DISCRIMINACIÓN Somos un país diverso y multicultural. No obstante ello, el racismo y la discriminación son males que aquejan a nuestra sociedad y que, particularmente, los sufren los pobres, los provincianos quechuahablantes y los afroperuanos. La discriminación es el trato diferenciado o desigual que —sin justificación— se ejerce sobre una persona o grupo, ocasionando el menoscabo en el ejercicio o goce de sus derechos individuales o colectivos. Dicho trato no justificado se sustenta en motivos prohibidos por el ordenamiento jurídico. Para que se produzca un acto discriminatorio se deben configurar tres elementos: o Un trato diferenciado injustificado. o Que el trato diferenciado se base en un motivo prohibido (raza, origen, sexo, etnia, idioma, discapacidad, enfermedad, condición económica) o las posiciones asumidas voluntariamente (religión, opinión, filiación política, orientación sexual) o de cualquier otra índole. o Que se produzca la anulación o menoscabo en el reconocimiento, ejercicio y/o goce de un derecho. La Defensoría del Pueblo quiere combatir frontalmente a la discriminación en nuestra sociedad. En razón de ello, atiende en sus oficinas casos por presuntos actos de discriminación en diversas partes del país, investigando los hechos y solicitando a las instituciones públicas llamadas a intervenir en cada caso para erradicar los actos discriminatorios, con el objetivo de restituir los derechos vulnerados. Además, lleva a cabo reuniones de trabajo, talleres y eventos de sensibilización para incidir de manera positiva en las instituciones públicas y privadas, así como en la sociedad en su conjunto, destacando el valor de las diferencias y la defensa de los derechos fundamentales.