DISCRIMINACIÓN SALARIAL POR GÉNERO SEGÚN TRABAJADORES ASALARIADOS E INDEPENDIENTES EN EL PERÚ DAVID JOEL ESPARTA POLANCO RESUMEN El objetivo principal del presente artículo consiste en estimar la magnitud de la discriminación salarial entre géneros que surge para el grupo de trabajadores asalariados y los trabajadores independientes a través de la metodología de Oaxaca y Blinder. A partir de la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) del año 2010, se estima las diferencias salariales tanto para los hombres como para las mujeres a través de ecuaciones de salarios para cada tipo de trabajador, ambas corregidas por el sesgo de selección con el Método en Dos Etapas de Heckman. Del estudio se puede concluir que las trabajadoras asalariadas (independientes) reciben un salario menor al de los hombres en alrededor de 37.60% (29.87%) por cada hora que trabajan. Palabras Claves: trabajador asalariado, trabajador independiente, discriminación salarial 1. Introducción Dada la mayor acumulación del capital humano de las mujeres en el mercado laboral de manera sostenida, se puede verificar que su situación laboral en comparación al de los hombres aún sigue siendo precaria y desigual, perturbando así su acceso a mejores condiciones laborales y haciendo subsistir brechas salariales muy marcadas entre géneros. Pero en un proceso de equidad y justicia social, no se puede permitir que persistan marcadas diferencias de género, ocasionando una situación desfavorable hacia la mujer, como el acceso a un empleo formal y digno, recibir el mismo grado de capacitación que los hombres, los mismos niveles de remuneración al desempeñar una ocupación similar, recibir sus beneficios de seguridad social, pertenecer a un sindicato u organización para acceder al diálogo, el cumplimiento de sus derechos laborales, etc. No obstante, se ha logrado observar que las mujeres reciben una remuneración promedio menor al de los hombres. Por ello, el presente artículo tiene como objetivo responder las siguien- tes interrogantes, poniendo mayor énfasis en la situación de los trabajadores asalariados e independientes 1 : 1 Para el estudio, se entiende por trabajador asalariado a todo aquel trabajador que desempeña actividades manuales o no manuales, prestando sus servicios a un empleador y recibe una remuneración por ello, es decir, su remuneración depende de algún agente, dentro de esta categoría consideramos a los empleados, obreros y trabajadores del hogar. Los trabajadores
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DISCRIMINACIÓN SALARIAL POR GÉNERO SEGÚN TRABAJADORES ASALARIADOS E INDEPENDIENTES
EN EL PERÚ
DAVID JOEL ESPARTA POLANCO
RESUMEN
El objetivo principal del presente artículo consiste en estimar la magnitud de la discriminación salarial entre géneros que surge para el grupo de trabajadores asalariados y los trabajadores independientes a través de la metodología de Oaxaca y Blinder. A partir de la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) del año 2010, se estima las diferencias salariales tanto para los hombres como para las mujeres a través de ecuaciones de salarios para cada tipo de trabajador, ambas corregidas por el sesgo de selección con el Método en Dos Etapas de Heckman. Del estudio se puede concluir que las trabajadoras asalariadas (independientes) reciben un salario menor al de los hombres en alrededor de 37.60% (29.87%) por cada hora que trabajan.
Dada la mayor acumulación del capital humano de las mujeres en el mercado laboral de manera sostenida, se puede verificar que su situación laboral en comparación al de los hombres aún sigue siendo precaria y desigual, perturbando así su acceso a mejores condiciones laborales y haciendo subsistir brechas salariales muy marcadas entre géneros. Pero en un proceso de equidad y justicia social, no se puede permitir que persistan marcadas diferencias de género, ocasionando una situación desfavorable hacia la mujer, como el acceso a un empleo formal y digno, recibir el mismo grado de capacitación que los hombres, los mismos niveles de remuneración al desempeñar una ocupación similar, recibir sus beneficios de seguridad social, pertenecer a un sindicato u organización para acceder al diálogo, el cumplimiento de sus derechos laborales, etc. No obstante, se ha logrado observar que las mujeres reciben una remuneración promedio menor al de los hombres.
