Correlación entre antropometría y anatomía del árbol traqueobronquial mediante escanografía en una muestra de población colombiana Catalina Puello Correa Universidad Nacional de Colombia Facultad de Medicina, Departamento de Cirugía Unidad Especializada de Anestesiología y Reanimación Bogotá D.C., Colombia 2018
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Correlación entre antropometría y anatomía del árbol traqueobronquial
mediante escanografía en una muestra de población colombiana
Catalina Puello Correa
Universidad Nacional de Colombia
Facultad de Medicina, Departamento de Cirugía
Unidad Especializada de Anestesiología y Reanimación
Bogotá D.C., Colombia
2018
Correlación entre antropometría y anatomía del árbol traqueobronquial
mediante escanografía en una muestra de población colombiana
Catalina Puello Correa
Trabajo de investigación presentado como requisito parcial para optar al título de:
Especialista en Anestesiología y Reanimación
Director:
Pedro José Herrera Gómez
Codirector:
David Alberto Rincón Valenzuela
Universidad Nacional de Colombia
Facultad de Medicina, Departamento de Cirugía
Unidad Especializada de Anestesiología y Reanimación
Bogotá D.C., Colombia
2018
Agradecimientos A la Pontificia Universidad Javeriana y al Hospital Universitario San Ignacio.
A Liliana Arias Álvarez, Médica Especialista en Radiología, Subespecialista en Imagen
Corporal, y Radióloga en la Pontificia Universidad Javeriana.
A Daniel Felipe Puello Correa, Médico Residente de Radiología e Imágenes Diagnósticas
de la Pontificia Universidad Javeriana.
A Juan Pablo Alzate Granados, Médico Cirujano y Magíster en Epidemiología Clínica.
A mis profesores, Pedro Herrera Gómez y David Rincón Valenzuela, por su dirección y
apoyo.
Resumen y Abstract VII
Resumen Objetivo: Correlacionar medidas antropométricas con escanográficas del árbol
traqueobronquial en una muestra de población colombiana.
Diseño: Estudio de correlación de corte transversal, cuya hipótesis es: Existe correlación
significativa entre algunas medidas antropométricas y de la vía aérea.
Pacientes: Hombres y mujeres colombianos entre 18 y 65 años de edad a quienes se les
realizó una tomografía computarizada de tórax con extensión a cuello.
Mediciones: Antropométricas: peso, estatura y longitud de la mandíbula. Escanográficas:
diámetro del cartílago cricoides y anteroposterior de la tráquea, longitud de la tráquea, del
bronquio fuente derecho y del bronquio fuente izquierdo, y diámetro anteroposterior del
bronquio fuente derecho y del bronquio fuente izquierdo.
Resultados: Las mediciones se efectuaron en 80 pacientes (hombres 43% mujeres 37%).
Se encontró una correlación moderada entre la estatura y el diámetro del cartílago
cricoides (r=0,5245 p=0,0), el diámetro AP de la tráquea (r=0,5 p=0,0), la longitud del
bronquio fuente izquierdo (r=0,47 p=0,0), el diámetro AP del bronquio fuente derecho
(r=0,42 p=0,0001), y el diámetro AP del bronquio fuente izquierdo (r=0,4 p=0,0002). La
correlación es débil con la longitud de la tráquea (mm) (r=0,29 p=0,0092). Se encontró
correlación moderada entre la longitud de la mandíbula y el diámetro del cartílago cricoides
(r=0,53 p=0,0), y débil con las demás dimensiones.
Conclusiones: Las medidas antropométricas como estatura y longitud de la mandíbula, se
correlacionan de forma moderada con las dimensiones de la vía aérea excepto la longitud
del bronquio fuente derecho
Palabras clave: Manejo de la vía aérea, tomografía, antropometría
VIII Correlación entre antropometría y anatomía del árbol traqueobronquial mediante escanografía en una muestra de población colombiana
Abstract Objective: To correlate anthropometric measurements with scanographic measurements
of the tracheobronchial tree in a sample of Colombian population.
Design: Cross-sectional correlation study, whose hypothesis is: there is a significant
correlation between some anthropometric measurements and airway measurements.
Patients: Colombian men and women between 18 and 65 years of age, who underwent a
chest CT with extension to the neck.
Measurements: Anthropometric: weight, height and length of the mandible. Scanographic:
diameter of the cricoid cartilage, anteroposterior (AP) diameter of the trachea, tracheal
length, length of the right and left main-bronchi, and AP diameter of the right and left main-
bronchi.
