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Se entiende por estrés aquella situación en la cual las demandas externas o las demandas
internas superan nuestra capacidad de respuesta. También es la causa común de muchas
enfermedades físicas y mentales.
Sin embargo, el estrés es parte esencial de nuestras vidas, incluso lo necesitamos para
disfrutar de la vida, pero debemos mantenerlo dentro de ciertos límites; más allá nos daña
y se convierte en estrés malo o distrés.
Ciertas alteraciones que afectan nuestra calidad de respuesta se encuentran la
disminución de la concentración, memoria, creatividad, energía, cansancio, y la depresión
pueden ser signos tempranos del estrés. Al principio pueden parecer insignificantes, pero es
muy importante tomarlas en cuenta para evitar que estas alteraciones progresen y se
conviertan en serias enfermedades que pueden destruir nuestro bienestar y felicidad y hasta
la propia vida. Por esto es muy importante detectarlo a tiempo.
A pesar de todo el estrés no solo tiene un lado negativo, sino que también tiene un lado
positivo, que es el llamado eustres que es un estado de conciencia, en el cual pensamiento,
emoción y sensación parecen organizarse para proporcionar un efecto general de alegría,
satisfacción y energía vital; es el estrés que nos motiva y nos lleva a hacer las cosas y nos
proporciona un estado de bienestar.
Muchos son los factores que pueden causarnos estrés, ya sea positivo o negativo, pero
hay que saber detectar cuáles son esos que nos ayudan a estar en el lado bueno del estrés.
Asimismo, también existen cantidad de técnicas que nos ayudan a amortiguar o disminuir el
estrés negativo llevándonos al lado positivo e incluso a incrementar ese estado.
Hay una etapa de la vida que es crucial para las personas, que es la entrada al ámbito
universitario ya que implica grandes cambios y el adaptarse a un ambiente nuevo. Esto
podría generar estrés en las personas que llegan a esta etapa de su vida y deben de buscar
herramientas que los ayuden a superar este cambio y a rendir mejor y estar mejor como
personas.
Debido a esto, es importante que las personas conozcan más sobre aquello que les
perjudica y les causa estrés, pero es aún más importante que descubran que el estrés
también es bueno y que les puede ayudar a tener un mejor rendimiento académico y
personal, al informarse sobre todo aquello que los rodea y que pueden serle de utilidad en la
vida
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CARACTERÍSTICAS DEL TALLER
Población: Universitarios de primer año de la carrera
Número de población: De 25 a 30 participantes aproximadamente
Selección de la Población: Se pedirá un salón que sea apropiado para este taller según nos
indique la autoridad.
Objetivo General: Promover entre los jóvenes universitarios de primer año la
identificación y el empleo del estrés positivo.
Objetivos específicos:
Proporcionar una definición de estrés y sus tipos, concentrándose en el eustrés.
Reemplazar la connotación negativa del estrés
Ayudar a los participantes a que logren identificar su nivel de eustrés
Promover el uso y manejo del eustrés en situaciones específicas (escolares,
relaciones personales/amorosas)
Brindar herramientas para llegar a un estado de eustrés y mantenerlo
Procedimiento: Se llevarán a cabo 6 sesiones de 1 hora y media durante tres semanas de a
dos sesiones, martes y jueves, en el horario que las autoridades indiquen.
Variables:
Independiente: Taller “Aprendiendo a vivir con eustrés”
Dependiente: Eustrés
Resultados esperados:
Se espera que a lo largo de las sesiones los jóvenes aprendan a identificar cuándo se
encuentran ante una situación estresante y puedan reaccionar de forma positiva a ésta. De
igual forma, se espera que utilicen alguna de las diferentes herramientas que se les fueron
presentadas con el fin de modular su estrés. Y adicionalmente, que los jóvenes lo apliquen
en su vida personal y escolar, de manera que contribuya en su bienestar psicológico, así
como en la salud.
Evaluación del programa:
Se aplicará un Test de Semántica en la primera sesión del Taller “Aprendiendo a vivir
con Eustrés”, en la cual se evaluará la percepción de los participantes acerca del estrés. Al
finalizar el taller, se volverá a aplicar el mismo formato de evaluación del estrés para
conocer cómo ha cambiado su perspectiva hacia el concepto.
Durante cada sesión se les pedirá a los participantes que realicen un autorregistro para
conocer como el taller ha influido en ellos y como aplican lo aprendido en la vida diaria,
además les podrá servir de manera personal para ver su avance. El autorregistro y el test de
semántica fueron elaborados para este taller.
