Domingo, 29-03-1987 Cayey, Puerto Rico - manaeterno

Domingo, 29-03-1987 Cayey, Puerto Rico

Domingo, 29 de marzo de 1987

Cayey, Puerto Rico

Este mensaje predicado por nuestro amado

hermano William Soto Santiago,

Es distribuido gratuitamente.

“Y el Espíritu y la esposa dicen: Ven. Y el que

oye diga: Ven. Y el que tiene sed venga; y el que

quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.”

Apocalipsis 22:17

26 WILLIAM SOTO SANTIAGO

el que vengo dando testimonio de estas cosas en las iglesias;

porque el Señor Jesucristo me ha enviado para dar testimonio de

estas cosas en las iglesias. Pero yo no soy El. Yo soy Su enviado.

Yo vengo en Su Nombre; pero yo no soy El.”

Así que los verdaderos adoradores, adoren al Padre en

espíritu y en verdad. ADORA A DIOS EN ESPIRITU Y EN

VERDAD, VERDADERO ADORADOR.

Dios les bendiga a cada uno de ustedes, verdaderos

adoradores. Pasen todos nuevamente muy buen día. Y ustedes

allá en Santa Cruz de Bolivia, pasen ustedes muy buen día

también; y será hasta muy pronto en que estaré con ustedes,

esperando que sea este año. Ya este año espero estar con ustedes

allá en Bolivia; así que Dios les bendiga a ustedes allá en Santa

Cruz, Bolivia, y también a ustedes aquí en Puerto Rico; será hasta

el próximo domingo, Dios mediante, aquí en Puerto Rico, en que

estaré juntamente con Miguel Bermúdez Marín, misionero

internacional. Así que Dios les guarde y Dios les bendiga a todos.

“LOS VERDADEROS ADORADORES.”

LOS VERDADEROS ADORADORES

LOS VERDADEROS ADORADORES 25

mejor tropezar con cualquier otra cosa, con cualquier otra

persona, menos con la piedra de tropiezo; porque tropiezan en la

Palabra, en la Palabra hecha carne, en la Palabra hecha carne en

el cumplimiento de la Venida del Hijo del Hombre. Y tropezar

con la Venida del Hijo del Hombre es lo último para una persona;

porque ahí estará echando su suerte.

Y para nuestro tiempo, la Venida del Hijo del Hombre en el

tiempo final, cumple la Venida del Espíritu Santo, la

Dispensación del Espíritu Santo, el Mensaje del Espíritu Santo. Y

el que blasfemare contra el Espíritu Santo en Su manifestación en

el tiempo final, no puede esperar misericordia, sino atenerse al

juicio divino; pero primero tiene la oportunidad de escuchar y de

ver lo que está prometido para el tiempo final.

Por eso dijo el séptimo mensajero de la Iglesia gentil, dijo

que el Espíritu Santo visitaría a la Iglesia en carne humana; y

también dijo: “Cuando nuestro Señor venga sobre la Tierra,

vendrá sobre un caballo blanco como la nieve, y será

completamente Emanuel, la Palabra de Dios encarnada en un

hombre.” La Palabra de Dios encarnada en el Angel Mensajero

del Señor Jesucristo. Eso cumplirá las promesas de la Venida del

Hijo del Hombre con Sus Angeles llamando y juntando a todos

los escogidos; lo más grande que ha sido prometido para el

tiempo final al pueblo de Dios.

Y con todo y eso, el Angel Mensajero del Señor Jesucristo

no será el Señor Jesucristo. Es más grande, lo que estará

aconteciendo, de lo que nosotros nos imaginamos: Dios tomará a

uno de entre los escogidos para cumplir esas promesas, y él

seguirá siendo uno de los escogidos, y reconocerá su posición; no

le dirá a ninguna persona que él es el Señor Jesucristo, sino que le

dirá que él no es el Señor Jesucristo, sino que él es el Angel

Mensajero que viene dando testimonio de estas cosas en todas las

iglesias. Como dijo Juan: “Yo soy la voz de uno que clama en el

desierto: aparejad el camino del Señor,” él podrá decir: “Yo soy


El que se ha quedado atrás le pasa como los que se quedaron

atrás en el tiempo del Señor Jesucristo, donde hubo un cambio de

dispensación; se quedaron atrás en la primera dispensación.

Podían decirle: “Ustedes están adorando en una forma diferente

de la cual nosotros adoramos acá; nosotros adoramos acá en

Jerusalén, en el templo.” Pero habían otras personas que habían

comenzado una nueva dispensación y no tenían que ir a Jerusalén

para adorar: adoraban al Padre en espíritu y en verdad. Y Jesús lo

sabía.

Así que los que se quedaron atrás, pues se quedaron atrás; y

los que estaban con Jesús no podían mirar hacia atrás a la

dispensación que había pasado, a las formas que correspondían a

la dispensación que había pasado. Jesús les decía: “El que pone

su mano en el arado y mira hacia atrás, no es apto para el Reino.”

Así que no se podía mirar hacia atrás.

Y los que comentaban alguna cosa que no era muy positiva,

como los discípulos cuando se fueron las personas que estaban

con Jesús y quedaron doce, comenzaron a decir: “Dura es esta

Palabra, ¿quién la puede recibir?” Porque todo giraba alrededor

del Hijo del Hombre: “El que no coma la carne del Hijo del

Hombre no tiene vida permaneciente en sí.” Y cuando se

escandalizaron, les dice: “¿Qué si vieres al Hijo del Hombre que

sube donde estaba primero?”