Results: In a total of 80 patients (43% female, 37% female), a moderate correlation was
found between the height and the diameter of the cricoid cartilage (r = 0.5245 p = 0.0), the
AP diameter of the trachea (r = 0.5 p = 0.0), the length of the left main-bronchus (r = 0.47
p = 0.0), the AP diameter of the right main-bronchus (r = 0.42 p = 0.0001), and the AP
diameter of the left main-bronchus (r = 0.4 p = 0.0002). The correlation was weak between
the height and the length of the trachea (mm) (r = 0.29 p = 0.0092). A moderate correlation
was found between the length of the mandible and the diameter of the cricoid cartilage (r
= 0.53 p = 0.0), and weak with the other dimensions.
Conclusions: Anthropometric measurements such as height and length of the mandible
correlate moderately with the dimensions of the airway except with the length of the right
Introducción El conocimiento profundo de la anatomía de la vía aérea y de los métodos para su
evaluación son esenciales para el anestesiólogo, por cuanto determina, junto con el tipo
de procedimiento quirúrgico, la aproximación a su manejo, habida cuenta de que las
complicaciones en su abordaje suelen ser catastróficas. Atendiendo a la variabilidad racial
se han realizado varias descripciones anatómicas en diversas regiones del mundo, con el
objetivo, entre otros, de garantizar el óptimo desempeño de algunos dispositivos para su
aseguramiento, desde los tubos endotraqueales, hasta los tubos de doble luz y los
bloqueadores bronquiales. Es claro que el conocimiento de tal variabilidad, tanto
poblacional como individual, permite efectuar consideraciones adicionales al abordar la
vía aérea de un paciente particular.
El propósito del presente estudio es correlacionar algunas medidas antropométricas con
las dimensiones de la vía aérea de una muestra de nuestra población colombiana y
compararlas, descriptivamente, con las publicadas en estudios de otras latitudes. Los
resultados podrían sugerir cambios en los criterios para elegir el dispositivo más apropiado,
el calibre del mismo y la profundidad de su inserción, si resultara que las dimensiones de
la vía aérea de nuestra población, fueran significativamente diferentes.
1. Contexto
El adecuado manejo de la vía aérea es esencial en la práctica de los proveedores de
cuidado de la salud, y constituye un aspecto del conocimiento médico en el que deben ser
expertos, de manera particular, los anestesiólogos, como quiera que su quehacer diario
los enfrenta con situaciones que requieren asegurar la ventilación y la oxigenación
mediante una acertada selección y manejo de los dispositivos disponibles. Es por ello, que
en el pasado, revistió gran interés describir las relaciones de la vía aérea con estructuras
anatómicas adyacentes, así como relacionar ciertas medidas antropométricas con algunas
dimensiones craneofaciales, que permitieran aproximarse a la anatomía de la vía aérea y
facilitar su manipulaión. Tales descripciones fueron, inicialmente, realizadas en cadáveres.
El artículo de Fearon B & Whalen JS(1), publicado a finales de 1960, contextualizó los
avances alcanzados hasta ese momento mediante la revisión de los trabajos realizados
desde principios del siglo. En uno de ellos, del año 1907, en el que se le practicó
broncoscopia a los cadáveres, se anota que la distancia desde los incisivos superiores
hasta la carina es de 27 cm en los hombres y 23 cm en las mujeres, y en otro, de 1923, se
informa que la misma distancia, en promedio, es de 26 cm; mediciones que,
probablemente, pudieron haber permitido inferir la profundidad de inserción de los tubos
endotraqueales.
Debido a la dificultad que suponía realizar broncoscopias, entre otras razones por la
carencia del equipo en la mayoría de los hospitales, se consideró el establecer relaciones
anatómicas externas con la longitud de la vía aérea hacia 1948; Gillespie había sugerido
como longitud de inserción del tubo endotraqueal la distancia del cricoides al ángulo
esternal de Louis, pero con un margen de error de 9 cm. En ese mismo año Leigh y Belton
publicaron que la longitud de inserción del tubo, para intubación oral en lactantes, era igual
a la distancia desde la punta de la nariz hasta el lóbulo de la oreja, más uno o dos
centimetros(1).
4 Correlación entre antropometría y anatomía del árbol traqueobronquial mediante escanografía en una muestra de población colombiana
Desde 1954 hasta 1963 diversos autores efectuaron mediciones en cadáveres de adultos
y niños, sin encontrar una correlación entre el peso y/o la altura del cadáver, con las
dimensiones de la vía aérea(1). Sí hallaron correlaciones entre mediciones externas, como
la distancia desde el cricoides hasta el xifoides, con la longitud traqueal, útil para la
inserción segura de dispositivos tales como tubos nasales y orofaríngeos en adultos y
niños. Sin embargo las muestras poblacionales eran muy pequeñas.
