-
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
PluraliSmo rEligioSo, Educacin y ciudadana1
cristin Parker g.*
Resumen: Este artculo describe las formas peculiares que
adquiere el cambio religioso, tanto a nivel de las adhesiones a
nuevos movimientos religiosos como en las creencias religiosas en
chile. Este trabajo analiza la manera en que el factor educacional
interviene en las tendencias hacia la pluralizacin religiosa.
Tambin se exploran las posibles consecuencias que puedan tener las
manifestaciones concretas del cambio religioso en la cultura
poltica de chile.
Palabras clave: cambio religioso; pluralizacin religiosa;
creencias religiosas; chile.
Introduccin
amrica latina est siendo transformada bajo diversos aspectos y
el cambio religioso experimentado en los ltimos treinta aos nos est
ofreciendo un panorama cultural y social muy caracterstico en la
primera dcada de este siglo.
En efecto, al final de la dcada de los 80 se afirmaba que
amrica latina se volva protestante (martin, 1990; Stoll, 1990),
an cuando la evolucin reciente no nos indica que estemos avanzando
en esa direccin, sino ms bien hacia el pluralismo religioso
creciente. Qu caractersticas adquiere el pluralismo religioso
actual y cmo se pueden apreciar las consecuencias de ese cambio en
el campo sociopoltico?
doctor en Sociologa, instituto de Estudios avanzados,
universidad de Santiago de chile.
artigo recebido em 5 maio 2008 e aprovado em 30 jun. 2008.
-
282 cristin Parker g.
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
En este artculo exploraremos las peculiares formas que adquiere
el cambio religioso, sobre todo a nivel de adhesiones y creencias
religiosas y su impacto en la arena cvica y poltica de los pases
latinoamericanos. Basaremos nuestro anlisis en datos obtenidos de
diversos estudios realizados en chile y compararemos dicha
informacin con evidencia disponible de estudios
internacionales.
Buscando factores que intervienen en el cambio socio-religioso
que mencionamos, nos hemos encontrado con el factor educacional por
lo que revisaremos la informacin disponible en funcin de posibles
explicaciones, al mismo tiempo que de argumentaciones que
posibiliten generalizaciones predictivas acerca de estos
cambios.
Pluralismo religioso creciente
chile y el continente latinoamericano estn pasando de haber sido
un pas/continente catlico a ser un pas/continente religiosamente
pluralista (Parker, 2005). crecientes textos nos hablan de la
diversidad religiosa en los ms variados pases como Brasil (Teixeira
y menezes, 2006), argentina (Forni, mallimaci y crdenas, 2003),
mxico (de la Torre y gutirrez, 2007). una realidad que para chile
ya habamos estudiado en los aos 1994-1995 (Parker, 1996).
luego de un crecimiento explosivo en la segunda dcada del siglo
XX, en la primera dcada del siglo XXi el crecimiento de las
iglesias evanglicas se ha reducido, sigue incrementndose en
centroamrica pero a un ritmo ms lento y en algunos pases de
Sudamrica, incluso en algunos casos, se ha detenido. no puede
mantenerse, por ello, que chile o latinoamrica se hayan vuelto
protestantes. Todava hay una mayora catlica que bordea el 70%
-
283Pluralismo religioso, educacin y ciudadana
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
de la poblacin, pero ya no es una proporcin superior al 92% como
fuese a principios del siglo XX, por lo que el pluralismo religioso
actual es evidente.
Cmo se explican estos cambios?
la importancia de la religin en el contexto de los procesos de
modernizacin y la diversificacin de expresiones religiosas no
es exclusivamente debida a los nuevos predicadores evanglicos y
la influencia creciente de los pentecostales. Otros factores
culturales
profundos estn envueltos y estn influyendo en el nuevo
panorama
del pluralismo religioso.
En otro trabajo hemos analizado varios de estos factores
culturales (Parker, 2003) que inciden en el cambio religioso:
- la cultura del consumismo promovida por el mercado y la nueva
economa;
- los medios de comunicacin de masa y la revolucin en las
comunicaciones y la electrnica;
- los profundos cambios en el campo educativo; y
- la renovacin de los movimientos sociales y tnicos.
la gran consecuencia es que el creyente ya no reproduce las
formas religiosas convencionales recibidas de sus padres.
de estos factores, el papel de la educacin y los cambios de
mentalidad que introducen deben ser considerados como principales
en el proceso que conduce hacia el pluralismo religioso
creciente2.
la educacin moderna permite que el sujeto entre en contacto con
un horizonte cultural ms amplio, con estilos de vida diversos, e
introduce en l una apreciacin crtica de las cosas que tiende a
-
284 cristin Parker g.
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
cuestionar la tradicin moral y los dogmas. Es ms, niveles
superiores de alternativas educativas ayudan a redefinir los
modelos culturales
y dan lugar a la sociedad pluricultural.
las reformas educativas latinoamericanas y la modernizacin
neoliberal en la educacin de las ltimas dcadas bajo la gua del
Banco mundial3 han introducido una racionalizacin diferente en las
escuelas y en la gestin educativa y han diversificado la oferta
educativa. Ellas tambin han introducido una cultura ms liberal.
y la liberalizacin cultural ha facilitado la aceptacin de mensajes,
creencias y rituales heterodoxos y una cierta desconfianza hacia
las
instituciones eclesiales dominantes.
las reformas educativas han incrementado la privatizacin de
escuelas y universidades y han facilitado la penetracin de
confesiones y congregaciones religiosas diversas, as como
alternativas laicas en el campo educativo.
la mejora en las tasas de matriculacin en los niveles educativos
y las mencionadas reformas educativas tienden a impactar la
cultura, modificando la mentalidad de las nuevas generaciones,
hacindolas ms abiertas al cambio y a la diversidad, todo lo cual
legitima las diferentes opciones en el campo espiritual y
religioso.
Las adhesiones religiosas se pluralizan
Tomaremos como punto de partida los datos que nos provee el
censo nacional de Poblacin de chile, porque en este pas hemos
realizado un conjunto de estudios durante estos ltimos aos.
chile es un caso especial porque, de acuerdo a los datos
disponibles de la dcada de los ochenta del siglo pasado, era el pas
con mayor proporcin de evanglicos de iberoamrica luego de
guatemala. Hoy, de acuerdo a los datos de latinobarmetro
-
285Pluralismo religioso, educacin y ciudadana
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
(2007), es el pas menos catlico de latinoamrica del Sur (luego
de uruguay), pero ya slo se ubica en la media del protestantismo a
nivel continental. Segn esta misma fuente es el pas que viene en
tercer lugar en nmero de personas sin religin (10,2%), sumados stos
a los ateos (1,1%) a nivel continental. Es decir, chile es un
interesante caso en que el pluralismo religioso es mayor que en la
mayora de los pases latinoamericanos, aunque no es el de mayor
diversidad religiosa.
En los censos nacionales de Poblacin chilenos de 1992 y 2002,
los datos acerca de la afiliacin religiosa segn la edad
indicaron una pluralizacin creciente de alternativas religiosas
entre las generaciones ms jvenes. la Tabla 1 contrasta los dos
polos de edad (las generaciones ms jvenes y aquellas de mayor edad)
segn la afiliacin religiosa.
Tabla 1 Afiliacin religiosa por estratos polares de edad (Censos
Chile %)
15-29 Ms de 60 1992 2002 1992 2002catlico 74,01 66,18 80,83
76,94Evanglico 14,10 15,42 12,13 13,69Sin religin/ateo 7,42 11,09
3,34 4,50otra religin 4,46 7,29 3,69 4,87 Total 100 100 100 100
Diferenciascatlico -7,83 -3,89Evanglico 1,32 1,56Sin
religin/ateo 3,67 1,16otra religin 2,83 1,18
Fuente: censos nacionales de Poblacin, 1992 y 2002. instituto
nacional de Estadsticas, Santiago de chile.
-
286 cristin Parker g.
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
Es interesante anotar que la misma tendencia general se observa
en el continente latinoamericano.
Tabla 2 Latinoamrica: adhesin religiosa segn tramos extremos de
edad4 (%)
Edad Cat-licoEvan-glico
Otrareli- gin
Sin reli- gin
Ateo No res- ponde Total
15 a 29 66,2 16,4 3,1 9,5 1,2 3,6 10060 y ms 77,3 13,0 2,8 4,6
0,7 1,6 100
Dife-rencias -11,0 3,4 0,3 4,9 0,6
Fuente: Bases de datos latinobarmetro 2006.
los datos que nos ofrece latinobarmetro para el ao 2006 son
concluyentes: para los estratos de mayor edad (ms de 60 aos), el
porcentaje de no-catlicos es de 22,7%; en cambio, para los estratos
jvenes (de 15 a 29 aos), es mayor, llegando al 33,8%.
Todo ello significa que estamos ante un grupo de pases en
que el cambio religioso en adhesiones y creencias se observa, en
gran medida, porque las generaciones ms jvenes ya no estn adoptando
necesariamente la religin de sus padres a saber, para la mayora, el
catolicismo y ms bien estn orientndose por dos tendencias: hacia
las categoras ninguna religin o bien creyente sin pertenencia a una
iglesia (diferencia de 4,9%), o bien hacia los evanglicos
(incluyendo opciones pentecostales y protestantismos histricos)
(diferencia de 3,4%). En una tendencia mucho ms leve se orientan
hacia el atesmo o hacia otras alternativas religiosas entre las
cuales es posible mencionar a los testigos de Jehov, adventistas,
mormones, judos y toda clase de cultos y nuevos movimientos
religiosos.
-
287Pluralismo religioso, educacin y ciudadana
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
a primera vista los datos parecen hacer pensar en que estamos de
retorno con las tesis clsicas de la secularizacin, es decir, que,
dada la mayor modernizacin de las sociedades chilena y
latinoamericanas, habra una tendencia al incremento mayor de
alternativas alejadas de la religin e incluso de tipo
antirreligiosas. as parece indicar el hecho de que en los censos
chilenos y en los datos de latinobarmetro se incrementan con ms
velocidad los sin religin y ateos.
como procuraremos mostrar ahora, ste no parece ser el caso. El
incremento del atesmo ya no rene las caractersticas que tuvo en el
siglo XX cuando el cientificismo, de una parte, y la guerra
fra, de otra, alimentaban movimientos que consideraban a las
religiones como enemigas de la ciencia, del progreso y de la
libertad y propiciaban el positivismo y el atesmo, alentando
filosofas
materialistas, laicistas y anticlericales. Sabemos que el cambio
de siglo ha trado nuevos aires a todo este debate y ya no estamos
en los perodos en que se asociaba directamente el rechazo a la
religin como una actitud de poltica correcta para los jvenes que
tenan puesta su mirada en las promesas futuras del progreso.
