Top Banner
P ara estas cálidas tardes tro- picales un programa de in- vierno total en la Antártida que refresca el ánimo, ob- servando este hermoso do- cumental del francés Luc Jacquet que permaneció catorce meses registrando cada segundo de la vida del PINGÜINO EMPERADOR una especie única, especial, monógama que cada año recorre cientos de kilómetros en un invierno donde no se ve la luz del sol, vientos que lo tratan de levantar, tempestades, inmensos de- siertos de nieve que no tienen principio, ni fin y esta criatura se enfrenta a toda clase de peligros para sobrevivir, para conseguir su pareja, tener a sus bebés, criarlos y alimentarlos entre ambos y así cumplir con el ciclo de travesías, acom- pañándose mutuamente y el contraste de su espalda negra sobresale en la blan- ca nieve, son millones de pingüinos los que nos regalan esta sinfonía de colores, movimiento y cantos Toda la vida de los PINGÜINOS EMPERADORES es una bella historia de amor, coraje y aventuras y sólo los más fuertes sobreviven y lo más triste es la cadena alimenticia para que sobrevivan otras especies Así es la madre naturaleza, todo está escrito y se deben respetar las leyes que la rigen no se debe interferir este es un documental que te transpor- ta a los largos inviernos en la Antártida, donde esta especie lucha por sobrevivir, dando un claro ejemplo de valentía, sin LA TRAVESÍA DEL EMPERADOR “ un fascinante relato sobre una de las etapas de la vida del pinguino emperador ”
9

cosas varias

Mar 14, 2016

Download

Documents

jack bautista

algo para leer
Welcome message from author
This document is posted to help you gain knowledge. Please leave a comment to let me know what you think about it! Share it to your friends and learn new things together.
Transcript
Page 1: cosas varias

Para estas cálidas tardes tro-picales un programa de in-vierno total en la Antártida que refresca el ánimo, ob-servando este hermoso do-

cumental del francés Luc Jacquet que permaneció catorce meses registrando cada segundo de la vida del PINGÜINO EMPERADOR una especie única, especial, monógama que cada año recorre cientos de kilómetros en un invierno donde no se ve la luz del sol, vientos que lo tratan de levantar, tempestades, inmensos de-siertos de nieve que no tienen principio, ni fin y esta criatura se enfrenta a toda clase de peligros para sobrevivir, para conseguir su pareja, tener a sus bebés, criarlos y alimentarlos entre ambos y así

cumplir con el ciclo de travesías, acom-pañándose mutuamente y el contraste de su espalda negra sobresale en la blan-ca nieve, son millones de pingüinos los que nos regalan esta sinfonía de colores, movimiento y cantos Toda la vida de los PINGÜINOS EMPERADORES es una bella historia de amor, coraje y aventuras y sólo los más fuertes sobreviven y lo más triste es la cadena alimenticia para que sobrevivan otras especies Así es la madre naturaleza, todo está escrito y se deben respetar las leyes que la rigen no se debe interferir

este es un documental que te transpor-ta a los largos inviernos en la Antártida, donde esta especie lucha por sobrevivir, dando un claro ejemplo de valentía, sin

LA TRAVESÍA DEL EMPERADOR

“ un fascinante relato sobre una de las etapas de la vida del pinguino emperador ”

Page 2: cosas varias

atropellar a otra especie todos fluyen y no tratan de cambiar nada como lo que está ocurriendo en este “mundo civiliza-do” donde todo es destrucción y estrés, por querer imponer a otras culturas cam-bios a los que no se encuentran prepa-rados

Lo más triste de este documental es la zona de alimentación de las otras especies que tienen que sobrevivir, pero esto hace parte de la cadena alimenticia que el hombre moderno no respeta.

La marcha de los pingüinos Aunque no la vi en cine cuando la

estrenaron, no porque no quisiera, la compre hace poco y la aprecie en mi improvisado teatro en casa. Les conta-

ré que la película - documental es bien entretenida, muestra lo que viven estos personajes tan hermosos, que hemos vis-to actuando como malo en la película de Batman, y que nos causa gracia por su forma de caminar tan particular.

Aquí vemos una etapa bien especial de su vida, como cada año llegan a un punto buscando pareja para dar vida a su especie, miles de pingüinos se acercan a la Antártida y empiezan la llamada tra-vesía.

¿Pero que similitud o parecido tiene con la vida de una persona?, pues mi si-militud va en lo siguiente: nosotros pasa-mos mucho tiempo buscando nuestra pa-

Para nadie fue una sorpresa que el Oscar al mejor documental recayera en La marcha de los pingüinos.

Page 3: cosas varias

reja ideal, o como algunos llaman alma gemela, estos animalillos cada año bus-can esta pareja , a pesar de que cada año es una diferente, en el tiempo que estén ahí ellos son monógamos, buena pareja y hasta buenos padres.

