¿DEBE DIEZMAR EL CRISTIANO? Jerry Martin Tomado del foro de debates alt.religion.christian.adventist Ciertas organizaciones religiosas, como por ejemplo, los Adventistas, los Mormones, etc., insisten en gravar a sus miembros con un décimo (o el diezmo) de su ingreso anual con el propósito de sostener sus respectivos sistemas eclesiásticos. Se les dice que tal exigencia está de acuerdo con la ley del diezmo dada al antiguo Israel. La primera mención del diezmo en la Biblia se encuentra en Génesis 14:20, donde dice que el patriarca Abraham entregó a Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, el diezmo del botín obtenido después de la victoria en una batalla en particular. Puesto que Cristo habría de ser sacerdote según el orden de Melquisedec, y puesto que en Hebreos el apóstol Pablo relata este incidente y muestra la superioridad del sacerdocio de Melquisedec sobre el sacerdocio levítico, algunas personas han llegado a la conclusión de que los cristianos deben entregar diezmos semanales, mensuales, o anuales al Melquisedec mayor, Cristo Jesús. (Heb. 7:1- 12). Llegar a esta conclusión es pasar por alto algunos hechos muy importantes, a saber, que hay sólo una ocasión registrada en la que Abraham entregó el diezmo. Esto indica que ésta no era su costumbre, y que él no estableció un sistema de diezmo para sus descendientes. El hecho de que su nieto Jacob voluntariamente hizo un voto especial de entregar el diezmo bajo ciertas
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¿DEBE DIEZMAR EL CRISTIANO?
Jerry Martin
Tomado del foro de debates alt.religion.christian.adventist
Ciertas organizaciones religiosas, como por ejemplo, los Adventistas, los Mormones, etc., insisten en gravar a sus miembros con un décimo (o el diezmo) de su ingreso anual con el propósito de sostener sus respectivos sistemas eclesiásticos. Se les dice que tal exigencia está de acuerdo con la ley del diezmo dada al antiguo Israel. La primera mención del diezmo en la Biblia se encuentra en Génesis 14:20, donde dice que el patriarca Abraham entregó a Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, el diezmo del botín obtenido después de la victoria en una batalla en particular. Puesto que Cristo habría de ser sacerdote según el orden de Melquisedec, y puesto que en Hebreos el apóstol Pablo relata este incidente y muestra la superioridad del sacerdocio de Melquisedec sobre el sacerdocio levítico, algunas personas han llegado a la conclusión de que los cristianos deben entregar diezmos semanales, mensuales, o anuales al Melquisedec mayor, Cristo Jesús. (Heb. 7:1-12). Llegar a esta conclusión es pasar por alto algunos hechos muy importantes, a saber, que hay sólo una ocasión registrada en la que Abraham entregó el diezmo. Esto indica que ésta no era su costumbre, y que él no estableció un sistema de diezmo para sus descendientes. El hecho de que su nieto Jacob voluntariamente hizo un voto especial de entregar el diezmo bajo ciertas condiciones prueba que ellos no acostumbraban diezmar. (Gén. 28:22).En el desarrollo de la Ley dada en el Monte Sinaí, se tomaban diezmos sobre la tierra, los árboles frutales, y las manadas y los rebaños, para el sostenimiento de los Levitas, porque éstos no tenían herencia en la tierra en común con las otras tribus. (Lev. 27:30-33; Núm. 18:21-32). De este fondo, también se tomaban ciertas porciones para aliviar las necesidades de los extranjeros, los huérfanos, y las viudas. Parece que la ayuda a los pobres debía venir especialmente de los diezmos del tercer año. Por dos años, el diezmo debía ser llevado al tabernáculo, o al templo en Jerusalén, pero al tercer año el diezmo de ese año debía ser entregado directamente en las aldeas locales, y puesto a disposición, no sólo de los Levitas, sino también de los "extranjeros, los huérfanos, y las viudas." (Deut. 12:5-7, 11, 12, 17-19; 14:22-29; 26:12-14).Sin embargo, bajo el opresivo gobierno de los egoístas y malvados reyes de Israel, el diezmo, o se descuidó o se malversó y, como resultado, la nación no tuvo la bendición de Dios. (Mal. 3:8-11; 1 Sam. 8:10-18). Durante su reinado, el buen rey Ezequías restauró los diezmos para el servicio del santuario. Y nuevamente, después de que los
judíos regresaron del cautiverio en Babilonia, Nehemías también puso orden en esto de los diezmos. (2 Crón. 31:4-6; Neh. 10:34-39); 12:44; 13:5,12). Luego vino Jesús y, con él, el momento del fin del antiguo pacto de la ley. Nacido bajo esa ley, mientras todavía estaba en vigor, Jesús defendió y cumplió todas y cada una de sus disposiciones, incluyendo el diezmo. Sin embargo, su única alabanza del diezmo fue una especie de indirecta dirigida a los religionistas formalistas e hipócritas que, sin embargo, entregaban sus diezmos. (Mat. 23:23, versión NW originalmente en inglés).
