1 Cursos de Verano de la Universidad de Burgos.” Éxodos: Migraciones y refugiados” 3 al 6 de julio de 2017. Burgos “LA POLÍTICA MIGRATORIA DE LA UNIÓN EUROPEA Y SU IMPACTO EN LAS POLÍTICAS DE COOPERACIÓN” Maite Serrano Directora de la Coordinadora de ONGD-España “La humanidad está en crisis y no hay otra manera de salir de la crisis que mediante la solidaridad entre los seres humanos” Zigmun Bauman 1. SITUANDO LA MIGRACION EN SU CONTEXTO En la actualidad el mundo se enfrenta al mayor reto migratorio desde la Segunda Guerra Mundial. Más de 65 millones de personas (todas juntas formarían el vigésimo país más poblado de la tierra) se han visto obligadas a salir de sus casas y se encuentran a la deriva, convirtiéndose en la expresión más cruda y explícita de la crisis de un modelo que es insostenible desde todos los puntos de vista: social, ecológico y, sobre todo, humano. Las migraciones forman parte de la historia de la humanidad. Los desplazamientos de grupos humanos de unas zonas a otras han sido constantes desde la remota prehistoria. Nomadismos, invasiones, peregrinajes, expediciones comerciales, colonizaciones han ido configurando el mundo a lo largo de la Historia. Pero es solo recientemente cuando se ha inaugurado una época donde las migraciones masivas son una constante como consecuencia de un modelo de desarrollo que cada vez genera más personas “superfluas”, excedentes del sistema, junto con personas perseguidas por sus creencias religiosas, sus ideas políticas, su identidad sexual, o como consecuencia de guerras o conflictos. Lo que estamos observando desde 2015 es un aumento del número de personas desplazadas que llegan a Europa (más de un millón de personas en ese año). Lo nuevo pues es que llegan a Europa en un número importante, pero todavía muy minoritario si lo comparamos con el total de personas desplazadas y refugiadas en el mundo que permanecen en su mayoría en las zonas próximas a los lugares de huída, como veremos más adelante. El incremento brusco de personas que se ven obligadas a salir de sus casas en busca de lugares seguros se empieza a producir a partir de 2012 como consecuencia de la
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Cursos de Verano de la Universidad de Burgos.” Éxodos: Migraciones y refugiados” 3 al 6 de
julio de 2017. Burgos
“LA POLÍTICA MIGRATORIA DE LA UNIÓN EUROPEA Y SU IMPACTO EN LAS POLÍTICAS DE
COOPERACIÓN”
Maite Serrano
Directora de la Coordinadora de ONGD-España
“La humanidad está en crisis y no hay otra
manera de salir de la crisis que mediante la
solidaridad entre los seres humanos”
Zigmun Bauman
1. SITUANDO LA MIGRACION EN SU CONTEXTO
En la actualidad el mundo se enfrenta al mayor reto migratorio desde la Segunda
Guerra Mundial. Más de 65 millones de personas (todas juntas formarían el vigésimo
país más poblado de la tierra) se han visto obligadas a salir de sus casas y se
encuentran a la deriva, convirtiéndose en la expresión más cruda y explícita de la
crisis de un modelo que es insostenible desde todos los puntos de vista: social,
ecológico y, sobre todo, humano.
Las migraciones forman parte de la historia de la humanidad. Los desplazamientos
de grupos humanos de unas zonas a otras han sido constantes desde la remota
derecho de todas las personas en situación de persecución, a buscar asilo, y a
disfrutar de él, en cualquier país. Tres años después se aprueba la Convención de
Ginebra del 28 de julio de 1951 sobre el estatuto del refugiado para dar protección a
millones de refugiados tras la II Guerra Mundial. Y el 21 de enero de 1967 se completa
su desarrollo con el Protocolo sobre el Estatuto de los Refugiados aprobado en Nueva
York. Ambos protocolos han sido suscritos por más de 140 países.
España reconoce el derecho de asilo en el artículo 13.4 de la Carta Magna. La Ley
de Asilo 12/2009 de 30 de octubre regula el derecho de asilo y la protección
subsidiaria. Sin embargo, 8 años después, todavía no se ha elaborado el desarrollo
reglamentario que facilitaría y agilizaría su implementación. La Comisión Española de
Ayuda al Refugiado (CEAR) lleva años denunciando esta situación irregular que es
reflejo de la falta de voluntad política de los diferentes gobiernos para poner en marcha
una política de asilo ágil y efectiva.
