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El desembarco aliado en Normanda, del mito a la realidad, por
Annie Lacroix-Riz
http://www.voltairenet.org/article184568.html[30/08/2014
04:32:37 p.m.]
E
El desembarco aliado en Normanda, del mito a la realidad
por Annie Lacroix-Riz
A lo largo de 70 aos ha venido construyndose un mito de que los
anglosajones liberaron Europa. Sin embargo, como recuerda la
profesora Annie Lacroix-Riz, la prioridad de Washington y de
Londres no era la lucha contra el nazismo sino contra el comunismo.
As que no fueron las tropas de Estados Unidos las que derrotaron el
Reich sino, ante todo, los soldados soviticos del Ejrcito Rojo.
RED VOLTAIRE | PARIS (FRANCIA) | 5 DE JULIO DE 2014
FRANAIS DEUTSCH POLSKI
El triunfo del mito sobre la liberacin de Europa por las tropas
estadounidenses
n junio de 2004, en ocasin del 60 aniversario del desembarco
aliado en Normanda, a la pregunta Cul es, en su opinin, la nacin
que ms contribuy a la derrota de Alemania?, el instituto francs de
sondeos de
opinin mostr una respuesta exactamente contraria a la que se
haba recogido en mayo de 1945: en 2004, el 58% de las personas
consultadas estim que haba sido Estados Unidos, contra slo un 20%
en 1945, mientras que un 20% se pronunciaba por la URSS, contra un
57% en 1945 [1].
Desde la primavera hasta el verano de 2004 se haba repetido
constantemente que entre el 6 de junio de 1944 y el 8 de mayo de
1945, los soldados estadounidenses haban recorrido Europa
occidental para devolverle la independencia y la libertad que la
ocupacin alemana le haba arrebatado y que se vea en peligro
Annie Lacroix-Riz Profesora de historia contempornea en la
universidad Denis-Diderot (Pars VII).
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Lacroix-Riz
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ante el avance del Ejrcito Rojo hacia el oeste. No se mencionaba
el papel de la URSS, vctima de aquella muy espectacular [inversin
de los porcentajes registrada] con el tiempo [2].
En 2014, la 70 edicin del desembarco de Normanda promete ser
mucho peor en cuanto a la presentacin de los Aliados que
protagonizaron la Segunda Guerra Mundial, en plena campaa de
infundios contra el anexionismo ruso en Ucrania y en otras partes
[3].
La leyenda fue progresando junto con la expansin estadounidense
en el continente europeo, planificada en Washington desde 1942 y
puesta en prctica con ayuda del Vaticano, tutor de las zonas
catlicas y administrador antes, durante y despus de la Segunda
Guerra Mundial de la esfera de influencia occidental [4].
Dirigido junto a la RFA, aunque tambin compitiendo con ella, y
posteriormente con la Alemania reunificada, el avance
estadounidense hacia el este alcanz un ritmo desenfrenado a partir
de la cada del muro de Berln, en 1989, llegando a pulverizar los
objetivos de guerra que Mosc haba proclamado en julio de 1941 y
alcanzado en 1944 (recuperacin de los territorios perdidos en
1939-1940) y en 1945 (adquisicin de una zona de influencia que deba
dominar el antiguo cordn sanitario de Europa central y oriental,
vieja va germnica para invadir Rusia [5]. El proyecto
estadounidense avanzaba tan rpidamente que Armand Berard,
diplomtico en Vichy y posteriormente despus de la liberacin de
Francia consejero de la embajada en Washington (en diciembre de
1944) y ms tarde en Bonn (en agosto de 1949) lleg a predecir en
febrero de 1952 que
los colaboradores del canciller [Adenauer] consideran en general
que el da que Amrica [Estados Unidos] sea capaz de alinear una
fuerza superior, la URSS se prestar a un arreglo en el que
abandonar los territorios de Europa central y oriental que
actualmente domina [6].
Las predicciones al estilo de Casandra de Armand Berard, que en
aquellos tiempos parecan descabelladas, se han visto sobrepasadas
por la realidad que estamos viviendo en mayo-junio de 2014: la
antigua URSS, reducida desde 1991 al territorio que hoy conocemos
como Rusia, se ve amenazada desde su puerta ucraniana.
La hegemona ideolgica occidental que acompaa esa Drang nach
Osten [7] se ha visto favorecida por el tiempo transcurrido desde
la poca de la Segunda Guerra Mundial. Antes de la Debacle, la
opinin francesa se haba visto embaucada por las campaas ideolgicas
que presentaban a la URSS como el lobo y al Reich como el cordero.
La gran prensa, propiedad del capital financiero, haba convencido a
la opinin pblica francesa de que abandonar al aliado checoeslovaco
bastara para garantizar una paz duradera. Esa anexin ser y no puede
ser ms que el preludio de una guerra que se har inevitable, y al
cabo de cuyos horrores Francia se ver en peligro de ser derrotada,
desmembrada y sometida al vasallaje de lo que pueda quedar del
territorio nacional como Estado aparentemente libre, haba advertido
slo 2 semanas antes de Munich otra prediccin al estilo de Casandra,
proveniente del Estado Mayor del ejrcito [8]. Engaada y traicionada
por sus propias lites, Francia vivi el destino previsto. Pero sus
obreros y empleados, que entre 1940 y 1944 perdieron el 50% de sus
salarios y entre 10 y 12 kilogramos de peso corporal [debido a las
privaciones], ya no se dejaron tanto embaucar por las campaas
ideolgicas.
