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TENDENCIAS DE LA FORMACINDE LAS RENTAS EN
EL NEOLIBERALISMORiqueza, clase y propiedad en Estados
Unidos
GRARD DUMNIL Y DOMINIQUE LVY
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ARTCULOS
En muchos aspectos, la aparicin del neoliberalismo desde
mediados dela dcada de los setenta ha aumentado la legibilidad de
las relacionessociales capitalistas1. Se han impuesto nuevas
disciplinas sobre los traba-jadores, as como sobre los directivos.
La rentas del capital dividendos eintereses han aumentado
espectacularmente. Durante la dcada de lossetenta, los tipos de
inters nominales permanecieron prcticamente igua-les a las tasas de
inflacin; el golpe de Paul Volcker en 1979 impuso unalza
impresionante de los tipos de inters reales, en beneficio de los
pres-tamistas. Mayores flujos de dividendos comenzaron a ser
desviados hacialos accionistas. El mercado de valores
estadounidense creci ininterrum-pidamente, hasta llegar a la
burbuja de la dcada de los noventa. La aper-tura de fronteras
comerciales y el libre movimiento de capitales desem-bocaron en una
nueva etapa de la globalizacin de la economa, acompaadade mayores
desequilibrios y de una guerra imperial. La comparacin conlas
dcadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial indica que, despusde
veinte aos de neoliberalismo, las rentas basadas en la propiedad y
elcontrol de los medios de produccin se pusieron por las nubes,
mientrasque las relaciones capitalistas de produccin dominan el
mundo conmayor rigor si cabe que antes.
No obstante, se ha sostenido que otros desarrollos del
capitalismo con-temporneo pueden servir para difuminar las
fronteras de clase. De acuer-do con este punto de vista, el
neoliberalismo ha asistido al surgimientode una nueva capa de
trabajadores ricos, de capitalistas que recibenbuena parte de sus
ingresos en forma de salario, al igual que los demstrabajadores.
Aunque reciban tambin una renta societaria considerable,lo mismo
puede decirse de los mdicos o de los abogados. Desde luego,tambin
pueden beneficiarse de las rentas y de los incrementos de
patri-
1 En otro lugar, hemos interpretado el nuevo orden social que ha
surgido dentro del vectordel neoliberalismo como la reafirmacin del
poder, las rentas y la riqueza de la clases domi-nantes, tras un
revs relativo durante las dcadas del compromiso keynesiano. El
ttulo denuestro libro, Capital Resurgent. Roots of the Neoliberal
Revolution, Cambridge, Massachus-sets, 2004, hace referencia a esta
nueva hybris capitalista.
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monio, pero otro tanto sucede con muchos otros asalariados. Por
suparte, la propiedad de capital se ha difundido cada vez ms hacia
abajo,directa e indirectamente, gracias a instrumentos como los
fondos deinversin y de pensiones. A su vez, se dice que esto ha
creado una nuevacapa masiva de accionistas, trabajadores
asalariados que ahora compar-ten, en una medida considerable, los
intereses de los propietarios de losmedios de produccin.
Este artculo intenta juzgar estas afirmaciones analizando las
tendenciashistricas de la propiedad de capital y de la renta en
Estados Unidos, cen-tro y fuente de energa de la transformacin
neoliberal. Sugiere que lasrelaciones de clase siguen siendo tan
fuertes como siempre bajo el ordensocial neoliberal, pero que han
sufrido una reconfiguracin inconfundible.La cohesin entre los
estamentos superiores aquellos a los que hemosdenominado el
interfaz propiedad-direccin de empresa y un nivel msextenso y
subordinado de las clases asalariadas superiores se ha
vistoreforzada, mientras que el foso entre este bloque y la masa de
la pobla-cin que se sita por debajo se ha ensanchado. El
neoliberalismo ha sidoel vector del surgimiento de este capitalismo
de dos pisos como nuevomarco de las relaciones sociales, la
expresin institucional del pacto entrelos capitalistas y las clases
asalariadas superiores frente al resto.
Patrones de desigualdad de la renta
En primer lugar, cul es la composicin real de la renta de los
hogaresen Estados Unidos, desde la cspide hasta la base de la
pirmide social?El Cuadro 1 presenta una desagregacin de las rentas
en 2001, con y sinincrementos de patrimonio. Para la gran masa de
la poblacin 98 por100, alrededor de 125 millones de hogares, con
una renta bruta demenos de 200.000 dlares, los salarios, incluyendo
a las pensiones, cons-tituyen el 90,7 por 100 de la renta; esta
cifra apenas se ve modificada(pues pasa a un 89,6 por 100) cuando
se incluyen los incrementos depatrimonio. Si nos fijamos en el 2
por 100 restante que ascienden tanslo a unos 2 millones de hogares
cuya declaracin de la renta est porencima de los 200.000 dlares,
los salarios constituyen todava cerca dedos tercios de la renta
anual, a saber, el 64,1 por 100, aunque el porcen-taje desciende
hasta el 52,8 por 100 si se incluyen los incrementos depatrimonio.
Incluso en la cspide misma de la pirmide el 0,005 por 100superior
(6.836 hogares) con rentas de ms de 10 millones de dlares
lossalarios todava constituyen el 50,1 por 100, excluyendo los
incrementosde patrimonio; la cifra baja hasta un 25,3 por 100
cuando estos ltimosson incluidos. La Figura 1 muestra la expansin
espectacular de las ren-tas de capital y de las ganancias como
componentes de la renta, una vezsuperado el umbral de los 200.000
dlares.
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Cuadro 1. Composicin de la renta en 2001 (%)
A. Renta sin incrementos de patrimonio
Renta bruta % de Rentas de Incrementos Renta Renta de
(en miles de dlares) los ingresos Salarios capital de
patrimonios societaria propiedad Otrosnica
Por debajo de 200 98,01 90,7 4,8 1,0 3,3 0,2
200 ms 1,99 64,1 13,6 16,7 4,5 1,1
200-500 1,57 73,1 9,7 10,2 6,2 0,8
500-1.000 0,276 62,2 13,1 19,6 4,2 0,9
1.000-1.500 0,066 55,2 15,6 24,4 3,3 1,5
1.500-2.000 0,028 52,7 17,4 26,2 2,6 1,2
2.000-5.000 0,040 52,8 18,4 25,5 2,0 1,3
5.000-10.000 0,010 52,2 20,3 23,9 1,7 1,9
Ms de 10.000 0,005 50,1 24,1 21,5 2,3 2,1
Ingresos totales 100,0 85,6 6,5 4,0 3,5 0,4
B. Renta con incrementos de patrimonio
Renta bruta % de Rentas de Incrementos Renta Renta de
(en miles de dlares) los ingresos Salarios capital de
patrimonios societaria propiedad Otrosnica
Por debajo de 200 98,01 89,6 4,7 1,2 1,0 3,3 0,2
200 ms 1,99 52,8 11,2 17,6 13,7 3,7 0,9
0-5 9,78 95,2 8,1 - 0,3 - 1,3 4,5 - 6,2
10-15 9,24 87,5 6,6 0,4 - 0,1 5,5 0,0
15-20 8,91 89,5 6,0 0,6 0,1 3,8 0,1
20-25 7,74 91,3 4,4 0,5 0,2 3,6 0,1
25-30 6,65 92,9 3,7 0,4 0,2 2,7 0,1
30-40 10,75 92,5 3,8 0,5 0,2 2,8 0,1
40-50 8,24 92,5 4,0 0,5 0,4 2,4 0,2
50-75 13,63 91,7 4,0 0,5 0,4 2,6 0,3
75-100 6,91 90,4 4,4 1,1 1,0 2,8 0,4
100-200 6,57 84,1 6,0 2,9 2,7 3,9 0,4
200-500 1,57 67,9 9,1 7,1 9,4 5,8 0,7
500-1.000 0,276 54,4 11,5 12,5 17,1 3,6 0,8
1.000-1.500 0,066 46,3 13,0 16,2 20,4 2,7 1,3
1.500-2.000 0,028 42,1 13,9 20,1 20,9 2,1 0,9
2.000-5.000 0,040 40,1 14,0 24,1 19,3 1,5 1,0
5.000-10.000 0,010 36,1 14,0 31,0 16,5 1,2 1,3
Ms de 10.000 0,005 25,3 12,1 49,5 10,8 1,2 1,1
Ingresos totales 100,0 81,4 6,2 4,8 3,8 3,4 0,3
Salarios: sueldos, salarios + pensiones; renta de capital:
intereses + dividendos + arriendos + royaltis +bienes inmuebles y
trusts; renta societaria: renta societaria y renta procedente de
las S-corporations (vasenota 9); Renta: renta neta menos prdidas.
