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DE CIUDADES, UNIVERSIDADES Y VIDA URBANA/EL CASO DE TALCARICARDO
GREENE
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Talca cuenta con una enorme oferta en educacin superior, con
instituciones pblicas y privadas, tradicionales y nuevas, tcnicas y
profesionalesque movilizan a decenas de miles de personas cada da.
Los estudiantes universitarios conforman casi el 10% de la
poblacin, cifra a la que hay quesumarle profesores,
administrativos, funcionarios, proveedores de servicios e invitados
nacionales e internacionales que, en su conjunto, hacencircular
recursos, capital humano, ideas y proyectos. Pese a ello, y por
sorprendente que parezca, la ciudad no est preparada para la
vidauniversitaria e incluso podramos decir que la rechaza. Un paseo
por sus calles es elocuente: casi no hay fotocopiadoras, cibercafs
ni libreras,menos una donde conseguir textos especializados; la
Biblioteca Regional lleva cuatro aos inhabilitada y no hay museos,
galeras de arte o cine-clubes. De bares, slo un puado, as como
tampoco asociaciones que logren convocar a desconocidos con
intereses en comn.
Es evidente que las universidades no han mostrado mayor inters
por el territorio que las rodea, y prueba de ello es que las
grandes institucionesde la ciudad, la Universidad de Talca y la U.
Catlica del Maule, se han instalado en los bordes y no acuden a
ella ms que para organizarconferencias puntuales, prcticas
estudiantiles o campos clnicos. La gran excepcin son sus Centros de
Extensin, localizados ambos en plenocentro; iniciativas loables
pero insuficientes ante una comunidad universitaria alejada y una
poblacin urbana que, aunque cerca espacialmente, nose siente parte
de dichos espacios. Es lamentable ver cmo lugares de tanta calidad,
que trabajan duro por mantener una buena programacin, nologran
convocar ms que a un puado de personas para sus actividades, y que
otras instituciones emblemticas como el Teatro Regional y la
Radiode la UTAL no sean an plataformas participativas, conectadas
con la ciudadana [1].
La apertura de un gran nmero de universidades privadas en Talca
es, por otro lado, algo positivo, ya que con ellas ha llegado
infraestructura,recursos, estudiantes y docentes, pero el que sean
todas sedes regionales de universidades nacionales minimiza sus
beneficios. Son institucionesque nose han comprometido activamente
con su entorno local; dicho de otro modo, no se han constituido
como institucionesanclas, asocindosea otros actores, pblicos y
privados, para constituir comunidades y resolver en conjunto los
desafos que enfrentan (Perry, D. y C. Menendez,2010: 5). Un signo
de esto es que las utilidades que generan no son re-invertidas
localmente sino transferidas a su sede central, replicando elmismo
fenmeno que ha ocurrido con farmacias, almacenes, ferreteras y
grandes tiendas, que han pasando de un capitalismo empresarial
local,de pequea escala, a uno corporativista voltil de gran
envergadura [2].
Las universidades tradicionales lo hacen un poco mejor y han
creado iniciativas valorables, como las intervenciones de la
Escuela de Arquitecturade la Universidad de Talca o el trabajo con
dirigentes vecinales del CEUT (UCM/Surmaule), pero falta que el
compromiso con la sociedad setraduzca en acciones ms especficas de
compromiso con la ciudad. Podran, por ejemplo, abrir a la comunidad
guarderas y crear programasinfantiles para horarios fuera de la
escuela, ofrecer ayuda a ONGs territoriales, generar bolsas de
trabajo por barrios, dar apoyo a negocios localesen barrios
prioritarios, crear medios de comunicacin participativos, fomentar
y difundir programas de reciclaje y sustentabilidad,
fortalecerprogramas de transferencia tecnolgica, trabajar en
regeneracin urbana y seguridad ciudadana, invertir en equipamiento
y mejoramiento del
Fig. 1: Localizacin de las tres mayores universidades de Talca.
Fuente: Confeccin propia.
