El cine como discurso de denuncia. Anlisis del documental
Historia de un documentoEmiliano Raya Aguiar
El presente trabajo pretende realizar un anlisis, utilizando
algunas de las herramientas metodolgicas revisadas en clase, del
documental franco-mexicano Mxico 68. Historia de un documento de
Oscar Menndez. La intencin es demostrar como el cine al entrar en
contacto con el movimiento democrtico-estudiantil, se convirti en
un medio de denuncia poltica, situacin que no se haba suscitado en
otros movimientos sociales que antecedieron al 68. Con esto
pretendemos responder a la pregunta de qu ha dicho el cine del
movimiento del 68?
Pocas etapas de la historia de la humanidad han sido tan
dinmicas y han estado tan identificadas con la nocin del cambio
como el siglo XX. Desde su arranque, con la Revolucin Rusa, y los
sucesos que dieron lugar a la Primera Guerra Mundial la
inestabilidad y la velocidad de los cambios han constituido el comn
denominador,[footnoteRef:2]y Mxico no ha sido la excepcin. Desde
los albores del siglo, con el estallido de la Revolucin Mexicana,
hasta finales de la centuria, con el levantamiento armado del
Ejrcito Zapatista de Liberacin Nacional, el pas se ha visto sumido
en mltiples conflictos sociales desencadenados por diversos
factores. 1968, y el movimiento democrtico-estudiantil de ese ao,
es uno de estos perodos que han quedado gravados en la memoria
nacional y que sea erigido como uno de los mitos movilizadores ms
fuertes, para comprobar esto slo es necesario asistir a una de las
marchas anuales que se realizan en diferentes puntos del territorio
nacional en memoria del 2 de octubre, que son acompaadas al grito 2
de octubre no se olvida. [2: Estrada, Gerardo, en La era de la
discrepancia. Arte y Cultura en Mxico, Mxico, Universidad Nacional
Autnoma de Mxico, 2006, p. 10]
El ao del 1968 entonces como un parteaguas en la historia
reciente del pas. Muchos le otorgan una gran relevancia debido a
que consideran que en esa fecha se dio la irrupcin de la sociedad
civil en diversos puntos del globo, sin importar el signo poltico
de los gobiernos o los niveles de desarrollo econmico. Juan Ramn de
La Fuente se refiere al 68, como el parteaguas de la historia
nacional y mundial: Los 68, fueron varios y uno slo: Berkeley,
Pars, Praga, Mxico. Con los jvenes de las clases medias emergentes
y universitarias como ariete, las sociedades emprendieron la
reivindicacin de sus demandas democrticas y confrontaron el
autoritarismo de los regmenes de la posguerra, en algunos casos con
funestas consecuencias. En nuestro 68, Mxico se preparaba para
recibir a los atletas que participaran en la primera Olimpiada
organizada por un pas subdesarrollado. Paradjicamente, en un mundo
donde los actores sociales se encontraban cada vez ms enfrentados,
se les llam Los juegos de la Paz. Mientras tanto, en las calles se
gestaba el Movimiento Estudiantil cuyas demandas democrticas
pondran en jaque la autoridad y legitimidad del rgimen
posrevolucionario.[footnoteRef:3] El 68 es pues, en este caso, un
ao en el que Mxico la juventud mexicana alz la voz para exigir los
derechos de todo el pueblo. [3: De la Fuente, Juan Ramn, en La era
de la discrepancia. Arte y Cultura en Mxico, Mxico, Universidad
Nacional Autnoma de Mxico, 2006, p. 8]
Para otros, como Rolando Cordera Campos, la envergadura del 68
radica en la capacidad que tuvo de volverse un espacio de
integracin de miles de voces de la juventud mexicana y que logr
demostrar que los diferentes vicios del rgimen prista no tenan por
qu ser inamovibles, ni tolerados.El movimiento relata Cordera
Campos tuvo la enorme significacin de volverse, sin previo aviso,
un gran foro de expresin de una conciencia cvica que, si bien
incipiente, reclamaba derechos cvicos, rechazaba al autoritarismo,
la corrupcin y la impunidad, aspectos que solan darse por
inconmovibles en la vida pblica mexicana. Estas exigencias tenan un
indudable carcter poltico, pero pronto lo trascendieron para
conformar un severo reclamo tico.[footnoteRef:4] [4: Cordera
Campos, Rolando, A 45 aos: significado y actualizacin del
movimiento, en Otras voces y otros ecos del 68, Salvador Martnez
Della Rocca (Compilador), Gobierno del Distrito Federal, Mxico,
2013, p. 62]
As pues, para el autor, entre las riquezas del movimiento puede
ubicarse el hecho de que se trat de una movilizacin colectiva en la
cual, por primera vez en el Mxico moderno y cada vez ms urbano, se
dieron cita no slo los jvenes estudiante de los niveles medio
superior y superior, sino varias generaciones de mexicanos,
profesionistas, comerciantes, amas de casa o empleados. Fue al
calor de la protesta y el movimiento estudiantil que estas capas
empezaron a descubrir la calle como un espacio creativo, no slo
para las diferentes expresiones ideolgicas o polticas, sino la ms
variadas convergencias de grupos y personas identificados por el
reclamo de libertad poltica, ante un sistema que cada vez era menos
capaz de prestar odo a las necesidades de expresin de amplias capas
sociales.[footnoteRef:5] [5: Idem.]