Dado que la mayoría los estudios previos se realizaron en cadáveres, Fearon B & Whalen
JS(1) hicieron mediciones con fibrobroncoscopio rígido en 100 niños anestesiados, desde
recién nacidos hasta los 18 meses de edad, encontrando diferencias significativas entre
la longitud de la tráquea y angulación de los bronquios fuente realizadas postmortem con
los estudios in vivo, discrepancias que se atribuyeron a los cambios producidos por la
dinámica ventilatoria.
No obstante que los trabajos posteriores continuaron efectuandose en cadáveres,
permitieron reconocer ciertas diferencias anatómicas(2-5) que de paso contribuyeron a
modificar los dispositivos para el manejo de la vía aérea. Por ejemplo, el reconocimiento
de las diferentes formas de la tráquea (forma de C, U, D, circular, elíptica, triangular), no
asociados a edad, peso, altura, sexo, ni raza (2) ayudaron a diseñar un neumotaponador
que se acoplara a la gran variedad de formas, para que las variaciones de presión no
causaran daño de la mucosa (5), a determinar una correlación entre el diámetro cricoideo
con el diámetro del bronquio fuente izquierdo, como predictor del calibre del tubo de doble
luz que deberá emplearse (3); al reconocimiento de la existencia de variabilidad interracial
en las medidas del cricoides, que orientan a seleccionar tubos endotraqueales de menor
diámetro en determinados grupos poblacionales, para disminuir el riesgo de necrosis de
la mucosa traqueal (4); ó el establecimiento de la longitud adecuada en los tubos
endotraqueales (1), Lo anterior presentaba, casi siempre, la limitación de la carencia de
estudios de correlación in vivo.
Es por esto que los estudios imagenológicos se convirtieron en el medio dominante para
evaluar la vía aérea (6-8) que, al no ser invasivos, podían realizarce en pacientes vivos y,
en consecuencia, disminuyen los errores de medición y permiten establecer parámetros
Contexto 5
más exactos, sobre todo con la tomografía (9, 10), dado que las mediciones obtenidas en
las radiografías de tórax mostraban una variabilidad considerable (11). Aún así, algunos
de aquellos trabajos arrastran limitaciones de bajo poder, como consecuencia del pequeño
tamaño muestral.
El creciente número de estudios imagenológicos de la vía aérea y el mejoramiento del
poder de los mismos, ha permitido establecer variabilidades interraciales, de género y entre
grupos etáreos. Por ejemplo, un estudio reciente en 2.107 chinos (12) halló que las
dimensiones del árbol traqueobronquial son mayores en los hombres comparados con las
mujeres, con una correlación positiva, aunque pobre, entre la altura y la longitud traqueal
que fue significativa solamente en personas jóvenes en fase de crecimiento. . La gran
variabilidad de la longitud traqueal, en personas de la misma estatura, dificulta el establecer
un parámetro para la profundidad de inserción del tubo endotraqueal con base en la talla.
Este tipo de evaluaciones no se ha realizado en la población colombiana ni en la
latinoamericana con excepción de un trabajo mexicano en cadáveres, con una muestra
pequeña, que mostraba, nuevamente, la falta de correlación entre talla y longitud traqueal
(13), con el agravante de que dicha longitud disminuye en los mayores de 70 años (12).
Utilizar tubos endotraqueales de calibre más grande del necesario no es inocuo, como
quiera que puede traumatizar la larínge o la tráquea durante su inserción, llevar a la
formación de membranas laríngeas, úlceras, parálisis o paresia de las cuerdas vocales, y
estenosis subglótica y traqueal, entre otras, por lo que es de gran importancia emplear
aquel diámetro con la menor probabilidad de complicaciones y que no interfiera con la
ventilación, aspectos a tener en cuenta de manera especial en los pacientes de las
Unidades de Cuidado Intensivo (14, 15), en quienes, por lo general, se desconoce el
tiempo que van a permancer intubados.
Existe, entonces, relaciones entre la edad y el tamaño de la tráquea, diferencias en las
dimensiones traqueales según el sexo, siendo mayores en los hombres (16-20). Las
dimensiones del árbol traqueobronquial se modifican con el índice de masa corporal (IMC)
(21), con la presencia de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (22, 23) y con el
antecedente de intubación (24). Algunos estudios han encontrado que el tamaño de la vía
aérea, tomado como el ancho de la tráquea, tiende a relacionarse de forma inversa con el
IMC, es decir, a mayor valor este, menor el tamaño de la vía aérea, lo que sugiere usar
tubos endotraqueales de menor tamaño en los pacientes obesos (21). Tal variabilidad es
6 Correlación entre antropometría y anatomía del árbol traqueobronquial mediante escanografía en una muestra de población colombiana
debida a múltiples factores, entre ellos el incremento de la presión sobre la tráquea por el
incremento de tejido adiposo en la región anterior del cuello. Estos hallazgos han llevado
a recomendar la practica de estudios radiológicos, cuando se prevea la colocación de
ciertos dispositivos como los tubos de doble luz (25), para evitar daños en la vía aérea.
