Fue creada mediante Ley N.º 23- 845 del 1 de junio de 1984 en el gobierno del presidente Fernan- do Belaúnde Terry. Su capital es la ciudad de Ascope. Se encuen- tra junto al misterioso cerro Cuculicote y sobre la margen derecha del río Chicama. Su altitud es de 238 msnm. En el siglo XIX y hasta los años 40 del siglo XX fue una ciudad muy importante desde el punto de vista comercial y porque fue cuna de la industria del azúcar, iniciada por la familia Tinoco en la Hacienda de Facala en 1725. CÓMO LLEGAR GuíaÚtil En el territorio de Ascope se encuentra el complejo arqueoló- gico El Brujo conformado por tres huacas: Cao, Cortada y Prieta. Las excavaciones han mostrado indicios de ocupación precerámico (hace 5.000 años). Destaca el muro de sacrificio de adobe de 30 metros de alto con decoraciones policromas Mochi- ca en sus paredes y la clásica figura del degollador de cabezas. Ubicada a 60 kilómetros (1:20 horas) de Trujillo en el valle del río Chicama. También está el Puerto Chicama o Malabrigo. Para hacer este recorrido, es preciso partir de Trujillo a Ascope en una custer que hace un recorrido de casi hora y media porque va subiendo y bajando pasajeros en toda la ruta. El costo es de 4,50 soles. Este servicio se debe abordar en el terminal Santa Cruz, ubicado en la urbanización Chicago; pero también es posible a lo largo de la avenida América Sur y Oeste, el óvalo Mochica y el trayecto de la avenida Nicolás de Piérola y la Panamericana que pasa por el distrito La Esperanza y el centro poblado El Milagro. Para amino- rar la caminata, desde la ciudad de Ascope, se aborda un motota- xi (De 5 a 10 soles) que nos aproxima al lugar de donde empieza la caminata. Hace varios años se asentaron poblaciones de la época pre cerámica o lítica. En Cuculicote se avistan talleres y viviendas rusticas que brindaban un espacio de sombra y cobijo a los antiguos habitantes. El camino ceremonial posee las mismas características del sendero que unió Chan Chan y Chiquitoy. Los antiguos ascopanos y sus ances- tros decían que este cerro tiene vida y que se le debe rendir tributo, por eso los curanderos en sus ceremonias chamanicas lo invocan para que los bendiga y les brinde la fuerza que necesitan para vencer a los malos espíritus. Esto avizora un gran futuro para el turismo místico en Ascope, lamentablemente debido al desconocimiento de estas prácticas, el legado cultural podría perderse. Solo quedan tres chamanes que practican estas ceremonias en el Cuculico- te, usando el San Pedro. TURISMO ASCOPE MISTICISMO Guido Sánchez Santur [email protected] Hace cientos de años, cerca del cerro Cuculicote, había un pa- lenque donde los bandoleros es- condían los objetos de oro y pla- ta robados y cuando algunos ascopanos iban por ese lugar en busca de su ganado que se le ex- traviaba, tenían la fortuna de en- contrar esas riquezas custodia- das por un ente que les advertía guardar el secreto, sino morirí- an fulminados por un ataque de convulsiones. Esta leyenda nos comparte Leoncio Carrión Flores, afa- mado maestro curandero de Ascope, popularmente conoci- do como ‘Ombayec’, cuya sa- piencia ancestral le ha valido para ser incluido en documen- tales realizados por producto- ras nacionales y extranjeras sobre las civilizaciones Moche y Chimú, y sus antecesoras que ocuparon el ámbito de la pro- vincia de Ascope. Una temperatura que supera los 25 grados nos abrasa mien- trascaminamosporlaexplanada desértica que nos aproxima a la pendiente de ese mágico cerro revestido de historia, leyenda y misticismo. La escasa vegeta- ción que brota en el arenal des- prende una leve corriente de ai- re que apenas acaricia el rostro. El sendero polvoriento va que- dando atrás y entramos al cas- cajo del que brotan cactus, za- potes, huarangos y otros arbustos que desafían el clima agreste. A lo lejos divisamos un camino más pronunciado, al aproximarnosnosinvadelaemo- ción al sentir que pisamos la mis- ma laja por donde iban y vení- an los pobladores de las antiguas civilizaciones que habitaron