25 de mayo de 2003 Discurso de Nstor Kirchner Acto de asuncin
presidencial ante la Asamblea Legislativa, 3 Seores jefes de
Estado; su Alteza Real; seores jefes de Gobierno; seores
representantes de gobiernos extranjeros; seores invitados
especiales que nos honran con sus presencias en este lugar; seores
miembros del Congreso reunidos en Asamblea; ciudadanas y ciudadanos
presentes; querido pueblo argentino: en este acto, que en los
trminos del artculo 93 de la Constitucin de la Nacin tiene por
finalidad la toma de posesin del cargo de Presidente de la Nacin
Argentina para el que he sido electo, creo que es necesario poder
compartir con ustedes algunas reflexiones expresando los objetivos
de gobierno y los ejes directrices de gestin para que el conjunto
de la sociedad argentina sepa hacia donde vamos y cada uno pueda, a
su vez, aportar su colaboracin para la obtencin de los fines que
los argentinos deberemos imponernos por encima de cualquier divisa
partidaria. Es que nos planteamos construir prcticas colectivas de
cooperacin que superen los discursos individuales de oposicin. En
los pases civilizados con democracias de fuerte intensidad, los
adversarios discuten y disienten cooperando. Por eso los convocamos
a inventar el futuro. Venimos desde el Sur del mundo y queremos
fijar, junto a ustedes, los argentinos, prioridades nacionales y
construir polticas de Estado a largo plazo para de esa manera crear
futuro y generar tranquilidad. Sabemos adonde vamos y sabemos
adonde no queremos ir o volver. (Aplausos) El 27 de abril, las
ciudadanas y los ciudadanos de nuestra patria, en ejercicio de la
soberana popular, se decidieron por el avance decidido hacia lo
nuevo, dar vuelta una pgina de la historia. No ha sido mrito de uno
o varios dirigentes, ha sido, ante todo, una decisin consciente y
colectiva de la ciudadana argentina. (Aplausos) El pueblo ha
marcado una fuerte opcin por el futuro y el cambio. En el nivel de
participacin de aquella jornada se advierte que pensando diferente
y respetando las diversidades, la inmensa y absoluta mayora de los
argentinos queremos lo mismo aunque pensemos distinto. No es
necesario hacer un detallado repaso de nuestros males para saber
que nuestro pasado est pleno de fracasos, dolor, enfrentamientos,
energas mal gastadas en luchas estriles, al punto de enfrentar
seriamente a los dirigentes con sus representados, al punto de
enfrentar seriamente a los argentinos entre s. En esas condiciones,
debe quedarnos absolutamente claro que en la Repblica Argentina,
para poder tener futuro y no repetir nuestro pasado, necesitamos
enfrentar con plenitud el desafo del cambio. Por mandato popular,
por comprensin histrica y por decisin poltica, sta es la
oportunidad de la transformacin, del cambio cultural y moral que
demanda la hora. Cambio es el nombre del futuro.
No debemos ni podemos conformarnos los argentinos con haber
elegido un nuevo gobierno. No debe la dirigencia poltica agotar su
programa en la obtencin de un triunfo electoral sino, por el
contrario, de lo que se trata es de cambiar los paradigmas de lo
que se analiza el xito o el fracaso de una dirigencia de un pas. A
comienzos de los 80, se puso el acento en el mantenimiento de las
reglas de la democracia y los objetivos planteados no iban ms all
del aseguramiento de la subordinacin real de las Fuerzas Armadas al
poder poltico. La medida del xito de aquella etapa histrica, no
exiga ir ms all de la preservacin del Estado de derecho, la
continuidad de las autoridades elegidas por el pueblo. As se
destacaba como avance significativo y prueba de mayor eficacia la
simple alternancia de distintos partidos en el poder. En la dcada
de los 90, la exigencia sum la necesidad de la obtencin de avances
en materia econmica, en particular, en materia de control de la
inflacin. La medida del xito de esa poltica, la daba las ganancias
de los grupos ms concentrados de la economa, la ausencia de
corridas burstiles y la magnitud de las inversiones especulativas
sin que importara la consolidacin de la pobreza y la condena a
millones de argentinos a la exclusin social, la fragmentacin
nacional y el enorme e interminable endeudamiento externo.
(Aplausos) As, en una prctica que no debe repetirse, era muy difcil
de distinguir la solucin pragmtica de la ciruga sin anestesia. Se
intent reducir la poltica a la sola obtencin de resultados
electorales; el gobierno, a la mera administracin de las decisiones
de los ncleos de poder econmico con amplio eco meditico, al punto
que algunas fuerzas polticas en 1999, se plantearon el cambio en
trminos de una gestin ms prolija, pero siempre en sintona con
aquellos mismos intereses. El resultado no poda ser otro que el
incremento del desprestigio de la poltica y el derrumbe del pas. En
este nuevo milenio, superando el pasado, el xito de las polticas
deber medirse bajo otros parmetros en orden a nuevos paradigmas.
Debe juzgrselas desde su acercamiento a la finalidad de concretar
el bien comn, sumando al funcionamiento pleno del Estado de derecho
y la vigencia de una efectiva democracia, la correcta gestin de
gobierno, el efectivo ejercicio del poder poltico nacional en
cumplimiento de trasparentes y racionales reglas, imponiendo la
capacidad reguladora del Estado ejercidas por sus organismos de
contralor y aplicacin. El cambio implica medir el xito o el fracaso
de la dirigencia desde otra perspectiva. Discursos, diagnsticos
sobre la crisis no bastarn ni sern suficientes. Se analizarn
conductas y los resultados de las acciones. El xito se medir desde
la capacidad y la decisin y la eficacia para encarar los cambios.
Concluye en la Argentina una forma de hacer poltica y un modo de
cuestionar al Estado. Colaps el ciclo de anuncios grandilocuentes,
grandes planes seguidos de la frustracin por
la ausencia de resultados y sus consecuencias: la desilusin
constante, la desesperanza permanente. En esta nueva lgica, que no
slo es funcional sino tambin conceptual, la gestin se construye da
a da en el trabajo diario, en la accin cotidiana que nos permitir
ir mensurando los niveles de avance. Un gobierno no debe
distinguirse por los discursos de sus funcionarios, sino por las
acciones de sus equipos. (Aplausos) Deben encararse los cambios con
decisin y coraje, avanzando sin pausas pero sin depositar la
confianza en jugadas mgicas o salvadoras ni en genialidades
aisladas. Se trata de cambiar, no de destruir; se trata de sumar
cambios, no de dividir. Cambiar importa aprovechar las diversidades
sin anularlas. Se necesitar mucho trabajo y esfuerzo plural,
diverso y transversal a los alineamientos partidarios. Hay que
reconciliar a la poltica, a las instituciones y al Gobierno con la
sociedad. Por eso, nadie piense que las cosas cambiarn de un da
para otro slo porque se declamen. Un cambio que pueda consolidarse
necesitar de la sumatoria de hechos cotidianos que en su
persistencia derroten cualquier inmovilismo y un compromiso activo
de la sociedad en ese cambio. Ningn dirigente, ningn gobernante,
por ms capaz que sea, puede cambiar las cosas si no hay una
ciudadana dispuesta a participar activamente de ese cambio.
Desarmado de egosmos individuales o sectoriales, la conciencias y
los actos deben encontrarse en el amplio espacio comn de un
proyecto nacional que nos contenga, un espacio donde desde mucha
ideas pueda contribuirse a una finalidad comn. En nuestro proyecto
ubicamos en un lugar central la idea de reconstruir un capitalismo
nacional que genere las alternativas que permitan reinstalar la
movilidad social ascendente. No se trata de cerrarse al mundo, no
es un problema de nacionalismo ultramontano, sino de inteligencia,
observacin y compromiso con la Nacin. Basta ver cmo los pases ms
desarrollados protegen a sus trabajadores, a sus industrias y a sus
productores. Se trata, entonces, de hacer nacer una Argentina con
progreso social, donde los hijos puedan aspirar a vivir mejor que
su padres, sobre la base de su esfuerzo, capacidad y trabajo.
(Aplausos) Para eso es preciso promover polticas activas que
permitan el desarrollo y el crecimiento econmico del pas, la
generacin de nuevos puestos de trabajo y la mejor y ms justa
distribucin del ingreso. Como se comprender el Estado cobra en eso
un papel principal, en que la presencia o la ausencia del Estado
constituye toda una actitud poltica. Por supuesto no se trata de
poner en marcha, una vez ms, movimientos pendulares que vayan desde
un Estado omnipresente y aplastante de la actividad privada a un
Estado desertor y ausente, para retornar continuamente de extremo a
extremo, en lo que parece ser
una autntica mana nacional que nos impide encontrar los justos,
sensatos y necesarios equilibrios. Se trata de tener lo necesario
para nuestro desarrollo, en una reingeniera que nos permita contar
con un Estado inteligente. Queremos recuperar los valores de la
solidaridad y la justicia social que nos permitan cambiar nuestra
realidad actual para avanzar hacia la construccin de una sociedad
ms equilibrada, ms madura y ms justa. (Aplausos). Sabemos que el
mercado organiza econmicamente, pero no articula socialmente,
debemos hacer que el Estado ponga igualdad all donde el mercado
excluye y abandona. (Aplausos) Es el Estado el que debe actuar como
el gran reparador de las desigualdades sociales en un trabajo
permanente de inclusin y creando oportunidades a partir del
fortalecimiento de la posibilidad de acceso a la educacin, la salud
y la vivienda, promoviendo el progreso social basado en el esfuerzo
y el trabajo de cada uno. Es el Estado el que debe viabilizar los
derechos constitucionales protegiendo a los sectores ms vulnerables
de la sociedad, es decir, los trabajadores, los jubilados, los
pensionados, los usuarios y los consumidores. (Aplausos) Actuaremos
como lo que fuimos y seguiremos siendo siempre: hombres y mujeres
comunes, que quieren estar a la altura de las circunstancias
asumiendo con dedicacin las grandes responsabilidades que en
representacin del pueblo nos confieren. (Aplausos) Estamos
dispuestos a encarar junto a la sociedad todas las reformas
necesarias y para ello tambin utilizaremos los instrumentos que la
Constitucin y las leyes contemplan para construir y expresar la
voluntad popular. Vamos a apoyarnos en la Constitucin para
construir una nueva legitimidad de las leyes, que vaya ms all de la
prepotencia del ms fuerte. Un Estado no puede tener legitimidad si
su pueblo no ratifica el fundamento primario de sus gobernantes. De
la misma manera que luchamos contra la pobreza econmica tendremos
una conducta sin dobleces para impedir la pobreza cvica. (Aplausos)
Slo cuando el Gobierno se desentiende del pueblo es que toda la
sociedad empobrece, no slo econmicamente sino moral y
culturalmente. Somos conscientes de que ninguna de esas reformas
sern productivas y duraderas si no creamos las condiciones para
generar un incremento de la calidad institucional. La calidad
institucional supone el pleno apego a las normas y no una Argentina
que por momentos aparece ante el mundo como un lugar donde la
violacin de las leyes no tiene castigo legal ni social. A la
Constitucin hay que leerla completa. La seguridad jurdica debe ser
para todos, no solamente para los que tienen poder o dinero.
