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Ulises Gabriel Rangel López
El ABZ DE UN
DEMENTE
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Este libro se lo dedico especialmente a mi madre
Rosa María López Cruz que siempre me mostró su
apoyo incondicional, a todos esos amigos que
estuvieron siempre conmigo tolerando mi forma
de narrar cada error y por aquellos que
escucharon mi proyecto desde el inicio. También
es dedicada para toda aquella persona que
quiera experimentar un nuevo y diferente estilo
de lectura.
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La perfección de nuestra mente, Es la perfección de nuestro universo.
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CREO QUE TODO SER HUMANO MERECE SER AMADO, ODIADO, ALGUNAS VECES ACEPTADO Y OTRAS VECES
RECHAZADO.
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He pensado que este mundo ha dejado de
pertenecerme, no por ser emperador,
gobernador o rey; No, claro que no, sino porque
de mis manos caídas se ha luchado lo suficiente o
podría decirse que lo necesario, puesto que
siempre he dado más y nunca he dado menos y
a causa de ello la vida me ha regalado la
soledad, esa soledad comparada solo cuando
un pequeño crío se encuentro divagando entre
profundos recuerdos y nadie se le acerca por
temor a que le contagie la locura. Me he
quedado solo a causa de dar importancia a
gente que no valió la pena conocer…pero
¿cómo es esto posible?, ¿cómo se puede saber si
conocer a una persona está bien o mal?, pues
verás por causa de ello quede con el alma vacía
y sin sentimiento alguno, más vacio que cuando
la luna llega a dominar la oscura noche y no le
acompaña ni una sola estrella, ahí cuando un
hombre dice “la luna ha quedado fría”. Claro
que por otra parte hice cosas de las que puedo o
no arrepentirme, solo hice un poco de daño
interno, al beber un poco de vodka barato en vez
de un refrescante vaso de agua o mejor aún, el
haber cambiado la deliciosa azúcar de un dulce
por la suculenta sangre sabor cocaína. La frase –
estúpido- vagaba por mi mente, no una, sino un
millón de veces tanto fue este deseo que la
mayor idea que pude haber visualizado estaba
ahí, frente a mis ojos y gracias a ello logré
descifrar uno de los mayores secretos de la vida.
¿Queréis saber cuáles es?, bueno acompañadme
en este viaje mí querido lector:
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Aprendí que en la vida, el punto final después
del nacimiento es la nada. Es decir; Todo lo que
vemos, todo lo que somos, a todas esas
pequeñas personas que nos encontramos a
mitad del camino, a esos Dioses que alabamos, a
los que les oramos y les confiamos todo (como si
fueran ellos de fiar), en su mayoría, todos esos
bonitos conocimientos que reconocemos, se
desaparecen. A decir verdad con desaparecer,
me refiero a que se mueren o se van con
nosotros; La casa, el empleo, todo el dinero que
acumulamos como si fuéramos ratas anidando a
nuestros descendientes, así como a mi esposa, a
mi hijo, a mis hermanos y mis tan queridos
progenitores. Hoy todo eso ha dejado de existir,
cuando mi mente quería realizar una acción en
futuro, me sentaba a pensar en todas las
posibilidades o en su defecto, todos los beneficios
que podría traerme esa elección, disfrutaba
mucho estos pensamientos difusos en compañía
de una cálida mañana o un suculento calor de
un atardecer. Y por las noches me levantaba un
poco a disfrutar la frescura de la noche y la
opaca iluminación y esas olas de viento
abrazadoras a los barrotes de mi ventana. Como
todo ser humano, yo también fui un visionario,
lleno de ambición y de expectativas que nunca
se cumplieron. A medida que vas conociendo el
mundo te das cuenta de que es un caos total y
dejas de creer en la gente, comienzas a perder la
fe y das por hecho que las gentes dibujan en sus
rostros sonrisas hipócritas, llenas de egoísmo y
asquerosas codicias, pero esto ya es un hecho,
no les comenté nada nuevo solo recalque lo que
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ha existido y existirá desde hoy hasta el fin y por
toda la eternidad.
Sin embargo entré sin querer al pútrido sistema
que no manipula a todos y a cada uno de
nosotros. Estudie una carrera, obtuve un trabajo,
incluso me case y tuve hijos, alguna que otra
mascota y que puedo decir del dinero, la codicia
llegó a mi despechada alma. Rendí cultos a un
Dios, a un difunto e incluso a mí mismo, porque de
una sencilla y simple vela pude observar que es el
reflejo de nuestra vida, ¡piénsalo! …La edad en el
trascurso de nuestra vida, es el fuego que aviva
en la vela, la mecha es el reflejo de nuestra tan
elaborada y compleja mente o por decirlo así
nuestro ser (pensamos lo que somos y somos lo
que pensamos) y para terminar tenemos nuestra
cera, aquel material que se deshace con el calor
de una flama, es la representación de nuestro
cuerpo en carne viva. ¿Qué sucede cuando
envejecemos?, bien la respuesta la tiene la vela,
por eso el hombre la utiliza en tan sangrados
cultos, pero pierden su tiempo, admiramos la vela
y derrochamos nuestra mecha interna.
Bienvenidos lectores, bienvenidos a un viaje sin
retorno, bueno me gustarían aclarar que este no
es un cuento, más bien una carta, una carta de
vida a mi propia muerte. ¡Sí!... yo mismo acabé
con mi vida, pues no soportaba lo que veía en el
espejo y no había alma humana que quisiera
tomarme de la mano; Era yo un infeliz y para
cuando lean estos renglones quiero que tengan
en mente solo una cosa yo estoy muerto y vivo en
su mente, me pudro en una fosa común, pero ¡TÚ!
No me dejas morir en paz, pues me sigues dando
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vida, ¿Qué sentido tiene el haberme privado de
la pureza, de la vitalidad? No tengo flores en mi
lecho de muerte, pero tú puedes ponerme un
ramo de rosas o unas aromáticas orquídeas, lo
que sea que te pida lo imaginarás y le darás vida.
¿Te das cuenta del secreto? ¿Aún no lo ves? Nací
solo y solo me estoy muriendo, ¿pero a quien le
importa? He venido a dejar un rastro de vida, un
camino de sangre en mi agonía, ¿pierdo mi
tiempo? o ¿robo del tuyo?.
Te hablaré un poco de la actual situación, el
gobierno nos roba, mientras nosotros perdemos el
tiempo en la televisión, somos productos que
compran más productos; dime lector, ¿tiene esto
sentido? -¡Claro que no!,- no lo tiene ni lo tendrá,
pero sigo viéndome en el espejo y sigo narrando
lo que contemplo, en el espejo veo a un traidor,
a un avaricioso, a un asesino. ¡Yo no soy un
asesino! , ¿Tú lo eres?, claro que lo eres, lo somos
todos y cada uno de nosotros. ¿Pero a quien le
importa?, somos una civilización dura de
exterminar y a la vez tan fácil de dominar. Por
tantas razones que hoy veo y tanto tiempo que
perdí antes de decidir quitarme la vida, silenciarla
para que la muerte pudiera proclamar mi alma a
gritos y entre susurros tú sigues dándome vida,
maldita sea ¿No puedo descansar?.
Escucha con atención, ¿oyes eso?, es el sonido
de la vida, cierra los ojos, respira hondo y mueve
el pie derecho como si pisaras el acelerador.
¿Sientes eso?, los suicidas sabemos volar tan alto,
que no hay acelerador que pisar. No estoy loco,
soy solo un pensamiento que divaga por tu
mente, hecho a tu manera, ¿Cómo es que has
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podido dibujarme, si no he dicho como soy?, te
daré una idea:
Estaba yo parado frente al espejo, eran las 2:30
de la mañana, yo sostenía un martillo y mientras
me miraba en el odiando lo que era, lo tome con
fuerza y destroce mis sienes con tanta diversión,
hasta que mis brazos perdieran fuerza. ¿Ahora
como me dibujas?
Este no es mi suicidio, es el de la humanidad y
aunque suene irracional así quiero que lo
entiendan y así es como damos inicio a nuestro
verdadero viaje.
Bienvenido lector, al “ABZ DE UN DEMENTE”,
donde las mentiras son tantas que se hacen
realidad, cuida muy bien tu criterio, y evita las
ventanas al descubierto, sin más daño que
contar, nos adentraremos a un verdadero
abecedario de un demente, feliz e infinito, mi
estimado y desconcertado lector.
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¿AUN
SIGUES
CON
VIDA?
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Entre tanta penumbra, me han cegado las nubes
densas convertidas en neblina, que llegan y se
incrustan muy dentro de mis pupilas...
Convirtiendo mis ojos en astros perdidos llenos de
miedo, llanto y destrucción… en este bosque
perdido las mariposas ya no tienen alas los sueños
han dejado de volar, la cobra los asecha y yo no
puedo moverme. ¿Que sigue? después de esta
senda penetrante. ¿Qué clase de atrocidades
me esperan en este rumbo perdido? Llevo en la
mano un artefacto lo suficientemente fuerte
como para predicar mi próxima pisada, ¿que se
usar pie derecho o pie izquierdo?
Por un lado está el camino de la bondad, la
piedad de vuestra redención, pero por el otro
está el de la tentación, la mente adulterada.
Preparad vuestras armas, que el alma también se
convierte en carne y esta carne al igual que
todas se pudre, ¿Dónde se encuentra Dios? ¡Dios!
Menudo cabrón, cree que puede esconderse
todo el tiempo que quiera, es un ser divino mas
no eterno pues la eternidad es un castigo, no un
regalo. ¿Quién soportaría estar en el Edén toda su
vida?, realmente eso sería aburrido.
Por el camino un búho se acerca para debatir su
palabra contra la mía.
-Dios está entre nosotros, el vive aquí en la tierra y
muere todo el tiempo. ¿Qué te hace pensar que
Dios nuestro redentor nos ha abandonado?
-Querido búho, tanto tiempo buscando el
conocimiento, ¿de qué ha servido? Tantos años
de sabiduría acaso no te han enseñado que si
ruegas a Dios, ruegas en vano... La frase “las
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palabras se las lleva el viento”, creo que la has de
conocer muy bien majestuoso búho.
-te equivocas, una palabra no es lo mismo que
una plegaria. Por ello se han de encender velas
para que el cálido aroma y su denso fuego
liviano, esa luz, sea la que dirige vuestras plegarias
¿acaso nunca le has pedido nada a dios, oscuro
pasajero?
-No me he visto en la necesidad de sentarme a
esperar, me he perdido entre tanta penumbra,
estoy cansado, tú nunca dejaras de creer en ese
cuento de hadas llamado “BIBLIA”.
-Estas en la senda equivocada, pasajero ve y
piérdete que cada vela que no has encendido,
Dios te castigará por ello y te llevarás el peor de
los peores pecados cometidos alguna vez por
cualquier mortal.
-Hasta entonces, diré que si a ese Dios tuyo que
le gustaba describir sus atrocidades en su libro, no
me sorprende que haga del final de esta senda
un cementerio.
Y antes de marcharse el búho me miró con rostro
decepcionante y me preguntó que porqué
llevaba una mirada tan triste. Le dije que Dios
había tomado unas largas vacaciones que
hicieron perdiera mi fe en él.
-Pero Dios siempre está ahí para ti, ¿Cómo es que
puedes decir semejante acusación tan vaga?
-Y bueno a Dios, le hemos hecho iglesias, le
inventamos esculturas, escribimos su historia, le
creamos sus rezos ¿y él?, es tan arrogante,
egoísta y un pesado fetichista, amante de la
destrucción y de su propio placer, si entregó a su
hijo para que nosotros mismos lo asesináramos,
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inventando que nos salvo de nuestros pecados
¿Porqué años después nos dio la inteligencia
suficiente para destruirnos?, ¿porqué permitió que
creáramos el dinero, la ambición, el poder de las
clases sociales?, que gana Dios con ver nuestra
propia destrucción, hace dos siglos que no se
aparece por aquí y todavía hace dos siglos
seguimos rezándole, esto simplemente tiene que
acabar, Dios debe mudarse de planeta o yo
personalmente haré que el muy cobarde se
suicide.
El búho con un ligero impulso de la rama sobre la
que se encontraba, abrió sus alas y decidió
saborear el suelo.
-Despreciable pájaro de la sabiduría le dije, necio
y testarudo como todos los de su especie, la
sabiduría inunda lo más sabio de ellos.
Seguí mi camino sin volver la vista atrás, a cada
paso que doy se desatan nuevos males ¿Dónde
está vuestro Dios?, ¿A dónde se ha ido? Yo aún
quiero creer que está con nosotros y no de la
forma humana-divina, como lo son obispos,
padres, sacerdotes y demás, que no son más que
blasfemias de la palabra del señor. “Dios dejó de
ser un dios, cuando el hombre le conoció”.
Más adelante entre las escurridizas tinieblas usé
mis pasos más sutiles para la densa neblina,
lentos, precisos y silenciosos. Salió entre ellos una
víbora cuya mirada rojiza y su piel amarillenta con
manchas verdosas, supongo que no vivirá por
mucho tiempo, el frío no es un hábitat para
aquella infernal serpiente y muy sabía me dijo:
-oscuro pasajero –lo dice casi en tono de
murmullo- aquí.
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-¿A qué viene todo esto?
-pasajero divagante, tus dudas son más densas
que toda esta niebla que nos asecha.
-¿Acaso es que eres algún tipo de profeta,
serpiente?
-Mis ojos no te pueden ver y mi cuerpo ya ha
dejado de sentir, pasajero -susurra- piérdete y
podrás encontrar tu ceguera.
-serpiente moribunda, despojada del Edén cuyas
palabras fueron dichas a costa de no saber
escuchar, más que un egocentrismo culto,
¡serpiente inútil!
La serpiente dejo de hablar y su camino continuó
no sin antes decir el porqué aquel pasajero
caminaba por la senda equivocada.
-Eres la putrefacción de la humanidad,
pasajero… a eso viniste aquí.
Entonces no hubo más, el oscuro pasajero siguió
la recta hasta querer encontrar la luz, que le
indicaría el final del bosque. Pero lo que no le
han dicho, es que dicha luz es solo un foco
encendido, está perdido y en su camino se
encuentra al lobo sin nariz.
-pasajero, ¡pasajero!…
-¿Qué eres tú?
-Soy un lobo, sin necesidad de oler tus pecados y
virtudes, y se a que le temes.
-¿En serio crees saberlo o lo sabes en verdad? –Le
pregunté con tono un poco retador, pero siempre
mostrando mi plena seguridad-.
-Le temes al final de este bosque, temes que sea
un cementerio, temes morir en manos del Dios
que tanto has retado.
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-¡Eso es mentira!, yo no le temo a nada, tú que
sabrás del miedo, si ni siquiera tienes el gusto de
poder saborear su olor
-Es que llevas tanto tiempo caminando solo que
no solamente has perdido tus sentidos, ya no
tienes tiempo… Dios se aproxima –ja, ja, ja-
Su carcajada me hizo sentirme nada, me sacudió
un terrible escalofrío y empecé a ponerme
nervioso, a sudar… y temblando mis manos
comenzaron a perder de control, no sé qué es lo
que hizo aquella risa, solamente sé que perdí
algo dentro de mí.
-Relájate pasajero, no ves que todo lo que sabes
se reduce a nada después de conocer el
cementerio.
-¿Qué es lo que eres exactamente?
-Te lo recitaré en un poema:
NO SOY MAS QUE SIMPLES HOJAS,
CAIDAS EN LAS FRIAS LAGUNAS,
ARBOLES SANGRIENTOS
QUE CRECEN DE TODO EL SUFRIMIENTO
EL PASAJERO HA PASADO
EL DEJA TODO A UN LADO
YA NO TIENE VIDA PROPIA
SOLO UNA MENTE QUE LO AGOBIA
LA LUNA ESTA MUY CERCA
LOS ARBOLES SON HOJAS MUERTAS
TU TE ACERCAS Y ESTO ACABA
SI NO DESPIERTAS HOY, DESPERTARAS MAÑANA.
AHORA YO ME LARGO, YO ME ALEJO
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TE PRESENTO A MI MEJOR AMIGO, UN CONEJO
EL ES RAPIDO, NADA LO DETIENE
YO, ME GOLPEARE HASTA DESTROZAR MIS
CIENES…
Y la figura de aquel demente lobo, se iba
desvaneciendo dentro de la densa neblina que
nos asechaba. Trataba de recordar su poema
lírico pero no encontraba ningún mensaje, era la
metáfora más confusa, primero describe donde
estamos, después quien soy, sigue con que
pasara y en donde seguiré. ¿Ese es el mensaje
real? -lo dudaba- hasta que siguiendo mi recta sin
rumbo alguno, entre pasos escurridizos y arbustos
que movía el gélido viento, se asomo un pequeño
conejo (sin mandíbula).
No creo que fuera a decirme nada, pero me
insistió en que le siguiera, no sabía hacia donde
me dirigía, así que vi que era la única opción.
Cuando llegamos al lugar, era un cementerio
(pero no cualquier cementerio) -pensé- en vez de
enterrar los cadáveres los colocaban en posición
divina "La cruz de Cristo", no me sorprendía, pero
el conejo ardió en llamas y entonces no hubo
más rastro de su pequeño ser. Caminé por esa
senda, observando cada cadáver, todos
crucificados de la misma forma, pero en su
pecho tenían un código en número. (¿Qué
significaba eso?) pero cada cuerpo tenía algo en
especial, una seña un tanto particular, el primero
–o el más cercano a mi- tenía solo 7 dedos y sus 4
extremidades, el segundo; con 8 dedos y solo 2
de sus extremidades(el brazo izquierdo y la pierna
derecha); El tercero que pude ver tenía solo 4
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dedos y 3 de sus extremidades (sus dos brazos y
una pierna); Al cuarto solo le dejaron 2 dedos y 3
de sus extremidades (ahora las dos piernas y un
brazo); El quinto, de 4 dedos y 3 de sus
extremidades (los dos brazos y su pierna
derecha); el sexto solo de 3 dedos y 1
extremidad(el brazo derecho); Al séptimo le
dejaron 2 dedos y nuevamente 1 extremidad(solo
la pierna izquierda); El octavo tenía 8 dedos y 1
extremidad(únicamente la pierna derecha); El
noveno y último humano, tenía solo 3 dedos y 2
de sus extremidades (solo los dos brazos).
No pude descifrarlo, encontré una nota tirada, a
lado de una tumba cuyo escrito solo decía (ESTO
TE PERTENECE), apuntaba hacia una soga… al
leer la nota decía "CUANDO MENSAJE HAYAS
DESCIFRADO, LA SOGA HABRAS USADO"
Pero me encuentro en el cementerio, y ahora
tengo mucho miedo de regresar por donde
llegue...
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COLECCION
DE
FETOS
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Yo lo veía y él me observaba.
Como era mi gran curiosidad, las colecciones
eran lo que más me apasionaba, no había mayor
ilusión para mí que coleccionar algo que los otros
niños no tendrían. Desde pequeño coleccionaba
cosas muy peculiares bueno sin mencionar que
mi colección más preciada eran los animales
vivos en tiempos anteriores.
Cuando cumplí 15 años de edad, mi obsesión por
esas colecciones era tan grande. Pero bien lo
sabía que para coleccionar partes humanas
necesitaba tener acceso directo a ellas.
Me interese por la medicina y estudie hasta ser
cirujano. Aprendí muy bien cómo utilizar el bisturí,
qué lado se debe cortar y cuáles son las zonas
más mortíferas del cuerpo humano. Esta nueva
licencia me abrirá infinidades de puertas. Para los
27 años empezó una nueva obsesión, comencé
a coleccionar mejo fetos, ¡Si fetos!, de cualquier
tipo, de todas las especies, entre más tenga
mejor pensé. Cuando mi madre no pudo tener a
mi hermano lo abortó y tuve la posibilidad de
conservar a mi hermanito en un lindo frasco lleno
de formol.
