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La revista Cuestiones de Fisioterapia es el rgano de expre-sin,
cientfico y acadmico del Grupo de Investigacin reade Fisioterapia
(CTS-305) de la Universidad de Sevilla y delDepartamento de
Fisioterapia de la Universidad de Alcal. Sepublica
cuatrimestralmente y se distribuye por Editorial MdicaJims, S.
L.
Fundada en 1995 por el Grupo de Investigacin rea de
Fi-sioterapia de la Universidad de Sevilla, siendo su Director
fun-dador el Profesor Dr. Jess Rebollo Roldn. En el ao 2004
sefusion con Fisioterapia Actual, revista que editaba el
Depar-tamento de Fisioterapia de la Universidad de Alcal desde elao
2000, siendo su Director fundador el Profesor Dr. TomsGallego
Izquierdo.
ISSN: 1135-8599 Depsito Legal: SE-1195-95
Ttulo abreviado: Cuest. Fisioter.
Dirigida a: investigadores, profesionales, profesores y alum-nos
del campo de la Fisioterapia, y a otros profesionales de lasalud
relacionados con la discapacidad y la dependencia.
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portres fascculos. Se imprime en Espaa en papel libre de
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FisioterapiaCentro Docente de Fisioterapia y PodologaC. Avicena,
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Edita: 15.09.2011. Grupo de Investigacin rea de
Fisioterapia(CTS-305) de la Universidad de Sevilla.Editorial Mdica
Jims, S. L.Reservados todos los derechos. Queda rigurosamente
prohi-bida la reproduccin total o parcial de esta revista sin el
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Fisioterapia
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Grupo de Investigacinrea de Fisioterapia
Canarias Navarra Cantabria
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Director: Jess Rebollo Roldn. Fisioterapeuta. Doctor.
Catedr-tico de Fisioterapia. Departamento de Fisioterapia.
Universidad deSevilla. Espaa.Co-Director: Toms Gallego Izquierdo.
Fisioterapeuta. Doctor. Pro-fesor Titular de Fisioterapia. Director
del Departamento de Fisiotera-pia. Universidad de Alcal. Espaa.
Consejo de Direccin
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Co-legio Profesional de Fisioterapeutas de Andaluca. Sevilla.
Espaa.Iban Arrien Celaya. Fisioterapeuta. Presidente del Colegio
Oficial deFisioterapeutas del Pas Vasco. Bilbao. Espaa.Natalio
Martnez Lozano. Fisioterapeuta. Presidente del Ilustre Co-legio
Profesional de Fisioterapeutas de Castilla-La Mancha.
Albacete.Espaa.Carlos Valiente Siguero. Fisioterapeuta. Decano del
Colegio Profe-sional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid.
Madrid. Es-paa.Toms Alas Aguil. Fisioterapeuta. Decano del Colegio
Oficial deFisioterapeutas de las Islas Baleares. Palma de Mallorca.
Espaa.Jos Lus Morencia Fernndez. Fisioterapeuta. Presidente del
Co-legio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla y Len.
Salamanca.Espaa.Aitor Garay Snchez. Fisioterapeuta. Decano del
Ilustre Colegio Ofi-cial de Fisioterapeutas de Aragn. Zaragoza.
Espaa.Patricia Madrid Treves. Fisioterapeuta. Presidenta del
Colegio Ofi-cial de Fisioterapeutas de Canarias. Las Palmas de Gran
Canaria.Espaa.Ana Jimnez Lasanta. Fisioterapeuta. Presidenta del
Colegio Ofi-cial de Fisioterapeutas de Navarra. Pamplona.
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deFisioterapia. Universidad de Sevilla. Espaa.Beln Daz Pulido.
Fisioterapeuta. Licenciada. Departamento de Fi-sioterapia.
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Departamento deFisioterapia. Universidad de Alcal. Espaa.Susana Nez
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Rebollo Salas. Fisioterapeuta. Licenciado. Departamento
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Madrid. Hospital Clnico de San Carlos. Madrid. Espaa.Dolores Prieto
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Maya Martn. Fisioterapeuta. Licenciado. Departamento
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Brandi de la Torre. Fisioterapeuta. Colegio de Fisio-terapeutas de
Andaluca. Sevilla. Espaa.Juan Antonio Armenta Peinado.
Fisioterapeuta. Licenciado. Cole-gio de Fisioterapeutas de
Andaluca. Sevilla. Espaa.Roberto Romero Soto. Fisioterapeuta.
Colegio de Fisioterapeutasdel Pas Vasco. Bilbao. Espaa.Garikoitz
Arstegui Racero. Fisioterapeuta. Colegio de Fisiotera-peutas del
Pas Vasco. Bilbao. Espaa.Jorge Rodrigo Rodrguez. Fisioterapeuta.
Colegio de Fisioterapeu-tas de la Comunidad de Madrid. Espaa.Marc
van Zuilen. Fisioterapeuta. Colegio de Fisioterapeutas de
laComunidad de Madrid. Espaa.Rafael Torres Cueco. Fisioterapeuta.
Licenciado. Departamento deFisioterapia. Universidad de Valencia.
Espaa.Rafael Lomas Vega. Fisioterapeuta. Doctor. Departamento de
Cien-cias de la Salud. Universidad de Jan. Espaa.Fausto Jos Barbero
Iglesias. Fisioterapeuta. Colegio de Fisiote-rapeutas de Castilla y
Len. Salamanca. Espaa.Mara Dolores Luengo Plazas. Fisioterapeuta.
Colegio de Fisiote-rapeutas de Castilla y Len. Salamanca.
Espaa.Olga Velasco Roldn. Fisioterapeuta. Colegio de
Fisioterapeutas delas Islas Baleares. Palma de Mallorca.
Espaa.Elisa Bosch Donate. Fisioterapeuta. Colegio de
Fisioterapeutas delas Islas Baleares. Palma de Mallorca.
Espaa.Carmen Gonzlez Lpez. Fisioterapeuta. Colegio de
Fisioterapeu-tas de Canarias. Las Palmas de Gran Canaria.
Espaa.
Internacional
Jan Dommerholt. Fisioterapeuta. Master. Fellow, American
Academyof Pain Management. President, Bethesda Physiocare &
Myopain Se-minars. Bethesda. Estados Unidos.Jean Claude Ferrndez.
Fisioterapeuta. Association Franaise desMasseurs-Kinsithrapeutes
pour la Recherche et le Traitement desAtteintes Lympho-veineuses.
Instituto Nacional de Fisioterapia dePars. Avignon. Francia.Lotta
Brangeflt. Fisioterapeuta. Licenciada. Universidad de Mlar-dalen.
Vsters. Suecia.Hugo Rodrguez Isarn. Kinesilogo. Doctor. Decano del
Instituto deCiencias de la Rehabilitacin y el Movimiento.
Universidad Nacionalde San Martn. Buenos Aires. Argentina.Andrzej
Pilat. Fisioterapeuta. Licenciado. Escuela de Terapias
Mio-fasciales Tupimek. El Escorial. Espaa.MarcoAntonio Guimaraes.
Doctor. Universidad Castelo Branco. Rode Janeiro. Brasil.Ral Sergio
Berib. Licenciado en Kinesiologa y Fisiatra. Profesordel Instituto
Universitario del Gran Rosario. Rosario. Argentina.
Cuestiones de
Fisioterapia
-
Sumario
Septiembre-Diciembre 2011Volumen 40Nmero 3Pginas: 153-227
ISSN: 1135-8599Cuestiones de
FisioterapiaEditorial
El valor de las ideas: patentes en
Fisioterapia..................................................................................153-154R.
Chilln Martnez
Originales
Estudio de la calidad de la medida de cargas ejercidas
sobrebastones canadienses
instrumentados.............................................................................................155-160G.
Chamorro-Moriana, J. Rebollo-Roldn, J. J. Jimnez-Rejano,A.
Garca-Valenzuela, R. Chilln-Martnez, A. Garca-Delgado
Efectividad de la fisioterapia para las lumbalgias en el mbito
de la atencin primaria .....................161-168F.
Merino-Torres
Modificacin del nivel funcional en pacientes sometidos a
Fisioterapia domiciliaria trasuna fractura de
cadera.......................................................................................................................169-176M.
J. Ruiz-Albacete
Efectividad de la tcnica de induccin miofascial en el hombro
doloroso del nadadorrespecto al balance articular y
dolor.................................................................................................
177-184C. Vzquez-Romn
Estudio de caso
Intervencin fisioteraputica en el sndrome de Kabuki. Caso
clnico..............................................185-191M. M.
Rodrguez-Lorente
Nota clnica
Efectividad del tratamiento de los puntos gatillo miofasciales
en los esguinces de tobillo.Estudio piloto aleatorizado en
jugadores de
baloncesto...................................................................192-203S.
Fernndez-Cristbal
Pronstico en la evolucin de los pacientes con prtesis total de
rodilla.Estudio de una serie de
casos..........................................................................................................204-210M.
Jurado-Moyano
Normas para la publicacin de
trabajos..............................................................................................211-218
Volumen 40: ndices de autores, artculos y
materias......................................................................219-226
Panel de
revisores.......................................................................................................................................227
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Summary
September-December 2011Volume 40Number 3Pages: 153-227
ISSN: 1135-8599Cuestiones de
FisioterapiaEditorial
The value of ideas: patents in
Physiotherapy....................................................................................153-154R.
Chilln Martnez
Originals
A study on the quality of the measurement of weight applied
onimplemented canadian
crutches........................................................................................................155-160G.
Chamorro-Moriana, J. Rebollo-Roldn, J. J. Jimnez-Rejano,A.
Garca-Valenzuela, R. Chilln-Martnez, A. Garca-Delgado
Effects of physiotherapy for back pain in the field of primary
care....................................................161-168F.
Merino-Torres
Functional level changes in patients treated with domiciliary
Physiotherapy aftera hip
fracture.......................................................................................................................................169-176M.
J. Ruiz-Albacete
Effectiveness of the miofascial induction technique in the
swimmershoulder with respectto the articular balance and
pain.........................................................................................................177-184C.
Vzquez-Romn
Case study
Physical therapist intervention in the Kabuki syndrome. Case
report...............................................185-191M. M.
Rodrguez-Lorente
Clinical note
Effectiveness of trigger points treatment in ankle sprains.
Randomized controlled pilot study inbasketball
players..............................................................................................................................192-203S.
