1 ACTAS DE LAS VIII JORNADAS DE BIOÉTICA FACULTAD DE CIENCIAS EXACTAS, FÍSICO-QUÍMICAS Y NATURALES Con la colaboración del CENTRO DE ESTUDIOS Y ACTIVIDADES PARA UNA CULTURA DE LA PAZ FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS UNIVERSIDAD NACIONAL DE RÍO CUARTO 30 Y 31 DE AGOSTO DE 2010
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Corrientes Materialistas y Evolucionistas en Bioética
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ACTAS DE LAS
VIII JORNADAS DE BIOÉTICA
FACULTAD DE CIENCIAS EXACTAS, FÍSICO-QUÍMICAS Y NATURALES
Con la colaboración del
CENTRO DE ESTUDIOS Y ACTIVIDADES PARA UNA CULTURA DE LA PAZ
FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS
UNIVERSIDAD NACIONAL DE RÍO CUARTO
30 Y 31 DE AGOSTO DE 2010
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COMISIÓN ORGANIZADORA
Dra. Rosa Cattana
Dra. María Isabel Ortiz
Esp. Elsa Pinna Senn
Mgter. María Cristina Boiero
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Contenido Una ética hedonista: contra el sufrimiento, hacia el placer y la felicidad- Lic. M. Teresa
Biopolítica, biotecnologías y democracia. Algunas ideas para repensar sus vinculaciones
- Abelardo Barra Ruatta .................................................................................................. 36 Del positivismo de la generación del ’80 a la razón tecno-científica del Siglo XXI.
Aportes desde una mirada Personalista de la Bioética en el marco del Bicentenario de la
Patria - Sergio A. González ............................................................................................ 42
Corrientes materialistas y evolucionistas en Bioética-Julio Bussi ................................. 51 Claridad conceptual del término “HOMBRE” en Bioética-Carina Sánchez .................. 56
Cine, Ciencia-Ficción y Biotecnología: de Frankestein a Blade Runner- Elpidio Blas 66 La tierra es del que la trabaja. Tierra, trabajo y dignidad en la reforma agraria boliviana
- José Luis Jofré .............................................................................................................. 78 La “Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos” y la posibilidad de su
concreción estatal - Ramón Sanz Ferramola .................................................................. 92 Cómo introducir cuestiones bioéticas en la formación de los ingenieros - Haydée
Santilli, Ana M. Martín, Carmen Barrero, María Beatriz Roble, Jorge N. Cornejo ..... 106
Recorrido histórico de la Bioética en la Universidad Nacional de San Luis - Medina,
Ana I. y Carrasco Mirta ................................................................................................ 116
Aspectos abortivos, efectos adversos y contraindicaciones de las píldoras
anticonceptivas - Edgar Bertollo ................................................................................. 123 La objeción de conciencia - Marisa C. Contreras ......................................................... 128 Bioética y Medio Ambiente – María Belén Aliciardi .................................................. 137
Modelo pedagógico alternativo para la enseñanza del tema Pueblos Originarios. La
cuestión de la tierra como uno de los resortes de control de las poblaciones. Los Pueblos
Huarpe y Ranquel en la Provincia de San Luis. Argentina - Rut Rozovich…………147
- Lamanna, P.; La filosofía del siglo XIX, Ed. Edicial, Bs.As., 1969.
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CLARIDAD CONCEPTUAL DEL TÉRMINO “HOMBRE” EN
BIOÉTICA
Carina Sánchez
INSTITUTO SUPERIOR MARIA INMACULADA-RIO CUARTO
I - INTRODUCCION
En su insaciable anhelo de volver inteligible la realidad, el saber racional del
hombre se ha ido labrando sobre un tortuoso y largo camino de veintiséis siglos de
historia, donde ha desfilado toda una constelación de pensadores, cada uno con su
particularísimo modo de concebir la realidad, y un sinfín de escuelas que, por regla
general, han exhibido las más dispares y opuestas doctrinas. Todo ello, como bien
podemos suponer, conforma un vasto panorama, sumamente complejo, que obliga,
en aras del orden y la claridad, a establecer esa gama de clasificaciones que
bondadosamente, y tras ardua tarea, nos ofrecen los diferentes historiadores del
pensamiento sobre ―la persona‖.
En consonancia con lo anterior, y siguiendo el mismo orden en que
históricamente han aparecido, en primer lugar, una etapa cosmocéntrica,
correspondiente a la Antigüedad, otra, después, teocéntrica, inserta en el Medioevo, y,
finalmente, la que, iniciándose en la Modernidad y desplegándose hasta nuestros días,
designa con el nombre de antropocéntrica. El concepto a tratar es ―la persona‖, que
con el correr del tiempo ha puesto en marcha el quehacer filosófico.
La pregunta para comenzar sería ¿Qué es el hombre?
El hombre es el ser viviente corporal, vegetativo y sensorial, que puede tener
actos espirituales que relacionan con los actos de la inteligencia y de la voluntad. El
hombre es alguien corpóreo. Pero no se identifica sólo con su cuerpo, sino también
con su alma Al mismo tiempo parece que alma y cuerpo son dos expresiones
necesarias para designar las diversas cualidades de una persona. Es evidente, por
tanto, que este tema de la relación entre alma y cuerpo no es sólo, ni
predominantemente, religioso, aunque para nuestros contemporáneos la palabra alma
haya alcanzado una connotación religiosa. En realidad esa palabra nació en un
contexto filosófico, que es preciso destacar. Un análisis filosófico del concepto de
persona nos permite refutar la afirmación, difundida por ciertos autores
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contemporáneos, que no todos los seres humanos serían personas. Tal distinción ha
sido introducida con el fin de justificar ciertas conductas que lesionan la dignidad
propia de la persona. Vayamos por partes.
II - EL CONTEXTO FILOSÓFICO
Los griegos decían psyché (de aquí viene Psicología) y sôma (de aquí viene
Somatología). Los latinos decían ánima (alma) y corpus (cuerpo). El hombre es
alguien psicosomático: es cuerpo (sôma) y alma (psyché). Ahora bien, el hombre no
puede reducirse sólo a su cuerpo, ni tampoco sólo a su alma. En última instancia,
¿quién es? ¿Su alma? ¿Su cuerpo? ¿Cuál es principal en el hombre? Ha habido
diversas respuestas.
En primer lugar, en la historia del pensamiento Sócrates viene a ser el primer
filósofo cuya preocupación fundamental es el hombre, y no el mundo externo, que fue
el denominador común de todo el largo período filosófico. Cierto es, sin embargo, que
este viraje antropológico había sido ya iniciado por los sofistas, quienes, por razón de
su mismo escepticismo, tuvieron que habérselas con el problema gnoseológico. Más
es en Sócrates donde el tema del hombre se convierte en el eje central y único de su
pensamiento. Para el ilustre maestro de Platón el hombre es, fundamentalmente, su
"ser moral". En consonancia con esta idea está el convencimiento que Sócrates tiene
de que, excepto en caso de perversión, todo hombre lleva en su interior los gérmenes
de las ideas morales necesarias para vivir bien. De ahí que Sócrates sienta como una
misión muy personal e impostergable el tratar de cultivar en los hombres esos
gérmenes y ayudar a las almas a "dar a luz" esas ideas. El imperativo socrático del
"conócete a ti mismo" va encaminado, precisamente, a que el hombre se esfuerce por
encontrar dentro de sí la esencia del bien, cuyo conocimiento le incitará a obrar
virtuosamente.
Para Platón, el cuerpo es causa del error y del mal, y considera que es cárcel
del alma. Hace decir a Sócrates que el verdadero filósofo va a encontrarse con la
muerte para liberarse del influjo pernicioso del cuerpo. La unión del alma con el cuerpo
es un estado transitorio, accidental. El alma existe antes que el cuerpo, y seguirá
existiendo cuando éste muera. Esa unión del alma con el cuerpo es algo antinatural: el
lugar propio del alma es el mundo de las ideas, de donde cayó para unirse a un cuerpo
y a donde volverá. El alma con respecto al cuerpo es como el marino con relación a la
nave. El hombre es su alma, que se vale de un cuerpo.
Siglos después, el tema del hombre vuelve a aparecer en Agustín de Hipona,
y cuya preocupación por el hombre comienza a conjugarse en primera persona. Y
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todavía hemos de añadir que su filosofía toda y, en especial, sus referencias a la
libertad y al tiempo han hecho que se haya a veces hablado de él como "el último
hombre antiguo y el primer hombre moderno", dándose con ello a entender que
algunos de sus planteamientos –sobre todo, aquéllos que tocan al hombre– poseen un
alcance tal, que incluso en nuestros días cobran plena vigencia. Algunas palabras de
sus Confesiones nos dan buena idea de su interés por el problema antropológico:
"Profundo abismo es el hombre, hasta cuyos cabellos tienes contados sin que
disminuya en ti su número. Con todo, son más fáciles de contar sus cabellos que sus
sentimientos y que los movimientos de su corazón" (Conf. IV, 14, 22)
Escribe repetidamente Tomás de Aquino que el hombre no es sólo alma, sino
alguien compuesto de alma y cuerpo. El alma no es el hombre, sino sólo una parte del
hombre. Esta tesis la defendió vigorosamente frente a una tradición que había
acentuado los caracteres de espiritualidad e interioridad, y se había fijado sólo en el
alma. Para muchos era suficiente que se diera el alma en la persona; las almas
separadas del cuerpo continuaban siendo personas. Según Aquino, sin embargo, el
alma separada del cuerpo no es hombre, no puede llamarse persona (―anima separata
non potest dici persona).
Esa concepción del hombre como unidad de cuerpo y alma es la que
predominará, a la larga, en nuestra cultura occidental. Sin embargo se sigue
deslizando una cosificación del hombre, al entenderlo como sustancia, ya que Tomás
—que concibe la persona como una sustancia compuesta— está condicionado por
Aristóteles, cuyo tratado De Anima es uno de sus escritos de Física, y que recurrió a la
idea de ousía —traducida al latín por substantia— para entender la realidad del
hombre. Para Aristóteles, en todo ser viviente el alma es la forma del cuerpo: ambos
constituyen una única sustancia natural, y cuando el cuerpo perece, el alma también
muere. Porque para él, el alma es tan corruptible como el cuerpo. Aparte del alma que
no es inmortal, Aristóteles admite la existencia en el hombre de un entendimiento
incorruptible, no personal sino el mismo para todos los hombres. ¿Qué quiere decir
esto?
Como Aristóteles no lo dejó claro, surgirán después múltiples interpretaciones.
Tomás de Aquino: opina que el entendimiento inmortal de que hablaba
Aristóteles no es el mismo para toda la Humanidad, sino que se trata de la facultad
superior del alma, que por supuesto es inmortal e incorruptible (aunque el alma
separada del cuerpo no es persona para Aquino). Si Aristóteles parecía negar la
inmortalidad del alma humana, igualmente lo haría con la del animal, que equipara al
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esclavo y a la mujer. Algunos afirman que los animales no tienen alma, lo cual es una
incongruencia por lo menos lingüística, ya que animal quiere decir precisamente que
tiene alma, anima en latín. Una de las célebres veinticuatro tesis tomistas dice
tremenda, lapidariamente, que a diferencia del alma humana que es incorruptible e
inmortal, el alma de los seres sensitivos se corrompe con la muerte de éstos.
La filosofía realista clásica nos dice que el obrar sigue al ser. En otras palabras,
para que un individuo pueda poseer ciertas cualidades típicas de su naturaleza y para
que pueda actuar, primero tiene que existir. Y cada ser existe de acuerdo con el modo
que le es propio. Así, para que un ser humano pueda actualizar las características o
cualidades que le son propias, primero tiene que existir. Y el modo propio de existir de
los seres humanos es ser personas. El hecho de que por alguna razón no pueda
actualizar las características y conductas propias de su especie — por ejemplo, por
encontrarse en una etapa precoz del desarrollo embrionario o por tener un daño
cerebral severo, transitorio o permanente - no lo aniquila como persona. Sigue
existiendo con el modo de ser personal que le es propio.
Mucho después, en el siglo XVII –el siglo del racionalismo cartesiano–, en el
que la realidad toda pretende ser comprendida a la luz de ideas claras y distintas, de
un mecanicismo a ultranza, y en un marco de referencia geométrico y matemático.
Descartes llega al extremo del dualismo al considerar el alma y el cuerpo como dos
sustancias tan absolutamente distintas, independientes y separadas que al filósofo
francés se le plantea el gravísimo problema de su comunicación. Recurre a la extraña
y débil teoría de la glándula pineal como punto de interacción entre el alma y el
cuerpo.
En contraposición, el saber actual y en este afán sobre la indagación del
hombre, ha brotado de todos los campos y se caracteriza por una amplitud, exactitud y
especialización que difícilmente podríamos hallar en épocas pasadas. Nunca, pues, se
ha sabido tanto acerca del hombre y, sin embargo, se da el hecho de que, al mismo
tiempo, nunca ha sido para sí tan problemático como en la actualidad. Ya en 1928, en
su obra El puesto del hombre en el cosmos, Max Scheler23 visualizó esta curiosa
paradoja "Poseemos, pues, una antropología científica, otra filosófica y otra teológica,
que no se preocupan una de otra. Pero no poseemos una idea unitaria del hombre”.
Por otra parte, la multitud siempre creciente de ciencias especiales que se ocupan del
hombre, ocultan la esencia de éste mucho más de lo que la iluminan, por valiosas que
23
Max Scheler, El puesto del hombre en el cosmos, Tr. por José Gaos, 9 ed. (Buenos Aires: Losada,
1971), p. 24.
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sean..., cabe decir que en ninguna época de la historia ha resultado el hombre
problemático para sí mismo como en la actualidad"
III - EL PROBLEMA DE LA DEFINIBILIDAD DEL HOMBRE: ESENCIA Y
PROPIEDADES ESPECÍFICAS DEL HOMBRE 24
Enseña Blanco que la cuestión primera es la de si el hombre es definible.
El realismo filosófico responde afirmando la definibilidad del hombre.
La respuesta del agnosticismo fenomenista es negativa: el hombre no puede
ser definido porque su esencia es cognoscitivamente inaccesible.
Sartre afirma, igualmente, que el hombre no es definible porque la existencia
precede a la esencia. Según Sartre, el hombre no tiene esencia sino que es proyecto,
pasión inútil, se va haciendo. En realidad decir esto es también una manera de definir
al hombre.
Niega también que el hombre tenga una esencia o naturaleza el historicismo.
Para el historicismo (siglo XIX) el hombre no sólo tiene historia sino que es su historia.
El historicismo es una tendencia a reducir la realidad humana al proceso histórico
cumplido, a exaltar la dimensión histórica, y por ende modificable, del hombre, sobre
toda estructura estable, como la dada por la esencia o naturaleza, a acentuar en el
hombre su condicionamiento histórico y social25.
El realismo afirma que el hombre tiene esencia y que ésta es cognoscible.
Existe un doble conocimiento de esencias, uno vulgar básico y otro epistémico.
Definir algo es delimitar su esencia mediante un conjunto de conceptos que la
determinan por sus propiedades y la constituyen tal realidad, discerniéndola de
cualquier otra.
La definición esencial puede realizarse:
1. Por sus notas esenciales.
2. Por sus accidentes propios, derivados de la esencia.
24
Cf. Blanco, G. - Clases de Antropología Filosófica en la Facultad de Filosofía de la UCA, Buenos
Aires, apuntes de clases de un alumno. Cf. también Blanco, G. “Curso de Antropología Filosófica”,
Buenos Aires, EDUCA, 2002, pág. 335 y ss.: sobre el problema de la diferencia específica, diferentes
respuestas; el problema de la definibilidad; el problema de la definición (respuestas de Max Scheler y
Cassirer). 25
Sobre el historicismo, cf. Guido Soaje Ramos: “El tema del hombre”.
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En la definición del hombre como ―animal racional‖, éstas son las notas
esenciales, el género próximo y la diferencia específica. La definición aristotélica del
hombre como ―animal racional‖ es, por tanto, válida, y expresa su núcleo esencial.
Pero, el hombre no es animal sino en el sentido genérico, no en sentido
específico: no es una bestia26.
“La diferencia específica juega en el orden lógico el papel de forma,
pues determina al género a tal o cual especie; el género, al ser determinable, juega en
el orden lógico el papel de materia‖27.
―La definición responde a la pregunta ¿qué es el hombre? No responde
primariamente a la pregunta por sus principios constitutivos, ni a la pregunta por el
sujeto (¿quién?), hipóstasis o persona, ni a la pregunta por la individualidad concreta y
existencial de cada uno‖28.
Si definimos al hombre como ―animal ético‖ o como ―homo loquens‖
expresamos notas que indican propiedades que se desprenden de la esencia del
hombre. Estas notas, como la eticidad y la locuacidad, son fundadas, las notas
esenciales son fundantes.
Una definición del hombre no tiene que incluir necesariamente el
enunciado de todas las características propias y exclusivas del hombre; porque basta
con enunciar las notas fundantes.
En el orden genético del conocimiento, primero son las notas fundadas,
porque llegamos al conocimiento de la esencia a través del conocimiento de los
accidentes propios con conocimiento imperfecto. Pero, una vez conocida la esencia,
volvemos a las propiedades derivadas o propias con conocimiento perfecto o fundado.
Al decir ―animal racional‖ expresamos la esencia y también la naturaleza
humana. La ―naturaleza humana‖ se expresa en la definición del hombre tanto como
su esencia. Porque ―naturaleza‖ es lo mismo que esencia pero en cuanto al modo de
obrar29. La naturaleza corresponde a la esencia; porque ―el obrar sigue al ser‖.
La naturaleza del hombre comprende el conjunto de apetitos o tendencias
perfectivas hacia fines ―connaturales‖. Será ―natural‖ lo que es de acuerdo a la
esencia o naturaleza humana. Será antinatural o contrario a la naturaleza lo que
26
Blanco, G. “Curso de Antropología Filosófica”, Buenos Aires, EDUCA, 2002, pág. 385. 27
Guillermo Blanco, en Estudio Preliminar al Comentario de Santo Tomás de Aquino al Libro “De
anima” de Aristóteles, Buenos Aires, Arjé, 1979, pág. VI. 28
Guillermo Blanco, en Estudio Preliminar al Comentario de Santo Tomás de Aquino al Libro “De
anima” de Aristóteles, Buenos Aires, Arjé, 1979, pág. VI. 29
De acuerdo con su modo de ser (esencia), un ente obra u opera (naturaleza).
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dinámicamente se orienta hacia lo que no es perfectivo en el orden de la esencia o
naturaleza humana.
Enseña Blanco que la segunda cuestión es la de la especificidad del hombre.
Supuesto que el hombre sea definible porque tiene esencia, nos preguntamos en qué
se distingue o diferencia específicamente de los otros entes inferiores.
El naturalismo da una respuesta negativa, afirmando que el hombre no se
distingue del resto de los animales más que por una diferencia gradual o cuantitativa y
no esencial. Así el naturalista A. Gehlen30, para quien el hombre, por su carácter fetal,
es un ser biológicamente frustrado, por lo que, como compensación el hombre
desarrolla el cerebro, la inteligencia instrumental por la que fabrica instituciones (moral,
derecho, familia, sociedad) para ahorrar sus energías.
También dan una respuesta no adecuada quienes ponen en algo distinto a la
racionalidad la especificidad del hombre. Así, Scheler presenta su concepción
personal del ―espíritu‖31, o Cassirer reduce lo específico del hombre al “espíritu
simbólico”.
