JESS TENA RAZNQu sentimos los seguidores de Jess cuando nos
atrevemos a creer de verdad que Dios ha resucitado a Jess? Qu
vivimos mientras seguimos caminando tras sus pasos? Cmo nos
comunicamos con l cuando lo experimentamos lleno de vida?Jess
resucitado, tenas razn. Es verdad cuanto nos has dicho de Dios.
Ahora sabemos que es un Padre fiel, digno de toda confianza. Un
Dios que nos ama ms all de la muerte. Le seguiremos llamando
"Padre" con ms fe que nunca, como t nos enseaste. Sabemos que no
nos defraudar.Jess resucitado, tenas razn. Ahora sabemos que Dios
es amigo de la vida. Ahora empezamos a entender mejor tu pasin por
una vida ms sana, justa y dichosa para todos. Ahora comprendemos
por qu anteponas la salud de los enfermos a cualquier norma o
tradicin religiosa. Siguiendo tus pasos, viviremos curando la vida
y aliviando el sufrimiento. Pondremos siempre la religin al
servicio de las personas.Jess resucitado, tenas razn. Ahora sabemos
que Dios hace justicia a las vctimas inocentes: hace triunfar la
vida sobre la muerte, el bien sobre el mal, la verdad sobre la
mentira, el amor sobre el odio. Seguiremos luchando contra el mal,
la mentira y el odio. Buscaremos siempre el reino de ese Dios y su
justicia. Sabemos que es lo primero que el Padre quiere de
nosotros.Jess resucitado, tenas razn. Ahora sabemos que Dios se
identifica con los crucificados, nunca con los verdugos. Empezamos
a entender por qu estabas siempre con los dolientes y por qu
defendas tanto a los pobres, los hambrientos y despreciados.
Defenderemos a los ms dbiles y vulnerables, a los maltratados por
la sociedad y olvidados por la religin. En adelante, escucharemos
mejor tu llamada a ser compasivos como el Padre del cielo.Jess
resucitado, tenas razn. Ahora empezamos a entender un poco tus
palabras ms duras y extraas. Comenzamos a intuir que el que pierda
su vida por ti y por tu Evangelio, la va a salvar. Ahora
comprendemos por qu nos invitas a seguirte hasta el final cargando
cada da con la cruz. Seguiremos sufriendo un poco por ti y por tu
Evangelio, pero muy pronto compartiremos contigo el abrazo del
Padre.Jess resucitado, tenas razn. Ahora ests vivo para siempre y
te haces presente en medio de nosotros cuando nos reunimos dos o
tres en tu nombre. Ahora sabemos que no estamos solos, que t nos
acompaas mientras caminamos hacia el Padre. Escucharemos tu voz
cuando leamos tu evangelio. Nos alimentaremos de ti cuando
celebremos tu Cena. Estars con nosotros hasta el final de los
tiempos.Jos Antonio Pagola
Y SI DIOS FUERA...?Y si Dios fuera el vientoque penetra por la
nariz y por todos los poroshasta oxigenarnos los pulmones y el
espritu?Y si Dios fuera el silencioque envuelve cada noche en papel
de celofnnuestros sueos azules y locos?Y si Dios fuera el roque baa
y refresca nuestros pies cansadosy calma nuestra sed de vida y
ternuraen este mundo peregrino?Y si Dios fuera la roca firmeque se
alza en el horizontey que protege a vecinos y transentesde
tormentas, calores, huracanes y nieves?Y si Dios fuera el
perfumeque llena nuestra vida de gozo y placersin pedirnos nada?Y
si Dios fuera el fuegoque quema y consume nuestras entraaspara que
resplandezcan esas pepitas de oro escondidas?Y si Dios fuera la
msicaque nos invita a cantar y bailar en las plazasrompiendo todas
las reglas con alegra?Y si Dios fuera el rocoque nos refresca cada
da la historia y la vidapara que andemos despiertos y erguidos?Y si
Dios fuera el mendigoque nos tiende su manosin atreverse a confesar
sus miedos y sus hambres?Y si Dios fuera el emigranteque expone su
vida en toda travesay que ya no sabe dnde asentarseporque le hemos
confiscado todas sus creaciones?Y si Dios fuera el nioque desde las
ventanas de su cuerponos hace carantoas de plastilina?Y si Dios
fuera el seno maternoque todos necesitamospara nacer y volver a
nacer a esta vidaque nos ofrece ser hijos, hermanos y libres?Y si
Dios fuera el gritode los pueblos oprimidos en la tierraque viven y
mueren ignominiosamentereclamando un puado de libertad?Y si Dios
fuera Jess de Nazaretmuerto y resucitado hace dos milenios,y en la
actualidad estandarte de vida y esperanzade pobres, humildes,
misericordiosos y perseguidos? Y si Dios fuera a la vezviento,
silencio, perfume,fuego, msica, roco, ro,mendigo, nio, grito,roca
firme, emigrante, seno materno,Jess el Nazareno!?Y si t y yo tambin
furamos Diosdioses en miniatura con la responsabilidadde convertir
este mundo inhspitoen un reino de paz y de fraternidad?Y si Dios
fuera todo!,todo lo que vemos,sentimos,ignoramos,y
deseamos?Florentino Ulibarri
JESS ALCANZ LA VIDA ANTES DE MORIREn este da de Pascua, debemos
recordar aquellas palabras de Pablo: "Si Cristo no ha resucitado,
vana es nuestra fe, somos los ms desgraciados de todos los
hombres."Aunque hay que hacer una pequea aclaracin. La formulacin
condicional (si) nos puede despistar y entender que Jess poda
resucitar o no resucitar, lo cual no tiene sentido porque Jess haba
alcanzado la VIDA antes de morir. Y l fue consciente de ello.l era
el agua viva, dice a la Samaritana, l haba nacido del Espritu, dice
a Nicodemo; l vive por el Padre; l es la resurreccin y la Vida...