Todo giraba alrededor de la Venida, de la Primera Venida

del Hijo del Hombre en el Oriente, en la tierra de Israel. Y los

que se escandalizaban, tropezaban y se iban por lo que El hablaba

alrededor del eje, del Mensaje dispensacional de la segunda

dispensación; pues el que se iba por eso, estaba tropezando con la

Piedra de tropiezo: con el Mesías en Su Primera Venida, con el

Hijo del Hombre.

Y el que tropieza y se va, el que tropieza con la Venida del

Hijo del Hombre y se va, pues no hay que buscarlo; tropezó con

la roca de escándalo, con la piedra de tropiezo. Y hubiera sido

LOS VERDADEROS ADORADORES

Por William Soto Santiago

Domingo, 29 de marzo de 1987

Cayey, Puerto Rico

...y hermanos presentes aquí en Cayey, Puerto Rico, y

también ustedes allá en Santa Cruz, Bolivia. Es para mí un

privilegio estar con ustedes en esta ocasión para continuar

dándoles a conocer el Programa divino para el tiempo en que

vivimos.

Deseo leer una Escritura en el libro o evangelio según San

Juan, capítulo 4, en donde Jesús estuvo hablando con la mujer

samaritana, y luego de concluir la conversación o lo que El le

había dicho, luego que ella desea tomar de esa agua, Jesús le

dice: “Ve, busca a tu marido.” Ella le dice: “No tengo marido.”

Jesús le dice (San Juan 4:17):

“Bien has dicho, No tengo marido;

Porque cinco maridos has tenido: y el que ahora tienes no es

tu marido; esto has dicho con verdad.

Dícele la mujer: Señor, paréceme que tú eres profeta.

Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís

que en Jerusalem es el lugar donde es necesario adorar.

Dícele Jesús: Mujer, créeme, que la hora viene, cuando ni en

este monte, ni en Jerusalem adoraréis al Padre.

Vosotros adoráis lo que no sabéis...”

Adoradores adorando a Dios y no sabían lo que adoraban.

“Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo

que sabemos: porque la salud viene de los Judíos.

Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos

adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque

también el Padre a tales adoradores busca que le adoren.

Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad

es necesario que adoren.


Dícele la mujer: Sé que el Mesías ha de venir, el cual se dice

el Cristo: cuando él viniere nos declarará todas las cosas.

Dícele Jesús: Yo soy, que hablo contigo”.

Que Dios bendiga en nuestros corazones Su Palabra y nos

permita entenderla.

“LOS VERDADEROS ADORADORES.” Los verdaderos

adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, y tales

adoradores busca el Padre que le adoren.

“LOS VERDADEROS ADORADORES.”

En el tiempo de Jesús, cuando El apareció en la escena, en

aquel tiempo el Sumo Pontífice, los sacerdotes de aquel tiempo,

todos los grandes líderes religiosos, decían que en Jerusalén era

necesario adorar a Dios; y los samaritanos decían que era en

aquel monte donde se encontraba Jesús en esa ocasión hablando

con la mujer, con la mujer samaritana, en esa área. Y Jesús le

dice: “Eso es así, pero viene la hora... Es así que en Jerusalén es

el lugar, porque la salud viene de los judíos; pero viene la hora

cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y

en verdad; ni en este monte, ni en Jerusalén.”

Un cambio en la adoración, un cambio en la adoración le

está diciendo el Señor que ha de ocurrir; porque cuando viene un

cambio de dispensación, viene también un cambio en el aspecto

de la adoración.

Jesús sabía lo que estaba aconteciendo en ese tiempo, El

conocía el Programa divino, El sabía que la adoración allá en

Jerusalén y aquel templo allá en Jerusalén era algo temporero;

pero que un día llegaría el cambio cuando una nueva

dispensación comenzara. Y sabiendo Jesús que El es el

Mensajero de una nueva dispensación, el Angel del Pacto, El le

habla a la mujer samaritana en esa forma.

La mujer samaritana, por lo que vemos, también estaba

interesada en las cosas religiosas, no importaba su condición; y

ella sabía los asuntos religiosos en cuanto a su pueblo: dónde


Mensaje, el centro alrededor del cual girará toda conferencia,

todo Mensaje que se predique, es la Segunda Venida del Hijo del

Hombre con Sus Angeles llamando con Gran Voz de Trompeta a

todos los escogidos y sellando con el Sello del Dios vivo a todos

los escogidos, y colocándoles en sus frentes, en sus mentes, el

Nombre eterno de Dios, Nombre Nuevo del Señor Jesucristo.

Alrededor de eso, alrededor de la Venida del Señor con Sus

Angeles, será que girará todo el Mensaje de la tercera

dispensación. Por eso usted notará que todo Mensaje que se

predica, gira alrededor de la Venida del Hijo del Hombre con Sus

Angeles llamando a los escogidos con Gran Voz de Trompeta, y

sellando a todos los escogidos, y colocando el Sello del Dios

vivo. Y al ser colocado el Sello del Dios vivo, el Nombre del

Señor es colocado en la frente, o sea, en la mente.

No busque usted otro centro para el Mensaje de la tercera

dispensación. No hay otra cosa más grande, no hay otra cosa más

importante para la tercera dispensación, no hay otra cosa más

importante para la raza humana, que la Segunda Venida del Hijo

del Hombre con Sus Angeles llamando y juntando a todos los

escogidos, y sellándolos en sus frentes; es lo más grande en este

tiempo final. Por lo tanto no espere otra cosa más grande. Somos

llamados, juntados y sellados para luego ser transformados, los

que están vivos, y los que están muertos ser resucitados.

Así que conscientes de que hemos sido sellados con el Sello

del Dios vivo: ¡Hacia adelante siempre, sin detenernos! Porque el

que pone la mano en el arado y mira hacia atrás, no es digno, no

es apto, del Reino; no es apto para el Reino de Dios.

