DICLOFENACO INTRAMUSCULAR EN LA PREVENCIÓN DE LA PANCREATITIS POST COLANGIOPANCREATOGRAFÍA ENDOSCÓPICA RETROGRADA ENSAYO CLÍNICO ALEATORIZADO Intramuscular diclofenac in the prevention of ERCP pancreatitis after randomized trial Samuel Blanco-Gómez 1 , Sandra Patricia Uribe-Velásquez 2 .y Rubén Darío Manrique- Hernández 3 RESÚMEN Antecedentes: aún se debate el papel profiláctico de los AINES para la disminución de la pancreatitis post-CPRE. Algunos meta-análisis han demostrado cierta utilidad del diclofenaco sódico y la indometacina, administrados por vía oral o vía rectal; hasta la fecha no se ha reportado en la literatura el uso de alguno de los AINES vía IM (intramuscular) para prevenir la pancreatitis post-CPRE. Correspondencia a: Dr. Samuel Blanco-Gómez. Universidad de Antioquia. Facultad de Medicina. Cra. 22 B No. 7-80 Teléfono: 57-4- 2129913 Fax: 57-4-2129912 E-mail: [email protected]1 Mg. Epidemiología Universidad CES Docente Departamento de Cirugía. Facultad de Medicina. Universidad de Antioquia. 2 Mg. Epidemiología Universidad CES. Docente Facultad de Enfermería. Universidad de Antioquia. 3 PhD(c) Epidemiología. Grupo de Epidemiología y Bioestadística. Universidad CES. .
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DICLOFENACO INTRAMUSCULAR EN LA PREVENCIÓN DE … · Este estudio tuvo como objetivo determinar si la administración profiláctica del diclofenaco sódico IM reduciría la incidencia
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1 Mg. Epidemiología Universidad CES Docente Departamento de Cirugía. Facultad de Medicina. Universidad de
Antioquia. 2 Mg. Epidemiología Universidad CES. Docente Facultad de Enfermería. Universidad de Antioquia. 3 PhD(c) Epidemiología. Grupo de Epidemiología y Bioestadística. Universidad CES. .
Este estudio tuvo como objetivo determinar si la administración profiláctica del
diclofenaco sódico IM reduciría la incidencia de la pancreatitis inducida post-CPRE.
Métodos: ensayo clínico doble ciego de tipo exploratorio, que incluyó 100 pacientes
sometidos a CPRE, en dos instituciones hospitalarias de Medellín Colombia, entre
octubre de 2010 y septiembre de 2011. Los pacientes reclutados se asignaron al azar
en dos grupos: el grupo tratamiento, recibió 75 mg de diclofenaco sódico y el grupo
placebo, recibió solución salina, ambos administrados vía IM, 10 minutos antes del
procedimiento. Los pacientes fueron evaluados clínicamente y se determinaron
amilasas séricas antes del procedimiento, 2 h y 24 h posteriores a este y la aparición de
pancreatitis post-CPRE.
Resultados: los grupos fueron comparables en cuanto a sus características
demográficas y clínicas. La incidencia de pancreatitis fue 5,9 % en el grupo de
tratamiento y 4,3 % en el grupo control, p=0,539. Todos los casos de pancreatitis fueron
catalogados como leves.
Conclusión: No se evidenció una incidencia significativamente menor de pancreatitis
en los pacientes que recibieron diclofenaco sódico 75 mg vía IM previo a la realización
en dos centros hospitalarios de la ciudad de Medellín, 54 % de los pacientes (n=54) del
Hospital General, un centro de alto volumen y el restante 46 % (n=46) de la Clínica El
Rosario, un centro de bajo volumen. Todos los procedimientos CPRE fueron realizados
por cirujanos endoscopistas, 65 de los procedimientos (65 %) realizados por cirujanos
de mayor experiencia y 35 (35 %) fueron realizados por cirujanos de menor experiencia.