LA LEY CON LA ORDENANZA DEL DIEZMO HA SIDO QUITADA
Por mucho que uno busque, no encontrará en ninguna parte de la Biblia que Jesús recomendara o alabara el diezmo a sus seguidores. Cuando Jesús envió a los apóstoles y discípulos a hacer obra misionera de casa en casa y de ciudad en ciudad, hasta lo último de la tierra, no hizo ninguna provisión para su sostenimiento por medio del diezmo. (Mat. 10:1-42; 28:19, 20; Luc. 9:1-10; 10:1-17; Hech. 1:8). Jesús vino a cumplir y a ponerle fin al pacto de la ley y a todas sus ordenanzas clavándolas en la cruz, y al mismo tiempo su sangre derramada puso en operación un nuevo pacto con mejores disposiciones. (Col. 2:14-16). Bajo este nuevo sistema, los cristianos están bajo nuevos mandamientos que se resumen en el amor completo o total. Por lo tanto, los crstianos deben consagrar, no la décima parte, sino todo lo que poseen, al servicio de Dios y el alivio de las necesidades de los extranjeros de buena voluntad que viven entre ellos. (Mat. 22:36-40). Recordemos cómo Jesús alabó a la viuda pobre que dio dos pequeñas monedas, cuyo valor era como de un cuarto de centavo. No una mera décima parte, sino "todo lo que poseía, todo su sustento." (Mar. 12:41-44). El mismo principio es enfatizado en las parábolas de Jesús, en las cuales un hombre, habiendo encontrado un "tesoro escondido en un campo," vendió todo, no una décima parte, y compró el campo. Y nuevamente, recordemos cómo el mercader que buscaba perlas encontró una de gran valor, y vendió todo para comprarla. (Mat. 13:44-46). Cuando Jesús le dijo al joven rico -- que había guardado todas las leyes de Moisés (incluyendo el diezmo) -- que vendiera los otros nueve décimos de su riqueza para ayudar a los pobres y que luego siguiera a Jesús para que tuviera verdadero tesoro en el cielo, no estaba abogando por el diezmo. (Mat. 19:20-22). ¡Verdaderamente, los cristianos están bajo una ley superior!Hay mucha gente que, después de dar un décimo de sus ingresos, podrían comer opíparamente todos los días, satisfaciendo cado uno de sus caprichos, y viviendo con todo lujo y en toda abundancia. ¿Cómo podrían estas personas cumplir la ley de Cristo o sacrificarse? En vez de ser semejantes a Cristo, serían como los fariseos. Los fariseos eran exactos -- ¡vaya si eran exactos! -- en diezmar las más pequeñaas de las semillas (menta, eneldo, comino); pero ¡cuán egoístas eran y cuán alejados del Señor estaban sus corazones! "¡Guías ciegos, que coláis el mosquito y tragáis el camello!"
(Mat. 15:6-9; 23:23,24). En el hombre que ha caído bajo la influencia de Satanás, hay siempre la tendencia a sustituir el espíritu y la espiritualidad con formas y formalismos, los principios con las reglas. Es mucho más fácil conformar la conducta a las reglas que permitir a los principios gobernar la vida entera. Las reglas son para los niños; los principios son para los hombres y las mujeres maduros en el crecimiento cristiano.
EL DIEZMO, DESCONOCIDO EN LA IGLESIA PRIMITIVA
Después de que Jesús ascendió al cielo, ¿vemos a los apóstoles recomendando el diezmo entre los cristianos? ¡No, en absoluto! Pablo, a quien se le confió el cuidado de todas las congregaciones (2 Cor. 11:28), dijo que las disposiciones y ordenanzas de la ley mosaica eran solamente "sombra de las cosas celestiales," de "las buenas cosas que han de venir," y que, por lo tanto, no eran la sustancia misma de las cosas espirituales. "Nadie os juzgue" en relación con la ley invalidada. Los cristianos tienen que ver con la sustancia, no con la sombra. (Heb. 8:5; 10:1; Col. 2:12-17).Los cristianos no sostienen ningún sacerdocio levítico. Ninguna "clase sacerdotal," para los cuales haya que recoger diezmos, existe entre los cristianos. "Todos sois hermanos." (Mat. 23:8-11). Por lo tanto, aquéllos a quienes se les ha encomendado la supervisión de las congregaciones cristianas, son esclavos no pagados, no personas asalariadas, no amadores del dinero o codiciosos de ganancias egoístas. (Juan 10:13; 13:15,16; Heb. 13:5, 1 Ped. 2:16; 5:1-4). Esta es la razón por la que Pablo, el supervisor, en vez de recoger diezmos para su propio sostenimiento, trabajaba con sus propias manos fabricando tiendas. (Hech. 18:3; 1 Cor. 4:12; 1 Tes. 2:9). Al demostrar su amor a Dios y a otros cristianos, los cristianos de aquellos tiempos hacían contribuciones voluntarias para los necesitados. No establecieron ningún opresivo sistema de diezmos. (Hech. 11:29,30; Rom. 15:26; 1 Cor. 16:1,2; 2 Cor. 9:1-7; Gál. 2:10).Desconocido en la iglesia primitiva, el diezmo no fue introducido sino hasta cuando los lobos habían entrado y echado a perder la pureza sencilla de la grey cristiana. (Mat. 7:15; Hech. 20:29,30; Rom. 16:17,18; 2 Ped. 2:1,3). A su vez, la apostasía engendró una opresiva y costosa jerarquía de obispos, arzobispos, primados, papas, etc., todos los cuales impusieron pesadas cargas financieras sobre la cabeza del pueblo. Los ingresos para sostener esta clase de zánganos debían obtenerse a como diera lugar y así, en el año 567, el Concilio de Tours declaró el diezmo obligatorio. En el año 585, el segundo Concilio de Macon declaró la entrega del diezmo obligatoria so pena de excomunión. Carlomagno, que había sido coronado por el Papa, hizo cumplir el pago del diezmo por todo el "Sacro Imperio Romano" y en países como Francia la Iglesia Católica Romana continuó recogiendo el diezmo hasta la Revolución en 1790.
