1 FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y EMPRESARIALES DISCURSOS DE LA INDUSTRIA COSMÉTICA RESPECTO A LA EXPERIMENTACIÓN ANIMAL “Entre el antropocentrismo y el activismo contra el sufrimiento animal” Trabajo de Fin de Grado Autor: Belén de Lucas Travesí Curso: 5º E3 C Área de Gestión Empresarial Tutor: Amparo Merino de Diego Madrid, a 24 de junio de 2020 Contenido I. INTRODUCCIÓN............................................................................................................... 5
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DISCURSOS DE LA INDUSTRIA COSMÉTICA RESPECTO A LA ...
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FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y
EMPRESARIALES
DISCURSOS DE LA INDUSTRIA
COSMÉTICA RESPECTO A LA
EXPERIMENTACIÓN ANIMAL
“Entre el antropocentrismo y el activismo contra
el sufrimiento animal”
Trabajo de Fin de Grado
Autor: Belén de Lucas Travesí
Curso: 5º E3 C
Área de Gestión Empresarial
Tutor: Amparo Merino de Diego
Madrid, a 24 de junio de 2020
Contenido I. INTRODUCCIÓN ............................................................................................................... 5
cual se sitúan hasta 38 marcas cosméticas, Procter
and Gamble, que posee 9 grandes marcas de
productos de higiene y cosmética; Shiseido, con
30 marcas de productos de cuidado de la piel
reconocidas mundialmente; Johnson and Johnson,
que desarrolla 9 marcas muy reconocidas de
productos de belleza; y Coty, con 33 marcas de
cosmética y belleza. Por lo tanto, aunque los
consumidores pretendan realizar elecciones
conscientes e informadas sobre sus compras, la
concentración del sector supone un gran poder
sobre el mercado para estas empresas. (Willet,
M., y Gould, S., 2017)
b. Información económica de la industria cosmética
• Mundial
La industria cosmética es uno de los sectores que más crece a nivel mundial, a pesar de
los radicales cambios que se están produciendo en la sociedad, que están forzando a las
empresas a cambiar sus técnicas, productos, e incluso valores empresariales para apelar a
los nuevos consumidores. Sin embargo, esto provoca a su vez el rápido desarrollo de la
industria, que desarrolla tecnología y lanza al mercado nuevos productos casi
diariamente. En la actualidad, se trata de una industria que alcanza el valor de más de 496
MM de dólares en 2017, y el pronóstico es que en 2023 se alcance un valor de mercado
de 605 MM de dólares, significando un crecimiento promedio de 7,14% durante este
periodo. (360 Research Reports, 2018)
Ilustración 3 - 182 Beauty companies are owned by 7 major leaders (Willet, y Gould, 2017)
Ilustración 5- Crecimiento mundial del mercado cosmético en 10 años (L’Oreal, 2018)
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En 2018 el crecimiento total de la industria ha sido de un 5,5% en el último año, siendo
el crecimiento más alto en los últimos 10 años (Fig. 4), gracias al continuo crecimiento
del consumo online de productos de belleza, la expansión e influencia de las redes
sociales, el creciente interés de los consumidores en productos novedosos, la aceleración
de la urbanización a escala global, el envejecimiento de la población y el aumento de la
clase media, impulsados por el culto al cuerpo y el valor de la estética como factores de
estatus social (L’Oreal, 2018).
Respecto a la distribución del mercado cosmético por categorías de productos, en 2017
se registraron los siguientes valores (Euromonitor Forecast, 2018) (Fig. 6):
→ Específicos para bebés y niños US$ 16.5 MM
→ Baño y ducha US$ 40 MM
→ Maquillaje US$ 66 MM
→ Desodorantes US$ 21 MM
→ Fragancias US$ 49.4 MM
→ Cuidado del cabello US$ 75.1 MM
→ Cuidado y aseo de hombre US$ 50 MM
→ Cuidado bucal US$ 44.2 MM
→ Cuidado de la piel US$ 124.4 MM
→ Protección solar US$ 10 MM
4%
8%
13%
4%
10%
15%
10%
9%
25%
2%
T A M A Ñ O D E L A I N D U S T R I A D E B E L L E Z A Y C U I D A D O P E R S O N A L P O R C A T E G O R Í A S E N 2 0 1 7
Específicos para bebés yniñosBaño y ducha
Maquillaje
Desodorantes
Fragancias
Cuidado del cabello
Cuidado para el hombre
Cuidado bucal
Ilustración 6 – Tamaño de la industria de belleza y cuidado personal por categorías en 2017 (Euromonitor Forecast, 2018)
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• Europa
El mercado de la UE es, en 2018, el mayor del mundo en perfumería y cosmética,
alcanzando un valor de 78.6 miles de millones de €, dividiéndose la mayoría del volumen
entre Alemania (€13.9 MM), Francia (€11.4 MM), Reino Unido (€10.9 MM), Italia
(€10.1MM) y España (€7 MM).