Así que sin mirar hacia atrás... ¿Y qué quiere decir mirar

hacia atrás? Nosotros estamos en una edad eterna, una

dispensación eterna, caminando en el Programa de Dios hacia

adelante. No mire hacia atrás a lo que digan los que se han

quedado atrás; no mire hacia atrás para ver lo que están diciendo

o mostrando; porque hubo un cambio de dispensación.


será también uno de los verdaderos adoradores que adoran al

Padre en espíritu y en verdad.

Adoremos a Dios en espíritu y en verdad en esta nueva

dispensación.

Dios les bendiga, Dios les guarde. Muchas gracias por

vuestra amable atención y pasen ustedes muy buenos días; y será

hasta el próximo domingo en que estaré nuevamente con ustedes

aquí, juntamente con nuestro hermano y amigo y misionero

internacional, Miguel Bermúdez Marín; él llega en estos días para

estar con nosotros el domingo próximo, porque vamos de gira por

otros países, y regresamos a fines del próximo mes. Ustedes

saben que siempre que él pasa por aquí, si no es que estamos

regresando de un viaje, es que vamos a comenzar un viaje; así

que oren mucho por nosotros.

Las actividades de semana santa, por lo menos el domingo

de resurrección, vamos a tratar de enviárselo hacia acá a través de

las vías telefónicas. Hemos de estar viajando, pero nunca nos

olvidamos de ustedes; así que esperamos que las comunicaciones

telefónicas estén preparadas para ese domingo de resurrección,

para transmitir el Mensaje de resurrección a Puerto Rico y a otros

países también, los que se coloquen junto a la transmisión que se

va a hacer acá; se les transmitirá a ellos, a otros países también, la

conferencia del domingo de resurrección.

Así que oren mucho por nosotros, para que Dios nos ayude

en este viaje que hemos de tener, nos dé más temas del Mensaje

que corresponde a nuestro tiempo final, y cada día Dios nos deje

ver más claramente el Mensaje que corresponde a esta tercera

dispensación, para que así lo entendamos cada día mejor.

Así que yo creo que cada día lo hemos de entender mucho

mejor; más claro estará para nosotros. Pero estamos conscientes

que el Mensaje de la tercera dispensación, en la cual nosotros

estamos, todo el Mensaje gira (porque tiene un eje), todo el

Mensaje gira alrededor de ese eje. Y ese eje, el centro de ese


ellos adoraban. Y comenzó a hablar del tema religioso con Jesús,

ya que Jesús habló de un tema religioso; pero la mujer no sabía

que le estaba hablando de la Escritura cuando El le dijo a ella: “Si

tú supieras quién es el que te pide a ti de beber, tú pedirías de El y

El te daría agua de vida, agua que salta para vida eterna.”

Y ella quería de esa agua, pensando en términos literales,

para no regresar a buscar agua. Pero El le estaba hablando del

Agua espiritual, el Agua que salta para vida eterna; ya que El,

siendo la fuente del Agua de la Vida, en una ocasión había dicho,

allá en el templo: “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba, tome;”

porque El tenía esa Agua de vida eterna.

El sabiendo quién El era... Porque Jesús en todo momento

sabía quién El era, conocía el propósito de Su llegada a este

planeta Tierra; y estando en un cuerpo perfecto no tenía

limitaciones, no tenía limitaciones de conocimiento, no tenía

limitaciones para hacer las cosas que El deseaba hacer; pero El

solamente deseaba hacer lo que al Padre le agradaba, solamente

deseaba hacer el Programa divino para ese tiempo. Porque eso es

lo que a Dios le agrada que se haga en el tiempo en que uno vive.

En el tiempo de Jesús el deseo de Dios era que se llevara a

cabo el Programa que El tenía para ese tiempo. Y como siempre

para llevarse a cabo el Programa que Dios tiene para cada tiempo,

El tiene un hombre sobre la Tierra, Jesús sabía que ese hombre

era El; nadie más podía llevar a cabo esa Obra, ese Programa

determinado para ese tiempo: Morir por todos los hijos de Dios,

con Su Sangre limpiar a todos los hijos de Dios de todo pecado.

¿Quién otro podía morir y limpiar con su sangre, de todo

pecado, a los hijos de Dios? Ninguna otra persona. Solamente

Jesús; porque El era la persona que había venido no por la unión

de un hombre y de una mujer, sino por creación divina.

El apareció en la Tierra en un cuerpo perfecto, en un cuerpo

eterno. El dijo: “Nadie me quita la vida, yo la pongo por mí

mismo para volverla a tomar.” Siendo un cuerpo creado, la


creación es eterna, porque viene por la Palabra eterna; es la

Palabra haciéndose carne.

Y Jesús conociendo ese Programa, El trabajó en ese

Programa; hasta que dio Su vida en la Cruz del Calvario, murió,

fue sepultado Su cuerpo, El bajó a la quinta dimensión (lo que se

conoce como el infierno), y luego pasó a la sexta dimensión (lo

que se conoce como el Paraíso); y luego regresó a esta dimensión

tomando Su cuerpo que estaba en el sepulcro, en aquella cueva; y

se levantó victorioso.

Cuando El se levantó victorioso y luego de 40 días ascendió

al Cielo, subió al Cielo como el Sumo Sacerdote según el Orden

de Melquisedec, para trabajar en el Templo que está en el Cielo

haciendo intercesión por todos los elegidos, llamando a todos los

escogidos a través de cada mensajero que El envió en cada edad.