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PROGRAMA DEL TALLER “APRENDIENDO A VIVIR CON ESTRÉS”
1. Estrés
a. Definición de estrés
b. Síntomas
c. Respuestas ante el estrés y consecuencias
d. Sus mitos.
2. Tipología del estrés
a. Eustrés y distrés
b. Estresores
3. Eustrés
a. Definición
b. Semáforo del estrés
c. Eustresores/Moduladores
4. Técnicas de control
a. Técnicas cognitivas
i. Detención del pensamiento
ii. Adiestramiento en la resolución de problemas
iii. Reorganización Cognitiva
b. Técnicas conductuales
i. Hábitos (Ejercicio y nutrición)
ii. Manejo del tiempo y dinero
iii. Hobbies y pasatiempos
iv. Estrategia del humor
5. Métodos de relajación.
a. Respiración Diafragmática
b. Imaginación Temática
c. Relajación muscular
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JUSTIFICACIÓN
El Eustrés, es el estrés sano, es la energía que mejora las capacidades de una persona y
ayuda a enfrentarse de manera óptima a las adversidades que se presentan; gracias a este
estrés positivo el cuerpo es competente para enfrentarse a las situaciones hostiles e incluso
obtiene sensaciones placenteras al realizarlas. Este tipo de estrés es un estado de conciencia
en el cual pensamiento, emoción y sensación se organizan para proporcionar un efecto
general de alegría, satisfacción y energía vital y de esta manera lograr un equilibrio en las
actividades que se realizan.
El primer año de una carrera universitaria es para la persona un nuevo desafío, por lo
que es relativamente “normal” que un alumno al ingresar a la universidad aún no cuente
con un plan académico firme y además de encontrarse en un período importante de
acoplamiento social y académico causa incertidumbre en el estudiante. En este periodo el
alumno enfrenta diferentes problemas que surgen tanto de la transición que se presenta por
la adolescencia como por el paso de la preparatoria a la universidad que exige una
separación de los roles y patrones de comportamiento que se tenían en la escuela
preparatoria, lo anterior trae consigo un sentido de nuevas oportunidades pero al mismo
tiempo grandes necesidades.
En general la vida universitaria pide al estudiante un ajuste social e intelectual al nuevo
y desconocido contexto universitario. El eustrés es un estado que permitiría favorecer el
ajuste de estos estudiantes a su nuevo ámbito; tanto en la realización de tareas y nuevas
exigencias como en su sentido de pertenencia al grupo y al plantel en general, por lo que se
considera favorecedor para los alumnos de primer grado en una universidad la
implementación de un taller que los ayude conocer las diferentes acepciones del estrés y en
especial pueda dar a conocer la existencia de un estrés positivo al igual que mostrar las
diferentes técnicas para mantenerse en este estado.
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TEMA 1.- ¿QUÉ ES EL ESTRÉS?
Definición del estrés
Se entiende por estrés aquella situación en la cual las demandas externas (sociales) o las
demandas internas (psicológicas) superan nuestra capacidad de respuesta.
Sin embargo, Folkman (1984), observó que el estrés no pertenece a la persona o el
entorno, tampoco es un estimulo o una respuesta. Es una relación dinámica particular que
constantemente cambia, entre las personas y el entorno, cuando uno sobreactúa en el otro.
Lazarus (1981), no lo definió como algo a lo que todas las personas son víctimas, sino
que depende de su manera de apreciar los acontecimientos estresantes (interpretación
primaria) y sus propios recursos y opciones de afrontamiento (interpretación secundaria).
Por otra parte, Meichenbaum (1988), describe al estrés como el resultado de una
transacción influido tanto por el individuo como por el ambiente, haciendo hincapié en el
contexto interpersonal cognitivo del estrés, donde la manera de comportarse, la forma de
interpretar los acontecimientos, los pensamientos, imágenes y sentimientos. Desde una
perspectiva transaccional, se define como “concepto relacional meditado cognitivamente,
que refleja la relación entre la persona y el entorno apreciada por aquella como gravosa, o
que excede a sus recursos y pone en peligro su bienestar”.
De esta manera se da una definición más completa según distintos puntos de vista, sin
embargo, nos podemos quedar con una definición más simple y abreviada: El estrés
psicológico es una relación particular entre el individuo y el entorno que es evaluado por
este como amenazante o desbordante de sus recursos y que pone en peligro su bienestar.
¿Cuáles son los síntomas del estrés?