El impacto socio-económico de la industria cosmética en la UE es muy relevante, ya que
aporta un valor añadido de más de €29MM a la economía europea cada año,
contribuyendo directamente en €11MM la manufactura y fabricación de productos de
cosmética, mientras que a lo largo de la cadena de suministro de los mismos se aportan
€18MM de forma indirecta. Por otro lado, tanto directos como indirectos, la industria
cosmética mantiene alrededor de 2 millones de empleos en Europa (Fig. 7)
Asimismo, se trata de un sector altamente innovador e intensivo en investigación y
desarrollo (I+D). La mayoría de las grandes empresas de la industria gastan el 5% de su
facturación anual (ventas) en I+D dentro de Europa, por lo que el gasto total en este
ámbito asciende, como mínimo, a 2.350 millones de euros en 2017 aproximadamente. En
Europa hay por lo menos 77 centros de innovación científica que realizan investigaciones
en relación con los cosméticos y el cuidado personal. Los grandes actores de la industria
tienen múltiples centros de investigación que se centran en el desarrollo de productos y
el cumplimiento de la normativa. (Cosmetics Europe, 2018)
• España
En España, el sector cosmético es muy importante económicamente, situándose entre los
10 mayores exportadores mundiales de productos de belleza, logrando el 2º puesto como
exportador mundial de perfumes y fragancias, con un total de 770 millones de unidades
exportadas. Esta industria crea 39.000 empleos de forma directa y casi 250.000 de manera
Ilustración 7 - Cosmetic industry jobs (EU) (Cosmetics Europe, 2018)
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indirecta en toda España, ya que el consumo de estos productos ha aumentado un 2% en
el último año, alcanzando una cifra de negocio de 6.954 millones gracias al total de 1.280
millones de unidades consumidas. (Modaes, 2019)
Los consumidores españoles compran
28 productos cosméticos y de belleza
por persona al año, consumiendo 150€
per cápita anualmente (13€/persona
más que la media europea). El 33% de
este consumo se dirige a los productos
de perfumes y fragancias, seguido por
los productos de cuidado del cabello,
que suponen el 27% del mercado. Los
productos de cuidado personal
suponen el 19% del consumo, mientras que el cuidado de la piel y la cosmética del color
captan un 15% y un 7% respectivamente. (Asociación Nacional de Perfumería y
Cosmética (STANPA), 2018)
3. Experimentación en animales
a. Experimentación animal. Características técnicas generales.
El proceso de producción de los productos cosméticos es, generalmente complejo y
delicado, dado no solo el empleo de productos químicos para su formulación sino también
la aplicación directa sobre el cuerpo humano, lo cual puede crear riesgos potenciales sobre
la salud. Por este motivo, empresas de todo el mundo emplean diferentes métodos para
asegurar la seguridad de los ingredientes y los productos que fabrican, entre los que se
encuentra la experimentación y el testeo en animales de los mismos.
La experimentación animal consiste en cualquier prueba experimental o test científico
realizado sobre un animal vivo con el objetivo de comprobar los efectos y la seguridad de
los ingredientes químicos de los productos de belleza, limpieza de la casa, aditivos
alimentarios y medicamentos, en un procedimiento sin elementos paliativos que causa
sobre estos seres dolor, estrés, sufrimiento e incluso efectos perjudiciales sobre su salud.
(Humane Society International, 2012).
Ilustración 7 - Datos del sector cosmético en España (Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (STANPA), 2018
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Una gran parte de estos experimentos, además, se considera que causan un sufrimiento
“moderado a severo” en los animales sobre los que se practica, e incluso algunas de estas
pruebas para comprobar la seguridad de productos químicos requieren la muerte de los
animales. Estas pruebas suelen realizarse sobre diferentes especies, en concreto, ratones,
ratas, conejos, cobayas, hámsteres, animales de granja, pájaros gatos, perros e incluso
primates no humanos (Humane Society International, 2012).
Aproximadamente, más de 115 millones de animales se emplean en experimentos de
laboratorios, aunque solo un pequeño porcentaje de países recoge datos estadísticos sobre
el uso de animales en investigaciones científicas, particularmente solo están disponibles
en Australia, Canadá, La Unión Europea, Nueva Zelanda, Corea del Sur, Reino Unido y
EEUU. Sin embargo, estas estadísticas no están reguladas de forma homogénea. En
EEUU, por ejemplo, el Animal Welfare Act, que regula el tratamiento de los animales en
experimentación, exhibición, transporte y compraventa, no incluye en su definición de
animal – y por lo tanto quedan desprotegidos ante la ley estadounidense – a los pájaros,
ratas y ratones empleados en investigación, por lo que estos son también excluidos de los
informes federales del Departamento de Agricultura. (Cruelty Free International, 2019).
b. Experimentación animal en cosmética
Concretamente, la experimentación cosmética supone el sacrificio de entre 100.000 y
200.000 de animales alrededor del mundo, especialmente de ratas, ratones, conejos y
cobayas. Cada ingrediente a registrar debe cumplir con varios requisitos y debe pasar por
una serie de pruebas a lo largo de varios años, las cuales pueden emplear hasta 5000
animales en total para comprobar su total seguridad. A pesar de que las regulaciones y
los requisitos para la aprobación de los nuevos productos e ingredientes químicos difieren
de país a país, el número de animales empleados por ingrediente y prueba se ha reducido
de 150 animales de media en 1971 a 8 aproximadamente en 2002. (Abbot, A., 2005)
TEST OBJETIVO PRÁCTICA RESULTADOS ANIMAL
Sensibilidad cutánea Valora las
reacciones alérgicas
La sustancia testada se
aplica en la superficie de
la piel, se inyecta bajo la
Los animales pueden
sufrir irritación, rojez,
32
cobayas/
16 ratones
Ilustración 8- Cuadro de elaboración propia sobre las pruebas toxicológicas sobre animales más habituales. (Humane Society International, 2012), (American Anti – Vivisection Society, 2011)
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causadas por un
producto químico.
piel o se introduce en las
orejas de los animales.