(Aplausos) No habr cambio confiable si permitimos la subsistencia
de mbitos de impunidad. Una garanta de que la lucha contra la
corrupcin y la impunidad ser implacable, fortalecer las
instituciones sobre la base de eliminar toda posible sospecha sobre
ellas. Rechazamos de plano la identificacin entre gobernabilidad e
impunidad que algunos pretenden. Gobernabilidad no es ni puede ser
sinnimo de impunidad. Gobernabilidad no es ni puede ser sinnimo de
acuerdos oscuros, manipulacin poltica de las instituciones o pactos
espurios a espaldas de la sociedad. (Aplausos)
Este combate es una tarea conjunta del Poder Ejecutivo, el
Congreso y el Poder Judicial, pero tambin de la sociedad porque no
podemos ignorar que es de esa misma sociedad de donde provienen los
hombres y mujeres que integran las instituciones pblicas y
privadas. Cambio responsable, calidad institucional,
fortalecimiento del rol de las instituciones con apego a la
Constitucin y a la ley y fuerte lucha contra la impunidad y la
corrupcin deben presidir no slo los actos del Gobierno que
comenzaremos sino toda la vida institucional y social de la
Repblica. Queremos ser la generacin de argentinos que reinstale la
movilidad social ascendente, pero que tambin promueva el cambio
cultural y moral que implica el respeto a las normas y las leyes.
En este marco conceptual queremos expresar los ejes directrices en
materia de relaciones internacionales, manejo de la economa, los
procesos de la salud, la educacin, la contencin social a
desocupados y familias en riesgo y los problemas que plantean la
seguridad y la justicia en una sociedad democrtica. Profundizar la
contencin social de las familias en riesgo, garantizando subsidios
al desempleo y asistencia alimentaria, consolidando una verdadera
red federal de polticas sociales integrales para que quienes se
encuentran por debajo de la lnea de pobreza puedan tener acceso a
la educacin, la salud pblica y la vivienda. (Aplausos) Reinstalar
la movilidad social ascendente que caracteriz a la Repblica
Argentina requiere comprender que los problemas de la pobreza no se
solucionan desde las polticas sociales sino desde las polticas
econmicas. (Aplausos) Sabemos que hay que corregir errores y
mejorar mtodos en la forma de asignacin de la ayuda social.
(Aplausos) Pero es imprescindible advertir que la tragedia cvica
del clientelismo poltico no es producto de la asistencia social
como gestin de Estado, sino de la desocupacin como consecuencia de
un modelo econmico. (Aplausos) En nuestro pas la aparicin de la
figura del cliente poltico es coetnea con la del desocupado.
Mientras en la Repblica Argentina hubo trabajo, nadie fue rehn de
un dirigente partidario. (Aplausos) Al drama de la desaparicin del
trabajo y el esfuerzo como el gran articulador social se sum el
derrumbe de la educacin argentina. No hay un factor mayor de
cohesin y desarrollo humano que promueva ms la inclusin que el
aseguramiento de las condiciones de acceso a la educacin,
formidable herramienta que construye identidad nacional y unidad
cultural, presupuestos bsicos de cualquier pas que quiera ser
Nacin. Una sociedad como la que queremos promover debe basarse en
el conocimiento y en el acceso de todos a ese conocimiento. La
situacin de la educacin argentina revela dos datos vinculados a su
problema central, que es la calidad de la enseanza. Por un lado,
una creciente anarqua educativa, y por el otro, la crisis de los
sistemas de formacin docente. Ambos afectan severamente la igualdad
educativa. El ltimo sistema nacional de formacin docente fue el de
nuestras viejas y queridas maestras normales. Criticado por
enciclopedista, memorista y repetitivo, pero nuestra generacin fue
la ltima formada en esa escuela pblica y la calidad de la educacin
era superior a la que hoy tenemos.
Aquel viejo sistema no fue suplantado por otro. Por si esto
fuera poco se le agreg con muy buena intencin, pero con resultado
dudoso, lo que quiso ser la federalizacin de la educacin que trat
de lograr autonoma, objetivo con el que estamos de acuerdo, pero se
termin en un grado cierto de anarqua en los contenidos curriculares
y en los sistemas funcionales. La igualdad educativa es para
nosotros un principio irrenunciable (Aplausos) no slo como actitud
tica, sino esencialmente como responsabilidad institucional.
Debemos garantizar que un chico del Norte argentino tenga la misma
calidad educativa que un alumno de la Capital Federal. (Aplausos)
Es correcto que las provincias dirijan y administren el sistema de
prestacin del servicio educativo, pero el Estado nacional debe
recuperar su rol en materia de planificacin, contenidos de la
educacin y sistemas de formacin y evaluacin docente. Garantizar la
igualdad educativa de norte a sur es aportar a la formacin de una
verdadera conciencia e identidad nacional. En el campo de la salud,
el Estado asumir un rol articulador y regulador de la salud pblica
integral sumando los esfuerzos de los subsectores pblicos
provinciales y nacionales, privados y de obras sociales, orientado
a consolidar las acciones que posibiliten generar accesibilidad a
las prestaciones mdicas y a los medicamentos para toda la poblacin.
La Ley de prescripcin por el nombre genrico de los medicamentos
recientemente reglamentada ser aplicada con todo el vigor,
(aplausos), y el Programa Remediar, de gratuita distribucin de
medicamentos ambulatorios, continuar. (Aplausos) Es objetivo de
gobierno concretar un Sistema Nacional de Salud, que se consolidar
en una red en la que el hospital pblico ser un eje referencial, con
los dems centros de salud, pblicos o privados, para ser pilares
estratgicos de la atencin primaria de salud, integrndose con las
polticas de contencin social para avanzar en la tarea de prevencin.
El objetivo de dar salud a los argentinos impone que se asuman
polticas de Estado que sean impermeables a las presiones
interesadas, por poderosas que sean, provengan de donde provengan.
(Aplausos) Entre los fundamentales e insustituibles roles del
estado ubicamos los de ejercer el monopolio de la fuerza y combatir
cualquier forma de impunidad del delito, para lograr seguridad
ciudadana y justicia en una sociedad democrtica en la que se
respeten los derechos humanos. El cumplimiento estricto de la ley
que exigiremos en todos los mbitos debe tener presente las
circunstancias sociales y econmicas que han llevado al incremento
de los delitos en funcin directa del crecimiento de la exclusin, la
marginalidad y la crisis que recorren todos los peldaos de la
sociedad. Pero tambin hay que comprender que, como sociedad, hace
tiempo que carecemos de un sistema de premios y castigos. En lo
penal, en lo impositivo, en lo econmico, en lo
poltico, y hasta en lo verbal, hay impunidad en la Argentina. En
nuestro pas, cumplir la ley no tiene premio ni reconocimiento
social. (Aplausos) En materia de seguridad no debe descargarse slo
sobre la polica la responsabilidad de la deteccin de las
situaciones de riesgo que sirve de base al desarrollo de la
delincuencia. Son el Estado y la sociedad en su conjunto los que
deben actuar participativa y coordinadamente para la prevencin,
deteccin, represin y castigo de la actividad ilegal. Una sociedad
con elevados ndices de desigualdad, empobrecimiento, desintegracin
familiar, falta de fe y horizontes para la juventud, con impunidad
e irresponsabilidad, siempre ser escenario de altos niveles de
inseguridad y violencia. Una sociedad dedicada a la produccin y
proveedora de empleo dignos para todos resultar un indispensable
apoyo para el combate contra el delito. (Aplausos) Para comprender
la problemtica de la seguridad encontramos soluciones que no slo se
deben leer en el Cdigo Penal, hay que leer tambin la Constitucin
Nacional en sus artculos 14 y 14 bis, cuando establecen como
derechos de todos los habitantes de la Nacin el derecho al trabajo,
a la retribucin justa, a las condiciones dignas y equitativas de
labor, a las jubilaciones y pensiones mviles, al seguro social
obligatorio, a la compensacin econmica familiar y al acceso a una
vivienda digna, entre otros. (Aplausos) El Estado debe ser esclavo
de la ley para enfrentar el delito, pero no puede aceptar
extorsiones de nadie, ni de quienes aprovechan una posicin de
fuerza en cualquiera de los poderes del Estado o en la economa, ni
de quienes usan la necesidad de los pobres para fines partidistas.
La paz social, el respeto a la ley, a la defensa de la vida y la
dignidad son derechos inalienables de todos los argentinos. El
delito es delito, sea de guante blanco, sea de naturaleza comn, sea
de mafias organizadas. (Aplausos) Gobernabilidad es garantizar la
prestacin de un servicio de justicia prximo al ciudadano, con
estndares de rendimiento, de eficiencia y de equidad que garanticen
una real seguridad jurdica para todos los habitantes, cualquiera
sea su situacin econmica o social. En el plano de la economa es
donde ms se necesita que el Estado se reconcilie con la sociedad.
No puede ser una carga que termine agobiando a todas las
actividades, ni igualndolas hacia abajo con polticas de ajuste
permanente a los que menos tienen. El objetivo bsico de la poltica
econmica ser el de asegurar un crecimiento estable, que permita una
expansin de la actividad y del empleo constante, sin las muy
fuertes y bruscas oscilaciones de los ltimos aos. El resultado debe
ser la duplicacin de la riqueza cada quince aos, y una distribucin
tal que asegure una mayor distribucin del ingreso y, muy
especialmente, que fortalezca nuestra clase media y que saque de la
pobreza extrema a todos los compatriotas. (Aplausos)
Para alcanzar tales objetivos respetaremos principios
fundamentales que ayuden a consolidar lo alcanzado y permitan los
avances necesarios. La sabia regla de no gastar ms de lo que entra
debe observarse. El equilibrio fiscal debe cuidarse. Eso implica ms
y mejor recaudacin y eficiencia y cuidado en el gasto. El
equilibrio de las cuentas pblicas, tanto de la Nacin como de las
provincias, es fundamental. El pas no puede continuar cubriendo el
dficit por la va del endeudamiento permanente ni puede recurrir a
la emisin de moneda sin control, hacindose correr riesgos
inflacionarios que siempre terminan afectando a los sectores de
menos ingresos. Ese equilibrio fiscal tan importante deber
asentarse sobre dos pilares: gasto controlado y eficiente e
impuestos que premien la inversin y la creacin de empleo y que
recaigan all donde hay real capacidad contributiva. Mantenimiento
del equilibrio fiscal y trajes a rayas para los grandes evasores,
en la seguridad de que si imponemos correctamente a los poderosos
el resto del pas se disciplinar. (Aplausos) Terminaremos con la
Argentina donde el hilo se corta por lo ms delgado y en eso
actuaremos con energa, porque no es posible una economa sin
esfuerzo y no alcanzar para ayudar a los desprotegidos si no hay
cumplimiento impositivo. Quien no cumple sus obligaciones
impositivas les resta posibilidades de ascenso social a los dems.
La evasin es la contracara de la solidaridad social que exigiremos.