Los creyentes a su manera
Estamos en presencia de una diversidad de opciones en las
adhesiones religiosas que nos muestran los censos y las encuestas,
lo cual nos indica que no slo las iglesias se han multiplicado en
amrica latina sino tambin los ms diversos grupos, incluyendo grupos
y cultos esotricos y diversas formas de espiritualidades y
misticismos postmodernos.
con todo, hay un fenmeno al cual hemos venido prestando atencin
desde fines de la dcada de los 90. Se trata de la figura del
creyente a su manera. Esta categora de adherente religioso
no
-
288 cristin Parker g.
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
existe como categora oficial de censos y encuestas y tampoco
es
una categora que suele emplearse en las estadsticas de las
iglesias, por razones que parecen evidentes. analicemos con detalle
cul es el fenmeno al cual nos referimos.
En los ltimos censos chilenos, en ambos aos (1992 y 2002), no
exista una alternativa para las personas que, por una parte, no
quieran ser identificadas con una iglesia, pero, por otra parte,
no
quieran ser consideradas antirreligiosas o ateas. la nica
categora que la encuesta del censo tena para estas personas era:
indiferente o ateo. las categoras de las encuestas generalmente
hablan de ninguna religin, o bien de indiferentes o bien de
agnsticos.
la evidencia encontrada en variados estudios en chile y en
mxico5 nos indica que la categora sin religin o no religioso, en
contexto latinoamericano, no puede confundirse o asociarse a la
categora agnstico o ateo. la denotacin de la orientacin religiosa
de stos ltimos va en sentido contrario de las afirmaciones
relativas a realidades trascendentes o sagradas.
Por el contrario, estudios cualitativos realizados por nosotros
nos han mostrado que, en la generalidad de los casos, los
denominados sin religin o bien indiferentes son, de hecho, personas
que creen en realidades superiores son creyentes pero que
generalmente no estn dispuestas a verse involucradas con la religin
que, por cierto, asocian a las iglesias establecidas. En este punto
es dnde la sociologa de las creencias se intersecta y a veces
contradice a la sociologa de la religin, entendida estrechamente
sta como sociologa de las iglesias.
Ello significa que esas personas creen en Dios y en la
mayora de las creencias cristianas bsicas (han nacido y han sido
socializadas en una cultura cristiana), incluso pueden tener su
propia espiritualidad, y al mismo tiempo se distancian de las
iglesias, de sus doctrinas, de su tica y de su clero, por
considerarlos alienantes,
-
289Pluralismo religioso, educacin y ciudadana
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
represivos o anacrnicos. Por contraste, los ateos son
generalmente un porcentaje muy pequeo de este grupo de personas
jvenes.
Estos datos evidencian una realidad que se aleja de lo
previamente conocido y que en la dcada de los 60, en el siglo
pasado, cuando el cambio cultural conllevaba la tendencia a la
secularizacin, se interpretaba pronosticando un elevado porcentaje
de ateos y de afiliaciones antirreligiosas, dado que as se
observaba
en las encuestas y en aquellos procesos polticos movilizadores
de la izquierda, especialmente en su vertiente socialista de esos
aos (Smith, 1982).
Hoy, los estudios estn entregando informacin acerca de la
participacin de las generaciones ms jvenes en una variedad de
expresiones religiosas diferentes.
al respecto, debemos considerar los datos de la Encuesta
nacional de Juventud realizada peridicamente por el instituto
nacional de Juventud de chile y que el ao 2000 incluy una categora
muy interesante y que dice relacin con lo que venimos comentando
(Tabla 4).
Como podemos observar, estos datos muestran la importancia de la
categora de los jvenes que son creyentes, pero no se identifican
con alguna iglesia. Son un 26,3% de la muestra total (N
= 3710).
En relacin a este tipo de creyentes, en los ltimos ocho aos
hemos realizado estudios sobre afiliacin religiosa dnde hemos
explorado nuevas categoras (Tabla 4).
-
290 cristin Parker g.
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
Tab
la 3
- C
reen
cia
en D
ios y
pro
xim
idad
a ig
lesi
a o
relig
in
(%)
Cre
enci
a/Ig
lesi
a/R
elig
in
Tota
lSe
xoN
ivel
soci
oeco
nm
ico
%
Hom
bre
Muj
erA
ltoM
edio
Baj
o
cat
lic
o 53
,048
,657
,554
,355
,546
,8
Cre
e en
Dio
s, si
n ig
lesi
a 26
,329
,423
,233
,725
,527
,4
Evan
glic
o 11
,710
,512
,93,
69,
817
,1
no
cree
en
dio
s 4,
86,
72,
86,
84,
74,
7
cre
e en
dio
s y ti
ene
otra
relig
in
o ig
lesi
a1,
62,
30,
90,
11,
52,
1
Test
igo
de Je
hov
1,3
1,3
1,4
01,
51,
2
mor
mn
1,
21,
31
1,5
1,5
0,7
no
cont
esta
0,
10
0,1
00,
10
Tota
l10
010
010
010
010
010
0
Fuen
te: E
ncue
sta
nac
iona
l de
Juve
ntud
, 200
0, in
stitu
to n
acio
nal d
e la
Juve
ntud
, San
tiago
de
chi
le.
-
291Pluralismo religioso, educacin y ciudadana
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
Tab
la 4
A
utoi
dent
ifica
cin
rel
igio
sa e
n C
hile
1
999-
2005
(%
)
Mue
stra
Est
udia
ntes
se-
cund
ario
s (1
999)
Est
udia
ntes
uni
ver-
sita
rios
(200
2)R
egi
n M
etro
polit
ana
(200
4)E
st. u
niv.
nac
iona
l (2
005)
Eda
des
16-2
0
1
7-29
1
8-29
18-
99
17-
29
cat
lic
o 29
,125
,826
,737
,430
,1C
atl
ico
a su
man
era
31
,031
,529
,929
,025
,8C
reye
nte
sin
rel
igi
n
15,1
24,5
21,6
13,9
17,1
Evan
glic
o 14
,64,
45,
58,
75,
7Pr
otes
tant
e 2,
30,
80,
60,
51,
0o
tra re
ligi
n 2,
11,
93,
22,
62,
4Ju
do
0,8
0,4
00
0,7
ate
o 2,
15,
78,
04,
36,
4n
o cr
eyen
te
3,1
5,0
4,6
3,7
10,8
Tota
l 10
010
010
010
010
0
Fuen
te:
Encu
esta
Est
udia
ntes
Sec
unda
rios,
1999
, m
uest
ra d
e c
oleg
ios
en l
a r
egi
n m
etro
polit
ana
y c
once
pci
n.;
Encu
esta
Est
udia
ntes
uni
vers
itario
s, 20
02, m
uest
ra re
pres
enta
tiva
de u
na g
ran
uni
vers
idad
Est
atal
en
Sant
iago
; Enc
uest
a Po
blac
in
de r
egi
n m
etro
polit
ana
de S
antia
go, 2
004,
mue
stra
re
pres
enta
tiva d
el to
tal d
e pob
laci
n d
e la r
egi
n; E
ncue
sta n
acio
nal d
e Est
udia
ntes
uni
vers
itario
s, 20
05, m
uest
ra re
pres
enta
tiva d
el to
tal d
e est
udia
ntes
de
las 2
5 pr
inci
pale
s uni
vers
idad
es d
e c
hile
. Tod
os e
stud
ios d
el a
utor
.
-
292 cristin Parker g.
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
como observamos, entre 25% y 30% de los estudiantes secundarios
y universitarios declara ser catlico sin reparos. Entre 26% y 31%
de los estudiantes secundarios y universitarios se autoidentifica
como catlicos a su manera, sugiriendo que
toman distancia del Catolicismo oficial y eclesistico. Es
importante
mencionar que entre 15% y 25% de los estudiantes secundarios y
universitarios se identifica como creyentes sin religin,
mientras
que slo 5% de los estudiantes secundarios y 11% a 17% de los
estudiantes universitarios se identifican como no creyentes o
ateos.
Para hacer una interpretacin vlida es necesario aclarar que las
muestras de estudiantes secundarios y universitarios no son
representativas del pas entero; y slo la encuesta de la regin
metropolitana de 2004 es representativa de la poblacin regional
total y nos permite hacer un anlisis comparativo.
con todo, hay algunas tendencias generales a ser mencionadas.
las diferencias entre estudiantes secundarios y universitarios son
pertinentes. la diferencia ms sustancial se da en las categoras
ateo y no creyente, que es superior en ambos casos para los
estudiantes universitarios.
En la iV Encuesta nacional de Juventud (2003, n = 7189), que
tena otra clasificacin para la afiliacin religiosa, el 23% de
los encuestados afirmaron que yo no me siento cerca de
ninguna
religin, pero slo 4,5% declararon ser no creyente en dios o
cualquier divinidad.
En la V Encuesta nacional de Juventud (2006; n = 6345), es
significativo que el 24,5% plantea no sentirse identificado con
ninguna religin, siendo los hombres con un 29,8% los que
sobresalen en esta situacin, mientras que las mujeres lo reportan
en un 19,1%. analizados los datos con mayor detencin, se observa
que no todos los que declaran no adherir a ninguna opcin
religiosa
-
293Pluralismo religioso, educacin y ciudadana
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
son no creyentes. al menos un tercio (66%) de ese 24,5% general,
que declaran ninguna religin, se confiesa creyente en Dios. En
el
total de los encuestados, esto significa que solamente hay cerca
de
un 8% de no creyentes consistentes.
Si observamos la categora catlico de la Tabla 4, veremos que es
superior (37,4%) para la muestra total de la poblacin metropolitana
que cualquier valor en la otra muestra de juventud o grupos de
estudiantes. los creyentes sin religin, en cambio (qu es 14% para
la poblacin metropolitana entera), tienden a ser superiores en las
muestras de juventud (15% en estudiantes secundarios, 17% para
muestra nacional de estudiantes universitarios).
la evidencia que nos viene de la muestra de la regin
metropolitana (Tabla 5) sugiere que la tendencia en los creyentes
sin religin es estar principalmente presente en las generaciones ms
jvenes; ella se corrobora pero inversamente para los catlicos:
ellos estn principalmente presentes en las generaciones mayores.
