1 EL CAMPESINO INMERSO EN EL PROCESO DE LA EMANCIPACION PERUANA Fredy Ricaldi Camarena “La sierra, asiento de la gran mayoría de los habitantes, cuna de la nacionalidad, necesaria columna vertebral de su vida, tronco del cual parten las dos cuencas de tierras cálidas, tiene que ser, por toda especie de razones geográficas e históricas, la región principal del Perú”. José De La Riva Agüero. 1. Resumen 2. Introducción 3. Perú Y Su Contexto En El Proceso De Emancipación 3.1.La Economía En El Proceso De La Independencia 3.2.La Población En El Proceso De La Gesta Emancipadora 4. De Indio A Comunero 5. El Comunero Entre El Ejército Realista Y Libertador 5.1.El Campesino En Las Filas Del Ejercito Libertario 5.2.El Campesino En Las Filas Del Ejercito Realista 5.2.1. Organización Del Ejercito Realista Y Defensa Del Perú, 1817-1820 5.2.2. Las Partidas De Guerrillas De Los Realistas 5.3.El Campesino Entre Los Dos Ejércitos 6. La Legislación Del Comunero En El Proceso De La Independencia 7. A Modo De Conclusión 8. Bibliografía
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El campesino inmerso en el proceso de la emancipacion peruana
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EL CAMPESINO INMERSO EN EL PROCESO DE LA EMANCIPACION
PERUANA
Fredy Ricaldi Camarena
“La sierra, asiento de la gran mayoría de loshabitantes, cuna de la nacionalidad, necesaria columnavertebral de su vida, tronco del cual parten las dos cuencasde tierras cálidas, tiene que ser, por toda especie derazones geográficas e históricas, la región principal delPerú”.
José De La Riva Agüero.
1. Resumen
2. Introducción
3. Perú Y Su Contexto En El Proceso De Emancipación
3.1.La Economía En El Proceso De La Independencia
3.2.La Población En El Proceso De La Gesta Emancipadora
4. De Indio A Comunero
5. El Comunero Entre El Ejército Realista Y Libertador
5.1.El Campesino En Las Filas Del Ejercito Libertario
5.2.El Campesino En Las Filas Del Ejercito Realista
5.2.1. Organización Del Ejercito Realista Y Defensa Del Perú, 1817-1820
5.2.2. Las Partidas De Guerrillas De Los Realistas
5.3.El Campesino Entre Los Dos Ejércitos
6. La Legislación Del Comunero En El Proceso De La Independencia
7. A Modo De Conclusión
8. Bibliografía
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1. RESUMEN:
El campesino de hoy, el indio del pasado y su proceso en la gesta
emancipadora de la independencia del Perú, se reflexionará a partir de su
condición dentro del sistema colonial, se analizará su realidad dentro y fuera
del proceso independentista.
Se pone al indio en una posición entre ambos frentes realistas y libertarios;
asimismo como es su participación entre ambas, por último se deja en claro la
situación y consecuencias jurídicas de sus propias condiciones y destino que
le da la República.
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2. INTRODUCCIÓN
La independencia del Perú, en 1821 era apreciada como un hecho incontenible, ni la
ambigua participación de los criollos y ni los ánimos de querer opacarlos por parte de los
realistas, en sus inicios, se podía hacer ante un hecho que no solo desbordaba en el
Perú, si no mas bien en toda Hispanoamérica, y por que no decirlo en la metrópoli
española, ya que en su interior se vivía la lucha y reivindicación de la constitución liberal;
los indios contaban los días para ir en pos de la independencia, desde ya hace 40 años y
en los momentos actuales pusieron gran parte de su vida para lograrlo; se va analizar el
contexto nacional e internacional del proceso de la independencia a manera de
antecedente, para ir a reflexionar sobre su condición de indio y el traslado a comunero,
asimismo como este personaje se va hacer presente en el proceso de la independencia
como guerrillero, montonero y soldado, ya sea en las filas libertarias o realistas, es
necesario saber y encontrar palabras de los horrendos crímenes que se cometieron hacia
ellos y a los pueblos de la sierra, asimismo el descuido del campo y la tierra, parte
inseparable del mimetismo del indio, por ultimo se sintetizará las consecuencias del
proceso libertario en relación al indio, campesino o ciudadano o como quiera llamársele.
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3. PERU Y SU CONTEXTO EN EL PROCESO DE EMANCIPACIÓN
Luego de la victoria lograda por los realistas en Guaqui (1811), Vilcapuquio y
Ayohuma (1813), Umachiri y Viluma (1815), alcanzaron a restablecer el prestigio del
dominio hispánico, y, por otra parte, los gobiernos independientes organizados en
Buenos Aires, Chile y Nueva Granada comprendieron que su propia seguridad los
obligaba a doblegar las reservas del poderío español existente en el Perú. Su lucha
por la independencia alcanzo así la intensidad y la gloria de la una gesta, porque
debía resolverse en tierra peruana la fundamental contradicción entre el despotismo
colonial y libertad nacional.( 1) En ese contexto, Pezuela había llegado al Perú en
reemplazo del Marqués de la Concordia Abascal, es nombrado Virrey interino,
cumpliendo sus funciones hasta 1821, (2) fecha en que es sustituido por sus propias
tropas, oficiales que se encontraban acuartelados en Aznapuquio, creyeron resolver
la situación amotinándose en rebeldía y desplazaron al Virrey Pezuela, la indisciplina,
el desconocimiento de la autoridad, estaban en plena efervescencia. ¡Qué buen
ejemplo nos dejaron estos godos y la cizaña hasta ahora esta sembrada!, (3) tras lo
cual se encarga la dirección del virreinato al general de mayor graduación, José de la
Serna e Hinojosa, siendo reconocido posteriormente por el rey Fernando VII el 9 de
agosto de 1824, después de la batalla de Junín.
