UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR FACULTAD DE MEDICINA POSGRADO EN ESPECIALIDADES MÉDICAS CORRELACION ENTRE ESTILOS DE VIDA Y LA SALUD DE LOS MEDICOS DEL HOSPITAL REGIONAL DE SONSONATE. JUNIO A NOVIEMBRE 2011 Informe Final de Tesis de Grado presentado por: Dr. Luis Alexander Hurtado Hernández Dr. Carlos Arturo Morales Meléndez Para Optar al Título de Especialista en: Medicina Familiar. Asesor de tema y metodológico: Dr. Mauricio Antonio Murcia Chicas San Salvador, El Salvador. 18 de enero de 2012
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Correlación entre Estilos de Vida y la Salud de los Médicos del Hospital Regional de Sonsonate.
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UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR
FACULTAD DE MEDICINA
POSGRADO EN ESPECIALIDADES MÉDICAS
CORRELACION ENTRE ESTILOS DE VIDA Y LA SALUD DE LOS MEDICOS DEL HOSPITAL REGIONAL DE SONSONATE. JUNIO A
culturales, familiares y ambientales. Con este modelo cambia la unción del
médico ya que no sería curar la enfermedad, sino cuidar la salud, teniendo en
cuenta a la persona en su contexto vital.
También en el año 1977 la Asamblea de la OMS definió una política de salud
llamada “Salud para todos en el año 2000”, para llegar a esa meta fue
necesario crear una estrategia. Es así que en el año 1978 en Alma Ata la OMS
y UNICEF, suscriben una declaración (firmada por 143 países, entre ellos
Uruguay) que define la Estrategia de Atención Primaria de la Salud (APS).
5 Lemus J. Condiciones de vida y salud en Argentina. Ambiente médico. 2000;27: 9-18.
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En el año 1986 la American Board of Family Practice define la Medicina Familiar
y Comunitaria como “la especialidad médica que proporciona una atención
sanitaria total al individuo y su familia. Integra las ciencias biológicas,
conductuales y clínicas. El ámbito de la Medicina Familiar abarca todas las
edades, ambos sexos, los sistemas orgánicos y las entidades patológicas”.
Queremos además destacar algunos puntos de la definición de Médico de
Familia y Comunitario, según el WONCA (Organización Mundial de Colegios,
Academias y Asociaciones Nacionales de Médicos Generales y Médicos de
Familia) realizada en el año 1991: el Médico de Familia es responsable de
proporcionar atención integral y continuada al individuo y su familia. Atiende al
individuo en el contexto de su familia y a la familia en el contexto de la
comunidad. Ejerce su rol profesional proporcionando atención directamente o a
través de los servicios de otros profesionales, en función de la necesidad de
salud y de los recursos disponibles en la comunidad en que trabaja.
Actualmente el concepto de salud está cambiando y la OMS dice: “es el grado
en que un individuo o grupo es capaz, por una parte, de realizar aspiraciones
satisfacer necesidades y, por otra, cambiar o ajustarse al ambiente. La salud se
considera, por lo tanto, un recurso para la vida diaria, no el objetivo de vivir: es
un concepto positivo que destaca los recursos sociales y personales, así como
las capacidades físicas”. También queremos aquí definir comunidad; es un
grupo de personas, familias, organizaciones sociales e instituciones que
comparten problemas y percepciones sobre una realidad o situación común
pudiendo habitar o no en un sector geográfico determinado (OPSOMS Serie
Paltex para ejecutores de Programas de Salud).
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Resaltaremos en este punto el concepto de Comunidad dado por R. Nisbet:
“abarca todas las formas de relación caracterizada por un alto grado de
intimidad personal, profundidad emocional, compromiso moral, cohesión social
y continuidad en el tiempo. La Comunidad se basa sobre el hombre contenido
en su totalidad, más que sobre uno y otro de los roles que pueda tener en un
orden social, tomados separadamente. Su fuerza psicológica procede de los
niveles de motivación más profundos y logra su realización por un sentimiento
de la voluntad individual que es imposible en asociaciones por la simple
conveniencia o el consentimiento racional. Puede encontrársela en diversos
contextos (raza, localidad, ocupación, religión, etc.), o tener expresión simbólica
en ellos. Su prototipo histórico y simbólico es la familia”. La Comunidad puede
ser una Comunidad real, un barrio definido, una fábrica, una escuela, las
personas registradas con un médico, etc. Lo importante es que en cada uno de
ellos las acciones de salud son dirigidas no solo a quienes usan los servicios de
salud o a los enfermos sino a todos los miembros de esa comunidad6.
C. Promocion de la Salud
Es una estrategia que se realiza desde la salud, no desde la enfermedad. En
ella se asume la multicausalidad como principio fundamental en la
determinación de la salud y la enfermedad.
Se puede definir a la promoción de la salud como “el proceso que proporciona a
las poblaciones los medios necesarios para ejercer un mayor control sobre la
propia salud y así poder mejorarla”.
6 Infante-Pedreira OE, Pérez-González eM, Díaz-González JA. La psicología de la salud en la atención primaria. En: Hernandez-
Melémdez E, Grau-Arebalo J, editors. Psicología de la Salud: fundamentos y aplicaciones.Mexico: Universidad de Guadalajara; 2005. p. 253-72.
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Comprende una amplia dimensión social. Crea ambientes y entornos positivos,
facilita la participación social construyendo ciudadanía y comunidad, apoya la
acción comunitaria en salud, educa en salud a la población, para establecer
estilos de vida saludables.
Ilona Kickbusch (Ex responsable de la Oficina de Educación para la Salud de la
OMS) plantea cinco principios de la Promoción de la Salud:
Afecta a las personas en la vida diaria. Es un medio de vida.
Pretende influir en los Determinantes de la Salud, remarcando la Salud
como Salud, desde lo positivo y no desde la enfermedad.
Combina métodos o enfoques que son diferentes pero complementarios.
De este modo se reconocen diferentes campos de acción para poner en
práctica esta estrategia.
Busca la participación de la población en su conjunto.
En este punto debemos destacar dos grandes pilares de la Promoción de la
Salud que son: la participación comunitaria y social y la intersectorialidad.
La participación puede darse en grados diversos desde la participación en la
ejecución de actividades, hasta la participación en la planificación, evaluación y
toma de decisiones en relación a la salud.
La participación se torna así en un proceso social inherente a la salud y
promotor del desarrollo local.
La intersectorialidad se refiere al trabajo coordinado de instituciones de
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diferentes sectores sociales mediante intervenciones conjuntas (educación,
ambiente, transporte, salud, etc.).
Los profesionales de la salud actúan como facilitadores de la Promoción de la
Salud.
Aquí importa destacar que tanto en la participación social como en la
intersectorialidad, el sector salud no aparece con un papel preponderante sobre
otros sectores sociales.
