiten

clasificar de una smart mob en sentido “estrecho”. Sin embargo, más allá de cumplir

estos criterios básicos para constituirse en una multitud inteligente, LD tiene una

característica más: es una red que se genera espontáneamente mediante NTIC’s para

luchar contra el intento de constituir un monopolio tecnológico. Esto separa a LD

respecto de casos como el Filipino, el Coreano o el de otros movimientos

‘ciberpolíticos’ en sentido convencional. Y se ve confirmado con la nueva coyuntura

que gatilla actividad intensa en LD: el problema de los derechos de propiedad

intelectual. Este problema es más que una mera defensa de los derechos del

consumidor o de un grupo de ñoños informáticos51.

LD está en los frentes donde se está peleando el conflicto político del futuro por

una nueva organización social y económica que emerge con la generalización de las 49 http://www.elmundo.es/elmundo/hemeroteca/blogs/catalejo/2007/31.html 50 Tengo un mente una observación de Arquilla y Ronfeldt que reproduce Rheingold: “La mayoría de la gente espera el surgimiento de una nueva forma de organización liderada por “chicos buenos” que “obran bien” y, gracias a ello, prosperan y se afianzan. Pero la historia no respalda esta opinión. El grupo más destacado de esta nueva forma de organización está constituido, a partes iguales, por descontentos, irresponsables y oportunistas avispados, ansiosos por beneficiarse de nuevas formas de maniobrar, explotar y dominar” (Arquilla y Ronfeldt, citados por Rheingold 2002: 189). 51 La razón que explica la participación de LD puede expresarse a niveles muy profundos: “Es difícil expresar hasta qué punto, desde la mirada y la práctica de las redes distribuidas, el individuo es una abstracción aberrante. No somos individuos, somos personas definidas no sólo por un ser, sino por un conjunto de relaciones, de conversaciones y expectativas que configuran una existencia” (De Ugarte 2007: 71).

28

Page 29: EL DILEMA POLÍTICO DE file · Web viewEl objetivo del presente ensayo es discutir y explorar las dimensiones políticas de la expansión de social media a la luz de un caso particular:

NTIC’s. Como observa Luis Ramírez, un factor aglutinante básico del movimiento,

antes que un proyecto común, es “un diagnóstico común basado en la idea de que

nuestro país se encuentra en una coyuntura de incertidumbre en materia

tecnológica”52. Lo particular, sin embargo, es la aproximación de LD. Matías Asún, uno

de sus fundadores, afirma que “LD es una comunidad abierta, y a diferencia de otros

sitios ‘técnicos’, una de sus principales tareas, y una de sus fortalezas, es la de

evidenciar la importancia ética, política y cultural de las decisiones políticas sobre

temas digitales”53. En este sentido, me parece que al auto-describirse como smart

mob, LD no sólo responde a los criterios estrechos del concepto, sino que se abre a su

sentido amplio, histórico-evolutivo, y se plantea en el terreno del gran conflicto político

global emergente en torno a lo que Rheingold llama “la modelación final del nuevo

ámbito mediático”.

Pero esto no deja de acarrear preguntas y dilemas sobre el sentido del

movimiento: ¿es la misión de un movimiento con las características de LD constituirse

en un agente de transformación e influencia a gran escala la sociedad sin “salir de su

territorio”? Si Rheingold tiene razón, la diseminación y generalización de la

racionalidad cooperativa NTIC’s-asistida opera ‘viralmente’ y no por decreto. Se ha

observado que un peligro fundamental de movimientos “ciudadanos” es el

fundamentalismo vanguardista y la tendencia a encarnar un proyecto totalitario. En

este sentido es una buena señal el que, justamente, el poder del movimiento se origina

en haber optado por operar y constituirse dentro de los límites del espacio virtual. Esto

expresa el funcionamiento una condición fundamental de la acción ciudadana: la auto-

limitación o auto-restricción reflexiva o inteligente de sus exigencias y de sus prácticas

participativas de modo que la influencia y la autoridad alcanzadas por el movimiento

preserven el rol conductor del Estado, mantenga los principios de búsqueda de la

productividad y respete la diversidad y el pluralismo en la sociedad.