úlceras, inflamación o
picores.
Irritación o corrosión
cutánea
Determina la
capacidad de un
producto para dañar
la piel.
La sustancia se aplica
sobre un área de piel,
empleando otra zona
como control.
Los resultados pueden
ser irritaciones,
lesiones, descamación,
inflamación y otros
signos de daño.
1-3
conejos
Irritación o corrosión
ocular
“Draize Eye Test” –
Evalúa la irritación
(daño reversible) o
la corrosión (daño
severo e
irreversible) en los
ojos causada por
diferentes químicos
Se aplica el ingrediente
en uno de los ojos del
animal, usando el otro
como control.
Los resultados a corto
plazo pueden ser
irritación, sangrado,
úlceras u otros signos
de lesiones físicas, e
incluso ceguera.
1 - 3
conejos
por
ingrediente
Toxicidad aguda oral Determina el
peligro de
exposición a un
químico ingerida de
forma oral en los 14
días siguientes.
Implica el suministro
oral del producto
químico hasta que el
animal muestra signos de
sufrimiento o daño, e
incluso hasta la muerte
del mismo.
Los resultados varían
desde diarreas,
convulsiones, vómitos,
sangrado, parálisis o la
muerte.
7 ratas
Toxicidad aguda
inhalación
Determina el
peligro de
exposición a un
químico por
inhalación en los 14
días siguientes.
Los animales son
encerrados en estructuras
de restricción y
obligados a inhalar la
sustancia.
La prueba puede causar
sangrado por la nariz,
convulsiones, parálisis,
e incluso, la muerte.
20-40 ratas
Toxicidad aguda
cutánea
Determina el
peligro de
exposición a un
químico extendido
sobre la piel
durante 24h.
La sustancia es aplicada
sobre la piel afeitada del
animal.
Los animales pueden
experimentar dolores
extremos, convulsiones
o la muerte.
30 ratas,
conejos o
cobayas.
18
Toxicidad crónica Comprueba los
cambios en las
células u órganos
causados por la
exposición
prolongada al
químico.
Se fuerza a los animales
a ingerir, inhalar o se les
aplica la sustancia de
forma diaria durante 14,
21, 28, 90 o 180 días
Los animales pueden
sufrir todos los efectos
de toxicidad aguda.
Posteriormente se mata
a los animales
supervivientes para
realizar autopsias.
40 ratas
Carcinogenicidad Test para analizar el
desarrollo de cáncer
y otros efectos a
largo plazo.
Se expone a los animales
por alimentación,
inhalación o aplicación
cutánea de forma forzosa
diariamente durante dos
años.
Tras la exposición se
mata a los animales
para analizar signos de
cáncer u otros signos
de toxicidad.
400
ratones y
400 ratas
Farmacocinética/
Toxicocinética
Controla la
absorción,
distribución y
metabolización de
una sustancia en los
tejidos y órganos
Se expone a los animales
por alimentación,
inhalación o aplicación
cutánea de forma forzosa
una o varias veces. Se
extrae sangre en
intervalos para
determinar la
concentración.
Tras el experimento se
mata al animal en un
momento concreto para
analizar los resultados
en autopsia.
4-12 ratas
Toxicidad
reproductiva
Comprueba los
efectos en la
fertilidad,
capacidad
reproductiva y
nacimientos.
Animales macho y
hembra son expuestos a
la sustancia y después
son cruzados. Los
animales que quedan
embarazados son
expuestos diariamente
hasta la lactancia y las
crías son también
expuestas toda la vida y,
si sobreviven, se
continúa el proceso en la
siguiente generación.
Los animales pueden
sufrir todos los efectos
de toxicidad aguda y
crónica además de
infertilidad, problemas
reproductivos y
deformidades en el
nacimiento. Tras un
periodo concreto,
ambas generaciones se
matan para practicar
autopsias.
1400-2600
ratas
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Defectos de
nacimiento
Comprueban
defectos en los
nacimientos
Hembras embarazadas
son expuestas al
químico, normalmente
por vía oral, desde el
inicio del embarazo hasta
el día anterior al parto,
cuando se les mata y se
analiza a los cachorros
no natos en busca de
defectos.
Las hembras
embarazadas pueden
sufrir todos los efectos
de toxicidad crónica y
aguda, además de
complicaciones en el
embarazo y
deformidades en el
feto.
660
conejos/
1300 ratas
Toxicidad genética Analiza las
primeras fases de
mutaciones
genéticas o
carcinógenos.
Se expone a los animales
a la sustancia durante
periodos cortos y se
analiza la médula
espinal.