Afirmaba el Profesor Guido Soaje Ramos32, que el hombre es esencialmente
diferente de la mera animalidad, aunque haya similitudes aparentes, por lo que todo en
el hombre es humano.
Y esto vale para el cuerpo humano, que aunque desde un punto de vista
anatómico es similar al de ciertos mamíferos, su estructura interna y externa
manifiestan su pertenencia a un existente con potencias superiores y trascendentes.
Así, morfológicamente, la estructura externa y posicional del cuerpo humano es
diferente: su posición erecta, la conformación de su rostro, el uso de sus manos.
Igualmente, para citar otro rasgo distintivo, la estructura interna del cerebro muestra un
desarrollo que no tiene igual en el mundo animal, lo que le permite operaciones más
complejas y ricas, como la vida emocional, el llanto, la risa, y sobre todo la sonrisa,
que sólo se dan en el hombre. Y todo esto también muestra, desde una perspectiva
experimental, la unidad sustancial, y no accidental, entre el cuerpo y el alma en el
hombre.
Que el hombre tiene una esencia o naturaleza peculiar se refiere a las
determinaciones intrínsecas específicas que lo constituyen como tal (esencia), como
30
Cf. Blanco, G. “Curso de Antropología Filosófica”, Buenos Aires, EDUCA, 2002, pág. 341-342. 31
Monopsiquismo panteísta. 32
Guido Soaje Ramos: “El tema del hombre”.
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principio dinámico de orientaciones y actividades connaturales perfectivas específicas
(naturaleza).
Las determinaciones intrínsecas específicas del hombre son la animalidad y la
racionalidad, dos notas radicales y fundantes. Es decir, la esencia del hombre consiste
en ser un ―animal racional‖. Pero lo claramente distintivo del hombre con respecto a los
animales es la espiritualidad, que se pone de manifiesto en su capacidad de
aprehensión de las esencias, de autoconciencia, de captación de los valores, la
libertad y moralidad, y otros aspectos o dimensiones que aparecen en relación a las
notas fundantes como notas fundadas.
Teorías que mutilan la verdadera esencia y naturaleza del hombre, según
Soaje Ramos, son el naturalismo mecanicista o vitalista y el espiritualismo excesivo.
El naturalismo mecanicista sostiene que sólo existen fenómenos y procesos
físico-químicos regidos por leyes mecánicas. El naturalismo vitalista defiende la
especificidad de la vida pero reduce lo espiritual a lo vital regido exclusivamente por
leyes biológicas.
El espiritualismo excesivo, en el extremo contrario al naturalismo, sostiene que
el hombre es esencialmente su alma, su principio espiritual, y desconoce o atenúa la
vinculación esencial entre el alma y el cuerpo.
Volviendo a Blanco, afirmamos que lo específico del hombre está en lo
racional. Pero:
―Racional‖ no quiere decir:
El pensar con ―ideas claras y distintas‖ al modo cartesiano.
Ni que la razón sea la única función humana.
Ni que el hombre no posea también comportamientos irracionales.
Ni que todos los productos humanos puedan ser explicados racionalmente.
―Racional‖ se refiere:
al repertorio de las notas que expresan esencialmente lo que es la naturaleza
humana;
racional como nota fundante;
racional como captador de "quididades" pero ordenado a la segunda operación
del intelecto, el juicio, y a la verdad;
racional referido a la discursividad pero sin excluir cierta intuición del intelecto;
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racional con su fundamento último en la estructura del alma o espíritu y en la
persona, que manifiesta.
IV - CONCLUSIÓN
Para concluir recordemos que Aristóteles decía que alguien que afirmara que
es lícito matar a la propia madre necesitaría de un llamado de atención, más que de
una explicación. Esta afirmación, que probablemente la mayoría de nosotros acepta
como algo evidente, contiene ciertos presupuestos metafísicos que hoy parece ser
necesario explicitar, porque afirmar que todos los hombres son personas supone
aceptar que podemos identificar al ser personal basándonos en ciertas características
propias de la especie, aceptando al mismo tiempo que dichas características no
necesitan estar actualmente presentes y en ejercicio en cada uno de los individuos
para incluirlo en dicha especie. Bastaría, entonces, que un individuo pertenezca a una
especie cuyos miembros típicos sean personas, para afirmar que ese individuo posee,
necesariamente, un modo de ser personal. Esta es, precisamente, la tesis que
deberemos probar en lo sucesivo y que hoy quereos dejar claramente expuesto en
estas Jornadas de Bioética. Para ello será necesario comenzar por precisar la noción
de persona e identificar aquellas características que le son propias.
En resumen, cuando hablamos del ser humano, en sentido genérico, nos
referimos a una especie natural, que define a sus elementos por ciertos predicados o
características. El concepto de persona, en cambio, no se refiere a una especie, sino a
los elementos que la conforman, en cuanto que éstos son individuos únicos e
irrepetibles. De este modo, podríamos decir que persona más que un concepto es un
nombre: el nombre propio de las "naturalezas racionales" individualizadas.
V – BIBLIOGRAFÍA
Abbagnano, N. ―Historia de la Filosofía‖. Tomo 1. Montaner y Simón, S.A. Ed.
Barcelona, 1973
Blanco, G. Apuntes de sus clases en la Facultad de Filosofía de la U.C.A., Buenos
Aires
Blanco, G., Estudio Preliminar al Comentario de Santo Tomás de Aquino al Libro ―De
anima‖ de Aristóteles. Arjé Ed. Buenos Aires, 1979
Blanco, G. ―Curso de Antropología Filosófica‖, Buenos Aires, EDUCA, 2002
65
Casaubón, J. ―Nociones generales de Lógica y Filosofía, Bs. As., Estrada, 1985
Copleston, F. ―Historia de la filosofía”. Vol. I: Grecia y Roma, Ariel, Barcelona 1984.
Guardini, R. ―Mundo y persona. La estructura del ser personal‖. Ed. Guadarrama,
Madrid. 1967
Juan Pablo II, Encíclica Evangelium vital
Juan Pablo II, Encíclicas Veritatis Splendor y Evangelium vitae.
Maritain, J. ―Reflexiones sobre la persona humana‖.Ediciones Encuentro. Buenos
Aires. S.A. 2007
Max Scheler, El puesto del hombre en el cosmos, Tr. por José Gaos, 9 ed. Buenos
Aires: Losada, 1971
Mirande, S. A.; Villada, A. López, J. Giradles, A. ―Antropología Filosófica‖. Módulo 1
Universidad Católica de Salta. 2006
San Agustín, ―Confesiones‖, Ed. Libertador, Buenos Aires.2005.
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Cine, Ciencia-Ficción y Biotecnología: de Frankestein a Blade Runner...
Elpidio Blas *
Este trabajo se incluye en el proyecto sobre Biopolítica, Biopoder y Biotecnología, que
tuvo su primera parte con ―Cine y biotecnología: de las manos de Orlac a la decisión
más difícil‖, presentada en éste mismo ámbito en su edición del año anterior, y que se
complementará con la tercera parte, Cine, Ciencia-Ficción y Biotecnología: de la Nave
espacial al Microchip‖, en elaboración y para conclusión del mismo.
Introducción
Nuestra sociedad tecnológica y sus efectos sobre el hombre y la vida humana, han
sido anticipados en innumerables relatos, cuentos y novelas de ciencia-ficción; como
así también en una importante cantidad y variedad de películas del género, algunas de
ellas consideradas ―clásicos‖, aún cuando son prácticamente contemporáneas. Por
caso y a modo de ejemplo de lo anteriormente mencionado, ―2001 Odisea del
espacio‖, ―Blade Runner‖; o la inigualable ―Metrópolis‖, ésta entre las primeras
manifestaciones artísticas de la ―ciencia-ficción‖ en el cine, o ―Frankestein‖, en sus
numerosas versiones...
De este modo, transitamos junto al cine y a la ciencia ficción el Siglo XX, para
encontramos ahora en el umbral de un nuevo mundo, signado por la ciencia y la
tecnología como reaseguro de la continuidad de la vida humana sobre la tierra.
La ciencia ficción fue interpretando, a lo largo de su recorrido, la relación entre los
hombres y las tecnologías, iniciando éste con el advenimiento de la revolución
industrial y el desarrollo consecuente de la ciencia moderna. Desarrollo que sucedió
paralelamente al del capitalismo como sistema de producción, para desembocar en la
creación de un complejo tecnocientífico y su correspondencia con el capitalismo
industrial y posindustrial, en un período que abarca algo más de cien años,
aproximadamente desde pasada la segunda mitad del Siglo XIX hasta finales del
Siglo XX. Los relatos de ciencia ficción se inspiran en parte en el desarrollo científico-
tecnológico, así cómo éste también toma lo propio de la representación simbólica y de
anticipación que aquellas narraciones fueron concibiendo a lo largo del tiempo, en una
retroalimentación ente ambos, en una influencia mutua, que ha permitido el avance
tanto de uno como del otro.
67
Fases y evoluciones
Para adentrarnos en las implicancias y relaciones de la tecnología, con el cine y la
ciencia ficción, proponemos antes, una breve referencia al desarrollo de la humanidad
y sus logros. Podemos señalar una primera fase que va del Siglo X hasta mediados
del Siglo XVIII, en la que se da el crecimiento de las ciudades y del comercio; la
energía utilizada entonces es el agua y el viento; la materia prima fundamental, la
madera; las máquinas de entonces se concebían basadas en el uso de la rueda
hidráulica y el molino; comienza la navegación y la posibilidad de expansión territorial;
aparece la concepción moderna del universo, el hombre y la ciencia.
Luego nos encontramos ante una segunda fase, desde mediados el Siglo XVIII hasta
mediados del Siglo XIX, en la que la energía utilizada es fundamentalmente el carbón;
el material más usado, el hierro; aparecen la máquina a vapor y el ferrocarril;
afirmación del colonialismo y el enorme beneficio que produjo a las potencias
colonialistas imperialistas de entonces; y el paralelo desarrollo del capitalismo
industrial; esto a su vez, trajo como consecuencia, también el crecimiento de las
ciudades por la instalación de fábricas, y el hacinamiento de la población;
consolidación de las ciencias físico-mecánicas; conformación de una sociedad cada
vez más disciplinada, ordenada y controlada, en la que comienza a tomar importancia
el rol del estado como mediador en la relación capital-trabajo.
En la tercera fase, desde mediados del siglo XIX a mediados del Siglo XX, la energía
principal es la eléctrica, la materia prima para la fabricación industrial, la aleación de
metales; se avanza hacia la automatización de la máquina; la ciencia se aproxima y
se interesa por lo orgánico, la biología, la fisiología; se inicia la tecnociencia; son
notables el desarrollo en medios de transporte (el avión) y en medios de comunicación
(radio, cine, teléfono, televisión); la evolución de las sociedades y de las ciudades
producen una expansión del urbanismo y de las ciencias sociales.
Finalmente, en la cuarta fase, desde mediados del siglo XX a la actualidad, la
información ocupa el lugar de privilegio como ―materia prima‖, y toman un impulso
decisivo y creciente la cibernética, la computación digital, la ingeniería genética, la
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inteligencia artificial, los dispositivos electrónicos, los materiales sintéticos y con ello,
un fortalecimiento del capitalismo posindustrial. Estamos en pleno auge de las
comunicaciones masivas y en los prolegómenos de la sociedad de control.
Es durante el desarrollo de estos dos últimos períodos cuando la ciencia ficción
coincide, en una primera etapa, con el desarrollo tecnológico como una extensión e
intensificación de las facultades humanas y la aparición de las naves espaciales.
Luego, en una segunda etapa, con el intento de la tecnología de ―componer‖, reparar
al hombre con la máquina antropomorfa y con la máquina inteligente; aparecen los
robots. En una tercera etapa, la actual, nos encontramos en pleno desarrollo de la
invasión de la tecnología al cuerpo humano, en una hibridación del organismo y la
máquina; los robots ―evolucionan‖ a los Cyborgs y es una realidad indiscutible la
realidad virtual.
En el transcurso de las fases tercera y cuarta, en cuanto a la evolución de la
tecnología se refiere, es cuando hace su aparición la ciencia ficción y su vinculación
con aquéllas. Algunas de las obras más significativas de éste género, que tuvieron
también su versión cinematográfica, en algunos casos destacadas, es lo que
ofrecemos a continuación, en un listado, por cierto, arbitrario y no excluyente.
Literatura de CF y películas de CF
Mary Shelley
―Frankestein o El Moderno Prometeo‖ (1818)
―El último hombre‖ (1826) Novela en la que narra la futura destrucción de la raza
humana por una terrible plaga...
(Frankestein, la novela, inspiró una gran cantidad de filmes, de los que destacamos:
―El Dr.Frankestein‖, Dir. James Whale, EE.UU., 1931; ―El joven Frankestein, Dir. Mel
Brooks, EE.UU., 1974; ―Frankestein de Mary Shelley‖, Dir.Kenneth Branagh,
EE.UU.,1994)
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Frankestein, la criatura que toma el nombre de su amo y creador y que escapa
a su control, es un monstruo ensamblado con partes de diferentes cuerpos humanos,
al que el Dr. Frankestein le proporciona vida por medio de procedimientos
tecnológicos, eléctricos y mecánicos...
Julio Verne:
―Viaje al centro de la Tierra‖
―De la Tierra a la Luna‖
―20.000 leguas de viaje submarino‖
―La vuelta al mundo en 80 días‖
H.G.Wells:
―La máquina del tiempo‖
―Cuando el durmiente despierta‖
Los primeros hombres en la Luna‖
―La guerra de los mundos‖
Karel Kapec:
―R.U.R.‖ (1920) (Robots Universales Rossum) obra de teatro en la que su autor
inventa el término ―robot‖ y la fabricación industrial en serie de los mismos...
Fritz Lang- Director
―Metrópolis‖, (1926)
70
En este film mítico e insuperable en su formulación, se muestra la ciudad como
metáfora tanto del desarrollo técnico como de la injusticia social. En esta indescriptible
urbe del futuro, en cuyos niveles inferiores apenas sobreviven las masas de obreros
esclavizados; en los niveles superiores, los hijos de los poderosos llevan una vida
colmada de placeres. La construcción de un perverso robot, capaz de mimetizarse y
ocupar el lugar de la heroína del relato, remite también a un tema clásico: las
máquinas suplantando al hombre, y cuestionando, en última instancia, la esencia de lo
que consideramos humanidad...
Olaf Stapledon
―Juan Raro‖ (1935)
―Hacedor de estrellas‖ (1937)
―Sirio‖ (1944)
Isaac Asimov
―Yo, robot‖, serie de cuentos publicados entre 1940 y 1950, y reunidos bajo ese título,
editados en un solo libro.
George Orwell
―1984‖ (1948)
(Llevada al cine, mismo título; Dir. Michael Anderson, 1956; Dir. Michael Radford,
1984)
Ray Bradbury
―Crónicas marcianas‖ (1950)
―El hombre ilustrado‖ (1951)
―Farenhait 451‖ (1953)
Frederick Pohl
―Mercaderes del espacio‖ (1953)
71
Bernard Wolfe
―Limbo‖ (1952)
Brian Aldiss
―Invernáculo‖ (1962)
―El árbol de la saliva‖ (1965)
―Los superjuguetes duran todo el verano‖(1969)
Cuento corto que interesó a Stanley Kubrick, quien compró los derechos para llevarla
a la pantalla; producción que, finalmente, concretó Steven Spielberg como ―A.I.‖
(Inteligencia Artificial) EE.UU., 2001
A.I. Inteligencia artificial nos sitúa en un mundo de un futuro apocalíptico, en el que las
glaciaciones han sumergido ciudades eteras, como Venecia y Nueva York; las plagas
han devastado la mayoría de las riquezas naturales y la población humana se ha
reducido drásticamente, al punto tal en que los robots son mayoría. En ese contexto
de escaséz de recursos, en el que además las parejas son condicionadas en cuanto a
la tenencia de hijos, un equipo de científicos diseña a David, un niño-robot programado
para amar incondicionalmente a sus padres (en reemplazo del hijo natural de éstos) y
con capacidad para soñar y también, para sufrir...
A.I. constituye una de las reflexiones más profundas e interesantes que el cine de
ciencia ficción haya planteado sobre la relación entre el hombre y la tecnología
Arthur C.Clarke
El Centinela
Relato que sirvió de base para la escritura del guión del film ―2001 Odisea del
Espacio‖ -Arthur C. Clark y Stanley Kubric- y que, luego, Arthur C. Clark novelara.
(Llevada al cine como ―2001 Odisea del Espacio‖ , Dir. Stanley Kubrick, 1968)
Samuel Delany
―Nova‖ (1968)
72
Martin Caidin
―Cyborg‖ (1972)
Philips K. Dick
―Podemos recordarlo todo por usted‖ (1966)
(Llevada al cine como ―Totall Recall‖ -El vengador del Futuro- Dir. Paul Verhoeven,
1990)
―Sueñan los androides con ovejas eléctricas...?‖ (1968)
(Llevada al cine como ―Blade Runner‖ (1982) Dir. Riddley Scott
Blade Runner
A principios del siglo XXI, la poderosa Tyrell Corporation desarrolló un nuevo tipo de
robot llamado Nexus, un ser virtualmente idéntico al hombre y conocido como
Replicante. Los Replicantes Nexus-6 eran superiores en fuerza y agilidad, y al menos
iguales en inteligencia, a los ingenieros de genética que los crearon. En el espacio
exterior, los Replicantes fueron usados como trabajadores esclavos en la arriesgada
exploración y colonización de otros planetas. Después de la sangrienta rebelión de un
equipo de combate de Nexus-6 en una colonia sideral, los Replicantes fueron
declarados proscritos en la Tierra bajo pena de muerte. Brigadas de policías
especiales, con el nombre de Unidades de Blade Runners, tenían órdenes de tirar a
matar al ver a cualquier Replicante invasor. A esto no se le llamaba ejecución, se le
llamaba retiro...
La ciudad de Los Ángeles concebida por Scott es caótica y desordenada; brillante en
las alturas donde habitan los poderosos y sucia y agobiante en las zonas bajas, donde
vive la ―gente común‖
Blade Runner está cruzada por el tema del tiempo, y refiere a que lo que está
artificialmente producido es, precisamente, nuestro vínculo más directo e irremediable
con lo natural, la conciencia de la propia finitud...el miedo a la muerte es el filo más
estrecho por el que camina la condición humana... dice Guillermo Cabrera Infante...
73
―...Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. He visto atacar naves en llamas más
allá de Orion. He visto rayos C brillar en la oscuridad, cerca de la Puerta de
Tanhaüser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la
lluvia. Es hora de morir...‖ fueron las últimas palabras de Batty, el replicante que quería
volverse humano, antes de expirar...el último de los humanoides ultramodernos,
diseñados para realizar tareas sofisticadas, que evolucionan a un punto tal que
comienzan a preguntarse acerca de la muerte, el sentido de la vida, el amor...
De la ficción a la realidad...
Robots pensantes?