La Comunidad, los Gobiernos, las instituciones educativas, pueden ser tanto o
más relevantes que el propio sector salud. No obstante los profesionales de la
salud pueden ser agentes promotores de salud o ser agentes retardatarios del
proceso. La diferencia está dada por cuánto asuman esta estrategia como
válida para el desarrollo de las comunidades.
Las herramientas en la implementación de las estrategias de Promoción de la
Salud están centradas en:
La Educación Para la Salud.
La comunicación Social.
La Participación Comunitaria en Salud.
D. Educación para la salud
Hay muchos autores y organismos que han definido la Educación Para la Salud,
pero todas tienen un objetivo en común: la modificación en sentido favorable de
los conocimientos, actitudes y comportamientos de salud, de los individuos
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grupos y colectividades7. En lo que difieren las definiciones es en la forma de
conseguir el cambio de comportamiento. Citamos algunas de ellas:
“Fomenta el desarrollo de las capacidades y competencias individuales y
colectivas para promover y proteger la salud.”
Taller Educación Para la Salud. Cono Sur, 1993
“Anima procesos participativos y reflexivos que contribuyen a construir
capacidades y protagonismo en los seres humanos para que sean
sujetos de su propio desarrollo y el de su comunidad.” Dra. M. T.
Cerqueira, OPS/OMS, 1997.
La OMS define la Educación Para la Salud como "una actividad educativa
diseñada para ampliar el conocimiento de la población en relación con la salud
y desarrollar los valores y habilidades personales que promuevan salud".
Entendemos la Educación Para la Salud como un proceso intencional que
tiende a lograr que la población se apropie de nuevas ideas, utilice y
complemente sus conocimientos, para así estar en capacidad de analizar su
situación de salud y decidir cómo afrontar mejor en cualquier momento sus
problemas. Pero no solo debe incidir sobre los individuos, sino que también
debe promover las modificaciones que se consideren necesarias sobre el medio
ambiente, para que los individuos puedan adoptar las conductas positivas de
salud recomendadas. Podemos distinguir dos períodos en la evolución del
concepto. Un primer período clásico, desde principios del siglo XX hasta la
década del setenta, en el que solo se incluían las acciones educativas dirigidas
al individuo, con el objetivo de responsabilizarlo de su propia salud y de
7 Gómez-Serrano LC, Posada-Villa JA. Estudio Nacional de Salud Mental. Colombia: Ministerio de
Protección Social; 2003.
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modificar hábitos de vida negativos.
En un segundo período que sería el actual, hay un cambio de conceptos y
objetivos, en el que se apunta a la modificación de factores externos en sentido
favorable, a incidir sobre los individuos mediante intervenciones educativas y a
promover los cambios ambientales y sociales que sean necesarios para que el
cambio de conducta pueda llevarse a cabo y mantenerse.
Además la educación de pacientes paso a formar parte de la educación
sanitaria, ya que la conducta humana es también importante en la rehabilitación
de la salud. Finalmente, con el desarrollo del concepto de salud comunitaria, se
incluyó entre las misiones de la educación para la salud la capacitación de los
individuos, grupos y colectividades para que puedan participar activamente en
la planificación, administración y evaluación de las acciones y servicios que se
llevan a cabo en su comunidad.
Actualmente, reformula su accionar como herramienta para la Promoción de la
Salud y la Participación Social. Es muy reciente la idea de la salud como un
recurso para la vida cotidiana. Con este enfoque, la Educación Para la Salud
promueve la participación activa de la comunidad reflexionando críticamente
sobre su realidad contextual y buscando las mejores soluciones para lograr un
mayor bienestar.
El campo de acción de la educación sanitaria es toda la colectividad. Cualquier
persona, independientemente de su edad, sexo, raza, religión, condición social,
circunstancias de vida personal o familiar, puede beneficiarse de la educación
sanitaria.
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Se consideran agentes de educación sanitaria, todas aquéllas personas de la
comunidad que contribuyen a que los individuos y los grupos adopten
conductas positivas de salud. Muchas de ellas no tienen la educación sanitaria
como actividad principal, pero en su trabajo diario encuentran múltiples
oportunidades de transmitir mensajes de salud. Pueden ser profesionales de la
salud (médicos, enfermería, personal de farmacia, etc.) o personal no sanitario
(maestros, periodistas, etc.).
Los trabajadores de la salud ejercen una gran influencia en los conocimientos,
actitudes y conductas de la población, la contribución es doble, como modelos o
ejemplos y como agentes de educación tanto en la comunidad como en los
servicios de asistencia sanitaria.
La Educación para la Salud es una tarea difícil, porque el personal de salud que
ha de llevarla a cabo no se encuentra capacitado y porque es un trabajo que
produce resultados a largo plazo. A esta dificultad se agrega la presión de la
población que requiere soluciones para sus problemas actuales, es decir
medicina curativa.
Si perseguimos un cambio en el papel de la comunidad en salud, debemos
aprender a escuchar, dialogar e intercambiar conocimientos.
La EPS tiene tres líneas de acción8:
8 Restrepo HE, Málaga H. Promoción de la salud: cómo construir vida saludable.
Bogotá: panamericana, 2001 pág. 52.
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- Educación para la salud en el ámbito escolar y liceal (dirigido a niños y
adolescentes).
- Municipios (o comunidades) saludables.
- Capacitación de Agentes Comunitarios en Salud (ACS).
En cuanto a la educación sanitaria del escolar, tiene por finalidad impartir
actitudes, conocimientos y hábitos positivos de salud, que favorezcan su
crecimiento y desarrollo, el fomento de su salud y la prevención de las
enfermedades evitables de su edad. Los profesionales de la enseñanza tienen
también numerosas oportunidades de influir sobre los niños y adolescentes que
tienen a su cargo.
E. Comunicación social
Es el proceso social, de interacción y difusión que como mecanismo de
intervención genera, a escala multitudinaria, influencia social que proporciona
conocimientos, forja actitudes y provoca prácticas favorables al cuidado de la
salud pública. La comunicación en salud tiene un papel importante en la
difusión de conocimientos, en la modificación o reforzamiento de conductas,
valores y normas sociales y en el estímulo a procesos de cambio social que
contribuyen al mejoramiento de la calidad de vida. La comunicación debe
orientarse a fortalecer procesos locales que promuevan cambios en
conocimientos, actitudes y prácticas en la población, fortaleciendo la capacidad
de individuos y comunidades de incidir efectivamente sobre las determinantes
de la salud. De acuerdo con la OMS, la comunicación en salud abarca el
estudio y el uso de estrategias de comunicación para informar e influenciar
decisiones individuales y comunitarias que mejoren la salud. Este tipo de
comunicación es reconocida como un elemento necesario en los esfuerzos para
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mejorar la salud pública y personal.