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espacio pblico, etc. Al embarcarse en estas tareas, no slo
estaran contribuyendo a mejorar su entorno sino tambin a ampliar la
enseanza desus alumnos, mejorar los barrios y reas de la ciudad,
fortalecer a otras instituciones ancla y colaborar al progreso de
la sociedad en su conjunto(Weber, H. y E. Karlstrm, 2005: 4).
Volver la ciudad ms atractiva, adems, podra evitar la actual fuga
de cerebros y atraer capital humanoavanzado a la regin. Porque si
algo nos han enseado los ranking de competitividad urbana, es que
las ciudades logran convocar profesionalescuando cuentan con una
buena vida urbana, animada y diversa, y al contrario, espacios
urbanos descuidados perjudican no slo la calidad de vidalocal sino
tambin el desempeo y valoracin de las universidades (Musil, J.
1998).
Lo que hay es esto: Las universidades, cualquier universidad,
debiera preguntarse constantemente por las consecuencias de la
relacin queestablece con su entorno, sea que siga un modelo de
campus perifrico -aislado de la ciudad y auto-contenido-, de campus
urbano concentrado -aislado funcionalmente pero integrado
espacialmente- o de campus urbano disperso -abierto e integrado a
la ciudad(Bellet, 2011). Para el caso deTalca, cabe preguntase:
sigue siendo el campus urbano concentrado la mejor manera de
relacionarse con la ciudad? Es adecuado seguir con l?Cules son sus
repercusiones en el contexto local y cules las posibilidades y
consecuencias que tendra modificarlo? Preguntas
relevantes,especialmente en miras a una Reforma Educacional que
posiblemente ampliar el nmero de estudiantes y cambiar el escenario
actual. Quizs,como dice Indovina, lleg el momento de asumir que ms
que una universidadalojadaen la ciudad, [la universidad] debe ser
parte constituyentede la estructura, la forma y el funcionamiento
de la comunidad urbana (2000: 38). Para Talca, como para muchas
ciudades, esta peticin cobra anms sentido si se tiene en cuenta que
las universidades son actores clave del mercado inmobiliario
controlan grandes paos de tierra- y unas delas principales
empleadoras de la ciudad, y su bienestar est atado inexorablemente
al bienestar de la comunidad que la rodea (Amborski, 2005)[3].
Por lo dems, para una ciudad como esta, cuyo centro se encuentra
bastante deteriorado por la obsolescencia funcional y el terremoto
de 2010, elcompromiso activo de las universidades puede ser clave
para lograr la revitalizacin del tejido urbano. Algunos casos
interesantes en esta lnea sonlos de Getafe, donde se recuperaron
los antiguos cuarteles militares y algunos edificios del barrio
industrial para convertirlos en sede de launiversidad, o lo que se
hizo con la Real Fbrica de Tabacos de Sevilla, recuperada como sede
central de la universidad del mismo nombre. El casode Avin es an ms
directo, ya que la Universidad recuper el Hospital Santa Marta en
1997 no slo buscando oportunidades inmobiliarias sinocon el
objetivo expreso de reactivar el centro de la ciudad.
Yendo ms all de la transformacin funcional, quizs el caso ms
emblemtico sea el de la Universidad de Ohio, la que en conjunto con
elGobierno de la Ciudad de Columbus cre en 1995 el programa Campus
Partners for Community Redevelopment, destinado a revitalizar las
reasurbanas del barrio universitario. En casi veinte aos han
reconvertido viviendas, cerrado negocios que atraan crimen,
mejorado la infraestructura ylos parques pblicos y aumentado la
heterogeneidad social sin expulsar a las poblaciones de menores
recursos. Una tarea de ese magnitud, comopuede esperarse, es algo
que una universidad no puede ni tiene sentido que haga por si sola,
y ms que ser el nico ejecutor o convertirse encorredor de
propiedades, la experiencia seala que estas deben cumplir un rol de
liderazgo, coordinando a los distintos actores presentes en
elterritorio con experticia y visin, conduciendo las dinmicas
urbanas (Cummings, 2005).
Fig. 2: Entrada al Campus de la Universidad de Talca. Foto:
Francisco Stecher.