(Aplausos) Debemos asegurar la existencia de un pas normal, sin
sobresaltos, con el sector pblico y el sector privado cada uno en
sus respectivos roles. Hay que dotar a la Repblica Argentina de
buena administracin, gobernabilidad, estabilidad con inclusin y
progreso social y competitividad. Con equilibrio fiscal, la
ausencia de rigidez cambiaria, el mantenimiento de un sistema de
flotacin con poltica macroeconmica de largo plazo determinada en
funcin del ciclo de crecimiento, el mantenimiento del supervit
primario y la continuidad del supervit externo nos harn crecer en
funcin directa de la recuperacin del consumo, de la inversin y de
las exportaciones. Sabemos que la capacidad de ahorro local, y, por
ende, el financiamiento local, es central en todo proceso de
crecimiento sostenido. Ello requiere estabilidad de precios,
entidades financieras slidas y volcadas a prestar al sector
privado, personas y empresas, con eficiencia operativa y tasas
razonables. El desarrollo del mercado de capitales con nuevos
instrumentos, con transparencia, con seguridad, es fundamental para
recuperar la capacidad de ahorro y para alejarnos definitivamente
de las crisis financieras internas, que en los ltimos 20 aos han
golpeado fuertemente y por tres veces a los ahorristas y
depositantes.
Los fondos externos deben ser complementarios a este desarrollo
de los mercados locales y su gran atractivo est ligado a que sean
fondos de inversin extranjera directa inversin productiva-, que no
slo aportan recursos sino tambin traen aparejado progresos en la
tecnologa de procesos y productos. Nuestro pas debe estar abierto
al mundo, pero abierto al mundo de una manera realista, dispuesto a
competir en el marco de polticas de preferencia regional y
fundamentalmente a travs del MERCOSUR, (aplausos), y de polticas
cambiarias flexibles acordes a nuestras productividades relativas y
a las circunstancias del contexto internacional. El crecimiento
requerir de una demanda creciente que aliente las inversiones,
tanto para atender el mercado interno como a las exportaciones. Al
contrario del modelo de ajuste permanente, el consumo interno estar
en el centro de nuestra estrategia de expansin. (Aplausos)
Precisamente para cumplir con esta idea de consumo en permanente
expansin, la capacidad de compra de nuestra poblacin deber crecer
progresivamente por efecto de salarios, por el nmero de personas
trabajando y por el nmero de horas trabajadas. Esas tres variables
juntas definen la masa de recursos que irn al consumo y al ahorro
local y su evolucin no puede ser fruto de una fantasa o de puro
voluntarismo. En nuestro proyecto nacional trabajaremos de la nica
manera seria que es crear un crculo virtuoso donde la masa de
recursos crece crece si la produccin crece- y la produccin aumenta
si tambin lo hace la masa de recursos. Avanzaremos simultneamente
en forma cuidadosa y progresiva creando las condiciones para
producir ms y distribuir lo que efectivamente se produzca. Nuestras
mejores posibilidades se ubican en torno al avance de la calidad
institucional en el marco de una economa seria y creble. Trabajando
en torno a estos principios, sin espectacularidades ni brusquedad
en el cambio, seriamente, paso a paso, como cualquier pas normal
del mundo, podremos cumplir con los objetivos y cumplir hacia
adentro y hacia fuera con nuestras obligaciones y compromisos.
Acortando los plazos, el Estado se incorporar urgentemente como
sujeto econmico activo, apuntando a la terminacin de las obras
pblicas inconclusas, la generacin de trabajo genuino y la fuerte
inversin en nuevas obras. (Aplausos) No se tratar de obras
faranicas, apuntaremos ms a cubrir las necesidades de vivienda y de
infraestructura en sectores crticos de la economa para mejorar la
calidad de vida y a perfilar un pas ms competitivo, distribuyendo
la inversin con criterio federal y desarrollando nuestro perfil
productivo. Tenemos que volver a planificar y ejecutar obra pblica
en la Argentina, para desmentir con hechos el discurso nico del
neoliberalismo que las estigmatiz como gasto pblico
improductivo. (Aplausos) No estamos inventando nada nuevo, los
Estados Unidos en la dcada del treinta superaron la crisis econmica
financiera ms profunda del siglo que tuvieron de esa manera. La
construccin ms intensiva de viviendas, las obras de infraestructura
vial y ferroviaria, la mejor y moderna infraestructura
hospitalaria, educativa y de seguridad, perfilarn un pas productivo
en materia de industria agroalimentaria, turismo, energa, minera,
nuevas tecnologas, transportes, y generarn nuevos puestos de
trabajo genuinos. Produciremos cambios en el sistema impositivo
para tornarlo progresivo, lo que permitir luego reducir alcuotas en
funcin de la mejora en la recaudacin, ampliada como quedar la base
imponible y eliminadas que sean las exenciones no compatibles con
la buena administracin. Eso nos dar solidez y solvencia fiscal.
Forma parte de nuestra decisin cumplimentar con aquello que fue
mandato constitucional del 94 y que lamentablemente hasta hoy no se
ha cumplido. Darnos una nueva ley de coparticipacin federal no slo
implica nueva distribucin y nuevas responsabilidades sino el diseo
de un nuevo modelo de pas. (Aplausos) No se puede recurrir al
ajuste ni incrementar el endeudamiento. No se puede volver a pagar
deuda a costa del hambre y la exclusin de los argentinos,
(aplausos), generando ms pobreza y aumentando la conflictividad
social. La inviabilidad de ese viejo modelo puede ser advertida
hasta por los propios acreedores, que tienen que entender que slo
podrn cobrar si a la Argentina le va bien. (Aplausos) Este modelo
de produccin, trabajo y crecimiento sustentable y con reglas
claras, generar recursos fiscales, solvencia macroeconmica y
sustentabilidad fiscal creando las condiciones para generar nuevo y
mayor valor agregado, tienen adems que permitir negociar con
racionalidad para lograr una reduccin de la deuda externa. Este
gobierno seguir principios firmes de negociacin con los tenedores
de deuda soberana en la actual situacin de default, de manera
inmediata y apuntando a tres objetivos: la reduccin de los montos
de la deuda, la reduccin de las tasas de inters y la ampliacin de
los plazos de madurez y vencimiento de los bonos. Sabemos que
nuestra deuda es un problema central. No se trata de no cumplir, de
no pagar. No somos el proyecto del default. Pero tampoco podemos
pagar a costa de que cada vez ms argentinos vean postergado su
acceso a la vivienda digna, a un trabajo seguro, a la educacin de
sus hijos o a la salud. (Aplausos) Creciendo nuestra economa crecer
nuestra capacidad de pago. En materia de defensa, actuaremos con un
concepto integral de la defensa nacional, integrando la contribucin
de la accin de nuestras Fuerzas Armadas en pro del desarrollo,
trabajando para su modernizacin e impulsando la investigacin
cientfica tecnolgica en coordinacin con otros organismos
gubernamentales, para que sin apartarse de su actividad principal
puedan contribuir al bienestar general de la poblacin.
Queremos a nuestras Fuerzas Armadas altamente profesionalizadas,
prestigiadas por el cumplimiento del rol que la Constitucin les
confiere y por sobre todas las cosas, comprometidas con el futuro y
no con el pasado. (Aplausos) Desde este proyecto nacional la
Repblica Argentina se integrar al mundo dando pasos concretos hacia
consensos polticos basados en el fortalecimiento del derecho
internacional, el respeto a nuestras convicciones, la historia y
las prioridades nacionales. Partidarios hacia la poltica mundial de
la multilateralidad como somos, no debe esperarse de nosotros
alineamientos automticos sino relaciones serias, maduras y
racionales que respeten las dignidades que los pases tienen.
(Aplausos) Nuestra prioridad en poltica exterior ser la construccin
de una Amrica Latina polticamente estable, prspera, unida, con
bases en los ideales de democracia y de justicia social. (Aplausos)
Venimos desde el sur de la Patria, de la tierra de la cultura
malvinera y de los hielos continentales y sostendremos
inclaudicablemente nuestro reclamo de soberana sobre las Islas
Malvinas. (Aplausos) EL MERCOSUR y la integracin latinoamericana,
deben ser parte de un verdadero proyecto poltico regional y nuestra
alianza estratgica con el MERCOSUR, que debe profundizase hacia
otros aspectos institucionales que deben acompaar la integracin
econmica, y ampliarse abarcando a nuevos miembros latinoamericano,
se ubicar entre los primeros puntos de nuestra agenda regional.
(Aplausos) Una relacin seria, amplia y madura con los Estados
Unidos de Amrica y los Estados que componen la Unin Europea, es lo
que debe esperarse de nosotros, el estrechamiento de vnculos con
otras naciones desarrolladas y con grandes naciones en desarrollo
del Oriente lejano y una participacin en pro de la paz y la
obtencin de consenso en mbitos como la Organizacin de las Naciones
Unidas para que efectivamente se comprometa con eficacia en la
promocin del desarrollo social y econmico ayudando al combate
contra la pobreza. (Aplausos) La lucha contra el terrorismo
internacional, que tan profundas y horribles huellas ha dejado en
la memoria del pueblo argentino, nos encontrar dispuestos y atentos
para lograr desterrarlos de entre los males que sufre la humanidad.
La insercin comercial de la Argentina ocupa un lugar central en la
agenda de gobierno. Consolidar la poltica comercial como una
poltica de Estado permanente que trascienda la duracin de los
mandatos de gobierno y cuente con la concurrencia del sector
privado, de la comunidad acadmica, de la sociedad civil en general,
ser un objetivo estratgico de primer orden de esta administracin.
Profundizar la estrategia de apertura de mercados, incrementar
sustancialmente nuestro intercambio con el resto del mundo,
diversificar exportaciones hacia bienes con mayor valor agregado,
desconcentrar ventas por destino y multiplicar el nmero de
exportadores de modo que los beneficiarios del comercio
exterior
se derramen sobre todas nuestras ramas productivas. La apertura
masiva de nuevos mercados exige la negociacin simultnea y
permanente en todos los foros de negociacin que involucren a
nuestro pas. Finalmente, no se trata de agotar en estas lneas la
totalidad del curso de accin que seguiremos; no creemos en los
catlogos de buenas intenciones, queremos expresar el sentido y la
direccin de las cosas que haremos. Se trata de abordar de una
manera distinta los principales temas identificando adecuadamente
los verdaderos problemas de la agenda social con la finalidad que
el conjunto sepa cmo ayudar, cmo sumar, cmo ayudar a corregir.
Pensamos el mundo en argentino, desde un modelo propio. Este
proyecto nacional que expresamos, convoca a todos y cada uno de los
ciudadanos argentinos y por encima y por fuera de los alineamientos
partidarios a poner mano a la obra de este trabajo de refundar la
patria. Sabemos que estamos ante un final de poca; atrs qued el
tiempo de los lderes predestinados, los fundamentalistas, los
mesinicos. La Argentina contempornea se deber reconocer y refundar
en la integracin de tipos y grupos orgnicos con capacidad para la
convocatoria transversal en el respeto por la diversidad y el
cumplimiento de objetivos comunes. (Aplausos) Tenemos testimonio de
gestin y resultados, somos parte de esta nueva generacin de
argentinos que en forma abierta y convocante y desde la propuesta
de un modelo argentino de produccin, trabajo y crecimiento
sustentable, llama al conjunto social para sumar, no para dividir;
para avanzar y no para retroceder. En sntesis, para ayudarnos
mutuamente a construir una Argentina que nos contenga y que nos
exprese como ciudadanos. Convocamos al trabajo, al esfuerzo, a la
creatividad para que nos hagamos cargo de nuestro futuro, para que
concretemos los cambios necesarios para forjar un pas en serio, un
pas normal con esperanza y con optimismo. Formo parte de una
generacin diezmada, castigada con dolorosas ausencias; me sum a las
luchas polticas creyendo en valores y convicciones a las que no
pienso dejar en la puerta de entrada de la Casa Rosada. (Aplausos)
No creo en el axioma de que cuando se gobierna se cambia conviccin
por pragmatismo. Eso constituye en verdad un ejercicio de hipocresa
y cinismo. So toda mi vida que ste, nuestro pas, se poda cambiar
para bien. Llegamos sin rencores, pero con memoria. Memoria no slo
de los errores y horrores del otro, sino tambin es memoria sobre
nuestras propias equivocaciones. (Aplausos) Memoria sin rencor que
es aprendizaje poltico, balance histrico y desafo actual de gestin.