Ya en ese momento cuando habla con sus interlocutores, est en
posesin de la verdadera Vida.Eso explica que le traiga sin cuidado
lo que pueda pasar con su vida biolgica. Lo que verdaderamente le
interesa es esa VIDA con mayscula que l alcanz durante su vida, con
minscula.En ningn caso debemos entender la resurreccin como la
animacin de un cadver. Esta interpretacin es posible gracias a una
antropologa griega (almacuerpo), que no es la juda.Adems da por
supuesto que el cuerpo es algo estable y fijo, lo cual es falso. El
cuerpo se compone de unos sesenta billones de clulas. De ellas,
unos quinientos millones se renuevan cada da. Parece que al cabo de
unos diez aos el cuerpo se ha renovado totalmente. Qu es lo que
permanece?Por otra parte, la reanimacin de un cadver, da por
supuesto que los despojos del fallecido mantienen una relacin
especial con el ser que estuvo vivo. La realidad es que la muerte
devuelve al cuerpo al universo de la materia de una manera
irreversible. La posibilidad de reanimacin es la misma que existe
de hacer un ser humano partiendo de los elementos atmicos y
moleculares que componen su cuerpo, lo cual no tiene ningn sentido
ni para los hombres ni para Dios.Pero no debo quedarme en la
resurreccin de Jess. Debo descubrir que yo estoy llamado a esa
misma Vida.A la Samaritana le dice Jess: El que beba de esta agua
nunca ms tendr sed; el agua que yo le dar se convertir en un
surtidor que salta hasta la Vida eterna.A Nicodemo le dice: Hay que
nacer de nuevo; lo que nace de la carne es carne, lo que nace del
espritu es Espritu. El Padre vive y yo vivo por el Padre, del mismo
modo el que me coma, (el que me asimile), vivir por m. Yo soy la
resurreccin y la Vida, el que cree en m aunque haya muerto vivir, y
todo el que vive y cree en m no morir para siempre.Creemos esto?
Entonces, qu nos importa todo lo dems?Jess, antes de morir, haba
conseguido, como hombre, la plenitud de Vida del mismo Dios, porque
haba muerto a todo lo terreno, a su egosmo, y se haba entregado por
entero a los dems, llega a la ms alta cota de ser posible como
hombre mortal.Este admirable logro fue posible, despus de haber
descubierto que esa era la meta de todo ser humano, que ese era el
nico camino para llegar a hacer presente lo divino. Esta toma de
conciencia fue posible, porque haba experimentado a Dios como
Don.Una vez que se llega a la meta, es intil seguir preocupndose
del vehculo que hemos utilizado para alcanzarla. Lo fisiolgico no
es ms que un instrumento que debemos utilizar para conseguir el
fin.Es de capital importancia que entendamos bien la liturgia de
Pascua. No est dicindonos algo sobre Jess que tenemos que celebrar
y agradecer. Est dicindonos mucho sobre nosotros mismos aqu y
ahora.Nos est diciendo que en cada uno de nosotros, hay muchas
zonas muertas que tenemos que resucitar.Nos est diciendo que
debemos preocuparnos por la vida biolgica, pero no hasta tal punto
que olvidemos la verdadera Vida y as arruinemos la misma vida
natural.Nos est diciendo que tenemos que estar muriendo todos los
das y al mismo tiempo resucitando, es decir pasando de la muerte a
la Vida.Si al celebrar la resurreccin de Jess no experimentamos
nosotros una nueva Vida, es que nuestra celebracin ha sido un
folclore ms de tantos como representamos en la
vida.Meditacin-contemplacinYo soy la resurreccin y la
Vida.Resurreccin y Vida expresan la misma realidad, no son cosas
distintas.No hay Vida sin resurreccin y tampoco resurreccin sin
Vida.En la medida que haga ma la Vida,estoy garantizando la
resurreccin...................No te preocupes de lo que va a ser de
ti en el ms all.Adems de ser intil, te llevar a una total desazn.Lo
importante es nacer de nuevo y vivir desde esa nueva VIDA.Todo lo
dems ni est en tus manos ni debe importarte....................Deja
que la VIDA que ya est en ti, se haga algo real en tu vida.Deja que
todo tu ser quede empapado de ella.Deja que Dios Espritu (fuerza)
sea tu verdadero ser.Entonces podrs decir como Jess:Yo y el Padre
somos uno.Fray Marcos
NO TENGAN MIEDO ALGRENSE!Ha resucitado: Ese es el grito que dio
origen a la comunidad cristiana. No sabemos qu fue exactamente lo
que vivieron aquellos primeros testigos. En todo caso, se trat por
usar nuestro lenguaje- de una experiencia transpersonal, es decir,
de una vivencia que trascendi el mundo de los objetos y de los
sentidos, el nivel de la mente y del yo.En la Quietud transmental y
en el Silencio transegoico, contemplaron la Identidad del
resucitado y descubrieron que la muerte no es sino un paso en el
que se desvela lo que realmente somos y siempre hemos sido.Vivida
la experiencia como una certeza inobjetable evidente, aunque
mstica, es decir, acaecida fuera de los parmetros
espaciotemporales-, tenan luego que comunicarla a los dems. Y es ah
donde nacieron los relatos que han llegado hasta nosotros. Relatos
en los que como sabe cualquiera que ha vislumbrado la verdadera
naturaleza de lo Real- ser absolutamente imposible plasmar la
realidad de lo vivido. Un relato de ese tipo es el que conocemos
con el nombre de la Transfiguracin.El que leemos hoy pertenece al
ltimo captulo del evangelio de Mateo. Y, como todos los dems, se
trata de una elaboracin cuidada, que se fue desarrollando en los
aos ms de cincuenta- que transcurrieron desde la muerte-resurreccin
de Jess hasta el momento en que se redacta el evangelio. En ese
proceso relativamente largo, el grito (pregn o kerigma) inicial de
la experiencia ha resucitado- se convierte tambin en catequesis,
que quiere ofrecer un mensaje y proponer unas pautas de
comportamiento.Las protagonistas de la narracin que nos ocupa son
dos mujeres, aunque slo haya quedado registrado el nombre de una de
ellas: Mara Magdalena.Es un dato notable que las primeras testigos
de la resurreccin son las mismas que lo haban sido tambin de la
muerte. Y ms notable todava que se trate precisamente de mujeres.