Varias denominaciones protestantes, aunque no insisten en el pago del diezmo so pena de muerte, y aunque no afirman que toda la ley judía es de obediencia obligatoria para ellas, ciertamente dan la impresión de creer que la ley mosaica del diezmo todavía es válida para los cristianos. Estas denominaciones señalan a Abraham y Jacob, que precedieron a la ley mosaica. Mediante este arbitrio, centenares de miles de dólares fluyen anualmente a las cajas fuertes de los Adventistas y los Mormones. El diezmo es a menudo el tema principal y el tema que los Mormones machacan hasta la saciedad en sus conferencias anuales. Como los antiguos fariseos, "atan cargas pesadas y las ponen sobre los hombros de los hombres, pero ellos ni con un dedo quieren moverlas." (Mat. 23:4). A los clérigos que reciben los diezmos hoy en día se les puede preguntar: ¿Pagan Uds. diezmos de sus ingresos para lo que Uds. consideran la causa de Dios? Los levitas entregaban el diezmo de los diezmos que recibían. ¿Reciben Uds. todos los diezmos para Uds. o para la obra de la iglesia? Los levitas no se quedaban con todo el diezmo. ¿Cuidan Uds. de los pobres en su congregación usando los diezmos que Uds. reciben, como se hacía en Israel?Los Adventistas tratan de justificar el diezmo con una andanada de pasajes bíblicos mal aplicados. Citan Proverbios 3:9: "Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos." Pero este pasaje no dice nada acerca de honrar a Dios sólo con el diez por ciento. Los cristianos deben consagrar todo, y, poniendo los intereses del Señor primero en sus vidas, darle a Él lo mejor, "las primicias." El citar Salmos 24:1 y Sal. 50:10,11 y Hag. 2:8, etc., como hacen los Adventistas, en manera alguna sostiene su endeble argumento en favor del diezmo. Engañosamente, citan 1 Cor. 9:11,13,14 en su libro Bible Readings for the Home Circle (Lecturas Bíblicas para el Círculo Familiar), edición de 1921, pp. 657, y 658. Lea el versículo que dejaron fuera, vers. 12, y verá que Pablo no estaba argumentando en favor de que la congregación lo sostuviera, sino que era mejor sostenerse a sí mismo.Que los Adventistas expliquen este dilema: Declaran que la ley del pacto con Israel consistía de dos partes, los Diez Mandamientos escritos en piedra, y la ley ceremonial dictada por Moisés más tarde. Dicen que esta última parte, los ritos y ordenanzas ceremoniales, es la parte eliminada por Cristo. Bien, entonces, ¿cómo es que cacarean tanto acerca de obedecer la ley del diezmo, siendo que no es parte del Decálogo, sino de las ordenanzas añadidas? ¡Están refutados, inclusive por medio de su erróneo dogmatismo! Los cristianos, imbuídos del espíritu de adopción, son hijos de Dios, y como hijos, están bajo el nuevo pacto, y ofrecen su todo al Señor. (Rom. 8:14-17; 12:1). Así, los cristianos son hechos mayordomos de la casa, y deben dispensar su tiempo, talentos, y riqueza material de acuerdo con la perfecta ley del amor a Dios. Por lo tanto, que piensen los Adventistas, no en términos de diezmos, sino en la totalidad de la experiencia cristiana, para que puedan entrar en las moradas eternas por medio de sus amigos verdaderos, Jehová Dios y su Hijo Cristo Jesús. (Luc. 16:9).
Paz
Jerry Martin
(Nota del traductor: A continuación, veremos preguntas en relación con los diezmos, formuladas por TW, y las respuestas de Kim Tame, y que fueron publicadas en Internet como parte del mismo despacho de Jerry Martin. En todo caso, cada uno responde por su propia posición u opinión.)
TW: Tengo una pregunta para el grupo en relación con el diezmo y el diezmar. ¿Dónde dice que nosotros debemos o tenemos la obligación de dar a la iglesia un porcentaje de nuestros ingresos, y cuánto deberíamos dar?
KT: Los miembros de la iglesia primitiva compartían todo, o hasta donde estaban dispuestos a compartir. Lea los primeros capítulos del libro de Hechos. La idea del diezmo viene del Antiguo Testamento y, aunque a menudo se dice que el 10% constituía el diezmo normal, esto no está claro. También se mncionan diezmos del 20%. El algunas fiestas, el diezmo tomaba la forma de alimento que los adoradores comían ellos mismos en una comida comunal. Levítico y Deuteronomio le darán una serie de referencias contradictorias. Esto parece que se había estabilizado en el 10% como norma para el tiempo en que Jesús apareció.
TW: ¿Cuánto de nuestro dinero e ingresos son nuestros y cuánto es de Dios?
KT: Todo lo que Ud. tiene y todo lo que Ud. es viene de Dios.
TW: ¿Tenemos que dar dinero o podemos dar nuestro servicio?
KT: Originalmente, los diezmos consistían de alimento -- animales, cosechas, frutos, etc. Por suppuesto, esto era así en una sociedad basada en el trueque. En el presente, a la mayoría de nosotros se nos paga con dinero. Algunos de nosotros no tenemos mucho dinero, pero el diezmo en términos de tiempo, regalos, y talento es igualmente valioso. Personalmente, yo creo que Dios preferiría tener su tiempo antes que su dinero. (¡Pero no deje de dar dinero!). He oído de una iglesia (RC) que le pidió a cada familia un diezmo en tiempo -- 16 horas semanales por familia.
TW: ¿Quién recibe este dinero y qué hacen con él?
KT: Depende de a quiénes les da Ud. el dinero. Las iglesias utilizan el dinero para pagar a los ministros y pastores, reparar el techo de la iglesia, mejorar los servicios sanitarios, reponer las sillas y los himnarios viejos, redecorar la iglesia, instalar una extensión, comprar libros para la Escuela Dominical y las clases bíblicas, etc. También se usa dinero directamente para sostener las instalaciones de la igelsia, escuelas de iglesia, misiones de ultramar, esfuerzos evangelísticos locales, etc. La
mayoría de las denominaciones tienen un fondo central para la preparación de ministros, el funcionamiento de oficinas centrales, la producción de literatura denominacional, etc. Además, las iglesias individuales dentro de una denominación deben contribuir a estas actividades con su propia cuota. Algunos miembros de iglesia, cuyos ingresos les permiten vivir con holgura, dividen sus diezmos entre su iglesia y la ayuda caritativa a los pobres. Algunos dicen que los diezmos deben ser puramente para la iglesia, y que la ayuda a los pobres debe tener prioridad.
Tome el siguiente "quiz" [prueba rápida] para ver cuánto entiende usted realmente del diezmo. Predecimos que muchos de ustedes quedarán sorprendidos. Tome nota de sus respuestas.
1. El Señor Jesucristo habría diezmado. ¿Cierto o falso?
2. Simón Pedro, originalmente un pescador, habría diezmado los peces que pescaba. ¿Cierto o falso?
3. Todos los que en el Nuevo Testamento procuraban obedecer la Ley de Moisés habrían diezmado. ¿Cierto o falso?
4. Abraham entregó diezmos a Melquisedec de la misma manera en que los creyentes entregan diezmos al Señor Jesucristo. ¿Cierto o falso?
5. El Señor Jesucristo enseñó a sus discípulos que debían diezmar. ¿Cierto o falso?
6. En la Biblia hay muchos ejemplos de personas que diezmaban sus ingresos. ¿Cierto o falso?
7. El Nuevo Testamento enseña que debemos entregar diezmos a los ministros del mismo modo que los judíos entregaban diezmos a los sacerdotes. ¿Cierto o falso?