1 Tauro del Pino, Alberto, Perú época republicana, t1, ed. Peisa, 1973, Lima-Perú, pag. 18.2 Mazzeo de Vivó, Cristina, Las vicisitudes de la guerra de la independencia del Perú 1817-1824, PontificiaUniversidad católica del Perú, Instituto Riva Agüero, pag. 12.3 Eudoxio H. Ortega , Manual de historia general del Perú-historia critica pag. 313, editorial Fenix latinoamericano, 1968, Lima Perú.
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La múltiples guerras en que la metrópoli española se vio envuelta desde mediados
del siglo XVIII debilitaron irremediablemente su vinculación con las colonias
ultramarina. Los ingleses se consolidan como la absoluta supremacía marítima,
además que provoca la destrucción de la armada español, y con la guerra interna;
haciendo mucho mas difícil que España regresara a América.
En el año 1814 con la expulsión de los franceses de España y el retorno de Fernando
VII. con el restablecimiento del absolutismo y la abolición de la constitución liberal de
1812, y llegado esta a Hispanoamérica, un grupo de criollos empiezan a tomar
conciencia de su solidez y su fuerza ante el vacio político generado en la metrópoli,
la cual establecía la libertad de prensa y la elección popular de los cabildos,
fortaleciendo el proceso de sus propios destinos; sin embargo en el Perú, la situación
fue diametralmente opuesta. No solo las juntas no se llegaron a formar, sino que
desde aquí se enviaron tropas para reprimir los ensayos realizados por los criollos de
la Paz y Quito para constituir tales juntas (centrales) .(4)
Fernando VII, en el poder, busca recuperar las colonias americanas y para ello
ordena en 1820 un ejército comandado por Rafael Riego, pero en vez de
reconquistar América el oficial vuelve sus armas contra el absolutismo e instaura la
revolución liberal, desatando una guerra social e interna en la metrópoli.
En el Perú, El Ejército Libertador desembarcaba en la bahía de Paracas el 8 de
setiembre de 1820. Instalando su cuartel general en Pisco; San Martín y el Virrey
Pezuela buscan negociar una solución pacífica en la conferencia de Miraflores;
propuestas de ambas que no llegan a buen termino; La propuesta Sanmartiniana fue
4 Bonilla, Heraclio, Metáfora Y Realidad De La Independencia Del Perú, Fondo Editorial Del Pedagógico De San
Marcos, Lima, 2007, pag 47 )
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exigir la independencia del Perú; mientras que la propuesta del Virrey fue el
reconocimiento del rey y el acatamiento de la Constitución de Cádiz que había vuelto
a tener vigencia en España.
3.1 La Economía En El Proceso De La Independencia
Las guerras de la metrópoli, había desgastado económicamente y el intercambio
comercial entre España y sus colonias decreció, Inglaterra asumió parte del comercio
vía el libre comercio y el contrabando, asegurando el abastecimiento a las colonias
hispanoamericanas; La expansión económica peruana estuvo exclusivamente basada
en dos sectores:
1. Las minas: inicialmente los prodigiosos yacimientos de Potosí, las minas de
mercurio de Huancavelica y otros depósitos menos importantes de oro y de
plata en el bajo Perú.
2. El monopolio comercial ejercido desde Lima por el tribunal del consulado,
único distribuidor en el interior del espacio americano de las mercancías
procedentes de Europa.
Debemos tener en cuenta que los productos agrícolas no llegaron nunca a exportarse
en una escala considerable, de ahí que estuvo básicamente destinada a dos tipos de
mercado interno: Los centros urbanos y los centros mineros.
La historia agraria colonial del Perú es aun desconocida, razón por la cual no es
posible precisar las grandes fases de expansión y contracción de la producción de la
tierra. Lo que si es cierto que con las reformas borbónicas, el comercio libre y el
sistema de aduanas, genero contrabando tanto por mar como por tierra, los
comerciantes peruanos pudieron conservar el mercado colonial solo en la medida en
que España mantuvo el monopolio. Pero la debilidad creciente de la metrópoli y la
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perdida de su control sobre el mar fueron incapacitando para sostener la posición
monopólica de los comerciantes peruanos. (5) Pero los desastres no terminaron ahí.
Así, a fines del siglo XVIII, al casi invertirse el trafico de Lima a Buenos Aires, las
mercancías europeas, que entonces se introdujeron desde puerto, determinaron la
ruina de las industrias textiles del interior (6). A esto hay que agregar el
stockeamiento de productos importados traídos por ingleses, y a precios bajos,
ocasionó el aumento del consumo y por consiguiente la merma del ahorro, (7)
llegando el Perú a sentir una depresión, del nuevo sistema liberal; a esto, se une el
costo del proceso de la emancipación e independencia, que no solo va a perjudicar a
la clase metropolitana, sino que va consigo los criollos, mestizos e indios.