Fernndez-Cristbal
Prognosis in the evolution of the patients with total prothesis
of knee.Study of a series of
cases.................................................................................................................203-210M.
Jurado-Moyano
Standarts to publish the
articles.........................................................................................................211-218
Volum 40: index of authors, articles and
subjects............................................................................219-226
Advisers
list.................................................................................................................................................227
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El valor de las ideas: las patentes en FisioterapiaThe value of
ideas: patents in Physiotherapy
El vocablo idea (del lat. ida, y este del gr. , forma,
apariencia) presenta mltiples acepciones de significadoen el
Diccionario de la Real Academia Espaola de la lengua. En primer
lugar se define como el primero y ms obviode los actos del
entendimiento, que se limita al simple conocimiento de algo y en
otra acepcin se habla de idea comoel ingenio para disponer,
inventar y trazar una cosa. Pues bien, podemos decir que, en el
mundo de la Investigaciny de la Ciencia, cuando se habla de ideas,
las acepciones de significado de esta palabra acuan matices de una
in-mensidad tal que, sin duda alguna, convierten esta sencilla,
corta y simple palabra en todo un tratado de contenido enel que se
entremezclan diversos valores, la propiedad intelectual, mltiples
intereses polticos, econmicos y sociocul-turales, medios de
comunicacin, negocios, empresas, publicaciones, reconocimientos,
premios, etc. Es decir, hablar deideas en Ciencia es hablar de
mucho ms que algo etreo, es hablar de la forma de etiquetar,
reconocer y asignar lapropiedad de una creacin tangible que
potencialmente puede beneficiar al creador, al conocimiento, a la
ciencia y,como no, a la sociedad.
No queremos profundizar en detalles tericos, pero nos gustara
subrayar que una idea es el producto de una acti-vidad creativa y
una invencin es el producto de un conjunto de acciones realizadas a
partir de una idea. El valor de unaidea quiz sea poco, del mismo
modo, el valor del conjunto de acciones sin la idea, evidentemente,
tambin es pobre,pero el producto de su unin puede tener un valor
inmenso y supone el desarrollo del proceso de innovacin que
im-plica crear, es decir, pensar, construir y elaborar algo que
hasta el momento no exista y, si se hace bien, hay todo untejido
burocrtico, poltico y empresarial que darn buena cuenta de nuestra
creacin. Este complejo tejido se sintetizaen una famosa palabra
que, hasta hace poco tiempo, estaba algo alejada de la Fisioterapia
(o la Fisioterapia de ella):las patentes.
El trmino patente se vincula directamente con el hecho de crear,
y lleva consigo el reconocimiento oficial por es-crito que se le
asigna a alguien por una invencin y los derechos que de ella se
derivan. reas de conocimiento comola electrnica, la ingeniera, la
informtica, la biologa, la qumica, o la gentica, han estado
tradicionalmente enlazadascon el desarrollo de patentes, sin
embargo, otras rea de conocimiento, como la Fisioterapia, se estn
incorporando re-cientemente a esta forma universal de gestionar el
conocimiento, a la que, en gran medida, especialmente en los
siglosXX y XXI, se adhirieron mediante el registro de la propiedad
intelectual de diferentes mtodos de intervencin profesio-nal y del
diseo de material tecnolgico vinculado con la electroterapia y la
cinesiterapia. Sin embargo an le queda ala Fisioterapia un largo
camino por recorrer, que empieza con la necesaria toma de
conciencia de los investigadores enel mbito de la Fisioterapia de
la necesidad de patentar lo creado.
Hemos querido abordar este tema en la revista Cuestiones de
Fisioterapia motivados por los recientes logros al-canzados por la
Dra. Gema Chamorro Moriana, miembro del Grupo de Investigacin
CTS305 que, en este nmero, pu-blica uno de sus primeros artculos
derivados de su tesis doctoral que, sin duda alguna, ser un
referente para laFisioterapia espaola y mundial, ya que ha llevado
una idea a su ideal de desarrollo y consolidacin, no slo porquele
ha permitido finalizar una investigacin brillante, sino tambin
porque la ha conducido por la senda del complejomundo de las
patentes, habiendo obtenido ya importantes xitos a nivel cientfico
y reconocimiento acadmico, ademsde haberse proyectado a la sociedad
a travs de diversos medios de comunicacin. Su investigacin y sus
ideas hansido el motor de este editorial, ideas que ya aparecen (al
menos en parte) en un artculo de este nmero de nuestra
re-vista.
Desde la dcada de los ochenta, se estn creando en Espaa oficinas
de transferencia de conocimiento que ayu-dan a gestionar el valor
de las ideas; por ejemplo, la Oficina de Transferencia de
Resultados de Investigacin (OTRI)de la Universidad de Sevilla se
cre en 1989 con el fin de dinamizar las relaciones entre la
comunidad cientfica univer-
Editorial
153
Cuest. fisioter. 2011; 40(3): 153-154
-
sitaria y los diferentes agentes socioeconmicos. Su principal
objetivo es identificar las capacidades I+D y aprovecharlos
resultados de la actividad investigadora para promover la
transferencia de la oferta cientfico-tcnica universitaria alos
diferentes sectores productivos. Mediante un personal tcnico y
administrativo especializado y altamente cualificado,asesora,
desarrolla y fomenta el establecimiento de relaciones, contratos y
otras formas de colaboracin con empresase instituciones; busca
diferentes fuentes de financiacin pblica y privada, nacional e
internacional; impulsa la actitudemprendedora, la creacin de
empresas de base tecnolgica y la internacionalizacin de la
investigacin; gestiona pa-tentes y su explotacin por empresas
interesadas; promueve la capacidad competitiva de las empresas
generadas enla propia Universidad y difunde la innovacin
tecnolgica. Estas oficinas y sus profesionales estn muy interesados
enrecibir las ideas de los fisioterapeutas que quieran desarrollar
sus proyectos tcnico-tecnolgicos, poniendo a dispo-sicin de la
Fisioterapia todos los conocimientos necesarios y suficientes para
hacer realidad aquellos proyectos que anno tienen cuerpo y que
forman parte del universo de las ideas.
En este sentido, queremos subrayar la iniciativa que ha tenido
la OTRI de la Universidad de Sevilla en colaboracincon la Oficina
Espaola de Patentes y Marcas y el Centro de Patentes de la
Universidad de Barcelona, realizando unasesin formativa acerca de
todo lo que el investigador debe saber sobre patentes. Sin duda
alguna, esta iniciativa harepresentado un estmulo al ingenio y una
posible fuente de beneficio para la investigacin en Fisioterapia,
aunque tam-bin somos conscientes de la dificultad que entraa la
gestin de la propiedad industrial e intelectual, dificultad
intensi-ficada porque la propiedad intelectual, en materia de
patentes, no es igual en todos los pases. Concretamente enEspaa,
las invenciones acadmicas estn reguladas por el artculo 20 de la
Ley de Patentes nacida en 1986, la cualse ha ido desarrollando en
las diferentes comunidades autnomas y universidades de nuestro
pas.
En dicha jornada de formacin se abordaron temas como el papel
que juega la propiedad intelectual-industrial, par-ticularmente las
patentes, en el mundo actual; cmo de un descubrimiento puede
derivarse una invencin; qu es lo pri-mero que ha de hacer el
investigador cuando cree tener una invencin patentable; cmo
localizar informacin sobrepatentes; cmo redactar una solicitud de
patente que tenga valor para ser transferida y los requisitos de
validez. Ade-ms, los ponentes subrayaron la importancia de que cada
investigador, en el seno de su grupo de investigacin, refle-xione
sobre qu se puede -y qu no se puede- patentar.
En una parcela del saber como la Fisioterapia, con carcter novel
y una recin estrenada incorporacin real al mundode la Ciencia, quiz
muchos de estos conceptos resulten algo extraos, lejanos, o incluso
desconocidos; sin embargo,vemos que ya se estn produciendo
iniciativas de cientficos emprendedores que, con ilusin y
entusiasmo, muestransus ideas al mundo, avaladas por instituciones
pblicas o privadas que reconocen el valor de las mismas.
Animamos desde este editorial a todos los fisioterapeutas para
que pongan en marcha aquellas ideas sustancialesde construir
ciencia, que busquen asesoramiento profesional especializado, y que
inicien sus investigaciones sabiendoque hay un universo de
posibilidades en espera de ser utilizadas.
Prof. Dra. Raquel Chilln Martnez
154
Cuest. fisioter. 2011; 40(3): 153-154
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Estudio de la calidad de la medida de cargas ejercidas
sobrebastones canadienses instrumentados
A study on the quality of the measurement of weight appliedon
implemented canadian crutches
G. Chamorro-Moriana. Fisioterapeuta. Doctora por la Universidad
de Sevilla. Profesora Colaboradora. Departamento de Fi-sioterapia.
Universidad de Sevilla. Sevilla. Espaa
J. Rebollo-Roldn. Fisioterapeuta. Doctor en Pedagoga. Catedrtico
de Escuela Universitaria. Departamento de Fisioterapia.Universidad
de Sevilla. Sevilla. Espaa.
J. J. Jimnez-Rejano. Fisioterapeuta. Doctor por la Universidad
de Sevilla. Profesor Colaborador. Departamento de Fisiotera-pia.
Universidad de Sevilla. Sevilla. Espaa.
A. Garca-Valenzuela. Ingeniero Tcnico. Becario adscrito al
Proyecto Diseo del sistema de medicin de cargas GCH parabastones
canadienses. Universidad de Sevilla. Sevilla. Espaa.
R. Chilln-Martnez. Fisioterapeuta. Doctora por la Universidad de
Sevilla. Profesora Colaboradora. Departamento de Fisiote-rapia.
Universidad de Sevilla. Sevilla. Espaa.
A. Garca-Delgado. Licenciado en Fsica. Profesor Titular de
Escuela Universitaria. Departamento de Tecnologa
Electrnica.Universidad de Sevilla. Sevilla. Espaa.