es- te territorio. Es un tramo del Qa- paq Ñan bien conservado que conduce a uno de los centros ce- remoniales más importantes de los pueblos que precolombinos en el norte del Perú. La hilera de piedras ordena- das a los costados del camino y las lajas extendidas muestran la laboriosidad de los caminantes ancestrales que nos legaron una obra de ingeniería que perma- nece casi intacta, a pesar de los años transcurridos. A pocos metros de ahí, en una explanada varios círculos de un metro de diámetro hechos im- provisadamente con piedras sir- ve de escenario a los chamanes contemporáneos para sus ri- tuales de curanderismo en las noches de luna llena, frente al místico Cuculicote, del que re- TURISMO B.8__Viernes 14 de febrero de 2014, Trujillo, La Libertad La Industria > UN VALLE, CON SU GRANDIOSO APU, QUE ACOGIÓ A LOS SACERDOTES DE DISTINTAS CULTURAS Tiene historia. La cúspide del Cuculicote tiene una altitud de 1.500 metros, pero el recorrido que hicimos fue has- ta los 575 metros, luego de partir de los 320 metros. El ascenso de- moró 2 horas y media, y el retor- no es más ligero, se hizo en hora y media. El recorrido fue de 12 ki- lómetros, previamente se recorrió tres kilómetros en mototaxi. En es- te sitio habitaron las civilizaciones Gallinazo, Paijanense, Salinar, Mo- che, Lambayeque e Inca. FORTALEZA. Casi un paraíso lítico que no termina de sorprender a quienes lo visiten. LEÓN DORMIDO. Imagen que se ha formado en la parte superior del misterioso cerro. VEGETACIÓN. Le denominan zapote y es alimento de zorros. MURCIÉLAGO. Así le llaman. FOTOS: GUIDO SÁNCHEZ. ciben la energía y sabiduría, co- mo lo hicieron los sacerdotes ha- ce decenas de siglos. El calor arrecia, pero no nos desanima. El Cuculicote nos atrae como un imán. En sus pendientes nos aguarda lo me- jor. Silvia Rodríguez, española, que se sumó al grupo Trekking Trujillo, no sale de su asombro de tanta diversidad geográfica e historia profunda. Eso es más que suficiente para soportar la distancia, las horas y el inten- so calor. A fin de cuentas se tra- ta de una aventura que aflora adrenalina. En las faldas de Cuculicote, una enorme roca tiene la apa- riencia de un felino salvaje re- posando, que le ha dado la de- nominación a ese sector como el León Dormido. Para dar fe de su existencia ascendemos el em- ! MÁSINFO pinado camino, pero de cerca pierde el encanto, es una piedra enorme cincelada por el cons- tante viento, cuya forma de ani- mal solo se aprecia de lejos; pe- ro la decepción nos invade al toparnos con una torre de me- tal que sostiene los cables de al- ta tensión recientemente ins- talada por Hidrandina, pese a ser un sitio arqueológico. La caminata continúa si- guiendo las nacientes de este apu al que, de trecho en trecho, observo con quietud y casi con veneración por su energía y magnetismo que dispensa. No es casualidad que los ufó- logos le tengan mucho respeto, pues lo consideran lugar propi- cio para comunicarse con ovnis. Desde esa lado se domina el pasaje costeño en toda su ex- tensión y una hondonada con muchas vertientes de quebra- das secas que se activan en épo- cas que El Niño se enfurece, fe- nómeno natural que se caracteriza por acarrear to- rrenciales lluvias que desbor- dan ríos, destruyen cultivos e inundan ciudades. Entre subidas y bajadas, sor- teando pendientes, cerros me- dianos y hondonadas llegamos frente a la figura del elefante echado, otra formación rocosa que acompaña al Cuculicote. Mientras descansamos para reponer las fuerzas desgastadas, Gabriel Arenas, fundador de Trekking Trujillo, junto al ele- fante avista otra figura lítica: un murciélago, que se suma a la di- versidad de sorpresas que nos depara este paisaje. Son más de las 2 de la tarde y con la necesaria reverencia al místicoapu,emprendemoslare- tirada. El descenso es aliviador, pero la satisfacción de haber re- corrido un santuario ancestral nos satisface a plenitud. Cuculicote SUS VESTIGIOS ARQUEOLÓGICOS Y LOS CAPRICHOS DE LA NATURALEZA LO HACEN ENIGMÁTICO. Camino al místico