Cierto es que percibieron las realidades militares despus que
los
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medios bien informados. Pero, con el paso de los meses fueron
cada vez ms numerosos los que seguan en los atlas y los mapas de la
prensa colaboracionista lo que suceda en el frente oriental. Y
comprendieron que la URSS, que desde julio de 1941 reclamaba en
vano la apertura en el oeste de un segundo frente que aligerase su
martirio, estaba cargando sola con el peso de la guerra. El
entusiasmo que despert en ellos la noticia del desembarco
anglo-estadounidense en el norte de frica (el 8 de noviembre de
1942) se haba apagado para la siguiente primavera: Hoy todas las
esperanzas se vuelven hacia Rusia, cuyos xitos llenan de alegra a
toda la poblacin [] Cualquier propaganda del partido comunista se
ha hecho innecesaria [] la comparacin demasiado fcil entre la
inexplicable inaccin de unos y el heroico accionar de los otros
augura das difciles para quienes se inquietan por el peligro
bolchevique, subraya un informe de abril de 1943 destinado al BCRA
[9] gaullista [10].
Si bien era difcil engaar a las generaciones que an conservaban
el recuerdo de la guerra, hoy en da es muy fcil engaar a las
generaciones que no vivieron el conflicto. A la desaparicin
paulatina de los testigos y actores de la guerra se agrega el
derrumbe del movimiento obrero radical.
El Partido Comunista Francs (PCF), que al final de la ocupacin
alemana era conocido en Francia como el partido de los fusilados,
inform durante mucho tiempo y mucho ms all de sus filas sobre las
realidades de aquel conflicto. Pero lo que hoy queda del PCF aborda
mucho menos ese tema en su propia prensa, que a su vez est a punto
de desaparecer, e incluso prefiere dedicarse ms bien a rasgarse las
vestiduras sobre el pasado estalinista contemporneo de sus propios
combatientes de la Resistencia. La ideologa dominante, ya libre de
un serio obstculo, se ha vuelto hegemnica en ese terreno, al igual
que en otros.
Los sectores acadmicos ya no se oponen sino que ms bien se
asocian a la intoxicacin reinante en la prensa escrita y
audiovisual, e incluso a travs del cine [11]. Y es importante
destacar el hecho que largometrajes como el film de ficcin Salvar
al soldado Ryan y el documental Apocalipsis no abordan los
preparativos ni objetivos del desembarco del 6 de junio de
1944.
La Pax Americana, vista por Armand Berard en julio de 1941
Mucho antes del viraje de Stalingrado en enero-febrero de 1943,
las lites franceses ya haban percibido las consecuencias que tendra
para Estados Unidos la situacin militar que resultaba de la
resistencia [] feroz del soldado ruso. Fiel testimonio de ello es
el informe fechado a mediados de julio de 1941 que el general Paul
Doyen, presidente de la delegacin francesa ante la Comisin alemana
de armisticio de Wiesbaden, hizo redactar a su colaborador
diplomtico Armand Berard [12]:
1. La Blitzkrieg haba muerto. El giro que han tomado las
operaciones contradeca el pronstico de los
dirigentes [del] III Reich [que] no haban previsto una
resistencia tan feroz del soldado ruso, un fanatismo tan apasionado
de parte de la poblacin, una guerrilla tan extenuante en la
retaguardia, ni prdidas tan serias, un vaco tan total ante el
invasor, ni tampoco dificultades tan considerables en materia de
abastecimiento y de comunicaciones. Las gigantescas batallas de
tanques y aviones, la necesidad, a falta de vagones adaptados a las
vas frreas, de garantizar el transporte a travs de cientos de
kilmetros de carreteras en el peor estado implican, para el ejrcito
alemn, un desgaste del equipamiento y un gasto de gasolina que
amenazan con hacer disminuir peligrosamente sus reservas
irremplazables de combustible y de caucho. Sabemos que el estado
mayor alemn ha
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reunido reservas de gasolina para 3 meses. Es necesario que una
campaa de 3 meses le permita acabar con la resistencia del
comunismo sovitico, restablecer el orden en Rusia bajo un nuevo
rgimen y reanudar nuevamente la explotacin de todas las riquezas
naturales del pas y, en particular, los yacimientos del Cucaso. Sin
embargo, sin importarle si l mismo tendr algo que comer maana, el
ruso incendia sus propias cosechas con lanzallamas, vuela con
explosivos sus propias aldeas, destruye sus propios medios de
transporte, sabotea sus propias fuentes de recursos.