Hay tambin una tendencia ligera para aquellos que se declaran
catlicos a su manera de estar ms presente entre los adultos jvenes
y adultos de la edad madura, entre 30 y 49 aos. Todos estos datos
son estadsticamente significativos [Chi2(10) = 97,63;
p = 0,000].
-
294 cristin Parker g.
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
Tab
la 5
- A
filia
cin
rel
igio
sa p
or e
stra
to d
e ed
ad. E
ncue
sta
Reg
in
Met
ropo
litan
a, 2
004
(%)
Est
rato
de
edad
Agn
stic
o,
ateo
Cre
yent
e s
in
relig
in
Cat
lic
oC
atl
ico
a su
m
aner
aE
vang
lic
oO
tra
relig
in
Tota
l
18 a
29
12,7
21,7
26,9
30,1
6,1
2,6
100
30 a
49
6,5
14,7
30,2
35,9
11,8
0,8
100
50 a
59
6,0
10,3
41,6
27,8
11,7
2,5
100
ms
de
605,
67,
452
,123
,68,
82,
510
0To
tal
8,0
13,9
37,4
29,2
9,3
2,2
100
Fuen
te: E
ncue
sta
reg
in
met
ropo
litan
a, 2
004.
inve
stig
aci
n de
l aut
or.
-
295Pluralismo religioso, educacin y ciudadana
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
la tendencia general a ensanchar el espectro de opciones
religiosas (y el declive en el nmero de catlicos) es mayor entre
los estudiantes y las generaciones ms jvenes. Parece ser que para
los estudiantes universitarios se manifiesta una tendencia a
que
predominen all opciones de tipo no creencia o atesmo.
nuestra hiptesis principal aqu es que la racionalidad para esta
tendencia es que las personas que tienen un nivel superior de
educacin formal tendern a optar por opciones ms racionalizadas y no
formales ni institucionales de creencias (creencia a su manera) o
por abandonar todas las referencias a la religin en su vida
(agnosticismo o atesmo).
indagando con mayor profundidad en la categora creyente sin
religin o a su manera, es claro que estamos ante personas que
tienen mayores niveles de desconfianza institucional, apuntando
su identificacin religiosa en un sentido extraeclesial.
de hecho, en el estudio de la regin metropolitana de 2004, los
que se identifican como catlicos a secas declaran mayor
confianza hacia la Iglesia y su jerarqua religiosa (los
sacerdotes
catlicos). Los catlicos declaran un 46% de mucha confianza
en los sacerdotes; en tanto, los catlicos a su manera, slo en un
26%. Entre los declarados creyentes sin religin, 53% desconfan de
los sacerdotes catlicos. (Estos datos tienen significacin
estadstica: chi2(10) = 193,371, p = 0,000; Pears = 0,06697, p =
0,029; Spear = 0,0496, p = 0,030).
sta es una seal clara que sin religin debe interpretarse como
una posicin que quiere enfatizar una disidencia respecto de la
Iglesia catlica oficial, iglesia monoplica y mayoritaria. Pero no
es
antirreligioso: es otro tipo sociolgico de creyente, es decir,
reconoce su fe en dios y en valores cristianos. la evidencia del
estudio sobre universitarios a nivel nacional de 2005 va en la
misma direccin.
-
296 cristin Parker g.
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
retomando los datos de la Tabla 4, si se agregan los datos
referidos a los catlicos a su manera a aquellos de los creyentes
sin religin, tenemos a 46% de la muestra de estudiantes de la
escuela secundaria, y a 43% a 56% de estudiantes universitarios,
datos de muy alta relevancia sociodemogrfica. Desde el punto de
vista terico eses datos podran interpretarse como los formas de
disidencia religiosa en un campo cultural-nacional donde el
catolicismo es hegemnico en la cultura. los datos del estudio de la
regin metropolitana de 2004 van en la misma direccin: 51% de las
personas entre los 15 a 29 aos pueden ser clasificados en la
categora de disidentes del Catolicismo oficial, y 43% de la
poblacin general (que incluye todas las edades).
como se ha observado en amrica del norte, la prctica religiosa
tradicional en las iglesias est cayendo. Pero este hecho no hace
pensar en una falta de inters religioso en absoluto sino en un
cambio en los intereses hacia nuevas direcciones. En Europa, las
investigaciones dirigidas por lambert, en Francia, han llamado a
este tipo de creyentes los cristianos culturales, o bien se han
referido a la figura del desta cristiano (Lambert, 2003).
En general, los datos consignados son coincidentes con estudios
realizados en sectores juveniles a nivel internacional y evidencian
una desinstitucionalizacin de las creencias. Esto es, hay una
progresiva toma de distancia de parte de muchos creyentes respecto
a las instituciones eclesiales. muchos jvenes no necesariamente
abandonan sus creencias, ms bien no quieren estar ligados a una
determinada confesin, sus dogmas, instituciones y normas (injuv,
2007).
La educacin como un factor que influye en las opciones
religiosas
Se ha afirmado en la teora clsica que la modernizacin
genera,
entre sus procesos, la elevacin de la tasa de escolarizacin, lo
que
-
297Pluralismo religioso, educacin y ciudadana
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
va transformando la cultura tradicional. En efecto, se ha
considerado a la educacin moderna como un factor de secularizacin
que reduce la religiosidad y promueve las opciones racionales y la
crtica de tradicin. En los datos que tenemos del caso chileno se
observa que el factor educativo es pertinente para el anlisis de
los cambios en la mentalidad religiosa, pero esta influencia no va
necesariamente en el sentido de lo que postulaba linealmente el
paradigma de la modernizacin. lo que observamos es que si bien se
incrementan las opciones racionalistas y secularizadoras con la
escolarizacin, por otra parte se incrementan tambin otras opciones
y bsquedas espirituales.
uno de los indicadores principales del proceso de modernizacin
en chile es la proporcin creciente de alfabetizacin. En la ltima
dcada (segn los censos de 1992 y de 2002), chile pas de 94,6% a
95,8% en la proporcin de alfabetismo. Por otro lado, un aumento muy
significativo ha tenido lugar a nivel de educacin formal. El censo
de 2002 sugiere que el nivel de nios que asisten a la educacin
preescolar casi fue doblado. con respecto a educacin secundaria y
superior, el nmero de las personas que egresaron de esos niveles
aument de 1.072.198 en 1992 a 2.284.036 en 2002. Esto es un aumento
de 9% en el caso secundarios y de 16,4% en el caso universitarios
en relacin a la matrcula total en cada nivel.
cuando se comparan estos datos con aquellos sobre identificacin
religiosa en los estratos de edad de 15 a 29 aos, se encuentra que,
para niveles superiores de educacin formal, se da una mayor
cantidad de personas que se declaran sin religin o ateos o
agnsticos. En la educacin bsica, stos alcanzan 9,4% del total; en
las personas que han alcanzado educacin secundaria, el porcentaje
aumenta a 9,91% y, con aqullos que han alcanzado la educacin
superior, llega a 15,31%. En los estratos de personas que
recibieron 6 aos o ms de educacin superior, el porcentaje de ateos
y agnsticos y aqullos que se declaran sin afiliacin religiosa
alcanza su punto mayor en 20,35%.
-
298 cristin Parker g.
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
analicemos los datos que trae el censo chileno para la regin
metropolitana en la cual est la ciudad de Santiago de chile, una
ciudad bastante moderna, con ms de seis millones de habitantes.
Tabla 6 Religin por nivel educativo. Chile: Censo Nacional de
2002, Regin Metropolitana (poblacin mayor de 15 aos)
Nivel educa-tivo Catlico
Evan- glico
Otra religin
Ninguna o ateo Total
Bsica (8 o menos) 814308 234442 86905 83853 1219508
Secundaria (9 a 12) 1468781 277466 161951 202798 2110996
Tcnica y uni-versitaria 846160 83265 106672 185366 1221463
Total 3129249 595173 355528 472017 4551967
Porcentajes
Bsica (8 o menos) 66,77 19,22 7,13 6,88 100
Secundaria (9 a 12) 69,58 13,14 7,67 9,61 100
Tcnica y uni-versitaria 69,27 6,82 8,73 15,18 100
Total 68,74 13,08 7,81 10,37 100
Diferencias
-1,97 6,15 -0,68 -3,49
0,83 0,07 -0,14 -0,76
0,53 -6,26 0,92 4,81
Fuente: censo nacional de Poblacin, 2002. instituto nacional de
Estadsticas, Santiago de chile. Tabulacin del autor.
-
299Pluralismo religioso, educacin y ciudadana
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
Se observa lo que hemos ya analizado acerca de los sin religin y
los agnsticos y ateos. En cuanto a las otras opciones religiosas,
se aprecia que los evanglicos estn influidos
negativamente por los niveles crecientes de educacin: a mayor
nivel educativo se reduce la proporcin de evanglicos.
dado que las generaciones ms jvenes son aquellas que cada vez ms
reciben el impacto del sistema educativo moderno, observemos los
datos correspondientes a las personas entre 15 y 29 aos para todo
el pas:
Tabla 7 Escolarizacin y religin en Chile. Estrato etario: 15 a
29 aos. Censo Nacional de 2002 (%)
Poblacin de 15 a 29 aos por educacin y religin
Nivel educativo Catlico Evan- glicoOtra
religinNinguna
o ateo Total
8 grado o menos 61,84 22,20 6,48 9,49 100
Enseanza Se-cundaria 67,17 15,90 7,03 9,91 100
Enseanza Supe-rior o universi-taria
67,34 8,72 8,62 15,31 100
Total 66,18 15,43 7,30 11,09 100
Diferencias -4,34 6,77 -0,82 -1,600,98 0,47 -0,27 -1,191,16
-6,70 1,32 4,22
Fuente: censo nacional de Poblacin, 2002. instituto nacional de
Estadsticas, Santiago de chile. Tabulacin del autor.
-
300 cristin Parker g.
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
de hecho, entre 15 y 29 aos, los catlicos con menor educacin
formal son proporcionalmente menos. los evanglicos con menor
educacin formal son proporcionalmente ms, y, en un nivel educativo
superior, son proporcionalmente menos. la menor proporcin del nmero
de evanglicos con mayor educacin formal es ocupada por no creyentes
o sin religin y, en una ostensible menor proporcin, por catlicos y
otras religiones.