Finalmente, deberá comprobarse la correcta posición del dispositivo con fibrobroncoscopia
(26, 27).
Los tubos de doble luz son los dispositivos más utilizados para el aislamiento pulmonar en
anestesia torácica, en comparación con los bloqueadores bronquiales (28-30). Se han
llevado a cabo múltiples estudios para determinar el calibre y la profundidad de inserción
del tubo, particularmente útiles cuando se emplea la técnica a ciegas, que fúe la primera
descrita para su colocación puesto que no existía la broncoscopia flexible (31-33). De uno
de tales trabajos derivó una fórmula de profundidad de inserción basada en la estatura
(34), la cual se correlacionaba bien con estudios previos, que estimaban la profundidad de
inserción en 29 cm para personas con talla de 170 cm, más o menos un centímetro por
cada variación de 10 cm de altura (35). Con este método, el porcentaje de mala posición
es inaceptablemente alto: 38% a 42% en los tubos izquierdos y cercano al 80% en los
derechos. Adicionalmente es necesario tener presente los potenciales traumatismos del
árbol traqueobronquial incluyendo la ruptura de la tráquea y de los bronquios fuente (36,
37). Se han desarrollado fórmulas matemáticas que correlacionan la talla, la edad, el sexo,
el diámetro de la tráquea y de los bronquios fuente (38), con el tamaño del tubo (39, 40) y
con la profundidad de inserción (35, 41, 42). Algunas de estas mediciones se han
correlacionado de manera significativa en algunos estudios, mientras que en otros no la
hay (43). Es por ello que la fibrobroncoscopia constituye una herramienta indispensable
para comprobar la adecuada posición de un tubo de doble luz (27, 44, 45). Otras medidas,
diferentes a las antes mencionadas, como la presión inspiratoria pico mínima, se han
usado para comprobar la adecuada posición del TDL, especialmente en pacientes en
quienes la altura no es un buen predictor como en las mujeres de baja estatura (46).
Como consecuencia del uso extendido de los TDL, cuyos diámetros son mucho mayores
que los de los convencionales, ha surgido la reflexión de que es posible y podría constituir
una buena práctica, valerse de los tubos monolúmen de un diámetro mayor al establecido,
con el beneficio de disminuir la resistencia al flujo de gases frescos y mejorar los
Contexto 7
parámetros ventilatorios (39), sin aumentar la presión del neumotaponador y por lo tanto
el riesgo de lesión de la mucosa traqueal. En el caso de los TDL, menor probabilidad de
desajuste o herniación del neumotaponador y menor dificultad para el paso del
fibrobroncoscopio y de las cánulas de succión (47). Estas circunstancias adquieren mayor
relevancia en los pacientes con patología pulmonar y en escenarios de intubación
prolongada como suele ocurrir en las unidades de cuidados intensivos. Aún así, los
argumentos a favor de emplear tubos convencionales y de doble luz de mayor tamaño
están contrastados por la mayor probabilidad de ruptura de la tráquea o de los bronquios
fuentes. El estudio de Amar y Desiderio no encontró diferencia, en la incidencia de
desenlaces clínicos mayores como desaturación, falla en el aislamiento pulmonar o
complicaciones de la vía aérea, con el uso de TDL de menor o mayor tamaño, selecionados
sin importar la estatura o sexo de los pacientes (48), lo que los lleva a emplear el TDL de
menor tamaño. A pesar de estas discusiones, aún se desconoce el método adecuado para
elegir el tamaño adecuado del TDL e incluso del monolumen, que depende finalmente del
criterio clínico del que lo utilice, aunque las medidas imagenológicas han mostrado mejor
rendimiento (49).
La aplicación clínica de estas medidas y correlaciones incluye a varias especialidades
quirúrgicas y a la anestesiología de manera especial por su relación con el manejo general
de la vía aérea y con el adecuado posicionamiento de los dispositivos, en particular los de
aislamiento pulmonar encabezados por el tubo de doble luz.
2. Objetivos
General
Correlacionar medidas antropométricas en una muestra de población colombiana con
medidas escanográficas del árbol traqueobronquial.
Específicos
1. Correlacionar la edad, sexo, estatura, Índice de Masa Corporal y longitud de la
mandíbula con el diámetro traqueal, medido con tomografía computarizada simple.
2. Correlacionar la edad, sexo, estatura, peso e Índice de Masa Corporal con la longitud
traqueal, medida con tomografía computarizada simple.