Sin embargo, para un grupo no reducido, el 68 es tambin un
parteaguas cultural potenciado por el desarrollo sin parangn de la
ciencia y la tecnologa, como lo explica Gerardo Estrada: Uno de los
aspectos que evolucion ms rpidamente fue la tecnologa, con la
expansin del telfono y el cinematgrafo; las investigaciones de
Einstein y el consecuente desarrollo de la energa nuclear; con la
radio, la televisin y el crecimiento de las telecomunicaciones; con
los viajes espaciales y los asombrosos adelantos en materia de
prevencin y curacin de enfermedades. Pero quiz lo ms notable sea
que los cambios tecnolgicos nunca antes en la historia haban
llegado tan pronto a los ciudadanos comunes y corrientes, ni
alterado su visin del mundo y su vida cotidiana [][footnoteRef:6]
Mxico continua Estrada por supuesto, no fue ajeno a dichas
transformaciones; hubimos de reconocernos como miembros de la
comunidad universal y, curiosamente, el movimiento social que marc
esa poca, el estudiantil, fue seguramente el primer movimiento
internacional que trascendi fronteras polticas, sociales,
ideolgicas y religiosas, para expresarse en regiones tan diferentes
econmica y culturalmente como Nueva Dheli o Berln.[footnoteRef:7]
[6: Estrada, Gerardo, Ob. Cit., p. 10] [7: Idem.]
Al iniciarse 1968, la ciudad de Mxico tiene siete millones de
habitantes, segn la proyeccin del censo de 1960. Pero narra Jorge
Volpi la megalpolis an no cobra conciencia de sus dimensiones,
apenas comienza a reconocer sus problemas y los desafos de la
modernidad [] Ya hay supermercados, desde luego, pero ahora la
televisin comienza a llenar todos los hogares. Por primera vez en
la historia de la humanidad es posible conocer lo que sucede en
otra parte del mundo casi de inmediato; ver las noticias significa
estar unido con una sociedad cuyos lmites no se conocen. Hace
apenas cuatro aos, la Olimpiada de Tokio fue televisada por primera
vez (en blanco y negro), pero la de Mxico constituir el verdadero
paradigma de la alianza entre espectculo y
tecnologa.[footnoteRef:8] [8: Volpi, Jorge, La imaginacin y el
Poder. Una historia intelectual de 1968, Mxico, Era, 1998, p.]
Pero en contra partida al desarrollo tecnolgico, el sistema
poltico mexicano, se encontraba en una de sus peores crisis de
legitimidad y con un de sus facetas ms represivas, situacin que
fungi como detonante de la exigencia de democracia, estandarte del
movimiento. Gabriel Careaga lo explica as:La crisis del sistema
poltico mexicano revel el estancamiento del crecimiento y
desarrollo econmico, la retrica y el vaco de la poltica mexicana,
los lugares comunes y la demagogia del PRI. Revel tambin las
injusticias y el autoritarismo; la corrupcin y la dependencia
creciente del capital extranjero por parte de la burguesa ms
reaccionaria y sectaria: Los relativos xitos expone Careaga citando
a Vctor Flores de nuestro crecimiento, en el aspecto cuantitativo,
y la estabilidad en lo poltico durante las ltimas dcadas, estn
lejos de haber impedido la concentracin de la propiedad y la
riqueza. Antes al contrario, la han reforzado con dosis variables
de violencia y represin aplicadas por el aparato del Estado. En
definitiva, Mxico es una prueba ms de que toda economa regida por
la ley del valor genera la acumulacin concentrada del capital, y de
que inclusive el Estado moviliza recursos para reforzar esa
tendencia. As, la estructura desigual y desequilibrada de nuestra
economa, con base tambin en la penetracin y dependencia
imperialista, ha motivado la concentracin del poder econmico,
origen y raz de la concentracin del poder poltico. Esa concentracin
del poder y la riqueza provoc la rebelda del sector ms sensible de
la clase media: los estudiantes, ya que la falta de informacin
poltica, el monopolio de un solo partido, la absoluta carencia de
posibilidades de discusin de los problemas pblicos, hicieron, en
todo estos aos, que la poltica fuera slo el chisme, la calumnia y
la represin. Por eso las demandas de los estudiantes fueron la
necesidad de la democratizacin del sistema poltico, ya que, como
resultado de esas graves contradicciones, desequilibrios,
desigualdades y autoritarismo de la sociedad mexicana, el
estudiante universitario no tiene expectativas reales de
participacin concreta, en trminos polticos y sociales, en la
cerrada y monoltica sociedad mexicana de hoy.[footnoteRef:9] [9:
Careaga, Gabriel, Careaga, Gabriel, Mitos y Fantasas de la clase
media en Mxico, Ediciones Oceano, Mxico, segunda edicin, 1984, p.