El estudio de la regin metropolitana de 2004 nos permite
reforzar las observaciones empricas y verificar estas
tendencias.
Para evitar el sesgo de la edad en la relacin causal entre la
educacin y religin, hemos aplicado una prueba nominal de correlacin
de cramer a cada estrato de edad, con los siguientes
resultados:
- 18 a 29 aos (crV = 0,162, p = 0,052);
- 30 a 49 aos (crV = 0,197, p = 0,000);
- 50 a 59 aos (crV = 0,173, p = 0,410);
- 60 aos o ms (crV = 0,181, p = 0,687).
Esto significa que las variables edad y educacin estn
influyendo en la religin. Con un test de correlacin nominal
se
verifica que la educacin est significativamente correlacionada
con
la religin en los primeros estratos de edad (18 a 29) y tiene
una correlacin significativa mayor en los segundos estratos de edad
(30
a 49). En los otros estratos de edad (entre 50 y 59 y ms de 60),
ellos no evidencian correlacin.
En otros trminos, este estudio est mostrando que la educacin
moderna y formal es un factor determinante que influye
en las opciones religiosas entre las generaciones jvenes y
medias, aunque no en las generaciones ms viejas.
-
301Pluralismo religioso, educacin y ciudadana
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
Tab
la 8
R
elig
in
por
nive
l edu
cati
vo:
estu
dio
Reg
in
Met
ropo
litan
a, 2
004
(%)
Niv
el e
duca
tivo
Adh
esi
n re
ligio
sa
Agn
stic
o,
ateo
Cre
y-en
te si
n re
ligi
nC
atl
ico
Cat
lic
o a
su
man
era
Eva
ngl
ico
Otr
a re
ligi
nTo
tal
8 g
rado
o m
enos
528
106
6034
423
7En
sea
nza
Secu
ndar
ia29
7320
416
557
1554
3En
sea
nza
Supe
rior o
uni
ver-
sita
ria59
6112
811
517
838
8
Tota
l93
162
438
340
108
2711
688
gra
do o
men
os2,
1111
,81
44,7
325
,32
14,3
51,
6910
0En
sea
nza
Secu
ndar
ia5,
3413
,44
37,5
730
,39
10,5
02,
7610
0En
sea
nza
Supe
rior o
uni
ver-
sita
ria15
,21
15,7
232
,99
29,6
44,
382,
0610
0
Tota
l7,
9613
,87
37,5
029
,11
9,25
2,31
100
Dife
renc
ias
8 g
rado
o m
enos
-5,8
5-2
,06
7,23
-3,7
95,
10-0
,62
Ense
anz
a Se
cund
aria
-2,6
2-0
,43
0,07
1,28
1,25
0,45
Ense
anz
a Su
perio
r o u
nive
r-si
taria
7,24
1,85
-4,5
10,
53-4
,87
-0,2
5
Fuen
te: E
stud
io r
egi
n m
etro
polit
ana,
200
4. P
or e
l aut
or.
-
302 cristin Parker g.
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
al respecto, hemos analizado los datos que nos entrega
latinobarmetro (2007) en sus encuestas para toda amrica latina. las
tendencias generales observadas nos sugieren que el caso chileno no
es una excepcin. los datos mencionados nos entregan resultados
similares: los evanglicos son proporcionalmente ms entre los menos
educados en las encuestas de los siguientes pases: argentina,
chile, Paraguay, Per, uruguay y Venezuela.
los casos contrarios, en los cuales la tendencia es a encontrar
un mayor nmero de evanglicos a medida que subimos en el nivel
educativo, son menos: repblica dominicana y El Salvador. los casos
mesoamericanos de mxico, guatemala, Honduras y Panam no presentan
tendencia definida y los casos de Brasil y Colombia presentan
tendencias diversificadas y ms plurales.
Estos datos nos muestran una tendencia al cambio religioso y
cultural que estaran asociados a los grandes cambios en los
sistemas educativos durante la ltima mitad del siglo XX. las
generaciones de mayor edad (50 aos o ms) asistieron a la escuela
hace cuarenta o ms aos (aqullos que tenan la oportunidad de ir a la
escuela), cuando las opciones culturales y religiosas y las
condiciones pedaggicas eran ms tradicionales y la instruccin no
reciba el impacto de los medios de comunicacin de masa y las nuevas
tecnologas de hoy.
La influencia cultural de la globalizacin en la educacin y en la
socializacin de los aos ochenta en adelante es ms evidente para las
generaciones jvenes (es decir, para aquellas personas que tienen
entre 15 y 35 aos).
El conjunto de datos e informaciones que hemos recopilado y
analizado nos posibilita desarrollar una serie de postulados que, a
manera de hiptesis, se pueden formular como sigue:
1. los niveles crecientes de escolarizacin estn generando
cambios religiosos incrementando las alternativas al
-
303Pluralismo religioso, educacin y ciudadana
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
catolicismo tradicional y acrecentando el pluralismo en las
adhesiones y creencias religiosas (catlicos a su manera, creyentes
sin religin, agnsticos/ateos y otras religiones).
2. En una tendencia paralela a la anterior, se observa que el
incremento de las tasas de escolarizacin se da asociado con el
decremento del porcentaje de evanglicos.
3. La confirmacin de las tendencias establecidas indicara que,
al incrementarse las tasas de escolarizacin en el futuro de chile y
amrica latina (proceso que ya est en marcha por las reformas y
modernizacin educativa6), el pluralismo religioso se vera
incrementado y el crecimiento de los catlicos y de los evanglicos
disminuira consecuentemente.
un reciente estudio de 2007 sobre una muestra representativa de
Evanglicos en dos de las regiones de chile7 con mayor proporcin de
esta opcin religiosa, nos sugiere que efectivamente se estara dando
un proceso de mayor escolarizacin entre los jvenes evanglicos.
a menor edad, mayor nivel educativo entre los evanglicos; a
mayor edad, inversamente menor nivel educativo. con todo, la
pregunta que corresponde hacerse es: disminuir ello el crecimiento
de los evanglicos en la medida en que avancen las modernizaciones y
los niveles educativos se incrementen? que es, como hemos
adelantado, una de nuestras hiptesis.
La hiptesis contraria podra ir en un sentido distinto
afirmando
que los mejores niveles educativos cambiaran la naturaleza de la
insercin social de los evanglicos sin afectar mayormente su
crecimiento. Es decir cambiar la forma de insercin de esas iglesias
en la sociedad y se tornarn instancias ms presentes e integradas al
quehacer nacional dejando atrs su carcter de minora religiosa
-
304 cristin Parker g.
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
Tab
la 9
E
duca
cin
cre
cien
te d
e j
vene
s ev
ang
licos
, 200
7 (%
)
Eda
dB
sic
a 4
Bs
ica
8M
ed. 1
1M
ed. 1
2T
cni
caU
nive
rsita
ria
No
resp
onde
Tota
lN
15-2
91
3,6
13,3
26,2
26,7
28,7
0,5
100
195
30-5
93,
921
,212
,129
,322
,110
,11,
310
030
760
y +
20,3
40,6
1311
,67,
24,
33
100
69m
edia
4,9
17,5
12,6
26,1
21,9
15,8
1,2
100
571
Fuen
te: I
nves
tigac
in
Fond
ecyt
n. 1
0609
88.
-
305Pluralismo religioso, educacin y ciudadana
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
marginada? analizaremos esto cuando toquemos el acpite sobre
religin y ciudadana.
Por otra parte, si nos enfocamos en los jvenes y estudiantes
(entre 15 y 29 aos) en el contexto histrico de una lite que est
viviendo los cambios de un pas en desarrollo, la pregunta es: el
pluralismo religioso creciente es solamente efecto de un grado
superior de educacin o influye tambin la oferta educativa
institucional (el hecho de que haya o no escuelas
confesionales)?
El anlisis de los datos de nuestros estudios (Tabla 4) acerca de
la influencia del tipo de escuela en la pluralizacin de
alternativas religiosas no es concluyente.
las escuelas secundarias confesionales no necesariamente
registran porcentajes ms elevados de jvenes que se declaran
catlicos. Slo en la escuela privada pagada de estratos
socioeconmicos altos encontramos una proporcin superior de catlicos
(72%). Esto es probablemente debido al hecho que el catolicismo es
un rasgo cultural de las clases superiores en chile. En muchas
escuelas secundarias laicas o estatales encontramos una mayor
proporcin de catlicos a su manera, pero la tendencia no es
permanente.
a nivel de universidades, aquellas confesionales catlicas
efectivamente registran mayor proporcin de catlicos y menor de
creyentes a su manera y de no creyentes. las universidades pblicas
y laicas, por su parte, registran mayor proporcin de creyentes a su
manera, de otras confesiones no catlicas (protestantes, mormones,
judos, etc.) y de no creyentes y ateos. las diferencias respectivas
oscilan entre el 3 y el 12%. Es decir, no son pronunciadas.
lo que es importante subrayar aqu es que parece que el factor
institucional, si bien influye, no juega un papel decisivo en
la
pluralizacin de alternativas.
-
306 cristin Parker g.
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
Efectivamente, las reformas educativas han ampliado la oferta y
en los aos recientes han aparecido nuevas instituciones laicas y se
han diversificado las escuelas y universidades privadas
lo que amenaza con el privilegio que tena la educacin catlica en
los pases latinoamericanos. Todo ello, si bien en algunos casos
influye considerablemente, en otros no influye para nada, por lo
que
no parece ser el factor decisivo en la pluralizacin de creencias
y adhesiones religiosas de las generaciones jvenes.
Mucho ms relevante parece ser la influencia de valores
culturales vehiculizados por el sistema y la cultura escolar que
estn generando creyentes a su manera e incluso en las escuelas
catlicas. En el caso de las universidades, prcticamente no hay
diferencia en la proporcin de catlicos a su manera existente en las
universidades catlicas y en las universidades laicas y pblicas.
nuestra hiptesis interpretativa en este respecto es que la
exposicin general a una cultura ms liberal y crtica, en las lites
ms educadas (estudiantes universitarios analizados) da la
oportunidad de cuestionar la identificacin religiosa tradicional.