F. Comunicación participativa en salud
El concepto de comunicación participativa parte del supuesto de que aquellos
afectados por las decisiones, deben estar involucrados en la toma de estas.
Cuando son utilizados por la comunidad, los medios masivos de comunicación
tienen la posibilidad de actuar como instrumentos efectivos en la transmisión de
conocimiento que promueva cambios sociales y conlleve a la sostenibilidad de
las iniciativas.
“El pueblo posee un conocimiento práctico, vital, empírico que le ha permitido
sobrevivir, interpretar, crear, producir y trabajar por siglos con medios directos
naturales. Este conocimiento popular tiene su propia racionalidad y su propia
estructura de causalidad que conviene empezar por tratar de entender en lo que
tienen de propio y específico. En las comunidades existe una filosofía
espontánea contenida en el lenguaje (como conjuntos de conocimientos y
conceptos), en el sentido común y en el sistema de creencias que, aunque es
disperso a nivel general, tiene el valor para articular la práctica diaria”
(Paulo Freire).
Es innegable que la prevención de la enfermedad y promoción de la salud son
dos temas de alta prioridad en las políticas y acciones de salud pública en el
mundo actual. Tampoco es sorpresa el hecho, que la conducta de las personas
esté directamente relacionada con estos temas. El tiempo de sueño, los hábitos
alimentarios, el manejo de la alimentación y el peso corporal, la recreación, la
actividad física, la abstención o consumo de alcohol, de tabaco y de drogas
recreativas, el uso de cinturón de seguridad, el uso de casco cuando se utiliza
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bicicleta y motocicleta, el cumplimiento de las normas de tránsito, el sexo
seguro y protegido, el cepillado de dientes, la vacunación, la adopción de
medidas de tamizaje para la detección temprana de enfermedades, entre otros
comportamientos, hacen a las personas más o menos propensas a la
enfermedad o a mantener sus estados de salud. Por tanto, intervenir los estilos
de vida se convierte en una de las acciones más eficaces para la prevención de
la enfermedad y la promoción de la salud, de tal forma que cada vez es más
frecuente que los médicos recomienden a sus pacientes la modificación de
ciertas conductas que atentan contra su salud.
Pero, ¿qué pasa cuando son los mismos profesionales de la salud quienes
presentan estilos de vida inadecuados? Se supone que al tener pleno
conocimiento de la relación entre comportamiento y salud, así como de la
etiología de las enfermedades y su tratamiento, se trataría de personas que
evitarían conductas que atentan contra la salud. Sin embargo no siempre es
así, siendo frecuente encontrar médicos fumadores, bebedores, sedentarios,
obesos, etc. Al parecer, para algunos de ellos no es un problema recomendar
hábitos de vida saludable que ellos mismos no ponen en práctica.
El problema no termina con el reconocimiento de esta incoherencia y por el
contrario se extiende a sus consecuencias. Al respecto, Erika Frank ha
aportado evidencias empíricas que demuestran que los médicos que cuidan su
salud y practican estilos de vida saludables, tienen mayor probabilidad de
recomendar y de inducir en sus pacientes hábitos igualmente saludables y de
tener mayor éxito en el seguimiento de sus recomendaciones, contrario a
aquellos de hábitos no saludables, que tienden a practicar una medicina
curativa en lugar de preventiva y que probablemente son poco escuchados por
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sus pacientes cuando les recomiendan comportamientos que evidentemente,
ellos tampoco practican. De ahí que el tema de los estilos de vida cobre mayor
importancia cuando se trata de profesionales de la salud, pues el impacto sobre
la salud pública es doble: además de impactara un grupo en particular, los
estilos de vida de dicho grupo recaen en las acciones de salud de sus
pacientes, al convertirse en modelos de vida para ellos.
La categoría estilos de vida ha sido recurrente en la literatura sociomédica,
epidemiológica y de la psicología de la salud, fundamentalmente a partir de la
segunda mitad del siglo XX; pero aún así y a pesar de lo generalizado de su
uso, no siempre se ha definido. Se trata de un término que atañe a pautas
comportamentales, es decir, a formas recurrentes de comportamiento que se
ejecutan de forma estructurada y que cuando se constituyen en el modo
habitual de responder ante una situación se pueden entender como hábito,
permitiendo entender la relación directa que se establece entre la forma y el
estilo de vivir con aspectos de la salud. El estilo de vida se puede considerar
como los tipos de hábitos, actitudes, conductas, tradiciones, actividades y
decisiones de una persona, o de un grupo de personas, frente a las diversas
circunstancias en las que el ser humano se desarrolla en sociedad, o mediante
su quehacer diario y que son susceptibles de ser modificados. Este se va
conformando a lo largo de la historia de vida del sujeto, pudiéndose afirmar que
se trata de un proceso de aprendizaje, ya sea por asimilación, o por imitación
de modelos de patrones familiares, o de grupos formales o informales.
Es natural que las personas tiendan a imitar los modelos sociales promovidos
en los medios de difusión o comunicación social. El estilo de vida se puede
formar no sólo espontáneamente, sino también como resultado de las
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decisiones conscientes de quienes aspiran a perfeccionarse y a perfeccionar la
sociedad. Puede favorecer al mismo tiempo la consolidación de algunos valores
y, aún más, su difusión social. Representa así mismo un producto complejo,
fruto de factores personales, ambientales y sociales, que convergen no sólo del
presente, sino también de la historia interpersonal.
Son muchos los factores que han actuando a nivel del ambiente humano y que
determinan que una enfermedad se inicie y se desarrolle en sujetos concretos e
incidan con más peso en determinados grupos poblacionales. Dado entonces
que el estilo de vida de una persona está determinado por las condiciones en
las que vive, resulta un objetivo importante para cualquier profesional de la
salud indagar sobre las conductas de riesgo y de protección que los diferentes
grupos sociales inducen en las personas. Estas pueden verse afectadas por
factores como la edad, particularmente por la etapa específica del ciclo vital en
la cual se encuentre (niñez, juventud, vejez), los aspectos culturales, el nivel
socioeconómico, el género, e incluso, factores emocionales y cognitivos. De
acuerdo con esto, los determinantes se podrían agrupar en las siguientes
categorías: demográficas, sociales, situacionales y psicológicas.
Los estados anímicos, las conductas y el ambiente en el que se vive influyen
notoriamente sobre la salud. El actual interés por la salud ocupacional y por los
riesgos medioambientales por ejemplo, ha originado programas de prevención
en la contaminación del ambiente y en el manejo adecuado de desechos,
productos y maquinaria, con el fin de lograr un mayor bienestar de la población.