3.2 La Población En El Proceso De La Gesta Emancipadora
La recuperación demográfica de la población indígena, particularmente en las
regiones mesoamericanas y andina, así como el crecimiento general de la población
en otras regiones, incrementó sensiblemente el volumen potencial de la fuerza de
trabajo, cuya escasez fue uno de los factores principales que freno la expansión
económica desde la hecatombe de fines del siglo XVI.
En el dominio colonial, básose en las diferencias entre conquistados y
conquistadores. Uno de sus primeros actos en el periodo del Virrey Gil de Taboada y
Lemos, fue el levantamiento del censo del virreinato, y cuyo total ascendía a la suma
de 1,076,122 habitantes (8); repártianse estos en 7 intendencias, exceptuando la de
Puno que se incorporo mas tarde, y 54 partidos con 483 doctrinas y 977 anexos, la
división por razas era la siguiente: Españoles con 136.031, mestizos con 244.437,
5 Bonilla, Heraclio, Ibid, pag. 52,6 Bonilla, Heraclio, Ibid, pag 527 Tauro del Pino, Ibid, pag 198 Vargas Ugarte, Ruben, historia general del Perú, tomo V editor Carlos Milla Batres, 1966, pag 100
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mulatos y negros libres con 41.398, e indios con 608.912; en comparación al censo
de 1755, la población iba en aumento, y Lima no era la excepción, en el gobierno del
Marques de Aviles (1801), calculaba que el aumento de la población estaba en
crecimiento de aproximadamente unas 60.000 almas, que lo obligo a reforzar el
cuerpo de policía, asimismo en el gobierno del Virrey Abascal, hace una inversión en
la obra del Panteón General de la ciudad de Lima, debido a que la población, era
calculada en un aproximado de 80.000 habitantes (1806); ya en la república en el
censo poblacional de Santa Cruz 1836, arrojaba a 1.373.736 habitantes.
Resumiendo, la población en el virreinato peruano a fines del siglo XVIII y comienzos
del XIX, a pesar de las múltiples sublevaciones y guerras declaradas en el proceso de
la independencia, ha estado en crecimiento, sin embargo es claro decir que un mejor
estudio debiera hacerse sobre este punto y así explicar la clasificación jerárquica que
existía en ese periodo.
4. DE INDIO A COMUNERO
Nuestra cultura indígena tiene su organización colectivista desde tiempos
milenarios, en el “ayllu”; pero este proceso se desarrolló en base a la organización
del Tahuantinsuyo en un primer momento; con la invasión de los españoles y la
conquista, este se reforma a una “comunidad de indígenas”(9), sin embargo debido
a la concentración de la lucha de poder interna entre los indígenas (curacas y
vasallos), aun se conservaba el termino “ayllu” como forma de control social por
parte del español colonialista.
9 Flores Galindo, Alberto, editor;, comunidades campesinas, cambios y permanencias, Bonilla: comunidadesindígenas y estado nación en el Perú, 2 ed., centro de estudios sociales Solidaridad, 1988, pag 18
9
La producción de la tierra ha sido desde mucho tiempo atrás la base de toda
organización económica. La tierra era, a no dudarlo, la fuente principal de la riqueza,
pero la riqueza no dependía de la posesión, sino de la capacidad de hacerla
productiva. Con respecto a esto la existencia de miles de hectáreas de tierra no era
sinónimo de riqueza, sino que esa riqueza solo existía gracias al trabajo en estas, y
esto lo comprendieron bien los incas, mientras que el español colonizante, lo concibió
como parte de la recaudación de tributos y su ganancia como encomendero,
corregidor u intendente.
En este contexto los indios estaban sometidos al servicio gratuito de los
encomenderos y corregidores, sufrían el permanente arrebato de sus tierras por
parte de los invasores españoles. El indio antes servidoras de los intereses colectivos
pasó a ser servidoras de los invasores en beneficio de ellos, sin importar si como
consecuencia de eso morían masivamente. Trabajaron en las minas y en los
latifundios propiedad del conquistador así como en servicios personales.
Ya, en el siglo XVIII supone el debilitamiento paulatino de las atribuciones de los
kurakas indígenas quienes desempeñaron un papel ambiguo durante todo el Periodo
Colonial: por un lado como intermediarios entre la población indígena y los
dominadores a los que representaban en calidad de recaudadores de impuestos, y
por otro como representantes de los indígenas, grupo al que se adscribían
étnicamente. (Beatriz Perez Galan cita a Spalding, 1974; O’Phelan, 1995;)(10)
Ese fue el caso de Bernardo Tambohuacso, kuraka de Pisac, que consiguió levantar a
más de tres mil indígenas de este valle contra la Corona española, tan solo unos
meses antes de la gran rebelión de Tupac Amaru II en el Cuzco ( ADC, 1779-1780,
10 Pérez Galán, Beatriz, Boletín del Instituto Francés de Estudios Andinos, Vol. 37, Núm. 1, 2008, pp. 245-255,titulo, Alcaldes y Kurakas. Titulo: Origen y significado cultural de la fila de autoridades indígenas en Pisac (Calca,Cuzco), pag 252
10
Causas Ordinarias. Leg.59, C. 12: f. 4), (11). Como consecuencia de estas
rebeliones, entre otras medidas, los funcionarios reales abolen el kurakazgo
hereditario nombrando como recaudadores de impuestos a otros indígenas, (es claro
mencionar en este punto, que surge la controversia del futuro recaudador entre la
lucha del curacazgo, si este debe ser indígena o blanco o criollo, o con el termino de
delegados), electos para el cargo, y que tuvieran gran lealtad y liderazgo entre los
suyos. En 1808 un real decreto estipula «que los alcaldes envarados de cada doctrina
sean los recaudadores de los Reales tributos» ( AGN, 1811, Derecho Indígena, C733,
citado en O’phelan, 1995: 50),NS(12) medida con la que se refuerza el papel del
Alcalde en contacto directo con las comunidades.