Sabemos que en la sociedad juda el testimonio de la mujer careca de
valor probatorio. Esto parece indicar que nos hallamos ante un dato
seguro: el autor del evangelio no hubiera inventado un testimonio
sin valor para atestiguar nada menos que la resurreccin de Jess.Con
ello, parece que pueden extraerse, al menos, dos conclusiones:1)
Mara Magdalena y quizs otras discpulas- vivieron algo que fue
reconocido como autntico,2) la mujer ocupaba un papel relevante en
aquella primera comunidad.El relato tiene cuidado en sealar que la
puesta en marcha de las mujeres no nace de la fe, sino, en todo
caso, del afecto hacia el muerto Jess: van nicamente a ver el
sepulcro. Est oscuro es madrugada-, sobre todo en su interior; sin
embargo, el primer da empieza a alborear. La resurreccin de Jess es
Luz y es Principio de todo: se trata de una nueva creacin.(Esto no
significa, como pensara una mente mtica, que quienes no creen en
Jess se hallan al margen de la Luz y del Origen. En una perspectiva
no-dual, lo que se afirma de Jess es nada menos que el
desvelamiento de lo Real: lo que siempre ha sido y es. Los
cristianos hemos accedido a ello a travs de la adhesin a Jess;
otros lo harn por otros cauces. Pero tanto unos como otros
compartimos la misma y nica Realidad, ms all de los nombres que le
demos y de las formas que usemos para referirnos a ella).Apenas
iniciado el relato, empiezan a producirse signos teofnicos: figura
del ngel, temblor de la tierra, aturdimiento de los centinelas Se
trata de signos que hablan de la presencia de lo divino. El ngel
metfora de Dios- se sienta sobre la piedra que pretenda encerrar a
Jess en la muerte. El mensaje es radiante: la muerte no tiene poder
para retener la Vida. Viniendo a nosotros, eso significa que
nicamente teme la muerte quien no ha descubierto que, ms all del
nivel relativo del yo, su verdadera identidad es la Vida misma, que
se expresa en l en una forma concreta.El mensaje no poda ser de
otro modo- es de confianza (no temis) y, ms tarde, puesto ya en
labios del propio Jess, de alegra (alegraos). Indudablemente, aqul
que llega a percibir su identidad profunda no puede no vivir en la
confianza y en el gozo, por ms que puedan aparecer olas de miedo o
de tristeza en un nivel superficial. Sern, en todo caso, olas
pasajeras que no afectarn a la vivencia de fondo.Y con el mensaje
de confianza, el contenido que deben transmitir a los discpulos
(ellos y nosotros): vern (veremos) al Resucitado en Galilea.
Galilea es el lugar que hace referencia directa a la prctica de
Jess. Una prctica en la que, en sntesis, destacan dos aspectos por
encima de cualquier otro: la compasin Sed compasivos como vuestro
Padre es compasivo (Lc 6,36)- y la Conciencia unitaria El Padre y
yo somos uno (Jn 10,30)- en la que l viva. Segn aquellas palabras,
podr ver a Jess quien viva en ese nivel de conciencia unitaria
(transpersonal), que se manifiesta como compasin.Por el contrario,
si permanecemos reducidos al nivel mental, lo ms probable es que
nos aferremos a una lectura literalista de los textos de las
apariciones, como si de ese modo se asegurara la verdad de la
resurreccin de Jess. Pero, en realidad, a quin le preocupa probar
la resurreccin? Precisamente a quien nunca podr hacerlo: a la mente
(el yo). Cmo podra la mente entender una realidad que es
transmental? Por decirlo con toda claridad: ni la mente ni el yo
podrn ver a Jess.Sin embargo, cuando se acalla la mente y se accede
al nivel de conciencia transpersonal, caracterizado por el modelo
no-dual de cognicin, no es que haya respuesta a esa cuestin, sino
que es la cuestin misma la que se evapora. En la perspectiva
no-dual, tanto el yo como la muerte son ancdotas pasajeras; lo que
emerge es la Vida que siempre es. Parafraseando a Ken Wilber, puede
afirmarse que, al experimentar la simple sensacin de Ser, la
certeza de la Vida (de la resurreccin) no es difcil de alcanzar,
sino imposible de evitar. Es en ese nivel de conciencia donde se ve
a Jess, en la apercepcin de la Identidad compartida.Se trata, por
tanto, de ir haciendo el trnsito desde el modelo mental (dual,