2. El peligro de una derrota alemana (que Berard explica
detalladamente) obligaba a los amos de Francia a unirse a otro
protector, que ya no era el imperialismo continental por el que
haban optado desde la Reconciliacin de los aos 1920. Al hallarse
ante un viraje que resultaba imposible, en los prximos meses, habra
que pasar convenientemente de la hegemona alemana a la
estadounidense, que ya se perciba como inevitable. Porque Estados
Unidos, que ya sali de la guerra de 1918 como nico vencedor, lo ser
ms an al final del actual conflicto. Su podero econmico, su alta
civilizacin, su cantidad de poblacin, su influencia creciente en
todos los continentes, el debilitamiento de los Estados europeos
que podan rivalizar [con Estados Unidos] implican que, pase lo que
pase, el mundo tendr que someterse en las prximas dcadas a la
voluntad de Estados Unidos [13]. O sea, desde julio de 1941, Berard
ya diferenciaba al futuro vencedor militar sovitico vencedor que el
Vaticano identific claramente poco despus [14] y que quedara
exhausto debido a la guerra alemana de desgaste del nico vencedor,
por su podero econmico, que, al igual que en la guerra anterior,
aplicara en aquel conflicto la estrategia perifrica.
La estrategia perifrica y la Pax Americana contra la URSS
Desde antes de la era imperialista, y tambin puede decirse que a
partir de ella, Estados Unidos, que desde los tiempos de la sumisin
del sur agrcola (esclavista) al norte industrial nunca sufri una
ocupacin extranjera ni ningn tipo de destruccin en su propio suelo,
haba destinado su ejrcito permanente a la realizacin de misiones
tan implacables como fciles de llevar a cabo: liquidacin de los
pueblos autctonos, imposicin de su propia dominacin a vecinos
dbiles (el traspatio latinoamericano) y asegurar la represin
interna. Para garantizar la expansin imperial, la consigna del
defensor del imperialismo Alfred Mahan desarrollar perennemente la
marina de guerra fue enriquecida por sus sucesores con las mismas
reglas adaptadas a la aviacin [15]. Sin embargo, debido al modesto
volumen de sus fuerzas terrestres, Estados Unidos no dispona de la
capacidad necesaria para intervenir en un conflicto europeo. Despus
de garantizar la victoria a travs de otro pas, que pona la carne de
can (canon fodder), Estados Unidos despliega a ltima hora sus
tropas para ocupar el territorio a controlar. A partir de entonces,
el control se ejerce desde bases aeronavales en el exterior y las
del norte de frica se agregan a las britnicas a partir de noviembre
de 1942 [16].
En 1914, la Triple Entente (Francia, Inglaterra, Rusia) haba
distribuido entre sus miembros la accin militar que, debido a la
retirada rusa, finalmente recay sobre todo sobre Francia. Pero
durante la Segunda Guerra Mundial fue la URSS la que asumi sola
aquel papel en una guerra estadounidense que, segn el estudio
secreto de la Junta de Jefes del Estado Mayor Conjunto [de Estados
Unidos] (Joint Chiefs of Staff o JCS) fechado en diciembre de 1942,
se fijaba como norma ignorar las consideraciones de soberana
nacional de los pases extranjeros.
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En 1942-1943, la JCS
1. sac del conflicto que estaba teniendo lugar (y del anterior)
la conclusin de que la prxima guerra tendra los bombarderos
estratgicos americanos [estadounidenses] como espina dorsal y que,
[actuando] como simple instrumento de la poltica americana, un
ejrcito internacional a cargo de las tareas secundarias (las
misiones terrestres) internacionalizara y legitimara el podero
americano
2. y elabor la interminable lista de bases de postguerra a travs
de todo el mundo, incluyendo las colonias de los aliados (JCS 570).
Nada podra conducirnos a tolerar restricciones a nuestra capacidad
de hacer estacionar y operar la aviacin militar en y sobre ciertos
territorios bajo soberana extranjera, decidi el general Henry
Arnold, jefe del estado mayor de la US Air Force en noviembre de
1943 [17].
La guerra fra, al convertir la URSS en ogro sovitico [18], dara
rienda suelta a las confesiones sobre la tctica destinadas a
disponer del uso de la carne de can de los aliados (momentneos) en
funcin de los objetivos de los bombardeos estratgicos americanos.
En mayo de 1949, con el Pacto Atlntico ya firmado (el 4 de abril),
Clarence Cannon, presidente de la Comisin de Finanzas de la Cmara
de Representantes (House Committee on Appropriations), glorific los
costossimos bombarderos terrestres de gran ataque capaces de
transportar la bomba atmica que en 3 semanas habran pulverizado
todos los centros militares soviticos y se regocij por la
contribucin que aportaran nuestros aliados [] enviando los jvenes
necesarios para ocupar el territorio enemigo despus de que nosotros
lo hayamos desmoralizado y liquidado con nuestros ataques areos. []
Ya seguimos ese plan durante la ltima guerra [19].
As lo mostraron los historiadores estadounidenses Michael Sherry
y Martin Sherwin: fue la URSS, instrumento militar de la victoria,
la que fue blanco simultneo de las futuras guerras de conquista, y
no el Reich, a pesar de que este ltimo haba sido oficialmente
designado como enemigo de las Naciones Unidas. Para comprender por
qu podemos recurrir a la lectura de William Appleman William, uno
de los fundadores de la escuela revisionista (progresista
estadounidense. Su tesis [20] sobre las relaciones americano-rusas
de 1781 a 1947 (1952) demostr que el imperialismo estadounidense no
toleraba ningn tipo de limitacin a su esfera de influencia mundial,
que la guerra fra, que en realidad comenz en 1917 y no en
1945-1947, no se basaba en consideraciones ideolgicas sino
econmicas y que la rusofobia estadounidense databa de la era
imperialista [21].