La inteligencia artificial avanza hacia la creación de computadoras con capacidad de
autonomía y pensamiento lógico. Esta posibilidad, cada vez más cercana, pone en
consideración, simultáneamente, los mayores sueños y las más temidas pesadillas de
la ciencia ficción. En un artículo publicado por el diario El País de Madrid, y
reproducido en la revista La Nación en su edición del 22 de agosto último, se plantea
seriamente la necesidad de poner límites a la investigación en inteligencia artificial y
robótica, por parte de la Asociación para el Avance de la Inteligencia Artificial. Una de
las principales preocupaciones de la entidad es que los logros científicos e estas
disciplinas puedan conducir a la pérdida del control humano sobre las máquinas.
Algunas de éstas, diseñadas para la guerra, como los ―zánganos predadores‖,
especies de avionetas autónomas que sobrevuelan los blancos y atacan por su
cuenta; tras, abren puertas y buscan enchufes para recargarse a sí mismas o rastrean
un territorio, como lo hacen las abejas. A esto se agrega la posible transformación del
mercado laboral, en forma drástica, en la medida en que los robots no sólo se
encargan de tareas rutinarias, mecánicas, como las cadenas de montaje; sino también
de quehaceres intelectuales...(1)
―Saya‖
Hace unas semanas, se realizó en el Instituto Nacional de Ciencias Industriales y
Tecnología Avanzada, la presentación del robot HRP-4C humanoide mujer, de nombre
Saya, diseñado y construido por el Dr. Hiroshi Kobayasi, de la Universidad de Ciencias
de Tokio. ―Saya‖ pesa 43 Kg. y mide 1, 58 Met. tiene rasgos orientales bien definidos y
74
rostro estilizado; camina, habla, sonríe y puede mostrar emociones como ira y
sorpresa. Se probó, primeramente, como recepcionista en la misma universidad, y lo
están ―preparando‖ para presentarlo a fines de Agosto, en un desfile de moda...
Vida sintética
El 20 de Mayo último, en la revista Sciencie Express se publicó la noticia de que un
grupo de veinticuatro científicos norteamericanos, encabezados por el genetista Craig
Venter –corresponsable, junto al Dr. Francis Collins del descubrimiento del genoma
humano y la creación del primer borrador del genoma humano, luego de diez años de
investigación y trescientos millones de dólares de presupuesto- lograron crear una
―bacteria sintética‖. El proceso que realizaron estos investigadores consistió en la
síntesis del material genético de una bacteria llamada Micoplasma mycoides , al que
ensamblaron en una levadura. Luego de este procedimiento, la trasplantaron a otro
microorganismo, un Micoplasma capricolum, donde reemplazó al ADN nativo, tomó el
control de la célula y comenzó a fabricar un nuevo conjunto de proteínas y dirigir su
replicación...
Para los no entendidos en la materia, esta puede parecer una información de no
interés; pero, lo cierto es que el logro de este grupo de científicos tiene enormes
implicancias y el potencial de crear soluciones innovadoras a una amplia variedad de
desafíos a nivel mundial. Por ejemplo: la generación de nuevas fuentes de
alimentación, la producción de nuevos fármacos y vacunas, el combate contra la
contaminación, la creación de nuevas fuentes de energía y la producción de agua
potable, entre otras aplicaciones posibles.
Precisamente, para ilustrar sobre este tema, se realizó un documental, cuyo título es
―Vida sintética‖ y que muestra el seguimiento a lo largo de cinco años del grupo de
científicos comandado por el Dr. Craig Venter, registrando puntillosamente los
fracasos, los éxitos y los momentos cumbre de los trabajos realizados, en su
meticulosa búsqueda por crear un organismo unicelular de forma sintética y que
culminara exitosamente. El mencionado documental no sólo muestra el proceso
mediante el cual se concretó este logro, sino que, también, trata de dar respuesta a
algunas cuestiones de orden filosófico acerca de las implicancias éticas que tiene este
descubrimiento y de otras que procuran develar si existe o no peligro en este tipo de
manipulaciones...(2)
75
Cruce de caminos
“...Nos encontramos ante una encrucijada: un camino nos lleva hacia una sociedad
completamente mecanizada, en donde el hombre será el desvalido diente de un
engranaje de la máquina, si no es que hacia la destrucción termonuclear; el otro
conduce a un renacimiento del humanismo y la esperanza, a una sociedad que pondrá
la técnica al servicio del bienestar del hombre...” esto escribía, en 1970, Erich Fromm,
a lo que agregaba, como un claro presagio de lo porvenir “...Un espectro anda al
acecho entre nosotros y solo unos pocos lo han visto con claridad. No se trata del viejo
fantasma del comunismo o del fascismo, sino de un nuevo espectro: una sociedad
completamente mecanizada, dedicada a la máxima producción y al máximo consumo
materiales y dirigida por máquinas computadoras...” para continuar profundizando su
certera opinión sobre el mundo de un futuro muy cercano, al decir “...En el
consiguiente proceso social, el hombre mismo, bien alimentado y divertido, aunque
pasivo, apagado y poco sentimental, está siendo transformado en una parte de la
maquinaria total. Con la victoria de la nueva sociedad, el individualismo y la privacidad
desaparecerán, los sentimientos hacia los demás serán dirigidos por
condicionamiento sicológico y otros expedientes de igual índole, o por drogas, las que
también proporcionarán una nueva clase de experiencia introspectiva...” (3)
En coincidencia con esta visión de Fromm, el polaco Zbigniew Brzezinski indicaba
―...en la sociedad tecnotrónica el rumbo, al parecer, lo marcará la suma del apoyo
individual de millones de ciudadanos incoordinados, que caerán fácilmente dentro del
radio de acción de personalidades magnéticas y atractivas, quienes explotarán de
modo efectivo las técnicas más recientes de comunicación para manipular las
emociones y controlar la razón...‖ (4)
Intento de Conclusión
Estamos jugando a ser dioses, sin saber con certeza hacia donde vamos, ni cuales
serán las consecuencias, ni tampoco cual es la condición de la existencia humana...
76
Referencias:
(1) ―Llega la era del robot pensante‖ LNR, edición N° 2146 (22/8/10; Pags. 38...40)
(2) ―Vida sintética‖, documental, producido por Compass Light Productions, para
Sciencie Channel, EE.UU., 2010 (Se difundió en Argentina por Discovery Channel,
13/6/10; 21 hs.)
(3) Erich Fromm, La revolución de la esperanza, México, FCE, 1970,
(4) Zbigniew Brzezinski, La era tecnotrónica, Bs.As.,Paidos, 1979
Bibliografía (parcial):
Lorca,Javier, Historia de la ciencia Ficción, Capital Intelectual, 2010, Bs.As.
Erich Fromm, La revolución de la Esperanza, Fondo cultura Economica,1970,
México,D.F.
AA.VV., Blade Runner, Tusquets Editores, 2001, Barcelona
Arthur C. Clark,El Centinela,Unidad Editorial,1998, Madrid
Para aquellos que estén dispuestos a acercarse a otras manifestaciones, diferentes,
sobre lo mismo, les dejo esta hermosa poesía de Antonio Tello, periodista y escritor
exiliado en España desde hace más de 30 años; autor del prólogo del libro de mi
autoría ―Como trenes que avanzan en la noche:Crónicas y relatos sobre cine y otras
percepciones‖ (Blas Elpidio, Ediciones del Boulevard, Córdoba, 2005)
Blade Runner
Por los ocultos ojos del sueño descubro
la lluvia persistiendo sobre el espejismo futuro,
la niebla hacinada de sombras
y el laberinto de lenguas indecibles,
donde se confunde el entendimiento
77
La vida de los hombres
-y la de aquellos que se les asemejan-,
sucumbe inexorablemente en la ciudad entrevista.
Alguien, huérfano de pasado,
en la infinita reiteración de su destino,
en algún instante de la eternidad,
mata al creador y convierte la lluvia
en el olvido de todas las visiones,
en el silencio de todas las respuestas que
-no obstante-
jamás fueron ni serán pronunciadas.
Blade Runner, AA.VV.; Pag.123, Antonio Tello, Colección Fábula, Tusquetss Editores,
1988, Barcelona.
Listado de films de ciencia-ficción, por su extensión (más de 150 títulos) lo ofrecemos
a disposición de los organizadores del evento.
*Docente del Departamento de Ciencias de la Comunicación, Facultad de Ciencias
Humanas, UNRC; Periodista, Crítico Cinematográfico de LV16 Radio Río Cuarto y
lv16.com.
78
La tierra es del que la trabaja. Tierra, trabajo y dignidad en la reforma
agraria boliviana
José Luis Jofré
Universidad Nacional de San Luis.
Sueña Antonio con que la tierra que trabaja le pertenece,
sueña que su sudor es pagado con justicia y verdad,
sueña que hay escuela para curar la ignorancia y
medicina para espantar la muerte,
sueña que su casa se ilumina y su mesa se llena,
sueña que su tierra es libre y que es razón de su gente
gobernar y gobernarse,
sueña que está en paz consigo mismo y con el mundo.
Sueña que debe luchar para tener ese sueño,
sueña que debe haber muerte para que haya vida.
Sueña Antonio y despierta...
En este país todos sueñan. Ya llega la hora de
despertar...
Los Otros Cuentos, relatos del Subcomandante Marcos
Marx señalaba en El Capital que ―los momentos en que
se separa súbita y violentamente a grandes masas
humanas de sus medios de subsistencia y de producción
[...] La expropiación que despoja de la tierra al trabajador
constituye el fundamento de todo el proceso. (El capital I,
cap. 6.2 [tcap. 24] (I/3, p. 895; MEGA II, 5, p. 576, 21-26;
II, 6, p. 646, 3-8, citado por (Dussel, E. (1990). El último
Marx (1863-1882) y la liberación latinoamericana. México:
Siglo XXI. p. 362.
I
79
Bioética en el contexto de una moral de la emergencia
Pretender circunscribir este trabajo en el campo de la bioética trae apareja la
necesidad de deslindar sentidos y describir nuestra comprensión de este campo de
indagación. La bioética o ética de la vida, en términos históricos, podemos decir,
comienza a gestarse tras los juicios a los nazis, después de la Segunda Guerra
Mundial. Los múltiples genocidios, la experimentación con seres humanos, entre otros
crímenes emplazan un campo de reflexión filosófica sobre la vida. Así mismo, otra
problemática que da lugar a la bioética, se vincula con la necesidad de reflexión sobre
las consecuencias del empleo de los desarrollos teóricos-científicos, a favor del la
construcción de armas de destrucción masiva. Tal el caso de la creación –y empleo
contra Japón– de la bomba atómica. Asunto que se agudiza con la posterior carrera
por el armamentismo nuclear. Proceso que dio origen a la Guerra Fría. En el contexto
de reflexión filosófica sobre los nuevos problemas asociados a la vida, el oncólogo
norteamericano Van Rensselaer Potter, introduce el neologismo bioética, alrededor de
1962 (Medina, Arruchi, 2007; Acosta Sariego 2003). La consolidación de este campo
de reflexión ética, vino de la mano de la experimentación con embriones humanos, a
finales de la década de 1970. Al mismo tiempo, el desarrollo de medicamentos llevó a
la industria farmacéutica a la experimentación con seres humanos y animales.
Procedimientos en los que aún parecen resonar los experimentos nazis. Estos y otros
casos condujeron a la interrogación por la dimensión ética de las prácticas que
vinculan a las ciencias con la vida de los seres humanos y luego se desplazo a los
vínculos con los animales. Más tarde, con el surgimiento de la tercera generación de
derechos humanos, se instaura la crítica filosófica en torno a la relación de los seres
humanos y el medio ambiente. Recientemente, con la cuarta generación de derechos
humanos, concebida como Derecho a ser diferentes, advienen otros interrogantes al
campo de la bioética, como por ejemplo, el vínculo entre vida y sus condiciones de
dignidad (denominado generalmente como calidad de vida), así como el derecho a una
muerte digna. También, en este marco, las operaciones que habilitan el cambio de
sexo devienen campo de interrogación. La lucha por el reconocimiento de la diversidad
lingüística y cultural, entrarán también en el campo de discusión de la bioética (Tealdi,
Juan Carlos, 2008; Medina y Arruchi, 2007; UNESCO, 2006). Ahora bien, podemos
decir que las problemáticas de la bioética recorren al menos tres caminos. El primero
asienta su posición en el fundador del neologismo, según Hotties (2007: 14-15), el
enfoque de Van Rensselaer Potter plantea la necesidad ―acompañar el desarrollo
científico y tecnológico de una reflexión ética que tome en cuenta de modo muy
explícito los valores y la totalidad (la sociedad global y la naturaleza, la biosfera)‖
80
(Hottois, G. ¿Qué es la bioética? Colección Caminos Filosóficos, Universidad del
Bosque, y VRIN, París, 2007, pp. 14-15 citado en Alya Saada, 2008). La segunda
posición, denominada principialista, se basa en cuatro principios la autonomía, la
beneficencia, la no maleficencia y la justicia. Esta perspectiva recorre su crítica a partir
de las problemáticas que se entablan en el vínculo médico paciente y en la
experimentación con personas. Su mirada, que se centra en el individuo, permitió
instalar la discusión y la reflexión bioética el ámbito público. La bioética, nacida en el
primer mundo, al trasladarse como campo de conocimiento a los países emergentes,
es leída y recreada desde la especificidad de las condiciones productivas de sus
pueblos. Así en la Nuestra América (Como la llama José Martí) cobra sentido la
tercera perspectiva en este campo emergente. Se trata de una bioética social que se
desplaza hacia principios fundados en la justicia social y la equidad (Saada, 2008),
enlazada con los trayectos del pensamiento para la liberación. Algunas de estas
relaciones se ponen en juego en la Declaración Universal sobre Bioética y Derechos
Humanos, aprobada en 2005 por la Conferencia General de la Unesco. En el último
enfoque latinoamericano centramos nuestra mirada. Podemos decir, siguiendo a
Hernán Neira, que la bioética en tanto reflexión crítica de las condiciones objetivas de
la dignidad de la vida humana, se remontan en nuestro continente al momento mismo
en que en la flota de Colón se gritó ‗tierra a la vista‘ (Neira, Hernán, 2008; Caravias y
De Barros, 1990; UNESCO, 2006). Junto a estos codiciosos aventureros se emplaza
la voluntad sacrificial de la conquista, ego conquiro, sostiene Dussel. Avance sobre los
territorios, conquista cultural, apropiación de los medios de producción y
aniquilamiento de la vida, configuran las bases para la acumulación originaria del
capital (Dussel, 1974, 1993, 1994). Dicho en sentido inverso, los procedimientos que
permiten la acumulación originaria del capital –una de las formas que toma la
modernidad–, están sostenidos sobre la expropiación territorial. Las tierras, que desde
entonces son sometidos a la lógica de explotación del capital. Expropiación que resta
medios de vida a sus dueños originarios, muchos de los cuales –por millones- mueren
en manos de los nuevos dueños de la tierra. Apropiación, aniquilación de la tierra,
etnocidio y genocidio, son los problemas que atentan contra la vida, en Nuestra
América desde 1492.
II
Para que este proceso tuviera lugar, se llevó a cabo una verdadera lucha de clases en
la teoría. En la contienda se emplazaron dos discursos contrapuestos: uno ejercido
desde la filosofía del poder que buscada justificar la ‗razón‘ del exterminio como ―Justa
Guerra‖. El otro discurso se configura como moralidad de la emergencia. Denuncia de
81
las condiciones en los nuevos territorios (de la corona – ¿imposibilidad de la crítica en
este punto o recurso discursivo?) y defensa de los derechos de sus habitantes
originales. Esta lucha se abrió en el adviento de 1511 y se ha mantenido desde
entonces, con múltiples procedimientos Discursivos. En esta lucha, que se entabla en
el nivel discursivo y se ejecuta en el mundo de la vida, se dan dos grandes posiciones,
por un lado, la sostenida por y desde la filosofía del poder y, por otro lado, aquellas
posiciones construidas desde una moral heroica de la emergencia (Roig, 2000). Desde
la ética del poder se pretende justificar racionalmente lo injustificable, los motivos que
no solo justifican la dominación, sino que la exigen. El eurocentrismo (más tarde
denominado desarrollismo) no solo justifica sino que ve la necesidad de que los
pueblos no europeos se ajusten al modelo impuesto desde las metrópolis. El modelo
civilizatorio es un atajo discursivo para justificar la apropiación de las tierras, la
alienación del trabajo y de los minerales. La justa guerra es el nombre del exterminio
(15 millones de aborígenes, 13 millones de africanos, nos recuerda Enrique Dussel,
1993). De este proceso histórico nos interesa detenernos por un instante en la
preocupación, transformada en discusión-reflexión sobre el valor de la vida. Como
dijimos unas líneas más arriba, ante una práctica social amparada en una ética del
poder, se alza una moral heroica que toma la voz de la denuncia primera en la
persona de Antón Montesinos, quien en 1511, predica: "Para os los dar a cognoscer
me he sabido aquí, yo que soy voz de Cristo en el desierto desta isla, y por tanto,
conviene que con atención, no cualquiera, sino con todo vuestro corazón y con todos
vuestros sentidos, la oigáis" [...] (agrega Bartolomé de las casas) Esta voz encareció
por buen rato con palabras muy pugnitivas y terribles, que les hacía estremecer las
carnes y que les parecía que ya estaban en el divino juicio. La voz, pues, en gran
manera, en universal encarecida, declaróles cual era o qué contenía en sí aquella voz:
Esta voz, dijo él, que todos estáis en pecado mortal y en él vivís y morís, por la
crueldad y tiranía que usáis con estas inocentes gentes‖ (Esponera Cerdán, 1990).
Desde entonces, la lucha por la vida se encuadra en los dos niveles, el nivel de la vida
y el de los discursos. En este último se puede afirmar que los trayectos de reflexión
ética sobre la vida comienza, en la América nuestra, junto con el proceso de conquista.
Y, si bien toma el nombre de bioética a mediados del siglo XX, la problemática primera
no ha desaparecido sino que, por el contrario, se mantiene durante los últimos
quinientos años. De las múltiples problemáticas que atraviesan el espesor de nuestra
historia, una nos interesa en este trabajo. Se trata de la relaciones, que se pueden
problematizar, entre la posesión / alienación de la tierra, el trabajo y la dignidad
humana. De todas ellas, quisiéramos referirnos al complejo proceso histórico que se
construye en Bolivia.
82
III
(Algunas notas sobre la distribución de la tierra en Bolivia) Xavier Albó (1992), en La
experiencia religiosa aimara, bajo el subtítulo Un pueblo partido en tres, describe a uno
de los pueblos que habitan el Altiplano y que, conformando un solo pueblo, se
encuentra dividido en tres estados: Bolivia, Perú y Chile. Esta característica se repite
una y otra vez, aunque su distribución exceda estos tres estados, la división
permanece. Como también permanece la distribución de la tierra. Los pueblos
originarios ocupan las tierras altas, desde los seis mil metros en los picos nevados,
hasta los mil metros. En territorios recientemente ocupados. Ciertamente el territorio
ocupado por los pueblos antes del encubrimiento (Dussel, 1994) eran mas bastos y
fluctuaban en relación migratoria de acuerdo a las épocas del año y las circunstancias
climáticas. Señala Albó que la racionalidad tributaria y misionera de la colonia inicia un
proceso de concentración poblacional, de manera que el territorio de estos pueblos se
va ‗encogiendo‘ (86) hasta la actual configuración. Mientras, por otro lado, el territorio
en manos de los españoles se expande legitimado por Célula Real en 1591, y su
utilización es para la producción de excedente mercantil. Isaac Sandoval Rodríguez
señala, en Consideraciones teóricas sobre el Proyecto de Ley Agraria Fundamental
que, el empequeñecido territorio nativo, que implica la relocalización poblacional, está
delimitado por una economía de subsistencia. De esta manera, es dable destacar,
durante el período de la colonia, se garantizan pequeños territorios a las familias o
comunidades originaria con la finalidad de proveer a la reproducción de la fuerza de
trabajo a ser utilizada en la minería, las empresas agrícolas y las ciudades (Sandoval
Rodríguez, 2003).