3. Correlacionar la edad, sexo, estatura, Índice de Masa Corporal y longitud de la
mandíbula con la longitud del bronquio fuente derecho, medido con tomografía
computarizada simple.
4. Correlacionar la edad, sexo, estatura, Índice de Masa Corporal y longitud de la
mandíbula con la longitud del bronquio fuente izquierdo, medido con tomografía
computarizada simple.
5. Correlacionar la edad, sexo, estatura, Índice de Masa Corporal y longitud de la
mandíbula con el diámetro del bronquio fuente derecho, medido con tomografía
computarizada simple.
6. Correlacionar la edad, sexo, estatura, Índice de Masa Corporal y longitud de la
mandíbula con el diámetro del bronquio fuente izquierdo, medido con tomografía
computarizada simple
3. Metodología
Diseño del estudio: Se consideró realizar un estudio de correlación de corte transversal,
con la hipótesis de investigación de que existe una correlación significativa entre las
medidas antropométricas y las diferentes medidas de la vía aérea.
Sujetos del estudio: Hombres y mujeres colombianos, que cumplieron con los siguientes
criterios:
Criterios de inclusión:
• Ser colombiano entre 18 y 65 años.
• Que tenga prescripción por un clínico de realización de tomografía computarizada
de tórax con extensión a cuello.
Criterios de exclusión:
• Pertenecer a una etnia definida.
• Antecedentes de patología de la vía aérea o que alteren su anatomía.
• Historia de trauma o cirugía facial, cervical, faríngea, laríngea, traqueobronquial o
pulmonar, artritis o intubación previa.
• Alteraciones tomográficas de la vía aérea.
Tamaño de la muestra: Ochenta (80) pacientes, calculada de acuerdo a la significancia
estadística en regresiones múltiples asignando 15 participantes por cada variable
independiente a correlacionar (50).
Protocolo del estudio: Se analizaron las tomografías axiales computarizadas de tórax
con extensión a cuello encontradas normales. Las tomografías se realizaron en un
tomógrafo multidetector de 80 canales, con adquisiciones volumétricas con voxeles de
0,625 mm3 desde el nivel del cartílago cricoides con cortes de 10 mm. A partir del opérculo
torácico se continuó el protocolo institucional hasta los domos diafragmáticos. Una vez
adquirido el estudio se realizaron reconstrucciones en los tres planos ortogonales (axial,
12 Correlación entre antropometría y anatomía del árbol traqueobronquial mediante escanografía en una muestra de población colombiana
sagital y coronal), además de reconstrucciones curvas cuando la longitud de la tráquea no
puedo ser registrada en su totalidad en uno de los planos estándar.
Con una pesa previamente calibrada y la misma cinta métrica, antes del examen, se
tomaron las medidas antropométricas de peso, estatura y la longitud de la mandíbula. Se
registraron los datos con el número de la historia clínica del paciente y las mediciones
mencionadas en una hoja de Excel.
Con el sistema PACS (Picture Archiving and Communications System) se efectuaron las
siguientes mediciones de la vía aérea: diámetro del cartílago cricoides, diámetro
anteroposterior de la tráquea 10 mm por debajo del borde inferior del cartílago cricoides
en cortes axiales, longitud traqueal medida desde el borde inferior del cartílago cricoides
hasta la carina en cortes sagitales, distancia desde la carina hasta el origen del bronquio
para el lóbulo superior derecho e izquierdo en los cortes coronales, y diámetro
anteroposterior de los bronquios fuente izquierdo y derecho en los cortes sagitales. Cada
medición, junto con la imagen en la que se realizó, se exportó, en formato jpg, y se dejó
registro de las medidas obtenidas junto a las las antropométricas en una matriz de Excel,
para posterior traslado a programa STATAÒ. También se dejó registro de la variante
anatómica: bronquio traqueal.
Desenlace: Existe correlación, estadísticamente significativa, entre las medidas
antropométricas y las del árbol traqueobronquial.