El arreglo [ruso-estadounidense], cobarde e informal, [] se haba
roto debido a los derechos de paso de las redes ferroviarias
[rusas] del sur de Manchuria y del este chino entre 1895 y
1912.
Los soviticos tuvieron adems la audacia de explotar por s mismos
su propia caverna de Al Bab, excluyendo de su inmenso territorio
(22 millones de km) a los capitales estadounidenses. Fue eso lo que
gener la continuidad, desde Theodore Roosevelt y John Hay hasta
Franklin Roosevelt, pasando por Wilson, Hugues y Hoover, de la
poltica americana en el Extremo Oriente [22], y tambin en frica y
en Europa, otros campos privilegiados de un reparto y de un
re-reparto del mundo [23] estadounidenses constantemente renovados
desde 1880-1890.
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Washington pretenda realizar ese reparto re-reparto nica y
exclusivamente en beneficio propio y fue por esa razn fundamental
que Roosevelt vet toda discusin en tiempo de guerra con Stalin y
Churchill sobre el reparto de las zonas de influencia. El final del
conflicto le garantizara la victoria sin el menor costo, dado el
lastimoso estado de su gran rival ruso, devastado por el asalto
alemn [24]. En febrero-marzo de 1944, el millonario Harriman,
embajador en Mosc desde 1943, coincida con 2 informes de los
servicios rusos del Departamento de Estado (Varios aspectos de la
poltica sovitica actual y Rusia y Europa oriental) al pensar que la
URSS empobrecida por la guerra y en espera de nuestra ayuda
econmica [,] uno de nuestros principales instrumentos para orientar
una accin poltica compatible con nuestros principios, no tendra
fuerzas ni siquiera para ser un estorbo en el este de una Europa
que pronto sera estadounidense. [Para Harriman, Rusia] se
conformara con una promesa de ayuda estadounidense de postguerra,
lo cual permitira [a Estados Unidos] evitar el desarrollo de una
esfera de influencia de la Unin Sovitica en Europa oriental y los
Balcanes [25]. Aquel pronstico era excesivamente optimista ya que
la URSS no renunci a garantizarse una zona de influencia.
La Pax Americana en la parte francesa de la zona de
influencia
Los planes de paz sinrquicos
Aquel instrumento financiero era, tanto en Europa occidental
como en Europa oriental, una de las armas ms eficaces a nuestra
disposicin para influir en los acontecimientos europeos en la
direccin que deseamos [26].
Con vista a aquella Pax Americana, la alta finanza sinrquica,
corazn del imperialismo francs particularmente bien representado
del otro lado del Atlntico Lemaigre-Dubreuil, patrn de la firma de
aceites Lesieur (y de varias compaas petroleras); el presidente del
Banco de Indochina Paul Baudouin, ltimo ministro de Relaciones
Exteriores de Reynaud y el primero de Petain, etc. negoci ms
activamente, a partir del segundo semestre de 1941, con el
financista Robert Murphy, delegado especial de Roosevelt en el
norte de frica.
Futuro primer consejero del gobernador militar de la zona de
ocupacin estadounidense en Alemania y uno de los jefes de los
servicios de inteligencia estadounidenses, desde la OSS (Office of
Strategic Services) creada durante la Segunda Guerra Mundial hasta
la CIA (Central Intelligence Agency), creada en 1947, Robert Murphy
se haba instalado en Argel en diciembre de 1940. Este catlico
integrista estaba preparando desde all el desembarco de Estados
Unidos en el norte de frica, como trampoln a la ocupacin de Europa
que deba comenzar por el territorio francs cuando la URSS se
dispusiese a traspasar sus fronteras de 1940-1941 para liberar los
pases ocupados [27]. Las negociaciones secretas se desarrollaron en
una zona no ocupada del imperio a travs de los neutrales, que iban
desde los pro-hitlerianos Salazar y Franco sensibles a los cantos
de sirena estadounidenses hasta los suizos y los suecos, incluyendo
al Vaticano, tan preocupado como en 1917-1918 por garantizar una
paz tranquila con el vencido Reich. Luego de prolongarse hasta el
final de la guerra, incluyeron ya en 1942 planes para la inversin
de los frentes en contra de la URSS, que llegaron a conocerse antes
de la capitulacin de Alemania [28] pero que slo entraron en
aplicacin despus de los das 8 y 9 de mayo de 1945.
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Al abordar con los grandes sinarcas asuntos econmicos inmediatos
(en el norte de frica) y futuros (en la metrpoli y en sus colonias
despus de la Liberacin [de la Francia ocupada por los nazis]),
Washington tambin contaba con ellos para deshacerse de De Gaulle,
igualmente odiado por ambas partes. Pero no lo odiaban porque se
tratase de una especie de dictador militar a quien, segn una tenaz
leyenda, el gran demcrata Roosevelt no lograba soportar. De Gaulle
no gustaba nicamente porque, a pesar de lo reaccionario que fuese,
su popularidad y su fuerza provenan de la Resistencia interna
(fundamentalmente comunista). Por esa razn dificult el control
total de Estados Unidos en momentos en que un Vichy sin Vichy pona
[a la disposicin de Estados Unidos] una serie de colaboradores
odiados por el pueblo y, por consiguiente, tan dciles perinde ac
cadaver a las rdenes estadounidenses como antes lo haban sido a las
rdenes alemanas. Aquella frmula estadounidense, finalmente
condenada al fracaso por la correlacin de fuerzas en general y
tambin por la correlacin de fuerzas existente en Francia tuvo como
hroes sucesivos, de 1941 a 1843, a los miembros vychistas de La
Cagoule [29] Weygand, Darlan y, posteriormente, Giraud, defensores
comprobados de la dictadura militar [30] pero muy representativos
del agrado de Washington por los extranjeros partidarios de la
libertad de los capitales [estadounidenses] y de la instalacin de
sus bases aeronavales [31].