Una
cultura ilustrada en este caso lleva, de una parte, a la
secularizacin clsica: se incrementa el no creyente, pero tambin se
bifurca en otra direccin: lleva a nuevas alternativas y bsquedas
espirituales de tipo no ortodoxo. la mayora de los creyentes a su
manera son de hecho creyentes en la astrologa, el tarot, la
reencarnacin, la New Age y en toda clase de misticismos y
neoesoterismos contemporneos.
Pluralismo religioso: construccin de ciudadana democrtica?
Podra pensarse que incrementar el pluralismo religioso quebrando
el monopolio que el catolicismo mantuvo por centurias sera
saludable para la democracia latinoamericana, ya que posibilita
introducir la diversidad religiosa y cultural en las bases mismas
de la
-
307Pluralismo religioso, educacin y ciudadana
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
sociedad civil. Siendo vlida esta afirmacin, ella es muy
incompleta
porque los fenmenos religiosos y sus impactos en el campo cvico
y poltico no obedecen a causalidades unidimensionales ni mucho
menos de tipo lineal.
La pregunta por la influencia de la religin en el campo
cvico-poltico latinoamericano tiene muchas aristas y ciertamente
nos conduce a la vieja relacin IglesiaEstado, por una parte, y a la
relacin entre las expresiones y movimientos religiosos y sus
influencias en la construccin de los movimientos sociales y
polticos, por otra.
En los aos recientes, los cambios polticos experimentados en
amrica latina, con el advenimiento al poder de tantos regmenes de
centroizquierda o populistas, como en Brasil, Venezuela, argentina,
Ecuador, Bolivia, chile, nicaragua, y recientemente con la eleccin
del ex obispo lage de Paraguay, nos llevan a considerar la dimensin
religiosa que ha estado involucrada en dichos procesos.
de hecho, lo cierto es que ya no estamos en presencia de un
factor religioso que era rpidamente identificado como contrapeso
poltico hacia la derecha durante casi toda la vigencia del siglo
XiX y la primera mitad del siglo XX en la historia latinoamericana.
En efecto, durante dcadas, en las sociedades oligrquicas, el
catolicismo tuvo su expresin poltica en los conservadurismos de
diverso cuo. En su lucha contra el liberalismo y el laicismo, los
partidos conservadores llegaron incluso a declararse defensores de
la iglesia. luego surgieron, en la sociedad de masas, las
alternativas de nueva cristiandad y los proyectos en pocos casos
exitosos de partidos demcratas cristianos. Finalmente vino toda la
renovacin conciliar y las reformas de la conferencia de obispos de
medelln en adelante: la iglesia catlica se transform en un factor
de cambios y de generacin de liderazgos para promover la
transformacin social. la historia que sigue, con la expansin de las
comunidades de base y la teologa de la liberacin, es ya
conocida.
-
308 cristin Parker g.
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
Todo ello posibilita comprender que ahora, detrs de la
conformacin de muchos movimientos sociales, movimientos indgenas y
regmenes movilizadores, en esta ltima dcada en el continente desde
mxico hasta la Patagonia , detrs de cambios polticos sustanciales,
ya no solo hacia la derecha, sino hacia el centro y tambin hacia la
izquierda, hay un trabajo de las iglesias que tuvo su origen en la
promocin social y que culmin en el insumo hacia dichos movimientos
sociales.
Es un hecho que la religin ha estado siempre vinculada con el
poder y as lo ha analizado la sociologa y la ciencia poltica. En
efecto, todo fenmeno religioso conlleva poder sagrado, pero y
precisamente por ello, es un factor de poder en el juego de
poderes. la religin puede ser considerada como una forma de lo que
nye (1990) llama soft power y uno de los ms eficaces por su
legitimidad simblica. ms todava en el mundo contemporneo donde los
factores culturales son cada vez ms relevantes, el poder
simblico-religioso es un factor de poder enorme. de hecho, el poder
simblico, legitimado extra-socialmente, es un signo poderoso
empleado para reforzar a la fuerza material, ya sea para imponer un
imperio y/o para resistirlo.
Pero no es esta la ptica desde la cual queremos abordar el
problema de la religin y la ciudadana en este artculo, sino ms bien
desde el anlisis de la contribucin de las adhesiones religiosas, de
esta nueva mentalidad religiosa naciente, menos institucional,
hacia la construccin de una ciudadana democrtica, despolitizada,
mucho ms inspirada en valores que en ideologas y mucho menos
preocupada del apoyo a los partidos polticos que en el trabajo de
construccin de las redes en la sociedad civil.
Es un hecho reciente que la recuperacin de la democracia en
muchos procesos a nivel mundial, desde la cada del muro de
Berln,
-
309Pluralismo religioso, educacin y ciudadana
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
en Europa, Europa del Este, asia y amrica latina e incluso en
algunas partes de frica, ha trado a la actualidad no slo el
discurso y la prctica de los derechos humanos, sino que tambin el
discurso acerca de la ciudadana.
Fue la democracia liberal, en su larga trayectoria, la que sent
las bases de la conquista de las libertades fundamentales y con
ellas del derecho de ciudadana entendido democrticamente. Pero
digamos de partida que la concepcin liberal de ciudadana tiene sus
limitaciones por cuanto apela a una ciudadana pasiva en el
ejercicio de los derechos individuales cvico-polticos del
ciudadano. En efecto, las demandas democrticas de las sociedades
contemporneas apelan a una ciudadana activa (gonzlez, 2001) que
incluye una accin ciudadana en todos los mbitos de los derechos,
incluyendo los derechos sociales, econmicos y culturales.
a un nivel general, la mayora de los autores concuerda con
Marshall (1998), quin identifica ciudadana abarcando un sentido
civil de derechos bsicos y protecciones, derechos polticos del
ciudadano (derecho a voto y de reunin) y acceso a la ciudadana
social (el empleo, alojamiento, salud y otros beneficios y
bienestar
sociales).
El concepto de ciudadana se ha ido ampliando con el tiempo.
desde la ciudadana civil y poltica se ha puesto nfasis en la
ciudadana social (marshall y Bottomore, 1998), la ciudadana tnica
(Kymlicka, 1996) de migrantes e incluso en la denominada ciudadana
universal (Tabin, 2000). Si bien no puede haber una linealidad
entre ellas y ms bien habra que verlo como una tensin permanente
sobre sus contenidos, el anlisis de la ciudadana es un enfoque til
para el anlisis social. Hay quienes han preferido hablar de
derechos humanos como una superacin de la tematizacin de la
ciudadana, pero ello le resta el nfasis en la participacin del
actor social (Turner, 2006).
-
310 cristin Parker g.
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
la discusin actual acerca de la ciudadana plantea la relacin con
el carcter universal de sta en su concepcin clsica y el hecho de
que estamos ante una sociedad cada vez ms diversa y plural
(Kymlicka y norman, 1994). algunos tericos plantean que debe
sobrepasarse el debate de la diversidad para centrarse en el
universalismo de la ciudadana, otros autores insisten en que no es
posible hablar hoy de ciudadana sin asumir que la diversidad y el
pluralismo deben y pueden ser integrados al marco mismo de la
definicin de ciudadana democrtica en el siglo XXI (Shafir,
1998).
ahora bien, la generacin de un nuevo panorama sociorreligioso
plural en amrica latina ha transformado los trminos en los cuales
se daba la relacin religin y poltica, y por ende los trminos en los
cuales se daba la vieja relacin entre el catolicismo predominante y
la ciudadana en sociedades latinoamericanas que, hasta mediados del
siglo XX, todava no alcanzaban niveles de democratizacin poltica
universal. como dice levine (2005), el contexto generado por el
pluralismo ampla el campo de influencias e interaccin mutua
entre religin y poltica y deja a las instituciones de iglesia
fuera del centro del escenario.
la generacin de un vocabulario prctico de derechos, que incluye
la defensa de los derechos humanos, pero tambin genera sujetos
autnomos, ha ido ciertamente generando un nuevo contexto de
encuentro entre las corrientes y prcticas seculares y religiosas y
funda una nueva relacin terica y emprica entre religin y
ciudadana.
Cmo se da esta relacin hoy en da en los fieles latinoameri-
canos?
de partida, como veremos, nuestro foco de atencin no sern las
iglesias ni la relacin iglesiaEstado, ni las acciones polticas
de
-
311Pluralismo religioso, educacin y ciudadana
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
movimientos inspirados religiosamente, sino lo que acontece con
los fieles y sus prcticas inspiradas por su mentalidad, sus
valores
y sus opciones. Profundizaremos en el pluralismo de creencias y
adhesiones religiosas y de su relacin con opciones cvicas y no
necesariamente con opciones poltico-ideolgicas que, como sabemos,
estn hoy desprestigiadas.
las preguntas que nos hacemos son: los creyentes a su manera son
ms inorgnicos en lo cvico y poltico dado que tienden a ser
inorgnicos en el campo religioso? los catlicos y los evanglicos son
verdaderamente pluralistas en el campo cvico-democrtico? ciertas
adhesiones religiosas inhiben la participacin en las organizaciones
de la sociedad civil? Es posible encontrar tendencias no
democrticas en ciertas opciones religiosas actuales?
revisemos esta temtica en tres dimensiones que nos han parecido
claves a la luz del pluralismo de adhesiones religiosas que hemos
observado: inicialmente, analizaremos lo que sucede con los
creyentes a su manera y la ciudadana democrtica, luego con los
evanglicos. Finalmente, analizaremos en general cmo las diversas
adhesiones religiosas construyen ciudadana democrtica desde su
perspectiva familiar y de su participacin activa en las iglesias y
en las organizaciones de la sociedad civil.
Creyentes a su manera y apoyo al sistema democrtico
respecto a las creencias a su manera, es importante anotar que
generalmente se trata de personas nacidas en un ambiente catlico
por lo que estamos ante un recorrido interior hacia la disidencia
de la cultura dominante. Este camino se confirma cuando
se emigra hacia otras iglesias o cuando incrementan el grupo de
creyentes sin religin. de hecho, stos ltimos son catlicos nominales
nacidos en familias de cultura catlica que dicen creer en dios,
Jesucristo y otras verdades, pero no en la iglesia romana. Este
-
312 cristin Parker g.
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
tipo de fiel construye su propia visin sincrtica combinando
sus
creencias cristianas con otro tipo de creencias populares o
similares, ltimamente de corte postmoderno.
cmo repercuten estas creencias en la visin que se tiene de la
democracia y los valores cvico-polticos democrticos? Si acaso hay
una actitud de fondo anticultura religiosa oficial, no
habr tambin una postura antisistema democrtico? no resulta fcil
responder esta pregunta y menos cuando no tenemos estudios sobre el
asunto en amrica latina.