En el ámbito europeo el Tratado de la Unión Europea, firmado el 7 de febrero de
1992, y la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE reconocen el derecho de
asilo como un derecho fundamental que se desarrolla en diversas directivas de
acogida y de procedimiento, las últimas aprobadas en 2013.
El derecho de asilo consiste en el derecho que asiste a toda persona a buscar
protección fuera de su país de origen o de residencia habitual y disfrutar de ella en
caso de huir de un conflicto que pone su vida en peligro y tener fundados temores
de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, opinión política o
pertenencia a un determinado grupo social. La persecución por motivos de género,
incluida aquella motivada por la preferencia sexual y la identidad de género, están
incluidas en las causas de persecución que reconoce este derecho.
La convención de Ginebra define, en los términos descritos en el párrafo anterior,
quien es una persona refugiada, y establece el principio de no devolución, que
prohíbe a los Estados expulsar o devolver a una persona al territorio de cualquier país
en el que su vida o su libertad se encuentran amenazadas o en el que pueda sufrir
tortura, tratos inhumanos o vulneración de sus derechos humanos fundamentales.
La Unión Europea y los Estados Miembros, incluida España, a pesar de la legislación
vigente que exigiría disponer de los medios necesarios para acoger e integrar en
nuestras sociedades a las personas que llegan huyendo de la guerra, ha optado por
enrocarse dentro del muro y por librar una guerra en la frontera, en la que los muertos
se cuentan por miles. En los últimos 15 años hay documentadas más de 25.000
personas muertas en el Mediterráneo, a las que habría que añadir los cientos de
muertes, seguramente miles, sin documentar, tanto en el Mediterráneo, como en el
desierto.
DATOS
El informe anual de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR)4, publicado en junio de 2017, recoge un nuevo record en la cifra de personas que se ha visto obligadas a salir de sus casas a causa de conflictos, violencia o persecución. Al
4 ACNUR 2016: Tendencias Globales. Desplazamiento Forzado en 2016.
finalizar 2016, había 65,6 millones de personas desplazadas, la cifra más alta desde la II Guerra Mundial, y cuya curva ascendente no cesa de crecer desde 2012, coincidiendo con el estallido de la Guerra en Siria, el recrudecimiento de conflictos existentes (Afganistán, Irak, Sudan del Sur…) y la aparición de otros nuevos (Yemen).
Grafico 1: Tendencia del desplazamiento global y proporción de desplazados 1997-2016
Fuente: ACHNUR 2016: Tendencias Globales. Desplazamiento Forzado en 2016.
Del total de personas desplazadas, 22,5 millones eran refugiadas (17,2 millones bajo el mandato de ACNUR y 5,3 millones de refugiadas palestinas registradas por el UNRWA), 40,3 personas desplazadas internamente y 2,8 solicitantes de asilo.
La principal novedad en 2016 es el aumento del retorno de personas refugiadas en comparación con años anteriores. Durante 2016, regresaron a sus países de origen 552.200 refugiadas, a pesar de que a menudo regresan en condiciones que distan de ser las ideales. Esta cifra duplica con creces la del año anterior, retornando la mayoría a Afganistán (384.000).
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Si centramos el análisis en las personas refugiadas, observamos que más de la mitad de ellas (el 55%) proceden de tres países: Republica Árabe de Siria (5,5 millones), Afganistán (2,5 millones), Sudán del Sur (1,4 millones). Mención especial merece la situación de Sudán del Sur que solo en 2016 aumento su población refugiada en un 85% a causa de la guerra, siendo la mayoría menores de edad. Grafico 2 principales países de salida
Fuente: ACHNUR 2016: Tendencias Globales. Desplazamiento Forzado en 2016.