Y cuando eran llamados en cada edad los elegidos de cada

edad, eran llamados los verdaderos adoradores. Los verdaderos

adoradores eran colocados en la edad que les correspondía para

su tiempo, con su mensajero; y ahí comenzaban a adorar a Dios

en espíritu y en verdad, adorando a Dios en Cristo, colocados en

el Cuerpo Místico del Señor Jesucristo (que es Su Iglesia) por el

nuevo nacimiento. Naciendo del agua y del espíritu, nacían en ese

Cuerpo Místico, a través de cada edad de la Iglesia; y ahí,

colocados en ese lugar, en la Casa de Dios, en el lugar que les

correspondía, adoraban en espíritu y en verdad a Dios.

Todos, en cada edad, adorando en Cristo conforme al

Programa divino; porque hubo un cambio de adoración. No era

asunto de llegar a Jerusalén, al templo de Jerusalén, para adorar a

Dios; sino llegar al Templo espiritual del Señor, a la edad que le

correspondía a cada escogido en cada tiempo, para colocarse ahí

y adorar a Dios en espíritu y en verdad, en Cristo, estando en el

Cuerpo de Cristo.

Los verdaderos adoradores así han adorado a Dios. Y tales

adoradores, dice Jesús, busca el Padre que le adoren. A través de


corresponden al tiempo final en el Reino de Dios, vivamos llenos

de alegría, llenos de felicidad, conscientes que tenemos la

bendición más grande de todos los tiempos, conscientes de la

realidad bíblica que nos corresponde, y contentos de ver en el

Reino de Dios lo que está aconteciendo conforme a lo que El

prometió en Su Palabra.

Ahora, conscientes de que habrá un cambio total en este

tiempo final, un cambio de Mensaje dispensacional, un cambio de

dispensación, un cambio de Mensajero dispensacional, un cambio

de Nombre divino, de Nombre de Dios, que en el tiempo final es

prometido para el pueblo de Dios; y conscientes de estas cosas,

seamos cuidadosos, y nunca, nunca, vayamos a hacer lo que Juan

el discípulo amado trató de hacer cuando vio a ese Angel

Mensajero llevando a cabo ese ministerio en la Venida del Hijo

del Hombre con Sus Angeles, dando a conocer estos grandes

misterios del Reino de los Cielos, dando a conocer el Nombre

eterno del Señor, dando a conocer el Mensaje de esta nueva

dispensación, dando a conocer la Venida del Hijo del Hombre

con Sus Angeles; y cuando él vio todas estas cosas llevándose a

cabo, y vio a ese Angel Mensajero llevando a cabo todos esos

misterios del Reino de los Cielos, Juan pensó que tenía que

adorar a ese Angel, al ver en el Angel el cumplimiento de tantas

promesas señaladas para el tiempo final.

Pero el Angel, estando consciente de que él no es el Señor

Jesucristo, sino Su enviado, el cual viene en el Nombre del Señor

Jesucristo, le dijo a Juan: “Mira que no lo hagas. Yo soy siervo

contigo y con tus hermanos. Adora a Dios. Adora a Dios.”

Los verdaderos adoradores, adoren a Dios en espíritu y en

verdad, no al Angel del Señor, porque él no es el Señor

Jesucristo. El es Su enviado, él viene en Su Nombre; pero no es el

Señor Jesucristo. Por eso no podemos adorarlo a él. Más bien él

tiene que adorar a Dios también, como todos los demás

verdaderos adoradores adoran a Dios en espíritu y en verdad; él


Templo del Señor.

Por eso el ministerio de Sacerdotes que tienen los elegidos,

lo utilizarán plenamente (ese sacerdocio según el Orden de

Melquisidec) durante el Milenio y durante la eternidad.

Actualmente solamente espiritual se mueve; pero en el

Milenio y en la eternidad ya asumirá una posición más amplia ese

ministerio de cada hijo de Dios según el Orden de Melquisedec;

porque son el Templo del Señor en donde El coloca Su Nombre

eterno. Y ahí se recibirá la adoración a Dios, ahí se llevará a

cabo; y nadie podrá hacerlo en otra forma. Y ahí estará el Señor

en Su Templo, en el lugar más importante de Su Templo: el

Lugar Santísimo, la Edad eterna, la Edad de Oro, la Edad de la

Venida del Hijo del Hombre.

Y dice: “Al que venciere, yo le daré que se siente conmigo

en mi trono.” Los vencedores en este tiempo final recibirán el

Nombre eterno y nuevo del Señor, y también se sentarán con El

en Su Trono, en la Edad del Trono, que es la Edad de la Venida

del Hijo del Hombre, la Edad del Lugar Santísimo, la Edad

nuestra.

Estamos en esa edad, somos colocados en la Edad del Trono,

la Edad del Hijo del Hombre, para adorar a Dios en espíritu y en

verdad; y así ser reconocidos por Dios como los verdaderos

adoradores que adoran al Padre, a Dios, en espíritu y en verdad.

El verdadero adorador es llamado, juntado y colocado en ese

lugar en este tiempo; por lo cual nosotros estamos muy contentos

de la porción que nos ha tocado en el Cuerpo Místico del Señor

Jesucristo. Es el lugar más importante del Cuerpo Místico del

Señor, y también el lugar que más responsabilidad tiene en el

Programa divino. Y usted como individuo tiene una gran

responsabilidad en este tiempo, de acuerdo al lugar que le

corresponde en el Cuerpo Místico del Señor Jesucristo.

Así que, conociendo estas cosas, conociendo nuestra

posición en el Cuerpo Místico , conociendo estos misterios que


cada mensajero, el Padre ha buscado, ha llamado, ha recogido, a

los verdaderos adoradores; en cada edad los ha colocado en cada

edad, y han adorado a Dios en espíritu y en verdad.