140-141]
El movimiento estudiantil, rompe con la hasta entonces
tradicional forma de protestar de los diferentes sectores que
levantaban sus demandas a partir de sus reivindicaciones ms
inmediatas y gremialistas. El 68 es dice Careaga un movimiento
social, es decir, una accin dirigida por grupos sociales
particulares para conseguir el control del cambio social. Tiene
objetivos y sentido poltico que deben ser comprendidos; por tanto,
no se realiza el movimiento estudiantil a partir de la crisis de la
organizacin universitaria sino partiendo de los conflictos y
contradicciones de la sociedad, de su sistema social y
poltico.[footnoteRef:10] Este nuevo grupo social es la clase media
mexicana de la cual eran descendientes los estudiantes
universitarios, o al menos, pretendan engrosar las filas de este
grupo social. [10: Ibd., p.134]
Pero bajo qu elementos objetivos se puede decir que el
estudiantado universitario perteneca a la clase media mexicana?De
inicio podemos retomar las ideas de Severo Iglesias, quien el 3 de
octubre, un da despus del la matanza que pone fin al movimiento,
define al estudiante universitario as: El estudiantado es un sector
social que no puede ser presionado econmicamente, no participa
directamente en la produccin sino que forma parte de los
trabajadores intelectuales. Esa es la gran ventaja de que disfruta,
pero esa es tambin su gran desventaja puesto que tampoco puede
presionar en ese sentido a la nacin (no se le puede correr del
trabajo, aplicarle clausula de exclusin; negarle el riego, la
tierra, etc.; pero tampoco puede cambiar las fuerzas que integran
el eje de la poltica nacional).[footnoteRef:11] [11: Iglesias,
Severo, Estudiantes y Universidad. A 30 aos del 68, Morelia,
Instituto Michoacano de Ciencias de la Educacin, 1998, p. 23]
En 1969, la Gaceta Universitaria aportaba datos sobre cules son
las actividades o profesiones de las personas que sostienen a los
alumnos de la universidad: agentes de ventas 2.9%, campesinos
2.85%, comerciantes 19.3%, empleados 36.61%, empresarios 0.08%,
funcionarios 0.92%, industriales 2.12%, militares 1.43%, obreros
14.67%, profesionistas 15.7%, propietarios 2.54%, jubilados 1.63%.
Como se puede observar, el 76.82% del alumnado procede de la clase
media, mientras el 17.52% de obreros y campesinos. Esta composicin
no es diferente a la de 1964, cinco aos antes.[footnoteRef:12] [12:
Careaga, Gabriel Ob. Cit., p.143]
Desde esta perspectiva queda claro que los estudiantes no
pertenecen al proletariado, ni se conciben, ya que en ese entonces
Severo Iglesias era un estudiante activista del movimiento, como
tal por el lugar que ocupa dentro del proceso productivo, sin
embargo, no est exento de verse en la necesidad de vender su fuerza
de trabajo, aunque su labor es social y econmicamente mejor
reconocida que un trabajador manual. Este es justamente uno de los
problemas que surgen durante los aos finales de la dcada de los
60s, la imposibilidad de la universidad de garantizar la movilidad
social. Al respecto Careaga asegura: El universitario es un
intelectual que se ve de pronto despojado de sus oropeles
tradicionales y se descubre, al igual que un milln de semejantes,
proletariado y, sin embargo, diferente al proletariado y, para
remate, sin ningn asiento social concreto. El mecanismo que le ha
llevado a la universidad igual que llev a sus padres, no le
garantiza, a diferencia de a stos, una salida, puesto que no puede
haber sitio seguro para tantos universitarios. Hoy es un hecho
indiscutible que la gran mayora de los poseedores de ttulos
universitarios ya no van a ser patrones de empresa, ni van a
ejercer profesiones liberales, ni siquiera van a ser agentes
directos de los empresario con funciones directivas. Su papel ser
mucho ms modesto: asalariado de la industria; sern absorbidos por
la gran masa de los asalariados; en su condicin quedaran expuestos
a todos sus riesgos inherentes como el del paro total o parcial y
el de la arbitrariedad de las retribuciones.[footnoteRef:13] [13:
Ibd., p. 141]
El problema radicaba en que la nueva clase media como la
denomina Careaga, a diferencia de las dems clases sociales
mexicanas, excepto de la burguesa, pudiera considerarse la ms
beneficiada por la poltica de desarrollo social que se
institucionaliz como consecuencia de la Revolucin Mexicana. La
clase media, hasta cierto punto poseedora de todas las comodidades
y practicante de un consumo conspicuo creciente, o por lo menos
intentando imitar a las clases altas de la metrpoli, est a punto de
verse detenida en ese desarrollo, a partir del momento en que sea
ms importante beneficiar a otros sectores, como el de campesinos y
obreros, dentro de una poltica real de un estado desequilibrado y
contradictorio como es el mexicano. La burguesa es la nica que
nunca se sacrificar a s misma. De all los suelos de la nueva clase
media que, deseosa de tener ms cosas, pero no solamente bienes
sociales, sino tambin culturales, empez a partir de 1968 a
fermentar un descontento, porque por primera vez, en muchos aos de
existencia social, se sinti marginada. Y sus sueos: un departamento
en una colonia decente, con las comodidades de la poca, sus libros
y sus buenos autos, y sus viajes y un trabajo no enajenante,
empezaron a frustrarse, cuando se dieron o empezaron a darse cuenta
de que el ttulo universitario no aseguraba de por s, xito social y
econmico.[footnoteRef:14] [14: Ibd., p. 142]
De esta forma, ante el surgimiento de nuevos actores sociales en
pugna (la clase media) surge con ella nuevas consignas y nuevas
formas de manifestarse, de expresar sus ideas y de relacionarse con
otros sectores populares. El cine se convierte entonces en uno de
las herramientas de comunicacin predilectas del movimiento por sus
mltiples condiciones, pero adems porque arrancar la cmara de su
entorno natural y sacarla a las calles a filmar las protestas, les
permite utilizar un elemento considerado exclusivo de las lites
dominantes y ponerlo al servicio de otros intereses.
