DANTE ALIGHIERI: LA DIVINA COMEDIA CANTOS DEL INFIERNO INTRODUCCIÓN. Demonio Jefe. La Selva. Desorientación de Dante. Encuentro con Virgilio. Dudas de Dante. Razón del viaje explicada por Virgilio. I Y II: Dante ha ingresado en la selva oscura, camina hacia el oeste pero tres fieras le impiden el camino y lo echan hacia atrás. Entonces aparece Virgilio que lo invita avanzar por otro camino. Dante entra en esta selva de confusión y muerte por abandono del buen camino, es decir como arrastrado por las circunstancias. El viajero logra escapar de la muerte del alma, fuera de la selva, comienza el difícil ascenso de la ladera del monte, hasta el encuentro de la pantera que le impide el paso, la pantera simboliza el deseo y placer, el león simboliza la ira y la loba la avaricia. La loba es el enemigo definitivo. Virgilio no se puede enfrentar a la loba y la mejor manera de vencerla es cambiar de camino, por lo cual hay que pasar por el infierno. Virgilio describe a Dante las tres etapas del camino: el Infierno, el Purgatorio y el Paraíso, donde se encuentra Beatriz. Dante se refiere al camino que va a forjar como “guerra”, porque debe mirar todas las miserias humanas sin apiadarse de lo criminales aunque Dante siempre mostrara una actitud piadosa con los vicios individuales, pero nunca tolerara los actos de maldad contra el prójimo. ALTO INFIERNO. VESTÍBULO Y PUERTA. Carón. Los inútiles y egoístas. Travesía del río Aqueronte en la barca de Carón. PRIMERO. Limbo de los dos bautizados y del mundo antiguo. III Y IV: Llegada a la puerta del infierno, en el vestíbulo de ingreso se encuentran lo inútiles e indolentes. Ante al rió Aqueronte, Virgilio le cuenta el tránsito de las almas. De repente suena un terrible trueno y Dante se desmaya, recuperado ya se encuentra al borde del primer círculo o limbo de los no cristianos, es decir los que no están bautizados. El canto III termina con la descripción de Virgilio de los que llegan al Infierno, aquí se encuentra con los grandes poetas de la antigüedad como Homero, Ovidio y Lucano. Llega al castillo que se compone de siete muros y siete puertas esto es interpretado de varias maneras según los autores, unos dicen que representan las cuatro virtudes morales: justicia, fortaleza, templanza y prudencia; y las tres espirituales: fe, esperanza y caridad. Para otros es la representación de las siete artes liberales: el Trivium de gramática, lógica y retórica, el cuatrivium de aritmética, geometría, música y astronomía. Dante sigue su propio orden y si antes puso primero a los poetas, ahora pone a los héroes y hombres de acción que funda la civilización y el imperio. Comienza con Troya: Electra, Zeus, Eneas, Héctor, Cesar, Lucio Junio Bruto fundador de la republica romano etc.
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Transcript
DANTE ALIGHIERI: LA DIVINA COMEDIA
CANTOS DEL INFIERNO
INTRODUCCIÓN. Demonio Jefe. La Selva. Desorientación de Dante. Encuentro con
Virgilio. Dudas de Dante. Razón del viaje explicada por Virgilio.
I Y II:
Dante ha ingresado en la selva oscura, camina hacia el oeste pero tres fieras le impiden
el camino y lo echan hacia atrás. Entonces aparece Virgilio que lo invita avanzar por
otro camino.
Dante entra en esta selva de confusión y muerte por abandono del buen camino, es
decir como arrastrado por las circunstancias. El viajero logra escapar de la muerte del
alma, fuera de la selva, comienza el difícil ascenso de la ladera del monte, hasta el
encuentro de la pantera que le impide el paso, la pantera simboliza el deseo y placer, el
león simboliza la ira y la loba la avaricia.
La loba es el enemigo definitivo. Virgilio no se puede enfrentar a la loba y la mejor
manera de vencerla es cambiar de camino, por lo cual hay que pasar por el infierno.
Virgilio describe a Dante las tres etapas del camino: el Infierno, el Purgatorio y el
Paraíso, donde se encuentra Beatriz. Dante se refiere al camino que va a forjar como
“guerra”, porque debe mirar todas las miserias humanas sin apiadarse de lo criminales
aunque Dante siempre mostrara una actitud piadosa con los vicios individuales, pero
nunca tolerara los actos de maldad contra el prójimo.
ALTO INFIERNO. VESTÍBULO Y PUERTA. Carón. Los inútiles y egoístas. Travesía del río
Aqueronte en la barca de Carón.
PRIMERO. Limbo de los dos bautizados y del mundo antiguo.
III Y IV:
Llegada a la puerta del infierno, en el vestíbulo de ingreso se encuentran lo inútiles e
indolentes. Ante al rió Aqueronte, Virgilio le cuenta el tránsito de las almas. De repente
suena un terrible trueno y Dante se desmaya, recuperado ya se encuentra al borde del
primer círculo o limbo de los no cristianos, es decir los que no están bautizados.
El canto III termina con la descripción de Virgilio de los que llegan al Infierno, aquí se
encuentra con los grandes poetas de la antigüedad como Homero, Ovidio y Lucano.
Llega al castillo que se compone de siete muros y siete puertas esto es interpretado de
varias maneras según los autores, unos dicen que representan las cuatro virtudes
morales: justicia, fortaleza, templanza y prudencia; y las tres espirituales: fe, esperanza
y caridad. Para otros es la representación de las siete artes liberales: el Trivium de
gramática, lógica y retórica, el cuatrivium de aritmética, geometría, música y
astronomía.
Dante sigue su propio orden y si antes puso primero a los poetas, ahora pone a los
héroes y hombres de acción que funda la civilización y el imperio. Comienza con Troya:
Electra, Zeus, Eneas, Héctor, Cesar, Lucio Junio Bruto fundador de la republica romano
etc.
Ahora viene con los filósofos: Aristóteles, Sócrates, Platón, Heraclito, Zenón etc.
Siguen los hombres prácticos como Dioscorides, Séneca, Hipócrates y Galeno.
Esta lista es una verdadera declaracion de principios: es su manera de honrar a todos
los que ama, venera y respeta como maestros y ejemplos de una humanidad inteligente
y virtuosa.
SEGUNDO. MINOS. Círculo de los lujuriosos.
V:
Desciende al segundo círculo, donde están los lujuriosos, Virgilio señala a personajes
típicos de la antigüedad y se encuentran a Francisco de Rimini y Pablo Malatesta que
les cuentan su desgracia. Dante vencido por la piedad se desvanece.
Este círculo lo preside Minos ya que se le atribuía toda clase de aventuras amorosas y
la invención de la pederastia, tiene el poder de juzgar a los muertos, este desconfía de
los viajeros y trata de asustarlos.
Este círculo es un terrible torbellino que arrastra a las almas como lo hace el huracán.
TERCERO. CERBERO. Círculo de los golosos.
