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La realidad por escrito.Reflexiones en torno al anlisis del
discurso periodstico
.
Eva Salgado Andrade* .
This work is a methodological proposal to undertake critical
discourse analysisof written journals. The steps include
classification, systematization, andunderstanding the meaning ofthe
discursive materials, process in which linguisticsand semiology are
of extreme value. Among other specific aspects of writtenjournalism
discourse, are taken into consideration its being a merchandise,
subjectto an expiry dateand frequency of publication, as well as
the way in which linguisticdiscourse combines with paralinguistic
elements and icons. This proposal is shownthrough the analysis of a
corpu.l' of news published in Mexican national journalsfrom July
3rd to July 7th, 2000, just when the country was amidst the
commotionofthe alternancy ofpolitical power.
Este trabajo propone una metodologa para el anlisis crtico del
discurso de la prensaescrita, por medio de una ruta que permite
clasificar, sistematizar, interpretar y, final-mente,
contextualizar los materialesdiscursivos,proceso en el cual la
lingstica y lasemiologa son imprescindibles. Se abordan aspectos
propios del discurso periods-tico tales como su carcter de
mercanca, su cadu(;idad y periodicidad, as como laforma en que lo
lingstico se mezcla con lo paralingstico y lo icnico. La aplica-cin
de esta propuesta se ejemplifica con el anlisis de un corpus
obtenido de notaspublicadas en diarios nacionales de Mxico del 3
al7 de julio de 2000, das en loscuales el pas viva la conmocin
derivada de la alternancia en el poder.
* Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropologa
Social de la UNAM.
Comunicacin y Sociedad (DECS, Universidad de Guadalajara), nm.
40, julio-diciembre 2001, pp. 133-168.
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134 Comunicacin y Sociedad
Entre cientficos sociales de diversas disciplinas es creciente
el inters
por el anlisis crtico del discurso. Teun A. van Dijk, destacado
repre-sentante de esta corriente, define/dicho.,anlisis como
"planteamientoespecial dedicado a estudiar los textos y el habla y
que emerge de la
crtica lingstica, de la crtica semitica y, en general, del
modosociopoltico consciente y oposicionista en que se investigan el
len-
guaje, el discurso y la comunicacin" (Van Dijk 1997). Esta
metodo-
loga eclctica permite estudiar tanto aquellos campos que
mantienen
vnculos evidentes con lo discursivo (por ejemplo, poltica,
literatura,medios masivos) como otros donde la preocupacin por el
discurso ha
sido ms reciente, tales como la antropologa, la historia, la
psicolo-ga o el derecho. El acercamiento al lenguaje ha mostrado
fructferas
posibilidades para conocer la realidad que nos circunda.Este
trabajo pretende esbozar algunos planteamientos generales
en tomo al discurso de la prensa escrita, entendida como una
manifes-
tacin cultural que permite acercarse a la forma como la realidad
es
reproducida para pblicos masivos. Karin Bohman sostiene que
"atravs de los medios de comunicacin masiva, sobre todo de la
televi-
sin, se puede crear hoy un consenso nacional que se adapta al
proceso
de reproduccin dependiente de acuerdo con las respectivas
necesida-
des polticas, econmicas y culturales" (Bohman 1989: 243). Al
ana-lizar el discurso periodstico, nos enfrentamos al mismo tiempo
a la
posibilidad de comprender otros aspectos de la sociedad.
La mayor parte de nuestro conocimiento social y poltico, as
como
nuestras creencias sobre el mundo, emanan de las decenas de
infor-
maciones que leemos o escuchamos a diario. Es muy probable que
noexista ninguna otra prctica discursiva, aparte de la
conversacin
cotidiana, que se practique con tanta frecuencia y por tanta
gente
como el seguimiento de noticias en prensa y televisin (Van
Dijk1997: 30).
tUna de las caractersticas distintivas del discurso de la prensa
}
escrita es su carcter de mercanca. Antes de que llegue a
nuestras ;
manos, la informacin contenida en peridicos o revistas ha sido
con- t
cebida y elaborada como parte de un discurso que se ofrece para
su t
venta, por compra directa o suscripcin, a un variado universo de
~
~
,
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Salgada Andrade, La realidad por escrito 135
lectores. Los peridicos poseen, ante todo, el carcter de una
industriaen la que la mercanca prefabricada ser la opinin pblica,
la reali-dad; as, las empresas que los editan tienen un doble
carcter: impor-tancia desde el punto de vista econmico, e
importancia poltica. Lamayor parte de las empresas periodsticas en
Mxico son, en conse-cuencia, negocios destinados a obtener
ganancias o poder poltico, yno instituciones de servicio a la
comunidad. "Puestas a elegir entre lalibertad de empresa y la
libertad de prensa, las compaas periodsti-cas optan por la primera"
(Granados 1980: 100).
No siempre es posible obtener informacin fidedigna sobre
tirajesy circulacin, la cual puede sufrir drsticas variantes en
menos de 24horas. Segn Granados Chapa, "es paradjico, pero no
sorprendente,el que los 'rganos pblicos de informacin' se aferren a
una privacidado a una simulacin tales que impidan confiar
racionalmente en la ve-racidad de los escasos datos que dan a
conocer sobre s mismos"(Granados 1981: 47).
Da con da, el emisor trata de asegurarse de que el receptor
estdispuesto a intercambiar su dinero por una visin flamante (y
ef'lInera)de su realidad. Basta observar superficialmente un
peridico para com-prender en qu consiste el carcter de empresa
econmico que hay trasde ellos; en la superficie de prcticamente
todos ellos una porcin noes ocupada por noticias o informacin, sino
por simple y llana publi-cidad. Su carcter publicitario radica
tambin en el contenido supues-tamente informativo, al apoyar o
promover a diversas empresas de lainiciativa privada. Las empresas
periodsticas se ven obligadas a ha-cerlo porque de ello proviene el
grueso de sus anuncios (Granado s1980: 100).
Al revisar la nmina de diarios y revistas es viable
clasificarlos,en primer lugar, por la frecuencia de su aparicin:
diarios, semana-rios, quincenales, mensuales y aun semestrales y
anuales. Asimismo,el contenido es otra va de clasificacin; as,
tenemos de informacingeneral, econmica, nota roja, deportiva:
Existen, adems, diferen-
1 cias en cuanto a la hora de aparicin: matutinos y vespertinos.
Segn~ Denis McQuail, los aspectos que definen a un medio de
informacin,!, masiva son que sean producto de organizaciones
editoriales, se dirijan
r a pblico amplio y heterogneo, su contenido est abierto a
todos,
.lleguen simultneamente a gran cantidad de personas, distantes a
lasf~.
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136 Comunicacin y Sociedad
fuentes y distantes unas de otras y mantengan una relacin
impersonalante el emisor y el pblico (q: McQuail 1976: 20-23).
Otra caracterstica del discurso de la prensa escrita es su
aparentecaducidad. En efecto, luego de conocer sus 24 (o menos)
horas degloria, en el caso de los diarios, o un mes despus de su
publicacinpara revistas mensuales, el discurso de la prensa escrita
pierdedrsticamente su valor de cambio. No obstante, otro destino
aguardaentonces a los diarios y revistas: ser resguardados para su
consultaposterior y convertirse en testimonio escrito de visiones e
interpreta-ciones de la, a ltimas fechas, catica y despiadada
realidad. En efec-to, buena parte de las investigaciones histricas
recurren al discursoperiodstico como fuente histrica.
Como gnero, el discurso periodstico suele agruparse en
tresgrandes subgneros: informativos, interpretativos y de opinin.
Valela pena hacer varias precisiones, pues pese a la inobjetable
distincinentre unos y otros, existen varias condiciones que ponen
en entredichoesta agrupacin. De hecho, todos los gneros de la
prensa podrancatalogarse como informativos, puesto que dan forma a
una visin dela realidad mediante un discurso, sea una nota
informativa, crnica,entrevista, editorial, ensayo, etctera. As,
carece de validez la pro-puesta de reducir a la categora de tales a
la noticia y a la crnica. De lamisma forma, todos los gneros estn
autorizados a formar parte de lanmina de los de opinin, puesto que
en cada nota, crnica, entrevis-ta, reportaje, ensayo, etctera, es
imposible eliIninar la opinin dequien la escribe, sea esto
consciente o no, explcito o no. La mejorprueba de lo anterior es
que dificilmente habrn de encontrarse dosnotas -idnticas en torno a
un mismo hecho noticioso. La informacinno puede aislarse de una
perspectiva ideolgica, de sistemas de nor-mas y valores en torno a
las relaciones sociales. Ello explica porqudos peridicos que
informan sobre un mismo hecho generalmente pro- tducen informes
diferentes (q: Renkema 1999: 185). Claro est que tpodra tratarse de
un boletn de prensa, publicado sin cambios por dos ;
Io ms medios. Aun en este caso, podra presurnirse que ambos
medios .opinaron que el boletn podra publicarse tal y como fue
enviado. .