Ante la necesidad del invasor, era necesario cuidar sus intereses, y ya el cacicazgo
no era de fiar y como consecuencia de la revolución de Túpac Amaru II, a propuesta
del visitador Areche, el 7 de julio de 1784 se ordenó aplicar el régimen de
intendencias en el Virreinato del Perú suprimiendo los corregimientos. Fueron
aplicadas las ordenanzas del Río de la Plata con adaptaciones, siendo intendencia de
"ejército y provincia" la de Lima y el resto sólo de "provincia": Arequipa, Puno,
Cusco, Huamanga, Huancavelica, Tarma y Trujillo(13)
En ese sentido, “la revuelta de Tupac Amaru II fue la última revuelta específicamente
india, que ligo a pobres y ricos, nobles y campesinos, por medio de una tradición e
historia común”. Luego, con la represión que sufrió por su participación en las
revueltas, “la elite india perdió su identidad como india” y “la palabra indio se definió
en términos de clase” hasta ser remplazada por el término campesino (14)
11 Idem pag. 25212 Idem pag 25213 Idem pag 25214 Spalding, Karen. 1974. De Indio a Campesino. Cambios en la Estructura Social del Perú Colonial. Lima, IEP, Pág. 192
Teresa Cañedo Arguelles (15) señala que la reivindicación y supervivencia de la
comunidad andina, (En el proceso de la colonialidad), las tierras y parte de estas
tierras adoptaron, además, la condición de «tierras comunales», circunstancias todas
ellas que, de acuerdo con el derecho castellano, otorgaron a las reducciones y/o
doctrinas – categoría jurídica de «comunidades»
El peso de este concepto de comunidad, dentro del ámbito andino, recaía
fundamentalmente en las relaciones de cooperación económica las cuales eran
ampliamente sancionadas y legitimadas en las esferas social y ceremonial. A pesar
del carácter usufructuado y vinculativo que la legislación indiana confirió a las tierras
comunales indígenas, vemos que la mayor parte de ellas se privatizó a lo largo del
periodo colonial según un largo y continuado proceso que tuvo su momento de
mayor dinamismo durante el reformismo borbónico; El fenómeno de la privatización,
que afectó tanto a las parcelas familiares como a las tierras de uso colectivo, se dio
paralelamente a la entrada de unas y otras en los circuitos mercantiles mediante
arrendamiento, compra y enfiteusis, o bien mediante usurpación y posterior
composición. Este general despojo de tierras comunales fue oficialmente constatado
por el intendente Antonio Alvarez y Jiménez con ocasión de su Visita a las
Comunidades del sur andino en 1791.
Eso explica que en el momento de la Independencia las únicas comunidades
indígenas que quedaban en el Perú eran las que se asentaban en los espacios menos
fértiles de la sierra central y sur, entre los 2.000 y 4.500 metros de altura (el 90%
del territorio que ocupaban se componía de pastizales, mientras que el 10% restante
estaba formado por terreno cultivable de muy bajo rendimiento agrícola). Allí los
15 Cañedo Arguelles , Teresa, Revista Complutense de Historia de América, 23. Servicio de Publicaciones, UCM.Madrid, 1997. Titulo: Reivindicación Y Supervivencia De La Comunidad Andina 247 A267
12
indios disfrutaban de pequeñas parcelas familiares figurando en los padrones de
fines del XVIII con el status de «labradores propietarios»(16). Mientras tanto, las
tierras más aptas para el cultivo o para la cría de ganado se habían convertido en
haciendas o bien en estancias.
Los primeros decenios republicanos vinieron a consumar este proceso de
privatización y a dar, por fin, legitimidad jurídica a las propiedades disfrutadas hasta
entonces de facto por los indios de las comunidades en régimen familiar. Aunque el
término «comunidad» cobró fuerza y se utilizó a partir de entonces para designar de
manera oficial a las antiguas reducciones indígenas, se suprimió de manera oficial
uno de los elementos considerados como esenciales de esta institución: la tierra
comunal. El 8 de Abril de 1824, Bolívar decretó la supresión definitiva de las tierras
que aun quedaban en régimen comunal ordenando su distribución entre todos los
indios que hasta entonces las habían disfrutado como usufructuarios. (véase el
último capitulo).