Con la ayuda de Dios, seguramente se podr iniciar un nuevo tiempo
que nos encuentre codo a codo en la lucha por lograr el progreso y
la inclusin social. Poniendo en una bisagra la historia, con mis
verdades relativas, en las que creo profundamente pero que s
que se deben integrar con las de ustedes para producir frutos
genuinos, espero la ayuda de vuestro aporte. No he pedido ni
solicitar cheques en blanco. Vengo, en cambio, a proponerles un
sueo: reconstruir nuestra propia identidad como pueblo y como
Nacin; vengo a proponerles un sueo que es la construccin de la
verdad y la Justicia; vengo a proponerles un sueo que es el de
volver a tener una Argentina con todos y para todos. Les vengo a
proponer que recordemos los sueos de nuestros patriotas fundadores
y de nuestros abuelos inmigrantes y pioneros, de nuestra generacin
que puso todo y dej todo pensando en un pas de iguales. Pero s y
estoy convencido de que en esta simbiosis histrica vamos a
encontrar el pas que nos merecemos los argentinos. Vengo a
proponerles un sueo: quiero una Argentina unida, quiero una
Argentina normal, quiero que seamos un pas serio, pero, adems,
quiero un pas ms justo. Anhelo que por estos caminos se levante a
la faz de la tierra una nueva y gloriosa Nacin: la nuestra. Muchas
gracias. Viva la patria! (Aplausos) Nstor Kirchner Mircoles, 28 de
Mayo del 2003 ACTO REALIZADO EN LA PROVINCIA DE FORMOSA Seor
gobernador; queridos formoseos: en primer lugar les quiero contar
que el da 27 de abril cuando el pueblo argentino luchaba por el
cambio, cuando escuch los resultados de Formosa, all en la punta,
en el Sur de la patria, me emocion tremendamente. (Aplausos). No
tengo palabras, seor gobernador, para agradecer la confianza del
pueblo formoseo. Siempre me voy a acordar de los actos que hicimos
en Formosa, siempre me voy a acordar del cario y la solidaridad de
miles y miles de trabajadores formoseos que a pesar de la crisis
nunca bajaron los brazos. Siempre me voy a acordar de este pueblo
querido y humilde que me abri su corazn para darme fuerza para
hacer un pas distinto. (Aplausos) Por eso hoy estamos aqu con
ustedes, por eso la decisin de rescatar y devolverle
definitivamente a Formosa la moneda nica. Por eso me estn
acompaando el ministro del Interior y el ministro de Economa, para
trabajar y definitivamente integrar federal y polticamente a
Formosa, al pas real, a ese pas que nunca debi abandonar y
olvidarse de esta querida Formosa. (Aplausos). Nosotros, queridos
formoseos, sabemos y queremos realmente construir en base al
trabajo colectivo. Un solo hombre, una sola mujer, no pueden
solucionar por s mismos los problemas del pas. Un buen equipo,
trabajo solidario, sntesis superadora y una amplia apertura desde
ac, desde Formosa y junto a ustedes, a todos los argentinos y
argentinas
piensen como piensen, queremos un pas no de unos pocos sino de
todos y para todos los argentinos. Ese es nuestro gran sueo.
(Aplausos) Por eso, hoy vengo a Formosa con el mismo espritu, seor
gobernador, venimos a ayudar a la tarea que estn llevando tan bien
adelante para construir una Formosa para todos los formoseos sin
ningn tipo de exclusin, con absoluta apertura, para que hoy esta
Formosa pueda crecer con todos. Este es el sueo que tiene el
gobernador y el sueo que compartimos nosotros. Vengo a cumplir mi
palabra, vengo a cumplir la palabra de argentino, de patagnico y de
sureo con estos hermanos del Norte. (Aplausos). Vamos a trabajar
para que todos los das y en forma paulatina terminemos con las
asimetras o las diferencias que perjudicaron a Formosa. Lo vamos a
hacer con un gran espritu solidario, con una gran visin de un
proyecto estratgico, trabajando juntos, teniendo en claro que
Formosa es parte activa de esta Argentina y nosotros queremos que
se integre definitivamente con los mismos derechos y el mismo grado
de igualdad. Queremos un pas estable, un pas con competitividad, un
pas con inclusin social, en suma, queridos amigos, queremos un pas
con produccin, trabajo, crecimiento econmico y justicia social. Esa
es la Argentina que nosotros soamos construir. (Aplausos). Por eso
les puedo asegurar que hemos instaurado una etapa de trabajo, de
esfuerzo y de solidaridad. Vamos a trabajar de sol a sombra con
todo nuestro esfuerzo, pensando en todos, con la solidaridad de
todos. Yo solamente les quiero desear muchsima suerte y pedirles
algo, que me ayuden, que nos ayuden, que nos acompaen, que nos
permitan construir otra Argentina, que nos comprendan. Queridos
formoseos: muchas gracias, muchas gracias por todo esto, les dejo
ac un afecto muy grande. Los quiero mucho porque s que ustedes ac y
otros argentinos en otras latitudes, vamos a hacer la Argentina de
nuestros padres y nuestros pioneros. Muchas gracias formoseos,
muchas gracias seor gobernador. Fuerza Formosa! Gracias. Jueves, 29
de Mayo del 2003 ACTO DE CONMEMORACIN DEL 193 ANIVERSARIO DEL DIA
DEL EJERCITO ACTO DE CONMEMORACIN DEL 193 ANIVERSARIO DEL DIA DEL
EJERCITO Seor ministro de Defensa; seor jefe del Estado Mayor
Conjunto de las Fuerzas Armadas; seor jefe del Estado Mayor General
del Ejrcito; seor jefe del Estado Mayor General de la Armada; seor
jefe del Estado Mayor General de la Fuerza Area; autoridades
militares, eclesisticas y civiles presentes; seoras y seores: es mi
intencin como presidente de la Nacin Argentina, saludarles con
motivo de la celebracin del Da del Ejrcito en conmemoracin del
cumplimiento de los 193 aos de su nacimiento. Quiero invocar para
este acto, el recuerdo de tantos patriotas que en los primeros aos
de la patria en nuestro Ejrcito o en sus trabajos, fueron forjando
esta Argentina de claros y oscuros, que pelea por mejorar su
situacin e inventarse un futuro.
Ese futuro que la gran mayora del pueblo argentino anhela,
esperamos que sea definitivamente claro y mucho ayudar en la
construccin que proponemos que cada uno de los que tenemos
responsabilidades institucionales cumplamos nuestro rol con acuerdo
a la Constitucin Nacional y la ley. El pasado 25 de Mayo, hace
cuatro das, por voluntad del pueblo de la patria, fui puesto en
posicin de mi cargo que implica ser el Comandante en Jefe de todas
las Fuerzas Armadas de la Nacin. Cumplir acabadamente ese rol para
el que tambin me han elegido; exigir que todos cumplamos, cada uno
su rol, sobre todo de quienes estn bajo mi mando. Por tanto, nadie
puede sorprenderse o pedir explicaciones o calificar una situacin
como inexplicada cuando se han puesto en ejercicio facultades
constitucionales y legalmente regladas. Analizar y caracterizar las
conductas del poder poltico no es funcin que le corresponda a un
militar. Sorprende que despus de lo que ha vivido nuestra patria se
le pida a la sociedad o se pretenda agradecimiento por respetar la
Constitucin. La democracia no se ratifica por discursos, sino por
conductas, pero no he venido este da a hablarles del pasado. He
venido a saludarlos por vuestro da, he venido para que empecemos a
trabajar por el futuro. Creo que la poltica de defensa debe ser una
poltica de Estado, pero no que deba permanecer inmutable. Espero
que podamos concretar positivos cambios tambin en esta rea. La
poltica de defensa nacional es inseparable de la poltica exterior
de la Nacin y como ella debe estar en correcta sintona con los
acontecimientos que caracterizan el mundo actual, midiendo las
consecuencias de los hechos internacionales en el orden local para
lograr una constante actualizacin. Los cambios operados en la
poltica mundial, la necesidad de fortalecer el multilateralismo hoy
debilitado, la necesidad del fortalecimiento de las relaciones en
la regin y la aparicin de nuevas amenazas a la paz mundial como el
terrorismo internacional, deben ser tenidos en cuenta a los fines
del desarrollo de nuevas hiptesis de conflictos, alejndolas de las
rivalidades regionales y vecinales que ocuparon buena parte del
siglo pasado. La preparacin de nuestras Fuerzas Armadas para
encarar los desafos del nuevo milenio requerir mentalidades
abiertas y seguramente insumir esfuerzos presupuestarios que el
crecimiento sustentable de nuestra economa permitir afrontar. En el
diseo del nuevo pas se deber tener presente la capacidad hoy ociosa
en tecnologa y produccin que la industria militar puede aportar a
la economa nacional y a su recuperacin paulatina. Hemos dicho al
asumir en materia de Defensa que actuaremos con un concepto
integral de la defensa nacional, integrando la contribucin de la
accin de nuestras Fuerzas Armadas en pro del desarrollo, trabajando
para su modernizacin e impulsando la investigacin cientfico
tecnolgica en coordinacin con otros organismos gubernamentales;
para que sin apartarse de su actividad principal pueda contribuir
al bienestar general de la poblacin.
Hemos dicho en el Congreso que queremos a nuestras Fuerzas
Armadas altamente profesionalizadas, prestigiadas por el
cumplimiento del rol que la Constitucin les confiere y por sobre
todas las cosas, comprometidas con el futuro y no con el pasado.