Pero si Rheingold tiene razón, también se puede anticipar que la estrategia

fundamental del poder descentralizado es justamente impedir la convergencia del

enjambre: aislar a cada smart mob dentro de un ‘espacio público’ alternativo. Así las

smart mobs permanecerán smart mobs en sentido estrecho. El mecanismo básico es

controlar la innovación: los grandes consorcios de la industria descentralizada de la

emisión y la difusión quieren elevar los costos de la innovación y condicionarla así a

derroteros que no amenacen su supremacía. Pero eso lo harán por medios políticos

externo a la red, pues saben que en el terreno de las multitudes inteligentes están

perdidos. ¿Cómo puede enfrentar LD esta situación? Conviene aquí recordar que la 52 http://liberaciondigital.org/blog/2007/12/el-manifiesto-de-liberacion-digital-la-tecnologia-como-eje-del-desarrollo-nacional 53 http://liberaciondigital.org/blog/author/matiasasun/

29

Page 30: EL DILEMA POLÍTICO DE file · Web viewEl objetivo del presente ensayo es discutir y explorar las dimensiones políticas de la expansión de social media a la luz de un caso particular:

constitución de un espacio de influencia política a través de medios de comunicación y

de la formación crítica de opinión pública tuvo condiciones socioeconómicas muy

determinadas: la emergencia de un capitalismo expansionista trasnacional basado en

un mercado de trabajo asalariado y en la industria. Ello aseguraba la influencia de la

opinión pública en la identificación de los intereses de la clase propietaria con los

intereses generales de la sociedad, como largamente a argumentado Habermas.

Luego, sin identificar ambos ámbitos, podría decirse que el poder de una esfera de

opinión varía con el poder económico de su público. Luego, el campo de batalla de LD

—o de movimientos con un perfil semejante— se amplifica al terreno económico. Se

hace patente la necesidad de complementar la dimensión cívica con la creación de

nuevos mercados, de nuevos modelos de negocios y de creación de riqueza que e

puedan desbancar a los viejos dinosaurios54

54 Quiero reparar en otra ambivalencia que suena en el uso que se hace de la expresión smart mob y que va más allá del uso que pretendía hacer Rheingold. Smart suena como una forma cómoda de participación política, de bajo costo para el usuario y que se puede conjugar con otras actividades productivas o de entretención. Esto supone un cálculo costo-beneficio que contempla parámetros exclusivamente individuales y que es anterior a la participación: cuando la participación devenga más costosa menos interesados habrá y menos atractivo será el movimiento. Recordemos que el profesor Cobo observó que el contexto de una smart mob (flash mob, según él) es “una sociedad pro-tecnológica, individuos que se pasan la vida frente a la pantalla de la computadora y que encuentran un espacio de acción común, sin que sea necesario entablar relaciones sociales más complejas”. Por otro lado, Bajo consignas como “patria o muerte” los proyectos de transformación social con base en una política de masas pedían el sacrificio de sus miembros en el altar de la causa. Luego, después del proceso globalizado de ‘monetarización’ de la vida social la restauración de la política no puede suponer un retroceso a esas figuras ya superadas de participación e integración. Sin embargo, la política siempre supone una dosis de compromiso y voluntad que trasciende la dimensión económica-doméstica. Ello lleva a preguntarse por las dimensiones simbólicas de los smart mobs, por la narrativa que estructura su identidad. De ahí que es relevante el contraste que establece David de Ugarte entre la “lírica de la redes” y la “épica” individualista de la política tradicional: “[…] la lírica entendida como el relato de la felicidad, desde la felicidad o en su expectativa, supone una invitación al cambio desde la ejemplaridad del explorador, del cartógrafo que reduce los riesgos experimentando a su propia costa para hacer públicos los resultados. Frente a la épica del conquistador, del combatiente, que prefigura una sociedad de sacrificio y conquista, de individuos sufrientes en pos de un plus ultra, de una victoria final que dé sentido a la Pasión sufrida, la lírica de la innovación social se parece más bien al apasionado relato del naturalista que vive un descubrimiento permanente y progresivo, que sabe el más allá infinito y valora lo recorrido en sí mismo, como una obra completa, como una reinvención permanente […]” (De Ugarte 2007: 70-71).