Los pacientes del grupo de tratamiento (n=53) recibieron una inyección intramuscular
de 3 mililitros equivalente a 75 mg de diclofenaco sódico y los pacientes del grupo
control (n=47) recibieron una inyección intramuscular de 3 mililitros de solución salina
como placebo, el tratamiento y el placebo fueron administrados 10 minutos antes del
procedimiento CPRE. La adherencia total a la intervención fue del 98%, dos pacientes
se perdieron durante el seguimiento en el grupo de tratamiento y no fue posible medir
amilasas séricas ni a las 2 ni a las 24 horas, no hubo pérdidas en el seguimiento en el
grupo placebo. Finalmente se realizó un análisis por protocolo en 51 pacientes del
grupo de tratamiento y 47 pacientes del grupo placebo (Figura 1). Ninguno de los
participantes pertenecientes al grupo de tratamiento presentó eventos adversos a la
medicación.
Hubo 29 mujeres en el grupo diclofenaco sódico (56,9 %) y 30 en el grupo control (63,8
%), estas proporciones no tuvieron una diferencia estadísticamente significativa
(p=0.619). El promedio de edad para el grupo diclofenaco sódico fue de 67,18 años (DE
± 15,42) y 58,38 años (DE ± 20,04) para el grupo placebo. Al categorizar la variable
edad en mayores y menores de 60 años, éste último grupo de edad considerado como
factor de riesgo para pancreatitis, no hubo diferencia significativa entre los grupos, 27.5
% en el grupo de tratamiento y 44.7 % en el grupo control (p=0,117).
Figura 1. Diagrama de flujo de los pacientes en el estudio según criterios CONSORT. (26)
Se realizó un test de U de Mann-Whitney, para identificar si había diferencias entre los
valores de las medianas de los niveles de bilirrubinas y amilasas previas entre los
grupos tratamiento y control, pero no hubo diferencias significativas entre ellos, p=0.482
y p=0.770 respectivamente.
En cuanto a las características clínicas y las indicaciones de CPRE, la indicación más
frecuente fue la coledocolitiasis, que en el grupo diclofenaco sódico fue de 76,5 %
(n=39) y en el grupo placebo fue de 70,2 % (n=33), sin hallar diferencias significativas
entre los dos grupos (p=0,637). La segunda indicación más frecuente fue la sospecha
de obstrucción biliar por enfermedad maligna con porcentajes de frecuencia de 17,6 %
(n=9) para el grupo tratamiento y 14,9 % (n=7) para el grupo control, los cuales no
fueron estadísticamente diferentes (p=0,924).
Tampoco hubo diferencias significativas entre los dos grupos de pacientes en cuanto a
sus antecedentes, sus condiciones clínicas y las indicaciones para la realización del
procedimiento. Tabla 1.
Tabla 1. Características clínicas y demográficas de los dos grupos al comienzo del estudio
Variables Grupo Diclofenaco sódico
(n=51) Grupo Control
(n= 47) Valor p
Edad ≤ 60 27,5% 44,7% 0,117
Bilirrubinas totales (mg/dl) ± DE (Rango)
6,59 ± 6,75 (0,39 – 32,6)
5,50 ± 5,57 (0,30 – 24,5) 0,482*
Amilasas previas (U / litro) ± DE (Rango)
58,4 ± 30,9 (26 – 150)
57,32 ± 25.42 (30 – 148) 0,770*
Sexo Femenino Masculino
56,9 % 43,1%
63,8 % 36,2%
0,619
Hipertensión arterial 52,9% 38,3 % 0,211
Variables Grupo Diclofenaco sódico
(n=51) Grupo Control
(n= 47) Valor p
Diabetes Mellitus 7,8 % 6,4 % 1,000
EPOC 5,9 % 2,1 % 0,618
Sospecha de neoplasia 17,6 % 14,9 % 0,924
Coledocolitiais 76,5 % 70,2 % 0,637
Síndrome disfunción del esfínter de Oddi 2,0 % 0% 1,000
Fístula biliar 3,9 % 4,3 % 1,000
Fístula pancreática 0% 4,3 % 0,227
No dilatación de la vía biliar 14 % 24,4 % 0,329
Ausencia de cálculos en la vía biliar 39,5 % 53,3 % 0,279
* Prueba U de Mann-Whitney
En cuanto a la presentación de los diferentes factores de riesgo en cada uno de los
grupos, se evidenció con mayor frecuencia el factor de riesgo esfinterotomía biliar, con
un 82,4% (n=42) en el grupo tratamiento y un 87,2% (n=41) en el grupo control
(p=0,697), tampoco se encontraron diferencias significativas con respecto a los demás
factores de riesgo tanto inherentes al procedimiento como inherentes al paciente. Tabla
2.