Otra de sus caractersticas es el encabalgamiento de lo lingsti-
~co con otros elementos, tales como los encabezados, la tipografa,
el 1emplazamiento. etctera. En la dcada de los setenta hubo grandes
)
:,!
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Salgada Andrade, La realidad por escrito 137
aportes para este acercamiento semiolgico-lingstico al discurso
pe-riodstico. Destacan, en este sentido, las propuestas de
estructuralistasfranceses, como Jacques Kayser (1979) y Violette
Morin (1974), quie-nes desarrollaron la tcnica de hemerografia
estructural, la cual supo-na un gran avance respecto a la
tradicional tcnica de anlisis decontenido funcionalista, que se
populariz sobre todo en los sesenta.
El periodismo es u~a actividad que evoluciona en forma
verti-ginosa, al igual como ocurre con otros medios de informacin.
Hastaahora, la forma tradicional de lectura (por medio de las
versionesimpresas) comienza paulatinamente a ser desplazada y a
presentarnuevas perspectivas tanto en espacio como en tiempo. En
efecto, losperidicos, al circular a travs de pginas de Internet,
aumentan drs-ticamente sus posibilidades de consulta, y pueden ser
ledos desdecualquier parte del mundo. As, las ediciones virtuales
de la prensa sesuman al torrente de informacin que en cantidad
abrumadoramentecreciente puede ser consultada desde una computadora
personal. Estaabundancia de datos, por cierto, no es una fluctuacn
imprevista yaccidental de la oferta informativa, sino representa, a
decir de TheodoreRoszak, una estrategia de control social utilizada
en forma deliberaday, a menudo, experta. "Es uno de los medios
principales de que sevalen actualmente los gobiernos y los grupos
con. intereses creadospara oscurecer los problemas en beneficio
propio; deslumbran y dis-traen con ms datos 'crudos' de los que la
ciudadana es capaz de
, digerir" (Roszak 1988: 199).,j
, Cmo proceder con el anlisis? Una ruta ilustrada!
!i Ante una avalancha de informacin como la que supone la
prensa~ escrita, es conveniente tomar una ruta que nos permita
clasificar, sis-~ tematizar, interpretar y, finalmente,
contextualizar los materialest discursivos. La semiologa y la
lingstica se imponen como esencia-~ les para el anlisis del
discurso periodstico, al concebirlo como un.j 1 Las diversas etapas
de anlisis se irn ilustrando con materiales procedentes de un~
CQrpus formado por 770 notas publicadas entre el3 y el7 de julio de
2000, que se integr
1 para una investigacin en proceso referente a la construccin
discursiva de la alternan-r cia en la prensa nacional.
I
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138 Comunicacin y Sociedad
sistema con una estructura detenninada, entendida sta como un
"sis-tema que permite articular conocimientos que son establecidos
por suselementos constituyentes y la modificacin de uno de ellos
acarrearala modificacin sistemtica de los otros" {Katz y otros
1980: 206).
En tanto que el objetivo de la semiologa o semitica es el
de"construir una teora general del signo en todas sus formas y
manifes-taciones, sean stas animales o humanas, normales o
patolgicas,lingsticas o alingsticas, individuales o sociales"
(Morris 1974: 13),es evidente la ventaja de recurrir a la
perspectiva semiolgica paraexplorar el discurso periodstico, al
confluir en ste diversos tipos designos. De hecho, autores como
Miquel de Moragas han acuado elconcepto de semitica de la
comunicacin de masas para referirlo a la"disciplina que se ocupa
del anlisis de los diferentes sistemas de sig-nos y modelos
discursivos que constituyen los mensajes de la comuni-cacin de
masas" (De Moragas 1980: 19).
Al igual que con cualquier otra empresa de anlisis crtico
deldiscurso, el punto inicial es la construccin de un corpus. Pese
a suaparente simplicidad, el procedimiento de recortar un fragmento
delmundo discursivo lo suficientemente preciso para hacer
generaliza-ciones aplicables a contextos especficos (cj: Carb 2002:
5), implicavarias reflexiones. En primer lugar, habra que responder
a algunaspreguntas: qu buscamos en los peridicos?, para qu habr de
ser-vir la lectura de una coleccin de notas, artculos o columnas e
inten-tar su anlisis? Una sugerencia pertinente es no perder de
vista elobjetivo de la investigacin: cul es la parte de la realidad
qu desea-mos comprender?, por qu pensamos que el anlisis de la
prensapuede contribuir a esa comprensin?, recurrimos al anlisis de
laprensa como fuente histrica?, como registro de la vida
poltica,social o cultural de una sociedad?, como evidencia de la
ideologa deuna poca o de un grupo detenninado?
Al dar respuesta a estas interrogantes aumentar la certeza
dedisear un corpus confiable. Desde luego, si el problema a
estudiar plantea trabajar con un periodo extenso, es factible
fonnar una mues- '>tra representativa, siempre y cuando se haga
a partir de criterios fun- ;damentados. A fin de cuentas, la
construccin de un corpus no es un Iejercicio aleatorio o
improvisado, sino que presupone el inicio de la .
,ruta del anlisis crtico del discurso./,
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Salgada Andrade, La realidad por escrito 139
El siguiente paso es la seleccin de los peridicos o revistas.
Auncuando a priori se haya definido como objetivo de la
investigacin elanlisis de un peridico o de una revista en
particular, es necesarioemprender el anlisis con objetivos muy
precisos, a fin de no incurrir
en ejercicios estriles. Qu buscamos en un medio en particular? ,
qufuncin desel;npea en su contexto de enunciacin?, existen
ciertos
momentos especiales en su historia que convenga retomar?, quin
esel propietario del medio?, ha sufrido cambios en su lnea
editorial? ,qu se sabe o se presupone sobre el universo de sus
lectores?
Una vez que se ha llegado a un acuerdo sobre los medios
impre-sos que interesa considerar para el anlisis, comienza la
seleccin de
notas, que se puede emprender a partir de diversos criterios:
por temasespecficos, por gneros periodsticos, o bien elegir la
produccin de
un autor o columnista determinado.Cuando se ha configurado el
corpus, antes de entrar al anlisis
sintctico fino de los materiales es til considerar que los
peridicos y
las revistas representan un espacio significante, una superficie
de pa-
pel impresa en la cual se ordenan masas y unidades
comunicacionalesque inciden directamente en el contenido especfico
de lo lingstico.
Nos referimos a los elementos paralingsticos e icnicos.En cuanto
a los paralingsticos, que si bien tienen como mate-
ria prima a lo discursivo, estn revestidos de significaciones
adiciona-
les: el texto y tamao del encabezado, el ir o no acompaado
de
subencabezados, balazos, llamadas, sumarios y, en general, todos
loselementos diseados para interesar al lector y para guiar su
lectura.
Como elementos icnicos han de considerarse las fotografas,
carica-
turas,' mapas, grficos, etctera..En el primer caso, el de la
bsqueda e interpretacin de elemen-
, tos paralingsticos, el punto de partida es wia diseccin de la
superfi-, cie impresa. Aqu se podra optar por evaluar y encontrar
sentido al
, nmero de pginas, de columnas o secciones donde se ubica el
mate-
I rial a analizar. En cada peridico, atendiendo a su propia
estructura,, los v.alores que se atr!buyen a es~o~ elementos
di~e~en. Una variacin
consIderable en el numero de pagInas no debena mterpretarse
como/ un mero producto de la casualidad.
1 ..Desde luego, no existen frmulas nicas para .asi,gnar v~lor,
sIgruficante a cada uno de estos elementos, pues cada dIano o
revIstati
;
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140 Comunicacin y Sociednd-
jerarquiza la informacin de modo distinto. S es posible, en
cambio,valorar tales ocurrencias en funcin precisamente de la
macroestructuraidentificada para cada medio. Asimismo, las
posibilidades de inter-pretacin aumentan cuando el corpus abarca
varios medios, de talsuerte que sea factible hacer comparaciones
entre las ocurrencias enunos y otros.