VI:
Dante se encuentra en el tercer círculo, el de los golosos, atormentados con una lluvia
sucia con granizo y nieve, y se encuentran con Ciacco.
En esta descripción del circulo, se percibe el desprecio de Dante por lo que en vida no
tuvieron mas horizonte que el placer de comer. Los golosos son comparados a perros
destacando una vez más el desprecio que le merecen al viajero. El canto termina con la
explicación de Virgilio sobre la perfección del bien y el mal.
CUARTO. PLUTOS. Círculo de los avaros y pródigos. Sobre la Fortuna y los cambios.
Las negras aguas del río Éstige forma el pantano de los iracundos.
VII:
Descenso al cuarto círculo aquí se castigan a los avaros y pródigos, están condenados
a chocar unos contra otro eternamente. Virgilio le informa a Dante porque no podrá
reconocer a ninguno. Se encuentra con el demonio Plutos. A continuación descienden
al quinto círculo.
QUINTO. FLEGIAS. Regreso al círculo de los iracundos. Llegada a la ciudad de Dite y
oposición de los demonios.
VIII:
Llegan al quinto circulo donde se castigan a los irascibles, los dos poetas atraviesan la
Estigia en la barca de Flegias se encuentran con Felipe Argenti y la ciudad de Dite.
Finalmente llegan a las puertas de la ciudad, donde se enfrentan a una resistencia de
demonios.
Nos acercamos a una ciudad duramente fortificada y gobernada por demonios, que en
cierta manera, tienen la libertad como para decidir lo que hacen y poder rebelarse.
Diríamos que esta ciudad es un lugar abandonado de la mano de Dios, y a merced de
fuerzas malignas.
Encuentro con Felipe Argenti, representa a uno de esos hombres brutos, vulgares y
estúpidos, Dante descarga sobre este todo su rencor contra la violencia de la vida
política florentina, en este caso, causada por el arte irritable y la fácil cólera de un
arrogante florentino.
Virgilio en este momento descubre que el viajero es un alma ardiente a favor de la
justicia, un verdadero señor que esta en el mundo, no solo para su felicidad personal,
sino para beneficio de sus amados compañeros hombres oprimidos por las fuerzas
ciegas y brutales. Finalmente llegamos al ciudad de Dite que Dante llama “mezquita”
porque en la oscuridad percibe sus agujas de sus torres, ciudad entera de hierro.
Tropiezo con los demonios rebeldes, quienes no desean tratar con Dante.
BAJO INFIERNO. SEXTO. LAS ERINIAS. Aparición de las Erinias. Episodio de la
Gorgona. Intervención del Ángel e ingreso en la ciudad de Dite. Los heresiarcas.
IX:
Aparecen tres amenazadoras furias salidas de la ciudad de Dite. Episodio de la
Gorgona, interviene un mensajero celeste que sin dificultad abre con una varilla las
puertas de la ciudad. Llegan los poetas al sexto círculo en donde los herejes son
castigados en sepulcros ardientes.
Virgilio esta lleno de furia y de impotencia pero al ver la palidez del rostro de Dante,
recompone el rostro suyo con rapidez para no desanimarlo.
Dante le pregunta Virgilio si ya hubo algún otro proveniente del limbo de la antigüedad.
En realidad, trata de asegurarse de que Virgilio conozca bien el camino.
Aquí Dante se encuentra con las Furias, que son divinidades violentas, su misión es
vengar los crímenes, en especial las faltas contra la familia. Castigan los delitos
enloqueciendo a los culpables o haciéndoles sufrir crímenes semejantes por manos de
otros. Las furias intentan impedir la entrada de Dante a la ciudad de Dite infundiéndole
terror, y por ello llaman a la Medusa para que lo haga piedra.
La Gorgona es símbolo del terror que inmovilizan y deja indefenso al que lo padece, y
en este momento del ingreso a la ciudad de Dite, donde se contemplaran las grandes
miserias humanas, y donde Dante tendrá que abrir lo ojos para ver todas esas miserias.
Dante no se priva en advertirnos la gravedad del momento. A esta escena de terror le
sigue la calma y la armonía del enviado celeste.
Todo este canto es como un discurso al lector para templar su espíritu por lo que va a
venir. La lectura es purificadora y nos hace ver al Ángel como la representación de lo
mejor de la dignidad humana.
Explicaciones de Virgilio acerca de las tumbas abiertas. Encuentro con los epicúreos
Farinata degli Uberi y Cavalcante de Cavalcanti.
X:
Los viajeros se integran el sexto círculo, donde se castigan a los herejes, metiéndolos
en sepulcros de fuego. Dante encuentra con los epicúreos
Farinata degli Urbenti y Cavalcante de Cavalcanti. Farinate predice al poeta su futuro
exilio ya que los condenados conocen presente y futuro.
Encuentro con Farrinata, jefe político y militar de los gibelinos de Florencia y fue
condenado como hereje post mortem. En medio de la conversación con Farinata, surge
la figura de Cavalcante, poeta y el más importante amigo de Dante. Prosigue la
conservación con Farinata y Dante le pregunta sobre los conocimientos que poseen los
condenados. La respuesta de Farinato es que la luz divina les permite en cierta medida
conocer cosas del futuro, pero que del presente no saben nada solo lo que le cuentan
los recién llegados. Dante ahora comprende la confusión de Cavalcanti y solicita de
Farinata que le informe que su hijo todavía sigue vivo.
Dante emocionado por la profecía de Farinata, queda pensativo, Virgilio le dice que no
olvide lo que le han dicho, pero que cuando llegue al Paraíso, de boca de Beatriz
conocerá el destino de su vida. Desciende a un valle inferior, es decir al siguiente
circulo.
Anastasio Papa. Topografía del infierno descrita por Virgilio.
XI AL XVI:
En su descenso se tropiezan con el sepulcro del pontífice Anastasio II. Virgilio le
despeja algunas dudas sobre las categorías de los vicios y porque la usura es una
ofensa a Dios.
Este séptimo circulo esta dividido en tres recintos:
Primer recinto los violentos contra el prójimo (canto XII).
Segundo recinto se encuentran los violentos contra su propia persona y sus bienes (canto XIII).
Tercer recinto los violentos contra Dios y contra la naturaleza. Este recinto a su vez se divide en
tres zonas:
Primera zona los blasfemos contra Dios (canto XIV)
Segunda zona alberga a los sodomitas o violentos contra la
Naturaleza (canto XV)
Tercera zona alberga a los usureros, son violentos contra
Los recursos naturales (canto XVI).
SEPTIMO. MINOTAURO. CENTAURO. Recinto 1º Los violentos contra el prójimo
sumergidos en el Flegetonte, río de sangre hirviente.
XII:
Virgilio y Dante llegan al primer recinto del séptimo círculo custodiado por el
Minotauro.Sumergidos en el Flegetonte rió de sangre hirviente, los violentos son
custodiados por centauros. El centauro Neso les acompaña al segundo recinto.