El cuerpo nos envía mensajes a través de los síntomas, por lo que debemos interpretar
los síntomas como una información y, por lo tanto, como un dato útil que nos indica que
algo está sucediendo en nuestra, mente o en nuestro cuerpo que reclama nuestra atención. A
continuación se presentaran algunas conductas y hábitos relacionados con el estrés, así
como los síntomas tanto físicos como psicológicos:
Conductas y hábitos Síntomas
-Apariencia preocupada
-Hábitos nerviosos
-Movimiento continuo de
dedos o piernas al estar
sentado
-Cambio en el nivel de
responsabilidad
-Muestra de desinterés
Físicos
-Dolor de cabeza
-Dolor muscular
-Contracturas musculares
-Dolores de cuello,
hombros y columna
-Dolores de estómago
Cansancio y debilidad
Psicológicos
-Nerviosismo
-Preocupación
-Frustración
-Miedos
-Culpa
-Inseguridad
-Disminución en la
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-Irritabilidad
-Reacciones agresivas
-Cambios en la dieta
-Boca seca
-Diarrea o constipación
-Problemas en la piel
-Alteraciones sexuales
concentración
-
¿Cómo respondemos ante el estrés?
El estrés es una parte cotidiana de la vida, es la sensación de incapacidad que se produce
cuando lo que nos exige el entorno rebasa nuestras posibilidades de respuesta.
La cantidad de tensión que cada persona es capaz de tolerar es diferente, y además varía
según el momento de la vida, las circunstancias personales, laborales o familiares, ciertos
niveles de estrés pueden considerarse adecuados, ya que nos ayudan a afrontar algunas de
las demandas habituales de nuestra vida. El problema surge cuando nos sentimos
sobrepasados e incapaces de responder a los requerimientos o compromisos.
Entonces como ya se menciono, el estrés se puede ramificar en estrés laboral, estrés
familiar, estrés del estudiante, etc. Los cuales suelen ocasionar tres diferentes tipos de
respuestas (Stora, 2000):
El estrés físico, es aquel que no permite que la persona se desempeñe correctamente por
cambios en el ambiente o en la rutina diaria, la respuesta a la agresión que nuestro
organismo recibe y dispara nuestros mecanismos biológicos, esto puede llegar a entorpecer
el funcionamiento de los sentidos, la circulación y respiración y ya una vez que la situación
estresante ha pasado nuestro cuerpo vuelve a la normalidad. Este tipo de estrés puede servir
como medio para mantener el equilibrio y funcionamiento normal como consecuencia de
alguna enfermedad. El estrés físico también tiene funciones positivas y útiles, como es el,
ser medio de adaptación a nuestro ambiente por otro lado si el estrés físico se prolonga,
puede dañar gravemente la salud o empeorar cualquier situación delicada que ya se tenga.
El estrés mental/psicológico, es aquel causado por las exigencias que se hace la persona
a cumplir en un lapso de tiempo determinado (el cumplimiento de horarios, tareas y oficios
donde lo que se exija es mayor a las capacidades de la persona) y que lejos de mejorar el
rendimiento de la persona, lo empeora y elimina todo sentido de la auto-superación. Este
estrés es más complejo debido a su dificultad para identificarse y aceptarlo, también por su
implicación de comportamientos y emociones propias como las de otras personas y la
sociedad. Su manifestación es por medio de estados de preocupación o temores observables
en el ambiente físico.
El estrés emocional, generalmente ocurre en situaciones consideradas difíciles o
inmanejables, diferentes personas perciben diferentes situaciones como estresantes, es
difícil de tolerar y puede llegar a afectarnos al intentar adaptarnos a los cambios, en el
manejo emocional y provocar un sentimiento de vulnerabilidad en nosotros. El estrés físico
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a menudo lleva al estrés emocional y este último a menudo se presenta como una molestia
física, de esta forma de estrés físico también disminuye la capacidad para hacerle frente al
estrés emocional.
Consecuencias del estrés
Las situaciones angustiosas o productoras de estrés juegan un papel muy importante
como causa de enfermedades físicas y mentales. Hay una conexión clara entre la tensión y
el número de enfermedades (Spielberger) como la artritis, ulceras, ataques cardiacos,
alergias, condiciones psiquiatritas, entre otras más.