Tabla 2. Factores de riesgo para pancreatitis post–CPRE en ambos grupos
Variables Grupo diclofenaco sódico
(n=51) Grupo control
(n= 47) Valor p
Canulación difícil (> 10 minutos) 14 % 17 % 0,896
Presencia divertículo periampular 11,8 % 6,4 % 0,490
Precorte infundibular 43,1 % 40,4 % 0,947
Manipulación del conducto pancreático 17,6% 19,1% 1,000
Esfinterotomía biliar 82,4 % 87,2 % 0,697
Variables Grupo diclofenaco sódico
(n=51) Grupo control
(n= 47) Valor p
Esfinterotomía pancreática 2,0 % 10,6 % 0,102
Sangrado pos esfinterotomía 25,5 % 17 % 0,439
Escleroterapia 9,8 % 8,5 % 1,000
Institución hospitalaria Alto volumen Bajo volumen
52,9% 47,1%
53,2% 46,8%
1,000
Experiencia del operador Alta experiencia Baja experiencia
66,7 % 33,3 %
61,7% 38,3%
0,763
Riesgo Alto riesgo Bajo riesgo
86,3 % 13,7 %
91,5% 8,5%
0,528
Tanto los pacientes, como los cuatro especialistas que realizaron la intervención,
estuvieron ciegos a la asignación de los grupos. El proceso de aleatorización dió lugar a
una distribución equilibrada de las características que podrían tener relación con el
desenlace del estudio bien como factores de confusión o como modificadores del
efecto, lo cual garantizó la comparabilidad de las poblaciones minimizando así los
sesgos de selección y facilitando el control de variables de confusión.
La incidencia general de pancreatitis post-CPRE fue del 5,1 % (5 de 98 pacientes
totales). El grupo de pacientes que recibieron diclofenaco sódico tuvo una proporción
ligeramente mayor de pancreatitis post-CPRE que el grupo control, (5,9 % (3 de 51) vs.
4,3 % (2 de 47)) respectivamente; p > 0,05; RR: 1,38: (0,24 - 7,91) IC 95%. Todos los
casos de pancreatitis post-CPRE en ambos grupos se clasificaron como pertenecientes
al grupo de alto riesgo, es decir tuvieron al menos uno de los considerados factores de
riesgo y fueron catalogados de acuerdo a los criterios de Ranson como leves y se
manejaron con tratamiento conservador, consistente en hidratación, analgesia y ayuno,
presentando una evolución hacia la mejoría, no se presentó ninguna defunción por esta
causa.
El sangrado post esfinterotomía se presentó en 21 pacientes (21,4 %), ocho (17 %) de
los 21 pacientes con sangrado se presentaron en el grupo control y 13 (25,5 %) en el
grupo diclofenaco sódico (p= 0,439). En nueve de ellos, el sangrado se autolimitó ó se
logró controlar durante el procedimiento con inyección de adrenalina; solo un paciente
con sangrado severo, requirió intervención quirúrgica; se presentaron dos pacientes con
sangrado tardío post esfinterotomía, de los cuales uno falleció, sin recibir tratamiento
quirúrgico. Hubo un caso de colangitis post-CPRE que requirió manejo hospitalario
prolongado, con mejoría y resolución de su cuadro clínico, no se presentaron casos de
perforación duodenal.
Durante la etapa de seguimiento de los pacientes, se midieron amilasas en sangre en
dos momentos, entre las primeras dos horas y las 24 horas posteriores al
procedimiento, en 96 y 93 pacientes respectivamente. El promedio de los niveles de
amilasas en sangre a las 2 horas fue 129,46 ± 263,9 U/L y a las 24 horas fue 162,54 ±
379,3 U/L para ambos grupos. Los valores promedio de amilasas séricas previas en el
grupo estudio fue 58,41 ± 30,99 U/L y 57,32 ± 25,42 U/L en el grupo control (p=0,770).