Por ello, el presente artículo tiene como objetivo responder las siguien-tes interrogantes, poniendo mayor énfasis en la situación de los trabajadores asalariados e independientes1:
1 Para el estudio, se entiende por trabajador asalariado a todo aquel trabajador que desempeña actividades manuales o no manuales, prestando sus servicios a un empleador y recibe una remuneración por ello, es decir, su remuneración depende de algún agente, dentro de esta categoría consideramos a los empleados, obreros y trabajadores del hogar. Los trabajadores
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¿Existe alguna brecha salarial por género significativa en el mercado laboral peruano?
¿Cuáles son los factores determinantes de esta brecha salarial entre géneros?
Es necesario estimar la magnitud de la discriminación salarial y determinar cuáles son los factores que lo hacen persistir para el caso peruano, con la finalidad de dirigir políticas públicas que puedan superar dichos aspectos.
2. Marco teórico
La discriminación salarial2 por género se origina cuando la mujer percibe en promedio un salario menor al del hombre, aún cuando ambos posean las mismas “características económicas” que influyen directamente en su productividad (nivel educativo, capacitación y experiencia laboral, etc.).
La diferencia salarial entre géneros se explica por la acumulación del capital humano definido como un proceso de inversión (sea de tiempo o dinero) en educación, aprendizaje en el trabajo (capacitación), experiencia laboral, atención médica, hábitos (como el tabaquismo y el uso de drogas) y otros adicionales al conocimiento y la salud, con la finalidad de obtener mayores recursos económicos y/o satisfacción personal en el futuro. Todos estos factores influyen sobre la productividad de los trabajadores, y por tanto, sobre sus salarios reales.
Becker (1964) distingue el concepto de capital humano general, el cual es valorado por los potenciales empleadores, y el capital humano específico, el cual engloba las habilidades y conocimientos que tiene valor productivo sólo en determinadas compañías. Esta teoría menciona que las mujeres perciben un menor salario que los hombres debido a que su productividad es más bajo por diversos motivos:
a) Las mujeres presentan una vida laboral interrumpida como consecuencia de la realización de trabajos domésticos como el cuidado de los hijos y del hogar, lo cual acumulan una menor experiencia laboral, es decir, una menor productividad.
independientes son aquellas personas que trabajan en forma individual o asociada, explotando una empresa, negocio o profesión, y que no tienen trabajadores remunerados a su cargo.2 En términos generales, la discriminación económica en el mercado de trabajo implica que individuos (o grupos de individuos) con las mismas “características económicas” reciben diferentes salarios (en promedio), y estas diferencias están sistemáticamente correlacionadas con ciertas características individuales “no económicas”. Las características económicas son aquellas que afectan la productividad marginal de un individuo. Desde el punto de vista empírico comúnmente estas características económicas se identifican con la educación, el ausentismo, la fuerza física, el coeficiente intelectual (Stiglitz, 1973; Aigner y Cain, 1977).
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b) Cuando las mujeres dedican una gran cantidad de tiempo a realizar trabajos domésticos, menores son sus incentivos a acumular capital humano.
c) Las mujeres trabajadoras tienden a optar por ocupaciones que exigen un menor capital humano específico y experiencia en el puesto de trabajo, lo que explicaría la segregación laboral3
3. Hipótesis
a) La tasa de salarios de los trabajadores hombres y mujeres se ve determinado por factores individuales, el capital humano y las características del puesto de trabajo.
b) El tipo de género ocasiona estas diferencias salariales entre los trabajadores hombres y mujeres que poseen en promedio los mismos factores individuales, el capital humano y las características en su puesto de trabajo, ya sea un trabajador asalariado o independiente, donde esta situación se alude a un componente discriminatorio.