Conjuntamente con la asimétrica distribución de la tierra, la Corona Española impone
tributos diferenciados. A los colonos españoles les impone impuestos sobre la tierra,
mientras que a los habitantes originarios se les impone un tributo basado en el trabajo
(de la encomienda a la mita y yaconazgoco) y otro sobre las personas. Tal asimétrica
e injusta aplicación impositiva se mantiene a lo largo de la historia. Nos recuerda Isaac
Sandoval Rodríguez (2003: 19) que aún cuando los decretos, resoluciones y circulares
de Bolívar, por medio de los que ―pone en vigencia su política liberal sobre la tierra, la
prestación de servicios y cargas fiscales‖, prevalece las prácticas coloniales. De
hecho, revolucionarios como Manuel Lastra, Ministro de Melgarejo (Estado Nacional
Insurgente), justifican la permanencia de esta asimetría, en un mensaje dirigido al
Poder Legislativo: ―… esta herencia del coloniaje, tan injusta y odiosa como es, ha
dado vida y ha mantenido hasta nuestros días a la nación‖ (Citado en Sandoval
Rodríguez, 2003: 19). Asimétrico, injusto y odioso sistema tributario configura el
83
principal recurso para cubrir las necesidades del estado y, como tal, no es puesto en
duda ni aún por el gobierno Insurrecto. La misma estructuración tributaria es, en gran
parte, la que niega toda posibilidad de disolución del campesinado en Bolivia. Muy por
el contrario mantiene a este gran sector poblacional porque, precisamente, éste
constituye el principal aporte en rentas cobras por el estado nacional. En otras
palabras, el estado ayuda a la permanencia del campesinado porque aplica impuesto
sobre las personal y sobre el trabajo.
Fue recién en 1952 cuando se crean las condiciones para la primera reforma agraria
en Bolivia, que tomará forma de ley un año más tarde. En 9 abril de 1952, el
Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) intenta derrocar a la Junta militar
gobernante en la Paz, logran tomar el poder por sólo unas horas. A la tarde, la
contraofensiva detiene la revolución. A pesar de esta aparente derrota, sólo tres días,
después se encuentran gobernando, no por su propia capacidad sino porque las
milicias de obreros armados, fundamentalmente mineros y campesinos, derrotaron al
ejército y rescataron a los dirigente. El proyecto del MNR era llevar adelante una
―Revolución Nacional‖, procurando reemplazar la oligarquía de las minas y la
aristocracia semifeudal, latifundistas, por una burguesía nacional. Este proyecto será
presionado por los obreros cuya intención es la ―Revolución proletaria‖. En esta
tensión que confronta al gobierno con los obreros mineros, fundamentalmente
integrantes del Partido Obrero Revolucionarios (POR) Trotskistas, los dirigentes del
MNR hacen alianzas con distintos sectores con el fin de reducir la fuerza de los
mineros organizados y milicianos. Entre los sectores que logran sumar se encuentran
los campesinos, quienes habían tomados conciencia y expropiaron las tierras de los
latifundistas, comenzando la revolución agraria en los hechos (Pozzi, 2002). Más
tarde, en procura de consolidar poder, sumar a los campesinos, en procura de
fracturar la Central Obrera Boliviana (COV) el gobierno de Víctor Paz Estenssoro, del
MNR, aprueba la Ley de Reforma agraria. Sin embargo, la letra que contiene la ley, y
las prácticas que de ellas se desprenden, no hacen justicia a la denominación del
proceso. La reforma agraria deviene, en su sentido sustancial, ambivalente (y no
polisemia). Representa un valor en el sentido presupuesto y otro, inversamente
proporcional, en las consecuencias de su aplicación. Detrás de una apariencia
revolucionaria se encuentra un sentido fundamentalmente burgués. Este sentido se
encuentra en mismo proceso de distribución de la tierra. La Reforma reconoce la
existencia de las comunidades campesinas, definidas como ―caserío de vecinos‖, sin
embargo el eje central de la ley radica en la configuración de la propiedad privada
según su extensión, en tres expresiones: pequeña, mediana y gran propiedad. Y, a su
84
vez, indica su emplazamiento en la geografía, según su tamaño: en el altiplano y los
valles, la pequeña propiedad minifundista. Mientras que, en el oriente del país, en las
tierras bajas y fértiles, se emplazan las grandes propiedades. El tercer eje de la
distribución es demográfica: los campesinos, pueblos originarios, en masa, se les
entregan las pequeñas propiedades colectivas y, eventualmente individuales, en las
tierras altas (hasta siete hectáreas). Los criollos reciben las tierras bajas. Grandes
extensiones que rondan, en promedio, las diez mil hectáreas (Sandoval Rodríguez,
2003). ―En consecuencia, la Reforma Agraria de 1953, señala Sandoval Rodríguez
(2003: 21), abre la brecha entre el campesinado minifundista y pobre que trabaja
personalmente la tierra y vende su excedente al mercado local a precios fijados por las
autoridades municipales, y el empresario de las plantaciones extensivas o de la
ganadería que vende sus productos en el mercado nacional o internacional bajo los
términos de las ventajas competitivas del capitalismo desarrollado y el uso de la fuerza
de trabajo asalariada‖. A estas notas se deben agregar otras. Si se considera la
distribución de la tierra impuesta por la colonia, más tarde ratificada por la Reforma
Agraria Boliviana de 1953, es posible señalar que, en las tierras altas los pueblos viven
de una economía de subsistencia, basada en la ganadería y el trabajo fuera de la
comunidad. El principal producto que se cultivan es la papa. En los valles es posible
cultivar maíz y, en la zona subtropical el coco. En la medida que se desciende la
variedad de cultivos se amplia significativamente, aunque la diferencia no es
necesariamente cuantitativa. Lo mismo pasa con el ganado. En las zonas altas se
crían llamas y alpacas, luego cabras, y en las zonas más bajas vacas. Es dable aclarar
que estos territorios están sujetos a las inclemencias del tiempo. Nevadas, heladas e
inundaciones son inclemencias climáticas que movilizaban históricamente a las
comunidades a migrar de unos territorios a otros. Sin embargo, la colonia y el
establecimiento de los territorios nacionales, limitó esta posibilidad hasta hacerla casi
imposible. La imposibilidad de migrar dentro de un mismo territorio, que deberíamos
denominar como propio, de tierras alta a tierras bajas, condiciona y restringe las
posibilidades de subsistencia de estos pueblos. Durante estos períodos se da la
distribución de las tierras y los criollos se apropian de las tierras bajas.
Llamativamente, estas tierras bajas nunca se explotaron en su totalidad, ni siquiera
muchas de ellas tiene títulos en manos de ciudadanos ni siquiera individuales. Muy por
el contrario, son tierras estatales sobre las que la población criolla avanzó,
circunscribió y apropio. Tierra que, aunque no sea trabajada, no se les permite a los
pueblos originarios ocuparlas. Durante la segunda mitad del siglo XX, con la
mecanización del trabajo y la consiguiente desaparición de la actividad manual en las
minas, los pueblos, a ellas ligados, se ven en la obligación de desplazarse. En algunos
85
casos migran hacia las ciudades. En otros, en la mayoría de los casos, el campo será
su lugar de referencia. Un campo que, estando disponible, no es accesible.
Precisamente porque los territorios fértiles a los que pueden acceder son pocos.
Cuando no, están zonas son infértiles o de inclemencia climática. La migración hacia
las ciudades no hace más que engrosar el contingente de desocupados urbanos. Y, en
no pocos casos, dicha migración es sólo un paso para el desplazamiento fuera de las
fronteras de Bolivia.
Esta situación pone en movimiento a los pueblos campesinos en Bolivia que conduce,
lenta pero decididamente, a una nueva reforma agraria. De esta manera, el siguiente
intento de reforma tiene lugar en 1996 (Ley 1715 del 18 de octubre, Servicio Nacional
de Reforma Agraria). Esta nueva ley prevé la denominación de la tierra a partir de un
concepto análogo a la ley anterior: por un lado, denomina ‗solar campesino‘, ‗pequeña
propiedad‘, ‗propiedad comunitaria‘, ‗tierras comunitarias de origen‘; por otro lado,
garantiza plenamente el ejercicio del derecho a la ‗mediana propiedad‘ y ‗la empresa
agropecuaria‘. Sin embargo, a diferencia de la reforma del 52, esta ley, desconoce
explícitamente el derecho al latifundio (Art.2 y 3). El reconocimiento del derecho a la
mediana propiedad y la empresa agraria, están supeditadas a que cumplan con la
función económica-social. El incumplimiento es causal de pérdida de la propiedad
junto con otros como: el abandono de la propiedad, porque dicha acción es perjudican
al interés colectivo (Art. 52). A estos dos causales se suma la tercera, el
incumplimiento tributario, que es considerado presunción de abandono de la tierra. El
no cumplimiento con estos principios habilitan los procedimientos de reversión de la
tierra a favor del Estado a través del Instituto Nacional de Reforma Agraria (Art. 55). El
INRA, a su vez, es la entidad que redistribuye la tierra. Junto con estas tierras
revertidas, se encuentran aquellas fiscales que también deben ser redistribuidas. En
casos especiales en lo que medianas propiedades se encuentren en territorio de las
comunidades originarias, la ley prevé la relocalización de pueblos o comunidades
indígenas u originarias en superficies y calidad suficiente, en zonas donde existan
tierras disponible (Art. 72). Este principio implicó de hecho que algunos de esos
procesos de asignación y relocalización se hiciera en tierras altas que, de hecho, no
reúnen las condiciones de calidad suficiente, sino sólo de disponibilidad. La ley, al
mismo tiempo, prevé mecanismos y lapsos muy breves para ambos procesos. Sin
embargo, esta reforma que, en la letra de la ley, es radical, no logra concretarse
rápidamente en la práctica. Los procesos de saneamiento de la tierra (recuperación
por parte del estado de tierras no titularizadas) y su redistribución se extienden por un
más que el tiempo que los pueblos originarios y campesinos están dispuestos a
86
esperar. Y cuando se distribuyen, no son exactamente las tierras fértiles, tal como lo
denuncian los movimientos sociales.
IV
A pesar de todo, la aplicación de la ley de Reforma Agraria de 1996 da comienzo a un
―proceso lento y tortuoso de saneamiento de tierras en todo el país‖ (Castro Saavedra,
2001: 198). Por otro lado, y como consecuencia de la radicalidad de los primeros
artículos, la dimensión tortuosa se hace visible a través de las reacciones de los
habitantes de las tierras bajas. Es dable agregar que, un derecho consagrado y un
procedimiento lento y dubitativo en tanto a su aplicación, generan situaciones de
máxima tensión en, al menos, dos grandes momentos. El primero en 2001 y el
segundo en 2006 (en el marco de la Revolución agraria). En estas situaciones se
enfrentan dos sectores de Bolivia. Por un lado, los campesinos que, obligados por las
condiciones de las tierras altas o expulsados de las minas, migran de las tierras altas a
las bajas donde toman tierras. Tal es el caso paradigmático de los asentamientos
campesinos en las tierras abandonadas de los Sotos en Yucaiba. La toma de las
tierras encuentra como reacción de los habitantes del poblado, la constitución de un
comité cívico, convocado bajo el lema fascista ―Hoy los sin tierra, mañana ¿los sin
casas y sin autos? El comité conforma grupos paramilitares y, el 4 de octubre, llevan
adelante la primera incursión al asentamiento de los Sotos. Al entrar ―quemaron todo
lo que encontraron a su paso, golpearon indiscriminadamente e hirieron a bala a dos
campesinos‖ (Morales, 2001: 113). Los procedimientos se multiplicaron en Pananti y
otros lugares. Como consecuencia Hugo Banzer firma el Decreto Supremo 26.140 de
2001. mediante el que supedita toda la organización de la tierra a las autoridades de
una comisión supervisora. La situación se agrava en los días siguientes por la
ocupación de tierras fiscales ociosas en Santa Cruz (Castro Saavedra, 2001). En este
contexto surge, en el seno del movimiento campesino, dos posiciones inicialmente
encontradas. Por un lado, aquellas que consideran que la lucha debe continuar al
margen de la política gubernamental y, por otro lado, se encuentran aquellos que
consideran que el camino de consolidación de la reforma agraria requiere el acceso al
poder. La cara visible de esta última posición se encuentra en la figura de Evo Morales
Aimá. Quien, como es de público conocimiento, logra articular los movimientos
indígenas y campesinos para acceder a la primera magistratura del país. El 5 de junio
de 2006, Morales Aimá anuncia la puesta en marcha de la revolución agraria. La meta
del mandatario es entregar veinte millones de hectáreas a indígenas y campesinos, a
quienes considera sus verdaderos dueños. Estas hectáreas constituyen el 50% de la
tierra posible de asignación (fiscales) o reversión (cambio de propietarios). En esta
87
redistribución de las tierras establece como punto de partida las tierras bajas
orientales, que se encuentran especialmente en la región de Santa Cruz. Epicentro de
los poderosos empresarios, opositores a la reforma. El anuncio tiene como respuesta
la ruptura del diálogo entre los agricultores de la zona y el gobierno. Los empresarios
de Santa Cruz anuncian la ―reactivación de los comités de autodefensa de ‗sus tierras‘.
Sin embargo, lo que los empresarios denominan sus tierras, en realidad constituyen
tierras fiscales. Resultantes del saneamiento de tierras comunitarias de origen (SAN-
TCO: Ley 1715, Art. 72) iniciado a partir de 1996, éstas tiene dos orígenes: por un
lado, tierras fiscales; por el otro, ―reversión de tierras ociosas que están en poder de
los grandes empresarios‖ (La Jornada, 5 de junio de 2006). El anuncio y las primeras
acciones de Morales Aimá, toman como forma legal el 20 de noviembre de 2006 con la
Ley de Reconstrucción Comunitaria de la Reforma Agraria (ADITAL, 1 de diciembre de
2006). Desde Santa Cruz se genera una respuesta que amerita una consideración
semioético. Los empresarios retoman y reafirman la posición histórica que transforma
a los descendientes de los pueblos originarios en extranjeros en su propia tierra. La
inversión de sentido se cristaliza en el siguiente reclamo: ―Hasta cuándo vamos a ser
gobernados por extranjeros‖ (La Jornada, 5 de junio de 2006). El rostro que resume la
extranjería, la forma visible del bárbaro (por oposición al xenós) es Evo Morales Aimá.
Primer gobernante aimara que el país tiene desde la época de la colonia. La inversión
de sentido, la constitución del originario en extranjero, configura un nuevo intento de
actualización del encubrimiento que se inicia en 1492 (Dussel, 1993).
Más allá de esta situación, Morales profundiza la reforma –a la que llama revolución–
asociando el sentido de la dignidad a la posesión de la tierra a través del trabajo.
V
Desde del levantamiento obrero, minero y campesino de 1952, con las acciones
directas que llevaron adelante un revolución agraria, con la expropiación de tierras de
manos de latifundistas, hasta los actuales movimientos de los sin tierra, la lucha ha
tenido diversos tiempos en la construcción de la emergencia social en Bolivia. Esa
construcción se liga, de forma directa, a la recuperación de la tierra como territorio de
los pueblos originarios y de los campesinos. Esa tierra que en la tradición de los
pueblos originarios ―es el seno que sustenta y fecunda todo lo que crece‖ y ―fructifica,
madre que da alimento a los hombres‖ (Caravias y Barrios, 1990: 28 nota 82). Esa
comprensión de la tierra, que a diferencia capitalista, no es propiedad privada para ser
explotada, sino que es un bien social, un derecho fundamental que garantiza la vida de
los pueblos. La emergencia social que reivindica la redistribución de las ‗tierras de los
indios‘ que, por ser propiedad colectiva y comunitaria, fue considerada ‗tierra de nadie‘.
88
Apreciación que habilitó la apropiación del primer aventurero que la pisa. Comprensión
que justifica históricamente el etnocidio (eliminación cultural de un pueblo), el
genocidio (exterminio físico) y el terricidio (aniquilamiento, agotamiento de la tierra al
concebirla como herramienta de dominación (Caravias y Barrios, 1990). Esa tierra es
distribuida entre los sobrevivientes y los criollos desde la colonia hasta 2001 de
manera asimétrica. La tierra alta, con inclemencias climáticas y poco fértiles, para los
pueblos originarios y los campesinos sobrevivientes. Y la tierra baja, fértil y abundante,
para los criollos descendientes de españoles y extranjeros.
El territorio dividido en tierras altas y bajas, favorece al proceso de acumulación
originaria del capital de los dueños de las tierras bajas, mientras obliga a grandes
multitudes a migrar en busca de trabajo asalariado. Estos desplazados, que reconocen
su propia situación, e impulsan en la acción las reformas agrarias, son traicionados y
sometidos nuevamente. Y pocos años después comienzan a reagruparse y
reorganizarse. No sin nuevas traiciones, logran como movimiento que uno de sus
líderes acceda al gobierno nacional. Esta movilización social, configuradora de una
moral de la emergencia, siguiendo la propuesta categorial de Arturo Roig, amerita ser
leída desde la comprensión de la relación entre trabajo, tierra y dignidad humana.
Roig, retomando los estudios de Dussel sobre la concepción del trabajo en Karl Marx.
Este último distingue el trabajo en dos grados. El trabajo en grado primero, asociado a
la tecnología: producción artesanal y el papel del fuego, que le permiten a los seres
humanos salir de su estado de salvajismo. En este sentido puede entenderse que ―la
libertad respecto del trabajo no es, pues, la clásica eleutheria, sino otra cosa, es
liberación (apólysis)‖ (Roig, 2000:4). Es posible señalar una especie de grado segundo
del trabajo, que ya no necesita del fuego, sino que remite a las consecuencias del
trabajo, es decir, el surgimiento de la ciudad y ‗la odiosa esclavitud‘ (Roig, 2000: 4).
Esta segunda forma es la que designa Marx como trabajo subjetivado, en tanto
negación de lo propio y que hace al trabajador (virtualiter) pauper: pobre cada vez más
pobre. Mientras que el trabajo objetivado, el producto, ensancha el capital de otro. El
paso de un grado al otro modifica el sentido último del trabajo y la libertad. En el paso
del grado primero al segundo, implica la apropiación de los recursos y el sometimiento.
