CORRIDOS DE LA REVOLUCION MEXICANA PUEDES VER MAS INFORMACION EN: http://www.elportaldemexico.com/musica/cancionero.htm Caballos de Pancho Villa Fueron varios los caballos los que monto Pancho Villa se llamaba siete leguas la yegua que el prefería. Era un caballo rocillo de alzada y muy buena rienda lo montaba Pancho Villa cuando le hirieron la pierna. Se hablo mucho de un caballo con cuatro pesuñas de oro dicen que fue tan famoso como el grano y el as de oros. Caballos de Pancho Villa que siempre fueron famosos mas famoso el general en sus años tan gloriosos. Siempre fue un hombre sagas valiente y muy decidido veces planearon matarlo nunca lo hallaron dormido. Por fin se y llego su hora y ese destino sin falla que los hombre cuando nacen ya traen marcada la ralla.
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CORRIDOS DE LA REVOLUCION MEXICANA
PUEDES VER MAS INFORMACION EN: http://www.elportaldemexico.com/musica/cancionero.htm
Caballos de Pancho Villa
Fueron varios los caballos los que monto Pancho Villa
se llamaba siete leguas la yegua que el prefería.
Era un caballo rocillo
de alzada y muy buena rienda lo montaba Pancho Villa
cuando le hirieron la pierna.
Se hablo mucho de un caballo con cuatro pesuñas de oro dicen que fue tan famoso
como el grano y el as de oros.
Caballos de Pancho Villa que siempre fueron famosos
mas famoso el general en sus años tan gloriosos.
Siempre fue un hombre sagas
valiente y muy decidido veces planearon matarlo
nunca lo hallaron dormido.
Por fin se y llego su hora y ese destino sin falla
que los hombre cuando nacen ya traen marcada la ralla.
La Muerte de Zapata
Vengan a oír estos versos todos con mucha atención de un gran suceso ocurrido
que comenta La Nación.
Primero vengo a contarles la historia de un guerrillero,
desde que se pronunció hasta su fin tan postrero.
En mil novecientos diez en armas se levantó,
y al grito "Viva Madero!" al gobierno combatió.
Luego Zapata y sus fuerzas cuando Madero triunfó,
por causas no conocidas de nuevo se sublevó.
Todos bien recordamos, cuando la traición de Huerta Zapata aún siendo rebelde no se mezcló en la reyerta.
Cuando el cuartelazo infame del día nueve de febrero,
al Estado de Morelos fue en automóvil Madero.
No se sabe a qué negocio Madero fue a Cuernavaca, el caso es sin contratiempo
conferenció con Zapata.
Por fin Huerta por los suyos fue elegido Presidente; pero Zapata en Morelos
juró a Huerta darle muerte.
Villa y Carranza en el Norte juraron con buen esmero, vengar la sangre regada del Presidente Madero.
Luego entre Villa y Carranza un disgusto aconteció; pero Emiliano Zapata con Villa si confrontó.
Se unieron Villa y Zapata como buenos compañeros,
uno peleaba en el Norte otro en el plan de Morelos.
El famoso Plan de Ayala era esa la única bandera,
que Zapata reclamaba para terminar la guerra.
Las causas que reclamara ese plan en realidad
era el reparto de tierras, Democracia y Libertad.
Pero Zapata renuente nunca quiso someterse
para que buenas doctrinas un gobierno las cumpliese.
Pues el General González al frente de mil guerreros, fue mandado por Carranza
al Estado de Morelos.
En un mes de operaciones los soldados carrancistas quitaron Cuautla Morelos a las fuerzas zapatistas.
González dio garantías a muchos jefes sureños para rendirse al gobierno
en conformidad de hermanos.
Muchos jefes zapatistas mirando las garantías, a Zapata abandonaron en todas sus correrías.
Zapata viéndose solo con muy poco contingente,
acudió a su gran astucia para reclutar más gente.
A fines del mes de marzo del año que está presente, Zapata mandó una carta
a Guajardo urgentemente.
Guajardo era coronel de las tropas de Carranza,
pero logro de Zapata hacerse de gran confianza.
Zapata mandó otra carta hasta Cuautla astutamente,
a dónde le aconsejaba se volteara con su gente.
Guajardo le contestó: "nomás espero el dinero para pagarle a las tropas y pertrecharlas si puedo.
"Veinte cargas de maíz tengo yo que recibir,
si es que usted las necesita se las puedo conducir."
Pues el coronel Guajardo fingiendo estar rebelado, salió de Cuautla Morelos,
con sus tropas bien armado.
Guajardo salió de Cuautla con mucho gusto y contento
al Rancho de Chinameca para estar de destacamento.
Al licenciado Palacios mando Zapata al instante, al Rancho de Chinameca como su representante.
Cuarto cartas se mandaron uno y otro en la ocasión, a donde se profesaban una gran estimación.
La última carta mandó Guajardo en contestación,
donde le dijo a Zapata: "quedo a su disposición".
