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Boletn Americanista, Ao LVII, n57, Barcelona, 2007, pp. 35-52,
ISSN: 0520-4100
LITE TUCUMANA, CUESTIN REGIONAL Y PROYECTO UNIVERSITARIO PARA EL
NORTE ARGENTINO (1907-1929)
Mara Celia Bravo (CONICET-UNT)
RESUMEN: El trabajo aborda la creacin de la Universidad de
Tucumn, uno de los proyectos ms ambiciosos de la lite reformista
liberal de la provincia. Esta fundacin se sustent en un pensamiento
de corte regional que cuestionaba el monopolio universitario de
Buenos Aires y Crdoba y propiciaba la descentralizacin cultural de
la Repblica. Sostena que esta institucin contribuira a restablecer
el equilibrio regional alterado por el crecimiento vertiginoso del
rea pampeana y afirmara la estructura poltica federal del Estado
argentino. La lite tucumana asumi el liderazgo de esta empresa que
recibi el respaldo de los sectores medios de la ciudad de San
Miguel de Tucumn.
PALABRAS CLAVE: lite liberal, Universidad, pensamiento
regional
ABSTRACT: The foundation of the University was one of the most
ambitious projects of the liberal reformist elite of the province
of Tucumn. This creation had his base in a regional oriented
thinking that defied the university monop-oly of Buenos Aires and
Crdoba and promoted the cultural decentralization of the Argentine
Republic. It maintain that this institution would contribute to
re-establish the regional balance disturbed by the very rapid
development of the area of the pampas and would strengthen the
federal political structure of the national State. The Tucumn elite
take on the leadership of this enterprise which received the
support of the middle classes of the city of San Miguel de
Tucumn.
KEY WORDS: Liberal elites, University, regional thinking
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Introduccin
La creacin de un centro de estudios universitarios constituy uno
de los proyectos ms ambiciosos de la lite de la provincia de
Tucumn. Este empren-dimiento comenz a tomar forma con la creacin y
funcionamiento del Colegio Nacional en 18641. La presencia de esta
institucin revitaliz el reclamo de los sectores propietarios de la
ciudad de San Miguel de Tucumn de la fundacin de un centro
universitario para dar continuidad a los estudios secundarios
reali-zados en la provincia (Cervio, 1964: 43)2. Sin embargo, el
propsito de instituir cursos de enseanza superior constitua una
empresa cultural de envergadura que requera de un medio propicio
para su implantacin. Este objetivo contras-taba con el deplorable
panorama educativo y cultural de la provincia y revelaba que la
expansin de la educacin pblica responsabilidad provincial-
consti-tua todava un horizonte difcil de alcanzar. En efecto, los
resultados del primer censo nacional de 1869 a cuatro aos de la
creacin del Colegio Nacional- eran contundentes en lo relativo a la
expansin y arraigo del analfabetismo en la provincia. La poblacin
de Tucumn tena para esa fecha 108.953 habitan-tes, de los cuales
98.718, el 91 % de los habitantes, no saban leer ni escribir.
Asimismo, el total de nios de ambos sexos de 6 a 14 aos en
condiciones de recibir escolarizacin bsica ascenda a 26.693; de los
cuales, slo 3.219, el 12 % del total, asistan a la escuela (De la
Fuente, 1872: 518).
Estas cifras revelaban que la educacin bsica, componente central
del imaginario liberal, asociado con la civilizacin y el progreso,
contrastaba con el preocupante panorama nacional, puesto que slo el
17 % de los habitantes de la Repblica, saban leer y escribir
(Posada, 1986: 155). Al influjo de tan crtico balance, el Estado
Nacional y los gobiernos provinciales comenzaron a desarrollar una
poltica de instruccin pblica, sobre la base de la cooperacin, en
tanto la educacin primaria, por norma constitucional, era un
atributo de las provincias, mientras que la enseanza superior y la
universitaria fueron mbitos en los que actu directamente el
gobierno central, aunque las provincias podan fundar este tipo de
instituciones3. De modo que, la formacin sistemtica y continuada de
los hijos de los sectores propietarios principalmente urbanos,
simbolizada por la enseanza impartida en los colegios secundarios
naciona-
1. La Constitucin argentina de 1853, de signo liberal, conceba a
la educacin pblica como una funcin primordial del Estado. Segn este
marco normativo la instruccin primaria qued bajo la rbita de las
provincias, mientras que la enseanza secundaria que habilitaba para
el ingreso de la universidad fue una funcin asumida por el gobierno
nacional. 2. El nico colegio de este gnero era el Colegio San
Miguel sostenido con fondos provinciales. El establecimiento
funcion de 1854 a 1862 con difi cultades fi nancieras. Languideci
en 1862 debido a la renuncia de su director, Amadeo Jacques, que
luego estara al frente del Colegio Nacional de Buenos Aires. 3. La
ley nacional 1420 de 1884 instituy el sistema educativo argentino
caracterizado por la ense-anza obligatoria, laica y gratuita. La
provincia de Tucumn se adhiri a esta ley pero mantuvo la enseanza
religiosa en las escuelas primarias.
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les, constituy un compromiso de la nacin que fund y financi la
mayora de estos establecimientos, que fueron concebidos para el
ingreso a la educacin superior. Sin embargo, esta formacin slo poda
realizarse en los dos nicos centros universitarios del pas,
ubicados en las provincias de Buenos Aires y de Crdoba (Martnez
Paz, 1986: 46)4.
La lite tucumana5 que comenz a demandar la creacin de un centro
de enseanza superior lideraba una sociedad en vas de transformacin
acelerada por el desarrollo de la agroindustria azucarera. En 1873
el telgrafo haba permi-tido la conexin con las restantes provincias
argentinas y con el extranjero. Tres aos despus se inaugur la lnea
frrea que vinculaba Tucumn con Crdoba, Rosario y Buenos Aires. La
conexin ferroviaria permiti la generalizacin de la modernizacin de
la industria azucarera y posibilit una serie de transformacio-nes
que modificaron la fisonoma de la provincia.