5. EL COMUNERO ENTRE EL EJÉRCITO REALISTA Y LIBERTADOR
La comunidad andina colonial estaba sometida a profundos cambios derivados
de su inserción asimétrica en el sistema colonial. Para la discusión que aquí interesa
basta subrayar dos situaciones fundamentales: Es en este sentido estricto que los
indios son una creación colonial, de la misma manera que el problema indígena no es
otra cosa que la relativa impotencia de los dominadores por domesticar totalmente a
la población vencida. Recíprocamente, por fragmentación y su derrota, la población
nativa no estuvo en la capacidad de proponer y desarrollar un modelo político
16 Cañedo Arguelles, Teresa, ibid, pag 254
13
alternativo y acorde a sus intereses, al mismo tiempo que el funcionamiento de la
religión y de la predicas católicas coadyuvaron eficazmente a la interiorización de su
condición colonial. Las movilizaciones indígenas, como las de Tupac Amaru
permitieron a la elite local adquirir una conciencia que se escucho en toda
hispoamerica, hay que tener en cuenta que el pensamiento de Tupa Amaru II, es
mas revindicacionista que libertario (mixta), sin embargo este pensamiento no fue
concebida de esa forma en toda Hispanoamérica, e ahí su trascendencia.
España estaba incapacitada de ocuparse de sus asuntos americanos como
consecuencia de las guerras en el propio continente europeo; el divorcio entre
España y sus colonias acentuaron más una tormenta revolucionaria que estas
mismas contribuyeron a desatar en América. Por lo mismo, para la comunidad, la
sustitución de corregidores por intendencias y subdelegados tuvo pocas
consecuencias prácticas, sino más bien descontentos entre criollos, mestizos y
caciques.
En las rebeliones afloraron, por lo general, contradicciones de carácter local que
hasta ese momento no habían encontrado una adecuada válvula de escape. En otras
palabras, en el marco general de las rebeliones las comunidades insertaron con éxito
sus demandas pendientes, aprovechando de las coyunturas de intranquilidad social
para agitar sus propias reivindicaciones (17); sin embargo es claro aclarar que ni
Lima, La paz o el Cuzco, fueron tomados durante las rebeliones, aunque si llegaron a
ser cercadas o sometidas a un aislamiento comercial, proceso que se va a repetir en
1821, en otro contexto.
17 Flores Galindo, Alberto, editor; Scarlett O’phelan Godoy : las comunidades indígenas y las rebeliones del siglo XVIIIpag 96.
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Las comunidades campesinas jugaron un papel neurálgico durante las rebeliones, al
proporcionar víveres y contingentes, es razonable pensar que era viable obtener y
organizar este tipo de apoyo si es que los alzamientos estallaban en el contexto
rural, en vez del urbano.
5.1 El Campesino En Las Filas Del Ejercito Libertario
Dentro del periodo de las rebeliones y el proceso de la independencia 1817-
1824, vamos a ver como se configura la imagen del campesino y su transformación
el proceso de la independencia, asimismo va a ser el brazo fuerte tanto de parte del
ejercito libertario y el ejercito opresor realista; asimismo fueron los que causaron
mas bajas a los realistas, que los propios cuerpos del ejército, poniendo en zozobra y
derrotando a generales experimentados en muchas guerras, como es el caso de
Rodil y Monet, que fueron derrotados en Huampani por una partida de guerrillas,
cayendo el primero de los nombrados herido (18).
Tales cuerpos de fuerza irregular que por su orden disperso llamase guerrillas; por
andar en partidas sueltas, “partidarios”; por su falta de reglas, disciplina y ejecución,
cuerpos francos – denominados en España simplemente guerrilleros y en Francia
franco tiradores o chuanes- fueron, por los españoles que guerreaban en el Perú
bautizados con el dictado de montoneros, por su modo y manera especiales de
embestir y lidiar; sin un plan previo, a no ser el dañar al enemigo, privarlo de
recursos, dificultar su marcha, hostilizar durante esta, favorecer su deserción,
fatigarlo, abrumarlo, destruirlo, caso de ser posible; y, en todo extremo, hastiarlo,
desesperarlo, de asalto en asalto, apareciendo y desapareciendo, para reaparecer en
seguida, siempre en orden colectivo, gregario en montón. De ahí la denominación de
18 Ortega, H. Eudoxio, Ibid pag. 311
15
montoneros que le pusieron a las guerrillas peruanas en la guerra de la
emancipación y después consagrado con sello definitivo por el uso y por el tiempo.