En 2016 el número de nuevas solicitudes de asilo siguió siendo elevado, alcanzando la cifra de 2 millones. Con 722.400 solicitudes, Alemania fue el mayor receptor del mundo de nuevas solicitudes individuales, seguida de Estados Unidos (262.000), Italia (123.000) y Turquía (78.600). En 2016, ACNUR propuso a los Estados a 162.600 refugiados para su reasentamiento (acogida voluntaria por parte de un tercer país a las personas más vulnerables según los criterios ACNUR ). Según las estadísticas gubernamentales, durante 2016, 37 países admitieron para su reasentamiento a 189.300 refugiados, cifra que incluye a los reasentados con la asistencia de ACNUR. Es interesante señalar que fue Estados Unidos quien aceptó al mayor número (96.900), mientras que la vieja Europa, que tan solo se comprometió a reasentar a 22.504 personas entre septiembre de 2015 y septiembre de 2017, a 12 de mayo de 2017, había reasentado a 16.163 personas5. Los países con menos recursos son los que acogen la mayoría de la población refugiada Los principales países de asilo fueron Turquía, Pakistán y Líbano. Por tercer año consecutivo, Turquía albergaba al mayor número de refugiados en el mundo, con 2,9 millones de personas. Le sigue Pakistán 1,4 millones; Líbano 1 millón; R. Islámica de Irán 979.400; Uganda 940.800Etiopía 791.600 y; Jordania 685.200.
El caso de Uganda debería ser referente para las políticas en materia de refugio. La legislación vigente en este país establece un marco legal que permite a las personas refugiadas trabajar y les reconoce la libertad de movimiento. El modelo de reasentamiento establecido por Uganda les permite vivir en espacios que no son campamentos y otorga acceso a tierras para la producción de alimentos6. El ranking de los países que mayor número de personas refugiadas acogen varía si lo ponemos en relación con su población nacional. El Líbano se sitúa en primer lugar con 1 refugiado por cada 6 habitantes. Le sigue Jordania con una persona refugiada por cada 11. En tercer lugar se encuentra Turquía (1 por cada 28). Es decir que en un país como Líbano, que ocupa el puesto 76 en el Índice de Desarrollo Humano, cerca del 20% de la población es refugiada, un porcentaje que aumenta al 25%, una persona de cada cuatro, si incorporamos las refugiadas sin registrar por ACNUR. Son porcentajes importantes comparados con el esfuerzo realizado por la UE cuya población refugiada es el 0,2%.
Grafico 3: Principales países de acogida
Fuente: ACHNUR 2016: Tendencias Globales. Desplazamiento Forzado en 2016.
Lo que dicen los datos es que el 60% de las migraciones se producen entre países con niveles de renta similares; es decir, países con un desarrollo bajo. De hecho, el 86% de las personas que cuentan con algún tipo de protección internacional reconocida reside en países empobrecidos. De los 10 países que acogen al mayor número de refugiados en comparación con el tamaño de su economía nacional, 8 estaban en África. Países como Camerún, Chad, Etiopía, Kenia, la República Democrática del Congo, Sudán y Uganda- albergan a 4,9 millones de personas refugiados; una cifra que supone el 28% del total mundial. Como países de ingresos bajos, afrontan graves barreras estructurales para el desarrollo económico y social, y por tanto son los que tienen menos recursos para responder a las necesidades de quienes buscan refugio A pesar de ello, garantizan la acogida. En contraste, los seis países más ricos del planeta acogen tan solo al 9% de la población refugiada. Europa, por su parte, acoge una minoría del total de personas desplazadas; una pequeña parte de la punta de un iceberg enorme.
Lejos de los discursos que hablan de avalanchas e invasiones, poco más de un millón
de personas ha llegado a Europa desde mediados de 2015, huyendo de guerras, del
hambre o del los estragos producidos por el cambio climático, una cifra que representa
apenas el 0,2% de la población de 500 millones que puebla la UE. Europa tiene
capacidades logísticas, económicas y políticas suficientes para acoger a la población
necesitada de protección internacional, de lo que carece es de la voluntad política
necesaria para poner los medios y los instrumentos para acoger en primer término e
integrar después a estas personas.
Si echamos la vista atrás, comprobamos que hubo un tiempo en el que Europa sí supo estar a la altura. En los años 90, cuando miles de personas huyeron de la guerra en los Balcanes los países europeos acogieron a más de 2,5 millones de personas desplazadas y refugiadas sin que ello supusiera el colapso de la UE ¿Por qué entonces fue posible y ahora –con una Europa con más recursos- no lo es? El Mediterráneo: la fosa común más grande del mundo
Durante 2016, 7.872 personas perdieron su vida en rutas marítimas. 5.098 de ellas (65%) en el Mediterráneo mientras intentaban alcanzar las costas europeas procedente de Libia, Egipto, Túnez y Marruecos 7. Es la cifra más alta registrada hasta ahora, pero todavía más preocupante es que si la comparamos con el número de llegadas observamos que mientras en 2015, llegaron a las costas europeas más de 1 millón de personas y se registraron 3.784 personas fallecidas, en 2016 las llegadas se redujeron a menos de la mitad, pero las muertes aumentaron un 34%, como consecuencia directa del cierre de la ruta de los Balcanes y, por ende, la reactivación de la ruta del mediterráneo central, mucho más larga insegura y peligrosa. Como dice Carlos Berzosa en la presentación del informe anual de CEAR8, estas cifras “revelan la dimensión de una tragedia inaceptable, porque es evitable, e interpela a los gobiernos europeos a imprimir un giro copernicano a su política de asilo y a abrir vías legales y seguras para la protección internacional”. En lo que va del año 2017 han perdido la vida más de 1800 personas oficialmente, solo en el Mediterráneo.