.En este sentido, cuando en un da coincide el tema de los enca-
Ibezados de todos los diarios, estamos frente a un suceso de
incuestio- ,nable trascendencia. Tal ocurri, por ejemplo, el 3 de
julio de 2002en Mxico, cuando todos los peridicos de circulacin
nacional dedi-caron la nota principal a los resultados de la
eleccin. En el casohipottico de que algn medio nacional hubiese
dedicado su nota prin-cipal a otro tema, esta ocurrencia habra sido
desde luego altamentesignificativa. Un da despus comenz a
registrarse una dispersin enlos temas. As, en tanto que algunos
peridicos destacaban la inten-cin del presidente saliente y el
candidato triunfador por trabajar jun-tos durante la transicin
("Trabajarn en conjunto", La Prensa), otrosdedicaron la nota
principal a la crisis desatada en el PRI luego de laderrota ("PRI:
estalla la crisis", Milenio Diario). Otro medio dabainicio a la
especulacin tpica de fines de sexenio para saber quines sehabran de
integrar al gabinete ("Gabinete plural, anuncia Fox", ElUniversal.
Por ltimo, en otro peridico se destac el beneplcito conel que los
mercados financieros internacionales recibieron los resulta-dos
electorales ("Festejan mercados elecciones", Reforma).
La ubicacin, en tanto elemento significante, se modifica
deacuerdo con el medio. Tomemos como ejemplos contrastantes un pe-
fridico como La Prensa. donde an se estila destinar prcticamente
\
\toda la primera plana, incluida la fotografa, a una sola nota,
frente aotros diarios como La Jornada, cuya primera plana se
integra de enca-bezados, balazos o llamadas a pginas interiores de
un nmero varia-ble de notas, y donde incluso se puede llegar a
situaciones dQnde dos ,notas comparten importancia. Adems, en este
ltimo diario la con- ~traportada con frecuencia una extensin de la
primera plana. ~
Ms all de que estos datos sirvan para elaborar una ficha \
hemerogrfica, aaden niveles de sentido a lo expresado. As, son
tan :importantes las regularidades como las excepciones detectadas.
Por lejemplo, a raz de los atentados del 11 de septiembre de 2001
en
~
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Salgada Andrade, La realidad por escrito 141
Estados Unidos, durante varios das, si no es que semanas, la
informa-cin internacional figur en las primeras planas de los
peridicos, yenvarios de ellos se adue del espacio que
tradicionalmente correspon-da a la seccin nacional.
Otro elemento a considerar es cuando la nota aparece con
llama-da en la primera pgina o en la cuarta de forros de algunos
diarios,aunque el texto completo aparezca en pginas interiores. La
ubicacincomo elemento significante se relaciona adems con la seccin
dondeaparece una nota. As, aun en peridicos que destinan una
seccinespecfica a la nota roja, cuando se da cuenta del delito de
algn altofuncionario o alguna operacin relacionada con polticas
nacionalesde combate al narcotrfico, lo ms comn es que se enven a
la
t seccin de informacin nacional.El emplazamiento se refiere a la
contigidad de una nota con
otras, que pueden incluso contrarrestar la informacin de aqulla
oaumentar su peso especfico. Por ejemplo, el3 de julio de 2000, al
darcuenta del resultado electoral, varios peridicos informaron
sobre lasreacciones que aqul suscit en Los Pinos. Tal fue el caso
de El Sol deMxico, cuyas ocho columnas anunciaban: "Gan Vicente
Fox", entanto que en un balazo colocado en la parte ms alta de la
primeraplana se lea: "Cambio ordenado, ofrece Zedillo". Una tnica
similarse advirti en La Prensa, donde en gran tipografa se lea:
"GanFox", en tanto que en su parte superior apareca el siguiente
balazo:"Zedillo ofrece a VFQ una entrega transparente y eficaz del
gobierno".En otros diarios, la nota del triunfo de Vicente Fox iba
acompaadade las reacciones de los otros candidatos; evidentemente,
cada primeraplana organizaba la realidad mexicarui desde diversas
lecturas.
Es igualmente significativo el nmero de columnas que abarcael
diseo de la nota. Si bien el tradicional concepto de las ocho
colum-nas ha sido ya desplazado al aumentar en complejidad el diseo
yrecursos tecnolgicos de los diarios, todava es posible encontrar
sig-nificacin adicional a este aspecto. No tiene la misma
significacinuna nota publicada a lo ancho de cuatro o cinco
columnas que una queabarque slo una, aunque este aspecto tampoco
puede valorarse entrminos fijos para cada diario, pues depender de
las variantes detec-tadas en cada uno de ellos. Es comn, por
ejemplo, que en algunos eleditorial se publique slo en una columna,
circunstancia que no des-
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.142 Comunicacin y Sociedad
virta el peso que adquiere como el pronunciamiento oficial de
cada
diario en tomo a un tema.Relacionado con este ltimo aspecto,
resulta de especial rele-
vancia consignar las modificaciones que se hacen al diseo
tradicional
de cada diario. Por ejemplo, el 3 de julio de 2000 varios
peridicos
publicaron su editorial en la primera plana: "Fox: cambio y
compro-misos", La Jornada; "Cambio, el claro mandato", El
Universal; "Fin
de una poca ", La Crnica de Hoy, entre otros. Lo mismo
ocurri
con varias columnas que, si bien se publicaron en su pgina
habitual,
tenan llamada en la primera plana.Los elementos que aaden tambin
significacin al discurso pe-
riodstico son el tamao y tipo de letra; recursos tipogrficos
tales
como uso de negras, cursivas, entrecomillados; elementos de
diseo como
recuadros, sombreados, etctera.U n universo de especial
significacin en la prensa escrita lo cons-
tituyen las fotografas y caricaturas polticas. Enel caso de las
primeras,
ms all de consignar su aparicin, cada ,una de ellas representa
men-
sajes susceptibles de complejos anlisis, donde entran en juego
lasaportaciones de la semiologa de la imagen y de la comunicacin
no
verbal, a los cuales se suman otros elementos, tales como el pie
de fotoo el crdito al ~utor de la fotografa (bien sea una persona o
una agenciade prensa). En cualquier caso, la imagen no puede
desligarse de su
contexto de aparicin y su lectura e interpretacin depende de la
forma
como se articula con los dems elementos lingsticos y
paralingsticos.Dentro de los elementos icnicos queda tambin
comprendida la
caricatura poltica, gnero que sin lugar a dudas se coloca entre
los
ms importantes dentro de los diarios de opinin, y cuya lectura
yanlisis plantean un rico horizonte de reflexiones en tomo al
nivel
pragmtico de la lengua.I
Propuestas para sistematizar la informacin ,. :.La organizacin y
sistematizacin de los materiales puede hacerse a
partir de varios aspectos. cuya eleccin depender de los
objetivos
especficos de cada investigacin. As, adems de consignar y
evaluar \
aspectos como la pgina donde aparece publicado, resulta tambin
til ..
>
!i
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(
Salgada Andrade, La realidad por escrito 143
agruparlos segn la fuente de informacin o el gnero. Son
desdeluego significativas las diferencias entre materiales
suscritos por unperiodista, una agencia o informaciones annimas,
entre un testigodirecto o un intermediario, algo que Habermas
distingue como la ex-periencia sensorial versus la experiencia
comunicativa (Habermas:308). Asimismo, resulta pertinente citar la
diferencia entre discursodirecto e indirecto, tambin conocido como
polifona o discurso refe-rido. Fue Bajtin quien rompi con la
concepcin de que un nicosujeto hablante coincida con quien
materialmente emite el mensaje,pues en realidad en un mismo
discurso se hacen presentes mltiplesvoces (q: Bajtn 1981: 279;
Reyes 1984: 42-86).
Si bien la taxonoma de gneros periodsticos plantea varios re-tos
y con frecuencia no responde a los dogmatismos acadmicos,
esinteresante considerar si la nota se produjo con una intencin
explcitade slo informar (aunque bien sabemos que la objetividad
periodsticaes una falacia), o se plante como un medio ad hoc para
dar la infor-macin de un vocero autorizado, como ocurre con los
columnistas oarticulistas.
Una vez dispuestos los materiales en grupos ordenados, ya seapor
fuente o gnero, y aun antes de entrar al terreno del anlisis de
lodiscursivo, es importante detenerse en la estructura de cada
nota. Aun-que aparentemente no cabran ms que dos partes componentes
(enca-bezado y texto), en la vida real la estructura es ms
compleja. As, enel primer elemento (encabezado) cada peridico
presenta variantessustanciales. Para Ral Rivadeneira, los
encabezados son "la zona quepreside la informacin de un material
impreso; el campo donde selocalizan los elementos de presentacin
del hecho que se va a referir"(Rivadeneira 1984: 151).
Es indudable que el encabezamiento periodstico, en tanto
queconstituye un resumen de la informacin, es una operacin que
afectael procesamiento por parte del lector. Ms an, si este
encabezamien-to ocupa la primera plana (o la pgina principal de una
edicin vir-tual), la nota en cuestin adquiere una mayor
significacin.