En este caso, el proceso está ligado a la expropiación de la tierra (Dussel, 1990). En
sentido inverso, la recuperación de la tierra implica la rehabilitación del proceso de
liberación. Recuperar las tierras productivas, fértiles, asociada con el trabajo de las
mismas, implica recuperar el vínculo entre trabajo objetivado, producción económica y
trabajo subjetivado. Un pauper despauperizado implica subordinar el derecho de
posesión de títulos de propiedad al trabajo de sus habitantes, lo que conlleva a
89
recuperar la libertad del trabajo como liberación (apólysis). Así mismo, recuperar la
tierra permite reordenar, desde una cosmovisión ancestral, el vínculo del ser humano
con el medio ambiente. Es posible que habilite la posibilidad de cargar con nuevos
sentidos (atribuir nuevos sentidos, resignificar) los principios de protección del medio
ambiente, el cuidado de los recursos no renovables; economía sustentable, función
económico social de la tierra, etc. La reivindicación de la posesión y distribución de la
tierra, que hunde sus raíces en el Reglamento de Tierras del año 1815, escrito por don
José Gervasio Artigas, encuentra un punto de articulación en la Bolivia Plurinacional
de Evo Morales Aima. Aquel primer escrito que procura la redistribución de la tierra
bajo el principio de la posesión vinculada al trabajo, no hacía más que abrir un largo
camino de luchas por la tierra como forma de la dignidad humana. Ese camino toma
históricamente el nombre de reforma agraria. Sin embargo, el nombre y las palabras
no siempre han hecho justicia al carácter revolucionario del ideario reformista. Tal
como sucedió en Bolivia (y los pueblos originarios intentan que no vuelva a suceder),
bajo un decir revolucionario (MNR, 1952-52) se desarrollaron verdaderos procesos de
acumulación de tierras en manos de unos pocos. Hecho que, por algún tiempo,
mantuvo amedrentado al movimiento campesino pero que, sin embargo, no logra
desarticular su inclaudicable caminar.
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92
La “Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos” y la
posibilidad de su concreción estatal
Ramón Sanz Ferramola33
Universidad Nacional de San Luis
Resumen
En octubre de 2005, la Conferencia General de la UNESCO en su 33º edición, aprobó
la Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos, según la cual los
Estados Miembros (Argentina entre ellos) se comprometen a respetar y aplicar los
principios fundamentales de la bioética reunidos en un único texto.
Este trabajo se propone analizar tal Declaración a la luz de la controversia ideológico-
filosófica suscitada entre Primera y la Segunda Generación de Derechos Humanos.
¿Cuál debe ser el papel del Estado respecto del acceso ciudadano a los adelantos de
la medicina, la ciencia y la tecnología? ¿Qué postura debe tomar el Estado respecto
de las empresas generadoras de biotecnología y de servicios en salud?
En primer término se analizan los postulados filosóficos subyacentes a la tensión entre
la Primera y la Segunda Generación de Derechos Humanos: libertad versus igualdad.
En segundo lugar, se analizan distintas posturas asumidas respecto de la
conceptualización sobre Derechos Humanos en su vinculación con los modelos
estatales que le dan existencia.
En un tercer momento se lleva a cabo un análisis de los principales temas abordados
por la Declaración, para finalmente, en función de los análisis anteriores, dilucidar
desde una perspectiva filosófica, cuál sería el modelo de Estado más adecuado para
la recepción-concreción política de los postulados bioéticos enunciados en la
Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos.
33
Doctor en Filosofía. Docente e Investigador en la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de San Luis. Director del Proyecto de Investigación Consolidado ―Ética, epistemología y Comunicación Científica‖. Director de la Revista ―Fundamentos en Humanidades‖ (ISSN 1515-4467).
93
En octubre de 2005, la Conferencia General de la UNESCO en su 33º edición, aprobó
la Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos (2005), según la cual los
Estados Miembros (Argentina entre ellos) se comprometen a respetar y aplicar los
principios fundamentales de la bioética reunidos en un único texto.
Este trabajo se propone analizar tal Declaración a la luz de la controversia ideológico-
filosófica suscitada entre Primera y la Segunda Generación de Derechos Humanos.
¿Cuál debe ser el papel del Estado respecto del acceso ciudadano a los adelantos de
la medicina, la ciencia y la tecnología? ¿Qué postura debe tomar el Estado respecto
de las empresas generadoras de biotecnología y de servicios en salud?
En primer lugar, es preciso distinguir cuidadosamente la tridimensionalidad de los
Derechos Humanos, en tanto se inscriben en un triple dominio (Rubio Carracedo,
2001) de tal manera imbricados, que atendiendo a la coherencia praxística (el
necesario vínculo entre teoría y acción) es imposible desligar uno de otro sin caer en
contradicción: el ámbito de lo ético, en el que los Derechos Humanos se definen
filosófica e ideológicamente por constituir un tema central de la filosofía práctica de
nuestros días (Sanz Ferramola, 2005); el ámbito estrictamente jurídico, referido a los
tratados internacionales y adhesiones jurídicas nacionales a tales tratados; y
finalmente el ámbito político, en el que adquieren o no su concreción las dimensiones
éticas y jurídicas, concomitantemente con las acciones que los Estados Nacionales
llevan a cabo (o dejan de llevar), hacia su propia interioridad, y en la exterioridad de la
institucionalización jurídica internacional, producto de pactos inter-estatales.
Es claro, pues, que los Derechos Humanos están asentados necesariamente en un
modelo estatal que le da sustento y los saca de la mera discursividad para plantarlos
en decisiones y acciones políticas estatales. Esta concreción estatal de los Derechos
Humanos en sentido fuerte es lo que la distingue de los Derechos Humanos en el débil
sentido de la simple enunciación sin una garantía instituida.
Los Derechos Humanos en sus Generaciones: Primera vs. Segunda
El creador de la noción generacional de los derechos humanos es el checoslovaco, ex
Director de la División de Derechos Humanos y Paz de la UNESCO, Karel Vasak
(1984), tesis luego retomada por Norberto Bobbio. En su teoría propuesta en 1979,
94
Vasak refleja el orden temporal sucesivo (de ahí generacional) del reconocimiento
internacional de los Derechos Humanos a nivel estatal, identificando tres generaciones
que marchan de lo individualista a lo solidario.
Los principales detractores de la tesis de las generaciones de los derechos humanos,
sostienen: a) que el propio derecho fundamental a la vida pertenece a todas las
generaciones y es civil, político, económico, social, cultural, prácticamente universal,
como lo es la libertad y sus diferentes expresiones; b) que no tiene precisión histórica
del surgimiento de los derechos de cada una de sus generaciones; c) que la visión
generacional implica el surgimiento de una generación y la extinción de otra, porque
está referida a la vida de un período y esta llega en un momento a extinguirse; y, d)
que es propensa a la atomización de derechos y padece vacíos.
Sin embargo, la tesis generacional pone al descubierto el férreo vínculo entre los
Derechos Humanos y los Estados que los garantizan, puesto que los Derechos
Humanos surgen en coyunturas histórico-políticas determinadas y determinantes.
Pero, a diferencia de la propuesta de Vasak considero que el estudio clasificatorio de
los derechos humanos no debe confundirse con un determinante vital de su
surgimiento y desarrollo, puesto que la historia y nuestro entorno actual nos muestra
que conviven modelos estatales distintos, que definen los Derechos Humanos en
función de su sesgo paradigmático.
Una tensión esencial que adquiere claridad a partir del vínculo entre Derechos
Humanos y acciones/inacciones político-estatales, que a su vez definen el modelo
estatal de que se trate, es la que se da entre Derechos Humanos de Primera y
Segunda Generación.
Fueron las revoluciones liberales las que dieron el gran impulso a la gestación e
institucionalización de los Derechos Humanos, sobre la base teórica del iusnaturalismo
moderno, cuya problemática central giraba en torno a la cuestión del fundamento y de
la naturaleza del Estado y su relación con los ciudadanos (Bobbio, 2000). De ahí que,
en su primera formulación, los Derechos Humanos emergen con detalle e insistencia
en la afirmación del individuo frente al poder despótico y frente a toda forma de
dominación (v. gr. derechos a la vida, integridad física y moral, dignidad, justicia,
igualdad y libertad en sus diferentes manifestaciones individuales de pensamiento,
conciencia, religión, opinión, expresión y movimiento), así como su derecho a tomar
parte activa en la comunidad política (v. gr. derechos a participar en la organización
estatal, elegir y ser elegido y agruparse políticamente), tal como aparece explicitado en
95
la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y el Ciudadano de 1789 (Torres,
1989). Su consagración más encumbrada está en los artículos 3 a 21 de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948.
Esta es la raíz de la Primera Generación de Derechos Humanos, que hoy
denominamos civiles y políticos, y que, hasta cierto punto significaron la
preeminencia del individuo frente al estado. Imponen límites a la actividad del Estado
en la medida en que éste se entromete en la dimensión personal de la vida de los
individuos.
Desde el punto de vista estatal, su característica es negativa, en tanto son
obligaciones de no hacer por parte del Estado en beneficio de la libertad individual. A
partir de aquí cobra sentido la distinción entre libertad negativa, según la cual alguien
no es libre si y sólo si es impedida por algo externo a sí (coacción); y libertad positiva,
cuando alguien no es libre por no tener la capacidad o recursos de obrar (Bobbio,
1993).
Este predominio casi unilateral del individuo, propio de las tendencias liberales fue
atenuado posteriormente en las revoluciones socialistas de los siglos XIX y XX (Rubio
Carracedo, 2001). Su fruto, fue la Segunda Generación de Derechos Humanos, los
que denominamos sociales, económicos y culturales.
Por lo tanto, la noción de Derechos Humanos se asienta en primer término en la
tradición liberal y después se rectifica desde el igualitarismo.
La Segunda Generación, denominada de los derechos económicos (v. gr. derechos a
la propiedad individual y colectiva, y seguridad económica), sociales (v.
gr. derechos a la alimentación, trabajo, seguridad social, salario justo y equitativo,
descanso, sindicalización, huelga, salud, vivienda y educación) y culturales (v. gr.
derechos a la participación en la actividad cultural, beneficiarse con la ciencia y
tecnología, e investigación científica). Estos derechos son consecuencia de la idea de
igualdad universal nacida del pensamiento humanista y socialista del siglo XIX,
sustitutiva del Estado Liberal por el Social de Derecho que se proyecta a garantizarlos
ante las desigualdades sociales. Se hallan consagrados en los artículos 22 a 27 de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948. Denotan necesidades
sociales básicas y se instrumentalizan debido a la morosidad del Estado en llevarlas a
cabo por iniciativa propia. Implican la obligación de gestionar en pos de la igualdad por
parte del Estado.
96
Mientras que los primera generación piden que el Estado se abstenga; los derechos
humanos de segunda generación piden que el Estado intervenga. Los derechos
fundamentales de segunda generación constituyen la base jurídica del "Estado de
Bienestar".
Desde nuestro punto de vista constituyen los Derechos Humanos de Segunda
Generación son la base para la realización de los de Primera Generación, en tanto,
para ser libres, se necesita tener un nivel de vida material que otorgue dignidad
existencial y un mínimo de educación: de lo contrario no habrá posibilidades de optar
entre las múltiple posibilidades que nos da la libertad, o bien porque se está en estado
de necesidad, o bien por la ignorancia de las posibles opciones.
El liberalismo conservador no aceptó la relevancia de estos nuevos derechos; de ahí
que en las tendencias más radicales se apreciara una peligrosa tendencia al
individualismo posesivo (Macpherson, 2004), concepción según la cual el individuo no
accedería a su libertad más que en la medida en que se comprende a sí mismo como
propietario de su persona y de sus propias capacidades, antes que como un ser cuya
moralidad implica necesariamente a otros (Eco, 1999) o como una parte del todo
social.
A pesar del enfrentamiento por la preeminencia entre los Derechos Humanos de
Primera Generación –sostenida por sectores liberales-, o los Derechos Humanos de
Segunda Generación –sostenida por sectores socialistas- (enfrentamiento que se
remonta a los procesos políticos previos a la Declaración Universal de los Derechos
Humanos de 1948), la Conferencia Mundial de Derechos Humanos, con la Declaración
Viena de 1993, mantuvo la relevancia de ambos tipos de derechos por igual. A partir
de ella todos los Derechos Humanos son universalmente atribuibles, indivisibles e
interdependientes y están relacionados entre sí: es decir, los Derechos Humanos
están constituidos de suyo, por los de Primera y Segunda generación sin distinción.
―5. Todos los Derechos Humanos son universales, indivisibles e interdependientes y
están relacionados entre sí. La comunidad internacional debe tratar los derechos
humanos en forma global y de manera justa y equitativa, en pie de igualdad y
dándoles a todos el mismo peso... los Estados tienen el deber, sean cuales fueren sus
97
sistemas políticos, económicos y culturales de promover y proteger todos los derechos
humanos y las libertades fundamentales.‖ (Conferencia Mundial de Derechos
Humanos, 1993).
Entonces, en tanto que la paradigmática estatal está fuertemente vinculada a la
preeminencia axiológica de la igualdad o la libertad, aparece la necesidad de la
pregunta por el modo en que se incardinan los Derechos Humanos (de ahora en más
entendidos, como la imbricación de derechos civiles y políticos, y, sociales,
económicos y culturales) con los distintos modelos estatales que los concretan
jurídicamente.
En un plano de estricta meta ética-política vamos a postular dos paradigmas de
Estado con sus características inherentes: el Estado Contractualista Representativo y
el Estado Igualitario Participacionista, coincidentes en muchas de sus características
con el Estado Mínimo y el Estado de Bienestar.
El Estado Contractualista Representativo
Dos son los elementos que confluyen y se complementan en este modelo de Estado:
el Contractualismo y la Democracia Representativa con delegación absoluta.
El Contractualismo sostiene que la moral es una creación de los seres humanos para
regir sus relaciones recíprocas en la sociedad y ha hecho de la justicia el eje central.
Considera que lo importante es construir un modelo de sociedad sobre la base de
unos principios compatibles con la racionalidad y la autonomía (Velázquez, 2009).
Es importante tener en cuenta la apropiación y tergiversación de los conceptos de
―racionalidad‖ y ―autonomía‖ que lleva a cabo el propio contractualismo para definirse,
puesto que implica una heterodoxia respecto de la concepción desarrollada por Kant,
por cuanto que para él, ―racionalidad‖ y ―autonomía‖ están íntimamente vinculadas con
la universalidad (formulación del Imperativo Categórico) y con el bien común (Kant,
2000).
Para el Contractualismo la moral de una sociedad justa es el conjunto de reglas que
personas racionales aceptan para su mutuo beneficio y bajo la condición de que todos
los demás las cumplirán también. La razón principal para suscribir el contrato es que la
98
cooperación representa la mejor manera de proteger los intereses egoístas de los
individuos. No niega que las personas puedan actuar desinteresadamente a favor de
los demás si es ese su deseo, pero en base a que el deseo último es egoísta. El
contractualista razonaría su actitud de esta manera: la razón para contribuir en el
bienestar de los demás es que me beneficia a mí. Saco más partido ayudando y
colaborando que negándome a ello. Un ejemplo clásico de lo que digo está
representado en el famoso dilema del prisionero.
Por su parte, la democracia representativa de delegación absoluta, se construye sobre
la base del hombre concebido como ―animal económico‖. Tal hombre se sirve de la
política como instrumento, puesto al servicio de sus fines privados, en tanto dispositivo
de defensa de sus derechos subjetivos. Según esta concepción antropológica, el
hombre no es naturalmente un ser racional en sentido kantiano, que razone con
sentido cívico, sino que muchos de sus deseos más imperiosos y fuente de sus
tendencias tienen que ver con un egoísmo natural (Cortina, 2003). En tal sentido, la
participación en la política no es en sí misma valiosa, sino que vale sólo como un
instrumento para satisfacer fines privados que son los que verdaderamente importan.
Al importarle sólo su vida privada, sólo participa en la pública, en tanto y en cuanto esa
participación sea rentable a sus intereses y satisfacciones privadas. Su apoliticismo,
entonces, no tiene nada de extraño, su apatía tiene por resultado su frecuente
abstención de la res pública. Además, el sistema representativo moderno se asienta
en la suposición de que son necesarios representantes-gestores, que deben cumplir
con la única exigencia exigible para su rol: la eficiencia, esta es la condición de
posibilidad del disfrute de lo verdaderamente importante: el bienestar individual.
El argumento esgrimido a fin el sistema representativo consiste en la suposición,
pretendidamente real, de que el la ciudadanía no posee una voluntad común y por lo
tanto no es posible la búsqueda de un bien común; de allí que sea necesario recurrir a
una elite de expertos en materia política. La democracia no es el resultado de la
autonomía de los ciudadanos, sino un mecanismo estabilizador por el cual la masa de
ciudadanos eligen entre las elites de expertos políticos aquella que prefieren que les
gobierne porque satisface sus deseos en mayor grado que los demás.
Para este modelo de Estado derecho se entiende primariamente como la relación del
portador de derechos con el estado mismo. De ahí que en la tradición liberal, los
Derechos Humanos se entiendan primariamente como derechos de defensa frente a la
restricción de libertades que el mismo Estado puede imponer a los individuos. En esto
ancla la racionalidad del argumento según el cual los Derechos Humanos se
99
presentan eminentemente como derechos civiles y políticos, es decir, de Primera
Generación. Y obviamente, para esta concepción basta un Estado Mínimo, un Estado
que restringe en su hacer a la garantía de la libertad negativa de cada ciudadano, y
por ende sólo necesita de una su pequeña estructura para un funcionamiento eficiente.
El Estado Igualitario Participacionista
Sin embargo, el Estado Contractualista Representativo se sustenta en una ficción.
Ficción en que la economía capitalista asienta sus criterios de decisión: la sociedad
está compuesta únicamente de varones adultos, aptos para el trabajo, y que se bastan
a sí mismos, y consecuentemente, la necesidad de ayuda es un fenómeno marginal, y
por lo tanto, quien es indigente es generalmente culpable de ello (Tugendhat, 1993).
Desde la perspectiva de los incapaces o con menos capacidad de autosustentación
(como una niña o una anciana o un discapacitado), la igualdad con que paliar sus
desventajas es de mayor importancia que el ejercicio de la libertad, que en su
situación desventajosa no tiene sentido. Es claro que el igualitarismo no es producto
de un juicio objetivo, sino de un juicio de valor, que postula la idea de ―la igualdad
entre los hombres es deseable‖. Por ejemplo, para Hobbes, partiendo de la ―paz
social‖ como valor máximo a alcanzar, la igualdad no es deseable, puesto que
atentaría contra ella (homo homini lupus), sería más deseable la desigualdad entre
miembros de la sociedad, lo que aseguraría la paz social.
Como las sociedades hasta ahora han sido en mayor o menor medida inigualitarias,
las teorías igualitarias se presentan con tendencia a modificar el orden establecidos,
mientras que las teorías inigualitarias, con tendencia a conservar status quo.
Igualitarismo y liberalismo, en su raíz, son parcialmente antitéticos. El igualitarismo
busca la igualdad de todos en todo; mientras que el liberalismo busca la igualdad de
todos sólo respecto de algo: la libertad. Esto hace que la igualdad propugnada por el
liberalismo es más discusiva que de hecho por cuanto la libertad básica que defiende
es la libertad económica y el libre comercio, que es causante de grandes
desigualdades. El liberalismo parte de la idea de que la libertad individual es un bien
en sí mismo; mientras que el igualitarismo parte de la idea de desarrollo armónico de
la comunidad.
100
El participacionismo aparece como una reacción a las limitaciones y patologías del
representacionismo, que condena al hombre a una existencia política de votante que
decide sólo en el acto eleccionario.
La democracia participativa, a su vez propone la igualdad de oportunidades en la
participación, entendiendo a ésta en un doble sentido: por un lado, que cada individuo
tenga la oportunidad de tener participación en las decisiones colectivas de los
problemas que para él son importantes; por otro, que cada individuo tenga igual
oportunidad de ver atendidos sus puntos de vista en las decisiones colectivas.