El lugar esta obstruido por escombros. El desmoramiento dejo el paso solo practicable
para quien se arriesga a cruzar por la ruinas.
Los violentos contra el prójimo, su castigo es estar sumergidos en un río de sangre
hirviente, el Flegetonte, que comienza siendo profundo, luego va emergiendo el fondo y
luego nuevamente se profundiza, de manera que los primeros están sumergidos hasta
las cejas , los siguientes menos, pero los últimos están otra vez completamente
sumergidos.
Mas abajo los viajeros encuentran una tropa de centauros, no de los cuales es el
centauro Neso.
Recinto 2º. Los violentos contra sí mismos. Los Suicidas, árboles secos y nudosos.
XIII:
Llegados al segundo recinto del séptimo circulo, los viajero llegan a una horrible selva
llena de árboles donde se castigan a los suicidas, tanto a los que se han quitado la
viada como a los que han derruido sus bienes. Entre los suicidas se encuentra Pedro
Della Vigna. Finalmente escuchan los lamentos de un florentino anónimo.
Al arrancar ramas de los arbustos comienza a manar sangre, y se le aparece el alma de
Polidoro. En relación con esto Virgilio le dice a Dante que observe bien, Virgilio se
disculpa con el suicida de haber provocado la herida. El suicida resulta ser Pedro Della
Vigna.
Recinto 3º. Primera zona: los violentos contra Dios. Los Blasfemos. Virgilio habla del
viejo de Creta y del origen de los ríos del Infierno.
XIV:
Se encuentra en la primera zona del tercer recinto del séptimo círculo, los viajeros
ingresan al ardiente arenal que encierran a los violentos contra Dios, a los blasfemos,
entre los cuales se encuentran a Capaneo. Mientras transitan hacia la segunda zona
Virgilio habla a Dante del anciano de Creta y del origen de los ríos del infierno.
Se hacen descripción de la situación de las tres zonas del tercer recinto: los que yacen
de espalada son los de la 1º zona, los violentos contra Dios, los que esta acurrucados
son los d la 3º zona los usureros, y los que caminan sin descanso son los de la 2º, los
violentos contra la naturaleza.
También se hace una descripción sobre el arenal que se compara con la lluvia de fuego
caída de los copos de nieve.
Encuentro con Capaneo es uno de los sietes príncipes arguivos que en la leyenda de la
guerra de Bebas se lanzaron contra la ciudad.
Segunda zona: los violentos contra la naturaleza, los sodomitas. Las aguas del
Flegetonte se precipitan en el octavo círculo. Aparece el monstruo Gerión.
XV:
Segunda zona del tercer recinto del séptimo círculo, están los sodomitas, violentos
contra la naturaleza. Dante reconoce a Bruneto Latini que le predice su destierro de
Florencia.
Ya se había alejado de la sombra, aquí Dante introduce al lector en un ambiente menos
violento que los anteriores y que preanuncia el encuentro de personaje familiares que
merecen respecto y admiración.
Encuentro con Brunetto Latini, literato y canciller de la republica de Florencia. Dante se
quiere acercar pero solo la ribera lo ampara del fuego y opta por acercar el rostro e
inclinar la cabeza hacia el maestro en la actitud respetuosa que se merece. Dante le
cuenta su llegada hasta allí y Brunetto le habla de la persevidad de los florentinos,
Dante emocionado, expresa el deseo de que aun estuviera entre los vivos.
XVI:
Continuan los viajeros caminando hacia la orilla del Flegetonte, allí se encuentra a
Guidoguerra, Tegghiajo y Rusticucci guerreros ilustres de Florencia.
Allí salen al paso estos tres individuos solicitando su atención a gritos, es tal el fervor
de Dante que quisiera tenerlos en sus brazos y le comenta que con Virgilio va en busca
de la felicidad. Los condenados ignoran el presente y recuerda su esplendorosa vida.
Los viajeros continúan su marcha hacia la fagorosa caída de las aguas del Flegetonte.
Descripción del monstruo Gerión. Última zona de los usureros. Descenso sobre el lomo
de Gerión al octavo círculo.
XVII:
Se describe al monstruo Gerion.Antes de descender al octavo círculo, a ver y a
parlamentar con los usureros. Los viajeros descienden al octavo círculo, montados en
Gerion.
Gerion era un gigante de tres cabezas y de cuerpo triple. Dante modifica la figura en un
solo cuerpo con cola de escorpión y rostro humano. Esta imagen creada por Dante
resuena en el Apocalipsis.
Montado en Gerion para el descenso de octavo circulo, la situación es de pavor. El
abismo hacia el octavo círculo es extensa y tan oscuro que no se puede ver nada,
resuenan extraños ruidos y Dante percibe fuegos y oye llantos.
OCTAVO CÍRCULO. GERIÓN. Descripción de Malebolge en diez giros concéntricos.
Fraudulentos y defraudadores.
Recinto 1º y 2º. Los rufianes y los seductores.
Los lisonjeros.
XVIII:
Ingresan los viajeros al octavo círculo, que esta dividido en diez fosas concéntricas
donde se castigan a los fraudulentos. En la primera fosa están los rufianes que son por
los demonios, como Venedico Cacciameno, y los seductores como Jasón. En la
segunda fosa se encuentran los aduladores, que están sumergidos en in pozo de
inmundicia.
En este círculo es donde reina la maldad del hombre. En el centro de este círculo hay un
vacio circular, ultimo reducto del infierno.
Caminando siempre por la izquierda, los viajeros van ir ahora recorriendo los recintos
circulare. La primera fosa que se encuentra esta repleta de rufianes y seductores
desnudos. El lugar es maloliente e inmundo como apestan los aduladores en el mundo.
Este canto concluye en la vulgaridad de la adulación cortesana con fines de dominación
sexual.
Recinto 3º. Los simoníacos.
XIX:
El tercer recinto del octavo circulo, se encuentran con los simoniacos, están enterrados
cabeza abajo, y sus pierna son devoradas por las llamas. Se detienen a conversar con
Nicolás III.
Metidos de cabeza en la aberturas de los simoniacos, con intimidad y con fianza
propone Dante el descenso, Virgilio lo concede y protege la marcha teniéndolo firme a
su lado.
Dante muestra el desprecio que le merecen estos infatuados papas; alude al texto
apocalíptico 17,1-3.
Este texto se refiere a los diez mandamientos con los cuales comando la Iglesia sobre
los pueblos cristianos. Virgilio muestra satisfacción y hasta admiración por la
honestidad de Dante.
Recinto 4º. Los adivinos y los magos.
XX:
Cuarto recinto del octavo círculo, los viajeros encuentran a adivinos y magos, con el
rostro vuelto atrás, en castigo de haber querido mirar demás hacia delante. Dante se
conmueve de esta situación miserable y se gana el reproche de Virgilio. Aparecen
Tiresias, Aronta y Manto.