La cifra total de ingresos fue de 128.817.050. Fuentes: IRS,
Indi-vidual Tax Statistics, Data by Size of Income, Cuadro 1,4,
2001 Individual Income Tax, Rendimientos tota-les, www.irs.gov.
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Figura 1. Composicin de la renta por categora, miles de dlares y
% de los ingresos
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Si colocamos este desglose de las rentas ms altas dentro de una
pers-pectiva histrica estaremos en condiciones de trazar las
variaciones deestos patrones de renta con arreglo al tiempo2. La
Figura 2 muestra tantoel porcentaje de la renta total de los
hogares recibido por el 0,01 por 100superior desde la Primera
Guerra Mundial y sus partes componentes3.Sugiere una periodizacin
de tres fases:
1. Antes de la Segunda Guerra Mundial, la concentracin de la
renta eramuy fuerte, con el 0,01 por 100 superior percibiendo el
2,2 por 100 dela renta total de los hogares estadounidenses.
Figura 2. Porcentaje de la renta de los hogares situados en el
fractil del 0,01 por 100 ms rico respecto de la renta total de los
hogares(excluyendo los incrementos de patrimonio) y tres
componentes,
1918-2000
Fuente: W. Kopczuk y E. Saez, Top Wealth Shares in the United
States, 1916-2000: Evi-dence from Estate Tax Returns.
2 En lo sucesivo, nos inspiramos considerablemente en la obra
pionera de Thomas Pickettyy Emmanuel Saez, que utilizan las
declaraciones de la renta del IRS para construir, por pri-mera vez,
una serie homognea de porcentajes de renta de los hogares para el
periodo1913-1998. Vase Th. PICKETTY y E. SAEZ, Income Inequality in
the United States, 1913-1998,The Quarterly Journal of Economics
CXVIII 1 (2003). Vase tambin Wojciek KOPCZUK y Emma-nuel SAEZ, Top
Wealth Shares in the United States, 1916-2000: Evidence from Estate
TaxReturns, NBER Working Paper nm. 10399, 2004.3 En 2000, la renta
anual media (excluyendo los incrementos de patrimonio) de los
13.447individuos que componan este 0,01 por 100 fue de 12.984.220
dlares.
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S La mayor parte de este fractil de renta para el periodo
estudiado estabacompuesta por rentas de capital; como promedio, la
renta de capital y losincrementos de patrimonio, considerados en su
conjunto, ascendieron al72 por 100 de la renta total del grupo para
1918-1940.
2. Durante la Segunda Guerra Mundial, se produjo una reduccin
espec-tacular del porcentaje de la renta total de los hogares
estadounidensesobtenida por el fractil del 0,01 por 100 superior,
que baj hasta tanslo el 0,6 por 100, sin que se dieran signos de
recuperacin antes deprincipios de la dcada de 1980. Esto fue una
consecuencia del decli-ve de las rentas de capital, que sufrieron
una drstica reduccin que lasdej en un cuarto de su nivel de
preguerra (esto es, pasaron de un pro-medio del 1,51 por 100 antes
de 1940, a un 0,42 por 100 para 1950-1979), y de los salarios, que
se vieron reducidos a la mitad durante laSegunda Guerra Mundial. En
las dcadas de posguerra, la concentra-cin de las rentas de capital
continu revirtiendo.
3. La desigualdad fue reestablecida durante las dos ltimas
dcadas delsiglo XX, toda vez que el fractil del 0,01 por 100
superior reciba el 2,8por 100 del total de la renta de los hogares
estadounidenses en 2000,pero esta restauracin de privilegios para
los hogares de rentas ms altascobr una forma completamente nueva.
Si hacemos excepcin del ef-mero ascenso de las rentas de capital a
finales de la dcada de 1980, laconcentracin de las rentas
salariales y empresariales aument enorme-mente. En 1999, el 0,01
por 100 superior reciba el 11,3 por 100 del totalde la renta
empresarial de los hogares estadounidenses, y el 1,6 por 100del
total de los salarios estadounidenses. Los salarios se
dispararondurante la segunda mitad de la dcada de los noventa,
reflejando tantosu tendencia ascendente como la amplia distribucin
de stock options4.
Qu nos dice esta pauta de comportamiento respecto a los
porcentajesde renta percibidos por las capas ms amplias de la
poblacin estadouni-dense? La Figura 3 muestra las trayectorias de
varios fractiles comprendi-dos dentro del 90-100 por 100 principal
de los hogares estadounidenses.Aqu surge una clara distincin, en
primer lugar, entre los dos fractilesinferiores, 90-95 y 95-99, y
el 1 por 100 superior (99-99,9; 99,9-99,99 y99,99-100). En
contraposicin con el lento pero continuo descenso expe-rimentado
por el 1 por 100 superior en las dcadas que siguieron a laSegunda
Guerra Mundial, el porcentaje de la renta correspondiente a
losfractiles del 90-95 y 95-99 creci uniformemente desde 1945 (a
pesar deuna moderada divergencia desde comienzos de la dcada de los
ochenta).
4 Resulta interesante sealar que el perfil que aqu se observa en
el caso de Estados Unidoses tambin manifiesto, en menor medida, en
Gran Bretaa y Canad, pero no en Francia,Holanda o Suiza. Vase
Emmanuel Saez, Income and Wealth Concentration in a Historicaland
International Perspective, Berkeley y NBER, artculo elaborado para
el simposio cele-brado en Berkeley sobre Distribucin de la renta y
polticas pblicas; y Edward WOLFF (ed.),International Perspectives
on Household Wealth, de prxima publicacin.
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SFigura 3. Porcentajes de la renta total de las familias,
incluidas las ren-
tas de capital, obtenidas por las distintas secciones del decil
superior, 1917-2002
Fuente: Th. Piketty y E. Saez, Income Inequality in the United
States, 1913-1998, cit.,Cuadro A2.
El perfil comn de los tres fractiles que componen el 1 por 100
superiores sorprendente y puede ser explicado con arreglo a la
similitud de lacomposicin de sus rentas. En 2000, la renta media
del 1 por 100 supe-rior, incluyendo los incrementos de patrimonio,
fue de 833.140 dlares5.Entre 1917 y 1940, este fractil obtuvo una
media del 16,9 por 100 del totalde la renta de los hogares
estadounidenses; este porcentaje cay hastauna media del 10,9 por
100 durante la primera dcada que sigui a laSegunda Guerra Mundial,
1946-1955, y hasta un 8,4 por 100 en 1973; mstarde se elev hasta
alcanzar el 19,6 por 100 en 2001.
Desentraando las sociedades colectivas
La importancia de la renta societaria para las fracciones
superiores de lapoblacin estadounidense, documentada en el Cuadro
1, precisa de ciertaexplicacin. En 2001, la renta del 1,99 por 100
superior, incluyendo incre-mentos de patrimonio, estaba compuesta
de un 13,7 por 100 de renta socie-
5 Vase Th. Piketty y E. Saez, Income Inequality in the United
States, 1913-1998, cit., Cua-dro A5.
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taria, en comparacin con un 11,2 por 100 en rentas de capital6.
A este res-pecto, resulta til descomponer la renta societaria por
industrias, utilizandolos datos del IRS (vase Cuadro 2).
Cuadro 2. Renta societaria y composicin por industria en 2001
(en miles de millones de dlares)
Todas las Todas las FIRE
industrias industrias Bienes Finanza bsica Otros productosmenos
FIRE inmuebles financieros
Nmero de socios 14.232 4.657 6.444 3.019 112
(miles)
Activos totales 8.428 2.085 2.069 4.114 161
Cuentas de capital 3.593 884 522 2.126 60de los socios
Renta neta total 310 129 70 105 7
Renta neta procedente 114 93 0 16 5de comercio/negocios
Renta de cartera distribuida 153 34 29 88 2a los socios
Renta procedente de 43 1 41 1 0rendimientos inmobiliarios
FIRE [Finance, Insurance and Real Estate]: finanzas, seguros y
bienes inmuebles, o bienes inmuebles,finanzas bsicas y otros
productos financieros. Las finanzas bsicas societarias (dedicadas a
contratostales como hedging [cobertura financiera], transacciones
de valores en distintos mercados y a la gestinde carteras de
valores) estn formadas por dos industrias: (1) valores, contratos
sobre bienes y otras inver-siones financieras y actividades
relacionadas, y (2) fondos, trusts y otros instrumentos
financieros. Lostotales pueden no equivaler a la suma de los
componentes como resultado del redondeo.