Medición y manejo de la información: Se puede observar en la tabla 3-1:
Tabla 3-1: Variables manejadas durante la realización del estudio Nombre de la Variable Tipo de variable Definición operacional Edad Cuantitativa continua Años cumplidos
Sexo Cualitativa nominal Hombre o mujer
Medidas antropométricas Estatura Cuantitativa continua Medida con cinta métrica, con el
paciente sin zapatos, en una superficia
plana, sobre una pared sólida
(unidades: centímetros)
Peso Cuantitativa continua Medida con pesa previamente
calibrada, con el paciente sin zapatos
(Unidades: kilogramos)
Metodología 13
Tabla 3-1: (Continuación)
Nombre de la Variable Tipo de variable Definición operacional Índice de masa corporal (IMC) Cuantitativa continua Relación entre la talla y el peso al
cuadrado (Unidades: Kg/m2)
Longitud de la mandíbula Cuantitativa continua Medida con cinta métrica, desde el ángulo de la mandíbula hasta el
mentón (Unidades: centímetros)
Mediciones tomográficas
Diámetro del cartílago
cricoides Cuantitativa continua En cortes axiales (Unidades:
milímetros)
Diámetro de la tráquea Cuantitativa continua Anteroposterior, medido 10 mm por
debajo del borde inferior del cartílago cricoides en cortes axiales
(Unidades: milímetros)
Longitud traqueal Cuantitativa continua Medida desde el borde inferior del
cartílago cricoides hasta la carina
en cortes sagitales (Unidades:
milímetros)
Longitud del bronquio fuente
derecho Cuantitativa continua Distancia desde la carina hasta el
origen del bronquio para el lóbulo
superior derecho, cortes coronales
(Unidades: milímetros)
Longitud del bronquio fuente
izquierdo Cuantitativa continua Distancia desde la carina hasta el
Dentro de los modelos de regresión se logró obtener las siguientes fórmulas (p<0,01)
(Tabla 4-3):
Resultados 21
Tabla 4-3: Predicción de dimensiones de la vía aérea a partir de medidas antropométricas
Variable por predecir Fórmula r2
Diámetro del cartílago cricoides (0,19*estatura) – 11,94 0,27 Diámetro AP de la tráquea (0,22*estatura) – 16,1 0,26 Longitud de la tráquea (0,63*estatura) + 0,41 0,2
Longitud del bronquio fuente izquierdo (0,27*estatura) + 2,65 0,22 Diámetro del cartílago cricoides (1,45*longitud mandíbula) + 2 0,28 Diámetro AP de la tráquea (1,12*longitud mandíbula) + 5,03 0,13 Longitud del bronquio fuente izquierdo (0,99*longitud mandíbula) + 34,9 0,05 Diámetro AP del bronquio fuente derecho (0,52* longitud mandíbula) + 6,99 0,07 Diámetro AP del bronquio fuente izquierdo (0,52* longitud mandíbula) + 3,33 0,11
r2: Coeficiente de determinación
Solamente hubo una correlación fuerte (r=0,81, r2= 0,66) al relacionar el diámetro de la
tráquea y el diámetro del cartílago cricoides, generando la siguiente fórmula de predicción:
• Diámetro de la tráquea = (0,91*diámetro del cartílago cricoides) + 0,6
22 Correlación entre antropometría y anatomía del árbol traqueobronquial mediante escanografía en una muestra de población colombiana
Figura 4-1. Gráfico de dispersión de los valores promedio entre la estatura y el diámetro del cartílago cricoides (a), el diámetro AP de la tráquea (b), la longitud de la tráquea (c), la longitud del bronquio fuente izquierdo (d), el diámetro AP del bronquio fuente derecho (e), y el diámetro AP del bronquio fuente izquierdo (f).
Resultados 23
Figura 4-2. Gráfico de dispersión de los valores promedio entre la longitud de la mandíbula y el diámetro del cartílago cricoides (a), el diámetro AP de la tráquea (b), la longitud del bronquio fuente izquierdo (c), el diámetro AP del bronquio fuente derecho (d), y el diámetro AP del bronquio fuente izquierdo (e).
5. Discusión
La evaluación de cada una de las variables permite las siguientes observaciones:
Edad
En esta muestra poblacional los diámetros del cartílago cricoides y de la tráquea no
aumentan ni disminuyen con la edad. De aquí que no se halle correlación con esta variable,
al contrario de lo mencionado en la literatura (16, 17) que describe un incremento del
tamaño de la tráquea y distorsión de la misma con el aumento de la edad, justificada por
endurecimiento de los cartílagos, con acentuación de la tensión en reposo del músculo
liso, y disminución de su capacidad de contracción. A partir de estos hallazgos se postula
que podría emplearse tubos endotraqueales de mayor diámetro en los pacientes de mayor
edad. A este respecto es necesario aclarar que la muestra del presente trabajo no incluyó
pacientes mayores de 65 años y que los estudios antes mencionados refieren encontrar
dichos cambios en pacientes en edad media, es decir, en promedio de 52 años(16).
Tal como está informado en la literatura (18), se evidenció una diferencia promedio de 4
mm en los diámetros de la tráquea y del cartílago cricoides de hombres y mujeres. Estas
diferencias se observan a partir de los 14 años, momento en el que se presentan las
variaciones más notables en el crecimiento. De aquí que, entre otras consecuencias, se
utilice dispositivos de menor calibre en el sexo femenino(20).