8. La Biblia enseña que la norma de Dios para dar es el diez por ciento. ¿Cierto o falso?
9. En el Antiguo Testamento, los justos pobres diezmaban. ¿Cierto o falso?
10. Puesto que todo el mundo está sujeto a la misma norma, es justo que todo el mundo diezme. ¿Cierto o falso?
Pregunta de regalo: La Biblia enseña que todo el mundo debe entregar el diez por ciento de sus ingresos continuadamente. ¿Cierto o falso?
He aquí las respuestas:
1. El Señor Jesucristo habría diezmado sus ingresos. Esta es falsa. El Señor Jesucristo era carpintero de profesión, y luego, al cumplir los 30 años, fue predicador y maestro. La Ley de Moisés no requería que ninguna de estas profesiones diezmara nada.
2. Simón Pedro, originalmente un pescador, habría diezmado los peces que pescaba. Esta es falsa también. Los pescadores no tenían que diezmar nada, tampoco. En el antiguo Israel, sólo había dos clases de profesiones que tenían que diezmar. Los granjeros y los agricultores (los pastores y los manejadores de ganado) eran los únicos que diezmaban en el antiguo Israel. Sólo diezmaban el alimento que producían.
3. En el Antiguo Testamento, todos los que trataban de obedecer la Ley de Moisés habrían diezmado. A estas alturas, debería ser evidente que esta es falsa también. Había muchas personas de otras profesiones a los que la Ley no les requería que diezmaran. Por ejemplo, el apóstol Pablo, que fabricaba tiendas, no tenía que diezmar.
4. Abraham entregó diezmos a Melquisedec de la misma manera en que los creyentes entregan diezmos al Señor Jesucristo. Esta es falsa también. El diezmo de Abraham era muy diferente de lo que la iglesia practica hoy. Por ejemplo, Abraham sólo diezmó una vez. La iglesia diezma continuamente. Abraham diezmó los despojos de una guerra. La iglesia diezma sus ingresos. Abraham no obtuvo ingresos porque devolvió el 90 por ciento del botín a su dueño original. La iglesia diezma sus ingresos. No hay ningún mandamiento, ni ninguna lógica, ni indicación alguna en el Nuevo Testamento en el sentido de que los creyentes deben diezmar cualquier cosa al Señor Jesucristo. Los creyentes deben dar generosamente según Dios les bendice y según propongan en su corazón, según Pablo (2 Corintios 9:7, 1 Corintios 16:1-2).
5. El Señor Jesucristo enseñó a sus discípulos que debían diezmar. Falso. Cristo sólo hace tres declaraciones sobre el diezmo. Ninguna de estas declaraciones dice que sus discípulos debían diezmar nada. La primera declaración de Cristo, repetida en dos evangelios, se hizo para los fariseos, no para los discípulos. (Mateo 23:23; Lucas 11:42). En esa declaración, Cristo dice que los fariseos debían continuar diezmando la menta, el eneldo, y el comino. Este es un diezmo de alimento, no de dinero. Cristo también dice que este diezmo de
alimento es parte de la Ley, y también que ni siquiera es parte importante de la Ley. Su otra declaración es sobre un fariseo santurrón que se vanagloriaba de diezmar. Cristo dice que el otro hombre que no diezmaba, pero que se humillaba, fue justificado a la vista de Dios. El santurrón diezmador no fue justificado a la vista de Dios. Esto es difícilmente un estímulo para que los discípulos de Cristo diezmen dinero.
6. En la Biblia, hay muchos ejemplos de personas que diezmaron sus ingresos. Falso. En 4000 años de historia bíblica registrada, no hay ni un solo ejemplo de lo que la iglesia practica en la actualidad sobre diezmar dinero. Hay registrados en la Biblia dos casos en que se diezmó una sola vez antes de la Ley. Ni Abraham ni Jacob parecen creer que deberían continuar este proceso más allá de esta sola vez. Abraham diezmó los despojos de una guerra. No parece que ninguno de los dos hombres haya enseñado a sus hijos a diezmar. Todos los otros casos de entrega del diezmo registrados en la Biblia se encuentran en la Ley de Moisés. En la Ley, nunca no se usaba dinero para diezmar, sólo alimento. En realidad, cuando alguien quería usar dinero más bien que traer productos a Jerusalén, Dios requería que se añadiera una multa del 20%. (Levítico 27:30-31). Dios desalentaba el diezmo en dinero.
7. El Nuevo Testamento enseña que debemos entregar diezmos a los ministros de la misma manera en que los judíos entregaban diezmos a los sacerdotes.Falso. El Nuevo Testamento no tiene absolutamente nada que decir acerca de esto. Esto es una lógica extrabíblica que no se encuentra en el Nuevo Testamento. En realidad, el libro de Hebreos deja claro que los creyentes no son del orden levítico de los sacerdotes. Los creyentes son de un orden superior, el de Melquisedec.
8. La Biblia enseña que la norma de Dios es dar el diez por ciento. Falso. Ni el Antiguo Testamento ni el Nuevo Testamento enseñan esto. Esto es nuevamente lógica extrabíblica. Primero que todo, el diezmo en alimento en el Antiguo Testamento no era del diez por ciento. En realidad era más del 23% anual en promedio. Había tres diezmos en la Ley de Moisés. El primer diezmo era entregado sólo por las familias agrarias tres veces al año, durante las fiestas para los sacerdotes en Jerusalén. El segundo diezmo era guardado por las familias agrarias para sostener estos viajes. Se llamaba el diezmo del festival. Era para unas vacaciones de la familia. El tercer diezmo era entregado cada tres años a la bodega local, así que equivalía aproximadamente al 3% anual. Este era el diezmo de los pobres, recogido para los necesitados. Este el diezmo del cual escribía Malaquías. Ninguno de estos diezmos consistía de dinero. Eran sólo en alimento. Los que se ganaban la vida en otras ocupaciones no
diezmaban nada. Sin embargo, entregaban las ofrendas requeridas por la Ley, algunas de las cuales eran en monedas de plata, oro, bronce, y cobre. En ninguna parte cambia el Nuevo Testamento esta obligación legal de algunos agricultores israelitas de diezmar en alimento a diezmar en dinero para todos los cristianos. Esta transformación del diezmo en alimento al diezmo en dinero se hace enseñando que nuestra cosecha es nuestro ingreso, poniéndonos así bajo una forma espiritualizada de la Ley de Moisés.
