Diario del caminante

Diario del Caminante Campamento de La Legoriza - 2012 Organización Juvenil Española

Diario del caminante Primera jornada “Ponte tus botas” Hoy he pensado que llegó el momento. Estoy harto de ver pasar las cosas, No quiero seguir siendo mero espectador. Voy a escribir mi propia historia. Meto lo importante en el macuto, me ato bien las botas, pongo la vista en el horizonte y echo a andar tras el alba. Me han dicho que no va a ser fácil y eso… me gusta. Todo está por venir, las alegrías y las penas, los anhelos, los sueños y las lecciones bien aprendidas. No va a ser fácil y eso… me gusta.

Diario del caminante Segunda jornada “Me llaman El Caminante” Ayer yo era sólo yo y mis preocupaciones. Hoy dejo atrás todo eso para emprender la más desafiante travesía, la que me lleva al fondo de mí mismo. Marco la dirección y no sé si es el momento de decidir la meta final. La vislumbro pero no acierto a saber cuál es. Salgo de mi propia individualidad para formar parte de lo que me rodea. Soy lo que piso, lo que veo, lo que oigo, lo que siento. Otros me ven como parte del camino. Me llaman El Caminante.

Diario del Caminante Tercera Jornada “Nos reconocemos, Somos Caminantes” En el amanecer descubro en el camino sombras de otros que se unen a la mía. No estoy solo. Puede que su mirada no esté puesta en el mismo horizonte, pero compartimos el camino. El agua que calmará su sed será la misma que la mía, nos cobijará el mismo cielo estrellado, nos calentará el mismo fuego. Unos marchan lentamente, otros apresuran sus pasos, pero el camino es ancho y cabemos todos. Nos reconocemos, somos Caminantes.

Diario del caminante Cuarta jornada “A pesar de las Adversidades” Hoy el tiempo ya no es el compañero benévolo de ayer, hoy muestra su cara más adversa. Dicen que el camino más adelante pone a prueba al caminante con pendientes, barrancos, sendas estrechas y peligrosas. Desde lo alto, si se echa la vista atrás, se ve el lugar de partida con su comodidad y abundancia. Muchos abandonan y regresan a la seguridad del conocido redil. Y sin embargo, en el río veo reflejada mi imagen y no es la de un cobarde. Mi decisión es firme. Cojo el macuto y sigo adelante a pesar de las adversidades.

Diario del Caminante Quinta Jornada “Viejas Pisadas” Ahora que mis ojos son capaces de ver, entre las numerosas pisadas que se dibujan en el camino, -tan leves que desaparecerán con el viento de la tarde-, distingo otras, amigo, tan profundas… que gritan verdades. Siguiéndolas, escucho el eco de una voz que le canta a la leyenda, que me habla de cómo él descubrió la belleza y el misterio del camino, de sus dudas y tropiezos, del esfuerzo y el tesón. Y yo, alentado por este ejemplo, quiero unir mis pasos a esas viejas pisadas.

Diario del Caminante Sexta Jornada “El Reto es el Camino” Algo ha cambiado. Mis huellas son reflejo de la firmeza de mis pisadas. La herencia recibida es como un claro arroyo que con su susurro me acompaña. La vida hace pensar que los retos, grandes o pequeños, son lo más importante. Pero viendo cómo otros caminantes agotan sus fuerzas en ellos, siento que son sólo espejismos. Valoro lo aprendido al enfrentarlos, pero sé que en realidad el reto consiste en ser El Caminante. He desvelado el secreto. El auténtico reto ES el Camino Mismo.

Diario del Caminante Séptima Jornada: “Vencer al Gigante” En la soledad y el silencio del andar, el Camino desgasta mis botas, al igual que va destruyendo la máscara con la que cubro, -ahora me doy cuenta-, mis flaquezas y mis miedos, mis malas elecciones, mis inseguridades, mis remordimientos, el recuerdo cruel de negar mi mano cuando me fue reclamada, mis palabras a destiempo… mis silencios culpables. Éstas son las muchas caras que tiene el Gigante. Al romperse la maldita careta, veo el rostro de mi Gigante particular, veo a mi monstruo, ése que me aterra y me hace sentir pequeño. Pero soy “El Caminante”. Ignorar a la bestia no es una opción. Pongo a punto mis armas para la lucha. Perderé batallas, pero ten por seguro que al final te venceré. ¡Voy a por ti!

Diario del Caminante Octava Jornada “Perder de Vista la Costa” Se me enseñó que lo prudente es seguir el consejo sensato, la huella profunda, transitar por sendas repletas de experiencias creciendo con ello en virtudes. Y ésas son sabias y justas palabras. Pero sin embargo mi espíritu vuela más libre y escucha el grito interior que reclama ser escritor de mi propia historia. ¿Será una locura buscar nuevas tierras? Tal vez lo sea… pero el grito es demasiado fuerte. Sólo descubre si hay nuevos encuentros y otros caminos que andar quien tiene el coraje de perder de vista la costa.