El Cine y la denuncia como forma de resistencia
De inicio nos gustara decir que entendemos al cine como la
expresin de otra historicidad, sustentadaen modalidades de expresin
propias, otro rgimen referencial, queinvolucra formas narrativas
que dan lugar a una calidad sin precedentesde la fuerza referencial
de la imagen. As, la constitucin narrativa de lacomposicin flmica
como montaje, entendido como articulacin serialde momentos del
"acto cinematogrfico", le permite al cine explorarotras facetas del
mostrar, otro rgimen testimonial, otra exploracin delas evidencias
histricas que emergen del archivo y de las otras fuentesque
permiten el atisbo de "lo pasado".[footnoteRef:15] [15: Mier Garza,
Raymundo, Imagen, Relato y Registro. El cine y las alternativas de
la historiografa, en Historia y Grafa, Universidad Iberoamericana,
ao 20, nm. 39, julio-diciembre 2012,p. 13]
Pero para entender el papel que jug, y juega, el cine en el
movimiento de 1968, es tambin necesario tener algunos elementos del
contexto social en el que se producen, al menos las primeras
pelculas o documentales del movimiento, elementos que, a nuestro
entender, marcan la forma en que el cine se relacionar con el 68.
As pues en necesario como lo expusiera Diego Rivera, entender que
el artista es siempre la expresin del pueblo dentro del cual
trabaja.[footnoteRef:16] [16: De la Fuente, Juan Ramn Ob., Cit., p.
8]
1968 marca el violento final de una etapa de relativa tolerancia
a la experimentacin cultural de las clases medias intelectuales
mexicanas que no ponan en cuestin la hegemona del antiguo rgimen, y
a las que se les concedieron libertades extraordinarias en
comparacin al resto de la poblacin. De hecho, adems de la
persecucin poltica misma, la crisis de 1968 marc el inicio de una
etapa de represin cultural, centrada especialmente en las
manifestaciones de contracultura juvenil que el rgimen identific
con el desafo de los estudiantes al autoritarismo.[footnoteRef:17]
[17: Debroise, Olivier, Cuauhtmoc Medina, Genealoga de una
exposicin, en La era de la discrepancia. Arte y Cultura en Mxico,
Mxico, Universidad Nacional Autnoma de Mxico, 2006, p. 21 ]
lvaro Vzquez en el libro La era de la discrepancia, narra la
forma en que el cine se convirti desde el inicio del movimiento en
un elemento fundamental para las actividades de difusin y
propaganda: A propsito de las intenciones de Alfredo Joskowicz, y
de un grupo de estudiantes del Centro de Estudios Cinematogrficos
(CUEC) de la UNAM, de filmar un documental mediante una serie de
entrevistas a alumnos de diversas facultades en les que se les
hacan varias preguntas sobre los problemas de la universidad o el
dilogo entre autoridades y estudiantes, as como su opinin respecto
al posible uso de la violencia por parte del estudiantado para
hacer valer sus demandas, lvaro Vzquez Mantecn que EL estallido del
Movimiento Estudiantil el mes de julio suspendi la filmacin del
documental, y la mayora de los integrantes del equipo de rodaje
comenzaron a trabajar en la documentacin del movimiento. Las
entrevistas ponen de manifiesto que an antes del surgimiento de la
movilizacin estudiantil haba entre los estudiantes de cine de la
UNAM un inters por la poltica que comenzaba a desplazar temas como
el existencialismo, el cine de autor y la Nueva Ola francesa. La
protesta fungi como catalizador de ese inters, pero sobre todo,
como aprendizaje intensivo de una estrategia de comunicacin
artstica. Al estallar la huelga, los estudiantes del CUEC tomaron
las instalaciones de la escuela. Designaron a Leobardo Lpez
Arretche como representante ante el Consejo General de Huelga (CNH)
y se hizo un primer reparto de tareas. El CUEC se constituy como un
equipo cuya funcin era la documentacin del movimiento [] La
asamblea de la escuela tom la decisin de no filmar discursos de
lderes, sino documentar la manera en que se articulaba el
movimiento con el pueblo [] Hubo otros proyectos flmicos vinculados
con el Movimiento Estudiantil que no estuvieron directamente
relacionados con el trabajo de las brigadas escolares. Ral Kamffer
document el Mural Efmero pintado por los integrantes del Saln
Independiente sobre las lminas que cubran la estatua mutilada del
expresidente Miguel Alemn en la explanada de Ciudad Universitaria.