Una respuesta de estrés supone la activación de recursos extraordinarios, por lo que
implica un desgaste importante para el organismo. Si bien, esta sobreactivación es eficaz
hasta un cierto límite, pero superando éste tiene un efecto negativo. Si se mantiene más allá
del límite durante periodos de tiempo prolongados, se pueden producir algunos problemas
como los siguientes:
Empeoramiento de la salud: hipertensión, asma, insomnio, problemas gástricos,
ansiedad, depresión y disminución de la energía.
Disminuye el rendimiento: se cometen más errores y se pierde la capacidad de
concentrarse.
Enfrentarse a las cosas de manera poco efectiva: beber, fumar o comer en exceso,
respuestas emocionales (nervios, depresión)….
A partir de esto, la persona estresada se puede ver afectada en diversos niveles (Robles
Ortega & Peralta Ramírez, 2007):
Nivel físico: aumento de la tensión arterial, de la respiración, alta frecuencia
cardiaca, palpitaciones, diarrea, trastornos estomacales, dolores de cabeza, dolores
de espalda, inquietud, desasosiego, erupciones cutáneas, resfriados…
Nivel mental: incapacidad para concentrarse, más errores y fallos tontos, falta de
memoria, disminución del rendimiento general, menos pensamiento racional,
incapacidad para terminar una tarea antes de empezar otra, tener mucho que hacer y
no saber ´por dónde empezar…
Nivel emocional: irritabilidad, impaciencia, angustia, preocupación, ansiedad,
miedos, risa nerviosa, ser crítico con uno mismo y con los demás, depresión,
estallidos emocionales, ganas de llorar, conductas hostiles y agresivas, baja
autoestima, frustración, dejadez, culpabilidad…
Nivel conductual: cambios en los hábitos de trabajo, en las costumbres personales,
insomnio, apatía, aumento del consumo del alcohol, tabaco y drogas, evitación del
trabajo y demás obligaciones, aumento de la torpeza, conductas compulsivas,
tendencia a tener accidentes…
Mitos del estrés
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La consideración cotidiana del estrés parte de una serie de mitos, muy difundidos y de
un malentendido, de un error común que tiende a confundir la situación que genera estrés
con la respuesta ante ella, y a ésta con los problemas que causa cuando resulta excesiva o
inadecuada, lo que lleva a una sobreutilización y generalización excesiva del término estrés.
Algunos mitos son los siguientes:
1.- El estrés es igual para todos.
2.- El estrés se produce en el exterior del organismo, en el ambiente.
3.- El estrés es siempre nocivo.
4.- Ante determinadas situaciones, no se puede hacer nada para evitar el estrés.
5.- Si no hay síntomas, no hay estrés.
6.- El estrés es un problema menor.
7.- Hay que intentar evitar todo tipo de estrés.
8.- Cuanto menos estrés haya en nuestras vidas, mejor.
9.- Existe multitud de métodos y estrategias sencillas para combatir el estrés.
10.- Los síntomas del estrés están sólo en mi cabeza y ni pueden afectarme realmente.
11.- Yo no soy responsable del estrés que sufro: la vida moderna es estresante y el estrés es
inevitable.
12.- Las vacaciones desestresan.
13.- Hay acontecimientos o situaciones que son estresantes, siempre y para todas las
personas.
13.- Estrés y ansiedad es lo mismo
14.- No son compatibles el estrés y la depresión.
15.-Es imposible que ante un trabajo rutinario y de poca exigencia la persona pueda
sentirse estresado.
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TEMA 2.- TIPOLOGÍA DEL ESTRÉS
Eustrés y distrés
El estrés se puede dividir según el tipo de estresor, sin embargo nos enfocaremos a sólo
dos tipos: el distrés y eustrés. A continuación se presentaran sus respectivas definiciones.
Distrés
Es el estrés desagradable que ocasiona un exceso de esfuerzo en relación a la carga y va
acompañado siempre de un desorden fisiológico, el envejecimiento prematuro, son los
efectos secundarios del estrés negativo. Algunas de las reacciones del distrés en el
organismo son la tensión muscular, el aumento del ritmo cardiaco y presión arterial,
trastornos de la memoria, depresión y baja en las defensas, y a pesar de que estas reacciones
son normales ante cualquier tipo de estrés en caso, de distrés el cuerpo no se relaja y
permanece tenso. Otras consecuencias del distrés se relacionan con algunas enfermedades
médicas como el insomnio, las ulceras, dolores de cabeza, enfermedades crónicas, entre
otros.