4. Metodología
Dada la brecha salarial existente en los trabajadores asalariados (A) e independientes (I), se estima dos ecuaciones de salarios de Mincer, uno para la mujer (M) y otro para el hombre (H). Basándonos en la teoría del Capital Humano, estas ecuaciones salariales pueden expresarse como:
ln Hj Hj Hj HjW X b ε′= + (1)
ln Mj Mj Mj MjW X b ε′= + (2)
Donde lnWHj y lnWMj son los logaritmos naturales del salario total por hora percibido por el hombre y la mujer respectivamente, según el tipo de trabajador j (asalariado o independiente). XHj y XMj son matrices de variables explicativas que afectan a la determinación de los salarios del hombre y la mujer respectivamente; bHj y bMj representan los vectores de coeficientes asociado a cada una de sus matrices de variables explicativas; eij son los términos estocásticos las cuales se distribuyen normal e independientemente, con media cero y desviaciones estándar sij.3 Entiéndase por Segregación Laboral como la asignación de las mujeres a ciertos oficios y tareas que son catalogadas como femeninas y que, por lo general, tienen salarios inferiores a las tareas masculinas o mixtas, Barraza (2010).
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Al estimar las ecuaciones (1) y (2) por el método de Mínimos Cuadrados Ordinarios (MCO), se obtendría estimadores sesgados e inconsistentes si existiese un problema de la selección de la muestra, debido a una decisión de autoselección. Para corregir el problema de sesgo de selección es necesario incluir el Ratio Inverso de Mills (λ) en ambas ecuaciones de salario. Dichos correctores se obtendrán a través del método de estimación en dos etapas de Heckman (1979), el cual demuestra que el término de corrección (λ) aproxima la probabilidad de que el individuo desea trabajar y mide el efecto sobre los salarios de la selección muestral derivada de no observar el salario ofrecido por aquellos individuos que no trabajan.
La primera etapa consta de especificar una ecuación de participación laboral del individuo. En nuestro caso, los individuos se clasifican en cuatro condiciones laborales (inactivo, desempleado, independiente y asalariado) usando un modelo probit ordenado para estimar la probabilidad de que un individuo pertenezca a una de las cuatro categorías, expresada de la siguiente manera:
*i i iY Z uγ′= +
0iY = si * 0iY < inactivo
1iY = si *10 iY m< ≤ desempleado
2iY = si *
1 2iYm m< ≤ independiente
3iY = si *2 iYm < asalariado
Donde Yi* es la variable latente (no observable) para cada uno de los
individuos i; Yi es el equivalente observado de Yi*; Zi es la matriz de variables
explicativas de la decisión de condición laboral del individuo i; γ es el vector de coeficientes a estimar conjuntamente con los umbrales m1 , m2 ; y mi es el término de error con distribución normal de media cero y desviación estándar de uno.
Una vez que se estima el modelo de la expresión (3), se consigue los Ratios Inversos de Mills (λiI y λiA), a través de la siguiente expresión:
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[ ] [ ][ ] [ ]2
, 1 12
ii I i i
i
ZZ Z
Zϕ m γ
λ ϕ m γ m γm γ
′−′ ′= − − − Φ −
′Φ − (4)
[ ] [ ]( ), 2 21i I i iZ Zλ ϕ m γ m γ′ ′= − − −
Donde Φ(.) y φ(.) son las funciones de distribución y densidad de una normal N (0,1), respectivamente.
En la segunda etapa del método, se incluye los términos de corrección en las ecuaciones de salarios de Mincer (1) y (2), como se muestra a continuación:
lnWHj =X’Hj βHj + δHj λHj + εHj (5)
lnWMj =X’Mj βMj+δMj λMj + εMj (6)
Luego se realiza la descomposición salarial propuesta por Oaxaca (1973) y Blinder (1972), el cual permite identificar la diferencia salarial provocada por las características observadas y por distintos rendimientos a igualdad de características entre ambos tipos de trabajadores. Por lo tanto, esta diferencia salarial entre géneros puede obtenerse restando las ecuaciones (5) y (6). Luego, restamos y sumamos el término , , ,
ˆ ˆ ˆ( )Hj M j mj h j Mj M jX X Xb b b+ + − , y agrupando adecuadamente se obtiene:
, , , , , , , ,
, , , ,
ˆ ˆ ˆln ln ( ) ( )ˆ ˆ( )
H j M j M j H j M j M j H j M j
H j H j M j M j
W W X X Xb b b
δ λ δ λ
− = + + −
+ − (7)
Donde ,ˆ
H jb y ,ˆ
M jb son los estimadores de las ecuaciones de salarios; ,H jXy ,M jX son los valores promedios de cada una de las variables explicativas por género y el tipo de trabajador. El primer sumando del lado derecho de la ecuación (7), , , ,
ˆ ( )M j H j M jX Xb + , mide el diferencial salarial atribuida a las diferencias en las Características (C) observadas entre ambos grupos (componente explicado). El segundo sumando, , , ,
ˆ ˆ( )M j H j M jX b b− , representa la parte del diferencial salarial que se debe a diferencias en los Rendimientos (R) y conocida comúnmente como discriminación (componente no explicado). Y el sumando, , , , ,
ˆ ˆH j H j M j M jδ λ δ λ− , mide la parte de la diferencia salarial
observada originada por la selección muestral.