Y hoy nos preguntamos: “¿Qué de nosotros? ¿Cuál es

nuestro lugar, nuestra posición, en el Cuerpo Místico del Señor,

para adorar a Dios en espíritu y en verdad?” No estamos en el

tiempo de San Pablo; por lo tanto no nos pertenece adorar a Dios

en la edad de San Pablo; ya los verdaderos adoradores de esa

edad vivieron en el pasado y adoraron a Dios, estando en esta

Tierra, en espíritu y en verdad. Pero ya en el Cuerpo de Cristo se

ha ido subiendo a tal grado que hoy en día nos encontramos en la

Edad de la Mente, en la Cabeza del Cuerpo Místico del Señor, en

la Edad de la Piedra Angular, a donde Dios coloca a todos los

verdaderos adoradores del tiempo final.

Y para colocar en la Cabeza del Cuerpo Místico del Señor

Jesucristo a los verdaderos adoradores, de los cuales El dice: “a

tales adoradores busca el Padre que le adoren;” para buscar los

adoradores del tiempo final y colocarlos en la parte del Cuerpo

Místico del Señor que les corresponde en este tiempo, para

buscarlos, El dice: “Y enviará el Hijo del Hombre a Sus Angeles

con Gran Voz de Trompeta, y juntarán a todos los escogidos.”

¿Dónde los juntarán? En la parte del Cuerpo Místico que les

corresponde en este tiempo final: en la Cabeza de Oro del Cuerpo

Místico del Señor, en la parte de la Edad de la Piedra Angular.

Es la Edad eterna, la Edad de la Cabeza de Oro, la Edad que

es coronada con dos ramas de olivo; porque el Cuerpo Místico

del Señor Jesucristo es coronado en Su Cabeza. La Cabeza del

Cuerpo Místico del Señor Jesucristo es coronada en el tiempo

final por el ministerio de las dos ramas de olivo prometidas para

el tiempo final. Y ahí, en la Edad de la Coronación, la Edad de las

Dos Ramas de Olivo, la Edad de la Cabeza del Cuerpo Místico

del Señor Jesucristo, son llamados y colocados todos los

verdaderos adoradores, para que adoren al Padre en espíritu y en


verdad.

Fuera del lugar correspondiente a nuestro tiempo, del Cuerpo

Místico del Señor Jesucristo, nadie podrá adorar a Dios en

espíritu y en verdad correctamente; porque Dios tiene el lugar en

donde El reúne a todos Sus escogidos para que adoren en espíritu

y en verdad.

Es imposible que fuera del Cuerpo Místico del Señor

Jesucristo alguien pueda adorar a Dios en espíritu y en verdad;

solamente siendo colocados en el Cuerpo Místico del Señor

Jesucristo, en la etapa que le corresponde a la persona vivir. Y

cuando está colocado ahí, ahí es donde el Señor Jesucristo está

para que adoremos a Dios en Cristo.

Por eso en cada etapa de la Iglesia, el Señor Jesucristo ha

estado a través del mensajero para llamar y juntar en esa edad a

todos los escogidos; y los escogidos adorar a Dios en espíritu y

en verdad.

El dijo en el Antiguo Testamento, que el pueblo adoraría a

Dios en el lugar que Dios escogiere para poner Su Nombre. Y el

Nombre de Dios ha sido colocado en Cristo.

Dios fue manifestado en carne; y por eso la manifestación de

Dios en carne, siendo Emanuel (que quiere decir: Dios con

nosotros), siempre decía: “Yo he venido en el Nombre de mi

Padre.”

Muchas personas no sabían que cuando El decía eso, les

estaba diciendo que El tenía el Nombre de Dios, el Nombre de

Dios para esa nueva dispensación. Y siendo así, en la segunda

dispensación el Nombre de Dios para adorar a Dios vino a ser el

Señor Jesucristo. Por eso toda adoración durante la segunda

dispensación de la Gracia, ha sido bajo el Nombre del Señor

Jesucristo, porque ése ha sido el Nombre de Dios como Redentor,

como Salvador.

El Nombre de Dios para redimir ha sido Jesús; por eso la

adoración también, durante la segunda dispensación, tuvo que ser


Ahora, vean ustedes, en el tiempo de Jesús estaba ocurriendo

un cambio de dispensación, y estaba moviéndose también un

cambio de adoración o un cambio en la adoración. El dijo que ni

en aquel monte de los samaritanos ni en Jerusalén se iba a adorar

al Padre, sino en espíritu y en verdad; pero muchas personas,

comenzando desde el Sumo Sacerdote, seguían adorando en

Jerusalén, en el templo.

Pero allí estaba el Templo, el Nuevo Templo, en donde

estaba el Nombre de Dios para Redención, el cual estaba presente

en medio de ellos. Por eso Jesús permitía que la gente que venía

donde El y se postraban delante de El y le adoraban, El permitía

que le adoraran; y estaba correcto, porque ya no se estaba

adorando ni en Jerusalén, en el Templo de Jerusalén, ni en

Samaria o allá con los samaritanos, sino en espíritu y en verdad.

Y allí, en donde estaba el Nombre del Señor, el Nombre de

Dios para Redención, siendo ése el Nuevo Templo, el Templo de

Dios, allí Dios estaba recibiendo adoración de las personas que

venían delante de El y le adoraban. Por eso Jesús recibía la

adoración.

Ahora, hay un Nuevo Cuerpo, un Nuevo Templo: es el

Templo Místico del Señor, el Cuerpo Místico, a través del cual

Dios recibirá toda adoración que durante el Milenio y la eternidad

se lleve a cabo hacia Dios; porque ahí estará el Nombre eterno de

Dios, ahí estará también cumplida la Venida del Señor. Y con la

Venida del Señor, ese Templo recibe también el Nombre eterno

de Dios y Nombre Nuevo del Señor Jesucristo. Por eso dice:

“Escribiré sobre él el nombre de mi Dios, el nombre de la ciudad

de mi Dios y mi nombre nuevo.”