9. Los justos pobres diezmaban en el Antiguo Testamento. Falso. Los pobres no tenían ni cosechas ni rebaños de los cuales diezmar. Podían espigar los rincones de los campos de los que eran más prósperos.
10. Puesto que todo el mundo está sujeto a la misma norma, es justo que todo el mundo diezme. Falso. El diezmo [en dinero] es increíblemente injusto. El diez por ciento del ingreso de una persona pobre es una gran carga, mientras que el diez por ciento del ingreso de una persona rica posiblemente no sea ninguna carga en absoluto. Si una persona sólo tiene un ingreso mensual de $1000, entonces $100 de ese ingreso afectará el estilo de vida de su familia, y hasta puede afectar su capacidad para ocuparse de las necesidades básicas de los niños y pagar las cuentas. Si una persona tiene un ingreso mensual de $10,000, la entrega de $1,000 al mes debería tener poco efecto en el estilo de vida de la familia, porque tendrá una buena cantidad ingreso disponible más allá de sus necesidades básicas. Si una persona tiene un ingreso mensual de $100,000, entonces $10,000 mensuales no tendrán efecto apreciable en la vida de la familia en absoluto. Algunos continúan enseñando que los pobres deben diezmar, argumentando que, al entregar el diez por ciento de su ingreso, los pobres será bendecidos por Dios. Sin embargo, como este diezmo ocurre bajo una forma espiritualizada de la Ley, esto estorba la bendición de Dios en las finanzas. Los pobres simplemente deben obedecer al Señor según él les guía en el dar.
Pregunta de regalo:
La Biblia enseña que todo el mundo debe dar el diez por ciento de su ingreso continuadamente. Falso. La práctica moderna de diezmar tiene cinco elementos básicos expresados como que todo el mundo da el 10% de ingreso actual. ¿Cómo encajan en realidad con esta enseñanza los hechos bíblicos sobre el diezmo? Comparemos y contrastemos la moderna enseñanza del diezmo con la Biblia.
Todo el mundo da el 10% de su ingreso continuadamente. Considerando el elemento "todo el mundo". Los dos incidentes antes de la Ley no apoyan la idea de que todo el mundo debe diezmar. Sólo Abraham y Jacob en cada situación están
diezmando. Génesis no registra que nadie más diezmase. Abraham y Jacob no parecen enseñar a sus hijos a diezmar. Uno de los hijos de Jacob, José, es un hombre particularmente justo. En los más de diez capítulos dedicados a José, no lo encontramos diezmando tampoco. No todos diezmaban en Génesis antes de la Ley.
En la Ley de Moisés, no se le exigía a todo el mundo diezmar ni traer las primicias. Sólo los que realmente cultivaban alimentos o criaban ovejas o ganado tenían, por Ley, que diezmar el alimento o entregar las primicias. La gente en otras ocupaciones no tenían que diezmar, puesto que no tenían cosechas ni criaban rebaños de los cuales diezmar o traer primicias. No todos los que vivían bajo la Ley diezmaban alimentos. Nadie bajo la Ley diezmaba dinero en absoluto.
Cristo sólo tiene que decir algunas palabras acerca del diezmo. Cristo no dice que todo el mundo tiene que diezmar. Dice que los judíos incrédulos que vivían bajo la Ley tenían que diezmar los alimentos si los cultivaban. Menciona tres plantas alimenticias. Cristo no se dirige a sus discípulos, sino a los fariseos incrédulos.
El apóstol Pablo no enseña que todo el mundo está obligado a diezmar, ni siquiera a dar. Pablo enseña que el dar es completamente voluntario. El primer concilio apostólico en Hechos 15 no dice que los creyentes gentiles debían diezmar tampoco. No hay absolutamente ninguna evidencia de que ningún cristano gentil del siglo primero jamás diezmara nada. He aquí lo que la Enciclopedia Americana dice sobre la historia del diezmo: "No se practicaba en la iglesia cristiana primitiva, pero gradualmente se hizo común (en la iglesia católica romana en Europa occidental) por el siglo sexto. El concilio de Tours en el 567 y el segundo concilio de Macon en el 585 abogaron por el diezmo. Hecho obligatorio por la Ley civil en el imperio carolingio en el 765 y en Inglaterra en el siglo décimo ... La Reforma no abolió el diezmo, y la práctica continuó en la Iglesia Católica Romana y en los países protestantes ... (hasta que fue) gradualmente reemplazado por otras formas de impuesto. La Iglesia Católica Romana todavía prescribe el diezmo en países en que los diezmos son sancionados por la Ley, y algunos cuerpos protestantes consideran los diezmos obligatorios". La Enciclopedia Británica señala esto sobre el diezmo: ... Las iglesias ortodoxas orientales nunca aceptaron la idea de los diezmos, y los miembros dela iglesia ortodoxa nunca han diezmado".
Todo el mundo da el 10% de sus ingresos. Considerando el elemento "dar". Es verdad que los dos incidentes antes de la Ley se parecen al dar. Ambos son actos voluntarios. Dios no exige que ninguno de los dos hombres, ni Abraham ni Jacob, den nada. Aunque, por encima, esto parece apoyar la enseñanza del diezmo, en realidad contradice algunos aspectos de la enseñanza del diezmo obligatorio. Mientras que los proponentes del diezmo enseñan que diezmar es dar, a menudo también enseñan que el diezmo es un requisito, una obligación. Por supuesto, esta es una contradicción en
su enseñanza. Algo se puede dar solamente si el acto es enteramente voluntario. Si es un requisito, entonces, en este caso, es una cuota por servicios espirituales, un impuesto religioso. Si algunos enseñan que un creyente cae bajo maldición si no diezma, entonces están enseñando el dar pero también un diezmo obligatorio. Por supuesto, tienen razón en un sentido porque a menudo espiritualizan la Ley de Moisés para enseñar el diezmo.