En 1869 la mayora de la poblacin llevaba todava una existencia
rural (82 % de los habitantes). Sin embargo, los cambios fueron
vertiginosos en las dcadas posteriores. A comienzos de 1870, el
nico centro urbano de importancia, era la ciudad de San Miguel de
Tucumn, con poco ms de 17.000 habitantes, de los cuales el 9 % de
la poblacin revesta la categora de propietarios. En este sector se
recortaba un segmento de alrededor de cinco centenares de tenderos,
caeros6, industriales (Groussac, 2001: 166)7 que componan la
autodenominada sociedad culta (Gallo, 1941: 10) de la provincia. El
movimiento econmico gira-ba en torno del comercio y la fabricacin
de azcar, que comenzaba a experimen-tar transformaciones
tecnolgicas aceleradas, como ya se seal. Al igual que la lite
gobernante de la mayora de las provincias argentinas, la tucumana
adopt el postulado liberal transmutado en el constitucionalismo
alberdiano que reclama-ba la creacin de un Estado fuerte, cuya
funcin esencial consista en asegurar la gobernabilidad y
transformar la sociedad a travs de la educacin popular y el fomento
de la inmigracin. Sin embargo, el consenso en torno a estos tpicos
no rest virulencia a la lucha facciosa en las provincias,
motorizada por clanes familiares que pujaban para ocupar y
preservar las posiciones polticas.
A comienzos de la dcada de 1870, en consonancia con el dinamismo
eco-nmico generado por la especializacin azucarera, se produjeron
movimientos en el interior de la lite tucumana y nuevas familias
como los Mndez, los Lpez, los Garca, los Columbres accedieron a
posiciones dominantes en la Legislatura provincial. Uno de los
rasgos caractersticos de la lite gobernan-
4. En 1870 un decreto del Gobierno de Buenos Aires reconoci
aptos para el ingreso a la Univer-sidad, entonces provincial, los
ttulos expedidos por los Colegios Nacionales. La Universidad de
Crdoba haba sido nacionalizada en 1856. 5. Se usa este trmino en su
acepcin ms amplia para designar un crculo de notables donde
con-verge el poder econmico, la preeminencia poltica y la dominacin
social. 6. Designacin que reciban los cultivadores de caa de azcar
en la provincia. Este sector abasteca a las fbricas azucareras con
materia prima.7. Caracterizacin realizada por el francs Paul
Groussac del pblico lector del peridico La Razn, fundado para
patrocinar la candidatura de Nicols Avellaneda, presidente de la
Nacin en 1874.
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te consisti en la construccin de un campo poltico fuertemente
influido por redes parentales, compleja trama de parientes, amigos
y clientes, que gestaron vnculos fuertemente jerarquizados, donde
la preeminencia del grupo o la fami-lia se antepona a las
decisiones individuales. Esta lgica poda poner en peligro
relaciones de solidaridad y colaboracin poltica contradas
laboriosamente. Al respecto, la carta enviada a Sarmiento por su
amigo Jos Posse en 1873 reve-laba los patrones de comportamiento de
las lites y sus nociones respecto de la prctica politica:
s que ests mal impresionado por mi desavenencia con Fras y
quiero darte una explicacin [] sabes toda la estimacin que he
tenido con Fras [] miembros de su familia ha ido al Congreso por mi
voluntad y sostenindose en empleos provinciales porque yo lo he
queri-do: todo ello sin reciprocidad. Lejos de eso, me han hecho
guerra cruda toda su vida [] Desgraciadamente, para que la rotura
no pudiera soldarse ocurre en estos das la eleccin de diputados
nacionales al Congreso presentando Fras su candidatura. Mis amigos
y mis parientes salimos al encuentro de ella. Qu poda hacer yo? Me
puse de parte de los mos, como Fras se haba puesto de parte de los
suyos. La derrota deba traer encono y as han quedado las cosas
(Epistolario, 1947: 352)8.
Las solidaridades de las redes parentales se manifestaban
fundamentalmen-te en los negocios y en la poltica. Esta ltima
actividad constitua el principal tema de las conversaciones en las
reuniones sociales y en las visitas familia-res (Gallo, 1941: 10).
Sin embargo, la virulencia de la confrontacin facciosa poda ser
controlada sobre la base de la negociacin aunque podan generarse
situaciones conflictivas. A medida que avanzaba la
institucionalizacin en la esfera provincial y nacional, la
ampliacin de la comunidad poltica facilit la estabilidad de la lite
dirigente que logr construir un consenso en funcin de ciertas
demandas polticas al gobierno nacional. El factor aglutinante fue
la defensa de la agroindustria expresada en el proteccionismo
arancelario en materia azucarera y en la formacin de la
universidad. Mientras la primera pro-blemtica era considerada una
cuestin perentoria, la segunda constitua un objetivo estratgico a
mediano plazo. En ambos casos estas demandas fueron identificadas
con los intereses de la provincia y de la regin. En este trabajo se
analizar el segundo de estos tpicos9.
1. El primer intento de formacin de la Universidad de Tucumn
El funcionamiento del Colegio Nacional moviliz el clima
intelectual de la provincia y gener la necesidad de crear una
institucin de enseanza superior en el medio local para proporcionar
formacin a los jvenes que no podan trasladarse a dichas
universidades. El argumento que dio forma y contenido
8. Las palabras en cursiva estn en el texto original. 9. En lo
referente al proteccionismo azucarero, la agroindustria tucumana se
fund sobre la base de un corpus legal que aseguraba tarifas
arancelarias elevadas, requisito que asegur rentabilidad y
desarrollo a la actividad, que hacia 1895 era la principal
abastecedora del mercado nacional.
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a esta demanda tena un claro sentido regional. En 1872, el
vicerrector del Colegio Nacional, Jos Ignacio Aroz y Crdoba, al
fundamentar la apertura de los cursos libres de Derecho que se
dictaron en el local del establecimiento, sostena que deba
estimularse la instruccin primaria y la instruccin superior del
mayor nmero posible y terminar con ese eterno monopolio que el
Centro y el Medioda estn haciendo de toda la juventud de la
Repblica (Paz de la Torre, 2004: 13)10.