Vengo a repetirlo, queremos a nuestro Ejrcito altamente
profesionalizado, prestigiado por el cumplimiento de su rol y por
sobre todo, comprometido con el futuro y no con el pasado. Hemos
construido afectos y confianzas, no caeremos en falsas dicotomas
que de cualquier lugar quieran proponrsenos. En el Proyecto
Nacional que proponemos creemos que le cabe al Ejrcito argentino y
al resto de las Fuerzas Armadas, un importantsimo lugar. Este
concepto no es para nosotros un discurso de ocasin, el rol de las
Fuerzas Armadas en la defensa nacional como concepto integral,
formando parte de un proyecto de Nacin, constituye para nosotros
una conviccin que reconoce nuestras races en nuestra historia y en
nuestra propia adhesin poltica. En ejercicio de otras
responsabilidades pblicas que hemos ejercido, en el lugar del que
vengo, nuestra querida Patagonia, donde el conjunto de las Fuerzas
tiene destacada y fecunda presencia en la vida econmica y social,
hemos podido trabajar codo a codo. La colaboracin nos ha permitido
mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, los hemos asistido en
las emergencias climticas, hemos construido puentes all donde los
ros los han derrumbado, hemos aportado a la mejora de la calidad de
vida del personal militar y mejorado la infraestructura de sus
cuarteles, atemperando de algn modo las penurias presupuestarias
que han sufrido. Creemos que la defensa de la Patria no es algo que
deba recaer slo en la espalda de los que lucen uniforme, se trata
de integrar, como la Constitucin manda, en una verdadera poltica de
Estado, los niveles de decisin, organizacin y comando estratgico en
manos de civiles con la estrategia operacional conjunta, el
entrenamiento y las tcticas en manos de militares. Garantizar la
soberana, la independencia de la Nacin Argentina, su integridad
territorial y su capacidad de autodeterminacin, proteger la vida y
la libertad de los habitantes de nuestra Patria no son tareas
respecto de las que podemos tener dudas o permitir divisiones, son
objetivos permanentes de la accin del Estado. El mejor modo de
hacerlo debe lograrse en unidad y actuando con la humildad de los
grandes, la imaginacin de los pioneros y la sabidura de los
estrategas para vencer los altos desafos que se nos imponen. Estos
principios sanmartinianos que impregnan nuestras orgenes son los
que guiarn la accin de este Gobierno y teirn con su impronta todas
nuestras acciones, son los principios y las convicciones que nos
hacen saludar con respeto a los guerreros de la Independencia, y a
aquellos soldados, oficiales y suboficiales que en nuestras
Malvinas supieron estar a la altura de nuestra historia. Queremos
avanzar en la construccin de una Argentina integrada, en un
Proyecto Nacional que nos contenga a todos; esto no debe dejar ni
afuera ni a un costado a nuestras Fuerzas Armadas, las necesita
integradas en un accionar constante, que sin olvidar su actividad
esencial les permita volver a realizar aportes significativos en
otras reas en las que distingue su desarrollo.
Recuperar el progreso social y la perdida movilidad ascendente,
recuperar la produccin, el trabajo, generar riqueza y distribuirla
con justicia, son bases fundamentales para construir una nueva y
gloriosa Nacin que hoy nos convoca. Una Argentina abierta al mundo,
desde una fuerte identidad nacional llama a sus hombres y mujeres a
la participacin y al compromiso patritico. Una nueva Argentina est
naciendo, estamos llamando a todos a trabajar juntos por su
grandeza, con la misma inclaudicable determinacin de quienes
tuvieron el coraje y la decisin de fundarla. Acompaen este cambio,
con toda la energa, el coraje y el profesionalismo que ustedes
pueden dar y que los argentinos nos reclaman a todos. Feliz Da del
Ejrcito. Viva la Patria! Martes, 3 de Junio del 2003 ACTO DE FIRMA
DEL ACUERDO CON LOS DOCENTES ACTO DE FIRMA DEL ACUERDO CON LOS
DOCENTES Seor gobernador de la provincia de San Juan; seor senador;
seores ministros; seora secretaria general de la CTERA; seores
secretarios generales de otros gremios docentes; funcionarios;
amigos y amigas: todos sabemos que bien lo decan quienes me
precedieron en el uso de la palabra, que venimos luchando contra el
infortunio de fuertes errores y fuertes problemas que provienen del
pasado. Tambin sabemos que definitivamente debemos cambiar la
cultura y la prctica institucional. Es central terminar con el
discurso vaco y sin contenido o el discurso demaggico en la
coyuntura que siempre trae un fracaso estratgico. (Aplausos) No le
voy a mentir a los argentinos; as como no lo hice en la campaa
electoral tampoco lo voy a hacer ahora. S que estamos del subsuelo
para abajo pero tambin s que somos argentinos, que somos hombres de
esta parte de Amrica, de esta querida Latinoamrica, que tenemos
mucha fe, mucho convencimiento espiritual y sabemos que con
optimismo, trabajo y vocacin, vamos a ir reconstruyendo la
Argentina llena de carencias, muchsimas carencias, pero tenemos dos
caminos hermanas y hermanos sanjuaninos, o bajar los brazos
definitivamente o rendirnos a los planes de la ortodoxia
neoliberal, o reconstruir un pas plural para todos los argentinos.
Yo quiero optar por este espacio, un pas con pluralidad que pueda
contener a todos los argentinos y argentinas. (Aplausos) Recuerdo,
como deben recordar la seora ministro de Educacin, los seores
secretarios generales de los distintos gremios, el seor ministro de
Educacin Nacional y los funcionarios presentes, que estuvimos el 11
de setiembre de 1994 firmando el Pacto Federal Educativo. En ese
tiempo yo era gobernador de mi provincia, lamentablemente a lo
largo del tiempo la firma del Pacto Federal Educativo fue un
lamentable incumplimiento de muy buenos objetivos que hubieran
ayudado a que la educacin en la Argentina hoy tuviera un piso
absolutamente diferente. Por eso, de nosotros no esperen anuncios
rutilantes; da tras da trabajando como ustedes lo hacen en sus
trabajos, porque el Presidente o el ministro o el gobernador
definitivamente no son de una casta diferente, somos hombres
comunes que, en el caso mo, hoy me toca
trabajar de Presidente, pero bajo ningn aspecto voy a
instrumentar o voy a llevar adelante discursos o acciones que
generen nuevos fracasos en la fe y en la credibilidad del pueblo
argentino. La accin, el hecho que se pueda palpar o se pueda
tocar...(Aplausos). Por eso, hoy cuando estamos ac, vengo casi por
dcima vez a San Juan este ao, les quiero decir a los sanjuaninos
que la palabra empeada en cada vez que estuve aqu, es una palabra
de honor. Me toc estar cuando San Juan estaba paralizada, estuve
con los gremios, estuve con la gente en el momento de la mayor
crisis, cuando muchos sanjuaninos an conservaban sus fuerzas, no
bajaban los brazos pero bastaba verles los rostros para ver el
grado de sufrimiento que estaban pasando por la situacin que vivan,
como pas en tantos lugares de la Argentina. Por eso, desde San Juan
le queremos decir a todos los argentinos que, trabajo, solidaridad,
humildad son temas centrales y fundamentales. Hoy venimos a firmar
este acuerdo que viene a solucionar los salarios atrasados en
primer lugar de los docentes sanjuaninos. Fjense qu abajo del
subsuelo estaremos que todos estamos, y est bien que estemos
felices y contentos, pero estamos terminando con un acto de
indignidad, que quienes imparten la educacin en San Juan ni
siquiera podan cobrar sus salarios. Es la Argentina que debe quedar
atrs. (Aplausos). Por eso bien dijo el Ministro: calidad educativa,
calidad institucional, 180 das de clases como objetivo central.
Debemos buscar la forma y vamos a trabajar para institucionalizarlo
definitivamente, deben ser elementos centrales. Pero tambin bien
dijo la secretaria general del gremio de CTERA: la calidad de la
educacin no solamente se va a obtener con la vocacin, con la
entrega que tiene el docente, con la participacin de la comunidad
educativa, de los padres, de los chicos, de las agrupaciones
vecinales que participan activamente siempre, de construir ese
mbito de la educacin que ya ha permitido traspasar las distintas
crisis que hay. Tambin debemos construir la Argentina del esfuerzo,
del trabajo y de la solidaridad que nos permita empezar a tener en
nuestras manos paulatinamente un pas ms justo. Nosotros somos
conscientes, pero no vamos a caer en la tentacin siguiendo nuestras
palabras ms all de los hechos que vayamos generando. Yo s que los
argentinos a medida que vayan viendo los hechos van a ir
recuperando el optimismo y la fuerza, y con la fuerza y el
optimismo de los argentinos vamos a tener un amanecer nuevo,
distinto, que nos devuelva la posibilidad de volver a tener
esperanza, de volver a tener sueos, de volver a amar, de volver a
soar en la familia. (Aplausos). Tambin, en el da de hoy, haciendo
un esfuerzo me venan cargando en el avin el ministro del Interior y
el ministro de Educacin- monedita tras monedita juntamos y creo que
en el da de hoy o de maana, el seor gobernador, va a tener usted
depositado los 10 millones de pesos para que los empleados pblicos
puedan cobrar sus salarios. (Aplausos). Vamos a avanzar en todo el
esquema en prximos viajes de las obras que son fundamentales para
estructurar, para darle la infraestructura a San Juan como al resto
de la Argentina, pero en el da de hoy estos eran los dos temas
centrales. Vinimos en un da de trabajo, a trabajar con ustedes, a
compartir en esta tierra argentina, estos instantes, estos
momentos y convocamos a todos, a todos con mucha grandeza;
tenemos que construir nuestra Argentina; tenemos que reconstruir
nuestra Patria; tenemos que volver a sentirnos, a creer y a
referenciar cario y afecto entre nosotros. Tenemos que darnos
cuenta que no hay salidas fundamentalistas o mesinicas. Se termin
esto de aquel lder que puede arreglar todo y solucionar todo. La
construccin colectiva plural con el esfuerzo de cada uno de
nosotros, nos va a dar esa opcin superadora que los argentinos
estamos necesitando. Nosotros hoy, somos quienes nos toca estar al
frente de esta historia; muy poco podramos hacer solos, pero s que
tomados de la mano y hermanados con nuestro pueblo, ms all de
cualquier cuestin partidaria, a la nueva Argentina van a llegar las
esperanzas que se van a transformar en realidades y los sueos van a
ser cuestin cotidiana. (Aplausos) Muchas gracias sanjuaninos,
muchas gracias sanjuaninas, solidaridad, trabajo, esfuerzo y todos
los das una realidad. Gracias. Mircoles, 18 de Junio del 2003
CUMBRE DE JEFES DE ESTADO DEL MERCOSUR, BOLIVIA Y CHILE CUMBRE DE
JEFES DE ESTADO DEL MERCOSUR, BOLIVIA Y CHILE Todos ustedes saben
el nfasis que he puesto durante mi trayectoria poltica en subrayar
la importancia, la jerarqua y la prioridad que le asigno al
MERCOSUR como proceso de integracin y como la ms importante va de
insercin de la Repblica Argentina en la comunidad internacional. Lo
reiter el 25 de mayo en mi discurso ante la Asamblea Legislativa en
ocasin de asumir la presidencia de la Nacin. Hoy vengo a
reafirmarlo en esta Cumbre. Tengo la profunda conviccin de que el
MERCOSUR constituye el hecho ms relevante de nuestras polticas
exteriores del siglo XX. El proceso de integracin registra hoy una
amplitud y profundidad que lo distingue de otros emprendimientos
anteriores dado que constituye un factor innegable de estabilidad
regional, convirtiendo a nuestros pases en interlocutores vlidos y
confiables en la comunidad internacional. Consolidar la zona de
libre comercio, perfeccionar la unin aduanera y avanzar hacia un
mercado comn, no puede realizarse sin un basamento poltico-econmico
acorde con el elevado nivel de confianza mutua y sin una clara
definicin de objetivos comunes ms all de toda sospecha. La dcada de
los noventa constituy una etapa en la cual se registr un
crecimiento exponencial del comercio intraregional consolidando el
proceso de integracin, pero somos conscientes de que el MERCOSUR no
despleg todas sus potencialidades, por tomarse medidas nacionales
que constituyeron una verdadera amenaza al mismo. Somos conscientes
de que el MERCOSUR atraves una crisis de confianza, tanto entre sus
miembros como tambin por parte de otros actores internacionales y
requiere un renovado
esfuerzo imaginativo que favorezca el inicio de una etapa de
consolidacin, de fortalecimiento, de crecimiento y de ampliacin.