En la Ley de Moisés, diezmar nunca era dar. Se parecía mucho más a pagar impuestos. La Ley de Moisés requería que los granjeros y los agricultores diezmaran. Éstos no habrían que al diezmar estaban dando. No había nada voluntario en entregar diezmos. Habrían violado la Ley si no lo hubiesen hecho.
Nuevamente, Cristo tiene muy poco que decir sobre el diezmo. Lo que sí dijo es que el pueblo judío que vivía bajo la Ley debían diezmar. Cristo enseña mucho sobre las finanzas y el dar, pero jamás da instrucciones a los discípulos de que diezmen dinero ni ninguna otra cosa. Cristo no les da instrucciones de que reciban diezmos, tampoco.
Pablo escribe mucho sobre las finanzas y el dar, pero nunca le dice a nadie que diezme o reciba diezmos. El primer concilio apostólico en Hechos 15 guarda silencio sobre el tema de los diezmos, y establece que los gentiles no deben guardar ningún aspecto de la Ley de Moisés, ni siquiera espiritualizando la Ley. Eso incluiría no diezmar de nada.
Todo el mundo da el 10% de su ingreso continuadamente. Considerando el elemento del "10%". Los dos incidentes antes de la Ley de Moisés sí parecen apoyar la idea de que debería darse del diez por ciento de algo. El número diez es el mismo. Sin embargo, los otros cuatro elementos son significativamente diferentes. Esto hace que el diezmo practicado por la iglesia sea muy diferente de lo que está ocurriendo en Génesis. La única similitud es el número del diez por ciento.
Cristo valida efectivamente el número del diez por ciento, pero sólo para los judíos que vivían bajo la Ley de Moisés. Cristo les dice a los farseos que deben diezmar el diez por ciento del alimento producido. También les dice que entregar el diez por ciento no es una cuestión de peso en la Ley. Al decir esto, Cristo nos dice que el diezmo es una cuestión de la Ley.
El apóstol Pablo advierte repetidamente a los creyentes acerca de la maldición de la Ley. Los creyentes gentiles no deben tratar de guardar ningún aspecto de la Ley. Los creyentes no tienen que entregar el diez por ciento en alimento ni en ninguna otra cosa. Los escritos de los otros apóstoles, Santiago y Pedro, guardan silencio sobre si los cristianos entregaban el diez por ciento en alimento o en alguna otra cosa.
Todo el mundo da el 10% de su ingreso de manera continuada. Considerando el elemento "continuada". Los dos ejemplos antes de la Ley de Moisés no revelan la práctica del diezmo continuado. Ambos parecen fuertes candidatos para actos llevados a cabo una sola vez. En el caso de Jacob, no sabemos exactamente lo que hizo, pero sí parece que está prometiendo diezmar una vez si Dios le bendice. Por supuesto, esto es exactamente opuesto a lo que la iglesia enseña. La iglesia enseña que Dios nos bendice si diezmamos. Jacob dice que diezmará si Dios le bendice. La práctica de la iglesia del diezmar repetida y continuadamente simplemente no puede ser validada por dos actos que se llevaron a cabo una sola vez. Estos actos no son similares a lo que la iglesia enseña sobre el diezmo.
El único lugar en la Biblia en que se puede encontrar el diezmo continuado y repetido es en la Ley de Moisés. Los que cultivaban la tierra o practicaban la agricultura en Israel tenían la obligación de por vida de diezmar los alimentos que producían. Este diezmo continuado para sostener el ministerio levítico mosaico a menudo se toma prestado de la Ley y espiritualizado para justificar el repetido diezmo en dinero para sostener el ministerio cristiano. Esta justificación no se encuentra en el Nuevo Testamento.
La declaración de Cristo sobre el diezmo revela que el diezmo continuado en alimento es bajo la Ley. Cristo no dice nada sobre que sus discípulos practicasen el diezmo continuado de nada. Aunque los escritos de los apóstoles en el Nuevo Testamento a menudo hablan de dar generosamente, guardan silencio sobre el diezmo continuado de todo. El primer concilio apostólico también guarda silencio acerca del diezmo continuado de todo, pero libera a los creyentes gentiles de cualquier aspecto de la observancia de la Ley de Moisés.
Todo el mundo da el 10% de su ingreso continuadamente. Considerando el elemento "ingreso". Abraham diezma los despojos de la guerra, no la totalidad de su ingreso. Abraham diezmó las pertenencias capturadas a sus enemigos derrotados. Además, Génesis revela que Abraham ni siquiera se quedó con el noventa por ciento restante. Devolvió esas posesiones al rey de Sodoma. Ni el ingreso de Abraham, ni sus posesiones, ni ninguna porción de su riqueza estaba en absoluto incluida en su diezmo. No tenía ninguna ganancia sobre la cual diezmar. En el caso de Jacob, no sabemos con exactitud lo que hizo, pues todo lo que Génesis registra es su promesa a Dios. En otras palabras, en los incidentes antes de la Ley, no hay ningún apoyo para la idea de que los cristianos deben dar el diez por ciento de sus ingresos continuados.
Casi todos los que enseñan el diezmo recurren al uso a uso de la Ley y los profetas que vivían bajo la Ley para enseñarlo. Los que enseñan el diezmo cristiano basados en la Ley a menudo dejan de revelar que sólo e alimento producido era diezmado, pero nunca dinero. Sólo los que se ganaban la vida produciendo alimento diezmaban. Los
israelitas que ganaban dinero por otros medios, como la fabricación de tiendas, la confección de tejidos, la carpintería, los préstamos, la pesca o muchas otras ocupaciones jamás diezmaban de sus ingresos, puesto que no se les exigía.
Cristo no cambia el diezmo de alimentos a dinero. Los escritos de los apóstoles no cambian el diezmo de alimentos a dinero. El concilio apostólico libera a los creyentes gentiles de toda observancia de la Ley. Ellos ciertamente no cambian el diezmo en alimentos al diezmo en dinero. El libro de Hebreos sí menciona el diezmo en alimentos del Antiguo Testamento, pero no da validez al diezmo en dinero para los creyentes en la actualidad.