El ministro de Instruccin Pblica de la Nacin, Nicols Avellaneda,
acce-di a la solicitud pero aclar que este emprendimiento no
persegua instalar una Facultad Universitaria de Derecho, ni
propender a un nmero mayor de doctores, sino simplemente difundir y
vulgarizar los conocimientos legales, estableciendo clases libres
para ser frecuentadas por personas deseosas de ilustracin (Cervio,
1964: 67). No obstante, Jos Posse, Rector del Colegio Nacional, en
su discurso de apertura de los cursos sostena que los mismos
respondan a una necesidad sentida y reclamada en el interior de la
Repblica, donde se siente necesidad del estudio del Derecho para
ilustrar la inteligencia del pueblo en lo que inmediatamente toca a
la vida civil de cada ciudadano (Cervio, 1964: 67).
La implementacin de los cursos libres constitua, en gran medida,
el primer paso para la formacin de una Facultad de Derecho,
emprendimiento considerado necesario por el gobierno provincial que
requera de profesionales idneas para el perfeccionamiento de la
administracin pblica. A su vez, este proyecto constitua un viejo
anhelo de la lite provincial que ansiaba para sus hijos educacin
universitaria accesible a sus posibilidades. Al respecto, Aroz y
Crdoba indicaba que la disparidad de oportunidades perjudicaba a la
juventud de la provincia porque los establecimientos estaban
ubicados en el Litoral y Centro, a distancias enormes del norte y
oeste del pas, donde excepto una milsima parte, el resto son
pobres, muy pobres (Pez de la Torre, 2004: 13).
Efectivamente, haba dos universidades en la Argentina, la de
Crdoba y la de Buenos Aires. De las distintas Facultades, la ms
requerida era la de Derecho. En 1873 la Facultad de Derecho y
Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires registraba 382
alumnos matriculados que representaban el 17% del total de los
estudiantes inscriptos, mientras que en la Universidad de Crdoba
los alumnos de jurisprudencia representaban el 30 % de la poblacin
universitaria (Martnez Paz, 1986: 50-54). A contrapelo de este
creciente inters por la formacin profesional en el campo del
Derecho, carrera considerada prestigiosa en tanto habilitaba para
posiciones en la justicia y en la burocracia estatal, sectores de
la lite poltica e intelectual argentina comenzaban a mani-festar
una creciente antipata hacia los conocimientos tericos y las
doctrinas
10. Carta de Jos Ignacio Aroz y Crdoba a Domingo F. Sarmiento,
Manuel Taboada y Juan M. Gutirrez.
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40 Boletn Americanista, Ao LVII, n57, Barcelona, 2007, pp.
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jurdicas abstractas11. En consonancia con estos postulados, en
1874 Juan M. Gutirrez, Rector de la Universidad de Buenos Aires,
procur fortalecer las cien-cias exactas y naturales al reformular
el Departamento de Ciencias Exactas que dividi en dos Facultades,
la de Matemticas y la de Ciencias Fsico-Naturales. El imperativo
era orientar las vocaciones hacia los conocimientos prcticos.
Sin embargo, en Tucumn se transitaba por el camino opuesto.
Luego de tres aos de dictado de los cursos libres de Derecho, se
consider que las disciplinas impartidas constituan el fundamento
para formar la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Polticas,
creada por el gobierno provincial en 1875 con la pretensin de
fundar las bases de una futura Universidad Provincial. No obstante,
hasta que se resolviera el plan de estudio y el plantel docente
defi-nitivo, se estipulaba que el cuerpo de profesores sera el del
Colegio Nacional. La Facultad sera dirigida por un Directorio
integrado por el Rector, Vicerrector, dos censores titulares y
suplentes y un secretario, elegidos por una asamblea de abogados y
habilitados para litigar. El Directorio qued constituido de la
siguiente forma: Rector: Benjamn Paz, Vicerrector: Uladislao Fras,
censo-res titulares: Tiburcio Lpez, Angel Gordillo y el Secretario:
Angel Pereyra. (Compilacin, 1954: 9).
La designacin del cuerpo directivo indicaba que se trataba de un
emprendi-miento de la lite al que involucrar a su crculo ms
distinguido. Benjamn Paz, diputado provincial, senador nacional y
entre 1882-1884 se desempe como gobernador de la provincia.
Posteriormente fue designado miembro de la Su-prema Corte de
Justicia de la Nacin. Similar trayectoria poltica tuvo Uladislao
Fras, diputado y senador nacional, gobernador de la provincia entre
1869-1871, ministro del presidente Sarmiento y vocal de la Suprema
Corte de Justicia de la Nacin. El censor Tiburcio Lpez fue
convencional constituyente provincial en 1872 y se desempe entre
1873-1876 como diputado provincial, por su parte Angel Gordillo fue
diputado provincial entre 1874 y1879.
El proyecto era de neto corte provincial aunque se fi nanciaba
con fondos nacionales, puesto que el edifi cio y los sueldos de los
profesores eran solven-tados por el Ministerio de Justicia, Culto e
Instruccin Pblica de la Nacin. Sin embargo, el ministro Pizarro
retir el apoyo al emprendimiento. En diciembre de 1880, un decreto
del presidente Roca orden la clausura de los cursos de derecho en
todos los colegios nacionales del pas12. La Memoria del Ministerio
argumentaba que las Universidades provean de sufi cientes abogados
y que esta profesin pesa de manera desigual y desastrosamente en la
instruccin y en la vida pblica (Memoria, 1881: 189-191). En
consecuencia, se ordenaba al rector del Colegio Nacional, Jos
Posse, suspender los cursos de derecho que se dictaban en el
establecimiento. Si Tucumn quera tener una Facultad de Derecho deba
fi nanciarla con fondos provinciales. Al ao siguiente, el
ministro
11. En estos conceptos puede advertirse la infl uencia de
Hipolyte Taine que propona la formacin de un conocimiento cientfi
co, fundado en los hechos sociales, especialmente la historia. 12.
La provincia de Santa Fe haba desarrollado una iniciativa similar a
travs del Colegio Nacional.