Oscar Mndez film una especie de noticiario, nete pueblo, del cual
se sacaron varias copias pagadas por el CNH para asegurar una
distribucin ms amplia. Con estas pelculas los estudiantes pretendan
informar a la poblacin de las causas y objetivos del movimiento en
un contexto en que los medios masivos de informacin estaban
controlados por el gobierno [] Lo que los estudiantes intentaban
era romper el cerco que la censura del gobierno de Daz Ordaz haba
tenido en torno al movimiento. Apostaron a la elocuencia de las
imgenes para contradecir las impugnaciones que les haca el rgimen
en la prensa y los medios masivos de comunicacin [] Aunque las
pelculas producidas en torno al Movimiento Estudiantil no
consiguieron llegar a grandes pblicos ni salir de mbitos
restringidos como la audiencia universitaria organizada en
cineclubes, fue notable la transformacin que operaron en la
produccin independiente de fines de los sesenta..[footnoteRef:18]
[18: Vzquez Mantecn, lvaro, La visualidad del 68, en La era de la
discrepancia. Arte y Cultura en Mxico, Mxico, Universidad Nacional
Autnoma de Mxico, 2006, p. 34-35]
Esto demuestra que el cine y el movimiento del 68 estuvieron
ligados de manera ntima desde el inicio del primero. As pues, el
cine cumpli el papel, desde el momento en que iniciaron las
primeras producciones entorno a las manifestaciones de 1968, de un
denunciante. Si bien en un inicio sirvi como un vnculo
propagandstico que pretenda explicar las causas y condiciones del
movimiento as como estrechar los lazos de ste con el pueblo, en las
etapas posteriores, una vez finalizado el movimiento con la
masacre, el cine se convirti en un elemento de denuncia ante la
represin, el enmudecimiento y censura del gobierno, pero adems ha
servido como mecanismo para evitar el olvido histrico.
Super-8. La cmara transgresora
Un elemento comnmente relegado en el estudio del fenmeno
cinematogrfico es el del elemento tcnico productor de las imgenes:
la cmara. Este problema ha sido relegado muchas veces al espacio de
la historia de la tecnologa que slo hace uso del para un mero
estudio descriptivo de la transformacin tecnolgica que han sufrido
las cmaras de cine o de video. Creemos pues esencial el destinar
algunas reflexiones a la produccin tcnica de los objetos que, como
en este caso, producen nuestro objeto de estudio, entendiendo la
importancia que estos objetos y su estudio tienen respecto al
impacto en las sociedades, en las relaciones cotidianas de
existencia dentro de una civilizacin dada, as como las
determinaciones recprocas de estos dos.[footnoteRef:19] [19:
Jaulin, Robert (compilador), A modo de introduccin, en Juegos y
Juguetes. Ensayos de etnotecnologa, Mxico, Siglo XXI, Mxico, 1984,
p. 7]
La necesidad de entender cmo son vividos los objetos, a qu otras
necesidades, a parte de las funcionales dan satisfaccin, cules son
las estructuras mentales que se traslapan con las estructuras
funcionales, como preguntara Baudrillard, en qu sistema cultural,
infra o transcultural, se funda su cotidianidad[footnoteRef:20],
son esenciales para entender Por qu el cine cumple un papel
fundamental dentro del movimiento estudiantil del 68? As pues la
descripcin del sistema de los objetos tiene que ir acompaada de una
crtica de la ideologa prctica del sistema. Como dira Baudrillard,
en el nivel tecnolgico no ha contradiccin: slo hay
sentido.[footnoteRef:21] [20: Baudrillard, Jean, El sistema de los
objetos, Mxico, Siglo XX, (1969) 2003, p. 2] [21: Ibd., p. 9]
El hombre moderno ya no siente en el fondo la necesidad de sus
objetos, que lo nico que tiene que hacer es operar entre ellos como
tcnico inteligente de las comunicaciones. Es necesario que todo
comunique.[footnoteRef:22] Es decir los objetos sirven para
comunicar algo. En esto la cmara se convierte en uno de los objetos
predilectos de las sociedades del siglo XX. No slo sirve para
demostrar el poder adquisitivo de una clase, sino su esencia es
justamente el comunicar la forma en que esta lite se recrea, se
divierte, vive. [22: Ibd., p. 27-29]
Podramos afirmar, desde esta perspectiva, que la cmara cumple
una funcin similar al espejo de Baudrillard. Representa en su papel
ideolgico la abundancia, es un objeto rico, en el que la prctica de
la persona burguesa encuentra el privilegio de multiplicar su
apariencia y de jugar con sus bienes.[footnoteRef:23] [23: Ibd., p.