Correspondencia: Recibido: 7 abril 2011Gema Chamorro Moriana
Aceptado: 9 julio [email protected]
Original
Cuest. fisioter. 2011, 40(3): 155-160
155
RESUMEN
Introduccin: en la actualidad no hemos encontrado ningn sistema
de medicin de cargas adaptado a basto-nes canadienses, que sea
factible en la prctica clnica diaria para conocer y corregir la
fuerza aplicada por los pa-cientes sobre los mismos durante la
marcha asistida. Objetivo: conocer la calidad de la medida de las
cargasejercidas sobre bastones canadienses que hemos instrumentado,
como primer paso en la validacin de un sis-tema, que hemos ideado,
para la medicin y el registro informatizado de tales cargas, cuando
son ejercidas por lospacientes durante la marcha asistida. Material
y mtodo. Diseo: estudio experimental de la medida, y de
concor-dancia. Variables: masa aplicada, mediciones efectuadas por
los bastones, y errores en las mediciones. Muestra:nueve pesas
calibradas de 5 a 45 kg. Intervalo de confianza 95 %. Resultados:
el anlisis de la fiabilidad medianteel coeficiente de correlacin
intraclase y el alfa de Cronbach, as como la correlacin entre las
variables medida ver-dadera y observada, aplicando el coeficiente
Rho de Spearman y el de Pearson fueron de 1 (p < 0,001). El
anli-sis de la varianza mostr un nivel de significacin p > 0,05.
El error promedio en las mediciones fue de 0,1097,ajustndose la
variable error a la distribucin normal (p > 0,05 en la prueba de
Shapiro-Wilk). Discusin: el error,considerado azaroso, se tradujo
en 110 gr, indicando unos niveles muy bajos del mismo, que
oscilaban entre 62 y167 gr. Por tanto, aceptamos que no hay
diferencia entre la medida verdadera, las medidas observadas con el
bas-tn derecho y con el bastn izquierdo. Conclusiones: los bastones
canadienses que hemos instrumentado consti-tuyen una herramienta
fiable y vlida para medir las cargas aplicadas por pesas
calibradas. Es indiferente el empleode uno u otro bastn, dado que
no existen diferencias significativas entre sus mediciones.
Palabras clave: marcha, medicin, validacin, bastn,
Fisioterapia.
SUMMARY
Introduction: nowadays, we have not found any weight measurement
system adapted to Canadian crutches,which could feasibly be used in
daily clinical practice to recognize and correct the force applied
on these canes by
-
patients with assisted mobility. Objective: to understand the
measurement quality of weight exerted with Canadiancrutches that we
have implemented as the first step in validating a system. We
developed this system to measuresuch weights and enter them in a
computerized database of measurement. Materials and method. Design:
Experi-mental study of measurements and of consistency. Variables:
applied mass, measurements made by the crutchesand errors in the
measurements. Equipment: nine calibrated weights from 5 to 45 kg.
Confidence interval 95 %. Re-sults: the analysis of reliability
through the intra-class correlation coefficient and through the
Cronbach alpha, aswell as the correlation between real and observed
variables, using the Spearman and Pearsons coefficient 1 (p 0.05.
The average error of measurements was0.1097, adjusting the variable
error to the normal distribution (p > 0.05 in the Shapiro-Wilk
test). Discussion: theerror, which is considered random, is 110 g,
indicating very low levels of the same nature, which range from 62
to167 g. Therefore, we accept that there isnt a difference in
between the real and observed measurements with theright and left
cane. Conclusions: the Canadian crutches that we have introduced
have become a reliable and validtool for measuring weights applied
by calibrated weights. The use of one cane or another is
irrelevant, consideringthere are no significant differences in
their measurements.
Key words: gait, measurement, validation, crutch,
Physiotherapy.
156
Cuest. fisioter. 2011, 40(3): 155-160
A. Garca-ValenzuelaR. Chilln-MartnezA. Garca-Delgado
G. Chamorro-MorianaJ. Rebollo-Roldn
J. J. Jimnez-Rejano
Estudio de la calidad de la medida de cargasejercidas sobre
bastones canadienses instrumentados
INTRODUCCIN
La tendencia actual en los procesos de recuperacinfuncional de
la marcha, es emplear medios de descargaparcial de forma inmediata
y con la mxima carga posi-ble, en funcin de la patologa y del
estado concreto delpaciente. Para ello, es necesario poder
objetivar las car-gas, con la idea, por una parte, de evitar tanto
el defectocomo el exceso de las mismas, previniendo as
compli-caciones en las patologas, secuelas,
reintervenciones,etc.(1, 2), y por otra, de que el aumento de las
cargas deforma progresiva criterio altamente valorado por los
fi-sioterapeutas no quede expuesto a la subjetividad delos
profesionales o del nivel de colaboracin y habilidaddel propio
paciente(3-5). La necesidad, pues, de incorpo-rar instrumentos de
medicin y de valoracin de la des-carga en los procesos de
recuperacin funcional de lamarcha en pacientes con patologas de
miembros infe-riores parece evidente(6).
Para llevar a cabo este cometido, el mtodo tradicio-nal empleado
con ms eficacia en la clnica diaria es labscula, pero este
procedimiento slo es eficaz estti-camente, pues, como confirman
distintos estudios, lassensaciones plantares estticas no son
extrapolables auna actividad dinmica como es la marcha, por lo que
laprecisin en la medicin de las cargas disminuye(1, 3, 7, 8).
Las nuevas tecnologas han proporcionado sistemasde medicin de
cargas como las plataformas de fuerza ylos sistemas para el anlisis
en 3D(5, 9, 10), pero el elevado
coste de los equipos y de su mantenimiento
(constantescalibraciones)(11), la necesidad de disponer de un
espa-cio adecuado de considerables dimensiones, o los am-plios
conocimientos que requiere su empleo, hacen queno sean mtodos
viables en la prctica clnica diaria.
Existen tambin otros sistemas, como la introduccinde pequeos
sensores dentro del calzado(11), y las plan-tillas de presin(3-6),
los cuales permiten analizar la mar-cha, presentando las ventajas
de su fcil control, suportabilidad y que pueden ser empleados tanto
para lamarcha en terreno llano, como para otras actividadescomo
subir y bajar escaleras. A pesar de sus ventajas,estos instrumentos
presentan el inconveniente de queno permiten el anlisis de las
presiones plantares con elpaciente descalzo, ni el control de la
cantidad de cargaque el paciente aplica en cada uno de los bastones
ca-nadienses.
Por ltimo, hemos encontrado la existencia de pa-tentes de
bastones instrumentados, gracias a los cualesse pueden eliminar las
barreras espaciales, los proble-mas de transportabilidad y las
restricciones al analizarlas huellas plantares del paciente
mientras realiza des-cargas parciales. Pero ninguna de esas
patentes estcomercializada y, al analizar la documentacin
perti-nente, encontramos que ninguna se ajusta a las necesi-dades
que planteamos.
Por todo ello, hemos ideado y diseado el sistemade medicin de
cargas GCH, para su aplicacin factibletanto en la clnica diaria con
pacientes que precisan una
-
157
Cuest. fisioter. 2011, 40(3): 155-160
Estudio de la calidad de la medida de cargasejercidas sobre
bastones canadienses instrumentados
G. Chamorro-MorianaJ. Rebollo-RoldnJ. J. Jimnez-Rejano
A. Garca-ValenzuelaR. Chilln-MartnezA. Garca-Delgado
marcha asistida con bastones a lo largo de su recupera-cin
funcional, como en el mbito de la investigacin.Este sistema
consiste en la instalacin de un sensor defuerza en el extremo de la
caa del bastn canadiense(figura 1) con un pequeo amplificador que
se conecta auna tarjeta de adquisicin de datos, y a otra de
radiofre-cuencia, incluidas en una caja de control en forma de
pe-taca, que porta el paciente en su cinturn. Los datos losrecoge
de forma inalmbrica una estacin base con en-trada al ordenador
mediante un puerto USB, que, juntoa un programa especfico de
instrumentacin, permite elregistro, anlisis y visualizacin en
pantalla, a tiemporeal, del trabajo que realiza el sujeto (figura
2). Por otrolado, dispone de un mecanismo de biofeedback acsticoy
visual, independiente del equipo informtico, y que estinstalado en
la petaca del paciente, lo que permite a ste,incluso realizar
actividades de aprendizaje de la marchafuera de la sala de
tratamiento o del laboratorio. Este sis-tema es cmodo para el
paciente y de fcil manejo parael fisioterapeuta, adems de no
requerir recursos espa-ciales concretos. El instrumento de medida
est regis-trado en la Oficina Espaola de Patentes y Marcas desdeel
da 2 de octubre de 2009, con el nmero de
solicitudP200901942(12).
Nuestro sistema GCH permite: medir y controlar lacantidad de
descarga aplicada por un paciente sobrecada uno de los bastones
canadienses en la marchaasistida, realizar desplazamientos en
diferentes terrenos(pendientes, escaleras, etc.) y analizar las
presionesplantares con el paciente descalzo. Presenta las venta-jas
de su portabilidad y su comodidad para el paciente.
OBJETIVOS
El objetivo del presente trabajo constituye el primerpaso para
la validacin del sistema GCH de medicin decargas ejercidas sobre
los bastones canadienses quehemos instrumentado, y consiste en
conocer la calidadde la medida de las cargas ejercidas sobre tales
basto-nes, es decir, si las medidas que el sistema recoge sonvlidas
y fiables.
El estudio se ha llevado a cabo en condiciones de la-boratorio
con la aplicacin de cargas mediante pesas ca-libradas.
MATERIAL Y MTODO
Diseo del estudio
La metodologa de nuestro trabajo se fundament enun estudio
experimental de la calidad de la medida, se-guido de un estudio de
concordancia, cuyo objeto fuecomprobar la fiabilidad del sistema de
medicin, en con-secuencia, prestamos especial atencin a tres
aspectosfundamentales: la repetibilidad de la medida, la
concor-dancia intraobservador, considerando que los bastonesasuman
el rol de observadores, y la concordancia inte-robservador, es
decir, entre los bastones.
Variables del estudio
Las principales variables de nuestro estudio fueron:
Masa. Variable procedente de las pesas calibradasaplicadas,
donde la unidad de medida que empleamoses el kilogramo.
FIG. 1. Acoplamiento del sensor al bastn.Fuente: elaboracin
propia
-
Valor promedio de la medicin. Variable calculada apartir de las
cinco mediciones realizadas al aplicar cadamasa. La unidad de
medida empleada es el Newton,convertida para su mejor comprensin en
kilogramofuerza. Error promedio de la medicin. Variable originada
de ladiferencia entre las dos variables anteriores.
Todas las variables son cuantitativas y se ajustan auna
distribucin normal segn los estadsticos de Sha-piro-Wilk aplicados,
sin embargo, al estar constituida lamuestra por menos de 30
observaciones, puesto que seconsideraron las medias de las
mediciones y no las me-diciones en s, aplicamos en nuestro anlisis
estadsticopruebas no paramtricas. A pesar de ello, complemen-tamos
nuestros anlisis con sus homlogas paramtri-cas.