El encabezamiento, por otro lado, aporta informacin valiosa'
sobre los elementos que, a juicio de los redactores, precisan
destacar-: se. Desde luego, es comn que el encabezado no responda
al texto o[ r que destaque slo uno de los muchos elementos
plasmados en el texto.I1.
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144 Comunicacin y Sociedad
As, un punto interesante de comparacin sera, precisamente,
identi-ficar el tema que se destaca como encabezado y cul es, por
el contra-
rio, el tema principal de la nota.La lectura o el anlisis de
cada nota plantea a todas luces la
necesidad de encontrar el hilo conductor temtico de cada una de
ellas,es decir, de qu se habla, independienteinentede las
modalidades es-pecficas. Ello supone la necesidad de determinar el
tema o idea ncleo
de cada nota, lo cual no remite necesariamente a una complicada
ope-
racin de anlisis lingstico. De hecho, en la vida cotidiana -ya
sea
que estemos en el papel de emisores o receptores- a menudo
determi-
namos o reformulamos el tema o idea ncleo de los actos
discursivos,cualquiera que sea su naturaleza u origen. La forma en
que los hablantes
decodifican la informacin para procesarla, sintetizarla y, en
conse-cuencia, registrarla en la memoria discursiva, ha recibido un
interscreciente por parte de los lingistas, principalmente por
cuanto se
refiere al entrecruzamiento de su disciplina con la
psicologa.
En ocasiones la idea ncleo o tema de un discurso -que Prieto
Castillo llama "enunciados decisivos" (Prieto 1994: 167)- no se
ubica
en el terreno de lo manifiesto, sino que subyace en el campo
semntico.
Puede tratarse de un enunciado que condensa la intencionalidad
deldiscurso, aunque en muchas otras hay que int"erirlo o
reconstruirlo. Estanueva idea ncleo, promovida por el discurso
mismo, lo sepa o no quien
lo ha escrito, forma parte de la intencionalidad total del
propio hablan-
te, as como del propio bagaje discursivo del receptor.En el.caso
del discurso periodstico se aade un elemento funda-
mental, el encabezado, unidad formada por la cabeza y todos los
de-
ms elementos que pretenden guiar la lectura o destacar ciertos
aspectosdel contenido de la nota: subencabezados, balazos,
llamadas, suma-
rios. En el caso, muy probable, de que el tema no coincida con
el enca-
bezado, estaremos frente aun elemento nada desdeable para el
anlisis, \al tener evidencias de cmo se pretende guiar la lectura
hacia aspectos \
que no son parte sustancial de la nota en cuestin.Es importante
que el analista acte con cierta cautela cuando sus '
anlisis se basen exclusivamente en el texto de los encabezados,
tenta- \
cin ms que comprensible cuando se trabaja con corpus amplios.
~Sera un riesgo pretender que el anlisis de los encabezados d
cuenta l
del contenido de los peridicos, aunque s puede representar un
medio
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Salgada Andrade, La realidad por escrito 145
interesante para conocer el aspecto que los editores desean
destacar desu informacin. Obviamente, sera preciso abarcar otras
fases de an-lisis para conocer las variantes en las que se dio tal
informacin. Decualquier forma, sirve para construir una
macroestructura temticaque puede ofrecer resultados interesantes,
sobre todo al comparar unmedio con otro, o en periodos extensos de
tiempo.
Otra estrategia til para el anlisis crtico del discurso
periods-tico, en esta etapa de macroanlisis, es considerar los
gneros perio-dsticos. Si bien la taxonoma correspondiente suele
verse limitada enla vida real, es pertinente clasificar las
unidades de anlisis en funcindel gnero en el que se enmarca desde
el momento de su produccin,pues ello habr de darnos una pauta
valiosa respecto a la intencindiscursiva de quien los emite. As, en
el caso de los gneros informa-tivos (nota informativa y crnica),
sabemos de antemano que el su-puesto fin con el que han sido
realizados es informar. Es obvio que alhacer un anlisis detallado
de este tipo de producciones discursivas,saldrn a la luz elementos
que permiten aseverar que quien las escribino puede eliminar sus
opiniones en torno a los acontecimientos. Noobstante, es
interesante contar con una estrategia para saber de ante-mano cul
ha sido la intencin comunicativa.
Por ejemplo, los encabezados principales de los diarios
naciona-les del 3 de julio de 2000 daban cuenta de un
acontecimiento quecimbraba la vida poltica mexicana luego de varias
dcadas de predo-minio de un partido hegemnico. Sin embargo, si bien
la informacinera la misma (los resultados de las elecciones), hubo
variantes en losdiarios que, si bien parecen mnimas, aportan datos
valiosos. El resul-tado electoral tena dos grandes vertientes: quin
haba ganado y qurepresentaba el triunfo. Buena parte de los diarios
destacaban precisa-mente el triunfo de Vicente Fox, sin aportar
mayor informacin (almenos en el encabezado) acerca de las
implicaciones de tal triunfo. A
I la luz del contexto que entonces se viva tampoco pareca
necesarioI especificar qu era lo que se haba ganado, y haba slo una
mencin
lacnica a lo que desde horas antes se haba informado a travs de
losmedios electrnicos. Aqu resultara til recurrir a los conceptos
detema y rhema, segn lo proponen diversos tericos del anlisis,
entreellos Teun van Dijk, en el sentido de que tema es informacin
yaconocida, en tanto que rhema es lo que se aade. Casualmente
los
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146 Comunicacin y Sociedad
peridicos cuya tendencia era, para la poca en que se publicaron
lasnotas, decididamente gobiernista o, ms b~en, francamente
prista,redactaron sus notas sin alejarse de lo que en ese momento
era, lisa yllanamente, tema:
.Gan Vicente Fox (El Sol de Mxico).
.Gan Fox (La Prensa)..Fox triunfa (unomsuno).
Si bien Novedades ofreci informacin ligeramente ms amplia,no se
trat en realidad de informacin nueva:
.Vicente Foxgana la Presidencia (Novedades).
Por su parte, en la nota de Exclsior se opt por una construc-cin
donde aparecieron dos oraciones yuxtapuestas, ambas construi-das en
forma simple, si bien la estructura sujeto-predicado difera enuna y
en otra. La primera era antecedida por el predicado ("TriunfVicente
Fox"), en tanto que en la segunda el sujeto apareca primero("El
p!esidente Zedillo lo reconoci"). Por otro lado, si considera-mos
los dems elementos significantes del discurso periodstico
(em-plazamiento, ubicacin, presentacin), sin duda se daba el mismo
pesoinformativo al triunfo de Fox y al hecho de que hubiese sido
recono-cido por Zedillo:
.Triunf Vicente Fox; el presidente Zedillo lo reconoci
(Exclsior).
El Universal, que tambin haba mostrado sus simpatas hacia
elcandidato prista, de plano opt por no dar como noticia el triunfo
deFox, sino que dio cuenta de la forma en que se llevara a cabo
elproceso de transicin:
~
.Transicin pacfica: Fox (El Universal). \\
Como contraparte, los diarios que se haban mostrado, en ma- fyor
o menor grado, ms crticos hacia la posibilidad de una continui-
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Salgada Andrade, La realidad por escrito 147
dad del PRI en el Poder Ejecutivo, no slo informaron lo que ya
todoMxico saba, sino que externaron, si bien en forma velada, una
opi-nin. Adems, es significativo que en ellos se aludiera, a
diferencia delos casos arriba expuestos, a la situacin a la que se
enfrentaba el PRI.
.Fax, presidente; se acab la era del PRI (La Crnica de Hoy).t
.Fax tira al PRI (Reforma).r.
En Milenio Diario la alusin al PRI se dio de forma implcita.
Esprobable que el universo de sus posibles lectores no requiriera
de ma-yores explicaciones respecto al sentido que subyace a la
redaccin
siguiente:
.Vicente Fax acab con la hegemona (Milenio Diario).
Por ltimo, entre todos los encabezados analizados destaca el
deLa Jornada, que se haba manifestado abiertamente crtico en torno
alas propuestas de campaa del candidato triunfador. A diferencia
delos dems, en la cabeza no figuraba el nombre de Fax, y s en
cambiohaba una clara alusin a lo que implicaban los resultados
electorales.Dicho con otras palabr~s, la informacin era slo rhema.
con unaclara exclusin del tema en cuestin:
.Adis al PRI (La Jornada).