Somos conscientes de que internamente existieron restricciones
impuestas por la discrepancia en las polticas macroeconmicas, y
tambin por abruptos cambios de paridad de las monedas. Igualmente
debemos avanzar en una adecuada estructura institucional, en un
sistema gil de solucin de conflictos y en la incorporacin de las
normas MERCOSUR, entre las que merecen ser destacadas: el protocolo
que perfecciona el sistema de solucin de controversias; el
protocolo de Montevideo sobre servicios; un nmero elevado de normas
relativas a la libre circulacin y a los estndares comunes para el
mercado ampliado; instrumentos que hacen a la seguridad y la
cooperacin en materia jurdica. Con espritu constructivo debemos dar
rpidas respuestas resolviendo todas estas cuestiones. Pueden, al
respecto, contar con nuestra ms decidida participacin para este
proceso de consolidacin. Con relacin al fortalecimiento del
MERCOSUR, pueden tambin contar con nosotros para trabajar sobre el
perfeccionamiento del arancel externo comn, que es el principal
instrumento de la unin aduanera. La profundizacin del MERCOSUR
requiere avanzar en los instrumentos de poltica comercial, en la
eliminacin de las restricciones de acceso, el reconocimiento mutuo
y la elaboracin de disciplinas sobre el uso de incentivos en la
regin. Debe subrayarse la iniciativa de impulsar un procedimiento
gil para la aplicacin inmediata de la normativa MERCOSUR que no
requiere tratamiento parlamentario. Para acercarnos a un mercado
comn necesitamos mayor coordinacin macroeconmica y la puesta en
marcha del Instituto Monetario, para iniciar el trnsito hacia una
moneda comn. Es mucho lo que hemos construido y en esta oportunidad
creemos que existen efectivamente condiciones polticas convergentes
que nos permiten ser optimistas. Compartimos un mismo diagnstico
sobre la realidad internacional que nos toca vivir y
consecuentemente hemos decidido avanzar juntos, con valores comunes
en las ms importantes negociaciones internacionales multilaterales,
hemisfricas e interregionales. Nuestro futuro depender del
resultado de las mismas. En esos planos, no debemos dejarnos llevar
por la imposicin de cronogramas prefijados, sino por el resultado
objetivo de negociaciones mutuamente provechosas.
Para encarar esta fase crucial debemos reforzar al Mercosur
poltico. Y es mucho lo que hemos hecho en este sentido. Estamos
orgullosos por haber superado viejas percepciones y haber declarado
a la regin zona de paz, dndole un ejemplo al mundo. Somos una regin
que ha contribuido significativamente en la no proliferacin nuclear
y ha ajustado su actividad nuclear al uso pacfico de dicha energa.
Nuestra subregin ha contribuido al proceso de erradicacin,
produccin, comercializacin de armas qumicas y bacteriolgicas y
estamos avanzando en la supresin definitiva de minas
antipersonales. El MERCOSUR ha contribuido en forma consistente en
el mantenimiento y fortalecimiento de la democracia en la regin. El
MERCOSUR, a nuestro entender, no se limita a la integracin econmica
y comercial. Implica, adems, el debate para reformular las
relaciones entre el Estado, la sociedad y el mercado. En ese
sentido, creemos necesario que examinemos juntos la experiencia en
la regulacin de las empresas privatizadas y los flujos financieros
meramente especulativos, la competencia desleal, la disciplina y la
transparencia en el manejo de los ingresos y de los gastos pblicos,
articulando, en sntesis, una dimensin social de los problemas bajo
el principio de que el desarrollo econmico y la gobernabilidad
democrtica slo son posibles si se garantiza al inclusin social, la
equidad distributiva, la justicia social y el respeto por los
recursos naturales y el medio ambiente. Es mucho lo que tenemos por
delante. Uno de los temas relevantes de nuestra agenda son los
proyectos de infraestructura para la integracin en reas tales como
energa, transporte, comunicaciones, tecnologa y la construccin de
una agenda social compartida. Queremos un MERCOSUR solidario, que
crezca con equidad y justicia social. Queremos un MERCOSUR con la
mayor transparencia democrtica y por eso compartimos la idea de
poner en marcha un Parlamento constituido por representantes
elegidos por la voluntad popular. Y queremos un MERCOSUR con
vocacin de crecer en su membresa y facilitar el ingreso de otros
pases de la regin. Por ello saludamos con alegra la presencia de la
hermana Repblica de Venezuela, representada por el amigo, el
presidente Chvez. Argentina viene de sufrir una crisis excepcional
de la cual estamos saliendo y quiero expresar mi agradecimiento
como argentino, por las mltiples acciones solidarias de los pases
del MERCOSUR con mi pas.
Estamos renaciendo y dispuestos a dar lo mejor de lo que tenemos
para que el MERCOSUR sea una de nuestras mayores realizaciones.
Nosotros, para terminar, instamos a los seores presidentes a tener
todo el coraje necesario que la etapa y la hora implica. Instamos a
los seores presidentes a estar a la altura de la historia. Tenemos
que construir un Mercosur que rpidamente exprese hacia adentro y
hacia fuera realizaciones claras y concretas; que vean que nuestras
reuniones no son meras reuniones que terminan con comunicados
tradicionales. Es hora de que la regin definitivamente califique su
accionar y pueda generar definitivamente una presencia en lo
interno de la regin y en lo externo hacia el resto del mundo, con
un marco de calidad y profundidad que nos permita avanzar
decididamente a implementar polticas que nos conduzcan al
crecimiento del MERCOSUR y ayudar al crecimiento de nuestros
pueblos. Por eso, veo con muy buenos ojos la incorporacin de otros
pases para ampliar a Amrica del Sur el crecimiento del MERCOSUR. .
Vemos muy bien que el MERCOSUR tenga un alto contenido poltico y
tambin creemos que si profundizamos bien nuestras acciones polticas
y nuestros intercambios, no tengo ninguna duda de que vamos a
avanzar en una fuerte integracin comercial, social, en polticas de
salud y en las polticas globales que tenemos que resolver. Por eso,
queridos presidentes, queridos amigos, tengamos el coraje que la
historia nos pide en estos tiempos. Muchsimas gracias Jueves, 19 de
Junio del 2003 ACTO DE FIRMA DEL DECRETO QUE CAMBIA LA FORMA DE
DESIGNACIN DE LOS JUECES, EN EL SALON BLANCO ACTO DE FIRMA DEL
DECRETO QUE CAMBIA LA FORMA DE DESIGNACIN DE LOS JUECES, EN EL
SALON BLANCO Seor Vicepresidente de la Nacin; seor presidente de la
Honorable Cmara de Diputados de la Nacin; seor gobernador de la
provincia de Buenos Aires; seor jefe de Gobierno de la Ciudad
Autnoma de Buenos Aires; seores ministros del Poder Ejecutivo
Nacional; seores secretarios y subsecretarios; seores legisladores;
seores juristas y representantes del Colegio y entidades acadmicas,
ONG; seoras y seores; ciudadanos y ciudadanas: hemos sostenido
desde el momento inicial de nuestro mandato que resulta necesario
en nuestra Patria reconciliar a la poltica, a las instituciones y
al gobierno con la sociedad. Queremos recuperar los valores de la
solidaridad y la justicia social que nos permitan avanzar hacia una
sociedad mas equilibrada, mas madura, mas justa. Hemos asumido un
fuerte compromiso personal para lograr el incremento de la calidad
institucional y as forjar una reconciliacin entre las instituciones
y la sociedad. La calidad institucional empieza por el apego de
cada uno a las normas y el cumplimiento de sus roles por las
instituciones.
Queremos cambios profundos. Queremos poner fin a un modo de
gestionar el Estado y a una manera de hacer poltica. Queremos el
cambio, que el cambio no se reduzca a lo funcional. Buscamos un
cambio profundo y conceptual. El artculo 99 inciso 4 de la
Constitucin de la Nacin Argentina confiere al Presidente de la
Nacin la atribucin de nombrar a los magistrados de la Corte Suprema
de Justicia de la Nacin, con acuerdo del Senado por dos tercios de
los votos de sus miembros presentes. Al igual que la Constitucin de
otros estados, el sistema de nuestra Constitucin ha seguido la
opcin de investir al Presidente de tan importantes poderes polticos
librando su ejercicio a su exclusivo arbitrio, responsabilizndolo
desde el punto de vista poltico slo ante su pueblo y desde el punto
de vista tico, ante su propia conciencia. Se trata de un importante
poder poltico que el origen popular de su eleccin confiere al
Presidente. Es a la vez una gran responsabilidad. Desde que el
entonces presidente, general don Bartolom Mitre, en 1863, dej
instalada la primer Corte Suprema de Justicia de la Nacin, la
totalidad de los Presidentes ejercieron esa facultad de modo
personal. Con razn se ha dicho que ninguno de ellos se sustrajo a
la necesidad de colocar en ella a jueces identificados con su credo
poltico. A mediados de la centuria pasada se agreg la circunstancia
de que cada cambio institucional de facto y los consiguientes
gobiernos de derecho que les sustituyeron, modelaron a su manera
sus Cortes Supremas de Justicia, sumando a aquellas facultades
constitucionales la circunstancia de producir la renovacin ntegra
de sus miembros. Es verificable que en cualquier punto de nuestra
historia la Corte ha servido de elemento de apoyo poltico para el
presidente de turno, de modo que se ha sostenido que en la mayora
de los casos, aqu y en otras latitudes, los jueces de la Corte se
han mantenido leales a quien los design. Seguramente la suma de
esas prcticas y aquellas interrupciones constantes de la vida
institucional tienen mucho que ver con el estado de la percepcin
ciudadana respecto de la Corte. Hemos dicho que tenemos como ideal
la prestacin desde el Estado de un servicio de justicia prximo al
ciudadano, con estndares de rendimiento, de eficiencia y de equidad
que garanticen una real seguridad jurdica para la totalidad de los
habitantes de nuestra Patria, cualquiera sea su condicin econmica y
social. Por su rol como poder del Estado, por su carcter de rectora
de la Justicia Federal, por su funcin como rama judicial del
gobierno, por ser la intrprete final de la Constitucin, por su
importante papel como tribunal de garantas constitucionales, la
Corte Suprema de Justicia de la Nacin necesita ganarse la confianza
de la sociedad, para solidez de sus decisiones. No hay pas serio en
el que las decisiones judiciales no deban respetarse por imperio de
las magistraturas de los jueces.
No se nos escapa que elegir a quien deba ocupar un lugar vacante
en la Corte Suprema de Justicia de la Nacin, en un momento histrico
como el actual donde cambiar es imprescindible, significa algo ms
que intentar fijar un rumbo para esa institucin de la Nacin. En
circunstancias como las actuales implicar una seal llamada a
recorrer hasta los pliegues ms recnditos de la Repblica que
impactar en mltiples aspectos de la vida institucional y social. En
el incremento de la calidad institucional que buscamos tendr un
importante papel la modalidad que elijamos para seleccionar los
nuevos miembros del mximo Tribunal. Por eso no nos sirven las
viejas prcticas. Por eso es necesario no tener en cuenta en este
punto los acostumbrados precedentes. Es necesario abrir un nuevo
camino que arrime luz a la vida republicana y despeje de
desconfianzas las relaciones de las instituciones con la sociedad.
Hemos dicho y repetimos que no nos interesa conformar una Corte
Suprema adicta. Queremos agregar que el nico compromiso que
requeriremos ser para con el pas. Compromiso para con el Estado.