Todo este paisaje da cuenta de la afición medieval a la astrología, que tenia tan alto uso
en la cortes por reyes y señores, a fin de conocer el éxito de sus empresas.
Este canto cuenta con la alusión de la Luna, señora de los maleficios, Virgilio le cuenta
el ingreso en la selva oscura, de noche, en la que gracias a la luna llena podía andar.
Recinto 5º. Los estafadores.
XXI Y XXII:
En el quinto círculo del octavo circulo, están los que estafan y defraudan en un lago
hirviendo, bajo guarda de los demonios vengadores. Los viajeros deben enfrentarse a
los demonios y sufre el engaño de Malacoda. Guiados por diez demonios, los viajeros
recorren el recinto, se encuentran a Giampolo. Dos diablos discutiendo caen al agua
hirviendo.
El recinto se muestra como una caldera hirviente, absorto de su contemplación, Dante
no atina a apartarse del camino de un demonio, es necesaria la intervención de Virgilio
que lo protege y lo quita del camino.
El ambiente es catastrófico y amenazador, es un mundo en degeneración creciente. El
valiente y experimentado Virgilio se enfrenta resueltamente a loa demonios, quienes se
abalanzan contar él.
El ambiente de estos cantos reflejan el desden por la deshonestidad política de esos
tiempos.
Recinto 6º. Los hipócritas. Engaño de Malacoda.
Los viajeros reemprenden la marcha hacia el sexto recinto, arrojándose por una ladera
huyendo de los demonios que los siguen. Sexto recinto de los hipócritas castigados a
cargar una pesada capa de plomo dorado que los obliga a marchar lentamente. Allí
encuentran a dos miembros de la orden de los Gaudentes, Catalano y Loderingo, que
están junto a Caifás crucificado. Entonces Virgilio comprende que ha sido engañado
por Malacoda.
XXIII: Después de tanta agitación, marchan en silencio uno tras el otro como caminaban
por los claustros los franciscanos. La fábula de Esopo citada es la de una rana que
finge querer ayudar a un topo a cruzar un pozo de agua llevándolo sobre el lomo; pero
como en realidad quería ahogarlo, ata su pata a la pata del topo; de esta forma, llegados
a un lugar profundo se sumerge arrastrando consigo al topo. Pero pasa un gavilán que
agarra al topo y con él a la rana, y se los come a ambos. Se interpreta comúnmente a
Calcabrina como la rana traidora, a Alichino como el topo y a la vez como el común
castigo del gavilán. Otra interpretación es, el navarro como al gavilán, quien con su
decisivo y veloz actuar arrastra a los competidores al común charco hirviente. Para
Dante la comparación era evidente, pues agrega que la competencia de los demonios y
la fábula se asemejan tanto como mo e issa que son dos adverbios de tiempo del latín (
modo e hac ipsa ) que significan lo mismo, ahora, y añade la referencia al principio y al
fin de la escena. Lo complejo de la situación y el embarazo y bochorno en que han
quedado los demonios, atemoriza a Dante que presiente entonces una venganza
inevitable.
Hermoso y descriptivo pasaje de la intensidad como Virgilio protege a Dante. Es un
verdadero Conductor y Maestro a quien mueve el aprecio que ha engendrado Dante en
él. Pasaje humano que une a los hombres verdaderamente grandes.
XXI y XXII y el comienzo de éste: Constituye por sí mismo una escena completa,
principio, fin, drama, acción, diálogos, comedia, y un desenlace triunfal del débil sobre
el fuerte. El ambiente es tétrico, y uno percibe, en medio del teológico castigo divino,
que hubo una revancha, un acto valiente y decidido que, con inteligencia, supera la
estupidez de los violentos, en fin un asomo de felicidad que contradice a las leyes
infernales establecidas. Es el infierno que Dante inventó, enteramente humano, casi
histórico. Y por sobre todas las cosas, de aquello que más ama Dante, la inteligencia, y
su compañera inseparable e imprescindible, la virtud, es decir, el coraje y la firme
atención y perseverancia ante la oportunidad.
Descenso al sexto recinto del octavo círculo, mundo de los hipócritas, por fuera noble y
brillante como el oro, por dentro agobiado por la mezquindad. El aspecto de los
precitos es comparado con la apariencia de los monjes de Cluny, cuyo ropaje,
compuesto de un abundante escapulario y una túnica talar de amplias mangas y
pliegues, solemne y lujosa, contrastaba con la simple túnica de los frailes franciscanos
y de otros pobrecillos en época de Dante. La hipocresía es ostentación de falsa virtud,
vicio propio de los aspirantes a la perfección religiosa, por lo que esta referencia a
Cluny es enteramente adecuada como introducción al tema.
Etimológicamente pues y en realidad, hipócrita es el que finge lo que no es, y lo que
finge es algo grande y maravilloso que deslumbra a los simples.
El abrumador plomo de los hipócritas es comparado a una tortura que el emperador
Federico II usaba para con los culpables de lesa majestad, consistente en encerrarlos
en capas de plomo y arrojarlos al fuego. La hostilidad eclesiástica contra el emperador
había elaborado y propagado fantásticas leyendas sobre este castigo. Lo que de nuevo
nos acerca a la hipocresía, tanto más que Dante era ferviente defensor del emperador
como única autoridad capaz de poner orden en la desquiciada Italia y en la corrupta
Roma. Encuentro con los frailes Gaudentes. Los presitos desconfían de este que,
cuando habla, mueve la garganta; movimiento que denuncia su respiración.
Frailes Gaudentes o Godenti, es decir gozadores, sobrenombre que se ganaron los
miembros de una orden caballeresca francesa, originada durante la cruzada contra los
albigenses, también llamados Cátaros. Fueron llamados Gaudenti por su vida
licenciosa; el pueblo los consideró frailes falsos, y los apodó sarcásticamente los
Capones de Cristo. Todo lo cual revela la hipocresía de estos religiosos supuestos
componedores de entuertos y herejías. Sobre el maravillarse de Virgilio, hay quienes
interpretan que le sorprende el castigo que sufre Caifás, aunque en realidad, frente a
otros tormentos del Infierno de Dante, no es nada extraordinario. Otros interpretan que
la maravilla se refiere a la concordancia de la frase de Caifás, y la que Virgilio pone en
boca de Neptuno consolando a Venus de la ira de Juno contra Eneas, en el V libro de la
Eneida:
...Ahora pues mantén tu fe en mi, deja el temor.
Pues aquel por quien ruegas, llegará seguro al puerto del Averno,
Y sólo a uno perderá en los abismos del mar,
uno será quien dé la vida por muchos. (En. V, 812-815).
Virgilio solicita la ayuda de los frailes para salir al siguiente recinto, porque aunque
sabe que por mandato divino los demonios están obligados a conducirlos sanos y
salvos, no confía demasiado dada la pasada experiencia. El puente de paso está roto, y
la única forma de seguir el viaje es trepar sobre los escombros que se amontonan al
borde del círculo. Virgilio se da cuenta entonces del engaño de Malacoda y recibe del
fraile la respuesta de Jesús al largo acoso de los fariseos:
Vosotros sois del padre diablo y queréis cumplir los deseos de vuestro padre.