Además de los efectos
de toxicidad, pueden
provocar alteraciones
genéticas y cáncer
80-500
ratones
c. Situación actual de la experimentación en animales en cosmética
La experimentación animal se basa en la presunción de que los animales y los humanos
responden de forma similar al ser expuestos a ciertos productos, por lo que diariamente
se sigue explotando en los laboratorios a miles de animales, normalmente conejos, ratas,
ratones y cobayas, para comprobar las reacciones a diversos productos. Sin embargo,
aparte de las cuestiones éticas que implica esta práctica, – infligir sufrimiento físico y
psíquico a animales indefensos – los test en animales tienen muchas limitaciones para
prever la seguridad de los productos. (Humane Society International, 2012)
La experimentación animal es una actividad intensiva en tiempo y recursos, que tiene
muchas restricciones en el número de sustancias que pueden testarse y que no genera
suficiente información sobre cómo se comportan los ingredientes químicos en el cuerpo,
siendo en la mayoría de los casos poco útiles para predecir las reacciones reales sobre el
cuerpo humano. La realidad es que las reacciones ante la exposición a diversos químicos
varían entre especies, dadas las diferencias fisiológicas, metabólicas y biológicas que
presentan, lo cual hace muy difícil extrapolar los datos obtenidos sobre los animales y
aplicarlos a modelos a escala humana. Por ejemplo, las pruebas de toxicidad crónica, que
consisten en la exposición repetida de varios roedores durante periodos de tiempo
variables a un químico, son difícilmente escalables desde animales pequeños y corta
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esperanza de vida a seres humanos. Consecuentemente, los métodos de experimentación
basados en animales son poco fiables y no solo retrasan el progreso investigador, sino que
desperdician recursos e, incluso, ponen en peligro la seguridad y salud de los voluntarios
en los posteriores ensayos. (American Anti–Vivisection Society, 2011; Humane Society
International, 2012).
No obstante, existen actualmente alternativas a la experimentación animal para asegurar
la eficacia y seguridad de los productos cosméticos que no implican el sufrimiento animal
y son más fiables y adecuados para prever posibles contraindicaciones de los diversos
ingredientes testados. El concepto de reemplazar, reducir o refinar el uso de animales en
la investigación y los ensayos fue descrito por primera vez hace más de 60 años como
estrategia para hacer la experimentación toxicológica médica y cosmética de forma más
humana (Russell y Burch, 1959) y se conoce comúnmente como las 3Rs. (National
Institute of Environmental and Health Science, 2019). Para alcanzar este objetivo se
propone, en primer lugar, reducir al mínimo el número de animales empleados en los
experimentos, así como disminuir el número de experimentos realizados por ingrediente
testado. Por otro lado, los experimentos debían ser refinados para minimizar el
sufrimiento animal causado durante su estancia en el laboratorio como en el proceso de
la experimentación. Finalmente, en la medida de lo posible, debe remplazarse el empleo
de animales en los ensayos por organismos menos evolucionados o sustituir los métodos
in vivo por fórmulas alternativas in vitro o algoritmos (Dhawale y Doke, 2015).
En las últimas décadas, gracias a los avances tecnológicos y genómicos, se han logrado
métodos que sustituirían por completo los ensayos de toxicidad en animales, entre los
cuales se plantean (Balls, 1994; Dhawale y Doke, 2015):
1. Facilitar el almacenamiento, intercambio y uso de datos recogidos en
experimentos previos para evitar la duplicidad de procedimientos en animales.
2. Emplear técnicas fisicoquímicas para realizar predicciones sobre las
interacciones y la toxicidad según las propiedades moleculares de los productos
3. Usar modelos matemáticos y computacionales para predecir diversos efectos
biológicos y tóxicos posibles de un producto químico sin disección animal. Entre
ellos se incluye la modelización de estructuras cuantitativas que relacionan las
propiedades físico-químicas de las moléculas con su actividad biológica (QSAR),
prediciendo carcinogenicidad o mutaciones genéticas con sus bases de datos.
21
4. Realizar los experimentos sobre organismos menos evolucionados, como
invertebrados, plantas y microorganismos.
5. Experimentar sobre animales vertebrados en momentos tempranos de su
desarrollo (embriones), antes de su nacimiento, durante su etapa de gestación o
de incubación.
6. Llevar a cabo las pruebas con métodos in vitro, sobre tejidos o células de órganos
humanos o animales que son extraídos de los mismos y conservados en ambientes
estériles.
7. Practicar estudios sobre humanos, ya sea con voluntarios o con estudios de
vigilancia postventa.
La experimentación animal en el ámbito cosmético y toxicológico es muy difícil de
justificar en términos de utilidad y fiabilidad en comprobar la seguridad de los productos
químicos, comparándolo con las consecuencias éticas en la cuestión del sufrimiento
animal. Sin embargo, esta práctica sigue siendo parte integral del proceso de creación de
nuevos productos en muchos casos y se sigue percibiendo como necesaria en varios países
por sus autoridades reguladoras y legisladores (Balls, 1994).
Además, desde hace décadas la comunidad científica ha confiado en los modelos de
experimentación toxicológica sobre animales como método predeterminado por defecto
y, por ende, se han creado barreras de oposición a las nuevas fórmulas de ensayo de
productos químicos. A pesar de que muchos organismos científicos en la actualidad ya
apoyan las alternativas a la experimentación animal y los legisladores de varios países
comienzan a prohibir esta práctica, sigue existiendo resistencia en algunos círculos y
países, dónde sigue siendo no solo habitual sino obligatoria (Clark, 1994).