Se cuenta también con el respaldo científico del rol que juegan las emociones
en la salud, siendo muy reconocidos los efectos del estrés en el ámbito físico y
mental, así como el factor protector del apoyo social durante el proceso de
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salud-enfermedad. Se ha estudiado incluso, cómo los modelos sociales logran
instaurar en algunos sectores de la población patrones de conducta que
fomentan aspectos saludables (las leyes para fumadores en sitios públicos, que
los “distancian” de quienes no fuman al localizarlos en espacios específicos y
restringidos) y otros que por el contrario, pueden tener efectos nocivos, como
sucede con la publicidad que promueve hábitos alimenticios inadecuados, con
el fin de obtener una figura delgada.
Segú Pinn los comportamientos saludables varían de acuerdo al sexo de las
personas 9. Las mujeres por ejemplo, padecen consecuencias más graves por
un menor consumo de alcohol, tienen una incidencia de dos a tres veces mayor
de síndrome de intestino irritable y de enfermedad intestinal funcional y tienen
nueve veces más probabilidades de contraer ciertas enfermedades hepáticas.
Al avanzar la edad, tienden a presentar más reacciones adversas a los
medicamentos que los varones de la misma edad y una mayor prevalencia de
incontinencia urinaria. Además, aunque el 52% de todas las muertes por
enfermedad cardiaca y el 61% de todas las muertes por accidente
cerebrovascular en los Estados Unidos corresponda a mujeres, es menos
probable que reciban tratamiento médico para los problemas cardiovasculares
antes de su muerte. Por otra parte, Conner afirma que las mujeres que dejan de
fumar y de consumir alcohol, comienzan a realizar algún ejercicio físico, se
preocupan más por su dieta, por tomar complementos vitamínicos y por mejorar
su higiene dental, en comparación con los hombres.
Pero no sólo el género es un factor determinante y distinto en las actitudes y
9 Pinn VW. Sex and gender factors in Medical Studies: Implications for health and clinical practice.
JAMA. 2003;289(4):397-400.
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comportamientos de la salud; también cobran importancia aspectos como la
edad, el nivel socioeconómico, las experiencias pasadas, sean propias o
ajenas, la susceptibilidad, y la severidad y beneficios percibidos por cada
persona. Con relación a la actividad física y a los comportamientos saludables,
Cheryl, afirma que a mayor actividad física, habrá menor consumo de tabaco y
de alcohol, si esto sucede en personas que practican deportes de alto impacto,
se podría establece entonces una relación entre la actividad física juvenil, como
predictora de la actividad física adulta.
Con relación a la clase socioeconómica, la persona de clase media y alta
generalmente tienen la facultad de elegir el medio en el que establecen sus
hogares, así como la calidad y el tipo de alimentos que consumen y la atención
médica que reciben. En cambio para los que viven en la pobreza, sus opciones
están fuertemente restringidas por la escasez de sus recursos. Otros factores
determinantes que se han descrito son los estados emocionales, la autoestima,
el acceso a los servicios médicos, los factores de personalidad y los factores
cognitivos, los cuales determinan algunas prácticas individuales de conducta
saludable.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación (FAO), la prevalencia de enfermedades no transmisibles
relacionadas con dietas inadecuadas y con estilos de vida poco sanos está
creciendo en muchos países. Al aumentar la prosperidad y la urbanización, las
dietas tienden a ser más ricas en energía y en grasas (especialmente
saturadas) y a tener un contenido menor de fibra y de carbohidratos complejos
y uno mayor de alcohol, de carbohidratos refinados y de sal. En los medios
urbanos disminuye con frecuencia el ejercicio físico y el gasto de energía,
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mientras que se incrementa el consumo de tabaco y el estrés. Estos y otros
factores de riesgo, junto con el incremento en la esperanza de vida, van unidos
a una mayor prevalencia de obesidad, de hipertensión, de enfermedades
cardiovasculares, de diabetes mellitus, de osteoporosis y de algunos tipos de
cáncer, con los subsecuentes e inmensos costos sociales y de atención de
salud. En algunas regiones, las caries dentales conforman una condición
relacionada también con la dieta. La Liga Europea contra el Cáncer estableció
que la adopción de un estilo de vida sano mejora el estado general de la salud y
evita incluso algunos tipos de cáncer10. En el mismo sentido, un informe
publicado en septiembre de 1997 por el Fondo Internacional para la
Investigación del Cáncer y por el Instituto Americano para la Investigación del
Cáncer sobre la relación entre la alimentación y la aparición de cáncer,
estableció que en términos generales, los vegetales reducen el riesgo de
desarrollar diferentes tipos cáncer, mientras que el alcohol, la carne, las dietas
grasas y la obesidad, incrementan este riesgo. El consumo de carne por
ejemplo, probablemente incremente el riesgo de aparición de cáncer de colon y
posiblemente el de páncreas, el de mama, el de próstata y el de riñón.
Numerosos estudios sugieren que los estilos de vida pueden prevenir la
aparición de enfermedades en grupos poblacionales y las investigaciones se ha
centrado en indagar acerca del impacto de los factores biológicos, psicológicos,
sociales y culturales en el estilo de vida de las personas y su relación con el
mantenimiento de la salud y la aparición de la enfermedad. Un ejemplo son los
estudios realizados en los Estados Unidos, en donde los estilos de vida no
óptimos de millones de adultos y de niños se traducen en una epidemia de
10 Moreno-Aznar LA. Healthy Lifestyle in Europe by Nutrition in Adolescence. http://www helenastudy
com/ 2006 August 16 Disponible en URL: http://www.helenastudy.com/
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obesidad y en un incremento del riesgo para la aparición de enfermedades
crónicas. A este respecto y concretamente con relación al mal de Alzheimer y a
las demencias, Gadner afirma que „ha habido una explosión de información en
los últimos diez años que realmente resalta las posibilidades que tenemos de
reducir la enfermedad de Alzheimer en nuestra sociedad, con algunas
intervenciones que son relativamente bien conocidas y tienen beneficios claros
para la salud pública“.
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CAPITULO V
HIPOTESIS
H1: Los médicos del Hospital Regional de Sonsonate practican estilos de vida
saludables.
H2: Los médicos del Hospital Regional de Sonsonate poseen un buen estado
de salud.
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CAPITULO VI
DISEÑO METODOLOGICO
Tipo de investigación:
El tipo de investigación ha realizarse es descriptivo y de corte transversal,
mediante una entrevista a médicos que laboran en el Hospital Regional de
Sonsonate con diversos hábitos alimenticios, de ejercicios, autocuidado de
la salud así como hábitos nocivos en el periodo de junio a noviembre de
2011.
Área de estudio:
El estudio se realizara dentro de las instalaciones del hospital regional de
Sonsonate a todos aquellos médicos que laboran en los servicios de
emergencia, cirugía, medicina ginecología-obstetricia y pediatría.