El objetivo no era esforzarse por deshacerse de De Gaulle para
tener que lidiar con los soviticos. Espantados ante el resultado de
la batalla de Stalingrado, los mismos financieros franceses
enviaron rpidamente a Roma al particularmente fiel Emmanuel Suhard,
a quien haban utilizado desde 1926 en sus planes de liquidacin de
la Repblica. Este cardenal y arzobispo (de la ciudad francesa de
Reims) haba sido nombrado [arzobispo] en Paris en el mes de mayo
[de 1940], justo despus de la invasin alemana (del 10 de mayo),
despus de que La Cagoule eliminara oportunamente en abril de 1940 a
su predecesor Verdier. Sus representados y Paul Reynaud, cmplice
del inminente putsch Petain-Laval, lo haban enviado para iniciar en
Madrid el 15 de mayo y a travs de Franco las conversaciones de Paz
(ms bien la capitulacin) con el Reich [32].
Por lo tanto, a Suhard se le confi nuevamente la tarea de
preparar, con vista a la Pax Americana, las conversaciones con el
nuevo tutor. Suhard deba pedir al papa Po XII que planteara a
Washington, a travs de Myron Taylor ex presidente de US Steel y
representante personal de Roosevel ante el papa desde el verano de
1939 la siguiente interrogante: Si las tropas americanas se viesen
obligadas a entrar en Francia, se comprometera el gobierno de
Washington a que la ocupacin americana fuese tan total como la
ocupacin alemana?, excluyendo cualquier otro tipo de ocupacin
extranjera (lase sovitica). Washington respondi que a Estados
Unidos no le interesaba la futura forma de gobierno de Francia y
que se comprometera a no permitir que el comunismo se instalara en
el pas [33].
La burguesa, seal un informante del BCRA a finales de julio de
1943, que ya no cree en la victoria alemana, cuenta [] con Amrica
[Estados Unidos] para que le evite el bolchevismo. Espera con
impaciencia el desembarco anglo-americano y todo retraso le parece
una forma de traicin. Esa fue la cancin que se repiti hasta la
realizacin de la operacin Overlord [34].
en contra de las esperanzas de pueblo
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Al burgus francs [que haba] considerado siempre que el soldado
americano o britnico estara naturalmente a su servicio en caso de
victoria bolchevique, los RG [35] trataban de asustarlo, desde
febrero de 1943, con el proletariado cuyos temores de ver su
victoria escamoteada por la alta finanza internacional van
desapareciendo con la cada de Stalingrado y el avance generalizado
de los soviticos [36].
Por ese lado, al rencor contra la inaccin de los anglosajones
contra el Eje se agreg la clera suscitada por la guerra area de
estos contra los civiles, incluyendo a los de las Naciones Unidas.
Los bombardeos estratgicos americanos, constantes desde 1942,
provocaban vctimas entre la poblacin pero no afectaban a los
Konzerne de los socios de los Aliados, encabezados por IG Farben,
como inform en noviembre un importante industrial sueco que mantena
estrechas relaciones [con IG Farben] a su regreso de un viaje de
negocios a Alemania: en Francfort, las fbricas no han sufrido; en
Ludwigshafen, los daos son insignificantes; en Leverkusen, las
fbricas de IG Farben [] no han sido bombardeadas [37].
Nada cambi hasta 1944, cuando un largo informe de marzo sobre
los bombardeos de la aviacin angloamericana y las reacciones de la
poblacin francesa expuso los efectos de esos ataques mortferos e
inoperantes. La indignacin creca tanto desde 1943 que incluso
amenazaba la base del inminente control estadounidense sobre el
territorio. Desde septiembre de 1943 se haban intensificado los
ataques contra la periferia de Pars, donde las bombas parecan como
lanzadas al azar, sin objetivos precisos y sin la menor preocupacin
por evitar la prdida de vidas humanas. Despus sucedi lo mismo con
las ciudades de Nantes, Estrasburgo, La Bocca, Annecy y Toln,
llevando al paroxismo la clera de los obreros [franceses] contra
los anglosajones. En todas aquellas ciudades se producan
constantemente las mismas escenas de obreros muertos mientras que
los objetivos industriales alcanzados eran pocos o ninguno. Las
operaciones evitaban afectar la economa de guerra alemana, como si
los anglosajones temiesen que la guerra terminara demasiado rpido.