Homicida es él desde el principio, y no permanece en la verdad porque la verdad no
está en él.
Cuando dice mentiras, habla de lo que hay en él, porque es mentiroso y padre de la
mentira. (Jn, VIII, 44). Virgilio no puede ocultar la ira que lo embarga.
Recinto 7º. Los ladrones. Caco. Transformación recíproca de un ladró en serpiente.
XXIV: Los poetas suben a la cornisa del séptimo recinto, en cuya fosa, repleta de
serpientes, corren los ladrones. Entre los condenados encuentran a Vanni Fucci,
hombre violentísimo y ladrón de la sacristía de San Jacobo en Pistoya. Quien, como
revancha, predice a Dante la derrota de los güelfos blancos en el campo pistoyense.
Vanni Fucci maldice a Dios y es inmediatamente castigado. Se encuentran con Caco,
presencian la transformación de un ladrón en una cierta serpiente y viceversa.
Encuentro con florentinos.
El canto se inicia con una descripción del cambio estacional que se produce al
acercarse la primavera. Es un cambio gradual, pero que sorprende al campesino
cuando toma conciencia del desvanecimiento de la nieve y de la reaparición de la
hierba. Así, como la tristeza del hielo se cambia en alegría del Sol, así Virgilio cambia de
pronto su ánimo y semblante. Alude al Canto I, Cuando Virgilio lo animara a emprender
el camino que lo llevaría a la cima del monte del Purgatorio, lugar del Paraíso terrenal.
Ascenso por las ruinas del sexto recinto al séptimo. Los viajeros se encuentran más
hacia el centro de Malebolge, que es un círculo inclinado hacia la boca del abismo
central. Por donde la orilla exterior es más alta que la interior, que es por donde están
trepando los poetas.
Fatiga de Dante que intenta reposarse, lo que le vale el vivo reproche de Virgilio, quien
le insta a obrar. La fama, que es como una segunda vida, no se logra en la pereza. La
larga escala será la ascensión del monte del Purgatorio, cuya esperanza de lograrla
debe valerle para darle ánimo. El descenso a los Infiernos no es sino la antesala y la
preparación para el ascenso purificador.
El foso de los ladrones está infestado de culebras y serpientes. El ladrón es una estirpe
rapaz y astuta como la serpiente que se insinúa desde lo oculto y aprovecha el
descuido de los que no están atentos; por ello pertenecen a este círculo que es el de los
que obran por fraude. Es por tanto un desertor y un traidor de la familia de los hombres
de la cual es parte. Los desiertos de Libia tenían fama de producir serpientes
espantosas, a las cuales Dante junta las de Etiopía y las del desierto arábigo para
minimizarlas antes la terrible cría de este foso. Ovidio imaginó que las serpientes de
Libia nacieron de la cabellera de Medusa (Sobre Medusas y Gorgonas ver Canto IX, 52-
60 y notas):
Triunfantes sobre las líbicas arenas
se arrastran sangrientas gotas caídas de la testa de Gorgona,
que en la tierra acogidas se animaron en serpientes,
por donde aquella patria está siempre infestada de culebras...
(Ov. Metam. IV, 617-620).
QUELIDRAS son una especie de culebras acuáticas.
YÁCULOS son unas que se lanzan desde los árboles.
Las FARAS se trasladan dejando un surco en la arena.
Las CENCROS dejan unas mínimas picaduras.
Las ANFISBENAS tienen una cola semejante a la cabeza lo que las hace parecer como
de dos cabezas.
Los condenados de este foso no encuentran abrigo ni talismán que los salve de las
sierpes. El Heliotropo es una piedra preciosa y mágica, especie de cuarzo verde con
manchas rojas, semejante a la esmeralda, a la que antiguamente se atribuía la virtud de
hacer invisible al que la llevaba. El deshacerse y rehacerse del ladrón tras la picadura
de serpiente es la primera transformación y testimonia la decadencia de lo humano
hasta devenir una cosa efímera, como la gloria del ladrón entre sus pares.
El ave Fénix es uno de los más vibrantes símbolos antiguos de la inmortalidad por
muerte y resurrección, como el mismo Infierno de Dante o camino de aniquilación
previo a la recuperación del Purgatorio.
La transformación del ladrón es ahora comparada con un ataque de epilepsia, que se
creía obra del demonio o causada por la obstrucción de las venas. La descripción
termina con un grito de admiración por la venganza divina. Conocemos ahora la historia
del ladrón, que fue Vanni Fucci, hijo ilegítimo, fue hombre violento y ladrón. Declara su
vida bestial como de animal. Dice mulo porque era bastardo, como el mulo que es hijo
de yagua y asno.
Para vengarse de Dante, el ladrón predice el futuro funesto de los güelfos blancos de
Pistoya y Florencia: primero alude a la expulsión de los Negros de Pistoya en mayo de
1301, luego al ingreso de Carlos de Valois, enviado del Papa, y a la proscripción de los
Blancos, entre el 1301 y 1302, cuando reentraron los negros, y se cambió gente y
modos, es decir partidarios y políticas
XXV: La soberbia de Vanni lo lleva a lanzar, como blasfemia, un signo obsceno contra
Dios, lo que provoca la reacción de las serpientes que lo inmovilizan y enmudecen. En
medio del descalabro del mundo feudal, existía una situación desordenada en las
autoridades, la cuales ya no imponían las leyes ni reglaban la vida ciudadana. Dante se
asombra que las autoridades no deliberaran acabar de una vez incendiándola.
En tiempo de Dante y según la leyenda, se creía que los secuaces de Catilina, una vez
derrotado su jefe, habrían fundado Pistoya y refugiádose allí: eran facinerosos,
violentos y corruptos, de ahí la alusión a la mala simiente, herederos de sus
fundadores. La soberbia de Vanni es grande, y pero no mayor a la de Capaneo en su
presunción e invectiva contra Zeus, el rey de los dioses
Aparición de Caco en forma de centauro atormentado por las serpientes que lo cubren y
un dragón que lo cabalga. No va por el camino de sus hermanos, los centauros, que
están en el primer recinto del séptimo círculo. A notar esta deformación de Caco en
centauro, como para acentuar la rapacidad vehemente del ladrón.
A fin de facilitar la comprensión de lo que sigue hay que notar los siguiente:
Las serpientes que habitan este recinto no son demonios castigadores sino los mismo
ladrones, que unos tienen figura humana y otros de serpiente. Los personajes que se
nombran son los siguientes:
Cianfa, en forma de una sierpe de seis patas. Los tres florentinos que aquí se nombran,
son tres altos funcionarios que se enriquecieron distrayendo a su favor las finanzas
públicas, a saber:
Agnel Bruneleschi, quien es el atrapado por Cianfa y se funde con él en un solo ser
monstruoso, vv. 50-78.