Caractersticas de la muestra
Contamos con un muestreo no probabilstico por con-veniencia, en
el que la muestra estuvo compuesta pornueve cantidades de masa
procedentes de pesas cali-
bradas (5, 10, 15, 20, 25, 30, 35, 40 y 45 kg) ms 1,290kg,
originados por otros elementos que componen el es-tudio: la
plataforma de sostn de la pesas, la caa delbastn, el dispositivo de
acoplamiento del sensor, etc.
Proceso de medicin de las variables
El proceso consisti en realizar el montaje del sensoren la caa
de los bastones por medio de su dispositivode adaptacin, colocando
posteriormente la contera, taly como observamos en la figura 1.
Empleamos, adems,una plataforma de soporte suficientemente segura,
ela-borada para poder situar sobre ella hasta un total de 45kg de
masa mediante las pesas calibradas. Esta plata-forma dispone de
unos marcadores para que la coloca-cin de las pesas fuese siempre
centralizada, y no su-frieran ningn deslizamiento mientras se
producan lasmediciones (figura 3).
Por otro lado, diseamos tambin un dispositivo quenos permiti
mantener el bastn en la misma posicinde verticalidad, asemejndose a
un trpode, tal y comomostramos en la figura 4. Gracias a la
plataforma quesoportaba las pesas y el trpode que mantena el
bastn,
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A. Garca-ValenzuelaR. Chilln-MartnezA. Garca-Delgado
G. Chamorro-MorianaJ. Rebollo-Roldn
J. J. Jimnez-Rejano
Estudio de la calidad de la medida de cargasejercidas sobre
bastones canadienses instrumentados
FIG. 2. Representaciones grficas y numricas de las cargas
aplicadas sobre los bastonesmediante el programa de instrumentacin
Moteview 2.0.
-
FIG. 3. Plataformas con marcadores para el sensor y laspesas.
Fuente: elaboracin propia.
FIG. 4. Trpode y plataforma que soportan la aplicacinde una pesa
sobre el bastn instrumentado.
Fuente: elaboracin propia.
logramos realizar mediciones con las mismas condicio-nes fsicas,
y por consiguiente, estudiar la repetibilidad,y a su vez la
concordancia de las mismas.
Registro de datos
La recogida de datos la llevamos a cabo mediante elempleo del
programa Moteview 2.0. (figura 2), anotandotodas estas referencias
en una ficha de registro en la quecontemplamos el bastn derecho e
izquierdo, las canti-dades de masa aplicadas a cada uno de ellos y
las cincorepeticiones en cada caso.
RESULTADOS
Para estudiar la validez del procedimiento, previoanlisis
descriptivo de las variables, consideramos, des-
de la teora clsica de la medida, que la medida obser-vada con un
bastn era igual a la medida verdadera(pesos calibrados) ms un error
al azar.
En relacin a las pruebas de fiabilidad, el coeficientede
correlacin intraclase y el coeficiente alfa de Cron-bach marcaron
un valor de 1 con un nivel de significa-cin (p < 0,001). En
cuanto a las pruebas de correlacinentre la variable masa y las
mediciones efectuadas ob-tuvieron una correlacin absoluta, es
decir, el coeficientede correlacin Rho de Spearman y el coeficiente
de co-rrelacin de Pearson fueron 1 con una significacin (p 0,05).
Adems, laspruebas asociadas al Anova, prueba de contraste
tiposimple y Helmert, as como el anlisis de la varianza deFriedman
y prueba de rangos con signo de Wilcoxon,que analizaron las
variables por pares, corroboraron queno existan diferencias
significativas entre ninguna deestas variables (p > 0,05).
Finalmente estudiamos los errores cometidos ennuestras cinco
mediciones. El error promedio de stasfue de 0,1097, comprobando,
mediante la prueba deShapiro-Wilk, que las curvas se ajustaban a
una distri-bucin normal (p > 0,05), y como consecuencia de
ello,los errores se consideraban azarosos. Adems, demos-tramos que
no existan diferencias significativas entre loserrores cometidos
por el bastn derecho y los efectuadospor el bastn izquierdo,
mediante la prueba U de Mann-Whitney y la prueba t de Student para
muestras inde-pendientes, con un nivel de significacin: p >
0,05.
DISCUSIN
En relacin al objetivo planteado creemos poder afir-mar que las
medidas que recoge el sistema de medicinGCH que hemos diseado, son
de una alta calidad, loque permite considerarlo como un nuevo
instrumentotecnolgico de medida vlido y fiable para medir las
car-gas aplicadas sobre los bastones con pesas calibradasen
condiciones de laboratorio. En base a este hecho,pretendemos
ampliar nuestro trabajo a corto plazo, conel objeto de conocer la
eficacia del sistema al medir las
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Cuest. fisioter. 2011, 40(3): 155-160
Estudio de la calidad de la medida de cargasejercidas sobre
bastones canadienses instrumentados
G. Chamorro-MorianaJ. Rebollo-RoldnJ. J. Jimnez-Rejano
A. Garca-ValenzuelaR. Chilln-MartnezA. Garca-Delgado
-
cargas aplicadas sobre los bastones durante la marchaasistida,
mediante un estudio descriptivo de concordan-cia entre mtodos,
donde compararemos las medicionesdel sistema de medicin GCH y las
de una plataformade fuerza validada de forma simultanea.
Los pequeos errores encontrados, debido a ligerosdesajustes
mecnicos y de calibracin previstos desde elinicio del trabajo, son
despreciables. El valor medio delos errores fue tan slo de 110 gr,
encontrndose el in-tervalo de confianza al 95 % entre 62 y 167 gr.
Demos-tramos, adems, que los errores eran azarosos, de loque
deducimos, que si efectuamos infinitas mediciones,los errores
tienden a cero, o lo que es lo mismo, la es-peranza matemtica
tiende a cero.
Por ltimo, comprobamos que existan mnimas dife-rencias entre las
mediciones efectuadas con un bastny las realizadas con el otro, no
siendo stas significativasen ningn caso en el marco de la
medicin.
CONCLUSIONES
El sistema de medicin con registro informatizado,anlisis y
visualizacin grfica de los datos, que hemosideado, constituye un
instrumento vlido y fiable en lamedicin de cargas ejercidas con
pesas calibradas sobrebastones canadienses instrumentados, siendo
indife-rente usar uno u otro bastn, dado que no existen
dife-rencias significativas entre sus mediciones.
FINANCIACIN DEL ESTUDIO
El diseo y validacin del sistema GCH de medicinde cargas sobre
bastones canadienses instrumentadosen la marcha asistida cuenta con
la Subvencin Excep-cional otorgada por la Consejera de Innovacin,
Cienciay Empresa de la Junta de Andaluca, gestionada por laOficina
de Transferencia de Resultados de Investigacinde la Universidad de
Sevilla; y la Subvencin de la C-tedra Telefnica, gestionada por la
Fundacin de Inves-tigacin de la Universidad de Sevilla.
AGRADECIMIENTOS
Al Dr. D. Rafael Garca Prez, profesor del Departa-mento de
Mtodos de Investigacin y Diagnstico enEducacin de la Universidad de
Sevilla, por el asesora-
miento prestado sobre el anlisis estadstico realizadoen nuestro
estudio, y a D. Jos Guareo Chaves, profe-sor del Departamento de
Mecnica de la Escuela Tc-nica Superior de Ingenieros de la
Universidad de Sevilla,por las sugerencias tcnicas
proporcionadas.
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G. Chamorro-MorianaJ. Rebollo-Roldn
J. J. Jimnez-Rejano
Estudio de la calidad de la medida de cargasejercidas sobre
bastones canadienses instrumentados
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Efectividad de la Fisioterapia para las lumbalgiasen el mbito de
la Atencin Primaria
Effects of Physiotherapy for back pain in the field of Primary
Care
F. Merino-Torres. Fisioterapueta. Ejercicio libre de la
profesin. Pegalajar. Jan. Espaa
Correspondencia: Recibido: 11 julio 2010Francisco Merino Torres
Aceptado: 16 noviembre [email protected]
Original
RESUMEN
Objetivos: verificar la mejora de los pacientes con dolor
lumbar, despus de un perodo de tratamiento fisiote-raputico;
comprobar si la mejora es diferente en los distintos grupos segn el
sexo, nmero de sesiones y trata-miento; saber qu variables
influyeron y cunto influyeron en el estado final de los pacientes.
Material y mtodo:estudio controlado no aleatorizado en 12 pacientes
de Atencin Primaria del C.S. Huelma (Jan). Criterios de in-clusin:
dolor y limitacin y tratamiento estudiado; y de exclusin: dolor sin
limitacin, distinta zona vertebral y di-ferente tratamiento.
Evaluacin del dolor antes y despus del tratamiento con la escala
Roland-Morris, y anlisiscon T-Student. Influencia del sexo y
tratamiento con respecto a la mejora, mediante intervalos de
confianza y pro-babilidades. Un anlisis de varianza para el nmero
de sesiones; y una regresincorrelacin de la puntuacin ini-cial y
edad con respecto a la final. Resultados: la diferencia de medias
fue 1,75 puntos segn Roland- Morris (p =0,0018). El sexo no tuvo
influencia significativa en la mejora (-2,99, 0,76), tampoco el
nmero de sesiones ( p=0,1655), ni el tratamiento (-1,14, 3,02). La
edad correlacion con la puntuacin final (r = 0,707) (p = 0,0101).
La pun-tuacin final dependi mucho de la inicial (r = 0,948) (p <
0,0001). Conclusiones: los datos no permiten establecerla terapia
combinada que resulta ser ms eficaz en la disminucin del dolor y
mejora de la capacidad funcional. Enla prctica clnica, las terapias
(Microondas + TENS) o (Onda corta + TENS) han resultado ser ms
efectivas queningn tratamiento para reducir el dolor lumbar y
mejorar la capacidad funcional, resultando dicha eficacia ms
sig-nificativa en pacientes jvenes que en mayores, sin embargo, no
ha sido significativa en relacin al sexo y a las se-siones. Los
datos sugieren que ambas terapias pueden ser complementos tiles de
otros tratamientos para el dolorlumbar.
Palabras clave: dolor lumbar, Fisioterapia, TENS.