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Para calcular la influencia de las variables ficticias utilizadas en los modelos de ecuaciones salariales en cada uno de los componentes que conforman la brecha salarial, hacemos uso de la metodología propuesta por Gardeazábal y Ugidos (2002), el cual permite solucionar el problema de identificación que surge en la descomposición de manera detallada de las brechas salariales.
Especificación del modelo de ecuación de participación laboral
El modelo de participación laboral estaría dado por la siguiente expresión:2
1 2 3 4 5 6 7 0 5 8 6 12
9 10 11 12 ReY JH EC Enf Exp Exp NH NH NH
Ed NE g IRH uγ γ γ γ γ γ γ γ
γ γ γ γ− −= + + + + + + +
+ + + + +
Este modelo se estimará por Máxima Verosimilitud y luego se obtendrá el Ratio Inverso de Mills (λ).
Especificación del modelo de ecuaciones salariales de Mincer
Las ecuaciones de salarios de Micer para el hombre y la mujer desempeñando labores como trabajador asalariado e independiente tendría la siguiente expresión:
20 1 2 3 4 7 0 5 6 7
8 6 12 9 10 11 12 13 14
15 16 17
ln Re
W JH EC Enf NH NH Exp ExpNH NE Id g GO AE TEAnt NJ OS
b b b b b b b bbγ b b b b b bb b b δλ ε
−
−
= + + + + + + ++ + + + + + ++ + + + +
El modelo se estimará por Mínimos Cuadrados Ordinarios (MCO), corregido por el problema de heterocedasticidad con el Método de White. Además, se corregirá los modelos de ecuaciones salariales de Mincer de los outliers que existan en los términos de error a través del método DFITS (difference in fits) propuesto por Welsh & kuh (1977), debido a que la metodología de Oaxaca y Blinder es muy sensible a la presencia de los valores influyentes.
Se trabajará con información proporcionada por la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO 2010). Finalmente, se utilizará el paquete estadístico STATA 11.
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5. Resultados
En primer lugar se estima la ecuación de participación laboral a través de un modelo probit ordenado, como se muestra en el cuadro N° 1, a partir de la cual se calculará el Ratio Inverso de Mills según la expresión (4).
Cuadro Nº 1: Estimación de la Ecuación de Selección Laboral mediante un probit ordenado
(=0 Inactivo, =1 Desempleado, =2 Independiente y =3 Asalariado), 2010
Nº Hijos menores 5 años -0.135*** (0.0148) 0.0253 (0.0138)
Nº Hijos entre 6-12 años -0.0143 (0.0127) -0.0281* (0.0120)
Edad
14-24 años 0.306** (0.0961) 0.713*** (0.0929)
25-34 años 0.589*** (0.0675) 0.800*** (0.0652)
35 y 44 años 0.397*** (0.0461) 0.400*** (0.0443)
45 y 54 años 0.250*** (0.0323) 0.182*** (0.0303)
Nivel Educativo
Primaria -0.0519* (0.0252) 0.0107 (0.0374)
Secundaria -0.0203 (0.0295) 0.0503 (0.0403)
Superior No Universitario 0.492*** (0.0373) 0.487*** (0.0474)
Superior Universitario 0.530*** (0.0404) 0.222*** (0.0480)
Post-Grado 1.455*** (0.107) 1.080*** (0.101)
Idioma
Nativa 0.896*** (0.248) 0.604** (0.206)
Castellano 0.729** (0.248) 0.629** (0.206)
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Extranjera 0.354 (0.342) 0.165 (0.352)
Región
Rural 0.0299 (0.0177) 0.0487** (0.0178)
Sierra -0.0267 (0.0184) -0.111*** (0.0191)
Selva -0.00949 (0.0198) -0.102*** (0.0194)
Ingreso Resto del Hogar -0.00968** (0.00308) 0.00972*** (0.00264)
Cortes
μ_1 1.137*** (0.270) 1.055*** (0.233)
μ_2 1.224*** (0.270) 1.175*** (0.233)