Buoso Donati degli Abati, es el que es mordido por la serpiente negra como la pimiento,
la cual es Francesco de los Cavalcanti.
El tercer florentino, nombrado en el versículo 148 y único a no sufrir trasformación es
Puccio Sciancatto.
Primera transformación por unión de naturalezas. En esta etapa de Malebolge y los
cantos siguientes, asistimos a la mutilación y transformación de la figura humana,
como un nuevo avance del desorden infernal que se precipita hacia el caos, donde se
revelará finalmente en los traidores del Cocito, la total inversión o subversión de los
valores humanos: inversión que constituye propiamente lo que se llama satanismo.
Cianfa se lanza sobre Agnel y lo aprisiona con sus patas, para luego fundirse con él en
una sola entidad. Los miembros duplicados se unifican en un ser macabro, antihumano,
bestial. Las formas primitivas desaparecen para quedar un ser absurdo que torpemente
avanza con lentos pasos, siendo a la vez dos y ninguno.
Una serpiente negra, llena de ira y veneno, (Francisco Cavlacanti), picante como la
negra pimienta, se lanza contra el vientre de uno de los florentinos, (Buoso Donati) y lo
pica en el ombligo. La serpiente queda a sus pies y Buoso bosteza como uno a quien le
avanza la ponzoña. Ambos luego arrojan humo, uno por la boca, otro por el herido
ombligo, y los humos se confunden en uno solo. La escena preanuncia la metamorfosis
que seguirá luego.
Las metamorfosis son una manera simbólica de describir la inmensa plasticidad del
espíritu humano que puede apoderarse de todas las formas y convertirse en lo que
quiera, sea tanto para envilecerse o para superarse hacia una perfección interior que
sólo es conocida por los que la alcanzan.
Lucano en su Farsalia narra que alguno de los soldados que comandaba Catón en el
desierto líbico fueron mordidos por serpientes: el cuerpo de Sabello se destruyó por las
heridas, de tal modo, que en breve quedó reducido a cenizas; Nasidio se hinchó de tal
manera que reventó su coraza.
La transmutación de las naturalezas es vista por Dante dentro de la filosofía tradicional,
como un intercambio de la forma con conservación de la materia individualizante.
Desarrollo de la transformación iniciada en 79. La serpiente va cambiando sus formas
por la humana y el hombre por las de la serpiente. La serpiente comienza por partir su
cola y el herido funde sus piernas en un solo miembro. La serpiente tierniza sus
escamas y el hombre endurece su piel. El hombre insume sus brazos en el cuerpo, y la
serpiente, que tiene patas, alarga las anteriores para formar brazos. Las patas traseras
de la serpiente se funden y forman el miembro viril, el hombre a su vez cambia el suyo
por dos patas. El humo cambia los colores de los transformantes. Vela es término
pictórico, significa ocultar un color cubriéndolo con otro. La serpiente gana cabellos y
el hombre una calva.
Finalmente el hombre hecho serpiente cae al suelo perdiendo su postura erguida,
mientras la serpiente se yergue. Ambos observan cuidadosa y aviesamente como
cambia el aspecto de sus caras. La ex serpiente encoge la trompa y le salen orejas de la
sobreabundancia de carne sobre las ya lisas mejillas. Lo que sobró se hace nariz y
abulta los labios como los humanos.
El ex hombre yaciente en el suelo extiende el hocico hacia delante y oculta las orejas,
como el caracol los cuernos, dice festivamente Dante. La lengua se le divide como
corresponde a una serpiente, y la de la ex serpiente se unifica en lengua humana. Y
el humo se detuvo: terminada la transmutación, el humo sagrado y mágico que cubría el
misterio, se desvanece dando por terminada la acción.
El alma humana hecha sierpe huye silbando, seguida de la burla e improperios del
hombre que le vuelve las espaldas recién adquiridas.
Dante acentúa la condición pesada y gravosa del recinto llamándolo lastre, como el que
llevan los barcos. Se disculpa Dante de que esta admirable pieza descriptiva, por un
lado veloz en su brevedad y enérgica en la frase, pueda desmerecer el arte poético con
tamaña aberración maligna. Y aún es verdad, que se requiere atenta lectura para saber
quién se muda en quién, y que los ladrones son ora hombres ora serpientes, porque en
realidad nunca lo ha dicho, dejando que nuestra mirada lo advierta.
Termina el canto con la referencia al único florentino no trasmutado y la indicación de
quién era la serpiente negra.
Recinto 8º. Ulises o la ambición desmedida.
El cruce con tantos florentinos en el séptimo recinto brota en el pecho de Dante una
invectiva contra Florencia. Siempre dentro del octavo círculo, los poetas pasan al
octavo recinto donde son castigados los consejeros fraudulentos encerrados en llamas
de fuego. Encuentro con Ulises y Diomedes. Ulises relata su viaje allende las columnas
de Hércules y como encontraron la muerte, él y sus compañeros.
XXVI: Como epílogo del séptimo recinto, Dante descarga su vergüenza contra Florencia,
recordando que es famosa en todo el mundo, pero también su nombre abunda en el
Infierno de los ladrones. En general, los ladrones son de pobre origen y de baja
educación, pero los de Florencia son nobles que debieran ser virtuosos, lo que causa la
vergüenza de Dante. Acuciado entre el inmenso amor que siente por su patria y su
desdén por los vicios que ella encierra, Dante desea su perdición y que su maldad sea
borrada de la tierra.
7 Los poetas y la tradición sagrada atribuyeron siempre un especial valor a los sueños
que se sueñan al amanecer, cuando la conciencia está en un estado crepuscular, en el
ensueño de la vigilia que se inicia.
Dante es conciente del estímulo que lo guía. Refrena entonces el ingenio para tomar
aliento, y dejar que sea la virtud de sus genuinos propósitos la que vuelva a tomar el
mando de la tarea.
Multitud de llamas pueblan el recinto octavo, cada una conteniendo a un convicto.
Dante compara el espectáculo de las llamas en la oscuridad a la visión de un aldeano
cuando, reposándose de sus tareas en la colina, contempla el valle oscurecido, donde
poco antes había estando arando y vendimiando, plagado de brillantes luciérnagas. La
escena ocurre en el verano, cuando más dura la luz del Sol sobre el horizonte, y la hora
nocturna es identificada por la aparición de los mosquitos nocturnos.
Prosiguiendo con las imágenes y para mostrar como se movían las llamas en el foso y
se alejaban y acercaban, recurre Dante a la escena bíblica cuando Eliseo vio partir el
carro de Elías. Cuando habiendo sido burlado por unos muchachos, Eliseo los maldijo
en nombre de Dios, y dos osos salieron del bosque y los destrozaron. La referencia al
aldeano que mira el valle fue un ameno recurso para exponer la apariencia del octavo
recinto. Ya antes Dante había dicho que no debía dejarse arrastrar por el brillo de su
ingenio, sino contenerlo dentro de la honesta virtud del deber a cumplir. Ahora nos
muestra la pretensión de Eliseo más allá de sus capacidades y la consecuente
frustración.