Unidad de análisis:
Médicos que laboran en el Hospital de Sonsonate, Instituto salvadoreño del
Seguro Social.
Universo:
Agregados y Residentes que laboran en el Hospital Regional de Sonsonate
que comprende las áreas de Hospitalización, Consulta Externa, Unidad de
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Emergencia, haciendo un total de 50 médicos entrevistados.
Muestra
La muestra es a conveniencia de los investigadores y se tomará el 33.33% de
150 haciendo un total de 50 médicos.
Criterios de inclusión.
1. Todos aquellos médicos que laboran en las áreas de emergencia,
medicina, cirugía, ginecología y obstetricia y pediatría del hospital
regional de Sonsonate.
2. Haber aceptado participar en el presente estudio, por medio del
consentimiento informado.
Criterios de exclusión.
1. No participan en el presente estudio, todos aquellos médicos que
laboran en el área de consulta externa, exceptuando aquellos que se
presentan a los distintos servicios hospitalarios como médicos de
llamada.
2. Todos aquellos médicos que se niegan a participar o firmar el
consentimiento informado.
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OPERACIONALIZACIÓN DE VARIABLES
INDICADOR DEFINICIÓN INDICADOR TIPO DE VARIABLE INSTRUMENTO
Hábitos alimenticios Hábitos adquiridos a lo largo de la vida que influye en nuestra alimentación
Dieta balanceada
Dieta rica en grasas.
Dieta rica en carbohidratos
Nominal Cuestionario adaptado de prácticas y creencias sobre estilos de vida
Consumo de alcohol, tabaco
Autoadministración de una sustancia psicoactiva.
Consumo de alcohol socialmente aceptado.
Nominal
Cuestionario adaptado de prácticas y creencias sobre estilos de vida.
Actividad física y deporte.
Comprende un conjunto de movimientos del cuerpo obteniendo como resultado un gasto de energía mayor a la tasa de metabolismo basal.
Actividad física recreativa.
Practica de algún deporte formalmente.
Nominal Cuestionario adaptado de prácticas y creencias sobre estilos de vida.
Autocuidado y cuidado médico.
Es la práctica de actividades que los individuos realizan en favor de sí mismos para mantener la vida, la salud y el bienestar.
Número de personas con sobrepeso.
Número de personas tabaquistas.
Numero de sedentarios
Nominal Cuestionario adaptado de prácticas y creencias sobre estilos de vida.
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Métodos e instrumentos de recolección de datos
Se entregara a todos aquellos médicos que laboran en las aéreas hospitalarias
ya sean médicos staff o residentes el cuestionario adaptado sobre creencias y
prácticas de hábitos saludables, se les explicara el método a utilizar y el
propósito de la investigación, se solicitara la firma del consentimiento informado,
donde queda claro el respeto, la confidencialidad y la privacidad de la
información recolectada. Posteriormente se iniciara con la entrevista y la
entrega del instrumento a utilizar. A continuación se explicitan las aéreas a
tratar en la entrevista. El instrumento consta de cuatro partes definidas como:
Actividad y recreación física, autocuidado de la salud, hábitos alimenticios y
consumos de sustancias psicoactivas.
Cabe anotar que para el cuestionario, como de prácticas fueron valorados
como positivos o negativos, según su influencia en el estilo de vida. En el
instrumento a utilizar las aéreas a explorar quedan distribuidas de la siguiente
forma:
Cuestionario de prácticas y creencias sobre estilos de vida:
o Condición, actividad física y deporte: puntos 5-10.
o Autocuidado y cuidado médico: puntos 11-19.
o Hábitos alimenticios: puntos 20 – 28.
o Consumo de alcohol tabaco y otras drogas: 29 – 34.
Las categorías de calificación establecidas para el cuestionario de prácticas y
creencias sobre estilos de vida fueron las siguientes:
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Prácticas: muy saludable (MS), saludable (S), poco saludable (PS) y no
saludable (NS). Estas categorías se establecieron en términos de la frecuencia
de las prácticas ejecutadas.
Los rangos de calificación del estilo de vida en cada dimensión varían de
acuerdo con la cantidad de puntos construidos para medirla, y por eso la escala
se homologa a una misma unidad de medida cuando se lleva a su forma
ordinal. La escala tiene diferentes valores de acuerdo al criterio seleccionado,
según se observa a continuación:
Valores de la Escala
Siempre 4
Frecuentemente 3
Algunas veces 2
Nunca 1
Los datos recolectados se traducen en puntaje, que al final permite llegar a una
evaluación sobre los hábitos saludables practicados por todos los médicos que
participaron en la investigación.
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Diagnostico de prácticas saludables según la puntuación total de la prueba
Cuestionario adaptado de prácticas y creencias sobre estilos de vida
Diagnostico Puntaje
Muy saludable 91 - 120
Saludable 61 - 90
Poco saludable 31 - 60
No saludable 0 - 30
Áreas a evaluar y numero de ítems correspondientes para cada área
según cuestionario adaptado de prácticas y creencias sobre estilos de
vida
AREAS EVALUADAS NUMERO DE PREGUNTA
Relación peso - talla 1,2,3,4
Hábitos alimenticios 20,21,22,23,24,25,26,27,28
Consumo de alcohol y tabaco 29,30,31,32,33,34
Actividad física y deporte 5,6,7,8,9,10
Autocuidado y cuidado medico 11,12,13,14,15,16,17,18,19
34
Aspectos Éticos
Los resultados del presente estudio podrán ser utilizados como fuente de
referencia para futuras investigaciones acerca de los hábitos de vida saludable
en los profesionales de la salud, en ningún momento se revelaran datos
personales y sobre estilos de vida de las personas encuestadas.
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CAPITULO VII
RESULTADOS
DIFERENCIA SEGÚN SEXO ENTRE LOS MEDICOS ENTREVISTADOS
De un total de 50 médicos entrevistados entre agregados y residentes 29
corresponden al sexo femenino y 21 del sexo masculino resultando un
porcentaje del 58% contra 42% respectivamente (Grafico 1).
GRAFICO 1
Fuente: Resultados de la entrevista realizada a médicos agregados y residentes en el periodo de Junio – Noviembre de
2011 utilizando el CUESTIONARIO ADAPTADO DE PRÁCTICAS Y CREENCIAS SOBRE ESTILOS DE VIDA. M.
Arrivillaga, I. C. Salazar e I. Gómez (2002).