La primera orden que dio Zapata sin dilación,
que a Barcenas lo matase por jugar alta traición.
Guajardo dijo a Zapata: "es muy difícil comisión,
porque Barcenas se encuentra en Cuautla en esta ocasión".
"Mi general le obedezco todo lo que manda usted; pero mejor fuera bueno
tomar Jonacatepec".
Por órdenes de Zapata Guajardo salió de allí, y la plaza fue tomada el 8 del mes de abril.
Aunque el combate fue corto con los falsos "zapatistas",
hubo siempre algunos muertos de las fuerzas carrancistas.
En Tepalcingo esperaba Zapata de gusto henchido,
al valiente de Guajardo por el triunfo ya obtenido.
Ya todo el plan de González estaba casi concluido,
para poder agarrar a Zapata muerto o vivo.
Una mujer se acercó a Zapata desmayada,
diciéndole que Guajardo quería hacerle una celada.
Zapata oyó los consejos de su amiga sin igual,
y también formó sus planes para evitar cualquier mal.
"Muchachos, dijo Zapata, tengan mucha precaución,
vigilen bien a Guajardo que quiere hacernos traición."
Como a las tres de la tarde Guajardo se dirigía
a darle parte a Zapata del gran triunfo de ese día.
Zapata dijo a Guajardo que en prueba de estimación
celebraran este triunfo con un gran comelitón.
Pero el coronel Guajardo fingiendo estar fatigado,
dijo que no podía ir por estar un poco malo.
Que mejor festín se efectuara al otro día, en Chinameca a su jefe un banquete le ofrecía.
Zapata al fin accedió a la oferta de Guajardo, para ver si de ese modo
allí podía capturarlo.
Guajardo dijo a sus tropas que al llegar ya su contrario
a Zapata se le hiciera honras de divisionario.
Que para el segundo toque contraseña anticipada,
los soldados sin demora harían descarga cerrada.
Al llegar a Chinameca Zapata, algo malicio,
y cogiendo luego su arma el combate se trabó.
Se posesionó muy bien para poder resistir,
pero a los pocos momentos ya no pudo combatir.
Muerto cayó en aquel sitio por una bala certera,
terminando allí su vida en su trágica carrera.
El cadáver de Zapata a Cuautla fue conducido,
para que por todo el pueblo fuera bien reconocido.
Tres días estuvo su cuerpo a la vista de la gente
hasta que fue sepultado el día doce del presente.
Ya este corrido he cantado me despido con afán,
si en algo estuviere errado las faltas perdonarán.
(1) Fotografías tomadas del CD interactivo, "La Revolución Mexicana a través de sus imágenes", UNAM-INEHRM
Con mi treinta treinta me voy a alistar a engrosar las filas de la rebelión,
para conquistar, conquistar libertad a los habitantes de nuestra nación.
Con mi treinta treinta me voy a pelear
y a ofrecer la vida en la revolución, si mi sangre piden, mi sangre les doy por los habitantes de nuestra nación.
Carabinas treinta treinta
que los rebeldes cargamos, y decían los huertistas
que con ellas no matamos.
Gritaba Francisco Villa: dónde te hallas Argumedo?
nos veremos en Bachimba tu que nunca tienes miedo.
Madre mía de Guadalupe,
tu me has de favorecer, para no rendir las armas
hasta morir o vencer.
Ya nos vamos pa’ Chihuahua, ya se va tu negro santo, si me quebra alguna bala
ve a llorarme al camposanto.-
El barzón
Esa tierras del rincón
las sembré con un buey pando, se me reventó el barzón
y sigue la yunta andando.
Cuando llegué a media tierra el arado iba enterrando,
se enterró hasta la telera, el timón se deshojó,
el barzón se iba trozando, el yugo se iba pandeando,
el sembrador me iba hablando; yo le dije al sembrador,
no me hable cuando ande arando. Se me reventó el barzón y sigue la yunta andando.
Cuando acabé de pizcar,
vino el rico y lo partió, todo mi maíz se llevó ni pa’ comer me dejó,
me presenta aquí la cuenta: aquí debes veinte pesos
de la renta de unos bueyes, cinco pesos de magueyes,
una anega, tres cuartillas de frijol que te prestamos,
una anega, tres cuartillas de maíz que te habilitamos, cinco pesos de unas fundas
siete pesos de cigarros.
Seis pesos…no sé de qué pero todo está en la cuenta! a más de los veinte reales que sacaste de la tienda,
con todo el maíz que te toca no le pagas a la hacienda, pero cuentas con mi tierra pa’ seguirla sembrando.
Ora vete a trabajar pa’ que sigas abonando.
Nomás me quedé pensando
sacudiendo mi cobija, haciendo un cigarro de hoja. Que patrón tan sinverguenza!
to’ mi maíz se llevó para su maldita troje!
Se me reventó el barzón, y sigue la yunta andando.