Una primera observacin indica que las sociedades colectivas estn
rela-cionadas predominantemente con la propiedad y con la actividad
financie-ra. De un total de activos de 8,428 billones de dlares,
slo 2,085 billonescorresponden a industrias distintas de las
encuadradas en FIRE; de los 3,593billones de dlares en cuentas de
capital de los socios, slo 0,884 billonesestn relacionados con
industrias distintas de las encuadradas en FIRE; sinembargo, en
ambos casos constituyen alrededor del 25 por 100. Por s solas,las
finanzas bsicas representan el 59,2 por 100 del total de las
cuentas decapital de los socios. Esta industria comprende el 33,7
por 100 de la rentaneta total, y el 57,8 por 100 de la renta total
de cartera distribuida a lossocios. Es preciso insistir en la
magnitud de este sector: los 2,126 billones dedlares en cuentas de
capital de los socios suponen el 23 por 100 del valor
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6 La renta del 0,426 por 100 superior, esto es, aquellos que
obtienen ms de 500.000 dla-res, estaba compuesta en un 22,3 por 100
de renta societaria y en un 17,0 por 100 de ren-tas de capital.
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Sneto total de las corporaciones no agroalimentarias ni
financieras, y pocoms del valor neto total (104 por 100) de las
corporaciones financieras7.
En segundo lugar, la importancia de esta renta societaria (en
gran medidabasada en las finanzas) debe ser situada en un
perspectiva histrica. La Figu-ra 4 muestra la espectacular
transformacin del contenido y de la distribucinde la renta
societaria que se produjo en 1987, cuando los fractiles
superioresse precipitaron a las sociedades colectivas. Tres
distintos fractiles de renta sonconsiderados: 0-90; 90-99,5 y
99,5-100, o el 0,5 por 100 superior. La variablees el porcentaje de
la renta societaria total obtenida por cada fractil, pero cadaserie
ha sido normalizada en 0 para 1986. La figura bosqueja ntidamente
loscontornos de la ruptura entre 1986 y 1987. Entre 1986 y 1999 el
fractil del 0-90perdi un 31 por 100, mientras que el fractil del
0,5 por 100 superior gan el29 por 100 del total de la renta
societaria8. Tngase en cuenta que el patrnanterior permaneci
estable desde 1929 hasta 1986.
Figura 4. Porcentaje del total de la renta societaria de los
hogares obtenido por cada fractil (desviacin desde 1986),
1929-1999
Cada serie ha sido normalizada en 0 para 1986. Los porcentajes
en 1986 eran: 45,4 por 100 parael fractil 0-90; 38,3 por 100 para
el 90-99,5; y el 16,3 por 100 para el 99,5-100. El descenso
repen-tino de la curva () significa, por ejemplo, que la
participacin de la renta societaria corres-pondiente al fractil
0-90 cay del 45,4 por 100 en 1986 al 12,0 por 100 en 1988. Fuente:
Th. Piketty y E. Saez, Income Inequality in the United States,
1913-1998, cit., Cua-dro A7.
7 DUMNIL y LVY, The Real and Financial Components of
Profitability (USA 1948-2000),Review of Radical Political Economy,
nm. 36, 2004. Aqu las corporaciones financierasexcluyen a las
instituciones gubernamentales y a los fondos de inversin y de
pensiones.8 El fractil de renta del 0,01 por 100 superior acumul el
1 por 100 del total de la renta societa-ria en la dcada de 1970 y
el 5,3 por 100 en 1986; en 1999, esta cifra ascendi al 11,2 por
100.
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S La transferencia de riqueza por parte de las fracciones
superiores de lapoblacin al sector de las sociedades colectivas a
mediados de la dca-da de los ochenta contribuy en gran medida a la
restauracin de la desi-gualdad de las rentas. En efecto, el cambio
consisti en el paso de un tipode organizacin a otra: de las
C-corporations a las S-corporations9, queson tratadas fiscalmente
en el mismo captulo que las sociedades colecti-vas. Este cambio se
debi a la Tax Reform Act de 1986, cuyo objetivo erauna reduccin de
los impuestos sobre las rentas ms altas10.
Una igualacin secular de la riqueza?
Si el porcentaje total de la renta de los hogares
estadounidenses percibidopor el percentil superior sufri un
descenso sustancial durante las dcadasque siguieron a la Segunda
Guerra Mundial, para ser restaurado slo a par-tir de la dcada de
1980, el porcentaje del total de la riqueza de los hoga-res
estadounidenses detentado por ese mismo percentil presenta un
patrncompletamente diferente. La Figura 5 muestra el porcentaje del
total de lariqueza de los hogares estadounidenses de la que gozan
las fracciones msricas del 0,01 por 100 y el 1 por 10011. Ilustra
el descenso espectacular dela concentracin de la riqueza durante la
Gran Depresin (en vez de laSegunda Guerra Mundial, como en el caso
de la renta) tanto para el 0,01y el 1 por 100 superiores. Esta cada
continu, de forma ms gradual, hastael final de la Segunda Guerra
Mundial. De un promedio del 37 por 100 deltotal de la riqueza de
los hogares estadounidenses en manos del 1 por 100ms rico para
1916-1930, la cifra cay al 24,7 por 100 en 1945 (y,
respec-tivamente, desde el 8,9 por 100 al 3,7 por 100 para el 0,01
por 100 ms
9 Las C-corporations son, en la legislacin estadounidense, ms o
menos equivalentes a lassociedades annimas; por su parte, las
S-corporations, son una forma especial de corpora-cin, en la que
las ganancias o las prdidas son transferidas directamente a sus
titulares, loque ahorra el doble gravamen impositivo que afecta a
las C-corporations [N. del T.].10 Vase la discusin de estos
mecanismos que hace Saez: Una C-corporation se enfrenta alimpuesto
sobre sus beneficios. Los beneficios son luego gravados de nuevo en
el mbito indi-vidual si son pagados como dividendos. Si los
beneficios son retenidos dentro de la corpora-cin, deben generar
incrementos de patrimonio que tributan en el mbito individual
cuandoson realizados, pero cuyo rgimen resulta en general ms
favorable que el aplicado a los divi-dendos. Los beneficios de las
S-corporations (o sociedades colectivas y de propiedad nica)son
gravadas fiscalmente directa y nicamente en el mbito individual. La
distribucin de lasS-corporations a los propietarios individuales no
genera un gravamen fiscal adicional. VaseEmmanuel SAEZ, Reported
Incomes and Marginal Tax Rates, 1960-2000: Evidence and
PolicyImplications, NBER Working Paper 10273, pp. 8 y 28, en James
POTERBA (ed.), Tax Policy andthe Economy, vol. 18, Cambridge, MA,
2004. Saez comenta: A principios de la dcada de losochenta, el 0,01
por 100 superior de las rentas se enfrentaba a tipos impositivos
marginalessumamente altos de cerca del 80 por 100 de media
(mientras que los tipos impositivos sobrelos incrementos de
patrimonio a largo plazo eran de alrededor del 25 por 100). De esta
suer-te, los dividendos eran una forma de renta muy poco ventajosa
para los ricos.11 En 2000, la riqueza del individuo situado en la
parte inferior del 1 por 100 ms rico ascen-da a 1.172.896 dlares.
La riqueza del individuo situado en la parte inferior del 0,01 por
100era de 24.415.150 dlares, mientras que la riqueza media de los
20.187 individuos que com-ponen el 0,01 por 100 superior era de
63.564.151 dlares.
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Srico). Una nueva disminucin se produjo en la dcada de los
setenta, agra-vada por los efectos de la inflacin que, es preciso
sealarlo, no son con-siderados aqu. Con posterioridad se produjo
una recuperacin parcialdesde mediados de la dcada de los ochenta,
aunque los porcentajes de lariqueza total de la que disfrutaban
todava permanecan por debajo del nivelde la de los sesenta. Dicho
de otra manera, el porcentaje comparativo dela renta de los dos
percentiles superiores fue restaurado en las dos ltimasdcadas del
siglo XX, pero no lo fue su cuota comparativa de riqueza12.
Figura 5. Porcentaje de la riqueza total de los hogares
detentado por los fractiles del 0,01 y del 1 por 100 ms elevados,
1916-2000
Fuente: W. Kopczuk y E. Saez, Top Wealth Shares in the United
States, 1916-2000: Eviden-ce from Estate Tax Returns, cit., Cuadro
B1.
Sin embargo, si observamos la cspide misma de la pirmide, se
produ-ce una reconcentracin de la riqueza mucho ms importante
durante el
12 La desigualdad del valor neto se nivel aunque la desigualdad
de la renta continu cre-ciendo durante ese periodo: Edward Wolff,
Changes in Household Wealth in the 1980s and1990s in the US, E.