En nuestra investigacin sobre universitarios en chile de 2005
nos encontramos con los siguientes datos que nos posibilitan
adelantar algunas posibles interpretaciones:
Tabla 10 Adhesiones religiosas en universitarios y opcin
democrtica. Estudio Universitarios Chilenos, 2005 (%)
ReliginRgimen de gobierno preferido
Democrtico Anarquista Autoritario Ninguno
catlico 86,0 2,2 5,4 4,2
catlico a su manera 84,3 2,6 4,5 6,6
Evanglico 82,1 2,5 7,3 4,3creyente sin religin 79,3 4,7 4,7
8,9
otra religin 74,9 2,6 4,2 16,2
no creyente 71,6 8,2 8,2 10,4
ateo 70,1 10,7 6,9 10,4Fuente: Estudio universitarios chilenos,
2005. Por el autor. (Fondecyt n. 1040261.)
Estamos aqu ante un fenmeno interesante. los catlicos y los
catlicos a su manera reafirman el valor del sistema democrtico.
-
313Pluralismo religioso, educacin y ciudadana
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
los evanglicos estn incluso por sobre el valor medio de 81,2%.
los creyentes sin religin estn levemente por debajo. Pero lo cierto
es que los creyentes en otras religiones y los no creyentes y ateos
representan los que con mayor claridad disienten del sistema
democrtico, ya sea porque lo apoyan menos o porque prefieren ningn
rgimen. Para el caso de los universitarios no creyentes y ateos es
claro que dicha afirmacin de disidencia de la religiosidad
dominante en la sociedad va acompaada por una inclinacin por el
rgimen anarquista (8,2% a 10,7%, respectivamente, sobre media de
3,95%). Para esta minora ilustrada es claro que su rebelda frente a
las creencias establecidas se asocia a su rebelda frente al sistema
poltico establecido.
no es entonces el creyente a su manera un disidente del sistema
poltico democrtico, tampoco lo son los evanglicos, como veremos ms
adelante en detalle. Pero qu sucede con las creencias heterodoxas
de tipo sincrtico, que hemos mencionado y que tejen alternativas
religiosas dismiles a los caminos convencionales de las religiones
oficiales? Son generadoras de valores y actitudes ciudadanos
disidentes?
Tenemos los datos de nuestro estudio sobre universitarios.
Tabla 11 Ciencias heterodoxas en universitarios y opcin
democrtica. Estudio Universitarios Chilenos, 2005 (%)
Rgimen de gobierno preferidoDemocrtico Anarquista Autoritario
Ninguno Total
cree 82,8 4,4 5,0 7,9 100no cree 83,0 3,8 6,2 7,0 100
Fuente: Estudio universitarios chilenos, 2005. Por el autor.
En el cruce que tenemos en Tabla 11 observamos que el hecho de
creer en heterodoxias no condiciona de manera alguna una opcin
antidemocrtica. Prcticamente no influye.
-
314 cristin Parker g.
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
Estamos hablando aqu de creyentes en verdades cristianas que
adems afirman creer simultneamente en al menos ocho o ms
de las siguientes expresiones: nimas, maleficios, brujeras,
poder
de las hierbas, espritus, la reencarnacin, el yoga, la
astrologa, los fantasmas, los extraterrestres y los chamanes
indgenas (machi en la cultura mapuche). Estas creencias heterogneas
no conllevan al rechazo a la democracia aunque se nota una muy leve
asociacin (no significativa) de los creyentes heterodoxos con el
anarquismo y
la opcin ningn rgimen de gobierno.
Veamos ahora otros cruces acerca de las visiones de la poltica y
de la responsabilidad cvica.
Tabla 12 - Ciencias heterodoxas en universitarios y visiones
cvico-polticas. Estudio Universitarios Chilenos, 2005 (%)
Visin de la responsabilidad ciudadanaPositiva Negativa Total
cree 64,0 36,0 100no cree 61,2 38,8 100
Concepcin de la responsabilidad cvicaAmplia Poltica Total
cree 73,5 26,5 100no cree 73,4 26,6 100
Visin de la polticaPositiva Negativa Total
cree 46,8 53,2 100no cree 49,5 50,5 100
Fuente: Estudio universitarios chilenos, 2005. Por el autor.
Es claro que la informacin que entregan estos datos va en el
sentido de reafirmar la escasa influencia de este tipo de
creencias
heterodoxas respecto de alternativas antisistema democrtico.
En
-
315Pluralismo religioso, educacin y ciudadana
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
general hay una visin positiva de la responsabilidad ciudadana y
los creyentes heterodoxos analizados tienen una leve mejor opinin
de estas responsabilidades. Su visin de un compromiso cvico amplio
(por sobre un compromiso cvico que se reduce a las votaciones) no
est influida por sus creencias. An cuando es importante anotar
una
leve tendencia de estos creyentes disidentes del catolicismo
oficial a
ver un poco ms negativamente a la poltica. la asociacin es dbil
pero cualitativamente es significativo que en ambos casos hay
una
toma de instancia de instituciones oficiales de la sociedad: en
el
campo religioso (iglesias) y en el campo poltico (partidos).
Podramos pensar que los creyentes a su manera son creyentes
inorgnicos, sujetos autnomos que autogestionan sus producciones de
sentido; podramos pensar que tambin seran sujetos que afirmaran
rasgos libertarios y estaran siendo
inorgnicos respecto al sistema poltico democrtico. no es as: los
datos entregados por el estudio en universitarios sugieren que esta
caracterizacin calza con una nfima minora de gente joven
y altamente educada. En general los creyentes a su manera son
personas integradas al sistema democrtico y desarrollan un amplio
campo de actividades cvicas.
Evanglicos, integracin al mundo y ciudadana
revisemos ahora lo que sucede con los evanglicos. desde hace
muchos aos la teora social le ha concedido crdito a la tesis de que
los evanglicos y en especial los pentecostales constituiran un
grupo social que por su teologa, doctrina y prctica religiosa
estaran inclinados hacia posturas sectarias y hacia el
conservadurismo en poltica.
En particular la tesis ms refinada (Lalive dEpinay, 1968)
hablaba de la huelga social de los evanglicos pentecostales
refirindose a la tendencia no slo apoltica y tradicionalista
-
316 cristin Parker g.
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
observada en ellos, sino que tambin a su dualismo doctrinario
segn el cual las tareas del reino humano seran observadas de manera
peyorativa dado que lo verdaderamente importante sera la
construccin del reino de dios.
El mundo evanglico en chile ha estado sometido a mltiples
transformaciones en las ltimas dcadas. Este no ha sido ajeno a una
sociedad que junto con democratizarse se ha ido modernizando y por
su crecimiento y progreso econmico ha ido generando relevantes
niveles de movilidad social. Es sabido que el mundo evanglico
especialmente el pentecostalismo criollo tuvo su base social (en
los inicios del siglo XX y en su trayectoria posterior) en sectores
populares, especialmente subproletarios urbanos y campesinos. la
conversin al Evangelio ha sido estudiada desde el punto de vista
social y es claro que estamos frente a un proceso de cambio de vida
(desde el alcohol, el desorden de vida familiar y la pobreza) hacia
una vida socialmente ms austera y elevada. la consecuencia de este
proceso ha derivado en una movilidad social ascendente.
En el caso chileno debemos recordar que desde el golpe militar
de 1973 la mayor parte de las iglesias evanglicas se comprometieron
apoyando a la dictadura de Pinochet en la medida en que su
orientacin doctrinal se dejaba llevar por las consignas
anticomunistas de la guerra fra. Pero la historia ha seguido su
curso y muchas de las iglesias que abogaban por encontrar un
espacio en la sociedad nacional y dejar atrs los das en que se
sentan marginadas como minora religiosa han crecido, se han
multiplicado y se han venido integrando cada vez ms a la sociedad
civil y a los procesos democratizadores, dejando atrs una dinmica
sectaria en el sentido de Troeltsch (1931).
no es extrao que numerosos contingentes de evanglicos hayan
abandonado la marginalidad debido a la promocin social ganada en
sus congregaciones y stas mismas han ido ganndose su espacio y
status en la sociedad. Finalmente los hijos de evanglicos
-
317Pluralismo religioso, educacin y ciudadana
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
las nuevas generaciones nacidas en la cultura de esas iglesias
han sido los protagonistas de un proceso de integracin social que
incluso ha significado que muchas nuevas generaciones de evanglicos
accedan a niveles educacionales y sociales ms elevados que sus
padres. Es el caso de los universitarios evanglicos que vienen a
representar una elite dentro del mundo evanglico precisamente por
ser primera generacin que estudia en la educacin superior. Ellos
constituyen tambin el semillero de futuros lderes, tanto en el
mbito de sus propias iglesias como en el de la sociedad civil.
los datos recogidos en una reciente investigacin sobre
evanglicos en chile (estudio sobre base de muestra en dos regiones
ya mencionado de 2007) nos entregan pistas de interpretacin del
fenmeno en el sentido de contrarrestar las tesis clsicas respecto
al mundo evanglico y al mismo tiempo entregarnos un conjunto de
indicaciones relativas a cmo los evanglicos estn enfrentando la
construccin de lo poltico y de la sociedad civil en un contexto de
construccin democrtica.
En primer lugar hay 78% de evanglicos que estn muy de acuerdo o
de acuerdo con la siguiente afirmacin: El derecho a la ciudadana es
fundamental para el desarrollo democrtico del pas.
Tabla 13 Evanglicos 2007: el derecho a la ciudadana es
fundamental para el desarrollo democrtico del pas (%)
Educacin Total acuerdo AcuerdoNeutro +
desacuerdoNo
sabe Total
Bsica 1er nivel 39,1 43,5 8,7 8,7 100Bsica 2do nivel 25,3 46,0
14,9 13,8 100
media incom-pleta 27,6 48,3 12,1 12,1 100
media completa 26,3 50,4 14,3 9,0 100Tcnica 29,1 44,7 16,5 9,7
100universitaria 51,3 35,0 12,5 1,3 100
Fuente: investigacin Fondecyt n. 1060988.
-
318 cristin Parker g.