(19) Del mismo parecer es la descripción de Miller, en sus memorias, tomo II,
agregando… se componían principalmente del hombres de cierta responsabilidad, cuyas casas o residencias
habían sido arrasadas por el insaciable espíritu de venganza del partido realista, que no pocas veces había
reducido a escombros y desiertos, sitios donde anteriormente había existido ciudades y pueblos de no poca
consideración. Cada montonero tenía padres, hijos, parientes, vecinos que vengar, victimas de la crueldad de los
españoles. (20)
Las guerrillas o montoneros fueron empleados por San Martín, en 1820 los indios ya
estaban operando en el interior del Perú, llegando incluso a sitiar Lima; en la sierra
central se manifestó un considerable movimiento a favor de la independencia, sobre
todo a través de la organización de las fuerzas guerrilleras en apoyo a San Martin. El
conocimiento de la composición social de estos grupos es fundamental para conocer
la naturaleza y su alcance de las fuerzas sociales que participaron en las luchas de la
emancipación… existe también alguna evidencia de la participación de grupos de
indios. Por lo menos uno de los lideres de la banda de guerrillas de la sierra central,
Ignacio Quispe Ninavilca, fue indio; último descendiente de los caciques de
Huarochiri (21)
Los montoneros , que posteriormente se les denomina como partidas de guerrillas
(22), surgían repentinamente para hacer frente a las fuerzas realistas, retornando
después sus integrantes a sus pueblos y a sus ocupaciones; no tenían un sentido de
continuidad, eran fuerzas irregulares; una de las ventajas de las partidas, como arma
cuya eficacia dependía del conocimiento del terreno, era su movilidad. Sus
19 Idem pag 311,20 Ortega, H. Eudoxio, ibid pag 31221 Bonilla, Heraclio, ibid pag. 6522 Vergara Arias, Gustavo, montoneras y guerrillas en la etapa de la emancipación del Perú 1820-1825, lima1973, imprenta y litografía salesiana.pag 31
16
integrantes contaban con caballos y mulas, bestias que constituían el elemento
principal para la actividad del guerrillero. De ahí el interés de los comandantes de
apoderarse de las mulas y caballos que se encontraban en las haciendas y las que
utilizaban los peones en el acarreo de la nieve y en la conducción de víveres. En el
año 1822 se editó en Lima, en la imprenta Rio, la tercera edición del “Manual de
Instrucción de Guerrilla”, de los oficiales Alfonso Balderrabano y Juan bautista de
Maortua; su publicación, en esta etapa del gobierno del protectorado, nos demuestra
el interés que tuvo para las autoridades patriotas la organización y preparación de las
partidas de guerrillas. (23)
Los integrantes de las partidas (24), la mayoría de los individuos que formaran las
partidas de guerrillas pertenecían a la población indígena y mestiza, debiendo
considerarse también numerosos negros. Ellos provenían de los pueblos y caseríos
de la región de la sierra y de los valles de la costa. Eran pobladores ganados a la
causa patriota por ejemplo de sus hermanos de raza que formaban el ejercito
libertador aunque muchas veces habían sido reclutados a la fuerza, sobre todo,
cuando se trataba de reunirlos para que integraran las filas del ejército.
En su mayor parte los integrantes de las partidas eran hombres dedicados a las
labores agrícolas, ganaderas, mineras, acarreo de la nieve y al pastoreo. Es asi como
la formación de las partidas trajo como consecuencia el abandono de casi todas
estas actividades (del campo). Además, el mismo fenómeno de la guerra, el transito
de los ejércitos y la acción de las guerrillas hizo que se descuidaran estas tareas; el
tomar por la fuerza a los indios de las haciendas y de las minas, trajo como
consecuencia protestas de los propietarios, que hacían ver a las autoridades la
senda por una verdadera lluvia de galgas, abandona el referido puente y se repliega
sobre Huancayo (29 de julio) (34)
Es necesario referirnos también al comportamiento de los jefes y tropas realistas.
Tanto los oficiales como los efectivos del ejército español obraron guiados por sus
sentimientos de odio y venganza. Cuando entraban a un pueblo que había prestado
servicios a los patriotas y contribuido a la formación de las guerrillas, lo saqueaban o
incendiaban, apoderándose de las provisiones, del ganado, de los caballos y mulas;
causando los mayores perjuicios a sus habitantes. A los prisioneros patriotas, sobre
todo si eran guerrilleros, los trataban con suma crueldad, recibiendo castigos
contrarios a las leyes de la guerra. Eran fusilados sin juicio alguno, muchas veces a la
vista de los demás prisioneros, tratando de amedrentar a los pobladores que en su
mayoría formaban parte de las partidas. Esta conducta fue motivo para que el jefe
patriota Pardo de Zela comunicara a José Bellido, Teniente Gobernador del partido
de Vilcashuaman, mediante oficio del 30 de diciembre de 1821, que: “prevengo a V. por
ultimo que es preciso proceder con los enemigos con retadiccion, no dando Cuartel a ninguna que no sea pasado,
fusilado a los prisioneros a vista, si es posible de los mismos enemigos, supuestos que ellos han sido los primeros
que han dado ejemplo de este procedimiento contrario a las leyes de la guerra” (35)
5.3 El Campesino Entre Los Dos Ejércitos
A partir de 1820 el Perú se dividió en dos, la costa quedo bajo el poder de los
independientes que pactaron con San Martin una salida monárquica mientras que la
sierra, dominada por las fuerzas realistas, siguió al mando de La Serna y sus
habitantes no pudieron o no tuvieron otra alternativa que acatar lo que la fuerza
militar establecía, por otro lado hay referencias de que los pueblos de la sierra no
34 Leguia Martinez, German; Historia de la Emancipación del Perú: el protectorado, tomo VI, Lima 1972, pag.40135 Vergara Arias, Gustavo, Ibid, pag 68-69
22
estaban a favor de los realistas: “dicen que los serranos titubean pero todo se calmara si adelantan su
movimiento las tropas del ejercito que esta en marcha (Ricafort 4/7/1819)(36)
La agricultura y la minería se hallaban paralizadas. Sobre la primera gravitaron las
requisiciones dispuestas para asegurar el aprovisionamiento del ejército o las
frecuentes interferencias de los transportes; y en muchos casos, el abandono
motivado por la falta de brazos o por las dificultades opuestas a la percepción de los
beneficios. Y la segunda fue obstruida mediante la inundación de los socavones o el
derrumbamiento de las galerías de acceso, cuando la simple aproximación del
enemigo hizo temer que la producción cayese bajo su control; de esto se puede
apreciar que el sistema tributario debió experimentar la relajación de las normas y
los procedimientos que lo rigieron durante la época colonial. Uno y otro bando
solicitaron adelantos a los contribuyentes; y cuando estos alegaban los pagos
hechos, las autoridades elevaban las tasas o les imponían cupos. (37)
La guerra por la independencia trajo contiguos enfrentamientos y movimiento de
intereses por todas partes, el país vivía en una anarquía, debido a que tanto
patriotas como realistas no podían controlar el orden, a esto se plegaban la
incapacidad de la Junta Gubernativa, como dice Basadre fue un error, se entrego el
ejecutivo a tres personas cuyas ideas no correspondían con el mundo de los
acontecimientos. La tarea fundamental del gobierno independiente consistía en
terminar la guerra y a ello no contribuía el nombramiento de tres personas
ineficientes. Lo que se necesitaba era un ejecutivo fuerte y un ejército efectivo;
mientras que los realistas, deponían a Pezuela y nombraban a La Serna, personaje
que no tenia experiencia y autoridad; en este contexto se movilizaba el pueblo,
36 Mazzeo de Vivó, Cristina, Ibid, pag 2037 Tauro del Pino, Alberto, Ibid, pag 21
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contribuyendo a dos administraciones en la guerra de la independencia, tanto en el
soporte material como el humano, si no era a las buenas, para eso está el fusil de
ambos ejércitos.