As que se mantenan intactos los altos hornos, cuya destruccin
paralizara de inmediato las industrias de transformacin, que
dejaran de funcionar por falta de materia prima. Se haca cada vez
ms comn
una opinin muy peligrosa [] entre ciertos sectores de la
poblacin obrera que ha sido duramente golpeada por los ataques
areos. [Esa opinin] es que los capitalistas anglosajones no estn
para nada descontentos de eliminar a sus competidores comerciales y
al mismo tiempo de diezmar la clase obrera, de sumirla en una
situacin de inseguridad y miseria que le har ms difcil presentar
sus reivindicaciones sociales cuando termine la guerra. Sera intil
esconder [el hecho] que la opinin francesa est, desde hace algn
tiempo, desencantada de los angloamericanos [quienes siguen
retrasando] el desembarco prometido []. Francia est sufriendo
indescriptiblemente [] Las fuerzas vivas del pas se agotan a un
ritmo que se acelera da a da y la confianza en los aliados va en
descenso [] Ante la cruel realidad de los hechos, la mayora de los
obreros pone ahora toda su esperanza en Rusia, cuyo ejrcito es para
ellos el nico capaz de vencer en un plazo prximo la resistencia de
los alemanes [38].
Es por lo tanto en medio de una atmsfera de rencor contra
aquellos aliados, tan complacientes con el Reich como antes y
despus de 1918, que se produjo el desembarco del 6 de junio de
1944. Se mantuvieron la clera y la sovietofilia populares,
otorgando al PCF una importancia que inquietaba al inminente Estado
gaullista: el desembargo ha quitado a su propaganda parte de su
fuerza de penetracin pero
el tiempo bastante largo que los ejrcitos angloamericanos
demoraron en desembarcar en suelo francs ha sido explotado para
demostrar que slo
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el ejrcito ruso era capaz de luchar eficazmente contra los
nazis. Las muertes provocadas por los bombardeos [areos de los
angloamericanos] y el dolor que suscitan son tambin elementos
favorables a una propaganda que afirma que los rusos hacen la
guerra conforme a los mtodos tradicionales y no arremeten contra la
poblacin civil [39].
La poca simpata comprobada en esa parte inicial de la esfera de
influencia de Estados Unidos se mantuvo durante el periodo
intermedio entra la liberacin de Pars y el fin de la guerra en
Europa, como puede comprobarse en los sondeos de opinin de la IFOP
realizados despus de la liberacin en la regin de Pars (del 28 de
agosto al 2 de septiembre de 1944) y en mayo de 1945 a escala
nacional (ya citado) [40]. nicamente despus de la guerra fue
desapareciendo, como ya dijimos, poco a poco al principio y luego
bruscamente.
Y no quedan hoy en da muchas personas que recuerden que despus
de la batalla de las Ardenas (desde diciembre de 1944 hasta enero
de 1945), donde se produjeron los nicos combates importantes de los
anglosajones contra las tropas alemanas (con 9 000 muertos
estadounidenses) [41], el alto mando de la Wehrmacht negoci
febrilmente su rendicin a los ejrcitos anglo-americanos y el
traslado de las fuerzas [alemanas] al este;
que, a fines de marzo de 1945, 26 divisiones alemanas se
mantenan en el frente occidental nicamente con fines de evacuacin
hacia el oeste a travs de los puertos del norte, mientras que 170
divisiones se mantenan en el frente del este y siguieron
combatiendo ferozmente hasta el 9 de mayo (da de la liberacin de
Praga) [42];
que el libertador estadounidense, cuyo ingreso nacional se haba
multiplicado por 2 gracias a la guerra, perdi en el Pacfico y en
Europa 290 000 soldados entre diciembre de 1941 y agosto de 1945
[43], cifra similar a la cantidad de soldados soviticos que
murieron durante las ltimas semanas de la cada de Berln. El total
de bajas estadounidenses en el Pacfico y Europa representa un 1% de
los muertos soviticos de la Gran Guerra Patria, cerca de 30
millones de un total de 50 millones.
Entre el 6 de junio de 1944 y el 9 de mayo de 1945, Washington
termin de crear prcticamente todas las condiciones para reinstaurar
el cordn sanitario que los rivales imperialistas ingleses y
franceses haban construido en 1919 y para convertir en ogro al pas
que ms estimaban los pueblos de Europa (incluyendo a los
franceses).
El mito de la guerra fra merecera que se le aporten las mismas
correcciones que habra que hacer al de la liberacion de Europa por
los estadounidenses [44].
Annie Lacroix-Riz
[1] Frederic Dabi, 1938-1944: Des accords de Munich la libration
de Paris ou laube des sondages dopinion en France, febrero de 2012,
cifras extradas del cuadro, p. 5. Total inferior a 100: otros 3
datos: Inglaterra; 3 pases; sin opinin.
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[2] Ibid., p. 4.
[3] Campaa tan absurda que un diario electrnico vinculado a
Estados Unidos lleg a sugerir el 2 de mayo de 2014 un poco de pudor
con respecto a la ecuacin CIA=democracia. Cf. Deux mots, deux armes
de dsinformation massive sur lUkraine, por Charles Grandjean, The
Hunffington Post, 5 de mayo de 2014.
[4] Annie Lacroix-Riz, Le Vatican, lEurope et le Reich
1914-1944, Pars, Armand Colin, 2010 (segunda edicin).