Aquí el hombre individual se considera animal político en tanto y en cuanto sus
intereses coinciden con los de la comunidad. Necesidad de trascender el
universalismo abstracto en el que se basa el representacionismo a fin de devolverle
concreción: para ello es menester convertir de cada individuo un miembro activo de
una comunidad cuyo bien coincide con el suyo propio.
El individualismo es también aquí la piedra basal, pero de un individualismo entendido
como personalismo (opuesto a la noción individualista representacionista) , puesto que
se enraíza en la noción de autonomía que implica que un individuo es capaz de darse
leyes a sí mismo y de reconocerlas como válidas, sí y sólo sí, sabe que serán
reconocidas como tales universalmente, es decir, por todos los otros miembros de la
comunidad: sujeto e intersubjetividad son nociones imbricadas en la noción de
autonomía en su originaria versión kantiana. Desde la perpectiva de la participación,
la democracia se visualiza no como un instrumento al servicio de los fines privados,
sino como una forma de vida, valiosa en sí misma, puesto que fomenta y potencia el
carácter autolegislador de los individuos y potencia en ellos el sentido de justicia al
considerarles capaces de decidir en función de intereses generalizables.
La ―Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos‖
La Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos (2005) (en adelante
DUBDH) consta de 28 artículos y se refiere a las cuestiones éticas relacionadas con la
medicina, las ciencias de la vida y la tecnologías vinculadas aplicadas a los seres
humanos. Se dirige especialmente a los Estados, pero también a individuos, grupos,
comunidades y empresas públicas y privadas (Artículo 1).
El Artículo 2 explicita los objetivos que persigue:
101
―Artículo 2- Objetivos
Los objetivos de la presente Declaración son:
a) proporcionar un marco universal de principios y procedimientos que sirvan
de guía a los Estados en la formulación de legislaciones, políticas u otros
instrumentos en el ámbito de la bioética;
b) orientar la acción de individuos, grupos, comunidades, instituciones
y empresas, públicas y privadas;
c) promover el respeto de la dignidad humana y proteger los derechos
humanos, velando por el respeto de la vida de los seres humanos y las
libertades fundamentales, de conformidad con el derecho internacional relativo
a los derechos humanos;
d) reconocer la importancia de la libertad de investigación científica y las
repercusiones beneficiosas del desarrollo científico y tecnológico, destacando
al mismo tiempo la necesidad de que esa investigación y los consiguientes
adelantos se realicen en el marco de los principios éticos enunciados en esta
Declaración y respeten la dignidad humana, los derechos humanos y las
libertades fundamentales;
e) fomentar un diálogo multidisciplinario y pluralista sobre las cuestiones de
bioética entre todas las partes interesadas y dentro de la sociedad en su
conjunto;
f) promover un acceso equitativo a los adelantos de la medicina, la ciencia y la
tecnología, así como la más amplia circulación posible y un rápido
aprovechamiento compartido de los conocimientos relativos a esos adelantos y
de sus correspondientes beneficios, prestando una especial atención a las
necesidades de los países en desarrollo;
g) salvaguardar y promover los intereses de las generaciones presentes y
venideras;
h) destacar la importancia de la biodiversidad y su conservación como
preocupación común de la especie humana.‖
El objetivo b) aparece al menos como equívoco y poco claro en tanto se propone
orientar a la vez la acción de individuos-colectivos sociales y empresas privadas; el
equívoco o falta de coherencia surge a partir de la diferencia esencial entre la
102
prosecución del bien común y la prosecución de la maximización del beneficio
económico con el menor costo posible.
El objetivo c) explicita promover ―el respeto de la dignidad humana y proteger los
derechos humanos, velando por el respeto de la vida de los seres humanos y las
libertades fundamentales‖. De acuerdo al análisis llevado a cabo pareciera asentarse
más en la Primera Generación de Derechos Humanos que en la Segunda, aun cuando
esta idea parece equilibrarse en el objetivo f): ―promover un acceso equitativo a los
adelantos de la medicina, la ciencia y la tecnología, así como la más amplia circulación
posible y un rápido aprovechamiento compartido de los conocimientos relativos a esos
adelantos y de sus correspondientes beneficios, prestando una especial atención a las
necesidades de los países en desarrollo‖. Sin embargo a qué se refiere el rápido
aprovechamiento compartido de los adelantos científicos-tecnológicos: ¿compartido
por quienes? ¿por toda la ciudanía, por todos los Estados suscriptores de la
Declaración, por todas las empresas, por todas las empresas privadas?
Nuevamente en el Artículo 3 la DUBDH vuelve a hacer hincapié en los Derechos
Humanos definidos en el sentido de la Primera Generación a hacer expresa alusión a
las libertades fundamentales y otorgar preeminencia al bienestar de la persona
individual. En un sentido idéntico se pronuncia el Artículo 28.
Otro elemento a tener en cuenta en la enunciación de la DUBDH es el modo potencial
del verbo deber, ―debería‖, utilizado en los artículos 4, 6, 7, 8, 9, 11, 12, 14, 15, 16, 18,
19, 20, 21, 22, 23 y 24. Desde el punto de vista filosófico tal modo enunciación no es
una nimiedad, por cuanto entraña una diferencia fundamental entre la ética
consecuencialista y la ética deontológica. Esto adquiere mayor relevancia si
constrastamos este modo de enunciación con el expresado en la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, en donde en ninguno de sus treinta artículos
aparece la forma potencial (devaluada) de deber, sino que por el contrario aparece
máxima la taxatividad con la fórmula ―toda persona tiene derecho…‖.
Para la ética consecuencialista, la corrección moral de las acciones depende de la
bondad de sus consecuencias. Así, los derechos son medios al servicio de los
intereses humanos generales, y la necesidad de su respeto se funda en que ello
contribuye a promover un mejor estado de las cosas, por lo tanto, su justificación es
instrumental.
Para la ética deontológica, la bondad de las consecuencias no garantiza la corrección
moral de las acciones que las producen. Los derechos, en este caso, se defienden por
su valor intrínseco, más allá de que contribuyan o no a objetivos definidos como
103
valiosos. Así considerados los derechos humanos, quedan definidos por su
universalidad, al atribuirse a todos y cada uno de los seres humanos en tanto
miembros de la comunidad moral. Reconocer derechos, no es otra cosa que
reconocer a los sujetos portadores, tal como queda expresado en Artículo 6 de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (―Todo ser humano tiene
derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica‖).
Al margen de los beneficios globales que acarrean los derechos humanos
deontológicamente considerados, definen la condición de dignidad como un bien y un
fin en sí mismo, con lo que queda excluida la posibilidad de violentarla en vista de algo
supuestamente más benéfico. La consecución de mayores bienes, e incluso la
prevención de peores males no justificarían de ningún modo derechos
incondicionalmente inalienables, y por tanto absolutos. El consecuencialismo, por su
parte, rechaza la supuesta facultad de los derechos para imponer su respeto cuando
esto representa un obstáculo para promover un estado de cosas más valioso, y por
ende, no garantiza la posible victimización de individuos en aras de un mayor bien.
Desde este punto de vista, cabría la posibilidad de pensar en que la cantidad de bien
puesto en juego podría ser lo suficientemente grande como para plantear la necesidad
de violar ciertos derechos: se ―debería‖ en tanto no haya un bien que amerite violentar
esta forma débil de deber que es su forma potencial. Tal vía argumental podría ser
utilizada, entonces, para justificar la inmolación los derechos económicos sociales en
aras de la absoluta garantía de los civiles y políticos.
Más allá de ser esta una primera aproximación analítica a la DUBDH, pareciera que
está fundada en la concepción de Derechos Humanos entendidos en el sentido de
Primera Generación, priorizando la libertad por sobre la igualdad, e invocando a su
vez, al Estado Contractualista Representativo, con todas las suposiciones
antropológicas que ello supone.
Referencias Bibliográficas
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Velázquez, J. (2009). Ética y discapacidad. Revista de Bioética y Derecho, Número
15, Enero de 2009.
106
CÓMO INTRODUCIR CUESTIONES BIOÉTICAS EN LA
FORMACIÓN DE LOS INGENIEROS
Haydée Santilli, Ana M. Martín, Carmen Barrero, María Beatriz Roble,
Jorge N. Cornejo
Gabinete de Desarrollo de Metodologías de la Enseñanza – Facultad de Ingeniería –
Universidad de Buenos Aires – Paseo Colón 850 – Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Los emisores y receptores de rayos X están montados en una estructura que puede
girar alrededor del eje principal del cuerpo del paciente, registrando señales que
corresponden a diferentes cortes de la zona estudiada. Estas señales son procesadas
por una computadora para generar las correspondientes imágenes.
El uso de la TAC está cada vez más vinculado con cuestiones de tipo ético, ya que
para mejorar la calidad de las imágenes se aumenta mucho la cantidad de radiación
que recibe el paciente. Hacia el año 2000, se consideraba que los desarrollos
tecnológicos consistentes en detectores más eficientes y tubos rediseñados ayudarían
a disminuir las dosis en los pacientes (Soffía, 2000). Sin embargo, los nuevos aparatos
utilizan dosis de radiación elevadas: por ejemplo, la dosis recibida por el paciente en
una TAC torácica equivale aproximadamente a la que se recibiría en 400 placas
radiográficas convencionales de tórax, y en una de abdomen equivale
aproximadamente a 500 en la misma unidad36. La masificación de la técnica plantea
así un reto característico de la tecnociencia contemporánea: retener sus indiscutibles
ventajas y minimizar sus efectos secundarios, apuntando al logro de un desarrollo
sostenible.
Desde el punto de vista bioético este caso es algo diferente al del marcapasos y al del
acelerador de partículas ya que, como se mencionó anteriormente, con el avance
tecnológico de los tomógrafos, para obtener mejores imágenes el paciente recibe más
radiación, situación muchas veces ignorada por los profesionales de la salud. Si es
necesario hacer un diagnóstico por tomografía computarizada es imprescindible poner
en práctica el principio de autonomía: informarle al paciente que va a estar sometido a
altas dosis de radiación ionizante e indicarle las ventajas y desventajas para que,
convenientemente informado, sea el paciente quien tome la decisión sobre la
realización de este estudio. Esto es relevante debido a que para ciertos diagnósticos
se obtienen resultados semejantes mediante Resonancia Magnética, técnica que
36
Guía de recomendaciones para la correcta solicitud de pruebas de diagnóstico por imágenes, Sociedad Argentina de Radiología, Editado por SAR, Buenos Aires, 2008.
113
utiliza ondas de radiofrecuencia dentro de un campo magnético de alta energía, no
irradiando al paciente (Corbo, 2004).
Aplicaciones didácticas
El análisis de casos históricos puede ayudar a docentes y estudiantes a una mejor
comprensión de las cuestiones bioéticas asociadas a la tecnología. A continuación
describimos algunos escenarios y actividades áulicas para los casos propuestos.
o Capacitación para docentes de ciencias básicas
Las actividades pueden desarrollarse con docentes universitarios de ingeniería o
ciencias o con docentes de enseñanza media. Estos reciben textos descriptivos de los
tres casos históricos y una guía de discusión. Se forman tres grupos y cada uno
analiza un caso. Luego se realiza una puesta en común en la que los grupos
comparten su posición sobre bioética y el modo en que trasladarían estas ideas a sus
actividades de enseñanza. Puede ser conveniente que cada grupo registre sus
propuestas (escrito, póster, etc.).
o Propuesta de actividades para estudiantes de ingeniería
Como clase introductoria para algunos cursos
Por ejemplo: Física II y III, donde se desarrollan temas como electromagnetismo,
radiaciones ionizantes, etc.; Química General y Química Orgánica, en que se
desarrolla la estructura de la materia, la interacción materia-energía, etc.
Sería deseable que los estudiantes comprendieran las implicancias socio-éticas de
algunas cuestiones disciplinares. Se puede trabajar también como discusión en
pequeños grupos con una puesta en común. Esta forma de trabajo permite a los
estudiantes expresar sus ideas, aun en grupos numerosos.
Como entrenamiento antes de cursar la asignatura Trabajo Profesional
Esta es una asignatura del último semestre del plan de estudio en la mayoría de las
Facultades de Ingeniería. El proyecto que realizan los estudiantes debería mostrar
cómo integran los conocimientos científicos y tecnológicos. Hoy en día, se espera que
los ingenieros resuelvan problemas y realicen diseños teniendo en cuenta, entre otros
factores, la economía, el medioambiente y la seguridad. Sería conveniente que ellos
considerasen también las cuestiones asociadas a la bioética, que muestran
claramente una relación entre ciencia, tecnología y sociedad. Se propone el mismo
tipo de dinámica grupal que en los casos anteriores.
114
Conclusiones
En la formación de los ingenieros se suelen priorizar los aspectos científicos y
tecnológicos por sobre las cuestiones éticas y sociales. Esto es así, a pesar de que el
Consejo Federal de Decanos de Ingeniería (CONFEDI37) recomienda que los futuros
ingenieros logren proyectar y diseñar sistemas que tengan en cuenta también los
factores económicos, ambientales, de seguridad, de estética y de impacto social.
En este trabajo reflexionamos acerca de la necesidad de que los ingenieros tomen
conciencia de que sus diseños para nuevas tecnologías de aplicación médica (para
diagnóstico y tratamiento), deben tomar en consideración los aspectos bioéticos. Esto
se llevó a cabo a través del análisis de tres casos históricos.
Elegimos trabajar con los cuatro principios de la bioética (según Beauchamp y
Childress) y los aplicamos a los casos presentados. En el del marcapasos, se
identificaron situaciones en que se colocó marcapasos definitivos en pacientes sin un
diagnóstico previo, agravado esto por su elevado costo, relacionado con el principio de
justicia. En el uso de los aceleradores de partículas, se encontró que los mayores
problemas radicaban en errores de los ―software‖ utilizados, que llevaban a dosis
incorrectas, con consecuencias en algunos casos mortales (Principio de no
maleficencia). Finalmente, en el caso de la TAC la mejora en la calidad de las
imágenes conllevó un aumento importante en la cantidad de radiación que recibe el
paciente. Desde este punto de vista se hace imprescindible la aplicación del principio
de autonomía, según el cual el paciente, adecuadamente informado, es quien toma la
decisión sobre la realización del estudio, teniendo en cuenta que existen otras técnicas
menos agresivas que brindan información equivalente, como la Resonancia
Magnética. Además, sería deseable que la investigación en esta área se orientara a la
mejora de la tecnología necesaria para que se logren buenas imágenes con menos
radiación (Principio de beneficencia).
Se propone como primera etapa, una intervención a nivel de docentes y estudiantes
de carreras de ingeniería, en donde la dinámica de trabajo y la reflexión sobre los
casos pueden ayudar a que los sujetos involucrados comiencen a tomar conciencia del
problema planteado.
37
CONFEDI (2001) Informe de sesión plenaria nº XXIX del 19 abril 2001 en la ciudad de Resistencia,
Chaco, acceso mayo 2008. En http://www.unalmed.edu.co/fisica/paginas/autoevaluacion/
La objeción de conciencia es la decisión de no cumplir con una obligación
legal, porque su obediencia produciría un conflicto grave en la conciencia de la
persona. El objetor procura con este acto que sea respetada su libertad de conciencia.
Es una forma de resistencia a una norma legal. Es la expresión de un conflicto entre
un deber que marca la ley civil y un deber que marca la conciencia moral.
―Es de carácter estrictamente personal e individual y se ejerce en forma
pasiva, estas características la distinguen de otras formas de negativa a cumplir con el
mandato legal. Ellas son: el derecho a resistencia que se ejerce en forma activa y
colectiva (el pueblo resiste por la fuerza) y la desobediencia civil que si bien se ejerce
en forma pacífica, su objeto es cambiar la ley (su carácter es público y por una
motivación de tipo político‖ 38.
La objeción de conciencia implica más un no hacer que un hacer activo, es
pacífica, es un acto individual, aunque sea repetido por varios individuos, no pretende
cambiar la ley.
―El objetor rehúsa el cumplimiento de una ley, porque ella es injusta y no para
que deje de serlo (…) prefiere sufrir el castigo antes que violar los imperativos de su
conciencia, pero ello no significa que quiera ser castigado. Lo que razonablemente
pretende es que en tanto no se modifique con carácter general la ley que lo obliga a
objetar, se le reconozca el derecho a la diferencia, a no realizar conductas que juzga
inmorales‖ 39
La objeción de conciencia es un acto individual, porque la conciencia misma
es esencialmente individual, o mejor dicho, personal.
38
NAVARRO FLORIA Juan; La llamada objeción de conciencia Institucional, en Revista Vida y Ética,
Año 8, Nº 1, Instituto de Bioética de la UCA, Bs. As., 2007. 39
DALLA VÍA, Alberto; La conciencia y el Derecho, Bs.As., Editorial de Belgrano, 1998.
129
La libertad de conciencia solamente es predicable respecto de las personas
individuales, a diferencia de la libertad religiosa e incluso ideológica, que tiene también
una expresión colectiva y debe ser garantizada no sólo a los individuos sino también a
los grupos. Y la objeción de conciencia es una consecuencia derivada de la libertad de
conciencia (personal); aunque es posible que diversos individuos coincidan en
plantearla.
El fundamento esta basado en el Derecho Natural, que sostiene la existencia
de valores que son precedentes y están por encima de las normas que pueda dictar la
ley civil, ésta será acatable si es acorde con dichos valores.
II – Antecedentes históricos 40
Existen antecedentes históricos en la antigua Grecia y Roma. Por ejemplo, es
paradigmático lo expresado por Cicerón: ―Hay una ley verdadera, la recta razón
inscripta en todos los corazones, inmutable, eterna, que llama a todos los hombres al
bien por medio de sus mandamientos y los aleja del mal por sus amenazas; pero ya
sea que ordene o prohíba, nunca se dirige en vano a los buenos, ni deja de atemorizar
a los malos. No se puede alterar por otras leyes, ni derogar algunos de sus preceptos,
ni abrogarla por entero; ni el senado ni el pueblo pueden librarnos de su imperio; no
necesita intérprete que la explique; es la misma en Roma que en Atenas, la misma
hoy, mañana y siempre, una misma ley inmutable y eterna que rige a la vez a todos los
pueblos y en todos los tiempos. El universo entero esta sometido a un solo amo, a un
solo rey supremo, al Dios Todopoderoso que ha concebido, meditando y sancionando
esta ley, desconocerla es huirse a sí mismo, renegar de su naturaleza y por ello
mismo, padecer los castigos más crueles, aunque se escapara a los suplicios
impuestos por los hombres‖ 41
Es indudable que el hombre puede captar por la razón la diferencia entre el
bien y el mal, entre virtud y vicio, entre valor y antivalor. Dicha decisión no se
subordina a la utilidad que reporta, o al placer que proporciona o a la voluntad de la
mayoría que lo puede aprobar o votar. Un autor inglés, C. Lewis 42, aborda el tema
utilizando textos de diferentes culturas. Egipcios, hebreos, griegos, romanos,
cristianos, culturas del cercano oriente, nórdicos, babilonios, hindúes, chinos (en
40
En esta Parte seguimos principalmente el trabajo realizado por el Dr. Fermín GARCIA MARCOS
publicado en la Revista Vida y Ética, Año 8, Nº 1, junio 2007, del Instituto de Bioética de la UCA. 41
CICERON, La República (III-22). 42
LEWIS C.; La abolición del hombre, Editorial Fades, 1983.