Talla
Se halló una correlación positiva moderada, estadísticamente significativa, con los
diámetros del cricoides y de la tráquea, la longitud del bronquio fuente izquierdo y los
diámetros de ambos bronquios fuentes. Dado que la estatura no sería el único factor que
influencia los mencionados parámetros, se requiere encontrar uno o más factores
26 Correlación entre antropometría y anatomía del árbol traqueobronquial mediante escanografía en una muestra de población colombiana
adicionales para mejorar la correlación. La capacidad predictiva de esta relación permitió
obtener un modelo de regresión para calcular la longitud del bronquio fuente izquierdo y el
diámetro del bronquio fuente derecho a partir de la talla. Sin embargo, dado el bajo
coeficiente de determinación, no sería adecuada su aplicación clínica(51). De hecho, se
recomienda tener un valor entre 0,66 y 0,85 para garantizar una buena predicción de una
variable con respecto a otra. Adicionalmente, se ha informado que tallas inferiores a 155
cm no se correlacionan con las dimensiones de la vía aérea(52).
La correlación entre la talla y la profundidad de inserción del Tubo de Doble Luz (TDL),
arroja un coeficiente de correlación de 0,61. Al aplicar la fórmula de regresión lineal se
encuentra un error de 4,5 cm al aplicarlo clínicamente(26). Estos dos estudios
mencionados fueron efectuados en población asiática. Cuando se ha buscado correlación
con pacientes de mayor estatura, los hallazgos han sido heterogéneos:
Un estudio en Singapur que relacionó la talla y la longitud de la tráquea, medida en
radiografía de tórax, con la profundidad de inserción del TDL, encontró correlación entre
estas medidas y obtuvo una fórmula de predicción exitosa en cerca del 80%(40). Otro
estudio en Japón con 1000 pacientes, buscó la correlación entre la estatura y la
profundidad de inserción del TDL, con un índice de correlación de 0,58, estadísticamente
significativo, generando una fórmula que es la que conocemos y utilizamos hoy en día
[Profundidad de inserción del TDL (cm) = 12,5 + (altura (cm) /10)] (34). Estos hallazgos se
basaron en estudios previos que mostraban valores similares: con índice de correlación
entre talla y profundidad de inserción del TDL de 0,51(53) y con la indicación que
conocemos que en hombres de 170 cm, la longitud de inserción del TDL es de 29 cm(35).
Otros trabajos no han encontrado dicha correlación: en dos estudios con pacientes
coreanos, uno en el que la estatura promedio para hombres fue de 170 cm y la de las
mujeres de 156 cm, no se encontró correlación con las longitudes de los ambos bronquios
fuente (54); es oportuno relatar que, además de la talla, las mediciones de la vía aérea de
estos pacientes fueron muy similares a las de nuestra población. En el otro estudio (43)
tampoco hubo correlación significativa entre estatura y dimensiones de los bronquios
fuente; es de anotar que las longitudes del BF derecho fueron 1 cm menores a las
reportadas en el presente estudio, y los otros arriba mencionados.
Discusión 27
En una muestra de población alemana tampoco se encontró relación entre estas variables,
esta vez con un grupo más heterogéneo de pacientes: 31 hombres y 18 mujeres, entre 7
y 83 años con estaturas desde 107 cm hasta 189 cm (55). Finalmente, en China con 2107
pacientes (12), sólo se encontró correlación entre la altura y la edad con el diámetro de la
tráquea (r = 0,63 y p < 0,001), obteniendo la siguiente fórmula de predicción:
• Diámetro AP de la tráquea = 0,265*altura(cm)+0,048*edad(años)-28,933.
En este último trabajo, hubo correlación moderada entre las dimensiones de la vía aérea:
diámetro AP de la tráquea con el del BF izquierdo (p = 0,58), y con el del BF derecho (p =
0,67), todos estadísticamente significativos, hallazgo que no encontramos en nuestro
estudio.
De manera que, la existencia de correlación moderada entre estatura y las variables
dependientes excepto la longitud del bronquio fuente derecho, fuerza a preguntarse si esto
se deba a que la longitud y ubicación de dicho bronquio es el más variable en la población, como se ha mencionado previamente.
Longitud de la mandíbula
Se consideró la longitud de la mandíbula como posible variable predictiva de las
dimensiones de la vía aérea, dado que se trata de un hueso que crece con la edad, en
congruencia con el desarrollo, hasta la etapa de la adolescencia y que puede ser fácilmente
medible(56). Sólo hubo correlación moderada y estadísticamente significativa con el
diámetro del cartílago cricoides, sin obtenerse una ecuación de regresión con capacidad
predictiva adecuada. Solamente se obtuvo una regresión, mejorando la capacidad
predictiva de la longitud del bronquio fuente derecho al utilizar la longitud de la mandíbula
y el sexo como variables independientes. Dado que su correlación no fue estadísticamente
significativa, no se incluyó en los resultados.