cartesiano, egoico) de conocer al modelo no-dual (que trasciende la
mente). Por eso, quiero terminar este comentario con unos breves
textos sufes, marcados por la no-dualidad.Cada imagen pintadaen el
lienzo de la existenciaes la forma del mismo artista.Eterno Ocano
quevomita nuevas olas."Olas" es el nombre que les damos,pero en
realidad slo hay mar"(Fakir-al-Dn 'Iraqui, poeta persa, s.XIII)."El
Ocano es el Ocanocomo lo es desde la Eternidad,y los seres
contingentes slo olas y corrientes.No dejes que las olas y las
brumas del mundote velen a Aqul que adopta la forma de esos
velos"(Mu`ayyid al-Dn Jand, s.XIII).Y, para terminar, en este
domingo de la Resurreccin, quiero regalaros un antiguo y hermoso
texto budista, que en realidad contiene y expresa la Sabidura
perenne, sabidura no-dual. Con l, quiero que vaya mi felicitacin
para cada uno y cada una, y mi deseo de experimentar ms y ms la
No-dualidad que somos, la permanente Unidad en la variada y hermosa
Diferencia:Namast.Yo honro el lugar dentro de ti donde el Universo
entero reside.Yo honro el lugar dentro de ti de Amor y Luz, de
Verdad, y Paz.Yo honro el lugar dentro de ti dondecuando t ests en
ese punto tuyo,y yo estoy en ese punto mo,somos slo Uno.Enrique
Martnez Lozano
EN TI RESUCITA TODOT dices: "Yo soy la resurreccin y la vida",y
todo cambia ante nuestros ojos.Nuestra tierra, escenario de odio y
violencia,se convierte en semilla de tu Reino.En sus surcos T
trabajas.La Iglesia, envejecida y desfigurada por tantos aos,se
renueva con la brisa de tu Espritu.Fiel a tu Evangelio, sorprende a
propios y extraos.Nuestra comunidad, dbil y pequea,surge como
almendro en flor en este mundo.T la proteges de
inclemencias.Nuestra fraternidad, tantas veces rota y
violada,renace al calor de tu palabra comprometida.De su luz T
sacars el sol.Nuestra vida, torpe y tan poco valorada,la estimas
como tu gloria y mejor alabanza.Ni una gota quieres que se
pierda.Nuestra alegra, que tan pronto pasa,T la guardas como tesoro
precioso.Con ella revistes tus moradas.La muerte ya no pone trmino
a nuestra historia,porque en ese trmino T siembras el comienzo.El
comienzo de una vida sin trmino!En Ti resucita la tierra.En Ti
resucita nuestra historia.En Ti resucita nuestra fe y nuestra
espera.En Ti se hunde todoy se yergue, sola, la vida.- Florentino
Ulibarri -
Desde el centro del mundo, en el que l se adentr al morir,
construyen las nuevas fuerzas una tierra transfigurada. En lo ms
profundo la realidad ya ha sido vencida, la banalidad, el pecado y
la muerte pero se requiere todava el pequeo tiempo que llamamos la
historia despus de Cristo hasta que en todas partes, y no solo en
su cuerpo, se deje ver lo que ya ha acontecido realmente.Porque l
no comenz a salvar, a curar, a transfigurar el mundo en los sntomas
de la superficie sino en las races ms internas, nosotros, gentes de
la superficie, pensamos que no ha pasado nada. Porque an siguen
corriendo las aguas del sufrimiento y de la culpa suponemos que an
no ha sido vencido el manantial del que brotan. Porque la maldad
sigue trazando arrugas en el rostro de la tierra, deducimos que en
el corazn ms profundo de la realidad ha muerto el amor.Pero todo es
apariencia, aunque la tomemos por la realidad de la vida.
Resucitado, est en el esfuerzo annimo de todas las criaturas que,
sin saberlo, se esfuerzan por participar en la glorificacin de su
cuerpo. Est en cada lgrima y en cada muerte como el jbilo y la vida
escondidos que vencen cuando parecen morir. Por eso nosotros, hijos
de esta tierra, tenemos que amarla. Aunque sea todava terrible y
nos torture con su penuria y su sometimiento a la muerte.Karl
Rahner, SJ.fuente:http://vocacionesjesuitas.blogspot.com/
foto:http://www.atrio.orgNUEVO INICIO - Jos Antonio
PagolaAterrados por la ejecucin de Jess, los discpulos se refugian
en una casa conocida. De nuevo estn reunidos, pero ya no est Jess
con ellos. En la comunidad hay un vaco que nadie puede llenar. Les
falta Jess. No pueden escuchar sus palabras llenas de fuego. No
pueden verlo bendiciendo con ternura a los desgraciados. A quin
seguirn ahora?Est anocheciendo en Jerusaln y tambin en su corazn.