Diario del Caminante Novena Jornada: “El Gozo del Camino” Yo, Caminante, en mi recorrido de crecimiento personal he visto gente llorar y sufrir, luchar con tenacidad y sin embargo, caer derrotados. Pero también he visto días de risas y victorias, de legítimo orgullo, de pasos decididos hacia el mañana. Todo esto son jalones en el Camino, y cada etapa es una página de esta apasionante historia. ¡Qué bien he hecho en no perderme estas cosas! No me arrepiento de lo vivido. Pero hay páginas aún no escritas, y no saber qué va a ocurrir es la esencia de la aventura. Aventura que se alimenta de sueños ilusionantes de futuro. El Caminante Creador se alimenta del Gozo del Camino, y crea El Camino con su andar.

Diario del Caminante Décima Jornada: “El Reposo” Mis ansias de seguir adelante han de ceder, pues la noche se echa encima y oculta el Camino. Es momento de parar y buscar un lugar tranquilo donde descansar. No será tiempo perdido. El reposo comienza de forma turbulenta, las vivencias que iba dejando atrás se agolpan en mi mente con renovada nitidez. Pero tras un tiempo de caos, -incluso en las peores circunstancias-, finalmente va apareciendo, poco a poco, la calma. Y en el reposo encuentro descanso para mi cuerpo, pero también para mi espíritu. No sé si es la tranquilidad del lugar, la contemplación de este grandioso campo de estrellas, el recuerdo de la persona amada o percibir mi propia paz interior lo que le da valor al reposo. Te aconsejo, amigo, que en el momento apropiado detengas tus pasos.

Diario del Caminante Décimo Primera Jornada: “Seguir Adelante” Apenas sin darse cuenta, el tiempo de reposo se va llenando de distracciones, de relajado letargo, de un perezoso olvido que va engullendo viejas metas. El abandono va llegando con el abrazo cómodo de lo cotidiano. Aquel viejo macuto, que estaba arrinconado, me mira con reproche. ¿Cuánto tiempo lleva ahí olvidado? ¿Qué ha pasado? ¿Por qué caminaba? Si cuando más dolían los pies era cuando más sentido tenía la vida. ¿Por qué he dejado de ser El Caminante? Jamás fui derrotado. Quien elude durante mucho tiempo enfrentarse a los problemas y adversidades e ignora los retos abandonando Su Camino, encontrará que los primeros pasos resultan sorprendentemente lentos y pesados. En la mochila se esconden aquellas viejas deudas. Aún con todo, quien conserva el espíritu del Caminante no dudará en tomar la decisión de echarse el macuto al hombro y seguir adelante.

Diario del Caminante Décimo Segunda Jornada: “La Maravilla de la Creación” He oído el cantarín sonido del río, el susurrante saludo de las hojas a mi paso. Los aromas de la tierra mojada y de la hogaza de pan recién hecho han impregnado el aire de mis mañanas. El tibio aliento de la fogata, -compartida con gentes nobles de abrazo sincero-, acompaña el recuerdo de mis noches de reposo. Y he visto, en fin, las multicolores pinceladas con las que han sido dibujados los hermosos paisajes que permanecen imborrables en mis ojos. Pero no sólo esto. Además he visto cosas que no se pueden apreciar con los sentidos. He percibido La Mano Creadora en la magnificencia de un sereno atardecer, en el espíritu del bosque, en el terco aliento de la vida que me reclama como hijo suyo. Y ahora, cruzado el umbral, conozco el Secreto de las Cosas, que con su perfecto equilibrio muestran la Maravilla de la Creación.

Diario del Caminante Décimo Tercera Jornada “Ven y Cuéntame tus Andares” Mi camino era tan estrecho que sus márgenes se limitaban a lo que creía saber. Ahora se ensancha mostrando abundantes riquezas y matices que antes quizá sólo intuía. Esa anchura se nutre de la ancestral tradición del Camino, de las sabias palabras de los Viejos Caminantes y también de las marcas que yo mismo voy haciendo al andar. Y el resultado es la súbita certeza de que ese profundo saber NO es propiedad del Caminante. Necesita ser entregado a otros. Necesita ser gritado. Y así mañana te dirán: “Viejo Caminante, ven y cuéntame tus andares”

Diario del Caminante Décimo Cuarta Jornada “El Retorno. La Oportunidad del Reencuentro” Aunque hoy parezca que vuestros hombros están cansados,- Jóvenes Caminantes-, en el momento del Retorno llevaréis con vosotros la Magia del Camino que, os aseguro, jamás olvidaréis. Vosotros, nueva generación, tenéis una misión compartida. Seréis como olas que, partiendo de un mismo lugar vais a romper a vuestra conocida y entrañable costa con el mismo ímpetu y empuje. Miraros, sois Caminantes, Os reconoceréis cuando vuestros caminos vuelvan a encontrarse. Os fundiréis entonces en la magia de abrazos luminosos que lo cuentan todo sin hablar. ¿Recordáis el manto estrellado que ha guardado todas nuestras noches? No tengáis miedo a olvidarlo, pues será el mismo que cubra en la lejanía. Y cuando os encontréis, volveréis a contemplarlo unidos. Joven Caminante, hasta pronto.