Wolff (ed.), International Perspectives on Household Wealth. Las
com-ponentes de esta riqueza han permanecido relativamente
estables. Para el periodo 1916-2000, las acciones comprendan
alrededor del 46 por 100 de la riqueza en manos del 0,5por 100
superior; los bonos, el 29 por 100; y la riqueza fsica, el 21 por
100; la deuda cons-titua el 9 por 100 (ms activos diversos, el 13
por 100). Por supuesto, hubo importantesfluctuaciones a corto
plazo: la fraccin en acciones de la riqueza total de este grupo
llega un mximo del 63 por 100 a mediados de la dcada de 1960,
cayendo al 35 por 100 en1982 (y al 30 por 100 en 1990), para
recuperarse progresivamente durante la dcada de 1990hasta llegar al
48 por 100 en 1998 (44 por 100 en 2000).
-
periodo neoliberal. Este fenmeno queda ilustrado por el patrn de
medi-da de Forbes, consistente en la divisin de la riqueza de los
hogares enmanos de los cuatrocientos hogares ms ricos, tal y como
se muestra en la figura 6. La primera curva traza el porcentaje del
total de la riquezade los hogares estadounidenses en manos de los
404 hogares ms ricos,que suponen tan slo un 0,0002 por 100 de la
poblacin. Mientras queestos hogares posean el 1 por 100 del total
de la riqueza de los hogaresen 1983, el porcentaje creci hasta el 3
por 100 en 2003, despus dealcanzar un mximo del 3,7 por 100 en
2000. Resulta interesante compa-rar este perfil con el de las dos
componentes de este grupo: los 101 msricos y la fraccin situada
entre 102 y 404. Aunque la fraccin del total dela riqueza de los
hogares estadounidenses en manos de la segunda com-ponente
(102-404) se duplic, la de los 100 ms ricos se cuadruplic,pasando
del 0,5 por 100 al 1,9 por 100. En conjunto, el incremento fuemuy
pronunciado durante la segunda mitad de la dcada de los
noventa.
Los salarios ms altos
Una de las nuevas tendencias de la distribucin de las rentas ms
altas queha recibido mayor inters ha sido el incremento
espectacular de los suel-dos de los altos directivos. La Figura 7
ilustra el incremento de los sueldosde los 100 principales altos
directivos, en proporcin con el salario medioestadounidense. El
sueldo de las diferentes categoras de directores gene-rales creci
ms o menos con arreglo a la misma tasa. En 1971, el sueldo
Figura 6. Cuota del total de la riqueza de los hogares en manos
de los400 y los 100 hogares ms ricos, 1982-2002
Las cifras para 2000 incluyen a los 404 y 101 hogares ms ricos.
Fuente: W. Kopczuk y E. Saez, Top Wealth Shares in the United
States, 1916-2000: Eviden-ce from Estate Tax Returns, cit., Cuadro
C2.
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del dcimo alto directivo mejor retribuido equivala a 47 veces el
salariomedio; en 1999 era 2.381 veces superior. Una componente
decisiva deestas tasas de crecimiento vertiginoso han sido, por
supuesto, las stockoptions. De nuevo, esta innovacin debe ser
enmarcada histricamente.Una ruptura muy ntida se produjo hacia
finales de la dcada de los seten-ta. En 1977, la distribucin de
acciones (como stock options o bajo otrasformas) todava ascenda a
tan slo el 20 por 100 del sueldo total de losdirectores generales.
En 1979, este porcentaje ascendi de repente al 40,5(mientras que el
incremento de los salarios no experiment moderacin enmodo alguno).
En 1999, los salarios representaban slo el 9,7 por 100 delsueldo
total de los directores generales (aunque hay que tener en
cuentaque el salario del alto directivo mejor retribuido era de ms
de 10 millonesde dlares); las stock options ascendan al 58,5 por
100, y otras acciones al31,8 por 100 del sueldo total13.
Figura 7. Sueldo de los altos directivos de diferentes categoras
(en proporcin al salario medio de todos los asalariados),
1970-2002
Las primeras tres curvas muestran el incremento del sueldo de
los directores generales conarreglo a su categora en la jerarqua de
las remuneraciones: 10, 50 y 100. La cuarta curvacorresponde al
sueldo medio de los 100 directores generales que reciben las
remuneracio-nes ms elevadas. Tngase en cuenta que 1.000 significa
1.000 veces el salario medio. Fuen-te: Piketty y Saez, Income
Inequality in the United States, 1913-1998, cit., Cuadro B4.
Este ascenso de las remuneraciones ms altas estuvo tan
concentrado enla cspide de la jerarqua y de forma tan acentuada,
que difcilmente puedeser interpretado como una recompensa por la
mejora de las capacidades de
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13 Th. Piketty y E. Saez, Income Inequality in the United
States, 1913-1998, Cuadro B4.
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gestin empresarial o por el incremento de la productividad
marginal,conforme a la jerga neoclsica, medida por el aumento
repentino de losprecios de las acciones. Por el contrario, lo que
estaba en juego era unaestratagema privilegiada para canalizar el
excedente en favor de una frac-cin de la elite dominante.
La masa de la pirmide de la renta
Si ahora nos ocupamos de la vasta mayora de la poblacin, qu
ten-dencias adicionales cabe distinguir? La figura 8 muestra los
porcentajes deltotal de la renta de los hogares estadounidenses
correspondiente a tresfractiles, sin superposicin: 0-90, 90-99 y
99-100. Todas las series han sidonormalizadas en 0 para 1950. Lo ms
sorprendente a este respecto es elenorme cambio que se produjo
durante la Segunda Guerra Mundial. Elincremento comparativo en la
cuota de la renta obtenida por el fractil 0-90, una ganancia del 10
por 100, corre parejo al descenso tanto del 90-99como del 1 por 100
superior. En trminos relativos, por supuesto, el unopor 100
superior de los hogares se vio afectado ms negativamente queel
fractil del 90-99, ya que ambos grupos perdieron cerca del 5 por
100de la renta total de los hogares estadounidenses, pero en el
ltimo estarenta se distribuy a un grupo mucho ms amplio.
Figura 8. Cuotas de la renta total de los hogares, incluidos los
incrementosde patrimonio, obtenidas por los tres fractiles
(desviacin desde 1950),
1917-2002
Todas las series normalizadas en 0 para 1950. En 1950, los
valores eran de 65,4 por 100 parael fractil 0.90; 22,6 por 100 para
el 90-99; y del 12,0 por 100 para el 99-100.Fuente: Th. Piketty y
E. Saez, Income Inequality in the United States, 1913-1998, cit.,
Cuadro A2.
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Sin embargo, el perfil a largo plazo fue completamente distinto
para losdos fractiles superiores. El 1 por 100 superior sufri un
declive compara-tivo durante las tres primeras dcadas posteriores a
la Segunda GuerraMundial, y un ascenso desde la dcada de los
ochenta en adelante. Encontraposicin, el fractil 90-99 conoci una
progresin constante al alzadesde finales de la Segunda Guerra
Mundial hasta 2000. Habida cuenta dela composicin de la renta de
este grupo, cabe concluir que los salariosfueron los principales
responsables de esta recuperacin. El destino delfractil 0-90 es
mucho ms dramtico, ya que presenta un pronunciadodeclive de su
cuota de la renta de los hogares estadounidenses desdemediados de
la dcada de los setenta, que se traduce en una prdida del12 por 100
en beneficio de los grupos superiores.
La figura 9 muestra la cuota del monto total de los salarios
pagados a loshogares estadounidenses para los mismos tres
fractiles, con todas las seriesnormalizadas en 0 para 1950.
Figura 9. Cuota de los salarios totales de las familias
obtenidos por los tres fractiles (desviacin desde 1950),
1918-1999
Todas las series han sido normalizadas en 0 para 1950. En 1950,
los valores eran 73,9 por100 para el fractil 0-90; 21,0 por 100
para 90-99; y 5,1 por 100 para 99-100. Fuente: Th.Piketty y E.
Saez, cit., Income Inequality in the United States, 1913-1998,
Cuadro A2.
Considerando nicamente las dcadas de la posguerra, y abstrayendo
elhecho de que antes de 1960, la cuota de los salarios de los
hogares paga-dos al fractil 90-99 creci levemente a expensas de los
otros dos grupos,el rasgo ms prominente es la repentina divergencia
despus de 1970. Lacuota de los salarios del fractil 0-90 cay 13
puntos porcentuales en trein-
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ta aos un declive constante, sin ninguna contratendencia
observable aprincipios de la dcada de los ochenta. En consecuencia,
las otras dosfracciones aumentaron su cuota en cerca del 6 por 100
cada una. Eviden-temente, debemos tener presente que el nmero de
individuos del 1 por100 superior es slo una novena parte del que
presenta el fractil 90-99. Suincremento medio fue, por lo tanto,
nueve veces mayor. En consonanciacon descubrimientos anteriores,
esto subraya la importancia de la desigual-dad salarial creciente
en la transformacin de los patrones de renta desdela dcada de los
setenta. Sin embargo, aunque esto se aadi a la recupe-racin de la
cuota de la renta de los hogares del 1 por 100 superior des-pus de
1980, comenz sensiblemente ms tarde para el fractil 90-99.