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41Boletn Americanista, Ao LVII, n57, Barcelona, 2007, pp. 35-52,
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nacional insista que alrededor de los Colegios Nacionales se
agrupaban es-pontneamente profesores gratuitos y se fundaban
Escuelas de Derecho que nacen por ensalmo y se alimentan a s mismas
produciendo dolorosos esfuerzos para desprenderlas del cuerpo a que
se adhieren (Memoria, 1882: 24-25).
Al retirar la nacin el fi nanciamiento, la provincia deba
alquilar un local y solventar los sueldos de los profesores,
esfuerzo que no tuvo disposicin de afrontar. El funcionamiento de
la Facultad dependa estrechamente del Colegio Nacional. Sin
recursos propios, sin biblioteca, la institucin languideci y en
1882 la Legislatura provincial derog la ley de creacin. Se suprima
as el pri-mer intento de creacin de una Universidad Provincial. No
obstante, la situacin fi scal de la provincia era fl oreciente. La
reconversin industrial del azcar adop-taba un ritmo acelerado. Haba
23 fbricas movidas por trapiches accionados a vapor que
reemplazaban una fuerza de trabajo equivalente a 55.786 hombres
adultos. La modernizacin corra en paralelo a la instauracin del
proteccio-nismo azucarero que deparaba la rentabilidad de la
actividad (Groussac, 1882: 538)13. En la dcada de 1880, los
recursos fi scales de Tucumn aventajaban sensiblemente a las
restantes provincias del norte argentino. Para 1887 el pre-supuesto
provincial era $ 602.680,88, mientras que el de Santiago del Estero
era de $ 295. 375,76; el de Salta $ 281.686,80, el de Jujuy de $
96.650 y el de Catamarca $ 204.607,92. De modo que, durante la
dcada de 1880, Tucumn era el centro econmico del norte de la
Argentina. La clausura de la Universi-dad obedeci a la falta de una
decisin poltica explcita en dicha direccin, a la escasa presin
social y fundamentalmente, a la pretensin de que la nacin
solventara el establecimiento.
Sin embargo, el cierre de la Universidad no mitig las
inquietudes culturales de un sector de la poblacin urbana de San
Miguel de Tucumn. Esta bsqueda intelectual se verifi c a travs de
una asociacin cultural, la Sociedad Sarmien-to. Fue fundada en 1882
por jvenes ex-alumnos del Colegio Nacional y la Es-cuela Normal14.
Al principio se denomin Ateneo de las Provincias porque sus
integrantes representaban las distintas provincias del norte, pero
se modifi c esa designacin y se adopt la de Sociedad Sarmiento, en
honor al ex-presidente y a su labor en materia educativa. Es
probable que con esa denominacin el grupo persiguiera una
legitimacin que ocultara sus orgenes humildes, puesto que durante
los primeros aos funcion en un cuarto alquilado de pensin. Para ser
socio activo se deba presentar un trabajo literario o cientfi co
que se discuta y se aprobaba entre los miembros. Tal era el sello
de membresa. A dos aos de su fundacin, la institucin ya contaba con
una biblioteca y 5 aos ms tarde haba formalizado su existencia
legal al obtener la personera jurdica. Desde el
13. Se calculaba que en el curso de dos cosechas podan saldarse
la compra de maquinaria com-pleta de ingenio, gastos de instalacin,
fl etes, terreno, edifi cios, valor de la caa comprada, ms
intereses, estimados en 438.000 pesos bolivianos. 14. Esta
institucin fue creada por el gobierno nacional en 1875. Su funcin
era formar maestros normales nacionales de acuerdo al modelo
vigente en Estados Unidos.
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42 Boletn Americanista, Ao LVII, n57, Barcelona, 2007, pp.
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comienzo, la actividad de la Sociedad gir en torno a los
concursos literarios, la publicacin de una revista y el desarrollo
de la biblioteca que, con los aos, se convertir en la ms importante
de la provincia y del norte argentino.
Patrocinados por la Sociedad Sarmiento, los certmenes literarios
denomi-nados Juegos Florales, adquirieron proyeccin nacional. Bajo
su influjo surgie-ron los primeros poetas y escritores de la
provincia y se podra afirmar que, desde 1882 hasta 1900, cobij el
movimiento literario de la provincia. En ese sentido, el
historiador Lizondo Borda sostiene que con esta sociedad se inici
la literatura tucumana (Borda, 1932: 22). El otro objetivo de la
Sociedad, las publicaciones culturales, tuvieron suerte diversa.
Sus primeras expresiones fueron El Porvenir y el Tucumn Literario
que funcionaron de manera discontinua. El primero dur slo unos
meses, mientras que el segundo tuvo un funcionamiento ms
sis-temtico, como semanario de 1888-1891 y como quincenario de
1893-1896 (Martnez Zuccardi, 2005: 41). Se publicaban poesas,
cuentos, ensayos litera-rios, artsticos, educativos, sanitarios, de
divulgacin cientfica, etc. Se abasteca especialmente con
colaboraciones locales de estilos diversos, al igual que sus mritos
literarios. La biblioteca adquiri gran impulso en 1884 cuando se
resolvi la apertura al pblico. En su nuevo carcter de biblioteca
popular consigui la entrega de la Biblioteca de la Municipalidad
que representaba una dotacin de 385 volmenes. Luego de 18 aos de
funcionamiento, en 1900, la biblioteca tena ya 8.851 volmenes y era
la ms importante del norte argentino.
En los comienzos, la Sociedad Sarmiento fue un emprendimiento
juvenil de egresados de los establecimientos secundarios
nacionales. Los cronistas de la institucin coinciden en sealar que
se fomentaba la unin entre los jvenes; no se haca distingos, todos
eran iguales; bastaba tener inquietudes intelec-tuales (Kreibhom,
1960: 51). En ese sentido, la sociedad complet la tarea
desarrollada por la educacin secundaria nacional, que no slo se
imparti a los hijos de la lite, sino tambin a los de los sectores
medios urbanos de la ciudad de San Miguel de Tucumn. De modo que
esta institucin al reunir jvenes de distintos orgenes sociales
modific las formas de sociabilidad de un segmento de estudiantes
secundarios de la ciudad. En consecuencia, gest un espacio de
intercambio y camaradera fundado en la implementacin de prcticas
con-sensuadas, que tenan como fundamento el inters de comn por la
difusin y produccin de obras que respondieran a los cnones de la
cultura letrada. En un clima de poca signado por la valorizacin del
saber libresco, el objetivo de la sociedad centrada en el
conocimiento y en el estudio, otorg legitimidad a la institucin que
paulatinamente logr construir un espacio cultural dotado de cierta
autonoma.
