El Clasicismo en el arte de David.
El Clasicismo en el arte de David.
Jacques Louis David (1748 – 1825) adquiere importancia a finales de la treintena, cuando realizó El Juramento de los Horacios, que es la culminación triunfal de los esfuerzos de su juventud.
Sus primeros cuadros estaban todavía muy apegados al espíritu
del siglo XVIII: pictóricos, blandos, con tonos azules y
rosas.
La abundancia de detalles y figuras, escorzos y
arquitecturas muertas, se encuentran todavía lejos del típico ideal clasicista
de tema y forma.
En Roma, el contacto con escultores y el estudio
continuado de la escultura clásica realzó enormemente su apreciación de la forma
tridimensional.
Caravaggio influirá en el futuro líder de los clasicistas. El San Roque
(1779) es una influencia de Caravaggio o los caravaggistas, se deja sentir en la simplificación y la virilidad de la tonalidad general.
De regreso a Paris, David realiza Belisario pidiendo limosna
(1781), cuadro muy admirado. Tema conmovedor con un lema
moralizante, uno de los favoritos de la época.
David fue elogiado porque redujo la composición a cuatro figuras, cuyo
talante severo y noble fue admirado, así como la “discreción” con que se
presentaba la desgracia.
Todo este éxito quedo eclipsado por la sensación que
causo el Juramento de los Horacios. David realiza el
cuadro en Roma donde podría pintar un cuadro sobre la
virtud y el patriotismo romano.
El cuadro fue expuesto en Paris en 1785. todos los ojos estaban puestos en David, el
Juramento de los Horacios paso a ser “el cuadro mas
bello del siglo”El colorido serio y sobrio ha de interpretarse como espartano y
varonil.
Artistas, críticos y publico quedaron fascinados por el cuadro de David, porque aquí por primera vez el sentimiento exaltado y patriótico había conseguido una concentración formal que respondía a las exigencias de la teoría clasicista.
Los Horacios expresan en su juramento un
patriotismo que esta por encima y mas alla de todo lo personal.
Son indiferentes al lamento de sus propias mujeres, que
lloran. Asi se crea una imagen sumamente masculina y alzan una luz moral contra todo lo femenino, débil y personal.
Heroísmo espartano y romano, unido a la mas elevada virtud cívica, se crea un símbolo eminentemente político en un momento de gran agitación
David se convirtió en el pintor de la nueva Francia y dirigente de una poderosa escuela que se extendió mas alla de las fronteras
francesas.
Sócrates bebiendo la cicuta (1787) acrecentó su fama. Estaba asociado al
nuevo sentimiento neoclásico. Se muestra a Sócrates sacrificado a la justicia de clase,
vuelve a haber una fusión de mensaje moral y emoción cuando el filosofo coge
tranquilamente la copa de cicuta.
La obra clave del año de la Revolución fue Los lictores llevan a Bruto los cadáveres
de sus hijos (1789), fue expuesto y causo sensación
tremenda.
Las modas de la Revolución fueron
influidas decisivamente por los detalles de este
cuadro. Se imitó el mobiliario, los vestidos y
el peinado se puso de moda entre las parisinas.
David tomó parte activa en la Revolución, se alistó en la ala extrema de los jacobinos bajo Robespierre, se vio arrastrado luego en la caída de este, sólo gracias al gran respeto hacia su arte escapó con vida. Fue encarcelado dos veces, pero las sentencias fueron leves y le dieron oportunidad de pintar.
En 1790 recibió el encargo de inmortalizar El juramento del
Juego de Pelota. El 20 de junio de 1789 los representantes del
“tercer estado”, reunidos en la sala de Jeu de Paume, habían jurado no separarse hasta que
hubieran logrado sus propósitos, ocasión que constituyó el primer
acto de la Revolución.
Desgraciadamente el cuadro proyectado a
escala gigante, no llegó a ejecutarse; sólo existe en un estudio acabado que fue expuesto en el Salón de 1793 y ahora
esta en el Louvre.
La representación de Marat asesinado (1793) “mártir” de la Revolución, nos muestra tal como lo había visto el día de su muerte. Este lienzo retrata la
tragedia del patriota, que en el momento
crítico del cumplimiento de sus deberes a la patria,
cae victima del puñal.
David se vio profundamente
afectado por la caída de Robespierre. Los
intereses políticos habían dado vida a
su arte; una vez que tuvo que renunciar a ellos, sus principios
sólo pudieron aplicarse a problemas
puramente artísticos.
El rapto de las Sabinas, comenzada cuando el Directorio le liberó de la cárcel
y terminada en 1799.
El propio David ya no estaba satisfecho con sus obras
anteriores. Creía que estaba demasiado influidas por las
antigüedades romanas.
En LAS SABINAS quiso crear una obra “de estilo griego” es decir, una obra de un refinamiento y una abstracción superiores.
Esta pintura fue admirada en particular por las capas
altas de la sociedad del Directorio, que una vez más
se habían vuelto sumamente “estéticas”. La posición y la
fama de David se restablecieron.
David conservó bajo Napoleón la destacada posición social y artística que había recuperado con las Sabinas del Directorio.
Napoleón apreciaba a David; pues Napoleón necesitaba artistas que glorificaran su nombre y no podía escapar a un hombre tan importante.
Nombrado Premier Peintre del Imperio. David volvió a recibir
los encargos más importantes.
Su sentido del realismo volvió
predominar.
David realizó dos de los cuatro grandes encargos conmemorativos de la coronación de Napoleón: la Coronación de la emperatriz Josefina y la Distribución de las águilas imperiales.
Las composiciones que creó en este momento marcan la pauta de todo un genero. La
mayoría de los cuadros posteriores de coronaciones
y ceremonias son impensables sin David.
Todos los actores principales eran representados con sus
rasgos y gestos característicos. A pesar de ello, la unidad, el movimiento y la situación de
conjunto no podía perderse bajo ningún concepto.
Tema extraído de:
Walter Friedlaender. “De David a Delacroix”.