130
particular las doctrinas de Confucio), pieles rojas, antiguos anglosajones, aborígenes
australianos, etc.; coinciden en dar normas de conducta, que son conceptos
universales entendibles por la razón antes que se escribieran las pautas legales.
Son conceptos inmutables que no varían por cuestiones de tiempo ni de lugar
y se resumen en el siguiente listado:
- bueno es conservar la vida,
- bueno es formar una familia, reproducirse y educar a sus hijos,
- bueno es creer en un Ser superior y trascendente,
- no matar,
- no mentir,
- no robar,
- no apropiarse sexualmente de la vida de otros,
- no levantare falsos testimonios,
- no hacer a otro lo que no quisieras que te hagan,
- ama a tu prójimo como a ti mismo,
- ama a tu esposa,
- debes cumplir con amor a tu hijo, hermano, padre, patria,
- tienes deberes para con los padres y los ancestros, para con los niños y la
posteridad,
- no cometerás adulterio,
- actuarás con buena fe y veracidad,
- tendrás misericordia y magnanimidad,
Desde mediados del siglo XX, quedan escritos como un documento moderno
fundamental en la Declaración de los derechos humanos de las Naciones Unidas en
1948 y otras declaraciones posteriores, algunas incorporadas en nuestra Constitución
Nacional.
III - Objeción de conciencia en el ejercicio de la medicina
131
Hasta mediados del siglo XX, no era un tema significativo; a partir de la II
Guerra Mundial adquiere relevancia con la afirmación de la protección jurídica de los
derechos humanos. Se relacionaba con la negativa a cumplir con el servicio militar,
prestar juramento público, participar de una guerra, reverenciar símbolos patrios,
aceptar el sufragio, el matrimonio civil, la obligatoriedad de recibir educación formal, en
medicina la negativa de los Testigos de Jehová a recibir transfusión de sangre.
En la actualidad la proliferación de leyes y reglamentos sobre estos actos
médicos, algunos de ellos considerados por el código penal o el código civil cuando
pudiera existir un delito, involucran a los agentes de salud en la objeción de
conciencia.
Las obligaciones no surgidas de leyes conllevan en varios casos conceptos
contrapuestos con la ética y la deontología médica, o, aumentar los conflictos entre
médicos y pacientes cuando existen desacuerdos irrenunciables que comprometen la
autonomía y la identidad de ambos en la toma de decisiones.
La obligación legal, el pluralismo cultural y el relativismo ético, por un lado, y
la afirmación de la autonomía del paciente en el tema de las decisiones como un
absoluto, por el otro, pueden exigir del médicos pretendidas obligaciones de una
medicina al uso personal de las ideas del paciente, más allá de lo estrictamente
médico-terapéutico; se ha dado llamar medicina a la carta, que incluye posiciones que
pueden entrar en colisión con la convivencia del médico, tanto en el aspecto científico-
técnico como en lo moral; produciendo la fractura de una correcta relación médico-
paciente por la engañosa pretensión de la existencia de nuevos derechos y la
interpretación de un eventual contrato de prestación, que obliga al médico vulnerando
su propia autonomía e identidad como persona y como profesional.
Entre los temas legislados que pueden plantear problemas de conciencia a
los miembros del equipo de salud, encontramos:
- Donación humana.
- Inseminación in Vitro.
- Obtención de células estaminales a partir de embriones descartados en los
procesos de inseminación artificial o crioconservación.
- Consejo y orientación sexual en los consultorios, tendientes a regular la
natalidad con medios anticonceptivos o abortivos. Programa Nacional de Salud
Sexual Ley 25.673/02.
132
- Investigación con seres humanos que cumplan con las pautas éticas de la
Declaración de Helsinki.
- Ley de despenalización del aborto.
- Ley de despenalización de la eutanasia (Proyecto Río Negro 2007).
- Asistencia al suicida.
- Ley sobre regulación de embarazos con anencefalia y otras malformaciones
genéticas.
- Ley 26.130/06 de contracepción quirúrgica (contradice Ley sobre ejercicio de la
medicina -17.132/68- que califica como lesiones gravísimas penalizadas por el
Art. 91 del Código penal).
- Resolución ministerial de la provincia de Buenos Aires 304/07 sobre la
interpretación del Art. 86 del Código Penal sobre excusas permisivas para
mujer violada o con discapacidad mental.
Todos estos temas que atentan contra el derecho a la vida, influyendo
sobre la familia, los profesionales sanitarios y la actividad política, como una fuerte
presión para las despenalizaciones; no sólo están relacionadas con políticas del
gobierno nacional en materia de salud sino que responden a pautas de organismos
internacionales y diversas ONG´s.
Surgen así nuevos derechos:
- A ser clonado.
- Al aborto en general eugenésico y en particular a decidir la propia
muerte basado en la autonomía del paciente.
- A tener hijos propios por fecundación asistida.
- A la anticoncepción quirúrgica y esterilización perpetúa.
La conciencia individual no es juez inapelable sino se adecua a la norma
moral, momento en el cual tomará una decisión recta y verdadera.
Florencio Escardó decía: ―al médico no le está éticamente permitido
improvisar su actitud profunda y ejercer su profesión, sin haber meditado en hondura
sobre las actitudes del ser humano frente a su vida y su muerte. No obtendrá siempre
conclusiones netas de tales meditaciones, pero habrá aquilatado la profundidad de sus
responsabilidades y habrá adquirido conciencia de sus limitaciones‖ 43. Así marca
43
ESCARDO Florencio; Moral para Médicos, Eudeba, Bs.As., 1963.
133
pautas de la necesidad de vida interior que debe tener el médico, del balance
responsable que debe hacer de sus actos, de la contemplación que su profesión
desliga ante situaciones límites en el tema de decisiones.
La propia conciencia no es árbitro absoluto del bien y del mal si no está
correctamente formada.
La conciencia individual, se forma, se educa, al conocer de manera meditada
y responsable la Ley moral en consonancia con la Ley natural. Esa formación se
transformará en hábito. Este objetivo es la razón de ser de la enseñanza de ética
biomédica en las carreras de medicina, a formar de elementos para que cada uno
forme su conciencia moral. Algunos lo harán aceptando la Ley natural, otros optando
por líneas de pensamiento filosófico moral que subyacen en el inconciente colectivo o
en la tradición deontológico profesional.
En moral, el médico también debe conocer, saber lo que se hace y se debe
hacer, ponderar lo malo y lo bueno; desear, tener la voluntad de hacer con
conocimiento y libertad prudente y responsable, y por último ejecutar.
IV - Situación en Argentina
En septiembre de 2000 la Academia Nacional de Medicina emitió una
declaración en la que define la objeción de conciencia como ―la dispensa de la
obligación de asistencia que tiene el médico cuando un paciente le solicitara un
procedimiento que él juzgue inaceptable por razones éticas o científicas. Este es un
derecho que debe asistir al médico en su actividad profesional‖ 44. Esta declaración
surgió como consecuencia de la Ley 410 sobre Salud Reproductiva y prevención
responsable de la Ciudad Autónoma de Bs. As. Que obliga a la prescripción de
métodos anticonceptivos algunos de los cuales son abortivos, a mujeres en edad fértil
y adolescentes en desconocimiento de sus padres. Esta Ley vulnera la autonomía de
la mujer, la patria potestad de los padres y la libertad de los médicos de actuar según
criterio de su conciencia (la Academia Nacional de Medicina defendió este derecho).
Al promulgarse la Ley 25.673/02 del Programa Nacional de Salud Sexual y
procreación responsable, surge nuevamente el tema, ya que esta ley contiene
disposiciones que otorgan concesiones a instituciones sanitarias confesionales y a los
profesionales que actúan en ellas, para que no se pusieran en práctica algunas
medidas que pudieran objetarse por razones de conciencia religiosas o morales. Pero
44
ACADEMIA NACIONAL DE MEDICINA ARGENTINA, Objeción de Conciencia, Boletín 2000, 78
(2) 343-344.
134
esta salvedad no se acepta para quienes trabajan en instituciones públicas. Estas
disposiciones no hacen referencia a la Ley moral natural, ni a los derechos individuales
personalísimos, ni a la libertad de conciencia; tampoco reconoce la posibilidad de
objeción de conciencia a quienes trabajan en una institución pública. Esto es ilógico e
injusto.
Es de actualidad la resolución ministerial 304/07 del Ministerio de Salud de la
provincia de Bs. As. Aunque tiene en cuenta la objeción de conciencia, estos deben
inscribirse en una lista pública y los directivos deberán disponer los reemplazos o
sustituciones necesarias, de inmediato y con carácter urgente.
La Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas ha producido un
documento en el que pone de manifiesto las raíces constitucionales de la objeción de
conciencia como un ―derecho que ninguna Ley puede desconocer o soslayar, porque
nadie debe ser forzado a contrariar las propias convicciones morales y científicas‖ 45.
La Corte Suprema de Justicia le otorga la objeción de conciencia ―derecho de
jerarquía constitucional‖, pues en la propia Ley fundamental ―reconoce los límites del
Estado frente a la autonomía individual‖. La Constitución Nacional en los Artículos 14 y
33 y las Convenciones Internacionales con jerarquía constitucional amparan la libertad
de conciencia (Declaración Universal de los Derechos Humanos, Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos y Convención Americana sobre Derechos Humanos).
V – Conclusiones
La autoridad que legisla y aplica la ley debe procurar el bien común. En base a
los principios de la Bioética Personalista 46 se infiere lo siguiente:
- El respeto y defensa de la vida física humana desde la concepción hasta la
muerte natural.
- La utilización médica de todo tipo de intervención sobre el cuerpo enfermo,
tendiente a curar o mejorar la salud con finalidad terapéutica.
- Capacidad moral y legal de plantear objeción de conciencia ante prácticas que
pretendan obligar a prescindir de nuestros objetivos médicos científicos y éticos
inherentes a nuestra profesión vinculados a lo expresado en los dos puntos
precedentes: defensa de la vida humana y finalidad terapéutica de nuestra
acción.
45
Comisión de Trabajo Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas coordinada por el Dr. Alberto
Rodríguez Varela. 46
SGRECCIA Elio; Manual de Bioética, Diana, México, 1994.
135
- Afirmación de la libertad de conciencia por el reconocimiento de razones éticas,
convicciones religiosas, motivaciones filosóficas y culturales de valores
constitutivos de nuestra conciencia y de los conocimientos científicos técnicos,
objetivos, motivaciones y razones de la práctica de la medicina.
- La objeción de conciencia no debe acarrear una sanción punitiva, ni
discriminación laboral, postergación curricular académica o sanción
disciplinaria.
- Reconocimiento legal de su existencia por razones constitucionales figure o no
en forma explícita en cada Ley promulgada.
- Reconocimiento de su vigencia para todo el personal de la salud: médicos,
enfermeros, parteras, bioquímicos, farmacéuticos, etc.
VI- Bibliografía de Referencia
CURSO DE POSTGRADO EN BIOÉTICA, Instituto Superior ―María
Inmaculada‖ y Universidad Católica Argentina, Río Cuarto, 2010.
HABERMAS, J. – RATZINGER, J; Dialéctica de la secularización. Sobre la
razón y la religión Madrid, Encuentro, 2006.
LUKAC DE STIER, Liliana; El humanismo personalista en Bioética, Roma,
Congreso Internacional Tomista, 2003.
OBIGLIO, Hugo; Bioética General, Bs. As., UCA, 2001.
OBIGLIO, Hugo; Una ética biomédica para el Tercer Milenio, Bs. As., UCA,
2001.
OLLERO TASSARA, Andrés; La Crítica de la Razón tecnológica, Madrid, 2010.
POSTGRADO EN BIOÉTICA, Universidad Católica Argentina, Módulos I al X,
Bs. As., 2001.
SGRECCIA, E.; Manual de Bioética, México, Diana, 1994.
SGRECCIA, E.; La Bioética Personalista, Revista Vida y Ética, Año 8, Nº 2, Bs.
As., EDUCA, 2001.
VIDA Y ETICA, Revista del Instituto de Bioética de la UCA, Año 8, Nº 1, Bs.
As., 2007.
136
IV CONGRESO MUNDIAL DE BIOÉTICA, Hace falta mayor compromiso e
intervencionismo de la Bioética, Gijón, 2005.
137
BIOETICA Y MEDIO AMBIENTE
MARIA BELEN ALICIARDI
UNIVERSIDAD NACIONAL DE CORDOBA
1. CUESTIONES PREVIAS
El hombre tiene una necesaria relación con el ambiente en que vive, usando
de su entorno para encontrar respuestas a sus necesidades. Esa relación entre el
hombre y su entorno, puede ser enfocada desde distintas corrientes éticas, que
poseen diferentes visiones del hombre y de su entorno, desde las antropocentristas
hasta las biocentristas.47
En un principio nuestra civilización partió de una concepción errónea, la idea
del carácter absolutamente inextinguible de los recursos naturales. Por lo que este
tema no fue preocupación de la sociedad medieval, porque jamás se pensó en el fin
de la abundancia de la naturaleza pues se confió en la regeneración espontánea de la
misma, reconociéndose por lo tanto para el hombre todos los derechos sobre la
naturaleza. (Antropocentrismo jurídico)
En cambio, nuestros contemporáneos volviendo a los primeros pensadores
griegos como Aristóteles, Platón, Hipócrates y romanos como Lucrecio, Virgilio,
Columela, han desarrollado una especial sensibilidad ambientalista, tomando
conciencia de la finitud y la protección y conservación que merecen los recursos, y asi
aparece recién en el siglo XX, como producto de la destrucción de la Segunda
Posguerra Mundial, y luego fue intensificada, sin duda, por las terribles catástrofes
ocasionadas, entre otras, por la tecnología nuclear, el derramamiento de petróleo en
los mares, la disminución de la capa de ozono, lluvias ácidas, etc. Aquí merece
especial mención el libro de Rachel Carson de 1962, ―Primavera Silenciosa‖, 48pues
fue la primera vez que se menciono a la conciencia ambiental. De allí que uno de los
problemas planteados desde esta óptica es cómo mantener nuestro confort y al mismo
tiempo nuestro futuro. Sin embargo el desarrollo y el ambiente pueden convivir
mediante la aplicación de adecuadas tecnologías, siempre y cuando reconociendo el
derecho de la naturaleza a no ser destruida por el hombre49. Esta posición conduce a
un cambio total de las concepciones y sistemas jurídicos, pues supone la igualdad de
47
SCHMIDT, A. V. & CORREA, F. L. ÉTICA AMBIENTAL Y SUS PROBLEMAS. Pontificia Universidad Católica de Chile . ver www.felaibe.com.ar/trabajos/2007/20.doc 48
SARMIENTO MEDINA PEDRO JOSE.BIOÉTICA Y MEDIO AMBIENTE:INTRODUCCIÓN A LA PROBLEMÁTICA BIOÉTICO – AMBIENTAL Y SUS PERSPECTIVAS Persona y Bioética, Vol 5, No 13 (2001)
139
La bioética de Potter fue consciente en sus inicios de una preocupación por la
biosfera, bajo la imagen del puente entre la ciencia y lo humanístico. Lo que se
ausentó en la bioética inicial de Potter fue una noción sistemática que Aldo Leopold,
quien definió ―la crisis ambiental como una falla con raíces en la actividad económica
con una base ética”. Según Leopold, “las relaciones económicas entre los países del
mundo olvidaron el ecosistema, y ellas mismas fueron objeto del deterioro ambiental
a consecuencia de las relaciones entre sí”.52 El aporte de Leopold a la ética
ambiental, según Potter, es realmente sustancial. El problema que sobre el
pensamiento de Leopold hace Potter, es que no existe en realidad una ética
ambiental. De modo análogo, el problema también fue enunciado por el discípulo de
Heidegger, Hans Jonas, quien afirma, no sin elementos de gran alarmismo: "vivimos
una situación apocalíptica, es decir, en vísperas de una catástrofe universal, si
dejamos que las cosas sigan su curso actual". Para Leopold, es necesario articular la
ética social y la ética ambiental, que integre sus relaciones dentro de un mismo
sistema. Esta postura, en realidad atractiva, es el vértice de la problemática
ambiental, pues articula el comportamiento social y sus intrínsecas relaciones entre sí
con el ambiente mismo. El ambiente no es un lugar ajeno a las condiciones sociales
de vida del hombre, sino, por el contrario, es dependiente de las relaciones sociales
que el hombre establece consigo mismo. Economía liberal, mercado de países
desarrollados y subdesarrollados, pobreza, marginación y riqueza, son factores que
necesariamente tienen que ver con el ambiente. No obstante, en dicho planteamiento
sobrevive un problema, como afirma Lewis, en relación con la ética social y ambiental
se encuentra cuando el estándar de la vida está asegurado cuando estamos
rodeados de bienestar y confort para hacer nuestras elecciones.
De otra parte, debe decirse de antemano que tal independencia natural entre
una ética social y una ética del medio ambiente es francamente ineludible, pues no
es posible construir una ética social prescindiendo de la ética del ambiente, ni
viceversa. Por ejemplo, se ha culpado al tercer mundo de amenazar con su
crecimiento demográfico la estabilidad planetaria; pero el problema demográfico
seriamente politizado ha sido objeto de opuestas e interesadas interpretaciones,
dependiendo de la óptica que se tenga. Si bien la pobreza es causa de
superpoblación, esta es como tal un problema para quienes ven el crecimiento una
amenaza para sus intereses. Bien puede comprenderse el crecimiento demográfico
del tercer mundo como la posibilidad de renovación de las sociedades ricas y
52
LEOPOLD ALDO. The Land Ethic. Edición ampliada, A Sand County Almanac, Oxford University Press, New York, parte III, 1970, pág 238- 239.
140
envejecidas de Europa, pero las dificultades de ampliación de una ética social, en
términos de justicia planetaria, puede ser la causa de que dicha comprensión no se
hasta ahora posible. De otra parte, debe decirse que el comportamiento frente al
ambiente puede ser visto como menos lesivo que los daños provocados por la
sociedad del primer mundo, los cuales son muy considerables en materia de
contaminación y destrucción del ecosistema.