La visita de notables ilustres como Sarmiento o Julio Argentino
Roca, que visi-taron el local y donaron libros a la biblioteca15
confiri a la Sociedad Sarmiento un rpido prestigio.
Progresivamente, profesores y egresados de los estableci-
15. Roca visit la Sociedad Sarmiento en 1883, mientras que
Sarmiento lo hizo en 1886.
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43Boletn Americanista, Ao LVII, n57, Barcelona, 2007, pp. 35-52,
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mientos educativos nacionales, polticos y vecinos de la ciudad
con inquietudes literarias, se integraron a la institucin. Al
despuntar el siglo XX, luego de 18 aos de existencia, la sociedad
contaba con 638 miembros. Desde la dcada de 1890, la direccin de la
institucin estuvo en manos de notables que desarrollaron carreras
pblicas importantes, gobernadores, ministros, legisladores
nacionales, miembros de la Corte Suprema de Justicia, directores o
profesores de estable-cimientos secundarios nacionales, fueron
presidentes de la institucin. Estos rasgos revelan que la
prestigiada actividad cultural constitua un componente simblico
central de la prctica poltica. Al respecto, es elocuente el
testimonio de Juan B. Tern, joven perteneciente a la lite local con
inquietudes culturales y polticas definidas, cuando se incorpor a
la institucin: llegar a la Sociedad Sarmiento era casi la gloria,
sobre todo cuando siendo secretario, me mezclaba con hombres como
Silvano Bores y Adn Quiroga (Kreibohm, 1960: 92)16.
De modo que, la legitimidad de la lite dirigente resida no slo
en las transformaciones econmicas y materiales generadas por el
auge azucarero, sino tambin en su papel de promotora del movimiento
cultural de la ciudad de San Miguel de Tucumn, cuyo epicentro era
la Sociedad Sarmiento. En esta empresa asociaron a los sectores
medios urbanos de la ciudad que no disputaron su liderazgo en el
campo poltico, social, econmico ni intelectual. En ese sentido, la
Sociedad Sarmiento proyectaba una imagen de unidad y colaboracin
entre individuos pertenecientes a distintas agrupaciones polticas y
a orgenes sociales diversos. Propona as, una metfora integradora de
la sociedad provincial, que se ubicaba en las antpodas de la que
expresaba la prctica poltica, en la medida que el asociacionismo
cultural homogeneizaba y una lo que el faccionalismo poltico
decimonnico separaba.
Otro factor que ciment el prestigio de la Sociedad Sarmiento fue
la preocupacin por mantener el fervor patritico. El cuidado de La
Casa Histrica o Casa de la Independencia17 constituy un objetivo
central de la institucin que acostumbraba a presidir los actos
populares dedicados a las efemrides nacionales. Asimismo,
custodiaba los retratos de los con-gresales de 1816 y los colocaba
en la Casa Histrica en los aniversarios de la independencia
nacional. Tambin organiz y presidi peregrinaciones universitarias a
la Casa Histrica para la conmemoracin de la indepen-dencia
argentina. De modo que, a pesar de su ndole estrictamente
literaria, la asociacin reivindic para s el papel de preservadora
de la tradicin argentina. Con ceremonias sistemticas pautadas segn
la liturgia patriti-ca, la Sociedad Sarmiento contribuy junto con
las instituciones escolares- a difundir un relato heroico del
pasado argentino, en el que las provincias ocupaban un papel
relevante. Estas actividades consolidaron su legitimidad
16. Silvano Bores haba publicado poesas en las revistas de la
Sociedad, pero fundamentalmente fue un poltico que lleg a ser
gobernador de la provincia, mientras que Adan Quiroga era un
literato de prestigio nacional. 17. Solar donde se declar la
independencia argentina el 9 de julio de 1816.
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44 Boletn Americanista, Ao LVII, n57, Barcelona, 2007, pp.
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como asociacin cultural, ntimamente asociada al postulado de la
difusin de la educacin pblica sostenido por la lite gobernante.
Al promediar la primera dcada del siglo XX, la Sociedad
Sarmiento era la prin-cipal institucin cultural de la provincia. En
1906, por iniciativa de su presidente Juan B. Tern se decidi
implementar Cursos Libres sobre diversos tpicos (ciencia, sanidad y
cuestiones sociales) que se dictaron en el local de la Escuela
Normal. Como haba sucedido en 1875, el gobierno de la provincia
solicit al Ministerio de Justicia, Culto e Instruccin Pblica
autorizacin para utilizar las instalaciones de la escuela. En dicha
oportunidad, Tern se refiri al sentido de los cursos: no llevan a
ningn ttulo ni preparan para ninguna profesin; no se proponen sino
la mayor cultura abstracta, la mayor difusin de conocimientos []
pero su tendencia es la enseanza superior (Compilacin, 1964:
16).
Este fue el primer anuncio formal del proyecto de fundacin de la
Universidad. Para Tern, los cursos expresaban la madurez y evolucin
cultural de la provincia y revelaban la existencia de un ambiente
social propicio para el conocimiento y la investigacin. Esta
experiencia representaba el fundamento de la futura creacin de la
Universidad. Respecto al frustrado emprendimiento provincial de
1875 consi-deraba que este declin falseado por un concepto errneo
que el ministro Pizarro expuso claramente al sustentar su supresin
(Compilacin, 1964: 16). Sostena que era necesario radicar nuevas
universidades en distintas ciudades de la rep-blica para repartir
con mayor equidad los beneficios de la cultura (Compilacin, 1964:
16). Afirmaba que la nueva institucin no se asentaba en el vaco.