d. Regulación sobre la experimentación animal
Desde hace unos años, la necesidad de la experimentación animal en cosmética ha sido
planteada y cuestionada, dados la alta inversión en tiempo y recursos, junto con los
problemas éticos aparejados a estas prácticas, que suelen resultar insatisfactorios como
medidas de seguridad de los productos de belleza que se lanzan al mercado. Gracias a las
presiones de los consumidores y a la evolución ética de la sociedad en favor del bienestar
animal, muchos gobiernos y autoridades han regulado los ensayos sobre animales de
productos de cosmética, tanto terminados como sus ingredientes activos. Sin embargo, la
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legislación sigue siendo inconsistente alrededor del mundo, estando permitida la
experimentación animal en cosméticos en más del 80% de los países. (Grum, 2019)
• Europa
La Unión Europea, (en la que se incluye España) el mayor mercado mundial de productos
cosméticos, junto con Guatemala, Islandia, India, Israel, Nueva Zelanda, Noruega, Serbia,
Suiza y Turquía, tiene prohibida la experimentación de cosméticos en animales y la
comercialización de esos productos. La eliminación de los ensayos de productos
cosméticos en animales en la UE ha sido progresiva, desde 1986 hasta 2013.
En 1986, se adoptó la Directiva EU 86/609 para la protección de los animales utilizados
en experimentación, con la intención de mejorar el control y establecer unos estándares
de calidad mínimos sobre su alojamiento y la formación del personal encargado. Desde
entonces se han ido desarrollando instrumentos centrados en el bienestar animal, como el
Tratado de Ámsterdam de 1997, la Decisión 1999/575/EC de la Convención Europea para
la protección de animales vertebrados empleados en experimentación y otros
procedimientos científicos, junto con la creación del Centro Europeo para la Validación
de Métodos Alternativos (ECVAM). (D’Ors de Blas, y Segura Rodríguez, 2012)
En el año 2002, el Parlamento Europeo revisa las Directivas anteriores respecto a la
experimentación animal, recibiendo las recomendaciones de grupos de expertos del área
académica, industria, instituciones gubernamentales y grupos profesionales de defensa de
la salud y el bienestar animal. Mediante la Directiva europea 2003/15/CE, se revisó la
Directiva 76/768/CEE relativa a la aproximación de las legislaciones de los Estados
miembros sobre cosméticos, introdujeron disposiciones prohibiendo completamente la
fabricación y comercialización de productos cosméticos en los países de la Unión que
hayan sido previamente testados en animales. (Parlamento Europeo, 2018)
La aplicación de dicha regulación se realizó en dos fases: la primera tuvo lugar entre 2004
y marzo de 2009, cuando se prohibió la experimentación en animales de cualquier
producto cosmético o ingrediente de este dentro de la Unión Europea, así como la venta
en suelo europeo de cualquier producto cosmético que contuviera ingredientes testados
en animales. (Sabaté, 2017)
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En lo que se refiere a las pruebas sobre consecuencias más complejas para la salud
humana, la prohibición de comercialización se amplió el 11 de marzo de 2013. Desde esa
fecha se prohibió la fabricación y venta de cosméticos que requirieran ensayos de
toxicidad por administración repetida, incluidas la sensibilización cutánea y la
carcinogenicidad, así como la toxicidad para la función reproductora y toxicocinética.
(RTVE, 2013).
No obstante, esta regulación, aunque tiene como objetivo eliminar definitivamente la
experimentación animal en cosméticos, presenta varias excepciones tanto de prórroga
limitada hasta 2023 como indefinidas. Por un lado, al inicio de la aplicación de la
directiva, se permitía la comercialización de todos aquellos productos que hubiesen sido
fabricados antes de su entrada en vigor y que hubieran podido ser testados en animales,
además de poderse comercializarlos productos cosméticos que contengan ingredientes
testados en animales que, a su vez, también formen parte de otros productos
pertenecientes a otros ámbitos no cosméticos donde la experimentación animal esté aún
permitida. Igualmente, se excepciona del cumplimiento de esta normativa los cosméticos
que contengan sustancias que entren dentro de la categoría REACH (registro europeo de
sustancias químicas que exige un estricto protocolo de control debido al efecto de estas
en la salud humana y el medio ambiente), ya que es obligatorio que estos ingredientes se
testen en animales.