Las cifras de la renta real amplifican estas tendencias tan
rgidas. La Figu-ra 10 muestra la renta media real, antes de
impuestos, durante el periodo1970-2002 para los cuatro fractiles
0-90, 90-99, 99-99,99 y 99,99-100, sinsuperposiciones dada la renta
media en dlares constantes para cada frac-til, normalizadas en 1 en
1979.
Figura 10. Renta real media para los cuatro fractiles,
incrementos depatrimonio incluidos, 1970-2002
Todas las series estn en dlares de 2001 y han sido normalizadas
en 1 para 1979; las seriesestn rebajadas con arreglo al Consumer
Price Index. En 1979 los valores eran: 27.532 parael fractil 0-90;
100.579 para 90-99; 308.290 para 99-99,99; y 3.387.913 para
99,99-100. Fuente: Piketty y Saez, Income Inequality in the United
States, 1913-1998, cit., Cuadro A5.
Esto revela que la renta real del fractil 0-90, esto es, el 90
por 100 de lapoblacin estadounidense, en realidad se estanc desde
1979, mientrasque para el 0,01 superior, la renta real se
cuadruplic. Por desgracia,
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resulta imposible usar series coherentes con las que se muestran
ms arri-ba para discutir la transformacin en el tiempo de la
distribucin de larenta para los componentes de los fractiles 0-90.
Sin embargo, una com-paracin con las cifras del US Census Bureau
indicara que el peso prin-cipal de esta creciente desigualdad
salarial recay en la mitad inferior delabanico salarial.
Todo el mundo capitalista?
Qu ocurre con la difusin de activos financieros que se produjo
duran-te las ltimas dcadas del siglo XX? Se sabe que el porcentaje
de hogaresestadounidenses que poseen valores burstiles, directa o
indirectamente,pas de cerca de un 32 por 100 a un 52 por 100 entre
1989 y 2001. Estefenmeno se extendi al quintil ms pobre de los
hogares estadouniden-ses, aunque el porcentaje de accionistas en
esta capa no pas de unmoderado 12 por 100 en 2001, en comparacin
con cerca de un 90 por100 para el decil superior14. No obstante, es
importante tener presente laescasa magnitud de estos valores en
cartera. Para 2001, la cartera de valo-res media ascenda a 7.000
dlares para el quintil inferior, mientras quepara el decil superior
era de 247.700 dlares.
El cuadro 3 muestra los valores en cartera para cada fractil
como porcen-taje de los del decil superior, 90-100, para los aos
1992, 1995, 1998 y2001. En 2001 se produjo una concentracin
importante de la participa-cin accionarial. La cartera del quintil
60-80 ascendi a slo el 11,5 por100 del decil superior; el del decil
80-90, al 26,1 por 100. Otra observa-cin interesante es que la
concentracin de los valores en cartera aumen-t para todos los
fractiles entre 1992 y 2001. De esta suerte, en 1992 lacartera del
segundo quintil, 20-40, equivala al 8,3 por 100 de la del
decilsuperior; en 2001 se vio reducido al 3,0 por 100; a su vez, se
presenta unadisminucin similar para los otros quintiles. (El
porcentaje para el primerquintil en 1992 esenigmtico.)
La acumulacin de riqueza dentro de los fondos de pensiones o de
otrascuentas de jubilacin ha quedado copiosamente documentada en
los lti-mos aos. En tanto que porcentaje de la renta disponible de
los hogaresestadounidenses, estos activos han pasado del 13 por 100
en 1952 a msdel 140 por 100 en 2003, con una cierta aceleracin
desde mediados dela dcada de los ochenta, tal y como se muestra en
la lnea ms baja de laFigura 11.
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14 Ana AIZCORBE, Arthur KENNICKELL y Kevin MOORE, Recent Changes
in US Family Finances:Evidence from the 1998 and 2001 Survey of
Consumer Finances, Federal Reserve Bulletin 89(2003), pp. 1-32.
-
Cuadro 3. Valor medio de las carteras de valores de los
hogares
1992 1995 1998 2001
Todos los hogares 22,1 24,4 18,6 13,8
Percentil de renta
0-20 16,8 6,2 3,7 2,8
20-40 8,3 10.5 7,4 3,0
40-60 10,5 10,4 8,9 6,1
60-80 17,2 21,1 13,9 11,5
80-90 29,4 41,7 33,4 26,1
90-100 100,0 100,0 100,0 100,0
Valor medio de las participaciones accionarias directas e
indirectas divididas por el valormedio del decil superior. Fuente:
A. Aizcorbe, A. Kennickell y K. Moore, Recent Changes in US Family
Finances: Evi-dence from the 1998 and 2001 Survey of Consumer
Finances, cit.
Figura 11. Activos totales de los hogares mantenidos en fondos
de pensiones y cuentas de jubilacin, activos financieros totales
de
los hogares (%), 1952-2003
Las series estn expresadas como porcentaje de la renta
disponible de los hogares. Fuente: Flow of Funds (Reserva
Federal).
La lnea superior en la Figura 11 muestra la evolucin de los
activos finan-cieros totales de los hogares, de los que disponen
directa o indirecta-mente. Es interesante observar que no aparece
ninguna tendencia ascen-dente. En su lugar, las fluctuaciones
reflejan las del mercado de valores
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que cayeron durante la crisis estructural de la dcada de los
setenta, lle-garon a su mximo con la burbuja de finales de la dcada
de los noven-ta, para entrar en una tendencia descendente con
posterioridad. La cen-tralizacin de activos en instituciones
financieras tales como los fondos depensiones y de inversin define
otra tendencia importante, tambin evi-dente en la figura 11. En
2003, los activos financieros de los hogares esta-dounidenses
colocados en fondos de pensiones y cuentas de
jubilacinrepresentaban el 36 por 100 de sus activos financieros
totales, mientrasque eran insignificantes despus de la Segunda
Guerra Mundial. Junto alas cuentas de pensiones y de jubilacin,
cada vez ms fracciones de lapoblacin poseen ttulos colocados
indirectamente en otros fondos. En1980, el 5,7 por 100 de los
hogares estadounidenses participaban en fon-dos de inversin; en
2003, el porcentaje era del 47,9 por 10015.
La figura 12 muestra las sumas totales de los valores en poder
de los hoga-res, directa e indirectamente, como porcentaje de su
renta disponible.
Figura 12. Ttulos valores totales en poder de los hogares como
porcentajede su renta disponible, 1952-2003
Las series se expresan como porcentaje de la renta disponible de
los hogares. No se consi-deran aqu los ttulos valores en poder de
sociedades colectivas. Los fondos de pensiones,un subconjunto de
los ttulos de los que se dispone indirectamente, incluyen tanto
fondospblicos como privados. Fuente: Flow of Funds (Federal
Reserve).
La fraccin de ttulos burstiles de los que se dispone
indirectamente estoes, que estn colocados en instituciones
financieras creci de forma cons-
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15 Investment Company Institute:
www.financialservicesfacts.org
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tante desde la Segunda Guerra Mundial y, en los primeros aos de
la dca-da de 2000, ha llegado a cerca de la mitad del total.
Aquellos que estncolocados en fondos de pensiones ascienden a cerca
de la mitad de todoslos ttulos de los que se dispone
indirectamente, o a un cuarto del total.
De nuevo, sin embargo, como hemos observado en el caso del total
de losactivos financieros de los hogares, no hay una tendencia en
el monto totalde los ttulos burstiles en su poder en relacin con la
renta disponible delos hogares. Las fluctuaciones que se observan
son tan slo las de las bol-sas, con una devaluacin espectacular de
las carteras en haber de los hoga-res tras el estallido de la
burbuja de finales de la dcada de los noventa. Elvalor de los
ttulos burstiles de los que los hogares disponen indirectamentelleg
a estar por encima del 100 por 100 de su renta disponible en
1999,para caer luego al 67 por 100 en 2002; en 2003 alcanz el 86
por 100.