GRUPOS ETAREOS ENTREVISTADOS
El total de médicos entrevistados se dividió según grupos etareos como sigue:
26 – 30; 31 – 35; 36 – 40; 41 – 45; 46 – 55 y mayor de 56 años, siendo los
residentes de primer año lógicamente los más jóvenes, luego los residentes de
segundo y tercer año ubicados en el rango de 31 – 35 años que corresponde al
34 % y el resto de médicos ubicados en los rangos siguientes correspondiendo
a médicos agregados, solo dos médicos entrevistados sobrepasan los 56 años
de edad (Grafico 2).
0204060
50 29 21
To
tal d
e M
edic
os
DIFERENCIA DE SEXO ENTRE LOS MEDICOS ENTREVISTADOS
36
GRAFICO 2
Fuente: Resultados de la entrevista realizada a médicos agregados y residentes en el periodo de Junio – Noviembre de 2011 utilizando el CUESTIONARIO ADAPTADO DE PRÁCTICAS Y CREENCIAS SOBRE ESTILOS DE VIDA. M. Arrivillaga, I. C. Salazar e I. Gómez (2002).
INDICE DE MASA CORPORAL
En cuanto al Índice de Masa Corporal (IMC), se encontró que un poco más de
la mitad de los médicos estuvo clasificado en IMC normal (54% médicos), que
una buena parte presentaba sobrepeso u obesidad (44%) y que solamente una
persona se encontraba en el rango de deficiencia nutricional (2%) Grafico 3.
37
GRAFICO 3
Fuente: Resultados de la entrevista realizada a médicos agregados y residentes en el periodo de Junio – Noviembre de 2011 utilizando el CUESTIONARIO ADAPTADO DE PRÁCTICAS Y CREENCIAS SOBRE ESTILOS DE VIDA. M. Arrivillaga, I. C. Salazar e I. Gómez (2002).
Las conductas de la segunda sección respecto actividad física y deporte,
autocuidado, hábitos alimenticios y consumo de sustancias psicoactivas se
evaluaron tomando como referencia los 90 días anteriores al cuestionario. De
acuerdo a la cantidad y frecuencia con que se realizaban cada una de las
conductas evaluadas se clasificaron en cuatro categorías: muy saludables,
saludables, poco saludables y no saludables.
CONDICION, ACTIVIDAD FISICA Y DEPORTE
Al evaluar el nivel de actividad física se encontró que los médicos que
participaron en el estudio presentaban en su mayoría, hábitos poco y nada
saludables, ya que un porcentaje alto no realiza ningún tipo de actividad física o
recreativa, llama la atención que este patrón se mantiene incluso en aquellos
más jóvenes, solo el 6 % que en términos de números corresponde a solamente
2 personas realizan actividad física regularmente, y un total de 28 personas del
total de 50 no realizan actividad física periódicamente ni practican algún deporte
regularmente (Grafico4).
0
50 1 27 19
3
INDICE DE MASA CORPORAL
38
GRAFICO 4
Fuente: Resultados de la entrevista realizada a médicos agregados y residentes en el periodo de Junio – Noviembre de 2011 utilizando el CUESTIONARIO ADAPTADO DE PRÁCTICAS Y CREENCIAS SOBRE ESTILOS DE VIDA. M. Arrivillaga, I. C. Salazar e I. Gómez (2002).
AUTOCUIDADO Y CUIDADO MEDICO
En el manejo del autocuidado, que se refiere a aspectos como visitas periódicas
al odontólogo y al médico, al uso de pruebas de tamizaje, etc., se encontró que
una sexta parte de los médicos del estudio tenía hábitos pocos saludables
(Grafico 5).
GRAFICO 5
Fuente: Resultados de la entrevista realizada a médicos agregados y residentes en el periodo de Junio – Noviembre de
2011 utilizando el CUESTIONARIO ADAPTADO DE PRÁCTICAS Y CREENCIAS SOBRE ESTILOS DE VIDA. M.
Arrivillaga, I. C. Salazar e I. Gómez (2002).
0%10%20%30%40%50%
AUTOCUIDADO Y CUIDADO MEDICO
Series1
39
HABITOS ALIMENTICIOS
Referente a la práctica de hábitos alimenticios se cuestionaron varios aspectos
como el consumo de agua al día, ingesta de sal extra en las comida, la
frecuencia que se consume comida chatarra, la cantidad de carbohidratos en la
dieta, encontrando una relación directamente proporcional como se esperaría
entre las personas con sobrepeso u obesidad con aquellas que consumen
grandes cantidades de calorías.
Por medio de la entrevista y según resultados obtenidos se puede evidenciar
que la mayor parte de los médicos no poseen hábitos alimenticios saludables ya
que solamente el 18% entra en esta categoría (Grafico 6).
GRAFICO 6
Fuente: Resultados de la entrevista realizada a médicos agregados y residentes en el periodo de Junio – Noviembre de 2011 utilizando el CUESTIONARIO ADAPTADO DE PRÁCTICAS Y CREENCIAS SOBRE ESTILOS DE VIDA. M. Arrivillaga, I. C. Salazar e I. Gómez (2002).
0%20%40%60%80%
6% 12%
72%
10%
HABITOS ALIMENTARIOS
40
CONSUMO DE PSICOACTIVOS (ALCOHOL, TABACO Y DROGAS)
Respecto al consumo de psicoactivos, los sujetos evaluados reportaron en
general, una práctica saludable, solamente un 16% de los entrevistados
manifestaron prácticas poco saludables y nada saludables, cabe señalar que
ninguno de los entrevistados manifestó consumo de alguna droga ilícita, lo más
común el consumo diario de cigarros y beber socialmente (un 10 % de los
casos) (Grafico 7).
GRAFICO 7
Finalmente, de las conductas no saludables evaluadas en el cuestionario, se
identificó el número que practicaban de forma simultánea, encontrándose que
solo el 12% de los médicos tenían hábitos totalmente saludables, cerca de la
mitad (48%) deficiencia en la práctica de una de las conductas y el 40% de los
médicos, prácticas deficientes en dos o más conductas, Siendo la menos
practicada las actividades recreativas y el ejercicio diario, muchos de los
entrevistados argumentaba la falta de tiempo para la realización de estas
actividades.
0%
20%
40%
60%
80%
MUYSALUDABLE
SALUDABLE POCOSALUDABLE
NADASALUDABLE
6%
78%
12% 4%
CONSUMO DE PSICOACTIVOS
41
El mismo análisis permitió establecer tres subclases o grupos claramente
diferenciados, organizados dentro de los dos factores. El primer grupo se
conformó con sujetos entre 30 y 35 años, solteros, sin hijos, médicos, que
tenían estilos de vida saludable. El segundo grupo, con sujetos menores de 30
años, solteros, sin hijos, que tenían estilos de vida poco saludables. Y el tercer
grupo, con sujetos mayores de 35 años, casados, con hijos, que tenían estilos
de vida poco saludables. De esta manera, los profesionales que se
caracterizaron por ser personas con estilos de vida poco saludable
correspondió a los médicos más jóvenes y solteros, mientras que los
profesionales con hábitos saludables eran los de mediana edad (30 a 35 años).