Nadie los puede consolar de su tristeza. Poco a poco, el miedo se
va apoderando de todos, pero no le tienen a Jess para que
fortalezca su nimo. Lo nico que les da cierta seguridad es cerrar
las puertas. Ya nadie piensa en salir por los caminos a anunciar el
reino de Dios y curar la vida. Sin Jess, cmo van a contagiar su
Buena Noticia?El evangelista Juan describe de manera insuperable la
transformacin que se produce en los discpulos cuando Jess, lleno de
vida, se hace presente en medio de ellos. El Resucitado est de
nuevo en el centro de su comunidad de seguidores. As ha de ser para
siempre. Con l todo es posible: liberarse del miedo, abrir las
puertas y poner en marcha la evangelizacin.Segn el relato, lo
primero que infunde Jess a su comunidad es su paz. Ningn reproche
por haberlo abandonado, ninguna queja ni reprobacin. Slo paz y
alegra. Los discpulos sienten su aliento creador. Todo comienza de
nuevo. Impulsados por su Espritu, seguirn colaborando a lo largo de
los siglos en el mismo proyecto salvador que el Padre encomend a
Jess.Lo que necesita hoy la Iglesia no es slo reformas religiosas y
llamadas a la comunin. Necesitamos experimentar en nuestras
comunidades un "nuevo inicio" a partir de la presencia viva de Jess
en medio de nosotros. Slo l ha de ocupar el centro de la Iglesia.
Slo l puede impulsar la comunin. Slo l puede renovar nuestros
corazones.No bastan nuestros esfuerzos y trabajos. Es Jess quien
puede desencadenar el cambio de horizonte, la liberacin del miedo y
los recelos, el clima nuevo de paz y serenidad que tanto
necesitamos para abrir las puertas y ser capaces de compartir el
Evangelio con los hombres y mujeres de nuestro tiempo.Pero hemos de
aprender a acoger con fe su presencia en medio de nosotros. Cuando
Jess vuelve a presentarse a los ocho das, el narrador nos dice que
todava las puertas siguen cerradas. No es slo Toms quien ha de
aprender a creer con confianza en el Resucitado. Tambin los dems
discpulos han de ir superando poco a poco las dudas y miedos que
todava les hacen vivir con las puertas cerradas a la
evangelizacin.Jos Antonio
[email protected]:http://feadulta.com/yhttp://eclesalia.wordpress.com/Red
evangelizadora BUENAS NOTICIASDifunde la paz del Resucitado. Psalo.
1 de mayo de 20112 Pascua (A)Juan 20, 19-31
CINCO LLAGAS ACTUALESHambre y subdesarrollo.Torturas y
esclavitudes.Guerras y terrorismo.Inmigracin y violacin de
derechos.Sida y drogadiccin.Son cinco llagas actualesque sangran y
no cicatrizanen este cuerpo que es nuestra tierra.Son cinco llagas
doblesque golpean nuestras concienciaspero hacen poca mella.Son
cinco llagas abiertaspor los clavos y estructurasque atraviesan
nuestra historia.Son cinco llagas sangrantesen dos tercios de las
personasque viven y suean con tus promesas.Son cinco llagas
profundasal hablar de hermandady celebrar tu presencia.Si metemos
en ellas nuestra mano-corazn, cabeza y conciencia-dejaremos de ser
incrdulos de tu presencia.Florentino Ulibarri
Mira la PascuaJose ArregiCuentan que fueron a anunciarle a un
rabino que haba llegado el Reino de Dios. El rabino abri la
ventana, se asom fuera y dijo: No es verdad, porque no veo que haya
cambiado nada. Lo que vea contradeca la presencia del Reino, y es
difcil rebatir lo que ven los ojos. Pero acaso el rabino vea
todo?Otro rabino, abriendo la ventana y asomndose fuera, podra
haber dicho: Es verdad, ya ha llegado. He aqu el Reino. Los campos
reverdecen, los pjaros cran, los nios juegan, el corazn se
compadece, los pobres se levantan, las heridas sanan, los enemigos
se perdonan. Ha llegado el Reino de Dios. Mis propios ojos lo
ven.Nos gustara que el segundo rabino tuviera razn, y que el
pesimismo del primero no fuera ms que un defecto de visin. Sin
embargo, y a nuestro pesar, comprendemos de sobra el escepticismo
del primero, porque est escrito que, cuando llegue el Reino,
desaparecern las lgrimas. Pero las lgrimas no han desaparecido, y a
veces tiene uno la impresin de que, por el contrario, el ocano del
llanto y de la amargura no hace ms que crecer.Hay demasiado miedo y
error, demasiado engao y robo, demasiada violencia y hambre la peor
guerra es el hambre para confesar jubilosamente que Dios ES y decir
Amn y celebrar la Pascua, celebrar la Vida.Dadas las dimensiones de
la pasin del mundo, la fe del creyente no puede menos de tomarse un
tiempo para el duelo, todo el tiempo que haga falta, antes de
exclamar al tercer da, como Mara de Magdala: Rabbuni, Maestro!.Al
tercer da: no despus de cuarenta y ocho horas, sino en cualquier
instante el instante crucial en que los ojos se abren. En la Biblia
hay decenas de hechos que suceden al tercer da: es el instante, ms
all del tiempo y ms ac, en que vemos y palpamos que Dios es el
corazn latiente del mundo y que todo es ya distinto de lo que
vemos, que el Reino ya se hace presente, que la Pascua amanece, que
la vida resucita cada vez que se entrega.Eso es el tercer da, que
es cualquier da, pero solo si se ve. La Pascua no ocurri una vez,
hace dos mil aos. Ocurre cada vez que renace la vida, y la vida no
cesa de renacer ante nuestros ojos.No hay ms que mirar la
primavera. Justamente, la Pascua fue en su origen una doble fiesta
de primavera: una fiesta de agricultores que celebraban la nueva
cosecha, la nueva levadura, el nuevo pan, y otra fiesta de pastores
que celebraban la multiplicacin de los rebaos y los corderos
jugando en las praderas. Luego unieron ambas fiestas, y la fiesta
de la naturaleza se convirti en fiesta de la historia, en
sacramento de todas las liberaciones pasadas y futuras.Cada luna
llena de primavera anuncia que la luz ilumina ya la noche, que la
liberacin se abre paso, se hace pascua a travs de la muerte y de
sus duelos. La luna nos abre los ojos.Pero los ojos no siempre ven.