Y los tenía de los más comunes hasta los más
exóticos, tales fueron como caballos, ratas,
perros, gatos hasta Jirafas, osos, tigres y no podían
faltar, humanos. La gente solo sabe criticar y me
decía una y otra vez que estaba enfermo, pero
ellos no comprenden que ellos eran míos, eran
mis hijos más preciados, muchos le temen, pero
yo coleccione a la muerte en frascos.
Cada noche antes de dormir y cada mañana
después de despertar, yo hablaba con ellos. Nos
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contábamos secretos y no solo yo, ellos también
me contaban lo que les hubiera gustado hacer
en esta vida, yo les contaba lo que me hubiera
gustado degustar de la muerte. Tengo una
historia, no estoy loco, es real, tan real como tú,
como yo o como la muerte.
Era un día cualquiera, yo me encontraba
trabajando en mi clínica particular donde había
una regla. "Cada feto se almacenará en un
espacio especial al lado del pasillo
correspondiente a cada doctor". Al final del día
los seleccionaba a mi gusto. Como en todo hay
que ser selectivos por eso yo solo me llevaba a los
más hermosos, los más puros. Pon atención a lo
que te diré, los fetos en realidad no son seres que
han muerto, ellos son de vida eterna porque
jamás conocieron su existencia.
Las personas les tienen lastima, las madres
sollozan arrepentidas, y los padres cierran los
puños con impotencia. Ellos no nos aman, me lo
han contado de hecho odian a las mujeres, con
un odio inexplicable, son infelices y tienen su alma
llena de amargura, rencor y odio. ¿Porqué
arrebatarle la vida a un ser que ni siquiera la ha
empezado a vivir?, ¿cuál era su objetivo? ellos se
crean para morir, a pesar de estar llenos de odio,
la vida les ha quitado la posibilidad de expresarlo,
de amar, de reír o llorar.
Siéntanse felices, ellos no sienten dolor físico, son
solo seres con mente viva y cuerpo destrozado,
¿porqué se preocuparían por un ser que jamás ha
existido? los fetos son inmortales ellos no mueren
porque no saben diferenciar entre la muerte y la
vida.
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No saben que morirán y tampoco conocen que
están formándose para ser seres vivientes, ellos
me han contado que no sufren porque no
conocen el dolor, que no se preocupen, aunque
recen ellos jamás las amaran, solo las odiaran y
les guardaran rencor hasta su lecho de muerte.
Esta historia se pone más interesante, ellos se
mueren por odiarlas, y yo... Yo los colecciono.
Yo soy un hombre de corazón bondadoso y
amable, es por ello que mis bebes añoran estar
en mi compañía ya que ustedes aborrecieron la
suya, los conservé durante mucho tiempo, nos
amábamos pero esta es una historia real como
he dicho anteriormente y nada en esta vida es
tan perfecto como lo enseñan las telenovelas o
los cuentos infantiles. Un día recibí una caja extra
llena de ellos, pero no era común ver ese tipo de
artefactos merodeando mi hospital, era un regalo
especial o eso suponía yo. Si el paquete fue
enviado directamente para que yo lo recibiera,
entonces mi remitente sabe a lo que me dedico.
Cuando abrí aquella pesada caja, mi sorpresa se
notaba a simple vista, pude contar más de treinta
y de eso no estoy muy seguro. Siempre me han
llamado la atención los fetos más hermosos, pero
no tienen idea de cuánto amo a los deformes a
los que tienen algo diferente.
Aquí es donde mi búsqueda termino, por fin
encontré al feto ideal, me enamore a primera
vista. Todavía no tocaba mis manos su pequeño
cuerpo y ya prometía cuidarlo el resto de mi
vida. Aunque cuando lo saque de la caja, era
mucho más pequeño de lo que se veía, yo diría
que demasiado. Lo raro, era que tenía su piel
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arrugada, las costillas eran severamente visibles
en su pequeño pecho, su columna era, con el
perdón de mi feto, espeluznante y demasiado
repulsivo, sus huesos eran sensibles pero ninguno
está roto, tiene en los pies cuatro dedos, esta
seña en particular lo hacía aún más especial,
eran unos dedos delgados, alargados, arrugados
por la piel y un poco desfigurados, carecía de
orejas y su cabeza era enorme, se podría tratar
de un extraterrestre pero no creo que fuera el
caso, por la forma tan humana en la que se
presentó ante mí. Su rostro inexpresivo era su
peculiaridad y eso me atrapó completamente,
tenía unos ojos enormes color grisáceo, con tonos
muy tenues a pesar de ser rasgados, la nariz no se
diferenciaba, probablemente aún no se formaba
ese cartílago, su maxilar superior estaba por
delante de lo habitual, eso lo hacía resaltar unos
dientes que extrañamente crecían desfigurados,
como si alguien los hubiese mordido. Y era
extremadamente ancho, esto le desfiguraba la
belleza por completo, los labios eran diminutos,
apenas visibles, y ese rostro, de un anciano
deformado por la guerra un poco así era de
extraño aquel bebé que seleccioné.
-¡Este es mi hijo predilecto! -grite al mismo tiempo
en que sonreía, lo tomaba entre mis manos y lo
conserve en un frasco nuevo, en uno de tapa de
oro, pues el valía la pena.
Al llegar a casa, lo primero que hice fue preparar
su fórmula, limpiar el frasco y luego acurrucarlo en
su liquido vital, para sellarle el paso de la vida y
dejar en la repisa su bella y deforme vida de
aquel pequeño miserable.
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A la mañana siguiente, pase a darle los buenos
días después de tomar una ducha. Al verlo me
lleve una gran sorpresa, pues mi bebé había
cambiado de posición, ayer estaba totalmente
recostado y ahora me miraba con los brazos
cruzados, al igual que sus piernas mientras se
suspendía a mitad de frasco, el agua cambio de
color incluso a un tono verde fluorescente, era mi
preocupación la que me mantenía alerta, pues
los demás se mantenían recostados, esperando el
sueño eterno mientras el no, el no quería
descansar aún, tenía mucho que decir todavía,
mi querido hijo no tenía sueño, pero era ya tarde
así que no pude estar más tiempo con él.
Al regresar de la clínica, caminaba a paso lento
hacía mi casa, pues estaba un poco cansado.
Mis nervios se expusieron cuando escuché que
rompían todos mis frascos, así que corrí para ver
qué es lo que sucedía, el cerrojo se atoro y no
podía abrir la puerta. Después de seguir
insistiendo pude romper el seguro y al entrar me di
cuenta de que todos mis fetos se encontraban en
el suelo, dañados por los vidrios y por la altura de
la que se cayeron, este acontecimiento me
entristeció, y el último feto, solo me veía y yo lo
observaba, al principio me llene de ira, trate de
relajarme, pero era más grande mi tristeza, no
pude más, camine por el pasillo durante horas
llevándome la mano a la frente, para las 2 de la
mañana me recosté en mí alcoba:
-Cry, lo llamaré Cry. -A los pocos segundos me
centre en mi sueño nauseabundo-.
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De todos los que cayeron, solo Cry quedo vivo,
era el único que no tenía ni un solo rasguño y el
más expuesto para romperse y nada, el muy
cabrón asesinó a mis niños. No merece vivir. De mi
mente brotaban pensamientos insanos,
pensamientos cuyo origen no sabía que podrían
nacer en mi interior. ¡Quería matarlo!, si, moría por
hacerlo, bien merecido lo tenía. Entonces tome su
frasco, herví un poco de agua y lo vacié en ella,
hasta que hirviera. Una vez bien cocido, opte por
devorármelo "El mató a mis pequeños, ahora yo
me lo devoraré", debo decir que para ser un
aperitivo era como una probada de carne, agria
y muy amarga. Una vez desaparecido Cry, pude
ir a la cama un poco más tranquilo.
Al despertar, mi objetivo de ese día era barrer y
limpiar todo el desastre que había causado Cry.
Pero esa mañana me sentía un poco extraño,
me dolía demasiado el estómago, recuerdo que
incluso no fui a trabajar porque el vómito era
constante y no podía pararlo, cuando me
convencí de que Cry estaba fuera de mi cuerpo,
me sentía más tranquilo de que él se fuera para
siempre. A causa del vómito me deshidrate, tome
unos cuantos sueros que posteriormente me
hicieron conciliar el sueño. A media noche, me
levanté demasiado hambriento, baje a la cocina
y al pisar la planta baja se sentía un ambiente frío
y muy vacio. Rara es la vez que prendía las luces
pues era mi hogar y no importaba que hubiera
poca luz, conocía el camino de memoria. Pero
en esa ocasión el escalofrío invadía todo mi
cuerpo y me vi obligado a prender las luces para
mi sorpresa (y no muy cómoda) ¡estaba ahí!, ¡Cry
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vivía!, maldita sea. ¿Cómo puede ser esto
posible? mi cuerpo comenzó a elevarse de
temperatura y pronto me sentía cansado, una
pestilencia surgió de mis dedos y al visualizarlos
estaban brotando de ellos gusanos, gusanos de
tierra.
El me miraba y yo lo evitaba, el pánico comenzó
a gritar en la habitación, trate de conservar la
calma pero no tuve otra opción que hablar
personalmente con él, le grite al principio:
-¡Dejadme, lárgate!, bastardo desdichado, cuyo
odio infinito se refleja en su acto destructivo. ¡Te
amé, te adoraba!, ahora puedes largarte, ya no
necesito de tu forma desfigurada llamativa,
lárgate, dejadme en paz o pagarás la mayor de
las condenas y eso correrá de mis propias manos.
Era inútil poder siquiera tocarlo, los gusanos en
mis uñas me provocaban un dolor indescriptible,
por lo que era casi imposible tocarlo y el
solamente me miraba y sonreía. Tomé el frasco y
lo tiré al piso, rompiendo el frasco de nuevo y
ahora lo pise hasta destrozarlo dejarlo hecho
añicos en el piso, terminé de asesinarlo por
segunda ocasión y salí corriendo de mi casa. Al
llegar a la calle descalzo con el aire invadiendo
mis pulmones ante mi vista, se cerró la puerta
dejándome en plena calle a la mitad de la
noche, con el frío destrozándome poco a poco,
conservaba la calma nuevamente y comenzaba
a pensar más tranquilamente pero me queda
claro que el es un ser muerto, no vive y por lo
tanto no es dañino, es solo un cadáver fantasmal,
un ser sin alma, algo cuya vida se ha perdido y no
es más que un pequeño ente inofensivo.
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Tome el valor suficiente como para regresar a la
habitación afrontando lo que veía por venir.
Ahora el frasco se encontraba en el suelo, con la
misma luz fosforescente y la misma posición en
que se acomodo Cry desde el primer día al filo de
la puerta le grité, "Aléjate de mí", el solo sonrió y
abrió los ojos, unos ojos terribles, con mirada atroz,
probaba en mi una sensación de muerte, podría
sentir ese escalofrió que le da a aquellos que
agonizan en su punto final. Lo único que paso por
mi mente era acabar con todo de una vez, así,
entre a mi casa, evitando su mirada,
rápidamente me dirigí a la cocina y abrí todas las
llaves de gas de la estufa, tome unos cerillos y me
aleje, me pare frente a Cry, él en la sala y yo en la
puerta, solo moví la cabeza de un lado a otro y él
seguía sonriendo. Prendí todos los cerillos y los
avente a donde él se encontraba, cerrando
rápidamente la puerta, fue sonora la explosión
que el gas provocó y a los pocos minutos los
bomberos trataban de calmar el fuego.
Por fin más tranquilo de haberme deshecho de
aquella terrible monstruosidad, estaba mucho
más calmado a pesar de haber perdido todas
mis cosas. Y fui a refugiarme a un hotel a 20
kilómetros de mi casa, muy lejos. Solo quería
dormir, descansar, dejar de pensar en eso que
tanto me atormentaría las noches posteriores,
pues cada mañana al despertar me encontraba
con Cry, ahí en la cabecera de cualquier
dormitorio en el que habitaba, en la repisa, en la
ventana, en el suelo. Era imposible poder evitar
que su presencia me perjudicara, pues los
gusanos crecían y al pasar un año, perdí mi brazo
28
izquierdo y mi vida seguía condenada a dormir y
despertar Siempre al lado de ese ser
endemoniado.
Puse fin a mi vida, renuncie a mi trabajo, y decidí
escribir mi historia, después de esta experiencia
aprendí, que cuando escogemos un feto, siempre
hay que asegurarnos que sea el que este más
podrido, y sin vida.
29
EL JUEGO
MAS DIVERTIDO
30
En un rarísimo invierno en el que actualmente la
ciudad era inundada por fuertes lluvias y calores
excesivos, en una estación del año poco
favorable para ciertas cosas, pues la economía
está en decadencia y mantener una familia es
demasiado caro, por esta razón Damián, un joven
soltero, de complexión delgada y mirada
profundamente fría, gastaba lo poco de dinero
que ganaba de su empleo en todas las botellas
posibles, simplemente para olvidar su infancia o
para darse valor en sus trabajos nocturnos.
Damián estudiaba en la universidad, era un
alumno cualquiera, no destacaba en
absolutamente nada, pero tampoco creaba
conflictos académicos, pero Damián era el
mismísimo demonio y un par de padres como los
que él tenía, le complacían todos sus caprichos
trataron de darle una vida holgada. Pero muchas
veces cuando la gente crece, se da cuenta de
que hay cosas que tiene que perder, o
simplemente sentimientos que estuvieron en el
pecho que ahora se están pudriendo.
-¿En qué te fallamos como padres? –Al
mencionar esta pregunta, los padres de Damián
no pudieron contenerse y dejaron caer unas
lágrimas-
Estas fueron las últimas palabras de sus padres
antes de que vieran, como se moría su hijo en la
silla eléctrica. ¿A causa de qué?, bueno Damián
no es tan santo después de todo, pues días antes
de su muerte escribió un largo historial, entre ellos,
destacaban asesinatos y violaciones a menores.
¿Pero porqué un alumno cuya carrera era
tranquila y sin trabas haría semejantes actos
31
atroces y dañinos?, bueno la respuesta es muy
sencilla, el dinero.
Pero no hay que preocuparnos por Damián, el ya
está muerto; ya paso a la historia…!Ah¡ pero se
me olvida que para eso estás tú como lector,
para darle vida a nuestro queridísimo personaje,
bueno pues bienvenido a la vida de Damián,
que de antemano te agradece que lo hagas
revivir nuevamente su asquerosa vida inmortal.
-Damián creo que conseguimos una de 17
Corriendo iba emocionado su amigo, como si se
tratase de algún regalo en navidad.
-Eso es perfecto, debo decir que aprecio mucho
la carne joven y a pesar de que ya sobrepasa mis
expectativas, con mucho gusto la aceptaré.
Damián y su compañero bajaron por las
escaleras, hasta el sótano donde se encontraba
la jovencita, cuyos caireles rubios brillaban en la
opaca luz que se asomaba por aquella oscura
habitación.
Damián era el que hacia el trabajo sucio, así que
solo se colocaba un pasamontañas y utilizaba
unos jeans ya rotos. Entró a la habitación y la niña
solo lloraba y lloraba. Damián se acercó a ella y
con un tono suave al oído le clamo:
-Buenas noches, princesa. Para que yo pueda
dejarte salir de este espantoso lugar, tú tendrás
que responderme una muy sencilla pregunta.
La niña se quedo muda, apenas y controlando el
infernal lagrimal que dejaba besar sus mejillas.
-¿Quieres salir o no?
Para intimidar a la niña, Damián saco de su jeans
una navaja mariposa, la cual inmediatamente
abrió y le volvió a hacer la oferta.
32
-¿Quieres salir o…
Y antes de terminar nuevamente la pregunta, la
niña respondió rápidamente:
-Si si quiero salir.
Con un gran nudo en la garganta, después de
responder volvió a llorar.
-Bien, bien. –Se acercó despacio y tan
cautelosamente como pudo a la niña y le susurro
en su frente- ¿Cuál es tu animal favorito?
Con una respiración pesada, la niña pensó que
era broma la cual la relajo un poco. (Un muy
grave error)…
-La, la, las jirafas. Con un gran miedo, que era
evidente. Con sus manos temblorosas y sus ojos
rojizos, aunque con una pequeña pizca de
esperanza.
Damián le regalo una sonrisa:
-Con que las jirafas, y dime princesa, ¿tienes
alguna idea de cómo se reproducen las jirafas?
La niña sintió inmediatamente un escalofrió que
abrazaba todo su cuerpo y pensó que las cosas
se pondrían mal, lo que la hizo pensar en cosas
terribles y solo preguntó si la dejarían salir de ese
lugar. Damián soltó una gran carcajada y le
prometió que la dejaría salir, pero que le diera
unos minutos.
Tan pronto como salió del lugar, la chica lanzó
unos gritos desesperadamente, comenzó a pedir
ayuda, la que no encontró hasta minutos
después. Damián entró a la habitación con una
máscara de jirafa y su navaja. Se acerco a la
chica y corto las sogas que la ataban.
Asumiendo que él era la autoridad en aquella
habitación, podría fácilmente provocarle la
33
sensación de la misma muerte a esa inofensiva
niña.
Damián comenzó a dar instrucciones precisas de
lo que quería que hiciera la chica, aunque las
primeras veces esta se rehusaba, era cuando
Damián perdía la poca paciencia que le
quedaba.
-Vamos querida, solo regálame un poco de tu
inocente orina, aquí… Aquí en mi boca, por favor
te lo suplico ¡¡oríname!!
La joven solo quería salir de la habitación y si
hacerle caso a Damián era la única alternativa
para poder hacerlo, opto por resignarse. Después
de varios intentos y sin ningún golpe recibido de
parte de su agresor, la chica abrió las piernas y
sintió como el demente colocaba su cara por
debajo de sus rodillas y ella inmediatamente
comenzó a orinar, a continuación solo el ruido
que inundaba la habitación solo eran los gemidos
de excitación de Damián, con el solo ruido se
podría uno imaginar el nivel de excitación que le
causaba que la niña siguiera orinando encima de
él.
Este proceso le seria de mucha ayuda para
terminar su trabajo que empezó desde un
principio, la niña orinaba más por el miedo
incontenible que rodeaba sus venas, a su vez que
Damián sentía como se elevaba su temperatura
rápidamente, en poco rato ya estaba dispuesto a
penetrar a la niña.
La niña comenzaba a llorar más y más, le gritó a
Damián para que la dejara libre, y él con la
excitación en su cuerpo apenas y podía
mantenerse de pie. Rápidamente se quitó los
34
pantalones, dejando ver su evidente su erección,
así que se acerco a la niña y la arrodillo después
forcejeando un rato, Damián logró penetrar a la
niña tan duro y de forma violenta que terminó por
lastimarla y desmayarla, pues era solo una
pequeña de 17 años, virgen.
Cuando calmo su excitación, Damián ordenó a
sus cómplices que enrollaran a la niña y la
llevaran a su casa, eran las tres de la mañana
cuando la fueron a botar a su casa sin más, sin
piedad, sin sentir dolor ajeno. Damián estaba
satisfecho, y eso era lo único que importaba.
La siguiente víctima fue una niña de 14 años, el
proceso fue el mismo la diferencia es que la niña
no dijo nada, jamás respondió ninguna pregunta
solo afirmaba o negaba las cosas con la cabeza,
esto a Damián le parecía algo muy divertido,
porque le molestaba que sus víctimas no lucharan
para salvar su vida.
-Bien, bien, si así quieres jugar pequeña, te
propongo un trato –al completar esa frase con un
tono sarcástico y burlón- tendremos una pelea tú
y yo, de solo 10 segundos, si tú llegas a durar esos
10 segundos, mi pequeña princesa prometo
dejarte libre, pero si caes te violaré y te asesinaré.
Vaya que la última palabra erizo la piel de la
pequeña, a ella no le quedó otra que llorar y lo
que en su mente pasaba era correr por ese
pequeño cuarto, perdió toda fe, toda esperanza,
ahora solo pensaba en resistir los golpes y evitarlos
hasta lo más posible.
Damián se quitó la playera y la niña observó sus
brazos flácidos, un hombre de complexión
extremadamente delgada, le hacía falta una uña
35
de la mano derecha y por alguna extraña razón
estaba lleno de citarices por todo el cuerpo y
esas líneas que la niña no lograba entender su
significado.