Las llamas son como ladrones que esconden su presa. Retorno al relato. Virgilio
responde a la pregunta de Dante sobre una llama de doble pico que compara a la pira
de Eteocles (uno de los héroes del ciclo tebano.
Ulises, rey de Ítaca, y Diomede, rey de Argos, héroes del ciclo troyano, aparecen aquí
envueltos en una aventura que no figura en los relatos homéricos, pero que, imaginada
por Dante, refleja un difundido juicio, en la época, sobre Ulises, al que se consideraba
un imprudente y presuntuoso aventurero capaz de desafiar a los mismos dioses. Vale la
pena tomar debida nota de todos estos excesos del propio genio que es como el tema
central de este canto: comenzó con el temor de Dante de dejarse llevar por su ingenio,
siguió con Eliseo pretendiendo más de lo que debía, y ahora es Ulises quien, arrastrado
por su pasión de aventuras, no mide las consecuencias para sí y sus compañeros, ni el
desafío a la divinidad que sus actos implican. Se hace saber que están en la venganza
infernal así como fueron prontos a la violencia y a la cólera.
Se recuerda el artificio del caballo de Troya por el cual los griegos tomaron y
destruyeron la ciudad, aunque, por designio del destino, sirvió para que, bajo la
conducción de Eneas, la estirpe troyana llegara a Roma y fundara la nobleza romana.
El Paladio es una estatua divina dotada de propiedades mágicas, se suponía que
representaba a la diosa Palas, epíteto ritual de la diosa Atenea, conocida habitualmente
como Palas Atenea, cuyo nombre latino es Minerva. De origen divino, la estatua,
modelada por Atenea en reparación por la muerte accidental de Palas, hija del dios
Tritón, después de diversas peripecias fue precipitada de lo alto del Olimpo por Zeus y
cayó en Ate, en Tróade, en el momento que Ilo se disponía a fundar la ciudad que iba a
ser Troya (Ilión), por lo cual fue considerada como un señal divina y asumida como
protectora permanente de Troya. Temiendo que fuera robada, se dice que los troyanos
hicieron una imagen falsa que fue la que Ulises junto con Diomedes robó, pues le había
sido dicho que sólo sería tomada Troya si le faltaba el Paladio.
Robada la falsa efigie, en la noche fatal del incendio de Troya, Eneas se apoderó del
Paladio en el templo de Atenea para huir, y después de su prolongado peregrinaje por
los mares, finalmente llevarlo a Roma, donde estaba depositado en el templo de las
Vestales. Como en Troya, el Paladio protegía a la ciudad y estaba ligado a su destino.
El saber que se halla cerca de Ulises y que puede oír de su boca la historia de su
muerte, incita apasionadamente a Dante, que suplica repetidamente a Virgilio que
satisfaga su ardiente deseo. Virgilio lo contiene, y con la excusa de que siendo griegos
tal vez no quieran hablar con él, le ruega silencio y que será él quien hable. Una vez más
asistimos a una escena de descontrol e imprudencia, y a la necesidad de mantener las
cosas dentro de prudentes y racionales límites.
Comienza el relato de Ulises quien con la sola referencia a su alejamiento de Circe, pasa
directamente al relato de su aventura final más allá del estrecho de Gibraltar. Se
muestra también la pasión desmedida que no se detiene ni ante el amor al padre, al hijo
y a la esposa, con tal de ver y experimentar todas las cosas y todos los vicios. La
audacia es tal que con solo un barco y los pocos compañeros que le quedan se atreve a
lanzarse a lo desconocido. Ulises navega hacia occidente por el mar Mediterráneo hasta
los límites de España, pasando por las islas de Cerdeña, que cita, y las otras que baña
el mar, hasta allegarse a Marruecos al norte de África.
Ya viejos por el largo viaje - la Odisea habla de veinte años - divisan el estrecho de
Gibraltar, la fosa estrecha, donde Hércules puso sus columnas con la advertencia "NON
PLUS ULTRA", no más allá, símbolo universal de que el hombre puede todo probar
hasta un cierto límite, más allá del cual encontrará su ruina, Pero el atrevido y astuto
Ulises las traspasa superando Ceuta en la orilla africana y Sevilla en la española.
Discurso de Ulises a sus compañeros para que se atrevan a lo que él ya mismo ha
decidido atreverse. Este párrafo es el único por el que este canto puede llamarse el de
los consejeros fraudulentos, en el sentido de que Ulises proclama a sus hombres,
ocultándoles el peligro, y para su propio beneficio. Porque por el resto del canto, se
trata específica y casi exclusivamente del exceso en el uso de los propios dones,
virtudes y talentos. Célebre frase que, en boca de Ulises puede que no sea sino un ardid
más para arrastrar a sus compañeros a la loca aventura, pero en boca de Dante resume
todo su programa de vida y la razón de ser de la Divina Comedia.
La aventura de Ulises transcurre en un viaje hacia occidente, de espaldas al
Oriente, vuelta nuestra popa a la mañana, en viaje hacia el Atlántico pero contornando
siempre el lado izquierdo, es decir doblando hacia el sur. Notemos que Dante sabía,
como toda gente culta antigua, que la tierra era redonda, pero ignoraban todos que
existiera un continente entre Europa y Asia por el lado oeste. Dante, en su creación de
los tres mundos, sitúa, en el medio de ese inmenso mar, a la montaña del Purgatorio, a
la cual se podía llegar a través de una abertura situada al final del Infierno. La osadía de
Ulises, el loco vuelo, fue querer llegar al Purgatorio, y por ende al Paraíso terrenal que
está en su cima, por sus propios medios y abusando de su ingenio, es decir, quiso
lograr la perfección del Purgatorio sin antes pasar por la muerte simbolizada por el
Infierno, lo cual es imposible, e implica soberbia e hipocresía.
Aparece la montaña del Purgatorio en cuya cima está el Paraíso terrestre. Se forma una
como tromba marina, un vórtice, que golpea al barco en la proa. El castigo divino,
muestra la gravedad de la presunción asumida, y cae sobre ellos. Son tres vueltas
girando el barco en el agua, y a la cuarta, alza la popa y hunde violenta e
irremisiblemente la proa, y el mar, severo y fatal, se cierra sobre ellos.
Los falsos consejeros.
Virgilio interroga a otra llama del recinto octavo: Guido de Montefeltro.
XXVII: Ulises ya no habla más. Y su llama queda tiesa y callada, y se aleja lentamente a
una señal de Virgilio, cuando ya otra llama, que le seguía de cerca, se muestra.