Nos muestra el sacrificio al que se ven envueltos los padres, la responsabilidad de dar vida a un nuevo ser, y la impu-nidad cuando no puedes hacer nada por ayudarlo, calentarlo y salvarlo de una muerte segura, esto le pasa no solo a los animales sino también a las personas, pues nuestros padres tratan de darnos siempre lo mejor, de protegernos a pe-sar de que no queramos y de ser nuestro abrigo en caso de frió, aunque no lo va-loremos.

Sin embargo en pocos meses estos bebes son abandonados por sus padres, para que afronten la vida solos, apren-dan lo que les espera, ya que según lo que vemos le han enseñado todo lo que deben saber. En nuestra vida también pasa esto, pero de una manera diferente, ya que son necesarios muchos años para criar una personita, que sea mas o menos apta para este mundo, donde cada vez los niños, son ejemplo de unos padres sin autoridad, como dirían las abuelas de unos alcahuetas que les falto pantalones para criar y enseñar a sus hijos a ser per-sonas de bien, no unos rebeldes sin causa y sin sentido, estas son las generaciones que vienen así que Dios nos proteja y nos salve de esto.

La cinta fue, por lejos, la que más di-nero recaudó el año pasado en el género documental en EE.UU. y su enfoque ino-cente y tierno conquistó a miles de niños y otros tantos padres. El documental si-gue la travesía casi suicida de una colo-nia de pingüinos emperador que cada año

deben caminar cerca de 70 millas para poder llegar al sitio donde se aparean y tienen a sus crías. Tras la primera trave-sía por el desierto helado, los pingüinos se encuentran, realizan lo que en la cin-ta se describe como “el baile del amor” (la película tiene un enfoque tan des-caradamente sanitizado que ni siquiera se utiliza la palabra “apareamiento”) y tras unas semanas la hembra pone el úni-co huevo. Tras algunos días la hembra, que mantenía el huevo alejado del frío del suelo polar, se lo traspasa al macho mediante una estudiada coreografía que muchos no saben aún bailar. Esto se tra-duce en cientos de huevos congelados, que para la voz omnipresente de Morgan Freeman significa algo así como “ha sido un año perdido para muchos” (1) . Tras el traspaso del huevo, las pingüinas re-

Page 4: cosas varias

gresan al mar, se hartan de peces y luego regresan, tomando el relevo en el cuida-do de los huevos. La verdadera odisea de los pajaritos con smoking no deja de ser sorprendente. Aunque en otras partes de la antártica hay colonias que marchan mucho menos, unos 2 o 3 kilómetros en promedio, la travesía de la colonia filma-da por Jacquet y Darondeau le da a la cinta un tono épico, de verdadera epo-peya pingüinesca.

Lo valioso del documental radica en que por primera vez un equipo de filma-ción se pasó no sólo los cortos meses de verano en el ártico, sino todo el invierno documentando las heladas noches de los pajaritos. El sitio en que los pingüinos se reproducen está a unas dos millas de una base francesa desde la que los do-cumentalistas salían cada día, incluso durante peligrosas ventiscas (en una de ellas casi se pierden, lo que los obligó a pasar varias semanas en la base), lo que permite contar con una gran cantidad de material, incluso en la larga noche polar.

Ver a una masa negra y blanca apretarse contra el frío y luchar desesperadamen-te por salvar sus huevos no deja de ser interesante, y sin duda muchos niños y padres así también lo creyeron.

El problema de La marcha de los pin-güinos es que su actitud demasiado ma-nifiesta de ser una película para niños la lleva muchas veces a idealizar y “huma-nizar” a los pingüinos. El hecho de que las parejas se mantengan unidas por todo

el invierno es para los documentalistas mucho más que una necesidad biológica, es una prueba irrefutable de fidelidad y superioridad moral de los pingüinos por sobre otras criaturas del señor. Los lobos marinos son derechamente malos, asesinos que se mueven en las sombras y no otros animales quizás tanto o más necesitados que los pingüinos. Cuando un pingüino encuentra a su pareja es interpretado inmediatamente como

“amor” y la cara impertérrita de un ma-cho que pierde un huevo es la imagen misma del “dolor”. La verdad es que es fácil ceder a la tentación de “humani-zar” unos animalitos tan simpáticos, que además caminan divertido, cuyas crías son peluditas y que al final son como un niño disfrazado de recepcionista de ho-tel. Por ello no es raro que hasta grupos que defienden los valores familiares (hay gringos para todo) hayan salido a alabar la película por mostrar un estilo de vida tan bello y alejado de las bajezas de la vida contemporánea.