Al estar ya construido, terminado, ese Templo, y luego

inaugurado ese Templo, entonces el Nombre eterno de Dios y

Nombre Nuevo del Señor Jesucristo estará colocado en ese

Templo. Y todas las naciones y todos los seres humanos tendrán

que adorar durante el Milenio y durante toda la eternidad en ese


dispensación que les corresponde, colocados en la parte del

Cuerpo Místico del Señor que les corresponde, colocados en la

Cabeza del Cuerpo Místico del Señor, colocados en la Mente de

esa Cabeza del Cuerpo Místico; para que así nosotros podamos

entender los pensamientos de Dios, podamos entender la Obra de

Dios para nuestro tiempo.

Pensando humanamente nunca entenderemos a Dios; pero

Dios colocando Sus pensamientos en nuestra mente, entonces sí

podemos pensar en la forma que Dios piensa, podemos entonces

comprender el tiempo que estamos viviendo, podemos

comprender el llamado final de todos los escogidos, podemos

comprender la Venida del Hijo del Hombre con Sus Angeles

llamando y juntando a todos los escogidos, y podemos entonces

comprender el porqué de nuestra existencia en este planeta

Tierra: Es porque es necesario que los que adoran a Dios, adoren

a Dios en espíritu y en verdad; y tales adoradores busca el Padre

que le adoren.

Estamos aquí en la Tierra para adorar a Dios, adorarle en

espíritu y en verdad; y hemos sido buscados, llamados, con la

Gran Voz de Trompeta, y sellados en el tiempo final para adorar

al Padre, adorar a Dios, en espíritu y en verdad. Para eso están

aquí en la Tierra los verdaderos adoradores.

No es asunto de una persona decir: “Yo creo en Dios,” y

decir: “¡Gloria a Dios!” Darle gloria a Dios o darle gracias a

Dios, eso cualquier persona lo hace; pero lo importante es adorar

verdaderamente a Dios en espíritu y en verdad. Y solamente los

verdaderos adoradores podrán llevar a cabo una verdadera

adoración a Dios conforme a Su Programa para nuestro tiempo.

Lo demás será religiones, sectarismos y todas estas cosas;

emociones, y el deseo de la gente de adorar a Dios; pero la

verdadera adoración solamente la pueden llevar a cabo los

verdaderos adoradores, los cuales adorarán al Padre en espíritu y

en verdad, dice el Señor Jesucristo.


bajo el Nombre correspondiente de Dios a la segunda

dispensación. Pero en la primera dispensación nadie adoraba a

Dios ni clamaba a Dios en el Nombre del Señor Jesucristo,

porque no había llegado la segunda dispensación, en la cual Dios

tenía que revelar el Nombre bajo el cual todos los adoradores

verdaderos, adorarían al Padre en espíritu y en verdad.

Durante la primera dispensación no se utilizaba en la

adoración ese Nombre; pero cuando hay un cambio de

dispensación: hay un cambio de adoración y hay un cambio de

Nombre para la adoración también. Y cuando eso está

ocurriendo, ese cambio en el Cielo, entonces hay silencio en lo

que ocurre ese cambio y se lleva a cabo todo lo que tiene que

llevarse a cabo en ese tiempo, para que se establezca, conforme al

Programa divino, esa nueva dispensación con el nuevo orden de

todas las cosas correspondientes a esa nueva dispensación.

Por eso, hablando de un cambio de dispensación para el

tiempo final, en la Venida del Hijo del Hombre con Sus Angeles,

nos dice la Escritura que cuando el Séptimo Sello se abrió, que es

la Venida del Hijo del Hombre con Sus Angeles en el tiempo

final, llamando y juntando a todos Sus escogidos, dice: “Y en el

cielo hubo silencio por casi media hora.”

Hubo silencio en el Cielo, ninguna adoración en el Cielo.

Los ángeles dejaron toda actividad en el Cielo, porque se está

llevando a cabo entonces en la Tierra la Venida del Hijo del

Hombre con Sus Angeles; de lo cual en el Cielo guardan silencio,

hubo silencio, para que ninguna interrupción pudiera afectar la

Segunda Venida del Hijo del Hombre con Sus Angeles, llamando

y juntando a todos los escogidos, a los verdaderos adoradores, en

la parte del Cuerpo Místico que les corresponde en el tiempo final

para adorar a Dios en espíritu y en verdad.

Es el tiempo en que un cambio se lleva a cabo: un cambio de

dispensación, un cambio de edad, un cambio de mensajero, un

cambio de Mensaje, un cambio total en el Programa divino; en


donde una nueva dispensación comienza a surgir con la Venida

del Hijo del Hombre con Sus Angeles, llamando a los escogidos a

una nueva dispensación, para darles a conocer los misterios del

Reino de los Cielos; y así los escogidos poder adorar a Dios en

espíritu y en verdad, en el lugar correcto para adorar a Dios,

siendo colocados en la parte del Cuerpo Místico del Señor

Jesucristo, la Edad de la Cabeza de Oro del Cuerpo Místico del

Señor, la Edad Eterna, la Edad de la Coronación, donde el

Cuerpo Místico es coronado con el ministerio de las dos ramas de

olivo.

Y estando coronado ese ministerio con esas dos ramas de

olivo, entonces el Cuerpo Místico ha llegado a la total formación

para que ocurra la resurrección de los muertos que corresponden

a las diferentes etapas de ese Cuerpo Místico. Y los que se hayan

ido porque Dios los llamó, pero que corresponden a nuestro

tiempo, han de regresar también en la resurrección de los muertos

en Cristo, a la final trompeta. Y todos juntos, en el tiempo final,

estaremos formando totalmente el Cuerpo Místico del Señor

Jesucristo o Templo del Señor Jesucristo, en el cual y desde el

cual la adoración al Dios eterno será llevada a cabo.