Asimismo, las empresas podrán testar sus productos en animales siempre que no hubiere
un método alternativo homologado por la OCDE (Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico) e, incluso, podrían alegar ante la Comisión que los métodos
alternativos de prueba de un determinado cosmético son demasiado caros o dificultosos
en su desarrollo para pedir que se le permita continuar con la experimentación en
animales, que por ley podría serle concedida. (Sabaté, 2017)
• EEUU
En Estados Unidos, los ensayos con animales (al menos respecto a los vertebrados) están
regulados en gran medida por el “Animal Welfare Act” de 1966 (AWA). La AWA la hace
cumplir el Servicio de Inspección de Salud Animal y Vegetal (APHIS) del Departamento
de Agricultura de los Estados Unidos (USDA). El AWA está diseñada para proporcionar
un estándar mínimo de cuidado y tratamiento para los animales, al tiempo que asegura
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que las regulaciones no interfieran con "el diseño, los esquemas o las directrices de la
investigación o experimentación real". Sin embargo, esta regulación solo está dirigida a
mamíferos y es muy limitada en cuanto a las especies que protege, dejando fuera de la
regulación a las ratas y ratones empleados para investigación, que son los animales más
frecuentes en experimentación. (HG ORG)
Por otro lado, la experimentación animal también se regula a través del “Public Health
Service” mediante las políticas sobre cuidado humano y el uso de animales de laboratorio
determinadas en el “Health Research Extension Act” de 1985. El “Office of Laboratory
Animal Welfare” (OLAW) implementa las medidas para el cuidado y tratamiento
adecuado de los animales utilizados en la investigación, y para la organización y
funcionamiento de los comités de bienestar animal. La ley exige que las directrices
aborden el uso apropiado de tranquilizantes, analgésicos, anestésicos, paralizantes y la
eutanasia, así como la atención médica y de enfermería veterinaria prequirúrgica y
posquirúrgica apropiada para los animales. Esta regulación es aplicable al uso de
vertebrados vivos en cualquiera de las agencias gubernamentales y los componentes del
Departamento de Sanidad y Servicios Sociales de EEUU, entre los que se incluye la
“Food and Drug Administration” (FDA), que regula el control de los productos
cosméticos entre otras funciones. (Office of Laboratory Animal Welfare, 2018)
Finalmente, a pesar de la regulación en favor del bienestar animal en la experimentación,
la FDA aconseja sistemáticamente a los fabricantes de cosméticos que empleen cualquier
prueba que sea apropiada y eficaz para comprobar la seguridad de sus productos. Aunque
no se establezca directamente en el “Federal Food, Drug and Cosmetic Act” la obligación
de emplear experimentación sobre animales para comprobar la seguridad de los
cosméticos, ni la ley requiere la aprobación de la FDA para lanzar al mercado los
productos ̧sigue siendo responsabilidad del fabricante justificar la seguridad tanto de los
ingredientes como de los productos cosméticos terminados antes de su comercialización.
Por lo tanto, es posible el uso de ensayos sobre animales por parte de los fabricantes para
establecer la seguridad del producto, incluso tras la consideración de métodos
alternativos. En ese caso, la FDA también apoya y se adhiere a las disposiciones de las
leyes, reglamentos y políticas aplicables que rigen los ensayos con animales, incluidos el
“Animal Welfare Act” y el “Health Research Extension Act”. (Food and Drug
Administration, 2017)
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• China
China, históricamente, ha obligado a todas las marcas de productos cosméticos a testar
sus productos en animales para poder ser vendidos en el país. Al ser uno de los mercados
más fuertes del mundo, con casi €28 MM de beneficios en el sector de cosmética y
belleza, las marcas que han querido introducirse y crecer en ese mercado han tenido que
acceder e implementar estas medidas, a pesar de que los ensayos en animales son un 30%
meno efectivas que los nuevos métodos alternativos. (ONG Te Protejo, 2019) La razón
para esta resistencia a los nuevos métodos de testeo y a suavizar los requisitos de entrada
en el mercado cosmético chino es que, dada su configuración política, la responsabilidad
sobre la seguridad de los productos vendidos en el país recae sobre el gobierno y no sobre
los productores, por lo que tienden a mantener las normativas más estrictas en cuanto a
los vendedores internacionales de los productos que puedan suponer un riesgo para la
salud de la población. (Siegel, 2017)
No obstante, gracias a la campaña Be Cruelty Free China de la organización Humane
Society International, el gobierno chino presentó en 2014 una excepción a sus leyes para
permitir la entrada de marcas cruelty-free que comercialicen “cosméticos ordinarios”,
como fragancias, maquillaje, productos para el cuidado e higiene para el cabello y la piel,
y productos para las uñas, siempre que sean elaboradas de manera doméstica, es decir, de
fabricación china. (Anima Naturalis, 2014)
En cambio, dicha norma no era aplicable y no podrían emplearse medios de
experimentación alternativos para los productos de “uso especial”, entre los que se
incluyen los blanqueadores de piel, los desodorantes, los tintes para el pelo, y los
protectores solares. Igualmente, los productos cosméticos importados de otros países,
productos infantiles, productos que empleen ingredientes nuevos aprobados, pero no
incluidos en el catálogo de ingredientes cosméticos y si la empresa fabricante ha sido
investigada por problemas de seguridad o calidad de sus productos en los últimos 3 años,
deberían continuar con el testado en animales. (Schaub, y Liu Guannan, 2019)
Entre 2016 y 2019 China ha continuado flexibilizando su regulación y aprobando
progresivamente métodos alternativos de ensayo no animales para las pruebas en
cosméticos. Finalmente, en mayo de 2019, tanto los cosméticos de fabricación nacional
como los importados de uso ordinario pueden quedar exentos de los requisitos de
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experimentación con animales, siempre que el fabricante haya obtenido las calificaciones
pertinentes para la gestión de la calidad y el producto pase una evaluación de los riesgos
de seguridad. Es fundamental que la seguridad del producto pueda ser plenamente
confirmada.
Sin embargo, no se establece en las nuevas medidas la excepción de los ensayos
toxicológicos de los productos terminados o la supervisión postventa. De hecho, incluso
tras la entrada en vigor de la nueva normativa, sigue existiendo la posibilidad de que se
deban realizar pruebas en animales por parte de las autoridades gubernamentales, incluso
para productos cosméticos ordinarios vendidos en China que hayan cumplido los
requisitos para la exención. (Schaub, y Liu Guannan, 2019)
4. Ética animal
Todos los cambios en la regulación y las prácticas de la industria cosmética respecto a la
experimentación sobre animales se fundamentan en un cambio en la perspectiva ética de
la relación entre hombres y animales. El aumento de la sensibilidad ecológica ha ido
creciendo como uno de los valores principales de la sociedad, planteando nuevos puntos
de vista en el modo de entender al ser humano y su forma de relacionarse con los animales.