2. LAS MIGRACIONES FORZOSAS VISTAS DESDE EL MARCO DE LA AGENDA DE DESARROLLO SOSTENIBLE Y DEL NUEVO CONSENSO EUROPEO PARA EL DESARROLLO
La Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible, aprobada en septiembre de 2015, por NNUU, junto con los Acuerdos de Addis Abeba para la financiación para el desarrollo, y el Acuerdo de París contra el Cambio Climático, conforman el marco global de referencia en materia de desarrollo sostenible para los próximos 15 años. Se trata de un marco político que, respecto a los acuerdos precedentes (como los ODM), supone un avance importante en tanto por la incorporación de la dimensión medioambiental como parte consustancial del desarrollo como por el enfoque sistémico que profundiza en la complejidad y multisectorialidad de los problemas relacionados con el desarrollo y por lo tanto de sus soluciones. Y es aquí, en la implementación de las políticas que debe dar respuesta a los grandes desafíos, incluido el que se deriva de las migraciones forzosas, donde se marcará la diferencia entre una agenda realmente
7 https://www.iom.int/
8 CEAR: Informe 2017 personas refugiadas en España y en Europa. https://www.cear.es/publicaciones-
transformadora o un lavado de imagen para seguir haciendo más de lo mismo, aunque esto último sea una opción que condena al fracaso a la humanidad. Esta Agenda comprende 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) con 169 metas
orientadas a reducir la pobreza y asegurar el desarrollo sostenible “sin dejar a nadie
atrás”. Así, entre sus metas, contempla facilitar una migración y movilidad seguras,
regulares y responsables de las personas, garantizando el pleno respeto de los
derechos humanos y el trato humano a las personas migrantes, independientemente
de su estatus migratorio. Es la primera vez que la migración pasa a formar parte del
ámbito principal de políticas de desarrollo mundial. En concreto la migración es
referenciada en relación con los siguientes desafíos: (i) La situación de los
trabajadores migrantes que se recoge en el Objetivo 8 sobre el crecimiento
económico y el trabajo decente, (ii) el tema de la trata de personas es mencionado en
varios de los objetivos, por ejemplo el Objetivo 16 para promover sociedades pacíficas
e inclusivas, y (iii) la situación migratoria específicamente, es mencionada como factor
de desagregación en el seguimiento y evaluación del Objetivo 17. Por último, entre
todas las metas, la meta 10.7 de los ODS contiene la referencia específica a la
migración en la Agenda 2030, en los siguientes términos: “Facilitar la migración y la
movilidad ordenadas, seguras, regulares y responsables de las personas, entre otras
cosas mediante la aplicación de políticas migratorias planificadas y bien gestionadas”9.
El grupo de trabajo sobre la Agenda 2030 de Futuro en Común10valora la importancia
de que la Agenda reconozca la contribución de la migración internacional al
crecimiento inclusivo y al desarrollo sostenible. Subraya, sin embargo, que este
reconocimiento se realiza desde una visión restringida, “que no parte de un enfoque de
derechos humanos y que no aborda realmente las causas de las migraciones forzadas
de millones de personas en todo el mundo. Es decir, la Agenda no vincula la cuestión
de la movilidad humana con los problemas de desarrollo, la explotación de los
recursos naturales, el acaparamiento de tierras y de agua o los conflictos bélicos,
cuando son precisamente la pobreza, el cambio climático o las desigualdades las que
generan la necesidad de la migración. Las migraciones deberían constituir un objetivo
singular por su relevancia y permanencia en el tiempo, dada la transversalidad de
causas: desastres naturales, económicos, ambientales o sociales.” Es precisamente
esta visión limitada, carente de enfoque de derechos, la que explica que las únicas
metas de la Agenda ODS en relación a las migraciones estén redactadas en clave de
control de migraciones y migraciones ordenadas.