Un ejemplo de ello es, el 2 de diciembre de 1820, día en que se desarrollaba la
batalla. Los cerros estaban repletos de una muchedumbre de indios mandados por N.
Barrera, pues el día anterior habían sido muertos el coronel Terres y su lugarteniente
Corvera, por cuestiones de liderazgo y de diferencias en los planes operacionales; la
batalla es descrita con acertados trazos por Mariano Felipe Paz Soldan (historia del
Perú Independiente), en términos que preferimos transcribir: “según ordenes de Ricafot –
escribe Paz Soldan- el coronel Seoane ataco la izquierda de los indios, mientras que Ricafort cargaba con la
caballería que mandaba el teniente Coronel D. Valentin Ferras. No es difícil comprender que la muchedumbre de
indios, cuyo numero pasaba de 4,000, sin orden, ni disciplina, y armados solo con piedras y su entusiasmo, no
pudiesen resistir el ataque que simultáneamente hizo la caballería, y la infantería, que también cargo a la
bayoneta. Todo fue una carnicería y degüello, no perdonando la vida a quienes alcanzaban; pasaron de mil
indígenas que entregaron tan heroicamente su vida. Ricafot no perdió ningún hombre, y el número de heridos y
contusos apenas llegaba a ocho y dos caballos. Cansados de tanto degüello ocuparon la ciudad, la saquearon por
48 horas y después la incendiaron. Sus desgraciados moradores se refugiaban en los montes y cerros, y no
teniendo Ricafort mas victimas que sacrificar contramarchó sobre Huamanga, donde llego el 8 de
diciembre”(38)
Lo mismo sucedió en Cangallo, asimismo fueron del mismo pensamiento y accionar
de Carratala y Valdez; el primero de ellos había quedado en la sierra al mando de las
tropas coloniales de represión; este jefe hispano empleaba con suma prodigalidad el
terrorismo mas inaudito para mantenerse en la zona, así lo hizo en Junín, luego de
tantos actos de barbarie, por la adhesión de sus hijos a la causa de la independencia,
la incendio; en Chupaca, Carratalá mando que toda la población saliera de sus
viviendas y una vez fuera ordenó que las tropas abrieran fuego sobre ellas; a los
38 Virgilio Roel, Ibid, pag 110-111
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sobrevivientes los azotó y dejo colgados en las torres. Luego dispuso que Chupaca
fuera saqueado. Terminada la matanza y el saque, las tropas virreinales continuaron
su marcha hasta Huancayo.(39).
El pueblo de la sierra quedo a la ultranza de los realistas, toda vez que San Martin ,
dentro de su política militar, ordeno a Alvarez de Arenales y a los montoneros que se
replegaran sobre Lima; Arenales hizo saber lo mal que se hacía, pero obedeció la
orden; asimismo advirtió que podría cambiar el concepto que se tenia de las tropas
independentistas. Muchos pueblos, protegidos hasta entonces por los montoneros,
quedaron desamparados y tuvieron que vérselas con un enemigo implacable; ya
mencionado anteriormente, sus indefensos habitantes supieron de esta forma terrible
que el nuevo régimen de Lima no era de ellos en su integridad; esta verificación
ocasionó desazón y desconcierto en algunas partidas, que vieron sus filas mermadas.