21]
As pues la cmara es un dispositivo electrnico que cumple la
funcin social de otorgar status a su propietario. Desde sus inicios
ste dispositivo tcnico era utilizado por los miembros de las
familias acomodadas para su recreo y diversin, pero utilizado adems
para dejar constancia de su vida, de sus formas de relacin, de sus
ritos, y convertirse de esta forma en el mecanismo de comunicacin
de lo que debera ser la vida moderna, difundiendo de manera masiva,
el estilo de vida de las lites de inicios del siglo XX, como el
estilo de vida por excelencia.Con el desarrollo de la tecnologa la
posibilidad de producir cmaras de manera masiva y de poder abaratar
los costos de stas posibilit su consumo por miembros de clases
menos privilegiadas, pero no dej de ser un elemento ideolgico que
se dedicaba a demostrar las virtudes del sistema. Pero en el caso
del 68 el uso de las cmaras flmicas encuentra todo un nuevo
significado. La cmara debe ser utilizada no para el esparcimiento y
la diversin, no para mostrar las bondades del sistema, sino para
desnudarlo, para mostrar su crudeza, la realidad, as la cmara se
convierte en un elemento de lucha, una herramienta para la denuncia
poltica. Las cmaras Super-8 fueron las encargadas de cambiar la
historia trazada por sus antecesoras. El formato de 8mm fue
desarrollado por Kodak en los 30 para ofrecerle al pblico una opcin
ms casera y barata que el estndar de la industria en ese entonces,
el 16mm. Es decir, fueron los primeros en ofrecer una cmara
"pro-sumer" mucho antes de que los mercadlogos inventaran ese
trmino que combina "professional" con "consumer". No obstante que
la cmara de 8mm era ms econmica que la profesional de 16 mm, lo
cierto es que estaba destinada a una poblacin econmicamente
acomodada para que esta pudiera filmar sus reuniones familiares o
eventos sociales. Ya en los aos sesentas, la misma empresa lanz al
mercado la cmara Super-8. Quiz lo ms sobresaliente del Super-8 y la
razn de su popularidad inmediata, es que la pelcula vena en
cartuchos que podan ser reemplazados con muchsima facilidad y
rapidez. Ya no era necesario hilar la pelcula directamente al
mecanismo de la cmara. [footnoteRef:24] Por su tamao, comodidad y
fcil manejo, esta fue la cmara predilecta de los jvenes cineastas
activistas del 68. [24:
http://www.cinepremiere.com.mx/27463-8-milimetros.html ]
Historia de un Documento
Ficha Tcnica:Ttulo original:Histoire d'un document /Historia de
un documentoDireccin:scar MenndezGuionista:Rodolfo
AlcarazFotografa:scar MenndezEdicin:Janine MartinMsica
original:Edgardo CantnPas de produccin:Francia,
MxicoAo:1971Formato:16 mm, 8 mm. B/N.Duracin:43 min.
Historia de un Documento es un documental de 49 minutos de
duracin que presenta testimonios, imgenes originales de la represin
del movimiento estudiantil del 2 de octubre de 1968 en la ciudad de
Mxico y tomas, captadas clandestinamente con una cmara de sper ocho
milmetros en 1970, de participantes del movimiento encarcelados por
el Estado en la prisin preventiva de Lecumberri. En 1970, huyendo
de la represin ejercida contra los militantes del 68, Oscar Menndez
y Rodolfo Alcaraz se trasladaron a Europa con el material flmico
del movimiento estudiantil en busca de productores para realizar la
pelcula. A principios de 1971, la Radio y Televisin Francesa
(O.R.T.F.) acept el proyecto de los mexicanos, quienes trabajaron
durante casi un ao, tiempo que dur la post-produccin del film con
la promesa de la O.R.T.F. de que al terminar, se proyectara en la
red de televisin europea. Pero, segn explic Menndez, la intervencin
directa del gobierno de Luis Echeverra lvarez impidi que fuera
cumplida la promesa de transmitirla en la televisin europea. Su
primera exhibicin en Mxico ocurri 33 aos despus, en noviembre de
2004, en el V Foro Internacional sobre las Nuevas Tendencias del
Documental. Menndez, realiz en junio de 1968 el trabajo de media
hora nete pueblo, primera de varias producciones que ha dedicado al
movimiento estudiantil de 1968 y que las ha presentado en distintas
formas y ediciones, en salas universitarias o privadas y a travs de
los formatos domsticos de video y DVD: Dos de octubre, aqu Mxico
(1968-1970, 55 minutos); 1968: En memoria de Jos Revueltas (1978,
50 minutos); Mxico 68: a 25 aos (1992, 72 minutos) y Mxico 68-98
(1998) han sido sucesivas aproximaciones, algunas de ellas puestas
al da, a los registros documentales que capt originalmente en 1968.
Para entender el film es necesario realizar, a manera de
introduccin, un anlisis a macronivel con la finalidad de entender
el argumento central de ste, y cmo, para expresarlo, utiliza una
serie de mecanismos tcnicos y discursivos para darle fuerza a sus
posiciones. En 1970 comenz la filmacin clandestina dentro de la
Crcel Preventiva de la Ciudad de Mxico, otrora conocida como
Lecumberri. El resultado de este ejercicio de filmacin, asegura el
narrador de la pelcula, es una denuncia de los presos polticos,
filmados por ellos mismos.Es importante resaltar que scar Menndez
no hace un trabajo de investigacin, no pretende hacer un recuento
de lo acaecido en el 2 de octubre de 1968, ni en todos los meses
que dura el movimiento. Menndez crea un documento de denuncia, un
texto que pretende contradecir, debatir, oponerse al discurso
oficial manejado por el gobierno mexicano. As pues, desde el inicio
de la cinta, esta tiene un marcado carcter militante. La cmara se
vuelve un medio ms de propaganda. Conscientes del poder del cine
como medio de comunicacin, aseguran, la situacin nos obliga a
filmar sobre y por los prisioneros polticos, porque era necesario
que ellos se manifestaran ante el pueblo de Mxico, y el cine nos
pareca el modo ms eficaz. En otra toma la voz en off del narrador
dice: los medios de comunicacin haban reducido al silencio a los
presos del 68 y por eso haba que hacer esta pelcula. Tenamos que
arrancarle a la prisin la voz y la imagen de esos hombres
estudiantes, obreros, investigadores empleados, profesores,
campesinos, sindicalistas que luchaban por su independencia para
poder ejercer una verdadera democracia. De igual forma es de
resaltar el idioma del documental. A pesar de ser un documental