Los niveles alcanzados a las 2 horas fueron 109,84 ± 193,44 U/L en el grupo estudio, y
150,78 ± 324,64 U/L en el grupo control (p= 0,378). Los niveles alcanzados a las 24
horas fueron 175,34 ± 440,75 U/L en el grupo estudio y 147,65 ± 296,75 U/L en el
grupo control (p= 0,975). Tabla 3.
Tabla 3. Nivel de amilasas séricas U/L (media ± DE), post-CPRE en los grupos diclofenaco sódico y control
Grupo Amilasas previas
valor p Grupo Amilasas a las 2 horas
(U/L) Valor p Grupo
Amilasas a las 24
horas (U/L) Valor p
Diclofenaco sódico (n=51)
58,41 ± 30,987
(26-150) 0,770*
Diclofenaco sódico (n=50)
109,84 ± 193,439
(30 – 1300) 0,378*
Diclofenaco sódico (n=50)
175,34 ± 440,752
(30 – 2463) 0,975*
Control (n=47)
57,32 ± 25,420
(30-148)
Control (n=46)
150,78 ± 324,635
(30 – 2151)
Control (n=43)
147,65 ± 296,753
(30 – 1621)
* Prueba U de Mann-Whitney
El primer control de niveles de amilasa sérica dos horas posteriores al procedimiento,
mostró niveles elevados de amilasa (hiperamilasemia: amilasa sérica ≥ a 151 U/L) en
15 (15,6 %) pacientes, 7 (14 %) en el grupo estudio y 8 (17,4 %) para el grupo control
(p= 0,860). El segundo control de niveles de amilasa sérica 24 horas posteriores al
procedimiento, mostró hiperamilasemia en 13 (14 %) pacientes, 6 (12 %) en el grupo
estudio y 7 (16,3 %) para el grupo control (p= 0,769).
Todos los pacientes que presentaron hiperamilasemia tuvieron al menos uno de los
factores de riesgo para desarrollar pancreatitis post-CPRE considerados en la literatura
mundial y por lo tanto pertenecían al grupo de alto riesgo. Con la administración de
diclofenaco sódico se encontró un nivel de amilasas a las dos horas menor que en el
grupo placebo, aunque no fue significativo (p=0,378). Tampoco hubo diferencias
significativas en los valores de amilasas a las 24 horas siguientes del procedimiento.
Se realizó un test signado de Wilcoxon para muestras pareadas, para identificar si
había diferencias significativas entre los valores de las medianas de las amilasas
previas, amilasas a las 2 horas y amilasas a las 24 horas dentro de cada grupo. Las
observaciones pareadas se hicieron entre: amilasas previas - amilasas a las 2 horas;
amilasas a las 2 horas - amilasas a las 24 horas y amilasas previas - amilasas a las 24
horas, en estas pruebas se evaluó la administración del tratamiento. Tabla 4.
Tabla 4. Variación niveles de amilasas séricas previas y posterior a CPRE en los grupos diclofenaco sódico y control
Amilasas previas –
amilasas a las 2 hrs
Valor p
Amilasas previas –
amilasas a las 24 hrs
Valor p
Amilasas a las 2 hrs –
amilasas a las 24 hrs
Valor p
Diclofenaco sódico (n=50)
0,1186* Diclofenaco
sódico (n=50)
0,0057* Diclofenaco
sódico (n=49)
0,1037*
Control (n=46) 0,0024* Control
(n=43) 0,0087* Control (n=42) 0,8364*
*Prueba de Wilcoxon
En el grupo tratamiento no se observó diferencia significativa respecto a la variación de
las cifras de amilasa previa y a las 2 horas (p= 0,1186), pero si hubo variación
significativa entre las previas y la de las 24 horas (p= 0,0057), así como no se observó
variación significativa entre los valores de amilasa de las 2 y 24 horas (p= 0,1037).
En cuanto al grupo control la variación en los niveles de amilasa sérica fueron
significativas entre las previas y tanto las 2 horas (p= 0,0024) como las 24 horas (p=
0,0087), sin encontrar variación significativa entre las tomadas a las 2 y 24 horas post
procedimiento (p= 0,8364).