Finalmente, debería ser obvio para el lector que esta doctrina ha sido armada con varios pasajes. Ni un solo pasaje en particular enseña realmente lo que la iglesia practica hoy día. Se usa la espiritualización de la ley para enseñar el diezmo. Se usa razonamiento que no se encuentra en la Biblia para justificar el que los cristians abracen una práctica legalista del Antiguo Testamento. En más de 4000 años de historia bíblica registrada, no hay un solo ejemplo registrado de entrega de diezmo que sea similar a lo que la iglesia practica hoy día. ¡Recomendamos que todo cristiano renuncie a esta práctica no bíblica y rechace cualquier persistente temor, culpa, o condena! Los hijos de Dios no tienen deudas con su Padre ni devuelven nada que no sea acción de gracias y alabanza. Su hermano mayor, Jesucristo, ha pagado la deuda entera. Cristo construirá su iglesia, pero sólo con la verdad. Él no necesita ninguna ayuda de una falsa doctrina que pone a los hijos de Dios bajo esclavitud al temor y la maldición de la Ley. ¡Los hijos son libres!
Las otra veces solo están en la carta a los hebreos y es el que da por única vez Abrahán a Melquisedec y era parte de un "botín" de guerra. En el Nuevo Testamento se habla de ayuda, colecta, apoyo, compartir todo lo que tenían, pero nunca de 10% semanal y en dinero.(Lc 10,3-7; 1 Tim 5,18).
¿Por qué cree que nunca se le ocurrió a San Pablo mencionar a Moises o a los profetas sobre el diezmo ó soltarle a ellos el pasaje de Malaquías "ustedes están robando a Dios", como muchos predicadores modernos lo hacen? Pues, porque él sabía que vivía bajo una Nueva Alianza y estilo nuevo de dar con el corazón.
5.- La Iglesia primitiva no cobraba el 10% semanal del salario.
Los historiadores de la iglesia lo dejan muy claro, la comunidad primitiva no se financió con diezmo de ninguno tipo. El Diccionario Hasting dice de la Iglesia primitiva:
"se admite universalmente que el pago de diezmos o décima parte de las posesiones, para propósitos sagrados no encontró un lugar dentro de la Iglesia Cristiana durante la edad cubiertapor los apóstoles y sus sucesores inmediatos".
Igualmente la Iglesia dice en la Nueva Enciclopedia Católica:"La Iglesia primitiva no tuvo sistema de diezmos... no había ninguna necesidad de mantenerlo, ni que existiera o fuese reconocido en la Iglesia, sino que los otros medios parecieron bastar".
Por eso la Iglesia Católica usa la palabra ‘diezmo’ con el significado de una ayuda equivalente al de una hora o dos de trabajo u otros ayudan mas, pero nunca con el de 10% obligatorio y menos porque lo enseñe la Biblia. Algunos lo hacen como un compromiso libre y personal de apoyar la evangelización y fruto de la madurez en la fe.
Al parecer los promotores del diezmo(10%) no leen la misma historia del Cristianismo primitivo. Si alguien lo quiere dar por gusto, tradición o decisión propia cada cual es libre de gastar donde quiera su dinero, pero que nadie le haga creer cosas que no enseña la Biblia.
Cuidado, hay pastores que abusan. Sin duda que este tema le gustará a sus amigos y familiares protestantes que ya estan cansados de que los expriman con el cuento del diezmo 10% semanal en dinero. Si quiere ayudarlos y practicar una obra de misericordia, compártales este tema que seguramente se lo agradecerán toda la vida.
Cuando en algunas parroquias catolicas lo damos no es por un motivo biblico sino por amor a Jesucristo y a su Iglesia como fruto de la madurez en la fe. Ojala y dieramos eso y mas, pues es mucho mas lo que Dios nos ha dado y nos ha bendecido.
El diezmar no es una doctrina cristiana
Un ensayo por Russell Earl Kelly, Ph.D.
Revisión 4 de marzo de 2007
www.shouldthechurchteachtithing.com
Introducción
El siguiente ensayo es un resumen de mi libro, ¿Tiene la iglesia la obligación de enseñar a diezmar? Las
conclusiones de un teólogo tocante a una doctrina tabú. El libro en sí es una versión mayor de mi tesis de
cátedra Ph.D. Insto a los educadores bíblicos a ser valientes, que abran sus niveles de investigación en
sus seminarios y promuevan estudios sobre este tema en los niveles de mágister, doctorado y
catedrático. Esta doctrina sencillamente es demasiado importante para pasarla por alto.
En muchas iglesias de hoy la doctrina del diezmo se ha convertido en todo un escándalo. Por un lado, la
mayoría de los libros de texto a nivel de seminario referente a la teología sistemática y la hermenéutica
escritos por eruditos de mucha preparación omiten el tema del diezmo, y por otro lado, la práctica
rápidamente se está convirtiendo en un requisito para ser feligrés en las mismas denominaciones que
insisten en doctrinas fundamentadas en la Biblia. También hay más y más pruebas que laicos que
cuestionan la legitimidad de diezmar bajo el Nuevo Pacto por lo general son criticados y despreciados
como busca pleitos o cristianos débiles. Líderes cristianos sinceros siempre deben estar dispuestos a un
diálogo abierto en torno a la Palabra de Dios. La indisposición por hacerlo sugiere duda e inseguridad.
Más “valentía santa” sería necesaria.
El diezmo moderno se fundamenta sobre muchas
falsas premisas
Lo que enseñan muchas denominaciones del diezmo se resume en la declaración de cierta denominación
en cuanto a la mayordomía. Dice que “el diezmo es la mínima norma bíblica y que el punto de partida
establecido por Dios no debe ser sustituido o comprometido por ninguna otra norma.” Añade que el
diezmo es de la ganancia neta pagadero a la iglesia antes que se calcule el impuesto público sobre la
ganancia.
Las siguientes pautas en este ensayo delinean un contraste entre las falsas enseñanzas que se utilizan
para apoyar el diezmo con lo que la Palabra de Dios dice verdaderamente.
Pauta #3: El dinero era un bien indispensable no diezmado
La falsa premisa es que el trueque de alimentos generalmente
reemplazaba el dinero.
Un argumento a favor de diezmar con bienes no alimenticios es que el dinero no era universalmente
disponible y para la mayoría de los intercambios se usaba el trueque de alimentos. Este argumento
no es bíblico. Génesis de por sí utiliza la palabra “dinero” en 32 textos y la palabra ocurre 44 veces
antes que se mencione el diezmo por primera vez en Levítico 27. La palabra shekel también aparece
a menudo desde el Génesis hasta Deuteronomio.