[5] Lynn E. Davis, The Cold War begins [] 1941-1945, Princeton,
Princeton UP, 1974; Lloyd Gardner, Spheres of influence [],
1938-1945, Chicago, Ivan R. Dee, 1993; Geoffrey Roberts, Stalins
Wars: From World War to Cold War, 1939-1953. New Haven &
London: Yale University Press, 2006, publicado en francs por la
editoral Delga, septiembre de 2014.
[6] Tl. 1450-1467 de Berard, Bonn, 18 de febrero de 1952, Europe
gnralits 1949-1955, 22, CED, archivos del ministerio francs de
Relaciones Exteriores (MAE).
[7] En espaol, Marcha hacia el este o Empuje hacia al este.
Referencia al movimiento de colonizacin germnica hacia el este que
los historiadores sitan desde la primera mitad del siglo XII hasta
el siglo XIX. Esa expresin hace tambin referencia a la poltica
expansionista de Prusia y Austria en Polonia y los Balcanes que
caracteriz los finales del siglo XVIII y parte del siglo XIX. En
los siglos XIX y XX, los nacionalistas alemanes tambin recurrieron
a esa expresin para justificar como una necesidad de Alemania la
ocupacin de nuevos territorios en Europa oriental. Nota del
Traductor.
[8] Note tat-major, annimo, 15 de septiembre de 1938 (modle et
papier des notes Gamelin), N 579, Service historique de larme de
terre (SHAT).
[9] El BCRA, siglas del Bureau central de Renseignements et
daction, fue el servicio de inteligencia y de accin clandestina del
gobierno en el exilio creado en Londres por el general Charles de
Gaulle como respuesta a la ocupacin alemana en Francia.
[10] Moral de la rgion parisienne, nota recibida el 22 de abril
de 1943, F1a, 3743, Archives nationales (AN).
[11] Lacroix-Riz, Lhistoire contemporaine toujours sous
influence, Pars, Delga-Le temps des cerises, 2012.
[12] Revendication de paternit, tomo 1 de sus memorias, Un
ambassadeur se souvient. Au temps du danger allemand, Pars, Plon,
1976, p. 458, resulta creble despus de haber ledo su
correspondencia del ministerio francs de Relaciones Exteriores.
[13] Rapport 556/EM/S au gnral Koeltz [En espaol, Informe
556/EM/S al general Koeltz], Wiesbaden, 16 de julio de 1941, W3,
210 (Laval), AN.
[14] Las dificultades de los alemanes nos amenazan a nosotros,
se lamenta a finales de agosto Tardini tercer personaje en
importancia de la secretara de Estado del Vaticano, con el
resultado en el que Stalin estara llamado a organizar la paz
conjuntamente con Churchill y Roosevelt, entrevista con Leon
Berard, carta Berard, Roma-Santa Sede, 4 de septiembre de 1941,
Vichy-Europa, 551, archivos del ministerio francs de Relaciones
Exteriores (MAE).
[15] Michael Sherry, Preparation for the next war, American
Plans for postwar defense, 1941-1945, New Haven, Yale University
Press, 1977, captulo 1, incluyendo p. 39.
[16] Ejemplos francs y escandinavo (antiguo feudo britnico),
Lacroix-Riz, Le Maghreb: allusions et silences de la chronologie
Chauvel, La Revue dHistoire Maghrbine, Tnez, febrero de 2007, p.
39-48; Les Protectorats dAfrique du Nord entre la France et
Washington du dbarquement lindpendance 1942-1956, Pars, LHarmattan,
1988, captulo 1; Lentre de la Scandinavie dans le Pacte atlantique
(1943-1949): une indispensable rvision dchirante,
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guerras mundiales y conflictos contemporneos (gmcc), 5 artculos,
1988-1994.
[17] Sherry, Preparation, p. 39-47 (citaciones dispersas).
[18] Sarcasmo del embajador estadounidense H. Freeman Matthews,
ex director de la oficina de Asuntos Europeos, despacho de
Dampierre n 1068, Estocolmo, 23 de noviembre de 1948, Europe
Gnralits 1944-1949, 43, ministerio francs de Relaciones
Exteriores.
[19] Tl. [telegrama] Bonnet n 944-1947, Washington, 10 de mayo
de 1949, Europe gnralits 1944-1949, 27, ministerio francs de
Relaciones Exteriores, ver Lacroix-Riz, Lentre de la Scandinavie,
gmcc, n 173, 1994, p. 150-151 (150-168).
[20] Martin Sherwin, A world destroyed. The atomic bomb and the
Grand Alliance, Alfred A. Knopf, Nueva York, 1975; Sherry Michael,
Preparation; The rise of American Air Power: the creation of
Armageddon, New Haven, Yale University Press, 1987; In the shadow
of war: the US since the 1930s, New Haven, Yale University Press,
1995.
[21] Williams, Ph.D., American Russian Relations, 1781-1947,
Nueva York, Rinehart & Co., 1952, y The Tragedy of American
Diplomacy, Dell Publishing C, Nueva York, 1972 (segunda
edicin).
[22] Richard W. Van Alstyne, nota de lectura de American Russian
Relations, The Journal of Asian Studies, vol. 12, n 3, 1953, p.
311.
[23] Lenin, Limprialisme, stade suprme du capitalisme, Ensayo de
divulgacin, Pars, editorial Le Temps des cerises, 2001 (1 edicin,
1917), p. 172. Resaltado en el texto.