Las rentas de capital por debajo de la cspide
Las rentas de capital, incluidos los incrementos de patrimonio,
suponenun porcentaje bastante reducido de la renta total de la
mayora de loshogares. Tal y como se muestra ms arriba en el Cuadro
1, esta cuota nollega al 6 por 100 para el fractil inferior del 98
por 100 de la renta. El nivellevemente superior de los ms pobres
los 48 millones de estadouniden-ses que ganan menos de 20.000
dlares puede hacer referencia a gru-pos determinados de jubilados
pobres. Conforme se asciende haciadeclaraciones de la renta ms
voluminosas, las rentas de capital (aun inclu-yendo los incrementos
de patrimonio) contribuyen con menos del 5 por100 de la renta total
hasta la categora entre 75.000-100.000 dlares,donde la cifra llega
al 5,5 por 100. Para la siguiente categora, 100.000-200.000 dlares,
las rentas de capital (de nuevo incluyendo los incre-mentos de
patrimonio) llegan al 8,9 por 100. Para todos estos grupos, larenta
societaria sigue siendo muy pequea.
Comenzando con la categora entre 200.000-500.000 dlares, la
composi-cin de la renta cambia considerablemente, tal y como
muestra la Figura 1.Las rentas de capital y los incrementos de
patrimonio suponen el 16,2 por100 de la renta total. La renta
societaria salta al 9,4 por 100. Sin embargo,hemos de tener en
cuenta que nos introducimos ahora en el 2 por 100superior de la
jerarqua de la renta. Aunque las fronteras que presentandistintas
variables en cada fuente de datos no son exactamente idnticas,se
ponen de manifiesto patrones consistentes. Las rentas de capital y
lasganancias siguen suponiendo un porcentaje bastante reducido de
la rentade los asalariados que componen, por ejemplo, el fractil
90-99 de la pir-mide de la renta.
Habida cuenta de la importancia de los montos de valores
acumulados enfondos de pensiones y otras cuentas de jubilacin, as
como del escasoporcentaje de rentas de capital que obtienen las
clases asalariadas supe-
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riores, parece obvio que la mayor parte de lo que reciben
procede deesas fuentes. Hay que insistir en primer lugar en que, a
pesar de las sumasacumuladas en fondos de pensiones y cuentas de
jubilacin, estos activoshan contribuido tan slo en una medida
limitada, al menos hasta la fecha,a la formacin de la renta de los
hogares formadas por jubilados. Esto semuestra en el cuadro 4, que
descompone la renta de los hogares forma-das por personas de ms de
sesenta y cinco aos en tres fuentes princi-pales de renta: Social
Security [seguro social de jubilacin], rentas proce-dentes de
activos, fondos de pensiones privados y pblicos, asistenciapblica y
otras fuentes. El periodo estudiado es 1958-2000.
Cuadro 4. Porcentaje de la renta agregada de los hogares
formados por personas de ms de 65 aos, 1958-2000 (%)
Fuente de la renta 1958 1967 1976 1980 1988 1990 1998 2000
Social Security 22 26 39 39 38 36 38 38
Rentas procedentes de activos 23 25 18 22 25 25 20 18
Ingresos 37 30 23 19 17 18 21 23
Pensiones privadas 5 5 7 7 8 9 10 9
Pensiones pblicas 9 9 6 7 9 9 9 9
Asistencia pblica 5 3 2 1 1 1 1 1
Otros 0 2 5 5 2 2 2 2
Fuente: Alicia Munnell, James Lee y Kevin Meme, An Update on
Pension Data, Center forRetirement Research, julio de 2004.
De esta suerte, hay que hacer hincapi en que, en 2000, los
fondos depensiones (pblicos y privados) suponan slo el 18 por 100
de la rentade las personas de sesenta y cinco y ms aos. El subsidio
de la SocialSecurity, con el 38 por 100, supona el doble, una
proporcin que ha per-manecido estable desde 1976. Previsiblemente,
los fractiles de renta supe-rior se benefician ms que el resto de
la poblacin de las pensiones pro-cedentes de los fondos de
pensiones: en vez del 18 por 100 total obtenidopor trmino medio por
las personas de ms de 65 aos, el quintilo mspobre obtiene el 3 por
100, el quintilo 10-40 el 7 por 100, el quintilo inter-medio el 17
por 100, el quintilo 60-80 el 28 por 100 y el quintilo superiorel
29 por 100. Dicho de otra manera, la proporcin nunca alcanza el
30por 100, incluso para el quintilo ms elevado. Sin embargo,
resulta inte-resante que tales pensiones suponen el 17 por 100 de
la renta del quin-tilo 40-60. Esto muestra de forma clara que los
fondos de pensionesextienden el beneficio de la acumulacin, las
rentas y los incrementos depatrimonio a fracciones de la poblacin
que, cuando estaban en activo,obtuvieron muy poco del mismo.
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El neoliberalismo desde una perspectiva histrica
En otro lugar hemos discutido la cuestin de la periodizacin del
capita-lismo estadounidense desde la Guerra Civil, en referencia a
la modifica-cin de los modelos de relaciones de produccin y de
fuerzas producti-vas, a la lucha de clases, a las tendencias
histricas de la tasa de beneficioy del cambio tecnolgico, as como a
otras innovaciones institucionales16.En primer lugar, deben
distinguirse dos categoras de fenmenos o nive-les de anlisis: por
un lado, la transformacin de las relaciones de pro-duccin,
incluyendo las formas institucionales en las que se expresa
lapropiedad de los medios de produccin la propiedad familiar, en
con-traposicin a las grandes corporaciones respaldadas por
institucionesfinancieras, por ejemplo; por otro, las principales
configuraciones delpoder de clase, tales como el compromiso
keynesiano o el neoliberalis-mo, deben ser determinadas. Periodos
sucesivos de veinte o treinta aosde declive y aumento de la tasa de
beneficio, asociados a crisis estructu-rales, definen fases claras
de la historia del capitalismo; las guerras mun-diales tambin han
marcado rupturas manifiestas. Tales acontecimientosentran en
interaccin con los mecanismos que hemos bosquejado msarriba,
estructurando los contornos de una trayectoria histrica
compleja.
Podemos sintetizar brevemente los principales rasgos del
capitalismo esta-dounidense tal y como surgieron de la Segunda
Guerra Mundial. A raz delimpacto de la Gran Depresin, los
mecanismos del New Deal intervinieronen el funcionamiento mismo del
mercado capitalista y de las institucionesmonetarias. Al final de
la guerra, el movimiento obrero estaba en ascenso;la URSS no slo
haba sobrevivido, sino que se afirm como una de las prin-cipales
potencias mundiales. En este contexto, las elites dominantes
esta-dounidenses se vieron obligadas a aceptar un nuevo pacto
social. El com-promiso de posguerra, en consonancia con los anlisis
keynesianos de lasprincipales debilidades del capitalismo, concentr
la intervencin estatal enel terreno macroeconmico. El capitalismo
estadounidense perdi una cuotasustancial de su renta. Esto no se
debi a una cada repentina de la tasa debeneficio; muy al contrario:
la rentabilidad del capital fue excepcionalmen-te alta despus de la
guerra. Sin embargo, una cuota mucho mayor de be-neficios
(empleando la palabra en un sentido lato: renta total menos
retri-bucin del trabajo) llegaba ahora a manos del Estado, gracias
al sistemaimpositivo, o permaneca dentro de las corporaciones con
fines de inver-sin. En el mbito nacional, los rasgos de este
periodo incluan el control delos mecanismos monetarios y
financieros, la gestin de las corporacionescon un nfasis en la
inversin y un creciente sistema de proteccin social,mientras que el
nuevo orden internacional qued definido en BrettonWoods en 1944. El
compromiso acarre una nueva apertura hacia las frac-
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16 Vanse, respectivamente, G. DUMNIL y D. LVY, Periodizing
Capitalism. Technology, Ins-titutions, and Relations of Production,
en Robert Albritton et al. (eds.), Phases of CapitalistDevelopment,
Basingstoke, 2001; conomie marxiste du capitalisme, Pars, 2003 y
CapitalResurgent, Cambridge, Massachussets, 2004.
-
ciones de la poblacin de renta ms baja, lo que tuvo como
consecuenciala disminucin de los niveles de desigualdad. Por
supuesto, los propietariosde los medios de produccin no fueron
eliminados; sin embargo, sus rentasse vieron reducidas y sus
instituciones financieras se vieron rodeadas por unnuevo marco
regulador. La expresin represin financiera, acuada paraexpresar esa
restriccin del dominio ilimitado de los capitalistas
estadouni-denses y de sus instituciones financieras, podra resultar
exagerada; con-tencin financiera sera una expresin ms fiel a la
realidad.