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Adems de las universidades, otros actores sociales han brillado
por su falta de visin estratgica. Por un lado, instituciones
polticas como elMunicipio, la Intendencia y la Gobernacin, quienes
podran aprovechar el escenario estudiantil para generar un nuevo
imaginario urbano yenriquecer la vida de la ciudad. El sector
econmico, por otro lado, tampoco ha buscado beneficiarse de las
oportunidades que brinda estapoblacin flotante: no le ha ofrecido
una dotacin de productos y servicios acordes ni tampoco ha generado
mecanismos fluidos para incorporar asus procedimientos el
conocimiento que pueden generar aunque no siempre lo hagan- las
universidades. Ambos actores, instituciones pblicas ypequeos y
grandes empresarios, podran fortalecerse en tecnologa, innovacin y
gestin si entraran en una relacin ms simbitica con loscentros de
estudio (Smilor et. al, 1993).
Otro de los factores que ha impedido la transformacin de Talca
en una ciudad universitaria es el tipo de alumnos que estudia en la
ciudad.Atrados desde toda la regin e incluso desde las vecinas,
quienes vienen a Talca dependen econmicamente de sus familias y no
cuentan conmayores recursos para consumir o divertirse. Ms an, cada
fin de semana vuelven a casa, lejos de la ciudad, por lo que los
viernes por la tarde,cuando Talca podra bullir con jvenes y adultos
conversando, caminando, discutiendo y bebiendo, lo nico que
realmente bulle es el terminal debuses inter-rural. Hasta el lunes,
las calles se ven parcialmente vacas y con un uso casi puramente
comercial; en vez de ser escenario dondecompartir, crear y
expresar, se reducen a ser ejes que conectan tiendas, malls y
outlets, algo que los mismos habitantes de la ciudad resienten,como
revela un estudio sobre identidad maulina: Los actores de lo urbano
perciben que las ciudades son espacios que no favorecen la
integracin,el encuentro y la relacin entre grupos de distintos
niveles socioeconmicos (Gobierno Regional, 2010: 36-37).
Esta no es, en todo caso, una condicin particular de Talca sino
que se repite en ciudades pequeas alrededor del mundo. Dubet, por
ejemplo,describe para Francia una escena similar [4]:
El 73% de los estudiantes de Dijon vuelven todos los fines de
semana con sus familias, y el 13% lo hace cada quince das. ()
Ocurre a veces, comoen el caso de Burdeos, que las ciudades
universitarias se vacan el jueves por la tarde y slo permanecen en
el centro los estudiantes extranjeros, aquienes embarga una
sensacin de cautividad (2006: 100).
Segn datos proporcionados por la Universidad de Talca, los pocos
estudiantes extranjeros que viven en la ciudad pasan sus fines de
semana enSantiago o conociendo otras localidades de Chile y no
tienen mayor inters por quedarse en Talca, al que encuentran
aburrido [5]. Por otro lado,el mismo Dubet afirma que, en Francia,
el 65% de los estudiantes que viven con sus familias no sienten
ninguna prisa por marcharse. A lascomodidades materiales,
superiores a las que acceden al vivir solos, se suman las
emocionales: vivir con sus padres les aporta autonoma ysensacin de
seguridad. Esto es un poco menos cierto para familias de bajos
recursos, que suelen estar organizadas de modo ms jerrquico
yautoritario. En zonas rurales, adems, la comodidad de vivir con la
familia y estudiar en la ciudad se va aminorando a medida que los
jvenes vanpasando por un proceso de aculturacin: sus tareas van
siendo cada vez ms incomprensibles por sus pares, lo que los aleja
de ellos de modoprogresivo y con algo de ruptura (2006: 99).
En Talca este fenmeno podra trabajarse a travs de un plan
estratgico, conjunto, de desarrollo socio-espacial de la ciudad.
Si, por ejemplo, seconstruyeran residencias para estudiantes en el
centro, trabajando esta transicin de modo benfico para las familias
y la ciudad. Incluso podrapensarse en un programa parecido a los
kot--projet desarrollados por la Universidad Catlica de Lovaina
(Blgica). Estas son un tipo de habitacincompartida entre seis y
doce alumnos, quienes durante un ao se embarcan en un proyecto
filantrpico con la comunidad. Por ejemplo, generandoconciencia
pblica sobre el cuidado del medioambiente, organizando un evento
cultural o asistiendo a personas con discapacidad. Estas
tareascontribuyen tambin robustecer la confianza entre los
distintos actores sociales.