Apenas y desato a la niña ella corrió lo más
rápido que pudo, y Damián se reía a carcajadas,
la jaló de uno de sus bracitos y le dio una patada
en la cara, la niña inmediatamente comenzó a
sangrar y la sangre la lleno de horror, se inmovilizó
y a consecuencia de esto Damián la noqueó de
un solo puñetazo, cinco segundos luchó cinco
segundos.
Él le quito su ropita y la violó, al igual que a la otra
chica, la lastimó y mucho mas a esta pequeña de
solo 14 años. Damián jamás sintió remordimiento,
una vez que las violaba y saciaba sus enfermos
placeres las dejaba botadas en su casa, ¿con
que fin?
-Tenemos una de 10 años Damián.
-¡¿10 años?! Eso es increíble vamos a ver que nos
espera.
Para que describir el mismo lugar que ustedes ya
conocen, no sirve de nada ahora solo sigan
imaginando las escenas.
-¿Que animal es tu favorito, pequeña?
-Las iguanas, -respondió con gran entusiasmo- se
que eres tú tío, ya se lo de la sorpresa de mi fiesta,
mi hermano me dijo sin querer, donde estamos
tío, para que las vendas y la música. –la niña no
dejaba de hacer preguntas sin saber lo que le
esperaba-
-¿Cuál es tu nombre? -pregunto Damián, de una
forma tan cotidiana, como si hacer esa clase de
36
tortura fuera ya una rutina, y aprovechando la
situación uso un tono de voz un poco paternal-.
-¿de verdad no te acuerdas de mi nombre tío?,
soy Blanca, se supone que yo era tu sobrina
favorita –agacho la mirada dejando salir un largo
suspiro de decepción-
-Blanca, Blanquita, lo siento no es eso pequeña,
solo que es parte de la sorpresa. Por cierto te haré
otra pregunta, ¿sabes cómo se tienen hijos las
iguanas, Blanquita?
Hay tío, -soltó una pequeña carcajada- tus
preguntas todas extrañas, no, no sé y eso que
tiene que ver con mi fiesta, ¿habrá iguanas?
-¿Quieres que juguemos un juego, uno muy
divertido blanquita?
-Si tío, -al mismo tiempo que daba brincos de
alegría y emoción- ¿y en qué consiste el juego
tío?
-Bien, primero tendrás que tomar una siesta, pues
este juego requiere de que estés llena de energía
pequeña, -y con un susurro de tono amenazante
y aterrador dijo- las necesitaras
Taparon la boca de la niña, para ponerla a
dormir. Damián este trabajo lo quiso hacer solo, la
desvistió y coloco boca abajo a la pequeña
Blanquita, como era la primera vez que iba a
violar a una niña de 10 años, comenzó a tocarla
para que no se equivocara de donde lastimarla a
la primera penetración. El se puso una máscara
de iguana y solo espero a que Blanquita
despertara, al instante en que apenas y se movió
la niña, Damián se subió encima de ella y ella le
grito que la estaba ahogando que la dejara en
paz y comenzó a moverse, a tratar de arrastrarse
37
para poder salir y esto excitaba a Damián, hasta
que sus fuerzas se agotaron y Damián le dijo en el
oído, “yo te dije que las necesitarías”. Se levantó y
vio el llanto de la niña y su extremo cansancio,
volteo a ver a su agresor y solo preguntó porqué,
Damián saco de una bolsa la cabeza del
hermano mayor de Blanquita, y solo le dijo
gracias a él. La niña se horrorizo y Damián no
espero mas para poder violarla, tan duro hasta
hacerla perder la conciencia, como a todas a
las que les hizo lo mismo.
De igual manera, la fue a dejar a su casa, tirada
sin ropa, muriendo de frio pero esta vez se apiado
un poco y toco el timbre, a los pocos segundos
no había rastro de Damián en ese lugar.
Damián siguió en su búsqueda de niñas, y así
continuó por algún tiempo hasta que un día iba
caminando por la calle y una de ellas lo
reconoció, y la niña comenzó a gritar y a llorar,
temerosa señaló a Damián, gritándole; ¡fue él!, ¡él
me violó!
Damián se puso nervioso, y en la vía pública dos
hombres lo agarraron antes de que pudiera
escapar, llamaron a la policía y hasta aquí seria el
final del violador.
Una vez en la corte a Damián se le hicieron
preguntas, y a todas respondió con demasiada
calma y lo dijo con la verdad.
-¿Cuántas niñas asesinaste Damián?
-Ninguna su señoría.
-¿a cuántas menores y mayores de edad
violaste?
-Solo viole a una mayor de edad, y si no mal
recuerdo a 50 niñas.
38
Las preguntas se soltaron, se estremeció la gente
incluso la juez sintió un gran desprecio por
Damián y él llego a escuchar dos preguntas que
eran necesarias saber.
-¿Qué si siento remordimiento?, no, amo lo que
hago y si saliera a las calles lo volvería a hacer es
un placer que jamás conocerán, esa inocencia
robada una y otra vez, es algo que no cambiaria
ni dejaría. ¿Por qué no las asesine? –miró al
público con un gran brillo en sus ojos y haciendo
una pequeña mueca de alegría dijo- muy fácil,
las protegía, gracias a mi sus hijas no se
acostarían con cualquiera, orinarían la cama, le
temerían a la oscuridad, no dejarían que ningún
hombre las tocara, se dedicarían a lo que deben
hacer, ser productoras, no reproductoras. Gracias
a mi sus hijas serán grandes en la vida, llevaran mi
recuerdo siempre, y aunque me asesinen ellas
jamás me olvidaran y se acordaran de mi con
cada hombre que las toque de forma extraña, -
se puso de pie y extendió los brazos hacia el
cielo- mis niñas, mi nombre es Damián, y yo tengo
su virginidad, solo yo y nadie más estará donde
yo estuve.
Los policías lo obligaron para que se sentara y la
juez declaró la orden de pena de muerte
mientras Damián solo reía mirando la cara de
odio y rabia de todas las niñas y sus padres, el se
sentía orgulloso.
Pero no acaba aquí la historia, mientras se
llevaban al reclusorio a Damián él se dio cuenta
que en el carro en el que lo llevaban iba la juez y
esta le dijo:
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-muy bien Damián, me diste una gran idea. Tu
muerte mantendrá tranquilos a los padres y al
mundo, pero no a esas pequeñas niñas, por lo
que haremos que quieras suplicarnos tu muerte, o
querrás suicidarte lo que pase primero.
Damián estaba esposado y solo le respondió a la
juez:
-solo porque es mayor sino a usted también la
violaría tan duro como lo hice con las niñas.
La juez solo le sonrió y al llegar al reclusorio,
juntaron a todos los presos y la juez dio sus
palabras de bienvenida para Damián:
-señores, este hombre violo a 50 niñas, sin piedad
alguna, jamás las asesino porque siempre quiso
que se guardara su recuerdo, las asesino en vida,
y como la pena de muerte es regalarle su
libertad, todo preso tiene derecho de golpearlo,
violarlo, torturarlo. Con la única condición
caballeros, -hubo unos segundos de silencio y
Damián asustado por primera vez, contemplaba
los rostros de aquellos hombres excitados, con
ganas de, golpearlo y castigarlo, era odio y
placer, era sed de justicia, No maten a Damián
terminó la frase la juez.
40
UN
CADAVER FANTASMAL
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Cadáver fantasmal arrastrado por un cuerpo
terrenal,
Seguid la ruta, el bosque perdido a caminar te
enseñará,
Te moverás como perro y como este te
arrastrarás,
Baila en zonas deshabitadas, pintando sangre sin
quijadas.
Siente derretirse la piel, siente al leproso sin
gusano,
Te encontrarás sentado apuñalándote,
alimentando a tu hijo,
Escupirás sangre y el terror te asechara sin miedo,
Llamado por tu putrefacción, una hiena junto a ti
se sentará.
Y cuando por fin te levantes procura usar
máscara,
Pues cinco más de ellas estarás esperando
ansiosas por aplastar tu cráneo,
Y te arrastraran por el bosque solitario, en paredes
marcadas de gritos,
Que rasguñen tu alma con bisturí de punta
afilada, cadáver fantasmal.
Inyectado de dolor, que griten de terror tus venas
Incendia tu piel en el rio de la condena,
Los lobos apagarán el fuego y beberán tu sangre,
Los osos hambrientos comerán tu carne.
Coloca tus manos sobre tu pecho y mira hacia
arriba,
Ve como la humanidad se cae en cenizas,
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Te consume la culpa de la destrucción
Sonríe y llora, pero nunca te muevas.
Intentas escapar de ella pero no se puede por
más que lo intentas
Intentas huir pero la humanidad yace muerta
Sigue el camino, arrastrando tu horrenda cabeza
El bosque esta perdido y ésta es tu condena.
Sentirás la soga abrazando tu cuello,
Sentirás el aire escapar por exceso de miedo,
Y si tu cuerpo arde en llamas, piensa en nuestro
juego,
Destruye tu mandíbula y empieza de nuevo.
En la fosa manda el murciélago que poco ha
volado,
Sigue ciego, pero le siguen aullando,
Muere con nosotros, pero los matas acuchillados,
Pasa tu secreto y has que otro muera ahorcado.
El corazón late con colores demasiado
abundantes,
Menos tu vida que se ha marchado mucho antes
Has florecer tus jardines de terrores paganos
Que se escuchen tus pecados, que se internen
mis aves.
Encontrarás en tu camino cadáver fantasmal,
El vacío que te cubre con cuerpo terrenal,
Prende el fuego a tu vida y deja que se consuma,
Ahora somos como ciegos y los otros jamás
escuchan.
43
TANATOPRACTOR
44
A primeros días del verano, donde el sol decide
exponerse a su máximo esplendor, los sabios
pájaros cantan, ahí donde el tiempo para los
enamorados es perfecto y el ambiente para
cometer locuras de cualquier tipo es el ideal y
mucho mejor donde se respira tranquilidad. Sin
embargo hay casos raros, en donde no importa si
es verano, otoño, invierno o primavera. Pareciera
que el tiempo no corre en su estrecha habitación
donde no existe más que un pequeño ducto de
ventilación y nada más. ¿Cómo saber si es de día
o de noche? -El video de tu nacimiento lo tengo guardado en
uno de esos viejos casetes,-dijo con un tono de
voz algo cansado pues poco es lo que dormía el
doctor- puedes darte a la tarea de buscarlo si eso
es lo que tanto deseas.
-¿de verdad papi? –exclamó la niña sorprendida,
pues raramente su papá aceptaba una de sus
caprichos tan rápidamente-
El doctor se sentó en uno de sus viejos sofás de la
sala de estancia, tomó un periódico pero no lo
abrió solo se recargo sobre el sofá, haciendo que
su hija se acercase a él y ella optó por sentarse
enfrente en la cálida alfombra cruzando las
piernas mientras juntaba los pies.
-Claro cariño, -le esbozo una pequeña mueca
muestra de su poca felicidad- has llegado a la
edad necesaria como para entender ese tipo de
cuestiones de la vida ¿no crees mi niña? –Sus fríos
ojos se clavaron en la pequeña Gaby, logrando
por un instante intimidarla, ponerla temerosa de
tal forma que quiso retroceder y no volverle a
45
preguntar, así que evadió su respuesta bajando la
mirada.
-¡Ay! papi eres el mejor,-Se lanzó a los brazos de
su padre al mismo tiempo que lo besaba en la
mejilla- de verdad y creo que entre los mejores le
ganas a todos en el mundo.
Él se puso de pie levantó la mirada y estiró los
brazos, viendo a su hija con ojos cansados y solo
siguió lento su camino hacia la puerta saliendo
de la pequeña casa dejando a Gaby atrás.
Una vez que papi se ha ido de casa a quien
sabe donde Gaby ya no espero más y corrió a
toda velocidad buscando en su armario tratando
de encontrar aquella caja que sabía de su
existencia, porque siempre respetó y jamás
reprodujo ninguna cinta sin su autorización. Ahora
que la tenía abrió la caja nuevamente, pero
ahora la saco a la luz, para que pudiese ver mejor
los títulos de cada una de las cintas.
Aunque debo admitir que mi padre no solo tenía
casetes de mi nacimiento, si no tenía cintas de
todo tipo, Historia Universal, manuales de
Farmacología, principios básicos de Biología,
Matemáticas, etc. Pero para mi sorpresa no
encontré en ninguno de ellos lo que estaba
buscando y justo antes de llamar a mi papi por
teléfono para explicarle la trágica noticia
encontré una pequeña caja de madera dentro
de la misma caja grande de cartón, del tamaño
y forma como sería una caja de zapatos, la cogí
rápidamente con la esperanza de que ese fuese
mi nacimiento y después, impacientemente la
abrí, en su interior empolvado se encontraba el
casete de mi nacimiento, pero lo que no me
46
gusto haberme encontrado fue que junto a mi
casete se hallaban unas viejas fotografías. Ah…
Como hubiera querido no habérmelas
encontrado nunca.
Mi mente quedo en shock al encontrarme con
una serie de atrocidades barbarás, y juré haber
escuchado llegar el viejo coche de mamá, que
por cierto siempre pasaba por papá sabe Dios
donde. Me asustaba mucho la idea de que mi
padre se enterará que había encontrado esas
fotografías, pues apostaría lo que fuera a que él
sabía perfectamente que escondía en esa caja y
quería que yo la encontrará.
Entraron lentamente a la casa riendo uno junto al
otro y mi padre se acerco a mí con una sonrisa
que se le dibujaba de oreja a oreja.
-¿Encontraste el casete que querías cariño? -
aunque no soltaba de mis ojos su impávida
mirada y su animada sonrisa que tanto me
aterraban en ciertas ocasiones-
Tardé unos segundos en responderle hasta que
por fin salieron las palabras de mi boca.
-No papi, -Mientras agachaba la cabeza
evitando esa penetrante mirada que se volvía tan
incómoda de sostener- entre tantos casetes no
pude encontrarlo, aunque muchos de ellos me
maravillaron, en verdad. Papi tendrás que
dejármelos ver algún día por ahora solo quiero
irme a dormir, realmente me siento muy cansada.
Mentí solo para poder tener más tiempo para
observar detalladamente esas fotos que tan
difíciles se habrían vuelto para mirarlas, antes de
que me ganará el verdadero sueño pero mi
padre, no conforme con mi respuesta me seguía
47
viendo aunque ahora con un gesto de confusión,
como si tratará de recordar donde estaba o se
daba cuenta hasta donde llegarían mis mentiras.
-¿Qué raro?, puedo jurar que estaba en ese
lugar, como sea mañana será otro día ¿no es
así?, descansa cariño.
-si papi, tu también descansa, dulces sueños. – Lo
abracé fuertemente y él me beso la mejilla.-
Cuando nos despedimos, cerré la puerta de mi
habitación, apague todas las luces y tome una
linterna para poder analizar detalladamente las
fotografías sin recibir ningún tipo de interrogatorio
nocturno del porque no estaba dormida y pasar
desapercibida ante las noches de ambulante de
mi madre.
Al mirar una por una las fotografías pude observar
a gente en camillas metálicas de esas que usan
en los hospitales de urgencias, o cuando
trasladan a un paciente de una habitación a otra
más especial… unas maquilladas de forma
vívida, alegres, como si morir fuese lo mejor que
les hubiera pasado y otras bañadas en sangre, de
los pies a la cabeza, sangre como si las hubieran
bañado en lagos de sangre ardiendo. Casi todas
aquellas personas cuyo final no creo que fuese el
mejor eran jóvenes, en su mayoría pequeñas
mujeres menores de 30 años, que por cierto eran
muy hermosas aquellas que se encontraban muy
bien maquilladas y resultaban muy grotescas
cuando se encontraban envueltas en sabe Dios
de quien era esa sangre. Entre tantas fotos
semejantes pues a decir verdad eran muchas
personas con la misma decoración, se
encontraba en ellas un pequeño manuscrito, al
48
principio se me complico entenderlo, reflexione
durante horas y juro que cuando lo logré
descifrar esa frase quede horrorizada de su
contenido, cómo era alguien capaz de sentirse
orgulloso de aquel final, el mensaje decía:
"También la muerte, tiende a derretirse en las
alcantarillas"
Me pareció muy interesante aquel complejo
mensaje, que tuviese o no un propósito se
encontraba ahí, en esas viejas fotografías así que
decidí guardarlo. Esa noche no pude dormir, por
causa de las imágenes que eran demasiadas
fuertes para mi prematura edad y mente de tan
solo 15 años, ¡son horribles! –Me grite a mis propios
oídos internos una y otra vez durante toda la
noche-… más que eso, son tenebrosas. Creo que
desde ahora no volveré a abrazar a mi papi de la
misma manera, pero ¿cómo decirle acerca de
las fotos?, no sé cómo puede ser que la idea de
pensar en que tendría que contárselo o no fuera
dudosa, no sé qué es lo que está bien o mal.
-¿Qué secretos ocultas papá? -pensé entre mis
adentros- realmente no me imagino en qué clase
de trabajo estas involucrado, sea lo que sea hoy
me surgieron demasiadas dudas acerca de ti y
temores tan inmensos, como para no volver a
besar en la mejilla a mi despiadado padre.
A la mañana siguiente, mis padres decidieron salir
muy temprano de casa, dejando solo el
desayuno preparado para mi, un par de huevos
estrellados, un vaso de jugo de naranja y otro de
49
leche acompañado de un pan rancio de la
mañana del día anterior. Después de haberme
despedido de mis padres, desayunar con una
gran satisfacción que solo la comida de mamá
me podía provocar, aproveche entonces aquel
largo rato en que mis padres no se encontrarán
para reproducir el video de mi nacimiento, que
aún viendo esas fotos no me sorprendería
encontrarme algo fuera de lo normal o tal vez me
llevaría una gran sorpresa.
Lo coloque en la videocasetera, aunque al inicio
tardó para mostrar alguna imagen, llegado el
momento no me quedo más que observar,
escuchar y poner atención cuidadosamente con
la sangre congelada a causa de mi nerviosismo y
temor de que era lo que ocultaba aquel video y
entonces…
<< Bueno Gaby, quiero que respires y te relajes
solo dura unos segundos, todo estará bien, así
que ponte cómoda y disfruta de tu nacimiento.>>
Ese argumento por supuesto que iba dirigido para
mí, pero no importaba, creí que papá lo hacía
porque sabía que este día llegaría.
Vi a mi madre en una camilla, rodeada de varios
médicos, mi padre grababa detrás de una
ventana, una enfermera de corpulenta se poso a
lado de mi madre, y le dijo que la apretase tan
duro como necesitara, mi madre decía que tenía
miedo y era difícil calmarla, seguía llorando,
asustada y eso que todavía no me tenía.
Empezó a pujar con demasiada fuerza,
respirando tan duro como pudiera, empezaba a
sudar y su cara era lo más preocupante, lloraba y
lloraba pero a su gran esfuerzo podía observar
50
cómo salía mi pequeña cabeza y una vez
expulsado el cuerpo entero el médico se aparto
para que pudiesen grabarme aún sin limpiar,
enseguida cortaron mi cordón y una enfermera
rápidamente me envolvió en una pequeña toalla
blanca, mientras que mi madre mantenía los ojos
cerrados y sin moverse, por unos segundos mi
padre bajo la cámara y comenzó a golpear el
vidrio, gritándole a los médicos que hicieran algo,
para entonces mi madre soltó un suspiro de la
nada lo que aliviano a los médicos y apenas
pudo abrir los ojos para contemplarme en brazos.
Le permitieron a mi padre el acercamiento desde
el interior de la habitación, eran tan radiantes
aquellos pequeños ojos negros azulados, decía mi
madre que tenía la textura de una nube y que la
sonrisa de muchos médicos parecía la misma que
hacía el sol cada mañana sobre las gigantescas
montañas.