Este distrés puede ser agudísimo, implacable (un accidente), agudo pero predecible y
controlable (el fracaso en un examen) o crónico (disfunción familiar). En los tres
tipos de distrés, el impacto sobre la salud del individuo es formidable, involucrando todos
los niveles; psíquico, corporal, inmunológico, hormonal (Céspedes, 2011).
El Instituto Canadiense de Estrés ha evaluado miles de individuos con síntomas de estrés
negativo y ha descubierto la existencia de cinco fases distintas de evolución del distrés, las
cuales se pueden experimentar o bien estar estancado en una. Estas fases son las siguientes:
1ª. Fatiga física y/o mental crónica: en esta fase se experimentan algunas señales de que
el distrés está empezando a afectar a nuestras "reservas" de vitalidad.
2ª. Problemas interpersonales y desenganche emocional: el comportamiento de la
persona comienza a cambiar y como consecuencia se experimentan varios problemas con
compañeros de trabajo, familia y amigos.
3ª. Turbulencias emocionales: las emociones internas se hacen cada vez más agitadas y
acaban afectando a las capacidades de la persona y las relaciones más tenues.
4ª. Dolencias físicas crónicas: el cuerpo comienza a informar que está pasando
demasiado tiempo en un estado de estrés crónico. El síntoma más obvio es la tensión
muscular.
5ª. Enfermedades relacionadas con el estrés: es un estado de agotamiento crónico, el
daño invisible al cuerpo y acumulado durante el tiempo se manifiesta finalmente en forma
de enfermedades específicas.
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La forma de evaluar el suceso y las capacidades de la persona para hacerle frente y el apoyo
social pueden ser de gran ayuda para prevenir la aparición del distrés.
Eustrés
Es el estrés positivo, cuando la relación con las impresiones del mundo externo y del
interior no produce un desequilibrio orgánico, el cuerpo es capaz de enfrentarse a las
situaciones, el eustrés es asimismo un estado de conciencia, en el cual pensamiento,
emoción y sensación parecen organizarse para proporcionar un efecto general de alegría,
satisfacción y energía vital. Podemos comprender que el Eustrés no solo incrementa la
vitalidad, salud y energía sino que además facilita la toma de decisiones que permitirán
llevar la iniciativa a un buen desarrollo.
Lazarus y Folkman (1984) hablan de la existencia características que parecen determinar
el que una situación se perciba como estresante, entre las que se encuentran: el cambio
y/o novedad, falta de información, la incapacidad de predicción e incertidumbre,
ambigüedad, inminencia, duración y el significado que le otorgue la persona, entre otras.
Al igual que también destacan condiciones biológicas del organismo y la carencia de
habilidades para hacerle frente (Rodríguez, 2002).
Las personas que logran dominar su estrés afrontan su vida cotidiana con actitudes
favorables, trabajan para alcanzar la resolución de sus problemas y no actúan de forma
automática hacia éstos. Estas personas logran sacar provecho de cualquier situación ya que
se ven a sí mismos como personas que avanzan.
El conocer que es el estrés y como nos afecta personalmente nos ayuda a obtener un
equilibrio de nuestras conductas para que este no sea desadaptativo y nos permita seguir
siendo funcionales en los diferentes ámbitos (Opi, 2010).
A manera de resumen, se presentará el siguiente cuadro:
EUSTRES DISTRES
El eustrés inspira:
Buena Salud Ejercicio Regular Buenas Relaciones Alta Auto-estima Dinámica Intelectualidad Estabilidad Emocional Habilidad para dar Amor Habilidad para recibir Amor
El distrés inspira:
Pobre Salud Estilos de Vida Sedentario Pobres Relaciones Baja Auto-estima Estancamiento Inestabilidad Emocional Inhabilidad para Amar Rechazo
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Disfrute de la Vida
y resulta en:
Satisfacción Felicidad Vida Prolongada Bienestar
Percepción Pesimista de la Vida
y resulta en:
Descontento Tristeza Enfermedad Muerte Prematura
Estresores
La aparición de una respuesta de estrés depende en parte de la presencia de
determinados estresores. La respuesta viene también determinada por el modo en que la
persona percibe la situación, así como de sus habilidades, recursos y formas de comportarse
en dicha situación.
Características que parecen contribuir a hacer estresante una situación:
El cambio o novedad de la situación: implica la aparición de nuevas demandas, a las
que es necesario adaptarse
La falta de predictibilidad: es el grado en que se puede predecir lo que va a ocurrir
Incertidumbre acerca de lo que puede suceder en una situación
Ambigüedad: cuando cualquiera de las características de la situación es desconocida
Situaciones que sobrepasan los recursos del individuo
Situaciones en la que la persona no sabe qué hacer
Las situaciones estresantes pueden positivas (agradables) o negativas (aversivas).