Los diferentes elementos del compromiso keynesiano se
deshicieron a dife-rentes velocidades. La desigualdad salarial,
reducida durante la dcada de loscincuenta, fue en ascenso desde la
dcada de los sesenta. En el plano inter-nacional, el sistema de
Bretton Woods comenz a deshacerse con la crisis deldlar a comienzos
de la dcada de los setenta, a medida que las divisascomenzaron a
flotar y se suprimieron los lmites a la movilidad del capital.Con
el desarrollo de los euromercados y de la eurobanca, comenz a
cobrarforma un nuevo sistema financiero desregulado. La crisis
estructural cada vezms profunda de la dcada de los setenta asest el
golpe final al compromi-so keynesiano a medida que, a raz del
descenso gradual de la tasa de bene-ficio en el periodo de
posguerra, la acumulacin y las tasas de crecimientodel volumen de
produccin disminuyeron, se desarroll una considerable olade paro
estructural, y las tasas de inflacin emprendieron un alza
acumulati-va. Un momento emblemtico en la afirmacin del
neoliberalismo fue elnombramiento de Paul Volcker como presidente
de la Reserva Federal porparte de Carter. Con el respaldo del
capital financiero, Volcker subi los tiposde inters hasta niveles
sin precedentes dentro de lo que hemos denomina-do el golpe de
1979, lo cual tuvo graves consecuencias para las economascentrales
y efectos catastrficos para los pases de la periferia abrumados
porel peso de la deuda.
Es importante distinguir fines y medios en el anlisis del
neoliberalismo.La estabilidad de los precios, o la libre movilidad
internacional del capi-tal, son medios para un nico fin: la
restauracin de la renta y la riquezade las clases ms ricas. El
principal logro notable del neoliberalismo fuela restauracin de las
rentas de capital y de los incrementos de patrimo-nio. Para ello se
pusieron en juego diferentes mecanismos:
1. El alza de los tipos de inters. El golpe de Volcker en 1979
supuso unalza repentina de los tipos de inters reales (de los tipos
de intersnominales menos la tasa de inflacin). Durante las dcadas
de lossesenta y principios de la de los setenta, los tipos reales a
largo plazofluctuaron entre el 2 y el 3 por 100; en realidad
llegaron a ser negati-vos durante la dcada de 1970, a medida que la
tasa de inflacin fuems alta que los tipos de inters nominales.
Desde comienzos de ladcada de 1980, saltaron a un 8 por 100, y ms
tarde fluctuaron alre-dedor del 5 por 100.
2. Abundantes flujos de dividendos. Durante la dcada de los
setenta, lascorporaciones no financieras solan distribuir, tras el
pago de impues-
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tos e intereses, cerca del 40 por 100 de sus beneficios
restantes comodividendos. A comienzos de la dcada de los ochenta,
este porcentajecreci gradualmente hasta casi el 100 por 100, una
cifra que en reali-dad lleg a alcanzarse durante la recesin de
2001.
3. El alza de los mercados de valores. Los ndices burstiles
(corregidospor la inflacin) se vieron reducidos a la mitad durante
la crisis de ladcada de los setenta. En las de los ochenta y
noventa aumentaronhasta casi tres veces el nivel medio de finales
de la dcada de los sesen-ta y principios de la de setenta, y hasta
casi seis veces la de finales dela de setenta.
4. Nuevos mecanismos financieros. El sector financiero se
desarroll rpi-damente durante la era neoliberal, ya que el valor
neto de las corpo-raciones financieras estadounidenses (con la
exclusin de las institu-ciones gubernamentales y los fondos de
pensiones y de inversin)crecieron desde el 16 por 100 del de las
corporaciones no financierasdurante la dcada de los sesenta al 22
por 100 a finales de la dcadade los noventa. Adems de su actividad
crediticia, estas corporacionesse ven involucradas en un amplio
abanico de operaciones financieras:underwriting, gestin de carteras
(en especial de las de fondos de pen-siones y de inversin),
transacciones de divisas y en los mercadosfinancieros, etc.
Importantes beneficios son distribuidos como rentasocietaria.
Aunque el aumento de la desigualdad salarial no fue concomitante
con elneoliberalismo, sino que fue, por el contrario, una expresin
de la pro-gresiva descomposicin del compromiso keynesiano en su
configuracininicial ms igualitaria, el neoliberalismo sirvi para
reovientar rigurosa-mente esas tendencias en beneficio de las
elites. Para el 1 por 100 supe-rior, el alza de los salarios,
complementado por las stock options, se pre-sent como el
dispositivo ms sencillo y eficaz para apropiarse de unafraccin
creciente del excedente antes de que los beneficios pudieran
dis-tribuirse con arreglo a los criterios tradicionales. En este
mbito, en lo quehemos denominado el interfaz entre la propiedad y
la gestin empresa-rial, los propietarios, los consejos de
administracin y los altos directivoscoexisten e interaccionan. Los
directivos all donde originariamente noson vstagos de hogares
capitalistas son transformados en propietariosgracias al tamao de
su remuneracin. Los propietarios siguen en condi-ciones de impulsar
estrategias de gestin empresarial. Si el neoliberalis-mo consiste
fundamentalmente en la reafirmacin de los privilegios
capi-talistas, esta fusin en la cspide fue un elemento decisivo
para laimposicin del nuevo orden, cuya consecucin habra resultado
imposi-ble sin la colaboracin de los altos directivos.
De esta suerte, adems de las rentas de capital en el sentido
estricto de losdividendos de intereses, posiblemente incluyendo los
incrementos de patri-monio, el capitalismo neoliberal se
caracteriza por una serie impresionantey mucho ms extensa de rentas
vinculadas a la propiedad y el control delos medios de produccin.
stas se componen de salarios muy altos, stock
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options, incrementos de patrimonio, renta financiera societaria,
interesesy dividendos.
Un nuevo acuerdo de clases?
El segundo beneficiario principal de la disolucin gradual del
compromisokeynesiano en Estados Unidos ha sido la capa de las
clases asalariadassuperiores. Aunque la informacin necesaria no est
disponible en su tota-lidad, cabe suponer que con la expresin se
designa a un grupo social quea grandes rasgos entra dentro del
fractil 85-98, con una renta anual de entre75.000 y 200.000 dlares,
cuya composicin bsica es salarial antes de lossesenta y cinco aos y
de renta pensionstica una vez cumplida la edad dejubilacin. Como
hemos visto, los salarios de esta capa han crecido
compa-rativamente ms deprisa que los de los sectores menos
acomodados de lapoblacin desde la dcada de los cincuenta, una
tendencia ante la cual elneoliberalismo no ha opuesto la ms mnima
resistencia. En segundo lugar,aunque las clases asalariadas
superiores se han beneficiado de los rendi-mientos crecientes de la
inversin financiera slo en escasa medida aproxi-madamente el 5 por
100 de su renta total mientras han estado econmica-mente activas,
la extensin de los fondos de pensiones ha sido unmecanismo crucial
a la hora de establecer un vnculo entre esta capa y laelite
capitalista, asocindolas en torno al inters en la restauracin de
las ren-tas de capital y el aumento de los incrementos de
patrimonio. En este con-texto, el desarrollo de los fondos de
pensiones se presenta como una com-ponente clave a la hora de
forjar una alianza de clases ms amplia en favorde la
reestructuracin neoliberal, ya que estas clases asalariadas
superioresno viven de las rentas de capital mientras estn
econmicamente activas17.
Por ltimo, precisamente esta capa asalariada superior ha jugado
un papelsencillamente crucial en el cambio de tendencia en trminos
de aumentodel consumo y de descenso del ahorro en Estados Unidos
durante la eraneoliberal. Como reconociera Alan Greenspan en su
comparecencia del 20de enero de 1999: Hay algunas pruebas en los
ltimos aos que muestranque la totalidad o la mayor parte del
descenso de la tasa de ahorro corres-ponde al quintilo de renta
superior donde los incrementos de patrimoniohan aumentado de forma
desproporcionada, lo que indica que el efectoriqueza ha sido real e
importante18. Hay varios factores implicados. El cam-
17 La contradiccin consiste en que los fondos de pensiones slo
pueden contribuir al pagode las pensiones en la medida en que
puedan estimular los ahorros y la acumulacin. Encualquier caso, es
el trabajo de la fraccin activa de la poblacin la que contribuir al
poderde compra de los jubilados. La economa estadounidense es la
demostracin viva de quelos fondos de pensiones no necesariamente
estimulan el ahorro. Los individuos acumulanen sus fondos, por una
parte, y consumen por otra.18 Vase tambin Dean MAKI y Michel
PALUMBO, Disentangling the Wealth Effect: A CohortAnalysis of
Household Saving in the 1990s, Finance and Economics Discussion
Series, nm.2001-21, Washington, Federal Reserve.
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bio hacia cuantiosos salarios per se, dado que el empleo y la
jubilacinestn garantizados, como cabe suponer para estas capas,
puede haber sidoun factor que explique la cada del ahorro; otro
tanto cabe imputar a la laxi-tud de la poltica crediticia a los
hogares bajo el neoliberalismo. El estmu-lo del consumo ha sido
desde luego una de las principales componentesde la adhesin de
estas clases al orden social neoliberal.