ABSTRACT
Objectives: to verify the improvement in patients with low back
pain after a period of physical therapy, to deter-mine whether the
improvement is different in various groups according to sex, number
of sessions and treatmentand knowing what variables influence and
how they influenced the patients final state. Material and method:
a con-trolled not randomized trial in 12 patients CS Primary Care
Unit in Huelma (Jan). Inclusion criteria: pain and limi-tation and
treatment studied. Exclusion criteria: pain, without limitation,
other spinal area and different treatment. Painassessment before
and after treatment with the Roland-Morris scale, and T-student
analysis. Influence of sex andtreatment with regard to improvement
by confidence intervals and probabilities. An analysis of variance
for the num-ber of sessions. And a regression - correlation of
baseline score and age with respect to the final. Results: the
meandifference was 1.75 points according to Roland-Morris (p =
0.0018). Sex had no significant influence on the impro-vement
(-2.99, 0.76), nor the number of sessions (p = 0.1655) or treatment
(-1.14, 3.02). Age correlated with the final
Cuest. fisioter. 2011, 40(3): 161-168
161
- score (r = 0.707) (p = 0.0101). The final score was very
dependent on the initial (r = 0.948) (p
-
TABLA 1. Caractersticas del dolor.
Dolor agudo Lumbalgia aguda es la que se cura en seis
semanas.Dolor crnico Lumbagia crnica se prolonga ms de tres meses o
se repite ms de tres veces al ao.Lumbalgia subaguda Cuadro doloroso
entre seis semanas y tres meses.Dolor localizado En la zona lumbar,
lumbalgiaDolor irradiado Lumbociatalgia o ciatalgia; se proyecta
desde la zona lumbar a las extremidades inferio-
res de forma unilateral o bilateral. Si se irradia de manera
imprecisa, pseudociatalgia.Dolor irritativo o deficitario Se puede
manifestar con ms o menos intensidad pero sin presentar
alteraciones
sensitivas o motoras.Dolor mecnico Se relaciona con el
movimiento y mejora con el reposo,
no existe dolor nocturno espontneo.Dolor radicular Tiene
caractersticas neuropticas.Dolor claudicante Aparece al rato de
caminar y se acompaa o predomina la prdida de fuerza.Dolor
inespecfico Lumbalgia inespecfica es la que no se puede determinar
la causa que la produce(23).
163
Cuest. fisioter. 2011, 40(3): 161-168
Efectividad de la Fisioterapia para las lumbalgiasen el mbito de
la Atencin Primaria
F. Merino-Torres
ra establecer conclusiones firmes sobre el efecto clnicode la
terapia laser de baja intensidad para el dolor lum-bar. Los
resultados sobre la aplicacin superficial decalor y fro para el
dolor lumbar son limitados y contra-dictorios(10).
Los procedimientos fsicos que se han usado en eltratamiento de
la lumbalgia son traccin, masajes, corssy fajas lumbares,
manipulaciones vertebrales, acupun-tura y reposo en cama. Segn la
revisin de Furlan(11), elmasaje podra ser beneficioso para los
pacientes condolor lumbar inespecfico subagudo y crnico,
especial-mente cuando se combina con ejercicios y
educacin,sugirindonos la evidencia de que el masaje de acupun-tura
es ms efectivo que el masaje clsico. Los datos deevidencia no
permiten establecer conclusiones firmessobre la efectividad de la
acupuntura en el tratamientode la lumbalgia aguda; en la lumbalgia
crnica es efec-tiva para mejorar el dolor, pero no ms efectiva que
otrostratamientos convencionales(12). No existen estudios decalidad
que apoyen el uso de una faja lumbar por partede los trabajadores
manuales para prevenir las bajas la-borales por dolor lumbar o para
reducir su duracin(13).El estudio de Clarke(14) determina que la
traccin continuao intermitente como un tratamiento nico no es
efectivaen el dolor lumbar. Hay pruebas moderadas de que
lossoportes lumbares no son ms eficaces que ninguna in-tervencin o
entrenamiento en la prevencin del dolorlumbar y pruebas
contradictorias sobre si son comple-
mentos eficaces de otras intervenciones preventivas(15).La
revisin de Assendelft(16) determina que no existenpruebas de que el
tratamiento de manipulacin espinalsea superior a otros tratamientos
estndar para pacien-tes con dolor lumbar crnico o agudo.
Tambin se estn utilizando en el tratamiento de lalumbalgia,
infiltraciones facetarias, transdiscales, sacroi-lacas o en puntos
gatillo, infiltraciones esclerosantes(proloterapia), o de toxina
botulnica, ozonoterapia, blo-queos nerviosos con corticoides e
infiltraciones epidura-les con corticoides. Hay pruebas
contradictorias sobre laeficacia de las inyecciones de proloterapia
para dismi-nuir el dolor y la discapacidad en los pacientes con
dolorlumbar crnico. Cuando se usa sola, no es efectiva, perosi se
combina con otras terapias puede mejorar el dolorlumbar(17). La
combinacin de inyecciones en las facetasarticulares y bloqueos
nerviosos de la zona puede serde igual valor como prueba de
diagnstico, pero tampocoes un tratamiento satisfactorio para el
dolor de espaldacrnico(18).
La revisin de Hayden(19) determina que el trata-miento con
ejercicios parece ser ligeramente efectivopara disminuir el dolor y
mejorar la funcin en adultoscon dolor lumbar crnico. En las
revisiones sobre el re-poso en cama se llega a la conclusin de que
en las per-sonas con dolor lumbar agudo, es menor la eficacia
demantener reposo que la recomendacin de permaneceren
actividad(20). Los resultados de los estudios analizados
-
en la revisin de La Touche(21), demuestran efectos po-sitivos al
aplicar el mtodo Pilates para mejorar la fun-cin general y reducir
el dolor en el tratamiento del dolorlumbar crnico inespecfico en
adultos.
En la prctica clnica de la Atencin Primaria se estnrealizando
diferentes combinaciones teraputicas parala lumbalgia prescritas
por orden mdica. Por ello, cabeplantearse si la actuacin clnica est
siendo efectiva yque combinacin teraputica est siendo ms
eficaz.
Por tanto, los objetivos de este estudio son:
Verificar la mejora que presentan los pacientes condolor lumbar,
despus de un periodo de tratamiento fi-sioteraputico de uso clnico,
utilizando como instru-mento de medida la escala de Roland-Morris
para dolorde espalda. Comprobar si la mejora fue diferente en los
distintosgrupos de pacientes segn edad, sexo, nmero de se-siones y
tratamiento. Comprobar qu variables influyeron y cunto influyeronen
el estado final de los pacientes.
MATERIAL Y MTODO
Se ha realizado un ensayo piloto controlado no alea-torizado
incluyendo como sujetos de estudio a 12 pa-cientes derivados a la
consulta de Fisioterapia en laAtencin Primaria del C.S. de Huelma
(Jan), siendo elperodo de estudio desde el 15 de marzo al 30 de
abril de2010.
Los criterios de inclusin fueron:
Pacientes con dolor y limitacin lumbar funcional. Pacientes que
iniciaron el tratamiento al inicio del pe-rodo de evaluacin del
estudio. Pacientes cuyo tratamiento fuera microondas (MO) +TENS, u
onda corta (OC) + TENS. Pacientes capaces de leer y entender la
escala de Ro-land-Morris para dolor de espalda.
Los criterios de exclusin fueron:
Pacientes con dolor lumbar que no generaban limita-cin lumbar
funcional. Pacientes con dolor en otra zona vertebral.
Pacientes que iniciaron el tratamiento con anterioridadde una
semana o ms al inicio del periodo de evaluacindel estudio.
Pacientes cuyo tratamiento no fuera el de las terapu-ticas de
estudio. Incluso pacientes que combinaban di-chas teraputicas con
tablas de ejercicios de espalda,tambin eran criterio de exclusin.
Pacientes incapaces de leer y entender la escala deRolandMorris
para dolor de espalda.
El tratamiento fisioteraputico realizado estaba ba-sado en la
prescripcin mdica oportuna, siendo sta,(MO) + TENS u (OC) + TENS,
con un nmero de sesio-nes de 10, 12, 15 y 20 segn el criterio
mdico. El trata-miento fue aplicado firmemente segn dicha
prescripcinmdica, dadas la demanda de trabajo y listas de esperaque
presenta la Atencin Primaria; y la correspondienteevaluacin de
inicio y fin de tratamiento se realiz con laescala de Roland-Morris
para dolor de espalda.
En este estudio se evala la mejora de los pacientescon dolor y
limitacin a nivel lumbar respecto a variablescomo edad, sexo, nmero
de sesiones y tratamiento, uti-lizando la escala de Roland-Morris
para dolor de espaldaal inicio y al fin del tratamiento y evaluando
la diferenciade puntuacin.
La escala de Roland-Morris est diseada especial-mente para
atencin primaria. No se utiliza para medirla intensidad del dolor,
ni siquiera de manera indirecta.Se debe usar en pacientes que sepan
leer. Debe ser con-testada directamente por ellos mismos, sealando
lasfrases que se aplican, a su caso concreto, en ese mismomomento.
Para determinar el grado de incapacidad, bas-ta contar el nmero de
frases sealadas por el pacientey ese ser el resultado. Los valores
extremos oscilanentre 0 (ausencia de incapacidad por lumbalgia) y
24(mxima incapacidad posible). Una incapacidad por de-bajo de 4
puntos es muy leve. Una variacin en la pun-tuacin slo tiene
relevancia clnica si es de 2 mspuntos aunque el dintel ptimo est
entre 3 y 4(22).
La versin espaola del cuestionario de Roland-Mo-rris es vlida y
precisa para medir la discapacidad en pa-cientes con dolor lumbar
agudo o crnico. La correlacindel cuestionario Roland-Morris
determinada en su vali-dacin fue de 0,874. La consistencia interna
( de Cron-bach) fue de 0,8375. La determinacin de la
validezconcurrente mostr una r = 0,347, p = 0,0000 y la deter-
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Cuest. fisioter. 2011, 40(3): 161-168
F. Merino-TorresEfectividad de la Fisioterapia para las
lumbalgiasen el mbito de la Atencin Primaria
-
TABLA 2. Descripcin de la muestra.
Tamao de la muestra 12 casosSexo (H/M) 7/5Edad (X + DT) 49 +
13,59Tratamiento (MO + TENS) (X + DT) 2,14 + 1,35Tratamiento (OC +
TENS) (X + DT) 1,20 + 1,6410 Sesiones (X + DT) 1 + 112 Sesiones (X
+ DT) 2,40 + 1,1415 Sesiones (X + DT) 0,67 + 1,5320 Sesiones (X +
DT) 4 + 4
minacin de la validez de construccin mostr una r =0,122, p =
0,2282(22).