30

Page 31: EL DILEMA POLÍTICO DE file · Web viewEl objetivo del presente ensayo es discutir y explorar las dimensiones políticas de la expansión de social media a la luz de un caso particular:

4. CONCLUSIONES

Me parece que a través de este ensayo la pregunta inicial respecto a si LD es o

no una smart mob, tal como la define su acuñador, queda resuelta con meridiana

claridad: las características de espontaneidad, uso de tecnologías, organización (o re-

organización), y distribución quedan demostradas, respondiendo a si a la pregunta

Sin embargo, lo más interesante a mi juicio de este hecho no es la prueba en sí

misma de la denominación conceptual de este movimiento, sino la posibilidad de

observar su evolución y mutación a lo largo del tiempo desde una perspectiva

privilegiada: LD es uno de los primeros smart mobs a nivel mundial tan ampliamente

documentados y así lo demuestra su inclusión, como ejemplo, en wikipedia bajo la

definición del concepto smart mob, tan en castellano como en inglés. A pesar de lo

anterior hay un punto donde LD se distancia de lo que Rheingold esperaba de la

evolución de las smart mob: un rápido crecimiento y luego la extinción. LD existe aún y

en su lista de correo (completamente pública, como toda la información producida por

LD) los miembros pareciesen turnarse y relevarse en la discusión de temas vinculados

al ejercicio y cuidado de los derechos ciudadanos desde la perspectiva del uso de la

tecnología. El movimiento rompe de esta manera el destino que su acuñador le había

predicho y camina a una transformación que lo aleja progresivamente de la smart mob,

pero que tampoco se identifica con las formas tradicionales de organización ciudadana

como ONGs o corporaciones.

La respuesta a la pregunta original ha devenido entonces en nuevas preguntas

que este ensayo es incapaz de responder ¿Qué es hoy, no en sus orígenes LD? ¿A

qué se debe su permanencia en el tiempo? ¿Qué terminará siendo? Estos

cuestionamientos, debido al carácter emblemático de LD que he señalado en el

segundo párrafo de estas conclusiones hacen que las posibles respuestas no sólo

otorguen valor al análisis de este movimiento específico, sino que puedan arrojar luces

respecto de las posibles vías de desarrollo de otras smart mobs.

En este sentido tan sólo puedo arriesgarme a hacer una especulación inicial

respecto a que LD ha logrado transformar la causa específica que funcionó como

detonante para su creación (el acuerdo Microsoft con el gobierno chileno), en uno de

muchos elementos dentro de un cuadro de ideal moral, de un futuro deseado en torno

al rol de la tecnología en la ampliación y protección de los derechos ciudadanos,

compartido por sus miembros independientemente de sus posiciones políticas en el

sentido tradicional.

31

Page 32: EL DILEMA POLÍTICO DE file · Web viewEl objetivo del presente ensayo es discutir y explorar las dimensiones políticas de la expansión de social media a la luz de un caso particular:

En este mismo sentido podría leerse la transformación de organizaciones

ciudadanas off-line que, tras la búsqueda de objetivos concretos (por ejemplo evitar la

construcción en altura en su barrio), comienzan a conformar colectivamente marcos de

sentido específicos que los transforman en actores eminentemente políticos al permitir

la creación de espacios de acción e interpretación más amplios a partir de su

problemática inicial (en el mismo ejemplo, configurar un ideal de ciudad, un nuevo

modelo de urbanismo que incluya el elemento inicial, pero que incluya otros).