“Tampoco aborda la realidad de las personas refugiadas y desplazadas desde la
necesidad de incidir con los Estados en el cumplimiento de los derechos humanos y
del Derecho Internacional Humanitario, en cuanto a la obligatoriedad de protección,
cumplimiento del derecho de asilo y de una acogida digna”. Esta es una seria
limitación de la Agenda ODS cuya interpretación e implementación debería, por tanto,
vincularse estrechamente con el marco global de derechos humanos existente (Carta
Universal de Derechos Humanos, Convención de Ginebra y su Protocolo, Convención
Futuro en Común es un espacio intersectorial, formado por una diversidad de organizaciones de la sociedad civil que trabajan por la justicia global desde diferentes perspectivas (feministas, ecologistas, de acción social, de desarrollo, sindicalistas…). www.futuroencomun.net
En el consenso se afirma que “En el contexto de la cooperación al desarrollo, la UE y sus Estados miembros también pueden comprometerse con los agentes de seguridad para reforzar su capacidad de garantizar los objetivos de desarrollo sostenible, en particular el logro de sociedades pacíficas e integradoras" (párrafo 49), lo que supone un serio retroceso respecto al consenso de 2005 al proponer soluciones basadas en la seguridad que abarcaba desde la educación militar hasta actividades de lucha contra el terrorismo http://csopartnership.org/cpde-statement-on-eu-consensus/
Mediterráneo central, mucho más larga y peligrosa, como lo demuestra el aumento del
número de fallecidos desde la aprobación del acuerdo UE-Turquía. Las políticas
europeas obligan a pagar 8.000 euros y a arriesgar sus vidas para llegar a Europa a
personas que podrían coger un avión22.
Otra consecuencia directa del Acuerdo UE-Turquía ha sido que más de 60.000
personas se han quedado varadas en Grecia en centros de detención en condiciones
inhumanas, situación especialmente preocupante en el caso de las mujeres y niñas
que se ven expuestas a situaciones de violencia sexual y todo tipo de
discriminaciones, comenzando por la falta de infraestructuras que tengan en cuenta
las necesidades específicas de las mujeres o la ausencia de servicios específicos de
salud sexual y reproductiva en los campos de refugiados.
En junio de 2016 el Consejo Europeo presenta la Agenda Europea de las Migraciones
centrada en los Nuevos Marco de Asociación de la UE con Terceros Países (New
Partnership Agreement) puestos al servicio de la estrategia de externalización de
fronteras, y respaldada por el refuerzo de FRONTEX (Agencia Europea de la Guardia
de Fronteras y Costas), cuyo papel en la militarización y securitización de la agenda
migratoria es clave. Claro ejemplo de este refuerzo es el incremento de su
presupuesto que ha pasado de 6 millones de euros en 2005, a 330 millones en 2017.
Es precisamente en los presupuestos donde se concretan las prioridades políticas de
los Estados. En el caso de la UE es muy significativo que entre 2007 y 2013 haya
gastado 2.000 millones en seguridad fronteriza y 700 millones en protección de
refugiados y solicitantes de asilo.
La Nuevos Marco de Asociación país proponen invertir 8.000 millones de euros
adicionales priorizando países como Líbano, Jordania, Libia o Egipto, e incluyendo
otros como Sudan o Eritrea. A cambio de estas inversiones los países se
comprometen a aceptar la repatriación de migrantes y a controlar de manera efectiva
las rutas migratorias que atraviesan sus países. Todo ello en países que distan mucho
de poder ser considerados países seguros, muchos de ellos simplemente regímenes
autoritarios donde se practican violaciones de los derechos humanos.