Para este emprendimiento la Sociedad aportaba una biblioteca de
15.000 volmenes y la provincia deba contribuir con el Instituto de
Bacteriologa, La Escuela de Bellas Artes y el Museo de Historia
Americana e Historia Natural regionales que deban articularse para
sostener la nueva universidad. Por otro lado sealaba que la
Universidad deba sustentarse en una base social ya formada, la
clase media ilus-trada y disciplinada por la ciencia, garanta del
orden social capaz de demostrar su capacidad para los estudios
prcticos (Compilacin, 1964: 16).
Una nueva versin de los cursos se realiz en 1907. Al ao
siguiente Tern, quien haba obtenido una banca en la legislatura
provincial, present el proyec-to de creacin de la Universidad de
Tucumn. La misma estara integrada por cuatro departamentos: la
Facultad de Letras y Ciencias Sociales, la Seccin Pedaggica, la
seccin de Qumica y la de Bellas Artes. Se incorporaban a la
Universidad como institutos anexos: el Museo de productos
naturales, el Laboratorio de Bacteriologa, la Oficina Qumica de la
Provincia, La Estacin Experimental Agrcola y el Archivo Histrico.
Sin embargo, el tpico ms rele-vante consisti en los fundamentos de
corte regional esgrimidos para la crea-cin de la institucin
universitaria.
2. La concepcin regional de la Universidad de Tucumn
Los argumentos esgrimidos por Tern tenan una impronta claramente
regio-nal. Conceba a la Universidad como un organismo capaz de
influir decisiva-
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mente en las transformaciones del medio local y de la regin. A
su vez, eran las necesidades econmicas y sociales de la provincia y
del norte argentino, las que requeran de la fundacin de una
universidad. Lo explicaba en estos trminos:
esta fundacin universitaria, erigida en una zona azucarera,
intensamente industrial, es as una etapa lgica en la historia
econmica de varias provincias. En un pas que debe vivir de sus
manufacturas, el hombre importante, indispensable, no es el torico,
es el ingeniero tcnico, que concibe, organiza y dirige. De esta
manera, la universidad tcnica, que nace al amparo de la vida
industrial de una regin, devuelve duplicado el esfuerzo que la
elabora (Tern, 1954: 167).
En consecuencia, el perfil universitario a adoptarse se modelaba
segn las exigencias de la agroindustria, que precisaba de la
investigacin agronmica y qumica. Esta educacin deba orientarse
decididamente a la experimentacin, desechando la enseanza
exclusivamente profesional, simbolizada en los estu-dios de
derecho. Asimismo, la lite provincial reivindicaba el rol de Tucumn
como centro econmico y cultural del norte y se eriga en el sector
dirigente capaz de liderar la regin, cuyos intereses pretendan
representar.
Otro de los argumentos esgrimidos, consista en ratificar la
existencia de un ambiente propicio para la creacin de Universidad
de Tucumn. En efecto, la presencia de un plantel de cientficos
capacitados que se desempeaban en los ingenios azucareros y la
accin de la Estacin Experimental, creada por inicia-tiva del
industrial Alfredo Guzmn en 1907, constituan para Tern testimonios
elocuentes de la vocacin cientfica y tcnica de la provincia. En
consecuencia, el nuevo emprendimiento universitario de carcter
provincial deba adoptar el mismo perfil, acorde al medio que la
propiciaba. Desde su punto de vista, la Universidad a crearse
difera de las similares de Buenos Aires y Crdoba exclusivamente
doctorales y de enseanzas abstractas (Tern, 1980: 16). La nueva
institucin no contribuira a engrosar el proletariado intelectual
argenti-no integrado por togados sin destino (Tern, 1980: 17). Por
el contrario, se concentrara en carreras vinculadas a la qumica
industrial, a la agricultura, a los estudios comerciales y a las
lenguas vivas.
Esta concepcin regionalista responda a un propsito de carcter
poltico y estratgico. Se trataba de terminar con el monopolio
universitario ejercido por Buenos Aires y Crdoba que debilitaba
cualitativamente a las restantes provincias, las que perdan de
manera sistemtica a los jvenes ms capa-ces que emigraban a estudiar
a dichos centros y terminaban radicndose fuera de la provincia. Por
lo tanto, la institucin que proyectaba Tern esta-ba destinada a
convertirse en el instrumento privilegiado para restablecer una
suerte de equilibrio poltico perdido por el crecimiento econmico y
demogrfico del litoral. Para Tern, la descentralizacin
universitaria del pas constitua una cuestin prioritaria que slo
poda ser una iniciativa de las provincias, nicas entidades que
podan garantizar el sentido regional de dichos emprendimientos.
Posteriormente, el Estado nacional tena el deber de involucrarse
con el destino de la nueva Universidad provincial, porque
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la impronta regional de su origen ratificaba el mandato
constitucional de diversidad y de unidad que caracterizaba a la
estructura poltica federal del Estado argentino.
El proyecto pas a comisin para su estudio y estuvo dos aos sin
ser tra-tado. En ese lapso, la prensa nacional critic duramente
esta iniciativa. Para el diario La Nacin se proyectaba crear un
organismo intil, que a pura prdida distraer recursos importantes,
cuya aplicacin reclama el estmulo de otras funciones del Estado18.
La rplica de Tern fue inmediata y para defender el proyecto reiter
argumentos de neto corte regional. Sostena que todas las
uni-versidades argentinas haban comenzado siendo provinciales y que
no exista incapacidad constitucional por parte de estas entidades
para crearlas. Por el contrario, afirmaba que la fundacin de un
instituto de enseanza superior era la verdadera solucin para
resolver el problema econmico del norte argentino. Desde este punto
de vista, la nueva universidad sera regional porque aspiraba a
estudiar las caractersticas de una vasta zona de la Argentina que
hasta el momento haba sido ignorada por los centros enseanza
superior.
Finalmente, en 1909, a consecuencia del recambio legislativo,
Tern y su grupo accedieron a la direccin de la Cmara de Diputados.
Al influjo de esta coyuntura, el proyecto fue reactivado y aprobado
en Diputados. Pas al Senado que demor tres aos ms para estudiarlo.