Mi padre soltó una gran sonrisa fijando la cámara
hacia su rostro y dijo que se había enamorado de
su pequeña princesa, luego fijaron la cámara
hacía a mí y yo con los pequeños brazos lloraba y
lloraba manteniéndolos con los codos para atrás
y sin poder abrir mis ojos aún.
Se corto aquella escena donde parecía todo
felicidad y después casi en un intervalo de unos
segundos apareció otra escena que según
supuse era después de haber salido del hospital.
Bienvenida a casa cariño, en este lugar es donde
crecerás, te educaremos, comerás, vivirás y
donde te marchitarás… dejando tu cálido aroma,
tus recuerdos con paredes selladas y tu espeso
51
llanto corrompido de días donde las penurias
sean inevitables.
-Después de ese corto, el video corrió unos
segundos con la pantalla completamente en
negro, por unos 5 segundos apareció una escena
en donde mi padre se grababa a sí mismo
delante de un espejo y detrás de él un foco de luz
blanca que se balanceaba como si temblara,
hasta que volvió otro pequeño intervalo, para
reiterar con la siguiente parte de la filmación:
-Hola Gaby –Mi padre miraba fijamente hacia la
cámara, con rostro inexpresivo, para cuando
llegues a esta parte del video ya sabrás que tu
madre y yo no nos encontraremos en casa,
fuimos a dar un paseo a mi esplendido trabajo y
será mejor que tengas mucho cuidado Gaby,
porque la siguiente eres tú en mi colección de
fotos. Si, esas mismas que encontraste en este
cajón, solo haces falta tú.
Sentí mi corazón palpitar en esos instantes en que
en la grabación mi padre se encontraba callado
como si supiera que entraría en shock y no lo
escucharía si siguiera hablando continuamente,
al cabo de un rato cuando apenas comenzaba
a entender aquellas palabras aunque menos
tranquila él prosiguió, lo que me asusto aún más.
Escucha cariño, sigue mis instrucciones al pie de
la letra… debajo de tu colchón hay una mancha
verdosa con un tono muy tenue, córtala y saca
de ahí un pequeño paquete de fotos, cuando las
tengas en tus manos y revises cada una de ellas
entenderás el mensaje. Hasta pronto mi cielo, nos
vemos en las alcantarillas, ahí donde te estaré
esperando y mi amiga la muerte también,
52
flotando sobre el agua –dijo soltando una gran
carcajada-.
Ahí se corta la transmisión. ¡Oh Dios!, qué más
quisiera que nunca hubiera pedido ese casete,
mi cuerpo estaba totalmente paralizado, muy
helado por el horror que ahora ahogaba mis
venas y atrofiaba mis sentidos más tranquilos,
sabía muy bien que no eran unas buenas fotos,
sin embargo me atreví a mirarlas pues no tenía
otra salida, por un instante pensé en llamar a la
policía pero, era mi padre. Como iba a traicionar
a mi padre, así que siguiendo lo que se me había
indicado, encontré a mi madre tan
perfectamente maquillada, que hacía que su
belleza resplandeciera, se veía tan viva.
Siguiendo las fotos, pasó un cambio
verdaderamente radical pues ahora se
encontraba totalmente cubierta de sangre como
las otras mujeres y su tétrico final. El horror, la
angustia, ese espanto que embozaba mi cuerpo
completamente no pude contenerme más y
rompí en llanto. En ese momento un hombre tocó
a mi puerta, ni siquiera tuve el valor de preguntar
quién era, así que el hombre tocó y tocó cada
vez más fuerte, debido a mi falta de contestación
opto por gritar:
-¡Ábreme Gaby!, tu madre está muy grave.
<Jamás había escuchado ese tono de voz, y a
decir verdad estaba tan aterrorizada, yo sabía
que mi madre no estaba bien pero quien era
aquel muchacho con voz aguda todavía.>
-Siempre se me enseñó a no abrirle a los
extraños,-Grité no sé qué cegada por el llanto.
53
El hombre pareció haberse quedado mudo,
aunque no dejaba de tocar la puerta e ignorar
mis premisas. Pero en este tipo de circunstancias
necesitaba cualquier apoyo, incluso pedir ayuda
para que vieran que estaba ocurriendo y
buscarán a mi madre y a mi padre. Así que abrí la
puerta y a los pocos segundos cubrieron mi cara
con una bolsa hasta dejarme inconsciente.
Cuando recupere el conocimiento, no podía ver
absolutamente nada y el silencio que se
encontraba a mí alrededor era el peor silencio
que habría experimentado en toda mi vida.
¿Dónde me encontraba? ¿Dentro de un ataúd?,
estaba muy asustada, empecé a tocar a mi
alrededor y sobre mí al igual que por debajo
habían unas mallas metálicas. En una de las orillas
había una pequeña ventanilla en la que me
arrastre poco a poco, pues me había quedado
ya sin fuerza alguna, asomando con uno de mis
ojos para mirar a mí alrededor y me di cuenta de
que me encontraba dentro de una morgue.
Pero qué demonios… ¿es acaso estoy muerta?
O se tratará de un simple sueño, ojalá hubiera
sido alguna de esas dos opciones, porque lo que
me esperaba era mucho peor.
Por un momento perdí el conocimiento
nuevamente, cuando lo recobre estaba atada a
una camilla y a mi lado se encontraba mi madre,
tal y como la recordaba gracias a esas infames
fotografías. No pude soportar verla y lance un
grito que tal vez pudo escucharse o tal vez no,
cuando segundos después entraron al lugar dos
médicos de bata blanca y junto a ellos caminaba
54
mi padre con esa mirada que siempre me
molestó.
-Hola cariño me da mucho gusto verte, -Me vació
sus escalofriantes palabras al tiempo en que se
ponía un cubre bocas y unos guantes de látex-
Ponte cómoda Gaby, esto solo durará unos
segundos.
-¿Qué sucederá papi? ¡Qué significa todo esto!
¿Qué le paso a mami? -mi cuerpo no respondía
era inútil intentar moverme ya ni siquiera estoy
segura de que estuviera llorando o de que mi
padre me escuchara. Tenía mucho miedo y mi
padre a quien ame tanto ahora no podría ni
siquiera confiar en que me salvaría.-
-Te explicaré lo que sucede cariño, todas esas
fotos que examinaste aquella noche en que tu
curiosidad era tan inmensa, bueno pues ese tu
árbol genealógico, tus abuelos, primos, tíos todos
estaban ahí en esas fotografías.
-Quede desconcertada-, eran todas mujeres…
¡mujeres jóvenes! ¿Cómo es eso posible? (Si fuera
mi árbol genealógico habría hombres en la
familia, pero no los encontré, y jamás los
mencionó que quería aquel hombre
demostrarme realmente).
-Nunca tuviste el interés de separarlas con
delicadeza, las cubría completamente con su
propia sangre para ocultarlas de los fisgones y no
las reconocieran.
Presentía el final, así que le rogué, intente todo lo
posible para poder liberarme o que me dejase
libre.
-Déjame ir papi, ¡te lo imploro! no diré nada,
tengo… tengo mucho miedo.
55
-Me han diagnosticado una enfermedad terminal
cariño, el árbol genealógico está a punto de
pudrirse, de llegar a su fin y no puedo permitir que
ningún otro hombre te toque.
-No entiendo papi ¿a qué te refieres?… -Pensé
que si hacía preguntas redujera el tiempo y
alguna fuerza sobre humana nos ayudara a
escapar a mí y a mi madre que al parecer yacía
dormida en su camilla-.
Papá prosiguió con sus estúpidas y aterrorizantes
explicaciones.
-Ese doctor de ahí, grabará todo el espectáculo,
el otro será vuestro verdugo y nosotros cariño,
acabaremos por marchitar las últimas hojas.
-Colóquenla en el crematorio nuevamente,-
Ordeno mi padre a esos médicos mientras nos
desvestían y él se quitaba la ropa- sobre la tabla
metálica acomoda a María y a Gaby.
Una vez adentro las dos, papá se metió con
nosotras, de forma que los tres nos encontráramos
en el horno. Antes de cerrar las puertas mi padre
empezó a tocarme y a tocar a mi madre, era
notable su erección pues dejarnos inmóviles con
aquel poderoso sedante le excitaba y ordenó al
médico que nos grababa que jamás borrara este
momento, y empezó a hacer el amor a mi madre,
su calentura no paraba solo con ella se dio media
vuelta y me violó. Mi padre gozó tanto al
destrozar mi virginidad. Yo no podía sentir nada,
trate de apartarlo, gritarle, pedir auxilio pero de
nada sirvió. Mi padre cometió violación varias
veces a mí y a mi madre antes de que su
miembro dejara de serle fiel a sus placeres más
lujuriosos y depravados.
56
Al cerrar las puertas, pude lograr mover una de
mis manos dejando un mensaje por la pequeña
ventanilla, era un regalo especial para las
cámaras:
"Cuando la demencia arde, tiende a volar sobre
los cuerdos"
-Fin de la transmisión.
57
LAS SOMBRAS
EN EL
ESPEJO
58
Durante el tiempo de mi infancia sabía que
faltarle al respeto a los mayores era de muy mala
educación, mi padre me obligaba a tener
modales y pobre de aquel que le desobedeciese,
vuestros abuelos les han inculcado una norma, -
"mis conocimientos, tus conocimientos, sus
conocimientos"-. Son terminaciones semejantes
con significados diferentes, nada de burlas a
aquellas personas con deformaciones, o
simplemente de aspecto simpático, nada de risas
durante la comida, las reuniones familiares,
eventos importantes. Mi padre decía que el ser
humano no sabe reír, -nosotros tenemos la culpa,
por tratar a los bebes como unos retrasados-, era
un tipo demasiado duro y frío de corazón.
Nuestra cabaña era humilde, hecha de madera,
cerca de una gran laguna a las afueras de la
ciudad, entre arboles, pájaros y todo ese aroma
que distingue la zona rural de la urbana. En
efecto, nunca fuimos a la escuela, mi padre nos
enseñó a leer y dijo que con que supiéramos leer
y contar con eso podríamos superar cualquier
obstáculo, nos enseñó a pescar, a construir, a
cazar, a forestar, a cocinar. En fin todo un arsenal
de actividades.
Tenía una familia pequeña, tenía dos hermanas
menores y únicamente a mi papa. A él no le
gustaba contar sobre mamá, decía que ella nos
había abandonado, porque nuestra presencia le
repugnaba, le provocaba esa sensación que
sentimos cuando nos atascamos de comida,
(vómito). Nos formó un concepto muy cruel de
nuestra madre, quiero pensar que un 50% es real y
el otro 50% son solo puros cuentos de recelos.
59
Papá era un ebrio, adicto a la cocaína. Siempre
nos maltrato por cualquier cosa, a mi hermana
hubo una ocasión en la que la golpeo tan fuerte,
que la dejó inconsciente 3 días consecutivos…
Era un verdadero monstruo, pero me alegra que
aquella noche sucediera su mayor tormento y
también me siento más tranquilo hoy, que he
conocido el sueño eterno.
Lucía, una pequeña niña llena de encantos con
la dulce voz de un ángel, recién salido de su
Olimpo. Era la menor de todos nosotros, cuando
mamá murió ella tenía tan solo 5 años... Lucía era
de piel clara, con ojos color gris y un cabello lacio
y castaño, sus rasgos faciales eran delgados y
simpáticos era una hermosa creación divina.
Perséfone, la segunda hija del matrimonio de mi
padre, ella era de rasgos semejantes a los de
Lucía, solo que su cabello era oscuro al igual que
el color de sus ojos, tenía un rostro casi
inexpresivo, lo cual atemorizaba a mucha gente.
Se decía que rara vez era la que mi preciada
hermana sonreía en público. Cuando murió mi
madre Perséfone tenía solo 8 años, era solo una
niña.
Cuando murió mi madre yo tenía 11 años lo
asimilaba todo, digo "murió", porque así lo creen
mis hermanas pero yo se la verdad, ella escapó
de mi padre, el la torturaba y ella se vio obligada
a irse, es la idea que tengo aunque papá diga
otras cosas. Me limitaré a dejarles una imagen de
60
mi, claro que para que sepan que somos
hermanos, los tres tenemos cuerpo de
complexión delgada y piel blanca.
¡Oh! hijos míos, venid, venid. Hemos llegado a su
nueva casa (o mejor dicho nuestra nueva
tortura), esas fueron las últimas palabras de mi
madre antes de desaparecer...
Cuando ella "murió", la familia decayó,
económicamente hablando aun somos solventes,
pero emocionalmente cambio todo lo que
éramos. Lucía se volvió introvertida, y rara vez
pronunciaba una palabra, un murmullo, incluso
un llanto, se quedó paralítica emocionalmente, a
Perséfone no pareció afectarle, incluso había
noches en las que sonreía era un poco extraño.
Yo tuve que salir adelante me dolió mucho, pero
me dolió aun más que mamá nos hubiera
abandonado con ese viejo infeliz.
Al principio nos hizo creer que todo seria dulce
tierno, que nada nos faltaría. Pero el verdadero
problema comenzó cuando el dinero
comenzaba a agotarse, y ya eran mucho menos
los recursos de los que nos sustentábamos, incluso
había de dos a tres días que no teníamos nada
que comer, y ante su desesperación mi padre
dejo de dormir y nosotros agonizábamos por
hambre. Un día papá dijo que iba a ir de caza
con la pequeña Lucía, y los dos salieron a gusto
pero cuando regreso el regresó llorando con lucía
en brazos, ella estaba muerta, llena de sangre.
Papá nos dijo que los atacó un oso y que él le dijo
a lucía que se escondiera y cuando lanzó su
flecha ella se atravesó. Esa era su versión aunque
61
ciertamente creo que él la asesino, después nos
dijo el motivo por el cual la trajo a casa y fue
nuestra escasa comida, nos preguntó que si
aceptaríamos y en ese momento el hambre era
demasiada, así que aceptamos y papá cocino a
lucía y esa noche fue nuestro mejor banquete
que pudimos probar en mucho tiempo, cuando
menos nos dimos cuenta ya no tenía carne,
nuestra proteína se ha agotado.
Pero también padre necesitaba complacerse un
rato, así que comenzó a tocar a Perséfone, me
atreví a encararle para poder cubrir a mi
hermana de su posible incesto, pero era tanta su
locura que llegó a desmayarme muchas veces
de un solo golpe, así fueron varias noches, donde
la maldita basura de hombre violaba a mi
hermana, un día Perséfone amaneció muy
enferma, no sabíamos que tenia y en su coraje al
no poder hacer nada él la dejo morir en las
afueras de la cabaña, congelada por el viento
invernal, y la nieve que congelaba, acto seguido
después de su muerte decidió hacer una
suculenta sopa.
En esa casa ya solo quedábamos él y yo, claro la
desconfianza era más grande cada día, incluso
los dos dejábamos de dormir y solo cuando papá
salía en busca de alimentos yo dormía aunque
sea 10 minutos, había días donde corríamos con
suerte y traía a casa algún venado o una gacela,
conejos y ardillas. Aunque nuestra comunicación
era escasa, el lo sabia pues se me hacía muy
difícil comer con los huesos de mis hermanas
arrumbados a un lado de la estufa, cuanto las
62
extraño a diario, les prometí que les enseñaría
muchos lugares, que ellas se irían con una sonrisa
de este mundo pero sufrieron y agonizaron por
culpa de un degenerado hambriento.
Hasta que una noche donde la lluvia reinaba
comenzó a recibir su castigo por este tiempo de
tedio al que nos vimos sometidos. El viejo se
levantaba cada mañana y solo se paseaba por
toda la casa, de día se sentía a gusto
desperdiciando su tiempo enfrente de una
fogata o jugando domino, pero su verdadera
pesadilla comenzaba las noches en las que sus
hijos regresaban solo para visitarlo, la primera vez
fue en el baño, mientras él se lavaba la cara
pudo sentir una mirada, una de esas miradas que
pesan, que asustan y en efecto volteo a ver en la
esquina del espejo que reflejaba la ventana
externa de atrás y ahí estaba lucía observándolo,
el giro rápidamente la cabeza pero no había
nada, se dirigió hacia el espejo y ahí tenia de
frente a su hija, seria con una mirada inexpresiva,
el pobre se paralizo del susto y ya no podía dejar
de ver su gran reflejo de lucía en el espejo, ella
solo empezó a aplaudir y a reír en carcajadas
hasta que se fue la luz de un momento a otro y
lucía ya no estaba, atemorizado por la situación
Padre decidió salir rápidamente del baño pero al
abrir la puerta estaba ahí lucía llorando, tirada en
el piso lo volteo a ver y nuevamente comenzó a
reír a carcajadas. El solo cerró los ojos apretando
sus párpados, cuando los abrió lentamente la
infante había desaparecido, el se sentía a salvo y
que nada le podía ir peor por ahora.
63
Pero un error fue siempre discernir con las ideas
de su hijo, porque ahora se encuentra en una
batalla psicológica, -¿puedes soportar las llamas
del infierno rozando las nubes del cielo?- Un
mensaje escrito para Papá, escrito con sangre en
el piso, pared y techo.
Y así siguieron los días, nada cambiaba ni para
bien, ni para mal. Padre estaba al borde de un
abismo y nosotros éramos su eternidad. Apagaba
las luces y al prenderlas, vivía sus pesadillas y le
costaba mucho volver a regresar. Cuando el
dominio de la mente empieza lo difícil…
Él para comunicarse con sus hijos tenía que
apagar las luces, poner una canción llamada
Ameno de Era, y cantar hasta esperar su
presencia. Luego de tanto esperar llegaba su
aparición, pero no era cualquier aparición, antes
ya conocida por el hombre. Su sombra era su
misma presencia. El miedo se sentía de ambos
lados, no podía voltear a la izquierda ni a la
derecha, por sentir aquel escalofrió infinito, sentía
que lo observaban y no dejaba de moverse, en
ocasiones escuchaba ruidos de gente caminar, o
tocar su ventana. Era una alucinación se dijo,
pero no soportaba ni un solo minuto, así que
paraba la canción. Hubo una ocasión en que ya
no podía apagarla y la melodía seguía sonando.
Desconecto su computadora y solo el monitor se
apagó, mas la canción seguía, no sabía si era
proveniente de su cabeza, le entró una inmensa
desesperación, así que no pudo más. Comenzó a
64
escuchar que alguien le susurraba, Vive, ¡Vive!
Que paso en esa noche, cuando no pudo
prender mas las luces, ni escuchar mas aquella
canción y mucho menos poder presenciar a sus
hijos, el solamente se sentó en su sillón, a esperar
otros 50 años para no perder la cordura.
65
LARRY
66
Una noche tan fría y oscura como la que estoy
viviendo en estos momentos, es ya normal en mi
vida. ¿Realmente esperas que me asuste algo?,
he vivido en este sitio durante años y nunca tuve
miedo a nada, ni a nadie. A pesar de las muertes
continuas que se vivieron en esta casa, yo estoy
aquí sentado en mi cómodo sofá, bebiendo un
buen trago de whisky, frente a mi chimenea que
poco o mucho, pero me calienta.
Recuerdo aquella noche, una espesa neblina
congelaba el exterior de mis ventanas, y por el
calor interno de mi hogar, estas se humedecían y
se empañaban, una vez tuve un hijo llamado
Larry. Larry era muy juguetón con todo lo que
tocaba, muchas veces lo regañé por su sin fin de
travesuras, después de unos meses me di cuenta
que, Larry no era un chico normal no, el era un
esquizofrénico. Fue muy duro para mí recibir la
noticia Larry solo tenía 6 años y tenía una
inteligencia de un niño de 9, incluso llegue a
pensar que Larry, era uno de esos chicos
superdotados. ¿Y mi esposa?, no, ella no sabe
nada. Se fue a cumplir su sueño americano, ¿que
si sigue viva? –ja- ja- no lo sé, ella es muy rara.