mexicano, dirigido, escrito y realizado por mexicanos, el idioma
original es francs. El contexto antes presentado sirve para
explicar este rasgo, sin embargo, este hecho tambin delimita los
recursos tcnicos y el guin. El documental, como una denuncia, est
destinado para un pblico europeo, principalmente francs, quien ha
sido bombardeado por la propaganda oficial del gobierno mexicano,
gobierno que se ha esforzado por presentar una cara totalmente
opuesta a la que denuncia el film. La estrategia argumentativa del
film est centrada en marcar las dicotomas. Campo/ciudad;
gobierno/sociedad; medios de comunicacin/propaganda poltica;
libertad/crcel; democracia/autoritarismo; movimientos
populares/represin. Para lograr esto, realiza un constate juego de
tomas. Si una escena es un close-up de los rostros de los
campesinos en lucha, la anterior es una toma de las siluetas o
perfiles de agentes armados detonando armas de fuego; la siguiente,
por correspondencia, son los cuerpos inertes de hombres y mujeres
manchados en sangre. Este mismo trabajo se mantiene constante
alrededor de todo el film; si aparece un estudiante, un obrero o un
campesino, le sigue, en la siguiente toma, la siguiente escena, o
el siguiente fotograma, un polica o un militar. Si bien, toda la
pelcula tiene como tema central la denuncia de los presos polticos
mexicanos, y este argumento recorrer en diferentes momentos toda la
pelcula, esta se puede dividir en dos niveles con los que el autor
juega constantemente para darle fuerza a su argumento. Por un lado,
explica las vicisitudes que implic el realizar un proyecto filmado
por presos polticos dentro de la crcel, problemas que fueron desde
responder a quines y cuntos presos deban filmar? hasta cmo
introducir la cmara sin ser detectados? Iniciamos el plan
trabajando con un reducido grupo de militantes al exterior y luego
decidimos hacer contacto con los compaeros presos. Para introducir
la cmara y los materiales, fueron necesarias algunas pruebas para
poder burlar la seguridad hasta que por fin lleg el momento de
introducir una cmara Super-8, explica el narrador.Desde el inicio
de esta primera parte, la cmara pretende tomar elementos
distintivos de una crcel: las rejas, los muros altos, los
celadores, las torres de vigilancia, destaca una maceta que gira
descontrolada y en la que se alcanza a la leer la palabra presos
(ver imagen 1). Esta constante evocacin a la situacin de los
activistas sociales se mantendr a lo largo de la grabacin,
resaltando la injusticia y la falta de libertad.Por otro lado, en
un segundo nivel del documental se explica el contexto social en el
que se inserta el mismo, tratando de responder a la pregunta, por
qu hay presos polticos en Mxico? Para esto el autor no recurre a un
recuento pormenorizado de los conflictos sociales de los aos 60s,
ms bien, centra el lente en tres: los movimiento campesinos (ms en
concreto el asesinato de Rubn Jaramillo); los movimientos de
trabajadores (de ferrocarrileros y de profesores principalmente); y
el movimiento estudiantil, a quien le reconoce que, a pesar de su
falta de eficacia, su presencia fue constante dentro de las luchas
populares. ste ltimo, principalmente el movimiento del 68, ocupar
el grueso de la atencin del realizador. En el inicio de esta
segunda parte, la voz del narrador describe las condiciones
demogrficas, sociales y culturales que hacen a la Ciudad de Mxico
la metrpoli por excelencia del pas mientras el lente de la cmara
acompaa la narracin con algunas tomas de conglomeraciones urbanas,
edificio y amplias avenidas transitadas por mltiples automviles;
acto seguido, el paisaje urbano es cortado de tajo para proyectar
un paisaje rural. Grandes y escarpadas montaas sustituyen el
asfalto. Pero el elemento central de las siguientes escenas, son
los campesinos y los obreros movilizados. Por ejemplo, en una
escenas la cmara, en close-up (recurso que es bastante utilizado a
lo largo del film), recorre las caras de obreros ferrocarrileros en
lucha, caras de rasgos ms bien hoscos, duros inexpresivos; la
siguiente toma es el close-up de la macana de un polica que golpea
quedamente su pierna; segundos despus la cmara realiza un tilt-up
desde la macana hasta el rostro del polica, un rostro con una
sonrisa (la pelcula marca los extremos en todos niveles). La toma
es cortada y en la siguiente aparece un plano a ras de suelo en el
que un grupo de granaderos estn golpeando a los manifestantes. A la
hora de abordar los sucesos del 68, el film explica de manera breve
el desarrollo cronolgico de los sucesos. Para resaltar los hechos,
Menndez hace uso de recursos tcnicos como los planos dentro de las
manifestaciones, con esto la cmara da la impresin al espectador de
ser un miembro ms en las movilizaciones. La cmara pierde entonces
su rasgo de objetividad, no filma para destacar algo, filma para
denunciar algo, porque ella es parte del movimiento, por lo tanto
es su deber trabajar para ste. Bajo esta misma lgica, dentro del
documental hay un constante uso de close-up (desde el mdium
close-up hasta el big close-up) as como de zoom-in a las caras de
los manifestantes. Este recurso es utilizado para personificar a
los activistas. As dejan de ser una cifra, una idea abstracta,
inmaterial, para convertirse en hombres, mujeres y nios de carne y
hueso, que ren, gritan, se sorprenden; la gran masa social-popular
que se manifiesta adquiere un rostro, un rostro que sensibiliza al
espectador. Estos recursos resaltan durante la narracin del 2 de
octubre, la mayora de las tomas enfocan los rostros, pero, adems,
manteniendo esta dicotoma argumentativa, el autor juega con los
rostros antes y despus de la masacre. En una escena, aparece el
rostro de un nio, volteando al cielo, al mismo tiempo, el narrador
describe las dos bengalas que surcaron el cielo antes de los
disparos. La cara del nio es de sorpresa, emocin. La siguiente
tiene como fondo sonoro los disparos y a la multitud que corre para
protegerse. El plano se corta y aparece un zoom-out de la cara
ensangrentada e inerte del infante.Atendiendo a lo expresado en un
inicio, la necesidad de entender a quin est dirigido el documental,
nos centraremos en una escena que es bastante llamativa.