μ_3 2.119*** (0.271) 2.272*** (0.233)
Observaciones 26,210 27,021
Pseudo-R 0.0777 0.0831
Wald 4415 4997
Prob. Chi Cuadrado 0.00000 0.0000
*** p<0.001, ** p<0.01, * p<0.05
Errores Estándar Robustos entre paréntesis
Fuente: Encuesta Nacional de Hogares 2010
Elaboración: Propia
En el cuadro N° 2 del anexo, se muestra los resultados de las ecuaciones salariales de Mincer incorporando el término de corrección por sesgo selección muestral, según el género y el tipo de trabajador. Como se observa, el único parámetro no significativo de este corrector se da en el caso de las trabajadoras asalariadas.
Las variables de capital humano (experiencia laboral potencial, nivel educativo y la antigüedad en su última ocupación principal) presentan un impacto positivo y significativo en los salarios por hora en ambos grupos de trabajadores; además, como era de esperarse, se tiene retornos negativos generados por la experiencia laboral.
Según los grupos ocupacionales, tomando como categoría base a los otros tipos de trabajadores, el grupo de profesionales presenta mayores y significativos retornos en todos los niveles, y el grupo de técnicos es relevante para los trabajadores varones. Las mujeres asalariadas están desfavorecidas en los demás grupos ocupacionales, mientras que las mujeres independientes se desempeñan mejor como vendedoras junto con jefes y empleados. Los
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asalariados hombres sobresalen como obreros de construcción, mientras que los trabajadores independientes hombres sobresalen como comerciante, obrero de manufactura y vendedor.
Según la rama económica, tomando como referencia a las otras actividades, la mujer asalariada presenta una mejor situación como trabajadora del hogar, mientras que, el hombre asalariado se encuentra mejor posicionado en el sector extractivo y construcción. La situación es desfavorable para la mujer y el hombre independiente, porque tiene una remuneración inferior al promedio de las otras actividades.
Los parámetros estimados se utilizaron en la Descomposición de Oaxaca y Blinder según la expresión (7). Los resultados se muestran en el Cuadro N° 3 del anexo, donde los componentes que conforman las características observadas de los individuos en su conjunto contribuyen a reducir las brechas salariales por género para el caso de los trabajadores asalariados (75.70%), ocurre lo contrario en el caso de los trabajadores independientes (28.19%). Las diferencias originados por el rendimiento observado de los trabajadores asalariados e independientes, es el componente que presenta una mayor participación en la explicación de la brecha salarial por hora entre ambos géneros, siendo así que los rendimientos logran explicar el 139.76% en el grupo de los trabajadores asalariados y 41.58% en los trabajadores independientes. Estas diferencias en los rendimientos favorecen a los hombres en ambos tipos de trabajos, permitiéndoles obtener una mayor remuneración por su trabajo aún teniendo las mismas características personales que las mujeres. Por último, el componente de selección muestral aporta de manera directa en la brecha salarial observada, mostrándose un similar efecto en ambos colectivos de trabajadores (35.94% para los asalariados y 30.23% para los independientes).