Dante compara el murmurar de la llama al mugido del toro, porque las palabras no
podían salir por la punta de la llama que no tenía abertura de salida. La referencia al
toro de Falaris tiene relación con la conducta de Guido de Montefeltro, que de lobo
rapaz que fuera, convertido en franciscano, volvió a caer en sus propios vicios
aconsejando a Bonifacio VIII y mereciendo el justo castigo. La voz logra finalmente salir
por la llama, medio sofocada. Como venía muy cerca de la llama de Ulises, cree que las
palabras de Virgilio a Ulises se dirigían a él, y que lo estaban echando, y por tanto ruega
que le tengan paciencia y lo escuchen.
Respuesta de Dante a la demanda de Guido, sobre el estado de paz o guerra en la
Romanía. Historia de Guido de Montefeltro, quien habla claramente pues supone que
Dante no volverá al mundo de los vivos. Su fuerza es comparada a la del león, y su
astucia al lobo. Se reconcilió con la Iglesia en 1294 bajo el papa Celestino V y en sus
últimos años de vida se hizo franciscano en 1298. Arrepentido se rindió a la orden
franciscana, lo cual le habría servido para su regeneración y penitencia. Bonifacio VIII
no es indicado por su nombre, sino simplemente como el príncipe de los hipócritas. El
Papa no respetó su oficio ni sus órdenes sagradas, ni el cordón franciscano que llevaba
Guido, y que enflaquecía, por la austeridad que representaba, a los que estaban ceñidos
con él.
Así como Constantino pidió al Papa san Silvestre, que estaba oculto en una cueva del
monte Soracto por huir de la persecución que se hacía a los cristianos, que le curara la
lepra. Este hecho, atribuido a Constantino, es falso, pero se creía en época de Dante.
Como se recordará (ver Inf. Canto V) Minos determina a qué círculo arrojar un pecador
retorciendo su cola alrededor de su cuerpo, tantas veces como círculos hay que
descender. Al decir fuego ladrón quiere decir reo de las llamas de este recinto, que son
llamadas ladronas porque ocultan al pecador. Guido, así vestido, anda y es torturado,
por donde se aleja retorciendo la cresta de la llama.
El próximo recinto es de los que siembran la discordia y los cismas.
Recinto 9º. Los sembradores de discordia y los cismáticos.
Deteniéndose sobre el puente del noveno recinto, Dante y Virgilio observan el paso de
los sembradores de discordia y causa de cismas, que a su vez son castigados por un
demonio que los corta y divide en partes. Encuentran a Mahoma, fray Docino, Pedro de
Medicina, Curión, Mosca Lamberti y Bertrand de Born.
La palabra cisma y cismático no debe entenderse en este canto en el sentido religioso,
sino simplemente como división de unos contra otros, sea en el seno de una familia sea
entre naciones. Inclusive en el caso de Fray Dolcino, puede apreciarse que el cisma es
más la guerra que la religión.
XXVIII: Dante se espanta de lo que ve en este recinto y expresa la debilidad de nuestra
mente y nuestra lengua para describir. Para intentarlo al menos, recurre a la descripción
de terribles hechos de sangre conocidos de su época. Si de todos estos hechos
sangrientos, cada herido mostrara sus miembros rotos o sus cuerpos atravesados,
todos juntos no igualarían los que Dante vio en el noveno recinto.
Nueva figura de un tonel abierto por pérdida de sus duelas para exponer cómo está
hendido de arriba abajo, y cuál la miserable situación del condenado con sus entrañas
abiertas. Continúa así Dante diluyendo la figura que antes fuera humana y ahora se
torna monstruosa, porque estamos descendiendo cada vez más cerca del caos final.
Dante no se ocupa de la diferencia de religión, de lo contrario debía haber ubicado a
Mahoma entre los herejes. El castigo infligido a los cismáticos y a los que escandalizan
contra la paz es provocado por demonios que los dividen con espada, los hacen
circular, y cuando las heridas se han cerrad en cada vuelta, las vuelven a abrir.
El último terceto de este párrafo deja una cuestión pendiente: Mahoma alza un pie, lo
tiene en alto mientras habla, y luego lo apoya en el suelo y se marcha. Porqué este
detalle del pie alzado? Pedro de Medicina, llamado así de la tierra de este nombre, en el
territorio de Bolonia. Fue un intrigante que esparció la discordia entre sus
conciudadanos por un lado y Guido de Polenta y Malatestino de Rímini por otra. "Fue
del condado de Bolonia, y armó guerra entre Florencia y Bolonia, y entre Bolonia y los
Ubaldini; luego por sus malas artes instigó la guerra entre los de Fano y los
Malatesta" (Anónimo).
Cayo Curión, tribuno romano en el 50 a. C., había sido republicano pero luego se acercó
a César por interés. Cuando César fue declarado enemigo de la república por el senado,
instó a César a que no esperara más, es decir, que no demorara más la guerra civil,
diciéndole: "No te demores, siempre es nocivo diferir las cosas a quienes están
preparados". Lucano, Farsalia I, 281). Por haber hecho mal uso de la palabra, Curión
está privado de la lengua que tiene cortada. Mosca de la familia de los Lamberti, quien
ayudado por otros compañeros dio muerte a puñaladas a Buondelmonte para vengar el
honor de los Amidei, porque estando comprometido para casarse con una hija de éstos,
la abandonó para unirse a una de los Donati. Esto encendió la primera chispa de las
discordias civiles en Florencia, que luego se dividió en güelfos y gibelinos. Mosca fue
quien propuso el asesinato en un consejo de parientes de Amidei, pronunciando
entonces las palabras "Capo ha cosa fatta" que una cosa, cuando se ha cumplido, está
terminada, queriendo decir que era bueno el asesinato y que no había que preocuparse
de las consecuencias.
La semilla del odio se expandió, y los primeros en padecerla fueron los Lamberti,
expulsados de Florencia en 1258, diez años después fueron declarados rebeldes y
finiquitada su familia. El recordar estos hechos aumenta el dolor de Mosca. Ante el
encuentro del más extraño despedazado, Dante recurre a la pureza de su conciencia
para establecer la verdad de lo que ha visto. La buena conciencia y la pureza de
intención son la base para que, sin el obstáculo de los prejuicios ni de los
remordimientos, sin necesidad de consideraciones especulativas, se pueda ver y
comprender la realidad
Bertrand de Born, brillante poeta provenzal y bravo guerrero, que floreció hacia la
segunda mitad del siglo XII, fue vizconde de Hautfort, en Gascuña, instigó al hijo de
enrique II de Inglaterra a rebelarse contra su padre. Como poeta fue alabado por Dante
por sus versos guerreros (De Vulg. Eloq., II, 2) y por su liberalidad (Banq. IV, 11). Murió
hacia 1207, retirado en su vejez en un monasterio cisterciense.
En el Libro II de los Reyes, capítulos XV-XVII se narra la rebelión de Absalón, hijo de
David, contra su padre, en la cual conjura fue apoyado por Aquitofel, antiguo consejero
de David, al que traicionó. Aquitofel, vencida la rebelión, se ahorcó. Bertrand lleva la
cabeza separada de su cuerpo, donde está el corazón, principio de vida del cuerpo y de