Adems de las residencias, una asociacin entre distintos actores
podra apuntar a mejorar los espacios de sociabilidad en las
universidades y susalrededores, lugares como cafs, bares, mesas de
trabajo y salas de estar; trasladar tambin algunas facultades al
centro y mejorar lainfraestructura urbana con mayor conectividad,
ciclovas y parques urbanos; disponer el espacio pblico para
intervenciones ciudadanas y generarpuestos de trabajo adecuados a
las capacidades y tiempos de los estudiantes. Acciones como estas
podran fundar un nuevo tipo de relacin entrela universidad y su
entorno.
Se requiere, por tanto, un doble movimiento:primero, las
universidades debieran comenzar a ver en la vinculacin con la
ciudad un valor, peroyendo ms all de la asesora a proyectos
puntuales o la solucin de problemas especficos; las universidades
son mucho ms que cursos,currculos y salas de clase, son tambin las
ideas que se ensean, cuestionan y producen; la innovacin, el no
quedarse quieto y no dar nunca nadapor sentado. Lo propiamente
urbano, en su heterogeneidad y multiplicidad de funciones, ofrece
un escenario nico para ellas.
La segunda parte del movimiento involucra a los actores
polticos, econmicos y civiles de Talca, quienes debieran ver el
valor de habitarunaciudad universitaria; para ello, es necesario
que se entusiasmen primero con la idea de contar con unavida
universitaria,que se cuele por susesquinas y rincones y motive a
pensar desde el encuentro fortuito, el caos y la clida extraeza. No
deja de llamar la atencin, por ejemplo, que enTalca, con un centro
histrico daado y despoblado, se hayan limitado las patentes de
boites y alcohol, y que el mismo municipio haya lideradouna
iniciativa para cerrar algunos de los locales emblemticos. Recuerdo
haber ledo, en una interesante columna de Rodrigo Daz, que uno de
los
Fig. 3: Bosquejo para la remodelacin del Weinland Park, proyecto
emblemtico delCampus Partners.
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grandes patrimonios de Boston son los 2,5 kilmetros de bares que
separan a Harvard del MIT. Es en esas mesas dice-, tomando caf o
cerveza yconversando alegremente, que han surgido algunas de las
mejores ideas de los ltimos cien aos; lugares de mesas cojas y
vasos a medio llenarque cultivan proyectos desquiciados y teoras
revolucionarias. Y aunque si bien es probable que muchas de esas
ideas y proyectos no sobrevivan lanoche, algunas quedan, flotan y
luego cambian el mundo; y las que no, al menos sirven para
alimentar la imaginacin.
Recuerdo que en una ocasin fui al Servicio Nacional de Turismo
de la Regin del Maule, en el centro de Talca, y pregunt por
actividades y lugaresa visitar en la ciudad. La mujer que me
atenda, muy amable, despleg mapas y me habl de la cordillera y del
mar, de las vias y casonas rurales,del tren a Constitucin y las
caletas del Maule. Ninguna de esas referencias fue urbana, lo que
confirma que Talca, tanto desde el sector pblicocomo del privado,
no se piensa ni valora como ciudad sino slo como depositario de dos
nicos atributos: uno, ser sede de una pujante industriaagrcola y
vitivincola; y dos, ser el acervo tradicional del pas, custodio de
sus races y fiel defensor de eso que llamamos identidad chilena.
Laimportancia de la Fiesta del Patrimonio, la Feria del Folclor, la
Muerte del Chancho, la Fiesta de la Vendimia y las fondas del Ro
Claro dan cuenta deello y reproducen dichos imaginarios. La ciudad,
sin embargo, como todas las ciudades, es mucho ms variada que eso,
albergando otras prcticas,comunidades y discursos que tambin
debieran ser reconocidos como parte de la trama urbana, siendo la
vida estudiantil una primordial. Tenemosaqu una gran oportunidad
que no podemos seguir desperdiciando. Es hora de pensar la ciudad
como algo ms que huasos, banderas y animalesmuertos.