Si tomamos en cuenta que este pequeo ejercicio se hizo slo
conbase en el contenido de la cabeza principal, es fcil imaginarse
todas lasposibles conclusiones que arrojara el anlisis si abarcara
unidadesmayores, tales como todo el encabezado, incluyendo balazos,
cintillos,llamadas, por no hablar del texto completo. Lo
informativo de losgneros inforniativos estara sin duda en tela de
juicio, pero este factorno invalida el que el emisor los ubique en
esta categora y que, enconsecuencia, su anlisis permita captar el
hecho de que al dar formaa la realidad, los emisores no puedan
dejar a un lado su visin de loshechos en aras de una francamente
inexistente objetividad.
Tal vez el caso de los gneros interpretativos (entrevista y
repor-taje) plantee menos conflicto, pues de antemano es un gnero
que se
, .
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148 Comunicacin y Sociedad
concibe como aqul donde la informacin ofrecida es susceptible
deser interpretada por quien la ofrece.
En el otro extremo tenemos a los gneros de opinin
(editorial,columna, artculo de fondo y ensayo), en cuya elaboracin
adems deencontrar la opinin de quien la escribi, estar tambin
presente lainformacin que sirve de sustento para todos los juicios
y valoracio-nes. En este caso, el anlisis puede intentar aislar la
informacin quese ofrece y cmo es despus valorada. Como ejemplo
haremos unsucinto anlisis de los editoriales del 3 de julio. Para
comenzar, losencabezados ofrecen informacin de la parte de
informacin que cadadiario privilegia.
As, El Universal opt por no emitir opiniones sobre la
trascen-dencia de que luego de siete dcadas el PRI perda la
presidencia, y sen cambio valor la accin ciudadana que lo
propiciaba: "Cambio, elclaro mandato". La Jornada resuma dos
grandes asuntos: el pas seenfrentaba al cambio y el candidato
triunfador deba cumplir sus com-promisos de campaa: "Fox: cambio y
compromisos" .La Crnica deHoy privilegiaba no el triunfo, sino lo
que ste traa consigo: "Fin deuna poca". El Sol de Mxico opt por dar
el triunfo no al candidato,sino al pueblo que lo eligi: "El pueblo
decidi". El unomsuno pre-firi encabezar su editorial con una
lacnica mencin a la fecha: "2 dejulio de 2000". La Prensa, "el
peridico que dice lo que otros ca-llan", se limitaba a decir lo que
todos saban: "Fox, el triunfador". ElNovedades, contrario a lo que
su nombre podra sugerir, no daba cuentade novedad alguna: "El
triunfo de Vicente Fox. A diferencia de losotros diarios, el
editorial de Exclsior se dividi en cuatro grandesncleos: "Deterioro
del Sistema Poltico", "Que Persista Pluralidad","Cierre de un ciclo
histrico", "Prevaleci la Democracia", "Marco
Iinstitucional de la transicin".A partir de los planteamientos
anteriores, podemos esbozar otra )
estrategia de anlisis para contar con una visin panormica de los
.materialesdiscursivos y que se centra en la intencin de cada
discurso. )Esta propuesta parte de la teora de los actos de habla,
introducida por .
John Austin en 1962, segn la cual "el acto de expresar la oracin
esrealizar una accin, o parte de ella, accin que a su vez no sera
nor-
Imalmente descrita como consistente en decir algo" (Austin 1982:
45-46). Segn Austin (idem: 138) y la teora reformulada pocos
aos
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Salgada Andrade, La realidad por escrito 149
despus por Searle (Cf Searle 1986), hablar implica una
tricotoma,en la cual podemos distinguir tres actos distintos:
locucin, ilocuciny perlocucin. El acto locutivo es el que se
realiza por el simple hechode decir algo. El acto ilocutivo es el
que se realiza al decir algo: Elacto perlocutivo es el que se
realiza por haber dicho algo, es decir, serefiere a los efectos
producidos.
Las acciones discursivas son muy distintas de otro tipo de
ac-tuar. Habermas las define como "actos con los que un hablante
puedeentenderse con otro acerca de algo en el mundo" (Habermas
1990:67). No solamente lo que se dice conlleva un mensaje; es
precisoatender tambin a cmo se dice.
Por otro lado, Habermas plantea que al ejecutar un acto de
hablase dice tambin qu se hace, es decir, se ordena, suplica,
promete,informa, cuestiona, etc. Por lo tanto, los "actos de habla
se interpre-tan a s mismos; pues tienen una estructura
autorreferencial. El com-ponente ilocucionario fIja, a modo de un
comentario pragmtico, elsentido en que se est empleando lo que se
dice" (idem: 69).
Oswald Ducrot (Ducrot 1984: 141) encuentra que la
diferenciaentre los actos ilocutorios (preguntar, afirmar, ordenar,
prometer...)Y los perlocutorios (consolar, confundir, hacer creer..
.) radica en queel enunciador no puede efectuarlos sin evitar que
el destinatario sepaque los efecta. En cambio, en los segundos 1a
accin puede quedar
oculta; as, por ejemplo podemos consolar a alguien ocultndole
quer lo consolamos; pero no podemos interrogarlo o darle una orden
sin
intentar al mismo tiempo hacerle saber que es objeto de una
interroga-I cin o de una orden. La ndole esencialmente "abierta" de
estos actosI torna difcil no considerarlos como parte integrante
del sentido de losI enunciados por medio de los cuales se los
efecta.f Trasladando los supuestos anteriores al anlisis del
discurso de laI prensa, identificamos como acto locutivo a cada una
de las unidadesI discursivas que componen la prensa, en tanto son
"la emisin de cier-
tas palabras en una determinada construccin y con un cierto
significa-I do" (Austin 1982: 138). Si el anlisis se encamina a
detectar qu fue lo\ que se realiz al escribir lo que se escribi,
estamos hablando de los
actos ilocutivos y perlocutivos. En la prensa, la gama de
actosilocutivos podra comprender informar, opinar, anunciar,
cuestionar,negar, prometer, ordenar o desn;1entir. Por cierto,
todos estos actos
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150 Comunicacin y Sociedad ~
parecen tpicos del discurso poltico, y en efecto lo son. Es
convenien- rte retomar aqu la diferencia que Eliseo Vern da entre
el discurso de (la informacin y el poltico, que "reside en el hecho
de que en el 'primero el enunciador aparece como mediador-testigo,
mientras que (
el enunciador poltico se construye a s mismo como fuente
privilegia-da de la inteligibilidad de la descripcin y de las
numerosasmodalizaciones apreciativas (evaluaciones) que articulan
la descrip-cin" (Vern 1987: 21).
La identificacin de las acciones discursivas de la prensa se
vetambin enriquecida al tomar en cuenta los aportes de Roman J
akobson(q Jakobson 1981: 353), al plantear las funciones que
correspondena cada uno de los elementos en el proceso de la
comunicacin. Supropuesta tuvo como punto de partida el modelo
tradicional del len-guaje, que se limitaba a las funciones emotiva,
conativa y referencial,ya las tres puntas de este modelo: la
primera persona, el destinador; lasegunda, el destinatario; y la
tercera, de quin o de qu se habla.
Jakobson aadi a estas funciones la fctica (encaminada a
re-forzar el canal), la potica (centrada en el mensaje) y la
metalingstica(que se refera al propio cdigo con el que se elabora
el mensaje). Noobstante adverta que, aunque se distingan seis
aspectos bsicos dellenguaje, sera dificil hallar mensajes verbales
que satisficieran unanica funcin. La diversidad no est en un
monopolio por parte dealguna de estas varias funciones, sino en un
orden jerrquico de fun-ciones diferente. La estructura verbal de un
mensaje depende, prima-riamente, de la funcin predominante. Pero
incluso si una orientacinhacia el contexto -la llamada funcin
referencial- es el hilo conduc-tor de varios mensajes, "el lingista
atento no puede menos que tomaren cuenta la integracin accesoria de
las dems funciones en tales
mensajes" (ibid.).Trasladando las consideraciones anteriores al
discurso de la pren-
sa, y considerando la organizacin en tres gneros discursivos
bsicos(informativos, interpretativos y de opinin) la accin
discursiva fun- .fdamental es la de informar, que equivaldra por
cierto a la funcinreferencia! de Jakobson. Otra accin discursiva
esencial es la de opi- \nar, que parece encajar con lo que Jakobson
denomina como funcinemotiva, al estar centrada en el emisor, en que
ste d su punto devista en torno a algo. Esta opinin no ha de ser
necesariamente la del
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152 Comunicacin y Sociedad
enunciacin postula que muchas formas gramaticales, palabras
dellxi-co, giros y construcciones tienen la caracterstica constante
de que, alhacer uso de ellos, se instaura o se contribuye a
instaurar relacionesespecficas entre los interlocutores.