Hay un momento, en la vida que te hace
cometer locuras, sea cual sea el motivo pero
para todo motivo, siempre hay que tener previsto,
un propósito. Déjame darte un consejo, nunca
hagas a una persona como tu propósito puede
ser el motivo pero jamás el propósito. De
pequeño mi padre me dijo, "Kevin, no te
aprisionare como lo hacen los padres de hoy en
día y como lo han hecho siempre, no, tu sé libre,
haz todas tus decisiones por ti solo, atibórrate de
67
tus instintos " y el solo se marchó, sin más que decir
me dejo la casa sola, mi madre había muerto esa
mañana y después de ese día jamás volví a ver a
mi padre, meses después lo comprendí, -quieres
dinero- trabaja, -quieres comida- trabaja, -quieres
familia- trabaja. Así lo comprendí aquel día y así
lo comprendo hoy, hice lo que quise, todo el día
todo el tiempo. ¿Quién iba a vigilarme?, me hice
autodidacta y tuve la suerte de casarme con una
zorra analfabeta, aunque ella era hermosa. Esa
piel blanca y suave, que ocultaba su estupidez
interna.
Regresando a Larry, quise seguir los consejos de
mi padre, claro que nunca abandone a mi hijo el
pudo hacer más que yo a su edad, eso me
llenaba de orgullo. ¿Y cómo me di cuenta de que
tenía una enfermedad?, bueno es algo muy
sencillo, la otra noche le dije a Larry, que me
preparara una simple cena, que tan difícil puede
ser calentar un café, tomar un poco de dinero de
la taza y comprar unos jodidos panes, no, Larry se
puso a gritar como loco, ahí en la cocina, tomo
un sartén y me lo aventó, después comenzó a
destruir todos los vasos y platos de cristal, gritando
"Cállate, déjame en paz, déjame" y de un
momento a otro, -pum- se desmayó -jajaja-, hay
Larry que haremos contigo, el psicólogo dijo, -le
recomiendo que lleve a Larry con un psiquiatra,
puede que padezca esquizofrenia paranoia-
usaba un tono muy formal y propio de una
persona con educación, con modales.
Una vez que Larry fuera encerrado no le quedará
más que escribir acerca de sus memorias. Pero
68
jamás creí en ello, nunca a mí podría sucederle a
otros pero a mí. Hoy querido lector puedes leer
esas memorias si me paso…
69
TU
DIOS
ESTA SANGRANDO
70
Esta es la historia de un Dios cuyo destino era
descubrir que lo era. ¿Pero… como convencerte
de que eres un Dios?, repasemos unos puntos
muy importantes:
Los Dioses no sangran, no envejecen, saben de su
fuerza, se conocen para que están hechos. ¿Pero
cuántos de ellos saben que lo son?, uno puede
decir que tu eres Dios que yo soy Dios, tal vez tu
hermano, tu madre, tu novia o novio, o
estúpidamente porque no creemos que todos lo
somos. Estaba un pequeño arbusto bajando por
encima de la colina, esta colina estaba vacía,
por lo que bajar le resultó algo realmente sencillo,
los ángeles de ese arbusto le tocaban una
canción extraña y no importa el idioma en que se
la cantaban, sino que era el susurro que apenas y
se producía al unir notas y cánticos.
Respiraba el arbusto mientras seguía cayendo, se
preguntaba de que sirvió que haya crecido 10 mil
años en la cima si al final o probablemente no era
el final le diera por aventarse, pero no seas tonto
pequeño arbusto que a veces cuando caemos
jamás tocamos fondo o eso le paso a Cristo
cuando llegó a la tierra, descendió desde lo más
alto del cielo y sin embargo jamás murió tocando
tierra, ¿quién más puede resucitar al tercer día?,
claro que el arbusto jamás toco fondo, de hecho
no está seguro ni estaremos seguros si alguna vez
cayó desde la cima pero de lo que si estoy
seguro es que descendió desde lo más alto de la
montaña.
Un pequeño pueblo de hormigas trabajaban
arduamente día y noche para conseguir comida
las más grandes y fuertes lo hacían para cuidar y
71
asegurar la vida de las más pequeñas e
indefensas. Una noche, como cualquier otra, las
hormigas salían a acostarse en el pasto a admirar
su teatro cósmico estelar, y hablar con el brillo de
la luna incluso a darle forma y nombre, unas le
cantaban otras le escribían, la luna era la envidia
de los soñadores, la amante de los que se aman y
la compañía de los mas solitarios. Pero la luna
¿crees que ella este feliz?, si tú fueras el centro de
atención, y todo lo que es la luna lo fueras tú,
¿realmente serias feliz?, adúlense frente a un
espejo y luego ódiense al mismo tiempo, díganse
amor o grítense miserable, la luna soporta criticas
y adulaciones, reclamos y agradecimientos sin
hacer nada más que estar ahí, inmóvil, no ríe, no
canta, no llora, a veces brilla, a veces sonríe, a
veces se apena, o simplemente hay noches en
las que no quiere salir.
…¡Ah! Como es la vida de contradictoria, pero ¿y
el arbusto que tiene que ver con las hormigas y la
luna?, lo que ellos tienen en común es una navaja
enterrada en un abismo sin fe.
Regresemos al arbusto, algún día caerá hasta el
fondo de su destino, o simplemente se atorara o
jamás se arrojara, el arbusto piensa que la luna es
su única compañía, pero por los días lo
abandona, siente que está ahí la luna pero no la
puede ver, porque el arbusto necesita ver para
que sienta a la luna cerca, las hormigas necesitan
de la luna porque sin la luna estarían perdidas en
el camino de regreso a casa. ¿y la luna?, la luna
es egoísta, perdona que te lo diga pero ella solo
72
se sienta a ver como los demás pueden sonreírle
o llorarle y sin sentir remordimiento alguno, ella no
ayuda, a veces afecta y otras veces apoya pero
nunca es su intención. Eleva la marea, ahoga a
las hormigas, deja caer la lluvia junto con sus
látigos eléctricos, así el arbusto se tropieza y
muchas veces arde sin esperar compasión
alguna, con un dolor infernal, el arbusto prefiere
caer a conservarse en las alturas.
Una vez me contó una hormiga que vio a la luna
sangrar, tuvo tanto miedo que optó la hormiga
por voltear a ver a la montaña y en ese momento
encontró al arbusto quieto, sin hojas, en ese
momento fue cuando la hormiga le disparó a la
luna y la luna les mando un oso hormiguero con
las siguiente frase escrita con sangre:
“Obedecer o morir, así es como se vive en el
mundo”
Y aquella noche la luna se ocultó, mientras que el
oso se devoraba al pueblo entero y el arbusto se
secaba por completo, dejando atrás ese vívido
recuerdo de caer desde lo más alto de la
montaña.
73
PROMESAS
A veces nos sentimos solos en compañía, y otras veces la
compañía es nuestra soledad.
74
Le repetía lo mismo una y mil veces ¡Necesitaba
verla! recuerdo aquella noche helada tenía mi
mano sobre el teléfono, lo levanté y marqué a su
número, ¡oh! Yalis, la mujer de mi vida, recuerdo
como se alargaban los tonos y no contestaba.
Me estaba preocupando, hasta que después de
un rato descolgaron el teléfono, Yalis contestó y
me dijo: “hola amor”, tuve que ser duro y un poco
seco con ella.
-Hola amor, te marque porque necesito verte, he
tenido infinidad de problemas y lo mejor es que
deba marcharme. Creo que deberías buscarte
un nuevo amor no tengo otra opción.
Ella respondió con un tono lloroso y doloroso
“¿qué? Amor no puedes dejarme, yo te amo
demasiado, dime que he hecho mal no te vayas,
no me dejes sola”.
Traté de aguantarlo pero el dolor era demasiado
la amaba tanto como para dejarla ir, entonces le
pregunté que si quería venir conmigo.
Yalis sin pensarlo aceptó le dije que nos veríamos
en aquel restaurante donde nos conocimos,
llorando me confirmaba la hora en que nos
veríamos, cuando de lo inesperado entró su
papá, descolgó el teléfono y le dijo “¿con quién
hablas Yalis?”, Yalis le contestó que conmigo
despreocupada, pues yo bien sabía que sus
padres le daban permiso de tener novio, pero
cuando se iba a imaginar que esto estaba a
punto de romperse. Sin decir nada más su papá
colgó el teléfono creo que no era un buen
momento, enseguida Yalis grito ¡no lo hagas
papá! y su padre corto la línea, empecé a llorar
75
no puede ser ni siquiera le dije cuando me iba, ni
cuando nos viéramos.
A la mañana siguiente empaqué mis cosas, pues
por más que traté de volverme a poner en
contacto con ella yo ya no sabía nada de Yalis,
eso me preocupaba demasiado. Pasaron
aproximadamente dos días, cuando Yalis me
marcó, antes de que pudiera decir algo me
aclaró:
-Amor, el teléfono siempre estuvo descolgado mi
padre escuchó todo y la idea de marcharme
contigo, no le agrado para nada y terminó
oponiéndose a nuestros planes. Al escuchar esto
me vi obligado a ir a su casa, al llegar, me
recibieron de una manera tan cordial y generosa.
Recuerdo verme sentado en el sofá mientras Yalis
bajaba de las escaleras con su expresión
demasiado triste, la acompañaba su padre que
me veía con rabia, con odio, a pesar de que mi
relación con Yalis que ya era de más de 3 años, y
siempre tuvimos buena convivencia entre
familias, el me miraba como si yo fuera un
completo desconocido.
Le expliqué la situación acerca de mudarnos a
un estado donde vivía una de mis tías, ahí nos
darán hospedaje, comida, agua. No nos faltara
nada.
En fin, con decirle que me tomó más de tres horas
convencer a su padre que furioso, solo me sonrío,
se levantó y se dirigió a mí para abrazarme y me
susurro al oído, promete que la vas a cuidar, (se lo
76
prometo mientras asentía con la cabeza). Pensé
que todo iría muy bien, me sentí tan alegre por
fin podríamos empezar una vida juntos. Yalis el
amor de mi vida me acompañaría.
Era un viernes, el autobús partía a las nueve de la
noche del domingo. La iba recoger dos horas
antes de que partiera el autobús, quería reunirnos
en ese restaurante.
Pasaron los días, llego el domingo, y fui al lugar en
la hora acordada, recuerdo cuando ella entró al
restaurante, empapada de lagrimas corrió para
abrazarme, yo lo tenía todo planeado, hasta
conseguí un dueto de señoras ya grandes, les dije
que canciones cantaran, eran canciones que
Yalis cantaba junto con su madre. Ella enseguida
se dio cuenta y se puso a llorar de alegría, en ese
momento cambiando las lágrimas por sonrisas.
Cuando terminamos, apenas faltaba una hora
para que partiera el autobús.
Al salir del restaurante me encontré a Miguel, que
se había convertido en mi mejor amigo dentro de
estos años. El se ofreció a llevarnos a la central
de autobuses que quedaba a unos 20min del
restaurante, alce la mirada, y pude observar que
al fondo de aquel callejón había 4 tipos, al
parecer esperando a que yo estuviera solo, lo
único que quería era proteger a Yalis tal como se
lo prometí a su padre, le dije a Miguel:
-“Hermano llévatela, en un rato mas los alcanzo”.
Y él dudoso me pregunto “¿estás seguro
Gabriel?”, sí; me despedí de Yalis, quien pensaría
77
que ese seria nuestro último beso, me dijo que nos
fuéramos, Yalis llegaré enseguida, no tardaré, te
amo. Puedo asegurarte que yo vi a cuatro
únicamente cuatro tipos, cuando menos me di
cuenta ya eran más de 10, recuerdo que me
dijeron, “estarás muy pero muy lejos de ella”, y
empezaron a golpearme hasta que me desmayé.
¡No hubiera despertado! hubiera preferido morir.
Ese día, aquel lunes por la mañana sería el peor
día de mi vida, agonizando sin fuerzas, regresé al
restaurante y en esta extraña ocasión se acerco
a mí una de las meseras y junto a ella le
acompañaba el que parecía ser el gerente, me
recogieron del piso y me sentaron, prendieron el
televisor y... ahí en las noticias;
¡Era nuestro autobús! por qué no morí yo en vez
de ella, el dolor era demasiado, empecé a llorar,
y luego a gritar “no, ella no, nunca le hizo daño a
nadie, no es justo” estrelle mis nudillos contra la
pared, infinidad de veces, como si pudiera
destrozarla.
todo lo que tenia frente a mí era terrible, el
gerente trato de tranquilizarme pero era inútil, al
poco rato les expliqué, que ella, el amor de mi
vida, estaba muerta, porque yo la dejé ir sola, yo
la entregué a la muerte, la mesera me dio mi
celular pero me había dormido y cuando
desperté seguía en el restaurante quería mirar la
hora, pues me parecía inapropiado quedarme
tanto tiempo ahí abusando de la amabilidad del
gerente, vi un mensaje de Yalis, sonreí en ese
momento hasta que lo empecé a leer, el mensaje
decía:
78
“amor, te extraño, ayúdame, se subió un tipo raro
y nos tiene amenazados aún así quiere que
sigamos, para el autobús, tengo miedo, regresa
pronto amor, te amo.”
Yo quería que fuera una pesadilla ese momento,
pero todo era realidad, estaba ya muerto, del
alma, del corazón, no tenía ganas ni fuerzas, salí
tan despacio de aquel lugar recordando su
rostro, decidí que la iba a esperar en ese lugar,
que tal si todo es un sueño, tal vez todavía no
llega, de todas formas sabrá dónde encontrarme,
me senté afuera del restaurante a esperarla
pasaron horas, días, meses, años y Yalis nunca
regresó... Solo espero verla de nuevo y que mejor
lugar para morir, que en donde toda nuestra
historia empezó.
Un señor de unos 60 ó 70 años, con lágrimas en el
rostro se levantó y me dijo: “ese es el motivo por el
cual has estado aquí tanto tiempo, me miro a los
ojos con un dolor tan profundo, me sonrío y
mientras se alejaba el me grito llorando... “Me
prometiste que la cuidarías”.
79
EL DIA
EN QUE
LO PERDI
TODO
80
Habré perdido mi casa, mis joyas, mis posesiones
más valiosas, carros, terrenos, incluso pude haber
perdido mi dinero, familia, esposa, hijos pude
haber perdido mi trabajo y mi dignidad, pero si
hay algo que nunca podrán arrebatar de mis
manos es mi vida misma. Sin embargo a mi solo
una cosa que me tocó perder, terriblemente me
deterioro de todas las maneras posibles en las
que puedes destrozar a un hombre y desde
entonces sobrevivo sin vivir, esfumándose casi por
completo la razón, perdiendo la cordura,
sintiendo cada célula de locura recorrer mis
venas. Estaba enloquecido con lo que pudieron
quitarme, el día en que lo perdí todo.
No soy un ser diferente –o al menos no lo siento
de esa manera-, ni un humano común y corriente
que encuentras a diario caminando tras la acera,
de eso estoy seguro pero veo más allá; lo sé te
sonará un poco extraño y burdo, pero somos
números ¿lo sabes?, simplemente números así es
como nos rige la razón, así es como seguimos con
vida, nos siguen alimentando pero no creo que
estés consciente. Tú de seguro estas más
ocupado levantándote cada mañana cansado;
Con ganas de volver a dormir porque supones
que estas muy cansado, o tal vez enojado,
quejándote por no tener esos zapatos nuevos,
ese coche del vecino que tanto envidias, porque
no tienes dinero para derrochar en un restaurante
lujoso, te enoja estar gordo, delgado, güero,
moreno, calvo, con mucho pelo, te enoja que la
persona que te interesa no te haga caso y
¿realmente crees eso un problema?, ¿realmente
81
crees que eres diferente?, claro que somos
diferentes, personas diferentes siguiendo los
mismos pasos de más personas que no llegaremos
a conocer jamás. Prestad mucha atención,
cambiemos de historia sin olvidar la lección que
acabas de entender, continúa mi querido lector.
Sucedió así; Ella –mi madre- pensó que estaba
pariendo un hijo que se convertiría en un Dios,
porque sentía que su necesidad de engendrar a
su bebé ideas eruditas para dar un paso largo a
la humanidad, porque así ella quería dibujar lo
que jamás llegaría a ser en su vida. Él era muy
inteligente, demasiado hábil, nació nuestro hijo:
“Francis” un niño muy lindo y tierno, ¡claro! Eso
mucho antes de que el mundo real lo
contaminara, afortunada o desafortunadamente
sobresalía ante los demás en todo lo que
concierne al aspecto académico: pero a los
cinco años, Francis empezó a adoptar una
conducta muy rara, fuera de lo normal, un padre
deja que su hijo sea libre de expresarse, de
dibujar, de destruir, de cantar, de jugar, hay que
dejar vagar su imaginación sobre la vida, pero
Francis, pobre de mí muchacho –baje la cabeza
consternado- no imaginaba, ¡alucinaba! Esa
idea me preocupaba, su modo de pensar era un
tanto agresivo y un tanto noble; visitamos
médicos y psicólogos y nos metieron la vaga idea
de tener otro hijo, porque según Francis
necesitaba expresar amor con alguien que lo
entendiera o que fuera sumiso sin cuestionar su
expresión emocional, así que tuvimos otro bebé,
lo llamamos Ricky un niño tan tierno, tan noble,
82
era un pequeño retoño nacido en primavera,
cuando las cosas más tiernas florecen, el
ambiente es más tranquilo y esto nos sirvió para
hacer llegar al mundo un niño totalmente
contrario de lo que era hasta ahora, nuestro
pequeño Francis.
Hasta aquí, tenía entendido que papá se
preocupaba por lo que él quería, cumpliendo a
su vez los caprichos de mamá, él era mi hermano
estaba consciente y tenía que aceptarlo y
quererlo porque era con quien compartía gran
parte de mi vida. Pero en mi mente, mi mente me
estaba enseñando que el mundo es egoísta y esa
voz que me indicaba que estaba prohibido
compartir, y más aún compartir aquello que
anhelas tanto en la vida. Así que esa misma voz
me incitaba a hacer cosas malas, ella me
convencía que estaba bien y yo creí hacer lo
correcto, jamás la cuestione pues era un niño
ignoraba lo que era el bien y el mal.
¡No puedo hacerle daño! –Me repetí a mi mismo
una y otra vez tras los espejos- es mi hermano
maldita sea, ¡no puedo hacerle daño! ¿Pero y el
medicamento? porque no lo tuve en ese
momento, de haberlo poseído entre mis manos
no hubiera sucedido lo que paso aquel día
memorable para todos. Recuerdo que cuando
Ricky tenía apenas 2 años papá me dejó a cargo
de él, en lo que salía por una de sus tantas
compras eternas.
En ese momento ella regresó, y esta vez me sentí
acosado con la suavidad oral con la que me
susurro al oído; “Francis tus papas te van a
83
abandonar, te cambiaran por ese mocoso, lo
perderás todo si permites que lo consientan más
que a ti, hay solo una solución Francis, ¡mátalo!
termínalo así tendrás todo el amor, todo el dinero,
todo lo que quieras Francis, piénsalo a tus dos
padres para ti solo”. Vaya que la voz era
convincente, trate de negarme un largo rato,
pero era imposible no ceder ante sus encantos.