Referido a las “Características”, se puede decir que si uno de los subcomponentes presenta un signo positivo (negativo) significa que la diferencia existente en ese subcomponente incrementará (disminuirá) la brecha salarial por hora entre géneros. En el caso del trabajador asalariado, el ser jefe del hogar es el subcomponente que mayor contribuye a aumentar la brecha salarial observada entre ambos géneros (17.34%) y su estado civil como casado (5.82%), seguido porque labora en una empresa constituida como persona jurídica (5.81%). Mientras que, los subcomponentes que disminuyen en mayor medida son el grupo ocupacional (54.17%) y la actividad económica al que pertenece su ocupación (38.75%). Para el caso del trabajador independiente, los subcomponentes que tienen mayor influencia en el incremento de la brecha salarial observada es ser jefe del hogar (36.11%), la antigüedad en su última
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ocupación principal (18.06%) y, en menor medida el estado civil (13.81%) y su nivel educativo (8.38%). Con respecto a la disminución de la brecha salarial, se rescata la contribución del subcomponente actividad económica (43.63%) y la región en que reside (14.55%). Las aportaciones de los demás subcomponentes son mínimas relativamente
Respecto a los “Rendimientos”, se hizo uso de la metodología de Gardeazabal y Ugidos (2002) para obtener la contribución real de cada uno de las categorías que constituyen una variable ficticia sobre las diferencia de los rendimientos sin que dependa de la elección de la categoría de referencia o base, basándose en restricciones de los parámetros estimados para cada grupo de variables ficticia. El subcomponente que más contribuyen a aumentar la brecha salarial por hora observada en los trabajadores asalariados es definitivamente el idioma (102.43%), la experiencia laboral potencial (49.95%), la actividad económica al cual pertenece su ocupación (32.46%) y el tamaño de la empresa en que labora (21.43%), sin embargo, el subcomponente que contribuyen en gran medida a disminuir la brecha salarial observada son las variables del capital humano, como la experiencia laboral potencial al cuadrado (28.59%) y el nivel educativo (28.26%), además de la antigüedad en su última ocupación principal (25.68%).
Para el colectivo de trabajadores independientes, laborar en una ocupación secundaria, las variables regionales y la experiencia laboral potencial son los subcomponentes que tienen una mayor contribución en el incremento de la brecha salarial observada (36.47%, 34.93% y 19.72% respectivamente). En cambio, los principales subcomponentes que reducen las diferencias salariales son el idioma (48.22%), la experiencia laboral potencia al cuadrado (42.98%) y el estado civil de casado o conviviente (36.70%).
6. Conclusiones
a) Existe una brecha salarial por hora a favor de los hombres, tanto en el grupo de trabajadores asalariados como en el de independientes. Por ejemplo, los hombres logran percibir un salario por hora mayor en 22.9% y 42.2% que las mujeres, para el caso de los trabajadores asalariados e independientes, respectivamente.
b) Una vez controlado las brechas salariales por las diferencias en los factores individuales, el capital humano y las características de los puestos de empleo que ocupan, se encuentra una alta discriminación salarial en contra de las mujeres, logrando explicar
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la mayor proporción de las brechas salariales, principalmente en los trabajadores asalariados que en los trabajadores independientes. El componente discriminatorio logra explicar el 139.76% y el 41.58% de las brechas salariales, en el grupo de los trabajadores asalariado e independientes respectivamente.
c) Cuando se descompone las diferencias salariales observadas por la metodología propuesta por Oaxaca (1973) y Blinder (1972), se encuentra que las diferencias en las características observables ayudan a disminuir las diferencias en los salarios por hora, principalmente en los trabajadores asalariados.
d) Los subcomponentes de ser jefe del hogar, años de experiencia potencial, si labora en una empresa constituida como persona jurídica y la experiencia laboral, son los elementos que presentan una mayor participación relativa en las diferencias salariales observadas en el grupo de trabajadores asalariados. Mientras que, los subcomponentes del grupo ocupacional, como la actividad económica, contribuyen a reducir la diferencia salarial.
e) Con respecto a los trabajadores independientes, los subcomponentes de ser jefe del hogar, la antigüedad en su última ocupación principal y en menor medida el nivel educativo contribuyen al incremento de la brecha salarial. Los subcomponentes que reducen la brecha salarial son la actividad económica al cual pertenece su ocupación principal y la región en que reside.
f) Sin embargo, las brechas salariales observadas son explicados principalmente por el componente de los Rendimientos, es decir, por el componente discriminatorio. Este componente discriminatorio influye de manera significativa ampliando las diferencias salariales entre géneros para ambos tipos de trabajadores (aunque para los trabajadores independientes sucede de una forma más reducida).
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