42
CAPITULO VIII
DISCUSION DE RESULTADOS
Los resultados de la investigación muestran que los estilos de vida de los
profesionales evaluados presentan en general deficiencias, sobre todo en
aspectos como la actividad física y el deporte. Al igual que en otros estudios,
esto evidencia que la sola información sobre la enfermedad no es suficiente
para producir cambios de conducta que la prevengan. El estilo de vida no se
conforma únicamente durante el proceso de formación y práctica profesional,
sino que se va conformando a lo largo de la historia de vida del sujeto, desde la
niñez, pudiéndose afirmar, como ya se dijo que es un proceso de aprendizaje,
ya por asimilación, o ya por imitación, de patrones familiares o de grupos
formales o informales. También se han descritos variables de orden cognitivo-
sociales que explican el por qué una persona adopta o no un comportamiento
particular en favor o en contra de su propia salud, lo que podría explicar por
ejemplo, que se observen médicos neumólogos fumadores.
Una de estas teorías corresponde al Modelo de Creencias de la Salud,
propuesto por Hochbaum, Rosenstock y Kegels durante la década de 1950, que
propone que hay dos factores básicos de los que depende que una persona
adopte un comportamiento saludable: la percepción de amenaza de una
enfermedad y la percepción de la efectividad de su propia conducta para
contrarrestar dicha amenaza. A su vez, la percepción de la amenaza depende
de otros dos factores: la percepción de susceptibilidad hacia la enfermedad y la
percepción de la severidad de las consecuencias de la misma. Sin embargo,
estas dos variables que determinan la probabilidad de seguir o no acciones
relacionadas con la salud también están afectadas por las diferencias
43
individuales de los sujetos, tales como sus características sociodemográficas,
las normas sociales y su personalidad. Por lo tanto, las personas seguirán una
conducta de salud particular si creen que son susceptibles a determinada
enfermedad, si consideran que dicha enfermedad realmente es un problema
serio para su vida y si creen que los beneficios de tomar una acción en
particular para contrarrestarla o evitarla, pesan más que los costos de no
realizar dicha conducta.
Ahora sería necesario considerar el hecho de que la principal deficiencia
presentada por los profesionales de la salud, esté relacionada con la actividad
física y el deporte. Esto resulta un problema relevante si se tiene en cuenta que
la Organización Mundial de la Salud considera que los estilos de vida
sedentarios son una de las diez principales causa de mortalidad y morbilidad en
el mundo y que en el estudio sobre la Carga Global de Enfermedad se estima
que la inactividad física representa la octava causa de muerte en el mundo y
supone un 1% de la carga total de enfermedad, medida como DALY (disability
adjusted life years), o años de vida ajustados por discapacidad en el mundo.
Los principales beneficios de la actividad física regular son la disminución en los
riesgos de enfermedad cardiovascular, de obesidad, de diabetes mellitus e
intolerancia a hidratos de carbono, de osteoporosis, de trastornos psicológicos
(ansiedad, depresión) y de determinados tipos de cáncer (colon, mama y
pulmón).
Finalmente se debe considerar que a diferencia de la población general, los
profesionales de la salud que no lleven un estilo de vida saludable, representan
un problema adicional, ya no para su salud personal, sino para la de sus
44
pacientes. Como se plantó en la introducción, los médicos que cuidan de su
salud tienen mayor probabilidad de practicar una medicina preventiva y de tener
mayor éxito en el seguimiento de las recomendaciones a sus pacientes. Es
importante considerar que el presente estudio fue una investigación que intentó
establecer la presencia de la problemática en nuestra cultura, la cual se pudo
evidenciar en los resultados y que mostró además que el panorama no es muy
diferente al encontrado en las investigaciones de otros países. Por lo tanto, se
hace necesario desarrollar otros trabajos de investigación que midan los
determinantes biológicos, psicológicos, sociales y culturales, de los estilos de
vida, así como la conducta de consejería en estilos de vida por parte de los
profesionales de la salud.
45
CAPITULO IX
CONCLUSIONES
1. Se evidencia en un alto porcentaje, grados de sobrepeso y en algunos otros
de obesidad que corresponde a más de la mitad de los médicos residentes
y agregados, siendo el sexo femenino el más afectado, considerando que
representan más de la mitad del total de entrevistados.
2. Los médicos agregados y residentes del Hospital Regional de Sonsonate
en su gran mayoría tienen hábitos de salud poco saludables, al ser mínima
su actividad física – recreativa, esto se evidencia en los porcentajes
demostrando que únicamente la decima parte de los entrevistados realizan
periódicamente algún tipo de actividad física.
3. El estudio demuestra que 4 de cada 5 de los médicos entrevistados posen
hábitos alimenticios poco saludables, consumiendo grandes cantidades de
carbohidratos y comida rápida.
4. A pesar que es de sobra conocido la morbilidad y patologías asociadas al
consumo de alcohol y cigarrillos algunos médicos siguen con este tipo de
prácticas.
5. No existe un compromiso por parte de los mismos médicos que contribuya
al autocuidado de la salud.
46
CAPITULO X
RECOMENDACIONES
1. Crear una política institucional que fomente la actividad físico- recreativa
entre el personal de salud, especialmente médicos agregados y residentes
que laboran en el Instituto Salvadoreño del Seguro Social.
2. Capacitación continua y charlas por personal de nutrición para establecer
patrones de alimentación saludables entre los médicos con el fin de
prevenir sobrepeso u obesidad y así disminuir el riesgo de padecerlo.
3. Respetar los tiempos de alimentación dentro del horario hospitalario
establecido.
4. Organizar torneos y competencias con el fin de estimular a la práctica de
algún deporte involucrando también a la familia.
5. Crear áreas adecuadas para la práctica deportiva dentro o fuera de las
instalaciones hospitalarias.
6. Involucrar a todos aquellos pacientes que presentan sobrepeso u obesidad
a las distintas actividades físicas y deportivas dentro de la institución como
una forma de incentivar y promover el ejercicio físico.
47
CAPITULO XI
BIBLIOGRAFIA
Adolfo Rubinstein, Medicina Familiar y Practica Ambulatoria, 2da Edición,
Argentina: Editorial Panamericana; p. 241-253
Gardner A. Estilos de vida saludables podrían ayudar a prevenir el Alzheimer.
http://www.supersalud.com/vernoticias php?cod=2374 2005 June 21
Disponible en URL:http://www.supersalud.com/vernoticias.php?cod=2374
Gómez-Serrano LC, Posada-Villa JA. Estudio Nacional de Salud Mental.
Colombia: Ministerio de Protección Social; 2003.