Finalmente, debido a las gestio-nes de Tern y de los miembros de la
Sociedad Sarmiento, a las crticas de la prensa local por la demora
en el tratamiento, el Senado discuti el proyecto de Universidad que
fue aprobado sin objeciones en 1912. Entre las razones para
sancionarlo se indic que la provincia aportara una suma
relativamente peque-a para el funcionamiento de la institucin y que
la nacionalizacin se producira en corto plazo.
Al ao siguiente se designaba el Consejo Superior fundador de a
Universidad19 y se aprobaba la Ordenanza Preliminar que estableca
la personalidad jurdica y la estructura organizativa de la nueva
institucin. El Rector duraba cuatro aos y poda ser reelecto tres
veces consecutivas, la primera vez sera elegido por el Consejo; las
sucesivas, por la Asamblea General de Profesores. A fines de 1913
Tern es elegido primer Rector de la institucin que comenz a
funcionar al ao siguiente.
En reiteradas oportunidades, el Rector se refiri a las
caractersticas que tendra la nueva institucin. En la apertura de
los cursos de 1915 su discurso se centr en la labor social de la
Universidad. Deba contribuir, mediante la investigacin a crear
conocimientos aplicados capaces de imponer nuevos procedimientos
que reemplazaran el empirismo y la rutina que se aplicaba a los
18. Opiniones del diario La Nacin de Buenos Aires publicadas en
el diario El Orden de Tucumn, 6.11.1909. 19. Lo integraban Juan B.
Tern, Miguel Lillo, Jos Ignacio Aroz, Guillermo Paterson, Ricardo
Jai-mes Freire, Arturo Rosenfeld, Miguel Daz, Estergidio de la
Vega, Alejandro Uslenghi, Jos Padilla, Juan Chavanne y Jos Benito
Gonzlez. Todos ellos eran miembros de la Sociedad Sarmiento.
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emprendimientos productivos. En consecuencia, la Universidad
estaba desti-nada a cooperar con la realizacin del destino econmico
de una vasta regin argentina (Tern, 1980: 24). En ese sentido, para
los dirigentes de la provincia, la Universidad constitua una
instancia preliminar y decisiva de un complejo programa de reformas
sociales. Seal la necesidad de implementar una nueva poltica
agraria para reconvertir los pequeos fundos caeros en explotaciones
de granja, destinadas a arraigar al campesino y a asegurar el
sustento de su familia. Se deba organizar una amplia y eficiente
poltica sanitaria para dismi-nuir la mortalidad y morbilidad en la
campaa y desarrollar una poltica escolar destinada a erradicar las
escuelas ranchos. De modo que, para Tern la fun-dacin de la
Universidad complementaba un vasto programa de gobierno de carcter
social.
Este propsito, que embarg las expectativas de una generacin de
polticos liberales con sensibilidad hacia la cuestin social, se
haba plasmado en 1906 en el mensaje presentado por el gobernador
Luis F. Nougus en la Legislatura provincial. Se anunciaba el inters
por reglamentar la sanidad industrial, construir viviendas
populares y desarrollar la educacin tcnica. En 1907 Ernesto
Padilla, Juan B. Tern y Jos Ignacio Aroz, quienes tuvieron una
actuacin destacada en la fundacin de la Universidad, se desempearon
como convencionales para reformar la Constitucin provincial. En ese
mbito propusieron la inclusin de un artculo -que desat polmica-
destinado a obligar a la Legislatura a regla-mentar el trabajo y la
salubridad en las fbricas (Bravo, 2000: 56). Aunque los resultados
tangibles de estos esfuerzos fueron modestos, tal iniciativa
reflejaba el pensamiento de una nueva generacin de polticos
liberales que consideraba necesaria la intervencin del Estado en
materia laboral, sanitaria, educativa y habitacional para mejorar
la situacin de los sectores populares. Esta con-cepcin cuestionaba
el principio de prescindencia o neutralidad estatal en los temas
sociales y propona una redefinicin de las relaciones entre el
Estado y la sociedad. Tal corriente de pensamiento tena conexiones
a nivel nacional con un grupo de dirigentes e intelectuales,
conservadores y socialistas, como Joaqun V. Gonzlez, Jos
Ingenieros, Jos Nicols Matienzo, Gregorio Aroz Alfaro, quienes se
haban desempeado como funcionarios y como profesores en la
Universidad de Buenos Aires y La Plata. Tern y el grupo que lo
secund en la fundacin de la Universidad de Tucumn compartan similar
orientacin y sostenan que la enseanza universitaria deba dar
respuesta a las necesidades sociales del medio.
Las primeras carreras de la Universidad respondan a los
principios enun-ciados por Tern. Fueron esencialmente tcnicas,
ingenieras industriales y qumicas, matemticas y farmacia. Los
programas de extensin universitaria contaban con un importante plan
de publicaciones referidos a la historia del norte argentino:
Historia de Tucumn de Ricardo Jaimes Freyre, Descripcin de Tucumn
de Germn Burmeister, Viajes por el Ro de la Plata y el interior de
la Confederacin Argentina de Paolo Mantegazza; la Revista de Tucumn
dirigida por Manuel Lizondo Borda; los Boletines de extensin
agrcola, des-
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tinados a los agricultores; los Boletines de extensin popular,
dirigidos al pblico en general, que abarcaban especialmente temas
de salud e higiene, revelaban el propsito de apertura al medio. Las
compilaciones de msica nativa del norte argentino encargada al
santiagueo Gmez Carrillo; los ciclos de conferencias en los que
disertaron intelectuales de renombre como Ricardo Rojas, Leopoldo
Lugones, Alejandro Bunge, Eliseo Cantn, etc, expresaban la
preocupacin social de la Universidad.
En consecuencia, desde su fundacin, la poltica de extensin de la
Universidad adquiri particular importancia. Se implement en la
ciudad de San Miguel de Tucumn la escuela nocturna de enseanza de
dibujo y de plstica para obreros, cursos de extensin agrcola
destinados a formar agricultores tc-nicos, cursos de docencia libre
sobre letras o ciencias a solicitud de ms de 10 interesados20. Se
organiz un concurso de trabajos sobre el tema morbilidad en la
provincia de Tucumn y se inici un plan de publicaciones cientficas
e histricas que posteriormente fueron editadas por la
Universidad.