Y cualquier persona que quiera adorar a Dios correctamente

durante el Milenio, tendrá que reconocer ese Cuerpo Místico o

Templo espiritual del Señor; porque fuera de ese Templo

espiritual del Señor, Dios no ha de recibir ninguna adoración.

Es necesario que entendamos estas cosas, porque una

persona nada puede hacer hasta que primero no sepa, no conozca,

lo que debe hacer. Porque ¿cómo una persona va a hacer algo si

no sabe lo que va a hacer? Eso es lo que sucedía, lo que sucedió,

en el tiempo de Jesús: Habían adoradores, como la mujer

samaritana y su pueblo que estaban adorando en aquel monte, y

Jesús le dijo: “Ustedes no saben lo que adoran. Ustedes adoran,

pero no saben lo que están haciendo, no saben cómo adorar

correctamente.”


Gran Voz de Trompeta y luego los sella con el Nombre eterno de

Dios, con el Nombre Nuevo del Señor Jesucristo; y luego a los

escogidos de entre los hebreos.

Es tan importante lo que en nuestro tiempo está prometido,

que no lo podemos perder; porque perderlo es perderlo todo en

este tiempo, cuando está a la disposición de todos los seres

humanos, de todos los escogidos.

Estamos en el tiempo del llamado de todos los escogidos con

Gran Voz de Trompeta, buscando a los verdaderos adoradores

para colocarlos en una nueva dispensación, en la parte más

importante del Templo espiritual del Señor, equivalente,

correspondiente, al lugar santísimo del templo que estaba en

Jerusalén y del templo que hizo Moisés.

Estamos en el tiempo de la Cabeza del Cuerpo Místico del

Señor. Y la parte más importante de la cabeza es la mente; y

estamos en la etapa de la Mente del Señor, estamos en la etapa de

la Mente del Cuerpo Místico del Señor.

Nada, nada, podrá ser ministrado al Cuerpo Místico del

Señor, sino lo que la Mente del Señor Jesucristo dé a conocer

para este tiempo final.

No serán los pensamientos del Angel Mensajero del Señor

Jesucristo, sino los pensamientos del Señor Jesucristo

transmitidos al Angel Mensajero del Señor Jesucristo para darlos

a conocer a los escogidos y colocar esos pensamientos divinos

del Señor Jesucristo en los pensamientos nuestros; y así quedar

sellados con el Sello del Dios viviente en este tiempo final,

conociendo el Nombre eterno de Dios, el Nombre Nuevo del

Señor Jesucristo, y conociendo el Mensaje correspondiente a

nuestro tiempo, a través del cual es dado a conocer todo misterio

del Reino de los Cielos correspondiente a este tiempo.

Estamos en el tiempo más grande de todos los tiempos,

estamos en el tiempo en que los verdaderos adoradores adorarán

al Padre en espíritu y en verdad, colocados en la edad o


de Dios colocado en su frente, en su mente; tenían el

conocimiento de ese Nombre eterno.

¿Y quién los sellaría en la frente con ese Nombre? Si vemos

bien, si podemos ver en el capítulo 7, podemos ver quién es la

persona que sella a 144 mil escogidos en la frente. Dice:

“Y vi a otro ángel que subía del nacimiento del sol...”

Un Angel, un Mensajero, que subía, que se levantaba del

nacimiento del Sol.

Recuerden que la Venida del Hijo del Hombre es como el

Sol de Justicia, porque “a los que temen mi nombre, nacerá el Sol

de Justicia.” De donde se cumpla la Venida del Señor como el

Sol de Justicia, de ahí se levanta, sube, ese Angel Mensajero con

el Sello del Dios vivo para sellar a todos los escogidos.

Sigue diciendo:

“...que subía del nacimiento del sol, teniendo el sello del

Dios vivo: y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a los cuales

era dado hacer daño a la tierra y a la mar, diciendo: No hagáis

daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que señalemos

a los siervos de nuestro Dios en sus frentes.”

¿Dónde los iban a señalar con el Sello de Dios? en sus

frentes. Y cuando vemos que ya están sellados en sus frentes, y

vemos el Sello; lo que tienen en sus frentes es el Sello del

Nombre del Padre celestial, que es el Nombre del Señor

Jesucristo, el Nombre Nuevo del Señor.

Pero antes de ellos ser sellados, el Sello será estrenado,

utilizado por primera vez, en la frente, en la mente y el corazón

de los escogidos de entre los gentiles, para sellar en sus frentes a

todos los escogidos de entre los gentiles con el Nombre del Padre

celestial y el Nombre Nuevo del Señor Jesucristo.

Eso es lo que hace el Angel que sube del nacimiento del Sol,

que es el Angel del Señor Jesucristo, que viene en el Nombre del

Señor sellando a todos los escogidos de entre los gentiles

primeramente y luego de entre los hebreos. Por eso los llama con


La adoración, conforme a lo que se enseñaba en aquel

tiempo en medio de los samaritanos, era en aquel monte; porque

sus padres adoraron en aquel monte. Pero los judíos decían: “No,

es en Jerusalén; porque fue el lugar escogido por Dios, en donde

Dios puso Su Nombre y donde colocó Su Templo.” Jesús dijo:

“Nosotros adoramos lo que sabemos, porque la salud viene de los

judíos; pero aunque eso está correcto, viene el día, la hora viene,

cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre, sino

en espíritu y en verdad.”

Porque Dios tendría un Nuevo Templo en donde El colocaría

Su Nombre, El tendría un Nuevo Templo en donde El se

colocaría; y estando El ahí colocado, Su Nombre estaría ahí. Y

ese Nuevo Templo, durante su construcción, vino a ser el lugar en

donde Dios llamaba a Sus escogidos; porque el Señor Jesucristo

estaba ahí, a través de cada mensajero, llevando a cabo esa

construcción.