Esto muestra la interdependencia que hay entre lo ecológico y lo social, pero
también –y en modo considerable- lo político. No puede pensarse el problema
ecológico al margen de las relaciones naturales que establecen las sociedades del
momento. El modelo de la economía liberal ha permitido que todo esfuerzo de
productividad debe ser puesto en el contexto del mercado, el cual se rige por leyes de
oferta y demanda, capacidad de pago, existencia de materias primas, etc. La
explotación de los recursos planetarios está mediada por estas relaciones de
economía de mercado. La fragilidad de las economías ha posibilitado una ausencia de
conciencia al respecto, junto a un derivado comercio de especies de animales que son
comerciados en el mercado negro, lesionando dicha integridad. Especies antiguas,
como el caimán, el tigre u otros animales, han sido casi extinguidas a consecuencia
del desequilibrio económico en las latitudes planetarias, lo cual favorece un mercado
que pone en peligro el ecosistema. Esta es la razón por la cual puede reafirmarse que
el desequilibrio económico planetario es perjudicial para el ecosistema. Debe decirse
que la ignorancia, el hambre y la pobreza son enemigos del ecosistema, por dichas
razones.53
Pero también es indudable que los problemas del hambre y la pobreza deben
ser solucionados, no solo por razones de orden ecológico, sino ante todo
humanitarias. En este punto, graves errores se han cometido, como el de pensar que
es necesario acabar con la pobreza mediante el exterminio de los pobres, y no a
través de la eliminación de los factores generadores de pobreza. Este es un vértice
importante entre la Ecología, la Bioética y la Economía, que demuestra que no basta la
ecología para asumir responsabilidad sobre el ambiente, sino que es preciso
considerar aspectos bioéticos, sociales, económicos y de justicia, de cara al
ecosistema, y adoptar decididas conductas políticas frente al problema.54
53
SARMIENTO MEDINA PEDRO JOSE. BIOÉTICA Y MEDIO AMBIENTE:INTRODUCCIÓN A LA PROBLEMÁTICA BIOÉTICO – AMBIENTAL Y SUS PERSPECTIVAS Persona y Bioética, Vol 5, No 13 (2001) 54
SARMIENTO MEDINA PEDRO JOSE. BIOÉTICA Y MEDIO AMBIENTE:INTRODUCCIÓN A LA PROBLEMÁTICA BIOÉTICO – AMBIENTAL Y SUS PERSPECTIVAS Persona y Bioética, Vol 5, No 13 (2001)
141
La relación entre las ciencias naturales (Ecología) y sociales (Economía) puede
establecerse desde la ética ecológica, factor de unión entre estas dos áreas, que a su
vez tiene soporte en la ética económica como factor de conexión con la realidad; es
decir, se debe incluir la economía cuando se hace ética ecológica, y establecer
parámetros éticos y ambientales que contrasten el principio de maximización de
utilidades como único criterio válido, sin sustituir la ética económica por la ecológica.55
Estos ejemplos manifiestan cómo las circunstancias ecológicas están en
directa relación con lo social, lo político y lo económico, como bien afirmara Lewis. No
obstante, la problemática toma cuerpo en relación con la Bioética, y puede afirmarse
que las reflexiones en tomo al ambiente constituyen un campo definitivo en el
desarrollo de la Bioética misma.
En síntesis: la eco- bioética no es una novedad o una moda sino que es la
esencia
misma de la bioética. 56 Pues la Bioética es la disciplina que trata los problemas
morales relacionados, no sólo con el hombre sano o enfermo, la familia y la
comunidad, sino que abarca además a todos los seres vivos que tienen relación con el
hombre, es decir, los animales y las plantas que forman parte de su entorno, así como
justifica la necesidad de abordar el problema ambiental bajo el análisis de factores
socioculturales, en los que la dependencia económica y el distanciamiento entre
países ricos y pobres desempeñan un importante papel.
3. LA RELACION ENTRE LA ECOLOGÍA Y LA BIOÉTICA
Ecología, es un término muy escuchado en estos tiempos, que proviene del
griego "oikós", que significa "casa", y de allí que el tema nos involucre a todos
profundamente. No significa, como alguna vez se pretendió, de un "regreso a la
naturaleza", sino la razón para que los seres humanos tomemos conciencia de que
podemos modificar la realidad de la naturaleza sin destruirla, transformar la "casa"
donde todos vivimos de tal forma que los conceptos de progreso y bienestar se unan
armoniosamente con el de conservación y cuidado del hábitat tierra. La ecología es,
por lo tanto, la disciplina que hace posible la relación de objetos vitales distantes,
como las hormigas con el sistema solar. La Ecología contemporánea ha reorientado su
meta primitiva. En un principio se ocupó sencillamente de las relaciones entre los
55
SALAZAR BARRAGÁN DIANA MARCELA. SERNA MENDOZA, CIRO ALFONSO. ÉTICA,MEDIO AMBIENTEY ECONOMÍA. Revista Persona y Bioética. Vol. 10. Nº 26 (2006) 56
OUTOMURO DELIA. Bioética global: ¿una propuesta novedosa y diferente? Ver http://www.fmv-uba.org.ar/antropologia/Vol2Nro22007/editorial%20N%C2%
vivientes; hoy se preocupa además del conocimiento de las especies de vida de la
totalidad del planeta, en relación con la intervención del hombre. De esta preocupación
emerge la ética ambientalista, o simplemente bioética con el siguiente tipo de
cuestionamientos: ¿Son éticas las acciones del hombre en relación con el
ecosistema? ¿Es ética la despreocupación sobre estos temas por atender solamente
lo urgente? ¿Es ético desconocer el futuro del planeta con relación a las nuevas
generaciones?57
El propósito de la ecología no solamente es la denuncia de estos hechos, que
vienen realizándose desde hace décadas, sino también la búsqueda de soluciones a
estos problemas.
La gama de problemas ambientales es amplia y sin duda alguna los procesos
tienen mutua interrelación, con efectos en algunos casos previsibles y en otros no: el
retroceso de bosques naturales, agotamiento de especies y los graves problemas en
relación con el agua potable. Se afirma que el problema del siglo XXI será la escasez
de agua. La información al respecto y las medidas encaminadas a disminuir este
grave pronóstico ambiental se desconocen, y en el caso de Latinoamérica, no se
aplican. El serio tema de la contaminación atmosférica, en absoluta interdependencia
con la concentración urbana, la problemática de la población, la pobreza, la
marginación y la industrialización, son elementos que hacen parte de un entramado
sociopolítico, en el que se halla el problema ambiental. En dicho problema se
condicionan de modo bidireccional factores sociopolíticos y ambientales. Marginación
y exclusión de grupos sociales, desigualdad de ricos y pobres, descuido en la
educación, etc., necesariamente condicionan los problemas ambientales, y de modo
ineludible, estos mismos problemas condicionarán los sociopolíticos.
Un logro indiscutido del desarrollo bioético, es el ingreso del bios al ámbito de
las ciencias sociales, con lo que ha dejado de ser patrimonio exclusivo de la biología.
El concepto de "calidad de vida" es un buen exponente de este desplazamiento del
"bios" desde el modelo explicativo fisicalista hacia una visión explicativo-comprensiva,
que involucra tanto los aspectos biológicos como los aspectos psicológicos, socio-
culturales, jurídicos, económicos y políticos.58
57
SARMIENTO MEDINA PEDRO JOSE. BIOÉTICA Y MEDIO AMBIENTE:INTRODUCCIÓN A LA PROBLEMÁTICA BIOÉTICO – AMBIENTAL Y SUS PERSPECTIVAS Persona y Bioética, Vol 5, No 13 (2001) 58
BRUSSINO SILVIA L. Bioética, racionalidad y principio de realidad ver http://www.cuadernos.bioetica.org/doctrina7.htm
Como vemos la ética le brinda a la ecología el estatuto de la conciencia 59,
traduciendo conclusiones científicas en imperativos de comportamiento, facilitando
orientación ecológica a la normatividad jurídica y a las prácticas tecnológicas. Frente
al desarrollo centralizado, comienzan a reivindicarse los valores de la subjetividad, de
la diversidad cultural, de la democracia participativa, de la tolerancia, del etno-
desarrollo, de los saberes tradicionales en intercambio comunitario: la etología
humana. 60 Por su parte la ecología introduce en la ética el sentido de globalidad en
torno a la vida y a la naturaleza como sistema. Por lo tanto la ética ambiental se
centra en la defensa del medio ambiente, proponiendo los derechos ecológicos (de
tercera generación) que implican una apropiación de la naturaleza y la redefinición de
estilos de vida de acuerdo con las prácticas culturales e identitarias 61 de los pueblos,
rompiendo con la homogeneización y centralización del poder en el orden económico,
político y cultural dominante.
Tanto la ecología como la bioética hacen cuestionamientos sobre la relación
del hombre con el ambiente. Pero solo esta última puede hacer cuestionamientos en
materia eco-social. La Bioética puede hacer manifiesto cómo la ética social está en
constante colisión con la ética del capitalismo liberal, y cómo la ética sobre el
ambiente, en un discurso liberal, puede estar impregnada de deformaciones y serios
condicionamientos políticos, y, sin embargo, mostrarse todas ellas bajo una
perspectiva ecologista.62
Como vemos, tanto la problemática ambiental como la referida a la cuestión
bioética generan perfiles comunes, que se relacionan directamente con el rumbo futuro
de la humanidad y su subsistencia.
4. APROXIMACIÓN BIOÉTICA A LA PROBLEMÁTICA ECO-AMBIENTAL
La crisis ecológica deriva a la postre en el planteamiento de un nuevo sistema
ético - la bioética como puente entre los hechos científicos y los valores morales. El
problema moral se ha tomado "específico" para el hombre por el imperativo de la
sobrevivencia y de una responsabilidad solidaria a fin de preservar la biosfera
terráquea. La pregunta de la ética es entonces cómo debemos vivir, al menos para
59
CUENCA Roberto E. Seminario medio ambiente y bioética. (Versión mimeografiada, Escuela de Salud Pública). Cali: Universidad del Valle; 2003. 60
CUENCA,Roberto E. ¿La bioética en la educación ambiental? Revista Colombia Médica, Vol. 37, No. 4 , Oct./Dec. 2006, pp. 299-307 61
KUNG H. Proyecto de una ética mundial. Madrid: Editorial Trotta; 1995. Abstract 62
SARMIENTO MEDINA PEDRO JOSE. BIOÉTICA Y MEDIO AMBIENTE:INTRODUCCIÓN A LA PROBLEMÁTICA BIOÉTICO – AMBIENTAL Y SUS PERSPECTIVAS Persona y Bioética, Vol 5, No 13 (2001)
sobrevivir, pero conciliando el imperativo de supervivencia con el de dignidad humana.
Como vemos, la crisis ecológica no es tanto un problema ambiental y técnico, sino
más bien un problema político y cultural que tiene que ver con las emociones
(creencias) en las cuales nuestra cultura está instalada y con las políticas que de allí
se derivan, luego es fundamentalmente un problema moral.
Esta megacrisis exige fundar una macroética planetaria basada en el principio
de responsabilidad, que representa un nuevo estadio de la conciencia moral en la
civilización tecnológica, y se formula así: "Actúa de manera que las consecuencias de
tu acción sean compatibles con la permanencia de la vida genuina sobre la tierra". El
primer principio de la ética ambiental es el de reciprocidad o mutua obligación por la
interdependencia de los seres vivientes en un cuerpo cósmico (ecosfera) amenazado
por la patogenicidad del cuerpo técnico (tecnosfera) o conjunto de organismos
sintéticos (enseres como automóviles, fábricas, viviendas) que consumen energía y
producen desechos desequilibrando el ecosistema natural.
Puede afirmarse que, el problema de la megacrisis ambiental, radica en la
forma como se ha construido el concepto de lo humano y lo natural, por lo que es
evidente el divorcio entre el desarrollo de la vida humana y la naturaleza, con la
mediación de la ciencia; es el problema que ahora afrontamos, y que pretendemos
resolver con el apoyo de la Ecología y la Bioética misma.
De este modo, se afirma que el hombre, aun siendo materia corpórea, no
puede reducirse a solo materia manipulable, como las demás cosas, y que, por lo
mismo, no puede separarse del cosmos en que habita, sino que, por el contrario, está
en estrechas relaciones con su ambiente. Estas relaciones de interdependencia
involucran nociones éticas específicas. De una parte, es necesario reconocer que el
hombre es el único sujeto viviente capaz de tomar conciencia de sus relaciones con el
cosmos. Esta conciencia incorpora una responsabilidad ética frente al cosmos, en
tanto que el hombre es el único que tiene poder para destruir o preservar el cosmos
que habita. Tal compresión obliga a pensar la naturaleza no solo como un conjunto de
fenómenos explicables y susceptibles de manipulación, sino, ante todo, como una
realidad que puede ser pensada en la relación directa con la persona y de la que
derivan consecuencias fundamentales. Y esta responsabilidad es, ante todo, una
responsabilidad bio-ética.
Aquí es precisamente donde la Bioética tiene la necesidad de recabar nuevos
recursos teóricos, procedentes de la filosofía natural, de la biología y de la ecología,
para asumir los desafíos.
145
5. BIOETICA Y DESARROLLO SUSTENTABLE
La bioética ambiental significa un nuevo peldaño moral de la humanidad, una
ética de la vida más allá de las relaciones entre las personas. El problema del medio
ambiente -agotamiento de los medios o recursos naturales y deterioro del habitat
natural -exige un replanteo de las relaciones hombre-naturaleza, cuyo progresivo
desajuste histórico desemboca en la crisis actual.63
Por esta razón, el pensar el ambiente desde la ética, es decir, incluir al
ambiente dentro de las responsabilidades humanas, del mismo modo que se incluye al
género humano como responsabilidad del mismo hombre, es en realidad un
imperativo. No un imperativo ecológico, sino ante todo ético. El cosmos como tal es un
valor; valor por lo que representa en sí mismo y por lo que representa para el hombre,
para su propia supervivencia y también -aunque de modo secundario- en su beneficio
de utilidad. El cosmos puede ser aprovechable y su utilidad derivada puede ser
administrada con responsabilidad y sentido ético. Esta capacidad de aprovechamiento,
así como de asumir con responsabilidad ética los beneficios de su utilidad, es
exclusiva del género humano. De ahí la necesidad de que frente al ambiente se
construya una bio-ética ambiental. Esta bio-ética ambiental como tal no existe, sino
que debe ser construida. Y su construcción no antropocéntrica, en sentido peyorativo,
sino centrada en lo humano desde esta perspectiva personal, entendiendo por esto a
la persona como la única capaz de una conciencia ética sobre sus acciones en
relación con el ambiente, es el único camino de apropiación de la problemática
humana y ecológica.
La pregunta de la ética es entonces ¿cómo debemos vivir?, al menos para
sobrevivir, pero conciliando el imperativo de supervivencia con el de dignidad humana
y con el de libertad. Adaptando un principio ético de Kant podríamos decir : "Actúa de
tal manera que las consecuencias de tu acción sean compatibles con la permanencia
de una vida genuina en la tierra".
Debemos partir del principio que el hombre es parte de la naturaleza y debe
vivir en armonía con ella .Esto significa que las actividades humanas deben
desenvolverse de tal manera que ellas sean compatibles con el mantenimiento y el
mejoramiento del entorno ecológico , que lo sustenta y que lo condiciona , y , además
, con el respeto y el progreso de los factores culturales que son el fruto de su
conciencia moral y de su ser racional.
63
MAINETTI, JOSÉ ALBERTO. Bioética Ficta, La Plata, Quirón, 1993
146
De ello se trata el denominado "desarrollo sostenible", que no se refiere a un
desarrollo que no toque o no transforme la naturaleza, sino un tipo de desarrollo que
no la degrade o no la erosione en sus propias bases ambientales de producción y
habitabilidad. Es éste un concepto a la vez filosófico y natural, un camino ético hacia
la calidad de vida, en el que la manipulación de la estructura y función de los
ecosistemas no entra en colisión con ellos, minimizando el conflicto de intereses y
maximizando los beneficios a obtener. Es decir un adecuado balance de la ecuación
costo-beneficio, tan cara a la reflexión ética en los problemas del ambiente y el
hombre.
La expresión "calidad de vida", ha surgido hace aproximadamente cincuenta
años en el marco de la bioética, y se ha generalizado a todos los ámbitos de la
existencia, esto provoca una ética de la calidad de vida que es muy sugerente para
fundamentar una moral ecológica64
Desarrollo sostenible es el desarrollo que satisface las necesidades del
presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer
sus propias necesidades: “solidaridad intergeneracion”65. Trata de integrar el doble
desafío de los problemas del ambiente y la grave situación de pobreza en el mundo. Al
igual que la bioética, pretende establecer un puente entre la ciencia y la sociedad;
busca el crecimiento económico y la elevación de la calidad de vida y el bienestar
social sin deteriorar ni agotar los recursos.
Como vemos, el principal desafío que surge de nuestro desarrollo como seres
éticos es asumir la responsabilidad por nuestro accionar en el mundo y ser capaces de
entender que nuestra calidad de vida alcanza su plenitud, cuando trascendemos
desde nuestra conciencia individual hacia una forma de conciencia capaz de sentir
como propia no sólo nuestra necesidad sino, además, la de todo otro ser humano y de
toda otra forma de vida.
Para ello, se exige un desarrollo sustentable que no comprometa las
necesidades de las generaciones futuras , haciendo un uso racional de los recurso
naturales evitando así su agotamiento y la extinción de la diversidad de las especies
.66
64
SOSA, N. M., Ecología y ética, en VIDAL, M., Conceptos fundamentales de ética teológica, Valladolid 1992, 857-870, 864. 65
SCHUMANN H. El Mundo no es una mercancía. Deutschland 2003; 3: pags. 41-46. 66
PEREIRO DE GRIGARAVICIUS MARÍA DELIA. Bioetica, Biotecnología y Desarrollo Sustentable. Revista " CONCEPTOS " Boletín de la Universidad del Museo Social Argentino - Mayo - Agosto de 2000 , pag.33
147
Estos enfrentamientos del hombre con la naturaleza, ―Hoy más que nunca en el
pasado, la humanidad está en la encrucijada‖ 67, imponen la necesidad impostergable
de una profunda reflexión ética , y un análisis meditado de su regulación normativa,
porque en este caso, ceder «al orgullo miope de una ciencia que no acepta límites»
morales, llevaría a «pisotear el respeto debido a todo ser humano», 68 y tampoco
inhibir el avance de la ciencia. 69
67
L’Osservatore Romano, 9-10 de octubre del 2000, p. 6. 68
Juan Pablo II en el acto de entrega del III Milenio a la Virgen María. 69
BUSTAMANTE ALSINA, JORGE . Responsabilidad Civil y otros estudios . doctrina y comentarios de jurisprudencia. Volumen IV .‖El hombre y la naturaleza : Proyección ético jurídica ― . Editorial Abelledo – Perrot. Buenos Aires 1997 . Pag. 272.
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Modelo pedagógico alternativo para la enseñanza del tema Pueblos
Originarios. La cuestión de la tierra como uno de los resortes de control de
las poblaciones. Los Pueblos Huarpe y Ranquel en la Provincia de San
Luis. Argentina Rut Rozovich*
Hoy asistimos a una Ciencia Social que ha profundizado en el estudio de modelos
interpretativos y explicativos de las realidades sociales que son aceptados por la
comunidad científica. Las Ciencias Sociales, siguiendo a Pilar Benejam, 1999), han de
entrar necesariamente en el terreno de la teoría, para contestar a la pregunta: Para
qué enseñar Ciencias Sociales? Decisión básicamente ideológica, y que, a su vez
condiciona la respuesta a la pregunta: ¿Qué enseñar de Ciencias Sociale,s que es una
opción científica. A cuyas perspectivas sumamos: ¿Cómo ayudar a descubrir
intencionalidades en la formación educativa?, qué es, una decisión ética.
Indagamos sobre la territorialidad de los pueblos Huarpe y Ranquel, en la provincia de
San Luis, realizando un re-conocimiento (Paul Riker, 2000), para que dicha acción, al
ser trasladada a la educación, acerque a las instituciones escolares a un conocimiento
comprometido (Rut Rozovich, 2007), apoyados en un marco teórico diferente que
investiga desde los conceptos de: la biopolítca y el biopoder, y desde las teorías
comunicativas.
*Esp, en Ordenamiento Territorial. Departamento de Geografía. Facultad de Ciencias
Humanas. Universidad Nacional de Río Cuarto.
**El presente proyecto surge como separata del proyecto de investigación, dirigido por
el lic. Abelardo Barra Ruata: Biotecnología, biopolítica, biopoder: proyecciones teóricas
y prácticas de sus entrecruzamientos. Subsidiado por SeCyT de la UNRC.