[24] Elemento clave del anlisis revisionista, como en el caso de
Gardner, Spheres of influence, fundamental.
[25] Tl. [telegrama] 861.01/2320 de Harriman, Mosc, 13 de marzo
de 1944, Foreign Relations of the United States 1944, IV, Europe,
p. 951.
[26] Ibid.
[27] Lacroix-Riz, Politique et intrts ultra-marins de la
synarchie entre Blitzkrieg et Pax Americana, 1939-1944, in Hubert
Bonin et al., Les entreprises et loutre-mer franais pendant la
Seconde Guerre mondiale, Pessac, MSHA, 2010, p. 59-77; Le Maghreb:
allusions et silences de la chronologie Chauvel, La Revue dHistoire
Maghrbine, Tnez, febrero de 2007, p. 39-48.
[28] Como la capitulacin del ejrcito de Kesselring en Italia,
operacin Sunrise negociada en marzo-abril de 1945 por Allen Dulles,
jefe de la OSS en Europa destacado en berna, con Karl Wolff, jefe
del estado mayor personal de Himmler responsable del asesinato de
300 000 judos, que indign a Mosc. Lacroix-Riz, Le Vatican, captulo
10, incluyendo las pginas 562-563, e Industriels et banquiers
franais sous lOccupation, Pars, Armand Colin, 2013, captulo 9.
[29] La Cagoule, en espaol La Capucha, fue un grupo francs de
extrema derecha surgido en los aos 1930. Durante la Segunda Guerra
Mundial, algunos miembros o simpatizantes de La Cagoule colaboraron
con la ocupacin alemana unindose al gobierno francs
colaboracionista de Vichy mientras que otros, partidarios de la
vertiente ms nacionalista de aquel grupo de extrema derecha,
rechazaron la ocupacin alemana y optaron por la Resistencia.
[30] Jean-Baptiste Duroselle, LAbme 1939-1945, Pars, Imprimerie
nationale, 1982, passim; Lacroix-Riz, Quand les Amricains voulaient
gouverner la France, Le Monde diplomatique, mayo de 2003, p. 19;
Industriels, captulo 9.
[31] David F Schmitz, Thank God, theyre on our side. The US and
right wing dictatorships, 1921-1965, Chapel Hill, University of
North Carolina Press, 1999.
[32] Index Suhard Lacroix-Riz, Le choix de la dfaite: les lites
franaises dans les annes 1930 y De Munich Vichy, lassassinat de la
3e Rpublique, 1938-1940, Pars, Armand Colin, 2010 (segunda edicin)
y 2008.
[33] LIBE/9/14, 5 fvrier 1943 (visite rcente), F1a, 3784, AN.
Taylor, Vatican, captulo. 9-11 e ndice.
[34] Information doctobre, reue le 26 dcembre 1943, F1a, 3958,
AN, y Industriels, captulo 9.
[35] Los RG (sigla correspondiente a Renseignements generaux o
Inteligencia General) eran un servicio de inteligencia interna
dependiente de la polica nacional francesa.
[36] Lettre n 740 du commissaire des RG au prfet de Melun, 13
fvrier 1943, F7, 14904, AN.
[37] Renseignement 3271, arriv le 17 fvrier 1943, Alger-Londres,
278, ministerio francs de Relaciones Exteriores.
[38] Informations du 15 mai, diffuses les 5 et 9 juin 1944, F1a,
3864 et 3846, AN.
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Annie Lacroix-Riz
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[39] Information du 13 juin, diffuse le 20 juillet 1944, le PC
Grenoble , F1a, 3889, AN.
[40] El seor Dabi, director del departamento Opinin del IFOP,
faro de la ignorancia que rein en 2012 sobre la historia de la
Segunda Guerra Mundial, deplora el resultado de 1944: una mayora
muy amplia (61% [de los franceses]) considera que la URSS es la
nacin que ms contribuy a la derrota alemana mientras que Estados
Unidos e Inglaterra, a pesar de haber liberado el territorio
nacional [de Francia] [a finales de agosto de 1944??] slo recogen
respectivamente un 29,3% y un 11,5%, 1938-1944, p. 4, resaltado por
m.
[41] Jacques Mordal, Dictionnaire de la Seconde Guerre mondiale,
Pars, Larousse, 1979, t. 1, p. 109-114.
[42] Gabriel Kolko, The Politics of War. The World and the
United States Foreign Policy, 1943-1945, Nueva York, Random House,
1969, captulos 13-14.
[43] Bajas nicamente militares, Pieter Lagrou, Les guerres, la
mort et le deuil: bilan chiffr de la Seconde Guerre mondiale, in
Stephane Audoin-Rouzeau et al., dir., La violence de guerre
1914-1945, Bruselas, Complexe, 2002, p. 322 (313-327).
[44] Bibliografa, Jacques Pauwels, Le Mythe de la bonne guerre:
les USA et la Seconde Guerre mondiale, Bruselas, ditions Aden,
2012, segunda edicin; Lacroix-Riz, Aux origines du carcan europen,
1900-1960. La France sous influence allemande et amricaine, Pars,
Delga-Le temps des cerises, 2014.
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Fuente : El desembarco aliado en Normanda, del mito a la
realidad, por Annie Lacroix-Riz, Red Voltaire , 5 de julio de 2014,
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