El anlisis estadstico consisti en realizar una com-paracin de
puntuacin inicial y final mediante la T-Stu-dent para datos
apareados. Para medir la influencia devariables cualitativas (sexo
y tratamiento) con respectoa la mejora, se midi mediante intervalos
de confianzay probabilidades para la diferencia de medias
indepen-dientes. El anlisis de la variable cualitativa
policotmica(nmero de sesiones) se hizo mediante un anlisis de
lavarianza, con el test de homogeneidad y el test de
Krus-kall-Wallis para muestras no paramtricas; y para las
va-riables cuantitativas (puntuacin inicial y edad con res-pecto a
la puntuacin final), se realiz un anlisis de re-gresin y correlacin
lineal simple. El anlisis de estosdatos se ha realizado con el
programa estadsticoOpenStat.
RESULTADOS
Un total de 12 pacientes cumplieron los criterios deinclusin, de
ellos 7 eran hombres (58,33 %) y 5 eranmujeres (41,66 %), con
edades entre 29 y 75 aos conuna media de 49 aos. El 58,33 % de los
pacientes re-ciban tratamiento con (MO + TENS) y el 41,66 % con(OC
+ TENS). El 25 % de los pacientes tena prescritas10 sesiones, el
41,66 % 12 sesiones, otro 25 % 15 se-siones y el 8,33 % restante 20
sesiones (tabla 2).
Al inicio del tratamiento, los pacientes obtuvieron unamedia de
14 puntos (DT = 4,29) en la escala de Roland-Morris. Al final del
tratamiento, presentaron una media
de 12,25 puntos (DT = 4,63). Todos los pacientes mejo-raron al
final del tratamiento excepto uno que empeor yotro cuyo estado
final con respecto al inicial no vari. Lamejora fue estadsticamente
significativa (p = 0,0018)(figura 1).
En cuanto a la variable tratamiento, los pacientes con(MO +
TENS) obtuvieron una media de 2,14 puntos demejora (DT = 1.35) y
los pacientes con (OC + TENS)una media de 1,20 puntos (DT =1.64).
La diferencia demedias tuvo un intervalo de confianza de (-1.14,
3.02) al95 % y (p = 0,3145), por lo que la diferencia entre (MO
+TENS) y (OC +TENS) en la mejora no es estadstica-mente
significativa (figura 2).
En cuanto a la variable sexo, los hombres obtuvieronuna media de
1,29 puntos de mejora (DT = 1,60) y lasmujeres de 2,40 puntos (DT =
1,14). La diferencia de me-dias tuvo un intervalo de confianza de
(-2,99, 0,76) al 95% y (p = 0,2652), por lo que la diferencia entre
hombresy mujeres en la mejora no es estadsticamente signifi-cativa
(figura 3).
En cuanto a la relacin del nmero de sesiones y lamejora, el
grupo de 10 sesiones obtuvo una media de 1punto de mejora (DT = 1),
el grupo de 12 sesiones unamedia de 2,40 puntos de mejora (DT =
1,14), el grupo de15 sesiones una media de 0,67 puntos de mejora
(DT =1,53), y el grupo de 20 sesiones una media de 4 puntosde
mejora (DT = 4). El anlisis de varianza detect quela diferencia de
medias no era estadsticamente signifi-cativa (p = 0,11). Se realiz
el test de homogeneidad dela varianza cuya probabilidad (Bartlett
Chi-square) erade 0,947, por lo que no se cumpla el supuesto de
ho-mocedasticidad. Se realiz el test de Kruskall-Wallis
paramuestras no paramtricas lo que detect que la diferen-cia de
medias no era estadsticamente significativa (p =0,1655) (figura
4).
Para saber si la variable edad influy en el estadofinal de los
pacientes se realiz una prediccin medianteun anlisis de regresin y
correlacin. La edad correla-cion con la puntuacin final del estado
de nuestros pa-cientes (r = 0,707). Contrastando el coeficiente de
deter-minacin R2 corregido (0,4502) se comprob que fue
es-tadsticamente significativo (p = 0,0101). El 45,02 % delestado
que presentaban nuestros pacientes al alta, venadeterminado por la
edad (figura 5).
165
Cuest. fisioter. 2011, 40(3): 161-168
Efectividad de la Fisioterapia para las lumbalgiasen el mbito de
la Atencin Primaria
F. Merino-Torres
-
FIG. 1. Diferencia de medias entrepuntuacin inicial y final.
FIG. 2. Diferencia de puntuacin media de mejorasegn
tratamientos.
FIG. 3. Diferencia de puntuacin media de mejorasegn sexo.
FIG. 5. Dispersin Estado Final Edad.
FIG. 6. Dispersin Estado Final Estado Inicial.
Tambin se comprob si el estado al inicio del trata-miento influa
en el estado final de los pacientes. El es-tado inicial correlacion
con el estado al alta de nuestrospacientes (r = 0,948); con un
coeficiente de determina-cin R2 corregido (0,8877) se verific que
fue estadsti-camente significativo (p < 0,0001). El 88, 77 % del
estadoque presentaban nuestros pacientes al alta, vena de-terminado
por el estado en que llegaron a nuestras ma-nos (figura 6).
DISCUSIN
El dolor lumbar tiene una gran repercusin fsica, fun-cional,
incluso psquica en los pacientes, ya que esta pa-tologa incapacita
para realizar las actividades de la vidadiaria, incluso la
actividad laboral. Por lo tanto, consi-guiendo una reduccin del
dolor mejorarn notablementela calidad de vida de una persona y su
independencia.
166
Cuest. fisioter. 2011, 40(3): 161-168
F. Merino-TorresEfectividad de la Fisioterapia para las
lumbalgiasen el mbito de la Atencin Primaria
14.0013.3012.6011.9011.2010.509.809.108.407.707.006.305.604.904.203.502.802.101.400.700.00
INICIAL FINAL
BLANCO: media; NEGRO: mediana; CAJA: percentiles 25 al 75 %;
BIGOTES: percentiles 10 y 90 %.
BLANCO: media; NEGRO: mediana; CAJA: percentiles 25 al 75 %;
BIGOTES: percentiles 10 y 90 %.
BLANCO: media; NEGRO: mediana; CAJA: percentiles 25 al 75 %;
BIGOTES: percentiles 10 y 90 %.
FIG. 4. Diferencia de puntuacin media de la mejorasegn nmero de
sesiones.
En los casos correspondientes a 10 y a 20 sesioneslos valores de
media y mediana coinciden
EdadR(X,Y) = 0,707; Slope = 0,24, Intercept = 0.43
InicioR(X,Y) = 0948; Slope = 1,02, Intercept = -2,10
-
Analizando nuestro estudio, hemos comprobado quela diferencia de
puntuacin media en la escala de Ro-land-Morris, al inicio y fin del
tratamiento fue estadstica-mente significativa. Sin embargo, no
hemos encontra-do diferencia en los tratamientos del estudio en
relacincon la mejora; resultando indiferente la terapia de estu-dio
escogida para el dolor lumbar. Tampoco se encon-traron diferencias
estadsticas entre hombres y mujerescon respecto a su recuperacin.
Ni diferencia estadsticaentre tener 10, 12, 15 20 sesiones, tal vez
porque lamuestra no era homognea. Ahora bien, en nuestros
pa-cientes la edad influy en su recuperacin, siendo los demayor
edad los que peor recuperacin tenan al final deltratamiento, e,
igualmente, el estado en el que llegabannuestros pacientes a la
consulta influy para su posteriorrecuperacin.
Este estudio presenta varias limitaciones por las
ca-ractersticas de la muestra, que afectan a los resultadosfinales.
Por ello, en futuros estudios para encontrar dife-rencias
significativas se debera utilizar una muestra demayor tamao y con
mayor homogeneidad en el nmerode sesiones.
Hay mejora en los pacientes con dolor lumbar al apli-carles el
tratamiento fisioteraputico usado en el estu-dio, resultando
indiferente la eleccin de la terapia com-binada (MO + TENS) u (OC +
TENS). El tratamiento pro-duce una mejora mucho ms significativa en
los pa-cientes ms jvenes, frente a los de mayor edad. En
esteestudio, las variables sexo, tratamiento y nmero de se-siones
no tienen una influencia estadsticamente signifi-cativa.
En base al estudio, podemos confirmar o apoyar elresultado de
Khadilkar(8), en el que la electroterapia, enespecial la TENS, no
es eficaz como tratamiento nicode la lumbalgia. Comparando nuestras
terapias con laevidencia farmacolgica existente, podemos
clarificarque tanto AINES(5), como antidepresivos(6) y
opiceos(7),no son ms efectivos que nuestra terapia combinada, yaque
actan distintamente en el alivio sintomtico de estapatologa, pero
con parecido resultado.
La comparacin de nuestras terapias con la terapu-tica de calor y
fro(10), era de gran inters para nuestroestudio por la aplicacin de
calor, aunque aplicado deforma distinta en nuestra teraputica. Pero
los resulta-dos de la aplicacin de calor y frio son limitados y
con-
tradictorios, as que, no podemos darles importancia paranuestro
estudio. El trabajo de Furlan(11) sobre el masajetendra inters para
nuestro estudio, ya que el masaje,entre otras acciones, tiene la de
producir calor, elementocomparable con el de nuestro estudio, y
dado que tam-bin es una terapia que en la lumbalgia necesita
combi-narse para resultar beneficiosa, no hubiramos podidosacar
conclusiones claras de efectividad entre una y otrateraputica.
Comparando el estudio de Clarke(14) y la revisin
deAssendelft(16) con nuestras terapias, resulta que ni la trac-cin
continua o intermitente, ni la manipulacin espinalson ms efectivas
que nuestra teraputica de estudio.
Podemos concluir que observando la amplia eviden-cia sobre esta
temtica, podramos establecer que utili-zando una teraputica
combinada de electroterapia yejercicios especficos de espalda(19),
una vez reducido eldolor agudo, aumentara la mejora de esta
patologa.Futuros estudios se podran encauzar en base a esta
evi-dencia, o relacionando otros tratamientos ms innova-dores tanto
de terapia manual como de ejercicios, frentea otros tratamientos ms
tradicionales.