Compromiso para con la Democracia. Compromiso para con la defensa
de los derechos humanos. Compromiso para con la Repblica.
Compromiso para con la Constitucin. Y la manera de ser fiel a esas
palabras es autolimitar la propia facultad constitucional, siempre
dentro de los parmetros mismos de la Constitucin y de una manera
que no resulte contraria a lo que ella establece. No se trata de
eludir la responsabilidad de proponer un nombramiento al Senado de
la Nacin. No se trata de diluir esa responsabilidad en una
responsabilidad colectiva. Se trata de tener presente a la hora del
ejercicio de esa facultad constitucional no slo a las
circunstancias atinentes a la composicin del actual Cuerpo en
cuanto a diversidades de gnero, especialidades profesionales y
sentido regional y federal, sino tambin y, de modo central, los
requisitos relativos a la integridad moral e idoneidad tcnica as
como el compromiso con la democracia y los derechos humanos.
Queremos adoptar un mecanismo de seleccin que en su ejercicio, por
su transparencia y la participacin del ciudadano, de la sociedad,
produzca un crecimiento cierto de la calidad institucional para
impactar positivamente en la credibilidad de la institucin a la que
el magistrado deber incorporarse. Queremos que en la misma medida
en que disminuya el arbitrio presidencial crezcan los derechos de
los ciudadanos. Es que queremos motorizar la ayuda de la sociedad
para mejorar, para no errar, para dar ejemplo de cmo se puede
cambiar el futuro con el compromiso de todos.
Nos autolimitamos en nuestro arbitrio para terminar con la
prctica extendida de gobiernos que para obtener gobernabilidad
necesitan forjar tribunales adictos o caer en crpticas
negociaciones. Queremos mejorar el sistema de seleccin con la
participacin de los ciudadanos para tratar de mejorar a la Corte
Suprema como institucin. Descontamos que con este primer paso dado
en el sentido de mejorar la calidad institucional otros darn otros
tantos pasos que terminen por poner a quienes tenemos
responsabilidades institucionales en ocasin de ofrecer a la
sociedad que representamos un futuro mejor. El ms largo camino
comienza por un primer paso. Damos hoy este importante paso
sabedores de que iniciamos un largo camino irreversible en la
medida que sea comprendido por la sociedad y el resto de quienes
puedan ayudar a transitarlo con los menores traumas posibles. La
transparencia del mtodo que ofrecemos, el control social que
queremos que se ejerza respecto del ejercicio de esta funcin que la
Constitucin nos encomienda, tiene que culminar en la preseleccin de
quien mejor exprese estos anhelos para que una vez en la funcin y
desde su lugar de actuacin pueda ayudar a la obtencin de un
resultado que se acerque al pas serio que la gran mayora de la
sociedad espera. La repeticin de este proceso tantas veces como
vacantes se produzcan en la Corte Suprema tiene que tener el efecto
que la sociedad reclama: instituciones con el grado de credibilidad
necesaria como para cubrir con solvencia el rol que la Constitucin
de la Nacin Argentina les tiene reservados. As queremos que sea
entendido este gesto, el que est ausente cualquier tipo de
grandilocuencia as como de importante y simple es el aporte que
pretendemos. Tenemos plena conciencia de que no se trata de poca
cosa. Sabemos que en este punto no se agotan los cambios que deben
concretarse. Se trata de un buen comienzo. En el marco de la
preservacin del buen nombre y honor de los propuestos buscamos
instrumentar un mecanismo que nos permita realizar una valoracin
prudente de sus aptitudes morales, su idoneidad tcnica y jurdica,
su trayectoria y su compromiso con la defensa de los derechos
humanos y los valores democrticos que lo hagan merecedor de tan
importante funcin. Con esa finalidad y en un plazo mximo de treinta
das de producida una vacante, se publicar en el Boletn Oficial y en
dos diarios de circulacin nacional durante tres das y en forma
simultnea en la pgina de internet del Ministerio de Justicia,
Seguridad y Derechos Humanos, el nombre y los antecedentes
curriculares de la o las personas que se decida poner a
consideracin para la cobertura del cargo. Los propuestos debern
cumplimentar la declaracin que exige la Ley de Etica de la Funcin
Pblica y otra en la que tendrn el deber de expresar datos que
permitan evaluar cualquier tipo de compromiso que pueda afectar la
imparcialidad de su criterio, as como la probable existencia de
incompatibilidades y conflictos de intereses.
En un plazo posterior de quince das, los ciudadanos en general,
las organizaciones no gubernamentales, los colegios y las
asociaciones profesionales, las entidades acadmicas y de derechos
humanos, podrn por escrito y de modo fundado y documentado
presentar sus posturas, observaciones o datos que consideren de
inters. Por supuesto, slo las objeciones imprudentes o irrelevantes
para la finalidad perseguida, as como las que impliquen una
discriminacin de cualquier tipo, no sern tenidas en cuenta. Sin
perjuicio de las presentaciones que se realicen espontneamente, el
Ministerio podr requerir opinin a aquellas organizaciones de
relevancia en el mbito profesional, judicial, acadmico, social,
poltico y de derechos humanos para enriquecer la evaluacin.
Adicionalmente se requerir a la Administracin Federal de Ingresos
Pblicos, observando las formalidades y la reserva que por ley
correspondan, sobre el cumplimiento de las obligaciones impositivas
de los postulados. Luego de un plazo que no podr superar otros
quince das, y haciendo mrito de las razones que abonen la decisin
tomada, si esta es positiva, se elevar con los actuados, el
nombramiento respectivo al Honorable Senado de la Nacin. Esta es la
manera simple y prctica en que queremos poner en vigencia los
principios en los que creemos. Es por este camino que requerimos la
ayuda y el compromiso de todos los ciudadanos de la Repblica
Argentina. Este es el modo en que buscamos motorizar la
participacin ciudadana para construir la nueva calidad
institucional sobre la que queremos cimentar nuestro futuro.
Sabemos que es la apertura al cambio moral profundo, que va mucho
ms all de un simple cambio instrumental. Sabemos que en su simpleza
nos pone ante el desafo de variar estructuras profundas de nuestro
comportamiento colectivo. Confiamos en la capacidad de los
distintos actores sociales para actuar responsablemente cuando el
mecanismo que se ponga en marcha, ayudando todos a la finalidad
comn de actuar dentro del marco de nuestras competencias para
lograr un servicio de justicia como el que necesitamos. Les
agradezco a ustedes que hoy aceptaron nuestra invitacin, como
estamos agradecidos a quienes comprendan el sentido profundo del
cambio que queremos generar y a la sociedad que en su gran mayora
sabemos entender y acompaar este cambio. Este es uno de los sueos
que queremos proponerles. El sueo de una Argentina distinta. El
sueo de una Argentina normal. Un pas serio nos espera al final del
camino que iniciamos con este paso que anunciamos hoy. Dios nos
ayudar a concretarlo. Muchas gracias
Viernes, 20 de Junio del 2003 ACTO DEL DIA DE LA BANDERA,
REALIZADO EN LA CIUDAD DE ROSARIO ACTO DEL DIA DE LA BANDERA,
REALIZADO EN LA CIUDAD DE ROSARIO Querido pueblo de esta histrica y
amada ciudad de Rosario; seor Gobernador de la provincia; seor
Intendente municipal; autoridades; integrantes de nuestras Fuerzas
Armadas; amigos y amigas: quera estar hoy en Rosario para traer
toda mi fuerza de mi cultura malvinera y de los hielos
continentales. Amo como ustedes a la Patria, (Aplausos) y amo a
nuestra bandera. Pero amar a nuestra bandera no es solamente
izarla, mirarla y poner cara de circunstancia en cada oportunidad,
amar a nuestra bandera es seguir haciendo crecer esa bandera que
est all, para que la bandera de la Patria cubra a todos los
argentinos y argentinas sin exclusin, para que volvamos a tener una
Argentina que nos contenga a todos. (Aplausos). Amar nuestra
bandera es que la icen y la honren aquellos que no degradan la fe
pblica y aquellos que no usan el Estado con el voto y el nombre de
nuestro pueblo para fines que no son los correctos. Qu quiero decir
con esto? Amar nuestra bandera es luchar contra la corrupcin y
todos aquellos poderes que impiden el cambio y la transformacin de
la Patria, (Aplausos) Amar nuestra bandera es terminar
definitivamente con la mezquindad de la pelea poltica corta, para
volver a refundar nuestra querida Patria y honrar a nuestros
abuelos, a nuestros pioneros, a nuestros patriotas y a todos
aquellos que dejaron y dieron su vida por consolidar una Argentina
con justicia y con equidad. Por eso, rosarinos y rosarinas,
argentinos y argentinas, quiero que ustedes y nosotros,
colectivamente, ante esta bandera hagamos un fuerte compromiso de
no dar un paso atrs, de no caer en la tentacin de volver al pasado,
de tener memoria, de recordar qu es lo que nos pas y por qu nos
pas, (Aplausos) Les puedo asegurar que desde lo ms profundo de mi
corazn de argentino, -y lo quiero reiterar ante ustedes aqu- no
llegu ni me interesa ser presidente de la Nacin para gozar los
honores del cargo, quiero ser presidente de la Nacin junto con
ustedes, tomados de la mano, sintindonos orgullosos nosotros y yo
de ustedes, que juntos estamos caminando para construir ese pas que
estamos necesitando todos los argentinos y todas la argentinas,
(Aplausos) No voy a dejar las convicciones que me acompaaron toda
la vida en la puerta de la Casa de Gobierno. Es hora que
recuperemos nuestra credibilidad, es hora que lo que decimos cuando
nos toca hacer campaas electorales, despus tengamos lo que tengamos
que tener y el coraje necesario para sustentarlo detrs de un
escritorio y con la lapicera tomando las determinaciones que este
pueblo necesita para salir adelante, (Aplausos) Algunos me dicen,
hermanas y hermanos rosarinos, que estoy abriendo muchos frentes. Y
yo les digo: no es que estoy abriendo frentes, tenemos necesidades
por todos lados, hay que
ir all donde estn las necesidades a buscar las soluciones y
abriremos todos los frentes que haya que abrir para cambiar la
Argentina, para cambiar el pas y para hacer una patria con todos.
(Aplausos) Por eso, soy solamente un hombre comn, un argentino como
ustedes, que tiene responsabilidades importantes y que le toca
trabajar temporariamente de presidente. Me van a ver siempre igual,
tratando de escuchar y corregir los errores. Rosarinos, rosarinas;
argentinas, argentinos: ante nuestra bandera, ante este da
histrico, les digo con todas mis fuerzas que nos ayudemos, que me
ayuden. No le vengo a pedir a nadie que me siga, sino que nos
ayuden a hacer una Argentina diferente, para que el sueo de
nuestros abuelos, de nuestros hijos, de nuestros estudiantes, de
nuestros obreros, que tener un destino distinto se pueda concretar.