Page 5: cosas varias
Page 6: cosas varias

Más de 25 canciones en dos horas y media fue suficiente para que el argentino saldara su “deuda externa” con Colombia. Agradeci-do con “el público que todo artista quisiera tener”, Calamaro expresó su gusto por haber estado en nues-tro país. Comparte esta noticia en Facebook “Quiero arreglar todo lo que hice mal, todo lo que escondí hasta de mí” fueron las primeras palabras que Andrés Calamaro ex-presó al público que en el Parque Simón Bolívar de Bogotá esperaba verlo por primera vez en concierto.

Vestido completamente de ne-

gro, siguiendo así el ‘look’ que lo ha caracterizado durante la promo-ción de su más reciente disco, La Lengua Popular, el argentino salió al escenario a las 7:30 de la noche entonando El Salmón, seguida de Los Chicos.

“Rolos de Bogotá, buenas no-ches”, fue el saludo oficial que brindó luego de terminar la tercera canción y antes de interpretar A los Ojos, tema que pertenece al dis-co Hasta Luego, editado en 1997 cuando hacía parte del grupo Los Rodríguez.

Carnaval de Brasil, Todavía una

Canción de Amor, Chicas, Cinco Minutos Más y La Espuma de las Orillas fueron las siguientes cancio-nes que escucharon los asistentes en una noche en la que se pudie-ron ver las estrellas gracias al cielo despejado.

“Hoy es nuestro último con-cierto en Colombia. Vinimos como argentinos, como españoles y nos vamos como colombianos”, expre-só el cantautor cuando hizo una larga pausa para presentar ‘El cartel del salmón’, nombre que él mismo le dio a su banda mientras tocaban un poco de blues y jazz.

En ese momento, un fanático le tiró una pañoleta del Santa Fe, pero ante el bullicio del público decidió no ponérsela. “No quiero entrar a fomentar rivalidades futbolísticas; el rock es sólo uno y es más im-portante que el fútbol”, comentó mientras tomaba mate, bebida típi-ca argentina.

El ritmo del concierto se encendió nuevamente con Elvis

Está Vivo, canción que tocó porque

según Calamaro, el mismo Elvis le dijo “Andresito: dile a Bogotá que estoy

vivo”. Otro artista a quien revivió en

el escenario fue a Bob Marley, de

ANDRES CALAMARO

Page 7: cosas varias

quien tocó acordes de I Shot the Sheriff luego de haber interpretado El Día Mundial de la Mujer. Quién Asó la Manteca, Soy Tuyo y Los Aviones fueron otros sencillos que el público disfrutó antes de la tanda de tango que ‘El cartel del salmón’ tenía preparada.

La etapa final del espectáculo estuvo cargada de los éxitos más re-cordados del argentino. Te Quiero Igual, Crímenes Perfectos, Me Arde, Loco y Flaca fueron, sin lugar a du-das, en los que más acompañamien-to tuvo por parte de sus seguidores y en los que más dejó que el públi-co llevara el ritmo, siendo esta últi-ma la encargada de cerrar el show.

Sin embargo, varios minutos de ovación y gritos al estilo “oe, oe, oe, Calamaro” hicieron que en la tarima estuvieran nuevamente los músicos. “Mamá, mirá a dón-de llegué cantando” dijo riéndose con el micrófono otra vez entre sus manos. Cuatro canciones hicieron parte de este momento que termi-nó definitivamente con Paloma y con una verónica al mejor estilo de un torero.

Aunque faltaron títulos como Dulce Condena o La Parte de Ade-lante, en Bogotá finalizó con éxito la gira en la que por primera vez le dio la oportunidad de cantar en vivo en ciudades como Cali y Me-dellín. Toques de dos horas y media y con más de 25 canciones dejaron atrás la “ausencia eterna” de Andrés

ANDRES CALAMARO

Page 8: cosas varias

Dice Coomarswamy: La obra de arte oriental nunca se hizo más que

para ser usada, ni para ser mos-trada en otro lugar que aquel a que se la destina. Siempre fue producida para satisfacer una necesidad humana específica. No existe un arte meramente decorativo. Y, como las nece-sidades fundamentales de la vida, físicas o espirituales, son las mismas para todos, las obras dearte no requieren de explica-ciones.

La razón de ser es el tema en el arte oriental y es el tema lo que debemos captar si pretende-mos comprender la obra más allá de que nos guste o no nos guste. Al artista tradicional no le importa cuán bellamente compuso su obra sino cuán inevitablemente expresa su tema. Para él contemplar una superficie estática como un fin en sí misma (porque es bella) es mero fetichismo. El arte siempre está al servicio de una significación de algo.

De aquí la importancia del co-nocimiento del para que fue reali-zada una obra par poder arribar a un juicio artístico, el cual consiste en saber en que medida la cosa en cuestión fue hecha bien y fielmete.