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Cuest. fisioter. 2011, 40(3): 161-168
F. Merino-TorresEfectividad de la Fisioterapia para las
lumbalgiasen el mbito de la Atencin Primaria
-
Modificacin del nivel funcional en pacientes sometidos
aFisioterapia domiciliaria tras una fractura de cadera
Functional level changes in patients treated with
domiciliaryPhysiotherapy after a hip fracture
M. J. Ruiz-Albacete. Fisioterapeuta. Unidad Mvil de
Fisioterapia. Centro de Salud Virgen de la Capilla. Jan. Espaa
Correspondencia: Recibido: 4 febrero 2010Mara Jos Ruiz Albacete
Aceptado: 2 febrero [email protected]
Original
Cuest. fisioter. 2011, 40(3): 169-176
169
RESUMEN
Introduccin: el objetivo de este estudio es valorar cambios en
el nivel funcional en los pacientes que han su-frido fractura de
cadera y han recibido un tratamiento de Fisioterapia llevado a cabo
por una unidad domiciliaria, ascomo evaluar a qu variables estn
asociados esos cambios. Este estudio va dirigido concretamente a
los pacien-tes de fractura de cadera tratados en la Unidad
Domiciliaria de Fisioterapia de Jan. Material y mtodo: estudio
cuasi-experimental durante cinco semanas (del 25.03.2008 hasta el
30.04.2008) en pacientes con los siguientes criteriosde inclusin:
pacientes con fractura de cadera y operados quirrgicamente de
artroplastia, derivados a la UnidadMvil de Fisioterapia en das
previos al inicio del estudio, que fueran a comenzar el tratamiento
rehabilitador. No seexcluy a ningn paciente. El estudio se realiz
sobre 12 pacientes. La edad media de los pacientes fue de 79aos.
Las variables estudiadas fueron: ndice de Barthel, edad, sexo,
numero de sesiones y estado cognitivo. Losanlisis estadsticos
realizados fueron: Chi-cuadrado de Pearson, t de Student, Rho de
Spearman y r de Pearson.Resultados: la media de puntos del ndice de
Barthel ganados tras el tratamiento fue de 21,25. Los
resultadosmuestran que la mejora de los pacientes tras el
tratamiento es estadsticamente significativa. Sin embargo todaslas
variables mostraron una relacin baja con la mejora, y sta no fue
estadsticamente significativa, tan solo lo fueen cuanto a
diferencias de sexo. Conclusin: se ha podido demostrar que tras un
tratamiento bsico de Fisiotera-pia sobre la cadera de los
pacientes, stos han aumentado su nivel funcional para realizar sus
actividades de la vidadiaria con alguna ayuda, no del todo
dependientes, pero con un nivel alto del ndice de Barthel. Deberan
hacerseestudios ms exhaustivos sobre el tema para demostrar
factores predictivos de mejora que este estudio no ha po-dido
demostrar.
Palabras clave: fracturas de cadera, Fisioterapia,
rehabilitacin.
ABSTRACT
Introduction: the objective of this study is to assess changes
in functional level in patients who have suffered hipfractures and
had received physiotherapy treatment by a home unit, as well as
assessing which variables are as-sociated to these changes. This
study is directed specifically to hip fracture patients treated at
the Physiotherapy Unitat Home in Jaen. Material and method:
quasi-experimental study for 5 weeks (from 25.03.2008 to
30.04.2008) in pa-tients with the following inclusion criteria:
patients with hip fracture and surgery with total prosthesis
referred to themobile unit of physiotherapy in the previous days of
de beginning of the study, which were to begin rehabilitation
treat-ment. No patient was excluded from the study. The study was
conducted on 12 patients who met the condi-
-
tion without distinction of age. The average age of patients was
79 years. The variables were: The Barthel Index,age, sex, number of
sessions and cognitive state. Statistical analysis were performed:
the Pearson Chi-square, t Stu-dent, Rho Spearman, r of Pearson.
Results: the mean Barthel index points earned after the treatment
was 21.25.The results show that the improvement of patients after
the treatment is statistically significant. However, all varia-bles
showed a low relation to this improvement and it was not
statistically significant, it was just about sex differen-ces.
Conclusion: it has been demonstrated that after a basic treatment
of physiotherapy on the hips of these patientsincreased their
functional level for their activities of daily living with a little
help, not entirely dependent, but with ahigh index Barthel. There
should be more comprehensive study on the subject to demonstrate
that predictors of im-provement that this study could not
prove.
Key words: hip fractures, Physical therapy, rehabilitation.
170
Cuest. fisioter. 2011, 40(3): 169-176
M. J. Ruiz-AlbaceteModificacin del nivel funcional en
pacientessometidos a Fisioterapia domiciliaria
tras una fractura de cadera
INTRODUCCIN
La fractura de cadera es la patologa mas frecuenteen el anciano.
La prevalencia de la fractura de cadera haido en aumento en los
ltimos aos y se prev que sigaaumentando durante las prximas dcadas,
siendo ac-tualmente un problema de salud pblica de
importantemagnitud, tanto por su elevada frecuencia como por
susaltos riesgos y coste econmico. Cada ao se producenen nuestro
pas unas 33.000 fracturas de cadera en per-sonas de 65 aos o
ms(1).
Es ms frecuente en mujeres, con una incidencia de4 a 5:1 sobre
hombres, y es la causa de la mayora de lasderivaciones al servicio
de rehabilitacin domiciliaria.Est asociada a un alto grado de
morbilidad-mortalidad,llegando a alcanzar un 30 % de mortalidad, y
es una delas principales causas de incapacidad funcional en el
an-ciano, ocasionndole problemas para llevar a cabo lasactividades
de la vida diaria, afectando especialmente ala deambulacin.
Esta patologa est asociada a un largo perodo hastala recuperacin
completa, pero con un tratamiento fisio-teraputico eficaz y rpido
tras la intervencin, la per-sona podr recuperar casi por completo
su capacidadfuncional, necesitando de un largo periodo para
comple-tar su recuperacin, especialmente para andar. Aun
as,aproximadamente el 50 % de las personas, tras sufriruna
fractura, sufren un deterioro funcional significativo.Ms de un 10 %
de los supervivientes quedan incapaci-tados, con gran dependencia,
sin posibilidad de retornara su previa residencia(2). Las
principales causas de frac-tura de cadera son la osteoporosis y las
cadas. La edad
media de pacientes con esta patologa es superior a los80 aos,
siendo 9 de cada 10 mayores de 60 aos(3).
La atencin fisioteraputica domiciliaria es un servi-cio
relativamente nuevo que se presta en la provincia deJan. Este
servicio ha tratado a ms de 1.000 pacientes,de los cuales cerca de
225 han sido tratados por fractu-ras de cadera; siendo la patologa
que ms se trata en elservicio de rehabilitacin domiciliaria,
seguida principal-mente por sndrome de inmovilizacin prolongada,
ar-trosis y accidentes cerebrovasculares.
Segn la edad, el mayor nmero de pacientes se daentre los 75 y
los 84 aos, siendo considerablementemayor el nmero de mujeres (71
%) que de hombres (29%) que se tratan en la Unidad. La mayora de
ellos sonderivados desde atencin primaria, alrededor de un 69%,
mientras que aproximadamente un 31 % provienende atencin
especializada. El perfil de paciente es puesuna mujer, con fractura
de cadera, entre 75 y 84 aosprocedente de atencin primaria.
Este servicio consiste en trasladar al domicilio delpropio
paciente el tratamiento fisioteraputico tras serleprescrito por un
mdico, y va dirigido a personas que nopueden desplazarse a un
hospital o centro de salud, seapor cualquier tipo de discapacidad o
por barreras arqui-tectnicas que se lo impidan, y a cuidadores de
personasdiscapacitadas.
El objetivo de este estudio es observar la mejora pro-porcionada
por la Fisioterapia en esta patologa y elgrado en el que mejoran
estas personas tras un trata-miento fisioteraputico en su domicilio
despus de sufriruna intervencin quirrgica con prtesis de cadera,
des-cribiendo los cambios de capacidad funcional antes y
-
Edades Barthelinicial (BI)
Barthelfinal (BF)
Mejora ( BF-BI) Nmero desesiones
Minimental
80 0 20 20 15 184 65 75 10 11 2379 25 75 50 24 2385 50 90 40 34
2585 60 85 25 23 2190 40 50 10 27 2581 60 95 35 25 3083 60 90 30 13
3062 85 85 0 18 3080 35 50 15 26 3582 70 85 15 14 2560 90 95 5 10
35
TABLA 1. Datos de los pacientes con respecto a las variables
estudiadas.
171
Cuest. fisioter. 2011, 40(3): 169-176
Modificacin del nivel funcional en pacientessometidos a
Fisioterapia domiciliariatras una fractura de cadera
M. J. Ruiz-Albacete
despus del mismo. Asimismo, se busca conocer quvariables estarn
relacionadas con dicha recuperacin.
MATERIAL Y MTODO
Diseo de investigacin
Se ha diseado un estudio cuasi experimental conlas variables
asociadas a la mejora de los pacientes trasrecibir Fisioterapia en
su domicilio.
Muestra
Los pacientes seleccionados para el estudio fueron12 en total,
10 de ellos mujeres y 2 hombres. Todos fue-ron derivados de atencin
primaria, escogidos por estarrecibiendo un tratamiento
rehabilitador en su domicilio ycon una patologa comn: fractura de
cadera de la quese les haba intervenido recientemente. Se
incluyeronaquellos a los que se les haba puesto una prtesis
totalcementada en la cadera. Ninguno de ellos demor sutratamiento
ms de 3 das tras la intervencin quirrgicay la derivacin al
servicio. No se distingui entre sexo oedad para elegirlos. La edad
de los pacientes vari entre
60 y 90 aos, siendo la media de 79. Los pacientes fue-ron
tratados en su domicilio un numero variable de se-siones, al final
de las cuales recibieron el alta tras lavaloracin mdica
satisfactoria.
Intervencin y procedimientos
El estudio se realiz durante un periodo de 5 sema-nas (del
25.03.2008 al 30.04.2008) en el que se sigui laevolucin de los
pacientes. Se realiz en el Centro deSalud Virgen de la Capilla de
Jan, en la Unidad Mvil deFisioterapia y Rehabilitacin. Este
servicio cubre todaslas zonas de Jan y esta integrado dentro del
ServicioAndaluz de Salud.