Mas el terrorismo hispano y la necesidad de defender a sus familiares obraron en el
sentido del reagrupamiento de las montoneras serranas, que propusieron su nunca
interrumpida lucha contra las tropas virreinales.(40) Mientras Lima festejaba el dia de
la independencia (41), el gobierno de la Junta Gubernativa, el protectorado, y el
congreso se daba un sueldo envidiable de todo burócrata de ahora, el pueblo con sus
montoneras arrasaban y causaban bajas a los realistas, asimismo eran diezmadas e
incendiadas sus pueblos; mas adelante Bolívar va a trasladar todo la lucha por la
Independencia en la Sierra y los pueblos de la sierra nuevamente colaboraran con el
mismo entusiasmo desde sus inicios; pues los diálogos, las conspiraciones y la época
del terror de Monteagudo, van a ser opacadas con la llegada del Gran Libertador,
decía Napoleón “en la guerra, como en el amor, para acabar es necesario verse de
cerca” y esa es la decisión de Bolívar para terminar la lucha por la independencia,
pues la libertad la encontraría en la sierra del Perú, al cual se enfilo luego de un
cierto tiempo del gozo de Lima; como él decía,” ..Lima es excelente, el teatro
regular, muy adornado de lindos ojos y de un porte hechicero; coches, caballos,
paseos, toros, te deums, nada falta, sino plata para el que no la tiene, que a mi me
sobra con mis ahorros pasados” (42)
En estas circunstancias la suerte de los españoles estaba echada; Escribe la Mar:
todo esta preparado para completar la destrucción de los enemigos … nosotros no
dejaremos de llevar 9,000 hombres, contando con las guerrillas, que en mi opinión
valen mucho para todo, (9/7/1824), a ello hay que agregarle las palabras de Gran
Libertador de América, quien reconoce el esfuerzo del pueblo peruano en pro de la
independencia de la patria. En carta a su amigo Restrepo, al darle cuenta de la
triunfal marcha cumplida hasta noviembre de 1824, concluye en estos términos:
“estos prodigios se han logrado con el patriotismo de los pueblos y el
crédito del ejercito” (43)
6. LA LEGISLACIÓN DEL COMUNERO EN EL PROCESO DE LA
INDPENDENCIA
La República debió reivindicar al indio. Esta es una verdad irrefutable si se considera,
como lo ha señalado Emilio Romero, que “si en el pasado pudo ser el indígena un
problema, hoy significa la solución”. Nada, en efecto es posible sin él: la agricultura,
minería, ejército, industria. Sin embargo, como con acierto lo sostuvo Mariátegui; los
42 La independencia nacional, comisión nacional del sesquicentenario de la independencia del Perú, artes graficas ed.Jurídica s.a, 1971, Lima Perú Pag 14743 Comisión nacional del sesquicentenario de la independencia del Perú, Pag 137
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regímenes republicanos han sido, en medidas de protección al indio, inferiores al
virreinato.(44)
La corona española, desde la promulgación del codicilo de 1504 por Isabel La
Católica y a partir del reconocimiento de la calidad humana del aborigen americano
por Alejandro VI evidenció una auténtica preocupación por el nuevo hombre
descubierto por el occidente.
Durante la colonia, pasado el momento del botín de la conquista –a diferencia de la
República tras el botín de la emancipación- España organizó y protegió el Ayllu
incaiko, con miras a una organizada tributación, dado que la posesión agraria era
condición indispensable para el pago de los impuestos entre los indios. Respetó
asimismo el cacicazgo – que pese a sus defectos era una supervivencia de lo antiguo
como demostraron los posteriores levantamientos-- aunque adaptándolo a la nueva
forma de gobierno, tal cual se hizo con tantas instituciones qeshwas.
El gran acierto jurídico indiano del coloniaje fue el partir en su legislación de un
supuesto innegable: la inferioridad socio-económica del indio. Al advenimiento de la
República, en cambio, se dictaron, por buena fe de algunos e interés de los demás,
leyes igualitarias. Es decir, se dieron leyes iguales para individuos desiguales (con la
dualidad de la legislación: la suerte del indígena es la suerte del Perú). Felipe II
había dispuesto, por ejemplo, el respeto de los usos y costumbres en los pleitos, en
otras palabras el respeto por las normas consuetudinarias no opuestas al buen
sentido, con lo cual, la tradición ancestral andina adquiría el carácter de fuente
supletoria de derecho indiano. La República, no pudiendo liquidarlas, ignoró
gravemente dichas normas. Durante el coloniaje el Virrey Príncipe de Esquilache, en
44 Vega, Juan José, tesis para optar el grado de bachiller en derecho en la UNMSM, Lima 1951, cap 2, Laemancipación frente al indio peruano, pag 66
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su Relación al Sucesor Márquez de Guadalcazar, escribió, resumiendo el notable
criterio imperante: “.. una de las cosas que mas rigurosamente se les defiende y
prohíbe (a los indios) es la venta de sus tierras, porque solo sirven de que las que
valen diez compra el español por dos y una vez introducido entre los indios los
consume poco apoco” (45). La república concedió, la igualdad y la libertad. El indio
fue libre de vender sus tierras, incluso las comunitarias. La consecuencia lógica de
esa libertad fue la opresión ya que se produjo una marejada de fraude legal y de
despojo ante la cual poco o nada podían hacer los ignaros, impotentes, campesino
queswas, ajeno a las leyes, reglamentos y jueces. Como bien ha señalado
Bustamante Santisteban, ”La república falseo la igualdad real implantando la legal,
con resultados que no tardaron en hacerse sentir”. (46)
Decir que el indio fue liberado con la emancipación es hacer una frase, muy repetida
además, para los manuales escolares de historia del Perú. Lo real es que con ella se
le despojó de las leyes protectoras establecidas por el derecho indiano colonial,
entregándole a la avidez de sus compatriotas, los nuevos ciudadanos. La república
quería tierras y riqueza para sus prohombres. Y la austeridad de unos pocos no basto
para frenar las ambiciones. En resumidas cuentas la legislación del periodo inicial
republicano, desordenada y confusa, “fue contraproducente para los intereses del
indio y si bien fue sincera, en armonía con los principios generales que se preconizan
era empero impremeditada, inaparente, para las especiales condiciones y situación