Estos modestos comienzos revelaban el pensamiento de Tern
respecto de la funcin y alcance de la Universidad. Su radio de
influencia no se limitaba a los alumnos regulares de la institucin,
la Universidad deba auscultar las deman-das del medio, alcanzar a
todas las clases sociales y ofrecer carreras tcnicas de enseanza
prctica que crean la honestidad ms segura, la disciplina ms slida
porque dan cimiento a la independencia personal [] y no se ha de
esperar los 25 aos para tener un ttulo, en que a tamaa altura
aparece el pro-fesional argentino en las puertas de la vida,
indeciso e infatuado a un tiempo (Tern, 1980:102). En 1921, con
motivo de la nacionalizacin de la Universidad, Tern ratific estos
conceptos al entregar la institucin al Ministro de Justicia e
Instruccin Pblica de la Nacin Jos Salinas ensayo de universidad
social, no soy yo quien ha de decir si se ha cumplido, en la
limitacin forzosa de su modestia y en los siete aos de vida
(Compilacin, 1964: 149).
Durante sus primeros aos la Universidad no dispuso de local
propio. Las clases se dictaban en la Escuela Sarmiento, en la
Estacin Experimental y en el Instituto de Bacteriologa de la
Provincia. Tern diriga la Universidad desde su bufete de abogado
con la colaboracin del procurador que lo asista. Finalmente, en
septiembre de 1914 adquiri una sede propia. Durante esos aos tuvo
que combatir el escepticismo generado en torno de la institucin.
Segundo Villarroel, uno de los primeros alumnos, recordaba que
vecinos de la ciudad se referan a la misma en trminos despectivos,
generalmente la llamaban boliche (Villarroel, 1974: 32). En 1923,
la Universidad estaba cons-tituida por tres facultades, de
Ingeniera, de Qumica y Ciencias Naturales y la Escuela de Farmacia
e Higiene Subtropical. Contaba con 149 alumnos matriculados, que
reflejaban un lento pero continuado proceso de expansin de la
matrcula. Respecto a la extensin universitaria, la oferta de cursos
se
20. Se dictaron clases de idiomas, taquigrafa, agricultura,
mecnica y electrotcnica.
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haba ampliado notablemente, en consonancia con los alumnos
asistentes que alcanzaban a 535 personas (Compilacin, 1964:
149).
La nacionalizacin de la Universidad constituy una nueva etapa en
la vida de la institucin, puesto que, la validez nacional de los
ttulos permiti ampliar posi-tivamente su radio de influencia al
norte argentino. En la ceremonia de traspaso de la institucin a la
Nacin, el ministro Salinas institucionaliz dicha orientacin al
afirmar que la accin cultural ha de dirigirse, con especial
solicitud, al pueblo trabajador, hacindole partcipe de los
beneficios de sus enseanzas, por medio de cursos adecuados []
tendientes a fortificar y dignificar la personalidad ciudadana,
intelectual y moral del obrero (Compilacin, 1964:138). Para ese
entonces, el perfil de la nueva institucin estaba definido. La
Universidad tena un carcter tcnico y experimental, con un fuerte
nfasis en las actividades de extensin al medio, aunque contaba con
484 alumnas inscriptas en los cursos normales de la Escuela
Pedaggica Sarmiento, anexa a la universidad. En con-secuencia, en
un breve lapso, el radio de influencia de la institucin se ampli
notablemente, especialmente incidi en los sectores medios de la
ciudad de San Miguel de Tucumn. Culminaba as un proceso iniciado
con la fundacin de los colegios secundarios nacionales.
3. Consideraciones finales
La formacin de un centro de estudios universitarios en Tucumn
tuvo como punto de partida la fundacin de colegios secundarios
nacionales en la pro-vincia. Esta decisin permiti concretar la
continuidad de los estudios en el medio local y proporcion un
bagaje de conocimientos clsicos y humanistas caracterstica de los
bachilleratos argentinos- que se reflejaron en inquietu-des
culturales, cuya mxima expresin local fue la fundacin de la
Sociedad Sarmiento en 1882. En gran medida, la Universidad de
Tucumn sintetizaba la evolucin de un ambiente intelectual, en el
que participaron la lite local y los sectores urbanos de la ciudad
que integraron y animaron una institucin cultural como la Sociedad
Sarmiento en cuyo mbito se inici el proyecto universitario
definitivo.
La Universidad representaba tambin la expresin de un pensamiento
regional que cuestionaba el monopolio universitario del pas y
procuraba la descentralizacin cultural de la Repblica. La formacin
de un centro univer-sitario local que investigara los problemas
sociales, econmicos y culturales de la provincia y del norte
argentino constitua una forma de restablecer el equilibrio regional
alterado por el crecimiento vertiginoso del rea pampeana. En este
punto, la lite tucumana asumi el liderazgo de los intereses
regionales del norte al considerarse portadora de un mandato
histrico. En ese sentido construy una imagen homognea de la regin,
en lo cultural y en lo econ-mico. Asimismo, identific las
necesidades de la agroindustria azucarera con los intereses de la
provincia, especialmente en lo relativo al proteccionismo en
materia arancelaria. De modo que la Universidad fue el producto de
la prdica
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del sector ms lcido de la lite reformista liberal de Tucumn, que
procur conciliar un proyecto universitario, de perfil tcnico y
experimental, que tendra a los sectores medios del norte como
destinatarios principales. La creacin del centro universitario se
complementara con un amplio de plan de reformas sociales en la
provincia tendiente a mejorar la situacin de los sectores
popu-lares. En consecuencia, la poltica de extensin universitaria,
con nfasis en lo social, constituy un componente importante de este
ambicioso proyecto pol-tico, que no lleg a realizarse en su
totalidad en lo relativo al mejoramiento de las condiciones de vida
de los sectores populares. Sin embargo, la fundacin de la
Universidad constituye un testimonio del aspecto cultural y
cientfico de dicho emprendimiento.
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