Me dirigí rápidamente hacía donde se
encontraba mi hermano, lo tomé por sorpresa y
apreté su diminuto cuello tan fuerte como pude,
era inevitable que él rompiera en llanto, me
preocupaba que mis papás se dieran cuenta que
seguía vivo, tuve que reaccionar rápidamente,
buscando alternativas que destrozaran a ese niño
lo más rápido que se pudiera, no me quedó más
que azotarlo contra la pared, pero seguía
llorando, aunque claro esta vez ya no podía ni
siquiera gatear, no tenía otro lugar a donde ir,
más que el infierno que yo mismo le regalaría. Así
que le amarre su cobija a la boca para que se
callase, tome un cuchillo de la cocina el más
filoso que pude haber encontrado y le arranque
la lengua de un solo navajazo, mi sed de posesión
era insaciable así que continúe con sus pequeños
ojos, para que no volviera a ver el amor que él
me quería arrebatar, para que nunca más
volviera a manipular con esa estúpida y tierna
mirada a la gente más vulnerable y susceptible,
sin embargo se movía ¡el aún se movía! –
Comenzaba a frustrarme-, entonces me entró
una combinación de sentimientos y con ellos
llego la terrible desesperación, tome uno de sus
juguete, uno de los más pequeño para que
84
entrara a su boquita, le metí el juguete hasta la
garganta apretándole lo más duro que pudiera y
el forzando su vida, reteniendo sus últimos alientos
continúe mis delirios hasta que el bastardo dejo
de moverse. A los pocos minutos después de
exterminarlo llegó mi padre y al ver este cruel
acto que había hecho yo mismo con mis propias
manos –Vaya que sentía un gran orgullo por ello-
me dijo “¿qué diablos has hecho Francis?”, yo le
sonreí burlonamente y le dije; papi, ya no va a
estorbarnos Ricky, lo mande con otra familia para
que ya solo seamos nosotros tres como antes, y
todo el amor sea para mí, porque Ricky no se lo
merecía, solo yo. Y mi papá cegado por la irá
comenzó a golpearme tan fuerte como pudo,
ese dolor lo llevo aún por dentro, recordando sus
patadas, sus insultos, sentir como sus nudillos poco
a poco inflamaban y cortaban mis pómulos. ¡Tú
serás el siguiente! ¡TU SERAS EL SIGUIENTE! me vino
ella a la mente, mientras observaba a mi madre
muerta en llanto, traté de acercarme, pero sus
profundos ojos color oscuro eran amenazadores,
no bastaba que me lo dijera esos ojos me
marcaron un “aléjate Francis”, comencé a llorar
porque ahora que hice un acto bueno para los
tres, mi madre en llanto y mi padre enfurecido
entonces; ¿Qué hice mal? Aún recuerdo aquella
tarde lluviosa, con cielo gris y de tristeza infinita
todo gracias al funeral de Ricky. Me moría de la
risa, ver como Ricky provocaba llanto y yo
alegría, pensé que la gente se acercaría a mí a
felicitarme por mi gran logro, les liberé de una
gran carga, pero aquella tarde la gente me
miraba extraño, con odio, tristeza incluso puedo
85
jurar, que sentía los puños de señores y esa
impotencia de no poder gastar su irá en mi. Pero
¿qué estaba mal? yo solo quería un poco de
amor, lo mendigaba, lo codiciaba, quería
sentirme amado ¿acaso era mucho lo que
pedía?
Mis padres tomaron sus “precauciones”, sus
últimas palabras que escuché sonar de ellos fue;
“Hospital psiquiátrico”, a los pocos días fui
internado en ese escalofriante y solitario lugar,
donde las luces se apagan a una hora
demasiado temprano, ahí donde la comida es un
asco y los medicamentos son tan abundantes
como dulces en la calle, ahí donde el amor se
acaba, o más bien dicho ni siquiera empieza creo
que lo he perdido todo y solo por mendigar un
poquito de amor.
Los adultos no lo entienden, son estúpidos, tercos,
necios, son como perros adiestrados en su
infancia incapaces de aprender trucos nuevos.
Pasé los últimos 20 años de mi vida en ese
hospital. Y sabes que aprendí de Sol731, que
incluso el amor más sincero se acaba, no importa
de quien provenga, si de tu esposa o amante o
de tu mismo padre, aquí todos se traicionan,
gozan el arte de engañar, pulen la mentira
porque creen que es la mejor forma de vivir, el
humano es el único ser tan enfermo como para
mentir por amor. Mientras que las voces volvían a
mí y me repetían una y otra vez “TU SERAS EL
SIGUIENTE”, esta idea debo admitir que me
aterrorizaba un poco, como iba yo pensar en el
86
suicidio, los suicidas son personas extrañas y
carentes de amor, yo me amaba pero faltaba
que alguien me diera amor.
Me lleno de tanta felicidad ver a mi madre de
visita a ese escondido lugar olvidado por Dios,
estaba ahí, creo que me liberaran –grité sin
importar quien pudiera oírme-, Mami, libérame,
sácame de este infierno terrenal. A los pocos
segundos solté una gran carcajada. ¡Oh!… Mi
madre, mi estúpida madre, siempre tan
compasiva, el corazón más blando del mundo se
lo habían otorgado a mi santa madre. Ojalá que
me saque –Fue el único pensamiento que
vagaba por mi mente- y juro por el amor que
nunca se me fue dado que me vengaré de esas
dos personas que me abandonaron, esas misma
que un día me llenaron de amor, esas mismas que
ahora sufrirán, cuando vi acercarse ese hombre
de bata blanca, y siniestra mirada sabía que era
mi hora, me tomo del brazo tan bruscamente que
sentí que me lo arrancaría y me dijo “te estaré
esperando”.
Estúpido anciano que puedo esperar de él, solo
es un hombre blanco, Sol731 me dijo; “Los
hombres de blanco son la droga de nuestra
inteligencia. Nuestra privatización esta en sus
manos, ellos son la barrera por la cual jamás
lograremos ser alguien en esta vida, ellos solo
adelantan nuestra muerte mientras nos vuelven
inútiles y nosotros observamos la vida pasar, frente
a nosotros sin poder vivirla, gracias a sus drogas
que borran nuestra inteligencia y sin embargo,
ellos a la humanidad nos niegan y les hacen creer
87
que no servimos para nada a tal grado que
nuestra presencia le aterra al mundo.”
Salí de ese campo que enrejaba mis más
profundos sentimientos, salí rumbo a mi casa, mi
madre parecía estar feliz, me miraba de reojo por
el retrovisor mientras aceleraba por la carretera y
me preguntó de la nada, rompiendo la barrera
de ese silencio; ¿tienes hambre cariño?, lo que
amaba de ella es que siempre pensaba en
nuestra salud, era como la prioridad de una
madre que ama sinceramente a su hijo y con una
sonrisa de par en par le respondí; “si mami,
quiero cenar de tu deliciosa comida que e
extrañado tanto todo este tiempo.” Seguimos en
silencio, pues durante todo el camino fue lo único
que nos dijimos, así que yo perdí la mirada viendo
por la ventana y escuchando su música, que a
decir verdad, mi atención no se fijaba mucho en
la letra solo en el ritmo.
Al llegar a casa un perro se abalanzó sobre mí,
primero con intención de herirme y terminó por
lamerme, recuerdo que era un adorable Beagle,
con su pose agresiva pero a los pocos segundos
se volvía casi tu mejor amigo. En la casa, por el
ventanal exterior, se visualizaban dos niños, y ese
señor, el mismo miserable que me encarceló en
ese hospital, él era mi objetivo por el cual había
regresado. Debí hacerlos creer que mi compañía
era buena, pues no iba a delatarme tan
rápidamente sobre mis intenciones, tenían que
creer que ya estaba curado, que estos 20 años
me sirvieron para ser alguien nuevo, un hombre
88
honrado, un genio, un hombre en quien se puede
confiar a tal grado de poder dormir una noche sin
sentir peligro alguno. –Me eche a reír mientras
que por mi cabeza pensamientos turbaban mi
estancia pacifica-. Pobres ingenuos, como es
posible que la gente pierda su criterio tan rápido,
y confían aún después de haber probado una
gran traición.
Eran ya las tres de la mañana, me levante rápida
y sigilosamente para poder escabullirme en su
habitación y poder amarrar al señor lo más rápido
y cauteloso que cualquier asesino podría haber
logrado, para evitar alarmar al perro y a los niños,
deje inconsciente a mi madre de un golpe,
enseguida me dirigí hacia al señor, que una vez
ya despierto e incapaz de poder moverse, lo
arroje a la camioneta. Tuve que estar prevenido
para cualquier situación así que durante el viaje
empecé a repasar mi lista de materiales; -Me
dirigía a mi mismo- tengo un costal de tierra, el
aire esta a mi favor, claro que vendría bien un
buen baño, alteré todo lo que pudiera perjudicar
la casa y les hice una gran sorpresa. Inunde la
casa, por completo, con las ventanas cerradas,
las puertas bien selladas, solo era cuestión de
tiempo para que esos dos bastardos de la
estúpida de mi madre desaparecieran, estaba
tan excitado escuchando sus lamentos y suplicas
de que aún querían vivir. Yo observaba a mi
madre fijamente a los ojos, para que se diera
cuenta cuanto la amaba, que ella era mi más
grande adoración, mientras ella se estaba
ahogando, luchaba por su vida, pero era inútil,
me burlaba a carcajadas, pues me dio un alivio
89
ver sufrir a esa maldita desgraciada que siempre
adoro a Dios pensando que el gran señor la
protegería de todo mal. Pero Sol731 habló
conmigo una vez más, mencionó la falta de
Fuego, que quería más diversión, provocar todo
el sufrimiento que estuviera a mí alcance. Esta vez
me quede viendo sus ojos detrás de mi propio
reflejo en el espejo, y me preguntó que porqué
tenía la mirada tan triste, si estaba hace unos
segundos gozando del dolor de mi madre. Claro
que la extraño, yo la amaba, pero ella amaba
aún más a su estúpido marido eso me llenó de irá
así que le hice caso a Sol731, quien como me
dijo, no hay peor muerte que perder todo entre
las llamas poseedoras del dolor.
-Esto iba a ser divertido-
Mientras La casa ardía, prendí la camioneta
poniéndola en marcha y lleve a ese anciano al
barranco, una vez ahí lo saqué de la maletera,
tan agresivo como pude y cuando lo vi juro que
no lo pude reconocer, aunque yo estaba cien
por ciento seguro que él no era mi padre,
¿acaso se trataba de un impostor?, le pregunte
a Sol731, y ella contesto; “mátalo, sabe
demasiado, no debía haberte visto a la cara,
debió pensarlo dos veces ahora hazlo sufrir, hazlo
pagar por haberte engañado cariño y enséñale
que es de muy mal gusto engañar a las personas
y peor aún hacerse pasar por alguien que no
son”, dentro de nuestro pueblo –Así nos hacíamos
llamar dentro del hospital- Sol731 era la mujer
más sabia de todas, entonces debí hacerle caso
90
a ella pues era la única que siempre sabía qué
hacer. ¿Sabes de cuantas maneras mutilar un
cuerpo?, ¿sabes lo divertido que es escuchar sus
gritos de dolor?, yo sí, -Me convencí y recordaba
con orgullo mientras dibujaba una sonrisa gélida
en mi rostro-.
Tenía gasolina, demasiada como para incendiar
un edificio entero, en mi bolsillo me previne y
cargaba conmigo una caja de cerillos, tenía
como regalo sorpresa un par de hermosos y
relucientes cuchillos, en mi escenario un largo y
profundo barranco, contaba con la camioneta
que hurté de mi propia casa y un lazo tan grueso
como el de los establos. Es divertido poder
imaginar, pues jamás fui a la escuela así que
nunca me cortaron la imaginación, siempre
estuvo ahí presente en todo momento, se que tú
mi querido lector también tienes esa idea con mis
materiales y a este bastardo, nos encontrábamos
a media noche, en un barranco rodeado por un
sinfín de árboles, la luna brilla a su máximo
esplendor, suplicando que la sangre se dejase ver
derramar. La sangre corre más rápido de noche,
fluye con más intensidad, por que el sol debilita
al alma, nos hace envejecer, de hecho si el sol no
existiera seriamos eternos. Nos volveríamos
inmunes al tiempo. Tome el lazo y lo amarré a un
árbol que se encontraba a la orilla de la
barranca, él solo gastaba su voz en gritarme,
pero nunca hizo ni el más mínimo esfuerzo por
defenderse, tal vez es lo que él quería, sabía que
no era mi padre porque de ser así se hubiera
defendido. Esto me hizo enfurecer más y me vi
obligado a la tarea de sacarle toda la verdad,
91
preguntándole cuantas veces fuese necesario;
“¿qué sabes de mi padre?, ¿dónde se
encuentra?, ¿quién te mando a cometer
semejante fraude?”, el imbécil no quiso decir
nada, en absoluto, parecía ser un mudo sin
miedo. Así que tome las medidas que Sol731 me
repetía a cada instante “sangre, pídele su sangre
”, ella era muy cortante en ciertas ocasiones, sus
palabras te hacían incluso cuestionarte las tuyas,
te hacía pensar, te confundía demasiado era
imposible entenderle, ella era una chica muy
compleja, así que le corte dedo por dedo al
señor mentira, y entre mas gritaba más me
excitaba sus gemidos llenos de dolor, me pone
tan contento hacer esto así que me di a la tarea
de experimentar, volvía a redactarme a mí mismo
una lista; ya no hay dedos, ni lengua. Ah… ¡Ya sé!,
¡las piernas! Si eso es lo que hacía falta, no tarde
mucho para tomar el cuchillo y apoderarme de
él para que pudiera cortarle las piernas, con
tanta facilidad. Gritaba y gritaba, lo que era una
opción muy mala, en vez de decirme lo que
quería saber, se ponía a llorar, a gritar y
suplicarme que parara. Al parecer este cobarde
no era muy inteligente después de todo, el dolor
es mental –le repetí con una sonrisa en mi boca y
viéndole a los ojos-, el dolor no existe, solo llega
cuando nos llenamos de angustia y la
desesperación domina nuestro corazón. -
Pregúntaselo a Sol731 le dije-, esto lo hizo sangrar
demasiado, se atrevió incluso a manchar de su
asquerosa sangre mi camisa nueva, eso me
enfado mucho más de lo que ya estaba desde el
inicio, me incito a vaciarle una botella entera de
92
alcohol y más se retorcía de dolor, le prendí fuego
para que de una vez por todas acabará su vida.
Vi su mirada por última vez antes de que se
quemara por completo, esa mirada tan inocente
y pidiéndome disculpas, rogándome que me
fuera que lo ayudara, y al mismo tiempo
mandándome al mismo lugar donde él corría con
suerte, el infierno.
No supe qué hacer con él, ya empezaba a
apestar su piel quemada, si no se hubiera tostado
me lo hubiera comido. Pero no fue así, tuve que
desatarlo para después tirarlo al barranco y me
largue lo más deprisa que pude de ese lugar,
tenía que regresar a mi casa. Cuando llegue, el
lugar estaba lleno de policías y mucha gente
ociosa mirando como si no tuvieran nada mejor
que hacer. Aparque la camioneta cerca de un
carro de policía me baje y cínicamente pregunté;
¿aún está viva mi madre?, el policía sorprendido,
dio media vuelta añadiendo con un tono de voz
muy alarmante y dispuesto probablemente a
cuestionarme; “¿tú hiciste esto?”, yo solo fui
honesto, pues desde chico mis padres me
enseñaron que la mentira es un arma traicionera
que por nada del mundo debo emplear.
-No tenía ni idea que mis manos fueran tan
letales, capaces de destruir tantas vidas y sin estar
presentes y –Me eche a reír- pero este policía se
tomó muy a pecho mi breve respuesta, creo que
se sintió ofendido, me agarró con mucha fuerza,
llamó a otro de sus amigos y ambos me subieron
93
a su camioneta, para caer de nuevo a ese
terrible hospital.
Ahí me tocó el mismo médico anciano que me
dijo alguna vez que me esperaría y sonriendo me
dijo; “yo te hice mención que te esperaría y aquí
estas y aquí estoy esperando”. El desgraciado
abuso de mí sexualmente, después me drogó
con anestesia para mantenerme inconsciente y
no poder hacer nada para defenderme.
Cuando después de un largo periodo recuperé
la conciencia ya estaba en una morgue. (Perdí la
noción del tiempo) Y vi su rostro, dejándome
atónito mis oídos solo se dispusieron a escuchar.
“perdóname, pero no tenía otra opción, eres muy
peligroso, no puedes seguir compartiendo este
mundo con nosotros y jamás olvidaré lo que le
hiciste a tu hermano y mucho menos ahora lo
que causaste a tu propia madre que a estas
horas ya está compartiendo alas en el cielo,
hasta nunca... Francis”.
¡¿Padre?! Maldición papi, ámame padre,
ámame por lo que más quieras, no me dejes en el
camino de ella, que no vez que tengo miedo,
hago lo que hago por miedo pues Sol371 es
demasiado mala, me va lastimar, me hará sufrir
por no obedecerle, no estaba en sus planes de
ella que yo muriera, papito por favor, no me
dejes, ayúdame, te lo ruego papi. Antes que sea
demasiado tarde para mí, me siente en una mesa
y experimente conmigo, me hará pagar, me hará
sufrir, ¡papi no me dejes!, ella es demasiado
fuerte, me tiene atado, me deja sin fuerzas, sin
94
esperanzas, no quiero dormir en este cuarto
acolchado para siempre.
95
EL ANGEL
QUE
MURIO
SIN ALAS
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Mi nombre es Yakuun, desde pequeña he
fantaseado con el amor verdadero, ese que te
deja sin aliento, ese amor que dura para siempre,
que siempre estará ahí, llenando de alegría tu
vida. Sí, siempre pensé que el amor era lo mejor
que le pasaba a todo el mundo, las expectativas
perfectas de cualquier adolescente ingenua,
pero cuando crecí y lo conocí como era
realmente, sufrí tantas decepciones, que mis
ganas de amar se fatigaron tanto que esa idea
del amor tan errónea que imaginaba, se fue
perdiendo con el paso del tiempo y cuando el
corazón llora por inanición, solo entonces vierte
en semilla odio y germinan rencores, cosechando
malos recuerdos y amargas experiencias. No fue hasta hace poco que entré a la
preparatoria, eran mis primeras clases y yo era
una chica llena de expectativas, sueños e
ilusiones. Desde ese momento me di cuenta que
mi vida daría un giro total. Durante mi clase de
Historia que era la primera y comenzaba a las
siete de la mañana, corría apresurada y
emocionada a pesar del madrugador horario, lo
hacía de esta manera las primeras veces
simplemente para calmar mis nervios. Al entrar al
salón de clases ya había algunos alumnos.
Al parecer varios se conocían, por lo que me
sentía una completa extraña sin embargo
algunos otros solo estaban sentados y otros más
entablando amistades nuevas; <Que rápido
socializan entre ellos, pensé> pero uno de ellos
en particular llamó mi atención, era uno de los
chicos solitarios muy guapo con ropa más
decente que la de los demás y a decir verdad
97
me sorprende que ninguna mujer se acercase a
él, ni que fuera tan popular como lo son todos los
chicos guapos y fanfarrones, supuse que si era
demasiado apuesto debía tener una muy alta
reputación social, hice un primer intento por
hablarle:
-Hola, -Le decía mientras me acercaba
tímidamente, incluso mi tono de voz cambio un
poco- me llamo Yakuun, vi que estabas solo así
que...
Siempre esbozando una gran sonrisa, para ocultar
mis nervios, sin embargo antes de que pudiese
terminar mi presentación, el chico guapo me
interrumpió…
-¿No tienes nada mejor que hacer? –Fueron sus
primeras palabras sin siquiera voltear a verme-
Clásico de hombres, rostro bonito, buen cuerpo y
son todos unos patanes, que creen que por ser
guapos tienen la vida asegurada, pero no me di
por vencida al primer rechazo.
-Yo solo quiero conocerte y no, no tengo nada
mejor que hacer. -le respondí un poco furiosa y a
pesar de ello él me contestó de manera
indiferente-.
-Ya va a empezar la clase, vete a tu lugar y
déjame tranquilo.
Mientras él se acomodaba en su pupitre y
sacaba una libreta junto con una pluma para
tomar nota del primer día yo solo pensaba en
que era un maldito Infeliz, pero para que se le
quite lo patán me sentare a su lado, al hacerlo
solo volteo a verme manteniéndome su hermosa
y perfecta mirada, me negó con la cabeza y
98
cínicamente me sonrió, mientras entraba la
maestra.
-Buenos días alumnos –Su tono era dulce, aunque
alargado. Parecía una buena maestra-
-Buenos días, profesora -contestamos en coro al
mismo tiempo, como era ya costumbre de
cualquier presentación en la escuela-.
-Este año, seré su maestra de Historia para los que
no estaban enterados, Mi nombre es Pilar y he
dejado debajo de sus butacas, libros que les
servirá de apoyo para la materia. –Y jamás, en
ningún instante dejaba de sonreír aquella joven
maestra de apenas unos treinta años al parecer-.