Cualquiera de estas situaciones (positivas o negativas) exige al organismo adaptarse al
cambio y, en consecuencia, generar los recursos necesarios para enfrentar las situaciones
(Robles Ortega & Peralta Ramírez, 2007).
A continuación, se presentan algunas situaciones de estrés, dentro de un contexto
determinado:
Contexto Universitario
o Cambio de escuela y programa de estudio
o Se graduó de una carrera y comienza otra
o Suspendió los estudios y ahora los está retomando
o Tareas, exámenes y trabajos en equipo
o Dificultades en la escuela
o Relaciones interpersonales
o Adquisición de nuevos roles
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Entre otras situaciones que producen estrés, se encuentra la siguiente clasificación que
podría afectar a la persona dentro de su nuevo contexto (Robles Ortega & Peralta Ramírez,
2007):
Sucesos vitales intensos y extraordinarios: Como, por ejemplo, casarse, separarse,
comenzar a trabajar, ser despedido, sufrir un infarto, sufrir un accidente de coche,
etc. Este tipo de acontecimientos exigen al organismo un trabajo de adaptación muy
intenso.
Sucesos diarios estresantes de menor intensidad: existen múltiples situaciones como
por ejemplo, el trafico, discutir con la madre o con el hijo, sufrir varias
interrupciones durante la jornada laboral que impidan trabajar eficazmente, etc.
dado lo habitual de estos estresores, pueden provocar mayor cantidad de respuestas
de estrés y producir más efectos negativos, psicológicos, y físicos que los que
pueden generar acontecimientos extraordinarios.
Situaciones de tensión crónicamente mantenida: son aquellos eventos que se
mantienen durante periodos de tiempo más o menos largos, por ejemplo
enfermedades prolongadas, un mal ambiente laboral, estar en paro durante varios
meses, una mala relación de pareja mantenida a largo tiempo, etc. Se trata de
estresores de una elevada intensidad y persistentes en el tiempo.
Por otra parte, Spielberger (1989) menciona otras fuentes de estrés como los huracanes,
inundaciones, guerras, las condiciones climatológicas, las sequías, las heladas repentinas, el
hacinamiento en las ciudades, los crímenes, el ruido, contaminación, entre una lista
interminable de factores.
Dos causas fundamentales que intervienen en la vida de las personas y que tienen una
vital importancia en la mismas y que en forma negativa se manifiestan a través del estrés,
son los elementos relacionados con la conducta que ayudan a la aparición o mantenimiento
de este, como la mala alimentación, falta de objetivos positivos, trabajo inadecuado o
excesivo, influencias negativas, dormir poco, la ambición desmedida y el consumo de
sustancias. La segunda causa son los elementos relacionados con la personalidad como los
impulsos de la personalidad, aptitud mental negativa, falta de criterio y el vacío existencial.
Por su factor causante el estrés, es decir, por su tipo de estresor se puede clasificar como
endógeno y exógeno. En el primero nuestro tipo de vida tiene gran importancia
(alimentación, tiempo de ocio, consumo de sustancias, etc.); al igual que las enfermedades
y lesiones del cuerpo que aumentan la tensión interior de la persona produciendo un nivel
de estrés que se vuelve contraproducente hacia uno mismo. Este estrés también se
relaciona con la vulnerabilidad emocional y cognitiva que se presentan en las diferentes
crisis de determinados cambios; entre los que están la infancia, adolescencia, madurez y
vejez; las relaciones interpersonales conflictivas o insuficientes y también nuestros
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pensamientos toman importancia en esta clasificación ya que estos nos conducen a
diferentes estados emocionales (Opi, 2010).
El estrés exógeno es el que surge como resultado de las exigencias del entorno entre las
que se pueden mencionar los cambios sociales que trae consigo diferentes retos a afrontar,
los cambios tecnológicos acelerados que la persona no puede integrar, las condiciones
frustrantes de trabajo o estudio como la excesiva exigencia o competitividad, monotonía,
normas incongruentes, insatisfacción vocacional, etc. La polución ambiental, alimentación
desnaturalizada con tóxicos industriales, lugares de trabajo con poca seguridad o con carga
de microorganismos patógenos, catástrofes, entre otras son también causantes exógenos de
estrés en las personas.
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TEMA 3.- EUSTRÉS
¿Qué es el eustrés?