Infante-Pedreira OE, Pérez-González eM, Díaz-González JA. La psicología de
la salud en la atención primaria. En: Hernandez-Melémdez E, Grau-
Arebalo J, editors. Psicología de la Salud: fundamentos y
aplicaciones.Mexico: Universidad de Guadalajara; 2005. p. 253-72.
Joaquín Díaz González: Historia de la medicina en la Antigüedad. Mérida
(México): ULA. Ediciones del Rectorado (3a. ed. Pag. 246), 1974.
Lemus J. Condiciones de vida y salud en Argentina. Ambiente médico. 2000; 27
Moreno-Aznar LA. Healthy Lifestyle in Europe by Nutrition in Adolescence.
http://www helenastudy com/ 2006 August 16 Disponible en URL:
http://www.helenastudy.com/
Pinn VW. Sex and gender factors in Medical Studies: Implications for health and
Anexo 2. COSENTIMIENTO INFORMADO PARA PARTICIPANTES DE INVESTIGACION.-
El propósito de esta ficha de consentimiento es proveer a los participantes en esta investigación con una clara explicación de la naturaleza de la misma, así como de su rol en ella como participantes. La participación es este estudio es estrictamente voluntaria. La información que se recoja será confidencial y no se usará para ningún otro propósito fuera de los de esta investigación. Sus respuestas al cuestionario y a la entrevista serán codificadas usando un número de identificación y por lo tanto, serán anónimas. Si tiene alguna duda sobre este proyecto, puede hacer preguntas en cualquier momento durante su participación en él. Igualmente, puede retirarse del proyecto en cualquier momento sin que eso lo perjudique en ninguna forma. Si alguna de las preguntas durante la entrevista le parecen incómodas, tiene usted el derecho de hacérselo saber al investigador o de no responderlas. Acepto participar voluntariamente en esta investigación, conducida por Residentes de Especialidad de Medicina Familiar del ISSS Sonsonate por La Universidad de El Salvador He sido informado (a) de que la meta de este estudio es correlacionar los estilos de vida y salud de los médicos del hospital regional de Sonsonate. Reconozco que la información que yo provea en el curso de esta investigación es estrictamente confidencial y no será usada para ningún otro propósito fuera de los de este estudio sin mi consentimiento. He sido informado de que puedo hacer preguntas sobre el proyecto en cualquier momento y que puedo retirarme del mismo cuando así lo decida, sin que esto acarree perjuicio alguno para mi persona. Entiendo que una copia de esta ficha de consentimiento me será entregada, y que puedo pedir información sobre los resultados de este estudio cuando éste haya completado al departamento de docencia del Hospital Regional de Sonsonate del ISSS
Anexo 3 TABLAS.-
TABLA 1
TOTAL DE MEDICOS Y RELACION SEGÚN SEXO
MEDICOS ENTREVISTADOS 50 100%
FEMENINO 29 58%
MASCULINO 21 42%
Fuente: Resultados de la entrevista realizada a médicos agregados y residentes en el periodo de Junio – Noviembre de 2011 utilizando el CUESTIONARIO ADAPTADO DE PRÁCTICAS Y CREENCIAS SOBRE ESTILOS DE VIDA. M. Arrivillaga, I. C. Salazar e I. Gómez (2002).
TABLA 2
RANGO DE EDAD NUMERO DE MEDICOS
PORCENTAJE
26 - 30 7 14%
31 - 35 17 34%
36 - 40 3 6%
41 - 45 15 30%
46 - 55 6 12%
> 56 2 4 % Fuente: Resultados de la entrevista realizada a médicos agregados y residentes en el periodo de Junio – Noviembre de 2011 utilizando el CUESTIONARIO ADAPTADO DE PRÁCTICAS Y CREENCIAS SOBRE ESTILOS DE VIDA. M. Arrivillaga, I. C. Salazar e I. Gómez (2002).
TABLA 3
ESTADO NUTRICIONAL NUMERO DE MEDICOS PORCENTAJE
DEF. NUTRICIONAL 1 2%
NORMAL 27 54%
SOBREPESO 19 38%
OBESIDAD 3 6%
Fuente: Resultados de la entrevista realizada a médicos agregados y residentes en el periodo de Junio – Noviembre de
2011 utilizando el CUESTIONARIO ADAPTADO DE PRÁCTICAS Y CREENCIAS SOBRE ESTILOS DE VIDA. M.
Arrivillaga, I. C. Salazar e I. Gómez (2002).
TABLA 4
DISTRIBUCION DE LA ACTIVIDAD FISICA EN MEDICOS DEL ISSS
MUY SALUDABLE 3 6%
SALUDABLE 4 8%
POCO SALUDABLE 15 30%
NADA SALUDABLE 28 56%
Fuente: Resultados de la entrevista realizada a médicos agregados y residentes en el periodo de Junio – Noviembre de 2011 utilizando el CUESTIONARIO ADAPTADO DE PRÁCTICAS Y CREENCIAS SOBRE ESTILOS DE VIDA. M. Arrivillaga, I. C. Salazar e I. Gómez (2002).
TABLA 5
AUTOCUIDADO Y CUIDADO MEDICO
MUY SALUDABLE 7 14%
SALUDABLE 21 42%
POCO SALUDABLE 7 14%
NADA SALUDABLE 15 30%
Fuente: Resultados de la entrevista realizada a médicos agregados y residentes en el periodo de Junio – Noviembre de 2011 utilizando el CUESTIONARIO ADAPTADO DE PRÁCTICAS Y CREENCIAS SOBRE ESTILOS DE VIDA. M. Arrivillaga, I. C. Salazar e I. Gómez (2002).
TABLA 6
HABITOS ALIMENTARIOS
MUY SALUDABLE 3 6%
SALUDABLE 6 12%
POCO SALUDABLE 36 72%
NADA SALUDABLE 5 10%
Fuente: Resultados de la entrevista realizada a médicos agregados y residentes en el periodo de Junio – Noviembre de 2011 utilizando el CUESTIONARIO ADAPTADO DE PRÁCTICAS Y CREENCIAS SOBRE ESTILOS DE VIDA. M. Arrivillaga, I. C. Salazar e I. Gómez (2002).
TABLA 7
CONSUMO DE PSICOACTIVOS
MUY SALUDABLE 3 6%
SALUDABLE 39 78%
POCO SALUDABLE 6 12%
NADA SALUDABLE 2 4%
Fuente: Resultados de la entrevista realizada a médicos agregados y residentes en el periodo de Junio – Noviembre de 2011 utilizando el CUESTIONARIO ADAPTADO DE PRÁCTICAS Y CREENCIAS SOBRE ESTILOS DE VIDA. M. Arrivillaga, I. C. Salazar e I. Gómez (2002).