Pilar, no parecía una maestra en especial, de
hecho pasa desapercibida. Una estatura
promedio de 1.60mts, peso mmm… Yo diría que
un poco elevado al normal de una mujer con esa
estatura, cabello chino de color rojizo, pero corto.
Usaba anteojos y llevaba puesto un extravagante
vestido amarillo con una corbata de color vino.
Y fue pasando el tiempo de aburrimiento total,
comenzaba a odiar la Historia y no es que no la
comprenda, simplemente es que la señorita Pilar
habla demasiado y eso aburre en verdad, pero a
mediados de semestre, en una clase nos trajo de
sorpresa un alumno de intercambio.
Era muy guapo y creo que venía de Japón, por
los rasgos de sus ojos que no eran tan delineados
como los de los chinos, con ojos más cerrados
con los parpados un poco caídos, pero que
importaba, él era muy apuesto, no sé cómo
explicarlo, simplemente me enamoré a primera
vista.
99
-Bueno chicos saluden a su nuevo compañero de
intercambio, su nombre es Kennshi y proviene de
Japón, denle un cordial y caluroso saludo a su
compañero.
-¡hola Kennshi! -volvimos a decirlo, todos en coro y
esta vez añadiendo aplausos-
-Toma asiento Kennshi, hay un lugar disponible a
lado de su compañera, -La maestra le indico justo
el lugar vacío que estaba a mi lado- Yakuun
levanta la mano -yo estaba dibujando y cuando
escuche mi nombre, levante la mirada
rápidamente, dejando caer mi lápiz al suelo, sin
saber porque con gran gozo y estupidez dije mi
nombre casi gritando, me vi tan ridícula pero no
lo podía evitar, fue un impulso. Kennshi se acerco
a mí, abriéndose paso entre el estrecho pasillo
que apenas dejaban las mochilas, levantando mi
lápiz.
-Creo que esto es tuyo. –Su voz fue tan angelical,
que me hacía temblar las rodillas-.
-si gracias, -Lo tome rápidamente casi
arrebatándoselo de la mano, para componer mi
error le dije con voz temblorosa- toma asiento…
Por favor.
Y sin ningún tipo de gesto solo se sentó, ¿y si me
sucede como el primer día? No, pensé esta vez
manteniendo la esperanza que él sería mío.
-Muy bien la clase de hoy hablaremos sobre la
segunda guerra mundial, y todo tipo de misterios
que se ocultaron más allá de Hitler y sus campos
así que abran su libro en la página 120.
Realmente no estaba poniendo mucha atención,
su perfume me hipnotizaba, y así me la pase casi
toda la clase contemplando mentalmente,
100
idealice a ese chico perfecto como para; salir a
comer juntos, puede que hasta llegue a mi
primera vez con él, me perdí en mi mundo, al
terminar la clase, mi fantasía se acabo cuando
Kennshi se puso de pie y le seguí hasta la puerta,
y tratando de iniciar una conversación.
-Hola Kennshi –Me sonroje al ver que se detenía
solo para platicar conmigo-.
-Hola señorita -su tono de voz era áspero y firme,
como si viniera del ejercito, una actitud frívola,
eso me emocionaba.
-Me preguntaba si, que sí, tu amm, si tú, ¿ti-i-ienes
algo que hacer esta tarde? –En ese momento mi
lengua no reaccionaba y salieron con el tono
más vergonzoso con el que pude haberle
hablado, el lograba ponerme tan nerviosa-.
-Mira señorita tengo muchas cosas que hacer
dejemos una cita para otro día, ¿Te parece bien?
yo te invitaré.
Y sin más que esas palabras, se dio la vuelta y
siguió su camino, me dejo ahí parada como la
tonta que era pero se lo perdonaré, a lo mejor yo
voy muy rápido, no lo conozco del todo pero
siento que ya lo empiezo a amar.
Este chico es perfecto para mí, estoy harta de
esos novios cursis y empalagosos, que solo saben
hablar y hablar tontería y media, yo amo los retos
y este es uno muy grande, es mi reto y lo
conseguiré cueste lo que me cueste.
Kennshi era un tipo duro firme y frío en sus
palabras, te hacía que te hicieras sumisa ante él,
pero conmigo no funcionará yo le mandare, el
101
otro día revise una de sus libretas mientras él iba
al baño, y anoto hasta el final de su cuaderno:
"Cada vez que me encuentro a su lado, escucho
el llanto de niños degollados, es tan difícil estar al
lado de Kennshi. Huye, corre, aléjate de la vida"
No entendí nada de lo que quería decir, no
puedo creer que Kennshi se escriba para sí
mismo, - y solté una pequeña carcajada- aparte
de serio y frío Kennshi resulta ser muy divertido,
eso atraería a cualquier chica. Recuerdo a mis ex,
y todos ellos me obedecían en lo que yo quisiera,
me complacían cumpliéndome todos mis
caprichos. Espero que esta vez sea el mismo
juego, solo que con un poco más de dificultad.
Al principio, así eran nuestras conversaciones,
únicamente de la escuela y de vez en cuando
nos preguntábamos que como estábamos, pero
un día tenía que cambiar ese diálogo absurdo. En
nuestra clase de filosofía, el profesor nos mando a
ver una obra de teatro y era el momento
perfecto para aprovechar y tener digamos una
"cita" con Kennshi, una vez el maestro termino de
darnos las instrucciones, le pregunte a Kennshi
que si iría conmigo a esa obra y el acepto, incluso
me dijo que pasaría por mí. Tengo el ligero
presentimiento de que yo también le gusto, si él
se muere por mi solo que lo oculta, ¿a qué le
teme? sea lo que sea, haré que la obra sea
inolvidable.
El sábado por la mañana me levanté más
temprano de lo habitual, me arregle muy bien y
estaba muy emocionada Kennshi tocaría a mi
102
puerta, sonará un poco loco pero sé que él está
enamorado de mí yo lo sé. Tocaron el timbre de
mi casa.
-Buenas tardes señor, -Le habló a mi padre de
una forma tan madura, que juraría que eran casi
de la misma edad- ¿se encuentra Yakuun?
-¿Eres Kennshi, no es así? –Mi padre hizo lo que
hacía usualmente con mis antiguos novios, usaba
la intimidación para corroborar que saliera con
un hombre de verdad-.
-Por supuesto señor –Kennshi contestón sin
preocupación alguno-.
Bajé lo más rápido que pude y le grite a mi papá,
-¡por qué no te metes en tus asuntos!- un poco
enfada, porque yo le había dicho que atendería
la puerta, él solo se me quedo mirando fijamente
y se retiro de la puerta, así pude quedarme a
solas con Kennshi. El tomó mi mano y al apartarse
un poco de la puerta, vi el carro que traía,
llevaba un viejo sentra del año 2001, color rojo.
No era el gran carro, pero se veía que estaba en
muy buenas condiciones aparte de que el tono
rojo le quedaba de maravilla, lo hacía ver
elegante a su viejo carro.
Aunque cuando arrancó el coche, el motor se
escuchaba agotado y eso que no se mucho de
autos; cuando íbamos a mitad de camino,
Kennshi me dijo que regresáramos a mi casa y yo
desconcertada le dije que estaban mis padres:
-No te preocupes, no hay nadie en tu casa –Me lo
dijo tan seguro como si él hubiera salido de mi
propia casa o se encontrará en ambos lugares al
103
mismo tiempo, yo sé que era uno de sus trucos
para llevarme a la cama-.
Se dio la media vuelta y se detuvo a mitad de
calle solo para colocarme un collar, no era
cualquier collar, era el collar de mi madre ella lo
traía puesto esta mañana antes de salir. Hubo un
pequeño lapso de tiempo, en donde le mire
asustada, el parecía tan tranquilo. Después sentí
un raro alivio y una gran emoción estaríamos
solos en mi casa, cualquier cosa podría pasar,
bueno yo solo quiero que pase una sola cosa.
Para fingir que no estaba emocionada le
pregunte qué pasaría con la obra de teatro y
colocó en mis manos dos boletos de la obra, con
fecha de entrada y salida, me sentí tan
emocionada y solamente lo abrase mientras el no
quitaba la vista de enfrente.
Se hizo muy corto el tiempo de regreso a casa, o
será que el acelero de más, bueno no importa.
Bajamos del carro y yo abrí la puerta, le invite a
pasar, el tomó mi mano y cerró la casa con llave,
me llevó a la recámara de mis padres y al abrir la
puerta, se encontraban ellos en su cama,
destazados. Solté a Kennshi de la mano y
pregunté casi en un alarido que quien habría
podido hacer algo tan horrible, el me dijo; todo el
tiempo he estado a tu lado, como voy a saberlo.
Nos encontramos en un breve momento de
silencio, hasta que volvió a tomarme la mano y
me llevó a mi habitación. Al entrar en mi cama
había una copa de vino o eso creía que era. Él
me ordenó que la bebiera y yo le hice caso, al
probar su cálido sabor, un sabor excitante, de
104
una textura áspera, con olor a sangre…
¡Demonios, esta cosa es sangre!, Oh por Dios, me
hizo beber sangre, un poco mareada le pregunte
a que se debía todo esto, porque me hizo probar
sangre.
-La sangre, es el elixir de la pasión, aunque
funciona mas como un fénix, en el amor… Una
reencarnación convertida en líquido.
Basto que se acercara un poco a mí, para que
me sintiera excitada, lo bese y él me beso,
empezó a tocarme y yo sentía cada vez mas
delicioso, lo tire a la cama y empezamos a hacer
el amor de una forma tan rápida al inicio, todo
fue tan hermoso, sentir su piel suave y es tan
excitante todo esto, incluso me hizo sentir un
orgasmo y sé que era de verdad, porque lo había
leído en una revista. Al terminar todo él se puso
de pie y se colocó los pantalones y corriendo
hacia la ventana la abrió y me dijo:
-Mi destino acaba en el amor, ahora que lo he
probado puedo marcharme.
Y sin más se arrojó por la ventana, no sabía cómo
reaccionar, solo rompí en llanto, pasó por mi
mente el frío recuerdo de mis padres y ahora que
lo tengo presente ya no me queda nada.
-¡no tengo nada, ni a nadie!, maldición ¿ahora
qué es lo que sigue? me pregunté
desconcertada, vamos Yakuun, esto no es tan
malo aun tengo unas cuantas lenguas guardadas
en el armario.
Me dirigí a mi armario y al abrirlo saque una
pecera llena de lenguas humanas, estas lenguas
105
se las arrancaba a mis novios, por ser tan
empalagosos, aquellos que hablaban más de lo
que me demostraban. Kennshi no me lleno de
palabras, si no me lo demostró, demostró que me
amaba, me levante del suelo y baje hasta salir de
casa e ir hacia donde yacía el cuerpo sin vida de
Kennshi y le corte su única prueba de amor, su
pene. Lo quería conservar en un lugar muy
especial, puede que me sea un muy útil recuerdo
en el futuro, tenía ya en la mano unas tijeras y le
corte su miembro, fue rápido y aunque me
manche de sangre, no importaba Kennshi era mi
todo. Después de quitárselo, me puse de pie y me
regrese a mi casa, del cuerpo no me preocupe,
puede que los perros se lo coman o el señor de la
basura se lo lleve.
Regrese a mi cuarto llena de alegría y felicidad,
por fin había perdido mi virginidad y de la forma
más romántica y genial que había imaginado,
puse mi frasco especial en mi cabecera, para
recordar a Kennshi siempre que me vaya a
dormir.
Como tenía el día libre, decidí entrar a mis
correos, al prender mi computadora tenía un e-
mail, de un remitente desconocido, que podía
perder así que lo abrí y era un mensaje my
especial:
"Querida Yakuun, esta noche me pareció
maravillosa, una de las mejores que he tenido,
me encantaste, me enamore al probar tu carne
tan tierna y dulce, lástima que un buen platillo no
se sirve dos veces, estoy seguro de que me
106
extrañaras… Dulce sea tu muerte mi querida
Yakuun"
Atta.: Kennshi
Leía el e-mail unas cuantas veces más, para tratar
de comprender cuál era su mensaje real de
Kennshi, al principio fue tanta mi emoción, y sentí
que él seguía conmigo, pero no fue así, regrese a
la realidad y recordé que el ya estaba muerto,
entonces ¿quien escribió el mensaje?.
Un aire inhóspito rompió el silencio, entre el
mundo y mi habitación, me pare para cerrar la
ventana y cuando dirigí mi mirada hacia mi
cama, me encontré con una fotografía de
Kennshi y una vela a su lado, no lo podía creer,
esas cosas no estaban ahí hace un momento,
cogí la carta que estaba debajo de la fotografía,
la carta decía:
"por cada vela que le dediques a mi foto, un
cráneo deberás besar"
¿Un cráneo?, ¿es verdad?, ¿para qué demonios,
querría besarlo? Creo que es un mal sueño, pero
nada pierdo con intentarlo, así que saque un
encendedor de mi cabecera y prendí la primera
vela, en nombre de Kennshi; espere y espere, me
di por vencida así que me quede dormida, y en
la madrugada del segundo día que se consumió
la vela, apareció un cráneo, que salió de la foto
de Kennshi. Un cráneo sombrío, oscuro, tenia
talladas unas ligeras flamas, en casi toda su
corteza, después lo agarre y una sinfonía
107
comenzó a zumbar en mis oídos, era una pieza
musical muy triste, una tristeza que confundía mi
mente, sentía perder mi cuerpo, que comenzó a
sentir ansiedad, me sentía nerviosa y esa
ansiedad se convirtió en un profundo escalofrío
que recorría todo mi cuerpo y termino en el
suicidio.
Pero era un suicidio temporal, cada noche,
después de apagarse la ultima llama de cada
vela, el mismo cráneo aparecía ocasionaba los
mismos efectos, aunque había ocasiones en que
no podía resistirme a besarlo, sentía amor hacia
un pedazo de hueso. Me obsesioné tanto que
deje la escuela y comencé a vender las cosas de
mis padres, para comprar muchas velas. Un año
después de seguir la misma rutina, llegó una
noche diferente a las demás, las ganas eran
enormes, así que no pude resistirme y bese al
cráneo.
-Yakuun, te he estado llamando tanto tiempo,
¿amor por qué demoras?
-¿Kennshi? –Pregunte casi con el corazón fuera
de mi pecho, pues hace un año que no
escuchaba la hermosa voz de mi Kennshi-.
-Baila, cabeza de ciervo. –Me ordenó con esa voz
de militante que tanto me excitaba-.
Y el cráneo explotó, manchando de sangre todo
a su alrededor, me quedé con las manos atada a
un cráneo que ya no existía, no comprendía
nada de lo que quería decir, rayos Kennshi
¿porque todo lo haces tan difícil?, ¿todo lo que
platicamos, ha sido en vano?
108
Pasados las dos de la mañana, llamaron a la
puerta de mi casa, ¿pero quién rayos podría ser?
Baje cautelosamente las escaleras, con un bate
en la mano, al llegar a la puerta abrí
cuidadosamente y para mi sorpresa era Kennshi,
no lo podía creer llevaba una mochila enorme en
su espalda, lo deje entrar y el no dijo ni una sola
palabra, se dio media vuelta y me desmayó de
un golpe.
Yakuun tenía miedo y se sentía tan indefensa,
creo que tenía hambre llevaba mucho tiempo sin
comer, así que abrí el horno y lo puse a calentar,
mientras sacaba de mi mochila dos cinceles y un
martillo, quite la puerta que cerraba el horno
para que no te estorbara. Coloqué la cabeza de
Yakuun dentro del horno, clavando sus dos
manos al suelo con los cinceles, para que no
pudiera sacar la cabeza del horno. La deje un
par de horas, hasta que su cabeza se derritió,
tome mis cosas y decidí llamar a la policía y
marcharme de su casa.
Al día siguiente, lo hicieron noticia en la prensa. Y
el periódico decía:
"Niña adolecente, asesina a sus padres y una
noche después se suicida en su horno"…
Al escuchar la triste noticia, simplemente me aleje
de mi vida.
109
ESPERARAS
A
KELLY
110
Jack, decidió vivir ajeno a todo tipo de opresión
impartida por la sociedad misma, así que optó
por alejarse de la ciudad, fuera de la frontera de
todos, decide comprar una casa pequeña, cerca
de la playa, pues pensó Jack que lo mejor para
estos tiempos es vivir en un clima soleado y fresco.
A Jack siempre se le complicó hacer amigos y por
lo tanto se la pasaban molestando a Jack. Harto
de este trato, decidió cubrirse en una
personalidad mísera, Jack era reconocido como
aquel ropavejero que le gustaba caminar e ir
mendigando por las calles a la gente que disfruta
derrochar su dinero, para ello, Jack no tenía
porque trabajar, era llamado también un "muerto
de hambre" pero su mente se retorció en algún
tiempo, comenzó por desesperarse, por empezar
a odiar a la gente que no lo ayudaba, a los que
no les interesaba apoyarlo y esto afectaba su
estado de confort. Termino en ocasiones,
mendigando comida en basureros. ¿Qué podrían
perder los basureros?, Jack se sentía como en el
paraíso, en ese lugar nada le faltaba, era como
él decía; “Un paraíso para mendigar”. Jack jamás se deprimió y continúo con este estilo
de vida durante años. Su problema para
integrarse a la sociedad comenzó desde muy
pequeño, pues solo vivía con su madre y solo
conocía como convivir con ella, tampoco tenía
hermanos, ni mucho menos conocía a su papá. A
la edad de 8 años, su madre fallece de un tumor
cerebral. No vivió por mucho tiempo, pero si el
suficiente como para despedirse de Jack, y
dejarle una herida que con los años se haría
mucho más notoria.
111
Después de este incidente, Jack se ve obligado a
vivir con su tía, ella era viuda, pero padecía de
pequeños trastornos mentales y con el tiempo se
enamoró de Jack, era joven en aquel entonces
solo le llevaba 12 años de diferencia, su nombre
era Kelly.
A raíz de eso, Jack se formó costumbres muy
raras, y cuando decidió irse a vivir a la playa, Kelly
no se opuso a esta idea, al contrario le pareció
un lugar perfecto y romántico. Pero mientras más
pasaba el tiempo, Jack comenzaba a delirar y
Kelly tenía que cumplir todas sus fantasías.
Una vez, Jack le pidió a Kelly que saliera desnuda
a la playa a las 3 de la mañana, ella al principio
dudo de porque le hacía caso, pero se volvió
sumisa y ella ponía el amor que le tenía a Jack,
como su privilegio.
Le pidió a Kelly que se recostara boca arriba
sobre la arena, y comenzó a lamerle desde la
punta de los pies, hasta sus pechos. Pero no la
lamia de una forma apasionada, si no de una
forma enferma, la babeaba entera y gozaba de
ello. Era un tanto asqueroso, pero Kelly no quería
decirle nada, por temor a hacerlo enfadar.
Repentinamente, Jack se puso de pie y le pidió a
Kelly que no se moviera. Regreso a la casa y de
ella trajo un pequeño frasco, le dijo a Kelly -
tranquila nena, esto no te dolerá, recuerda que
estas aquí para complacerme y por eso te adoro-
y sobre ella, vació un frasco lleno de hormigas,
para que estas hormigas se alimentaran de la piel
babeada de Kelly. Comenzó a propagarse el
miedo interno de Kelly, por un lado ella decía,
“ayúdame Jack”, y por el otro “el no dejará que
112
nada me pase”. Lamentablemente Kelly le hacía
más caso al segundo pensamiento que al
primero.
Comenzó a llorar y Jack le dijo que no tuviera
miedo, las hormigas son animalitos indefensos y
soltó una gran carcajada, pero nunca se espero
a lo que ocurriría segundos después.
No sé cómo, ni porque llego ahí, de la arena se
pego una medusa al cuerpo de Kelly, y esta le
pico. Kelly saltó de un respingo y gritando de
dolor, Jack no supo qué hacer en ese momento,
así que fue a su casa a buscar su botiquín de
primeros auxilios pero cuando regreso ya era
demasiado tarde Kelly estaba muerta y Jack se
sentía culpable de su muerte.