La red Europea de ONG de Desarrollo, CONCORD califica así este instrumento: “El
Nuevo Marco de Asociación de la UE con terceros países se ha convertido en el
instrumentos de política migratoria más reciente de la UE. Inspirado en el acuerdo UE-
Turquía, se inició en 2016. A través de un acuerdo marco de Asociación se espera que
países como Etiopía, Níger y Malí implementen políticas migratorias de la UE con un
foco especial en la readmisión de sus ciudadanos y, potencialmente, de aquellos que
hayan atravesado su territorio. Concretamente esto significa que los refugiados
somalíes o eritreos podrían ser deportados a Etiopía y, desde allí, a sus países de
origen, donde podrían encontrar la prisión o la muerte. El acuerdo incluye también un
amplio apoyo a la gestión de fronteras con pocas garantías de respeto de los derechos
22
CEAR: Informe 2017. La realidad de las personas refugiadas en España y en Europa. https://www.cear.es/publicaciones-elaboradas-por-cear/informe-anual-de-cear/ pg.99
Algunas de las empresas europeas que forman parte del nuevo negocio en torno a la gestión de las fronteras son: Airbus, Signalis, Finmeccanica/Leonardo, Thales, Indra, Safran/Morpho,Siemens, Thermoteknix 25
hace años sobre el impacto en el desarrollo de terceros países de este gasto. Desde
CONCORD hace años que se elabora un informe del seguimiento de la Ayuda al
Desarrollo de la UE en el que se detrae del cómputo oficial de la AOD, los gastos de
refugiados, junto con los de los estudiantes en nuestros países de nacionales de
países en desarrollo y los intereses de la deuda28.
En los últimos cinco años el gasto para acoger a solicitantes de asilo en los países
donantes se ha cuadruplicado, alcanzando la cifra de 13.700 millones en 2016. Es
decir que cerca de un 10% del total de la AOD se queda en nuestros países. Pero los
% y la procedencia de estos fondos varían según países. Noruega, Dinamarca,
Suecia, Reino Unido, son algunos de los países que están detrayendo parte de su
AOD para atender a refugiados en sus países. Alemania, sin embargo, que ha pasado
de destinar el 1% al 25% de su AOD para atender a las personas refugiadas, ha
incrementado sus presupuestos de cooperación, pasando del 0,52% de AOD al 0,7%
en 201629. España, que hasta ahora no tenía un gasto importante en atención a
refugiados en el país, acaba de aprobar en los PGE de 2017 una partida de 232
millones, un 702% de incremento respecto al año anterior, lo que supone un 10% del
total de la AOD, sin que se disponga de fondos adicionales30. Este dato contrasta con
el presupuesto de la AECID para Acción Humanitaria que asciende apenas a 16,5
millones de euros.
La consecuencia de este desvío de fondos de cooperación a atención a refugiados en
nuestros países para la eficacia y la credibilidad de la ayuda es grave. Por un lado los
países receptores de ayuda están viendo como cada vez reciben menos fondos,
mientras que los países donantes engordan ficticiamente las cifras de ayuda al
contabilizar un gasto que, en el mejor de los casos, contribuye a nuestro propio
desarrollo. De continuar esta tendencia, puede llegar a darse la paradoja de que
Europa se convierta en el primer receptor de Ayuda Oficial al Desarrollo, ya que los
fondos permanecerían en nuestros países a costa de reducir el importe de la ayuda
que realmente se destina a promover el desarrollo sostenible y el bienestar de los
países con menos recursos 31.
5. DESAFIOS DE LA POLITICA EUROPEA DE MIGRACIONES La migración tiene múltiples y complejas razones que van desde la búsqueda de mejores oportunidades de vida y educación, a la reunificación familiar, pasando por las situaciones de conflicto, violación de los derechos humanos, cambio climático, pobreza y desempleo…. Cualquier cooperación para gestionar la migración debe tener en consideración esta realizad compleja e intersectorial y asegurar que los beneficios de la migración se maximizan y los riesgos se minimizan.
Desde las OSC se formula la siguiente propuesta32: En el contexto actual, la realidad de las políticas migratorias a escala global y especialmente en Europa está dejando a millones de personas migrantes y refugiadas en una extrema situación de desprotección y vulneración de derechos. La respuesta política de la UE, basada en la externalización de fronteras y en el control de flujos migratorios por encima de las vidas humanas, está sumiendo a Europa en una grave crisis de derechos. Las organizaciones firmantes de este documento queremos hacer un llamamiento común a la acción política ante esta realidad. Nuestra mirada es plural y complementaria pero hunde sus raíces en la convicción de que cualquier propuesta política que quiera hacer frente al desafío y la oportunidad de la movilidad humana tiene que cumplir, al menos, con estos cinco ejes. 1. Impulsar políticas internacionales y europeas que garanticen el debido
cumplimiento de los derechos de las personas refugiadas y migrantes
Cumplir y, si es necesario, ampliar los compromisos adoptados de reubicación y reasentamiento de personas refugiadas.
Garantizar que la reforma del Sistema Europeo Común de Asilo (SECA) no supone una rebaja de los estándares internacionales de derechos humanos.