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
Segn el cruce por nivel educacional observamos que, en los
extremos de menor educacin (analfabetos y educacin bsica primer
nivel) y universitarios, por el otro lado, hay mayor apoyo a la
idea de que los derechos ciudadanos son fundamentales para el
rgimen democrtico. En los niveles medios de educacin los evanglicos
chilenos revelan mayor distancia o ignorancia.
consultados acerca de la relacin entre ciudadana y voto, 58%
declara estar de acuerdo con la afirmacin: La ciudadana no
es completa si no se ejerce el derecho a voto, mientras que 14%
la rechaza.
los evanglicos de mayores niveles educativos, especialmente
tcnicos y universitarios, tienden a estar menos de acuerdo con esta
afirmacin toda vez que los evanglicos han comenzado a
comprender que su labor en el mundo es relevante y que ellos
tienen algo que decir en la construccin de la sociedad civil, ms
all del ejercicio del derecho a votar.
En este sentido hay una crtica a la poltica y a la sociedad
poltica pero que no es contraria a la sociedad democrtica, sino que
est ensayando nuevos caminos para una ciudadana social y
cultural.
Esta voluntad de insercin en el mundo viene a contradecir la
teologa dualista que clsicamente los alejaba del pecado y de las
cosas mundanas. Si bien todava persiste una mentalidad recelosa de
las cosas del mundo, con el incremento de los niveles educativos,
los evanglicos se van dando a la idea de que deben incorporarse de
pleno a la sociedad civil.
-
319Pluralismo religioso, educacin y ciudadana
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
Tabla 14 Evanglicos 2007: un cristiano no debe mezclarse para
nada en los asuntos mundanos (%)
Educacin Acuerdo Neutro Desacuerdo Total
Bsica 1er nivel 73,9 21,7 4,3 100
Bsica 2do nivel 52,8 22,5 24,7 100
media incompleta 54,1 23,0 23,0 100
media completa 34,8 30,3 34,8 100
Tcnica 51,5 22,3 26,2 100
universitaria 38,8 20,0 41,3 100Fuente: investigacin Fondecyt
n.1060988.
Fuente: investigacin Fondecyt n.1060988.
Grfico 1. Un cristiano no debe mezclarse en asuntos
mundanos.
Efectivamente, todava hay evanglicos que se adhieren a una
doctrina cristiana dualista, que propicia el abstencionismo en el
campo poltico. Ellos estn presentes en estratos con menores niveles
de escolaridad.
-
320 cristin Parker g.
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
Sin embargo, como se observa claramente en el grfico,
a medida que nos elevamos en los niveles de escolaridad se da la
tendencia a negar la clsica teologa dualista sectaria que alejaba a
los evanglicos de participar en actividades cvicas y polticas.
recordemos que de hecho los evanglicos estn elevando sus niveles
de escolaridad por lo que previsiblemente estaramos presenciando un
proceso de acomodo al mundo y por ende de salida de situacin de
secta y de ingreso a situacin de iglesia que contemporiza con la
sociedad segn la tipologa clsica de Troeltsch (1931). Todo ello por
cierto es una buena noticia para la sociedad civil y para la
democracia en la medida en que los evanglicos se incorporan como
una fuerza creciente que construye capital social y redes que tejen
ciudadana democrtica.
como vemos, los evanglicos estn mucho ms dispuestos a participar
en diversas instancias de la sociedad civil que a participar
directamente en poltica.
Tabla 15 Evanglicos 2007: la ciudadana es una responsabilidad
que todos debemos asumir (%)
Educacin Acuerdo Neutro + desacuerdo No sabe Total
Bsica 1er nivel 78,3 8,7 13,0 100Bsica 2do nivel 72,7 13,6 13,6
100media incompleta 81,0 6,9 12,1 100media completa 76,7 15,0 8,3
100Tcnica 74,8 18,4 6,8 100universitaria 86,1 13,9 0 100Fuente:
investigacin Fondecyt n. 1060988.
En primer lugar, los evanglicos del siglo XXi estn conscientes
de que deben asumir la ciudadana. As lo afirman 78%.
-
321Pluralismo religioso, educacin y ciudadana
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
En segundo lugar, los evanglicos estn muy dispuestos a ocupar
espacios e incluso cargos en la sociedad civil, como vemos.
Tabla 16 Evanglicos 2007: participacin en organizaciones
vecinales (%)
Educacin Siempre Pocas veces / nunca Total
Bsica 24,8 75,2 100media 22,2 77,8 100Superior 20,7 79,3
100Total 22,2 77,8 100
Fuente: investigacin Fondecyt n.1060988.
Un significativo 22% participa regularmente en
organizaciones
vecinales siendo incluso los evanglicos de menor educacin, los
que estn comprometidos en barrios populares los que lo hacen en
mayor proporcin.
Tabla 17 - Evanglicos 2007: estudio dos regiones RM y IX (%)
Participar en campaa
Poltica Medio ambiental Derechos humanos
Bsica 3,3 45,8 43,6
media 4,7 44,8 46,3
Superior 10,3 54,7 50,2
Total 6,5 48,8 47,2Fuente: investigacin Fondecyt n. 1060988.
Es claro que los evanglicos comparten la distancia que en
general la sociedad demuestra hacia la poltica de partidos y, sin
embargo, 6,5% declara que estara dispuesto a participar
-
322 cristin Parker g.
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
en una campaa poltica. En cambio hay una mayor proporcin de
evanglicos que estara dispuesto a participar en campaas de defensa
del medio ambiente (49%) y/o de defensa de los derechos humanos
(47%).
como se observa, en todos los casos crece la proporcin de
evanglicos con mayor educacin que tiende a estar disponible para
participar en estas actividades que dicen relacin con mbitos claves
de construccin democrtica en la poca actual.
respecto a la actividad poltica, propiamente tal, si bien no
recibe todas las preferencias, no es menos cierto que tampoco se da
un rechazo total al sistema partidario y a la posibilidad de
aportar a este quehacer sociopoltico.
Fuente: investigacin Fondecyt n.1060988.
Grfico 2. Inters por la poltica segn escolaridad (Estudio
Evanglicos, dos regiones, 2007).
Si observamos el Grfico 2, veremos que no menos de un
tercio de los evanglicos declara inters por ver programas
polticos
-
323Pluralismo religioso, educacin y ciudadana
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
en la televisin; a medida que se crece en nivel educativo, crece
ste inters. un porcentaje mayor (36,4%) declara inters por leer
artculos polticos en la prensa, siendo mayor ste inters en niveles
educativos medios y superiores; un porcentaje menor declara inters
por conversar temas polticos (23,8%), siendo menor este ejercicio
entre los menos educados y, finalmente, un menor porcentaje
declara
inters en militar en un partido poltico: 8,7%, siendo menor
todava ste inters entre los de menor nivel educativo (4,2%).
Todo indica, pues, que los evanglicos chilenos encuestados en el
ao 2007 no rechazan sino que aceptan la actividad poltica incluso
la de los partidos y al menos un tercio de ellos est abierto a
escuchar, ver o leer noticias polticas y cerca de un cuarto
conversa sobre ello. Todo esto ha de interpretarse a la luz del
hecho de que la opinin pblica chilena tiende a ver en la poltica de
partidos una actividad poco honesta, asechada por los riesgos de la
corrupcin, la demagogia, la desunin, y el propio inters.
Fuente: investigacin Fondecyt n. 1060988.
Grfico 3. Ser candidato a segn escolaridad (Estudio Evanglicos,
2007).
-
324 cristin Parker g.
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
los evanglicos chilenos estn disponibles para asumir incluso
muchas funciones de representacin en diversas instancias de la
sociedad civil. Si bien la poltica partidaria, como hemos dicho, no
recibe inters mayoritario, es interesante anotar que entre los
evanglicos hay ms de 5% dispuesto a participar activamente en tanto
que candidato, de esta actividad. En seguida los evanglicos seran
candidatos a cargos sindicales (6,5%), cargos en organizaciones
vecinales (11,4%), asociaciones deportivas (11,8%) y, por cierto,
asociaciones de centros de padres y apoderados en las escuelas
(18,8%). El grfico es explcito al establecer una relacin
creciente
y directa entre nivel educativo y voluntad de participacin en la
dirigencia de asociaciones de la sociedad civil. nuevamente el
factor educacional en su influencia hacia las adhesiones
religiosas, en este
caso, evanglicas, posibilita comprender que la dinmica
previsible, en caso de continuar incrementndose los niveles
educativos, es que los evanglicos tengan una mayor insercin en
actividades de construccin de nuevas formas de interaccin ciudadana
en la sociedad en vas de desarrollo.
En este sentido, no es posible responder taxativamente si con el
incremento de los niveles de escolarizacin significar una
disminucin del crecimiento de los evanglicos en las nuevas
generaciones o si bien ello significar un cambio en los
padrones
de insercin y aporte de los evanglicos a la construccin de una
ciudadana activa. Pero al menos s parecen estar actuando estas dos
tendencias en la dinmica observada y probablemente lo que sucede
sea una combinacin de ambas.
Adhesiones religiosas plurales y participacin en la construccin
de ciudadana democrtica
Hemos visto cmo los catlicos y los evanglicos tienden a
participar en la vida cvica y cmo, en cambio, los menos
creyentes
-
325Pluralismo religioso, educacin y ciudadana
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
y ateos tienden a afirmar con menor conviccin y peso los
valores
de una ciudadana democrtica. Qu sucede con los creyentes
practicantes y especialmente con los catlicos en una perspectiva
comparada en el marco de la diversidad plural de adhesiones
religiosas?
Estudios comparativos desarrollados en muestras de poblacin
general en cuatro regiones de chile y en grupos de familias
catlicas a nivel nacional nos ayudarn a levantar ciertas hiptesis e
interpretaciones acerca de cmo las diversas adhesiones religiosas
construyen ciudadana democrtica. Sobre todo analizaremos la
perspectiva familiar, la participacin activa en las iglesias y la
participacin en diversas organizaciones de la sociedad civil.
a) Religin, familia y socializacin ciudadana
revisemos ahora lo que sucede de parte de las propias
instituciones sociales y religiosas en trminos de sus roles
socializadores, especialmente la familia como agente de
socializacin religiosa y cvica primordial. Se pregunt acerca de cmo
vean este rol, las diversas adhesiones y se analiza en el cruce por
nivel educativo.