El no quería quedarse solo, tomó el cuerpo sin
vida de Kelly y lo llevó a su casa, -yo la amo, no
puedo abandonarle- se dijo esa frase, una y otra
vez con lágrimas en los ojos, para que poco a
poco, Jack comenzara a perderse en la locura.
–te regresaré a casa cariño, no importa yo te
quiero a mi lado y no pienso abandonarte-.
Cuando llegaron a casa, Jack decidió tomar un
baño y bueno a Kelly también le hace falta uno.
-Eres tan hermosa, me excita ver tu cuerpo
desnudo, húmedo- y la continuo bañando, con
mucha cautela, cuando la levanto para secarla,
admiro su figura. –Eres tan hermosa- comenzó a
recorrer el cuerpo de Kelly con besos, esta vez la
besaba apasionadamente, y se la llevó
cargando hasta su cama, allí sus cuerpos
copularon con una dulzura de mil amores.
Después de esa noche, no podía seguir viendo a
Kelly como su esclava sexual, ni mucho menos
113
con su mirada pervertida, como lo hacía cuando
Kelly tenía vida. Poco después de su íntimo y
apasionado encuentro, Jack vistió a Kelly, la
maquilló, incluso hasta la perfumó. La acurrucó a
un lado de su cama, de modo que la pudiera
abrazar, se taparon juntos y tuvieron su primera
noche separados, -sé que es una noche difícil,
pero todo estará bien. Dulces sueños cariño-.
A la mañana siguiente Jack se levantó para
desayunar pero, Kelly siempre cocino así que tuvo
que salir a comprar un desayuno y cuando
regreso a casa Kelly ya estaba arreglada para el
desayuno.
-"Muy bien cariñito, ya estas aprendiendo a
arreglarte por tu propia cuenta, eso me llena de
alegría."
Aunque Kelly aprendía rápido, le faltaban
muchas cosas por aprender en este caso,
desayunar.
-"Hay que enseñarte a ser un poco más
independiente cariño"
Los días siguieron avanzando y Kelly cada día
aprende mas y mas sobre cómo hacer las cosas
sin necesidad de que Jack este ahí con ella. Todo
iba tan armónico para ellos, hasta que Jack se
enfrentó a una situación que no quería ver desde
antes, que todo buen cadáver se pudre.
Y así pasan los días, a Jack lo invadía el pánico, el
perdería a Kelly algún día y eso no lo dejaba
dormir por las noches, ni sonreír por los días.
-"Discúlpame cariñito, pero no quiero perderte, así
que tendré que reconstruirte"
Pocos segundos después de contarle a Kelly su
plan de Jack, salió de casa en busca de piezas
114
nuevas. Todo iba planeado, tenía que secuestrar
una mujer parecida a Kelly -aunque eso sería
inútil, Kelly es hermosa- o amenos que encuentre
piezas que encajen.
Condujo hasta lugares donde Jack nunca se
imagino necesitar. Un lugar lleno de prostitutas,
solo tenía que buscar la más adecuada para
Kelly, secuestraría a la más linda de entre esas
mujeres. Una se acercó a su coche y le pidió que
se la llevara, Jack con un gran nudo en la
garganta y una frente angustiada le dijo que sí.
Era su primera vez así que estaba muy nervioso de
regreso a casa, pero para recobrar la
compostura, recordaba que Kelly lo necesitaba.
Al llegar a la casa, la mujer arrugó la nariz, al no
soportar el fétido aroma de cada habitación de
ese lugar, no hubo tiempo ni para platicar, Jack
se abalanzó sobre ella, la estranguló hasta
quitarle la vida, su cuerpo cayó al suelo y Jack lo
arrastró, hasta la habitación de Kelly.
Al llegar a ella Jack le pidió permiso para que le
pudiera hacer algunas modificaciones y Kelly,
siguiendo siendo sumisa como siempre, incluso
durante la muerte. Jack no tenía ni idea, de lo
compleja que puede llegar a ser una cirugía, así
que solo decidió cambiarle los ojos brillantes de
aquella chica, para que Kelly dejara de tener
esos ojos grises.
Poco después de su gran cirugía, Jack por un
momento se quedó observando los ojos de su
amada, cargados por sus manos
ensangrentadas. "no tiraré nada de Kelly, la
mantendré conmigo" Y así se comió los dos ojos
sin vacilar, a pesar del espantoso sabor, Jack
115
sabia que lo hacía por ella y no por él, desde
aquella noche, se dio cuenta de que el dinero se
agotaba, puesto que Jack no quería trabajar, por
temor a dejar a Kelly y abandonarla nuevamente,
esa noche, fue su primer acto caníbal.
"Adivina que cariño, hoy comeremos carne,
mañana también, quizás el resto del mes, me sale
barata y en gran proporción" -Y Kelly no se
molesto-.
Jack se sentía cansado y aquella mañana fue la
peor de todas, el se levantó y al mirar a Kelly llena
de moscas y algunos gusanos, Jack se levantó de
un brinco de la cama.
"¡No, nooo! Kelly, cariño perdóname no puedo
cuidarte mas, lo lamento, no me hagas hacerlo
¡por favor! ¡Maldita sea Kelly!"
La desesperación de Jack iba en aumento, y
trato de sacar cada gusano, aunque muchos
lugares no alcanzaban el cuchillo, opto por
succionarlos con la boca. Esa mañana fue dura
para ambos, Jack salió de su casa temprano por
la mañana, a Kelly le prometió refacciones
nuevas y así se subió a la camioneta, esta vez iba
hacerlo en grande. Avanzó despacio cerca de la
banqueta y una niña iba caminando en
dirección opuesta a la de Jack, tomó este una
soga y la anudo al estilo de un vaquero, así fue
cuando abrió la puerta y la niña paso junto a la
camioneta, el lanzo la soga y tiró con fuerza,
apenas y le dio tiempo a la pequeña niña de
reaccionar, la subió al coche y acurruco su
cuerpo por debajo del asiento del copiloto.
Rápidamente de regreso a casa, Jack se
encuentra en una terrible situación, había
116
olvidado cerrar la puerta. Detiene la camioneta y
baja de prisa, olvida incluso el cuerpo de la
pequeña niña… busco a Kelly en todas las
habitaciones, de la planta baja y después subió
al primer piso, allí yacían los restos del cuerpo de
Kelly devorados por perros hambrientos, que
aprovecharon la oportunidad y el olor a carne
putrefacta, para darse un delicioso banquete,
Jack solo los observaba tomó un bate de béisbol,
y comenzó a golpear a los perros, unos lograron
huir, otros pocos simplemente cedieron bajo la
cólera de Jack, pocos de ellos intentaron batallar
con aquel hombre enfurecido.
Una vez que se deshizo de los perros hambrientos,
Jack regresó a la habitación donde estaba Kelly
brutalmente mutilada, y con lo poco de carne
que le quedaba, Jack se arrodilló y brotaron
lágrimas de sus ojos, se sentía de lo peor por
haber dejado la puerta abierta, y aunque
pensaba que solo era un error, ese pequeño error
le costaría tomar otro rumbo en su vida.
Al levantarse, con los restos del cuerpo de su
amada, Jack se percató de la mordida que tenía
en el brazo derecho, "gangrena" -pensó- y no
podía equivocarse, puesto que los perros eran
callejeros, o rabia enfermedad clásica en los
perros callejeros.
"Para mí también es tarde, creo que la hora de
eternizar nuestro amor ha llegado"
El efecto de la mordida del perro, debilitaba las
energías de Jack, así que tenía que ser rápido y
más astuto que el tiempo y la muerte. Preparó
117
todas sus cosas, incluso al salir de su casa, -
desnudo- se dirigía hacia la playa, dejó la puerta
abierta para quien quisiera volver a entrar y vivir
de nuevo, una vida pasada.
Cavó durante todo el día una pequeña fosa en la
playa, midió la distancia, a fin de que para la
noche el mar eleve sus olas y cubran aquella
tumba. Al atardecer Jack estaba listo.
Abrazo el cadáver de su amada, y se acomodó
en su propio entierro, a solo esperar que cayera
sobre ellos, la noche de olas.
"esta noche, probablemente sea la más trágica
de nuestra historia, pero hay que morir juntos,
para vivir eternamente"
La misma luna que alguna vez les entregó un
amor lleno de esperanzas y vida, ahora es el
naufragio que entre olas desamparadas les
arrebata el amor y la vida. Este es el precio de
besar a la muerte, disfrazada de una hermosa
dama.
118
ESTA
NOCHE
SERA
NUESTRA
119
Siempre he vivido bajo el insomnio nena, perdón
por no llamarte, ni mucho menos avisarte, pero
he tenido que luchar, noche tras noche con
quimeras en las sombras, animales que no
distingo, ellos no existen más que solo en sombra.
Si bien, me levanto con miedo… ¡demasiado
miedo! He abrazado esta vez -solo esta vez- mi
almohada, con una ansiedad de esperanza para
que tu recuerdo me brinde protección alguna.
Pero cualquier intento era inútil, el miedo, ese
miedo que asechaba aquella habitación, tan
gélida, tan oscura, llena de sentimientos suicidas,
provoca que hacia cualquier lado que dirija mi
mirada, volveré a verte, si, ahí, de pie, inmóvil,
observándome con tu sonrisa burlona, ¡odio que
hagas eso!… apenas pude levantarme, perdía el
equilibrio ya que no podía mirar el fondo de
aquella habitación, oscura y siniestra, que
rodeaban el único camino hacia mi salida, será
que en el fondo emanaba una luz muy oscura,
sombría, y hacia que mi mente se levantara y la
siguiera mas no mi cuerpo.
Ya estoy cansado, de soñarte todas las noches,
cada que apareces a las tres de la madrugada
te apareces ansiosa y te burlas de mi, si les he
contado, sobre mis ataques de ansia, siempre
regresan cada vez que te pienso nena, mi mente
es la condenada de esas agonías pasajeras, mi
cuerpo cuando no soporta a la mente, se ha
golpeado, he gritado, pero solo consigo ruidos
sordos, al igual que movimientos inertes.
120
¡Pero tu estas ahí!… siempre, siempre burlándote
de mí, odio que conozcas mi miedo a la
oscuridad al igual que a los espacios pequeños
también, después tomé las fuerzas necesarias y
decidí levantarme, con el poco aliento que me
quedaba, con toda delicadeza bajé las escaleras
y me dirigía a la cocina, la única luz que me
alumbraba era mi vela en la mano. Mis piernas
estaban heladas, dentro de poco se inmovilizaran
-pensé- y cuando logré llegar a esa habitación,
ella estará ahí, burlándose de mí, ¡ella me
observaba!,-ya con odio o con amor, yo la
odiaba... Para calmar mis nervios tomé un vaso
de agua, con muchísima dificultad para servir
peor para beberla, los brazos me temblaban y mi
fuerza en ellos desaparecía constantemente.
El pasillo, cubierto por un rastro de sangre, largo,
espeso, tan brillante como se ve la sangre bajo la
luz de una simple vela, seguí ese rastro y antes de
llegar a su principio, estabas ahí, querida, -
burlándote de mí- ¿qué es lo que quieres?, me he
quedado inmóvil, absorto, ante ella sin separar mi
rostro del suyo, la miré fijamente, intentando
persuadirle con el brillo de mis ojos, pero cualquier
intento era inútil, ella es mucho mas lista, más
rápida... ¡Mucho más rápida que yo!.. Ella logra
consumirme en pánico, sentía como escaseaba
ese brillo, se agotaba lentamente y al darme
cuenta de donde provenía esa sangre, era mía,
ese rastro empezaba por mí, yo lo dejé regado
por aquella oscura habitación.
121
Me encontraba muy asustado y ella estaba
solamente ahí -burlándose de mi- actué con
cautela, pero a un ritmo acelerado, mientras
prendía velas en todos los rincones de cuanta
habitación se cruzase en camino, cuando
coloque la ultima vela enfrente de un espejo, uno
insignificante, aquel pedazo circular y pequeño,
vi mi reflejo y comencé a perder la razón.
Yo estaba muerto, completamente muerto, sin
vida, sin alma, las ojeras invadían este rostro
pálido y ahogado, lleno de agonía, y grandes
pecados, con un par de ojos, que no puedo
describir con exactitud, pero eran terribles, en ese
momento me di cuenta que ella no me
observaba, yo me miraba, -pero ella se burlaba
de mi- sin brillo, sin color, en ellos se albergaba
una frialdad como aquel judío, que era obligado
a arrojar cadáveres en las zanjas en 1944.
Me daba mucho miedo, ese momento me
aterrorizaba, me vi obligado a acabar con ese
par de ojos diabólicos, desalmados, era hora de
acabar con su burla y entonces con las manos
temblando, cerré el puño y rompí el espejo, ahora
me sangraban, tome uno de los trozos que
cayeron, -muy lentamente- pensé en todo el
dolor que tenía que aceptar a continuación, hice
acciones rápidas con ese pedazo en la mano,
me arranque los dos ojos, gritaba, gritaba del
dolor, pero tenía que aceptarlo, si los ojos no
veían, ella no se burlaría mas de mí, no claro que
no, lo dejaría de hacer, conocía mi casa, regrese
a mi habitación, muy contento porque ya no la
122
veía, ya no era una distracción aunque seguí
dejando un rastro de sangre por todas las
escaleras, cansado de este largo viaje, me
recosté en mi cama y comencé a reírme, a
burlarme de ella, ahora solo la esperaba.
¡Oh!, preciosa, te he estado esperando todo este
tiempo -le dije- adoro poder observar tu hermosa
silueta, ella era muy callada y solo se burlaba de
mi, ¡búrlate de mí!, desgraciada, ahora que soy
tuyo emana nuevamente tu luz, ilumina mi
penumbra que me asecha, que esperas, no
tengas miedo.
Ella solo susurró al viento; - calla ya estamos juntos
en el frío hueco de la tierra húmeda y dentro del
cálido espacio de nuestro ataúd.
123
FIN
124
Después de haber escuchado unas cuantas
historias de gente extraordinariamente increíble y
sorprendente, me gustaría compartirle a usted
lector, una joya mental.
Si, en efecto, quiero compartirles unas cuantas
anécdotas solamente para concluir con nuestro
libro de una manera lo más humana posible. Una
vez en mi habitación me encontraba un poco
desanimado y con ganas de terminar con esta
vida que tanto me acongoja. Ahora que tengo
la potencia mental necesaria para poder escribir
sin mutilar mi cuerpo, quiero agradecerles su
paciencia y su tolerancia para soportar cada uno
de estas extravagantes historias, vistas en sueños y
convertidas en cuentos.
Cabe mencionar que he logrado expresarme de
la manera más abierta posible, quiero desearles
una linda noche. (Si, digo noche porque es la
hora donde la locura alcanza su más lucido
momento).
Lo que están a punto de leer no son nada más ni
nada menos que unas simples “memorias de un
esquizofrénico”. La desesperación con la que se
narra y la automutilación son evidentes,…pero
¿Cómo es esto posible si lo único que se mostrara
son letras?:
Le daré un consejo, evite leerlo cuando este solo,
ya sea de día o de noche que más da, la
enfermedad no se mide por lapsos de tiempo;
¡Puede surgir en cualquier momento! ¡Ah!, si, si,
me encanta imaginar al lector que tiene en sus
manos este libro, ahora sin más vacilaciones
quiero que se centre muy bien y que no deje
escapar ni el más mínimo detalle, puede que la
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locura sea algo que se contagie, que tenga una
linda vida, nos veremos muy pronto.
MEMORIAS DE UN EZQUIZOFRENICO
En la sala de psiquiatría, moscas veo volar en el
suelo, quiero pisotearlas seguirles el camino pero
vuelan demasiado rápido ¡Oh! Espera, espera,
no, no, no quiero, suelta ya esas moscas, dejad
que degusten la miel que derraman mis pies, me
encanta ver como se escurre por mis uñas el
formol, junto con un poco de excremento, no es
que sea un cerdo, si usted supiera lo hermosos
que es pisotear a un bebé en un charco de
excremento y agua, ver cómo se va deshaciendo
aunque debo admitir que los primeros tres
minutos es un lloriqueo insoportable.
Por ese mismo motivo, he dejado de dormir
porque Dios se pasea por mi cuarto y me dice
tantas cosas infernales. Su idioma es tan complejo
y espeluznante, es un trabajo demasiado
cansado y solamente se aleja el pobrecito si
comienzo a quemar hojas de su biblia, es
demasiado susceptible y comienzo a reír poco
después de que se marcha, pero al momento me
siento solo y comienzo a llorar y a gritar que
necesito ayuda. ¿Por qué? ¿Acaso es que nadie
vive en esa misma casa?, bueno que importa, me
siento tranquilo al saber que el cadáver de mis
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padres está muy bien guardado debajo de los
colchones. Soy un maldito bastardo, eso me grita
mi espejo cada vez que le escupo en la cara. En
mi habitación la enfermera me deja tener mis
navajas e incrustar mis clavos oxidados a mis
bebés inanimados, me gustaría hacerlo con fetos
reales pero la sociedad está en contra de mis
ideas y tengo que esperar a que vuelva a llover
sangre para tomar un sorbo de agua, o comer
una migaja de pan. ¡Qué hago aquí!, quiero salir
a pasear a la luz del día, tocar alguna nube o
mejor aún enroscar una soga a un pobre animal y
apretar tan fuerte hasta verle caer sus pequeños
ojos saltones, marcándolos de por vida su cuello
tan blando. ¡Ah! de solo imaginarlo, me dan
ganas de arrancarme un dedo y meterlo en un
frasco de agua para luego licuarlo y tomar un
vaso tan nutritivo, nada mejor que un poco de mi
propia carne ¿o no es así Dios?
No claro que no, que barbaridades pienso, pero
bueno me desvié un poco del tema ahora
sigamos en la sala de psiquiatría después de que
me grabe la forma de la mosca y sus movimientos
en el piso, comencé a escuchar cuervos cantar,
sujetos a la sinfonía de mi sien, se mueven sin
siquiera pararse, ¡No me dejan parpadear!,
ayuda, ¡necesito ayuda!, nadie quiere acercarse
a mí, tal vez ¿por miedo?, me da risa, mucha risa
pensar que me encuentro solo y nadie me quiere
ayudar. Adoro que la gente se aleje y me aparte
de su sociedad, porque solo así escribo, si no
fuera por todos ustedes, yo no escribiría. ¡Malditas
moscas, paren ya!
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Mientras escribo bajo la luz blanca, que
cínicamente me abraza, haciendo sentir que soy
el único en el mundo. Cuando termino de vomitar
la sangre coagulada en mi tráquea es cuando
más siento que necesito alejarme del mundo.
La otra noche escribía un poema dedicado a mi
madre, tuvimos sexo un sin fin de veces.
Esperando el día en que mi médico me llene el
cerebro de periódico.
Entraba a la alcoba reviviendo los ávidos
recuerdos de la miseria humana, mi respiración se
acelera, y mi memoria se llena de adrenalina
haciendo brotar unas cuantas lagrimas saladas
de mis ojos, tomo mis manos y las froto por toda
mi cabeza, escucho el grito que me suplica que
lo libere, pero le grito, me lamento y comienzo a
llorar. No puedo más seguir en este infierno
interno, tengo que liberar lo más oscuro de mi
mente.
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INDICE
I. ………………………………………..5
II. Aún sigues con vida…………………...…….11
III. Colección de fetos….……………………......19
IV. El juego más divertido………………….…….29
V. Un cadáver fantasmal……..…………………40
VI. Tanatopractor…..…………………………...…43
VII. Las sombras en el espejo…………………....57
VIII. Larry………………………………………………65
IX. Tu Dios está sangrando………………………69
X. Promesas………………………………………..73
XI. El día en que lo perdí todo………………….79
XII. El ángel que murió sin alas………………….95
XIII. Esperarás a Kelly…………………………...…109
XIV. Esta noche será nuestra……………............118
XV. Fin……………………………………….............123