6 7 “ ” “ ” Ella miro el plato, miró a la Corte y suspiró una vez, miró a su madre y suspiró otra vez, miró a su padre y rompió a llorar. ¡Otra vez! . Exclamóel Rey. ¡La Princesa está llorando! Todos los que estaban allí, al oír al rey decir esto, se pusieron nerviosos y trataban de descubrir el motivo del lloro. Sabios, médicos, videntes, diplomáticos, sirvientes, brujos y bufones corrían de un lado a otro como si detrás de ellos corriera el mismísimo dragón de siete cabezas y tres colas. Sí... el rey no soportaba ver a la princesa llorar. Y es por esa regla de tres que todos corrían con los pies. Recorrieron la distancia de cuatrocientos pasos rápidos y rápidamente un sabio levantó la mano y dijo rápidamente: “¡Ya conozco la razón!” (así se - : ) “¡OHHHHHHH!”, exclamó la corte. “¿Dame la razón?”, preguntó el Rey. Y a continuación, todos preguntaban al Mismo Ti- empo llamabaestesa bio Mismo Tiempo.Tragó salivay dijo“llora por que está caliente”. . Sin dar paso, el Rey preguntó a la Princesa, que no cesaba de llorar: “Hija mía, ¿lloras por calentura, de la sopa?”