De hecho siglos antes que Israel entrara a Canaán y comenzara a diezmar los alimentos de la tierra
santa de Dios el dinero era un bien indispensable diariamente. Por ejemplo había dinero en forma de
shekels para el pago por esclavos (Gén. 17:12+); tierra (Gén 23:9+); libertad (Éxo. 23:11); multas
judiciales (Éxo. 21; 22); recargos del santuario (Éxo. 30:12+); votos (Lev. 27:3-7); impuestos del
censo (Núm. 3:47+), bebidas alcohólicas (Deut. 14:26) y la dote matrimonial (Deut. 22:29).
De acuerdo a Génesis 47:15-17 el alimento se usaba en trueque solamente después que se había
agotado el dinero. La palabra de Dios en Levítico define leyes bancarias y de usura aun antes del
diezmo. Por tanto el argumento que el dinero no prevalecía lo suficiente para el uso diario es falso.
Sin embargo el diezmo en sí nunca incluía dinero en efectivo de bienes no alimenticios, como otros
productos y negocios.
Pauta #4: El diezmo de Abraham a Melquizedec manifestaba una tradición pagana.
La falsa enseñanza es que Abraham daba libremente de sus diezmos porque era la
voluntad de Dios.
Por las siguientes razones no se puede usar a Génesis 14:20 como un ejemplo para que los
cristianos diezmen. (1) La Biblia no dice que Abraham dio “libremente” este diezmo. (2) La dádiva de
Abraham NO fue un diezmo santo de la tierra santa de Dios recogido por el pueblo santo de Dios de
acuerdo al santo pacto antiguo de Dios. (3) El diezmo de Abraham fue solamente del botín de la
guerra y era de rigor en muchas naciones. (4) En Números 31, Dios solamente exigió el 1% del botín
de la guerra. (5) El diezmo de Abraham a Melquizedec fue un evento que se registró solamente una
vez. (6) El diezmo de Abraham no fue de sus bienes personales. (7) Abraham no guardó nada para sí
mismo; él devolvió todo. (8) El diezmo de Abraham no se usa como ejemplo en ningún lugar de la
Biblia en apoyo del diezmo. (9) Génesis 14, versículo 21 es el texto clave. Ya que la mayoría de los
comentarios bíblicos explican al versículo 21 como un ejemplo de una tradición árabe pagana, es una
contradicción explicar 90% del versículo 21 como pagano, y al mismo tiempo insistir que el 10% del
versículo 20 era la voluntad de Dios. (10) Si Abraham es un ejemplo para que los cristianos le den
10% a Dios, entonces también debe ser ejemplo a los cristianos para que le den el otro 90% a
¡Satanás, o al rey de Sodoma! (11) Ya que ellos mismos eran sacerdotes, ni Abraham ni Jacob tenían
que mantener un sacerdocio levítico; por lo tanto probablemente dejaban alimentos para los pobres
en sus altares.
Pauta #5: El diezmo no era un mínimo obligatorio de todos los israelitas del Antiguo Pacto
La falsa enseñanza es que todos tenían que comenzar su nivel de dadivosidad al diez por ciento.
Pero solo los israelitas que ganaban su sustento de la agricultura y de los animales del campo tenían la obligación de diezmar según la ley de Moisés. Sus creces venían de la mano de Dios. Los que recibían creces de su propia mano de obra o habilidad no tenían la obligación de diezmar productos o dinero. Los pobres y necesitados que no diezmaban y recibían apoyo del diezmo, daban ofrendas de su propia libre voluntad.
Pauta #6: El primer diezmo llegaba a las manos de los siervos de los sacerdotes.
La falsa enseñanza es que los sacerdotes del Antiguo Testamento recibían
todo del primer diezmo.
El diezmo “entero”, el primer diezmo, de ninguna manera llegaba a los sacerdotes. De acuerdo a
Números 18:21-24 y Nehemías 10:37b, iba a los siervos de los sacerdotes, los levitas. Y de acuerdo
a Números 18:25-28 y Nehemías 10:38, los levitas daban el mejor “diezmo de este diezmo” (1%) de
lo que recibían a los sacerdotes que ministraban el holocausto por el pecado y servían en los lugares
santos. Los sacerdotes no diezmaban.
También es importante darse cuenta que por cambio del recibo de estos diezmos, tanto los levitas
como los sacerdotes renunciaban a todo derecho de recibir tierras por herencia dentro de
Israel (Núm. 18:20-26; Deut. 12:12; 14:27, 29; 18:1, 2; Jos. 13:14, 33; 14:3; 18:7; Eze. 44:28). Aun si
en el nuevo pacto existieran los diezmos primeramente irían a los diáconos (levitas) para que
ayudaran a los predicadores y para el mantenimiento de los edificios.
Pauta #7: “Será santo al Señor” no designa al diezmo como una norma moral eterna.
La falsa enseñanza es que Levítico 27:30-33 comprueba que el diezmo es una “norma moral
eterna” porque “es santo al Señor.”
Las frases “será santo al Señor” y “será santísimo al Señor” son de uso común en Levítico. Sin
embargo, casi cada otro uso de estas mismas dos frases en Levítico han sido descartadas por los
cristianos desde hace mucho. Estas frases se usaban para describir todos los días de fiesta, las
ofrendas de los holocaustos, los alimentos limpios, los sacerdotes del pacto antiguo y el santuario del
pacto antiguo. Léase particularmente los versículos 28 y 29 del mismo capítulo.
Aunque el “diezmo del diezmo” (1%) que era entregado a los sacerdotes era lo “mejor” de lo que
recibían los levitas, el diezmo que recibían los levitas era solamente “una décima parte” y no era de lo
“mejor” (Lev. 27:32,33).
Pauta #8: Las primicias no son lo mismo que los diezmos
La falsa premisa es que los diezmos son lo mismo que las primicias.
Las primicias era una cantidad muy pequeñas de la primera cosecha y el primogénito era el primer
nacido de los animales. Las primicias era tan pequeñas que cabían dentro de un canasto de mano