Al igual que con cualquier otra manifestacin discursiva, la
prensa escrita tiene diversos niveles: sintctico, semntico y
pragmti-co. En el nivel sintctico habrn de estudiarse las
relaciones de los
signos entre s y la relacin de un signo con otros,
independientementede lo que signifiquen. En el nivel semntico se
atender la relacin
entre el signo y el objeto designado. Por ltimo, el nivel
pragmtico
se ocupa de la relacin entre el signo y el sujeto que lo utiliza
(Cf
Moragas 1980: 51). No se trata de proponer un anlisis individual
decada nivel, sino de concebir al discurso como una unidad, donde
si-
multneamente entran en juego cada uno de estos niveles.As, si el
anlisis se limita slo a lo manifiesto, se corre el riesgo
de encontrar con mucho esfuerzo lo que se presenta a menudo.
"Casi
no se tiene el sentimiento de tocar estructuras ms ocultas pero
ms
profundas de la informacin" (Mouillaud 1968: 26). Cuando se
estu-dia el discurso como una produccin social, esta incursin hacia
di-
versos niveles no slo es deseable, sino que se impone como
unacondicin. Esto, lejos de desdear el plano sintctico, lo ubica
en
primer y principal lugar. Los productos verbales se organizan
bsica-mente sobre una trama sintctica que proporciona el fundamento
parala ocurrencia de diversos elementos y relaciones entre los
mismos:
Algo ocupa el lugar del sujeto gramatical, si el sujeto no est
tcito,y si lo est, ello seala una ausencia: el verbo principal
predica algode ese sujeto; los complementos agregan informacin
acerca del
mismo [...] Esta red constituye a nuestro juicio un nivel de
trabajoque es fructfero e imprescindible para un anlisis de
discurso que
quiera evitar la trampa del contenido y el aplanamiento de los
mate-riales (Carb 1984: 8)..
El anlisis sintctico no garantiza resultados rigurosos e
inobjetables. Si consideramos las infinitas posibilidades de
eleccin ycombinacin de signos que llev a cabo cada hablante, y
sabiendo quecontamos slo con informacin mnima sobre sus
circunstancias de
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Salgada Andrade, La realidad por escrito 153
enunciacin, presuponemos que slo es posible realizar un
anlisissintctico desde una perspectiva parcial -la del analista,
desde lue-go-, y que a fin de cuentas todo anlisis sera parcial.
Esta "subjeti-vidad" en el anlisis sintctico est tambin
estrechamente ligada con.el hecho de que no hay consenso o verdades
inobjetables en la gram-tica de la lengua.2
Retomando los planteamientos de Ja lingstica textual
(Beau-grande y Ulrich 1981), es conveniente que cualesquiera sean
las unida-des que se seleccionen para el anlisis, se estudien como
un todorelacionado. Ya hemos visto lneas arriba cmo el anlisis del
encabe-zado por s mismo resulta con frecuencia insuficiente. Desde
luego,
tampoco parece sencillo emprender el anlisis sintctico completo
detodo el texto. Tal vez una salida que convendra explorar es el
anlisis
del primer prrafo de cada nota seleccionada. Finalmente, esta
selec-cin no es del todo arbitraria, pues en el discurso de la
prensa los
periodistas, reporteros, comentaristas, columnistas o
editorialistas sue-len iniciar con lo que a su juicio puede
garantizarles la atencin de sus
lectores. As, adems del encabezado, cabe fijar la atencin en
esas
primeras lneas que, por una parte, pueden signifiCar tener o no
lectores.
Por otra parte, la propia prctica del periodismo ha fijado
su
atencin precisamente en esas primeras lneas. Por ejemplo, es
tpicoel consejo que reciben los aspirantes a reportero para
redactar las notas
con la forma de una pirmide invertida: lo ms importante al
princi-
pio y lo menos importante al final. Asimismo, la naturaleza de
uneditorial o artculo de tondo se define por el primer prrafo:
informa-
tivo, deliberativo o combativo, segn aparezca en primer lugar
lainformacin, los principios generales o la conclusin, elementos
queforman la estructura del discurso de opinin.
2 Quizs por ello Noam Chomsky se pronunci por la construccin de
una gramticauniversal, que denomin como generativa y
transformacional y que, lejos de buscarreglas precisas del
funcionamiento de lenguas concretas, tendra como objetivo
esen-cia\examinar cmo se genera la lengua. (q Chomsky 1976).
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154 Comunicacin y Sociedad ~
El3 de julio de 2000 en la prensa, "un breve ejercicio de
anlisis I
(
Para ejemplificar algunas posibilidades del anlisis siIltctico,
a partir I
de un corpus mayor que abarca la cobertura periodstica de la
alter-nancia en el poder, realizamos una seleccin consistente en
los enca-bezados y primer prrafo de la nota principal y del
editorial publicadospor diez diarios de circulacin nacional: El Sol
de Mxico, El Univer-sal, La Crnica de Hoy, La Jornada, La Prensa,
Milenio Diario,Novedades, Reforma, unomsuno y Exclsior.
En total se seleccionaron 23 unidades: 10 notas informativas y13
editoriales. Para hacer esta seleccin se consider como nota
prin-cipalla que responda al encabezado de mayor tamao en cada
diario,independientemente de que se hubiera publicado en la propia
primeraplana o que, mediante una llamada, se remitiera al lector a
pginascentrales. La nota principal es, adems, una importante carta
de pre-sentacin de cada diario, lo que a juicio de sus emisores es
la informa-cin clave y sinttica que resume el da anterior. En este
caso, setrataba adems de presentar una noticia que se presupona era
ya cono-cida, desde que a las 20 horas del domingo anterior las dos
principalescadenas televisivas fueron autorizadas por el (FE para
difundirla.
En cuanto a los editoriales, stos representan el punto de vista
delos peridicos frente al estupor o el entusiasmo con que el pas
pro-ces los resultados electorales que luego de 70 aos no fueron
favora-bles para el Partido Revolucionario Institucional y culmin
as unacampaa presidencial indita en la vida poltica nacional. Se
considercomo editorial a la informacin encabezada con ellogotipo
del diario,que en esta ocasin especial fue publicada por varios
diarios en laprimera plana. En el caso de Exclsior, el editorial se
dividi en tresbloques, cada uno encabezado por tipografa similar.
Por ello, se con-sideraron como unidades separadas de anlisis. Lo
mismo se detect \en La Crnica de Hoy, ~uyo editorial se dividi en
dos segmentos.
Aunque reducida, esta muestra puede servir para ilustrar las
po-sibilidades del anlisis sintctico, y al mismo tiempo iniciar las
re-flexiones en torno a un trabajo ms extenso, que se propone
analizarcmo fue construida discursivamente la alternancia en la
prensa diarianacional durante la semana que sigui a las elecciones
del 2 ~e julio de~
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Salgada Andrade, La realidad por escrito 155
2000. Es pertinente sealar que cada una de las fases del anlisis
cuyosresultados se resumen a continuacin se hizo con base en la
estructuradel discurso periodstico y de sus elementos de
significacin, talescomo ubicacin, emplazamiento, recursos
tipogrficos y elementosicnicos, entre otros.
Como primer paso se identific el tema clave de cada nota in-r
fonnativa y de cada editorial. A fin de evitar la dispersin
temtica, se
disearon campos semnticos capaces de sistematizar las variantes
decada tema detectado, sin que se perdieran sus especificidades. En
or-den descendente, los temas detectados fueron, primero "Triunfo
deFax" (ocho unidades, 34.78%), rubro bajo el que se consideraron
lasnotas o editoriales que difundieron los resultados de la
eleccin, sinentrar en detalles sobre las implicaciones de la misma.
El segundotema en frecuencia fue "Fin del PRI" (cuatro unidades,
17.39%), queatendieron no tanto a los resultados, sino lo que
significaban para elpartido que durante siete dcadas haba estado en
el poder. El tercerlugar (tres unidades, 13.04%) correspondi a
notas destinadas a enal-tecer la figura del presidente Zedillo o la
jornada electoral ejemplar.Se obtuvieron dos registros para el tema
"Inicio del cambio", que sibien pudiera pensarse que equivale al
del "Fin del PRI", se distinguede ste al no mencionar explcitamente
a este partido, sino a centrar suatencin exclusivamente en el
cambio, sin entrar en detalles sobrequin fue el remplazado.
Asimismo, el tema "Decisin del pueblo"no corresponde necesariamente
al de "Jornada ejemplar", pues se li-mita a informar (casi
pareciera que a responsabilizar) que el pueblodecidi votar por otro
partido. En esta reducida pero significativamuestra, Francisco
Labastida logr figurar como tema principal deuna oracin, mediante
entusiastas alabanzas. Por ltimo, dejamos sinenglobar un tema que
no pareci tener ubicacin en ninguna de lascategoras anteriores; en
un primer prrafo de su editorial, construidocon una serie de frases
nominales, escuetamente titulado "2 de julio de2000", los
redactores de unomsuno parecen ser vctimas del estupory la
sorpresa: "Da de emociones encontradas, s. De eventos
inditos,tambin. De sorpresas hasta para quienes crean que el cambio
demo-crtico ya haba llegado a Mxico".