Si estas especulaciones estuviesen en el camino correcto cabría considerar

estas nuevas formas de organización como un nuevo fenómeno histórico que implica

una revisión de las narraciones instaladas. La emergencia de una nueva sociedad a

partir de una transformación del ámbito mediático lleva a preguntarse si los cambios

políticos fundamentales de los últimos tiempos no pueden ser leídos a partir de las

tendencias. Concretamente, hay algunas convergencias y tensiones —para seguir a

Rheingold— que sugieren un cuadro coherente. Primero, la identificación que hace de

Ugarte entre el ideal ‘distópico’ del socialismo y el modelo tecnocrático bajo el cual

emerge el PC55. Segundo, el rol de la televisión, destacado por politólogos y

sociólogos, en la caída del muro de Berlín y en la desintegración de la URSSS56.

Tercero, la importancia de los smart mobs en las “revoluciones de colores”57.

Entonces ¿Puede simplemente leerse en la caída del muro de Berlín el final de

la historia y la carta de residencia definitiva del liberalismo individualista y del

capitalismo fundado en la maximización individual de ventajas y en el control de

recursos escasos como el modelo “natural” de sociedad para los seres humanos? Bajo

los revestimientos ideológicos que ese acontecimiento arrastraba del pasado, ¿no se

estaba peleando otra cosa? ¿No se estaban apoderando los ciudadanos oprimidos,

también, de sus pantallas de TV, de sus “terminales tontos”? ¿No se estaba dando

inicio a una nueva lucha, justamente en su eslabón más débil?

55 Eran la más pura representación de la tecnocracia […] Sus arquitecturas podían entenderse como una gran metáfora del Estado socialista ideal. Un centro todopoderoso y benevolente atendido por sacerdotes/científicos en salas acondicionadas. Para los mortales, terminales tontos en fósforo verde. […] Todos iguales, todos acceden, de manera limitada y acotada por la autoridad central, a la información que se procesa en el sanctasanctórum. Todos son iguales, menos los que no lo son, los que también emiten (De Ugarte 2007: 33-34)56 “Las revueltas en la RDA, en Checoslovaquia y en Rumania formaron un proceso en cadena que no sólo representa un acontecimiento histórico transmitido por TV que se ha ejecutado a sí mismo al modo de una transmisión televisiva. […] la presencia de las masas que se manifestaban ha podido desplegar un poder revolucionario sólo en la medida en que fueron transformadas en una presencia ubicua a través de la televisión” (Habermas 1990: 34)57 En http://es.wikipedia.org/wiki/Revoluciones_de_colores

32

Page 33: EL DILEMA POLÍTICO DE file · Web viewEl objetivo del presente ensayo es discutir y explorar las dimensiones políticas de la expansión de social media a la luz de un caso particular:

5. BIBLIOGRAFÍA.

(Arriagada y Schuster 2008) Arragiada, Arturo y Martín Schuster, “Consumo de

medios y participación ciudadana de los jóvenes chilenos” en Cuadernos de

Información, Nº22 (2008).

(Avilés y Sepúlveda, 2008) Avilés, Juan y Sepúlveda, Isidro. El Mundo Actual (2001-

2007); temas en web.

(Cobo 2006) Cobo, Cristóbal. “Las multitudes inteligentes de la era digital”, en Revista

Digital Universitaria Vol. 7 N ° 6 (2006)

(De Ugarte 2007) De Ugarte, David. El Poder de las Redes.

(Habermas 1990) Habermas, Jürgen. Historia y Crítica de la Opinión Pública (2ª

Edición). Barcelona: Gustavo Gili, 1994.

(Marshall Macluhan, 1964) Understandig Media: the Extensions of Man. Mac-Graw-

Hill, 1964.

(Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, 2006) Informe de

Desarrollo Humano: Las nuevas tecnologías ¿Un salto al futuro?, 2006

(Rheingold 2002) Rheingold, Howard. Multitudes Inteligentes. La Próxima Revolución

Social. Barcelona: Gedisa, 2004.

33