El fármaco no mostró ser eficaz en la reducción del riesgo de pancreatitis, en ambos
grupos hubo una incidencia de pancreatitis muy baja y con una diferencia no
estadísticamente significativa.
Ninguna de las variables evaluadas como potenciales factores de riesgo para
pancreatitis post-CPRE, mostró ser estadísticamente significativa.
La variable esfinterotomía pancreática, mostró tener un valor de p=0,102 y por tanto fue
incluida en un modelo de regresión logística bajo el criterio de Hosmer Lemeshow, pero
el modelo no fue estadísticamente significativo p=0,7933.
Dado que también se ha planteado que el diclofenaco sódico reducía el riesgo de
desarrollo de hiperamilasemia se evaluó el efecto del medicamento con sus resultados
a las 2 y a las 24 horas encontrándose que no hubo una diferencia significativa en el
efecto del fármaco en ninguno de los dos momentos, p=0,65 y p=0,55 respectivamente.
La variable esfinterotomía pancreática, mostró tener un valor de p=0,102 y por tanto fue
incluida en un modelo de regresión logística bajo el criterio de Hosmer Lemeshow, pero
el modelo no fue estadísticamente significativo p=0,51 y p=0,55 para la respuesta de la
amilasa para las 2 y a las 24 horas respectivamente.
DISCUSIÓN
Es evidente que en los últimos 25 años el número de Colangiopancreatografías
Endoscópicas Retrogradas (CPRE) realizadas anualmente en todo el mundo se ha
incrementado considerablemente (13). La pancreatitis aguda se presenta como su
complicación más frecuente y varía entre el 1 % al 10 % de los pacientes, pero puede
llegar hasta el 30 % dependiendo de la presencia de factores de riesgo inherentes al
paciente, al procedimiento ó al operador y se clasifica según su severidad en leve (45
%), moderada (44 %) y severa (11 %) con una tasa de mortalidad del 3 % (9,27).
Debido a que la pancreatitis post-CPRE puede ser impredecible e inevitable el uso de
una droga poco costosa y relativamente segura antes de iniciar una CPRE pudiera ser
razonable.
Diversas intervenciones mecánicas y farmacológicas se han evaluado en la prevención
de la pancreatitis post-CPRE, la disponibilidad de drogas efectivas y la estrategia en la
quimioprevención son asuntos aún no resueltos en la profilaxis farmacológica de la
pancreatitis post-CPRE (28).
Hasta ahora solo dos agentes farmacológicos han mostrado algún tipo de beneficio
clínico en la prevención de la pancreatitis post-CPRE; el gabexato-mesilato (no
disponible en Colombia) y la somatostatina, cuando éstas son administrados en infusión
venosa continua por lo menos 12 horas antes del procedimiento, considerando este
prolongado tiempo de infusión y su alto costo hace que sean poco útiles para su uso
cotidiano en pacientes ambulatorios y hospitalarios (29).
En nuestro estudio se presentaron cinco casos de pancreatitis aguda posterior al
procedimiento CPRE, lo que corresponde al 5,1 %, valor que se encuentra dentro de la
incidencia global del 1 % al 15 % reportada en la literatura mundial (30).
Existe la posibilidad de que debido al número de pacientes incluidos en nuestra muestra
y a la baja incidencia de pancreatitis no sea posible tener una potencia suficiente para
demostrar que el diclofenaco sódico disminuye la incidencia de pancreatitis post-CPRE,
por lo tanto es necesario tener una mayor cantidad de pacientes que permita evaluar si
hay diferencias significativas en proporciones de incidencia tan bajas.
Aunque se han descrito efectos adversos de los AINES sobre el sistema gastrointestinal
cuando son usados por tiempo prolongado, esto no ocurre cuando se utilizan en dosis
única, en este estudio no se presentaron efectos adversos relevantes atribuibles al uso
del diclofenaco sódico, particularmente el sangrado post esfínterotomía el cual tuvo una
incidencia similar en ambos grupos, esto es congruente con los datos previamente
publicados que sugieren que los AINES no incrementan el riesgo de sangrado después
de una esfinterotomía (21).