Por ltimo, es tambin significativo registrar no slo las
ocu-rrencias, sino tambin las ausencias. De.staca, en este sentido,
que de
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156 Comunicacin y Sociedad ~
CUADRO 1Temas clave de las principales notas informativas y r:de
los editoriales aparecidos en diez peridicos de c
Mxico el 3 de julio de 2000 (
Tema Total Peridicosunidades
Triunto de Fox 8. La Prensa, Exclsior,La Crnica de Hoy,unomsuno,
El Sol de Mxico,El Universal, Novedades,
~ Refomla.Fin del PRI I 17.39 La Jornada, Exclsior (2),
Milenio Diario.Alabanza a Ze 13.04 La Prensa, Exclsior,
Novedades.Jornada electoral 13.04 Novedades, La Jornada,ejemplar
El Universal.Inicio del cambio 8.70 La Crnica de Hoy (2).Decisin
del pueblo 4.35 El Sol de Mxico. ! ;
Estupor 1 4.35 unomsWlO. :;P1a'Alabanza a Labastida 1 4.35
Exclsior. 11 '"
Fuente: elaboracin propia.
los 10 peridicos analizados. dos no hayan tenido como tema clave
desu noticia principal ni de su encabezado el triunfo de Fox. Se
trat de LaJornada y Milenio Diario.
Cul era el objetivo de las notas principales o de los
editorialesdel 3 de julio? Simplemente informar de lo acontecido?
Opinar afavor o en contra de algo o alguien? Persuadir al lector de
realizaralguna accin? Con el fin de saber no slo cul era la accin
discursivadetectada, sino el tema al que se destin, se hizo una
bsqueda combi-
\nada de ambas categoras. As, se obtuvo que ms de la mitad de
losmateriales analizados (13 ocurrencias, 56.52%) tenan como
accininformar; los dos temas para los que predominantemente se
empleesta accin fueron el triunfo de Fox y el fin del PRI.
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Salgada Andrade, La realidad por escrito 157
La siguiente accin discursiva detectada fue aprobar (nueve
ocu-rrencias, 39.13 % ). Las alabanzas se repartieron por igual
para darcuenta de la ejemplar jornada y de la actUacin de Ernesto
Zedillo(tres ocurrencias, 13.04%). Por ltimo, slo se encontr una
nota
[' CUADRO 2Temas clave de las principales notas informativas y
de los
editoriales aparecidos en diez peridicos de Mxico el 3 de
juliode 2000 por tipo de accin discursiva
Tipo de accin Total % Peridicos
Wlidades
Infomlar (13 ocurrencias, 56.52%)
Triunfo de Fox 7 30.43 La Prensa, Exclsior,La Crnica de
Hoy,WlomsWlO, El Sol deMxico, El Universal,Novedades.
Fin del PRI 3 L 13.04 La Jomada, Refomla,Exclsior.
Decisin del pueblo L; 4.35 El Sol de Mxico.Inicio del cambio .,
1 .4.35 La Crnica de Hoy.Estupor 1 4.35 W1omsuno.
Aprobar (9 ocurrencias, 39.13%)
Jomadaejemplar 3 13.04 Novedades, La Jomada,El Universal.
Alabanza a Zedillo 3 13.04 La Prensa, Exclsior,Novedades.
Alabanza a Labastida 1 4.35 Exclsior.Fin del PRI 1 4.35 Milenio
Diario.Inicio del cambio 1 4.35 La Crnica de Hoy.
Criticar (1 ocurrencia, 4.35%)
Fin del PRI 1 4.35 Exclsior.
Fuente: elaboracin propia.
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158 Comunicacin y Sociedad ~
donde la accin discursiva predominante fue criticar, y las
bateras PIestuvieron enfocadas hacia el PRI y su actuacin de los
ltimos aos. a'
Casualmente, esta nota se detect en Exclsior, diario que por
ciertodedic una nota de alabanza a Labastida. l.
Daremos cuenta ahora de algunos hallazgos sintcticos para ha-
Icer evidentes las posibilidades del anlisis de discurso en
interaccin Jsocial. En primer lugar, nos centraremos en el ncleo
oracional. Ante tlas distintas concepciones que se tienen en torno
al concepto de n- ~c1eo, es preciso clarificar qu habremos de
entender por l y, en con- .
secuencia, precisar el inters que reviste para el anlisis. Para
Martinet !se trata de "unidades que no podran desaparecer sin
eliminar el enun-ciado considerado" (Martinet 1987). Son a las que
tradicionalmentese les ha denominado sujeto y predicado. "Lo que
parece que existeen todas las lenguas conocidas es un ncleo, a
partir del cual puedeproducirse la expansin, y elementos que
constituyen esa expansin"(ibid. )
Ahora bien, para qu sirve aislar el ncleo? La respuesta radicaen
la posibilidad de identificar, sintcticamente, la cadena de sujetos
ypredicados en torno a los cuales se estructur el discurso. Esta
fase delanlisis, si bien tiene puntos en comn con la construccin de
unamacroestructura temtica (al identificar el tema de cada oracin),
di-
~ tiere de ella puesto que no se tratar de un fenmeno de
interpretacin
y reconstruccin por parte del analista, sino que a partir de un
proce-dimiento sintctico se aislarn los sintagmas nominales y los
sintagmas
r verbales (s\Jjeto y predicado) que en el discurso de la prensa
habrn deexpandirse, refutarse, argumentarse, etctera, mediante
otros recur-sos gratnaticales: coordinacin con otras oraciones,
subordinacin,transposicin, modificaciones o ampliaciones de
sentido, etctera.
Una aclaracin vlida para el discurso de la prensa escrita,
sobretodo en lo que se refiere a los encabezados, es que con
frecuencia nosenfrentamos con frases nominales y no con oraciones;
por tanto, nosiempre es factible encontrar ncleos. Sin embargo, es
innegable el
inters de regjstrar e interpretar los que s estn presentes, pues
impli-can que a un sujeto se le atribuye explcitamente una accin.
Tome-In"". a I1la[lera L1e ejel1l!",.'",. I,",s elClcabczados
principales publicados el3 de julio en La Jornada y Reforma: "Adis
al PRI" y "Fox tira al
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Salgada Andrade, La realidad por escrito 159
PRI". En el primer caso, nadie es sealado como el responsable de
unacontecimiento; en el segundo, existe un protagonista del
mismo.
El procedimiento para aislar los ncleos consisti en aislar,
delas 23 unidades de anlisis, los sujetos y predicados de las
oracionesprincipales, estuvieran stas como parte del encabezado o
del primerprrafo. Se obtuvieron en total 100 ncleos, lo cual arroj
igual n-mero de sujetos gramaticales y de predicados. Cabe aclarar
que elsujeto no siempre es explcito, ya sea por tratarse de
construccionesanafricas, es decir, que hacen referencia a un
contexto anterior, opor tratarse de verbos conjugados en los que es
posible inferir el ver-bo. Optamos por presentar una interpretacin
global de los resultados,pues ello dar cuenta de quines fueron
considerados sujetos capacesde ejecutar acciones.
El sujeto gramatical ms empleado fue "Vicente Fox" en diver-sas
variantes: "Fox", "Vicente Fox", "el panista", "el panista Vicen-te
Fox", y desde luego tambin se registr como sujeto
gramaticalelidido. En total se registraron 27 ocurrencias. Los
peridicos dondese registraron fueron, en orden descendente: La
Crnica de Hoy yNovedCdes (cinco menciones, 18.52%); Exclsior
(cuatro menciones,14.81 %); La Prensa, Reforma y Milenio Diario
{tres menciones cadauno, 11.11 %); El Sol de Mxico (dos menciones,
7.41 %), Y El Uni-versal y unomsuno (una mencin cada uno, 3.70%).
El nico peri-dico de la muestra donde no se detect a Fox como
sujeto gramaticalfue La JonJada.
El segundo sujeto gramatical ms empleado fue Ernesto Zedillo(14
menciones). Generalmente se le denomin por su apellido o
como"presidente Ernesto Zedillo" o, sin parar en adjetivaciones,
Exclsior
F se refiri a l como "Alguien que piensa en el tallo de la
historia; sin
detenerse en el juicio transitorio de las urgencias del
momento", y "unartfice sin cuya aportacin ello no se hubiera
logrado en un plazo tanbreve". Estas referencias fueron detectadas
en Exclsior (cinco men-ciones, 35.71 %), unomsuno (tres menciones,
21.43%), La Prensa yNovedades (dos menciones cada uno, 14.29%) y El
Universal y Re-forma (una mencin cada uno, 7.14%). No se
registraron ocurrenciasde este tipo en La Jornada, Milenio Diario
ni La Crnica de Hoy.