Recapitulando: Historia de un Documento es un discurso de denuncia
poltica en contra de las actitudes represivas del gobierno mexicano
frente a los activistas polticos contrarios al rgimen. Esta idea de
un Mxico con un gobierno que garantizaba los derechos y libertades
democrticas es una de las imgenes ms difundidas y aceptadas en el
exterior. Por lo tanto, el documental pretende romper con el cerco
meditico impuesto.La escena en cuestin demuestra la necesidad del
realizador de conectarse con un pblico extranjero. Despus de
relatar la masacre, de tomar los rostros de los muertos (ver imagen
2). El documental cambia de toma drsticamente. Ahora, en la
pantalla aparece el entonces presidente de la Repblica, Gustavo Daz
Ordaz (ver imagen 3), dando el discurso de inauguracin de los
Juegos Olmpicos de Mxico 1968, los, curiosamente, llamados Juegos
Olmpicos por la Paz. Es de resaltar que en ninguna otra toma se
aprecia algn funcionario pblico o algn miembro de la alta
burocracia gubernamental, slo el nombre de Luis Echeverra aparece
dos veces en todo el documental, sin embargo, nunca aparece su
rostro, su figura. Esta es la nica toma en la que aparece un
personaje del gobierno, y no cualquier personaje, es el mximo
representante de la poltica mexicana. Pero, su participacin no es
utilizada bajo el concepto de derecho de rplica. Daz Ordaz no est
ah para rebatir los argumentos del documental, est ah para
demostrar la incongruencia entre su discurso y sus acciones. As
toman relacin las dos escenas: despus de asesinar estudiantes, el
presidente inaugura los Juegos Olmpicos dedicados a la paz. sa es
la imagen que tanto se haban esforzado en el gobierno por mantener
en el exterior: El gobierno de Mxico es un gobierno que trabaja por
la paz. Ese es el argumento al que se opone el film: El gobierno de
Mxico es un gobierno que encarcela y asesina.En su participacin Daz
Ordaz aparece en un mdium close-up, tomado desde un ngulo inferior,
haciendo a la figura del presidente ms grande e imponente. La
participacin del expresidente es breve, su discurso: 12 de octubre
de 1968, declaro inaugurados los Juegos Olmpicos de Mxico. Las
siguientes tomas son aspectos de la inauguracin; el despliegue de
globos y 10 mil palomas blancas (smbolo de la paz) y el encendido
del pebetero olmpico. La toma se corta y es remplazada por un
close-up del piso de la crcel en el que se lee, escrito con letras
rojas, Aqu Mxico, (ver imagen 4) la voz de Daz Ordaz, resuena como
eco de fondo repitiendo MxicoMxico, de pronto un brazo annimo lanza
un brochazo enrgico contra la leyenda. La cmara en un movimiento de
tilt-up recorre los muros de la prisin hasta detenerse en los
barrotes que obstaculizan la vista al cielo, acto seguido la cmara
se detiene en un posicin totalmente vertical apuntando hacia arriba
y con un movimiento de panning gira. Eso es Mxico, la desesperacin,
el encierro. A manera de conclusin podemos decir que el cine ha
servido como uno de los elementos de denuncia ms importantes en lo
que respecta al movimiento del 68. Esto ha definido la forma en que
la sociedad ha recreado, en la memoria colectiva, los hechos
acontecidos en el otoo de 1968. Esta caracterstica se vio
potenciada por las condiciones tecnolgicas que permitieron la
popularizacin y masificacin de la cmara (y de proyectores) como de
los elementos humanos, estudiantes universitarios con conocimientos
bsicos en el manejo de la cmara pero, adems, con conocimientos de
elementos estticos que pudieran potenciar el impacto del film
dentro de la sociedad. Todo esto dio como resultado la
implementacin de una herramienta de denuncia y agitacin que hasta
ese momento era desconocida por los activistas y militantes de los
diferentes movimientos sociales. As pues, el 68 no slo es un
parteaguas dentro de la historia nacional por las caractersticas de
los actores sociales o lo amplio de sus demandas, es tambin un
punto de ruptura en la forma en que se difundieron las ideas
mediante el uso de nuevos elementos tcnicos, como la cmara Super-8
que, al entrar en contacto con otros sectores diferentes a los que
originalmente fue destina, se dedico a dejar registro de una
realidad que haba sido ocultada o ignorada por las lites
gobernantes.
Imagen 1
Imagen 2
Imagen 3
Imagen 4
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