Y aun cuando vean, la duda y el duelo nunca pueden desaparecer
hasta que se enjugue la ltima lgrima; la duda y el duelo no
solamente preceden, sino que tambin acompaan y siguen a la confesin
del creyente, por ms creyente y vidente que sea, o precisamente
porque lo es.La fe verdadera del discpulo, como la de la discpula
Mara, es humilde, y sobria, contenida. No me retengas. No te
quieras aduear. Atraviesa, camina, sigue. Mira tambin las lgrimas y
acompaa a tus hermanos.Sigue mirando las llagas y palpando las
heridas, y en el fondo del sepulcro, en el fondo de las heridas
deja que tus ojos miren otros dulces ojos llenos de consuelo que te
miran desde ms all del fondo, y deja que el corazn se rinda y
descanse y que los labios, inseguros y confiados, digan
simplemente: Seor mo y Dios mo. Y cree sin ver, o ve precisamente
por creer.Pues es verdad que lo esencial es invisible a los ojos,
pero ms verdad es an que nuestros ojos estn hechos para ver lo
invisible y que solo lo ven cuando el corazn los ilumina desde
dentro y desde fuera; s, desde dentro y desde fuera.Lo ms real es
invisible, y nuestros ojos estn hechos para verlo con la luz del
corazn. O con la luz de la fe, o con la luz de la compasin, o con
la luz de la esperanza contra toda esperanza, llmala como quieras.
Con nuestros ojos vemos la vida invisible en el tallo que florece,
la ternura y la pena en los ojos que nos miran, la magia y el
milagro en el solo de la flauta.As es como vieron de qu otra forma
pudieron ver? al Resucitado Mara en el jardn del sepulcro al
amanecer, Cleofs y su compaero o compaera en la posada de Emas al
atardecer. Jess resucitado no se les apareci a ellos de manera
distinta a como se nos aparece a nosotros.Lo que pasa es que, en
tiempo de Jess, entre judos y griegos, abundaban relatos de
apariciones de muertos vivos, y as lo cuentan tambin los
evangelios, pero hoy nadie puede creer a la letra tales relatos,
tampoco los de los evangelios.Y de qu nos servira pensar que Jess
por unas razones que ni siquiera estn en los evangelios, sino que
hemos fabricado nosotros se apareciera a ellos de una manera
singular, milagrosa?A qu llamamos milagro? Milagro no es lo
extraordinario, menos an un suceso que rompe las leyes de la
naturaleza que nadie conoce por voluntad divina que nadie debe
presumir conocer. No podemos creer en tales milagros.Pero todo ser
es un milagro y, si sabemos mirar, as lo vemos: como una epifana
pascual. Jess no se apareci a Mara de Magdala y sus compaeros sino
como se aparece la vida y la belleza, el dolor y la ternura, como
se aparecen los ojos deseados que tengo en mis entraas
dibujados.Jess se les apareca y se nos aparece como se nos aparecen
los muertos que amamos en la Memoria y el Corazn de Dios, que son
lo mismo. Como se nos aparece Dios, la ternura y la belleza
invisible y real, corazn de toda realidad.El corazn tiene deseos,
que no se han de desdear, si no queremos que la desesperacin nos
invada, que todos los milagros desaparezcan y que este mundo
maravilloso se vuelva sombro y penoso. El corazn tiene razones que
la razn ha de entender. El corazn tiene luces que han abrir los
ojos. Es bueno que los ojos se dejen iluminar por el corazn para
ver el Reino, la Pascua, al crucificado vivo, a Dios padeciendo y
resucitando en la oscuridad de todas las cruces.Un da, despus de
muchos das de duelo, Mara y sus compaeros vieron que el sepulcro
estaba vaco, que todas las losas no bastaban para ahogar el Reinado
liberador de Dios que Jess haba anunciado y anticipado en su vida,
e incluso en su cruz.No necesitaron abrir el sepulcro, ni
necesitaron que desapareciera de l el cuerpo muerto de Jess. Cmo
iban a abrir un sepulcro, si era profanarlo? Y de qu serva
embalsamar un cadver al tercer da, si ya se estaba corrompiendo?La
fe pascual no tiene nada que ver con tales sucesos fsicos. La fe
pascual consiste en que el corazn ilumina los ojos hasta ver que
Dios es siempre compaa de la vida, sobre todo cuando es
crucificada, que la vida se transforma siempre cuando se da, que la
Pascua ya es presente, aunque sea como semilla, como levadura, como
primera gavilla. Y que merece la pena morir de vida (Mercedes
Navarro).Amiga, amigo: te deseo que cada da puedas abrir la ventana
y exclamar: Oh! Ya ha llegado el Reino. Y que, si es de noche, te
acuestes tranquilo porque ya ha llegado, y que, si es de da, te
pongas en camino para hacerlo llegar.* * *No te rindasNo te rindas,
an ests a tiempode alcanzar y comenzar de nuevo,aceptar tus
sombras,enterrar tus miedos,liberar el lastre,retomar el vuelo.No
te rindas que la vida es eso,continuar el viaje,perseguir tus
sueos,destrabar el tiempo,correr los escombros,y destapar el
cielo.No te rindas, por favor no cedas,aunque el fro queme,aunque
el miedo muerda,aunque el sol se esconda,y se calle el viento,an
hay fuego en tu almaan hay vida en tus sueos.Porque la vida es tuya
y tuyo tambin el deseo.Porque lo has querido y porque te