Gracias a la evolución de los valores, se trata de superar una visión antropocéntrica del
mundo, donde el ser humano se encuentra como ser principal dentro del ecosistema y
controla la capacidad para convertir la biosfera en un mero depósito de materias primas
de las que servirse para obtener beneficio económico, y alcanzar una posición humanista
trans – antropocéntrica. (Beorlegui, 2005)
La nueva sensibilidad ecológica de la sociedad está llevando a plantearse la incidencia
del ser humano en el entorno ambiental y la utilización de los animales en servicio de los
seres humanos de forma abusiva, constatando la necesidad de establecer reglas de
protección de los animales a partir de la configuración de una ética animal, atribuyéndoles
dignidad y respeto. En la actualidad, a nivel ético y moral se presentan varias propuestas
para fundamentar la existencia de derechos de los animales (Sánchez González, 2002):
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• Éticas ecocéntricas o naturocéntricas: defienden que todos los seres existentes,
vivos o no, son dignos de respeto y de cuidado, en la medida en que todos los
seres vienen a ser manifestaciones o símbolos de un ser superior.
• Éticas biocéntricas: restringen el ámbito de la moralidad a los seres vivos, a todos
los seres vivos, tanto animales como plantas. La ética, en este caso, se centra en
la defensa de la vida, de todo tipo de vida.
• Éticas holistas: es una variedad o precisión de las éticas anteriores, en la medida
en que no centra los derechos y el respeto en cada individuo de cada especie viva,
sino en la defensa de las especies vivas como conjuntos autónomos. Cada
miembro de una especie animal no es insustituible, pero sí lo es cada especie en
su conjunto, que se convierte, por ello, en el objetivo a cuidar y a defender.
• Éticas sensitivocéntricas: extienden los derechos morales tan sólo a los animales
que son capaces de experimentar dolor o placer. Pero dentro de ellas se distinguen
los autores para quienes sólo hay que atribuir “derechos humanos” a ciertas
especies de animales superiores, pero no a todas.
• Éticas antropocéntricas: son las que restringen los derechos y el ámbito de la ética
propiamente tal al campo exclusivo de las personas humanas. La acepción de
antropocentrismo se puede entender en varios sentidos (inclusivo o excluyente),
puesto que, para unos, la tesis antropocéntrica estaría cerrada a conceder ningún
tipo de “derechos” a los animales, mientras que para otros se puede compaginar
la defensa y la consideración de ciertos “derechos” humanos con un bien
entendido antropocentrismo.
Entre estas visiones éticas, podemos destacar la teoría de Peter Singer sobre el respeto a
la dignidad animal, quien aspira a que los intereses de todos los seres vivos deben ser
igualmente considerados. Singer pretende que la población se cuestione el especismo –
la discriminación de quienes no pertenecen a determinada especie – fundamentando su
perspectiva en una visión utilitarista y el principio de minimización del sufrimiento.
(Faria, 2015; Horta, 2011) El autor rechaza discriminación de los seres humanos y los
animales, ya que no importa que característica tratemos de alegar como diferencia
discriminatoria, dada la diversidad física, psicológica y funcional de las personas, siempre
habrá alguien que no la posea. Por lo tanto, de acuerdo con Singer hemos de replantearnos
nuestras actitudes y tener en cuenta los intereses de quienes puedan sufrir y disfrutar, en
particular en lo que atañe al sufrimiento. (Singer, 1990)
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Sin embargo, tanto las posturas moderadas que buscan la reconsideración intuitiva de
nuestras interacciones con el medio ambiente y los animales, como las visiones más
radicales que pretenden la equiparación absoluta de los seres humanos con los animales
sostienen su fundamentación en tres valores fundamentales: el valor de la naturaleza, el
principio de responsabilidad, y el valor del hombre. (Pardo Caballos, 2005)
En primer lugar, se debe poner en entredicho la noción de la naturaleza como fuente de
materias primas, pasando de una concepción materialista de la misma a apreciarla como
un valor en sí mismo. Sin embargo, aunque la naturaleza es un bien en sí mismo, el ser
humano tiene la capacidad de alterarla y explotarla atendiendo al principio de
responsabilidad de Hans Jonas (Jonas, 1984). Esto significa que, el ser humano como ser
social, aunque tiene la posibilidad de transformar su entorno, debe hacerlo teniendo en
cuenta el derecho de las futuras generaciones a recibir un mundo que no haya sido
destruido. Finalmente, el ser humano no existe en un contexto aislado, sino que vive
directamente conectado y tiene la obligación de respetar el mundo que le rodea, captando
el valor de los seres vivos y la naturaleza para evitar no solo su degradación, sino también
la degradación de su propia existencia y dignidad humana. (Pardo Caballos, 2005)
Esta nueva ética animal ha creado muchos movimientos en contra de prácticas habituales
poco respetuosas con los animales y el medio ambiente, entre ellas, contrarias a la
experimentación animal. En varias asociaciones científicas se ha comenzado a rechazar
el testeo in vivo de sustancias en animales al considerar que el paralelismo entre animales
y seres humanos sobre la reacción del organismo ante distintos elementos es, a lo sumo,
casual. Por lo tanto, continuar llevando a cabo pruebas sobre animales, dada su poca
fiabilidad, no solo va posiblemente en detrimento de la salud humana, sino que es
contrario al respeto básico hacia la vida animal. (Croce, 1999)
Igualmente, incluso aquellos científicos y expertos que continúan apoyándose en los
experimentos sobre animales han planteado nuevas formas de afrontar estas prácticas de
forma que se minimicen los daños y sufrimiento infligidos a los animales. Entre ellas se
destaca la regla de las 3Rs como las medidas más extendidas en favor de la ética en la
experimentación animal. En esta regla se busca ante todo remplazar los experimentos
sobre animales por procedimientos válidos que eviten la crueldad animal (modelos
matemáticos, programas informáticos…), reducir al mínimo los animales empleados en
experimentación y el número de pruebas realizadas sobre ellos, y refinar los experimentos
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para minimizar el sufrimiento o la ansiedad de los animales empleados en la
experimentación, o incluso cambiar a una especie con menor capacidad sensitiva.