Es incierto si la ruta de administración y el momento en el cual se aplica el agente
farmacológico afectan su eficacia clínica, los estudios que utilizan la vía de
administración rectal muestran resultados significativos para prevenir la pancreatitis
post-CPRE, mientras los estudios en los cuales se usa la vía oral ó intramuscular no
muestran resultados significativos. El pico máximo de concentración plasmática del
fármaco administrado vía rectal se obtiene a los 30 minutos, por vía oral a los 60
minutos y por vía intramuscular a los 15 minutos (31), por lo cual no parece ser la vía de
administración un factor determinante; estudios adicionales que comparen las vías de
administración ayudarían a dilucidar este asunto.
Otra diferencia entre los demás estudios y el nuestro es que el diclofenaco sódico fue
aplicado por una vía de administración distinta, pero esta diferencia es poco relevante
desde el punto de vista clínico, dado que todos los AINES han mostrado ser
bioequivalentes en los diferentes estados inflamatorios que ameritan su indicación a
pesar de las diferencias en farmacocinética y selectividad de la enzima ciclooxigenasa
(21).
Muchos de los factores de riesgo para pancreatitis post-CPRE descritos en la literatura
fueron evaluados prospectivamente en este estudio, pero no se encontró diferencia
significativa en su incidencia entre los grupos. Ninguno de los pacientes de nuestro
estudio tuvo como factores de riesgo páncreas divisum, historia de pancreatitis previa
inducida por CPRE, ó síndrome de disfunción del esfínter de Oddi. Las proporciones de
pacientes considerados de alto riesgo, es decir que tuvieran al menos uno de los
factores de riesgo fueron similares para ambos grupos. En este estudio no se encontró
asociación entre los factores de riesgo reconocidos por la literatura y la incidencia de
pancreatitis o hiperamilasemia, es probable que sea debido a la baja incidencia de
estos desenlaces.
De acuerdo con el reporte publicado por Testoni y colaboradores (9), la experticia del
endoscopista y las características de las instituciones, con alto y bajo volumen de
CPRE, han sido condiciones consideradas por algunos investigadores como influyentes
en el riesgo de pancreatitis post-CPRE, mientras otros consideran que no son
significativamente influyentes. En este estudio la incidencia de pancreatitis fue un poco
más alta entre los operadores no expertos que entre los expertos, sin embargo la
diferencia no fue significativa. Una posible explicación es que ninguno de los
endoscopistas participantes ha alcanzado el umbral de 300 a 500 CPRE por año, por
encima del cual la tasa de pancreatitis debe disminuir como lo sugiere Freeman y
colaboradores (10). La experiencia es muy probable que afecte el éxito de la canulación
y el rendimiento en general de la CPRE, incluyendo el riesgo de sangrado y perforación,
pero no parece influir en la incidencia de pancreatitis, lo cual suele depender más de las
condiciones de riesgo del paciente que de la habilidad técnica del operador.
De acuerdo con la frecuencia de hiperamilasemia registrada en el grupo de tratamiento
podemos afirmar que existe cierto efecto protector del diclofenaco sódico para controlar
la elevación de las amilasas en las primeras 2 horas post procedimiento, pero que este
medicamento no tiene el mismo efecto protector para prevenir la elevación de las
amilasas séricas a las 24 horas posteriores al procedimiento, probablemente porque ya
ha pasado su tiempo máximo de efecto que es aproximadamente de 4 horas.
En conclusión, nuestro estudio no permitió evidenciar una incidencia significativamente
menor de pancreatitis en los pacientes que recibieron diclofenaco sódico 75 mg vía IM
previo a la realización de la CPRE. Tampoco fue evidente el efecto protector en la
elevación de las amilasas séricas. Probablemente debido a la baja incidencia de
pancreatitis, tampoco fue posible evidenciar la influencia de covariables que pudieran
haber actuado como confusores de la no asociación significativa entre el uso de
diclofenaco sódico 75 mg y estos desenlaces. Esta situación permite sugerir que es
necesario realizar estudios con grandes tamaños de muestra (superiores a 2000
pacientes) que permitan identificar como significativas diferencias de menor magnitud.
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