En esta muestra sólo hubo un caso reportado de bronquio fuente traqueal, que tendría una
incidencia del 1,25%. En la literatura en general se reporta casos de 1 en 250 pacientes
(57) o entre 0,1 y 5% de la población(58).
28 Correlación entre antropometría y anatomía del árbol traqueobronquial mediante escanografía en una muestra de población colombiana
Sexo
Conviene recordar que la diferencia de la longitud del bronquio fuente derecho entre
hombres y mujeres fue la única no estadísticamente significativa (con p = 0,059). Por lo
tanto, atendiendo al resto de variables, se confirma la necesidad de seleccionar el
dispositivo de vía aérea a emplear, de acuerdo con el sexo del paciente, debido a que los
valores de los hombres son notoriamente más grandes que los de las mujeres. La
diferencia entre los valores extremos de la longitud de la tráquea alcanza los cinco
centímetros, con un promedio cercano a 1 cm. Estos hallazgos pueden ser clínicamente
relevantes, por ejemplo, cuando se quiere determinar la profundidad de inserción del tubo
orotraqueal, aspecto en el que generalmente no se considera el sexo del paciente, por lo
que el riesgo de intubación selectiva se vuelve sumamente importante, siendo la
observación del neumotaponador, inmediatamente por debajo de las cuerdas vocales, la
mejor medida para asegurar el adecuado posicionamiento del tubo monolumen.
Constituye un hallazgo aislado del presente trabajo alta correlación entre el diámetro de la
tráquea y el del cartílago cricoides (r = 0,81 p = 0,00), diferente en las otras variables,
puede explicarse porque el crecimiento de ambos es similar durante toda la vida, y en el
momento de considerar la dimensión de uno podemos también aproximarnos a la del otro,
máxime cuando la diferencia entre ambos valores es muy pequeña.
La pregunta que surge es, ¿Por qué no se encuentra correlación entre las demás
dimensiones de la vía aérea siendo su componente principal el tejido cartilaginoso?
¿Cuáles son los factores que afectan las diferentes dimensiones que hacen que no se
correlacionen entre sí? Existe algunas aproximaciones para responder tales cuestiones,
como la variación de las presiones sobre la vía aérea con el crecimiento, que modifican el
desarrollo de todo el árbol traqueobronquial y que llevan a cambios difíciles de predecir.
La correlación entre estos dos parámetros no se encontró en otro estudio (3), justificándose
en el hecho de que existen múltiples formas de la tráquea dadas por la presencia de una
porción no cartilaginosa, y eso llevaría a variaciones en su medición.
6. Conclusiones
Por lo anteriormente expuesto se puede concluir que no es posible predecir, a partir de
una única variable antropométrica, las diferentes dimensiones de la vía aérea. En general,
las mediciones obtenidas en el presente estudio son similares a las publicadas
previamente en poblaciones diferentes, encontrándose algunas diferencias, por ejemplo,
con las del bronquio fuente derecho, las cuales tienden a ser más grandes en nuestra
población.
Las medidas antropométricas como estatura y longitud de la mandíbula se correlacionan
de forma moderada con las dimensiones de la vía aérea excepto la longitud del bronquio
fuente derecho. Aun así, no se logra una adecuada capacidad predictiva para generar una
regresión lineal.
No se observó correlación entre incremento de la edad y de las dimensiones de la vía
aérea como se menciona en algunos estudios, y que, a diferencia de lo reportado, la
tráquea y el cartílago cricoides sí se encuentran correlacionados positivamente de forma
significativa.
Se debe reevaluar las fórmulas actualmente utilizadas en la clínica para determinar la
profundidad de inserción del tubo de doble luz ya que fueron derivadas a partir de un índice
de correlación moderado y de un coeficiente de determinación con baja capacidad
predictiva.
Debe continuarse la investigación en nuestra población, dada la necesidad de basar
nuestras conductas en datos propios.
30 Correlación entre antropometría y anatomía del árbol traqueobronquial mediante escanografía en una muestra de población colombiana
Es imperativo efectuar estudios similares en muestras de población mayor de 60 años dada
la necesidad de confirmar los hallazgos de otras latitudes.
Bibliografía 1. Fearon B, Whalen JS. Tracheal dimensions in the living infant (preliminary report).
Ann Otol Rhinol Laryngol. 1967;76(5):965-74.
2. MacKenzie CF, McAslan TC, Shin B, Schellinger D, Helrich M. The shape of the
human adult trachea. Anesthesiology. 1978;49(1):48-50.
3. Seymour AH. The relationship between the diameters of the adult cricoid ring and
main tracheobronchial tree: a cadaver study to investigate the basis for double-lumen tube