(Russell y Burch, 1959).
III. EL DISCURSO SOBRE LA EXPERIMENTACIÓN ANIMAL EN LA
INDUSTRIA COSMÉTICA
El conjunto de las prácticas de las empresas de cosmética, especialmente las
multinacionales e internacionales, ha experimentado fuertes cambios motivados por el
fuerte desarrollo del marco regulatorio en contra de las pruebas experimentales en
animales en la Unión Europea. Esto provocó no solo una transformación para el negocio
de las empresas europeas, sino también supuso una evidente necesidad de transición en
el modelo productivo en las empresas internacionales que deseaban mantenerse en el
mercado europeo, lo que repercutió a su vez en el mercado norteamericano. No obstante,
por otro lado, las empresas internacionalizadas que también pretenden ocupar un lugar en
el mercado en China deben someterse a la legislación nacional, totalmente contraria a la
europea en la cuestión de las pruebas sobre animales.
El marco legislativo, así como las tendencias de los consumidores y el desarrollo
tecnológico han creado un contexto para las empresas fabricantes y marcas de productos
de belleza y cosmética en el cual tienen que definir su postura respecto a la
experimentación sobre animales como parte de su desarrollo de negocio. (Siegel, 2017)
1. Fuentes y metodología
El análisis detallado de las comunicaciones, actos, referencias y políticas internas de las
empresas principales de la industria es esencial para conocer y comprender no solo su
posición relativa a la experimentación en animales, sino también las tendencias del sector
y la realidad del sufrimiento animal que implica la cosmética.
Las fuentes analizadas son principalmente las comunicaciones elaboradas por las
empresas (información sobre la empresa en las páginas web, notas de prensa, preguntas
frecuentes y memorias para los accionistas), ya que estas se realizan de forma no
espontánea y reflexionada, transmitiendo de forma más precisa los valores que la
compañía pretende reflejar. Estas publicaciones se analizan también desde la perspectiva
de fuentes secundarias, ajenas a las empresas, para contextualizar e ilustrar la coherencia
de los mensajes emitidos desde las mismas.
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El análisis discursivo, por lo tanto, se centra en el estudio textual y contextual, por un
lado, de las comunicaciones de las empresas más relevantes del sector cosmético en virtud
a su volumen de negocio (más de 2.000MM de dólares de facturación a nivel mundial) y
a su internacionalidad (presencia en más de 150 países): L’Oreal, Unilever, Procter and
Gamble, Shiseido, Johnson and Johnson, The Estée Lauder, Beiserdorf (Nivea) y Coty.
(Willet, M., y Gould, S., 2017) La elección de las grandes empresas para el análisis de su
posición respecto al tema de la experimentación de ingredientes cosméticos sobre
animales se Igualmente, también se estudian las publicaciones creadas por las marcas
controladas por empresas grandes que tienen perspectivas que difieren de su matriz. Por
último, también se consideran los textos elaborados por empresas cuya presencia
económica es menor, pero tienen carácter de activistas y funcionan como disruptoras en
la industria y que fuerzan la innovación y el cambio multinivel en la industria respecto al
testeo en animales (Geels, 2004)
2. Grandes empresas cosméticas
Las grandes empresas de cosmética, que controlan multitud de marcas disponibles en los
diferentes mercados internacionales, son los principales implicados en la fabricación de
miles de productos de belleza y, por lo tanto, se encuentran en el punto de mira respecto
al sufrimiento y la experimentación animal. En su mayoría han emitido declaraciones y
comunicaciones, aunque no todas se han posicionado claramente en torno a esta cuestión.
La mayoría de las empresas principales de productos cosméticos, con mayor volumen de
negocio y presencia en prácticamente todos los mercados alrededor del mundo, incluso
China, afirman no testar sus productos en animales y apoyar el bien estar animal. Sin
embargo, el hecho de mantener la presencia en el mercado chino implica la obligación de
testar sus productos en animales, ya sea en su proceso productivo o mediante la ayuda de
terceros. Esta contradicción en su principal afirmación de evitar las pruebas en animales,
las distintas compañías la justifican centrándose alrededor de distintos discursos para
controlar la posible imagen negativa ante los consumidores.
a. Empresa matriz
Por un lado, prácticamente todas las grandes empresas de cosmética, L’Oreal, Coty, The