de historia de la ciencia; desde hace aproximada- mente treinta años hay una tendencia creciente a enfocar la ciencia dentro de su vinculación con la situación social en que se desenvuelve y, en parti- cular, con la forma específica en que una sociedad trata de satisfacer las necesidades humanas básicas mediante la técnica y la tecnología. Es lo que se conoce con el nombre un poco confuso e impreci- so de "historia social de la ciencia". Un ejemplo nos ilustrará la diferencia: mientras hace unos treinta años la historia de la ciencia era ante todo un análisis de las ideas principales de autores indi- viduales famosos (en particular los grandes innova- dores de la Revolución Científica), hoy predom- nan, en cambio, los estudios que buscan la vincu- lación de teorías científicas con hechos sociales en lugares y tiempos determinados, y todo ello dentro del contexto tecnológico. Por otra parte, mientras hace treinta años la filosofía de la cien- cia se limitaba a análisis lógicos de proposiciones sobre todo de la física, hoy el panorama es suma- mente complejo con las constantes aportaciones y discusiones suscitadas por las obras de autores como Popper, Kuhn, Stegmüller, Lakatos, Feye- rabend, Bernal, Needham, etc. En aquel entonces la historia de la tecnología estaba empezando a dar sus primeros pasos y la filosofía de la tecnolo- gía no se había separado de lo que podría llamar- se, en autores como Dessauer, una teología de la tecnología, o, entre los existencialistas, una co- lección de pensamientos individuales e individua- listas sobre el tema. Hoy, en cambio, una y otra se han desarrollado en forma sistemática y se han beneficiado del contacto con otras tradiciones filosóficas. Fue dentro de este ambiente como se llegó a concretar la idea del 1 Seminario Centroamericano de Historia de la Ciencia y de la Tecnología, que tuvo lugar en la Biblioteca de Letras de la Univer- sidad de Costa Rica del 10 al 14 de junio de 1985, PRESENTACION Cuando la Asociación Costarricense de His- toria y Filosofía de la Ciencia (ACOHIF/CI) empezó a planear la celebración de un evento centroamericano dedicado a ese tema estaba lejos de imaginar que pudiera despertar tanto interés. La idea nació a finales de 1983, poco después de la fundación de ACOHIFICI, y si bien los miembros de la Asociación teníamos algunas ideas claras sobre la importancia de la historia de la ciencia y sobre su posible vincula- ción con problemas socio-económico-políticos de nuestros países en la época actual, suponía- mos sin embargo que la mayoría de la gente percibiría la historia de la ciencia como un asun- to de especialistas, como alg, de lo que solo unos pocos se interesan. Al principio se pensó en un taller con sesiones dedicadas a la exposición sistemática de la historia de la ciencia en cada una de sus grandes ramas (física, química, bioló- gia, etc.); esto hubiera convertido el evento en una actividad básicamente didáctica y a los parti- cipantes en alumnos. As, se creía subsanar la su- puesta falta de interés del gran público; un reme- dio para un mal que no existía. Afortunadamente se descartó la idea, en favor de promover la pre- sentación libre de ponencias. También fue un gran acierto la inclusión de la tecnología al lado de la historia de la ciencia y decimos "al lado", en for- ma muy inexacta, porque aún el lenguaje no reco- ge el hecho de que se vuelve cada vez más difícil separar la ciencia de la tecnología, de modo que en vez de "ciencia y tecnología" deberíamos ha- blar hoy de ciencia-tecnología. Así se sitúa mejor el fenómeno de la ciencia dentro del contexto socio-económico en que se desenvuelve en forma característica en nuestro siglo. Al incluir a la tec- nología en el temario, ACOHIFICI se colocaba dentro de una corriente global, notable por ejem- plo en el desarrollo de los congresos mundiales