En el transcurso de este perodo se les realiz un tra-tamiento
fisioteraputico, consistente en cinesiterapia ac-tivo-asistida,
activa y activo resistida del m.i. con poten-ciacin de cuadriceps,
isquitibiales y glteos, principal-mente, y de tibial anterior,
triceps sural y peroneos. Ade-ms, se practic deambulacin con ayudas
tcnicas des-de el primer o segundo da de tratamiento.
Se midi en todos ellos el ndice de Barthel (tabla 1)al inicio
del tratamiento y al darles de alta, viendo la di-ferencia y por
tanto el nivel de mejora de dichos pacien-tes tras el tratamiento
recibido.
-
Variables de estudio
Las variables estudiadas fueron edad, sexo, numerode sesiones,
capacidad funcional mediante el ndice deBarthel al inicio, al alta,
y la diferencia entre ambos, y elestado cognitivo del paciente
medido con test minimen-tal.
Anlisis de los datos
Se realiz un estudio descriptivo de todas las varia-bles
recogidas, expresando los resultados de todas ellosmediante la
media y la desviacin tpica para las varia-bles cuantitativas y el
nmero de casos, y porcentajespara las cualitativas. Las pruebas
realizadas fueron: Chi-cuadrado de Pearson, t de Student, Rho de
Spearman,r de Pearson. Fueron consideradas con significacin
es-tadstica los valores p < 0,05, as como los intervalos
deconfianza del 95 %.
RESULTADOS
La tabla 1 muestra los datos de los pacientes con res-pecto a
las variables estudiadas. La media de edad delos pacientes fue de
79 aos, la mayora se distribuyenentre los 80-85 aos, siendo todos
mayores de 60 aos.El 16,6 % fueron hombres y el 83,3 % mujeres, es
decir,cinco veces ms mujeres que hombres. El nmero depacientes de
sexo femenino es mucho mayor que el dehombres. Las causas son que
la fractura de cadera esuna patologa ms frecuente en el sexo
femenino, y quea este servicio, segn las estadsticas, llegan ms
muje-res que hombres, por lo que estos porcentajes son
losesperados.
El nmero de sesiones vari entre 10 y 34, siendo lamedia de
20.
En la tabla 2 se muestra el anlisis descriptivo de lasvariables
estudiadas.
Las diferencias de puntuacin en el ndice de Barthelal principio
del tratamiento entre todos los pacientes fue-ron evidentes,
mientras que el final del tratamiento losvalores de dicho ndice se
igualaron algo ms, siendo lamedia de 74,58.
Todos los pacientes mostraron diferencia entre la me-dida de
evaluacin de las actividades de la vida diaria alinicio del
tratamiento y la misma medida al alta, y tan soloun paciente no
obtuvo diferencia, ya que fue de 0. Nin-guno mostr diferencia
negativa por empeoramiento. Lamedia de esta mejora fue de 21,25
Teniendo en cuenta que la mxima puntuacin del n-dice de Barthel
es 100 y que todos salvo uno comenza-ron el tratamiento teniendo ya
ms de 20 puntos, estamejora, segn nuestros datos, es
estadsticamente sig-nificativa (IC 95 %, p < 0,001), y permite
responder anuestra primera pregunta de investigacin: tras un
trata-miento de Fisioterapia en casos con prtesis de caderalos
pacientes muestran mejora.
Tras lo anterior, lo siguiente era saber que es lo queha podido
influir en la mejora de estos pacientes. Las va-riables han
mostrado muy poca relacin con el nivel demejora, siendo la que ms
ha influido el nmero de se-siones, con una relacin directa y
positiva (0,503 r dePearson), y el ndice de Barthel inicial con
relacin indi-recta (-0.446 r de Pearson). La edad (0,231 Rho de
Spe-arman) y el estado cognitivo (-0,161 r de Pearson) hanmostrado
una relacin leve y muy poco significativa.
Los datos no han sido estadsticamente significativoscon p >
0,05 para todas las variables, por lo que no po-demos afirmar que
estas variables influyan en la mejora,tan solo podemos predecir un
8,9 % de la mejora a par-tir de las variables esrtudiadas.
Se realiz la diferencia de medias para observar sihubo
diferencias en la mejora entre hombres y mujeres.stas tuvieron una
media de recuperacin de 23,5(13,61) mientras que la media de los
hombres fue de 10(5). La diferencia fue estadsticamente
significativa (p (-24,4< 1- 2
-
Valores Edad Barthelinicial (BI)
Barthelfinal (BF)
Mejora(BF-BI)
Nmero desesiones
Minimental
Media 79,25 53,33 74,58 21,25 20 25,25
Varianza 74,85 588,89 485,24 183,85 52,17 79,477
Desv. Tpica 8,65 24,27 22,03 14,45 7,22 8,915
C. V. Pearson 0,11 0,46 0,3 0,64 0,36 0,34
Nmero de casos 12 12 12 12 12 12
TABLA 2. Anlisis descriptivo de las variables estudiadas.
FIG. 1. Media de mejora por sexo.
factor predictivo para la recuperacin, segn se ha po-dido
apreciar en el estudio; y esta recuperacin es mayoren el caso de
mujeres sometidas a un alto nmero desesiones de rehabilitacin.
En un estudio similar, en el que se midi la capacidadfuncional
mediante el incremento en la medida de la in-dependencia funcional
motora/das de rehabilitacin,siendo de 1,6 puntos/da de tratamiento
recibido, se hanencontrado las mismas conclusiones respecto a la
me-jora en dicha medicin, siendo significativa y confirmandolo
encontrado en este estudio, al comparar esta mejoracon la inicial
antes de la ciruga(4).
Se puede asociar a esta mejora el nivel funcionalprevio al
tratamiento, pues con un menor ndice de Bar-thel al inicio se
observa una mejora mayor que los quecomienzan con un ndice de
Barthel considerablementems alto. Esto se explica porque es difcil
que las perso-nas mayores consigan un alto grado de independencia,y
por lo tanto, al comenzar el tratamiento, si dicho ndicees
considerablemente alto solo se lograr incrementar
relativamente poco, mientras que los pacientes que peorse
encuentran y que menos capacidad funcional tienenal comenzar el
tratamiento van a poder lograr aumen-tarla ms, ya que parten de un
ndice muy bajo. A estasedades es ms fcil recuperar los primeros 80
puntosdel ndice de Barthel, mientras que los ltimos 20 son losque
mayor dificultad presentan.
Segn nuestros datos la edad apenas influye en larecuperacin y en
cualquier caso lo hace directamente,hecho del que dudamos, ya que
debera ser al contra-rio, indirectamente, a mayor edad la
recuperacin seriamenor o ms lenta, por lo que debera estudiarse con
unmayor tamao muestral para ver como se relacionan.Segn una
revisin(2) sobre factores predictivos de me-jora tras la
rehabilitacin, los autores encuentran la edadcomo factor predictivo
de mejora en el 50 % de los estu-dios revisados, e incluso algunos
solo consideran factorde buen pronostico la edad inferior a 85 aos.
Esto sepuede corresponder con nuestros datos en cierto modo,ya que
la media de mejora del ndice de Barthel es mayoren edades
inferiores a 80 aos (figura 2) aunque no sehaya podido demostrar
relacin estadsticamente signi-ficativa con la edad. Moreno y
cols.(5) encuentran la me-nor edad como factor pronostico de
recuperacin de lamarcha.
La mejora, comparando hombres y mujeres y segnlos resultados, es
mayor en mujeres que en hombres,pero este es un dato que est muy
influenciado por lamuestra que es pequea y en la que el 83,3 % del
totalson mujeres, lo que hace que no se pueda afirmar que
larecuperacin es mayor en mujeres, y que se pueda aso-ciar como
factor positivo el hecho de ser mujer. La me-
173
Cuest. fisioter. 2011, 40(3): 169-176
Modificacin del nivel funcional en pacientessometidos a
Fisioterapia domiciliariatras una fractura de cadera
M. J. Ruiz-Albacete
Hombres Mujeres
25
20
15
10
5
0
-
FIG. 2. Media de mejora por grupos de edades.
jora es ms atribuible a que es ms prevalente en elsexo
femenino.
En cuanto al periodo de tratamiento, cabe exponerque fue de
corta duracin, debido a que la Fisioterapiadomiciliaria tiene un
nmero reducido de sesiones, yaque en cuanto el paciente puede
desplazarse al hospitalno precisa ser tratado en su domicilio. Aun
as, las se-siones son suficientes para conseguir un nivel
suficien-temente alto de funcionalidad como se ha observado,pero el
tratamiento debe ser mas largo para conseguirla mayor funcionalidad
posible, lo que se conseguir conel tiempo y con la deambulacion por
parte del paciente,es decir, que no necesitar forzosamente un
fisiotera-peuta.
Es importante resaltar los buenos resultados en pocotiempo con
una Fisioterapia precoz tras la intervencinquirrgica, ya que los
pacientes han recibido tratamientotras un periodo no mayor de 3 das
despus de la ope-racin, y en un mximo de 34 sesiones la mayora
con-sigue la deambulacion y un alto grado de independencia.Segn un
estudio realizado en 443 pacientes en 4 hos-pitales de Nueva
York(6) se evidencia una mejora muysignificativa de la deambulacin
a los dos meses tras unaintervencin temprana, y en otro sobre
movilizacin tem-prana tras la operacin quirrgica realizado en 532
pa-cientes mayores de 50 aos, se constata la movilizacinprecoz como
un factor predictivo de mejora(7).
En cuanto al nivel cognitivo, segn los datos no seha podido
demostrar estadsticamente que afecte algrado de mejora, por lo que
en futuros estudios debera
estudiarse con mayor detenimiento, dado que se tratade un dato
que podra influir, ya que es importante la co-municacin con el
paciente al llevar a cabo la rehabilita-cin para que sea ms
efectiva. En dos de los estudiosconsultados(2, 5) se detect la
ausencia de enfermedadmental del paciente como factor predictivo.
En otro rea-lizado sobre 243 pacientes mayores de 65 aos con
fun-cin cognitiva deteriorada, se afirma que los pacientescon
demencia moderada o severa que han sufrido unafractura de cadera
pueden regresar al entorno comuni-tario si se les facilita una
rehabilitacin geritrica inten-siva(8).
Una vez sabido que los pacientes mejoran, podra-mos preguntarnos
si la mejora tiene que ver con el tipode rehabilitacin y de
tratamiento llevados a cabo. Laatencin en el domicilio es un
aspecto interesante a va-lorar como positivo para la mejora. El
estudio de la dife-rencia entre un tratamiento domicilia