Hoy por hoy empleamos mucho el vocablo de "estrés" para referirnos a algo malo, en
palabras de Selye (1978), a los procesos de distrés o "estrés negativo".
El estrés positivo es el que mejora nuestras capacidades y favorece para una respuesta
adaptada a nuestras necesidades, le da la vitalidad y la energía a nuestras actividades, es un
estrés vital porque ya que gracias a él, la vida que experimentamos esta dotada de equilibrio
y placer. Es asimismo un estado de conciencia, en el cual el pensamiento, la emoción y la
sensación parecen organizarse para lograr un efecto general de alegría, satisfacción y
energía vital.
Las técnicas de relajación están más orientadas hacia un estado de eustrés que a uno de
calma que nos resulta inútil. Se puede entender que el eustrés es el objetivo de la relajación;
lograr que actuemos en el mundo sin sufrir los efectos negativos del distres, preparándonos
para una vida creativa, donde se disfrute de los momentos felices de la vida y afrontando
otros que sucederán de forma inevitable. Facilita la toma de decisiones que permitirán el
desarrollo como seres humanos.
Se dice que la medicina ha logrado que tuviéramos una idea negativa del estrés,
haciéndonos desconocer al eustrés, el cual es esencial para la vida, tanto desde el punto de
vista funcional hasta visto desde de la química del cuerpo, en la cual se puede hacer una
diferenciación entre el eustrés y el distrés, ya que con el primero se aumentan las
catecolaminas sin que aparezca el cortisol, la hormona del distrés. La secreción excesiva de
este último produce múltiples efectos negativos en la salud, aunque tenga otros necesarios
como la inhibición de los efectos de la testosterona, la hormona sexual masculina.
Por la compleja bioquímica que tiene el cerebro humano se sabe que existen tres
sustancias que tienden a favorecer nuestro bienestar: la serotonina, la noradrenalina y la
dopamina. Estos químicos cerebrales comienzan a fallar cuando los niveles de distrés son
mayores que los que una persona puede manejar.
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Para John Milsum, en 1985 (citado por Rojas, S), el eustrés es “la condición ideal en
cuya dirección se efectúa el trabajo del complejo sistema homeostático de cada individuo”.
El Semáforo del Estrés
En la figura se puede observar gráficamente la relación que existe entre el estrés y el
bienestar y/o la eficiencia.
En la primera mitad de la gráfica observamos que a medida que aumenta el nivel de
estrés aumentan también el bienestar y la eficiencia. En esta parte de la curva un aumento
de estrés significa un aumento de bienestar o rendimiento. Tomando como ejemplo el
juego mecánico de la montaña rusa esta es la etapa en que nos divertimos porque sentimos
que todo está bajo control, incluso queremos más velocidad y más curvas para disfrutar más
el juego.
Sin embargo se nota que esta tendencia solo llega hasta cierto punto, a partir del cual,
conforme sigue aumentando el nivel del estrés el bienestar y/o eficiencia disminuye cada
vez más.
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En la parte más alta de la curva conforme aumenta la percepción de peligro y sentimos
nuestra seguridad amenazada, nos divertimos cada vez menos hasta llegar a un punto a
partir del cual empezamos un aumento de estrés que ya no proporciona un bienestar
adicional.
En la segunda mitad de la gráfica se invierte la relación estrés-bienestar. Un aumento de
estrés no corresponde a un aumento de bienestar, sino que ocurre lo opuesto, ese bienestar
decrece.
Esto se debe a que en esta segunda región las exigencias, externas o internas, exceden a
la capacidad de respuesta que tenemos. Este estrés es malo y se le denomina distrés. El
estrés al que nos referimos en la primera parte de la gráfica es bueno y se le denomina
eustrés.
Esta curva no solo sirve para explicar los conceptos de estrés, eustrés y distrés. También
es de gran utilidad práctica para el manejo del estrés.
Como se observa la curva se ha dividido en tres zonas diferentes. : La zona verde, la
zona amarilla y la zona roja.
En la zona verde nos sentimos felices y contentos, somos dueños de nosotros
mismos y controlamos la situación. Aquí no hay síntomas ni riesgo alguno de
alteraciones o enfermedad.
En cambio en la zona amarilla el grado de seguridad es menor. Allí podemos
descubrir signos y síntomas diversos si sabemos escuchar a nuestro cuerpo.