Fig. 4: Calle Uno Sur, arteria principal del comercio talquino,
un domingo a medioda.
Fig. 5: Inauguracin de la Fiesta del Chancho en Talca, 2013.
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Referencias Bibliogrficas
Amborski, D. (2005) Ryerson University and Torontos Dundas
Square Metropolis Project. EnPerry, D. y W. Wiewel (Eds.)The
University asurban developer: Case studies and analysis. New York:
M. E. Sharpe.
Bender, T. (1998) Scholarship, local life, and the necessity of
worldliness. En Van der Wusten, H. (ed.)The Urban Universityand
itsIdentity. Roots, Locations, Roles. Dordrecht: Kluwer Academic
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Bellet, C. (2011) La insercin de la universidad en la estructura
y forma urbana. El caso de la Universitat de Lleida. EnScripta
Nova, Vol.XV, nm. 381.
Benneworth, P. y L. Humphrey (2013). Universities Perspectives
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Cummings, S. et. al. (2005) University Involvement in Downtown
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y W.Wiewel (Eds.)The University as urban developer: Case studies
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Dubet, F. (2000) Jvenes y estudiantes. EnBellet, C. y J. Ganau
(Eds.) Ciudad y universidad. Ciudades universitarias y campos
urbanos.Lleida: Editorial Milenio.
Gobierno Regional del Maule (2010). Identidad e identidades del
Maule. Claves para imaginar el desarrollo regional. Talca:
GobiernoRegional.
Musil. J. (1998) The world of Arts and the University.En Van der
Wusten, H. (ed.)The Urban University and its Identity. Roots,
Locations,Roles. Dordrecht: Kluwer Academic Publishers, 17-28.
Perry, D. y C. Menendez (). Urban Universities As Anchor
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Washington: Coalitionof Urban Serving Universities.
Perry, D. y W. Wiewel (2005). Ivory Towers No More: Academic
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Robson, B. Deas, I., Topham, N. y J. Twomey (1995) The Economic
and Social Impactof Greater Manchesters
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Van der Wusten, H. (2000) La universidad global y la comunidad
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yuniversidad. Ciudades universitarias y campos urbanos.Lleida:
Editorial Milenio.
Weber, H. y E. Karlstrm (2005)Why Community Investment Is
Goodfor Nonprofit Anchor Institutions: Understanding Costs,
Benefits, andthe Range of Strategic Options. Chicago: University of
Chicago.
* Ricardo Greene es acadmico UCM, Director de Revista
Bifurcaciones y Coordinador de Esto No es Talca.
[1] Para seguir el debate sobre la relacin entre universidades e
industrias culturales recomiendoHall, P. (2000) Cycles of
creativity. EnChronicle,Amsterdam/Maastricht, Summer University,
15-16; y Bender, T. (1998)Scholarship, local life, and the
necessity of worldliness.En Van der Wusten, H. (ed.) The Urban
University. Roots, Locations, Roles. Dordrecht: Kluwer Academic
Publishers, 17-28.
[2] Incluso podramos decir que las pocas veces que invierten en
la ciudad lo hacen con fines de lucro y en desmedro de la
poblacin,
Fig. 6: Plaza de Armas de Talca un sbado por la maana.
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como bien ha denunciado CIPER para el grupo que controla la
Universidad Santo Toms y la especulacin inmobiliaria que ejecut
post-terremoto en Talca. Por otro lado,un caso hbrido es el de la
Universidad de Talca, institucin pblica regional que desde 2005 ha
abiertodos campus en Santiago, compitiendo con otras instituciones
pblicas de la capital en vez de reinvertir localmente.
[3] Las universidades podran comenzar por ofrecerse a pagar algn
tipo de impuesto territorial, fortaleciendo el trabajo de los
gobiernoslocales.
[4] Es evidente que este estudio, realizado en Francia, no puede
explicar ni anticipar lo que sucede en Chile, pero abre un camino
dereflexin y posibilidades de estudio.
[5] En entrevista con Alejandra Villarroel, coordinadora del
Departamento de Lengua Espaola de la Universidad, una de las
receptoras deestudiantes de intercambio internacional.
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