quiero.Porque existe el vino y el amor, es cierto.Porque no hay
heridas que no cure el tiempo.Abrir las puertas,quitar los
cerrojos,abandonar las murallas que te protegieron,vivir la vida y
aceptar el reto,recuperar la risa,ensayar un canto,bajar la guardia
y extender las manos,desplegar las alase intentar de nuevo,celebrar
la vida y retomar los cielos.No te rindas, por favor no
cedas,aunque el fro queme,aunque el miedo muerda,aunque el sol se
ponga y se calle el viento,an hay fuego en tu alma,an hay vida en
tus sueosporque cada da es un comienzo nuevo,porque esta es la hora
y el mejor momento.Porque no ests solo, porque yo te quieroMario
Benedetti
JESS VIVO NICAMENTE SE DEJA VERCON LOS OJOS DE LA FESi superamos
la interpretacin de la resurreccin como la reanimacin de un cadver,
se complica mucho la comprensin de la Pascua.La experiencia pascual
es una vivencia que afect vitalmente a los seguidores de Jess, y
por tanto cambi su manera de ver a Jess y a Dios. Es una falta de
perspectiva exegtica el creer que la fe de los discpulos se bas en
las apariciones o en el sepulcro vaco. Los evangelios nos dicen ms
bien, que para ver a Jess despus de su muerte, hay que tener fe. El
sepulcro vaco, sin fe, solo lleva a la conclusin de que alguien se
ha llevado el cuerpo de Jess, como hace Magdalena; y las
apariciones, a pensar que estamos ante un fantasma.La resurreccines
el concepto con el que los primeros cristianos quisieron trasmitir
la manera de ver a Jess despus de su muerte. Esa experiencia de que
segua vivo, y adems les estaba comunicando a ellos mismosVida, no
era fcil de comunicar.Antes dehablar de resurreccin, en las
comunidades primitivas, se habl de exaltacin y glorificacin.
Primero se interpret a Jess como eljuez escatolgico,que vendra al
fin de los tiempos a juzgar, es decir a salvar definitivamente a
los suyos. Vieron a Jess como dador de salvacin definitiva sin
hacer ninguna referencia a la resurreccin.Otra cristologa que se
puede percibir en algunas comunidades primitivas, es la de Jess
comotaumaturgoque manifest con su poder, que Dios estaba con l.
Para ellos los milagros eran la clave de la comprensin de Jess.
Esta cristologa es muy criticada ya en los mismos evangelios, lo
cual quiere decir que se quera contrarrestar su influjo.Otra manera
de explicar la experiencia pascual, que no tiene explcitamente en
cuenta la resurreccin, es la que considera a Jess como laSabidurade
Dios. Sera el Maestro que conectando con la Sabidura preexistente
del AT, nos ensea lo necesario para llegar a Dios.Estas maneras de
entender a Jess despus de su muerte, fuero condensndose en
lacristologa pascual, que encontr en laidea de resurreccinel marco
ms adecuado par explicar lavivenciade los seguidores de Jess una
vez muerto.En ninguna parte de los escritos cannicos del NT se
narra el hecho de la resurreccin. La resurreccin no puede ser un
fenmeno constatable empricamente; no puede ser objeto de nuestra
percepcin sensorial. Todos los intentos por demostrar la
resurreccin como un fenmeno constatable por los sentidos, estn de
antemano abocados al fracaso.La experiencia pascuals fue un hecho
histrico. Cmo llegaron los primeros cristianos a esa experiencia no
lo sabemos. En los relatos pascuales se manifiesta el intento de
comunicar a los dems una vivencia ntima, que es intransferible.
Desde su universo conceptual fueron elaborando unos relatos que
intentan convencer a los dems de lo que ellos estaban viviendo.
Desde el nuevo paradigma en el que nos encontramos hoy, no podemos
entender el mensaje que quieren trasmitir. Al entenderlo
literalmente, tomamos los relatos por crnicas de sucesos y perdemos
el verdadero mensaje.Cmo llegaron los discpulos a esta conviccin,
tenemos que descubrirlo a travs de nuestra propia vivencia de
resurreccin. Es imposible conocer lo que pudo suceder en el
interior de cada uno de ellos. Pero es muy importante que lo
planteemos, porque ese mismo procesotiene que realizarse en
nosotros, si queremos entender la resurreccin.El relato que hemos
ledo hoy, fue escrito hacia el ao cien, es decir 70 aos despus de
morir Jess. Como todos los relatos de apariciones, se ajusta al
esquema teolgico que es comn a todos: una situacin dada; aparicin
repentina; saludo; reconocimiento despus de dudar; la misin. El
querer entenderlo literalmente, nos priva del verdadero contenido.
Es curioso que el relato de hoy no tenga en cuenta para nada el
inmediato anterior del evangelio que lemos el domingo pasado.
(Magdalena, Pedro y Juan en el sepulcro)Reunidos el primer da de la
semana. Sigue insistiendo en el primer da de la semana. La creacin
del mundo haba durado seis das. El sptimo descans Dios. Jess
comienza la nueva creacin el primer da de una nueva semana, es
decir, el tiempo de otra creacin, esta vez definitiva. Esta
interpretacin teolgica vino despus de la prctica que muy pronto se
hizo comn entre los cristianos. Los que seguan a Jess, todos judos,
empezaron a reunirse despus de terminar la celebracin del Sbado.