Rechazar la firma de tratados con países que no respeten los derechos humanos y el derecho internacional, y dejar sin efecto aquellos que estén en vigor y no cumplan con este requisito.
Suprimir la exigencia de visados de tránsito a personas que proceden de países en conflicto. Asegurar que la política de cooperación al desarrollo se centra exclusivamente en la lucha contra la pobreza y la desigualdad.
La Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) no puede estar condicionada al control de fronteras y, en ningún caso, desviarse a otros fines.
Cumplir rigurosamente con el Tratado de Comercio de Armas; fomentar la cultura de paz y el diálogo para la resolución de los conflictos.
2. Mejorar el sistema de acogida para asegurar condiciones adecuadas de recepción de acuerdo a los estándares internacionales de derechos humanos
Dotar de flexibilidad y sostenibilidad el sistema de acogida español.
Adoptar e implementar un Plan Integral de Acogida e Inclusión para personas refugiadas, coordinado con todas las administraciones públicas y la sociedad civil. Este plan debe evitar la exposición a cualquier forma de violencia a mujeres, niños y niñas.
Impulsar políticas públicas que favorezcan la convivencia y que combatan los discursos y actos xenófobos y racistas.
Garantizar el acceso a una educación de calidad para niñas y niños refugiados, solicitantes de asilo, y migrantes.
Garantizar el acceso universal de todas las personas migrantes, refugiadas y solicitantes de asilo al Sistema Nacional de Salud, con especial hincapié en las personas migrantes en situación administrativa irregular.
3. Garantizar vías de acceso legales y seguras
Facilitar la posibilidad de solicitar asilo en embajadas y consulados de España en el exterior.
Flexibilizar los requisitos de reagrupación y extensión familiar.
32
Este apartado recoge el manifiesto https://coordinadoraongd.org/wp-content/uploads/2017/06/Documento-Final_SinSalidas.pdf, firmado por Accem, Amnistía Internacional, Médicos del Mundo, Cáritas, CEAR, Coordinadora de ONGD, Red Acoge, Cepaim, Oxfam Intermon y Ayuda en Acción
Cumplir y aumentar el compromiso de reasentamiento.
Impulsar la creación de corredores humanitarios para facilitar la evacuación.
Establecer mecanismos de prevención de Violencia de Género y trata de personas.
4. Garantizar el respeto de los derechos humanos y el acceso a la protección internacional en frontera sur
Poner fin a las devoluciones ilegales y derogar la disposición final primera de la Ley Orgánica de Seguridad Ciudadana (LOSC), que pretende dar cobertura legal a las devoluciones de las personas que llegan a Ceuta y Melilla sin acceso a procedimiento alguno y sin garantizar, por lo tanto, una correcta identificación de las personas necesitadas de protección internacional
Garantizar investigaciones eficaces, exhaustivas e imparciales; mecanismos de investigación; y el acceso de las víctimas de violaciones de derechos humanos a verdad, justicia y reparación.
Garantizar al acceso al procedimiento de protección internacional de todas las personas que lleguen a las costas e identificar a las personas con necesidades especiales al objeto de garantizar un tratamiento adecuado, recursos específicos de acogida que respondan a sus necesidades y que en ningún caso se acuerde su ingreso en centros de internamiento de extranjeros.
5. Proteger a las personas refugiadas y migrantes, especialmente a aquellas en situación de especial vulnerabilidad
Los Estados deben comprometerse con una política global humanitaria, para ello deben adoptar medidas específicas que garanticen los derechos de las personas refugiadas, solicitantes de asilo y migrantes en situación de mayor vulnerabilidad, tales como menores, mujeres que viajan solas y embarazadas, personas mayores, personas LGBTI, personas con diversidad funcional, minorías étnicas y religiosas, entre otras.
Contemplar el enfoque de género en el procedimiento de asilo y en las medidas adoptadas en materia de migración y asilo.
Garantizar políticas específicas para la infancia y que el interés superior de los niños y niñas sea la consideración primordial en todas las decisiones que les afectan en los ámbitos de la extranjería y el asilo.
Garantizar el acceso a trabajo formal y decente para las mujeres migrantes, solicitantes de asilo y refugiadas en igualdad de condiciones que los hombres.
Financiar y apoyar el acceso a servicios integrales de salud con especial atención a mujeres y niñas, mediante un trabajo conjunto de gobiernos, donantes y agencias humanitarias