Muchas gracias Santa Fe, muchas gracias seor Intendente, muchas
gracias querido Gobernador y muchas gracias pueblo de Rosario
(Aplausos) Mircoles, 2 de Julio del 2003 ACTO DE HOMENAJE A LOS
POLICIAS CAIDOS EN CUMPLIMIENTO DEL DEBER ACTO DE HOMENAJE A LOS
POLICIAS CAIDOS EN CUMPLIMIENTO DEL DEBER Seor jefe de Gobierno de
la Ciudad de Buenos Aires; seores ministros; seor jefe de la Polica
Federal; funcionarios judiciales; cuadro de oficiales y
suboficiales de la Polica Federal Argentina; familiares de los
policas vctimas cados en defensa de la seguridad de los argentinos;
amigos y amigas: en primer lugar, seores y seoras, seor jefe de la
Polica Federal, quera estar presente como estuve permanentemente
presente durante mi gestin de gobernador, acompaando en este da a
toda la familia de la Polica Federal Argentina. Y tambin, porque
creo que la circunstancia y la realidad que le toca vivir a la
Argentina, que no es de hoy sino de largo tiempo, no da lugar a las
hipocresas ni a buscar palabras de circunstancias, tan habitual en
los argentinos para ir superando cada instancia y cada momento que
nos toca vivir de nuestra vaya la redundancia- vida institucional.
Les puedo asegurar que como todos los argentinos lamento
profundamente cada vida que se pierde en la Argentina y cada vida,
por supuesto, en este caso especfico de cada agente, oficial o
suboficial de nuestra querida Polica Federal Argentina, nos duele
en el alma, nos da bronca, pero todo esto tiene realidades
concretas, que la dirigencia institucional de este pas en todos sus
mbitos debe afrontar. Debemos afrontar situaciones lmite que nos
tocan vivir, una sociedad angustiada, una sociedad que a veces no
cree en sus instituciones, que a veces no tiene confianza ni
siquiera en las instituciones policiales. No digo en el caso
particular de la Polica Federal, que tambin la abarca, sino en el
conjunto de policas de este pas, por las distintas circunstancias
que nos ha tocado afrontar, por dirigencias polticas que no han
estado a la altura de las circunstancias, por la corrupcin, por
cuadros innobles de las policas argentinas, porque mientras hay
policas que dejan sus vidas ellos delinquen usando el uniforme que
les da el pueblo argentino. Tambin esto hay que decirlo, porque eso
es lo que a veces crea y genera las inseguridades en la poblacin. Y
adems,
como dijo el seor jefe de la Polica Federal, por una situacin
social de exclusin, que no puede servir como justificativo, pero
hay argentinos y argentinas que tambin son familias de los propios
policas o a veces nuestros propios policas que estn viviendo en una
situacin lmite. Tenemos que refundar, tenemos que reconstruir la
patria y eso va a traer la reconstruccin de la seguridad interna.
Por eso realmente les digo que tenemos que afrontar con absoluta
responsabilidad, tenemos que ir a las causas. No se puede seguir
hablando en la Argentina como se habla, y a veces con razn, de la
complicidad de cierta dirigencia institucional y poltica de este
pas con los delincuentes, sean, vistan o no uniforme, gente civil
que existe y participa activamente de estos temas. Tenemos que
afrontar e ir al ncleo de los hechos que van generando la
consolidacin de esa delincuencia perversa que estamos sufriendo los
argentinos. Ante los familiares de nuestros hermanos de la Polica
Federal Argentina que dieron la vida por vivir en una patria mejor,
ms segura y ms digna, nosotros tenemos que entrar a dar ejemplos.
No alcanza con los discursos y tenemos que afrontar y avanzar
institucionalmente, toque a quien le toque, en tener polticas
muchsimo ms claras desde el punto de vista institucional. Tambin,
desde luego, tenemos que hacer las inversiones que consoliden la
seguridad no solamente desde el punto de vista material, sino que
nos permitan avanzar en la conformacin de nuestros cuadros y en la
cualificacin de los procedimientos, y en la profundizacin de la
capacidad de inteligencia para resolver con antelacin todos los
problemas que podamos tener. Estamos ante grandes desafos. Espero
que el prximo 2 de julio podamos decir todos juntos que hemos
avanzado, que estamos viviendo en una sociedad ms segura, ms justa,
que estamos viviendo en una sociedad donde renace la esperanza de
tener una vida mejor y tambin que el proceso de saneamiento
institucional que este pas necesita, el mejoramiento de la calidad
institucional, est avanzando. En otras palabras, que la corrupcin
que lamentablemente existe y est mirada en las instituciones en su
generalidad en la Repblica Argentina, entre a retroceder porque ha
habido un despertar de la conciencia cvica y la solidaridad de los
argentinos. Este es nuestro compromiso, es nuestro compromiso ante
los familiares, es nuestro compromiso ante los argentinos de volver
a reencontrar la unidad y la solidaridad de la familia argentina,
para que todos veamos que el que est al lado de otro est trabajando
por una Argentina que nos contenga a todos. Seor jefe de la Polica
Federal: nosotros vamos a acompaar, a apoyar a travs del rea que
corresponde, con todas nuestras fuerzas, esta gran batalla que
tenemos que dar todos los argentinos. Pero sera intil tratar de
brindar slo la seguridad que naturalmente hay que brindar en las
calles, la presencia que debemos tener de nuestra Polica, si en las
cabezas mximas del poder poltico del Estado Argentino y de los
estados provinciales y municipales, no se dan los ejemplos que hay
que dar para que definitivamente recuperemos la confianza entre
todos los argentinos. Seoras, seores: les pido por favor que nos
ayudemos entre todos en esta gran batalla que tenemos que dar y
Dios quiera que las generaciones que vienen puedan ver en nosotros
la
calidad, la responsabilidad y que hemos estado a la altura del
tiempo histrico de ponerle una bisagra a tanto dolor, porque si no
vamos a seguir haciendo discursos, vamos a seguir por all con dolor
sintiendo las cosas que nos pasan, pero seguirn cayendo vidas casi
intilmente porque no habremos entendido la leccin de las cosas que
nos pasan cotidianamente. Quiera Dios Nuestro Seor darnos la fuerza
espiritual y las convicciones para avanzar a fondo en este tema,
porque s que una nueva Argentina va a poder alumbrar. Gracias.
(Aplausos) Jueves, 3 de Julio del 2003 VISITA A LA FABRICA PEUGEOT
VISITA A LA FABRICA PEUGEOT Quiero agradecer profundamente los
momentos que hemos compartido aqu en la fabrica Peugeot, donde
quera estar presente, acompaado por el compaero Intendente y por el
seor Presidente de la firma, porque realmente quera estar junto a
ustedes, los trabajadores argentinos. Les quiero asegurar desde lo
ms profundo de mi corazn, y lo digo permanentemente, que no hay que
olvidar que me ha puesto el pueblo argentino y no he querido estar
ni quiero estar para olvidar, tratando de hacer cualquier cosa y no
las cosas que uno piensa. Yo tengo como ustedes profundas
convicciones, creo en la Argentina, creo en el trabajo argentino,
creo en la inversin argentina y creo en los trabajadores
argentinos. (Aplausos). S que con ustedes vamos a ir construyendo
lo que nos dijeron que no se poda construir aquellos que nos decan
que la Argentina tena que vender todo, que tena que dejar de ser
ese gran pas industrial, del trabajo nacional, que es lo que
nosotros tenemos que volver a construir con todas nuestras fuerzas.
Les puedo asegurar que se puede hacer y lo vamos a hacer, por eso
aprovecho esta tarima que me dieron hoy no para decirles que me
sigan, porque ya vieron los que nos pas por seguir y seguir: yo les
digo a los trabajadores argentinos, a ustedes, a los empresarios y
a todos, que nos ayuden, que me ayuden, que no voy a dar un solo
paso atrs, voy a seguir con todo para adelante para hacer una nueva
Argentina donde se termine la corrupcin, donde se premie el
trabajo. (Aplausos). De eso estoy totalmente convencido, por eso
les agradezco el cario y la solidaridad. Soy un argentino como
ustedes, nac all en la Patagonia y pienso, igual que todos los que
me acompaan, que aquellos que vota el pueblo despus se creen los
grandes seores; nosotros somos hombres comunes trabajando por una
Argentina distinta, muchachos. (Aplausos). No tengan dudas, es muy
difcil volver a creer, es muy difcil que volvamos a creer entre
nosotros, pero no tengan dudas que entre nosotros fuertemente
tomados de la mano y juntando nuestros corazones vamos a volver a
creer en nosotros y vamos a volver a ser la Argentina que nuestros
viejos soaron, a ver si la podemos hacer, una partecita para
nosotros y despus para nuestros hijos. Muchas gracias, mucha
fuerza, mucha polenta, y Argentina puede ser, que no nos hagan
creer otra cosa Lunes, 7 de Julio del 2003
ACTO DE LANZAMIENTO DEL PLAN ALIMENTARIO "EL HAMBRE MAS URGENTE"
ACTO DE LANZAMIENTO DEL PLAN ALIMENTARIO "EL HAMBRE MAS URGENTE"
Seor Vicepresidente; seor presidente de la Cmara de Diputados;
funcionarios; seores representantes de entidades independientes y
de la comunidad; seores representantes de las ONG; amigos a amigas
presentes: creo que el Plan "El Hambre ms Urgente", una iniciativa
loable que tom el Estado Nacional en su momento y la profundiza
ahora para lograr su concrecin, marca con claridad cules son las
prioridades que debe tener la sociedad argentinas, porque si y
ustedes miran y analizan muchas opiniones de algunos empresarios,
de algunos sectores del establishment y de algunos sectores de las
empresas privatizadas, cuando dicen que muchas veces en la
Argentina falta determinar cules van a ser con claridad las
polticas econmicas que vamos a implementar; vienen muy mal
acostumbrados, estn acostumbrados a implementar las polticas
econmicas que ellos necesitan y que ellos necesitan y quieren,
pequeos grupos y sectores de poder en el pas que durante aos
estuvieron trabajando sobre las espaldas de todos los argentinos.
No escuch hablar a estos sectores de "El Hambre ms Urgente", no los
escuch hablar de la tremenda pobreza que tienen muchos argentinos,
no los escuch hablar de la falta de trabajo, no los escuch hablar
de muchas cosas que pasan en el interior de la Argentina; por eso,
que se queden tranquillos, nosotros sabemos hacia dnde tenemos que
orientar econmica y productivamente al pas, vamos a seguir paso a
paso con absoluta y total independencia, porque vuelvo a repetir lo
del primer da: no vine ni vinimos a dejar nuestras convicciones en
la puerta de entrada de la Casa Rosada. Esta vez tengan la
seguridad los argentinos de que marcharemos fuertemente con las
convicciones, con las ideas, con la visin de pas que tenemos. "El
Hambre ms Urgente" tiene que llegar a todos los sectores de la
sociedad, nosotros los dirigentes polticos, los que representamos a
los Estados nacionales, provinciales y municipales tenemos que
alejarnos de cualquier tentacin clientelstica, porque tambin eso le
hace un tremendo dao a las polticas sociales en la Argentina.
Discriminar, determinar o facturar lo que el Estado hace como si
fuera una actitud de benevolencia, cuando el Estado debe estar all
con su calidad promotora, presencial, juntamente con los sectores
distintos de la comunidad, con las distintas organizaciones aqu
presentes, con los distintos periodistas que tuvieron al valenta de
asumir de cara a la sociedad este problema, pero garantizndose y
garantizndonos que esto debe ser una verdadera tarea de
reivindicacin, de promocin social para aquellos hermanos y hermanas
que ms sufren. Por eso creo que es fundamental consolidar este tipo
de polticas, empezar a llevarlas a adelante, profundizarlas,
extenderlas a todas las organizaciones populares. Que no me