Como el paso de un da a otro, se produca a la puesta del sol, al
reunirse en la noche, era ya para ellos el domingo. El texto
demuestra que en las comunidades cristianas estaba ya consolidado
el ritmo de las reuniones litrgicas (cada ocho das).Con las puertas
atrancadas, por miedo a los judos. No eran judos ellos? En muchos
textos de Juan, cuando dice judos quiere decir fariseos. Cuando se
escribi, ya les haban expulsado de la sinagoga, por lo tanto se
sentan cristianos, no judos. El local cerrado delimita el espacio
de la comunidad en medio del mundo hostil.En medio.No recorri ningn
espacio, su presencia se efecta directamente. Jess haba dicho:
Donde dos o ms estn reunidos en mi nombre, all estoy yoen mediode
ellos. l es para la comunicad fuente de vida, referencia y factor
de unidad. La comunidad cristiana estcentradaen Jess y solamente en
l. Jess se manifiesta, se pone en medio y les saluda. No son ellos
los que buscan la experiencia, sino que se les impone.Les mostr las
manos y el costado.Los signos de su amor evidencian que es el mismo
que muri en la cruz. No hay lugar para el miedo a la muerte. La
verdadera vida nadie puedo quitrsela a Jess ni se la quitar a
ellos. La permanencia de las seales, indica la permanencia de su
amor. La comunidad tiene la experiencia de que Jess comunica
vida.Recibid Espritu Santo.Sopl" es el verbo usado en Gn 2,7 en la
traduccin al griego de los 70. Con aquel soplo se convirti el
hombre barro en ser viviente. Ahora Jess les comunica el Espritu
que da verdaderaVida. Termina as la creacin del hombre. "Del
Espritu nace espritu" 3,6. Esto significa nacer de Dios. Se ha
Hecho realidad la capacidad para ser hijos de Dios. La condicin de
hombre-carne queda transformada en hombre-espritu.Toms no estaba
con ellos.Esta aclaracin prepara una leccin para todos los
cristianos. Separado de la comunidad no tiene la experiencia de
Jess vivo; est en peligro de perderse. Solo unido a la comunidad
puedes encontrar a Jess.Los otros le decan, hemos visto al
Seor.Significa la experiencia de la presencia de Jess que les ha
trasformado. Les sigue comunicando la Vida, de la que tantas veces
les ha hablado. Les ha comunicado el Espritu y les ha colmado del
amor que ahora brilla en la comunidad. Jess no es un recuerdo del
pasado, sino que est vivo y activo entre los suyos. Tenemos aqu
otra enseanza clave. Los testimonios nunca son suficientes, no
pueden suplir la experiencia personal de la nueva Vida.A los ocho
das. Es decir, en la siguiente ocasin en que la comunidad se vuelve
a reunir. Jess se hace presente en cada celebracin comunitaria. El
da octavo es el da primero de la creacin definitiva. La creacin que
Jess ha realizado durante su vida, el da sexto, y que tiene su
mxima expresin en la cruz, llega a su plenitud en la Pascua. Toms
se ha reintegrado a la comunidad, all puede experimentar el
Amor.Trae tu dedo, aqu tienes mis manos.En este relato, la duda est
personalizada en Toms.Las seales son inseparables del nuevo Jess
porque son el smbolo del amor total. Gracias a que posee el Espritu
en plenitud, puede ahora comunicarlo a sus seguidores. La
resurreccin no le ha separado de la condicin humana anterior.Seor
mo y Dios mo!La respuesta de Toms es tan extrema como su
incredulidad. Se neg a creer si no tocaba sus manos traspasadas.
Ahora renuncia a la certeza fsica y va mucho ms all de lo que ve.
Al llamarle Seor y Dios, reconoce la grandeza, y al decir mo, el
amor de Jess y lo acepta dndole su adhesin.Dichosos los que crean
sin haber visto.Toms tiene la misma experiencia de los dems: ver a
Jess en persona. El reproche de Jess se refiere a la negativa a
creer el testimonio de la comunidad. Toms quera tener un contacto
con Jess como el que tena antes de su muerte. Pero la adhesin no se
da al Jess del pasado, sino al presente. Solo el marco de la
comunidad hace posible la experiencia de Jess vivo, resucitado.Por
exigir esa presencia, la experiencia de Toms no puede ser modelo.
La demostracin de que Jess est vivo, tiene que ser el amor
manifestado en la comunidad. El descubrimiento de ese amor, tiene
que llevar a la fe en Jess vivo.Naturalmente, todos tienen que
creer sin haber visto, porque lo que se ve no se cree. Fijaros que
Toms ve el cuerpo de Jess, pero dice: Seor mo y Dios mo! La
resurreccin no puede ser objeto de conocimiento, ni sensorial ni
intelectual, sino de fe. Solo experimentando a Cristo Vivo, sabr lo
que es la resurreccin.Meditacin-contemplacinYa no soyyoel que vive,
esCristoquien vive en m. (Pablo)Mtete esto bien en la cabeza:Sin
experiencia pascual, no hay cristiano posible.Es necesario un
proceso de interiorizacin de lo aprendido sobre
Jess..........................El difcil paso que dieron los
discpulos de Jess,del conocimiento externo y sensorial a la
experiencia viva,es el paso que tengo que dar yo, del conocimiento
terico de Jess,a la vivencia interna de que me est comunicando su
mismaVIDA....................El Espritu es el que da vida, la carne
no sirve de nada.El mismo Espritu que descendi sobre l,me est
invadiendo a m en cada momento.Si dejo que l tome las riendas de mi
ser, me har vivir su misma Vida..........................Fray
Marcos