El pueblo en diversas acepciones (todos, electores, la
ciudada-na, la mayora, los ciudadanos, Mxico) ocup el tercer lugar,
con
,
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160 Comunicacin y Sociedad
14 ocurrencias, de las cuales La Crnica de Hoy y El Sol de
Mxicopublicaron tres (21.43%), Exclsior, El Universal y La Jornada
dosmenciones cada uno (14.29%) y Milenio Diario y La Crnica de
Hoyuna mencin cada uno (7.14%).
De los nueve registros que correspondieron a FranciscoLabastida,
cuatro provenan de Exclsior (44.44%), y los cinco res-tantes de
Novedades (dos menciones) y de El Sol de Mxico, La Cr-nica de Hoy y
El Universal.
Los restantes participantes de la contienda, tales como la
demo-cracia, Cuauhtmoc Crdenas, ellFE y Jos Woldenberg,
obtuvieronescasos registros.
Al aislar los ncleos se allana tambin el camino para analizar
einterpretar las ocurrencias discursivas relacionadas con los
verbos,principalmente en sus accidentes de tiempo, persona y modo.
Porahora, slo mencionaremos brevemente que en tanto que los
verbosadyacentes a "Fox" como sujeto gramatical estn conjugados,
casi enla misma proporcin, en pretrito (15 ocurrencias, 55.55 %) y
en pre-sente (44.45 %). Por el contrario, los verbos que
corresponden a "pue-blo" y sus modalidades aparecen conjugados en
tiempo pretrito (10ocurrencias, 71.43%), en tanto que hay slo dos
ocurrencias en pre-sente (14.29%), una en antepresente (7.14%) y
una en futuro (7.14%).Estas cifras son, sin duda, reveladoras y
sugieren varias posibles inter-
pretaciones.Detectar e interpretar la frecuencia de empleo de
los nombres
propios representa otra va de anlisis sintctico que
presentamossomeramente. Segn Jakobson, los nombres propios ocupan
un lugarparticular en nuestro cdigo lingstico: la significacin
general de unnombre propio no puede definirse sin referencia al
cdigo (Jakobson1981: 309). Al buscar los nombres propios empleados
en el microcor-pus, independientemente de que fungieran o no como
sujetos grama-ticales, se encontr, como pareca evidente, que el
universo se restringia los tres candidatos principales de la
contienda electoral, as como alentonces presidente del pas, Ernesto
Zedillo, y a su homlogo del(FE, Jos Woldenberg. Una significativa
ocurrencia se detect en La .Jornada, donde se hizo mencin al
fundador del partido que, con esta .contienda, se despeda de 71 aos
de hegemona.
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Salgado Andrade, La realidad por escriio 161'
CUADRO 3Sujetos gramaticales en los ncleos oracionales
Frecuencia %, Vicente Fox 27 27
Zedillo 14 14Pueblo 14 14PRI 10 10
Labastida 9 9Democracia 5 5Resultados de la jornada electoral 5
5Alianza por el Cambio 4 4FE 3 3
Cuauhtmoc Crdenas 2 2Jos Woldenberg 2 2El da (2 de julio) , 1
1
Nadie 1 1El cambio 1 1Prensa extranjera 1 1Una especie de
animadversin colectiva a las gestionesGubernamentales 1 1Total 100
100
Fuente: elaboracin propia.
Sintomticamente, las frecuencias alcanzadas por cada uno delos
tres contendientes reflejan, en cierta forma, los resultados
electo-rales: en primer lugar se ubic Fox, en tanto que Labastida y
Crde-nas obtuvieron menos registros y fueron incluso superados por
ErnestoZedillo, a quien se consider como uno ms de los triunfadores
de lacontienda electoral.
La bsqueda de adjetivos abre una rica veta de anlisis en
eldiscurso periodstico, pues permite identificar cmo es valorada
lavisin de la realidad que se difunde. Es pertinente sealar que
bajoeste rubro se consideran no slo las palabras que
gramaticalmente cum-plen tal funcin, es decir, adjetivos
calificativos, posesivos, numera-les o indefinidos, sino que
resulta muy til aislar las oraciones o frasesnominales que
desempean una funcin de adjetivacin.
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,162 Comunicacin y Sociedad ~
CUADRO 4 JFrecuencia de los nombres propios detectados en los
corpus (
de las principales notas informativas y de los
editorialesaparecidos en diez peridicos de Mxico el 3 de julio de
2000 I
Peridicos Vicente Ernesto Francisco Cuauhtnwc Jos PascuaFox
Zedillo Labastida Crdenas Wolden Ortiz
berg Rubio
El Sol de Mxico 2 O 2 2 O OEl Universal 3 1 2 1 1 OExclsior 4 6
2 2 1 OLa Crnica de Hoy 2 1 1 1 O OLafomada 1 1 O O .O 1La Prensa 5
2 1 1 1 OMilenio Diario 2 O O O O ONovedades 5 2 2 1 O ORefomza 3 1
O O O Ounomsuno 3 2 O O O O
Total ~ 16 10 8 3 1
Fuente: elaboracin propia.
En nuestro microcorpus hubo varias ocurrencias de frases
nomi--nales o de oraciones traspuestas a adjetivos. Sin duda, esto
era unreflejo de que el pas se enfrentaba a situaciones inditas,
para cuyavaloracin era preciso recurrir a complejas construcciones
sintcticas.Por ejemplo, El Universal defini los resultados adversos
al PRI como:"una derrota contundente que demostr la madurez de un
pueblo que
.contla en las instituciones para avanzar hacia una transicin
democr-tica de modo pacfico, sin sobresaltos ni riesgos
innecesarios." Lalabor dellFE fue calificada como: "un trabajo
organizativo que permi-ti la realizacin de comicios verdaderamente
ejemplares por muchosmotivos, el principal de ellos, que cancel
cualquier posibilidad de Iimpugnacin o controversia". I
Exclsior dedic esta emocionada loa al candidato
derrotado:"Francisco Labastida, a quien el presidente Zedillo
expres su admi-
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Salgada Andrade, La realidad por escrito 163
racin y respeto, no slo por su desempeo en campaa como
candi-dato del PRI sino tambin por toda su trayectoria profesional
[...] sere-no, sonriente, sincero [y obtuvo] el aplauso
incondicional de cuantosestaban presentes y de muchos que lo
escuchaban por radio y televi-sin". Ernesto Zedillo tambin despert
una franca vena potica entrelos redactores de este diario, quienes
lo calificaron como: "un artficesin cuya aportacin ello no se
hubiera logrado en Qn plazo tan breve",capaz de demostrar "la
extraordinaria serenidad slo factible de serexpresada por quien
sabe muy bien lo que hace y reconoce la validezde tomar riesgos, si
stos son en beneficio de la patria y, sobre todo, delas
generaciones futuras", as como: "Alguien que piensa en el fallode
la historia; sin detenerse en el juicio transitorio de las
urgencias delmomento".
No todo fueron alabanzas, pues hubo tambin valoraciones es-o
cuetas, que ms parecan informar que presentar un juicio. Por
ejem-
plo El Sol de Mxico adjetiv a Fax, adems de "el panista",
como:"el hombre que habr de ocupar la silla presidencial durante
los prxi-mos seis aos, a partir del primero de diciembre".
Tal vez una de las adjetivaciones ms sobresalientes fue la que
seidentific en La Prensa, donde la accin de Ernesto Zedillo
despertms entusiasmo: "una jornada cvica ejemplar, en que los
ciudadanosse volcaron a las urnas para expresar el sentido de su
voto"; para eldiario: ., este hecho era inslito en la historia
[...] Pero ms [inslito]
sera que el presidente de la Repblica reconociera que Fax
habaganado y lo felicitara pblicamente".
La sucinta exploracin anterior pretendi ilustrar algunas de
lasmltiples vas de anlisis gramatical que permiten incursionar en
losaspectos semntica y pragmtico del discurso de prensa. Existen
des-de luego otros fenmenos discursivos en los que por ahora no
nosdetendremos, tales como el empleo de adverbios, nexos
oracionales,figuras retricas y muchos ms. En cualquier caso, lo
importante esnunca perder de vista el contexto de enunciacin de los
discursos ana-lizados para poder, en consecuencia, entender
mediante el estudio delo discursivo la trascendencia social del
mismo.
IIj
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164 Comunicacin y Sociedad ~
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