Cuando llegué a mi casita,
me decía mi prenda amada: on’ta el maíz que te tocó? le respondí yo muy triste:
el patrón se lo llevó por lo que debía en la hacienda,
pero me dijo el patrón que contara con la tienda.
Ora voy a trabajar
para seguirle abonando, veinte pesos, diez centavos son los que salgo restando. Me decía mi prenda amada:
ya no trabajes con ese hombre, nomás nos está robando anda al salón de sesiones que te lleve mi compadre,
ya no le hagas caso al padre, el y sus excomuniones! Qué no ves a tu familia
que ya no tiene calzones? Ni yo tengo ya faldillas ni tú tienes pantalones.
Nomás me quedé pensando, me decía mi prenda amada: que vaya el patrón al cuerno! cómo tuviéramos de hambre si te has seguido creyendo de lo que te decía el cura, de las penas del infierno.
Viva la revolución! Muera el supremo gobierno!
Se me reventó el barzón y siempre seguí sembrando!
Felipe Angeles
En mil novecientos veinte señores, tengan presente fusilaron en Chihuahua
a un general muy valiente.
De artillero comenzó su carrera militar,
y en poco tiempo llegó a ser un gran general.
El gobierno comprendió
los males que iba a causar, y mandó que lo persiguieran
pa’ mandarlo a fusilar.
Con veinte hombres que traía puso cuatro de avanzada, para ver si no le tendían una terrible emboscada.
En el cerro de la mora le toco la mala suerte, lo tomaron prisionero,
lo sentenciaron a muerte.
El reloj marca las horas se acerca la ejecución,
preparen muy bien sus armas y apúntenme al corazón.
Apúntenme al corazón,
no me demuestren tristeza, a los hombres como yo
no se les dá en la cabeza.
Ya con esta me despido por las hojas de un granado,
aquí termina el corrido de un general afamado.-
De la persecución de Villa
Patria México, febrero veintitrés, dejó Carranza pasar americanos:
dos mil soldados, doscientos aeroplanos, buscando a Villa, queriéndolo matar.
Después Carranza les dijo afanoso:
si son valientes y lo quieren combatir, concedido, les doy el permiso,
para que así se enseñen a morir.
Comenzaron a echar expediciones, los aeroplanos comenzaron a volar, por distintas y varias direcciones,
buscando a Villa, queriéndolo matar.
Los soldados que vinieron desde Texas a Pancho Villa no podían encontrar,
muy fastidiados de ocho horas de camino, los pobrecitos se querían regresar.
Los de a caballo ya no se podían sentar,
más los de a pié no podían caminar; entonces Villa les pasa en su aeroplano
y desde arriba les dijo: Gud bay.
Cuando supieron que Villa ya era muerto, todos gritaban henchidos de furor: ahora sí, queridos compañeros,
vamos a Texas cubiertos con honor.
Mas no sabían que Villa estaba vivo y que con él nunca iban a poder;
si querían hacer una visita hasta la sierra lo podían ir a ver.
Comenzaron a lanzar sus aeroplanos,
entonces Villa, un buen plan les estudió: se vistió de soldado americano
y a sus tropas también las transformó.
Mas cuando vieron los gringos las banderas con muchas barras que Villa les pintó,
se bajaron con todo y aeroplanos y Pancho Villa prisioneros los tomó.
Toda la gente de Chihuahua y Ciudad Juárez
muy asombrada y asustada se quedó, sólo de ver tanto gringo y carrancista que Pancho Villa sin orejas los dejó.
Que pensarían los "bolillos" tan patones
que con cañones nos iban a asustar; si ellos tienen aviones de a montones
aquí tenemos lo mero principal.
Todos los gringos pensaban en su alteza que combatir era un baile de carquís,
y con su cara llena de vergüenza se regresaron en bolón a su país.-
El Mayor de los Dorados
Fui soldado de Francisco Villa
de aquel hombre de fama mundial, que aunque estuvo sentado en la silla
no envidiaba la presidencial.
Ahora vivo allá por la orilla recordando aquel tiempo inmortal.
Ay…Ay.. Ahora vivo allá por la orilla
recordando a Villa allá por Parral.
Yo fui uno de aquellos Dorados que por suerte llegó a ser Mayor, por la lucha quedamos lisiados defendiendo la patria y honor.
Hoy recuerdo los tiempos pasados
que peleamos contra el invasor, hoy recuerdo los tiempos pasados
de aquellos Dorados que yo fui Mayor.
Mi caballo que tanto montara en Jiménez la muerte encontró, una bala que a mí me tocaba a su cuerpo se le atravesó.
Al morir de dolor relinchaba por la patria la vida entregó
Ay…Ay… Al morir de dolor relinchaba
cómo le llorara cuando se murió.
Pancho Villa te llevo grabado en mi mente y en mi corazón
y aunque a veces me vi derrotado por las fuerzas de Alvaro Obregón.
Siempre anduve como fiel soldado
hasta el fin de la revolución Ay…Ay…
Siempre anduve como fiel soldado que siempre ha luchado al pié del cañón.-