Al igual que al artista se le exi-gen en primer lugar que sea lo que ha de representar, también el espec-tador sólo puede conocer lo que se ha representado cuando se convier-te él mismo en el tema de la obra y ve que esto lo expresa a él mismo.

Un conjunto de obras de arte

tradicionales de Asia implica un de-safío directo a nuestra suposición, demasiado ligera, de que el arte es meramente un espectáculo o, en cierto sentido, un modo de eva-dirse de los problemas de la vida. Cada obra implica que allí no solo hay algo para ser visto sino cono-cido. Son obras de arte inteligibles y expresivas de primera intención. La belleza que pueda entrañar una obra es siempre un bien, pero nun-ca un bien final; las obras de arte son como nueces a las que hay que despejar de su hermosa cáscara si se quiere percibir y apreciar la imagen que está más allá de los colores.

La perfección del arte se al-canza pues realmente cuando la operación intelectual, el arte en el artista, por el cual él trabaja, resulta en la forma completa de las obras que hay que hacer, que entonces se origina sin cálculo en el artista.

Es de primera importancia, si queremos evitar no comprenderlo en absoluto, darnos cuenta que las apariencias que presenta la obra de arte no son, o lo son sólo acciden-tales incidentalmente, evocadoras de percepciones visuales. Ni si-quiera el paisaje chino es una vista tal como lo entendemos nosotros, sino más bien, y mucho más, una conversación alusiva (y solo para nosotros elusiva) sobre los princi-pios conjuntos de la existencia. El artista concibe en una forma imita-ble la idea del objeto hacia el que su voluntad se dirige. Antes de que se corte el árbol ya tiene una imagen mental clara y definida de la estatua acabada. Para que esto sea posible, el artista no debe estar distraído por deseos o pensamientos de sí mis-mo, y esto es lo que significa pintar

sin engreimiento en el corazón. El debe transferirse en lo que imagi-na, permaneciendo él mismo solo potencialmente. Y aquí es donde interviene el dhyana, tchan, zen; ya que la observación seria inútil, al no haber nada en el universo, es-trictamente hablando, imitable; no se puede reproducir un árbol pen-sado, ni las ideas pueden más que abrigarse.

Y habría otra peculiaridad del arte oriental y otros artes tra-

dicionales, el repetir fórmulas transmitidas. A un occidental puede parecerle que estas ar-

ORIENTALA R T E

El arte como un camino

Page 9: cosas varias

tes, en las que se expresan los mismos motivos y se emplean los mismos símbolos duran-te períodos de miles de años, son monótonas. El observador moderno acostumbrado a la idea de la propiedad intelec-tual, fascinado y confundido por el atractivo del genio, y a pesar del robotismo de su pro-pio ambiente, habla de clichés y de diseños estereotipados, y ve en las obediencias del artista una especie de esclavitud, pues es incapaz de concebir lo que significa pintar sin engreimien-to en el corazón. Se puede decir que mientras en las sociedades unánimes hay variedad en la semejanza, en las sociedades in-dividualistas hay una uniformi-dad en toda variedad.

Toda obra de arte es, de este modo, potencialmente un soporte de la contemplación la belleza for-mal de la obra invita al espectador a realizar por su parte un acto espi-ritual, del que la obra de arte física no ha sido mas que el punto de partida.

En occidente sabemos vaga-mente que Do es una palabra que se encuentra en unas cuantas artes japonesas... Ju Do, Karate Do, Ken Do, Aiki Do, Sho Do... Do significa camino, vía. Proviene del chino: Tao.

Añadir el sufijo Do a un arte, significa que en este arte se busca el perfeccionamiento por una búsqueda del Do, es decir, por el autoperfeccionamiento. Pero este Do no se practica.

El espíritu del Zen no tiene

nada que ver con las técnicas que constituyen la práctica de las artes consideradas, pero se expresa a tra-vés de la práctica del arte. El espí-ritu del Zen se caracteriza por un estado de concentración mental. ¿Pero que concentración? El pasado se alejó de nosotros, el futuro aún

no ha llegado. Estamos en un aho-ra constante. Hacia donde nos des-placemos estaremos nosotros aquí.

Todo lugar es aquí para nosotros. Aquí y ahora. Tan solo lo que

estamos haciendo en el mismo mo-mento tiene realidad y por tanto importancia. Por lo mismo que no podemos estar fuera del aquí y del ahora, esto tiene que atraer toda nuestra atención, tenemos que ser

perfectamente conscientes de lo que ocurre aquí y ahora y concentrar toda nuestra atención en ello.

Cuando se capta esta idea, desaparecen las diferen-cias entre cosas importantes y cosas in-significantes: todo tiene el mismo valor

El papiro es uno de los mejores y mas antiguosexponentes del arte oriental

El Do es la manera, el espíritu utilizado en la ejecución de este arte, y este

espíritu, esta vía, sería la expresión del pensamiento Zen.