No obstante, la experiencia de las capas asalariadas superiores
ha sidocompletamente distinta de la del 1 2 por 100 superior. Las
figuras 3 y 8muestran ambas la repentina disminucin de la renta
para el 1 por 100, ysu restauracin espectacular desde la dcada de
los ochenta en adelante,en contraposicin al aumento progresivo de
posguerra para el fractil 90-99.Como muestra la figura 10, por
debajo del 1 por 100 superior no hay mila-gro neoliberal. El
fractil 90-99 experiment un aumento relativamentedecepcionante del
poder de compra de aproximadamente el 25 por 100en veinticinco aos
(obsrvese que poder de compra hace referenciaaqu a la renta; las
compras reales son otra cosa). Para estas dos capasentran en juego
aqu mecanismos caractersticos. Sin embargo, comomuestra la figura
8, ambos conjuntos de ganancias se consiguieron al pre-cio de una
excepcional prdida comparativa para la gran masa de los
asa-lariados. Aunque sus beneficios materiales desde finales de la
dcada delos setenta en adelante han sido inferiores a los del gran
capital, el apoyode las clases asalariadas superiores ha sido, no
obstante, una componen-te decisiva de la afirmacin del orden
neoliberal.
Una discusin en detalle de los mecanismos a cuyo travs se sell
estepacto neoliberal entre el capital y los asalariados superiores
va ms alldel objeto de este artculo. Ese anlisis debera tener en
cuenta un com-plejo abanico de factores econmicos y de procesos
sociales: la crisis deldlar, y la descomposicin del orden de
Bretton Woods; el ascenso de lascorporaciones transnacionales que
han promovido la desregulacin inter-nacional; la crisis estructural
de la economa estadounidense en la dca-da de los setenta; la
inflacin; el declive de la hegemona estadounidensedespus de
Vietnam, etc. Desde el punto de vista ideolgico, la sensacinde
crisis econmica y de decadencia de la hegemona contribuy en
granmedida a justificar el golpe de Volcker con los tipos de
inters. El nacio-nalismo estadounidense (America is back!) jug un
papel importante ala hora de legitimar la furiosa embestida de la
Administracin de Reagancontra la masa de los asalariados
estadounidenses. Con Clinton, el boomde la nueva economa de la
segunda mitad de la dcada de los noven-ta impuls hacia adelante el
proceso de forma inexorable.
El resultado fue el cierre de un nuevo bloque social, que marc
una rup-tura completa con la coalicin del New Deal. Fue este
compromiso neo-liberal el que permiti que la reafirmacin del poder
y de los privilegiosde la elite capitalista, que en cuanto tales es
una pequea minora, fue-ran compatibles con la conservacin de la
democracia de clase estado-unidense, esto es, con un sistema
poltico que permite la expresin de
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puntos de vista divergentes entre las elites dominantes, as como
la ar-ticulacin limitada de los intereses de las otras clases. El
control de laclase dominante sobre los medios de comunicacin de
masas y la abs-tencin electoral de amplias secciones de la poblacin
son elementosdecisivos para el mantenimiento de este sistema. No
obstante, el capitalestadounidense requiere una alianza con otras
fracciones de clase parahacer pasar el programa neoliberal dentro
de su marco.
Un capitalismo de dos pisos?
As pues, un anlisis de las tendencias de la propiedad del
capital y delas rentas de capital estadounidenses refutara toda
idea de una sociedaden la que los trabajadores propietarios de
acciones cosechan los benefi-cios de los propietarios capitalistas,
y los ricos que trabajan son recom-pensados por su esfuerzo. Para
los extremadamente ricos, los salariosmuy altos, complementados por
las stock options, que alcanzaron pro-porciones astronmicas durante
las dcadas neoliberales, han funcionadono como una recompensa
adecuada por el esfuerzo, sino como un medioprivilegiado de
apropiacin del excedente social. En trminos globales,estas rentas
excepcionales pueden ser vinculadas de modo inequvoco ala propiedad
de capital. Del mismo modo, la renta societaria remite engran
medida a tipos puramente capitalistas de actividades financieras.
Enor-mes sumas de capital son invertidas en las mismas, mientras
que su pro-piedad est concentrada en manos de una pequea minora de
hogaresde rentas altas. Asimismo, las sociedades colectivas
permiten la transfor-macin de las rentas de capital en incrementos
de patrimonio, que fiscal-mente son tratados de un modo mucho ms
benigno.
La difusin de esta bonanza sigue siendo bastante limitada. Por
debajo del1 2 por 100 superior de la pirmide de la renta, las
rentas de capital ylos incrementos de patrimonio suponen un
porcentaje muy pequeo dela renta total de los asalariados, al menos
cuando estn econmicamenteactivos. Incluso despus de la jubilacin,
los ingresos de los fondos depensiones slo proporcionan una cuota
moderada de la renta total: menosdel 30 por 100 para el quintilo
superior; apenas un sexto de la renta totalpara el tercer quintilo.
Para las personas de sesenta y cinco aos en ade-lante, la suma
total de las pensiones pagadas tanto por el sistema pbli-co como
por los fondos privados de pensiones queda sobrepasada dehecho por
el monto de las rentas directas de capital en Estados Unidosen la
actua-lidad, que a su vez se concentra en su mayor parte en la
cs-pide de la pirmide.
La investigacin que hemos expuesto en este artculo indicara un
desa-rrollo bastante ms limitado de la propiedad de capital bajo el
neolibera-lismo, que nos entrega una figura de conjunto de las
relaciones de pro-duccin capitalistas modernas escasamente
modificada. Cabe distinguirahora dos niveles de propiedad de
capital:
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1. La propiedad de capital por una clase capitalista. Esta forma
de pro-piedad conserva todas las caractersticas que han persistido
desde laseparacin de la propiedad y la gestin a principios del
siglo XX. Lospropietarios estn esencialmente separados de las
corporaciones. Supropiedad puede ser caracterizada como financiera.
El poder de estasclases se expresa mediante sus instituciones
financieras, que inclui-ran los fondos de inversin o de pensiones;
sin embargo, lo que esten juego aqu no son las pensiones que pueden
obtener estas catego-ras superiores, sino los fondos mismos como
fuente de renta y poder,gracias a su gestin as como de la presin
que pueden ejercer sobrelas corporaciones para conseguir un aumento
de rentabilidad.
2. El acceso que se ha dado a las clases asalariadas ms
extensas, princi-palmente a travs de los fondos de pensiones, a una
forma completa-mente distinta de propiedad pasiva y subordinada
pero en la que lapropiedad del capital sigue en juego. sta es la
configuracin de loque denominamos el capitalismo de dos pisos.
Sin embargo, estas relaciones son histricas y dinmicas. Las
fracciones supe-riores de las clases asalariadas, comprometidas en
el segundo piso, no sonslo mestizos dominados en este proceso de
reproduccin capitalista, sinotambin actores. El amplio compromiso
social impuesto por las grandesmasas de trabajadores despus de la
Segunda Guerra Mundial en el con-texto de la debilidad del orden
capitalista y el poder creciente del socialis-mo de tipo sovitico
se vio progresivamente mermado por la desigualdadsalarial en
aumento (una polarizacin que es tambin la expresin de nue-vos
patrones jerrquicos de la divisin del trabajo, cuyo anlisis excede
loslmites de este artculo). En el contexto de las condiciones
sociales y eco-nmicas predominantes en la dcada de los setenta, la
clase capitalista fuecapaz de utilizar esa creciente polarizacin
entre los asalariados en su pro-pio beneficio para, despus de
dcadas de esfuerzo continuo, restaurar susprerrogativas dentro del
neoliberalismo. El compromiso keynesiano diolugar a un nuevo bloque
neoliberal, que gener un desplazamiento desdelos estratos
inferiores de la pirmide de renta a la cspide de la misma.
Los fondos de pensiones jugaron un papel decisivo en la adhesin
de lasclases asalariadas superiores al credo neoliberal. Desde una
perspectiva alargo plazo, se equivocaron esas clases en su eleccin?
Como hemosvisto, el neoliberalismo no ha proporcionado un poder de
compra realtan enorme a esta capa. Los altos tipos de inters, as
como las burbujasdel mercado de valores y del mercado inmobiliario,
crearon la ilusin deuna prosperidad autnoma y automtica. Ahora
bien, cul es el futurodel mercado de valores cuando todos los
beneficios ya se han distribui-do como dividendos, mientras que los
rendimientos de las acciones siguensiendo muy bajos? Cul es el
futuro de una economa que paradjica-mente ha perdido su capacidad
de ahorro (cuando se esperaba que losfondos de pensiones
estimularan el ahorro) y se ha construido sobre laacumulacin de
desequilibrios externos?
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