Y desde ese lugar, desde esa posición, los escogidos

(sabiendo que estaban en Cristo, en el Cuerpo Místico del Señor

Jesucristo, en donde estaba Su Nombre, el Nombre del Señor

para Redención, el Nombre Jesús) adoraban a Dios; y Dios

recibía esa adoración. Pero algún día habrá un cambio de

Nombre, un cambio de dispensación, cambio de Nombre y

cambio de Mensaje. Y durante el Milenio y durante la eternidad,

toda la adoración será en el Nombre eterno del Señor Jesucristo,

el Nombre Nuevo que El dice que recibió. Y para eso El le dará a

conocer ese Nombre Nuevo a todos Sus escogidos, a todos los

vencedores, a todos los verdaderos adoradores a los cuales les

será revelado.

Por eso dice en Apocalipsis, capítulo 3 y verso 12:

“Al que venciere, yo lo haré columna en el Templo de mi

Dios (así que estará en el Templo de Dios, que es el Cuerpo

Místico del Señor Jesucristo), y nunca más saldrá fuera; y

escribiré sobre él el Nombre de mi Dios, y el Nombre de la


Ciudad de mi Dios, la Nueva Jerusalén, la cual desciende del

Cielo de con mi Dios y mi Nombre Nuevo.”

Todas estas cosas serán escritas en los escogidos, escritas

“sobre él;” o sea, le serán reveladas estas cosas a los escogidos en

el tiempo final; y ellos tendrán el conocimiento del Nombre

eterno de Dios, que es el Nombre Nuevo del Señor Jesucristo, el

cual será usado durante el Milenio y durante la eternidad en la

adoración a Dios. En todas las cosas que se llevarán a cabo en la

Obra divina será utilizado el Nombre eterno de Dios, que es el

Nombre Nuevo del Señor Jesucristo, el cual obtuvo cuando

ascendió al Cielo victorioso, el cual recibió al ascender al Cielo,

el cual es revelado en la Segunda Venida del Hijo del Hombre

con Sus Angeles.

Por eso el pueblo en el tiempo final estará recibiendo el

Mensaje, el testimonio, del Angel del Señor Jesucristo; que

vendrá, no con un mensaje de sí mismo, sino con el Mensaje o

testimonio del Señor Jesucristo, dando testimonio de estas cosas

en las iglesias, dándole a conocer todos estos misterios del Reino

de los Cielos, dándole a conocer el cambio de dispensación,

cambio de Mensaje, cambio de Mensajero y cambio de Nombre

para una nueva dispensación.

El vendrá dando a conocer estos misterios. El no será el

Señor Jesucristo, él solamente será un hombre, un Mensajero, el

último de los Profetas, el Benjamín de los Profetas, que vendrá

con las dos ramas de olivo para colocarlas en la parte más

importante del Cuerpo Místico del Señor Jesucristo, para colocar

ese ministerio en la Edad de la Cabeza de Oro del Cuerpo Místico

del Señor Jesucristo, colocar ese ministerio en la Edad de Oro.

Estamos viviendo la Edad de Oro, la etapa de Oro, la etapa

más importante del Reino de Dios; estamos viviendo en la etapa

de la Venida del Hijo del Hombre con Sus Angeles llamando y

juntando a todos los escogidos con Gran Voz de Trompeta,

llamando y juntando a todos los verdaderos a doradores; porque


tales adoradores busca el Padre que le adoren. Por eso los llama,

los coloca en la Edad de Oro, en la Edad de la Venida del Hijo

del Hombre, en donde es colocado el Nombre eterno, el Nombre

Nuevo del Señor Jesucristo, para que todos tengan el

conocimiento de ese Nombre, y todos tengan el conocimiento de

la nueva dispensación que ha comenzado, y el nuevo Mensaje

dispensacional correspondiente a nuestro tiempo.

Estamos viviendo en un tiempo de cambio, del cambio más

grande de todos los tiempos, un cambio que será para toda la

eternidad, un cambio tan grande que hasta el Nombre del Señor

Jesucristo es cambiado. No que lo cambiará algún hombre, sino

que El dice que tiene un Nombre Nuevo, el cual va a darle a

conocer, a colocar, en todos los escogidos, en todos los que

vencieren en el tiempo final. Por eso también los escogidos de

entre los hebreos serán llamados y colocados en ese lugar, en ese

lugar escogido por Dios para colocar a Sus escogidos; serán

llamados y colocados ahí, en la cima del Monte de Sión, en la

Edad de Oro, en la Edad de la Venida del Hijo del Hombre.

Y por eso encontramos en Apocalipsis, capítulo 14 y verso 1,

encontramos al Cordero, al Señor, colocado en la cima del

Monte. Dice: “Y miré, y he aquí, el Cordero estaba sobre el

monte de Sión...”

El Monte de Sión es el Cuerpo Místico del Señor, es el

Templo espiritual del Señor; y “sobre el Monte de Sión,” eso es

en la Edad de la Piedra Angular, la Edad de Oro, es la Edad de la

Cabeza de Oro del Cuerpo Místico del Señor, la Edad de la

Venida del Hijo del Hombre; por eso encontramos al Cordero

sobre el Monte de Sión. Es la Venida del Señor, y lo encontramos

colocado sobre el Monte de Sión; no en la parte de abajo, sino en

la parte de arriba.

Y sigue diciendo: “Y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que

tenían el nombre de Su Padre escrito en sus frentes.” Tenían el

Nombre eterno de Dios, la revelación divina del Nombre eterno

Domingo, 29-03-1987 Cayey, Puerto Rico - manaeterno

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