Los evanglicos son los que ms declaran su acuerdo con
la afirmacin: La familia es la primera escuela de educacin
del
ciudadano (80,6%); le siguen los catlicos (74,6%) y en tercer
lugar
los que adhieren a otra religin (63,8%) y los ateos (63,8%).
De acuerdo al cruce por nivel educacional observamos que
en el caso de los catlicos a mayor nivel educacional relativo
una
leve tendencia favorable a confirmar la afirmacin. Igual
tendencia
encontramos entre los adherentes de otras religiones.
-
326 cristin Parker g.
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
Tabla 18 La familia es la primera escuela de educacin del
ciudadano (%)
Catlicos TotalAcuerdo
sumatoria x religin
Nivel educativo Total acuerdo menor acuerdo / desacuerdo
74,6
Bsico 71,4 28,6 100 medio / alto 79,7 20,3 100
Evanglicos
Nivel educativo Total acuerdo menor acuerdo / desacuerdo
80,6
Bsico 81,5 18,5 100 medio / alto 75,0 25,0 100
Otra religin
Nivel educativo Total acuerdo menor acuerdo / desacuerdo
63,8
Bsico 59,1 40,9 100 medio / alto 66,7 33,3 100
Ateos
Nivel educativo Total acuerdo menor acuerdo / desacuerdo
63,8
Bsico 100 0 100 medio / alto 61,5 38,5 100
Fuente: Estudio Religin y Familia, 2005, muestra aleatoria de
cuatro regiones de Chile central: La Serena, Valparaso, Rancagua y
Metropolitana. Estudio del autor (N = 411).
-
327Pluralismo religioso, educacin y ciudadana
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
Entre los evanglicos la tendencia es a la inversa: mientras
menor educacin, mayor tendencia relativa a reafirmar a la familia
en
su rol de educadora para la ciudadana. Esto podra explicarse
dado el hecho de que la religin evanglica tiende a centrar el rol
educador general en la familia, concediendo menor importancia a las
instancias formas educativas fuera del hogar. En este caso sera
importante indagar con mayor profundidad qu se entiende por
formacin ciudadana. En un sentido ms ilustrado, como podra serlo el
de aquellas personas con mejores niveles educativos, la formacin
ciudadana no se reduce a buenos comportamientos y respeto a las
leyes sino que va ms all e incluye conocimientos bsicos acerca del
sistema poltico democrtico y de la responsabilidad ciudadana en su
funcionamiento.
Es un buen indicador el hecho de que 80% de los evanglicos
declaren que en sus familias est la responsabilidad de formar
ciudadanos. Se trata de una postura que contribuye, desde su
perspectiva, con la responsabilidad en la construccin de la
sociedad civil y poltica. Pero los indicios nos sugieren que el
concepto de ciudadana subyacente bien podr ser bastante
elemental.
En el caso de los catlicos, otros estudios nos han indicado que
las familias catlicas confan bastante en sus propias capacidades
formadoras pero tambin confan en las escuelas, ms todava cuando
ellas son escuelas catlicas o bien escuelas fiscales de prestigio y
a
las cuales el catlico medio tiene acceso.
En el caso de los adherentes a otras religiones (que incluye a
mormones, testigos de Jehov, adventistas y creyentes sin religin,
entre otros), no queda claro si su menos entusiasta afirmacin
de
que es la familia la que debe formar ciudadana tiene que ver con
su confianza en otras instituciones de formacin cvica, o bien,
por el contrario, en su desconfianza de lo que significa
formar
ciudadanos, lo que revelara una sutil desconfianza hacia las
cosas
del mundo.
-
328 cristin Parker g.
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
En el caso de los ateos, es clara su menor opcin por la familia
como agente socializadora de valores cvicos, posiblemente dado que
la cultura atea est ms ligada en la historia cultural chilena con
corrientes laicistas que han puesto mucho acento en el rol formador
de la escuela como primera instancia de ciudadana.
b) Participacin en organizaciones religiosas y participacin
ciudadana
Cmo se reflejan las diversas opciones religiosas, sobre todo
en la perspectiva de su participacin en organizaciones
religiosas y en su prctica religiosa en relacin al apoyo y
participacin en organizaciones de la sociedad civil? una hiptesis
interpretativa plausible sera que a mayor grado de participacin y
prctica religiosa habra una menor participacin en organizaciones
sociales, sobre todo por el hecho de que el tiempo de dedicacin a
las diversas actividades es escaso, en contextos de vida urbana,
familiar y laboral altamente exigentes y competitivos.
En contradiccin con la interpretacin anterior, nuestros estudios
de los aos 2005 (en una muestra general) y 2007 (en una muestra de
evanglicos) indican que, aunque con diferencias, los practicantes
tienden a participar un poco ms que los no practicantes en la
mayora de las organizaciones de la sociedad civil. Esto es as con
ciertas excepciones como los clubes deportivos, sindicatos y
partidos polticos para evanglicos y los clubes deportivos para la
muestra intencional de catlicos a nivel nacional en el estudio de
2005.
-
329Pluralismo religioso, educacin y ciudadana
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
Tab
la 1
9
Pra
ctic
ante
s y
part
icip
aci
n en
org
aniz
acio
nes
(%)
Est
udio
Eva
ngl
icos
: Dos
reg
ione
s (20
07)
Est
udio
Rel
igi
n y
Fam
ilia:
Cat
lic
os d
e m
uest
ra in
tenc
io-
nal n
acio
nal (
2005
)
Pra
ctic
ante
No
pr
actic
ante
Prac
tican
teN
o p
ract
ican
teo
tra o
rgan
izac
in
25,0
10,3
gru
po r
elig
ioso
22,3
gru
po m
isio
nero
21,8
6,6
gru
po a
yuda
Soc
ial
42,4
21,0
Junt
a de
Vec
inos
16,8
13,1
Junt
a de
Vec
inos
18,0
17,6
cen
tro d
e Pa
dres
16,1
10,1
Sind
icat
o16
,112
,0c
entro
cul
tura
l7,
06,
5c
lub
dep
ortiv
o10
,515
,5g
rupo
Virt
ual i
nter
net
6,4
4,4
Volu
ntar
iado
9,6
3,8
clu
b d
epor
tivo
6,3
8,8
cen
tro a
dulto
may
or8,
44,
7Si
ndic
ato
3,5
5,1
gru
po V
irtua
l int
erne
t7,
35,
1c
entro
de
mad
res
3,2
1,5
cen
tro c
ultu
ral
6,5
6,1
aso
ciac
in
gre
mia
l3,
22,
9g
rupo
Pol
tico
5,9
3,8
gru
po E
col
gico
1,9
2,2
gru
po E
col
gico
4,4
2,8
Parti
do P
olti
co1,
33,
6c
entro
de
mad
res
4,0
2,8
Bai
le r
elig
ioso
3,1
1,4
N =
576
N =
546
74,6
-
330 cristin Parker g.
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
En general, el hecho de ser un fiel activo en actividades en
su iglesia no le inhibe de participar en otro tipo de
actividades y agrupaciones sociales. En el caso de los evanglicos
los practicantes participan plenamente, incluso en una mayor
proporcin que el ciudadano comn, de organizaciones territoriales
locales y vecinales: juntas de vecinos, centros de padres y
apoderados, centros culturales, centros de madres, pero tampoco se
restan de organizaciones propias de la sociedad de la informacin
grupos virtuales de internet. En cuanto a organizaciones
funcionales, los evanglicos tambin participan pero en menor
proporcin: sindicatos, grupos ecolgicos, partidos polticos.
En el caso de muchas iglesias evanglicas, varias de ellas
pentecostales, el alto grado de compromiso en actividades
misioneras inhibe de una mayor participacin en grupos de tipo
sindical, poltico o deportivo, pero ciertamente no en grupos de
ayuda social y caridad.
En el caso de los catlicos, la muestra intencional de familias
catlicas a nivel nacional, de 2005, nos indica que los catlicos
practicantes, que van al menos tres veces a misa al mes, participan
tambin de manera elevada en actividades de la iglesia y ello no les
inhibe de participar activamente en una variada gama de
organizaciones y asociaciones de la sociedad civil, incluyendo
territoriales y funcionales: ayuda social, junta de vecinos,
sindicatos, voluntariados, grupos polticos, ecolgicos, etc. Todo
ello en mucho mayor proporcin que el catlico no practicante que
proporcionalmente participa ms solamente en clubes deportivos.
la doctrina social catlica desarrollada con mayor intensidad
desde la segunda mitad del siglo XX y la historia del catolicismo
comprometido desde las conferencias de obispos de medelln (1968) en
adelante hasta aparecida (2007) han calado en el sentido del
compromiso de los catlicos, ms all de sus preferencias
-
331Pluralismo religioso, educacin y ciudadana
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
polticas e ideologas, traducindose en un estmulo para que la
participacin en parroquias y comunidades se potencie y proyecte
hacia la participacin activa en organizaciones de construccin de la
sociedad civil en el marco de la construccin democrtica.
durante muchos aos, en cambio, los evanglicos, en sus vertientes
pentecostales, centraron su participacin en actividades propias de
sus congregaciones y no se proyectaron mayormente hacia
organizaciones de la sociedad civil salvo en materias de caridad y
promocin social. Este panorama, como se observa, est cambiando y si
bien no encontramos un patrn semejante a los catlicos, al menos
encontramos un mundo evanglico mucho ms comprometido con
organizaciones propias de la sociedad civil local que antes.
una muestra en cuatro regiones del chile central, del estudio de
2005 sobre religin y Familia, nos permite comparar patrones de
comportamiento entre evanglicos y catlicos y otras adhesiones.
-
332 cristin Parker g.
Sociedade e Estado, Braslia, v. 23, n. 2, p. 281-353, maio/ago.
2008
Tabla 20 Participacin en organizaciones segn adhesin religiosa
(%)
Practicante No practicante
Junta de Vecinoscatlico 26 25Evanglico 17,4 37,5Bblica 22,2
40creyente 0 11,6ateo 0 16,7
Grupo Religiosocatlico 34,1 8,1Evanglico 52,2 25Bblica 33,3
40creyente 0 2,3ateo 0 0
Grupo Virtual Internetcatlico 4,9 3,5Evanglico 4,3 0Bblica 22,2
0creyente 100 14ateo 0 8,3
Sindicato o gremiocatlico 7,3 11Evanglico 21,7 12,5Bblica 11,1
0creyente 50 4,7ateo 0 20,8