Permanecer atentos a ellos, agudizando nuestra sensibilidad y capacidad de auto
observación, nos daríamos cuenta de que estamos llegando al punto donde nos
conviene disminuir las exigencias no solamente para evitar enfermedades sino para
regresar a la zona verde que es donde disfrutamos de la vida.
En la zona roja se presentan síntomas más serios que pueden ser mentales,
emocionales o físicos. Al principio se presentan dolencias menores, pero con el
tiempo el estrés puede provocar enfermedades muy serias en el sistema
cardiovascular, el digestivo, el hormonal, el neurológico o la piel.
Tener presente esta curva en nuestra mente nos permite manejar nuestra vida,
manteniéndonos dentro de la zona verde, prestando atención a todos los signos y síntomas
que nuestro cuerpo nos comunica para avisarnos que ingresamos a la zona amarilla a fin de
que disminuyamos nuestras exigencias para regresar a la zona verde y evitar caer en la zona
roja del sufrimiento (López Rosetti, 2005)
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Eustresores
Los eustresores son las herramientas con las que una persona tiende a desplazar todas las
resistencias que se va encontrando en su camino. Pueden ser personales o ambientales,
casuales o buscadas, las cuales refuerzan tanto el bienestar psíquico como el bienestar
físico. También suelen provenir de afuera, ya sea como el apoyo social, el apoyo
profesional, el espiritual, etc. esto para mejorar la adaptación y reducir los efectos
desfavorables del distrés. Tienden a estar presentes cuando se tiene un punto de vista
favorable de lo que se realiza.
Toda actividad que sea o resulte ser eustresante tiende ha alimentar a la adaptación
mental y física de una persona con respecto a sí mismo y al entorno. Cada actividad
depende si es o no intensidad, si la persona el capaz para lograrlo y el gozo con el que viva
la persona. Para algunos, pasear, estar en una obra de teatro, visitar a un amigo o reírse,
puede ser tan favorable como la intensidad de un acto de paracaidismo o de cualquier otro
deporte extremo.
Siempre que haya una adaptación adecuada a lo que se está viviendo y que se
experimente con gozo, el resultado será una situación eustresante que se pondrá en contra
de la balanza del distrés. Así que no solo hay que combatir el distrés, también hay que
desarrollar el cada día. (Rojas, S/F).
Moduladores
El estrés es algo subjetivo y personal. Comienza cuando percibimos una situación, una
persona o un suceso como estresante. La misma situación puede ser percibida de una
manera totalmente distinta por dos personas diferentes. E incluso, en momentos diferentes,
no percibimos igual los mismos sucesos y podemos reaccionar ante ellos de forma distinta.
Si bien esta diferencia de la percepción del estrés viene determinada por las
características del estresor, no hay que olvidar que existen otras variables que van a
modular, moldear o interferir en la percepción del estrés. A continuación se describen
algunas:
1. El apoyo social: el que una persona pueda contar en los momentos de especial demanda
con la ayuda y el apoyo de personas próximas, puede ser un factor muy importante para
superar la situación. La clave está en el apoyo social percibido, ya que la percepción
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que la persona tiene de la disponibilidad de ayuda por parte de los que le rodean parece
relacionarse de forma considerable con su bienestar físico y psicológico. Se considera
que existen dos vías por las que el apoyo social modula el efecto del estrés:
1. Por un lado influye en las valoraciones cognitivas que el individuo realiza en
las diferentes situaciones estresantes.
2. Por otro lado, la percepción de disponibilidad de apoyo social puede modificar
la respuesta del estrés aunque éste haya sido valorado en un primer momento
como algo estresante.
2. Hábitos o patrones comportamentales: las conductas que de forma cotidiana lleva a
cabo una persona también pueden actuar modulando los efectos del estrés. Existen
hábitos que se relacionan de manera positiva con un mejor abordaje ante situaciones de
estrés como una adecuada alimentación, dormir bien, tener un estado físico saludable,
etc.
3. Variables personales o disposicionales: Estas variables pueden ser consideradas como
(Robles Ortega & Peralta Ramírez, 2007):
Potenciadoras o protectoras de la salud: entre estas, destacan la Hardiness o
dureza ante el estrés, optimismo, sentido del humor, motivación de
sociabilidad, y la autoeficacia.
Elicitadoras de la enfermedad: las más importantes son la reactividad al
estrés, la personalidad Tipo A, hostilidad, cinismo, antagonismo y
alexitimia.
Otros aspectos principales del estrés en relación con la salud son los patrones de
conducta. Los más relacionados son:
Patrón de conducta Tipo A: algunas de sus características son: gran